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Promoción Del Autocuidado Desde El Cuerpo
Promoción Del Autocuidado Desde El Cuerpo
REVISORES:
Debora Waceols
Moisés Morán Ocampo
Claudia I. Martínez Medrano
CONTENIDO
Susana García Medrano
REVISIONES
Debora Waceols
Moisés Morán Ocampo
Claudia I. Martínez Medrano
DIRECTORIO
CORRECCIÓN DE ESTILO
Rocío Sánchez
DISEÑO
Carlos Fernández Moreno
PRÓLOGO 7
IV. ANEXOS 77
Danza movimiento terapia y el patrón de movimiento 79
Cuadro de registro de esfuerzos del movimiento 82
La bioenergética y los desbloqueos corporales 83
BIBLIOGRAFÍA COMPLETA 87
AGRADECIMIENTOS 91
Prólogo
Equidad de Género: Ciudadanía, Trabajo y Familia es una organización civil fundada en 1996
para promover la igualdad entre mujeres y hombres, mediante el desarrollo e incorporación
de propuestas de políticas públicas con enfoque género, el fortalecimiento del liderazgo y la
participación ciudadana de las mujeres en todos los ámbitos de la vida política y social del país.
Como parte de nuestra trayectoria hemos impartido capacitación en instituciones de los tres
niveles de gobierno y también en otras organizaciones civiles. En este andar nos hemos dado
cuenta de cómo el desgaste profesional puede llegar a representar un obstáculo en el desem-
peño de nuestra labor.
En este sentido, desde 2006 empezamos a incluir en nuestros talleres algunas herramientas
de autocuidado personal para los equipos de profesionales con los cuales trabajamos y hemos
obtenido excelentes resultados, así como retroalimentación favorecedora.
El trabajo empezó como respuesta a nuestras propias necesidades y, de forma más intuitiva, se
ha ido especializando y robusteciendo, lo cual nos permite hacer una propuesta que queremos
compartir con otras colegas tanto en México como en otras partes de América Latina.
Estamos convencidas de que sumando esfuerzos y propuestas podremos abonar cada vez más
para tener una cultura institucional, social y personal de cuidado, empezando por nosotras mismas.
Las personas que dedican la vida profesional y/o laboral a la promoción y defensa de los dere-
chos humanos se enfrentan constantemente a situaciones de estrés y frustración relacionadas
con su trabajo. Las actividades cotidianas que deben realizar pueden implicar estar en contacto
con experiencias traumáticas que dejan huellas en la salud en cualquiera de sus áreas.
El hecho de que el personal tanto de organizaciones civiles como de instituciones de gobierno tenga
y obstaculiza la posibilidad de llegar a acuerdos dentro de los equipos, o bien, con otras entidades.
Por estas razones creemos que es necesario investigar más sobre los riesgos que implica este
trabajo, documentarlos para crear estrategias de prevención institucionales y apostar social e
individualmente por una cultura de autocuidado y del cuidado entre los equipos.
Los valores que prevalecen en un sistema capitalista invisibilizan la salud (no se plantea como
las prioridades. Si partimos de que el trabajo que se realiza es estresante e implica riesgos, es
necesario que institucional e individualmente se procuren acciones tendientes al cuidado de
la salud.
En las últimas décadas, tanto en México como en otros países, se han diseñado y publi-
cado modelos de autocuidado y cuidado entre los equipos, intentando que el tema sea
retomado por las instituciones. Sin embargo, aún falta investigación relativa a cómo cada
trabajo afecta a cada persona de forma diferente. Por ejemplo, suponemos que implica
más estrés y riesgo trabajar en la promoción y vigilancia de los derechos humanos, el
acompañamiento a familiares de desaparecidos, víctimas de trata, tortura o secuestros o
víctimas de violencia sexual que realizar tareas de investigación, documentación, análisis
de información, evaluación o elaboración de proyectos, pero nos hacen falta estudios que
lo comprueben.
Establecer una política de cuidado de los equipos desde las instituciones y de autocuidado por
parte de las personas requiere compromisos en dos sentidos. Por un lado, las entidades deben
comprometerse a incorporar políticas saludables considerando el desgaste que implican las
labores que cada persona desempeña; por el otro, se requiere de profesionales conscientes del
nivel de desgaste que implica su trabajo y la necesidad de poner límites, respetar sus horarios
de ocio y descanso y de comprometerse a incluir hábitos saludables en su vida.
Partiendo de todo lo anterior, la información y el taller propuestos en este manual harán que se
convierta en un recurso de mucha utilidad si se le considera al menos en las siguientes vertientes:
4) Puede ser un material que brinde información acerca de las ventajas de incluir en la
vida diaria ejercicios corporales sencillos que ayudan a mantener la salud o incrementar la
La primera parte del manual aborda aspectos relacionados con el desgaste que se produce en
burnout y la trauma-
tización vicaria. Cuando las personas se informan de que muchos de los síntomas que tienen
son producto de un desgaste debido a las labores que realizan, que hay mucha más gente con
síntomas parecidos y que es algo muy común y por ello se ha estudiado, se suele incrementar
el nivel de angustia. Sin embargo, también encuentran una explicación a los padecimientos
que tienen y aprenden que pueden tomar parte activa en la superación de esos síntomas. Es
por ello que se incluye este apartado en el manual, con el objetivo de que cada facilitadora o
facilitador evalúe la pertinencia de presentar la información al grupo.1
La segunda parte del manual ofrece información sobre autocuidado y sobre la importancia de
incorporar activa y conscientemente el cuerpo en movimiento en el desarrollo de sus estra-
tegias de cuidado. Se ofrece una descripción de las habilidades que se pretenden desarrollar.
Si se piensa en el manual como propuesta de taller, esta sección servirá para que quien esté
1 Mi experiencia como facilitadora en estos temas me permite sostener, por lo menos hasta ahora, que es muy útil que las personas
conozcan o repasen información sobre el síndrome de burnout y sobre la traumatización vicaria. El hecho de que la gente conozca esta
información y evalúe su propio nivel de desgaste con la escala de Maslach, si bien realmente aumenta el nivel de angustia, también
angustia producto de la toma de consciencia sobre sus hábitos dentro y fuera del trabajo. Una vez que esta angustia pasa, comúnmente
la gente está lista para recibir y aprender información sobre las diferentes formas que tienen de cuidar de sí mismas/os.
La tercera parte contiene una propuesta de taller de 16 horas organizado en cuatro módulos de
cuatro horas que se pueden adaptar de acuerdo a las necesidades de cada grupo. Si se tienen
claras las habilidades a desarrollar, es posible incluso diseñar ejercicios de una hora. El taller
está diseñado de esta forma pensando en que pueda ser adaptado a las condiciones de cada
grupo y de las/los facilitadoras/es, una carta temática con la propuesta de taller de 16 horas y
también la descripción de los ejercicios.
Probablemente el primer paso para incorporar en el día a día prácticas de autocuidado sea
reconocer la vulnerabilidad y los límites personales. Cuando nos damos cuenta de que no so-
mos invencibles, que necesitamos descanso y apoyo de otras personas, estamos en mejores
condiciones para comprometernos con las prácticas de cuidado de la propia salud.
Las investigaciones alrededor del estrés, el burnout y la traumatización vicaria ofrecen un mar-
co sólido que permite entender el fenómeno como algo político, que obedece a aspectos más
globales que la salud individual. Entender dichos aspectos ayudará a focalizar y ubicar, en pri-
mer lugar, el nivel de desgaste de cada persona y de los equipos de profesionales.
ESTRÉS
externas que rebasan las capacidades de las personas. Inicialmente, el estrés es una respuesta
-
y creativa, ya sea cognitiva, emocional o físicamente para resolver la situación que genera la
tensión. Esta manera de reaccionar al estrés de forma positiva para el organismo se llama eustres
(Araujo, s/f; Leka, 2004).
Sin embargo, cuando el organismo está sometido de forma constante a situaciones estresan-
tes, es decir, a situaciones agobiantes que rebasan su capacidad de respuesta, los mismos
organismo; a esto se denomina distres (Araujo, s/f; Leka, 2004; Cano, 2002).
Cuando los factores desencadenantes del estrés son constantes y la presión es excesiva res-
pecto a los recursos de afrontamiento que se poseen, se desarrollan reacciones adaptativas
-
den ser percibidas por el ser humano y otras quedan ocultas a la consciencia pero igual ocurren
Los síntomas más frecuentes son: taquicardia, insomnio, alteración del apetito, ansiedad, cansan-
cio permanente, agotamiento físico, falta de concentración y de rendimiento, rigidez muscular,
dolor intenso de cabeza, hipoxia aparente (sensación de falta de aire), trastornos emocionales (al-
teraciones del humor, irritabilidad), pérdida de la capacidad para la socialización, pupilas dilatadas
(Araujo, s/f; Cano, 2002).
Además de producir ansiedad, el estrés puede también generar enojo (irritabilidad, ira, odio),
tristeza/depresión, miedo, entre otras manifestaciones emocionales. Estar sometido de forma
constante o intensa a situaciones estresantes puede afectar la salud de las personas merman-
do el desempeño académico o profesional, las relaciones de pareja o la sexualidad, o bien,
producir enfermedades físicas o desórdenes mentales (Araujo, s/f; Cano, 2002).
En situaciones de estrés el cuerpo activa una serie de reacciones a la que algunos autores de-
nominan sistema de lucha o huida (Araujo, s/f; Uvnäs, 2009). Esta respuesta ha sido vastamente
estudiada y documentada en la práctica médica y en la psicológica (no así el sistema contrario,
que tiene que ver con la calma y el contacto, del cual se hablará en el apartado de autocuidado).
Todo lo que se activa en el organismo lo prepara para defenderse o huir y ponerse a salvo.
-
po y de la mente; la reacción del cerebro es preparar al cuerpo para la acción defensiva. El sistema
nervioso se despierta liberando hormonas para activar los sentidos, tensar los músculos, acelerar el
pulso y profundizar la respiración. Esta respuesta (de lucha o huida) es importante porque nos ayuda
a defendernos contra situaciones amenazantes. (Araujo, s/f, p. 2)
Si se piensa en la convivencia laboral, cuando las personas están sometidas a fuertes niveles
de estrés de forma más o menos permanente, quiere decir que son personas que mantienen
activado el sistema del estrés y, por lo tanto, su organismo está constantemente luchando o
ESTRÉS LABORAL
Cuando las personas experimentan estrés dentro de su esfera laboral, con frecuencia mani-
(de acuerdo con sus habilidades para manejarlo), con frecuencia se agrava cuando se tiene la
puede agravar si la persona considera que no tiene control sobre su trabajo, la forma de resol-
ver problemas o las exigencias a las que se está expuesto. (Leka, 2004)
-
nizaciones de la sociedad civil (OSC) o en instituciones que trabajan en sectores de servicios y
atención, vale la pena tener en cuenta la diferencia entre la presión producto del trabajo (que
puede incluso ser positiva en algunas circunstancias) y la presión que puede generar desgaste
y estrés en las y los profesionales.
Dadas las exigencias del mercado laboral en una cultura capitalista2, en las instituciones de
gobierno y las organizaciones de la sociedad civil tenemos la tendencia a aceptar más proyec-
tos de los que somos capaces de realizar en una jornada de trabajo de 40 horas a la semana,
hay que cumplir metas establecidas por políticas públicas que no reconocen las condiciones en
que las personas realizan sus labores. Tener cierto nivel de presión en el trabajo puede favo-
recer el desarrollo de respuestas creativas, brindar motivación y energía si dentro existe buen
ambiente y si los equipos tienen buena comunicación, buena distribución de tareas, claridad
en los límites personales y colectivos, etcétera. Sin embargo, cuando la presión es excesiva o
difícil de controlar se produce lo contrario: se genera estrés que redunda en una disminución de
Hoy día existe un rotundo convencimiento de que las características organizacionales y laborales tie-
nen una clara incidencia sobre la salud mental de los trabajadores. (Rubio, 2003, p. 15)
Investigaciones en el Reino Unido revelan que uno de cada seis trabajadoras o trabajadores
está en tratamiento de problemas de salud mental como ansiedad, estrés o depresión. El tra-
-
ros o las deudas (Mind for better mental health, s/f).
