Está en la página 1de 7

ESTEREOTIPOS, PLÁSTICO Y TECNOLOGÍA PROBLEMÁTICA SOCIAL DEL

CONSUMISMO.

En un modelo capitalista como el que rige a la mayoría del planeta, es inevitable


practicar el consumismo, Países como Colombia y ciudades como Medellín no son la
excepción a la regla, se habita en un mundo y la humanidad se desarrolla en una
sociedad de consumo masivo, el capitalismo en su máximo esplendor, el arte de
vender la “urgencia” de comprar es lo que se observa día a día en las grandes
ciudades. La consecución de Bienes y servicios se ha convertido en parte fundamental
y elemental del ser humano, ya no solo basta con obtener y comprar lo básico, sino que
también los seres humanos se crean necesidades con el fin de obtener más de esto o
aquello. Se entiende por necesidad la carencia de aquello que es impredecible, de lo
que es fundamental para subsistir, ejemplo los servicios básicos e impredecibles que
se necesitan en un hogar-familia serian agua, luz, gas y hoy en día el internet (en esta
época se ha convertido en un servicio esencial para conectar personas, para la
realización de tareas escolares y como medio informativo), en los servicios que no se
consideran elementales entraría la televisión por cable y la telefonía, se podrían decir
que son necesidades secundarias, y los que realmente aparte de no ser básicos ni
necesarios pero la sociedad esnobista impulsa a obtenerlos serian servicios como
Netflix, datos móviles, suscripciones a aseguradoras de distintos portafolios de
servicios, entre otras.

Si se habla de los bienes se consideran básicos y primarios para un hogar


camas, neveras, estufas, muebles entre otros, el medio de transporte por excelencia de
la clase proletaria y trabajadora en Colombia es la Motocicleta y por ende se ha
convertido en un bien prioritario para el hogar. En un segundo plano aparecen por
ejemplo los bienes como el televisor, equipos de sonido, un automóvil económico, en
tercer lugar entran los bienes que se convierten en Vanidades del consumidor tales
como un televisor última tecnología, un automóvil de lujo, un teléfono celular última
generación, extractores de olores, horno microondas, entre otros.
Teniendo una pequeña idea de los Bienes y Servicios que se consideran prioritarios y
básicos y los que no lo son, es conveniente buscar el ¿por qué? de esta sociedad
consumista e inmersa en el capitalismo que siempre vive con el fantasma de la deudas
y créditos y con el impulso de comprar todo lo que se le aparece antes sus ojos y lo
que captan sus oídos. Restrepo (2014) periodista y columnista del periódico el
colombiano en un artículo llamado el “el consumo que nos consume” expresa su
preocupación sobre la manera desaforada de consumismo en que vive la sociedad
actual, en dicho artículo invita a una reflexión profunda sobre tal fenómeno, la
columnista recuerda en dicha publicación los viejos martes de mercado en la ciudad de
Medellín, donde las familias solían salir juntas para mercar a un precio muy económico
y comprar lo estrictamente necesario “Éramos ricos, en la medida en que
necesitábamos menos para vivir muy bien”.

Restrepo (2014) muestra una gran preocupación en este artículo, por lo


impulsiva que se han vuelto las personas para comprar cuanto producto o servicio se
les aparece en la vida “Somos compulsivos para comprar. Tanto, que precisamos un
champú diferente para cada miembro del hogar; comida normal para unos y "light" para
los que hacen dieta, que resulta mucho más costoso que comer de todo; detergente
para la ropa negra y para la de color; jabón íntimo, para la cara, para los dedos de los
pies y el de los platos; tres o cuatro tipos diferentes de leche y las loncheras: docenas
de paquetes de mecato, dulces, jugos y aguas de todos los sabores. La lista es
interminable y, al final, la tirilla es tan larga como agobiante la cuenta por pagar”.

