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Telebasura

El término telebasura se emplea a menudo para explicar una manera de


concebir televisión definida por la utilización de la dolencia, los acontecimientos impactantes y
el sensibilismo como táctica de atracción de la audiencia. La telebasura puede quedar definida
por los asuntos que aborda, por los personajes que exhibe y coloca en primer plano y, sobre
todo, por el enfoque distorsionado al que recurre para tratar dichos asuntos y personajes.

Inicios
Se estima que la telebasura existe desde los años ochenta en Estados Unidos y de los
noventa en el resto del mundo audiovisual. Es un fenómeno televisivo extremadamente
complejo en su definición. Esto es así, por una parte, porque no se circunscribe a un único
género televisivo, sino que afecta a buena parte de los programas que componen las parrillas
de programación. Y, por otra parte, no existen unos criterios inequívocos para catalogar un
programa como telebasura.

Características
Según el Consejo del Audiovisual de Cataluña, podríamos definir la telebasura como el
conjunto de programas en los que "la vulneración de derechos fundamentales, la falta de
consideración hacia los valores democráticos o cívicos, como por ejemplo, el desprecio de la
dignidad que toda persona merece, el poco o ningún respeto a la vida privada o a la intimidad
de las personas o la utilización de un lenguaje chillón, grosero e impúdico. Todo esto se lleva
a cabo con la intención de convertir en espectáculo la vida de determinados personajes que,
generalmente, se prestan a ser manipulados a cambio de la celebridad que les da la televisión
o a cambio de contraprestaciones económicas".
Por su parte, la Asociación de Usuarios de la Comunicación define la telebasura en España
como cualquier espacio, sea cual sea su género (magazines y reality shows principalmente,
pero también concursos e incluso debates), “en el que prima el mal gusto, lo escandaloso, el
enfrentamiento personal, el insulto y la denigración de los participantes y la agresión a / de
la intimidad (es decir, la invasión de la intimidad de los que participan pero, sobre todo, la
imposición a los espectadores de la intimidad de los que participan)".
Este organismo, a su vez, deja claro que no debe verse su labor de denuncia como “coartada
preparatoria de la censura desde planteamientos morales reaccionarios o políticamente
correctos”, puesto que su labor se fundamenta “en el entendimiento de la telebasura como un
fenómeno televisivo que atenta contra la función social del medio; que menoscaba sus
posibilidades expresivas y de contenido en términos tanto de información y formación como de
entretenimiento, y que conculca valores constitucionales como el derecho a la veracidad, a la
intimidad, a la dignidad de las personas, a la no discriminación y a la protección de la infancia”.
El uso de este argumento eleva la crítica contra la telebasura por encima de una simple
cuestión de sensibilidad o de gusto (a pesar de que quienes prefieren no entrar en el tema
suelen apelar al gusto), dotándola de una legitimidad que frecuentemente se le discute, puesto
que en la legislación de muchos países (como España) sí que se hace mención expresa a que
los medios de comunicación social (tanto los de titularidad pública como a los de concesión
privada) deben respetar principios como el respeto al honor, la fama, la vida privada y el
conjunto de derechos y libertades reconocidos a todos los ciudadanos.
Difusión de la telebasura
Argentina
En los años 1990 hubo diversos programas identificados en el país como telebasura. Uno de
ellos fue el exitoso Hola Susana, criticado especialmente en 1994 por su iniciativa de mostrar
a personas con deformidades.1 Asimismo lo fueron los realizados por Mauro Viale, por crear
espectáculos basados en casos policiales y personas marginales. Otros incluidos en la
definición fueron Ritmo de la noche y Jugate conmigo por "sacar el jugo a accidentes verídicos
o simulados por participantes en juegos".1
Actualmente son considerados en esta categoría varios programas caracterizados por las
burlas hacia personajes famosos y los escándalos en el aire: show premiará a la pareja que
tenga el sexo más explícito»], artículo en el sitio web Terra.cl (Chile); consultado el 12 de
septiembre de 2010.</ref> A pesar de la polémica generada, Radio Caracol informó de que
más de 0,7 millones de personas se habían inscrito para participar.2
Costa Rica
La telebasura en Costa Rica se ha popularizado en los últimos años, hasta el punto de crear
un programa de televisión llamado Intrusos de la farándula, dedicado a espectáculos, que
publica notas polémicas, amarillistas y sensacionalistas de una farándula inexistente en este
país. Ese programa es parte del Grupo Repretel conformado por los 4, 6 y 11.
Ecuador
Durante el último trimestre de 2004 salió al aire en RTS un programa llamado Vamos con
todo, en horario familiar incumpliendo la ley de comunicación. Tiempo después aparecen
programas como el Club de la Mañana (2006) y Combate (2010) de RTS , los cuales La
telebasura viene experimentando un elevado ascenso en su presencia dentro de la televisión
española: lo que habitualmente se considera telebasura ocupa un lugar destacado de la
programación, a pesar del desagrado mostrado por un importante sector de la población.
España
Según un estudio publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas en junio de 2010,
siete de cada diez españoles consideraban que la programación de la televisión tenía poca o
ninguna calidad.3 En relación con este tipo de programación, uno de los canales más
criticados es habitualmente Telecinco.4
De entre los pioneros se encuentran Crónicas marcianas, Gran Hermano, El bus, El diario de
Patricia o Aquí hay tomate.
Uno de sus programas más relacionados con este fenómeno es el magacín Sálvame, cuyos
contenidos han originado que distintas asociaciones de usuarios hayan solicitado su retirada
de la programación.3 5 6
Una de las quejas más comunes en España sobre este tipo de televisión también es el
elevado porcentaje de programación que ocupan en las parrillas televisivas,7 lo que perjudica
la emisión de programas con otro tipo de contenido.
A pesar de que el término suele ser relacionado con la prensa del corazón, la crítica ha
identificado también como telebasura los programas de telerrealidad como Gran
Hermano, Gran Hermano VIP, Mujeres y hombres y viceversa o Supervivientes,8 los talk-
show como El diario de Patricia o A tu lado,8 e incluso en el apartado de ficción como los
populares culebrones.8 .
El asunto ha llegado, incluso, al debate académico con dos libros significativos: Telebasura y
democracia (2002),9 del filósofo Gustavo Bueno, y Telebasura y periodismo (2004) del
periodista y catedrático Carlos Elías.10 En este último, Elías critica a los periodistas de
prestigio que se pasan "al lado oscuro" de la telebasura para dotarla de prestigio ante la
opinión pública y para confundir periodismo con espectáculo. Considera que las televisiones
pagan a estos periodistas telebasureros "sumas astronómicas de dinero con el que compran
su deontología profesional".
México
En 2004 ya se denunciaba que la programación de los principales canales mexicanos estaba
dominada por la telebasura, los deportes y películas dobladas al español.11
Asimismo, se ha señalado que los programas "promotores del morbo y el escándalo" se
encontraban, según estudios de IBOPE, en las listas de espacios más vistos en cada canal
televisivo mexicano.11
Perú
Véase también: Marcha contra la televisión basura

