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Podemos empezar señalando que, este Ministerio Público probará su Teoría del Caso, por lo
siguiente:
HECHOS
El 29 de mayo de 2012, a las 18:00 horas después de la última golpiza y violación de su padre dijo
que “solo le decía papá delante de mis hermanos, pero del resto no”. Dijo Betsy contreras López
Para ella, inocente y frágil, los abusos empezaron a los 7.
“La primera vez que abusó carnalmente de mí lo hizo en el cuarto donde él dormía con mi mamá”,
recordó.
"Él entraba a mi cuarto, según él, a decirme que me iba a enseñar qué era lo que yo no tenía que
dejarme hacer de los hombres. Él entraba a manosearme, él llegaba a tocarme los senos, a
introducirme los dedos en la vagina, a besarme, según él, para que yo aprendiera a no dejarme
tocar de los hombres, según él, para que yo aprendiera a defenderme y no ser abusada”, relató
Betsy sobre su agresor.
Nunca le contó a su madre lo que pasaba “por miedo a que no me creyera, por miedo a que se
separara, porque él siempre me decía que si yo le decía a mi mamá iba a haber problemas”.
Antonio Ramirez, de oficio soldador, aprovechaba cuando su esposa se iba a dormir. “Él lo que
hacía era entrarse a mi cuarto, disque a despedirse de mí.. Él tomaba mucho, cada ocho días, día
de por medio, había un día a la semana que él siempre abusaba de mí”, recordó Betsy.
En el 2005, antes de que falleciera la enfermera María Ana lopez, la madre de la joven, “les dijo a
mis hermanos que no me dejaran sola, que no me dejaran viviendo con Antonio”, pero todo
empeoró.
“Me dijo que estaba asistiendo con un psicólogo, que el psicólogo le había dicho que necesitaba
mucha ayuda, que él tenía que dormir con la persona que se pareciera a ella y la persona que se
parecía a ella, según él, era yo”, contó Betsy, que fue obligada a ocupar la cama de su mamá.
“A mí me daba miedo que él me matara, que le hiciera algo a mi hermano, él siempre me decía
que me iba a matar, que si yo algún día hablaba iba a amanecer muerta”, continuó.
A los 20 años intentó escapar de casa, primero con un amigo y luego sola, pero descubrió que
estaba embarazada y regresó sin saber quién sería el padre de su hija.
“Lo único que le pude decir a mi familia sobre de quién era mi hija, era que era de un muchacho
que tenía de novio y que lo habían matado”, recordó llorando.
Conforme así narrados y oralizados los hechos, se subsumen en el delito contra Abuso sexual
infantil prescrito y sancionado en el Artículo 142-L, y Artículo 142-M. del código penal del estado
de Jalisco
Por lo que reiteramos nuestro pedido de que se imponga al acusado a VEINTE AÑOS DE PENA
PRIVATIVA DE LA LIBERTAD, y se le imponga también como concepto de reparación del daño.
Para ello el Ministerio Público probará con testigos y examen de sangre a la menor hija de la Betsy
contreras López
Ciertamente, resalta escabrosa, la forma en que el señor fiscal «cree» que ocurrieron los hechos. Y
pues, al respecto estoy convencido que no se probará que el señor ANTONIO RAMÍREZ GUTIÉRREZ
Incurrió en el delito de VIOLACION INFANTIL porque el fiscal tampoco tiene con qué probar que el
Sr. ANTONIO estuvo en la ciudad de GUADALAJARA el día en que él fiscal «cree» que ocurrieron
los Hechos.
Sr. Juez, Honorable jurado,
demás presentes. Si me lo
permiten presentaré el alegato de
clausura
de esta defensa.
Rafael Sanago es el hombre
sentado a mi derecha. Es una
persona con una vida propia que
será
interrumpida de ser encontrado
culpable por un crimen que no
comeó. La señora Laura
Padilla
posee en su historial
antecedentes que delatan su
falta de éca y respeto a
la legalidad,
antecedentes que ponen en
evidencia su predisposición a
declarar con falsos hechos a
conveniencia para obtener su
comedo. Cuál sea el propósito
o la razón por la señora Laura de
incriminar al señor Rafael
Sanago de tan ofensivo y
repugnante crimen, la razón es
desconocida
para la defensa, lo que no ignora
esta defensa es la inquietante
negava de la señora Laura
tanto
para realizarse los estudios
correspondientes que ayudarían a
aclarar la veracidad de los
hechos
más allá de toda duda que asista
a la razón, como también en
cooperar en un procedimiento
cali)cado por las autoridades
para que estas pudieran actuar de
forma e)caz.
