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LA INTEGRALIDAD COMO MOVIMIENTO INSTITUYENTE EN LA UNIVERSIDAD 45

La integralidad como movimiento


instituyente en la universidad.

Resumen
Gabriel Kaplún La integralidad puede ser entendida y pensada como un movimiento instituyente en la
universidad, como movilizador de cambios culturales profundos en los modos de hacer
Universidad de la investigación, enseñanza y extensión. Estas tres funciones universitarias pueden ser
República, Ciencias de la repensadas como producción de conocimientos, aprendizaje e interacción con la sociedad.
También pueden ser rearticuladas en torno a esta última, generando las agendas de
Comunicación producción de conocimientos a partir de la interacción con la sociedad, que se constituye
en espacio privilegiado de aprendizajes. Es en estos espacios donde la interdisciplina se
gabriel.kaplun@comunicacion. vuelve más necesaria, al enfrentarse a problemas concretos y complejos. Es también el
edu.uy lugar del diálogo con saberes construidos fuera del campo científico establecido. Repensar
de este modo la institución universitaria requiere de esfuerzos organizativos complejos,
que al institucionalizarse corren siempre el riego de ritualizarse y neutralizarse.
Citación recomendada
Palabras clave: universidad, integralidad, interdisciplina, saberes.
KAPLÚN, Gabriel (2013).
«La integralidad como
movimiento instituyente en la
Introducción
universidad». En: InterCambios,

E
nº1, marzo. l término integralidad no es sentido de articular— funciones uni-
nuevo en el campo educativo. versitarias, disciplinas y saberes. Esta
Lo que tal vez sea novedoso triple integración no es fácil porque
es el papel que ha empezado a ocu- implica cambios culturales profundos.
par en los procesos de transforma- Implica un cuestionamiento a lo ins-
ción de la educación superior. Pero tituido, a las lógicas dominantes de la
no hay un único sentido atribuido al institución universitaria.
término. Tradicionalmente alude a la Cabe aclarar que utilizo aquí el
necesidad de recuperar para la edu- término institución en el sentido que
cación dimensiones perdidas o desva- le dan Lourau (2001) o Schvarstein
lorizadas: además de lo intelectual y (2000), como lógicas reguladoras del
cognitivo, incluir también lo afectivo, comportamiento social que estable-
lo artístico, lo ético, lo físico-corporal. cen prescripciones y prohibiciones —
En una perspectiva actual, una mira- lo que se puede y lo que no se puede
da como de la Edgard Morin (2001) hacer—, así como roles articulados
conecta con esta tradición. Los «siete —padres-hijos en la institución fami-
saberes necesarios para la educación liar, docentes-estudiantes en la edu-
del futuro» la retoman en la perspec- cativa, etc.—. Las organizaciones, por
tiva de la complejidad. Aunque no su parte, son expresiones concretas de
sean necesariamente estos los térmi- las instituciones en la vida social. En
nos centrales que animan el debate a este marco conceptual la universidad
nivel universitario, no dejan de estar es una institución y la Universidad de
también presentes, como veremos. la República, por ejemplo, una orga-
En el caso de la universidad, a mi nización. En todas las instituciones
juicio el concepto alude sobre todo conviven elementos de conservación
a tres cuestiones que tienden a con- de lo establecido y fuerzas de cambio,
verger. Se trata de integrar —en el coexiste lo instituido con múltiples

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instituyentes posibles, que muestran rizos (Escobar, 2007). La relación con los problemas que se pretenden resolver
impulsos de transformación más o otros sujetos y saberes «no científicos» y la determinación de los criterios de re-
menos explícitos o latentes. —otro de los movimientos de la in- levancia de estos son el resultado de un
En esta perspectiva es que entiendo tegralidad— puede ayudar a abrir los acuerdo entre investigadores y usuarios.
