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DE NUESTROS ACTOS
Muchas veces nos hemos preguntado qué es lo que está bien y lo que está mal ante
una decisión o un acto que íbamos a realizar u opinar como en el ejemplo, sin poder
encontrar una respuesta exacta a dicha pregunta, la cual sea compatible con la
manera de pensar de todos, porque como sabemos para algunas personas se pueden
percibir como una acción buena para otras pueden tildarse como malas y esto es
lógico debido a que todos tenemos diferentes maneras de ver las situaciones que se
presentan. Se da principalmente debido a los valores que nos inculcan de pequeños
así como también las costumbres y el entorno que nos rodea.
Por ejemplo: cuando vamos en un transporte público y le tenemos que ceder el asiento
a las personas mayores, esta situación de decidir en brindarle el asiento vendría hacer
una acción moral, porque si nos percatamos hay etiquetas en los buses que te
impulsan hacerlo, debido a que no todas las personas jóvenes desean otorgar su lugar
de comodidad, sin embargo es una ley elaborada por nuestra sociedad, la cual
debemos cumplirla.
Por otra parte la ética es una virtud que conlleva a la responsabilidad, la honestidad, el
compromiso, a ser buenos ciudadanos y de evitar afectar de manera negativa a
quienes están a nuestro alrededor con acciones nocivas, en especial, si se trata de
obtener un beneficio en particular. Es decir, cuando meditamos acerca de un
problema, lo que llevando a cabo es una reflexión ética, esto es, estamos
aprovechando lo que se denomina racionalidad ética.
Usando el ejemplo anterior la ética se encarga de estudiar los principios que rigen la
conducta de un individuo. Los principios éticos dependen de la situación en la que una
persona se encuentre y varían de un individuo a otro, es decir, nosotros antes de
ceder el asiento razonamos si es bueno o no cederlo o simplemente es tener valores
como el respeto que como sabemos no todas las personas crecemos con ello.
Así como existe la moral y la ética en nosotros los seres humanos, también es
aplicada para el en torno a los problemas ambientales, dado que la ética analiza las
relaciones que se establecen entre nosotros y el mundo natural que nos rodea ya que
nos interesan problemas o dudas como el que si tenemos derecho “especial” sobre el
resto de la naturaleza. Esta inquietud nace cuando nosotros vemos a diferentes
grupos de personas que dañan o utilizan ciertos animales como ellos usualmente lo
llaman “arte”, pero en verdad ¿es arte lastimar a ciertos animales y echar a perder
nuestro ambiente?, es ahí donde cierto grupo de la sociedad crea normas y leyes que
eviten este abuso, por las consecuencias que estas causan. Pero porque tenemos
distintas formas de actuar en diferentes países, ¿Qué es lo que nos limita a nosotros
hacerlo? ¿Por qué a pesar que hay ciertas normas y leyes seguimos encerrados en
nuestra forma de pensar, ya sea buena o mala?
Así como también filósofo acerca de la moral, la cual Kant llegó al convencimiento de
que la base de la moral reside en la «conciencia del deber». Esta conciencia no
obedece a consideraciones de utilidad personal o social ni al sentimiento de simpatía o
de benevolencia, sino que constituye una particularidad de la razón humana. Según
Kant, la razón humana es capaz de crear dos clases de reglas de conducta: unas son
condicionales y facultativas, otras incondicionales. Por ejemplo: quien quiera tener
buena salud ha de moderarse. Esta es una regla condicional. El hombre que no quiere
llevar una vida moderada, poco interés puede tener por su salud. Reglas semejantes
no son obligatorias. A ellas pertenecen todas las reglas de conducta basadas en el
interés y que por lo tanto no pueden constituir la base de la moral. Los postulados
morales tienen que tener un carácter de mandamientos incondicionales, es decir, han
de estar basados sobre el «imperativo categórico». Este imperativo categórico
representa la conciencia del deber. De la misma manera que los axiomas de las
Matemáticas no proceden de la experiencia (así opinaba Kant), la conciencia del deber
lleva en sí el carácter de una ley natural y es propia del entendimiento de todo ser que
piensa racionalmente. Es una actualidad de la «razón pura». No importa que el
hombre jamás obedezca en absoluto al imperativo categórico. Lo que importa es que
el hombre haya llegado al reconocimiento de este imperativo no recurriendo a la
observación o a sus sentimientos, sino descubriéndolo en sí mismo y reconociéndolo
como ley suprema de su conducta. ¿En qué puede consistir el deber moral? Según su
naturaleza misma, el deber es lo que tiene un valor absoluto y por lo tanto no puede
ser sólo un medio para la consecución de otro fin, sino que es la «finalidad» en sí
misma. Ahora bien: ¿qué es lo que para el hombre puede tener valor absoluto y por lo
tanto constituir una finalidad? Según Kant, lo único que tiene en el mundo y aun fuera
de él una importancia absoluta es la «voluntad libre y racional». Todo lo demás tiene
en el mundo, según Kant, un valor relativo. Tan sólo la personalidad racional y libre
tiene en sí un valor absoluto. Así, pues, la voluntad libre y racional constituye el objeto
del deber moral. «Debes ser libre y racional», tal es el mandato de la conciencia moral.
