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SUSANA GARCÍA MEDRANO

LA IMPORTANCIA DEL CUERPO EN EL AUTOCUIDADO EN EQUIPOS DE PROFESIONALES

Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores

REVISORES:

Debora Waceols
Moisés Morán Ocampo
Claudia I. Martínez Medrano
CONTENIDO
Susana García Medrano

REVISIONES
Debora Waceols
Moisés Morán Ocampo
Claudia I. Martínez Medrano

DIRECTORIO

María Eugenia Romero Contreras


DIRECTORA GENERAL

Claudia I. Martínez Medrano


DIRECTORA DE CAPACITACIÓN

EQUIDAD DE GÉNERO: CIUDADANÍA, TRABAJO Y FAMILIA, A.C.


www.equidad.org.mx

CORRECCIÓN DE ESTILO
Rocío Sánchez

DISEÑO
Carlos Fernández Moreno

LETRA S, SIDA, CULTURA Y VIDA COTIDIANA, A.C.


www.letraese.org.mx
Índice

PRÓLOGO 7

PRESENTACIÓN DEL MANUAL 9

I. EFECTOS DEL DESGASTE 13


Estrés 15
Estrés laboral 16
Síndrome de burnout 18
Traumatización vicaria 22

II. IMPORTANCIA DEL AUTOCUIDADO 25


Autocuidado 27
La importancia del cuerpo y el movimiento en el autocuidado 30
Habilidades que favorecen la salud 32

III. TALLER DE AUTOCUIDADO 49


Presentación del taller 51
Carta temática 55
Ejercicios psicoeducativos 58

IV. ANEXOS 77
Danza movimiento terapia y el patrón de movimiento 79
Cuadro de registro de esfuerzos del movimiento 82
La bioenergética y los desbloqueos corporales 83

LISTADO DEL MATERIAL BIBLIOGRÁFICO BÁSICO DE APOYO 85

BIBLIOGRAFÍA COMPLETA 87

AGRADECIMIENTOS 91
Prólogo

Equidad de Género: Ciudadanía, Trabajo y Familia es una organización civil fundada en 1996
para promover la igualdad entre mujeres y hombres, mediante el desarrollo e incorporación
de propuestas de políticas públicas con enfoque género, el fortalecimiento del liderazgo y la
participación ciudadana de las mujeres en todos los ámbitos de la vida política y social del país.

Nuestra organización se especializa en temas de participación política, ciudadanía, demo-


cracia, aborto, embarazo adolescente, anticoncepción de emergencia, derechos sexuales y
reproductivos, género, infecciones de transmisión sexual, métodos anticonceptivos, salud
materna, sexualidad, prevención de la violencia de género, presupuestos públicos, laicismo,
democratización de las familias, entre otros.

Como parte de nuestra trayectoria hemos impartido capacitación en instituciones de los tres
niveles de gobierno y también en otras organizaciones civiles. En este andar nos hemos dado
cuenta de cómo el desgaste profesional puede llegar a representar un obstáculo en el desem-
peño de nuestra labor.

Estar en contacto con situaciones traumáticas o generadoras de estrés representa un riesgo


intrínseco para las y los profesionales que dan atención directa a la población y es necesario
trabajar de forma personal, institucional y social en la promoción de la salud integral de las
personas que trabajamos con personas.

En este sentido, desde 2006 empezamos a incluir en nuestros talleres algunas herramientas
de autocuidado personal para los equipos de profesionales con los cuales trabajamos y hemos
obtenido excelentes resultados, así como retroalimentación favorecedora.

El trabajo empezó como respuesta a nuestras propias necesidades y, de forma más intuitiva, se
ha ido especializando y robusteciendo, lo cual nos permite hacer una propuesta que queremos
compartir con otras colegas tanto en México como en otras partes de América Latina.
Estamos convencidas de que sumando esfuerzos y propuestas podremos abonar cada vez más
para tener una cultura institucional, social y personal de cuidado, empezando por nosotras mismas.

María Eugenia Romero Contreras


Directora General
Presentación del manual

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ UN MANUAL DE AUTOCUIDADO


DESDE EL CUERPO?

Las personas que dedican la vida profesional y/o laboral a la promoción y defensa de los dere-
chos humanos se enfrentan constantemente a situaciones de estrés y frustración relacionadas
con su trabajo. Las actividades cotidianas que deben realizar pueden implicar estar en contacto
con experiencias traumáticas que dejan huellas en la salud en cualquiera de sus áreas.

Las y los profesionales de organizaciones civiles feministas, de derechos humanos, ecologistas


u otras que dan atención a personas en situaciones de riesgo o vulnerabilidad están expuestas
constantemente a la posibilidad de desarrollar el síndrome de burnout (o de desgaste profesional),
comprometiendo así dos asuntos igualmente importantes: su salud y la atención que brindan. Por
otro lado, quienes trabajan en instituciones gubernamentales relacionadas con temas de salud,
derechos humanos o educación también están expuestas a desarrollar este síndrome.

El hecho de que el personal tanto de organizaciones civiles como de instituciones de gobierno tenga

y obstaculiza la posibilidad de llegar a acuerdos dentro de los equipos, o bien, con otras entidades.

Partimos del hecho (basado en nuestra experiencia y también en investigaciones diversas) de


que las personas que trabajamos con personas podemos ver comprometida nuestra salud y
ello repercute en acciones como abandono del trabajo, disminución en la calidad del mismo o
enfermedades de diversa índole.

Por estas razones creemos que es necesario investigar más sobre los riesgos que implica este
trabajo, documentarlos para crear estrategias de prevención institucionales y apostar social e
individualmente por una cultura de autocuidado y del cuidado entre los equipos.

En la actualidad existen diferentes propuestas desde vertientes diversas que promueven


estrategias de autocuidado. Creemos que mientras más haya y sean estas más integrales,

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 9


más se favorece la salud en todos los sentidos. La presente propuesta centra su trabajo en
-
sonales, promoción de sensaciones placenteras y descanso, entre otras cosas. Lo anterior
suele pasar desapercibido o incluso se valora como innecesario en una cultura de explota-
ción y jerarquización.

Los valores que prevalecen en un sistema capitalista invisibilizan la salud (no se plantea como

trabajo con fondos externos (privados o públicos) y normalmente no se consideran, dentro


de la elaboración de presupuestos de los diferentes proyectos, acciones de cuidado de los

las prioridades. Si partimos de que el trabajo que se realiza es estresante e implica riesgos, es
necesario que institucional e individualmente se procuren acciones tendientes al cuidado de
la salud.

En las últimas décadas, tanto en México como en otros países, se han diseñado y publi-
cado modelos de autocuidado y cuidado entre los equipos, intentando que el tema sea
retomado por las instituciones. Sin embargo, aún falta investigación relativa a cómo cada
trabajo afecta a cada persona de forma diferente. Por ejemplo, suponemos que implica
más estrés y riesgo trabajar en la promoción y vigilancia de los derechos humanos, el
acompañamiento a familiares de desaparecidos, víctimas de trata, tortura o secuestros o
víctimas de violencia sexual que realizar tareas de investigación, documentación, análisis
de información, evaluación o elaboración de proyectos, pero nos hacen falta estudios que
lo comprueben.

Establecer una política de cuidado de los equipos desde las instituciones y de autocuidado por
parte de las personas requiere compromisos en dos sentidos. Por un lado, las entidades deben
comprometerse a incorporar políticas saludables considerando el desgaste que implican las
labores que cada persona desempeña; por el otro, se requiere de profesionales conscientes del
nivel de desgaste que implica su trabajo y la necesidad de poner límites, respetar sus horarios
de ocio y descanso y de comprometerse a incluir hábitos saludables en su vida.

El presente manual promueve estrategias de autocuidado a partir del cuerpo en movimiento,


es decir, de acciones y actividades corporales que las personas pueden aprender a realizar de
forma individual. Al mismo tiempo, se plantean actividades a desarrollar en grupo y que pue-
den ser promovidas por facilitadoras/es dentro de una misma organización, o bien, pueden ser
implementadas por gente externa. No es esta una propuesta rígida de un taller estructurado; es,
en todo caso, un conjunto de información, ejercicios y propuestas de habilidades a desarrollar
que puede ser retomado por personas y grupos, o bien, por instituciones u organizaciones inte-
resadas en aplicarlo a todo su personal.

Limitarnos en la propuesta al autocuidado individual con enfoques corporales no implica que


se ignore que hay elementos estructurales que atender para favorecer una cultura que priorice
la salud y ponga el acento en el cuidado de las personas. Estamos claras de las limitaciones que
este manual tiene en cuanto a abarcar los factores culturales, sociales, económicos o políticos

10 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


relacionados con el desgaste profesional. Sin embargo, sabemos la utilidad que tiene en la sa-
lud individual y social abonar desde diferentes perspectivas para crear una cultura de cuidado
y promoción de la salud.

Partiendo de todo lo anterior, la información y el taller propuestos en este manual harán que se
convierta en un recurso de mucha utilidad si se le considera al menos en las siguientes vertientes:

1) Puede ser un recordatorio de herramientas y habilidades ya desarrolladas u olvidadas


en la promoción de la salud. Entre otras cosas, el desgaste también implica olvidar que se
tienen herramientas para estar mejor.

2) Puede representar un conjunto de ejercicios corporales prácticos para quienes no han


incursionado en la tarea de cuidar de sí mismas/os como prioridad, y se puede aplicar de
forma individual, incluso si la entidad en la que se labora no ha incluido políticas de cuidado
al interior de los equipos.

3) Puede ser el inicio de un compromiso institucional para crear un espacio de descanso,


recuperación de energía y mejoramiento de las relaciones interpersonales.

4) Puede ser un material que brinde información acerca de las ventajas de incluir en la
vida diaria ejercicios corporales sencillos que ayudan a mantener la salud o incrementar la

publicaciones que sustentan y enriquecen la presente propuesta.

La primera parte del manual aborda aspectos relacionados con el desgaste que se produce en
burnout y la trauma-
tización vicaria. Cuando las personas se informan de que muchos de los síntomas que tienen
son producto de un desgaste debido a las labores que realizan, que hay mucha más gente con
síntomas parecidos y que es algo muy común y por ello se ha estudiado, se suele incrementar
el nivel de angustia. Sin embargo, también encuentran una explicación a los padecimientos
que tienen y aprenden que pueden tomar parte activa en la superación de esos síntomas. Es
por ello que se incluye este apartado en el manual, con el objetivo de que cada facilitadora o
facilitador evalúe la pertinencia de presentar la información al grupo.1

La segunda parte del manual ofrece información sobre autocuidado y sobre la importancia de
incorporar activa y conscientemente el cuerpo en movimiento en el desarrollo de sus estra-
tegias de cuidado. Se ofrece una descripción de las habilidades que se pretenden desarrollar.
Si se piensa en el manual como propuesta de taller, esta sección servirá para que quien esté

1 Mi experiencia como facilitadora en estos temas me permite sostener, por lo menos hasta ahora, que es muy útil que las personas
conozcan o repasen información sobre el síndrome de burnout y sobre la traumatización vicaria. El hecho de que la gente conozca esta
información y evalúe su propio nivel de desgaste con la escala de Maslach, si bien realmente aumenta el nivel de angustia, también

angustia producto de la toma de consciencia sobre sus hábitos dentro y fuera del trabajo. Una vez que esta angustia pasa, comúnmente
la gente está lista para recibir y aprender información sobre las diferentes formas que tienen de cuidar de sí mismas/os.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 11


a cargo de impartirlo pueda tener claridad sobre lo que se busca con cada ejercicio y pueda

La tercera parte contiene una propuesta de taller de 16 horas organizado en cuatro módulos de
cuatro horas que se pueden adaptar de acuerdo a las necesidades de cada grupo. Si se tienen
claras las habilidades a desarrollar, es posible incluso diseñar ejercicios de una hora. El taller
está diseñado de esta forma pensando en que pueda ser adaptado a las condiciones de cada

grupo y de las/los facilitadoras/es, una carta temática con la propuesta de taller de 16 horas y
también la descripción de los ejercicios.

que contempla diversos artículos, publicaciones e investigaciones que sustentan el desarrollo


teórico de este manual.

12 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


CAPÍTULO

Efectos del desgaste

Estrés | Estrés laboral | Síndrome de burnout | Traumatización vicaria

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 13


CAPÍTULO I

Efectos del desgaste

Probablemente el primer paso para incorporar en el día a día prácticas de autocuidado sea
reconocer la vulnerabilidad y los límites personales. Cuando nos damos cuenta de que no so-
mos invencibles, que necesitamos descanso y apoyo de otras personas, estamos en mejores
condiciones para comprometernos con las prácticas de cuidado de la propia salud.

Las investigaciones alrededor del estrés, el burnout y la traumatización vicaria ofrecen un mar-
co sólido que permite entender el fenómeno como algo político, que obedece a aspectos más
globales que la salud individual. Entender dichos aspectos ayudará a focalizar y ubicar, en pri-
mer lugar, el nivel de desgaste de cada persona y de los equipos de profesionales.

ESTRÉS

La palabra estrés proviene de la palabra en inglés stress -

externas que rebasan las capacidades de las personas. Inicialmente, el estrés es una respuesta
-

y creativa, ya sea cognitiva, emocional o físicamente para resolver la situación que genera la
tensión. Esta manera de reaccionar al estrés de forma positiva para el organismo se llama eustres
(Araujo, s/f; Leka, 2004).

Sin embargo, cuando el organismo está sometido de forma constante a situaciones estresan-
tes, es decir, a situaciones agobiantes que rebasan su capacidad de respuesta, los mismos

organismo; a esto se denomina distres (Araujo, s/f; Leka, 2004; Cano, 2002).

Cuando los factores desencadenantes del estrés son constantes y la presión es excesiva res-
pecto a los recursos de afrontamiento que se poseen, se desarrollan reacciones adaptativas

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 15


ayuda a que las personas quieran liberarse cuanto antes de la situación incómoda para regre-
sar al estado de equilibrio.