2 Además de androcéntrica, misógina y positivista. Todo ello implica una sobrevaloración de la rapidez, el corto plazo y el pensamiento
SÍNDROME DE BURNOUT
actividad laboral, como consecuencias del contacto diario con el trabajo” (Gil Monte, 2005, p.55).
En 1976, Christina Maslach profundiza desde la psicología social y aporta un instrumento tipo
inventario (MBI o Maslach Burnout Inventory bur-
nout en las y los profesionales.
La conceptualización del síndrome desarrollada por Maslach y Jackson, que es la más extendi-
da, abarca tres dimensiones (Savio, 2008):
Agotamiento físico y emocional: La trabajadora o trabajador siente que sus recursos afectivos han
sido superados por el estrés producido por el contacto diario con las personas que reciben direc-
tamente su servicio, lo que lleva a un cambio en la percepción, afectos y trato hacia los clientes.
Baja realización personal: La trabajadora o trabajador evalúa de forma negativa su labor, lo cual
afecta su autoconcepto, su autoestima y las relaciones con los demás.
3 Para la elaboración del presente manual se realizó una búsqueda exhaustiva en internet y se enviaron correos electrónicos solicitando
información a diversas dependencias mexicanas respecto al estrés laboral en trabajadoras y trabajadores en el país. Ninguna de las
búsquedas arrojó resultados, salvo el que se cita por parte de la aseguradora GNP.
impacto social del quehacer de este sector de profesionales. No hay que perder de vista que este
síndrome se origina en el trabajo, no en la persona, por ello hay que buscar ahí, en el entorno
psicosocial, los elementos que generan su aparición (Gil-Monte, 2006).
Si bien el síndrome se genera en el ámbito laboral, no todas las personas lo desarrollan y quie-
nes lo hacen no lo experimentan de la misma forma o en el mismo momento. Las personas
somos producto de todas nuestras interacciones. Se han categorizado algunos factores de
Factores laborales:
Sobrecarga de trabajo. Tener más responsabilidades que aquellas que es posible cubrir en
un turno laboral de ocho horas diarias y que implique que las o los profesionales trabajen
forma regular.
Malas condiciones de trabajo. Por ejemplo, bajos salarios, condiciones materiales inade-
cuadas e inseguridad física.
-
ciente o nula comunicación tanto horizontal como vertical.
Turno laboral. Los horarios incómodos y los turnos prolongados pueden llevar a la apari-
ción del síndrome, aunque tampoco hay consenso con respecto a este factor.
Factores personales:
Edad. En los primeros años de la carrera profesional hay más vulnerabilidad ya que es el
periodo en el que se produce la transición de las expectativas idealistas hacia la práctica
Género. Las mujeres son más vulnerables por la doble jornada que conlleva la práctica
profesional y las tareas familiares.
Estado civil. Aunque se ha asociado el síndrome más con las personas que no tienen pa-
reja estable, no hay un acuerdo unánime. Parece ser que las personas solteras tienen más
cansancio emocional, menor realización personal y mayor despersonalización que aquellas
que están casadas o conviven con una pareja estable. Esto podría estar asociado con una
Mala alimentación
Sedentarismo
Perfeccionismo
Competitividad y ambición
El desarrollo del síndrome es el resultado de una interacción entre el sujeto y su entorno (Gil
Etapa de idealismo y entusiasmo: La persona posee un alto nivel de energía para el trabajo, ex-
pectativas poco realistas y aún no sabe lo que puede alcanzar con él. Se involucra demasiado y
Etapa de estancamiento: Inicia una toma de conciencia y percepción de la realidad que supone
una disminución de las actividades desarrolladas, se pierden el idealismo y el entusiasmo. Hay
un largo período entre lo ofrecido y la recompensa recibida. La persona empieza a reconocer
que su vida necesita algunos cambios, que incluyen necesariamente el ámbito profesional.
Etapa de apatía: Es la fase central del síndrome de burnout. Aquí ocurre la primera manifes-
tación del síndrome. La frustración de las expectativas lleva a la persona a la paralización de
sus actividades, desarrollando apatía y falta de interés. Aparecen cuestionamientos profundos
y el inicio de la desmotivación. Empiezan a surgir los problemas emocionales, conductuales y
físicos. Una de las respuestas comunes en esta fase es la tentativa de retirada de la situación
frustrante. Se evita el contacto con los compañeros, hay faltas al trabajo y en muchas ocasio-
nes se da el abandono de este y, en los casos más extremos, de la profesión. Estos comporta-
mientos empiezan a volverse constantes abriendo el camino para la última etapa del burnout,
la del distanciamiento.
Las manifestaciones del síndrome son variadas y se pueden dividir en rubros para entender
mejor el impacto tan grande que tiene en la salud de las y los profesionales, y también en el
trabajo. La siguiente descripción fue hecha en 2001 por Da Silva.
Psicosomáticos:
Clima laboral: Baja productividad laboral y descenso en la calidad de los servicios que se
Presencia de tácticas para evitar situaciones desagradables (bajas por enfermedad, retardos)
que suelen derivar en un bajo rendimiento y, como medida más extrema, en el ausentismo
laboral. Pérdida de interés por las personas, falta de energía en el trabajo. Reacción cínica de
T R AU M AT I Z AC I Ó N V I C A R I A
Como se ha visto en apartados anteriores, el contacto con otras personas como forma de traba-
jo puede generar desgaste y afectar la salud de los equipos de profesionales. Además, cuando
el contacto es con situaciones traumáticas o de vulneración de derechos fundamentales, las
personas que brindan atención o acompañamiento pueden experimentar traumatización vicaria
o desgaste por empatía. Tal es el caso de quienes trabajan con víctimas de algún tipo de expe-
riencia traumática como violencia (en cualquiera de sus formas: física, sexual, trata, secuestro,
tortura) o enfermedades terminales.
El desgate emocional es cualitativamente más intenso en profesionales que trabajan con víctimas de
violencia o victimarios, convirtiéndolos así en equipos del alto riesgo. Implica estar expuesto en mayor
grado a las consecuencias del desgaste emocional. (Waceols, 2011)
Se denomina traumatización o victimización vicaria al “contagio” de los síntomas. Las y los profe-
sionales empiezan a experimentar en carne propia, en su propio cuerpo (algunos o muchos) los
síntomas de los que escuchan hablar. La victimización vicaria son los efectos que trae el ser testigo
de situaciones de vulnerabilidad y riesgo de otras personas. Aun cuando la experiencia traumática
no haya ocurrido en el cuerpo de las y los profesionales, escuchar y ver a la otra persona activa
circuitos neuronales (neuronas espejo) que resultan en la vivencia “como si” les hubiese ocurrido.
Las ideas anteriores, que generalmente son inconscientes, se rompen o afectan al vivir una
experiencia traumática de forma tal que se generan fuertes sentimientos de impotencia, fra-
Los efectos cognitivos del desgaste por empatía incluyen una disminución de la capacidad de
concentración, baja autoestima, apatía, negatividad, pensamientos de daño hacia sí mismo y
los otros, despersonalización y preocupación con el trauma. Emocionalmente se puede expe-
rimentar impotencia, enojo intenso, miedo, culpa por ser sobreviviente, depresión, altibajos
mal humor, alteraciones del sueño, pesadillas, hipervigilancia, mayor propensión a accidentar-
se y tendencia a perder cosas (Waceols, 2011).
Los efectos de la traumatización vicaria suelen ser minimizados o negados por las y los pro-
fesionales. Con frecuencia se encubren, niegan o minimizan los riesgos y los efectos de la
profesión, lo cual se traduce en la naturalización o la invisibilización de los efectos, o bien, se
Cuando no hay claridad en los motivos por los cuales las y los profesionales ven afectada su
-
teger su salud mental.
Falsa sensación de invulnerabilidad. Consiste en creer que historias como las que escu-
chan les ocurren a otras personas, pero nunca a sí mismas o a sus familiares. Esta sensación
falsa de fortaleza permite no sentir tristeza o miedo.
lo que ocurre (disociar). De esta forma podrá graduar el impacto emocional y la desorganiza-
ción ansiosa que suele ocasionar el relato de escenas traumáticas y, en consecuencia, evitar el
aumento de ansiedad que no permita operar e intervenir (Cavagnis, s/f).
Si las y los profesionales han experimentado algún tipo de evento traumatizante en su vida y no
lo han procesado, su vivencia puede emerger, sea de forma consciente o no, cuando escuchan
a las usuarias/os o víctimas y afectar en su labor. No todas las y los profesionales son impac-
tados de la misma forma por las experiencias de las que son testigos. El riesgo obedece a una
trama compleja de relaciones y variables donde intervienen factores personales, grupales (en
caso de trabajar en equipo), institucionales y culturales. De ahí que la atención de la salud in-
tegral de las y los profesionales se vuelve un imperativo que las instituciones u organizaciones
deben atender como parte de sus políticas internas.
Se debe reconocer que existe una motivación y efectos positivos de trabajar con víctimas de
traumas que tienen que ver con la posibilidad real de ayudar, lo cual, en sí mismo, se convierte
en un aspecto nutritivo que mitiga los impactos negativos. A ello se le denomina satisfacción por
empatía (Waceols, 2011).
AUTOCUIDADO
Las y los activistas y profesionales que trabajan con personas en temas relacionados con la sa-
lud instan con frecuencia a las personas a cuidar de sí mismas (poniendo el énfasis en diferentes
aspectos: salud mental, salud integral, salud sexual y reproductiva, social) y muy pocas veces
son capaces de seguir la línea de lo que promueven. Las y los trabajadores creen (más o menos
profundamente) en lo que plantean y cuentan con la información necesaria para poner en prác-
tica acciones tendientes al cuidado de su salud. Sin embargo, las prácticas laborales intensas, la
demanda constante de terminar cosas urgentes, el ritmo de vida tan acelerado de las ciudades
y la falta de una cultura del cuidado obstaculizan que personas con información puedan poner
su salud en primer plano.
Esta forma de proceder está tan arraigada en el deber ser que parece normal trabajar más de 40
cierto es que no es posible mantener un ritmo de vida como el descrito antes y al mismo tiempo
articulados mientras el actuar les contradice todo el tiempo: pueden hablar de la importancia
de ir a revisiones médicas y al mismo tiempo estar posponiendo la propia por sentir que no se
tiene tiempo.
Para seguir con su labor es imprescindible que las y los profesionales cambien la forma en que
ven el trabajo y la vida, que hagan una jerarquización de valores y, por lo tanto, del tiempo,
sea prioridad. Cuando las personas están sanas, tranquilas y sienten mayor vitalidad, tienen un
-
mas y las relaciones interpersonales también son más sanas y productivas. Diferentes empresas
exitosas alrededor del mundo incorporan prácticas y tareas de autocuidado entre sus trabaja-
dores porque saben que si las personas gozan de buena salud tendrán un mejor rendimiento.
En el caso de las organizaciones civiles o de instituciones de gobierno, el objetivo no será ganar
más dinero, pero sí ofrecer servicios de mayor calidad.
calidad de vida, tomando en cuenta factores físicos, emocionales y sociales. La capacidad que
una persona tiene de cuidar de sí misma depende de factores socioculturales, económicos,
patrones familiares y la historia personal (Arenas, Hernández, Valdez y Bonilla; 2004).
el autocuidado como “las prácticas cotidianas y a las decisiones sobre ellas, que realiza una
persona, familia o grupo para cuidar de su salud; estas prácticas son ‘destrezas’ aprendidas a
través de toda la vida, de uso continuo, que se emplean por libre decisión, con el propósito de
fortalecer o restablecer la salud y prevenir la enfermedad; ellas responden a la capacidad de
supervivencia y a las prácticas habituales de la cultura a la que se pertenece”.
