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LEGAJO DE OGA N° 10.015: "GERVASONI, MARIO JAVIER S/ FALSO TESTIMONIO".

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En la Ciudad de Paraná, Capital de la Provincia de Entre Ríos, el día primero del mes de
Octubre del año dos mil diecinueve, constituido en el Salón de Audiencias el Señor Vocal del
Tribunal de Juicios y Apelaciones Nº 9 de Paraná, Dr. JOSE MARIA CHEMEZ, a los fines de dictar
sentencia en el Legajo Nº 10.015 del registro de O.G.A., caratulado "GERVASONI, MARIO
JAVIER S/ FALSO TESTIMONIO".-

Figuró como imputado: MARIO JAVIER GERVASONI, D.N.I. Nº 21.912.782, sin sobrenombres ni
apodos, argentino, soltero, de 48 años de edad, sacerdote y secretario -familiar- del Arzobispo
de Paraná, domiciliado en calle Etchevehere Nº 171 de esta ciudad, nacido en Paraná el 26 de
Junio de 1.971, hijo de José María Gervasoni (f.) y de Felipa María Alfaro, con estudios
universitarios, no tiene adicciones ni registra antecedentes penales computables.-

Durante el debate intervinieron por el Ministerio Público Fiscal el Señor Agente Fiscal, Juan
Francisco RAMIREZ MONTRULL, y a cargo de la defensa técnica del imputado estuvo el Dr.
GUILLERMO OMAR VARTORELLI.-

Se le imputa a GERVASONI la comisión del siguiente hecho:

"Que al declarar como testigo en la audiencia testimonial en la causa Nº 52886 caratulada


"ILARRAZ JUSTO JOSE S/ PROMOCIÓN A LA CORRUPCIÓN AGRAVADA", que se desarrolló ante
el Juez de Transicion N° 2 de esta capital, en fecha 08 del mes de abril de 2015, a partir de las
18:10, haberse pronunciado con falsedad y reticencia, ocultando al Juez datos que no podía
ignorar, por la relevancia de los mismos y por el rol protagónico que le tocó desempeñar
como Secretario del Arzobispo Juan Alberto PUIGGARI - con quien convive en calle
Etchevehere 171 de esta ciudad- en relación al hecho investigado contra Justo José ILARRAZ.
Así obró cuando dijo que prestó declaración en la investigación diocesana tramitada contra
ILARRAZ sin que PUIGGARI le manifestara cual era el objeto de la investigación y de la
declaración. Así también obró cuando dijo que pudo charlar algo con PUIGGARI referido a la
investigación para luego decir que no charlo el tema con PUIGGARI”.-

Al formular sus alegatos de apertura las partes expusieron sus respectivas teorías del caso:
1) El Dr. RAMIREZ MONTRULL argumentó que a partir de las distintas evidencias recolectadas
en la I.P.P. va a demostrar tanto la materialidad del hecho como la autoría responsable de
GERVASONI como autor del delito de falso testimonio. Va a acreditar que en fecha 08/04/15 al
declarar como testigo en el marco del expediente N-ª 52.886, que tramitara en el Juzgado de
Transición Nª 2, caratulado "ILARRAZ JUSTO JOSÉ S/ PROMOCIÓN A LA CORRUPCIÓN
AGRAVADA" y ante la Sra. Jueza Dra. Paola FIRPO, se pronunció afirmando una falsedad y con
reticencia, o sea, callando la verdad; que tal como le fuera imputado oportunamente en este
proceso ocultó al Juez datos que no podía ignorar por la relevancia de los mismos en la
investigación llevada a cabo contra Justo José ILARRAZ. Menciona que se investigaba un delito
contra la integridad sexual cometido por ILARRAZ, como prefecto de disciplina del Seminario
de Paraná, quien tenía un rol protagónico en la vida del Seminario y que, como quedó probado
por la sentencia que lo condenó a veinticinco años de prisión, cometido al menos contra siete
seminaristas que también convivian con él en el Seminario. Expresa que va a acreditar que
GERVASONI en el año 1995, cuando era un seminarista, tuvo conocimiento pleno de los
hechos de los abusos de ILARRAZ de por lo menos un seminarista, en aquel entonces -1995- ya
tenía conocimiento de los hechos por los que fue interrogado por la Jueza de Transición y fue
reticente como testigo. A esta situación la van a acreditar los testigos Juan Carlos WENDLER,
Ramón Estanislao ZAPATA y Jorge CHARREUN, que eran compañeros del imputado de la
promoción en el Seminario, y con quien compartían diariamente la vida en el internado.
Incluso GERVASONI al declarar, respecto al hecho contra ILARRAZ, dijo que declaró a pedido de
PUIGGARI en juicio diocesano, él de su puño y letra redactó una declaración relacionada con
los hechos que se le imputaban ya en el año 1995 y que tuvo inicio el juicio diocesano a
ILARRAZ. Esto no solo surge de la declaración como testigo ante la Jueza de Transición del
propio GERVASONI sino que también lo va a aportar el testigo RAUSCH, se lo dijo PUIGGARI en
una de las muchas reuniones que mantuvo la víctima RAUSCH pidiendo que ILARRAZ deje de
ser sacerdote y que quería ver cómo estaba el trámite de su investigación y la denuncia que
había realizado. PUIGGARI le refiere que GERVASONI había declarado en esa investigación
diocesana como testigo del hecho, o sea, que GERVASONI tenía cabal conocimiento en ese
entonces de esa situación. También los testigos ZAPATA y WENDLER presenciaron cuando
Jorge CHARREUN y luego de la charla con otro seminarista Néstor PUCHETA, dijo que PUCHETA
le había contado de los abusos sufridos por otros seminaristas menores que ellos, que luego
fue probado en la sentencia que este hecho existió y fue cometido por ILARRAZ y que en ese
momento cuando Jorge CHARREUN comenta esta situación de un abuso sexual estaba
presente ZAPATA, WENDLER y GERVASONI, refiriendo WENDLER que no se olvida la cara de
GERVASONI ante la noticia de ese hecho. Además, el testigo ZAPATA va a acreditar que dio
aviso a las autoridades ante el anoticiamiento de un hecho tan grave cometido por un
integrante del Seminario, y ante la inactividad de PUCHETA que no sabía cómo llevar adelante
la situación le avisó al padre Silvio FARIÑA de los abusos. Todo el círculo íntimo de GERVASONI
en el Seminario estaba en conocimiento de estos hechos, tanto WENDLER como ZAPATA, que
lo puso en conocimiento a FARIÑA y CHARREUN. Va a acreditar que el imputado tenía
conocimiento de cada uno de los abusos de ILARRAZ por el rol protagónico que le tocó
desempeñar como secretario del Arzobispo Juan Alberto PUIGGARI, con quien convive en calle
Etchevehere Nº 171 de esta ciudad. La misma declaración testimonial de GERVASONI acredita
esta situación y también lo van a acreditar los testigos RAUSCH, URRUTIA y TOVAR, quienes
manifiestan las constantes y permanentes reuniones que tuvieron con el Arzobispo PUIGGARI,
y que en cada una de estas intervenciones se presentó GERVASONI como secretario,
instruyendo y respondiendo a las órdenes de PUIGGARI. Se va a acreditar por RAUSCH,
URRUTIA y TOVAR que haciendo uso de esta información que recabó por esta actuación como
Secretario, aprovechándose de ésta, GERVASONI se hizo presente en el ámbito laboral de
RAUSCH y lo intimidó y cuestionó por haber puesto en conocimiento a la justicia y a los medios
de comunicación los abusos cometidos por ILARRAZ. Sostiene que GERVASONI no se encuentra
comprendido en ninguna de las previsiones por las que pueda oponer el deber de abstención,
art. 244 del anterior CPP. Va a probar por las declaraciones obrantes en el expediente
mencionado que se llevó contra Justo José ILARRAZ que el Arzobispo PUIGGARI, de quien
GERVASONI era secretario, declaró sin oponer ningún tipo de secreto ni de restricción en dos
oportunidades, en el debate y en la instrucción, y que FARIÑA que fue instructor del sumario
diocesano, que tuvo conocimiento de cada uno de los hechos sufridos por las víctimas,
también declaró en instrucción sin oponer ningún tipo de secreto y sin mencionar ningún
deber de abstención. Va a acreditar que no existen causas de inimputabilidad y tampoco otra
causa que justifique el obrar de GERVASONI. Entiende que GERVASONI es responsable por el
delito de FALSO TESTIMONIO –art. 275 del C.P.-, en carácter de autor, por lo que solicitará la
pena de un año y seis meses de cumplimiento condicional y normas de conductas, todo en
función de los arts. 40 y 41 C.P..-

2) A su turno, el Dr. VARTORELLI manifestó que tiene que hacer dos consideraciones en esta
instancia, relacionadas con dos cuestiones tratadas por el Fiscal, una de ellas es la nulidad o
bien la exclusión probatoria del acta que dio origen a toda esta investigación, porque entiende
que, contrariamente a lo que señala el Fiscal, hubo una omisión nulificante o importante,
castigada por el Código de Procedimiento, que es la advertencia a quien va a declarar de
guardar secreto profesional o de oficio, como se llama en este caso. Al hecho que se imputa a
GERVASONI se le han agregado cuestiones que no fueron motivo de imputación. En la primera
parte de la imputación se le atribuye a GERVASONI que al declarar como testigo en la
audiencia testimonial en la causa Nº522886, caratulada "ILARRAZ JUSTO JOSÉ S/ PROMOCIÓN
A LA CORRUPCIÓN AGRAVADA", que se desarrolló ante el Juez de Transición N° 2 de esta
capital, en fecha 08 del mes de abril de 2015, a partir de las 18:10 horas, haberse pronunciado
con falsedad y reticencia, ocultando al Juez datos que no podía ignorar, por la relevancia de los
mismos y por el rol protagónico que le tocó desempeñar como Secretario del Arzobispo Juan
Alberto PUIGGARI -con quien convive en calle Etchevehere 171 de esta ciudad- en relación al
hecho investigado contra Justo José ILARRAZ". Esta es una imputación genérica que se
concreta en dos cuestiones: "Así obró cuando dijo que prestó declaración en la investigación
diocesana tramitada contra ILARRAZ sin que PUIGGARI le manifestara cual era el objeto de la
investigación y de la declaración”, y “Así también obró cuando dijo que pudo charlar algo con
PUIGGARI referido a la investigación para luego decir que no charlo el tema con PUIGGARI".
Éstas son las dosconcreciones de las supuestas falsedades vertidas en la instrucción según la
acusación originaria que se mantuvo durante todo el proceso y ninguna otra. La defensa se va
a centrar en esas dos cuestiones porque no pueden incorporar nuevas sospechas o reproches
que no sean las originarias en el proceso. Reformulando la primera de las medidas que es el
planteo de nulidad o de exclusión probatoria del acta de fecha 08/04/2015, señala que el
planteo fue formulado al momento de remitirse la causa a juicio y la Jueza BARBAGELATA dijo
que era una cuestión que debía discutirse en el debate, pero no la rechaza ni la acepta.
Expresa que obra documentación que quiere poner en consideración, la cual ya está en
conocimiento del Fiscal, y da lectura al art. 244 del C.P.P., que regía en ese entonces el proceso
de instrucción, que refiere entre las personas que pueden abstenerse de declarer a los
Ministros de Culto admitidos. Considera importante esta norma porque protege la libertad
espiritual de quien va a prestar declaración, que debe hacerlo libre en su persona, sobre todo
en su ánimo y no puede hacerlo en condiciones que luego le impidan prestar esa declaración
como testigo. El nuevo código de procedimiento que podría ser aplicable en virtud del
principio del derecho al mejor derecho, en su art. 289 hace de nuevo hincapié en este
ritualismo solemne respecto al deber de abstención de los testigos. Trae a consideración de la
magistratura un documento que es el juramento de fidelidad prestado por GERVASONI el
06/04/11 para desempeñar el cargo de asistente del Arzobispo de Paraná, el que establece
que GERVASONI deberá guardar secreto de todo lo que tuviere conocimiento por su oficio o
estado. Es clara la cuestión, no se puede aducir que la obligación de guardar secreto, la
obligación de abstención y el relevamiento, si fuera posible –lo cual es discutible-, haga
referencia solamente al secreto de confesión. No puede en modo alguno admitirlo porque la
ley no lo ha distinguido, siempre se debe interpretar la norma en el sentido más amplio y en
favor del imputado. La ley habla de los hechos secretos que llegaran a su conocimiento en
razón de su estado u oficio. No puede tolerar el argumento de que la acusación versa sobre
otras cuestiones ajenas a su oficio, porque el propio hecho relatado señala que todo sobre lo
que GERVASONI fue remiso o falso, cosa que niega, no lo puede ignorar por la relevancia de los
mismos y por el rol protagónico que le tocó desempeñar como secretario del Arzobispo Juan
Alberto PUIGGARI. Por ello deja planteado que se fulmine de nulidad el acta o se la excluya
probatoriamente, lo cual dejaría huérfana la causa y se arribaría al mismo resultado. La
cuestión traída por el Fiscal de que han declarado otros funcionarios sin ampararse en el
derecho a guardar secreto es ajeno a la defensa y a GERVASONI, que no participó en el proceso
madre, tampoco dicha omisión puede serles atribuida. La defense lo ha planteado en esta
causa, ha solicitado la declaración de personas, como PUIGGARI, con la correspondiente
liberación de la obligación de guardar secreto. Expone una segunda cuestión para el caso de
que la primera sea rechazada, y está relacionada nuevamente con el hecho, es el límite del
terreno donde debe desarrollarse la contienda. El hecho imputado a GERVASONI ha tenido su
concreción en dos puntualidades de su extensa declaración en instrucción, la defensa no va a
permitir otro reproche en la audiencia, y va a probar en relación a estos puntos que, cuando
GERVASONI declara en la información sumaria previa a la investigación diocesana, se recaba
información ante el posible hecho ilícito en el Seminario de las personas que podrían llegar a
tener algún conocimiento; PUIGGARI estaba a cargo de esa tarea, lo convoca a su defendido y
le pide que manifieste si había notado alguna inconducta o comportamiento extraño de parte
de ILARRAZ. Eso fue lo que se le preguntó y eso fue lo que contestó en su momento en la
audiencia testimonial que se le reprocha, se debió haberle pedido que aclare con más
extensión, pero en modo alguno ha ocultado la verdad, porque va a acreditar que a
GERVASONI no se le hizo saber el objeto de la investigación, que ciertas personas en ese
momento denunciaban graves abusos sexuales por parte de ILARRAZ dentro del Seminario,
eso no se le hizo saber por una cuestión de lógica. No puede en una instrucción sumaria
ventilar algo que recién estaba en proceso, se trataba de abusos a ciertos menores, que debía
preservarse su intimidad y anonimato, entonces lo lógico es lo que dijo GERVASONI, a él le
preguntaron, lo sondearon para ver si sabía algo de los abusos, lo contrario sería suponer que
PUIGGARI -que tenía en ese entonces 23 o 24 años- hubiera arrasado con todo el derecho a la
intimidad de quienes acababan de hacer la denuncia, lo cual hubiera sido algo cuestionable,
pero no el modo en que obró, que fue el correcto. La segunda cuestión que va a demostrar se
explica con la misma declaración, a GERVASONI le preguntan en forma genérica qué sabía del
hecho a lo largo de 25 años, y la defensa se pregunta si es de boca de los denunciantes o
porque vio algo en el Seminario o porque conoció por sus ojos algún abuso o por su cargo, o
porque leyó en los medios?. La pregunta es tan genérica que la respuesta de GERVASONI es en
el entendimiento de que le estaban preguntando si tenía conocimiento directo de que ILARRAZ
había abusado de alguno de los menores en el Seminario, obviamente que a eso lo descarta, y
en relación a las charlas con PUIGGARI, en ningún momento GERVASONI afirma que PUIGGARI
le cuenta los detalles ni le informa sobre el hecho, porque no correspondía, GERVASONI no
participó de ninguna de las reuniones que llevaba adelante PUIGGARI por cuestiones de
reserve, y si algo hablaron -lo aclaró en la audiencia- es que obviamente en algún momento
salía el tema, cuando se hace público estalla la bomba, era inevitable que en algún momento
se tocara el tema, pero siempre circunstancialmente, nunca con la profundidad que entendió
que se le estaba preguntando sobre su conocimiento. Entiende que no ha habido falso
testimonio ni reticencia que tengan la entidad suficiente para considerarlo el ocultamiento de
un dato relevante por parte de GERVASONI. Solicitará la absolución de su defendido por este
hecho, hacienda reserva para el caso de que este juicio transite andariveles distintos a los
originariamente imputados.-

Durante el análisis del caso se plantearon las siguientes cuestiones a resolver:

PRIMERA: ¿Qué debe resolverse respecto a los planteos deducidos por la defensa técnica
solicitando la declaración de nulidad o exclusión probatoria del acta de declaración testimonial
de fecha 8/4/15 por vulneración de la norma del art. 244 del C.P.P., y acerca de la delimitación
de la plataforma fáctica atribuida al imputado?.-

SEGUNDA: ¿Está acreditada la materialidad del hecho y su autoría?.-

TERCERA: En su caso, ¿Es penalmente responsable el imputado y qué calificación legal


corresponde?.-

CUARTA: En caso afirmativo, ¿Qué sanción debe imponérsele y cómo deben aplicarse las
costas?.-
A LA PRIMERA CUESTION EL SEÑOR VOCAL, DR. CHEMEZ, DIJO:

1) En primer lugar se debe analizar el planteo de nulidad o exclusión probatoria del acta de la
declaración testimonial prestada por GERVASONI en la causa “ILARRAZ”, deducido por el Dr.
VARTORELLI, invocando que la Jueza de Transición no le hizo conocer a su defendido el deber
de abstención previsto en el art. 244 del C.P.P. -Ley Nº 4843-, norma vigente al momento de la
declaración, que reza que “deberán abstenerse de declarar sobre los hechos secretos que
hubieren llegado a a su conocimiento, en razón de su estado.., bajo pena de nulidad… los
ministros de culto admitido…”.-

Sostiene la defensa que GERVASONI estaba amparado al momento de declarar por este
precepto, que no sólo protege el secreto de confesión sino también abarca el secreto de oficio,
es decir, de todos los hechos secretos que llegaron a conocimiento del sacerdote por razón de
su oficio. Alega también que el deber de guardar secreto se refuerza en el caso de los
sacerdotes porque la misma norma del código dice que las personas sobre las cuales pesa este
deber no podrán negarse a declarar cuando se las libere de guardar secreto, con excepción de
los ministros del culto.-

A este planteo se opuso el titular de la acción pública con argumentos que comparto en lo
sustancial.-

Coincido con la Fiscalía que la finalidad de la norma al establecer el deber de guardar el


secreto es proteger exclusivamente el secreto sacerdotal o sigilo sacramental, entendido como
la obligación estricta de guardar bajo secreto las cuestiones que el penitente declaró en la
confesión en orden a la absolución sacramental. Por esta razón, el juramento de fidelidad que
prestara GERVASONI el 6/4/11 al asumir el oficio de Asistente del Arzobispo de Paraná no lo
exime frente a la ley positiva de declarar “toda la verdad” al prestar declaración testimonial,
porque los sacerdotes tienen el deber de guardar secreto sólo de los hechos que conocieron a
través de la confesión y no de aquellos que tuvieron noticia con ocasión de su actividad
religiosa.-

En apoyo de lo afirmado cabe señalar que el código canónico refiere expresamente en el


canon 983 que el sigilo sacramental es inviolable: está terminantemente prohibido al confesor
descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo. El canon 990
dice que los sujetos del secreto penitencial son todos aquellos que tuvieran conocimiento de
los pecados por la confesión, cualquier sea el modo o el medio por el que llegaron a dicho
conocimiento, inclusive involuntariamente o por terceros. GERVASONI no ha invocado ni surge
de la prueba que haya tomado conocimiento de los hechos a partir de la confesión de ILARRAZ,
ni tampoco por medio de un tercero confesor del hoy condenado por abusos sexuales, motivo
por el cual resulta evidente que al declarar en el Juzgado de Transición no pesaba sobre el
imputado el deber de abstención del art. 244 del C.P.P., ni le asistía su contracara, el derecho
de guardar silencio frente a terceros de la relación confidencial, precisamente porque el hecho
sobre el cual se lo interrogó no era un hecho secreto del que hubiera sido depositario en razón
de su estado. Por la misma razón ninguno de los sacerdotes que declararon como testigos en
el juicio a ILARRAZ ni el mismo GERVASONI en el acta tachada de nula, manifestaron su
oposición a declarar como testigos amparados por el deber de guardar secreto. Observesé que
el artículo citado en el último párrafo establece claramente que “Si el testigo invocare
erróneamente la obligación del secreto sobre un hecho que no puede estar comprendido en
ella, el Juez procederá sin más a interrogarlo”. Ni GERVASONI en su momento ni los demás
ministros del culto -inclusive obispos y arzobispos- que prestaron declaración en la causa
ILARRAZ invocaron en ese proceso la inviolable obligación de guardar secreto, sencillamente
porque sabían por su formación religiosa que no correspondía guardar sigilo sobre hechos que
conocieron fuera de la confesión.-

A mayor ilustración debo destacar que la postura de la defensa podría encontrar apoyo en un
antiguo fallo francés de 1.891 que extendía el deber de guardar secreto de los sacerdotes a
todas las confidencias que fueron hechas en razón su cargo y no sólo a la confesión, pero ese
criterio no encuentra ningún sustento en la actualidad en el derecho comparado, a tal punto
que inclusive las legislaciones de Estados Unidos y Francia han derogado el secreto de
confesión en los casos de abusos de menores por parte de sacerdotes (cfr.: PRECHT PIZARRO,
Jorge, “Ministros de Culto, Secreto Religioso y Libertad probatoria”, en Revista Chilena de
Derecho, Vol. 31, Nº 2, pág. 340).-

Sentado ello, corresponde rechazar el planteo de nulidad o exclusión probatoria del acta
referida.-

2) El segundo planteo efectuado por el Dr. VARTORELLI se refiere a la plataforma fáctica


atribuida a GERVASONI, señalando el defensor que la imputación genérica de haberse
pronunciado con falsedad y reticencia, ocultando al Juez datos que no podía ignorar, se
concretó en dos atribuciones: haber dicho al prestar declaración en la investigación diocesana
tramitada contra Ilarraz sin que PUIGGARI le manifestara cual era el objeto de la investigación
y de la declaración, y haber declarado que pudo charlar algo con PUIGGARI referido a la
investigación para luego decir que no charló el tema con PUIGGARI. Destacó que esas dos
concreciones se mantuvieron durante todo el proceso y que ese es el límite del terreno donde
debe desarrollarse la contienda.-
Entiendo que aquí le asiste razón a la defensa, ya que, efectivamente, la falsedad y reticencia
atribuida a GERVASONI durante su declaración testimonial en la etapa instructoria se
circunscribe y concretiza en esos dos momentos o pasajes de la declaración.-