A fines de la década de los 90s, el programa de tipo talk show Laura en América, conducido
por Laura Bozzo, recibió muchas críticas por mostrar la sociedad peruana como"gente sin
dientes, que habla un castellano pésimo, solo se divierte en polladas y resuelve sus conflictos
privados mediante el llanto, el grito y los golpes".12 El programa presentó en la secuencia
"Hago todo por dinero" a personas de bajos recursos sometidas a humillaciones y vejaciones
a cambio de dinero, inclusive un reto en el que debe lamer las axilas y los pies de otro.
El programa de espectáculos y grabaciones indiscretas Magaly TeVe fue bastante criticado
durante sus años de transmisión, catalogándolo de basura televisiva por "promover el morbo y
el escándalo".
Otros programas catalogados como basura son los programas Combate a la vez Esto es
guerra por exhibiciones de la vida personal de sus participantes.13 además se incluyen los
programas de espectáculos: Amor, Amor, Amor, Al Aire, Hola a todos, Estás en
Todas, Bienvenida la tarde, programas criticados por exponer la vida personal de personajes
de la farándula o figuretis, de manera que no respetan su intimidad. También el programa El
valor de la verdad recibió la misma etiqueta por exponer la intimidad de los participantes al
público por cambio de dinero.14
Venezuela
La televisión venezolana ha estado llena de telebasura desde finales de los años 90s, como
canales como Venevisión y Televen; teniendo la excusa de que "son canales aptos para toda
la familia venezolana", Venevisión actualmente transmite el programa El Show del Vacilon con
Wilmer Ramírez y Moncho Martínez, programa fuertemente criticado por ser más un refrito de
programas cómicos anteriores y recurrir al uso excesivo de humor gráfico y el exceso de
mujeres "sexys" en los sketch; siendo este uno de los tantos programa catalogados como
"Telebasura" que el canal transmite, otros son Portada's, Atomico, Casos de familia, ¿Quién
tiene la razón? entre otros.
La cadena de televisión Televen por su parte en los últimos año ha optado mas por adoptar
programas del extranjero y racionalizarlos, un ejemplo de esto es el programa Hay
Corazón que sigue la misma modalidad del programa 12 Corazones, lo que lo clasifica como
"telebasura" es el hecho de que en dos ocasiones el canal lo ha sacado de su parrilla de
transmisión por infringir horario de transmisión; otro programa fuertemente criticado es Se Ha
Dicho.
¿De dónde salió el término y qué significa?
El término ‘telebasura’ (‘junk TV’ en inglés) se popularizó en España alrededor de 1993. En el
2001, ingresó al DRAE con este genérico significado: “Conjunto de programas televisivos de
muy baja calidad”. En el Perú preferimos separar las dos palabras y decir ‘televisión basura’,
aludiendo a ‘talk-shows’, noticieros sangrientos, programas de espectáculos y, más
recientemente, ‘realities’ de competencia como “Esto es guerra” y “Combate”. Si hay un lugar
común en todos estos programas que merezca el calificativo de basura para quien lo usa (yo
no lo uso porque me parece reduccionista y prejuicioso), es este: exhibir en primer lugar la
miseria y la frivolidad humanas, el relajo de valores tradicionales como la fidelidad y la
afirmación de conductas ilícitas o provocadoras.