El autocuidado como concepto ha sido abordado desde diversas disciplinas. Algunos artículos
a un tratamiento hospitalario que puede ser llevado desde casa. También se le concibe como
el conjunto de acciones concretas que deben llevar a cabo pacientes concretos (curaciones,
dietas, hábitos de higiene o movilidad).
La psicología lo ha relacionado con las concepciones que cada persona tiene sobre su sa-
lud y su relación con su autoconcepto. En términos más amplios, como un asunto de salud
-
como un conjunto de prácticas en las que participan individuos y grupos (familia, amigas/os,
vecinas/os) y que van desde un diagnóstico hasta la atención o curación de padecimientos
concretos que pueden ser tratados con medicina alópata (automedicación), medicina tradi-
cional o remedios caseros o la realización de variadas actividades físicas (Berenzon, Saave-
dra y Alanís; 2009).
-
cipalmente individual. Si bien se destaca la intervención de algunos grupos sociales como
los consejos o cuidados de la familia o amigos, no se contemplan los compromisos que ins-
titucionalmente se deben procurar para asegurar que el ambiente y las actividades propias
del trabajo no impliquen un desgaste que deteriore la salud de trabajadoras y trabajadores.
Las instituciones deben contemplar que estas actividades implican riesgos en la salud mental
de trabajadoras y trabajadores para crear los mecanismos necesarios para proteger la salud
y promover el autocuidado. Este, además de una decisión personal para cuidar la salud evi-
denciada en la realización de diversas tareas, debe ser también una decisión institucional que
vigile la salud de mujeres y hombres desde las diferentes afectaciones que puede tener cada
tipo de trabajo.
En este sentido, vale la pena tomar en cuenta lo que Tobón Correa postula como ejes básicos
del autocuidado (Tobón, s/f):
El autocuidado es un acto de vida que permite a las personas convertirse en sujetos de sus
propias acciones. Por lo tanto, es un proceso voluntario de la persona para consigo misma.
El autocuidado tiene un carácter social, puesto que implica cierto grado de conocimiento
y elaboración de un saber y da lugar a interrelaciones.
personas siempre las desarrollan con la certeza de que mejorarán su nivel de salud.
Favorecer la salud integral requiere la incorporación de prácticas igualmente integrales. Hay do-
cumentadas experiencias para favorecer el autocuidado y la salud con personal que atiende a
víctimas de violencia (Waceols, 2011; Claramunt, 1999), personal de medicina o enfermería o
personal docente (Rubio, 2003). Estas propuestas suelen centrar su trabajo en la prevención del
El presente manual tiene como estrategia de promoción del autocuidado el cuerpo en movi-
miento, entendiendo el cuerpo como un todo integrado que es a la vez contenedor y continen-
te de lo que somos, de toda nuestra existencia.
Cada vez con más fuerza las psicoterapias corporales y las creativas, como la danza movimiento
terapia4 y la musicoterapia, dan cuenta de la importancia de trabajar con todo el ser y ello implica
nuestro cuerpo y la forma en que nos movemos. Trabajar integrando el cuerpo y su movimien-
to ayuda al desbloqueo físico que a su vez facilita la apertura a nivel psicológico y, por otro
lado, a través de la experimentación favorece aprendizajes más profundos.
El aprendizaje de la conciencia del cuerpo en movimiento dentro del ambiente tiene una pertinencia po-
tencial en todos los campos disciplinarios que tiene que ver con la existencia humana, ya sea que se trate
de las artes, la salud física y psicológica, el desempeño deportivo y la creatividad, el bienestar y la calidad
Diversas experiencias han documentado las ventajas del trabajo psicoeducativo desde el cuer-
po en el mejoramiento de la salud y en el incremento de la sensación subjetiva de bienestar, así
como un aumento en la calidad de vida.
4 El término “danza movimiento terapia” es una traducción literal de su nombre en inglés dance movement therapy. Aunque la traduc-
ción no es del todo acertada en idioma español, se conserva el nombre original por ser así que se reconoce en España y América Latina.
grupos y de cada persona en sí misma (Lynn, 2001; Seibel, 2008; Gordon-Giles y Zidan, 2009);
incrementa la consciencia corporal y el autoconocimiento (Lynn, 2001; Gordon-Giles y Zidan,
2009); mejora la comunicación dentro de un grupo (Seibel, 2008); incrementa la sensación
subjetiva de bienestar promoviendo sensaciones como alegría, libertad y relajación (Seibel,
2008; Lynn, 2001; Koch, 2008), y disminuye los prejuicios, la hostilidad y el sarcasmo al interior
de los grupos (Gordon-Giles y Zidan, 2009; Seibel, 2008).
La danza movimiento terapia persigue la curación de las personas a través de la expresión y co-
-
zación emocional. A través del movimiento las personas pueden dotar de sentido sus experiencias
y sanar aquellos aspectos bloqueados o lastimados (Koch & Fischman, 2011). La danza, en cual-
quiera de sus manifestaciones, es una forma de expresión de estados internos. Los seres humanos
la hemos empleado en rituales de curación, de socialización o de transición (Panhofer, 2005).
El movimiento en sí mismo favorece la salud de las personas pues genera una serie de sus-
tancias en el cuerpo que permiten la reparación del mismo y aumenta la sensación de energía
y bienestar. “…(L)a actividad física practicada con regularidad reduce el riesgo de cardiopatías
coronarias y accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, hipertensión, cáncer de colon,
cáncer de mama y depresión. Además, la actividad física es un factor determinante en el con-
sumo de energía, por lo que es fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control
del peso” (OMS, 2010, Pág. 10).
Diversas investigaciones revelan que el movimiento tiene relación con la producción de oxito-
-
nución del estrés, la ansiedad y la depresión (Uvnäs, 2009).
Producto de nuestra historia de vida, las personas aprendemos a movernos de forma con-
creta. No es azaroso, sino un proceso de aprendizaje inconsciente que dura años, a eso las
danzaterapeutas le llaman patrón de movimiento. El patrón de movimiento es el conjunto de
cualidades que cada persona desarrolla y las que tiene inhibidas. Si el patrón de movimiento
es muy restringido terminará generando desarmonía en la expresión del ser entero. A medida
que los cambios en el movimiento se hacen conscientes y se expande la capacidad de mover-
se diferente, la expresión de las emociones, estados de ánimo, actitudes e ideas también se
Para lograr que los movimientos sean más conscientes, se requiere desarrollar una conscien-
Las tensiones musculares revelan cargas energéticas reprimidas de forma inconsciente, al ex-
presarlas a través de la danza, el movimiento consciente o algunos tipos de masajes, se remue-
ven los bloqueos y cargas ayudando al cuerpo a encontrar un nuevo y más sano acomodo. El
trabajo psicoeducativo que parte del movimiento corporal favorece que las personas se hagan
conscientes de su patrón de movimiento, sus bloqueos corporales y que incrementen su cons-
ciencia corporal para poder expresarse más espontáneamente y de acuerdo a sus sensaciones
-
sos que aparecen en su cuerpo y logren expresarlos a través del movimiento, están también
liberando las tensiones acumuladas, el cuerpo toma un nuevo acomodo y progresivamente
puede ir aprendiendo una nueva forma de funcionar.
La siguiente sección hace una breve presentación de las habilidades que se pretende promo-
ver a lo largo del taller, así la facilitadora o el facilitador a cargo tendrá mayores elementos para
hacer las adaptaciones que considere pertinentes a partir de las necesidades y características
de cada grupo.
LA RESPIRACIÓN
¿Qué es?
La respiración es un proceso corporal a través del cual intercambiamos oxígeno por dióxido de
carbono con el exterior. Así obtenemos el oxígeno que nuestros órganos internos y músculos
requieren para hacer las diversas funciones que les corresponden.
El impacto que la respiración tiene en nuestra vida es muy grande: corrientes médicas, psico-
lógicas o espirituales han basado o iniciado su trabajo en la forma en que respiramos.
volumen o el tiempo entre lo que se inhala y exhala, haciendo apneas entre tiempos, etcétera.
Son muchas las variaciones que se pueden hacer, para ello conviene estudiar la anatomía invo-
lucrada (huesos, músculos, órganos, articulaciones). Finalmente, vale la pena señalar que con
frecuencia las personas no desarrollamos consciencia sobre todo lo que está involucrado en la
respiración y sus efectos, la musculatura implicada se puede ir haciendo más rígida, tanto con
-
ración para lograr ciertos estados, sin embargo, si el cuerpo se encuentra rígido o en una mala
vértebras o que el diafragma esté rígido o que haya una mala postura que no permita que el
aire entre libremente, etcétera. Es conveniente que quienes trabajan con grupos aprendan la
Todas las personas desarrollamos patrones respiratorios de acuerdo con nuestras experiencias
y momentos vitales. En la medida en que podamos desarrollar más capacidades en nuestra
respiración podremos tener acceso fácilmente a estados emocionales concretos y el cuerpo
La consciencia en la respiración se puede promover al pedir que las personas cambien la zona
del cuerpo que involucran. Lo más fácil de distinguir es cambiar de una respiración que lleva el
y la exhalación por nariz o boca, los tiempos, las velocidades y la cantidad de aire involucrada.
Es importante tener en cuenta que cuando aumente la velocidad y la cantidad de aire que
se inhala puede generarse una sensación de mareo, si es muy intensa puede incluso generar
un desmayo. Para evitarlo es importante que la gente esté pendiente de lo que le va ocu-
rriendo y pare en el momento que sienta necesario hacerlo. Si alguien percibe que se está
mareando debe sentarse, apoyar bien los pies en el suelo y hacer arraigo, bien a solas o con
ayuda de alguien (ver pág. 69).
Referencias de lecturas
Calais-Germain, Blandine. La respiración, anatomía para el movimiento. Tomo IV. Ed. La liebre
de marzo. España, 2005.
¿Qué es?
prácticas milenarias como la medicina china y otras más producto de los avances en la ciencia
Las psicoterapias que involucran al cuerpo como forma de trabajo, como la psicoterapia cor-
más fácil reconocer los límites y las necesidades, tenemos mayor claridad de aquello que nos
daña o lo que nos hace crecer.
Desarrollar estrategias de autocuidado que logren permear en la vida diaria atraviesa necesa-
riamente por aprender a escuchar el cuerpo, tener consciencia de todo nuestro ser que incluye
ideas, sentimientos e impulsos, para intentar tomar decisiones que fomenten la salud integral
y, por lo tanto, el autocuidado.
Los estiramientos lentos y sutiles aportan mucha información. Aprender a moverse según los
musculatura, la respiración, el dolor y el placer que se puede percibir al moverse. Para desa-
rrollar consciencia al estirarse es necesario poner la mayor atención posible en las sensaciones
sutiles que van apareciendo. Por otro lado, tocarse con mayor o menor fuerza, balancearse,
cambiar o desplazar el peso de un pie a otro, entre otras acciones, permite también incremen-
tar la consciencia del cuerpo. Tal consciencia se logra a través de los cambios en las calidades
y acciones del movimiento. Es a través de la variación del movimiento y poniendo toda la
atención en las diferentes sensaciones que se despiertan que aprendemos de nuestros estados
internos generados (o despertados) con los diferentes movimientos.
Escuchar el ritmo cardiaco, la respiración, los movimientos intestinales e intentar sentir los
órganos internos es una fuente valiosa de conocimiento que permite tener una escucha activa
de lo que va pasando dentro del cuerpo.