El imputado debe conocer clara, precisa y circunstanciadamente en que consistió su falsedad o


reticencia a los efectos de garantizar el derecho constitucional de defensa, del cual el principio
de congruencia es su derivación. El principio de congruencia o correlación “exige una
congruencia material y de sus elementos físicos, psíquicos y normativos entre el hecho objeto
de la intimación y de la decisión jurisdiccional, que debe mantenerse durante todo el
desarrollo del proceso” (Cám. Concepción del Uruguay, B., D. R. s/ABUSO DESHONESTO
CALIFICADO. 4984 I 23-3-1994). En tal sentido la Corte Interamericana de Derechos Humanos
ha dicho en “Fermín Ramírez vs. Guatemala” (sentencia de 20 de junio de 2005, párrafo 67), ha
sostenido que “La descripción material de la conducta imputada contiene los datos fácticos
recogidos en la acusación, que constituyen la referencia indispensable para el ejercicio de la
defensa del imputado y la consecuente consideración del juzgador en la sentencia. De ahí que
el imputado tenga derecho a conocer, a través de una descripción clara, detallada y precisa, los
hechos que se le imputan. … El llamado ‘principio de coherencia o de correlación entre
acusación y sentencia’ implica que la sentencia puede versar únicamente sobre hechos o
circunstancias contemplados en la acusación”.-

La función de la imputación es principalmente la de delimitar la plataforma fáctica de la cual


defenderse. Por eso las normas procesales establecen que el hecho atribuido debe quedar
circunscripto a lo que se hizo conocer a la persona sospechada de la comisión de un delito
cuando presta su declaración de imputado y, en caso de surgir otras circunstancias a atribuir,
el código de rito indica el procedimiento a seguir para garantizar el derecho de defensa.-

En este sentido el art. 403 del C.P.P. establece que el requerimiento fiscal de remisión de la
causa a juicio debe contener “la relación clara y circunstanciada del hecho punible que se
atribuye al imputado...”. Al respecto, la obra “Código Procesal Penal de Entre Ríos”, de Carlos
Chiara Díaz y otros, T. II, fs. 186, dice que: “Este requisito alude a la plataforma fáctica sobre la
que se asienta el requerimiento acusatorio. Implica la narración detallada y pormenorizada del
hecho que se pretende llevar a juicio. Este punto es importante por cuanto del mismo puede
inferirse la congurneica posterior con la eventual condena, constituyendo los límites objetivos
del juicio. Asimismo el relato efectuado por el actor penal debe reproducir, o al menos no
alterar, los hechos intimados en la declaración que prestara el imputado (art. 375) y en sus
eventuales ampliaciones, actos que a su vez debieron compadecerse con la descripción
contenida en el decreto de apertura de la causa (art. 212), todo ello a los fines de no generar el
ya referido factor sorpresa motivante de futuras nulificaciones”.-
Ahora bien, esta delimitación concreta de la imputación de los hechos no debe confundirse
con la facultad o posibilidad de las partes de ahondar en los interrogatorios a los testigos sobre
distintas cuestiones a efectos de acreditar el conocimiento sobre los sucesos de abusos de
ILARRAZ que pudiera haber adquirido GERVASONI durante toda su vida religiosa a partir de su
ingreso al Seminario, por cuanto la imputación no se refiere exclusivamente a lo que pudiera
saber GERVASONI por su rol protagónico como Asistente del Obispo -como pretende la
defensa-, sino también hace mención a lo que debía conocer por la relevancia de los sucesos.
En otras palabras, no se le puede atribuir, acusar y/o condenar en esta instancia a GERVASONI
el haber declarado falsamente respecto a la supuesta reunión o charla que habría presenciado
o mantenido cuando era seminarista en 1.995, con motivo de la intervención de PUCHETA ante
la develación de los abusos sufridos por CABRERA, por cuanto este hecho no le fue imputado
concretamente en la I.P.P., pero nada impide su acreditación y valoración durante el debate
para eventualmente inferir de ello la demostración de las dosatribuciones concretas de la
plataforma fáctica.-

En síntesis, los hechos traídos a juicio no circunscriben el conocimiento de GERVASONI sólo al


período de desempeño como Asistente del Arzobispo, porque también se le atribuye el
conocimiento de los sucesos cometidos por ILARRAZ por su relevancia, pero sí se limitan a las
dos imputaciones concretas que paso a analizar.-

Así voto.-

A LA SEGUNDA CUESTION EL SEÑOR VOCAL, DR. CHEMEZ, DIJO:

1) En la oportunidad de consultar al imputado al inicio del debate si deseaba prestar


declaración manifestó que en esa instancia iba a ejercer su derecho de abstención, pero con
posterioridad solicitó se le recibiera declaración, manifestando que deseaba “aclarar algunas
cosas. La primera, que cuando se me realizó una pregunta muy genérica, creo haber
interpretado mal por eso quiero aclararla, cuando se me preguntó si conocía sobre los hechos
ocurridos, interpreté si había sido testigo, si había visto algo, si algún testigo me había contado
algo, si había sido testigo presencial de lo ocurrido, por eso declaré que no, en ese sentido
quiero aclarar que con respecto a esto, por ejemplo, la reunión que se nombró o si bien no
existió o bien yo no estuve, como lo declaró José ZAPATA y Jorge CHARREUN, cree que
WENDLER está confundido. Cuando hablé con la Jueza Firpo, en la declaración y me preguntó
si se me había informado sobre los pormenores de la pesquisa diocesana, yo dijo que no, que
no se me dio ni causa ni motivo, ni víctima ni víctimario y que simplemente me había enterado
por los medios, lo cual da que sobre la pregunta que me hacen sobre si había hablado o no con
PUIGGARI, en realidad charlas con PUIGGARI había tenido, Monseñor es muy reservado en
esas cosas, generalmente cuando son personales no las comenta, pero las charlas que tuvimos
fue a tenor de lo que había salido en los medios, circulaba por todos lados y era obvio que
había comentarios en ese sentido desde los diarios, como el mismo URRUTIA lo declaró, ese
fue el motivo por el cual al tiempo fui a hablar con Hernán RAUSCH, en realidad no es una
charla que quiero tener para reprocharle a él, sino más bien en primer lugar yo se lo manifesté
que no estaba en contra, estaba de acuerdo con la denuncia, lo que no me parecía a mi es que
haya metido a todos en la bolsa, porque haya metido a todos los sacerdotes, por eso quiero
aclarar esto, que todo lo que supe fue por los medios y que en mi calidad de secretario,
asistente, nosotros le llamamos familiar en la jerga nuestra, nunca fui ni notario ni escribiente
ni presencié una audiencia, por eso quise aclararlo porque sino eran puntos que quedaban
sueltos”.-

2) Acto seguido, comparecieron y prestaron declaración los siguientes testigos:

- Hernán RENE RAUSCH, quien dijo que es preceptor del Colegio Nuestra Señora del Huerto
desde el 2003. Que cuando estaba en cuarto año del secundario en el Seminario ya manifestó
el hecho de los abusos, comunicándoselos primero a BARZAN y luego al hoy Arzobispo
PUIGGARI. Que después los convocaron a declarar en la Parroquia San Cayetano, donde el
padre FARIÑA hizo las preguntas, el escribiente fue Alfonso Franck, y desde ahí no le
comunicaron más de la investigación. Egresó del Seminario mayor a finales del segundo año de
Filosofía. Después se dedicó al trabajo pero siempre con ese tema de saber qué había pasado
con la investigación, luego se entera de que ILARRAZ a pesar de lo que había hecho y de que
tuvo un juicio de condena seguía ejerciendo como cura. Que cuando lo encontraba a PUIGGARI
le preguntaba "¿y nuestro amigo?", PUIGGARI sabía bien a quién se refería y le decía "no se,
parece que está en Tucumán". Y le preguntaba "¿sigue ejerciendo?", y PUIGGARI le contestaba
"y si". Que lo encontró a URRUTIA y éste le dijo de presentar una nota al Arzobispo para que le
informe. Cuando presentaron la nota el Arzobispo era Juan Alberto PUIGGARI. Que antes
estuvo con Monseñor MAULION, le manejó el auto y éste le preguntó cómo estaba, le dijo "¿tu
corazón cómo está?". Esa pregunta fue una bisagra y pensó que era la oportunidad de
planteárselo, ya que quizá lo podía ayudar. Se lo comenta y MAULION lo convoca a la
residencia del Parque Urquiza, le dijo que no sabía nada pero le prometió investigar. Que
después consulta con un conocido suyo del Seminario, un abogado, Pablo FOLLONIER, quien le
dice "vamos a ir a verlo juntos". Que hace un relato por escrito y se le firma el recibido. Que
van a la residencia con FOLLONIER y el secretario era Daniel PONCE. Había una mesa larga de
algarrobo en la sala de estar de la casa del parque. Estaba MAULLION en la punta, a la
izquierda FOLLONIER, a la derecha él y más lejos PONCE tomando nota de lo que él le decía.
Notó que MAULLION se incomodó un poco y dijo que debía ser algo delicado y él le aclaró que
quería que charlaran y que estuviera presente el abogado para tomar nota. Después
FOLLONIER se encuentra con otros sacerdotes para charlar el tema y promete viajar a Mar del
Plata para ir a ver a PUIGGARI. Luego no tuvo más contacto con FOLLONIER, quien fue a Mar
del Plata porque había rumores de que PUIGGARI venia de Arzobispo a Paraná. Que en Rosario
PUIGGARI ya estaba con su secretario, Mario GERVASONI. Que fue cuando PUIGGARI hizo la
misa de bienvenida y el Arzobispo ya lo miraba como conocido, seguramente por los hechos
del Seminario y las gestiones que había hecho. Por eso con el Dr. URRUTIA presentaron con
una nota y pidieron audiencia. Que cuando fueron charlaron un rato, le prometió que iba a ver
la investigación, que lo iba a contactar. PUIGGARI reconoció que había una investigación y que
en esos años habían atestiguado algunos seminaristas, entre ellos el padre Mario GERVASONI.
Le prometió seguir averiguando. Que salió la nota en los medios el 13/09/12 y estando como
preceptor en la planta alta del Colegio del Huerto, subió la hermana Roxana y le dijo que lo
buscaba el padre Mario GERVASONI. Al declarante ya le molestó que preguntara por él
habiendo tanta gente en esa institución religiosa. Que bajó y GERVASONI estaba con su tapado
negro, como una impronta. Le preguntó como estaba, lo palmeó atrás y le dijo "Mirá Hernán
yo vengo a saludarte y a decirte dos cosas nomás, lo que hiciste con el Seminario y lo que
están diciendo de PUIGGARI, a mi Ilarráz no me importa, por mí que vaya preso". Cuando
Mario GERVASONI le pregunta eso, no le pregunta primero si había sido víctima, si había
estado implicado en las denuncias contra Ilarráz, sino que lo fue a increpar. Que hasta después
de la declaración del 2018 en el juicio su nombre no había salido en lo medios, recién luego
que declare. Y Mario directamente le va a decir estas cosas. Entonces esto le da el indicio de
que ya con anterioridad sabía del caso. Después siguió el trabajo común y corriente y el trato
fue del saludo y nada más. Que ese día subió a la planta alta y quedó como shokeado, se
sentó, no pasaron ni dos minutos y bajó de Nuevo, lo llamó a GERVASONI y le dijo "vos Mario
me venís a decir esas cosas a mí, porque vos sabes que hay mucha gente involucrada en este
tema". Mario le dijo "sí, sí, ya se, pero yo no quiero venir a golpearte la espalda como amigo y
que no haya una diferencia acá en este tema". A preguntas de la Fiscalía dijo que no recordaba
si GERVASONI estuvo en las reuniones con PUIGGARI, pero sí que estaba en el Arzobispado,
puerta de por medio con el despacho del Arzobispo. Que las notas las dejaban en mesa de
entrada. Que recordaba a GERVASONI del Seminario de vista, porque a la mayoría de los
seminaristas mayores los veían de lejos, tenían prohibido concurrir al Seminario mayor, no
podían tener trato personal. Que cuando el declarante ingresó al Seminario GERVASONI ya
estaba de Mayor. Preguntado sobre con quién se juntaba GERVASONI, dijo que había grupos y
uno más marcado, entre los que puede nombrar a BARZAN, GERVASONI y otros muchachos
más. Por lo general había grupos bastante armados que tenían afinidad con un cura u otro, y
GERVASONI tenía más afinidad con PUIGGARI. Que cuando se entrevistó con MAULLION el
imputado GERVASONI no estaba en Paraná. Daniel PONCE era el secretario, acompañante del
obispo MAULLION. Cuando habló con MAULLION no estaba Mario GERVASONI, sino Daniel
PONCE. Que tiene entendido que cuando FOLLONIER fue a Mar del Plata no estaba Mario
GERVASONI. El testigo se pregunta si es posiible que GERVASONI, mano derecha y asistente del
Arzobispo, no se enterara?. ¿FOLLONIER no pide audiencia para entrevistarse con el Arzobispo
por medio del secretario allegado o conocido?, ¿GERVASONI no se entera de quién ingresa al
Arzobispo?. Aclaró que no tiene conocimiento fehaciente de que FOLLONIER haya estado allá y
de que se haya encontrado con Mario GERVASONI. Que el día que fue al Colegio del Huerto a
conversar con él, GERVASONI fue nombrado como asesor espiritual de los chicos. Que debe
haber un acta de cuando se incorpora, cree que en el 2015, fue en esa jornada. Que fue como
sabiendo que había sido víctima de Ilarráz. Lo sorprendió que lo llamara, aunque supuso que
fue con esa intensión, sabía que tenía que ver con los abusos porque ya había salido la causa
en los medios. Que cuando denunció las primeras veces en el Seminario tenía dieciséis años y
mucha vergüenza de hablar con KARLIC o con PUIGGARI.-

- LEONARDO JAVIER TOVAR, quien declaró que es sacerdote presbítero diocesano


perteneciente a la Arquidiócesis de Paraná, pero en este momento prestando servicios en la
Diócesis de Viedma porque la causa Ilarráz le impidió volver a su diócesis, ya que el actual
Obispo junto con su consejo presbiteral considera que hizo mucho daño con la causa. Que por
ello en ese momento pidió un tiempo, hacía peligrar la seguridad espiritual de San Benito, y
principalmente porque consideró y considera que el actual Arzobispo fue encubridor de Ilarráz
y no procedió como la iglesia y el evangelio pide. Que cuando los ordenan de presbítero hacen
una promesa de obediencia al Obispo que ordena y a sus sucesores, hay un vínculo
sacramental teológico profundo del presbítero con el Obispo y con su presbiterio,
teológicamente su fundamento es la conformación del presbiterio en comunión con su Obispo.
Que cuando se da lo de Ilarráz ve que el Obispo no procede con la ley de la Iglesia y la buena
fe, así que comienza a pedir audiencias para manifestar su parecer. Que cuando la causa se iba
concretando él era miembro del Consejo Presbiteral, es decir que fue consejero del Obispo,
fue decano dos veces, tenía una vida diocesana bastante fuerte. Los sacerdotes por más que
tengan ciertos juramentos existe una ley, esto es teología moral y doctrina católica ortodoxa.
Que en primer lugar no tienen juramento a delito, y después está el juicio de la conciencia que
está por sobre todo juramento y norma, esto significa que si en conciencia uno considera que
algo que se le pide u ordena va en contra de su ministerio, en conciencia tiene que respetar
ese juicio. Que en esta situación en conciencia se dio cuenta que su Obispo estaba cometiendo
un delito y si bien tenía una promesa sacramental hacia él no se sentía atado en conciencia
hacia él porque no hizo promesa ni juramento para encubrir un delito. El juicio de conciencia lo
llevó a tomarse una distancia de la diócesis porque no podía obedecerlo. Que se fue a Buenos
Aires y desde allí lo invitan a misionar a Río Negro. Que después en dos oportunidades le pidió
al Obispo volver a la diócesis porque canónicamente no tiene impedimentos para ello, así dice
el decreto que él le dio, pero la última vez, donde por distintas situaciones familiares tuvo que
guardarse el orgullo para acercarse a su familia, el Obispo le manifestó en ese encuentro que
el declarante le había hecho mucho mal a la diócesis. Que eso fue antes del juicio oral de
Ilarráz, PUIGGARI le dijo además que esperaran a que pasara el juicio y que se iba a encargar
personalmente de que volviera a Paraná y que él le había sometido su vuelta al Consejo
Presbiteral, y el Consejo había decidido por unanimidad que no podía volver a la diócesis. Que
a partir de la ordenación diaconal se es ministro del culto, porque se pasa a pertenecer a la
estructura jerárquica de la Iglesia con un ministerio específico. Que ingresó al Seminario el
jueves o miércoles 3 de marzo de 1993 y estuvo ahí 8 años hasta que se ordenó, hizo un año
más, hasta el 2001. Coincidió con Mario GERVASONI allí, cuando entró Mario ya era
seminarista mayor. A Mario lo tienen que haber ordenado en el 95 o 96. Ya era seminarista
mayor, él también ingresó al Seminario Mayor; no recuerda si ya era Bedel del menor y
compartieron todo ese tiempo porque luego de ser ordenado sacerdote, Mario quedó como
Superior del Seminario. Cuando él se fue, Mario todavía estaba ahí, así que compartió con
Mario 8 años de su vida. El Seminario de Paraná, tiene una particularidad, ya que PUIGGARI
era lo mismo de Ilarráz, no en lo sexual, pero se generaban grupos. El padre PUIGGARI era
sacerdote en ese momento y tenía un grupo selecto de íntimos, que eran los que entraban a
su habitación y tenían ciertos privilegios, y entre los íntimos de los íntimos estaba GERVASONI,
y Pedro BARZAN, que si no se equivoca es uno de los que no vino a testificar al juicio contra
Ilarráz. Que les llamó la atención que cuando Pedro BARZAN se ordena de cura, PUIGGARI lo
deja como superior en el Seminario, y cuando GERVASONI se ordena de cura ellos decían "ya
los dos hijitos no van a quedar" y quedó también con un poder importante. Que tenía tanto
poder que incluso GERVASONI denuncia ante KARLIC a un director espiritual del Seminario, el
padre Luis ZANITTI, que ya le marcaba la cancha a PUIGGARI porque hacía cosas que no
correspondían, a pesar de ser un simple prefecto de disciplina. Es decir que denuncia a un
superior mayor del Seminario. Que lo denuncia porque ZANITTI en aquel tiempo les daba
enseñanza psicologista con textos de un sacerdote psiquiatra, la ironía es que hoy todos
estudian con esos textos. GERVASONI no solo se quedó de cura en el Seminario, sino que
cuando PUIGGARI es enviado como Obispo de Mar de Plata, Mario estaba como vicario en San
Miguel Arcángel y al poco tiempo se lo llevó. PUIGGARI puso la escusa de que necesitaba un
cura de confianza. El vínculo era tan profundo y sólido que es imposible que haya habido algún
tema que no hayan hablado entre ellos. GERVASONI en el Seminario se solía bañar en el baño
de PUIGGARI porque decía que el baño estaba roto, tanto GERVASONI como BARZAN tenían
esa intimidad, se bañaban en la pieza del rector del Seminario. A Pedro BARZAN lo vio él
personalmente, un día llevando una medicación a un cura mayor, a las dos de la mañana,
BARZAN salía de la habitación del rector de bañarse con la toalla. No dice que haya pasado
nada malo, sí que había mucha confianza. PUIGGARI nunca distinguió entre los fueros internos
y externos, era el emperador del Seminario, y estos señores como GERVASONI eran su séquito.
Además entre ellos hablaban cosas de las que sólo podían tener conocimiento por el superior.
Incluso los que participan de la Actuación Diocesana del 95 contra Ilarráz eran amigos, habían
compartido todo, habían compartido el Seminario menor, campamentos, la planificación de las
tareas del Seminario. Recuerda a BALCAR, a Pedro BARZAN, a GERVASONI, eran todos
intimísimos de PUIGGARI, podían usar la computadora de PUIGGARI cuando no había
computadora. Que una demostración de poder en un internado es muy fuerte, lo peor de todo
es que espiritualizaron una manipulación. Que fue lo que hizo Ilarráz porque estaban
sometidos a una disciplina de un manipulador y de su séquito. Que después del juicio Ilarráz se
dio cuenta que ellos también fueron abusados, como dice el Padre Francisco, en conciencia y
autoridad. GERVASONI era parte de ese poder, es imposible que diga que no supo nunca nada.
Lo que más le duele es que en nombre de Dios y de la Iglesia, y habiendo hecho un juramento
haya venido a mentir a un tribunal, porque eso no es la Iglesia. Que está totalmente seguro de
que GERVASONI sabe todo. En cuanto al juicio diocesano, lo que sabe es ya de la causa Ilarráz,
lo supo por Hernán RAUSCH cuando todavía no era público. Que después se entrevista con
MAULLION y éste le asegura que hubo una causa diocesana, que fue con el obispo anterior, se
pone al tanto de esa causa y después llama al padre Alfonso Frank, que hizo de escribiente en
la declaración de RAUSCH en ese juicio. El declarante lo llamó y le dijo "espero que hable", y
gracias a Dios el padre FRANK no tomó la postura de PUIGGARI y de muchos curas de encubrir
y dilatar la situación. PUIGGARI era superior cuando fue la investigación diocesana. En este
razonamiento del juicio de conciencia PUIGGARI a él le decía en las entrevistas que tenían "yo
obedecía a KARLIC", y él le decía "pero Monseñor usted no puede obedecer a un delito, usted
en conciencia sabía que había en Tucumán un pedófilo condenado por ustedes y poniendo en
riesgo muchos gurises". El escudarse en la jerarquía no va, en la iglesia no hay obediencia
debida. La única obediencia es al evangelio y de conciencia. El declarante también hizo
juramento como miembro del Consejo Presbiteral de guardar silencio, pero el silencio que
busca la Iglesia no es el silencio cómplice hacia un delito sino, como se tocan temas delicados
que a veces conciernen a la vida de personas, de la Iglesia, de pastoral, se pide un recaudo. El
declarante en la causa Ilarráz no se aferró a ese juramento, dijo lo que escuchó en el Consejo
Presbiteral donde todos querían encubrir a Ilarráz y al obispo. El juramento nunca puede estar
por encima del juicio de conciencia, además el Catecismo de la Iglesia Católica dice que hay
que seguir el juicio de conciencia aunque ese juicio sea erróneo. Aunque la persona esté
equivocada tiene que seguir su conciencia. La doctrina moral dice que puede haber una
conciencia errónea, vencible y otra invencible. La conciencia errónea invencible se da en una
persona que en general no tiene los medios para poder vencer esa ignorancia, no es culpable
moralmente. Y la ignorancia vencible se da cuando la persona sí tiene los medios para no
incurrir en un mal juicio pero que no los ha utilizado, esa persona es imputable moralmente.
En este caso a lo mejor el Padre habrá tenido una ignorancia de algunas cosas pero vencible,
porque son profesionales, tienen título, han tenido formación entonces si hubo ignorancia,
moralmente fue vencible, y él tuvo la negligencia de no asesorarse como corresponde antes de
declarar, así que moralmente es imputable. Los compañeros de GERVASONI eran de distintas
promociones. En su época los laderos de PUIGGARI eran GERVASONI y BARZAN. BARZAN
parecía aún más íntimo que GERVASONI. Tito ALBORNOZ también. Con distinto grado de
relación estaba el Padre Lalo JACOB, Sergio JACOB, un poco antes el Padre BALCAR. Que en la
época de Ilarráz, a quien el declarante no lo conoció sino que lo que supo viviendo en el
Seminario después, éste hacía lo mismo que PUIGGARI, tenía su grupo, y PUIGGARI también
tenía su grupo, haabía como una rivalidad. Diego Rauch decía en el Seminario que como era
del grupo de Ilarráz no se podía juntar con el grupo de PUIGGARI. Que cuando salió Ilarráz del
juego esa potestad la asumió PUIGGARI. Le ha dicho de frente a PUIGGARI que tenía preferidos
y grupos, y éste se lo negó. GERVASONI tenía contacto con todos los testigos de la antesala,
eran compañeros, eran todos amigos, con ZAPATA, CHARREUN y WENDLER. Que Hernán
RAUSCH sufrió mucho, a él y a otras víctimas los volvieron a victimizer, incluso PUIGGARI le
dijo "lo único que quieren es plata, acá atrás está la Cámpora, el Kirchnerismo, el mal de la
Iglesia, está Enz". PUIGGARI le decía "a Riquelme le voy a meter un juicio por falso testimonio".
Riquelme es una víctima de Ilarráz. El Obispo decía "porque les tocaron con el codo un poco las
bolas ya es una víctima". Agregó que FOLLONIER primero lo acompaña a Rauch cuando
MAULLION era Obispo, pero FOLLONIER estuvo un tiempo en el Seminario y era intimísimo de
PUIGGARI. Que por respeto a la decisión de Hernán con el padre DUMOULIN dijeron "vamos a
reunirnos con FOLLONIER", "dicen que PUIGGARI de Obispo a Paraná, que FOLLONIER viaje a
Mar del Plata a alertarle de la cosa". Que pensaron que PUIGGARI podía tener un juicio
sensato, pero fueron ingenuos. Se reunieron con FOLLONIER en su estudio y le explicaron la
situación, y éste les dijo "Esto es gravísimo, PUIGGARI apenas llegue a Paraná tiene que
presentar la denuncia penal. Yo voy a hablar con PUIGGARI y le voy a decir". El testigo dijo en
la audiencia “que ya estaba GERVASONI de secretario así que lo habrá visto”. FOLLONIER se
fue a Mar del Plata y no los llamó más, se cruzó de bando. Que con DUMOULIN y WENDLER
fueron los únicos que acompañaron a las víctimas. Que Hernán cuando vuelve PUIGGARI
empieza a tener encuentros con URRUTIA y se entrevistó varias veces con PUIGGARI. Que
cuando salían de ahí iban a la parroquia. Que un día PUIGGARI lo llamó y le dijo "Leonardo me
enteré de que a tu parroquia van y vienen abogados y víctimas", y él le contestó que no tenía
nada de malo y que si se quisiera esconder no se juntarían en la parroquia y él como obispo no
se enteraría. Las entrevistas que tenían el abogado de la curia, el Dr. MARTINEZ, con Hernán y
Milton URRUTIA era todo una dilación. RAUSCH quería ver la causa, “fueron giles porque
hubieran podido arreglar porque Hernán lo único que quería era ver la causa”. Que todo
empezó cuando Hernán se le apareció en la casa con la preocupación de que Ilarráz estaba en
Tucumán y podía tener nuevas víctimas. La soberbia y la omnipotencia los hicieron llegar a
esto, que gracias a Dios se dio. Hernán solo quería ver la sentencia del 95. Lo que PUIGGARI le
dijo fue que había que traducirla porque tenía partes en latín, y "yo te quiero cuidar a vos
porque vas a revivir todo eso". Agregó que ILARRAZ dejó de pertenecer a este presbiterio y es
excardinado, la excardinación la firmó MAULLION sin saber qué firmaba porque PUIGGARI y
KARLIC no le dijeron nada, según surgió de la reunión en Mariápolis. El declarante tuvo que
renunciar a las funciones que tenía para asegurar la paz y la armonía de los hermanos, recibió
llamadas del círculo de PUIGGARI, diciendo que lo iba a matar a PUIGGARI, que PUIGGARI
estaba en la cama. Era el círculo íntimo de seminaristas, en el cual estaba GERVASONI. Que
Hernán va a su casa un día después de la publicación y le dice que GERVASONI lo fue a apretar
al Huerto. Hernán era era preceptor del Huerto, GERVASONI ya era secretario privado de
PUIGGARI y estaba por asumir la capellanía del Huerto. Hernán le contó que GERVASONI le dijo
que cómo le estaba haciendo esto al Seminario y al Padre PUIGGARI, “que por conciencia tenía
que decírselo”. Que el declarante llamó al obispo y pidió una audiencia ante PUIGGARI, porque
él puso el cuero por Hernán y no los acompañó la Iglesia. Que fue a hablar con PUIGGARI y
éste le dijo que estaba al tanto de lo que había ido a hacer GERVASONI, pero que corría por
cuenta de GERVASONI. El declarante le recrimina porque es su secretario privado y no es un
hecho menor, fue a apretar a una víctima, a otra que le pidió que no declare. Tenía una
indignación de que los vagos violados por un cura, a quienes les destruyeron la vida, tengan
que aguantar que el soberbio del secretario del Arzobispo le vaya a generar una culpa más. Es
indignante y fue hecho en el nombre de Dios. Para declarar en la justicia tiene juramento pero
para apretar a una víctima en la apertura del proceso judicial, no. Hernán podría haberse
cohibido, porque siempre fue una persona de fe. Que hasta ese momento nadie sabía quienes
eran las víctimas. La revista Análisis no las nombró, sólo a ILARRAZ. ¿Cómo supo que Hernán
era víctima?. Porque tenía conocimiento del expediente y había hablado con PUIGGARI.
GERVASONI EN conciencia podría decir "de motus propio no voy a denunciar lo que escuché en
una reunión", pero si la justicia lo llama no puede mentir, y tendría que decirle al jefe "sos
como mi papá pero yo no puedo mentir". GERVASONI sabe al dedillo, supo antes de ser cura
de los abusos, ya siendo cura en el Seminario y secretario. No había una relación formal entre
el Arzobispo y el secretario, era una relación afectiva como padre e hijo o no sabe de qué, es
imposible que GERVASONI no haya sabido nada, y lo peor es que usó ese material para
coaccionar a una víctima que estaba empezando un proceso judicial para encubrir a PUIGGARI,
quien es un encubridor.-