¿Por qué convocar esta marcha? ¿No hay causas mejores?


La pregunta es válida porque la convocatoria surgió al calor de las últimas marchas contra la
‘ley pulpín’. Los líderes de la CNJD, Omar Suriel Chacón y Ernesto Mogrovejo (entrevistados
en Luces del 15/2/15), me comentaron que tienen una larga lista de temas por los que piensan
marchar en el futuro, de modo que la TV es su preocupación de turno. Mi impresión es que,
tras el triunfo ‘antipulpín’, no había temas puntuales de gran arrastre popular, pero sí ganas y
viada para protestar ‘contra el sistema’. Barajando temas surgió la TV basura y presumo que
los líderes digitales juveniles habrán sentido una especial motivación en tildar de basura a
esos ‘realities’ juveniles con personajes en las antípodas de su onda antisistema, hipster y
diversa. En serio, es algo así como la revancha de los ‘geeks activistas’ frente a los frívolos,
apolíticos y apolíneos guerreros. De hecho, una de las primeras estrellas que replicaron a la
protesta fue Yaco Eskenazi, de “EEG”, quien dijo de la marcha: “Ojalá que no tenga éxito”. La
bronca quedó ahí, porque la CNJD optó por no alimentar el ráting de lo que detesta y la tele
optó por no alentar a sus joyitas a que enerven la protesta.

¿Qué reclaman? ¿Cuáles son sus consignas?


Si bien en la conversación con los líderes de la protesta aparecen los ‘realities’ y ‘gossip
shows’, tanto Obregón como los líderes de la CNJD insisten en que no quieren personalizar ni
exigir la desaparición de programas específicos. Por eso, han acordado un solo punto de
agenda: exigir el cumplimiento de la Ley de Radio y TV 28278, en especial de su art. 40: “La
programación que se transmita en el horario familiar (de 6 a.m. a 10 p.m.) debe evitar los
contenidos violentos, obscenos o de otra índole, que puedan afectar los valores inherentes a
la familia, los niños y adolescentes”. De la misma ley, en su art. 2, citan algunos de los
principios que deben regir la telecomunicación: “la defensa de la persona humana y el respeto
a su dignidad”, “el fomento de la educación, cultura y moral de la nación”, “la promoción de los
valores y la identidad nacional”.