Prestar atención al tipo de pensamientos que se suelen tener y sus efectos en el estado de
ánimo y en las sensaciones es otra forma de desarrollar la consciencia corporal. Observar sin
juicios al pensamiento y estar consciente de los efectos que ocurren en la salud resulta una
fuente vasta de conocimiento corporal.
Referencias de lecturas
Yoly, Ivan.
movimiento. Ed. UNAM. México, 2008.
AT E N C I Ó N P L E N A
¿Qué es?
La atención plena es una habilidad que puede desarrollarse a través de prácticas de medita-
ción. Consiste en observar todo lo que ocurre con todo el ser involucrado. Va mucho más allá
de mirar algo o enfocar la atención en algo (ya sea interno o externo); es más parecido a una
actitud en la cual se presta toda la atención a todo lo que ocurre, observando tal cual es, sin
poner nombres, etiquetas o juicios, solo siendo consciente de lo que hay y en el momento pre-
sente. La atención plena es una experiencia que se vive con todo el ser, no está determinada
por el pensamiento lógico pues es pre-simbólica, eso quiere decir que se percibe sin juicios,
Para entenderlo puede servir imaginar la diferencia entre una experiencia y las palabras que inten-
tan explicarla. Las palabras son sólo la forma de nombrar la experiencia pero no son la experiencia
en sí misma; una experiencia no puede sino percibirse a través de los sentidos. La atención plena
es una experiencia sutil en la cual se percibe el presente con todos los sentidos involucrados.
Al desarrollar una actitud de atención plena, de observación sin juicio o crítica, sin condenas
-
sente, en lo que va ocurriendo momento a momento sin detenerse (apegarse), ya sea porque
se pretende prolongar un momento o sensación de bienestar o porque se rechaza el malestar.
Cuando se desarrolla esta habilidad se puede, entonces, aceptar y vivir plenamente la expe-
riencia misma como un fenómeno vital del cual solo hay que percatarse, sin tomar partido,
sin comparar, se observa todo como si ocurriera por primera vez. El apego a estados que son
naturalmente transitorios impide vivir de forma plena cada experiencia que se va presentando
en la vida, de tal forma que se obstaculiza la vida misma.
Cuando se centra la atención en el presente es posible ver (sin juzgar) la forma en que selec-
cionamos aquello a lo que nos apegamos, reduciendo así la capacidad de experimentar más
cosas. Por ejemplo, ante una situación sorpresiva (como la visita de alguien inesperado) alguna
persona podría sentirse contenta, otra persona podría sentirse angustiada y tal vez alguna más
se sienta molesta; si la selección de tales estados emocionales se repite frecuentemente en la
vida de cada una de esas personas, podemos pensar que tienen apego a una emoción concre-
ta. Al reaccionar con la misma emoción a diferentes experiencias se pierde la posibilidad de
experimentar una situación tal como es.
La atención plena nos sirve para conocer y aprender de la propia experiencia, pensamientos
y sensaciones. Nos permite darnos cuenta cómo nuestros pensamientos y la forma en que
decidimos pensar nos puede ayudar a sentirnos mejor o nos puede enfermar.
Desarrollar la atención plena es una habilidad que nos permite tener consciencia clara sobre
la forma en que decidimos pensar, el tipo de pensamientos a los cuales nos apegamos y
cómo ello favorece o no nuestra salud y, por lo tanto, nuestro cuidado. Es claro que hay per-
sonas cuya actitud en la vida obedece a un patrón, por ejemplo, hay quienes se relacionan
más a través del enojo o del miedo y muchas de sus experiencias son vistas a través de tales
emociones. En un sentido diferente, hay quienes se apegan a emociones de alegría o afecto,
una de las experiencias que conforman la vida es una habilidad muy importante para estar
en equilibrio y saludables. En el taller no pretendemos que la gente se apegue a sensaciones
placenteras pues eso es sólo parte de la vida. Aprender a cuidarse implica saber y aceptar
que la vida tiene diferentes momentos y que es importante estar, sentirlos y experimentarlos
todos, momento a momento.
Poner la atención en la respiración, solo en cómo se está respirando, sin intentar cambiarla
o hacer algo concreto, únicamente en cómo es. Comúnmente la atención se desviará hacía
otras cosas; al percatarse de eso hay que regresar la atención a la respiración.
Genepola, B. “Atención plena y consciencia”. Revista En tiempo presente. Invierno 2012, año 21, No. 82.
http://loreniapa.com/resources/
MOVIMIENTO
¿Qué es?
Si no pudiésemos movernos, literalmente, no podríamos vivir. Los seres vivos estamos en cons-
tante movimiento, tanto para desplazarnos y vincularnos como al interior de cada organismo
para desarrollar las funciones vitales. Desarrollar consciencia de nuestro movimiento y de la re-
lación que este tiene con la salud es básico en la generación de estrategias de autocuidado.
Observar el cuerpo y el movimiento nos da mucha información acerca de quiénes y cómo so-
El patrón de movimiento de una persona puede ser descrito a partir de los esfuerzos que
las zonas del cuerpo, de esta forma nos aseguramos de que todas las personas en algún
momento reforzarán sus movimientos más familiares y también pondrán en práctica los que
no lo son.
En el cuerpo está almacenada toda nuestra historia; nuestras memorias y experiencias se alo-
jan en nuestro ser completo. Tenemos acceso a algunas experiencias a través de la consciencia
y a otras no, sin embargo, en el cuerpo están nuestras experiencias y memorias corporales a
las cuales podemos tener acceso a través del movimiento y la consciencia corporal.
En el taller también se sugieren ejercicios de movimiento a través del baile. Bailar genera
sensaciones de bienestar que suelen repercutir en un mejor estado de ánimo, reduce el
estrés e incrementa la vitalidad. A través del baile libre (no estereotipado) promoveremos
que las personas se sientan con más alegría y fuerza para realizar sus actividades cotidianas
dentro y fuera del trabajo.
un minuto por segmento. Si es posible, detenerse más tiempo en cada segmento es mejor,
pero siempre con cuidado de cubrirlos todos. La mayor parte de la gente acumula tensión
en la parte alta de la espalda, mandíbula, pelvis y ojos, así que hacer ejercicios de moviliza-
ción de estas zonas es muy útil.
La música facilita la realización de diversos movimientos. Durante el taller hay que tener
lista música que favorezca cada uno de los esfuerzos. Sirve alternar diferentes ritmos para
asegurar que todos los esfuerzos se ponen en práctica.
Referencias de lecturas
¿Qué es?
Las personas realizamos cada día diversas actividades y tareas que implican un gasto ener-
gético. Durante el descanso y el sueño el cuerpo puede reponerse y equilibrarse. Aun cuando
es un saber de lo más simple, parece que la forma en que organizamos la vida hace que nos
olvidemos muy rápido de que para cumplir con nuestras tareas es necesario reponer la energía
que gastamos en ellas.
Existen a la fecha múltiples investigaciones que hablan del uso del tiempo, de cómo se invierte
el tiempo de ocio, de la importancia del descanso, de la calidad de vida y cómo todo ello re-
percute en la salud. No es la función de este apartado exponer estas investigaciones, sin em-
bargo, vale la pena hacer referencia a la cantidad de actividades y tareas (laborales, familiares,
sociales o incluso para mantener la salud como ejercicio o dietas) que nos ponemos cada día
y, en contrapartida, el poco tiempo que damos para relajarnos, dormir, descansar y reponer el
desgaste energético.
diferentes actividades realizadas. Mientras dormimos el cuerpo inhibe funciones bajando casi
por completo el trabajo de los músculos, se reduce la necesidad de oxígeno y nutrientes y dis-
minuyen el riego sanguíneo, la frecuencia cardiaca y la respiratoria; de esta forma los órganos
recuperan su rendimiento y el cuerpo en su conjunto se recarga de energía.
vida se van deteriorando. No es posible determinar si una persona que no duerme bien se
enferma o el no dormir bien es consecuencia de alguna enfermedad, sin embargo, lo que es
su energía tiene menor calidad de vida. Hay investigaciones que asocian la falta de sueño y
descanso con diversas enfermedades médicas y trastornos psicológicos (Miro, Cano-Lozano
y Bulea-Casal; 2005).
No todas las personas requieren el mismo tiempo de sueño para reponerse, tampoco precisa-
mos dormir el mismo tiempo durante toda la vida. En la infancia se requieren más horas de sueño
que en la edad adulta, por ejemplo, y alguien que realiza más actividad física requiere también de
más horas de sueño en comparación con alguien que tiene una vida más sedentaria. En términos
generales se puede hablar de cuatro patrones de sueño: corto (personas que duermen alrededor
de cuatro o cinco horas), largo (personas que duermen más de ocho o nueve horas), intermedio
(entre siete y ocho horas) e irregular (personas que tienen un patrón de sueño inconsistente).
riesgo de padecer depresión o ansiedad; problemas de abuso de drogas, alcohol o nicotina; al-
Cuidar el sueño y el descanso debe contemplar también aspectos ambientales como una cama
27 grados), una habitación oscura (la luz activa sistemas en el cerebro que no permiten el des-
canso), silencio (el ruido perturba la posibilidad de tener un sueño profundo), ropa cómoda y
no tener una cena pesada antes de ir a dormir.
Al revisar todas estas diferencias y analizar la forma en que normalmente dormimos y des-
cansamos podremos encontrar aspectos que tienen que ver con nuestra salud y, por lo tanto,
con el cuidado que nos procuramos.
Partimos del hecho de que las y los profesionales que laboran en atención de otras personas
suelen tener cargas de trabajo exhaustivas que dejan poco tiempo para reponer la energía inver-
tida. En general se duerme poco y se tiene una vida muy sedentaria. En el taller de autocuidado
se promoverá que las personas se relajen y descansen, al mismo tiempo que se procurará que se
muevan activamente para que puedan dormir con mayor facilidad el periodo que dura el taller.
Cuando una persona tiene mayor actividad física requiere más horas de sueño. Al contem-
plar actividades en movimiento (sobre todo el movimiento que implica mucha energía), lo-
gramos un balance entre el cansancio mental y el físico, ello facilita tener un sueño más
reparador por las noches.
Antes de comenzar cada sesión del taller se debe dar tiempo y espacio al descanso. Puede
ser justo al iniciar el taller cada mañana, o bien, después de la comida; se deben consi-
Como facilitadoras y facilitadores debemos estar muy pendientes del cansancio de los grupos
y de la necesidad apremiante de descanso que tiene casi toda la gente. No es nada extraño
ver talleres o programas educativos saturados de actividades e información, completamente
inútiles con grupos de gente cansada cuya capacidad de aprendizaje es muy baja. El taller de
autocuidado tiene justo una lógica contraria, se debe privilegiar el descanso antes que las ac-
tividades programadas, de tal forma que si debe cambiarse la programación con tal de que el
grupo descanse, las facilitadoras o los facilitadores deben tener la disposición y habilidad para
promoverlo, destacando además que es parte del taller mismo. El descanso es un requisito
básico en el autocuidado.
Al iniciar cada sesión se debe abrir un espacio de al menos ocho minutos para que el
grupo esté recostado, todos tapados con mantas, con los ojos cerrados, en silencio y con
la luz apagada. Esta actividad debe ser independiente de los estiramientos y calentamien-
to de un ejercicio.
Después de la comida y antes de iniciar cualquier actividad se pide a las y los participantes que
se recuesten, permanezcan en silencio, se tapen y cierren los ojos. Se apaga la luz y se puede
poner una música de meditación muy suave. Esto se hace por al menos 15 minutos.
El descanso también puede percibirse sin tener que dormir; bajando la intensidad de las acti-
vidades y concentrándose en lo que se hace. Se pueden hacer, por ejemplo, ejercicios de respi-
ración para relajar los músculos.
En general, el taller debe tener un ritmo cómodo, no tanto como para que el grupo no se mueva
Referencias de lecturas
González, I. “El descanso es importante”. En Revista 60 y más. No. 294, Año 2009, Págs. 46-51.