que la integralidad constituye un mo- límites de lo pensable, lo investigable, Es un conocimiento transdisciplinar que
vimiento instituyente. El término mo- lo conocible. por su propia contextualización obliga
vimiento tiene aquí una connotación La segunda cuestión —conoci- a un diálogo o confrontación con otros
institucional más que organizacional. miento para qué y para quién— pue- tipos de conocimiento, lo que lo convierte
Me refiero a los desplazamientos posi- de resolverse con una pretendida internamente en más heterogéneo y más
bles, deseados y a veces logrados de la neutralidad o con el reconocimiento adecuado para ser producido en sistemas
institución universitaria desde algunos de que todo conocimiento tiene un abiertos menos perennes y de organiza-
lugares en los que está instalada hacia interés, toda razón es razón decidida ción menos rígida y jerárquica.Todas las
otros nuevos. (Habermas, 1982). La razón instru- distinciones en las que se apoya el cono-
En lo que sigue intentaré mostrar mental positivista, que convierte todo cimiento universitario son cuestionadas
esos movimientos, revisando en cada problema en problema técnico, no se por el conocimiento pluriuniversitario y
caso de qué instituido parte y qué ins- plantea esta cuestión, que sí aparece en el fondo es la propia relación entre
tituyente propone. En primer lugar en las perspectivas emancipatorias y ciencia y sociedad la que está cuestiona-
el movimiento por separado de cada críticas. Sin embargo también el pen- da. La sociedad deja de ser un objeto de
una de las tres funciones universitarias. samiento crítico «criado» en las uni- las interpelaciones de la ciencia, para ser
Luego las propuestas de rearticulación versidades corre el riesgo de quedarse ella misma sujeto de interpelaciones a la
entre las tres. Finalmente los nuevos en la crítica sin propuestas. Será mu- ciencia (Santos, 2010: 25-26).
vínculos entre disciplinas y saberes, chas veces en el contacto directo con Y es también a partir de ese contacto
que ponen en cuestión a unas y otros.1 el mundo de la vida, con los sufri- que toma más fuerza la discusión sobre
mientos concretos frente a los cuales el cómo de la producción de conoci-
los lejanos horizontes críticos no bas- mientos. Especialmente la separación
Investigación o producción tan, que surjan perspectivas capaces entre sujeto y objeto de investigación,
de conocimientos de criticar sin desertar, de afirmar sin que las ciencias sociales han intenta-
ser cómplices del statu quo (Santos, do copiar mal a las naturales. Frente a
Un primer movimiento útil para re- 1998). Ese contacto es también parte ello surgen otras propuestas, como la
pensar la investigación es recordar lo de las propuestas de integralidad. Es investigación-implicación (Gaulejac,
que aparece siempre como su finali- allí donde los para quién del conoci- 1993; Rhéaume, 1996), que recono-
dad: la producción de conocimientos. miento se vuelven inevitables, donde ce la inevitable —y necesaria— im-
Y, a partir de allí, plantearse preguntas el paper para los colegas resulta insu- plicación del investigador en lo que
básicas: conocimientos sobre qué, para ficiente. Es de ese contacto de donde intenta conocer y apuesta a la pro-
qué y para quién, producidos cómo. surge lo que Santos llama el conoci- ducción grupal de conocimientos y a
La primera pregunta —conoci- miento pluriuniversitario. las estrategias «clínicas», conociendo a
mientos sobre qué— plantea la cues- El conocimiento universitario […] fue partir de la intervención. O también
tión de los límites de lo pensable. Con a lo largo del siglo XX un conocimiento la investigación-acción participativa
frecuencia hay problemas que no se predominantemente disciplinar, cuya au- (Fals Borda, 1991; Villasante, 2006),
plantean como tales, cuestiones que tonomía impuso un proceso de produc- que apuesta a la producción colectiva
no se problematizan. La cuestión del ción relativamente descontextualizado de conocimientos de y para la trans-
desarrollo, por ejemplo, suele ser de con relación a las necesidades del mun- formación social, en la que el investi-
las que quedan fuera de esos límites. do cotidiano de las sociedades. Según la gador es principalmente un animador
Se trata de conocer para comprender lógica de este proceso, son los investiga- de esos procesos. O las perspectivas
el cómo del desarrollo, superar los dores quienes determinan los problemas de la enacción (Varela, 1996), que re-
obstáculos que lo impiden, etcétera. científicos que deben resolverse, definen conocen el papel del cuerpo en los
Rara vez, en cambio, para cuestionar las relevancias y establecen las metodo- procesos de conocimiento.