-
den ser percibidas por el ser humano y otras quedan ocultas a la consciencia pero igual ocurren

adrenalina, noradrenalina o cortisol (sustancias que se producen en situaciones estresantes), pero sí


podemos estar conscientes de los síntomas, siendo la ansiedad uno de los principales (Cano, 2002).

Los síntomas más frecuentes son: taquicardia, insomnio, alteración del apetito, ansiedad, cansan-
cio permanente, agotamiento físico, falta de concentración y de rendimiento, rigidez muscular,
dolor intenso de cabeza, hipoxia aparente (sensación de falta de aire), trastornos emocionales (al-
teraciones del humor, irritabilidad), pérdida de la capacidad para la socialización, pupilas dilatadas
(Araujo, s/f; Cano, 2002).

Además de producir ansiedad, el estrés puede también generar enojo (irritabilidad, ira, odio),
tristeza/depresión, miedo, entre otras manifestaciones emocionales. Estar sometido de forma
constante o intensa a situaciones estresantes puede afectar la salud de las personas merman-
do el desempeño académico o profesional, las relaciones de pareja o la sexualidad, o bien,
producir enfermedades físicas o desórdenes mentales (Araujo, s/f; Cano, 2002).

En situaciones de estrés el cuerpo activa una serie de reacciones a la que algunos autores de-
nominan sistema de lucha o huida (Araujo, s/f; Uvnäs, 2009). Esta respuesta ha sido vastamente
estudiada y documentada en la práctica médica y en la psicológica (no así el sistema contrario,
que tiene que ver con la calma y el contacto, del cual se hablará en el apartado de autocuidado).
Todo lo que se activa en el organismo lo prepara para defenderse o huir y ponerse a salvo.

-
po y de la mente; la reacción del cerebro es preparar al cuerpo para la acción defensiva. El sistema
nervioso se despierta liberando hormonas para activar los sentidos, tensar los músculos, acelerar el
pulso y profundizar la respiración. Esta respuesta (de lucha o huida) es importante porque nos ayuda
a defendernos contra situaciones amenazantes. (Araujo, s/f, p. 2)

Si se piensa en la convivencia laboral, cuando las personas están sometidas a fuertes niveles
de estrés de forma más o menos permanente, quiere decir que son personas que mantienen
activado el sistema del estrés y, por lo tanto, su organismo está constantemente luchando o

ESTRÉS LABORAL

16 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


sin embargo, sí ha publicado documentos que aluden a él. A partir de sus publicaciones se

y presiones extremadamente abrumantes en el contenido, organización y ambiente de trabajo,


que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades. Incluye reacciones psicológicas, emo-
cionales, cognitivas y conductuales (Houtman, 2008; Leka, 2004).

Cuando las personas experimentan estrés dentro de su esfera laboral, con frecuencia mani-

(de acuerdo con sus habilidades para manejarlo), con frecuencia se agrava cuando se tiene la

puede agravar si la persona considera que no tiene control sobre su trabajo, la forma de resol-
ver problemas o las exigencias a las que se está expuesto. (Leka, 2004)

-
nizaciones de la sociedad civil (OSC) o en instituciones que trabajan en sectores de servicios y
atención, vale la pena tener en cuenta la diferencia entre la presión producto del trabajo (que
puede incluso ser positiva en algunas circunstancias) y la presión que puede generar desgaste
y estrés en las y los profesionales.

Dadas las exigencias del mercado laboral en una cultura capitalista2, en las instituciones de
gobierno y las organizaciones de la sociedad civil tenemos la tendencia a aceptar más proyec-
tos de los que somos capaces de realizar en una jornada de trabajo de 40 horas a la semana,

hay que cumplir metas establecidas por políticas públicas que no reconocen las condiciones en
que las personas realizan sus labores. Tener cierto nivel de presión en el trabajo puede favo-
recer el desarrollo de respuestas creativas, brindar motivación y energía si dentro existe buen
ambiente y si los equipos tienen buena comunicación, buena distribución de tareas, claridad
en los límites personales y colectivos, etcétera. Sin embargo, cuando la presión es excesiva o
difícil de controlar se produce lo contrario: se genera estrés que redunda en una disminución de

tanto, se obstaculiza el trabajo en general (Leka, 2004).

Hoy día existe un rotundo convencimiento de que las características organizacionales y laborales tie-
nen una clara incidencia sobre la salud mental de los trabajadores. (Rubio, 2003, p. 15)

Investigaciones en el Reino Unido revelan que uno de cada seis trabajadoras o trabajadores
está en tratamiento de problemas de salud mental como ansiedad, estrés o depresión. El tra-
-
ros o las deudas (Mind for better mental health, s/f).

2 Además de androcéntrica, misógina y positivista. Todo ello implica una sobrevaloración de la rapidez, el corto plazo y el pensamiento

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 17


niveles de riesgo que las diferentes profesiones implican. Un estudio elaborado por la asegu-
radora GNP indica que México es el país con mayor porcentaje de estrés laboral pues el 75%
de los empleados padecen este problema, por arriba de China, con 73%, y Estados Unidos, con
59%3 (CNN Expansión, 2013).

SÍNDROME DE BURNOUT

El síndrome de burnout o síndrome de desgaste profesional es la primera conceptualización


desarrollada desde el ámbito clínico con respecto a una amplia variedad de profesiones ligadas
al trabajo con personas (educación, trabajo social, médicas/os, enfermeras/os, cuidadoras/es,
psicólogas/os, académicas/os, etcétera).

Esta primera conceptualización se le atribuye al psicoanalista neoyorkino Herbert Freudenberger,


quien lo utilizó en 1974 para referirse a “cómo el carisma y el compromiso social de los profesionales
de ayuda va siendo reemplazado por el agotamiento, la fatiga y otros malestares psicosomáticos”

actividad laboral, como consecuencias del contacto diario con el trabajo” (Gil Monte, 2005, p.55).

En 1976, Christina Maslach profundiza desde la psicología social y aporta un instrumento tipo
inventario (MBI o Maslach Burnout Inventory bur-
nout en las y los profesionales.

La conceptualización del síndrome desarrollada por Maslach y Jackson, que es la más extendi-
da, abarca tres dimensiones (Savio, 2008):

Agotamiento físico y emocional: La trabajadora o trabajador siente que sus recursos afectivos han
sido superados por el estrés producido por el contacto diario con las personas que reciben direc-
tamente su servicio, lo que lleva a un cambio en la percepción, afectos y trato hacia los clientes.

Despersonalización: La trabajadora o trabajador desarrolla sentimientos negativos hacia sus


compañeros/as, que se traducen en comportamientos y actitudes acordes a esos sentimientos
(bajo nivel de simpatía y respeto, trato cínico y deshumanizado, culpabilización y baja empatía).

Baja realización personal: La trabajadora o trabajador evalúa de forma negativa su labor, lo cual
afecta su autoconcepto, su autoestima y las relaciones con los demás.

3 Para la elaboración del presente manual se realizó una búsqueda exhaustiva en internet y se enviaron correos electrónicos solicitando
información a diversas dependencias mexicanas respecto al estrés laboral en trabajadoras y trabajadores en el país. Ninguna de las
búsquedas arrojó resultados, salvo el que se cita por parte de la aseguradora GNP.

18 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Aunque el síndrome de burnout no es exclusivo del sector de servicios, es ahí donde más sis-

impacto social del quehacer de este sector de profesionales. No hay que perder de vista que este
síndrome se origina en el trabajo, no en la persona, por ello hay que buscar ahí, en el entorno
psicosocial, los elementos que generan su aparición (Gil-Monte, 2006).

Si bien el síndrome se genera en el ámbito laboral, no todas las personas lo desarrollan y quie-
nes lo hacen no lo experimentan de la misma forma o en el mismo momento. Las personas
somos producto de todas nuestras interacciones. Se han categorizado algunos factores de

(Chacón, et. al, 2006; Waceols, 2011):

Factores laborales:

Sobrecarga de trabajo. Tener más responsabilidades que aquellas que es posible cubrir en
un turno laboral de ocho horas diarias y que implique que las o los profesionales trabajen

forma regular.

Malas condiciones de trabajo. Por ejemplo, bajos salarios, condiciones materiales inade-
cuadas e inseguridad física.

violentos o que pueden generar horror.

Liderazgo, supervisión o apoyo inadecuados de los superiores. Hostilidad y mala calidad


en las relaciones entre los pares.

-
ciente o nula comunicación tanto horizontal como vertical.

las y los profesionales e implican una sobrecarga para cumplirlas.

Desconocimiento de la estructura de la institución que provoca que las y los profesionales


inviertan tiempo averiguando instancias o personas de apoyo, o bien, que realicen tareas
que están ya hechas o son responsabilidad de otra persona.

Turno laboral. Los horarios incómodos y los turnos prolongados pueden llevar a la apari-
ción del síndrome, aunque tampoco hay consenso con respecto a este factor.

Factores personales:

Edad. En los primeros años de la carrera profesional hay más vulnerabilidad ya que es el
periodo en el que se produce la transición de las expectativas idealistas hacia la práctica

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 19


diaria; la persona se da cuenta de que las recompensas personales, profesionales y econó-
micas no son las prometidas ni las esperadas.

Género. Las mujeres son más vulnerables por la doble jornada que conlleva la práctica
profesional y las tareas familiares.

Estado civil. Aunque se ha asociado el síndrome más con las personas que no tienen pa-
reja estable, no hay un acuerdo unánime. Parece ser que las personas solteras tienen más
cansancio emocional, menor realización personal y mayor despersonalización que aquellas
que están casadas o conviven con una pareja estable. Esto podría estar asociado con una

semana, etcétera, así como con una mayor entrega al trabajo.

Sentimientos de miedo, culpa y desesperanza en la vida en general

Mala alimentación

Sedentarismo

Consumo abusivo de café, alcohol, tabaco u otras sustancias psicogénicas

Perfeccionismo

Alto esfuerzo y compromiso con el trabajo

Competitividad y ambición

El desarrollo del síndrome es el resultado de una interacción entre el sujeto y su entorno (Gil

según la fase en que el sujeto se encuentre.

burnout “como una pérdida progresiva del idea-


lismo, energía y motivos vividos por la gente en las profesiones de ayuda, como resultado de las
condiciones de trabajo”. Proponen cuatro fases por las cuales pasa todo individuo con burnout:

Etapa de idealismo y entusiasmo: La persona posee un alto nivel de energía para el trabajo, ex-
pectativas poco realistas y aún no sabe lo que puede alcanzar con él. Se involucra demasiado y

20 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


se sobrecarga de trabajo voluntario. Al comienzo de su carrera existen bastantes motivaciones
intrínsecas. La sobrevaloración de su capacidad profesional la lleva a no reconocer límites in-
ternos y externos, algo que puede repercutir en sus tareas profesionales. El incumplimiento de
expectativas le provoca un sentimiento de desilusión que la lleva a la siguiente etapa.

Etapa de estancamiento: Inicia una toma de conciencia y percepción de la realidad que supone
una disminución de las actividades desarrolladas, se pierden el idealismo y el entusiasmo. Hay
un largo período entre lo ofrecido y la recompensa recibida. La persona empieza a reconocer
que su vida necesita algunos cambios, que incluyen necesariamente el ámbito profesional.

Etapa de apatía: Es la fase central del síndrome de burnout. Aquí ocurre la primera manifes-
tación del síndrome. La frustración de las expectativas lleva a la persona a la paralización de
sus actividades, desarrollando apatía y falta de interés. Aparecen cuestionamientos profundos
y el inicio de la desmotivación. Empiezan a surgir los problemas emocionales, conductuales y
físicos. Una de las respuestas comunes en esta fase es la tentativa de retirada de la situación
frustrante. Se evita el contacto con los compañeros, hay faltas al trabajo y en muchas ocasio-
nes se da el abandono de este y, en los casos más extremos, de la profesión. Estos comporta-
mientos empiezan a volverse constantes abriendo el camino para la última etapa del burnout,
la del distanciamiento.

Etapa de distanciamiento: La persona está crónicamente frustrada en su trabajo, experimenta


sentimientos de vacío total que pueden manifestarse en la forma de distanciamiento emo-
cional y de desvalorización profesional. Hay una inversión del tiempo dedicado al trabajo con
relación a la primera etapa. En lugar del entusiasmo e idealismo profesional, la persona evi-
ta desafíos y el contacto con otras/os de forma bastante frecuente y trata sobre todo de no
arriesgar la seguridad del puesto de trabajo, pues cree que a pesar de ser inadecuado, posee

El síndrome de burnout es un proceso (no un estado) en el que los síntomas experimentados


a nivel de los afectos y emociones, cogniciones y actitudes van generando deterioro y conse-

Las manifestaciones del síndrome son variadas y se pueden dividir en rubros para entender
mejor el impacto tan grande que tiene en la salud de las y los profesionales, y también en el
trabajo. La siguiente descripción fue hecha en 2001 por Da Silva.

Psicosomáticos:

Manifestaciones psicológicas: sentimientos de vacío, agotamiento, fracaso, impotencia, baja


-
cultad para la concentración, baja tolerancia a la frustración, comportamientos paranoides
y/o agresivos hacia otras personas (familiares, amistades o gente en el trabajo).

Manifestaciones físicas: cefaleas, dolores osteomusculares, problemas gastrointestinales


(alteraciones del apetito, úlceras), dermatitis, disfunciones sexuales, trastornos del ritmo car-

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 21


diaco, hipertensión arterial, alteraciones del sueño y pérdida o disminución notoria de la libido.
Suele haber depresión del sistema inmunológico por lo que gripes y resfríos son frecuentes.

Conductuales: Predominio de hábitos adictivos (mayor consumo de estimulantes como café y


té así como de sedantes, bebidas alcohólicas y otras drogas). Las conductas violentas suelen
ser muy frecuentes. También se asocia con sedentarismo y mala nutrición. Generalmente, las
personas se sienten nerviosas, con inquietud psicomotora y hay olvidos frecuentes.