Otro apunte muy importante que brinda Restrepo (2014) es la problemática del
fenómeno tecnológico, considera que es uno de los factores donde las personas gastan
y se endeudan a gran escala sin razón. El afán por tener las últimas novedades
tecnológicas, el ultimo Smartphone y desechar el anterior que aún está en perfecto
estado es un problema serio en la economía de las personas no logran distinguir las
prioridades de las vanidades. “Las necesidades creadas por la sociedad de consumo
son infinitas y cada quien validará las prioridades sin las que, supuestamente, su vida
no es posible. Los aparatos tecnológicos, por ejemplo, se han convertido en un rasero
para medir la felicidad. En cuestión de pocos días se vuelven obsoletos y, en vez de un
teléfono móvil para hacer y recibir llamadas, necesitamos un computador de bolsillo
que permita, entre otras funciones, hacer y recibir llamadas”. La periodista remata con
un mensaje contunde para aquellos compradores compulsivos “El problema es cuando
somos incapaces de distinguir entre lo que necesitamos, lo que deseamos o de lo que
queremos presumir. Casi sin darnos cuenta gastamos desaforadamente en bienes no
siempre esenciales, en lugar de invertir en lo fundamental o ahorrar para el futuro”
(Restrepo, 2014).

Otro fenómeno importante que ha convertido a la humanidad en una sociedad


consumista son los centros comerciales, Medina (1997) considera al centro comercial
como “una burbuja de cristal” donde está la máxima concentración del consumo actual,
los lugares amplios y diversos puntos de oferta son una “gran” tentación para los
consumidores. Medina (1997), resalta que el secreto de estos puntos son gracias a la
amplia gama de productos y servicios que ofrecen, acompañado con nuevas
experiencias de compras que brindan estos lugares, productos y servicios como
prendas de vestir, alimentos, artículos para el hogar, cine, cajeros electrónicos,
peluquerías, agencias de viajes, juegos, viveros entre otros, todo en un solo lugar ,
todo en uno , un atractivo y seductivo lugar para los potenciales compradores. Medina
(1997), define a los centros comerciales como “lugares que el hombre urbano
frecuenta para ir de compras y para divertirse, para buscar los objetos que su ritmo de
vida le demanda o para satisfacer algunas de sus necesidades. Allí encuentra «lo
nuevo» («nuevas técnicas de ventas», «Un nuevo estilo»), «lo último» (las propuestas
de moda), «lo moderno», «lo práctico», «el diseño», «la calidad», «la garantía de
marca»”.

Medina (2010) en una de sus tantas publicaciones como Ciudad y consumo,


generadores de lenguajes y signos, “Espacios que recrean un ambiente determinado,
alimentos perfectamente decorados, anuncios publicitarios, estéticas populares
conviven en la cotidianidad de la ciudad”. Medina (2010) expresa que hoy en día las
ciudades están diseñadas para “vender y comprar”, resalta la importancia de
distribución de los espacios en la ciudad, la forma para atraer consumidores, la
facilidad para recorridos hacia los centros comerciales. Según Medina Cano “la ciudad
es sagrada, deportiva, turística, industrial, productiva en el día y rumbera en la noche;
un espacio comercial que cambia de rostros, conjuga territorios, lenguajes, símbolos y
estéticas y que refleja las diversas identidades de la urbe. “Espacios en los que
predomina fundamentalmente la imagen, obras de teatro en pequeña escala donde se
muestra un estilo de vida”(Medina,2010).

Es innegable como también lamentable que el consumismo se ha convertido en


un estilo de vida de la sociedad actual, es una problemática que ha convertido al
“hombre” en un comprador y deudor masoquista, a vivir inmerso y “condenado” a
créditos que le quedan muy difíciles de asumir. El consumismo es un estilo de vida muy
peligroso, tal parece que hoy en día es un factor importante para medir el nivel social y
hasta moral de una persona, la idea que entre más tengas, mas compres y más
presumas será más fácil entrar al boom social y mantener un estatus importante ha
corrompido la sociedad. No importa dañar al planeta ni acabar con los recursos
naturales, “entre más se tenga será mejor”, tal parece ser el lema de esta sociedad
contemporánea. Una sociedad consumista como esta no es incluyente ni equitativa. Sin
embargo algunos estudios sobre el nuevo consumismo muestran un grado de
esperanza para un futuro inmediato.