- MILTON Ramón URRUTIA, quien dijo que en el año 2012 Hernán RAUSCH se comunica con él
personalmente a través de Iván ALTAMIRANO, otro compañero del secundario; Hernán fue a
su casa y le comenta muy acongojado lo que había sucedido cuando vivía en el Seminario de
Paraná, que había hecho muchos reclamos, solicitaba que el padre Justo -quién los había
cuidado cuando eran chicos- deje de ser sacerdote, y las autoridades de la Iglesia le habían
dicho que se estaba haciendo justicia y que no era más sacerdote. Que esa fue en un principio
la búsqueda de ellos. Cuando RAUSCH le comentó su vivencia el declarante le dijo "dale,
porque personalmente conocía, pero no nombres de nadie, es decir, situaciones personales”;
que Hernán le comentó que tenía comunicación con otro padre formador, que era PUIGGARI,
e inclusive que había viajado a Mar del Plata y que el abogado anterior FOLLONIER -también
seminarista- le había fallado. Hernán decía que FOLLONIER le mentía, como que tenía algún
contubernio con el actual Obispo, el padre PUIGGARI, y que le habían dilatado las cosas. Que
en ese momento sacó el Código Penal y le explicó que esto estaba prescripto y también la Ley
Piazza, pero que lo podían hacer. Recuerda que las notas que se hicieron a PUIGGARI hablaban
de la prescripción y de las cartas de otoño de Benedicto XVI. Se pidió una audiencia en junio
del 2012 para que Justo no siga ejerciendo. Que toda su vida tuvo debate interno, se siente
culpable de estar en el juicio porque siente que está traicionando a la Iglesia, es una mochila.
Continúa relatando que pidieron las audiencias en 2012, le dejaron la nota a César DARCHEZ,
otro compañero que estaba de secretario. Que fue difícil regresar, no pasaba ni por la puerta
de la catedral, pero era para ayudarlo a Hernán, volvió al Seminario por la causa ILARRAZ. Dijo
que es muy difícil la vida de una persona que padeció cosas adentro, lo superó porque en la
Universidad Católica de Santa Fe le dieron buena recepción. Que intervino para hacer justicia
por sus compañeros, porque a su vez era hacer justicia por él mismo. Que Hernán nunca le
mencionó nombres de nadie y él tampoco sabía nombres de nadie, pero le sorprendió cuando
Hernán le comentó lo que le pasó porque se ve reflejado. Que presentaron la nota a DARCHEZ
y éste se la iba a pasar al secretario del Obispo PUIGGARI, desconocía quién era el secretario,
porque estaba alejado de la Iglesia. Que después Hernán le dijo que era GERVASONI, quien
fijaría fecha de audiencia. Los llamaron para julio de 2012 porque el Obispo estaba de viaje.
PUIGGARI se comunicaba directamente por teléfono con Hernán, el declarante era una bisagra
legal porque no confiaba en FOLLONIER. Fueron a la reunión en Julio de 2012, los atendió el
Obispo “re bien”, se buscaba que ILARRAZ no sea más sacerdote, no se buscaba ir a la justicia.
Que no recuerda si GERVASONI intervino en esa primera reunión, cree que sí, porque hubo dos
o tres. En el tenor de las notas se le anticipaba lo que se estaba buscando. En esa reunión
PUIGGARI lo llama al secretario en la curia -arzobispado-, a través de la puerta que comunica la
secretaría con el despacho del Obispo, y ahí intervino GERVASONI. PUIGGARI ahí quiso
justificar o contar a Hernán cómo iban los trámites en Roma, en el Vaticano, por la denuncia de
Hernán en la investigación diocesana y de otras notas que Hernán había presentado solo.
Hernán había iniciado el trámite con FOLLONIER, y parece que iban a Mar del Plata cuando el
Obispo estaba allá, según lo que comenta Hernán estaba GERVASONI. El Obispo lo llamó a su
secretario para preguntarle cómo iba la denuncia, y GERVASONI trae unos papeles y comenta
que había que remitir vía fax las denuncias que se habían hecho en la investigación diocesana,
ahí GERVASONI da nombres de otras víctimas que el declarante desconocía, las denuncias eran
manuscritas supuestamente y había que traducirlas; que aparentemente ya las habían faxeado
antes, pero como eran manuscritas las habían rebotado porque no eran claras o legibles, ahí
nombraron la denuncia de SANTILLI y CABRERA, había nombres que el declarante desconocía
antes de esa reunión, se quedó impactado. Sabe que Hernán se juntaba con CABRERA y Duilio,
pero no sabe si habían comentado los hechos. Que quedaron en que iba a haber otra reunión,
que el Obispo dijo que había ido a Roma pero como era de un país del subdesarrollo lo hacían
esperar en un pasillo para atenderlo, que lo habían atendido pero que no le habían pasado
todavía la información de cómo iba la causa canónica contra ILARRAZ. No sabe si le estaban
mintiendo o no en ese momento, quedaron en otra reunión, y en esa otra reunión hubo más
una presión de parte de ellos -RAUSCH y el testigo- para saber dónde estaba ILARRAZ y qué era
de ILARRAZ, pero tampoco el Obispo le dijo dónde estaba, dijo que lo desconocía y
supuestamente tenía prohibido venir para acá. Se enteraron después por "Análisis" que estaba
en Monteros, Provincia de Tucumán, se pasaron noches enteras buscándolo en las redes
sociales, pero no sabían absolutamente nada. Que debieron haberle dicho a Hernán dónde
estaba porque era el más afectado. La primera reunión con el obispo fue amena. Se siente
culpable porque a Hernán le hacía confiar que ILARRAZ dejaría el ministerio, pero le estaban
mintiendo a él y a su vez él le estaba haciendo creer a Hernán algo que no era cierto. Después
hubo otra reunión dónde estuvo Mario MARTINEZ, abogado de la curia, que habló de una
reparación económica, lo sorprendió porque no se había buscado eso en ese momento.
Después de esa reunión quedaron de que se les iba a informar, luego todo tomó otro vuelo,
salió en la revista, Hernán lo llamó acongojado, entonces fue a la revisteria de Cervantes y
Buenos Aires y vio la revista y el título, se sorprendió. Después ya hubo acción judicial,
aparecieron Dulio y CABRERA. Después de la publicación recuerda que se comunicó con
GERVASONI, el Obispo quería saber como se había filtrado la publicación, GERVASONI lo llamó
y le preguntó si sabía quienes podían haber filtrado la información, y GERVASONI le dijo que
esto iba a pasar y se iba a desinflar en un momento. El declarante no tenía conocimiento,
después fue conociendo todo, lo acompañó a Hernán en la denuncia judicial, todo por
voluntad de Hernán. Sabe que Hernán RAUSCH trabajaba en el Colegio del Huerto, es
preceptor, siempre tenía como una persecución, cada vez que lo veía al padre GERVASONI o al
padre TANGER, se asustaba y lo llamaba. Hernán le comentó que GERVASONI en una ocasión
había ido a hablar con él y que era el confesor del colegio. Que en Fiscalía declaró que lo
habían hablado a Hernán, el daño que estaba haciendo con todo esto, lo mismo que le dijeron
a él. Si bien el declarante ya es grande, recuerda que también lo apretó el padre PUIGGARI
cuando era chico en el Colegio, por eso definió irse del Seminario, le decían "el grave daño que
le ocasionaste al Colegio", por una charla que había tenido en confianza con una persona que
lo traicionó. Recuerda cuando el padre PUIGGARI al regreso de su viaje a Tierra Santa, estaba
re enojado con él, le dijo de todo, era un sistema terrible, había espías que inventaban cosas,
llevaban y traían, te hacían creer cosas que eran mentiras. Hernán dijo que GERVASONI le
había dicho sobre el daño que estaba ocasionando, lo mismo le dijo PUIGGARI en el secundario
a él. La gente cercana al obispo, las de su círculo íntimo, tenía conocimiento de la investigación
diocesana, GERVASONI era su mano derecha, Mario MARTINEZ. El declarante se enteró que la
investigación diocesana había declarado Pedro BARZAN -que fue bedel-, no creía que había
una investigación en marcha, a él no lo citaron. En el colegio "El Huerto", la hermana que le
regaló un libro, le pedía que lo cuide a Hernán, la hermana Rosita o Rita, no se acuerda, se
juntaban siempre porque ella lo llamaba, se juntaban adelante con ella café de por medio. La
hermana le dijo que GERVASONI la había ido a hablar por el tema de Hernán, como que se
había revelado, que no era bueno que esté ahí, que podía traer problemas, no sabe si es
verdad o mentira. Después en el 2012 cuando Hernán le pide volver a Córdoba fueron a "Los
Cocos" a ver a la hermana Hilda HERGENREDER, fueron al convento de San Camilo de Lelis, en
Molinari. La hermana Hilda tiene un monasterio que se llama Padres, es un lugar hermoso, los
recibió y Hernán le dijo que era la hermana de Máximo HERGENREDER, de la aldea Santa
María. Hernán ahí le contó que siempre le contaba a la hermana Hilda todo lo que le había
pasado, que ella lo apoyaba. La hermana los atendió muy bien y le pidió que lo cuide a Hernán.
Le dijo que se fue enojada del Colegio del Huerto, que estaba enojada con KARLIC porque
había ocultado todo, también con PUIGGARI porque no lo había ayudado a Hernán. No sabe si
lo que le contaron las dos hermanas era verdad o mentira, eso fue en el 2012/2013, las
hermanas le creían a Hernán, lo querían proteger. Rosita también estaba enojada con
PUIGGARI y KARLIC, todo en la iglesia es temor ante las autoridades de la iglesia, temor a que
les pase algo o los trasladen; sabe que a la hermana Rosita la habían trasladado a un colegio
del volcadero porque un día la encontró tomando un colectivo, le llamó la atención. A
preguntas de la Defensa, dice que mientras fue seminarista no se enteró de los hechos que
desencadenaron el juicio de ILARRAZ, cuando era alumno nadie le comentaba nada, pero
podría llegar a suponer, se enteró en su casa y dijo “pucha otro más”, sabe lo de los viajes,
pero nunca fue a ninguno. Que se enteró por Hernán y después en la curia de la investigación
diocesana. Se hizo en la década del `90, no lo supo siendo seminarista, también se lo contó
Sebastián MARTINEZ, psicólogo con afinidad a PUIGGARI, le dijo que a Justo le hicieron un
juicio. A Mario GERVASONI lo citaron para la investigación previa, según lo que se dijo
PUIGGARI había citado a un grupo en el que estaba GERVASONI, Sebastián MARTINEZ, que les
habían hecho hacer un manuscrito, MARTINEZ dice que su escrito desapareció, ahí MARTINEZ
comentaba hechos que vivenció con el padre Justo, y según MARTINEZ seleccionaron que iban
a poner y a quién llamaron . No sabe qué le preguntaron a GERVASONI en ese manuscrito,
corroboró lo de Hernán porque vio la investigación diocesana. Mario GERVASONI ingresó a la
primera reunión, no todo el tiempo, ingresó cuando el Obispo lo llamaba, estaba al lado de la
puerta, el Obispo lo llamaba en voz baja y él venía, traía la información de esos manuscritos
que no se podían faxear, no participaba como uno más. En la reunión que MARTINEZ ofreció la
reparación GERVASONI no estaba, participaba de cosas puntuales. El psicólogo MARTINEZ
tenía una relación estrecha con PUIGGARI, como un hijo, y DARCHEZ también. No dice que
GERVASONI sabía lo que les ocurría a algunos, pero sí las autoridades, sino no lo hubieran
presionado como lo hicieron. El declarante vivió algo similar a lo que le pasó a Diego CABRERA
con PUCHETA. CABRERA le había comentado a PUCHETA de los abusos y después PUCHETA
presionó a los Obispos para ser ordenado sacerdote, al declarante le pasó algo similar que
queda en su órbita privada. En ese juicio diocesano citaron a declarar, según lo que trascendió,
a Pedro BARZAN, BALCAR, GERVASONI, porque todos ellos habían sido alumnos de ILARRAZ.
Por eso ILARRAZ también dijo que armaron todo en su contra porque los testigos eran del
grupo de PUIGGARI, y es verdad, Sebastián MARTINEZ, Pedro BARZAN, BALCAR, GERVASONI,
todos son del grupo de PUIGGARI. Había dos grupos, uno de ILARRAZ y otro de PUIGGARI. La
declaración de GERVASONI no estaba en el juicio diocesano, él nunca la vio, les mintieron que
había sido un juicio y no fue así, fue una investigación diocesana, el Obispo KARLIC había
optado por eso, no hicieron un juicio diocesano y hoy está prescripto.-