Emocionales: Distanciamiento afectivo, aburrimiento, actitud cínica, impaciencia e irritabilidad,


desorientación, sentimiento de impotencia, sentimientos depresivos. Predominan síntomas de
alegría o tristeza extrema sin razón aparente. Se han descrito también vivencias de fracaso,

Clima laboral: Baja productividad laboral y descenso en la calidad de los servicios que se

Presencia de tácticas para evitar situaciones desagradables (bajas por enfermedad, retardos)
que suelen derivar en un bajo rendimiento y, como medida más extrema, en el ausentismo
laboral. Pérdida de interés por las personas, falta de energía en el trabajo. Reacción cínica de

T R AU M AT I Z AC I Ó N V I C A R I A

Como se ha visto en apartados anteriores, el contacto con otras personas como forma de traba-
jo puede generar desgaste y afectar la salud de los equipos de profesionales. Además, cuando
el contacto es con situaciones traumáticas o de vulneración de derechos fundamentales, las
personas que brindan atención o acompañamiento pueden experimentar traumatización vicaria
o desgaste por empatía. Tal es el caso de quienes trabajan con víctimas de algún tipo de expe-
riencia traumática como violencia (en cualquiera de sus formas: física, sexual, trata, secuestro,
tortura) o enfermedades terminales.

El desgate emocional es cualitativamente más intenso en profesionales que trabajan con víctimas de
violencia o victimarios, convirtiéndolos así en equipos del alto riesgo. Implica estar expuesto en mayor
grado a las consecuencias del desgaste emocional. (Waceols, 2011)

Se denomina traumatización o victimización vicaria al “contagio” de los síntomas. Las y los profe-
sionales empiezan a experimentar en carne propia, en su propio cuerpo (algunos o muchos) los
síntomas de los que escuchan hablar. La victimización vicaria son los efectos que trae el ser testigo
de situaciones de vulnerabilidad y riesgo de otras personas. Aun cuando la experiencia traumática
no haya ocurrido en el cuerpo de las y los profesionales, escuchar y ver a la otra persona activa
circuitos neuronales (neuronas espejo) que resultan en la vivencia “como si” les hubiese ocurrido.

La traumatización se experimenta por la proximidad que implica el hacer conciencia de la


propia vulnerabilidad. De igual manera que las víctimas de traumas, las y los profesionales

22 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


que atienden a personas ven trastocados ciertos principios básicos en la vida: la creencia de la
invulnerabilidad, la mirada positiva sobre sí mismo y la creencia de que el mundo es ordenado
y tiene sentido.

Las ideas anteriores, que generalmente son inconscientes, se rompen o afectan al vivir una
experiencia traumática de forma tal que se generan fuertes sentimientos de impotencia, fra-

puede generar, a la larga, problemas en la salud.

Los efectos cognitivos del desgaste por empatía incluyen una disminución de la capacidad de
concentración, baja autoestima, apatía, negatividad, pensamientos de daño hacia sí mismo y
los otros, despersonalización y preocupación con el trauma. Emocionalmente se puede expe-
rimentar impotencia, enojo intenso, miedo, culpa por ser sobreviviente, depresión, altibajos

mal humor, alteraciones del sueño, pesadillas, hipervigilancia, mayor propensión a accidentar-
se y tendencia a perder cosas (Waceols, 2011).

Los efectos de la traumatización vicaria suelen ser minimizados o negados por las y los pro-
fesionales. Con frecuencia se encubren, niegan o minimizan los riesgos y los efectos de la
profesión, lo cual se traduce en la naturalización o la invisibilización de los efectos, o bien, se

Cuando no hay claridad en los motivos por los cuales las y los profesionales ven afectada su
-
teger su salud mental.

Falsa sensación de invulnerabilidad. Consiste en creer que historias como las que escu-
chan les ocurren a otras personas, pero nunca a sí mismas o a sus familiares. Esta sensación
falsa de fortaleza permite no sentir tristeza o miedo.

Responsabilización del usuario/a o víctima. Consiste en atribuir a la usuaria/o algún tipo


de responsabilidad o toda ella respecto de la experiencia que narra. Se hace para encontrar
un motivo que no existe, pero que permite cierta sensación de control respecto de una si-

de la o el profesional, pero agrava el de la usuaria/o.

Indiferencia. Consiste en separarse emocionalmente de la usuaria/o porque se le ve ya sea


con desdén o con lástima; el propósito es no entonar con la carga emocional de la usuaria/o
para no experimentarla en el propio cuerpo.

Hacer frente y recuperarse de la traumatización vicaria requiere de un nuevo entendimiento


del estar en el mundo. Para poder ser testigo de experiencias traumáticas o de vulnerabilidad
y a la vez otorgar la atención que se requiere a las usuarias/os y a sus familiares es necesario
aprender a establecer una distancia óptima. La distancia óptima puede obtenerse al establecer
una “disociación instrumental”.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 23


le posibilita mantener con ellos una cierta distancia que haga que no se vea personalmente implicado
en los sucesos que deben ser estudiados. (Bleger, 1994)

lo que ocurre (disociar). De esta forma podrá graduar el impacto emocional y la desorganiza-
ción ansiosa que suele ocasionar el relato de escenas traumáticas y, en consecuencia, evitar el
aumento de ansiedad que no permita operar e intervenir (Cavagnis, s/f).

Si las y los profesionales han experimentado algún tipo de evento traumatizante en su vida y no
lo han procesado, su vivencia puede emerger, sea de forma consciente o no, cuando escuchan
a las usuarias/os o víctimas y afectar en su labor. No todas las y los profesionales son impac-
tados de la misma forma por las experiencias de las que son testigos. El riesgo obedece a una
trama compleja de relaciones y variables donde intervienen factores personales, grupales (en
caso de trabajar en equipo), institucionales y culturales. De ahí que la atención de la salud in-
tegral de las y los profesionales se vuelve un imperativo que las instituciones u organizaciones
deben atender como parte de sus políticas internas.

Se debe reconocer que existe una motivación y efectos positivos de trabajar con víctimas de
traumas que tienen que ver con la posibilidad real de ayudar, lo cual, en sí mismo, se convierte
en un aspecto nutritivo que mitiga los impactos negativos. A ello se le denomina satisfacción por
empatía (Waceols, 2011).

24 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


CAPÍTULO

Importancia del autocuidado

Autocuidado | La importancia del cuerpo y el movimiento en el autocuidado


| Habilidades que favorecen la salud |

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 25


CAPÍTULO II

Importancia del autocuidado

AUTOCUIDADO

Las y los activistas y profesionales que trabajan con personas en temas relacionados con la sa-
lud instan con frecuencia a las personas a cuidar de sí mismas (poniendo el énfasis en diferentes
aspectos: salud mental, salud integral, salud sexual y reproductiva, social) y muy pocas veces
son capaces de seguir la línea de lo que promueven. Las y los trabajadores creen (más o menos
profundamente) en lo que plantean y cuentan con la información necesaria para poner en prác-
tica acciones tendientes al cuidado de su salud. Sin embargo, las prácticas laborales intensas, la
demanda constante de terminar cosas urgentes, el ritmo de vida tan acelerado de las ciudades
y la falta de una cultura del cuidado obstaculizan que personas con información puedan poner
su salud en primer plano.

Esta forma de proceder está tan arraigada en el deber ser que parece normal trabajar más de 40

cierto es que no es posible mantener un ritmo de vida como el descrito antes y al mismo tiempo

articulados mientras el actuar les contradice todo el tiempo: pueden hablar de la importancia
de ir a revisiones médicas y al mismo tiempo estar posponiendo la propia por sentir que no se
tiene tiempo.

Para seguir con su labor es imprescindible que las y los profesionales cambien la forma en que
ven el trabajo y la vida, que hagan una jerarquización de valores y, por lo tanto, del tiempo,

sea prioridad. Cuando las personas están sanas, tranquilas y sienten mayor vitalidad, tienen un
-
mas y las relaciones interpersonales también son más sanas y productivas. Diferentes empresas
exitosas alrededor del mundo incorporan prácticas y tareas de autocuidado entre sus trabaja-
dores porque saben que si las personas gozan de buena salud tendrán un mejor rendimiento.
En el caso de las organizaciones civiles o de instituciones de gobierno, el objetivo no será ganar
más dinero, pero sí ofrecer servicios de mayor calidad.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 27


El autocuidado empezó a tener relevancia en el ámbito internacional en la década de los ochen-
ta, cuando en la Organización de las Naciones Unidas se realizaron reuniones y documentos
relacionados con la importancia de que las personas y los colectivos pusieran en práctica ac-
tividades para procurar su salud. La Carta de Ottawa hace referencia a la primera Conferencia
Internacional sobre la Promoción de la Salud que reunió a 38 países en noviembre de 1986 en
Canadá, para discutir acerca de la importancia de la salud pública, fundamentalmente en los
países ricos, aunque también se hizo referencia a algunas de las necesidades de los países po-
bres (World Health Organization, 1986).

calidad de vida, tomando en cuenta factores físicos, emocionales y sociales. La capacidad que
una persona tiene de cuidar de sí misma depende de factores socioculturales, económicos,
patrones familiares y la historia personal (Arenas, Hernández, Valdez y Bonilla; 2004).

el autocuidado como “las prácticas cotidianas y a las decisiones sobre ellas, que realiza una
persona, familia o grupo para cuidar de su salud; estas prácticas son ‘destrezas’ aprendidas a
través de toda la vida, de uso continuo, que se emplean por libre decisión, con el propósito de
fortalecer o restablecer la salud y prevenir la enfermedad; ellas responden a la capacidad de
supervivencia y a las prácticas habituales de la cultura a la que se pertenece”.

El autocuidado como concepto ha sido abordado desde diversas disciplinas. Algunos artículos

a un tratamiento hospitalario que puede ser llevado desde casa. También se le concibe como
el conjunto de acciones concretas que deben llevar a cabo pacientes concretos (curaciones,
dietas, hábitos de higiene o movilidad).

La psicología lo ha relacionado con las concepciones que cada persona tiene sobre su sa-
lud y su relación con su autoconcepto. En términos más amplios, como un asunto de salud
-

como un conjunto de prácticas en las que participan individuos y grupos (familia, amigas/os,
vecinas/os) y que van desde un diagnóstico hasta la atención o curación de padecimientos
concretos que pueden ser tratados con medicina alópata (automedicación), medicina tradi-
cional o remedios caseros o la realización de variadas actividades físicas (Berenzon, Saave-
dra y Alanís; 2009).

-
cipalmente individual. Si bien se destaca la intervención de algunos grupos sociales como
los consejos o cuidados de la familia o amigos, no se contemplan los compromisos que ins-
titucionalmente se deben procurar para asegurar que el ambiente y las actividades propias
del trabajo no impliquen un desgaste que deteriore la salud de trabajadoras y trabajadores.

28 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


políticas institucionales y con perspectiva de género para estar pendientes de si el trabajo
que se realiza en cada institución afecta la salud de las personas, ya sea por el ambiente o
por las tareas mismas.

Las y los profesionales de organizaciones civiles e instituciones de gobierno que trabajan en


actividades relacionadas con la atención de otras personas tienen mayores probabilidades
de presentar el síndrome de burnout que quienes no se dedican a la atención personalizada.
Además, cuando la atención requiere escuchar experiencias de violencia, violaciones a dere-
chos humanos, problemas de salud o económicos o de otra índole con problemáticas sociales
parecidas, el desgaste suele ser cualitativamente mayor por su severidad.

Las instituciones deben contemplar que estas actividades implican riesgos en la salud mental
de trabajadoras y trabajadores para crear los mecanismos necesarios para proteger la salud
y promover el autocuidado. Este, además de una decisión personal para cuidar la salud evi-
denciada en la realización de diversas tareas, debe ser también una decisión institucional que
vigile la salud de mujeres y hombres desde las diferentes afectaciones que puede tener cada
tipo de trabajo.

No obstante el componente político y estructural que debe tener el autocuidado, el pre-


sente manual acota su aporte al desarrollo de estrategias que si bien se pueden impulsar
desde las organizaciones o instituciones, están centradas en desarrollar herramientas y
habilidades individuales para mejorar la salud y la sensación de bienestar de forma in-
mediata. La repetición de prácticas como las que aquí se proponen redundará de forma
positiva en el incremento de la salud. En el segundo apartado se explican cada una de las
habilidades que se pretende enseñar a las y los participantes del taller con la finalidad de
que incorporen actividades concretas en su vida diaria, ya sea dentro del ámbito laboral,
o bien, de forma individual.

En este sentido, vale la pena tomar en cuenta lo que Tobón Correa postula como ejes básicos
del autocuidado (Tobón, s/f):

El autocuidado es un acto de vida que permite a las personas convertirse en sujetos de sus
propias acciones. Por lo tanto, es un proceso voluntario de la persona para consigo misma.

experiencias en la vida cotidiana.

El autocuidado se apoya en un sistema formal, como es el de salud, e informal, con el


apoyo social.

El autocuidado tiene un carácter social, puesto que implica cierto grado de conocimiento
y elaboración de un saber y da lugar a interrelaciones.

personas siempre las desarrollan con la certeza de que mejorarán su nivel de salud.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 29


Para que haya autocuidado se requiere cierto grado de desarrollo personal, mediado
por un permanente fortalecimiento del autoconcepto, el autocontrol, la autoestima, la au-
toaceptación y la resiliencia.