Ministerio de Sanidad y Política Social. Gobierno de España.
CO N TAC TO Y V Í N C U LO
¿Qué es?
Los seres humanos nos construimos como tales a través del contacto y vínculo con otros
seres humanos. Ser seres sociales implica que nuestra identidad y existencia ocurren en
relación con las demás personas. Sería material y psicológicamente imposible sobrevivir sin
contacto humano.
Conocemos el mundo y a otras personas a través de los sentidos, es decir, a través del contac-
to que hacemos con el exterior. El contacto lo establecemos de formas diferentes a partir de
nuestros sentidos: visual, auditivo, sensorial, olfativo y gustativo.
El conocimiento de nosotros mismos dependerá de la imagen que nos devuelven las otras
personas; por ejemplo, el autoconcepto en la infancia se forma a partir de la idea que los adul-
-
nocemos y sabemos de nosotros mismos y esto será siempre en relación con otros: sabemos
que somos inteligentes, amables, tímidos, aventuradas, etcétera, porque lo somos en relación
con otras personas o situaciones que implican personas.
Es, pues, a través del contacto que estamos en y conocemos el mundo, y es a través de él que
-
to y favorecer una sensación de bienestar. Las caricias, los abrazos, las palmadas o los masajes
son sólo algunas formas de contacto físico que suelen expresar emociones de cercanía y afec-
-
niones, la consideración de lo otro, de lo diferente; esto implica contacto, ver y escuchar al otro/a.
de profundizar en el contacto depende de cada persona, no debe ser impuesto o forzado. Las
y los facilitadores a cargo requieren mostrar una actitud respetuosa de los límites de cada
otras personas.
Existen múltiples ejercicios que pueden favorecer el contacto entre el grupo, ya sea visual,
físico o auditivo.
personas, una frente a otra, mirándose a los ojos y cambiar de persona en persona. Vale
la pena señalar que el contacto visual es muy íntimo y puede generar la expresión de di-
versas emociones a través de risa o llanto.
5 El cortisol es una hormona producida por la glándula suprarrenal que se libera en respuesta al estrés y actúa para restablecer el
equilibrio en el cuerpo ante una situación de peligro. Sin embargo, la exposición prolongada a dicha hormona puede generar diver-
osteoporosis, generar problemas gástricos y renales. El cortisol está estrechamente relacionado con la producción de adrenalina, por
El contacto físico se puede hacer también con diferentes ejercicios; el objetivo es que las
personas estén pendientes de sus sensaciones al tocar y ser tocadas. Se pueden hacer ejer-
cicios de masaje de manos, masaje de cabeza, masaje grupal en círculo, masaje de espalda
en parejas, masaje completo en parejas o equipos.
El contacto físico también se puede experimentar a través de materiales que lo medien: telas,
pelotas, resortes (o materiales elásticos), varillas de madera o listones permiten a las personas
jugar con las distancias y los límites. A través de la exploración con los materiales las personas
-
des para pedirlo.
Es muy importante que en cada ejercicio las personas se sientan libres de marcar su propio
límite, esto es algo que debe ser explicitado y favorecido por parte de quien facilita el taller.
Referencias de lecturas
Taller de autocuidado
Taller de autocuidado
P R E S E N TAC I Ó N D E L TA L L E R
El taller de promoción del autocuidado desde el cuerpo es una propuesta psicoeducativa que
de sociedades más sanas. Partimos de la premisa de que personas sanas y felices tienen mayor
posibilidad y capacidad para procurarse relaciones laborales, familiares y sociales más sanas.
Nuestra apuesta ética es que en la medida que las personas tengan una mejor salud impac-
tarán positivamente en la construcción de mejores sociedades, con ciudadanías más activas,
preocupadas y comprometidas con las demás personas y con su entorno.
acuerdo a las necesidades y características de cada grupo e incluso los ejercicios pueden ser
replicados en sesiones individuales. Se pueden aplicar los ejercicios por separado, algunas
sesiones, o bien, el taller completo de acuerdo con los objetivos que cada grupo se proponga.
El objetivo general del taller es incrementar la salud integral y generar una sensación de bienestar
inmediata después de cada sesión en las y los participantes.
Los son:
Consciencia corporal
Duración y estructura del taller: El taller propuesto en este manual tiene una duración de 16
horas divididas en cuatro módulos de cuatro horas. Facilitadoras/es con experiencia en el tra-
bajo vivencial y psicocorporal tienen las habilidades para hacer las adaptaciones pertinentes
de acuerdo a las necesidades de cada grupo. Para ello se pueden apoyar en el apartado de
habilidades a desarrollar de la sección anterior.
Materiales requeridos: Computadora; cañón; hojas blancas; crayones; plumones; lápices; cinta
adhesiva; rotafolios; equipo de sonido; música seleccionada para cada sesión; mantas, colcho-
netas o tapetes de yoga por persona; crema para manos o aceite para masajes; toallitas higié-
nicas desechables; instrumentos musicales o telas de colores y texturas diferentes (al menos
de 1 m2); chocolates; frutas y agua para cada persona.
Condiciones de espacio requeridas: Salón amplio y sin mobiliario (puede ser una sala de danza,
teatro, yoga o actividad similar). Es importante que sea un sitio aislado que permita trabajar
con privacidad y sin interrupciones. Si el espacio tiene una temperatura baja es recomendable
poner calefacción para mantener un clima templado; es importante que las y los asistentes no
tengan frío. La iluminación debe ser lo más parecida a la luz natural (si la iluminación del lugar
es de neón o con focos de luz blanca o azul, se debe considerar utilizar lámparas de luz amarilla
que proporcionen calidez al espacio) y debe estar ventilado.
Método de trabajo
posterior a un ejercicio, sirven para que las y los participantes puedan ahondar en sus opinio-
nes, escuchar a otra(s) persona(s) y procesar en conjunto la experiencia vivida.
Fantasía guiada: Son ejercicios de proyección con guiones diseñados que permiten a las y los par-
ticipantes poner en una historia neutra, detalles personales. Su objetivo es favorecer la proyección
grupo permanecer con los ojos cerrados. Se recomienda que no sea directiva/o para permitir que
Técnicas participativas: Son ejercicios que promueven la participación activa a través de aná-
lisis personales o colectivos. Entre estas se encuentran: lectura comentada y lluvia de ideas.
Se realizará a través del uso de un diario personal en el que las y los par-
ticipantes irán registrando sus emociones y experiencias obtenidas en el taller.
Encuadre
El desarrollo óptimo del taller requiere de acuerdos claros y concretos para que el grupo pue-
El trabajo vivencial desde el cuerpo suele generar resistencias en muchas personas. Además,
es importante recordar que una de las secuelas del síndrome de burnout es una actitud cínica
hacia los ofrecimientos de ayuda, por ello quien está a cargo del taller debe tener muy pre-
sente que en cada grupo con seguridad se va a encontrar con resistencias hacia los ejercicios.
Es útil que durante todo el taller se mantenga una actitud amorosa y de comprensión que invite a
hacer lo que en ese momento pueden hacer; no obstante, hay que llamar la atención acerca del
hecho de que, cualquiera que sea la respuesta de resistencia hacia el movimiento, lo único que
las personas no pueden hacer es permanecer como observadoras del trabajo de las demás. Que
una persona permanezca como observadora sin involucrarse de alguna forma puede incomodar
-
malestar, por lo tanto, a mayor resistencia, mayor rechazo habría hacia el movimiento.
acordar que alguien que falte a más de dos sesiones no podrá permanecer dentro del taller.
Todas las personas participantes deben estar de acuerdo con esto.
El taller está pensado para replicarse con profesionales que trabajan en orga-
nizaciones de la sociedad civil o en instituciones de gobierno dedicadas a la atención o cuidado
de otras personas. Si bien los ejercicios podrían ser replicados con adolescentes, el taller no
cada caso. Es recomendable que todas las personas que toman el taller lo hagan por voluntad
propia, pues alguien que no quiere tomarlo y tiene fuertes resistencias puede ser un obstácu-
grupo. El taller incluye ejercicios en movimiento por lo cual las personas que participan deben
tener disposición y posibilidad de moverse; si dentro del grupo hay alguna persona con alguna
-
cluirla en los ejercicios en movimiento. Dado que el movimiento es la constante en el taller, el
diseño de los ejercicios no está pensando para personas con discapacidades motoras serias o
lesiones en la columna vertebral. Aun cuando, en general, el grado de riesgo de los ejercicios
no es alto, vale la pena preguntar antes del taller si alguien está o ha estado en tratamiento
psiquiátrico. De ser así, deben proporcionar los datos de su psiquiatra o psicoterapeuta, quien
debe estar al tanto del taller. Las facilitadoras o facilitadores deben contactar al especialista
(con autorización de la o el participante) para avisar que en caso de crisis se pondrán en con-
tacto. Todos estos datos deben entregarse antes de iniciar el taller, en la hoja de inscripción.
-
dable que sea una persona que realice algún tipo de ejercicio de forma cotidiana, como danza,
yoga o tai-chi, y alguna forma de meditación.
C A RTA T E M ÁT I C A
SESIÓN 1
Exposición sobre Promover que las y los parti- 30 min Proyector, computadora,
estrés y burnout presentación en Power Point
de desgaste con contenidos del tema
SESIÓN 2
Ejercicio de movi- Suscitar la toma de conciencia 60 min Equipo de sonido, lista de repro-
miento: ampliación del patrón de movimiento ducción con música para cada
del patrón de movi- y ampliarlo esfuerzo de movimiento, fotoco-
miento pias del cuadro de esfuerzos del
movimiento (ver Anexo 2) para
cada persona, lápices
SESIÓN 3
Ejercicio de movi- Promover que las y los parti- 100 min Equipo de sonido, música
miento: ampliación cipantes tomen consciencia que invite a cambiar de planos,
del patrón de movi- de los diferentes niveles, pla- hojas blancas, colores
miento nos y kinesfera en su patrón
de movimiento y lo amplíen
Receso 20 min
Receso 15 min
E J E RC I C I O S P S I CO E D U C AT I VO S
SESIÓN 1
Objetivo: Introducir al grupo a los ejercicios de movimiento y favorecer el desbloqueo del cuerpo.
Materiales: Equipo de sonido, lista de reproducción con música que sube de intensidad y con
tambores, colchonetas y mantas.
Tiempo: 45 minutos
Descripción de la ejecución:
Se pide a las y los participantes que tomen una colchoneta y una manta, busquen un lugar
donde se sientan cómodas/os, se acuesten, se cubran con la manta y cierren los ojos, que
lleven su atención a su respiración buscando estar lo más cómodas/os que les sea posible.
Se les deja en esta posición por cinco minutos.
Se pone música para meditar que tenga un ritmo suave. Se les pide que respiren lo más
profundamente que puedan y que en cada exhalación relajen los músculos que sientan
tensos. Esto se repite durante cinco minutos.
Estando de pie se indica que formen un círculo. Quien facilita va guiando ejercicios de
desbloqueo por segmentos (aproximadamente tres minutos por segmento):
Ojos. Movimientos muy grandes de abrir y cerrar, hacer círculos con la mirada, levantar
y contraer las cejas, hacer muecas con la cara movilizando todos los músculos alrededor
de los ojos y dar masaje suavemente con los dedos medio e índice, incluyendo la frente
y las sienes.
Garganta. Sacar la lengua, meterla, movilizar la mandíbula, abrir muy grande la boca y
luego contraer los labios, pasar la lengua por las encías intentado separarlas de las me-
jillas, proyectar la voz lo más fuerte posible, exhalar con la lengua lo más afuera posible
y dar masaje con toda la mano, del centro hacia fuera, incluyendo la parte de debajo y a
los lados de la nariz, la barba, las mejillas y hasta por debajo de las orejas.