- JOSE CARLOS WENDLER, quien manifestó que estudiaron juntos con GERVASONI en el
Seminario Mayor de Paraná, en el año 1989 ingresó al Seminario Mayor y GERVASONI venía
del Seminario Menor, vivió ahí siete años. Que tenía relación con GERVASONI, eran
compañeros de curso de la misma promoción. También fueron compañeros de la diócesis de
Paraná Ramón ZAPATA, Sergio JACOB, BUTTUZ, Juan IBARRA y de Concordia CHARREUN. El
declarante es cura, pero no ejerce el ministerio por razones personales, venía desgastado por
la relación en la Iglesia de Paraná que le hicieron tomar decisiones personales equivocadas, y
con el caso ILARRAZ se enfermó, estuvo en tratramiento psicológico y psiquiátrico. Néstor
PUCHETA era un seminarista de Córdoba, de un curso posterior, pero lo conocía. PUCHETA
solía estar en contacto con seminaristas Menores, todos sabían que no estaba permitido, no
podía haber contacto, PUCHETA había sido observado varias veces. Recuerda que una vez
estaba PUCHETA hablando con CHARREUN y Ramón ZAPATA en la habitación de CHARREUN, y
luego salió PUCHETA de la habitación mal, él estaba ahí en la puerta, y después salieron
CHARREUN y ZAPATA y CHARREUN les contó a los de su curso que PUCHETA había recibido de
un chico menor del secundario de apellido CABRERA la información de que había sido abusado
por ILARRAZ. PUCHETA estaba conmovido por ese caso, el chico estaba triste, le había contado
lo que había pasado con ILARRAZ. Que cuando CHARREUN les contó a los del curso, recuerda
las caras de ZAPATA, no recuerda si estaba Ramón GALARZA, sí Sergio JACOB y Mario
GERVASONI. Recuerda la cara de sorpresa de todos y particularmente la cara de GERVASONI, si
bien considera que puede estar haciendo una lectura posterior a los sucesos y es totalmente
subjetivo, era cara de sorpresa o admiración de que se supiera algo que no tenía que salir. Ahí
se enteraron todos. A esta altura de la declaración, ante la oposición de la defensa a la
pregunta de la Fiscalía porque estas cuestiones no fueron imputadas y el argumento del
Agente Fiscal de que esa cuestión ya fue materia de tratamiento en la audiencia de remisión a
juicio y se expidió la Jueza BARBAGELATA, se resolvió que no existía obstáculo a que se formule
la pregunta sin perjuicio a su posterior valoración. A continuación el testigo dijo que
CHARREUN relató que PUCHETA le dijo que Romero había sido abusado por ILARRAZ. Todos se
sorprendieron al escuchar eso, pero dijo admiración –cuando se refirio a la cara de
GERVASONI- porque la cara de Mario era distinta, le daba la impresión como que sabía algo
que no se tenía que saber, lo interpreta a la distancia, daba la impresión que Mario sabía. El
declarante no puede decir que GERVASONI sabía que ILARRAZ abusaba de chicos, pero sí que
había de parte de Mario, ZAPATA, ALBORNOZ y otros que venían del secundario, un
comentario sobre actitudes no bien vistas de ILARRAZ, chicos en su habitación a la noche,
como una imagen negativa de ILARRAZ de parte de ellos que ahora se erigían con el Padre
PUIGGARI. Que claramente había una distancia entre ILARRAZ y PUIGGARI que bajaba hacia los
alumnos. Que ellos hacían bromas hacia otros compañeros de su curso como JACOB y BUTTUZ,
que se dirigían con ILARRAZ. Se enteró lo de ILARRAZ cuando fue lo de PUCHETA. Que cuando
ILARRAZ dejó de ser prefecto del Seminario, se fue a San Cayetano y luego a Roma, el modo de
irse no fue habitual, el cura que se iba era despedido, pero ILARRAZ no fue despedido, había
hermetismo, comentarios muy fuertes sobre cuestiones económicas en el manejo de la librería
del Seminario. Que vivió siete años allí, la obediencia es la actitud que se debe enseñar a un
futuro cura, hay una tendencia a naturalizar cuestiones, no se cuestionaba ni criticaba, cree
que supo que había pasado algo con ILARRAZ respecto de menores. Que por ello cuando habló
PUCHETA obviamente fue un asombro, admiración, pero como que se fueron cerrando
cuestiones que estaban dichas sotto voce. PUIGGARI era el rector del secundario y prefecto de
disciplina de los más grandes del Seminario mayor y Justo ILARRAZ era el prefecto de disciplina
de los más chicos del Seminario menor. Que en el círculo íntimo de PUIGGARI estaban
GERVASONI, ZAPATA y JACOB, que habían estado cerca de ILARRAZ cuando estaban en el
Seminario menor. Que cuando CHARREUN salió y comentó de los abusos, lo notó como a
todos, conmocionado, era más allegado a PUCHETA que él. Que esto tiene que haber pasado
cuando él era diácono, en el año 1996, no recuerda bien, cree que finalmente se enteraron los
superiores, en ese momento el rector era el Padre PUIGGARI. Que como consecuencia de esto
comenzó una investigación canónica del caso ILARRAZ en el Seminario. CHARREUN, ZAPATA, el
declarante y otros ingresaron al Seminario mayor después de la secundaria que hicieron en
otros colegios, GERVASONI, ALBORNOZ y JACOB y otros ingresaron desde el Seminario menor,
y se reunieron en el curso que se constituyó en el terciario. Que en el año 2.012 participó de
las reuniones en Mariápolis, estaba todo el clero de Paraná PUIGGARI, MAULLION y KARLIC,
cree que estaba GERVASONI. Después Ramón ZAPATA fue a hablar con el declarante, le
preguntó porqué estaba atrás de esto, los curas recibieron que había un grupo de curas
díscolos que hacían “cacería de brujas”, se lo dijo PUIGGARI a él, buscando casos extraños, no
éticos, de otros curas. Que con anterioridad hizo una carta, que también salió a los medios,
donde detallaba los casos en los que tuvo que intervenir como cura y también puso el caso
ILARRAZ. Que estaba Monseñor MAULLION, él estaba de cura en Viale, volvió Marcelino MOYA
de Chipre y se enteró que MOYA estaba de apoderado legal de la Escuela de Seguí y dado que
había tenido que actuar cuando habló con los padres de un chico menor de edad, BUSTOS, que
MOYA había tocado, le preguntó a MAULLION si sabía que MOYA había sido denunciado por él
y por KARLIC por un abuso de menores, respondiendo el Obispo que no sabía nada. Entonces
hizo un memo detallando lo que hizo en ese momento, puso los casos en que actuó y los que
no, pero que resonaban dentro del clero, como el de ILARRAZ. Que el clero lo sabía, eso fue
mucho tiempo antes de que las víctimas de ILARRAZ hablaran. Los dichos de ZAPATA fueron en
la Parroquia de Luján, en Barrio Rocamora de Paraná, después de que saliera a la luz lo de
ILARRAZ. ZAPATA fue solo, cree que como conocido o cercano, para hacerle tomar conciencia
de la gravedad de lo que estaba haciendo, recuerda que le dijo que había mucha más gente
que ha sufrido mucho por esto, es decir, sabía que había más gente sufriendo por lo de
ILARRAZ. La cuestión estaba silenciada y naturalizada. Que en ese momento era el decano de
la zona de Luján -encargado de un grupo de parroquias-, su función era coordinar un grupo de
curas y con ellos hicieron una carta para MAULLION, diciendo que se habían enterado lo que
había pasado con ILARRAZ y pedían que se haga algo. Aclaró que cuando relató que
CHARREUN salió de la habitación y contó lo que ya declaró, lo hizo de su habitación -la de
CHARREUN-, donde había estado PUCHETA y cree que ZAPATA, la habitación quedaba
ingresando al pabellón de teología, a mano izquierda había una sala común para leer diarios y
calentar agua, había una pequeña habitación al lado de una grande, ahí estaba Jorge, luego
había un pasillo con habitaciones a ambos lados donde vivían todos, era una habitación un
poco más grande que las comunes. Que cuando dijo que se sabía sotto voce que algo había
pasado con ILARRAZ y los menores, se refirió a la época del Seminario. Que cuando tiene que
informarle a MAULLION sobre lo acontecido sobre Marcelino MOYA, él lo incluye a ILARRAZ
entre los sacerdotes que había que observar, hará unos diez años, no recuerda concretamente
qué había pasado, era algo de la intimidad, de la sexualidad, en la nota que envió puso el
nombre de cada cura y una breve descripción, ahora no lo recuerda. En el caso de MOYA lo
hizo más detallado. En Seminario Mayor había chicos que venían del Seminario Menor bajo la
tutela de ILARRAZ y después pasaron a la tutela de PUIGGARI, con ILARRAZ era más relajada la
disciplina. Que después estaban todos juntos, pero algunos tenían más afinidad con uno u
otro, a él no le pasó porque venía del secundario de otro lado. ILARRAZ ya no estaba en esa
época en Paraná, estaba en Roma. Que el Seminario está compuesto de dos instituciones: el
secundario y el terciario, el secundario tenía como rector escolar en ese momento a PUIGGARI
y además era prefecto de disciplina de los mayores -de los últimos años del secundario-, Justo
era prefecto de disciplina de los primeros años del secundario, él entró en el terciario y el
rector era Monseñor Luis JACOB y hubo otros curas como prefectos. Los que vinieron del
menor pasaron un tiempo bajo el control de ILARRAZ, como prefecto de PUIGGARI, y siempre
PUIGGARI como rector del Seminario del secundario académico. Muchos de esos pasaron a ser
parte de su curso en el terciario: JACOB, GERVASONI y los demás que nombró. La mayoría que
pasó al terciario fue con PUIGGARI y algunos seguían en contacto con ILARRAZ, se hablaba de
esta diferencia de estilos entre ILARRAZ y PUIGGARI, se veía que ILARRAZ tenía mayor cercanía
con los chicos, de permitirle ciertas cosas, entraban a la pieza, se escuchaban ruidos y gritos,
algo había por los comentarios que no estaba bien, había ruidos de noche y un manto de
sospecha sobre la figura de ILARRAZ.-

- Ramón ESTANISLAO ZAPATA, quien declaró que estuvo en el Seminario de Paraná desde el
año 84´ al año 96´, fue compañero de Mario GERVASONI, Sergio JACOB y Héctor ALBORNOZ,
que son sacerdotes también, estuvo con ellos hasta el final, y con José Carlos WENDLER estuvo
desde el año 89´al año 96´. También con el sacerdote Ramón GALARZA que era de Concordia,
estuvieron juntos desde el año 89´. WENDLER y GALARZA entraron al Seminario mayor, el
sacerdote que se encuentra en la ante sala es Jorge CHARREUN. Que fue pupilo en el
Seminario desde los 12 años, que en la vida diaria dentro del Seminario no tenía problemas
con ninguno, pero tenía como compañía y tomaban mates en el Seminario menor, con Mario
GERVASONI, Héctor ALBORNOZ y BUTTUZ, luego en el Seminario mayor ya no fue tanto. Que
declaró en la investigación penal contra ILARRAZ, lo que supo siempre fue por tercero, nunca
como víctima, ayudó en su momento a Néstor PUCHETA que había sido quien le contó de los
abusos, por ello fue a hablar con el padre Silvio FARIÑA y después no habló más del tema,
supuestamente era algo que lo había encausado el cardenal KARLIC, quien se hizo cargo de la
situación. Se había enterado por PUCHETA que había probabilidades de abusos del Padre
ILARRAZ, respecto de un chico de María Grande, Diego CABRERA. Que como PUCHETA tenía
dificultad o miedo de hablar con el Rector PUIGGARI el declarante le dijo que iba hablar con el
Padre FARIÑA y éste le dijo que hablara discretamente con PUIGGARI, y así se encausó la
cuestión. En aquella época sin recordar el año se inició la investigación diocesana. Sabe que
PUCHETA durante la investigación declaró, no sabe cómo y qué había declarado. Que cree que
PUCHETA le contó esto en el pasillo o en la pieza del Seminario, Néstor era muy reservado, por
lo que no cree que se lo haya contado a alguien más. No sabe si CHARREUN tuvo conocimiento
de esta situación, tampoco si comentó algo en algún momento. Que después del Seminario
tuvo contacto con WENDLER, incluso luego que éste dejara de ejercer el Ministerio, fue a verlo
hace dos años atrás, un fin de año para su cumpleaños a la casa donde el vivía y trabajaba, en
el campo en Crespo. Que cuando WENDLER estuvo en la capilla de Luján también lo fue a ver,
y éste estuvo en el lugar donde está el declarante. Que cuando lo visitó en Lujan fue para
compartir, charlar, comer un asado, no recuerda si le había comentado que había salido en los
medios lo de ILARRAZ, cuando se hizo público sí, con las víctimas no habló, se enteró por
terceros o por los medios. WENDLER trató de ayudar a las víctimas de ILARRAZ. Mario
GERVASONI no estaba presente cuando PUCHETA le contó en el pasillo y/o pieza.-

- JORGE VICTOR CHARREUN, quien manifestó que fue al Seminario entre los años 1989 a 1995,
estaba internado, era de la diócesis de Concordia, pero compartían el Seminario con la diócesis
de Paraná. Que de Concordia entraron cuatro personas más y terminaron dos, él y Ramón
GALARZA. El curso estaba formado por Mario GERVASONI, José Carlos WENDLER, Ramón
ZAPATA, Sergio JACOB, Tito ALBORNOZ, había un francés: el hermano Pedro, son los que
terminaron, entraron como doce o trece. Que no compartían el momento de estudio, sí el
almuerzo, la cena y los momentos de oración. PUCHETA entró al Seminario dos años antes que
ellos terminen, era más chico y de la diócesis de Villa María, provincia de Córdoba,
compartieron uno o dos años. No recuerda con que seminarista hablaba PUCHETA, era muy
cerrado, no congeniaba con él ni con su grupo, no eran íntimos. No sabe si PUCHETA y Ramón
ZAPATA tenían un vínculo más cercano. El declarante era más cercano a Ramón porque eran
compañeros de curso y compartieron tres años la pieza, eran amigos. En aquel entonces no
sabe si PUCHETA tenía problemas disciplinarios. No tenía idea si PUCHETA tenía conocimiento
de un hecho que terminó en una investigación contra ILARRAZ, se enteró de esto cuando salió
a los medios, no sospechó en ese momento en el Seminario. Que compartió la habitación con
ZAPATA, tercero de Filosofía y primero y segundo de Teología, es decir, tercer, cuarto y quinto
año. ZAPATA no le comentó en ese momento que había recurrido a las autoridades por un
hecho contra un seminarista cometido por un prefecto de disciplina del Seminario. Que conoce
al padre FARIÑA, les dio clases, no sabe si ZAPATA tenía trato con él. A Diego CABRERA no lo
conoce. El Seminario está muy dividido, por un lado la parte de teología y por el otro la de
filosofía, no hay muchos vínculos de un lado a otro, salvo algún fin de semana o el apostolado.
Que fue variando de habitación, en Filosofía estaba al fondo del pasillo a la derecha la primera
pieza, en Teología los dos primeros años en una pieza grande al lado de la cocina y de un lugar
de reunión, era más grande que las demás, daba al frente del Seminario, y después pasaron a
otra más al medio, mas chiquita, individual. Aclaró que tomó conocimiento de los hechos
seguidos contra ILARRAZ por los medios, en el año 1995 dejo de estudiar, en 1996 se fue a la
diócesis, estuvo tres años en Federal, después un año en una parroquia de Concordia, tres
años en otra y después seis años en el campo donde no había internet como para enterarse, ni
sospechaba que eso podía pasar en el Seminario en el momento en que estuvo.-

- EDUARDO HUGO TANGER, quien dijo que es Vicario General desde el año 2012 y que durante
ese año no está tan seguro de haber estado en una entrevista con PUIGGARI por una audiencia
de carácter privada solicitada por URRUTIA por un hecho de abuso sexual. Le parece haber
estado en alguna reunión con URRUTIA cuando fue a verlo a Monseñor pero no recuerda
exactamente. GERVASONI no estaba presente en esa audiencia que cree recordar,
normalmente, en las reuniones con el Arzobispo, el Padre Mario GERVASONI nunca ha estado
presente, y la forma en que actúa el Arzobispo es por audiencias en privado con las personas
sin la presencia de GERVASONI, salvo un tema concreto como el pastoral o el de educación,
que ahí lo llama al delegado concreto sobre ese tema. El declarante ha sido convocado a las
audiencia por el Arzobispo por una cuestión particular, muy excepcional. GERVASONI no le ha
referido en alguna oportunidad si conocía algo concreto con respecto a los abusos que se le
imputaron a ILARRAZ. GERVASONI es secretario privado del Arzobispo y normalmente en la
curia no está, va a veces cuando tiene que hacer trámites, pero no está en el Arzobispado, se
dedica a atender confesiones de colegios como del Huerto, se desempeña allí como capellán
del secundario desde que él es Vicario, es decir desde el año 2012 más o menos. La
documentación y papeleo que llevó el juicio de ILARRAZ lo llevó el Arzobispo, el declarante no
accedió a los archivos del caso.-

- MARIO EMILIO MARTINEZ, quien declaró que es abogado del Arzobispado de Paraná, desde
que estaba MAULLION como Arzobispo de la diócesis. La defensa le hizo conocer el art. 289, y
expresó que estaba en condiciones de declarar porque había sido liberado del secreto por el
Arzobispo de manera verbal. Participó de una reunión con el Arzobispo en una audiencia
solicitada por URRUTIA sobre el caso ILARRAZ. Que unos días previos el Arzobispo de Paraná le
pide que esté presente en esa audiencia y le comenta el motivo de la misma, tenía que ver con
la presencia de una de las víctimas de ILARRAZ, fue en el mes de septiembre días previos a la
entrevista. En esa entrevista que se realizó en la curia estuvo presente Monseñor, Hernán
RAUSCH y el letrado URRUTIA que lo acompañaba. Con RAUSCH y URRUTIA fue solamente en
esa oportunidad que se reunieron. El contenido de esa reunión se circunscribió a que
PUIGGARI le contó a RAUSCH que en aquel momento el sacerdote ILARRAZ había sido
suspendido en el ministerio y que lo estaba ejerciendo en Tucumán, en la diócesis de
Concepción. Le había llegado esa información reciente a través del obispo de Concepción. Esto
a su entender le produjo una sensación de satisfacción a RAUSCH porque era una de sus
pretensiones, que ILARRAZ deje de ejercer el sacerdocio. En esa ocasión, como en las otras
ocasiones en las que participó, no se encontraba presente el padre Mario GERVASONI,
solamente estaba el obispo, los solicitantes de la entrevista y él, ninguna otra persona por el
carácter reservado del tema, ni la secretaria administrativa ni el secretario personal de
PUIGGARI. En el caso concreto de la causa ILARRAZ las veces en que ha sido consultado por el
Arzobispo ha brindado asesoramiento y también ha participado de reuniones donde estaba el
cardenal, Monseñor KARLIC, quien estaba asistido por el Dr. Marciano MARTINEZ. No recuerda
puntualmente si PUIGGARI mencionó u opuso el deber de abstención, pero sí se sugirió que
preste declaración por escrito. Sabe que también hubo un tema de discusión legal, en la cual
no tuvo intervención, sobre la posible prescripción penal de la acción, pero siempre el espíritu,
por lo menos lo que lo animaba a él en ese tema, cree que al igual que para el Arzobispo de
Paraná, estuvo inspirado en hacer el mayor bien posible y que la verdad salga a la luz y
también hacer algún acompañamiento a las personas que habían sido víctimas. Aclaró que
hubo otro segundo encuentro con otra persona en el que participó, el hermano de Hilarza,
otra de las víctimas en la causa ILARRAZ. En ese momento Hilarza estuvo acompañado por dos
profesionales, los Dres. Piérola y Baridón, fue muy posterior a la publicación del semanario
local, y se les explicó a Hilarza y a los profesionales que se había solicitado a la Santa Sede la
reapertura de la causa canónica. Este mismo encuentro se hizo en la curia y fue con carácter
reservado, sin la participación de otra persona, salvo de las personas mencionadas. La causa
canónica tiene dos instancias, la primera una investigación que inicia Monseñor KARLIC
aproximadamente en el año 1994/1995, su conocimiento es a partir de lo periodístico. Que
cree que con posterioridad a la publicación en el semanario y dado que hubo una reforma en
el código canónico que considera al delito que se le atribuye a ILARRAZ como un delito de
carácter gravísimo, se pidió la posibilidad de reapertura de la causa, desconoce el estado en el
cual se encuentra la misma. Ante cualquier situación de conducta irregular de cualquier
miembro de la iglesia siempre se hace alguna instrucción, que primero tiene más el carácter de
instrucción sumaria, con el objetivo de arribar a la verdad de los hechos objetivos, en esos
casos donde no hay imputación concreta. Se cita a las personas que puedan tener algún
conocimiento y esas personas son interrogadas, pero las preguntas tiene que ser claras, no
indicativas, que no afirmen ningun hecho, que no sean sugestivas de respuestas, que no sean
ofensivas o vejatorias. La finalidad es que el testigo pueda declarar con amplitud y diga lo que
sabe sobre los hechos que se le interroga. A partir de la declaración que se van haciendo
repreguntas, se sondea si tiene conocimiento para luego repreguntar y ampliar. En el caso de
ILARRAZ por el delito de abuso de menores no conoce en profundidad la investigación iniciada
por Monseñor KARLIC, lo normal es que las preguntas en esa investigación se iniciaran con
preguntas generales, que no implique la afirmación de la existencia del hecho. Si la persona
contesta eso habilita la ampliación del interrogatorio a preguntas más puntuales. En el caso de
ILARRAZ opina que el interrogatorio a un testigo tendría que ser con cierta delicadeza para que
la pregunta no sea una afirmación ni induzca a una respuesta del testigo para garantizar la
imparcialidad del testimonio y para que el testigo pueda aportar lo que sabe. Que
normalmente donde ha intervenido profesionalmente ante una situación irregular las
preguntas son qué conocimiento tiene sobre hechos que pueden haber ocurrido en el
Seminario. En las preguntas iniciales no hay ninguna indicación de personas. Si el testimonio
menciona personas, a partir de eso se le preguntan cosas concretas. Las preguntas que se
hacen dependen de dónde se desarrolla el testigo, es el ámbito del Seminario menor, mayor,
curso de filosofía, de teología. A GERVASONI se le pudo haber preguntado de manera general
si tenía conocimiento de que alguna persona haya tenido un comportamiento irregular con los
menores, sin nombrar a ILARRAZ. Esa declaración testimonial, si está dentro del proceso de
investigación se labran actas, si tiene cierta relevancia se guardan bajo secreto. Desconoce si
se desechan las declaraciones que no tienen importancia y se guardan las que sí, le parece que
deberían existir las actas y si hubiera alguna declaración inoficiosa debería dejarse asentado.-

3) Se incorporaron las declaraciones testimoniales prestadas, en respuesta a los pliegos de


preguntas de Fiscalía y Defensa, por el Arzobispo de Paraná, Juan Alberto PUIGGARI, quien
había optado por declarar por escrito, conforme a lo previsto en el art. 294 del C.P.P..-

4) Acto seguido, se introdujeron al debate las actas y documentales ofrecidas respectivamente


por las partes y oportunamente admitidas: Informe del Departamento Médico Forense de
fecha 01/12/2015 rubricado por el Dr. Luis E. Molteni, con convención probatoria; Informe del
Registro Nacional de Reincidencia de fecha 02/12/2015, con convención probatoria; Copia
certificada de la Sentencia dictada por la Cámara Primera, Sala Segunda, expediente Nº 5471
caratulado "ILARRAZ, JUSTO JOSÉ -CORRUPCION DE MENORES AGRAVADAS POR SER
ENCARGADO DE LA EDUCACIÓN", con convención probatoria; Copia certificada del Acta de
Debate del juicio realizado por la Cámara Primera, Sala Segunda, expediente Nº 5471
caratulado "ILARRAZ, JUSTO JOSÉ -CORRUPCION DE MENORES AGRAVADAS POR SER
ENCARGADO DE LA EDUCACIÓN", con convención probatoria; Copia certificada del acta de
declaración testimonial de Mario Javier GERVASONI en las actuaciones Nº 52886 caratuladas
"ILARRAZ JUSTO JOSÉ S/PROMOCIÓN A LA CORRUPCIÓN AGRAVADA (Dcia. de D.H.S. y Otros)"
del Juzgado de Transición Nº 2; Expediente Nº 5471 caratulado "ILARRAZ, JUSTO JOSÉ -
CORRUPCION DE MENORES AGRAVADAS POR SER ENCARGADO DE LA EDUCACIÓN" de la
Cámara del Crimen, Sala Segunda, con toda la documental almacenada en distintos soportes;
Acta de Juramento de Fidelidad prestado por Mario Javier GERVASONI, en fecha 06/04/11,
ante el Arzobispo de Paraná; Código de los Cánones de la Iglesia, que la defensa manifiesta no
tener materialmente.-