la propia idea de desarrollo como ho- logías y los ritmos de investigación. […]
rizonte social deseable. Esos cuestio- el conocimiento pluriuniversitario es un Enseñanza o aprendizajes
namientos han surgido generalmente conocimiento contextual en la medida en
fuera del sistema de investigación es- que el principio organizador de su pro- ¿Qué se enseña y cómo se enseña en
tablecido, de eso que llamamos cien- ducción es la aplicación que se le puede las universidades? ¿Qué se aprende y
cia: de pueblos originarios y saberes dar. Como esa aplicación ocurre extra- cómo?
populares, o de pensamientos fronte- muros, la iniciativa de la formulación de Una primera respuesta es que, en

1 Retomo varios aspectos de un texto anterior (Kaplún, 2005), actualizándolos y dialogando con otros más recientes.

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principio, se enseña lo que se sabe. Y de la enseñanza: ayudar a aprender. La tedad de información disponible sin
lo que se sabe y se enseña suele ser cuestión del aprendizaje parece poco mediación docente. El aprendizaje
mucho más el producto de textos y pensada en las instituciones educati- es, además, un proceso reconstruc-
enseñanzas recibidas de otros que de vas en general y en las universidades tivo político (Demo, 2001: 310), en
la producción propia de conocimien- en particular. Con el fácil recurso de cuanto se aprende a favor o en con-
tos. Porque todo lo dicho en el apar- hablar de «procesos de enseñanza- tra de algo, se aprende para algo: para
tado anterior requiere una salvedad: aprendizaje» se olvida que se trata de cambiar el mundo en alguna medida
son muchos los universitarios que in- procesos diferentes, que tienen lógicas o para mantenerlo como está.
vestigan poco o nada, que reproducen distintas. Tanto que es posible apren- La integralidad implica un despla-
pero no producen conocimientos. der sin que nadie enseñe y enseñar zamiento del formato del aula como
Esto acentúa un problema que sin que nadie aprenda. Esto último único espacio concebido para el
Chevalard (1997) ha descrito como la es particularmente desolador para los aprendizaje a la existencia de múlti-
diferencia que se produce entre el sa- docentes. A pesar de la insistencia so- ples espacios, muchos de ellos fuera
ber académico y el saber didactizado, bre el aprendizaje significativo (Ausubel del aula (Romano, 2011). La integra-
el saber que se enseña. Este último es y otros, 1987), las aulas parecen ser un lidad puede contribuir mucho a la re-
siempre diferente del saber académi- espacio muy poco significativo. Varias cuperación del sentido del aprender,
co, en cuanto está sujeto a opciones veces hemos pedido a grupos de es- porque promueve situaciones en las
didácticas y condicionantes insti- tudiantes y docentes universitarios que se aprende a partir de problemas
tucionales: qué se dice y qué no, en que recuerden experiencias fuertes de concretos y complejos, no didactiza-
qué orden se presenta, son decisiones aprendizaje: momentos de la vida en dos pero con sentido para quienes los
que toman el docente o la institu- que sintieron que aprendían mucho. viven. El deseo es el principal motor
ción mediante la construcción de los En la inmensa mayoría de los casos las de los aprendizajes: deseo de saber y
currículos y las opciones metodoló- experiencias recordadas no tienen que conocer, de comprender y transfor-
gicas. Pero cuando estos docentes e ver con los espacios educativos institu- mar. Un deseo que es sistemática-
instituciones tienen una relación muy cionales sino con otros ámbitos (fami- mente ahogado cuando se aprende
indirecta con el conocimiento aca- liares, comunitarios, etc.). Las aulas son solo para salvar exámenes, sin el desa-
démico y no participan ellos mismos el lugar al que «se va a aprender», pero fío de la vida social concreta. Por eso
en su creación, esta distancia suele todos sentimos que los aprendizajes la relación entre enseñanza y exten-
acentuarse. Hay entonces un riesgo más importantes pasan por otro lado. sión puede ser clave. O, mejor, entre
mayor de que los conocimientos sean Desde los trabajos de Vygotsky aprendizaje e interacción social.