Cuello. Mover la cabeza en círculos, cambiar el sentido, moverla hacia delante y atrás,
hacia los lados, girar hacia la izquierda y la derecha. Esto se hace lentamente, enfatizan-
do la importancia de cuidar este movimiento que implica a la columna vertebral. Este
ejercicio sirve como masaje a la columna y la parte alta de la espalda.
Caja torácica. Inicia con un movimiento de los hombros en círculos, cambiando el sentido
del mismo, abriendo y cerrando los hombros para esconder o proyectar el pecho, movi-
mientos irregulares con pecho y brazos, movimientos con un solo lado del cuerpo y luego
con el otro. Hacer círculos con toda la caja torácica sin mover la pelvis, cambiando el sen-
tido de los círculos.
Pelvis. Imaginar que tienen una esfera de luz en medio del cuerpo. Colocar la palma
de una mano debajo del ombligo y en el centro de su cuerpo. Con esta esfera en
mente, los movimientos son para moverla de atrás hacia delante, de derecha a iz-
quierda, en círculos, primero muy pequeños, que se van ampliando en espiral y luego
de regreso.
Terminados los ejercicios se pide a las y los participantes que caminen por la sala y durante
cinco minutos más, que bailen con la intención de subir su energía. Se ayuda con música de
tambores fuertes. Se indica que asienten con fuerza sus pies, como en una marcha, sacudan
sus brazos y muevan la pelvis.
Tiempo: 30 minutos
Descripción de la ejecución:
Se pide a las y los participantes que tomen una hoja blanca y algunos colores.
Se les indica que se sienten en un lugar de forma cómoda y cierren los ojos. Se llama a
corporalmente el estrés.
Se debe dar tiempo (alrededor de 10 minutos) para que las personas encuentren, en silen-
cio, su respuesta.
Se les pide que abran los ojos y dibujen una silueta de su cuerpo e indiquen, como si fuera
un mapa, sus sensaciones de desgaste, estrés, frustración, cansancio, agotamiento, desco-
nexión, etcétera. Tienen 10 minutos para realizar el mapa.
ejercicio que tiene el objetivo de favorecer una sensación de bienestar. Esto último con la
Objetivo: Favorecer el incremento de la consciencia corporal por parte de las y los asistentes y
disminuir la angustia que se pudo generar en la exposición previa.
Materiales: Equipo de sonido, música suave, incienso, servilletas, chocolates, frutas, agua, col-
chonetas, mantas, hojas blancas y colores.
Tiempo: 50 minutos
Descripción de la ejecución:
Se pide al grupo que todos tomen una colchoneta y una manta, se acuesten en alguna parte
de la sala, se tapen y cierren los ojos.
Mientras el grupo hace esto, la facilitadora apaga la luz y enciende incienso o aceite de
aromaterapia. Es importante asegurarse de que sea uno suave y que el salón esté ventilado
para que el olor sea solo sutil y no molesto.
Después se les solicita que busquen la forma de estar lo más cómodas/os posible y
empiecen a respirar profundamente. Podrán cambiar de postura cada vez que lo nece-
siten, siempre con el fin de sentir la mayor comodidad posible. En esta postura, se les
pide que lleven su atención a su respiración; primero habrá que darse cuenta de cómo
es y después practicar dos gestos respiratorios distintos: en el primero hay que inhalar
mientras se infla el abdomen y al exhalar se debe pegar el ombligo a la columna; en el
segundo, el propósito será inhalar durante cinco segundos, controlando el flujo de aire
que entra para llenar por completo los pulmones, hacer una pausa de dos segundos y
luego exhalar durante cinco segundos más, hacer otra pausa de dos segundos y vol-
ver a inhalar. Esto se repite hasta que se hayan completado 15 minutos desde el inicio
del ejercicio.
Ahora se dejan cinco minutos más para que el grupo respire normalmente. Se indica a las
cambios que tengan que hacer (estirarse, cambiar de lado, rotar, torcerse, sentarse) para
buscar la mayor comodidad posible. Para encontrarlo necesitan prestar mucha atención a
las señales de su cuerpo.
diferentes partes de su piel, por ejemplo, cómo es el calor en sus manos, en su abdomen,
Después, se les pide que registren todos los sonidos que puedan, no sólo la música
de la sala, sino otros sonidos como los movimientos de las demás personas, ruidos
externos a la sala, o bien, los diferentes instrumentos musicales. Habrá cinco minutos
para hacerlo.
Mientras el grupo hace esto, la facilitadora o facilitador abre los chocolates (uno por
persona, por lo cual deben ser pequeños) y prepara las frutas (deben ser fáciles de comer
y repartir, por ejemplo fresas, gajos de naranja, uvas).
Se les recuerda buscar la comodidad. Se indica que, sin abrir los ojos, extiendan la
mano al frente de ellas/os, pues van a recibir algo pequeño. Ahora la idea es que lleven
la atención a su olfato, el propósito es registrar todos los olores que puedan. Se les
van a colocar dos objetos en las manos, los cuales deberán oler para identificarlos. Se
pueden ayudar también con el tacto. Mientas se explica lo anterior, la facilitadora pasa
con cada persona y pone en sus manos una servilleta, un chocolate y una fruta. Se dan
cinco minutos.
Finalmente, se pide que durante cinco minutos prueben los objetos que tienen en sus
manos, uno por uno, y registren las diferentes reacciones y sensaciones de su cuerpo
mientras lo hacen.
-
do el grupo está haciendo esto, quien facilita reparte hojas blancas y colores por la
esta actividad.
Se agradece la participación del grupo y se pide que se sienten en círculo para realizar el
ejercicio de cierre.
Ejercicio de cierre
Objetivo:
Materiales: Ninguno
Tiempo: 10 minutos
Se pide a las y los integrantes del grupo formar un círculo, sentadas/os, puede ser en el
suelo o en sillas.
Se indica que harán una ronda de cierre y para ello se les pide que comenten qué fue lo
-
drá, como máximo, un minuto.
-
guiente sesión. En caso de continuar el taller, se les indica el horario de comida y de regreso.
SESIÓN 2
Las sesiones 2, 3 y 4 inician de la misma forma, con un ejercicio de llegada que consiste en dormir
y luego otro donde se busca favorecer la consciencia corporal a través de la respiración. Si el gru-
po llegase tarde al inicio, se reducirá el tiempo inicial de dormir. Es importante no presionar con
la puntualidad, los grupos, en general, llegan tarde a los talleres cuando se trata de autocuidado;
además, las resistencias se pueden manifestar con impuntualidad. Es necesario recordar que el
objetivo del taller es que el grupo se relaje y se recupere, así que no debe haber presión. Soltar
la responsabilidad de llegar a tiempo es parte de la responsabilidad de cuidar de sí mismas/os.
En esta sesión hay un ejercicio para ampliar el patrón de movimiento. Será útil revisar el anexo
que contiene la información al respecto. Esta sesión incluye una exposición sobre autocuidado
que es necesario preparar en diapositivas de Power Point de manera previa. Para hacerlo, la
sección de autocuidado contenida en este manual y algunos de los artículos que aparecen en
los anexos pueden ser de utilidad.
Materiales requeridos: Equipo de sonido, música seleccionada para cada ejercicio, fotocopias
del cuadro de esfuerzos del movimiento, lápices, colchonetas, mantas, proyector, computado-
ra, presentaciones en Power Point, extensión eléctrica, adaptador trifásico.
Objetivo:
el grupo.
Tiempo: 30 minutos
Descripción de la ejecución:
Se pide al grupo que cada quien tome una colchoneta y una manta. Con ambas co-
sas en las manos, las y los participantes deben caminar muy lento durante cinco minu-
tos alrededor del salón, buscando un lugar donde consideren estar más cómodas/os.
Al cabo de ese tiempo se les pide que acomoden su colchoneta, se acuesten en
una postura en la que sientan la mayor comodidad posible, se cubran y cierren los
ojos. Se pone música suave a un volumen bajo. Durante 20 minutos no se da ninguna
otra indicación.El propósito es que el grupo se relaje y descanse. Es muy común que al
inicio haya incomodidad o desconcierto pero, con frecuencia, pasados ocho minutos el
grupo empieza a relajarse y soltar el cuerpo; muchas personas se duermen y eso es lo
que se busca.
Pasados los 20 minutos, con voz muy suave se les pide que tomen consciencia de su cuer-
po, lleven su atención a su respiración y empiecen a moverse con mucha calma. Pueden
empezar por los pies, las manos, piernas y brazos, estirarse, etcétera. Deberán ser movi-
mientos muy sutiles que les permitan activarse sin forzar nada.
Tiempo: 30 minutos
Descripción de la ejecución:
Se pone música suave de fondo y se pide a las y los asistentes que hagan un recorrido
mental por todo su cuerpo. El propósito es que perciban su postura, respiración, músculos
contraídos o sin tono muscular, la expresión de su cara, la comodidad o incomodidad de su
postura y sus ropas, qué tan sujeto está su cabello o la posición de sus pies.
y que la hagan cada vez más amplia intentando llenar los pulmones en la parte superior,
También se puede pedir al grupo que realice diferentes formas de respiración que aumen-
ten la capacidad pulmonar. Para esto tendrán 15 minutos.
Cuando faltan cinco minutos para terminar el ejercicio se reparten hojas blancas y lápices y
se da ese lapso para escribir todo lo que puedan registrar sobre sus sensaciones corporales. La
idea es poner atención en todas las sensaciones, tanto las más notorias como las más sutiles.
Materiales: Equipo de sonido, lista de reproducción con música para cada esfuerzo de movi-
miento, fotocopias del cuadro de esfuerzos del movimiento para cada persona, lápices.
Tiempo: 60 minutos
Descripción de la ejecución:
El ejercicio inicia con la repartición de una copia del cuadro con los esfuerzos del movi-
miento a cada participante. Se explica brevemente que las personas tenemos un patrón
de movimiento que obedece a toda nuestra historia. Se comenta que Rudolf Laban hizo
-
(directo o indirecto).
El fin del ejercicio es que identifiquen con qué tipo de movimientos se sienten más
familiarizadas/os y cuáles les resultan más difíciles e incluso molestos. Para identifi-
carlo, se moverán durante tres minutos por cada tipo de movimiento a partir de las
indicaciones de quien facilita. Al cabo de ese tiempo irán a su hoja y escribirán cómo
fue la experiencia.
Cada persona tendrá una hoja y lápices. La facilitadora o facilitador explicará con metáfo-
ras y ejemplos como es el primer movimiento y pondrá la música que durará tres minutos.
Al cabo de ese tiempo se quitará la música y las personas irán a su hoja a dibujar o escribir
rápidamente cómo fue esa experiencia, para lo cual tendrán 30 segundos.
Al terminar los tipos de movimiento se pone una música rítmica y se pide al grupo que
baile libremente tratando de repasar los cuatro esfuerzos con sus dos polaridades. Tendrá
10 minutos para ello.
Al terminar, se indica formar parejas y durante cinco minutos cada persona hablará de la
experiencia vivida en el ejercicio. Se pueden apoyar en lo escrito o dibujado en su hoja.
Procesamiento: Se pide a las y los participantes que, en parejas, comenten su experiencia y que
se centren en explicar cuáles esfuerzos les son más familiares y cuáles más difíciles.
Cierre: Se comenta con el grupo que mientras más amplio es nuestro patrón de movimiento,
acercamiento para entender que las personas nos movemos como hemos aprendido a hacerlo
y como producto de nuestra historia. El objetivo es que aprendan a poner atención en su movi-
miento con la idea de estar conscientes de él y hacerlo lo más diverso posible en su vida diaria.
Objetivo:
Materiales: Equipo de sonido, música sin letra (no cantada) para bailar.
Tiempo: 50 minutos
Descripción de la ejecución:
Se pide al grupo que se ponga de pie y camine por la sala en todas las direcciones ponien-
do atención en su respiración para que sea profunda. Después de unos minutos, se llama a
apoyan más: con el arco hacia adentro o hacia fuera, en las puntas o en los talones. Una vez
a diferentes partes de sus pies mientras siguen caminando y respirando. Para este proceso
se dan cinco minutos.