L A IMP O RTANCIA DEL CU ERPO Y EL MOVI MI ENTO EN EL AUTO CUIDADO

Favorecer la salud integral requiere la incorporación de prácticas igualmente integrales. Hay do-
cumentadas experiencias para favorecer el autocuidado y la salud con personal que atiende a
víctimas de violencia (Waceols, 2011; Claramunt, 1999), personal de medicina o enfermería o
personal docente (Rubio, 2003). Estas propuestas suelen centrar su trabajo en la prevención del

de estrategias de autocuidado. Otras experiencias abarcan la importancia del tratamiento del


desgaste cuando ya ha ocurrido, lo cual puede hacerse a través de la expresión emocional con
ejercicios vivenciales.

El presente manual tiene como estrategia de promoción del autocuidado el cuerpo en movi-
miento, entendiendo el cuerpo como un todo integrado que es a la vez contenedor y continen-
te de lo que somos, de toda nuestra existencia.

Cada vez con más fuerza las psicoterapias corporales y las creativas, como la danza movimiento
terapia4 y la musicoterapia, dan cuenta de la importancia de trabajar con todo el ser y ello implica
nuestro cuerpo y la forma en que nos movemos. Trabajar integrando el cuerpo y su movimien-
to ayuda al desbloqueo físico que a su vez facilita la apertura a nivel psicológico y, por otro
lado, a través de la experimentación favorece aprendizajes más profundos.

El aprendizaje de la conciencia del cuerpo en movimiento dentro del ambiente tiene una pertinencia po-
tencial en todos los campos disciplinarios que tiene que ver con la existencia humana, ya sea que se trate
de las artes, la salud física y psicológica, el desempeño deportivo y la creatividad, el bienestar y la calidad

Diversas experiencias han documentado las ventajas del trabajo psicoeducativo desde el cuer-
po en el mejoramiento de la salud y en el incremento de la sensación subjetiva de bienestar, así
como un aumento en la calidad de vida.

A partir de diferentes experiencias se ha comprobado que el trabajo psicoeducativo que integra


ejercicios de desbloqueo y relajación muscular, respiración consciente, movimiento espontá-
neo, baile (de diversos tipos), creación espontánea de coreografías grupales o individuales,

4 El término “danza movimiento terapia” es una traducción literal de su nombre en inglés dance movement therapy. Aunque la traduc-
ción no es del todo acertada en idioma español, se conserva el nombre original por ser así que se reconoce en España y América Latina.

30 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


catarsis corporal o la ampliación en el patrón de movimiento ayudan de muy diversas formas
a incrementar la salud y el bienestar de las personas (Koch, 2008). El trabajo desde el cuerpo
ayuda considerablemente a mejorar la empatía entre las personas (Koch, 2008; Gordon-Giles
y Zidan, 2009); incrementa la integración corporal, es decir, reduce la fragmentación produc-
to de experiencias no asimiladas o el bloqueo energético en ciertas partes del cuerpo (Lynn,

grupos y de cada persona en sí misma (Lynn, 2001; Seibel, 2008; Gordon-Giles y Zidan, 2009);
incrementa la consciencia corporal y el autoconocimiento (Lynn, 2001; Gordon-Giles y Zidan,
2009); mejora la comunicación dentro de un grupo (Seibel, 2008); incrementa la sensación
subjetiva de bienestar promoviendo sensaciones como alegría, libertad y relajación (Seibel,
2008; Lynn, 2001; Koch, 2008), y disminuye los prejuicios, la hostilidad y el sarcasmo al interior
de los grupos (Gordon-Giles y Zidan, 2009; Seibel, 2008).

La danza movimiento terapia persigue la curación de las personas a través de la expresión y co-

-
zación emocional. A través del movimiento las personas pueden dotar de sentido sus experiencias
y sanar aquellos aspectos bloqueados o lastimados (Koch & Fischman, 2011). La danza, en cual-
quiera de sus manifestaciones, es una forma de expresión de estados internos. Los seres humanos
la hemos empleado en rituales de curación, de socialización o de transición (Panhofer, 2005).

El movimiento en sí mismo favorece la salud de las personas pues genera una serie de sus-
tancias en el cuerpo que permiten la reparación del mismo y aumenta la sensación de energía
y bienestar. “…(L)a actividad física practicada con regularidad reduce el riesgo de cardiopatías
coronarias y accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, hipertensión, cáncer de colon,
cáncer de mama y depresión. Además, la actividad física es un factor determinante en el con-
sumo de energía, por lo que es fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control
del peso” (OMS, 2010, Pág. 10).

Diversas investigaciones revelan que el movimiento tiene relación con la producción de oxito-
-
nución del estrés, la ansiedad y la depresión (Uvnäs, 2009).

Producto de nuestra historia de vida, las personas aprendemos a movernos de forma con-
creta. No es azaroso, sino un proceso de aprendizaje inconsciente que dura años, a eso las
danzaterapeutas le llaman patrón de movimiento. El patrón de movimiento es el conjunto de
cualidades que cada persona desarrolla y las que tiene inhibidas. Si el patrón de movimiento
es muy restringido terminará generando desarmonía en la expresión del ser entero. A medida
que los cambios en el movimiento se hacen conscientes y se expande la capacidad de mover-
se diferente, la expresión de las emociones, estados de ánimo, actitudes e ideas también se

demás personas (Gordon–Giles & Zidan, 2009).

Para lograr que los movimientos sean más conscientes, se requiere desarrollar una conscien-

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 31


moverse ya sea de forma muy suave o muy brusca; al hacerlo con movimientos amplios o
pequeños, rápidos o lentos; cómo se siente balancearse, girar, brincar, arrastrarse en el suelo;
qué sensaciones hay al moverse en el centro de la sala o en la periferia; si los movimientos
-
sarrollar la capacidad de escuchar lo que ocurre al interior del organismo, incrementar la aten-
ción hacia todas las sensaciones corporales, las ideas, las emociones que emergen. Cuando se
logra la sintonía entre los estados internos y su expresión a través del movimiento se favorece
la coherencia e integración orgánica de las personas. Al lograr esta escucha interna y responder
de forma auténtica a ella, también se favorece la interacción con los otros, es más fácil res-
ponder a las propias sintonías y actuar de forma empática, lo cual ayuda al establecimiento de
relaciones interpersonales más sanas (Tortora, 2011).

Las tensiones musculares revelan cargas energéticas reprimidas de forma inconsciente, al ex-
presarlas a través de la danza, el movimiento consciente o algunos tipos de masajes, se remue-
ven los bloqueos y cargas ayudando al cuerpo a encontrar un nuevo y más sano acomodo. El
trabajo psicoeducativo que parte del movimiento corporal favorece que las personas se hagan
conscientes de su patrón de movimiento, sus bloqueos corporales y que incrementen su cons-
ciencia corporal para poder expresarse más espontáneamente y de acuerdo a sus sensaciones
-
sos que aparecen en su cuerpo y logren expresarlos a través del movimiento, están también
liberando las tensiones acumuladas, el cuerpo toma un nuevo acomodo y progresivamente
puede ir aprendiendo una nueva forma de funcionar.

H A BI LIDADES QU E FAVORECEN LA S ALU D

La siguiente sección hace una breve presentación de las habilidades que se pretende promo-
ver a lo largo del taller, así la facilitadora o el facilitador a cargo tendrá mayores elementos para
hacer las adaptaciones que considere pertinentes a partir de las necesidades y características
de cada grupo.

LA RESPIRACIÓN

¿Qué es?

La respiración es un proceso corporal a través del cual intercambiamos oxígeno por dióxido de
carbono con el exterior. Así obtenemos el oxígeno que nuestros órganos internos y músculos
requieren para hacer las diversas funciones que les corresponden.

El impacto que la respiración tiene en nuestra vida es muy grande: corrientes médicas, psico-
lógicas o espirituales han basado o iniciado su trabajo en la forma en que respiramos.

32 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


La respiración es casi siempre inconsciente, aunque podemos llevar nuestra atención a ella
-

experimentar sus efectos.

Cuando respiramos de forma inconsciente lo hacemos de 12 a 17 veces en un minuto, inter-


cambiando alrededor de un litro de aire (dependiendo del tamaño y salud de la persona). La
función de esta respiración automática es dotar al cuerpo del oxígeno que requiere para man-
tenerse vivo y sano. Sin embargo, no todos los tipos de respiración son así, pueden responder
-

partes del cuerpo, entre otros.

La respiración de oxigenación es inconsciente y no requiere un aprendizaje, sin embargo, los


otros tipos de respiración se pueden aprender y ejercitar de acuerdo a lo que se desee lograr.
La respiración implica tres momentos: la inhalación, la exhalación y las apneas (las pausas que
suele haber entre la primera y la segunda). Los cambios para lograr diferentes estados a través
de la respiración involucran estos tres momentos y sus características: lugares del cuerpo en
los que ocurren, el volumen del aire involucrado y la velocidad con que se hace.

Considerando estas características se pueden hacer muchos tipos de respiración, algunos

volumen o el tiempo entre lo que se inhala y exhala, haciendo apneas entre tiempos, etcétera.
Son muchas las variaciones que se pueden hacer, para ello conviene estudiar la anatomía invo-
lucrada (huesos, músculos, órganos, articulaciones). Finalmente, vale la pena señalar que con
frecuencia las personas no desarrollamos consciencia sobre todo lo que está involucrado en la
respiración y sus efectos, la musculatura implicada se puede ir haciendo más rígida, tanto con

difícil y ello hay que considerarlo en el trabajo con grupos.

¿Por qué nos interesa?

La respiración puede favorecer, entre otras cosas, estados de relajación o de energetización.


En la promoción del autocuidado es básico aprender a respirar de forma consciente y a dirigir

sentimos ansiedad, o bien, a energetizarnos cuando nos falta fuerza.

-
ración para lograr ciertos estados, sin embargo, si el cuerpo se encuentra rígido o en una mala

vértebras o que el diafragma esté rígido o que haya una mala postura que no permita que el
aire entre libremente, etcétera. Es conveniente que quienes trabajan con grupos aprendan la

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 33


anatomía básica involucrada en la respiración para poder incorporar ejercicios de movimiento
corporal que a su vez permitan respirar más profundamente.

Todas las personas desarrollamos patrones respiratorios de acuerdo con nuestras experiencias
y momentos vitales. En la medida en que podamos desarrollar más capacidades en nuestra
respiración podremos tener acceso fácilmente a estados emocionales concretos y el cuerpo

En el taller de autocuidado pretendemos que las personas desarrollen la mayor consciencia


posible sobre su respiración y cómo pueden apoyarse en ella para hacer más intensa o dismi-
-

Tips para trabajarlo

La relajación se puede conseguir haciendo inhalaciones más lentas y profundas o si se exha-


la el doble del tiempo en que se inhala. Se puede lograr también al hacer apneas más largas
entre una y otra acción.

La energetización se puede obtener al inhalar más rápido y más profundamente; el mismo


resultado se puede alcanzar si se hacen inhalaciones más largas que las exhalaciones o si se
inhala y exhala rápidamente por la boca.

La consciencia en la respiración se puede promover al pedir que las personas cambien la zona
del cuerpo que involucran. Lo más fácil de distinguir es cambiar de una respiración que lleva el

y la exhalación por nariz o boca, los tiempos, las velocidades y la cantidad de aire involucrada.

Es importante tener en cuenta que cuando aumente la velocidad y la cantidad de aire que
se inhala puede generarse una sensación de mareo, si es muy intensa puede incluso generar
un desmayo. Para evitarlo es importante que la gente esté pendiente de lo que le va ocu-
rriendo y pare en el momento que sienta necesario hacerlo. Si alguien percibe que se está
mareando debe sentarse, apoyar bien los pies en el suelo y hacer arraigo, bien a solas o con
ayuda de alguien (ver pág. 69).

Referencias de lecturas

Calais-Germain, Blandine. La respiración, anatomía para el movimiento. Tomo IV. Ed. La liebre
de marzo. España, 2005.

Lower, Alexander. El lenguaje del cuerpo. Ed. Herder. España, 2001.

34 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


CONSCIENCIA CORPORAL

¿Qué es?

a través de sensaciones corporales. Culturalmente hemos aprendido a ignorar y menospreciar las


sensaciones corporales como fuentes de autoconocimiento. Producto de una tradición positivista,
racional y judeocristiana que niega el cuerpo y sus sensaciones, depositamos en las ideas y los
procesos conscientes el peso de nuestras decisiones. Así, solo a través de lo que se puede ob-
servar y medir validamos el conocimiento y desechamos todo los aportes que nos brinda el resto
de nuestro ser (emociones, sensaciones, etcétera). La mayor parte de las personas vive con una
fuerte desconexión de sus sensaciones corporales, aun cuando el cuerpo almacena la historia y
comunica constantemente sus estados presentes, las personas no aprendemos a leer ese lenguaje.

prácticas milenarias como la medicina china y otras más producto de los avances en la ciencia

Las psicoterapias que involucran al cuerpo como forma de trabajo, como la psicoterapia cor-

La consciencia corporal consiste en incrementar el reconocimiento y la aceptación de lo que

información sobre el momento presente. Aprender a escuchar y leer el cuerpo, aumentar la


consciencia sobre los procesos internos es indispensable en el autoconocimiento y, por lo
tanto, en el autocuidado y el fortalecimiento de la autoestima.

Un ejemplo sencillo es aprender de la respiración. Si una persona está consciente de cómo


respira y de los efectos de su respiración en sus emociones, puede también disminuir el estrés
o la angustia producto de una situación. De la misma forma, alguien que está consciente de su
-
timando la espalda, o bien, cuándo es momento de cambiar de postura, evitando así contrac-

una emoción y la está reteniendo en su cuerpo a través de tensión muscular.

¿Por qué nos interesa?

El autocuidado requiere aprender a entender el lenguaje de nuestras manifestaciones corpo-


rales, las más sutiles como la respiración o las tensiones musculares y las más explícitas como

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 35


dolores de cabeza o enfermedades. Cuando estamos conscientes de las sensaciones corpora-

más fácil reconocer los límites y las necesidades, tenemos mayor claridad de aquello que nos
daña o lo que nos hace crecer.