Esta defensa en colaboración de
los tesmonios ofrecidos ha
logrado probar que la conducta
de
nuestro representado fue en
todo momento de con)anza y
cooperación con las
instuciones
encargadas de traer luz a la
verdad de los hechos y dejar que
la juscia se haga cargo de
absolverlo
de un crimen que nuevamente
recalcamos no comeó.
Ha quedado probado, más allá de
toda duda, que en el transcurso
de la velada el señor Rafael
Sanago y la señora Laura,
crean un vínculo de inmidad,
bajo el cual se puede presumir
exis+a
mutuo consenmiento, y
que es razonable de igual
manera asumir que
contemplaron la
posibilidad de mantener una
relación sexual, y que hicieron,
ambos, todo lo posible por llegar
a
ese resultado. Ha quedado
probado que Rafael es una
persona sexualmente responsable
con su
salud y la de su pareja en la
inmidad. De igual manera, ha
quedado probado por la
con)guración
de los objetos encontrados, que
no hubo prisas ni señales de
violencia, las cuales son propias
y
siempre presentes en el aberrante
crimen de la violación. Por tanto
señor juez, una violación no es
lo que sucedió aquella noche,
pues los tesmonios indican y
coinciden que en todo momento
hubo consenmiento de parte
de la señora Laura Padilla; y en
honor a la verdad, es un
principio
popular del derecho el que
indica, que la carga de la prueba
corresponde a la parte que
pro)ere la
acusación, y que de igual manera
ha quedado plenamente probado
en este juicio que debido a la
sospechosa falta de cooperación
de la presunta vícma, la )scalía
no posee las pruebas su)cientes
que resolvería de manera
contundente toda duda respecto
de la presunta violación. Y en
honor a
la juscia, es un popular y
conocido principio el que dice
que ante la insu)ciencia de la
prueba el
derecho deberá obrar en favor
del imputado, in dubio pro reo.
Ya que un tesmonio de oídas y
algunas impresiones, no son
su)cientes para arruinar la vida
libre de un hombre enviándolo a
la
cárcel sin razón. Es cuanto, su
señoria.
Sr. Juez, Honorable jurado, demás presentes.
Cuál sea el propósito o la razón por la señora Betsy de incriminar al señor ANTONIO de tan
ofensivo y repugnante crimen, la razón es desconocida para la defensa, lo que no ignora esta
defensa es la inquietante negativa de la señora Betsy realizarse los estudios correspondientes que
ayudarían a aclarar la veracidad de los hecho más allá de toda duda que asista a la razón, como
también en cooperar en un procedimiento por las autoridades para que estas pudieran actuar de
forma eficaz. Esta defensa en colaboración de los testimonios ofrecidos ha logrado probar que la
conducta de nuestro representado fue en todo momento de confianza y cooperación con las
instrucciones encargadas de traer luz a la verdad de los hechos y dejar que la justicia se haga cargo
de absolverlo de un crimen quedado probado, más allá de toda duda, que en el transcurso de la
velada el señor Antonio la señora betsy, crean un vínculo de intimidad, bajo el cual se puede
presumir existió mutuo consentimiento, y que es razonable de igual manera asumir que
contemplaron la posibilidad de mantener una relación sexual, y que hicieron, ambos, todo lo
posible por llegar a ese resultado. Ha quedado probado que Antonio es una persona sexualmente
responsable con su salud y la de su pareja en la intimidad. De igual manera, ha quedado probado,
que no hubo prisas ni señales de violencia, las cuales son propias y siempre presentes en el
aberrante crimen de la violación. Por tanto señor juez, una violación no es lo que sucedió aquella
noche, pues los testimonios indican y coinciden que en todo momento hubo consentimiento de
parte de la señora Laura Padilla; y en honor a la verdad, es un principio popular del derecho el que
indica, que la carga de la prueba corresponde a la parte que pro)ere la acusación, y que de igual
manera ha quedado plenamente probado en este juicio que debido a la sospechosa falta de
cooperación de la presunta víctima, la fiscalía no posee las pruebas suficientes que resolvería de
manera contundente toda duda respecto de la presunta violación. Y en honor a la justicia, es un
popular y conocido principio el que dice que ante la insuficiencia de la prueba el
Derecho deberá obrar en favor del imputado, in dubio pro reo. Ya que un testimonio de oídas y
algunas impresiones, no son suficientes para arruinar la vida libre de un hombre enviándolo a la
cárcel sin razón. Es cuanto, su señoría.