¿Cómo ha reaccionado la TV?


Al principio con desdén, luego con cautela. Figuras aisladas como el citado Eskenazi o Andrea
Llosa de ATV criticaron la convocatoria, pero no se llegó a generar una polémica entre los
bandos. Críticos del actual estado de la pantalla como Eduardo Adrianzén, guionista de
exitosas telenovelas, han mostrado su escepticismo frente a la protesta. Hablé con Jorge Baca
Álvarez, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (SNRTV), que
agrupa a todos los canales con quejas. Me dijo que su gremio ha decidido no pronunciarse al
respecto, pero me autorizó a citar sus palabras: “Saludo la iniciativa desde el punto de vista de
la tolerancia y el respeto; pero mi temor es que no reconozcan los esfuerzos que estamos
haciendo”. Baca se refiere al sistema autorregulatorio de la SNRTV que consiste en un Comité
de Solución de Quejas en primera instancia y un Tribunal de Ética en segunda y final
instancia. En un comienzo, muchos le criticamos la morosidad de sus procedimientos y el
hecho de que las dos instancias estuvieran formadas por personas ligadas a la TV

¿Por dónde irá la marcha?


Luego de concentrarse a las 5 p.m. en el Campo de Marte, partirá hacia América TV y Latina,
en el camino se detendrán brevemente ante Panamericana.

Televisión Basura, concepto e historia

La televisión ha cambiando diametralmente su función educativa e informativa, variando hacia el


entretenimiento soez, vulgar, ficticio, amoral y promiscuo. Este fenómeno comúnmente llamado
“televisión basura” por quienes no tanto lamentan la caída estrepitosa de una televisión
medianamente aceptable sino el haberse quedado fuera de ella, muestra en su programación un
verdadero circo, que inteligentemente se lo protege afirmando que solo refleja la realidad. Impone
su idea de que en todas las familia alguno de sus miembros ha sufrido un abuso sexual en su
infancia por parte de un familiar adulto; nos muestra lo normal que es haber tenido relación
homosexual en algún momento determinado; lo extraño y marginal que resulta tener 13 o 14 años
y no contar ya con nuestra primer relación sexual, en fin, no es necesario explicar que tópico
televisivo presenta el mayor rédito a un canal de aire: el sexo.

Hay, inclusive, un factor bastante mas peligroso que el sexo, que se presenta hoy la televisión; la
idea macabra que nos supone y cada uno de nosotros, no solo con el derecho, si no con la
obligación de expresar nuestra opinión sobre cualquier asunto que conforme el menú de la
actualidad diaria. Gracias a esto, futbolistas opinan de política, políticos opinan de historia,
historiadores opinan de cosmética, cosmetólogos opinan de fútbol, y así se cierra un círculo
vicioso, violentamente nocivo para la sociedad, donde ya nadie ocupa el rol social que le compete
en relación a sus capacidades. Se podrá objetar, y tal vez con justicia, que precisamente de eso se
trata la opinión de expresar una visión personal y por lo tanto, propia sin necesidad de seriedad y
conocimientos.

Pero cuando las opiniones se refieren a cuestiones donde es imperante que hagan uso de la
palabra aquellos quienes han sacrificado una vida al estudio, no han de ser tomadas con una
seriedad inobjetable aquellas opiniones de personas que no son doctas en dichos temas, tal como
se hace hoy en día. Pareciese que la opinión del hombre común, no solo vale más, sino que
neutraliza y reduce aquellas de personas con más capacidad técnicas e intelectuales.

Pero no todo es, de alguna manera, vulgaridad, sexo y exceso de opinión infundamentada en la
televisión argentina. Las ideas han pisado firme en los medios de comunicación. Separa a la
izquierda y la derecha (ambas formadas por un cuerpo doctrinal bastante elemental), un abismo
incompatible por el q transitan, aquellos quienes desean aplacar su sed intelectual e ideológica
acudiendo a los libros y no al consumismo y liberalismo mediático.