5) En la discusión final el Dr. RAMIREZ MONTRULL sostuvo que el Ministerio Público Fiscal ha
logrado acreditar con certeza la existencia del hecho y la autoría responsable de GERVASONI,
descartando que haya actuado amparado en una causa de justificación. Entiende que el
planteo de secreto es contradictorio en cuanto que el deber de abstención implica un
reconocimiento de la materialidad del hecho. Considera que está acreditado el hecho porque
tal como se le imputó, GERVASONI ocultó datos al Juez que no podía ignorar por la relevancia
de los mismos en relación al hecho investigado contra ILARRAZ. Ello es así porque lo supo
desde un inicio del acontecimiento o poco tiempo después de acontecidos estos hechos, en el
año 1995, cuando PUIGGARI le pide que declare en el juicio diocesano respecto de situaciones
poco habituales. PUIGGARI no le da precisiones del hecho pero ahora dice conductas poco
habituales o esperables respecto del sacerdote ILARRAZ, antes no lo mencionaba así, siempre
respondió PUIGGARI en forma escrita, es así que en la declaración escrita PUIGGARI
respondiendo el pliego de la defensa de este debate en el punto dos dice que no se interrogó a
GERVASONI durante la investigación diocesana sino previamente a que el arzobispo inicie la
investigación formalmente y se lo interrogó sobre si tenía conocimiento de que hubiera
ocurrido una conducta indebida por parte de algún sacerdote en relación al seminarista, que
fue a principios del año 95. Antes no había mencionado que era respecto de algún sacerdote y
en otra parte de la respuesta del pliego dice que algún sacerdote ILARRAZ, se le preguntó
sobre eso a GERVASONI, sobre una conducta indebida o indeseada respecto de unos
seminaristas, eso dice que se le preguntó. Refiere que en el punto cuatro de la declaración de
PUIGGARI, respondiendo a la Fiscalía, dice que se lo interrogó sobre la existencia o no de
actitudes llamativas en el comportamiento del Padre ILARRAZ, sin mencionar el objeto del
interrogatorio. Esta distinción de PUIGGARI ahora al responder de que esto fue previo al inicio
de una información sumaria es introducido en este debate, nunca lo declaró antes en los
interrogatorios de GERVASONI y de otros testigos como Sebastián Alberto MARTINEZ, eran en
ese contexto, para justificar que no obran en la investigación diocesana esas declaraciones. El
abogado Mario MARTINEZ al declarar refirió que esas declaraciones tendrían que constar y en
el caso de que no estén debería haber una constancia de porque no están. Ahora PUIGGARI
dice que fue porque fue un previo que él se encargó de realizar a los seminaristas, nunca antes
había hecho esa distinción. PUIGGARI dijo que recibió el primer testimonio de abuso, comenzó
a solicitar a los alumnos su parecer sobre experiencias o sucesos vividos en el Seminario que
no habían sido habituales o esperables. También menciona en el debate de ILARRAZ y en
contra de lo que refirió ahora al responder los pliegos, que él no tuvo ninguna intervención en
la investigación diocesana, él le recibió una denuncia a la víctima Diego CABRERA, está
agregada en el sumario diocesano, PUIGGARI se la recibió. Ahora dijo en el punto 4 de la
declaración "que no llevó a cabo la investigación diocesana y por lo tanto desconozco qué
declaraciones se tomaron en esa ocasión", sin embargo en el debate ILARRAZ, al responder el
pliego de preguntas, dijo que recibió el primer testimonio de una de las víctimas y a partir de
allí comenzó a juntar todas la información posible. El Fiscal concluye que son totalmente
contradictorias las declaraciones. El Dr. Ramírez Montrull afirma que todas las declaraciones
en ese sumario se tomaron dando detalles de lo que se estaba investigando, se toma
declaraciones de las autoridades y de los seminaristas, a todos se les explica que es respecto
de ILARRAZ lo que se está investigando y los hechos bajo sospecha; así se le tomó declaración
a SENGER, Monseñor Luis Alberto JACOB, Omar BEDACARRAT, se le pregunta directamente de
la conducta de ILARRAZ. A BARZAN también se le pregunta directamente de la víctima y de
ILARRAZ; a BALCAR también respecto de las conductas inapropiadas de ILARRAZ, a Eduardo
Rafael JACOB habla de conductas que involucran a ILARRAZ, al testigo Alfonso Gabriel DITTLER
respecto de SANTILLI e ILARRAZ. En esta información sumaria estaba claro cuál era el objeto de
investigación, que tenían todos los que prestaron declaración en la misma, que el mismo
GERVASONI reconoce que brindó en su declaración, en la testimonial donde calló la verdad, él
manifiesta que declaró en ese sumario. PUIGGARI al declarar en juicio por escrito a fojas 2.853
del expediente en la respuesta Nº 19, dice que comenzó del 95 fines del 94 recibió el primer
testimonio sobre posibles conductas inapropiadas con menores de edad por parte del Padre
ILARRAZ, comenzó a solicitar a los alumnos del Seminario su parecer sobre experiencias o
sucesos vividos en el Seminario que no hubiesen sido habituales o esperables, no recuerda
haberle tomado a quien dijo que le tomó. Está en la misma situación de GERVASONI, que luego
desapareció su declaración, el testigo Sebastián Alberto MARTINEZ. Reitera que Mario
MARTINEZ dijo que debería haber una constancia de la declaración pero no existe. Esto
coincide con lo que en cierta forma dijo URRUTIA que solamente declaró el círculo íntimo de
PUIGGARI y muestra la discrecionalidad con la que se manejó el tema, como que declararon
los testigos que ellos eligieron que convenía a la investigación, sin poner en dudas la existencia
de los hechos. A GERVASONI le pidió el rector del Seminario que declare, era PUIGGARI. A esto
lo declaró RAUSCH, al momento de realizar la denuncia el 20/09/12, dijo que cuando se reunió
con PUIGGARI reclamando porque ILARRAZ seguía siendo sacerdote, dijo que estaba en
trámite el sumario, que prometió que iba a investigar, que había una investigación previa, que
había un seminarista que había declarado y entre ellos GERVASONI, esto lo dijo RAUSCH en el
presente debate, pero ya lo dijo al momento de denunciar en el año 2012, según dichos de
PUIGGARI, Gabriel Viola que estaría en Roma, Javier BALCAR, Párroco de la Parroquia del
Carmen de esta ciudad y Mario GERVASONI, Secretario Privado del Arzobispo atestiguaron en
el mencionado juicio diocesano. El representante del M.P.F. entiende evidente, como lo
manifestaron los testigos, que este conocimiento también lo tenía GERVASONI por el vínculo,
la confianza e intimidad que tenía con PUIGGARI, así lo refirió Hernán RAUSCH, Milton
URRUTIA y TOVAR, también lo dijo WENDLER en este sentido, que era el círculo íntimo, que
era GERVASONI, JACOB, ZAPATA. Resalta como dato importante que RAUSCH refiere que
GERVASONI se juntaba con BARZAN, y BARZAN es una persona que tiene importancia en esto
porque declara en el juicio diocesano respecto de los hechos sufridos por CABRERA, pero
también BARZAN es la persona a quien Hernán RAUSCH le cuenta los abusos sufridos por
ILARRAZ, lo dijo en el debate y en la denuncia y es coincidente con lo que declara BARZAN.
BARZAN forma parte del círculo íntimo de GERVASONI como también lo formaba ZAPATA, que
es otra persona que toma conocimiento de los abusos y se lo cuenta a las autoridades. TOVAR
dice lo mismo del vínculo afectivo de intimidad con PUIGGARI con GERVASONI, inclusive
cuando se va a Mar del Plata, que es ordenado obispo, GERVASONI se va con él, cuando viene
a Paraná es secretario privado. El Dr. Ramírez Montrull considera que esto le da credibilidad a
lo que declara WENDLER, como en el marco de este círculo íntimo se anotician del abuso
sexual de ILARRAZ contra un seminarista. WENDLER declaró en este debate igual que como
declaró en el de ILARRAZ, en la sentencia figura como testigo Nº 32, que estaban todo el día en
el Seminario, tenían alguna salida mensual, después dice que PUCHETA estaba hablando con
CHARREUN, no recuerda si estaba ZAPATA también en la habitación, pero cree que ZAPATA
también, que estaba expectantes porque algo se estaba gestando en la habitación, sabían que
algo pasaba, estaban todos esperando que salgan de la habitación y CHARREUN sale de la
habitación donde había estado con PUCHETA y cuenta que PUCHETA se había anoticiado que
un chico menor del Seminario, Diego CABRERA, había sido abusado por ILARRAZ, da
precisiones WENDLER, dice que sucedió en un pasillo ingresando por teología, pasando por
una habitación común, era una habitación un poco más grande que las comunes. Es un dato
importante porque coincide con lo que refiere CHARREUN, la habitación donde esto sucedió,
dice que estaba ZAPATA, JACOB, GERVASONI, no recordaba si estaba GALARZA, si recordaba la
cara de sorpresa de GERVASONI, como que algo no debía haberse sabido, se estaban
ventilando cosas que no debían ventilarse, que CHARREUN estaba conmocionado, porque era
más cercano a PUCHETA que WENDLER, dice que fue en el año 1995/1996. Cuando declara
ZAPATA recuerda que PUCHETA le dijo de los abusos, no recuerda si en el pasillo o en la
habitación, no recuerda si CHARREUN tuvo conocimiento, fue una declaración bastante
desmemoriada al igual que la de CHARREUN, pero sí recuerda que vivió con CHARREUN al
momento de la situación que refiere WENDLER, que estuvo viviendo tres años en la misma
habitación, de a dos eran las habitaciones. ZAPATA recuerda el lugar donde PUCHETA se lo
contó a CHARREUN, porque dice que era en una habitación más grande que las restantes,
CHARREUN dice lo mismo. ZAPATA reconoce que es anoticiado de este hecho sumamente
grave que conmocionó a los seminaristas, que se lo contó a Silvio José FARIÑA, que también
FARIÑA al declarar en juicio a ILARRAZ dice que se anotició de la situación de ILARRAZ por
ZAPATA. ZAPATA dice que en esa época se inició la investigación diocesana, a eso lo dice en
este juicio. Pero llamativamente no recuerda ZAPATA la parte que pueda llegar a involucrar a
GERVASONI en el hecho o a PUIGGARI. Recuerda que lo fue a visitar a WENDLER a la Parroquia
del del Lujan, le preguntó a GERVASONI dónde estaba ubicada la Parroquia, muestra una
cercanía eso con GERVASONI, pero no recuerda esa recriminación que le hizo a WENDLER de
porque estaba detrás de esto, diciéndole que era como una cacería de brujas, de unos curas
contra otros. Pero ZAPATA a esta situación no la recuerda, sí dice que lo visitó muchas veces
pero no hablaron del tema ILARRAZ. En la sentencia obra la declaración de Silvio José FARIÑA
como el testigo Nº 46, donde refiere esto, cuando se le pregunta a ZAPATA qué había dicho
PUCHETA, dice que PUCHETA le dice que había una probabilidad de abuso, no más que eso. El
Fiscal dice que pone entre comillas la forma de mencionar la probabilidad de abuso porque lo
posiciona ante un hecho que ya tiene confirmación en Casación, de que los hechos existieron y
sin embargo el testigo en debate habla de una probabilidad de abuso. Para tratar de ubicarnos
en el momento en que esto sucede es cuando los seminaristas tenían 19 años y se enteran que
un Prefecto de Disciplina, una autoridad del Seminario, había abusado a un seminarista, uno
como ellos y analiza las reacciones que tuvieron cada uno de los seminaristas, es lo habitual, lo
esperable. PUCHETA se entera de que Diego CABRERA había sido abusado por un sacerdote, se
lo cuenta a ZAPATA, a CHARREUN –según WENDLER- y ZAPATA se lo contó a FARIÑA, no moría
ahí la noticia, como quiere decir ahora GERVASONI que no existió ningún tipo de traslado de
esta información. RAUSCH se lo contó a Pedro BARZAN y BARZAN se lo contó a PUIGGARI. El
Fiscal infiere que esto atenta contra las máximas de la experiencia, lo declarado por ZAPATA,
luego de enterado semejante hecho y transmitido semejante situación a las autoridades del
Seminario donde estaba internado y convivía con los compañeros, entre ellos con GERVASONI,
durmiendo en la misma habitación que CHARREUN, no comentaron nunca el tema, nunca se
habló del tema. También considera que atenta contra el comportamiento humano el hecho de
que GERVASONI fue citado a declarar en juicio diocesano donde se le informa que se estaban
investigando conductas indeseadas o pocas habituales contra ILARRAZ, tal como lo dijo
PUIGGARI al responder el pliego de pregunta, y que estaba el círculo íntimo con conocimiento
de todo lo que sucedía. ZAPATA le informó a FARIÑA, BARZAN se anoticia que dos seminaristas
le cuentan lo que había pasado, BARZAN y el círculo íntimo de PUIGGARI como también
GERVASONI, eso ya lo refirieron los testigos también, y sin embargo no se hablaba del tema,
en contra de lo que dice el testigo Sebastián Alberto MARTINEZ que en la sentencia es el
testigo Nº 34, presta declaración ante PUIGGARI, relata situaciones indeseadas o poco
habituales por parte de ILARRAZ y que luego se da cuenta de lo que sucedió, al hablar con
Hernán RAUSCH toma conocimiento de los abusos y de la magnitud de los hechos. CHARREUN,
si bien estuvo internado en el Seminario, compartía el día y dormía en la habitación con
ZAPATA, estaba con WENDLER, GERVASONI, que durmió tres años con ZAPATA, dice que
PUCHETA era muy cerrado, que no cree que le haya podido contar algo así a alguien, que le
comentó a ZAPATA. A PUCHETA le habían llamado la atención porque tenía contacto con todos
los seminaristas menores, sin embargo acá CHARREUN dice que era muy cerrado. Inclusive por
ser extrovertido es que PUCHETA llega a estar en contacto con Diego CABRERA y éste le cuenta
de los abusos sufridos, ¿de donde saca CHARREUN que es cerrado?, quiere desligar, al igual
que ZAPATA, toda esta situación a GERVASONI que no pudo no haberse enterado en ese
momento, no se enteró de nada CHARREUN y sin embargo vivía en la misma habitación,
compartieron tres años. Estos testigos ZAPATA, CHARREUN -en su momento- y GERVASONI
están bajo la órbita de PUIGGARI, por lo menos no han hecho un esfuerzo en su memoria para
tratar de esclarecer los hechos anteriores ni éste. Considera que hay que valorar con mucha
prudencia estas declaraciones de ZAPATA y CHARREUN, donde se observa una falta de
memoria llamativa y compartiendo este denominador de que están bajo la jerarquía de
PUIGGARI, quien decide los destinos de los sacerdotes en la provincia, inclusive en el caso de
TOVAR, como lo manifestó, ahora se encuentra en otra provincia. En esta investigación tres
sacerdotes que, como refiere TOVAR, por la persecución y ninguneo que sufrieron dejaron los
hábitos, WENDLER, DUMOULIN, que estaban en la vereda de enfrente del arzobispo, como dijo
un testigo. URRUTIA dice al declarar en debate que dentro de la iglesia reina el temor, el miedo
que le pase algo, que lo trasladen, tienen miedo a las autoridades de la Iglesia y al hablar de las
monjas de Córdoba que tenían conocimiento del hecho, que le daban apoyo a Hernán
RAUSCH, tenían miedo que el arzobispo levante el teléfono y sean trasladadas. La situación y el
rol de PUIGGARI, ya lo mencionó la sentencia condenatoria de ILARRAZ, donde el Tribunal
menciona cual es la conducta de las autoridades de la Iglesia en ese caso y es reiterada la
conducta poco colaboradora con la investigación, es reiterada también por el Tribunal de
Casación. Así PUIGGARI elige declarar por escrito y dice que no tuvo intervención en el juicio
diocesano, sin embargo fue quien le recibió la declaración a CABRERA, hizo todo lo posible
para no dar información en esa investigación y ahora dice que no tuvo intervención. Dice
PUIGGARI que GERVASONI no supo ni habló nada en ningún momento, que no pudo saber
nada de ILARRAZ, pero sin embargo está al tanto de un hecho menor, de que GERVASONI se
cruza al Huerto y le dice algo a RAUSCH, eso sí lo sabe por GERVASONI, eso sí hablan, pero
semejante hecho que estaba afectando gravemente a la Iglesia -como dice PUIGGARI- por lo
que se decía, eso no habla, recordando que es un familiar que convive en el mismo domicilio
de Etchevehere N° 171 de esta ciudad. Fueron claros los testigos Hernán RAUSCH, URRUTIA,
TOVAR, en cómo eran las dinámicas de las entrevistas que tenían en principio con MAULLION.
El Fiscal propone que ahí hay que hacer un apartado en cuanto a la función del anterior
secretario del Arzobispo cuando era MAULLION, el secretario PONCE, él dice que intervenía en
las reuniones, participaba en algunas, que se lo hacía tomar notas de las reuniones, que recibía
las notas, que tenía que evaluar lo que se presentaba para darle trámite, que en esa función es
que se entera de los abusos de ILARRAZ, que habla con Hernán y le dice “¿che, que pasa?”.
Este secretario PONCE en ningún momento al declarar en el juicio dijo que se tenía que
amparar en el deber de abstención, el Fiscal imagina que debía tener el mismo deber de
fidelidad con MAULLION, en la sentencia es el testigo N° 13. MAULLION lo hacía tomar nota,
estaba al tanto de lo que sucedía, sabía que Hernán era víctima de esta situación y que pedía
que ILARRAZ no siga siendo sacerdote, que había un sumario en trámite contra ILARRAZ, que
había una sanción canónica, que sabía donde estaba ejerciendo el sacerdocio ILARRAZ, que
recibe las notas dirigidas a MAULLION, que MAULLION charló de la situación porque estaba
muy dolido y preocupado por la situación, lo cual es lo esperable. PONCE estuvo un año como
secretario de MAULLION, en las respuestas al pliego de preguntas PUIGGARI dice todo el
tiempo que están juntos con GERVASONI desde el Seminario -1996- hasta la actualidad. PONCE
en su declaración en debate dice que enterado de lo sucedido por su función, le dio todo el
apoyo a Hernán. Esto da por sentado que GERVASONI tenía cabal conocimiento del tema, que
valiéndose de este conocimiento, si bien ahora lo minimiza, fue y le cuestionó a RAUSCH en
Nuestra Señora del Huerto de la situación. Hernán RAUSCH se pregunta cómo sabía
GERVASONI que había sido víctima si no había salido en los medios, siendo que refirió
GERVASONI que se enteró por los medios. RAUSCH dijo que no le preguntó si fue víctima, lo
increpó directamente, Hernán quedó como shockeado, entonces sube y después baja le dijo a
GERVASONI que acá había mucha gente involucrada, a lo que GERVASONI le respondió que lo
sabía, que no quería venir a golpearle la espalda, no como un amigo habiendo estas
diferencias. El Fiscal asegura que tenía conocimiento claramente. PUIGGARI dijo que
GERVASONI intentó una vía de diálogo con RAUSCH para resolver las diferencias personales
entre compañeros de trabajo sin ningún ánimo de cuestionarlo, a lo que el Fiscal manifiesta
que no entiende qué es lo que quiso decir PUIGGARI con eso. Se habla de que GERVASONI le
fue a recriminar que salió en los medios la causa ILARRAZ, que iba a quedar mal visto el
Seminario y PUIGGARI, se pregunta ¿cómo supo esto PUIGGARI, de esto si habla con
GERVASONI, del caso ILARRAZ no?. URRUTIA dice que se entrevista con una de las hermanas
del Colegio del Huerto, y le comenta que GERVASONI había ido y cuestionado la presencia de
Hernán en el Huerto, que se había revelado, y que no era conveniente que siga en el colegio
porque le podía traer problemas. Estas contradicciones quedan evidentes en la declaración de
GERVASONI al prestar declaración ante la Jueza de Transición. Dice también que llevaba y traía
todos los papeles de la causa ILARRAZ. TANGER dijo que la causa ILARRAZ la llevaba
personalmente PUIGGARI, que no sabía quien buscaba los papeles al archivo, el Fiscal refiere
que obviamente lo hacía GERVASONI. Tenía acceso a los archivos, remitía y recibía la
documental, URRUTIA dice que en una de las reuniones lo llamó a GERVASONI, lo mismo pasó
con Hernán, le pidió que le informe sobre cómo iban los trámites en Roma, cómo iban las
denuncias y ahí trae unos papeles, va y vuelve, dice que unas denuncias estaban en manuscrito
y no se veían bien, que tenían que mandarlas de vuelta. El Fiscal afirma que es verdad, que las
denuncias en el juicio diocesano están en manuscrito. Había que traducirlas al latín para
faxearlas. Que ahí URRUTIA en esa información que da GERVASONI se entera de que había
otros abusados, que eran SANTILLI y CABRERA, que él no tenía conocimiento, solo sabía el de
Hernán que lo había convocado para que lo ayude en el trámite. Después de la publicación de
análisis del caso ILARRAZ, URRUTIA dice que lo llamó por teléfono GERVASONI para saber
quién había filtrado esa información, que esto iba a pasar que se iba a desinflar, que no iba a
tener mucha repercusión el tema. El Dr. Ramírez Montrull se plantea en este debate que
GERVASONI no tiene conocimiento, por un lado, por lo tanto se discute la materialidad del
hecho, y por otro se reconoce la existencia, pero se argumenta que debía guardar secreto, que
tenía el deber de abstención. Sostiene el Fiscal que GERVASONI en su función no tenía el deber
de abstención, que solo existe en el secreto confesional, porque en este caso prima la
intimidad del confidente, requiere un persona confidente, un depositario y un secreto. Acá no
hay ninguna persona que cuente un secreto a nadie, el secreto que alega la defensa no tiene
basamento doctrinario, ni legal ni normativo, en ningún lado dice que un juramento de
fidelidad es un deber de confidencialidad, que prima sobre el deber de decir verdad ante el
Juez. Es un secreto entre partes oponibles frente a terceros pero no oponible ante la autoridad
judicial y ante una investigación judicial de un delito de la gravedad que se estaba
investigando, por eso no lo opuso GERVASONI al declarar en Abril de 2.015, y recién lo hace en
la remisión a juicio en Septiembre de 2018. GERVASONI tuvo conocimiento de los hechos y de
la investigación diocesana, todo lo relativo a ILARRAZ, por ser seminarista, por ser allegado a
PUIGGARI y luego como secretario de PUIGGARI. El Fiscal cita el artículo 244 del anterior C.P.P.
y sostiene que GERVASONI no opuso el deber de abstención en esa instancia, pero si lo
hubiese opuesto el Juez debería haberlo interrogado porque no es oponible este secreto, no es
un secreto confesional. Ninguno de los sacerdotes que declaró en el juicio de ILARRAZ opuso
su deber de abstención, ni PUIGGARI, ni KARLIC, ni MAULLION, ni ninguno de los que
declararon. Recién en este debate y por primera vez, en línea con la estrategia defensiva, se les
hizo saber el deber de abstención. Que en todo caso ninguno de ellos opuso y el Juez no
necesito relevarlo de este deber, porque tienen el deber de decir verdad. Ningún Juez
entendió que ellos tenían deber de abstención como Ministro de Culto, en ninguna de las
instancias. El deber de secreto se lo da la confesión, porque afecta la intimidad del confidente,
no el juramento de fidelidad del cargo que presentan, eso es solo un deber de cautela como
tiene los empleados judiciales de los hechos que se pongan en conocimiento, pero nadie lo
opone ante una declaración judicial, ni los magistrados ni nadie. Es un deber de cautela que si
GERVASONI no lo cumple le dará motivo a PUIGGARI de sacarlo del cargo y nombrar a otra
persona, pero no para oponer ante la justicia, nadie lo hizo. KARLIC cuando declaró dijo que
solamente el límite que tiene es su conciencia. PUIGGARI no lo hizo, declaró. El secreto en
todo caso estaría en función del normal desenvolvimiento de la función del Arzobispo, sin
embargo declara sin ningún tipo de restricción. Refiere que cuando declara PUIGGARI en
relación a porque no manifestó en algún momento el deber de abstención, dice que no fue
necesario porque ninguna pregunta afectaba el sigilo sacramental, que como Ministro de Culto
tienen todos los sacerdotes reconocidos en el art. 289 del CPP.. Se pregunta qué sigilo
sacramental tiene GERVASONI, qué confesión recibió, y ejemplifica que esto lleva al absurdo
de poder ser imputado PUIGGARI por falso testimonio y, en el caso de que se le hiciera lugar al
planteo de la defensa, no puede ser imputado por falso testimonio el secretario. Hay que tener
en cuenta que esta reticencia fue en el marco de una investigación de un delito contra la
integridad sexual, corrupción de menores agravada por ser encargado de la educación, donde
hoy este tipo de delitos es imprescriptible, lo que da un parámetro de la gravedad de este tipo
de delitos. El código canónico al hablar del secreto habla de confesor y penitente, de confesión
sacramental, no habla de ninguna otra cuestión. El canon N° 983 menciona que el sigilo
sacramental es inviolable, por lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir el
penitente, no habla en ningún momento del secretario del Arzobispo. El canon N° 1550 habla
de que no pueden ser testigos porque se los considera incapaces y en el apartado segundo
dice “los sacerdotes respecto a todo lo que conoce por confesión sacramental aunque el
penitente pida que lo manifiesten”. GERVASONI tenía el deber, como todo testigo, de
comparecer, declarar y decir la verdad de todo lo que supiese. Se le dio referencia del hecho,
se le mencionaron las víctimas y el sospechado, en eso consistía el informe del hecho como
dice el acta de declaración. Se le hizo saber el deber de decir verdad y que, en su caso, podía
incurrir en un delito. Fue evidente la reticencia, entonces se le solicitó a la jueza que le diga el
deber de decir verdad que tenía el testigo. TOVAR menciona que no tienen obediencia en el
juramento frente a los delitos, el juicio de conciencia va por sobre todo juramento y por sobre
toda otra norma. El silencio no implica ocultar delitos ni está por sobre el juicio de conciencia.
TOVAR dijo que GERVASONI increpó a una víctima que podría haberse cohibido en seguir
adelante la investigación. Hernán RAUSCH tiene un hermano cura, la familia es muy devota.
GERVASONI no se encuentra comprendido en ninguna de las previsiones del actual art. 289,
declaró sin oponer ningún secreto, inclusive Silvio José FARIÑA que tuvo conocimiento de toda
la investigación diocesana tampoco invocó el deber de abstención. Entiende que se ha
configurado el delito de FALSO TESTIMONIO del art. 275 del Código Penal, en carácter de autor
-art. 45 C.P.-, por negar o callar la verdad. El tipo objetivo requiere callar la verdad, fue
reticente. Este delito quedó consumado al terminar la declaración. En cuanto al tipo subjetivo
tuvo conocimiento de que callaba la verdad y tuvo la voluntad de hacerlo, actuó con dolo
directo como lo requiere el tipo penal. En cuanto a la antijuridicidad, el accionar de
GERVASONI no se encuentra amparado por ninguna causa de justificación, y no existe ninguna
circunstancia que comprometa la capacidad de culpabilidad, que fue acreditado por el informe
médico. En cuanto a la determinación de la pena, mantiene la solicitud de un año y seis meses
de prisión de cumplimiento condicional en virtud del art. 26 del C.P., y las normas de
conductas del art. 27 bis, de fijar y mantener domicilio, realizar tareas no remuneradas por el
término de tres años por noventa y seis horas anuales en el lugar a fijar por OMA, abstenerse
de realizar actos molestos o perturbadores a los testigos de la presente causa. En base a los
arts. 40 y 41 del C.P. se tuvo en cuenta como atenuante la falta de antecedentes penales, y
como agravantes la instrucción y la formación del imputado, la función que cumple en la
sociedad, o sea, la calidad del sujeto activo, el deber religioso de una persona que
supuestamente representa la perfección moral dentro de la sociedad, y también en la actitud
posterior al delito, la falta de arrepentimiento, y el marco en que se dio esta declaración o esta
ocultación de la verdad. Solicita que se condene a GERVASONI por el delito de falso testimonio
del art. 275 a la pena de un año y seis meses de prisión de ejecución condicional, aplicando las
reglas de conducta interesadas.-
A continuación con la palabra la defensa técnica, el Dr. VARTORELLI manifestó que ratifica lo
expuesto en el alegato introductorio, entiende que todo lo postulado debe tener favorable
acogida, porque no se ha demostrado el falso testimonio invocado en la imputación. Entiende
que de manera previa debe hacerse lugar al planteo de nulidad o de exclusión probatoria que
solicitó. Resalta, en primer lugar, que disiente respetuosamente con la postura de la Fiscalía
porque de su mismo razonamiento surge que se violó la obligación que tiene el Juzgado de
Instrucción ante el testimonio prestado por un representante del culto religioso, en este caso
el católico, de hacérsele saber que tiene la posibilidad de abstenerse de declarar si considera
que con su declaración está violando un secreto del oficio o de su estado, así lo indicaba
claramente en ese momento el art. 244 del C.P.P. anterior y lo sigue resaltando el nuevo
código en el art. 289 al inicio. El Defensor explica cómo funciona el sistema y expresa que el
Juzgado debió haberle hecho saber al Ministro de Culto que tenía esa posibilidad, son varios
los motivos por los cuales la ley impone esa grave sanción de nulidad a quien viola esta
advertencia, es una cuestión de orden público, que así lo ha entendido el legislador: los
Ministros de Culto en principio deben abstenerse. Hay una cuestión dicha por el Fiscal, que
paradójicamente hace referencia al secreto de confesión, justamente porque se basa en que
se violaría la intimidad de la persona, y aquí se habla de un delito característico en donde debe
protegerse la intimidad de la víctima, es un delito grave, pero que tiene como contrapartida la
necesaria protección de la intimidad de la víctima, máximo debe ser el resguardo en hechos de
esta naturaleza y por último, lo que la ley también prevé, es que si están con una persona a la
que se le hace saber las penalidades del falso testimonio, esta persona al momento de
declaración y sin ningún obstáculo que pueda alterar sus testimonio, debe hacerse saber la
prohibición del 244 y como el mismo artículo lo dice, una vez que se le hizo saber, si el testigo
se ampararse en ese artículo y la jueza interviniente entendió que no era de las causales que
debía guardar en secreto, debía hacérselo saber para que declare, pero nunca se hizo, eso es lo
que precisamente atacan, ejemplifica el caso en mencionando a un sacerdote que ve un
accidente en la calle y quiere ampararse en el 244, entiende que obviamente la jueza le va a
decir que no está dentro del secreto, que declare porque no está afectando ninguna
prohibición. Es precisamente lo que no se hizo, el argumento de que solamente el secreto de
confesión caería sería merecedor de la protección también es un argumento totalmente
equivocado, porque si la ley hubiera querido que ese sea el objeto, restringido del secreto, lo
hubiera dicho y no lo dice y en segundo lugar, por una cuestión trascendental, entiende a esta
altura, de qué está haciendo referencia a los Ministros de Culto sin especificar el culto
religiosos católico apostólico romano, hay otros cultos que no tienen la institución de la
confesión, entonces debiera suponer que esas otras religiones no quedan amparadas y que se
refiere solamente a la religión católica apostólica romana que sí tiene instituida la confesión,
sería un absurdo, se refiere a todos los Ministros de Culto. Concluye que ese argumento debe
ser desechado definitivamente, la informalidad propia del sistema no implica de modo alguno
dejar de lado normas de orden público obligatorias para los operadores jurídicos en base,
fundamentalmente, a la informalidad que se invoca; es claro, dos nulidades conserva nuestro
código de procedimiento, y una es ésta, la prevista en el art. 289 fulmina de nulidad esta
omisión a la que hace referencia, después se hubiera visto si lo que se le preguntaba a
GERVASONI cabía o no la posibilidad de ampararse en algún secreto, se hubiera visto, pero la
prevención debió hacerse por los motivos que invoca, por la cuestión de orden público, para
que declare libremente la persona, en todo caso para proteger la intimidad de los
denunciantes, pero no se hizo. No coincide con el Fiscal en que ha habido un gran esfuerzo por
defender este testimonio, señala el Sr. Fiscal que como otros han declarado, Mario
GERVASONI también debió hacerlo y no se puede oponer ahora, es lo que también la Fiscalía
muchas veces da a llamar non quoque, o sea, porque otros no lo hicieron yo también debo
como abogado dejar pasar esa situación y consentirla, desconoce los motivos por los cuales los
otros sacerdotes no la invocaron o si se les hizo saber o no, que es lo que esa defensa está
cuestionando, tal vez se sintieron libremente que podían hacerlo o no se dieron cuenta, no
tuvieron asesoramiento, pero en el caso de Mario GERVASONI lo planteo desde ab initio, no
intervino porque no era parte en la declaración, sino no podría ser defensor de él, no tuvo
intervención alguna en el juicio ILARRAZ, pero desde que tomaron conocimiento de esta causa
lo ha planteado. Solicita la nulidad con la exclusión probatoria del acta que dio origen a esta
causa. En segundo lugar, se han puntualizado dos puntos en reticencia vertidas por
GERVASONI, en el acta testimonial que se le trajo como pieza central de la acusación en donde
se habría producido el falso testimonio invocado, no se discute modo alguno si existe la
reunión en el Seminario, si eso forma parte de la imputación, si fue a hablar con RAUSCH o no,
en modo alguno existe esa imputación, a él se le imputa y lo relaciona nuevamente con la
nulidad, que a raíz de de su rol protagónico como secretario del Arzobispo ocultó información,
precisamente a raíz de ese rol protagónico, fíjese si no tendrá relevancia el juramento de
fidelidad que han probado en la audiencia, y no puede salirse de esa acusación, pero tampoco
puede dejar de abordarlo porque no puede dejarlo huérfano al imputado, desde la defensa.
Seguidamente hace una recapitulación de cómo a raíz de cada testimonio que se fue
brindando surge la inocencia de GERVASONI y la veracidad de lo declarado –expresa que hace
esa defensa en subsidio para el caso de que no procediera, de lo que hace reserva, la cuestión
planteada de manera preliminar-. Entiende que debe hacer la defensa subsidiaria sin que
implique una contradicción abarcando todas las posibilidades defensivas, para lo cual
reproduce el hecho atribuido a GERVASONI, y desarrolla la primer cuestión que tiene que ver
con lo que dijo GERVASONI cuando le preguntan del conocimiento que tiene del hecho, y
considera esa defensa que es una pregunta muy amplia, y es un vicio de estos tribunales que
puede tranquilamente ya turbar a una persona que debe declarar y de una respuesta o de la
otra, puede ser tildado de mentiroso, y propone ejemplificar el caso con la siguiente pregunta
¿qué conoce él de la muerte de Gardel? y se responde que tiene dos posibilidades, si dice que
conoce le dirían mentiroso porque es un hecho que ocurrió antes de que él naciera, fue en
1935; pero sí señala que no conoce la muerte de Gardel, porque le podrían cuestionar haber
leído o haber visto en la televisión de que cayó un avión en Medellín y murió Gardel; y
concluye que sí, quedaría como un mentiroso si alguien interpreta que la pregunta que se le
hizo era abarcativa de todas las posibilidades de un hecho en particular, eso es lo que
tranquilamente puede ocurrir aquí. Si GERVASONI contesta con total honestidad, ante la
pregunta, como lo dijo en esta audiencia que él del hecho no percibió nada, no sabía nada,
aclarando más adelante que una vez que se hizo público habló innumerables veces, lo supo
por los medios, pero no es el conocimiento que se le debe pedir a un testigo, como
conocimiento directo del hecho. Los distintos testigos le han dado la pauta de que GERVASONI
no sabía concretamente de qué se trataba la acusación. RAUSCH cuenta como fue el derrotero
como víctima, como puso en conocimiento a las autoridades el gravísimo hecho que lo tuvo
como víctima, dice que cuando GERVASONI va a hablar con él luego de que se había hecho la
denuncia, se preguntó cómo sabía, y se sorprende, la respuesta a como sabía es porque
supone que el hecho debió haber permanecido en secreto, como lo afirma GERVASONI. La
defensa técnica explica cómo supo tiempo después GERVASONI de que ya se había hecho
público el problema y que él claramente explica y lo dice RAUSCH, no fue con ninguna
intención de encubrir, eso es una falacia, Mario GERVASONI que lo ha tildado el sacerdote
TOVAR como que buscaba proteger a ILARRAZ, lo primero que le dice es que le den cien años a
ILARRAZ y le hace un reclamo con cuestiones relacionadas a no involucrar a otra gente que no
se había portado mal con él, nada más, considera que no está mal, no le hace un reproche
como víctima, esto se enlaza porque RAUSCH insiste en cómo pudo saberlo, la defensa le
pregunto que si cuando hizo la denuncia tenía intención de de mantenerlo en secreto, y
respondió “imagínese”, es claro que quería que se mantenga su nombre en secreto. URRUTIA
dijo en una parte de su declaración que un día lo fue a ver RAUSCH preocupado porque su
nombre había salido en los medios periodísticos, nombra un medio inclusive, quedó probado
por testigos que luego hubo un plenario en Mariápolis con toda la curia donde obviamente
algo se puede haber deslizado, es así donde concuerda lo que Mario GERVASONI dice de que él
se entera luego de que se hicieran público los hechos, que se había filtrado, así lo señalo
URRUTIA. Eso fue lo que dijo GERVASONI en la cuestionada audiencia ante el Juzgado de
Instrucción que él se entera del hecho una vez que se publicó, no había otro tema de
conversación en la ciudad. TOVAR dijo que vino a la audiencia con gran animosidad ante su
defendido y otros actores de la Iglesia, pero que coloca a un testimonio que hay que analizarlo
con pinzas porque proviene que de alguien que ha demostrado un encono particular, con lo
que él denomina el grupo de Mario GERVASONI, se refirió en términos peyorativos como "esta
gente", “que eran cantores que se buscaban por la tonada”, que era un "caradura" y un poco
más allá, un sacerdote que dice que fue uno de los pocos que se ocupó de las víctimas y que
protegió a quienes habían sido víctimas de abusos, dio a entender en esta audiencia y ante las
cámaras de televisión que su defendido podía también haber sido víctima de un abuso porque
frecuentaba mucho las piezas de los superiores, eso dijo TOVAR en la audiencia, aclara que
afortunadamente no es una situación que haya ocurrido en la realidad, pero lo dio a entender,
entiende que fue vergonzosa la intervención de quien dice haberse ido voluntariamente de la
jurisdicción, no fue echado como se ha señalado. TOVAR supone que GERVASONI sabía porque
estaban todo el día juntos, esa es la prueba que ha sido reiterada por la Fiscalía, es un
razonamiento primario suponer que si PUIGGARI y BARZAN sabían, GERVASONI sabía, por
carácter transitivo o por ósmosis y dijo TOVAR “y si no sabía, fue negligente por no informarse,
es moralmente imputable”, como que acá estuviéramos discutiendo cuestiones morales, y el
Sr. Defensor acá hace un paralelo, porque el criterio se repite, de que como GERVASONI
formaba parte de determinado grupo debía saber. El propio razonamiento de TOVAR cae por
su propio peso, él dice que GERVASONI que pertenecía a PUIGGARI –que fue quien tomó
conocimiento con FARIÑA del abuso y fue quien más adelante vio con él como asistente-, si
PUIGGARI y BARZAN sabían, GERVASONI también sabía. TOVAR señala que el presbítero Sanitti
era su guía de su más estrecha confianza, pero Sanitti fue quien formó el tribunal del proceso
diocesano –está en las actuaciones principales-, entonces esa defensa debe hacer el mismo
razonamiento, que sí TOVAR perteneció al círculo íntimo de Sanitti, ¿cómo es que TOVAR se
entera del hecho con tanta posterioridad? y el mismo razonamiento respecto del testigo
URRUTIA, que dice que su guía espiritual fue el Padre SENGER, quien fue declarante en el
proceso diocesano, entonces suponemos que debió haber sabido URRUTIA y no haberse
sorprendido cuando lo fue a consultar profesionalmente RAUSCH porque si SENGER había
formado parte del proceso diocesano obviamente le contó a URRUTIA, por su estrecha
confianza, son razonamiento absurdos, los formula para hacer caer lo absurdo que es acusar a
GERVASONI de que sabía porque formaba parte de un mismo círculo. También nombró a
Frank, TOVAR, el presbítero Frank fue el notario en la causa diocesana. Este razonamiento
hace caer por su propio peso este aspecto de la acusación. El Dr. URRUTIA y los otros testigos
pasados por este proceso dan cuenta -PUIGGARI, Mario MARTINEZ, TANGER, RAUSCH- dan
cuenta que Mario GERVASONI no participo de ninguna de las reuniones donde se ponía en
conocimiento o se interrogaba a PUIGGARI cual había sido la suerte de la causa diocesana, él –
GERVASONI- no estaba presente, lo explicó hasta el hartazgo, es asistente, no es secretario
como en un Juzgado que toma nota, si lo hizo PONCE con MAULLION, es harina de otro costal,
no es el caso de GERVASONI, lo dijo Mario MARTINEZ: no estuvo en las audiencias, jamás lo vio
en una audiencia, él llega acerca la gente, la recibe, les alcanza café o carpetas, es un familiar,
el Arzobispo no puede tener otro personal que no sea asistente familiar por diversas
cuestiones atinentes a la Iglesia, no es notario, no lleva registro de lo que allí se habla, para eso
está la secretaria administrativa, así lo explicó PUIGGARI y MARTINEZ, lo dijo TANGER que
jamás lo vio en las reuniones. La cuestión que invoca URRUTIA de que entraba, acercaba
papeles, no lo hace conocedor, es absurdo, hace el paralelo con el ordenanza en un juzgado, el
cual no es conocedor de una causa que está tramitando en el juzgado porque lleve un papel;
sobre la referencia que hizo sobre mandar por fax cierta documentación, eso lo explica
PUIGGARI, que no se maneja el Arzobispado de Paraná con el Vaticano por una prohibición, el
único medio de comunicación entre el Arzobispo y el Vaticano es la valija diplomática que se
cierra aquí y se abre en el Vaticano, más en una cuestión relacionada con algo tan íntimo, está
explicado en el punto veinte del testimonio. URRUTIA también explico la cuestión de la
publicación de los nombres, que en la iglesia es tradicional que se lleva y traiga, y esa defensa
se pregunta ¿cómo no sabía URRUTIA, cómo no sabía TOVAR la cuestión de los abusos? Sin
hablar de CHARREUN, por ejemplo, ¿Por qué debía saberlo GERVASONI y ellos no?, hay otra
cuestión relacionada con la investigación diocesana, que PUIGGARI señala y así lo hizo siempre
–disiente con la Fiscalía esa Defensa- que no es algo que esté trayendo a colación ahora,
PUIGGARI siempre dijo que no integró la investigación diocesana sí aclaró que previamente a
que se haga la investigación diocesana realizó algunos actos previos como una suerte de
información sumaria, como es una prueba informativa que habitualmente hace la Fiscalía o la
policía, donde trata de ver si alguien puede saber algo, que no es un testimonio, él lo dijo
claramente que no formó parte de la investigación diocesana como tampoco Mario
GERVASONI, ni la primera y ni la que se hizo en el año del 2012 que fue encomendada por la
Santa Sede al Tribunal de Santa Fe, con menos razón pudo haberla integrado, a pedido de las
partes. Lo que dice que hizo con Mario GERVASONI es preguntar, sondear si podía tener
conocimiento, es cierto que en alguna parte dice si algún superior cometió algún acto ímprobo
o algún acto delictivos y podría tener conocimiento GERVASONI por su cercanía con los
menores en ese momento en el Seminario; la pregunta número cuatro, entiende que se trata
de una mala redacción, se lo interrogó sobre la existencia o no de actitudes llamativas en el
comportamiento del Presbítero ILARRAZ, es decir, es lo que buscaba obtener, no quiere decir
que le haya preguntado puntualmente sobre ILARRAZ, sí lo dice en las preguntas que le hizo la
defensa (2 y 3) que le pregunto en general si algún superior sacerdote había cometido algún
acto que le haya llamado la atención a GERVASONI por su deshonestidad y es lo que dijo Mario
GERVASONI cuando declara en el juzgado, es lógico de entender que haya sido así, porque mal
podría haber, quien tenía un dato incipiente, ponerlo en conocimiento directamente violando
la identidad de los denunciantes y la del entonces denunciado o sospechado en ese momento,
eso fue en el año 95, ha cambiado mucho la jurisprudencia, ahora se habla de visualizar los
delitos de índole sexual. Antes había que esperar que la víctima denuncie, hay que
contextualizar. Precisamente lo que hizo PUIGGARI, y las demás autoridades como FARIÑA, fue
evitar el lleva y traiga porque estaban ante graves hechos denunciados por menores en el
Seminario de Paraná. Lo dice GERVASONI que no intervino en las reuniones, si intervino
PONCE, no sabe, acá no declaró, tampoco se sabe si MAULLION tenía la costumbre de dejar
todo por escrito, cuestiones no inherentes a la figura de Mario GERVASONI. La cuestión de la
monja, si GERVASONI preguntó por RAUSCH a ella o si lo encontró de casualidad, es una
cuestión accesoria que no fue objeto de su declaración testimonial pero al no haber sido parte
de la imputación, en ese año que señala URRUTIA la monja Rita ya estaba muy enferma, ya no
estaba aparentemente en el Colegio del Huerto, fue una de las creadoras de Yatai, fue muy
querida para la Iglesia, lo dijo el mismo URRUTIA que no sabía si era cierto lo que le dijo la
monja, que no le entendió bien, también dijo otra cosa luego de insistir en que algo debe
haber sabido porque se sabía pero que no estaba seguro, repitió que no sabía si GERVASONI
sabía o no como tampoco lo sabía él hasta tomar efectivo conocimiento, uno porque lo buscan
profesionalmente y GERVASONI porque sale en los medios. En relación a la famosa reunión,
WENDLER no habla de ninguna persecución, dice que no ejerce más por decisión personal
ninguna ilegal, cuenta que se reúnen en la pieza de CHARREUN y PUCHETA le cuenta lo
acontecido con Diego CABRERA, CHARREUN salió y lo contó a un grupo que estaba reunido
afuera entre quienes estaban BUTTUZ, ZAPATA, CHARREUN, GALARZA, WENDLER y Mario
GERVASONI y cuenta lo que PUCHETA le había dicho, que le había contado el joven CABRERA.
Ahí es donde habla de la cara de sorpresa y admiración, que era distinta del resto porque supo
leer en sus gesto ¿cómo se supo lo que no se debía saber?, el Sr. Defensor refiere que
veinticinco años después tiene ese recuerdo textual, WENDLER lo ubica en el año 96, pero en
ese año ya no estaba CHARREUN en esta diócesis, se había ido a Concordia. ZAPATA dijo que el
que recibe el dato de PUCHETA fue él, que PUCHETA era muy reservado, que no quería hablar
con nadie ni CABRERA ni PUCHETA y que no lo hablaran con nadie mas, ZAPATA dijo vamos a
hablar con FARIÑA o con PUIGGARI, no dijo que lo hablen con sus compañeros, lo dice ZAPATA
que lejos de poder endilarsele protección de algún sector de la Iglesia es quien pone en
conocimiento a las autoridades, es un testigo autorizado para ser tenido en cuenta, no lo
menciona a GERVASONI en ninguna reunión. CHARREUN dice que se entera recién cuando se
hizo pública la noticia, igual que GERVASONI, no supo nada antes, esta confundido WENDLER,
él adujo problemas psicológicos en la declaración. CHARREUN dijo que no lo había charlado en
el Seminario, el propio WENDLER sin menoscabar al testigo incurre en contradicción en su
propia declaración, primero cuenta el episodio cuando se puso en conocimiento, que vio las
caras, ya sabía que CABRERA había sido víctima de abuso por ILARRAZ, que sus compañeros se
impactaron y después dice que no se puede desconocer que en el Seminario se sabía sotto
voce, sin precisiones, sin saber de quien se hablaba pero algo pasaba, pero no se sabía
respecto de quienes, la Defensa entiende que esto es totalmente contradictorio, por lo cual le
hizo saber al testigo la contradicción, y refirió que tomó efectivo conocimiento hace nueve o
diez años -2009-, no supo qué contestar cuando se le pregunto como sabía desde el año 1996
habiendo dado la respuesta anterior. La Defensa sostiene que con todo esto no se ha podido
probar el falso testimonio, que está probado lo contrario que GERVASONI cuando declaró lo
hizo en la medida en la medida de sus posibilidades, no incurrió en ningún testimonio inveraz.
El código penal castiga el Falso Testimonio cuando es relevante, cuando se está dando una
aseveración relevante, acá ni siquiera se le hizo saber una contradicción en el acta, no se le
hizo saber de que su testimonio no era claro, no se le hizo observación, después de que
declaró más adelante se lo sorprende con un falso testimonio. TANGER y MARTINEZ, dijeron
que nunca GERVASONI manifestó conocer del caso con anterioridad a que se haga público.
Finalmente hace reserva del caso federal ante la eventual condena de su defendido y solicita la
absolución del Padre Mario Javier GERVASONI por el hecho que fuera traído a debate.-