Desarrollar estrategias de autocuidado que logren permear en la vida diaria atraviesa necesa-
riamente por aprender a escuchar el cuerpo, tener consciencia de todo nuestro ser que incluye
ideas, sentimientos e impulsos, para intentar tomar decisiones que fomenten la salud integral
y, por lo tanto, el autocuidado.

Tips para trabajarlo

La respiración es una forma fácil y accesible de desarrollar la consciencia corporal. Se puede


-
rales implicadas. Hacer consciente la respiración y sus efectos es una entrada sencilla al incre-
mento de la consciencia corporal.

Los estiramientos lentos y sutiles aportan mucha información. Aprender a moverse según los

musculatura, la respiración, el dolor y el placer que se puede percibir al moverse. Para desa-
rrollar consciencia al estirarse es necesario poner la mayor atención posible en las sensaciones
sutiles que van apareciendo. Por otro lado, tocarse con mayor o menor fuerza, balancearse,
cambiar o desplazar el peso de un pie a otro, entre otras acciones, permite también incremen-
tar la consciencia del cuerpo. Tal consciencia se logra a través de los cambios en las calidades
y acciones del movimiento. Es a través de la variación del movimiento y poniendo toda la
atención en las diferentes sensaciones que se despiertan que aprendemos de nuestros estados
internos generados (o despertados) con los diferentes movimientos.

Escuchar el ritmo cardiaco, la respiración, los movimientos intestinales e intentar sentir los
órganos internos es una fuente valiosa de conocimiento que permite tener una escucha activa
de lo que va pasando dentro del cuerpo.

Prestar atención al tipo de pensamientos que se suelen tener y sus efectos en el estado de
ánimo y en las sensaciones es otra forma de desarrollar la consciencia corporal. Observar sin
juicios al pensamiento y estar consciente de los efectos que ocurren en la salud resulta una
fuente vasta de conocimiento corporal.

Referencias de lecturas

Lowen, Alexander. El lenguaje del cuerpo. Ed. Herder. España, 2001.

Yoly, Ivan.
movimiento. Ed. UNAM. México, 2008.

36 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


de-la-conciencia_b_2902288.html

AT E N C I Ó N P L E N A

¿Qué es?

La atención plena es una habilidad que puede desarrollarse a través de prácticas de medita-
ción. Consiste en observar todo lo que ocurre con todo el ser involucrado. Va mucho más allá
de mirar algo o enfocar la atención en algo (ya sea interno o externo); es más parecido a una
actitud en la cual se presta toda la atención a todo lo que ocurre, observando tal cual es, sin
poner nombres, etiquetas o juicios, solo siendo consciente de lo que hay y en el momento pre-
sente. La atención plena es una experiencia que se vive con todo el ser, no está determinada
por el pensamiento lógico pues es pre-simbólica, eso quiere decir que se percibe sin juicios,

Para entenderlo puede servir imaginar la diferencia entre una experiencia y las palabras que inten-
tan explicarla. Las palabras son sólo la forma de nombrar la experiencia pero no son la experiencia
en sí misma; una experiencia no puede sino percibirse a través de los sentidos. La atención plena
es una experiencia sutil en la cual se percibe el presente con todos los sentidos involucrados.

Al desarrollar una actitud de atención plena, de observación sin juicio o crítica, sin condenas
-
sente, en lo que va ocurriendo momento a momento sin detenerse (apegarse), ya sea porque
se pretende prolongar un momento o sensación de bienestar o porque se rechaza el malestar.
Cuando se desarrolla esta habilidad se puede, entonces, aceptar y vivir plenamente la expe-
riencia misma como un fenómeno vital del cual solo hay que percatarse, sin tomar partido,
sin comparar, se observa todo como si ocurriera por primera vez. El apego a estados que son
naturalmente transitorios impide vivir de forma plena cada experiencia que se va presentando
en la vida, de tal forma que se obstaculiza la vida misma.

Cuando se centra la atención en el presente es posible ver (sin juzgar) la forma en que selec-
cionamos aquello a lo que nos apegamos, reduciendo así la capacidad de experimentar más
cosas. Por ejemplo, ante una situación sorpresiva (como la visita de alguien inesperado) alguna
persona podría sentirse contenta, otra persona podría sentirse angustiada y tal vez alguna más
se sienta molesta; si la selección de tales estados emocionales se repite frecuentemente en la
vida de cada una de esas personas, podemos pensar que tienen apego a una emoción concre-
ta. Al reaccionar con la misma emoción a diferentes experiencias se pierde la posibilidad de
experimentar una situación tal como es.

Poner en práctica la atención plena requiere de entrenamiento, pero no implica esfuerzo


simplemente porque no se pretende nada, se está atento o no. Es más el desarrollo de un es-

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 37


tado en el que se está consciente de la forma en que la atención navega. Estar atento implica
darse cuenta cuándo no se está. De esta forma, la práctica de la atención plena se convierte
en un recordatorio que regresa la atención al momento presente. Por ejemplo, si se está en
una conversación con alguien pero el pensamiento divaga hacia alguna actividad pendiente,
al poner en práctica la atención en el momento presente simplemente se dirige de nuevo la
atención a la conversación. La atención plena es el equivalente a ser observadoras/es de los
procesos internos.

La atención plena nos sirve para conocer y aprender de la propia experiencia, pensamientos
y sensaciones. Nos permite darnos cuenta cómo nuestros pensamientos y la forma en que
decidimos pensar nos puede ayudar a sentirnos mejor o nos puede enfermar.

¿Por qué nos interesa?

Desarrollar la atención plena es una habilidad que nos permite tener consciencia clara sobre
la forma en que decidimos pensar, el tipo de pensamientos a los cuales nos apegamos y
cómo ello favorece o no nuestra salud y, por lo tanto, nuestro cuidado. Es claro que hay per-
sonas cuya actitud en la vida obedece a un patrón, por ejemplo, hay quienes se relacionan
más a través del enojo o del miedo y muchas de sus experiencias son vistas a través de tales
emociones. En un sentido diferente, hay quienes se apegan a emociones de alegría o afecto,

una de las experiencias que conforman la vida es una habilidad muy importante para estar
en equilibrio y saludables. En el taller no pretendemos que la gente se apegue a sensaciones
placenteras pues eso es sólo parte de la vida. Aprender a cuidarse implica saber y aceptar
que la vida tiene diferentes momentos y que es importante estar, sentirlos y experimentarlos
todos, momento a momento.

Tips para trabajarlo

Ejercicios apoyados en la respiración donde se lleve la atención conscientemente a diferen-


tes cosas, sonidos, objetos o sensaciones internas sin hacer un juicio, solo percatándose de
lo que hay.

Poner la atención en la respiración, solo en cómo se está respirando, sin intentar cambiarla
o hacer algo concreto, únicamente en cómo es. Comúnmente la atención se desviará hacía
otras cosas; al percatarse de eso hay que regresar la atención a la respiración.

Llevar conscientemente la atención a las sensaciones corporales, por ejemplo, estar


atento a las sensaciones sutiles (latidos del corazón, movimientos intestinales, frío, calor,
entumecimiento, etcétera) que se van experimentando, sin apegarse a ellas, solo ob-
servando cómo ocurren y dejándolas ir. En estos ejercicios es común también que la
atención se vaya a otros momentos, lo que hay que hacer es regresar la atención a las
sensaciones corporales.

38 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Referencias de lecturas

Genepola, B. “Atención plena y consciencia”. Revista En tiempo presente. Invierno 2012, año 21, No. 82.

http://loreniapa.com/resources/

MOVIMIENTO

¿Qué es?

El movimiento es la manifestación de la vida. Es a través de nuestra capacidad de movernos


y de percibir ese movimiento que aprendemos y somos capaces de tener consciencia. Todo
lo que somos, hacemos, sabemos, pensamos o sentimos ocurre a través de movimientos que
experimentamos: podemos realizar acciones concretas y crear porque nos movemos, el regis-
tro de las sensaciones corporales viene a través de movimientos internos sutiles, sabemos que
estamos vivos porque nuestro corazón y pulmones se mueven, la consciencia de sí ocurre gra-
cias a la percepción del movimiento interno, interactuamos con otros y en nuestro ambiente
a través del movimiento. Somos capaces de tener consciencia de las emociones porque estas

que generan, es decir, no seríamos capaces de conocer nuestras emociones si no fuésemos


sensibles a los movimientos que con ellas producimos.

Si no pudiésemos movernos, literalmente, no podríamos vivir. Los seres vivos estamos en cons-
tante movimiento, tanto para desplazarnos y vincularnos como al interior de cada organismo
para desarrollar las funciones vitales. Desarrollar consciencia de nuestro movimiento y de la re-
lación que este tiene con la salud es básico en la generación de estrategias de autocuidado.

El movimiento revela mucho de los estados internos (emocionales o cognitivos) de cada


persona: cuando sentimos euforia los movimientos suelen ser más amplios y cargados de
energía; por el contrario, cuando estamos tristes los movimientos suelen ser más pausados,
-
pección solemos movernos menos, igual que cuando meditamos. Todas las personas nos
hemos enfrentado a experiencias que no somos capaces de procesar en el presente; si so-
mos conscientes de ello buscamos el momento de resolverlo, sin embargo, cuando no lo
somos, almacenamos la energía reprimida en el cuerpo en forma de bloqueos musculares.
Los bloqueos de energía se almacenan en el cuerpo generando corazas e impidiendo que
nos movamos de forma libre y espontánea.

Observar el cuerpo y el movimiento nos da mucha información acerca de quiénes y cómo so-

de nuestros ademanes, gestos, corazas musculares y las cualidades de nuestros movimientos.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 39


despierta una sensación de energía, de vitalidad, permite llevar la atención al cuerpo y con
ello percatarse de la energía que el cuerpo posee. El movimiento ayuda a las personas a tener
una mejor consciencia de su cuerpo, incrementa el reconocimiento de sus emociones y, por
tanto, su empatía, mejora su comunicación y sus relaciones personales. Todo ello redunda en
una mejor salud.

Diferentes corrientes de psicoterapia retoman la importancia del cuerpo en movimiento


como un indicador de salud. Mientras más amplios y variados sean nuestros movimientos,
mejor nos encontramos.

En el taller de autocuidado pondremos atención en dos cosas: la ampliación del patrón de


movimiento y el desbloqueo de corazas musculares.

El patrón de movimiento de una persona puede ser descrito a partir de los esfuerzos que

las zonas del cuerpo, de esta forma nos aseguramos de que todas las personas en algún
momento reforzarán sus movimientos más familiares y también pondrán en práctica los que
no lo son.

Simultáneamente se trabajará con la movilización de todo el cuerpo, poniendo énfasis en


todos los segmentos: ocular, oral, cuello, tórax, diafragma, abdomen y pelvis. De esta ma-
nera se favorecerá el desbloqueo, independientemente del lugar donde cada persona tenga
mayor rigidez.

¿Por qué nos interesa?

En el cuerpo está almacenada toda nuestra historia; nuestras memorias y experiencias se alo-
jan en nuestro ser completo. Tenemos acceso a algunas experiencias a través de la consciencia
y a otras no, sin embargo, en el cuerpo están nuestras experiencias y memorias corporales a
las cuales podemos tener acceso a través del movimiento y la consciencia corporal.

Producto de nuestra educación y vivencias, las personas solemos acumular tensiones y


rigidez en diferentes partes del cuerpo; así construimos patrones de movimiento y blo-
queos en zonas concretas. En el taller de autocuidado promovemos movimientos que
permiten hacer consciencia del cuerpo completo, ello incluye identificar las zonas o seg-
mentos con mayor rigidez y también percibir el tipo de movimientos que nos son más
familiares o, por el contrario, más difíciles de ejecutar. A través de diferentes ejercicios
provocamos la toma de consciencia de qué y cómo se mueve (o no) cada persona, fo-
mentamos la ampliación en el patrón de movimiento y la expresión corporal integral. En
conjunto, esto favorece la salud integral de quienes toman el taller pues un repertorio
más amplio del movimiento, la respiración, menor tensión muscular y mayor consciencia

40 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


corporal permite a las personas estar más atentas a sus necesidades de alimentación,
descanso, hidratación, oxigenación, etcétera.

En el taller también se sugieren ejercicios de movimiento a través del baile. Bailar genera
sensaciones de bienestar que suelen repercutir en un mejor estado de ánimo, reduce el
estrés e incrementa la vitalidad. A través del baile libre (no estereotipado) promoveremos
que las personas se sientan con más alegría y fuerza para realizar sus actividades cotidianas
dentro y fuera del trabajo.

¿Tips para trabajarlo

un minuto por segmento. Si es posible, detenerse más tiempo en cada segmento es mejor,
pero siempre con cuidado de cubrirlos todos. La mayor parte de la gente acumula tensión
en la parte alta de la espalda, mandíbula, pelvis y ojos, así que hacer ejercicios de moviliza-
ción de estas zonas es muy útil.

La movilización de cada segmento también se puede acompañar pidiendo al grupo que,


estando de pie, sacuda el cuerpo de forma rápida y con fuerza. De esta forma favore-
cemos el incremento de energía y la disminución en la tensión muscular. Para lograrlo
se debe acompañar el movimiento con respiraciones rápidas y profundas y soltar los
músculos, no oponer resistencia.

La música facilita la realización de diversos movimientos. Durante el taller hay que tener
lista música que favorezca cada uno de los esfuerzos. Sirve alternar diferentes ritmos para
asegurar que todos los esfuerzos se ponen en práctica.

Cualquier ejercicio de movilización debe ir acompañado de respiraciones profundas. La


exhalación puede acompañar la relajación de diferentes zonas mientras que las inhalacio-
nes pueden ayudar a energetizar cuando el grupo está cansado.

Referencias de lecturas

Lowen, Alexander. El lenguaje del cuerpo. Ed. Herder. España, 2001.

Panhofer, H. (2005). El cuerpo en psicoterapia. Teoría y práctica de la Danza Movimiento


Terapia. Barcelona, España: Gedisa.