Este último al que llamamos Liberalismo Mediático, hizo su presentación el año pasado formando
la antorcha de tenue llama que hace tiempo emplease Bernardo Neustar y que hasta ese entonces
ostentara Mariano Grondona (aunque este último sucumbió la tentación de iniciarse tardíamente en
la televisión basura). Este nuevo programa colmo la medianoche semanal de lugares comunes, de
arrogancia clasista y de repetidas y obsesivas alusiones a la violencia política de la década del 70
(recurso este, inclusive muchos mas aprovechado y explotado por su rival ideológico). El
liberalismo mediático que hubiese sido una idea aceptada de no haber incurrido en el mismo error
fatal que su rival pretendió ser la voz de una clase media-alta sofocada por la inseguridad y que
veía en el garantisismo de izquierda propuesto por los hasta ese entonces únicos programas
periodísticos de televisión, un agravio y una deformación adrede de la realidad.
El comunicador debería estar obligado, no por ley, sino moralmente a evitar subestimar la
capacidad de su interlocutor por más que este se esfuerce en destacar lo simiesco de su
pensamiento en sus acciones; debe comprometerse el hombre de medios concretamente a no
destruir su cultura tergiversante los acontecimientos, ayudando al embrutecimiento de su mente y
espíritu iniciando en el circo bizarro que es hoy la televisión.

Los constantes cambios de opinión a la que se someten los periodistas, penalistas, “Opinologos” o
simplemente aquellos que creen tener la obligación (y no el derecho) de exponer sus frágiles
puntos de vista, faltos estos de un bagaje cultural, intelectual y técnico que pueda sostenerlas
contra la refutación a la que pudieran ser expuestos; decíamos estos cambios en los puntos de
vista nos hacen sospechar y suponer tanto que sus artífices nos están capacitados para sostener
sus ideas a largo plazo, como que detrás de la televisión se mueven poderosos intereses cuya
arma, el verde norteamericano, hace cambiar de opinión en un abrir y cerrar de ojos, La televisión
presenta actualmente sus servicios al mejor postor.

Hoy la televisión se presenta como una caja de zapatos donde se representan con títeres de papel
y harapientas marionetas, burdas representaciones, repletas de clichés propios del género
mediocre, donde se repite incesantemente su carácter de real y verídico, a modo de justificación.
Se infiere de todo esto, entonces, que quienes están encargados de organizar el espacio televisivo,
no sienten vergüenza al aprovecharse de la pestilencia que emana de la saciedad en decadencia,
no sienten dolor al acompañarla en silencio hace su ocaso. Después de todo, el estado actual de la
televisión, con sus ridículos reallity show, talk show de charlatanearía berreta y programas de
ponzoñosa ideología, se mantiene en pie porque la sociedad le consume incansablemente. De
modo que no seria errado afirmar que las misma sociedad argentina esta condenada a
suministrarse bajo su propia voluntad, pan y circo.

Si la televisión de hoy representa, con sus guionados talk show y sus encuestas salidas de
Internet, el drama de la vida cotidiana, lo cual tiene algo de cierto entonces so solo nos
enfrentamos a la crisis política, social y económica mas importante de la historia, sino que además
nos encontramos frente a una crisis cultural sin precedentes, de donde podemos concluir que se
desprende las tres antes mencionadas. Ni la mente más optimista e intelectualmente virginal puede
darse el lujo de sostener una opinión contraria a la idea de esta evidente decadencia cultural. Si
persistiese obstinadamente en su negación, sin argumentos sólidos para instaurar un debate,
entonces no harían falta más indicios para situarlos directamente dentro de ella.

Lo grave de esta situación, en realidad reside en que no solo el verde norteamericano, como ya
dijimos antes, y los intereses corporativos, políticos y comerciales sostienen a la televisión en su
posición privilegiada de ineficaz educador de masas, la sostiene el pueblo, sin diferencias de
clases, cuando religiosamente se somete a las orgías fastidiosas de la “Caja Boba”, las cuales le
imbuyen en un mundo de ficción u donde las ideas ya fueron pisoteadas y procesadas para su
mejor consumo.

“Los medios de comunicación no pueden usar mas bajos impulsos del hombre como materia prima
y buscar el dinero y la diversión grosera como únicos fines”.
Todo sobre el debate de la "TV
basura" en el Perú
A más de diez años de la promulgación de la Ley de Radio y Televisión (Ley Nº 28278) en el Perú,
uno de los principales temas de debate en la coyuntura actual es la calidad de los contenidos
televisivos. Según estudios del CONCORTV, la penetración de la televisión en el Perú urbano
alcanza el 99% de la población, siendo el medio más sintonizado, pero a la vez el más cuestionado
por sensacionalista (71%) y por sus contenidos inadecuados (80%).