presentados de un modo ahistórico y (1979), Piaget (1975), Bruner (1984)
acrítico, sin una adecuada ubicación o Freire (1980) mucho se ha insistido
geopolítica, sin referencia a los con- sobre el carácter re-constructivo del Extensión o interacción
textos en que fueron producidos, las aprendizaje. Todo proceso de apren- social
necesidades que buscaban satisfacer, dizaje, para ser tal, implica un descu-
los problemas que querían resolver. brimiento personal, una construc- Si la investigación tiene poco lugar
Fácilmente se aceptará a los «autores ción y reconstrucción propia, que en la vida de los docentes, la exten-
conocidos» como los únicos existen- puede ser apoyada desde fuera por la sión suele ocupar un lugar aún me-
tes o, más frecuentemente, se usará tarea docente, pero que es antes que nor. La cenicienta de la vida univer-
la versión predidactizada de los ma- nada un proceso activo y endógeno, sitaria será, sin embargo, central en el
nuales para enseñarlos. En cualquier que implica poner en juego conoci- movimiento de la integralidad.
caso, tanto docentes como estudian- mientos anteriores para construir a Pero el término extensión resulta
tes se asoman muy escasamente a los partir de ellos o a partir de su cues- problemático y conviene problema-
procesos de investigación, que apare- tionamiento, pero siempre a partir tizarlo. La extensión, planteaba Frei-
cen como una caja negra de la que de su deconstrucción (Pillar Grossi, re, refleja generalmente la pretensión
ya salió un conocimiento verdadero 1994). Es también un proceso social, de «extender» las cualidades de algo
y autosuficiente. La integralidad, en en cuanto se aprende solo, pero so- —la institución universitaria, por
este sentido, pondrá el acento en la bre todo se aprende con los otros: los ejemplo—, consideradas superiores, a
imprescindible articulación entre en- docentes, sí, pero también los pares, sujetos que no las tienen, sustituyen-
señanza e investigación. O, más bien, que comparten saberes próximos y a do sus conocimientos «vulgares» por
entre aprendizaje y producción de la vez diferentes. Promover procesos otros «correctos». Sustituyendo una
conocimiento. individuales y colectivos de construc- forma de conocimiento no científico
Las universidades y los sistemas es- ción de conocimientos, más que de por otra considerada mejor, el cono-
colarizados en general han hecho de la transmisión de conocimientos, es co- cimiento científico (Freire, 1991: 24-
enseñanza su foco principal, pero con herente con estas perspectivas y se ha 27). El «equívoco gnoseológico de
frecuencia parecen olvidar el sentido vuelto aún más decisivo ante la vas- la extensión» parte de la base de que

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los conocimientos de los campesinos colaboración entre actores universitarios ta, propiamente una universidad, sino
—en el caso que analiza—, asociados y no universitarios, en formas tales que apenas un centro de enseñanza, solo
a su acción cotidiana en su realidad todos los actores involucrados aportan diferenciado del nivel básico o me-
concreta, deben ser reemplazados sus respectivos saberes y aprenden en dio por el tipo de conocimientos que
por otros, los que el extensionista un proceso interactivo orientado a la ex- transmite. Cuando se pone el centro
trae, provenientes de un conocimien- pansión de la cultura y a la utilización a la investigación la universidad puede
to científico universal, elaborado en socialmente valiosa del conocimiento con verse como una institución que pro-
otro lugar: la academia, la universidad, prioridad a los sectores más postergados. duce conocimientos que enseña a sus
la ciencia. La extensión no propone Desde todas las disciplinas y tradiciones alumnos y «extiende» a la sociedad.