Sheets, M. (2010). Why is movement therapeutic? American Journal of Dance Therapy,


32 (1), 2-15.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 41


DESCANSO Y SUEÑO

¿Qué es?

La Organización Mundial de la Salud ha reconocido que la salud no es únicamente la ausencia


de enfermedades sino un estado de bienestar físico y psicológico. Estar sanos y sanas atraviesa
necesariamente por el descanso y en ello está involucrado el sueño.

Las personas realizamos cada día diversas actividades y tareas que implican un gasto ener-
gético. Durante el descanso y el sueño el cuerpo puede reponerse y equilibrarse. Aun cuando
es un saber de lo más simple, parece que la forma en que organizamos la vida hace que nos
olvidemos muy rápido de que para cumplir con nuestras tareas es necesario reponer la energía
que gastamos en ellas.

Existen a la fecha múltiples investigaciones que hablan del uso del tiempo, de cómo se invierte
el tiempo de ocio, de la importancia del descanso, de la calidad de vida y cómo todo ello re-
percute en la salud. No es la función de este apartado exponer estas investigaciones, sin em-
bargo, vale la pena hacer referencia a la cantidad de actividades y tareas (laborales, familiares,
sociales o incluso para mantener la salud como ejercicio o dietas) que nos ponemos cada día
y, en contrapartida, el poco tiempo que damos para relajarnos, dormir, descansar y reponer el
desgaste energético.

diferentes actividades realizadas. Mientras dormimos el cuerpo inhibe funciones bajando casi
por completo el trabajo de los músculos, se reduce la necesidad de oxígeno y nutrientes y dis-
minuyen el riego sanguíneo, la frecuencia cardiaca y la respiratoria; de esta forma los órganos
recuperan su rendimiento y el cuerpo en su conjunto se recarga de energía.

vida se van deteriorando. No es posible determinar si una persona que no duerme bien se
enferma o el no dormir bien es consecuencia de alguna enfermedad, sin embargo, lo que es

su energía tiene menor calidad de vida. Hay investigaciones que asocian la falta de sueño y
descanso con diversas enfermedades médicas y trastornos psicológicos (Miro, Cano-Lozano
y Bulea-Casal; 2005).

No todas las personas requieren el mismo tiempo de sueño para reponerse, tampoco precisa-
mos dormir el mismo tiempo durante toda la vida. En la infancia se requieren más horas de sueño
que en la edad adulta, por ejemplo, y alguien que realiza más actividad física requiere también de
más horas de sueño en comparación con alguien que tiene una vida más sedentaria. En términos
generales se puede hablar de cuatro patrones de sueño: corto (personas que duermen alrededor
de cuatro o cinco horas), largo (personas que duermen más de ocho o nueve horas), intermedio
(entre siete y ocho horas) e irregular (personas que tienen un patrón de sueño inconsistente).

42 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Además de las horas empleadas en dormir, en el descanso interviene la calidad del sueño: hay
-
ciente y de mala calidad. Una diferencia más en la forma en que dormimos es el horario en que
lo hacemos: hay personas que se duermen y levantan temprano (matutinas) y quienes se van a
dormir tarde y se despiertan tarde (vespertinas).

riesgo de padecer depresión o ansiedad; problemas de abuso de drogas, alcohol o nicotina; al-

y en la función endócrina; falta de concentración; mayor propensión a accidentes y problemas


de aprendizaje, entre otras muchas secuelas.

Cuidar el sueño y el descanso debe contemplar también aspectos ambientales como una cama

27 grados), una habitación oscura (la luz activa sistemas en el cerebro que no permiten el des-
canso), silencio (el ruido perturba la posibilidad de tener un sueño profundo), ropa cómoda y
no tener una cena pesada antes de ir a dormir.

Al revisar todas estas diferencias y analizar la forma en que normalmente dormimos y des-
cansamos podremos encontrar aspectos que tienen que ver con nuestra salud y, por lo tanto,
con el cuidado que nos procuramos.

¿Por qué nos interesa?

El diseño e implementación de prácticas que ayuden a mejorar el descanso y lograr el equilibrio


entre energía gastada y reparación de la misma ayudará a mejorar la salud integral de las perso-
nas y reducirá las graves consecuencias de la falta de un sueño reparador. Mejorar la calidad en
el descanso mejorará la calidad de vida de las personas. “Las intervenciones que reduzcan las
alteraciones del sueño o la privación de sueño serán especialmente prometedoras para mejorar
la calidad de vida y prevenir enfermedades” (Miro, Cano-Lozano y Bulea-Casal; 2005).

Partimos del hecho de que las y los profesionales que laboran en atención de otras personas
suelen tener cargas de trabajo exhaustivas que dejan poco tiempo para reponer la energía inver-
tida. En general se duerme poco y se tiene una vida muy sedentaria. En el taller de autocuidado
se promoverá que las personas se relajen y descansen, al mismo tiempo que se procurará que se
muevan activamente para que puedan dormir con mayor facilidad el periodo que dura el taller.

Cuando una persona tiene mayor actividad física requiere más horas de sueño. Al contem-
plar actividades en movimiento (sobre todo el movimiento que implica mucha energía), lo-
gramos un balance entre el cansancio mental y el físico, ello facilita tener un sueño más
reparador por las noches.

Antes de comenzar cada sesión del taller se debe dar tiempo y espacio al descanso. Puede
ser justo al iniciar el taller cada mañana, o bien, después de la comida; se deben consi-

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 43


derar entre 10 y 15 minutos en silencio, sin actividad, con el grupo recostado con los ojos
cerrados, la luz apagada y con música muy suave o sin ella. Normalmente las personas
suelen desconcertarse, pero alrededor de los ocho minutos casi todas las personas esta-
rán en un proceso de relajación y algunas se dormirán profundamente entre 5 y 6 minutos.
Si trabajamos con grupos que están extenuados vale la pena dejar incluso 20 minutos.
Estas pequeñas siestas tienen una función reparadora muy importante. Diversas investi-
gaciones hacen referencia a que pequeñas siestas después de la comida (no más de 30
minutos) suelen mejorar la concentración, la ejecución de actividades y generar mayor
sensación de bienestar.

Como facilitadoras y facilitadores debemos estar muy pendientes del cansancio de los grupos
y de la necesidad apremiante de descanso que tiene casi toda la gente. No es nada extraño
ver talleres o programas educativos saturados de actividades e información, completamente
inútiles con grupos de gente cansada cuya capacidad de aprendizaje es muy baja. El taller de
autocuidado tiene justo una lógica contraria, se debe privilegiar el descanso antes que las ac-
tividades programadas, de tal forma que si debe cambiarse la programación con tal de que el
grupo descanse, las facilitadoras o los facilitadores deben tener la disposición y habilidad para
promoverlo, destacando además que es parte del taller mismo. El descanso es un requisito
básico en el autocuidado.

Tips para trabajarlo

Al iniciar cada sesión se debe abrir un espacio de al menos ocho minutos para que el
grupo esté recostado, todos tapados con mantas, con los ojos cerrados, en silencio y con
la luz apagada. Esta actividad debe ser independiente de los estiramientos y calentamien-
to de un ejercicio.

Después de la comida y antes de iniciar cualquier actividad se pide a las y los participantes que
se recuesten, permanezcan en silencio, se tapen y cierren los ojos. Se apaga la luz y se puede
poner una música de meditación muy suave. Esto se hace por al menos 15 minutos.

El descanso también puede percibirse sin tener que dormir; bajando la intensidad de las acti-
vidades y concentrándose en lo que se hace. Se pueden hacer, por ejemplo, ejercicios de respi-
ración para relajar los músculos.

En general, el taller debe tener un ritmo cómodo, no tanto como para que el grupo no se mueva

en una exigencia más en su vida.

Referencias de lecturas

Miro, E.; Cano-Lozano, M. y Bulea-Casal, G. “Sueño y calidad de vida”. Revista colombiana de


psicología. 2005, No. 14, Págs. 11-27

44 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Mijangos, V. El sueño y la calidad de vida, agentes de salud. Escuela Universitaria de Enfermería
de Leioa. Universidad del País Vasco. España, 2013.

González, I. “El descanso es importante”. En Revista 60 y más. No. 294, Año 2009, Págs. 46-51.
Ministerio de Sanidad y Política Social. Gobierno de España.

CO N TAC TO Y V Í N C U LO

¿Qué es?

Los seres humanos nos construimos como tales a través del contacto y vínculo con otros
seres humanos. Ser seres sociales implica que nuestra identidad y existencia ocurren en
relación con las demás personas. Sería material y psicológicamente imposible sobrevivir sin
contacto humano.

Conocemos el mundo y a otras personas a través de los sentidos, es decir, a través del contac-
to que hacemos con el exterior. El contacto lo establecemos de formas diferentes a partir de
nuestros sentidos: visual, auditivo, sensorial, olfativo y gustativo.

El conocimiento de nosotros mismos dependerá de la imagen que nos devuelven las otras
personas; por ejemplo, el autoconcepto en la infancia se forma a partir de la idea que los adul-
-
nocemos y sabemos de nosotros mismos y esto será siempre en relación con otros: sabemos
que somos inteligentes, amables, tímidos, aventuradas, etcétera, porque lo somos en relación
con otras personas o situaciones que implican personas.

Es, pues, a través del contacto que estamos en y conocemos el mundo, y es a través de él que

que generan bienestar y, por lo tanto, promueven la salud.

existe, mayor es la probabilidad de contacto. A su vez, el contacto físico genera mayores

-
to y favorecer una sensación de bienestar. Las caricias, los abrazos, las palmadas o los masajes
son sólo algunas formas de contacto físico que suelen expresar emociones de cercanía y afec-

Los masajes y las caricias provocan la liberación de oxitocina (hormona y neurotransmisor)

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 45


Además, se ha documentado que los masajes tienen un efecto ansiolítico y relajante; dismi-
nuyen la sensación de angustia y ansiedad, así como la agresividad; combaten los efectos
del estrés pues reducen la tensión arterial, el ritmo cardiaco y el cortisol5. Finalmente, cabe
mencionar que los masajes producen pocos efectos secundarios indeseables en personas
sanas (Uvnäs, 2009).

¿Por qué nos interesa?

En los procesos grupales, como en cualquier espacio de interacción humana, el contacto (o


el bloqueo del mismo) es algo que está en juego todo el tiempo. Si bien al inicio de un trabajo
grupal las personas suelen estar en una actitud defensiva y con límites físicos y psicológicos

mayor contacto: visual, auditivo o físico.

-
niones, la consideración de lo otro, de lo diferente; esto implica contacto, ver y escuchar al otro/a.

El taller de autocuidado contempla ejercicios que promueven el contacto interpersonal con la

de profundizar en el contacto depende de cada persona, no debe ser impuesto o forzado. Las
y los facilitadores a cargo requieren mostrar una actitud respetuosa de los límites de cada

otras personas.

Existen múltiples ejercicios que pueden favorecer el contacto entre el grupo, ya sea visual,
físico o auditivo.

Tips para trabajarlo

El contacto visual puede ser promovido a partir de diferentes ejercicios. La importancia


de todos ellos es promover que las y los participantes pongan su atención y consciencia
en las sensaciones que les provoca mirar y ser mirados o miradas. Ejemplos de estos
ejercicios son: mirar a los ojos estableciendo un contacto real con cada persona mientras

personas, una frente a otra, mirándose a los ojos y cambiar de persona en persona. Vale
la pena señalar que el contacto visual es muy íntimo y puede generar la expresión de di-
versas emociones a través de risa o llanto.

5 El cortisol es una hormona producida por la glándula suprarrenal que se libera en respuesta al estrés y actúa para restablecer el
equilibrio en el cuerpo ante una situación de peligro. Sin embargo, la exposición prolongada a dicha hormona puede generar diver-

osteoporosis, generar problemas gástricos y renales. El cortisol está estrechamente relacionado con la producción de adrenalina, por

46 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


El contacto auditivo se promueve con ejercicios en los cuales las personas se escuchan
entre sí. El propósito, además de escuchar, es estar conscientes de las sensaciones que les
genera escuchar. Esto también ayuda a favorecer la empatía.

El contacto físico se puede hacer también con diferentes ejercicios; el objetivo es que las
personas estén pendientes de sus sensaciones al tocar y ser tocadas. Se pueden hacer ejer-
cicios de masaje de manos, masaje de cabeza, masaje grupal en círculo, masaje de espalda
en parejas, masaje completo en parejas o equipos.

El contacto físico también se puede experimentar a través de materiales que lo medien: telas,
pelotas, resortes (o materiales elásticos), varillas de madera o listones permiten a las personas
jugar con las distancias y los límites. A través de la exploración con los materiales las personas

-
des para pedirlo.

Es muy importante que en cada ejercicio las personas se sientan libres de marcar su propio
límite, esto es algo que debe ser explicitado y favorecido por parte de quien facilita el taller.

Referencias de lecturas

Uvnäs, K. . Ediciones Obelisco. España, 2009.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 47


CAPÍTULO

Taller de autocuidado

Presentación del taller | Carta temática | Ejercicios psicoeducativos

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 49


CAPÍTULO III

Taller de autocuidado

P R E S E N TAC I Ó N D E L TA L L E R

El taller de promoción del autocuidado desde el cuerpo es una propuesta psicoeducativa que

de sociedades más sanas. Partimos de la premisa de que personas sanas y felices tienen mayor
posibilidad y capacidad para procurarse relaciones laborales, familiares y sociales más sanas.
Nuestra apuesta ética es que en la medida que las personas tengan una mejor salud impac-
tarán positivamente en la construcción de mejores sociedades, con ciudadanías más activas,
preocupadas y comprometidas con las demás personas y con su entorno.

acuerdo a las necesidades y características de cada grupo e incluso los ejercicios pueden ser
replicados en sesiones individuales. Se pueden aplicar los ejercicios por separado, algunas
sesiones, o bien, el taller completo de acuerdo con los objetivos que cada grupo se proponga.