En este contexto, la Coordinadora Nacional de Juventudes Digitales (CNJD) organizó la


primera “Marcha contra la televisión basura” (27 de febrero) con el objetivo de exigir el
cumplimiento del artículo 40º de la Ley de Radio y Televisión, referido al Horario Familiar, el cual
establece que entre las 6:00 y 22:00 horas la programación debe evitar contenidos violentos u
obscenos.

La marcha contó con el respaldo del Colegio de Periodistas de Lima y el Colectivo por Una
Televisión con Valores. Participaron alrededor de 2.000 ciudadanos en Lima, y también en las
ciudades de Arequipa, Huancayo, Trujillo, Puno, Piura, Cuzco y Juliaca.

Las reacciones
Tras la marcha, la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (SNRTV), gremio que agrupa a las
principales cadenas nacionales de señal abierta, expresó su respeto al derecho de protesta de los
ciudadanos, pero también su rechazo a la violencia y actos vandálicos. La SNRTV subrayó que
existen mecanismos de solución de quejas ciudadanas y resaltó las 39 denuncias atendidas en los
últimos 3 años. Asimismo, anunciaron que se viene trabajando en mejoras en el mecanismo de
solución de quejas buscando que sea sencillo y accesible, y también se vienen elaborando
lineamientos que permitan a los realizadores de TV evitar excesos en la producción de sus
contenidos, así como sanciones más severas para los medios infractores.

Del mismo modo, la Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA) emitió una nota de prensa,
transmitiendo su preocupación por el sentir de la audiencia y, pese a considerar no tener la
autoridad para determinar qué contenidos son apropiados o no, reafirmaron su compromiso de
velar por los intereses del público: “Nos sentimos obligados a asumir un rol de vigilancia sobre el
contenido de los programas desde los cuales se difunde nuestra publicidad, siempre prestos a
entender y responder a las inquietudes y expectativas del público”.

De otro lado, políticos, productores y realizadores de TV, periodistas, actores, entre otras figuras
públicas, manifestaron su posición frente al debate, entre ellos, la ministra de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables, Marcela Huaita, y el presidente de la república, Ollanta Humala, quien
expresó estar de acuerdo con el pedido de la manifestación.

Ante la alentadora acogida del primer encuentro, la CNJD convocó a una segunda y tercera
marcha, cuyos recorridos comprenderían las instalaciones de la ANDA y del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones (MTC), órgano regulador de la radio y televisión peruana.
En el marco de la segunda marcha, se hizo público que el consorcio Cencosud retiró sus pautas
publicitarias de algunos de los programas de entretenimiento y espectáculos más criticados. Al
respecto señalaron que "se debe básicamente a un tema de ética y apostar por programas que
protegen al menor, Cencosud es una empresa socialmente responsable y por lo mismo, mientras
no se regulen estos programas no estarán en la pauta de la empresa".
Este panorama también propició la realización de foros y conversatorios con el fin de informar a
los ciudadanos sobre la Ley de Radio y Televisión, conocer las medidas adoptadas por los actores
involucrados y plantear propuestas de mejora para los contenidos en la televisión.

Pero ¿Qué entendemos por ‘televisión basura’?


En mayo, la agencia de estudios de mercado e investigación IMA presentó los resultados de su
últimaencuesta aplicada a 400 televidentes de Lima Metropolitana. Según esta investigación, el
83.5% de los encuestados considera la existencia de contenido calificado como “basura” en la TV
peruana, de estos, la mayoría opina que entre estos programas resaltan el reality juvenil “Esto es
Guerra” (71.6%), seguido de “Combate” (49.1%) y “Amor, amor, amor” (38.9%). Entre las causas
para considerar a estos programas como negativos para la sociedad, los entrevistados
mencionaron que: no transmiten nada educativo, promueven el mal ejemplo entre niños y
adolescentes, difunden violencia, y exponen la vida privada de los artistas.