Restrepo (2018) periodista de Medellín nos habla en un artículo del diario ADN sobre
“Consumo Responsable”, por ejemplo campañas que promueven el no uso del plástico
en la ciudad de Medellín, para así contribuir con la reducción de plástico en el mar que
daña la vida Marina. Restrepo invita en su artículo a la crear conciencia sobre el
impacto no solo de la producción sino también del consumo, es decir los consumidores
deben recapacitar sobre el desenfreno en que se manejan “ El papel de los
consumidores será cada vez más central, exigiendo en las empresas un compromiso
no sólo con una producción más limpia, sino también con la promoción del trabajo
decente, la disposición final no contaminante de residuos, entre otros; y evaluando
conscientemente las decisiones de consumo y su impacto sobre la sostenibilidad de
nuestro planeta” (Restrepo,2018).

También encontramos noticias alentadoras de organismos internacionales que


se dedican a estudiar el fenómeno del consumismo a nivel mundial, la revista Dinero
(2019) muestra las tendencias del consumo en año 2019 en un top ten, este estudio
estuvo a cargo de la compañía Euromonitor Internacional, que se especializa en
estrategias para mercados de consumo, publicó su informe 'Top 10 Global Consumer
Trends' que revela las 10 tendencias de consumo para el 2019, de las cuales hay que
destacar las siguientes por el gran impacto al beneficio social y ambiental al planeta:

-Consumidores conscientes: “Él consumo estará influenciado en gran medida,


por la búsqueda de una solución al impacto negativo que genera el consumismo
en el planeta. Es decir, cada vez es más creciente la demanda de productos
amigables con el medio ambiente y con los animales. Los productos que sean
ambientalmente responsables y que no realicen pruebas con animales tendrán
un espacio importante”.

-No más plástico:” En los últimos años ha cobrado importancia el cuidado


del medio ambiente, por tal motivo las empresas deben prestar más atención al
uso de plástico en sus productos, porque el consumidor está poniendo especial
atención a este tema y puede ser un factor importante a la hora de comprar”.

Es un alivio y también gratificante saber que de cierta manera hay empresas,


organizaciones y consumidores que se preocupan por el estado y el futuro del planeta,
estas iniciativas de un consumismo amigable con el ambiente son una luz de
esperanza para las generaciones futuras. Pero no son suficientes, puesto que la
sociedad actual necesita un plan contundente y real de políticas públicas que inviten a
la responsabilidad del consumidor, campañas preventivas de conciencia sobre el uso
responsable del salario y las tarjetas de crédito, campañas de inclusión y equidad
social, gobiernos que generen una sociedad incluyente, un gobierno que no segregue
por la capacidad económica de las personas. En un modelo capitalista lo anterior
resulta ser una utopía, más cuando se cree que cobrando las bolsas plásticas en el
supermercado se soluciona la problemática ambiental del plástico
Bibliografía
 Medina, F. (1997). El Centro Comercial: una burbuja de cristal. Recuperado 7
septiembre, 2019, de https://revistas.upb.edu.co/index.php/upb/article/view/4701
 Restrepo, e. (2014). El consumo que nos consume. Recuperado 7 septiembre,
2019, de
https://www.elcolombiano.com/historico/el_consumo_que_nos_consume-
MUec_196318.
 Medina, F. (2010, 5 marzo). Ciudad y consumo, generadores de lenguajes y
signos. Recuperado 7 septiembre, 2019, de
http://agenciadenoticias.unal.edu.co/nc/detalle/article/ciudad-y-consumo-
generadores-de-lenguajes-y-signos.html
 Restrepo, P. P. (2018, 1 febrero). Consumo responsable | Columnas de Opinion
| Medellín Cómo Vamos. Recuperado 7 septiembre, 2019, de
https://www.medellincomovamos.org/consumo-responsable/
 Dinero. (2019, 19 abril). Las 10 principales tendencias de consumo del 2019.
Recuperado 7 septiembre, 2019, de
https://www.dinero.com/actualidad/articulo/las-10-principales-tendencias-de-
consumo-del-2019/269895

También podría gustarte