Mientras tanto, se prepara la música que al inicio debe ser muy suave.
Se pide a las y los participantes que continúen caminando, hagan consciencia de su res-
piración y, siguiendo su ritmo, vayan dejando que la música entre en sus cuerpos y los vaya
Se les dice que sigan bailando y que formen un círculo estando de pie. Sin dejar de
moverse y con la facilitadora o facilitador bailando junto con ellas, se comenta que el
ejercicio consiste en que una persona propone un movimiento y las demás lo siguen.
Eso ocurre hasta que otra propone otro movimiento y se le sigue. No van a hablar, por ello
es necesario estar atentas/os al movimiento de todo el grupo. Se hace hincapié en que de-
ben ser movimientos fáciles de seguir por las/os demás y que la idea es que las propuestas
de movimiento obedezcan a sus impulsos internos. Quien facilita inicia poniendo algunos
movimientos. Al cabo de 15 minutos, se avisa al grupo que la facilitadora o facilitador saldrá
del círculo y el grupo continuará su propio movimiento por 15 minutos más.
Se ordena deshacer el círculo y seguir bailando cada una/o a su propio ritmo durante cinco
minutos más.
la experiencia.
Cierre: Se comenta que seguir a alguien en su movimiento es una forma de compartir experien-
cias. Al movernos como las demás personas también podemos llegar a experimentar su sentir.
Ejercicio de cierre
Objetivo: Promover que el grupo evalúe los resultados del trabajo realizado en la sesión.
Materiales: Ninguno
Tiempo: 10 minutos
Descripción de la ejecución:
Se indica que tomarán asiento formando un círculo, puede ser en el suelo o en sillas.
Se explica que harán una ronda de cierre y para ello se les pide que comenten qué fue lo
-
guiente sesión.
Los dos primeros ejercicios son los mismos que en la segunda sesión. El ejercicio de movi-
miento, igual que en la sesión 2, consiste en ampliar el patrón de movimiento. Para ello es
necesario que quien facilita el taller se familiarice con los contenidos de los anexos correspon-
dientes a danza movimiento terapia y bioenergética.
Materiales requeridos: Equipo de sonido, música seleccionada para cada ejercicio, col-
chonetas, mantas, hojas blancas, lápices, colores, incienso, aceite para masajes y pañue-
los o servilletas.
Objetivo: Promover que las y los participantes tomen consciencia de los diferentes niveles,
planos y kinesfera6 en su patrón de movimiento y lo amplíen.
Materiales: Equipo de sonido, música que invite a cambiar de planos, hojas blancas y colores.
Descripción de la ejecución:
Se pide al grupo que forme parejas, las cuales se colocarán de frente. Estando de pie
estar paralelos entre sí, con las puntas dirigidas hacia el frente (esta postura se conoce como
posición de arraigo). La pareja puede ayudarse mutuamente para acomodar la postura.
6 La kinesfera es el espacio personal en torno a cada individuo (Tortora, 2006), como una burbuja invisible alrededor de cada persona
que abarca la extensión del espacio utilizado alrededor del cuerpo por los miembros (brazos, piernas, cabeza), tanto si se está quieto
Al terminar los ejercicios de estiramiento se les pide que formen un círculo y repitan los
-
gunas zonas del cuerpo. Quien facilita guiará una serie de ejercicios de desbloqueo de ojos,
boca y garganta, cuello, tórax, cintura y pelvis (ver ejercicios previos). El desbloqueo se hará
durante 10 minutos.
Se pone música rítmica y la facilitadora indica al grupo que camine por toda la sala, sol-
tando el cuerpo y dejando que la música vaya guiando sus movimientos desde dentro. Se
comenta que se irán dando indicaciones puntuales, pero que la idea es que se muevan lo
más libremente posible. Esta sección del ejercicio durará 30 minutos.
Partes del cuerpo. Primero se les pide centrar su movimiento en la cabeza; que sea esta
quien guíe, el resto del cuerpo sigue a la cabeza. Luego de unos minutos se cambia de
Niveles. -
siera despegar del suelo y no hubiera gravedad. Incluso la mirada debe ir hacia arriba. Luego
se cambia al centro. Hay que moverse con la mirada horizontal y sin ponerse de puntas.
Finalmente, deberán moverse a ras del suelo, acostadas/os pero sin dejar de moverse.
Al terminar todos los movimientos de planos (sagital, vertical y horizontal), niveles y kines-
fera, se pide a las y los participantes que se muevan libremente y sin poner presión en tener
que bailar de una forma u otra, que se dejen llevar y bailen de acuerdo con los impulsos
internos. Esta sección del ejercicio debe durar 15 minutos.
Terminado el tiempo se les pide que caminen lentamente, bajando cada vez más su ritmo.
Deben tomar una hoja y dibujar cómo se sienten en ese momento. Al terminar el dibujo se
forman parejas y comentan su experiencia. Para esta parte tendrán 15 minutos más.
Procesamiento: -
Cierre: -
to y que es muy interesante ver cuáles nos son familiares y cuáles no, pues al practicar todos
ampliamos nuestro patrón y ello redunda en una mejor salud integral.
Objetivo:
Materiales: Equipo de sonido, música tranquila, colchonetas, mantas, incienso, aceite para
masajes y pañuelos o servilletas
Tiempo: 60 minutos
Descripción de la ejecución:
Se pide al grupo que forme parejas y tome dos colchonetas y mantas por pareja.
Se les explica que el ejercicio consistirá en dar un masaje a su pareja, así que deben elegir
quién da primero y quién recibe, pues después habrá cambio de roles. Cada turno será de
15 minutos; la facilitadora o facilitador indicará cuando falten tres para que vayan cerrando.
Cada persona decidirá dónde quiere que su pareja le dé masaje: puede ser solo en la ca-
beza, solo en los pies, en la espalda, en todo el cuerpo, etcétera. Podrán estar sentadas o
acostadas. Quien recibe el masaje decidirá qué es lo mejor para sí. Será importante escu-
charse para no ir más allá de sus límites y poner especial atención en poder recibir. Aceite
para masaje estará disponible en caso de que algunas personas lo requieran.
La facilitadora o facilitador ayudará a crear un ambiente de calma para lo cual debe bajar la
iluminación, poner un incienso suave y música de relajación a un volumen bajo. Irá pasando
por cada lugar para asegurarse de que ambas personas están cómodas y por si requirieran
algún tipo de ayuda. También comentará al grupo que no es necesario ser experto en dar ma-
sajes, basta escuchar al propio cuerpo para saber dónde y cómo quieren ser tocadas. Quien da
masaje seguirá las indicaciones de su pareja y estará muy atenta de sus propias sensaciones e
intuiciones. Es importante que ambas personas estén respirando y exhalando profundamente.
Cuando hayan pasado 12 minutos se indica que quedan tres más para que vayan cerrando.
Deben tomarse con mucha calma la transición. Quien recibió en el primer turno requiere
Al terminar el ejercicio se pide al grupo que se siente en círculo, se hace una ronda de
procesamiento y se cierran el ejercicio y la sesión. Esta plenaria puede durar 20 minutos.
Procesamiento: Se pregunta a las y los participantes cómo están, cómo se sienten, cómo fue
recibir y dar masaje, qué tal se sintieron con el contacto, qué papel consideran que tiene el
Cierre: Se comenta con el grupo que el contacto físico es una de las formas de incre-
mentar el nivel de oxitocina y que eso genera sensaciones de bienestar, aumenta la
creatividad, la curiosidad por explorar el entorno y favorece el vínculo y la confianza en-
tre las personas. Se menciona la importancia del contacto físico entre las personas como
una manera de proporcionarse bienestar, siempre con respeto a los límites personales.
Para cerrar la sesión, se hace referencia a que moverse genera sensaciones de bienestar,
pues también se incrementan los niveles de oxitocina y endorfinas. Llevar la atención a
la respiración y a las sensaciones es una forma de ayudarnos a tener más consciencia
del cuerpo y, por lo tanto, a aumentar el autoconocimiento. Finalmente se menciona que
ampliar el patrón de movimiento repercute en la conducta haciéndonos más flexibles. Se
cierra la sesión y se indica la fecha y hora de la siguiente, o bien, se anuncia un receso
para comer.
SESIÓN 4
Los dos primeros ejercicios son los mismos que en la segunda sesión. Esta es la última sesión
-
zajes obtenidos. También incluye un ejercicio de cierre en movimiento. La dinámica a generar
Objetivo:
el trabajo en equipo.
Materiales: Equipo de sonido, música rítmica, instrumentos musicales y/o telas, hojas blancas
y colores.
Tiempo: 60 minutos
Descripción de la ejecución:
Se pide a las y los participantes que se pongan de pie y caminen por toda la sala.
Se pone música con la idea de que bailen libremente; el objetivo es que puedan iden-
tificar sus impulsos internos y desde ahí se permitan el movimiento. La facilitadora
o facilitador pone música rítmica que paulatinamente va subiendo de intensidad du-
rante 30 minutos y luego baja un poco pero aún con ritmo que se contagie e invite
a moverse.
o Los 10 minutos siguientes deberán distribuirse para bailar primero en parejas, lue-
go en tríos, y cada vez en equipos más grandes.
o Se pide a las personas que formen un solo grupo y sigan bailando por cinco mi-
nutos más, mientras que la facilitadora o facilitador coloca instrumentos musicales
dispersos en la sala.
Para cerrar el ejercicio se indica que se sienten en círculo y digan en voz alta su palabra o
frase, a la vez que muestran su dibujo. Este cierre durará cinco minutos.
Variaciones: En caso de que no se cuente con instrumentos musicales, se los puede reempla-
haciendo sonidos con la voz u otras partes del cuerpo, o bien, utilizando objetos del salón
como instrumentos.
Tiempo: 45 minutos
Descripción de la ejecución:
Se pide a las y los participantes que permanezcan sentadas/os luego del ejercicio anterior.
Se reparten nuevamente hojas y lápices y se indica al grupo que anote y responda las si-
guientes preguntas:
o ¿Qué hábitos o prácticas considero que puedo realmente incorporar a mi vida diaria
para cuidar de mí?
o ¿Cuáles fueron las experiencias o vivencias más importantes que tuve en el taller?
consideren más importantes. Se pueden apoyar en sus hojas. Se dan 25 minutos para esto.
Materiales: Equipo de sonido y música popular para bailar (de acuerdo con cada grupo).
Tiempo: 40 minutos
Descripción de la ejecución:
Se pide a las y los participantes que se pongan de pie y se muevan por toda la sala. Mien-
tras lo hacen deben respirar de forma profunda y mirar a sus compañeras y compañeros a
los ojos. Se les llama a recordar cómo se sentían al llegar a la primera sesión, qué pensaban,
qué imaginaban que pasaría. Deben seguir caminando, respirando profundo y mirando el
espacio, el objetivo es que recuerden momentos de cada sesión, lo que haya sido más sig-
Pasados los 20 minutos se dan unos minutos más para bailar despidiéndose. Esto se hará
hasta completar los 40 minutos que dura el ejercicio.
cuerpo completo, integrado desde la cabeza hasta los pies, pasando por brazos, espalda,
tronco, pelvis, piernas.
Se agradecen las participaciones y se enlaza con el siguiente ejercicio, con el siguiente ejer-
cicio de cierre de taller.
Objetivo:
Materiales: Ninguno
Tiempo: 20 minutos
Se pide a las y los participantes formar un círculo sentadas/os, puede ser en el suelo
o en sillas.