El objetivo general del taller es incrementar la salud integral y generar una sensación de bienestar
inmediata después de cada sesión en las y los participantes.

Los son:

que procuran la salud y el bienestar de forma individual.

Aumentar la consciencia corporal y el autoconocimiento.

Promover la ampliación en el repertorio (patrón) de movimiento en las y los participantes,

Favorecer la expresión de estados internos que obstaculizan el desarrollo y las capacida-


des personales.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 51


Los temas del taller se abordarán a partir de la experimentación corporal, salvo casos concretos
como puede ser información sobre estrés, burnout, traumatización vicaria y autocuidado. No se
prevén exposiciones conceptuales; en cambio, los temas serán experimentados corporalmente
a través de ejercicios concretos que los promoverán. Cuando el grupo o las personas lo deman-
den, encontrarán información conceptual que sustenta los temas que se abordarán de forma
directa o trasversal durante el taller:

Efectos del desgaste y el estrés en los cuerpos

Importancia del descanso y la relajación

Atención plena y respiración

Ampliación del repertorio de movimientos

Consciencia corporal

Autocuidado como requisito para la salud integral

Experimentación del contacto y el vínculo y sus ventajas en la salud de las personas

Duración y estructura del taller: El taller propuesto en este manual tiene una duración de 16
horas divididas en cuatro módulos de cuatro horas. Facilitadoras/es con experiencia en el tra-
bajo vivencial y psicocorporal tienen las habilidades para hacer las adaptaciones pertinentes
de acuerdo a las necesidades de cada grupo. Para ello se pueden apoyar en el apartado de
habilidades a desarrollar de la sección anterior.

Materiales requeridos: Computadora; cañón; hojas blancas; crayones; plumones; lápices; cinta
adhesiva; rotafolios; equipo de sonido; música seleccionada para cada sesión; mantas, colcho-
netas o tapetes de yoga por persona; crema para manos o aceite para masajes; toallitas higié-
nicas desechables; instrumentos musicales o telas de colores y texturas diferentes (al menos
de 1 m2); chocolates; frutas y agua para cada persona.

Condiciones de espacio requeridas: Salón amplio y sin mobiliario (puede ser una sala de danza,
teatro, yoga o actividad similar). Es importante que sea un sitio aislado que permita trabajar
con privacidad y sin interrupciones. Si el espacio tiene una temperatura baja es recomendable
poner calefacción para mantener un clima templado; es importante que las y los asistentes no
tengan frío. La iluminación debe ser lo más parecida a la luz natural (si la iluminación del lugar
es de neón o con focos de luz blanca o azul, se debe considerar utilizar lámparas de luz amarilla
que proporcionen calidez al espacio) y debe estar ventilado.

Método de trabajo

El taller emplea herramientas de la danza movimiento terapia, la psicoterapia corporal bioenergética,


la meditación y la atención plena. El trabajo será fundamentalmente corporal, las y los participantes

52 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


deben estar dispuestas/os a moverse y saber qué expresiones catárticas pueden ocurrir, pero no
se están buscando. En el diseño del taller hay técnicas vivenciales y participativas como las que se
describen a continuación:

posterior a un ejercicio, sirven para que las y los participantes puedan ahondar en sus opinio-
nes, escuchar a otra(s) persona(s) y procesar en conjunto la experiencia vivida.

Fantasía guiada: Son ejercicios de proyección con guiones diseñados que permiten a las y los par-
ticipantes poner en una historia neutra, detalles personales. Su objetivo es favorecer la proyección

grupo permanecer con los ojos cerrados. Se recomienda que no sea directiva/o para permitir que

elementos como la música y los aromas.

Son ejercicios de proyección que consisten en ampliar las fronteras de lo


que es familiar o conocido a través de expresiones como el dibujo, modelaje, pintura, poesía
o escritura. Su objetivo es favorecer la creatividad y la expresión de las y los participantes. La
función de quien facilita es apoyar el rompimiento de esquemas o estereotipos e invitar a sen-
tir, hablar e inventar. Es necesario fomentar un ambiente de aceptación y libertad, además de
contar con variedad de materiales.

Técnicas participativas: Son ejercicios que promueven la participación activa a través de aná-
lisis personales o colectivos. Entre estas se encuentran: lectura comentada y lluvia de ideas.

Se realizará a través del uso de un diario personal en el que las y los par-
ticipantes irán registrando sus emociones y experiencias obtenidas en el taller.

Encuadre

El desarrollo óptimo del taller requiere de acuerdos claros y concretos para que el grupo pue-

preciso antes de iniciar el taller.

que pueden abrirse a su experiencia y empatizar con la experiencia de las demás.

El trabajo vivencial desde el cuerpo suele generar resistencias en muchas personas. Además,
es importante recordar que una de las secuelas del síndrome de burnout es una actitud cínica
hacia los ofrecimientos de ayuda, por ello quien está a cargo del taller debe tener muy pre-
sente que en cada grupo con seguridad se va a encontrar con resistencias hacia los ejercicios.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 53


parece absurdo; incluso después de haberse movido y experimentado su cuerpo, hay quienes
minimizan las sensaciones percibidas. Es necesario recoger estas manifestaciones de rechazo
sin tomarlo como personal e invitar al grupo a seguir intentado. Es importante tener una actitud
comprensiva hacia las resistencias para poder acompañar sin obligar.

Es útil que durante todo el taller se mantenga una actitud amorosa y de comprensión que invite a
hacer lo que en ese momento pueden hacer; no obstante, hay que llamar la atención acerca del
hecho de que, cualquiera que sea la respuesta de resistencia hacia el movimiento, lo único que
las personas no pueden hacer es permanecer como observadoras del trabajo de las demás. Que
una persona permanezca como observadora sin involucrarse de alguna forma puede incomodar
-

malestar, por lo tanto, a mayor resistencia, mayor rechazo habría hacia el movimiento.

Se debe establecer un mínimo de asistencia para permanecer en el taller. La entrada y salida

acordar que alguien que falte a más de dos sesiones no podrá permanecer dentro del taller.
Todas las personas participantes deben estar de acuerdo con esto.

El taller está pensado para replicarse con profesionales que trabajan en orga-
nizaciones de la sociedad civil o en instituciones de gobierno dedicadas a la atención o cuidado
de otras personas. Si bien los ejercicios podrían ser replicados con adolescentes, el taller no

cada caso. Es recomendable que todas las personas que toman el taller lo hagan por voluntad
propia, pues alguien que no quiere tomarlo y tiene fuertes resistencias puede ser un obstácu-

grupo. El taller incluye ejercicios en movimiento por lo cual las personas que participan deben
tener disposición y posibilidad de moverse; si dentro del grupo hay alguna persona con alguna
-
cluirla en los ejercicios en movimiento. Dado que el movimiento es la constante en el taller, el
diseño de los ejercicios no está pensando para personas con discapacidades motoras serias o
lesiones en la columna vertebral. Aun cuando, en general, el grado de riesgo de los ejercicios
no es alto, vale la pena preguntar antes del taller si alguien está o ha estado en tratamiento
psiquiátrico. De ser así, deben proporcionar los datos de su psiquiatra o psicoterapeuta, quien
debe estar al tanto del taller. Las facilitadoras o facilitadores deben contactar al especialista
(con autorización de la o el participante) para avisar que en caso de crisis se pondrán en con-
tacto. Todos estos datos deben entregarse antes de iniciar el taller, en la hoja de inscripción.

Debe tener conocimiento general en temas re-


lacionados con la salud y el autocuidado. También debe tener una amplia experiencia en el
trabajo frente a grupos con metodologías vivenciales y corporales. Es importante que posea

-
dable que sea una persona que realice algún tipo de ejercicio de forma cotidiana, como danza,
yoga o tai-chi, y alguna forma de meditación.

54 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Rol de la facilitadora o el facilitador: El desarrollo óptimo de estrategias de autocuidado atra-
viesa por una toma de consciencia de la falta de las mismas; transitar de uno a otro lugar puede
generar malestar, frustración o negación. No se puede arribar a la consciencia desde la imposi-
ción, por ello es indispensable que quienes estén a cargo del taller sean personas que faciliten
procesos individuales de forma respetuosa. Deben ser capaces de ser cercanas afectivamente,
pacientes, críticas, con una presencia física y psicológica constante, que tengan tolerancia a la
frustración para acompañar y sostener los momentos de resistencia. Quien facilite este taller
debe estar dispuesta/o a moverse con el grupo, retroalimentar, compartir y mostrarse con las
respectivas carencias, contradicciones y limitantes. Mostrarse en su complejidad e integralidad
invitará al grupo a abrirse también respecto a sus propios obstáculos.

C A RTA T E M ÁT I C A

SESIÓN 1

ACTIVIDAD OBJETIVO TIEMPO MATERIALES

Presentación Introducir los contenidos, 30 min Proyector, computadora,


del taller y métodos y personas que presentación en Power Point
del facilitador/a. conformarán el taller con el encuadre
Establecimiento
del encuadre

Ronda 30 min Ninguno


de expectativas grupo y del facilitador/a. Bajar
el nivel de angustia inicial

Ejercicio de movi- Introducir al grupo a los 45 min Equipo de sonido, lista


miento: desbloqueo ejercicios de movimiento de reproducción con música
por segmentos y favorecer el desbloqueo que sube de intensidad,
del cuerpo colchonetas y mantas

Ejercicio de Favorecer el incremento de la 30 min Hojas blancas, colores


consciencia corpo- consciencia sobre el desgaste
físico o emocional experi-
el desgaste mentando a través de las
sensaciones corporales

Exposición sobre Promover que las y los parti- 30 min Proyector, computadora,
estrés y burnout presentación en Power Point
de desgaste con contenidos del tema

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 55


Receso 15 min

Ejercicio Favorecer el incremento 50 min Equipo de sonido, música


de consciencia de la consciencia corporal suave, incienso, servilletas,
corporal por parte de las y los asis- chocolates, frutas, agua,
tentes y disminuir la angustia colchonetas, mantas, hojas
que se pudo generar en la blancas y colores
exposición previa

Cierre de sesión Promover que el grupo 10 min Ninguno


-
zajes en la sesión

SESIÓN 2

ACTIVIDAD OBJETIVO TIEMPO MATERIALES

Ejercicio de relaja- Favorecer la creación 30 min Equipo de sonido, música


ción y descanso suave, colchonetas y mantas
y la recuperación de energía
en el grupo

Ejercicio de atención Promover el incremento de la 30 min Equipo de sonido, música


plena y respiración consciencia de la respiración suave, hojas blancas y lápices
y sus efectos

Ejercicio de movi- Suscitar la toma de conciencia 60 min Equipo de sonido, lista de repro-
miento: ampliación del patrón de movimiento ducción con música para cada
del patrón de movi- y ampliarlo esfuerzo de movimiento, fotoco-
miento pias del cuadro de esfuerzos del
movimiento (ver Anexo 2) para
cada persona, lápices

Exposición sobre 45 min Proyector, computadora,


autocuidado en torno a la importancia presentación en Power Point
de realizar actividades con contenidos del tema
tendientes al autocuidado

56 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Receso 15 min

Ejercicio de movi- Favorecer el incremento de 50 min Equipo de sonido, música sin


miento: círculo de letra, fácil de seguir
Chace interior del grupo

Cierre Promover que el grupo evalúe 10 min Ninguno


los resultados del trabajo
realizado en la sesión

SESIÓN 3

ACTIVIDAD OBJETIVO TIEMPO MATERIALES

Ejercicio de relaja- Favorecer la creación 30 min Equipo de sonido, música suave


ción y descanso
y la recuperación de energía
en el grupo

Ejercicio de atención Promover el incremento de la 30 min Equipo de sonido, música


plena y respiración consciencia de la respiración suave, hojas blancas y lápices
y sus efectos

Ejercicio de movi- Promover que las y los parti- 100 min Equipo de sonido, música
miento: ampliación cipantes tomen consciencia que invite a cambiar de planos,
del patrón de movi- de los diferentes niveles, pla- hojas blancas, colores
miento nos y kinesfera en su patrón
de movimiento y lo amplíen

Receso 20 min

Equipo de sonido, Favorecer el incremento de 60 min Equipo de sonido, música


música que invite tranquila, colchonetas, mantas,
a cambiar de planos, interior del grupo incienso, aceite para masajes y
hojas blancas, pañuelos o servilletas
colores

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 57


SESIÓN 4

ACTIVIDAD OBJETIVO TIEMPO MATERIALES

Ejercicio de relaja- Favorecer la creación 30 min Equipo de sonido, música


ción y descanso suave, colchonetas y mantas
y la recuperación de energía
en el grupo

Ejercicio de atención Promover el incremento de la 30 min Equipo de sonido, música sua-


plena y respiración consciencia de la respiración ve, hojas blancas y lápices
y sus efectos

Ejercicio de movi- Favorecer la espontaneidad 60 min Equipo de sonido, música rítmi-


miento: movimiento y creatividad en el movimiento, ca, instrumentos musicales y/o
libre y creación telas, hojas blancas, colores
conjunta trabajo en equipo

Ejercicio de Facilitar que el grupo evalúe 45 min Hojas blancas y lápices


autoevaluación su proceso y aprendizaje en
el taller

Receso 15 min

Ejercicio de movi- Favorecer que el grupo se 40 min Equipo de sonido y música


miento como cierre despida del taller popular para bailar (de acuerdo
con cada grupo)

Ronda verbal de 20 min Ninguno


cierre del taller grupo en el taller

E J E RC I C I O S P S I CO E D U C AT I VO S

SESIÓN 1

Al inicio del taller se realiza la presentación de la facilitadora o facilitador a cargo, del


grupo y de los contendidos del mismo. Se hace el encuadre para asegurar que todas las
personas están de acuerdo con los contenidos y la forma en la que se trabajará. La ronda
de expectativas es un espacio para bajar la angustia del grupo, así que puede ser reem-

58 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


plazada por cualquier otro ejercicio de integración. Es importante que se tenga lista de
antemano la presentación en Power Point con los temas de estrés, estrés laboral, burnout
y traumatización vicaria de acuerdo con las necesidades de cada grupo. Es posible que en
esta sesión las personas sientan angustia al percatarse de su nivel de desgaste, por ello, es
muy recomendable que el último ejercicio sirva para nivelar la angustia del grupo. Puede
ser útil comentar que en las siguientes sesiones se abordarán recursos para incrementar
su salud y su bienestar.