un diálogo entre estas dos formas de académicas se puede contribuir a impul- La integralidad es un movimiento
conocimiento, sino la imposición de sar formas de la extensión con tales ca- que, sin descuidar los aprendizajes y la
uno sobre otro. Por ello Freire (1991: racterísticas, y estrechamente vinculadas producción de conocimiento, pone a
21) caracteriza al extensionismo tanto con la enseñanza activa como con la extensión en el centro de las fun-
como un proceso de invasión cultu- la auténtica creación de conocimientos. ciones universitarias. O, mejor dicho,
ral. Y ya desde el título propone otra Así repensada, la extensión se con- pone a la interacción con la sociedad
forma de pensar la relación entre téc- vierte también en un rico espacio como el motor de la vida universitaria.
nicos y campesinos: «¿extensión o co- de aprendizaje. Una oportunidad de Propone que es a partir de la interac-
municación?». Si la extensión como encontrarse con la complejidad de ción con la sociedad que se genera el
invasión cultural parte de una teoría la vida, en la que los problemas di- núcleo central de las agendas de inves-
de la acción basada en la antidialogui- fícilmente son abordables desde una tigación y es con los actores sociales
cidad (Freire, 1991: 41), de lo que se única perspectiva, desde una sola dis- —y no solo sobre ellos— que se in-
trata es de apelar a una teoría de la ac- ciplina y mirada. Es por eso también vestiga. Las múltiples formas de inte-
ción basada en la dialoguicidad, en el que los espacios de interacción uni- racción con la sociedad son también
diálogo de saberes diferentes. Como versidad-sociedad suelen ser espacios oportunidades de aprendizaje parti-
veremos, esto también forma parte de construcción interdisciplinaria, cularmente significativas, porque po-
del movimiento de la integralidad. otro de los movimientos promovidos nen a docentes y estudiantes univer-
Repensar la extensión requiere en- por la integralidad. sitarios frente a problemas concretos y
tonces revisar su sesgo de imposición complejos, obligan a poner en juego
cultural y pensarla más bien como in- múltiples conocimientos que, de otro
teracción social. Para ello vale la pena Rearticular la universidad modo, suelen quedar desarticulados en
recuperar otro aspecto de la rica tradi- los procesos de enseñanza-transmisión.
ción latinoamericana de la extensión, Así (re)pensadas la enseñanza, la in- La integralidad es, entonces, un
que se construyó en torno a la idea vestigación y la extensión —la pro- esfuerzo por imaginar y construir
de compromiso de la universidad y ducción de conocimientos, el apren- la universidad como una institución
los universitarios con los sectores ex- dizaje y la interacción con la socie- que, a partir de la relación con la so-
cluidos y con la transformación de la dad—, podemos también pensar su ciedad de la que forma parte y en diá-
sociedad. En esta perspectiva la exten- articulación de otro modo. logo con ella, produce conocimientos
sión se relaciona también con la inves- Hay dos modos tradicionales de que contribuyen a su transformación.
tigación, porque se vuelve necesario concebir la relación entre las tres fun- En esos procesos los universitarios
comprender los problemas sociales ciones universitarias. Una pone a la aprenden investigando e intervinien-
concretos con los sujetos que los vi- enseñanza en el centro, la otra a la do y se transforman también ellos y
ven, en vez de «transferirles» conoci- investigación. En ambas la extensión la institución.
mientos ya producidos.Y cuestiona la viene después. Las universidades pue- Pero la interacción con la sociedad
lógica de producción-aplicación téc- den y suelen concebirse como insti- puede ser jugada también en clave
nica de conocimientos, que antepone tuciones de enseñanza que, cuando de mercado. Son muchas las univer-
el know how técnico al ético, refuerza pueden, suman tareas de investiga- sidades que, en esa otra perspectiva,
las relaciones de poder entre quienes ción y extensión. La investigación da investigan lo que el mercado les pide
poseen el conocimiento y quienes no prestigio y enriquece lo que se en- y financia; que se vinculan con las
lo tienen, desprecia los saberes locales seña. La extensión es una manera de empresas para establecer espacios de
o los lee solo como resistencia a mini- ejercer la «responsabilidad social» de práctica que buscan principalmente
mizar (Santos, 1996: 19). Repensar la la universidad, enseñando a los que la inserción y adaptación temprana
extensión es, entonces, repensar toda menos (conocimientos) tienen. de los estudiantes al mercado de tra-
la relación universidad-sociedad. O, Un segundo modo de concebir esta bajo. En la tradición latinoamericana
como lo plantea Arocena (2011: 12): relación pone en el centro a la inves- de la extensión universitaria se insis-
Concebimos a la extensión universita- tigación. Una universidad que no in- te, en cambio, en una relación privi-
ria como el conjunto de actividades de vestiga no es, desde este punto de vis- legiada con los sectores populares y

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en una perspectiva crítica y transfor- rar el vínculo entre las partes y las to- armando los espacios disciplinarios.