Plantean ley para proteger a niños de la


"televisión basura"
La bancada Nacionalista Gana Perú propuso instaurar "franjas horarias"
destinadas a proteger a menores de edad frente a la transmisión de contenidos
inadecuados.

La bancada Nacionalista Gana Perú planteó, a través de un proyecto de ley modificar la Ley
de Radio y Televisión, instaurar “franjas horarias” destinadas a proteger a menores de
edad frente a la transmisión de contenidos inadecuados para ellos.

La iniciativa, promovida por el legislador Wilder Ruíz, fija tres bloques dentro de la
programación televisiva: una de “protección al menor”, de 06.00 a 22.00 horas; otra para
mayores de catorce años con orientación de adultos, que se prolonga desde las 22.01 hasta
las 23.59 horas, y un tercero para adultos, desde las cero horas hasta las 05.59 horas.

La instauración de estas “franjas” se concretaría vía la modificación del artículo 40 de la


Ley de Radio y Televisión vigente, que regula el denominado ‘Horario Familiar’,
establecido entre las 06.00 y las 22. 00 horas.

También se propone en el proyecto de ley modificar el artículo 70 de dicha norma para que
el Consejo Consultivo de Radio y Televisión pueda ser consultado cuando se registren
infracciones en el ámbito de la programación televisiva.
Se indica, asimismo que, una vez iniciado algún procedimiento de queja referido a estas
irregularidades, los titulares de las estaciones de radiodifusión deberán de atender dichos
reclamos “en un lapso no mayor a siete días hábiles”.

Así se pronunció Unicef sobre


denominada 'TV basura'
El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) se pronunció con un
comunicado sobre los programas de televisión en horario de protección a la niñez
en el Perú.

Luego de una serie de encendidas polémicas televisivas entre las que destacan el 'juego' de
comer cucarachas en "El último pasajero", Unicef decidió emitir un comunicado con su
opinión sobre los programas de televisión emitidos durante el horario de protección al menor.
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Debido a que algunos canales de la televisión nacional de señal abierta vienen emitiendo, en
horarios de protección a la niñez, programas con contenidos inadecuados y que promueven
conductas que atentan contra la dignidad de todo ser humano, el Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia recuerda a las autoridades, medios de comunicación y ciudadanía
que:

- La Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por el Perú en 1989, en su artículo
17, establece que niñas y niños tienen derecho a recibir a través de los medios de
comunicación, información que sea importante para su bienestar y desarrollo; y que las
personas adultas deberán cuidar que esta información sea adecuada.
- En virtud de ello, y para cumplir con esa responsabilidad, el Estado peruano, los titulares
de los medios de comunicación, la Asociación Nacional de Anunciantes, la Sociedad
Nacional de Radio y Televisión, Save the Children y UNICEF -y teniendo como testigo a la
Relatora para la Libertad de Expresión de la OEA- suscribieron el 22 de noviembre del 2012
la Declaración de principios sobre los derechos de niños, niñas y adolescentes en los medios
de comunicación.
- La Declaración contiene cinco principios orientados a garantizar el interés superior del niño
así como el respeto y vigencia de los derechos de niños, niñas y adolescentes a la libertad de
expresión e información.
Estos principios establecen que:

a.Se respeta el derecho a la dignidad de niños, niñas y adolescentes;

b.Se respeta el derecho a la no discriminación de niños, niñas y adolescentes por razón de


edad, raza, etnia, sexo, religión, nacionalidad o cualquier otra circunstancia;
c.No se difunden contenidos que atentan contra los derechos a la identidad e intimidad
personal y familiar de los niños, niñas y adolescentes;

d.Se adecúa la difusión de escenas o contenidos violentos al horario de protección familiar;

e. Se generan espacios de participación de niños, niñas y adolescentes respetando sus


derechos y, en ningún caso, se les expone a situaciones de violencia física o psicológica.

A pesar de la declaración de interés de los directivos de los medios por cumplir con los
compromisos asumidos, se evidencia algunos programas de televisión que muestran una falta
de respeto a los derechos de la niñez.

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Ante esa situación, el comunicado termina haciendo un llamado de alerta a los medios de
comunicación para el ejercicio de su auto regulación, los padres y madres de familia y
al Estado.

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