Acto seguido el Señor Fiscal hace uso de la réplica, expresando en cuanto al planteo de nulidad
que hizo la defensa, en relación a la obligación del Juez de informarle a GERVASONI que se
encontraba en una situación que debía abstenerse, el art. 244 ya da la solución en el caso y eso
demuestra la posibilidad de subsanar esa situación, da una magnitud de la afectación que
puede llegar a incurrirse en el caso de que el testigo si dice que está ante un deber de
abstención el juez le tiene que proceder a interrogar si está errado en esa cuestión. Esta es la
situación que se hubiese planteado en el caso de que GERVASONI hubiese dicho que tenía el
deber de abstención por ser Ministro de Culto, el Juez le tendría que haber dicho en todo caso
que no lo tiene, porque lo que conoce no lo conoce por secreto de confesión y procesa a
declarar. La nulidad sería procedente si se afectara una garantía constitucional que no se ve
afectada bajo ninguna forma en ese acto procesal, no se afecta ni la libertad de religión, ni el
derecho a la intimidad de nadie al realizarse ese acto y que obviamente era el testigo quien
debía ampararse en ese deber, por eso, no existe ese deber de abstención, sino que el único
deber que tenía GERVASONI era el deber de declarar, es por ello que solicita que se rechace el
pedido de nulidad. En cuanto al hecho endilgado, y en relación al alcance del mismo, de los
cuales ya se dieron fundamentos desde la Fiscalía, ya se discutió en la audiencia de remisión a
juicio y la Sra. Jueza de Garantías lo rechazó, en cuanto a que el hecho no solamente estaba
circunscripto por cómo estaba redactado a la función de GERVASONI como secretario sino que
justamente mencionaba, y así son los argumentos que planteó la Fiscalía, de que tenía
conocimiento por la gravedad del hecho mismo y por el ámbito en el que se desenvolvía, no
solamente circunscripto a secretario, y menciona inclusive situaciones en la redacción del
hecho que son ajenas a su función como secretario, o sea que no hay afectación por ningún
motivo, por lo que solicita sean rechazados esos planteos.-