madora de la sociedad. Esta perspec- talidades y debe dar paso a un modo Aunque de modo incipiente, todo
tiva no niega la utilidad —más aún: de conocimiento capaz de aprehender ello tiende a poner en cuestión un
la necesidad— de un acercamiento los objetos en sus contextos, sus com- modelo de trabajo científico basado en
al mundo del trabajo y las empresas. plejidades y sus conjuntos». las disciplinas. En esa lógica los proble-
Pero lo hace con perspectiva crítica: El movimiento de la integralidad, al mas de investigación suelen surgir del
no se trata solo de facilitar la adap- construir las agendas de investigación propio «desarrollo de las ciencias»: del
tación de los estudiantes al mercado, a partir del diálogo con la sociedad, «estado del arte» en tal o cual cuestión,
sino también de generar alternativas convoca también a encuentros inter- que justifica una propuesta de investi-
para los modos de trabajar y producir. disciplinarios. Esto abre potencialida- gación a partir de un vacío detectado.
En esta perspectiva, la responsabilidad des nuevas a la producción de cono- Pero estos vacíos, así detectados, no es-
social universitaria se expresa más en cimientos, al aprendizaje mutuo entre tán en el vacío: se enmarcan, con mayor
esta capacidad crítica que en el acer- quienes se han formado o se están o menor ajuste, dentro de alguna de las
camiento esporádico y asistencialista a formando en disciplinas diferentes y a disciplinas existentes. Disciplinas que
los «necesitados». la intervención social crítica. establecen límites a lo que es posible
La curricularización de la extensión, Pero este movimiento es muy difícil pensar a partir de sus categorías con-
el aprendizaje en torno a proyectos y en una universidad y un campo cien- ceptuales y de su lenguaje, de sus su-
problemas, la investigación-acción tífico construidos en torno a las dis- puestos y métodos consagrados. Estos
participativa son, desde distintos án- ciplinas. Con frecuencia no pasamos límites son precisamente los que dan
gulos, modos de abordar esta articu- de esfuerzos multidisciplinarios, más identidad al campo disciplinario, vol-
lación de funciones. Todas ellas, a su raramente construimos interdiscipli- viéndolo inteligible y manejable para
vez, conducen a plantearse los otros na, y quedan pendientes los desafíos sus practicantes. A medida que estas
dos abordajes de la integralidad: inte- de la transdisciplinariedad, el abordaje seguridades crecen tiende a olvidarse
gración de disciplinas y de saberes. complejo de la complejidad. el origen de la creación del campo, el
Suelen ser los espacios académicos recorte efectuado por la disciplina para
más nuevos los más propicios para leer el mundo.
Interdisciplina, el encuentro interdisciplinario: al no En el caso de las ciencias sociales, por
indisciplinamiento e contar inicialmente con disciplina ejemplo, suele olvidarse que las cinco
propia, se nutren de algunas de las ya disciplinas centrales que surgieron en
integración de saberes existentes y a veces logran hibrida- siglo XIX —historia, economía, so-
ciones o fertilizaciones mutuas entre ciología, ciencia política y antropolo-
El diálogo entre disciplinas en pro- ellas. Pero suelen aspirar a construir su gía— nacieron y se desarrollaron en
cesos de investigación aparece hoy propia disciplina, conscientes de que, cinco países: Alemania, Francia, Italia,
como cada vez más necesario fren- sin ello, mantendrán un papel de se- Inglaterra y Estados Unidos. No por
te a problemas que no pueden verse gunda en el escenario académico. Es casualidad son los mismos países que
desde una única disciplina… es decir, el caso de mi propio campo de tra- dieron origen a los modelos univer-
frente a casi todos los problemas re- bajo, el de la comunicación, lugar de sitarios que sirvieron de base para la
levantes actuales. Del cambio climáti- encuentro de las ciencias sociales, las creación de la mayoría de las univer-
co a las profundas desigualdades que artes y las tecnologías, que pugna, tal sidades en el mundo occidental (Bari-
persisten en nuestras sociedades, de la vez inútilmente, por construir la co- chello, 2001: 39). En esa misma época
crisis de la educación media al miedo municología. y lugares se establecieron los límites
en las grandes ciudades, no hay pro- Otro espacio propicio para la inter- entre las ciencias naturales, las ciencias
blema al que una disciplina pueda dar disciplina son los estudios de cuarto sociales y las humanidades como tres
respuestas por sí sola. Como plantean nivel. En los últimos años, junto con culturas diferenciadas del quehacer
Tommasino y Rodríguez (2011: 30), las tradicionales maestrías y doctora- intelectual (Wallerstein, 1996).