Se indica que harán una ronda de cierre y para ello se les pide que comenten qué fue lo
Muchas veces tenemos poco poder de incidencia (aunque lo tenemos y es necesario empode-
pero tenemos todo el poder de incidir en los factores personales para procurarnos una vida más
sana. El movimiento, la respiración, la meditación, la consciencia corporal y el descanso son
cosas sencillas que nos podemos proporcionar y que repercutirán en una mejor calidad de vida
y en la creación de una sensación de bienestar inmediata. Hacer las cosas que nos gustan y nos
dan placer nos da energía para hacer las que no nos gustan.
Anexos
Danza movimiento terapia y el patrón de movimiento | Cuadro de registro de esfuerzos del movimiento
| La bioenergética y los desbloqueos corporales |
Anexos
DA N Z A M OV I M I E N TO T E R A P I A Y E L PAT RÓ N D E M OV I M I E N TO
La danza movimiento terapia (DMT) es una propuesta de trabajo psicoterapéutico cuyos orígenes
se remontan a los años cuarenta del siglo XX, principalmente en Estados Unidos. Desde diversos
enfoques o aproximaciones, bailarinas con formación en danza moderna fueron apuntando a la
fue aportando experiencias que permitieron llegar a la conclusión de que a través de la danza y el
movimiento es posible acceder y expresar estados inconscientes. Liljan Espenak retoma principios
de la psicología individual de Alfred Adler y los aportes de bioenergética postulados por Alexander
Lowen, poniendo el foco de su trabajo en la consciencia corporal como forma de autoconoci-
Marian Chace trabajó con personas con esquizofrenia en un hospital psiquiátrico y desarrolló
una estructura en las sesiones que permitía la expresión y comunicación de estados internos
a través del movimiento. Chace diseñó una estructura de sesión que permitía a las personas
irse adentrando en estados internos y percibir sus impulsos para moverse a partir de ellos; una
comprensión empática a través del movimiento. En el taller se realizará una adaptación del
círculo de Chace que supone la ejecución de movimientos propuestos por el grupo, favorece
la cohesión grupal, la empatía a través del movimiento, la consciencia corporal y la ampliación
en el patrón de movimiento.
Mary Whitehouse trabajó con neuróticos normales con quienes desarrolló lo que ahora se
conoce como movimiento auténtico (Panhofer, 2005). De Whitehouse se retoma la idea de
movimiento auténtico como la expresión libre de los estados internos de las personas. Requie-
re de una escucha activa y de un permiso consciente para dejar emerger y seguir los impulsos
que se van percibiendo. En diferentes momentos del taller se invita a moverse siguiendo los
impulsos internos. Hacia la segunda parte, en un ejercicio se pide a las personas que bailen sin
música, siguiendo su ritmo interior. Esto favorece fuertemente la consciencia corporal.
son aquellos que no parecen tener una dirección clara, pueden cambiar en cualquier momento;
El tiempo alude a la velocidad empleada en los movimientos. Estos pueden ser sostenidos
(movimientos muy lentos), o bien, súbitos (movimientos rápidos). Los movimientos soste-
nidos son aquellos que pueden parecer muy lentos, incluso casi imperceptibles; la imagen
son aquellos movimientos que se ejecutan a gran velocidad; la imagen que puede ayudar a
percibirlos es la de un cuerpo sacudiéndose un enjambre de abejas.
imagen útil para poder diferenciarlos es la de una marcha militar o los movimientos del
berrinche de un niño. Los movimientos livianos son los que parecen no tener gravedad o
parecen evaporarse; sirve imaginar una hoja de papel cayendo o el polvo deslizándose de
un lugar a otro.
7
solamente se retoman algunas de las cualidades del movimiento propuestas por Laban. Para mayor referencia sobre la DMT y sus
aportaciones psicoterapéuticas se puede consultar el libro El cuerpo en psicoterapia, compilado por Heidrun Panhofer, citado en las
moviendo, cuáles no, con qué parte del cuerpo se inicia el movimiento o qué se emplea más.
El uso del espacio tiene que ver con observar qué porcentaje de la sala es empleada en el
movimiento de cada persona. Hay quienes permanecen más en el centro, otras personas en la
periferia, otras en ambas o solo en una esquina. Toda esta información es útil para profesiona-
les de la danza movimiento terapia. Al uso del espacio se añaden los planos y niveles que una
persona emplea.
Los planos son horizontal, sagital y vertical. El plano horizontal tiene que ver con movi-
mientos que se ejecutan de derecha a izquierda. En el plano sagital son realizados de atrás
hacia delante y en el vertical, de arriba hacia abajo.
Los niveles son también tres: bajo, intermedio y alto. El nivel bajo son los movimientos que
los que se ejecutan al sentarse al nivel de una silla, en cuclillas o de pie, estos con la vista
dirigida a la misma altura de los ojos. El plano alto son movimientos que se realizan con
la intención de despegar del suelo, implica tener brazos, manos y mirada hacia arriba, sin
contacto con lo que hay enfrente. Cada uno de estos movimientos se asocia con formas de
relacionarse (Panhofer, 2005).
que las facilitadoras o facilitadores que lo impartan tengan claridad, tanto conceptual como ex-
periencial, en las diferentes cualidades que tienen los movimientos. Lo que se pretende con esto
de ayudar a las y los participantes a experimentar movimientos que les son ajenos. Al favorecer
la ejecución, la repetición y la consciencia de los movimientos que son diferentes a lo acostum-
brado, se promueve que la gente lleve su atención a ello para repetirlo en otros espacios de su
salud y bienestar.
La bioenergética postulada por Lowen tiene sus orígenes en Ferenczi, quien en 1921 planteó la
terapia activa como complementaria al trabajo psicoanalítico clásico. La terapia activa consistía
en tareas que el terapeuta dejaba al paciente a partir de observaciones que hacía del mismo y
pensaba que podían serle de utilidad. Fue una propuesta novedosa para su época y no fue del
todo aceptada en los círculos psicoanalíticos. Sin embargo, Ferenczi continuó con la exploración
de formas alternativas o complementarias al trabajo de escucha e interpretación tradicionales.
Más adelante, William Reich, discípulo de Ferenczi, en su libro La función del orgasmo, pu-
blicado en 1927, menciona que el orgasmo es una acción que permite descargar el exceso de
energía del cuerpo. Cuando no se encuentra la salida o expresión necesarias, el cuerpo com-
pensa desplazando la energía a otras zonas o causando obstrucciones. Más adelante, en 1942,
Reich postula la relación existente entre la musculatura y la función psíquica. Este plantea-
miento es básico para todas las psicoterapias donde el cuerpo es la base del trabajo. Aprender
Observar el movimiento y la estructura corporal proporciona mucha información acerca del mun-
do interno del paciente. Las tensiones musculares revelan cargas energéticas reprimidas de forma
inconsciente. Lowen hace una diferenciación entre la carga energética reprimida de forma cons-
ciente y la reprimida de manera inconsciente y lo equipara con las funciones del yo y del súper
yo
respecto a la estructura de carácter.
-
bién a nivel somático en la forma y movimiento del cuerpo. La suma total de las tensiones musculares
considerada como la Gestalt, es decir, como una unidad, la forma de moverse y actuar, constituye la
«expresión corporal» del organismo. La expresión corporal es el aspecto somático de la expresión emo-
cional típica, que a nivel psíquico constituye el «carácter». (Lowen, 1985, p. 28)
Por otro lado, la movilización reprimida de forma inconsciente no es registrada por la persona, es
crónica y representa un obstáculo en su desarrollo. Al no ser percibida no puede ser descargada
y se acumula en el cuerpo. Por ejemplo, una persona con un hombro más elevado que el otro
o alguien con ambos hombros elevados, muy pegados a las orejas de forma permanente, co-
y las compensaciones que este realiza. Es posible encontrar múltiples manifestaciones en las
compensaciones que el cuerpo hace para poder funcionar. De la misma forma en que el súper
yo mantiene en el inconsciente algunos pensamientos, los músculos contraídos crónicamente
reprimen los impulsos corporales evitando su expresión (Lowen, 1985).
los bloqueos y la movilización de los mismos. Dicha movilización puede ocurrir a través de las
descargas, del movimiento utilizado en la danza, el movimiento auténtico, o bien, a través de
masajes. Todas estas actividades permiten ir al lugar donde se encuentra el bloqueo y moverlo
para que a partir de ello se genere un impulso consciente y es a través de su expresión (sacarlo
del cuerpo, ponerlo fuera) que el cuerpo libera parte de la carga retenida, recupera movilidad
y, por lo tanto, mejora la salud.
Los psicoterapeutas bioenergéticos emplean como material de análisis los mensajes verbales
de los pacientes y añaden el análisis de la estructura corporal y el movimiento. Al analizar la es-
sin tono muscular, se intenta ayudar al paciente a liberar la tensión de los músculos contraídos
para ayudar al cuerpo a encontrar un nuevo acomodo (Lowen, 1985).
La toma de consciencia del cuerpo, es decir, la atención puesta en las sensaciones corporales,
se pone en el centro del trabajo que se realiza en las psicoterapias corporales. En la medida en
expresarlos a través del movimiento, estarán también liberando las tensiones acumuladas, el
cuerpo tomará un nuevo acomodo y progresivamente podrá ir aprendiendo una nueva forma
-
rresponde con la función del ello. Estar atentos, o bien, despertar la consciencia corporal para
-
nos de los bloqueos energéticos. En un proceso psicoterapéutico se interpreta verbalmente el
material simbólico que emerge de una descarga o del movimiento de un bloqueo, tal como se
trabaja con los sueños. De esta forma los pacientes aprenden de sus experiencias en movi-
miento y pueden integrarlas al resto de su personalidad consciente (Ibid).
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Cuando inicié mi formación como facilitadora, una de mis maestras decía que “no se puede dar
lo que no se tiene”. Lo suscribí por muchos años, pero no había caído en la cuenta de que esto es
aplicable también respecto al cuidado que hacemos de nosotras/os mismas/os. Mi vivencia den-
tro de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) es que quienes ahí trabajamos somos gente
comprometida con lo que enarbolamos: invertimos nuestra creatividad, fuerza, ganas, deseos,
los proyectos; hacemos de nuestros temas nuestras formas de vida, etcétera. En este andar, con
frecuencia perdemos el rumbo, nuestras vidas laborales se convierten en todo lo (a veces lo único)
que tenemos. Las cosas a las que nos enfrentamos requieren mucha capacidad de frustrarnos,
de recomponernos, de reinventar, de negociar. Si perdemos las fuentes de las cuales deberíamos
nutrirnos, el trabajo, tarde o temprano, termina por absorber casi todo de nosotras.
El momento en que pude darme cuenta de mi desgaste fue uno en el que mi salud estaba
bastante comprometida, sonreía poco y con mucha frecuencia cosas pequeñas me molestaban
muchísimo. Vi a otras compañeras enfermar, algunas veces de cosas bastante graves; también
recuerdo a otras que han dejado de trabajar en las OSC por estar completamente agotadas. Es
profundamente incongruente invertir la salud cuando pretendemos ayudar a mejorar la calidad
de vida de otras/os.
Producto de los proyectos en que participé y porque logré ver mi propio desgaste es que
experimentar y crear; a solas, con colegas, con amigas, con los grupos que me han permitido
crecer como facilitadora.
No podría enumerar a todas las personas que han estado aquí cerca ayudando en mi proceso.
en mi vida; a Lorenia Parada y Araceli Mingo, por ser maestras, guías, amigas y mentoras en mi
vida; a mi familia, por ser la primera fuente de confrontación conmigo misma y apoyo invaluable;
a mis amigas de Barcelona, por acompañar el proceso de viraje hacia el propio cuidado; a los
grupos que he facilitado, porque han sido, cada uno, un espacio de aprendizaje profundo, y un
agradecimiento especial a Iain Moore por apoyar en estos últimos años mi camino hacia ser más
feliz, más incluyente, respetuosa y por recordarme cada día que siempre es una opción verle el
lado lindo a la vida.