Por último, la defensa técnica expone en relación al último aspecto desarrollado por la Fiscalía,
es cierto que dijo que el hecho no era nulo, por eso no reiteró el planteo de nulidad, lo que
dijo es que no puede salirse de ese hecho, porque sino en ese caso si nos salimos con una
nueva imputación estaríamos ante una sentencia con vicios de incongruencia, ese es
simplemente el planteo formulado, no ya lo que pudo haber sido resuelto respecto de la
redacción misma del hecho.-
6) Ahora bien, en esta etapa del juicio debemos confrontar las hipótesis arrimadas por las
partes y en base al material probatorio colectado decidir cuál de ellas resulta acorde a la
realidad de los hechos, en una tarea de reconstrucción histórica de los sucesos, destacando
que lo que el proceso penal pretende alcanzar es una aproximación a la verdad real, es decir a
la verdad forense, que es aquella construida de modo congruente con el modelo discursivo
constitucional, es decir una argumentación en que el silogismo incriminatorio se estructura a
partir de pruebas e indicios concordantes que demuestren plenamente la única explicación
racional del suceso y que descarte las explicaciones alternativas a la afirmación de los hechos
atribuidos, ya que para derribar el estado de inocencia del que goza todo ciudadano es
necesario que las pruebas e indicios nos conduzcan a alcanzar el conocimiento con el grado de
certeza, no bastando la mera probabilidad acerca de la existencia del hecho y su autoría.-

La exposición de las hipótesis en pugna alcanza mayor dimensión en este proceso acusatorio
adversarial, en donde el tribunal de juicio no puede tomar conocimiento previo de las
actuaciones y recién se entera del caso cuando las partes lo exponen, colocado el juez en un
rol absolutamente imparcial, impedido de dictar medidas de oficio o suplir la inactividad o
negligencia de las partes.-

6.1) Es por ello que, analizados en profundidad los argumentos de la acusación pública y los
esgrimidos en contrario con esmero por la defensa técnica, debo plantearme si se encuentra
probada la materialidad y autoría del hecho atribuida a GERVASONI, adelantando desde ya mi
conclusión parcialmente coincidente con la hipótesis asumida por la Fiscalía respecto a estos
extremos, toda vez que la valoración del cuadro probatorio permite arribar a la certeza de que
el imputado calló u ocultó la verdad de los hechos al menos en uno de los pasajes de su
declaración cuando dijo que “en todo este tiempo” no había hablado con PUIGGARI
expresamente sobre los sucesos atribuidos a ILARRAZ. Por el contrario, considero que existe
un estado de duda razonable en relación a la supuesta falsedad sobre el tenor y contenido de
la declaración de GERVASONI en la investigación diocesana.-

Ab initio debo destacar las cuestiones no controvertidas por existir acuerdo de partes sobre los
siguientes hechos: a) Que en fecha 8 del mes de abril de 2015, a partir de las 18:10 hs., Mario
Javier GERVASONI declaró como testigo en la causa Nº 52886, caratulada "ILARRAZ JUSTO JOSE
S/ PROMOCIÓN A LA CORRUPCIÓN AGRAVADA", que tramitó en Juzgado de Transicion N° 2, de
Paraná; b) Que Mario Javier GERVASONI se desempeñó como Secretario del Arzobispo Juan
Alberto PUIGGARI al menos desde el 6 de abril de 2011, y desempeñaba ese cargo al tiempo
de declarar como testigo en los términos del acuerdo anterior; c) Que al menos desde el 6 de
abril de 2011 Mario Javier GERVASONI reside en calle Etchevehere 171 de esta ciudad donde
también reside el Arzobispo Juan Alberto PUIGGARI; y d) Que Mario Javier GERVASONI es
plenamente capaz de culpabilidad.-
Ahora bien, la discusión se circunscribe -como se trató “ut-supra”- a determinar si GERVASONI
fue reticente al prestar la citada declaración testimonial, ocultando a la Jueza de Transición
datos que por su relevancia y además por ser secretario del Arzobispo de Paraná no podía
ignorar, sobre hechos de abuso sexual investigados en la causa seguida a Justo José ILARRAZ,
concretamente si calló la verdad cuando dijo -como se le imputó-: a) que “prestó declaración
en la investigación diocesana tramitada contra ILARRAZ sin que PUIGGARI le manifestara cual
era el objeto de la investigación y de la declaración”, y b) “que pudo charlar algo con PUIGGARI
referido a la investigación para luego decir que no charló el tema con PUIGGARI”.-

6.2) Sentado ello, cabe avocarme al estudio integral de las pruebas reunidas, analizando en
primer lugar si existen elementos de convicción idóneos para arribar a la certeza de que
GERVASONI “calló la verdad, en todo o en parte” al contestar las preguntas formuladas por la
Fiscalía en la audiencia de 8/4/15 -obrante a fs. 1.129/vta. de la causa ILARRAZ y copia a fs.
175/vta. del Legajo de Prueba de la U.F.I. Paraná- acerca de: a) “si tenía conocimiento que a
raíz de estos hechos que se le informaron se hayan iniciado actuaciones diocesanas y en su
caso de precisiones”, cuando respondió que “sí, se que se hicieron actuaciones diocesanas. Si
mal no recuerdo las fechas se comenzaron en el año 1.995 creo. Es lo que sé. Lo se porque en
el año 1.995 se me pide un testimonio de si había visto alguna conducta inusual o algo raro
que haya visto en ese tiempo, a lo cual yo respondo que no, que no percibí nada inusual o
fuera de lo común”; b) “quien le pidió que declarara y en su caso donde declaró”, cuando
contestó que “Me pidió que declarara en esa época el padre PUIGGARI y la declaración la hice
en el Seminario porque yo en esa época todavía estaba allí”; c) “si sabe el motivo por el cual le
pidieron que declare y si no le comentaron cuál era el objeto de la investigación”, a lo que
respondió “no, me pidieron que declare por un proceso pero no me hicieron comentarios ni
me dieron motivos por el cual necesitaban mi declaración”; y d) “si PUIGGARI le dijo solamente
que declarara sin darle ninguna otra precisión sobre el por qué o el motivo de la
investigación”, a lo cual contestó que “sí, precisiones no se me dieron, solo me pidieron una
declaración”. Todo ello se precisó en la imputación con la descripción de que “Así obró cuando
dijo que prestó declaración en la investigación diocesana tramitada contra ILARRAZ sin que
PUIGGARI le manifestara cual era el objeto de la investigación y de la declaración”.-

De la documental obrante en la causa ILARRAZ -ofrecida, admitida e introducida como prueba


en este debate- surge que el Arzobispado de Paraná acompañó copia de lo actuado en la
investigación diocesana. En la misma consta que la investigación contra ILARRAZ tuvo su inicio
con el decreto de Monseñor KARLIC de fecha 5/7/1995; que declararon Hernán RAUSCH, Diego
CABRERA, Néstor José PUCHETA, el Padre SENGER, el Padre Luis JACOB, en dos oportunidades
el Padre BARZAN y el Padre BEDACARRATZ, entre el 6/7/1995 al 28/7/1995; que fue designado
Delegado para practicar las diligencias el Padre FARIÑA y como Promotor de Justicia el Padre
ZANITTI, copias de fechas 18/7/1995 y 24/7/1995 respectivamente, y que el día 29/7/1995
emitió el informe FARIÑA y ZANITTI su dictamen. En el informe del Padre FARIÑA -que no ha
sido cuestionado ni despierta ninguna sospecha de irregularidad- consta la lista de las personas
que declararon en aquella oportunidad, la que se corresponde con las actas de declaraciones
consignadas precedentemente. En base a esta prueba objetiva, como primera conclusión, es
posible descartar de plano que GERVASONI haya sido interrogado o entrevistado por FARIÑA
en el marco de las actuaciones a su cargo en el mes de Julio de 1.995, lo cual en principio le
otorga cierto asidero a la tesis defensiva que sostiene que con anterioridad a la actuación de
FARIÑA ordenada por KARLIC hubo una investigación preliminar o información sumaria en la
que no se hacía mención a nombres ni hechos, sino que se consultó a algunos seminaristas
sobre conductas inapropiadas o raras de algún cura.-

Se desprende también de las actuaciones remitidas por el Arzobispado que nuevamente se


recibieron después de un año otros testimonios en las actuaciones, a partir del 28/7/1996 y
hasta el 2/9/1996, a BALCAR, Eduardo JACOB, Diulio SANTILLI y DITTLER, quienes presentaron
escritos manuscritos y de los cuales se hicieron copias mecanografiadas, todo lo cual concluyó
con el decreto de Monseñor KARLIC de fecha 19/3/1997, en donde se resolvió aplicar una
sanción a ILARRAZ. Si bien GERVASONI declaró en su testimonial en la causa ILARRAZ que se le
pidió su testimonio y él entregó una nota manuscrita -la que de acuerdo a la teoría de la
Fiscalía fue extraída o desapareció de las actuaciones con el ánimo de obstruir la investigación
judicial contra ILARRAZ o de encubrirlo-, advierto que no existe ningún elemento serio de
convicción para asegurar que dicho testimonio se haya brindado en esas actuaciones y durante
este período, más concretamente entre Julio y Septiembre de 1.996. GERVASONI declaró en la
instrucción que redactó el escrito con su testimonio en el año 1.995 y esta declaración se ve
corroborada en lo esencial por la declaración testimonial prestada por escrito en este debate
por el Arzobispo PUIGGARI, que textualmente contestó a la pregunta N° 2 de la defensa que
“No se interrogó al Pbro. Mario GERVASONI durante una investigación diocesana sino
previamente a que el Arzobispo de ese momento tomara la decisión de iniciar la investigación.
Se lo interrogó sobre si tenía conocimiento de que hubiera ocurrido alguna conducta indebida
por parte de algún sacerdote en relación a seminaristas, ello fue a principios del 1.995 o a lo
sumo a fines de 1.994”, agregando como respuesta a la pregunta N° 3 que “No se le aportaron
datos concretos a GERVASONI- porque, como lo expresé en el punto anterior, no se había
iniciado una investigación diocesana. Simplemente se le preguntó si, por estar cerca de los
jóvenes, debido a su tarea, había visto o escuchado algo improcedente en la conducta de algún
superior para con los seminaristas”; y ante similar pregunta de la Fiscalía -N° 4 del pliego- “No
llevé a cabo la investigación diocesana y por tanto desconozco qué declaraciones se tomaron
en esa ocasión. La declaración que yo le solicité fue previa al inicio de la investigación; se lo
interrogó sobre la existencia o no de actitudes llamativas en el comportamiento del P. ILARRAZ
sin mencionar el objeto del interrogatorio”. Entiendo que si la investigación diocesana tuvo su
inicio por el decreto de Monseñor KARLIC en Julio de 1.995, no se puede descartar
razonablemente y en base a las pruebas analizadas que se hubiera practicado una información
sumaria previa a fines de 1.994 o en los primeros meses del año 1.995, en la cual habría
presentado su testimonio GERVASONI, según se desprende de sus dichos y de la declaración
de PUIGGARI.-
Más allá de las suspicacias que pueda despertar el testimonio de PUIGGARI, en cuanto al
interés en el resultado de esta causa, por la especial relación del Obispo con su Secretario de
tantos años -denominado Familiar en el ámbito religioso- y la contradicción que destaca la
Fiscalía en la contestación de PUIGGARI a los pliegos -a la acusación pública le respondió que
interrogó a GERVASONI sobre actitudes llamativas en el comportamiento “de ILARRAZ”, y a la
defensa sobre el comportamiento “de algún sacerdote”, en consonancia con la declaración
testimonial de GERVASONI en el acta cuestionada-, lo cierto es que no existe ningún
testimonio que autorice a desechar la posibilidad de una información sumaria previa e
informal. Por el contrario, basta señalar que Sebastián Alberto MARTINEZ declaró en el juicio
contra ILARRAZ -testigo N° 34- que “está el pedido del Rector que en ese momento era
PUIGGARI que en el papel escriba todo aquello que tenía que ver con lo vivido en primero y
segundo año. Al hacer ese supuesto escrito yo ya sabía de esto sucedido a partir de lo que me
contó Hernán y escribí ahí como que el recuerdo; y ahí puse todo lo que a mi parecer pudiera
ser sospechoso. PUIGGARI me pide esto creo que llamándome a mi oficina; me dijo que si
tenía algo que decir que lo escriba, no tenía ninguna formalidad; no recuerdo tampoco si puse
mi nombre...”. El escrito de MARTINEZ tampoco aparece en las actuaciones diocesanas y con
ello daría sustento tanto a la hipótesis de que hubo tal información previa al decreto de KARLIC
de Julio de 1.995, en donde se pidió a los seminaristas que escribieran sobre cuestiones
sospechosas, sin mayores datos y sin ninguna formalidad, como también que esa información
no aparece porque involucraba a ILARRAZ.-

La declaración en el debate del Dr. Mario Emilio MARTINEZ, abogado de la curia, si bien aclaró
que no conoce en profundidad la investigación iniciada por KARLIC, también avala la
posibilidad de que se haya interrogado a GERVASONI de manera general si tenía conocimiento
de algún comportamiento irregular con menores en el Seminario, sin nombrar a ILARRAZ,
porque normalmente, de acuerdo a su experiencia profesional, ante alguna situación irregular
de cualquier miembro de la Iglesia siempre se hace primero una instrucción sumaria, con el
objetivo de arribar a la verdad de los hechos, sin imputación concreta, interrogando a los
testigos mediante preguntas generales, que no impliquen la afirmación de la existencia del
hecho, se sondea que la persona tenga conocimiento para luego repreguntar o ampliar.-

Para finalizar el tratamiento de la falsedad atribuida a GERVASONI al responder sobre hechos


ocurridos en el año 1.995, cabe señalar además que tampoco está acreditado con certeza que
por aquella época el imputado conociera los hechos por los cuales fue condenado ILARRAZ,
porque la declaración de José Carlos WENDLER -si bien impresionó como veraz, creíble y
comprometida con la verdad de los hechos- se encuentra seriamente controvertida por los
dichos concordantes de los testigos Ramón Estanislao ZAPATA y Jorge Víctor CHARREUN y la
declaración del imputado al ejercer su defensa material. WENDLER refirió en lo sustancial que
PUCHETA le contó a CHARREUN y ZAPATA en la habitación de CHARREUN los abusos sufridos
por un chico CABRERA por parte de ILARRAZ; que salió PUCHETA y atrás ZAPATA y CHARREUN,
y éste último les contó al grupo del curso lo que les había dicho PUCHETA; que los que estaban
y escucharon eran Ramón GALARZA, Sergio JACOB, Mario GERVASONI y el declarante; que
todos se asombraron, pero recuerda la cara de GERVASONI de sorpresa y admiración, como
que se había revelado algo que no debía ser revelado; que le dio la impresión de que
GERVASONI ya sabía de las actitudes de ILARRAZ. Ahora bien, contrariamente el testigo
ZAPATA dijo que PUCHETA le contó a él de los abusos cometidos por ILARRAZ en perjuicio de
CABRERA y que, como PUCHETA no se animaba a hablar con PUIGGARI, él habló con el padre
FARIÑA y luego por indicación de este último también le contó al rector PUIGGARI. ZAPATA
dijo que no sabía si CHARREUN había tenido conocimiento de ese hecho y además negó
categóricamente que GERVASONI hubiera estado presente cuando PUCHETA le contó, no
recuera si en el pasillo o en la pieza, de los abusos. Por su parte, CHARREUN dijo textualmente
que “no tenía idea si PUCHETA tenía conocimiento respecto de un hecho de abuso que luego
terminó en una investigación contra ILARRAZ, de eso se enteró cuando salió a los medios, no
sospechó ese momento en el Seminario… ZAPATA no le comentó en ese momento si había
recurrido a las autoridades por un hecho contra un seminarista cometido por un prefecto de
disciplina del Seminario… Tomó conocimiento de los hechos seguidos contra ILARRAZ por los
medios…, ni sospechaba que eso podía pasar en el Seminario en la época en que estuvo de
seminarista”. A esta negativa cerrada de CHARREUN se suma también lo aseverado por
GERVASONI, quien dijo que la reunión que mencionó WENDLER con motivo del relato de
PUCHETA no existió, como lo declararon ZAPATA y CHARREUN, o si existió él no estuvo, que
cree que WENDLER está confundido. Por último, tampoco menciona este encuentro ningún
testigo en la causa ILARRAZ, que fue ofrecida como prueba, ni PUCHETA ni CABRERA.-

En mérito a lo expuesto, entiendo que existe un estado de duda insuperable que impide
arribar a la certeza respecto a la existencia de falsedad o reticencia durante este pasaje de la
declaración testimonial de GERVASONI, referido a hechos que transcurrieron en el año 1.995,
por cuanto no está claro ante este confuso cuadro probatorio que el imputado, más allá de
pertenecer al círculo íntimo de PUIGGARI -como lo señalan los testigos de cargo RAUSCH,
TOVAR, URRUTIA y WENDLER-, conociera por aquellos años los abusos de ILARRAZ y hubiera
declarado en el sumario diocesano sabiendo el objeto de la investigación y la identidad del
investigado. No basta en esta instancia el conocimiento con el grado de probabilidad para
acreditar un hecho ilícito, por lo cual la duda debe computarse a favor del imputado.-