«la realidad es “per se” indisciplinada dos disciplinarios, aparecen los pos- Este origen local ha quedado
y esta condición nos impone prácticas grados en torno a temas y problemas: oculto tras la pretensión de univer-
al menos interdisciplinarias si lo que se «Infancia y políticas públicas», «De- salidad de estas disciplinas —y de
pretende es su aprensión para la trans- sarrollo rural sustentable», «Mane- sus derivaciones y combinaciones
formación». O, en palabras de Edgard jo costero», «Conflicto, territorio y posteriores—. Parecemos creer que
Morin (2001: 10): «la supremacía de cultura».2 Este movimiento, a su vez, estos aparatos epistémicos son inde-
un conocimiento fragmentado según tiende a «bajar» hacia los estudios de pendientes del lugar y las circunstan-
las disciplinas impide, a menudo, ope- grado, agregándose, fusionando o des- cias en que nacieron, de los hombres

2 Los tres primeros casos corresponden a posgrados de la Universidad de la República, el último a la Universidad Surcolombiana (Neiva,
Colombia).

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que les dieron origen y de los fines La ecología de saberes es una profun- • La flexibilización de los planes de
que perseguían, y que, por lo tanto, dización de la investigación-acción. Es estudio incluyendo múltiples espa-
podemos usarlos con cualquier fin algo que implica una revolución episte- cios de formación fuera del aula.
y en cualquier otro lugar y circuns- mológica en el seno de la universidad •  Los esfuerzos de renovación pe-
tancia. Estas ciencias aparecen como […] La ecología de saberes es, por así dagógica con instrumentos tales
ya construidas, y los países del Tercer decir, una forma de extensión en senti- como el aprendizaje basado en
Mundo debemos limitarnos a «usar- do contrario, desde afuera hacia adentro problemas y proyectos, la rearticu-
las», cuando no a ser objeto de co- de la universidad. Consiste en la pro- lación a nivel del currículum de las
nocimiento de los científicos de los moción de diálogos entre el saber cien- relaciones teoría-práctica y hacer-
países centrales. tífico y humanístico que la universidad saber (Barato, 2005).
Por eso, junto con el necesario en- produce y los saberes legos, populares, •  La generación de múltiples estí-
cuentro interdisciplinario, tal vez sea tradicionales, urbanos, campesinos, pro- mulos para la confluencia interdis-
necesario un esfuerzo de «indiscipli- vincianos, de culturas no occidentales ciplinaria, como el Espacio Interdis-
namiento», en el sentido de cuestio- (indígenas, de origen africano, oriental, ciplinario o los fondos concursables
nar las propias disciplinas, historizán- etc.) que circulan en la sociedad. […] interservicios.
dolas y localizándolas, reconocién- Comienza a ser socialmente perceptible •  Fondos concursables para inves-
dolas como formas de producción que la universidad, al especializarse en tigaciones conjuntas con sectores
de conocimientos de cierto tiempo el conocimiento científico y al conside- productivos, mecanismos de cons-
y lugar. Reconocer el eurocentris- rarlo la única forma de conocimiento vá- trucción de demandas de investiga-
mo y admitir que hay otras formas de lido, contribuyó activamente a la desca- ción en sectores productivos (como
producción de conocimiento, que no lificación e inclusive a la destrucción de las jornadas Ancap-UdelaR).