Después de haberla establecido, Kant deduce de ella la primera fórmula de la
conducta moral: «Obra de tal modo que emplees la humanidad, tanto en tu persona,
como en la 3 de cualquier otro, siempre al mismo tiempo como un fin y nunca sólo
como un medio». Pues todos los hombres, iguales a nosotros, están dotados de una
voluntad libre y racional y no pueden, por lo tanto, servirnos jamás como medio. Según
Kant, el ideal al cual aspira la moral es una comunidad de hombres libres y racionales
en la cual cada individuo constituya una finalidad para todos los demás. Basándose en
esta idea, Kant definió así la ley moral: «Obra de tal modo que puedas siempre querer
que la máxima de tu acción sea ley universal»; o en otra fórmula: «Obra como si la
máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, en ley universal de la
naturaleza».
Estas características son importantes porque no solo son opiniones, son decisiones
con los cuales los seres humanos condenan a otros seres humanos a procesos como
la exclusión social, la cárcel o incluso a represalias violentas.
Existen ciertos ejemplos de juicios morales tales como la transfusión de sangre que
para muchas personas es necesario recibir una transfusión, sin embargo para los
testigos de Jehová, ninguna persona debe recibir una transfusión de sangre de
personas que no pertenezcan a la religión, ya que esta persona puede tener un
comportamiento reprobable, otra de ellas es la pena de muerte que es una sentencia
mal vista por muchos y avalada por otros y la más conocida para muchos es el acto de
robar como sabemos en todas las sociedades del mundo, apropiarse de un bien ajeno
sin consentimiento de su dueño es un conducta reprobable y castigada por la ley. No
obstante, este comportamiento es moralmente valido para muchas personas, cuando
un individuo roba porque se encuentra en situación de necesidad y no puede
alimentarse por sí mismo.
Otros enfoques de la ética fueron el intelectualismo moral, que nos habla que para
Sócrates no hay personas malas, si no ignorantes, y no hay personas buenas si no
sabias, otro enfoque en lo que consta a la religión es el lusnaturalismo ético que
según el filosofo Tomas Aquino las personas encuentran en su interior una ley natural
que determina lo que está bien y lo que está mal, gracias a que esta participa de la ley
eterna o divina. Así como también la ética discursiva que para Jurgen Habermas, solo
tienen validez aquellas normas aceptadas por un consenso en una situación ideal de
dialogo y para finalizar el formalismo que establece cual es la forma que debe de tener
la norma para ser moral, solo aquellas normas que sean universalizables serán
realmente normas morales.
Pero estos enfoques no son del todo completos como los de Kant que nos detalla con
más profundidad, debido a que no se pueden comprobar con hechos. Porque hay
ciertos grupos de personas que en su ignorancia tienen muchos más valores que una
persona que estudio, pero si bien es cierto algunos de estos están sustentadas en la
teoría de Kant con respecto a su punto de vista.
He aquí una parte de un texto que nos indica que la ética es más que un beneficio:
Pero cuidado, el bien ético no se elige por las consecuencias; sino por sí mismo, por
una razón más alta que la utilidad económica: porque es el verdadero bien del hombre.
(Bernardo Fernández, 2006)
En conclusión el acto moral se consuma en el resultado o realización del fin
perseguido, es decir, que toda decisión que implique la capacidad de afectar a otra
persona es una decisión moral. Los estándares con los que se hacen estos juicios de
valor están fundamentalmente basados en la perspectiva humana, la cual se establece
un estándar de lo que es bueno a través de un consenso racional establecido formado
de un ideal, establecido por el consciente colectivo comunal (sociedad), tales como las
normas y leyes. En cuanto a la ética es actuar a lo que nosotros creemos que esta
bien, la cual tiene como base la educación que nos han brindado desde pequeños y el
entorno que nos rodea, además como nos lo resalta Kant, buscando que nuestra
decisión llegue a ser una ley universal, sin buscar las consecuencias o beneficios de
dicha decisión, además nos deja en claro que es a priori, es decir, que no tiene nada
que ver las experiencias, si no depende de la situación en que estamos y que
debemos guiarnos del deber. Estas razones son las que nos impulsan a realizar o
bien nos detiene a desarrollar dicho acto, enfocados en dos temas que se
complementan y nos ayudan a ser mejores personas sin buscar las consecuencias
finales, sino los valores inculcados como estudiantes y seres pensantes que somos.
Bibliografía
(s.f.). Obtenido de Lifeder: https://www.lifeder.com/caracteristicas-de-la-etica/
Bernardo Fernández, A. (2006). Etica de la Direccion, decision con libertad. Naucalpan, Mexico:
Ruz.
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