6.3) Ahora bien, distinta es la situación de GERVASONI respecto a la segunda secuencia o


tramo de la imputación y cuya falsedad o reticencia fuera cometida en la declaración
testimonial prestada ante la Dra. FIRPO, en oportunidad en que se lo interrogó sobre el
conocimiento actual de los hechos y el imputado contestó en forma vaga, errática, confusa y
claramente reticente, evadiendo en forma notoria dar respuesta cierta y veraz sobre lo que
efectivamente sabía.-

Resulta evidente, de conformidad al cuadro probatorio valorado a través de la sana crítica


racional, que GERVASONI “calló la verdad” en la audiencia del 8/7/15, no le dijo a la Jueza de
Transición lo que sabía sobre la investigación de los abusos de ILARRAZ, omitiendo declarar
sobre hechos que conocía.-

El Ministerio Público Fiscal le atribuyó el haberse pronunciado con falsedad y reticencia,


ocultando al Juez datos que no podía ignorar, por la relevancia de los mismos y por el rol
protagónico que le tocó desempeñar como Secretario del Arzobispo PUIGGARI, al declarar
como testigo en la testimonial prestada en la causa “ILARRAZ, JUSTO JOSE S/ PROMOCIÓN A
LA CORRUPCIÓN AGRAVADA", cuando dijo que “pudo charlar algo con PUIGGARI referido a la
investigación para luego decir que no charlo el tema con PUIGGARI”. Esta reticencia surge
claramente porque ante la pregunta de la Fiscalía acerca de “si en todo este tiempo Monseñor
PUIGGARI le comentó algo relativo a la presente investigación”, contestó escuetamente “que
uno pueda charlar algo es una cosa, pero que me haya comentado expresamente sobre los
hechos no”, para luego responder a la siguiente pregunta acerca de “qué charló con PUIGGARI
respecto a esta investigación”, que “estamos saliendo por todos lados, el tema por todo el
mundo, tenés familia acá y sobre eso, pero nunca nos sentamos a charlar específicamente del
tema”.-

En este juicio quedó demostrado con certeza que a la fecha de la audiencia del 8/4/15
GERVASONI sabía mucho más de lo que relató, pero lo ocultó a la autoridad competente con
pleno conocimiento de que lo hacía.-

En efecto, no estaba controvertido en este proceso que GERVASONI se desempeñó como


Secretario del Arzobispo Juan Alberto PUIGGARI al menos desde el 6 de abril de 2011, que
desempeñaba ese cargo al tiempo de declarar como testigo, y que al menos desde aquella
fecha GERVASONI reside en calle Etchevehere 171 junto al Arzobispo, pero PUIGGARI además
en su declaración testimonial -a preguntas de la Fiscalía y Defensa- manifestó que GERVASONI
se desempeñó como su Secretario Asistente desde el 28/9/2.005 en la diócesis de Mar del
Plata hasta Marzo de 2.011 y desde esa fecha como su Secretario en la diócesis de Paraná,
“con lo cual el trato es muy frecuente”. Por esta razón, está acreditado que el imputado a la
fecha de la audiencia llevaba 10 años ininterrumpidos como Secretario de PUIGGARI, sin
contar la estrecha relación que mantenían desde la época del Seminario, conforme se
demostró con las declaraciones testimoniales claras, creíbles y contestes de Hernán René
RAUSCH, Leonardo Javier TOVAR, Milton Ramón URRUTIA y José Carlos WENDLER. Todos estos
testigos coincidieron en destacar que GERVASONI formaba parte en la época del Seminario del
círculo íntimo de PUIGGARI y que dicha relación fraterna continuó hasta la fecha.-

Frente a este panorama resulta absurdo desde el inicio del análisis aceptar que a la fecha de la
declaración testimonial GERVASONI no tenía mayor conocimiento de la investigación sobre los
abusos de ILARRAZ, por cuanto ha quedado plenamente probado que PUIGGARI sí conocía
todo lo relativo a las conductas indecorosas y lascivas de ese sacerdote desde la década del 90
y resulta inverosimil que durante alrededor de 20 años no le haya comentado a su colaborador
más inmediato nada “expresamente” o “específicamente” -en palabras del imputado en el
acta testimonial-. Considero que no resiste la lógica más elemental ni las reglas de la
experiencia, la defensa material que ejercita GERVASONI, cuando dice en el debate que “en
realidad charlas con PUIGGARI había tenido, Monseñor es muy reservado en esas cosas,
generalmente cuando son personales no las comenta, pero las charlas que tuvimos fue a tenor
de lo que había salido en los medios, circulaba por todos lados y era obvio que había
comentarios en ese sentido desde los diarios”.-

Indudablemente GERVASONI no conocía todo lo suscitado como consecuencia de la


trascendencia que había alcanzado el “caso ILARRAZ” sólo por los medios, sino que tenía un
conocimiento mucho más directo y personal. En este sentido el Dr. URRUTIA ha sido
convincente cuando declaró que con RAUSCH presentaron la nota a DARCHEZ y éste se la iba a
pasar al secretario del Obispo, que después Hernán le dijo que era GERVASONI, quien fijaría
fecha de audiencia; que los llamaron en julio de 2012 porque el Obispo estaba de viaje; que en
la reunión en la curia el Obispo los atendió muy bien; que fueron con RAUSCH a dos o tres
reuniones, no está seguro en cual estuvo GERVASONI, cree que fue en la primera; que
PUIGGARI lo llamó a su secretario GERVASONI a través de la puerta que comunica la secretaría
con el despacho del Obispo, porque PUIGGARI quiso contarle a RAUSCH cómo iban los trámites
en Roma; que ahí intervino GERVASONI cuando el Obispo le preguntó cómo iba la denuncia, y
GERVASONI trajo unos papeles y comentó que había que remitir vía fax las denuncias de la
investigación diocesana, GERVASONI da nombres de otras víctimas que él desconocía, eran
denuncias manuscritas y había que traducirlas; que aparentemente ya las habían faxeado
antes, pero como eran manuscritas las habían rebotado porque no eran claras o legibles.
Agregó que en esa reunión GERVASONI ingresaba cada vez que el Obispo lo llamaba, que no
estuvo todo el tiempo, pero PUIGGARI lo llamaba en voz baja y él aparecía y traía la
información. Por su parte, RAUSCH ratificó que en las reuniones en el Arzobispado el imputado
GERVASONI estaba en su oficina puerta de por medio con la de PUIGGARI, aunque no recuerda
si participó de las reuniones, sí sabe que tenía conocimiento de los hechos como lo demostró
al concurrir a su trabajo a recriminarle por su accionar por los abusos de ILARRAZ. También
TOVAR confirmó que sabía que URRUTIA y RAUSCH tenían reuniones con PUIGGARI y que el
asistente era GERVASONI, secretario de estrecha confianza del Arzobispo. Ante estas pruebas
la respuesta del Obispo de que no está previsto que el Secretario asistente (familiar) tenga
acceso a la documentación de la investigación diocesana sobre ILARRAZ carece de todo
sustento.-

Ya este conocimiento sobre los hechos bastaría para afirmar que el imputado fue reticente en
su declaración testimonial al decir falsamente que algo hablaban con PUIGGARI, nada
específico, sino porque salía en los medios. Pero cabe destacar que tal era el grado de
conocimiento y compromiso de GERVASONI con el conflicto generado a raíz de la causa
ILARRAZ que lo llamó por teléfono al abogado URRUTIA después de la publicación en la Revista
Análisis, porque el Obispo quería saber cómo se había filtrado la información a los medios,
GERVASONI le preguntó si sabía quiénes podían haber filtrado la información, y le dijo a
URRUTIA que esto iba a pasar y se iba a desinflar. Resulta claro que GERVASONI sabía mucho
más de lo que dijo en el Juzgado de Transición.-

Pero además de haber participado de al menos una reunión por el caso de ILARRAZ en la que
estuvieron RAUSCH y URRUTIA, interviniendo cada vez que lo llamaba el Arzobispo PUIGGARI,
y de haber llamado por teléfono a URRUTIA para pedirle información sobre la filtración de la
noticia que había salido publicada el 13/9/12, GERVASONI se presentó en el Colegio del Huerto
a hablar con RAUSCH -conforme declara este testigo-, le preguntó como estaba, lo palmeó en
la espalda y le dijo "Mirá Hernán yo vengo a saludarte y a decirte dos cosas nomás, lo que
hiciste con el Seminario y lo que están diciendo de PUIGGARI, a mi Ilarráz no me importa, por
mí que vaya preso". En su testimonial RAUSCH manifestó muy dolido que GERVASONI lo fue a
increpar, no le preguntó primero si había sido víctima o había estado implicado en la denuncia
contra ILARRAZ. El reclamo de GERVASONI le da la pauta clara a RAUSCH que el imputado
conocía perfectamente sobre la investigación de los abusos de ILARRAZ, porque su nombre no
había salido en los medios.-

Por su parte, TOVAR y URRUTIA corroboran plenamente que RAUSCH les contó muy molesto la
situación vivida con GERVASONI, quien le reclamó cómo le estaban haciendo esto al Seminario
y a PUIGGARI. El padre TOVAR además declaró que con motivo de este suceso solicitó una
audiencia al Arzobispo, quien le reconoció que estaba al tanto de lo que había hecho
GERVASONI, pero que corría por cuenta de su secretario. La única explicación que encuentra
TOVAR -que comparten RAUSCH y URRUTIA- para la conducta de GERVASONI es porque
conocía el expediente y había hablado con PUIGGARI. Cabe señalar que en su testimonial, y a
preguntas de la Fiscalía, el Arzobispo PUIGGARI reconoció que sabía “que, ante tantos
comentarios muy hirientes que hubo en esa época con respecto al Seminario Menor, vertidas
en medios de comunicación, luego de hechos públicos los sucesos por terceras personas, el
Padre GERVASONI intentó una vía de diálogo con Hernán RAUSCH para resolver diferencias
personales entre compañeros de trabajo, sin ningún ánimo de cuestionarle”.-

Considero que este encuentro, independientemente que haya sido una visita intimidatoria -
como la sintió RAUSCH- o amistosa -como lo refirió GERVASONI-, está probado que se produjo,
demostrando además un mayor conocimiento de la investigación por parte del imputado.-

Por último, a los efectos de una correcta e integral valoración de las probanzas reunidas, es
imposible soslayar que la declaración de GERVASONI se inscribe dentro de un contexto de
ocultamiento y negación de los abusos por parte de sectores de la Iglesia que felizmente ha
tomado estado público en los últimos años. Al respecto cabe traer a colación una publicación
del diario La Nación -2/6/19-: “… la Iglesia argentina ocultó durante años a sus sacerdotes y
religiosos acusados de abuso sexual. Según admite la propia Iglesia, el mecanismo
implementado para este encubrimiento fueron, en muchos casos, los traslados: al enterarse de
la denuncia contra alguno de los curas o religiosos en su diócesis, era una práctica habitual que
los obispos los enviasen a otra jurisdicción sin alertar sobre la acusación detrás de ese
movimiento… ’La práctica [de los traslados de religiosos acusados] ha sido habitual, no
solamente aquí sino en todos lados. Eso está reconocido en los países donde se han hecho las
investigaciones más profundas, como Estados Unidos o Alemania’, admite, en una entrevista
con LA NACION, Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, Córdoba, y coordinador del
Consejo Pastoral de Protección de Menores y Adultos Vulnerables de la Conferencia Episcopal
argentina. Buenanueva es el máximo responsable de lidiar con el problema dentro de la
Iglesia. "[La de los abusos] es una de la crisis más graves que tiene la Iglesia en los últimos
tiempos", dice. También lo admite el Papa. ‘Es necesario cambiar la mentalidad para combatir
la actitud defensiva-reaccionaria de salvaguardar a la Iglesia’, dijo hace tres meses”.-

7) En suma, atendiendo a las pruebas mensuradas precedentemente es posible concluir con el


grado de certeza exigido en esta etapa del proceso que GERVASONI se pronunció con falsedad
y reticencia en la audiencia testimonial, prestada en el Juzgado de Transición por la causa
ILARRAZ, cuando afirmó primero y negó más tarde haber charlado con PUIGGARI sobre la
investigación, por cuanto ha quedado demostrado que ocultó a la Jueza datos que conocía por
resultar relevantes y además por su extenso desempeño como Secretario del Arzobispo
PUIGGARI, quien ya conocía los hechos de la época de su comisión.-

Así voto.-

A LA TERCERA CUESTION EL SEÑOR VOCAL, DR. CHEMEZ, DIJO:

El hecho atribuido configura el delito de FALSO TESTIMONIO (art. 275 primer párrafo del
Código Penal), toda vez que se reúnen los elementos que requiere el tipo objetivo y subjetivo
del injusto.-

Este delito protege el correcto o normal funcionamiento de la administración de justicia o de la


tarea o función jurisdiccional del Estado. Dice CREUS que procura evitar la construcción
errónea de los juicios que formulen los jueces por los datos incorrectos que se les suministren
por medio de la conducta prohibida. También se sostiene que está en juego la administración
de justicia ya que se crea infundadamente el riesgo de que la sentencia resulte injusta.-
En obrar de GERVASONI encuadra en una de tres conductas típicas de este delito: “callar la
verdad”, que implica el silencio, la reticencia con falta de respuestas, dejar de afirmar algo que
sabe y negar que se sabe algo que el testigo conoce.-

El imputado reviste el carácter de testigo, por tratarse de una persona física que declara sobre
hechos que conoce por su percepción sensorial, constitutivos de materia de una investigación
y relacionados, directamente o indirectamente, con la causa, y ha prestado su declaración bajo
promesa de decir verdad ante la autoridad competente, en este caso la Señora Jueza de
Transición.-

En cuanto al tipo subjetivo, de las pruebas surge claramente que el imputado actuó con el dolo
directo exigido por el delito, el conocimiento y voluntad de deponer falsamente, apartándose
de la verdad. GERVASONI consumó el hecho con conocimiento y voluntad de realización del
tipo objetivo; sin perjuicio de destacar, superadas las posturas ontologicistas, que el dolo es
conocimiento de los elementos del tipo objetivo y la afirmación del dolo es la resultante de
una determinación a partir de criterios normativos como consecuencia de un juicio de
adscripción -Teoría de la representación-.-

Sentado ello, cabe concluir que la conducta resulta típica, antijurídica y culpable. En el curso
del debate el imputado impresionó como una persona con pleno dominio de sus facultades
mentales, corroborado a su vez por los informes médicos de los exámenes realizados, por lo
que se encuentra en condiciones de responder penalmente por el delito que se le atribuye.-

Así voto.-

A LA CUARTA CUESTION EL SEÑOR VOCAL, DR. CHEMEZ, DIJO:

1) Al momento de determinar el monto de la sanción punitiva a que se hace merecedor el


imputado, debo atenerme a la culpabilidad como principio limitador de la pena, que no podrá
superar aquella -como afirma Roxin -"Teoría del ámbito de juego"-. Sentado el marco de
culpabilidad en la previsión legislativa, deberá adecuarse la pena a aplicar dentro del marco de
un mes a 4 años de prisión, que establece el art. 275 primer párrafo del C.P.-.-
En este modo interpretativo y con este criterio rector -en el que se debe incluir la prohibición
de doble valoración (requisito de coherencia interna de la sentencia y derivado del principio
del non is in idem), la necesidad de fundamentación y la perspectiva de ilícito y culpabilidad-,
cobran vigencia las pautas contenidas en el art. 41 del C.P..-

Así, tengo en cuenta que la pena tiene fines preventivos, nunca retributivos, siendo la medida
de la pena un reflejo de la medida del ilícito y de la culpabilidad, y como tal, esta última resulta
una garantía del individuo frente al estado. Es que "La culpabilidad, en tanto reprochabilidad
del hecho antijurídico, hace referencia a los presupuestos sin los cuales no es posible
responder al ilícito con una pena. Pero la culpabilidad también expresa la mayor o menor
posibilidad de motivación conforme a la norma, y en este sentido, es un concepto graduable.
La culpabilidad tiene carácter constitutivo al determinar si se aplica o no una pena, en tanto
para graduar la pena, resulta decisiva la medida de esa culpabilidad". (Ziffer, Patricia S.;
"Consideraciones acerca de la problemática de la individualización de la pena", en
"Determinación judicial de la pena", Editores Del Puerto, Buenos Aires, año 1.993, pág. 99). Por
ello "La culpabilidad es el límite máximo de la pena, más allá del cual no es legítimo ni posible
que halle realización el fin de prevención general, y por debajo del cual, por consideraciones
de prevención especial, es legítimo disminuir la medida de la pena hasta el mínimo legal, o en
el caso en que la ley lo prevea, reemplazarla por otra consecuencia jurídica menos grave, e
incluso no imponer pena alguna". (Magariños, Mario; "Hacia un criterio para la determinación
judicial de la pena", ob. cit., pág. 81).-

Por ello, sin perjuicio de coincidir en lo sustancial con los parámetros valorados como
agravantes y atenuantes por la Fiscalía, considero un tanto excesivo el monto de pena
solicitado, teniendo en cuenta que la reticencia ha quedado limitada a solo uno de los pasajes
de la declaración testimonial, por lo que corresponde ubicarse para la determinación de la
pena dentro del tercio inferior de la escala penal.-

A los efectos de individualizar debidamente la sanción a imponer, considero como agravantes,


en primer lugar, su calidad de sacerdote de la Iglesia Católica, lo cual implica un alto grado de
instrucción y formación religiosa, sumado a la connotación que tiene su rol en la sociedad; y en
segundo lugar, que la reticencia se produjo nada menos que en el marco de la investigación de
una causa por graves y reiterados abusos sexuales a niños y adolescentes en el Seminario de
Paraná, que provocó una fuerte conmoción en la comunidad. A su vez, como atenuante valoro
que el encartado carece de antecedentes penales y que el delito, si bien de peligro

En función de ello, conforme las pautas de los arts. 40 y 41 del Código Penal, estimo justa la
imposición a GERVASONI de una pena de UN AÑO DE PRISIÓN DE EJECUCION CONDICIONAL e
INHABILITACION ABSOLUTA POR DOBLE TIEMPO DE LA CONDENA -arts. 5, 26, 27 bis, 40, 41,
19, 275 primer y tercer párrafos y 45 el Código Penal.-
Si bien la inhabilitación no ha sido expresamente solicitada por la Fiscalía, corresponde su
aplicación por tratarse de una pena conjunta establecida en el art. 275 último párrafo, cuya
imposición no resulta discrecional o facultativa para el juzgador.-

Se deberá establecer como REGLAS DE CONDUCTA, por el término de DOS AÑOS: a) la fijación
de domicilio que no podrá variar sin autorización judicial, con la obligación de comparecer ante
la O.M.A. con la frecuencia que este organismo aconseje; b) la prohibición de realizar actos
violentos, molestos y/o perturbadores hacia los testigos de causa, por sí o por interpósita
persona, tanto en forma personal, como telefónica y/o por cualquier otro medio; y c) la
realización de tareas no remunerativas, a razón de noventa y seis (96) horas anuales, que se
llevarán a cabo en lugar a determinar por la Oficina de Medidas Alternativas del Superior
Tribunal de Justicia de la Provincia de Entre Ríos -O.M.A.-, quedando dicho organismo a cargo
del control y seguimiento del efectivo cumplimiento de dichas reglas, quien deberá elevar la
propuesta en el término de CINCO (5) días a este Tribunal; por lo que una vez receptado dicho
informe deberá labrarse acta compromisoria por OGA -art. 27 bis del Código Penal-.-

2) Las costas deberán declararse a cargo del imputado -arts. 584 y 585 del C.P.P.-.-

3) No se deberán regular los honorarios profesionales del Dr. GUILLERMO VARTORELLI, por no
haberlo peticionado expresamente -art. 97 inc. 1) de la Ley 7046-.-

Así voto.-

Por todo ello se dicta la siguiente,

S E N T E N C I A:

I) NO HACER LUGAR al planteo de NULIDAD o EXCLUSION PROBATORIA del acta de declaración


testimonial de fecha 8/4/15, deducido por la defensa técnica, invocando la vulneración de la
norma del art. 244 del C.P.P., en mérito a lo considerado precedentemente.-
II) DECLARAR a MARIO JAVIER GERVASONI,de las demás condiciones personales consignadas
en autos, AUTOR MATERIAL y RESPONSABLE del delito de FALSO TESTIMONIO, y
CONDENARLOa la pena de UN AÑO DE PRISION DE EJECUCION CONDICIONAL e
INHABILITACION ABSOLUTA POR DOBLE TIEMPO DE LA CONDENA -arts. 5, 26, 27 bis, 40, 41,
19, 275 primer y tercer párrafos y 45 el Código Penal.-

III) ESTABLECER COMO REGLAS DE CONDUCTA para el encartado GERVASONI, por el término
de DOS AÑOS: a) la fijación de domicilio que no podrá variar sin autorización judicial, con la
obligación de comparecer ante la O.M.A. con la frecuencia que este organismo aconseje; b) la
prohibición de realizar actos violentos, molestos y/o perturbadores hacia los testigos de causa,
por sí o por interpósita persona, tanto en forma personal, como telefónica y/o por cualquier
otro medio; y c) la realización de tareas no remunerativas, a razón de noventa y seis (96) horas
anuales, que se llevarán a cabo en lugar a determinar por la Oficina de Medidas Alternativas
del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Entre Ríos -O.M.A.-, quedando dicho
organismo a cargo del control y seguimiento del efectivo cumplimiento de dichas reglas, quien
deberá elevar la propuesta en el término de CINCO (5) días a este Tribunal; por lo que una vez
receptado dicho informe deberá labrarse acta compromisoria por OGA -art. 27 bis del Código
Penal-.-

IV) DECLARAR LAS COSTAS a cargo del imputado -arts. 584 y 585 del C.P.P..-

V) NO REGULAR los honorarios profesionales del Dr. GUILLERMO VARTORELLI, por no haberlo
peticionado expresamente -art. 97 inc. 1) de la Ley 7046-.-

VI) FIJAR audiencia para el día jueves 10 de Octubre de 2.019, a las 8,30 horas, a efectos de dar
lectura íntegra a la presente sentencia.-

VII) Protocolícese, regístrese, comuníquese la presente, sólo en su parte dispositiva, a la


Oficina de Gestión de Audiencias, Jefatura de Policía de Entre Ríos, Boletín Oficial, Juzgado
Electoral, Secretaría Electoral Municipal, Área de Antecedentes Judiciales del S.T.J. y Registro
Nacional de Reincidencia, líbrense los despachos pertinentes, y en estado archívese.-

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