encuadran en lo que llamamos «cien- mucho conocimiento no científico y con • El Programa de Apoyo a la Inves-
cia» pero que pueden ser capaces de eso, contribuyó a la marginalización de tigación Estudiantil.
proporcionar saberes necesarios para los grupos sociales que solamente dispo- Cada estrategia e instrumento tiene
la vida, que la ciencia occidental ha nían de esas formas de conocimiento. Es potencialidades y riesgos que se prue-
olvidado o nunca supo. decir, que la injusticia social contiene en ba en la práctica. La potencialidad co-
Esto lleva a la tercera cuestión de la su seno una injusticia cognitiva. mún es contribuir al desplazamiento,
integralidad: la integración de sabe- La integralidad es entonces, también, al movimiento institucional. Los ries-
res. Ello requiere partir del recono- un movimiento de integración de dis- gos más habituales son la ritualización
cimiento de que hay saberes válidos ciplinas y saberes. y la reducción del movimiento a un
y socialmente necesarios generados espacio limitado, dificultando la trans-
fuera del ámbito académico con los versalización. Así, por ejemplo, los es-
que los que los universitarios pueden Organizando el movimiento pacios de formación integral pueden
—y muchas veces deberían— dia- ser, sin desearlo, un modo de reducir la
logar. Para entender lo que con fre- Como dije al comienzo, este conjunto integralidad a esos espacios sin alterar
cuencia no permite ver la mirada dis- de movimientos, de instituyentes po- el conjunto de las prácticas docentes
ciplinaria y disciplinada, fragmentada sibles, no necesariamente constituyen y estudiantiles. O la curriculariza-
y analítica de las ciencias. El diálogo un organizante, un esfuerzo sistemá- ción puede recapturar a la extensión
con esos otros saberes puede, con tico de transformación de las organi- para los formatos existentes (Romano,
frecuencia, acercar a la comprensión zaciones universitarias concretas. Pero 2011: 95). O el trabajo en proyectos
de la complejidad. Por otro lado, este existen también, y son obviamente puede volverse un ritual vacío, en el
diálogo se hace necesario si se quiere necesarios, esos esfuerzos sistemáticos. que la formalización en objetivos y
producir conocimientos socialmente En nuestra Universidad de la Repú- metas ahogue la riqueza de los proce-
apropiables, capaces de integrarse a blica, por ejemplo, constituyen uno de sos sociales en los que busca intervenir.
las prácticas sociales y no solamen- los ejes de lo que se ha llamado «se- Estos riesgos son, en el fondo, los de
te circular en el mundo académico. gunda reforma universitaria». la institucionalización, riesgos típicos
Desde los saberes tradicionales sobre En ese marco se han ido constru- de todo movimiento instituyente. Vale
medicina y agricultura hasta los sa- yendo una serie de estrategias e ins- la pena correrlos aun sabiendo que los
beres obreros sobre la tecnología y el trumentos que buscan estimular los desplazamientos serán probablemente
trabajo, hay mucho que los univer- diversos movimientos propuestos por siempre menores de lo deseado. La or-
sitarios pueden aprender, y también la integralidad. Por ejemplo, en la ganización del deseo tiene siempre este
mucho que pueden aportar, siempre Universidad de la República: componente paradójico y tan necesario
que acepten desafiarse y desafiar, dia- • La curricularización de la exten- cuando se trata del esfuerzo por cam-
logar con otros. En términos de San- sión, los Espacios de Formación biar instituciones tan pesadas como la
tos (2010), podemos hablar de «eco- Integral y las prácticas integrales universidad y organizaciones tan resis-
logía de saberes»: (UdelaR, 2010). tentes al cambio como las universidades.

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LA INTEGRALIDAD COMO MOVIMIENTO INSTITUYENTE EN LA UNIVERSIDAD 51

Referencias bibliográficas
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VOL. 1 Nº 1 . ISSN 2301 - 0118

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