Distribución del tiempo:

Presentación y bienvenida 30 min


Ronda de expectativas 30 min
Ejercicio de movimiento: desbloqueo por segmentos 45 min

Exposición del tema 30 min


Receso 15 min
Ejercicio de consciencia corporal 50 min
Cierre 10 min

Materiales requeridos: Proyector, computadora, presentaciones realizadas en Power Point,


equipo de sonido, música seleccionada para cada ejercicio, incienso, servilletas, chocola-
tes, fruta, agua, hojas blancas, colores, colchonetas, mantas, extensión eléctrica, adapta-
dor trifásico.

Ejercicio de movimiento: desbloqueo por segmentos

Objetivo: Introducir al grupo a los ejercicios de movimiento y favorecer el desbloqueo del cuerpo.

Materiales: Equipo de sonido, lista de reproducción con música que sube de intensidad y con
tambores, colchonetas y mantas.

Tiempo: 45 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pide a las y los participantes que tomen una colchoneta y una manta, busquen un lugar
donde se sientan cómodas/os, se acuesten, se cubran con la manta y cierren los ojos, que
lleven su atención a su respiración buscando estar lo más cómodas/os que les sea posible.
Se les deja en esta posición por cinco minutos.

Se pone música para meditar que tenga un ritmo suave. Se les pide que respiren lo más
profundamente que puedan y que en cada exhalación relajen los músculos que sientan
tensos. Esto se repite durante cinco minutos.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 59


Ahora se les pide que respiren normalmente por un par de minutos y se vayan preparando
para el movimiento. Se les pide que, a su tiempo y ritmo, vayan abriendo los ojos, moviendo
el cuerpo empezando por las manos, los pies, siguiendo por los brazos y piernas y así hasta
activar todo el cuerpo. Se les indica que se sienten y alarguen la espalda hacia el techo, con
las piernas estiradas o dobladas. Se les pide que alarguen los brazos intentando tocar el te-
cho y luego los lleven a los lados, tratando de tocar las paredes. Se hacen también ejercicios
de estiramiento y activación de las piernas y se les pide que se pongan de pie. Se practican
estiramientos por 10 minutos procurando incorporar todo el cuerpo, estos deben ser suaves
para evitar que las personas se lastimen.

Estando de pie se indica que formen un círculo. Quien facilita va guiando ejercicios de
desbloqueo por segmentos (aproximadamente tres minutos por segmento):

Ojos. Movimientos muy grandes de abrir y cerrar, hacer círculos con la mirada, levantar
y contraer las cejas, hacer muecas con la cara movilizando todos los músculos alrededor
de los ojos y dar masaje suavemente con los dedos medio e índice, incluyendo la frente
y las sienes.

Garganta. Sacar la lengua, meterla, movilizar la mandíbula, abrir muy grande la boca y
luego contraer los labios, pasar la lengua por las encías intentado separarlas de las me-
jillas, proyectar la voz lo más fuerte posible, exhalar con la lengua lo más afuera posible
y dar masaje con toda la mano, del centro hacia fuera, incluyendo la parte de debajo y a
los lados de la nariz, la barba, las mejillas y hasta por debajo de las orejas.

Cuello. Mover la cabeza en círculos, cambiar el sentido, moverla hacia delante y atrás,
hacia los lados, girar hacia la izquierda y la derecha. Esto se hace lentamente, enfatizan-
do la importancia de cuidar este movimiento que implica a la columna vertebral. Este
ejercicio sirve como masaje a la columna y la parte alta de la espalda.

Caja torácica. Inicia con un movimiento de los hombros en círculos, cambiando el sentido
del mismo, abriendo y cerrando los hombros para esconder o proyectar el pecho, movi-
mientos irregulares con pecho y brazos, movimientos con un solo lado del cuerpo y luego
con el otro. Hacer círculos con toda la caja torácica sin mover la pelvis, cambiando el sen-
tido de los círculos.

Pelvis. Imaginar que tienen una esfera de luz en medio del cuerpo. Colocar la palma
de una mano debajo del ombligo y en el centro de su cuerpo. Con esta esfera en
mente, los movimientos son para moverla de atrás hacia delante, de derecha a iz-
quierda, en círculos, primero muy pequeños, que se van ampliando en espiral y luego
de regreso.

Terminados los ejercicios se pide a las y los participantes que caminen por la sala y durante
cinco minutos más, que bailen con la intención de subir su energía. Se ayuda con música de
tambores fuertes. Se indica que asienten con fuerza sus pies, como en una marcha, sacudan
sus brazos y muevan la pelvis.

60 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Al cabo de los cinco minutos, se les llama a recuperar su movimiento natural, su respira-

en voz alta la palabra que eligieron.

Se agradecen las participaciones y se pide al grupo prepararse para el siguiente ejercicio.

Objetivo: Favorecer el incremento de la consciencia sobre el desgaste físico o emocional expe-


rimentando a través de las sensaciones corporales.

Materiales: Hojas blancas, colores.

Tiempo: 30 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pide a las y los participantes que tomen una hoja blanca y algunos colores.

Se les indica que se sienten en un lugar de forma cómoda y cierren los ojos. Se llama a

sus sensaciones corporales; qué tan frecuentemente sienten frustración o desesperanza

corporalmente el estrés.

Se debe dar tiempo (alrededor de 10 minutos) para que las personas encuentren, en silen-
cio, su respuesta.

Se les pide que abran los ojos y dibujen una silueta de su cuerpo e indiquen, como si fuera
un mapa, sus sensaciones de desgaste, estrés, frustración, cansancio, agotamiento, desco-
nexión, etcétera. Tienen 10 minutos para realizar el mapa.

que descubrieron con el mapa.

En la siguiente parte del taller se abordarán a grandes rasgos el síndrome de desgaste,

ejercicio que tiene el objetivo de favorecer una sensación de bienestar. Esto último con la

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 61


Ejercicio de consciencia corporal

Objetivo: Favorecer el incremento de la consciencia corporal por parte de las y los asistentes y
disminuir la angustia que se pudo generar en la exposición previa.

Materiales: Equipo de sonido, música suave, incienso, servilletas, chocolates, frutas, agua, col-
chonetas, mantas, hojas blancas y colores.

Tiempo: 50 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pide al grupo que todos tomen una colchoneta y una manta, se acuesten en alguna parte
de la sala, se tapen y cierren los ojos.

Mientras el grupo hace esto, la facilitadora apaga la luz y enciende incienso o aceite de
aromaterapia. Es importante asegurarse de que sea uno suave y que el salón esté ventilado
para que el olor sea solo sutil y no molesto.

la guarden bien en su memoria.

Después se les solicita que busquen la forma de estar lo más cómodas/os posible y
empiecen a respirar profundamente. Podrán cambiar de postura cada vez que lo nece-
siten, siempre con el fin de sentir la mayor comodidad posible. En esta postura, se les
pide que lleven su atención a su respiración; primero habrá que darse cuenta de cómo
es y después practicar dos gestos respiratorios distintos: en el primero hay que inhalar
mientras se infla el abdomen y al exhalar se debe pegar el ombligo a la columna; en el
segundo, el propósito será inhalar durante cinco segundos, controlando el flujo de aire
que entra para llenar por completo los pulmones, hacer una pausa de dos segundos y
luego exhalar durante cinco segundos más, hacer otra pausa de dos segundos y vol-
ver a inhalar. Esto se repite hasta que se hayan completado 15 minutos desde el inicio
del ejercicio.

Ahora se dejan cinco minutos más para que el grupo respire normalmente. Se indica a las

cambios que tengan que hacer (estirarse, cambiar de lado, rotar, torcerse, sentarse) para
buscar la mayor comodidad posible. Para encontrarlo necesitan prestar mucha atención a
las señales de su cuerpo.

diferentes partes de su piel, por ejemplo, cómo es el calor en sus manos, en su abdomen,

62 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


en las mejillas, en el cuello, en las rodillas, en la espalda baja, etcétera. Habrá cinco minutos
para este ejercicio.

Después, se les pide que registren todos los sonidos que puedan, no sólo la música
de la sala, sino otros sonidos como los movimientos de las demás personas, ruidos
externos a la sala, o bien, los diferentes instrumentos musicales. Habrá cinco minutos
para hacerlo.

Mientras el grupo hace esto, la facilitadora o facilitador abre los chocolates (uno por
persona, por lo cual deben ser pequeños) y prepara las frutas (deben ser fáciles de comer
y repartir, por ejemplo fresas, gajos de naranja, uvas).

Se les recuerda buscar la comodidad. Se indica que, sin abrir los ojos, extiendan la
mano al frente de ellas/os, pues van a recibir algo pequeño. Ahora la idea es que lleven
la atención a su olfato, el propósito es registrar todos los olores que puedan. Se les
van a colocar dos objetos en las manos, los cuales deberán oler para identificarlos. Se
pueden ayudar también con el tacto. Mientas se explica lo anterior, la facilitadora pasa
con cada persona y pone en sus manos una servilleta, un chocolate y una fruta. Se dan
cinco minutos.

Finalmente, se pide que durante cinco minutos prueben los objetos que tienen en sus
manos, uno por uno, y registren las diferentes reacciones y sensaciones de su cuerpo
mientras lo hacen.

Al terminar el tiempo se les llama a llevar su atención de regreso hacia su cuer-

-
do el grupo está haciendo esto, quien facilita reparte hojas blancas y colores por la

esta actividad.

Se agradece la participación del grupo y se pide que se sienten en círculo para realizar el
ejercicio de cierre.

Ejercicio de cierre

Objetivo:

Materiales: Ninguno

Tiempo: 10 minutos

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 63


Descripción de la ejecución:

Se pide a las y los integrantes del grupo formar un círculo, sentadas/os, puede ser en el
suelo o en sillas.

Se indica que harán una ronda de cierre y para ello se les pide que comenten qué fue lo
-
drá, como máximo, un minuto.

-
guiente sesión. En caso de continuar el taller, se les indica el horario de comida y de regreso.

SESIÓN 2

Las sesiones 2, 3 y 4 inician de la misma forma, con un ejercicio de llegada que consiste en dormir
y luego otro donde se busca favorecer la consciencia corporal a través de la respiración. Si el gru-
po llegase tarde al inicio, se reducirá el tiempo inicial de dormir. Es importante no presionar con
la puntualidad, los grupos, en general, llegan tarde a los talleres cuando se trata de autocuidado;
además, las resistencias se pueden manifestar con impuntualidad. Es necesario recordar que el
objetivo del taller es que el grupo se relaje y se recupere, así que no debe haber presión. Soltar
la responsabilidad de llegar a tiempo es parte de la responsabilidad de cuidar de sí mismas/os.

En esta sesión hay un ejercicio para ampliar el patrón de movimiento. Será útil revisar el anexo
que contiene la información al respecto. Esta sesión incluye una exposición sobre autocuidado
que es necesario preparar en diapositivas de Power Point de manera previa. Para hacerlo, la
sección de autocuidado contenida en este manual y algunos de los artículos que aparecen en
los anexos pueden ser de utilidad.

Distribución del tiempo:

Ejercicio de relajación y descanso 30 min


Ejercicio de atención plena y respiración 30 min
Ejercicio de movimiento: ampliación del patrón de movimiento 60 min
Exposición sobre autocuidado 45 min
Receso 15 min
Ejercicio de movimiento: círculo de Chace 50 min
Cierre 10 min

Materiales requeridos: Equipo de sonido, música seleccionada para cada ejercicio, fotocopias
del cuadro de esfuerzos del movimiento, lápices, colchonetas, mantas, proyector, computado-
ra, presentaciones en Power Point, extensión eléctrica, adaptador trifásico.

64 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Ejercicio de relajación y descanso

Objetivo:
el grupo.

Materiales: Equipo de sonido, música suave, colchonetas y mantas.

Tiempo: 30 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pide al grupo que cada quien tome una colchoneta y una manta. Con ambas co-
sas en las manos, las y los participantes deben caminar muy lento durante cinco minu-
tos alrededor del salón, buscando un lugar donde consideren estar más cómodas/os.
Al cabo de ese tiempo se les pide que acomoden su colchoneta, se acuesten en
una postura en la que sientan la mayor comodidad posible, se cubran y cierren los
ojos. Se pone música suave a un volumen bajo. Durante 20 minutos no se da ninguna
otra indicación.El propósito es que el grupo se relaje y descanse. Es muy común que al
inicio haya incomodidad o desconcierto pero, con frecuencia, pasados ocho minutos el
grupo empieza a relajarse y soltar el cuerpo; muchas personas se duermen y eso es lo
que se busca.

Pasados los 20 minutos, con voz muy suave se les pide que tomen consciencia de su cuer-
po, lleven su atención a su respiración y empiecen a moverse con mucha calma. Pueden
empezar por los pies, las manos, piernas y brazos, estirarse, etcétera. Deberán ser movi-
mientos muy sutiles que les permitan activarse sin forzar nada.

Se agradecen las participaciones y se conecta con el siguiente ejercicio.

Ejercicio de atención plena y respiración

Objetivo: Promover el incremento de la consciencia de la respiración y sus efectos.

Materiales: Equipo de sonido, música suave, hojas blancas y lápices.

Tiempo: 30 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pone música suave de fondo y se pide a las y los asistentes que hagan un recorrido
mental por todo su cuerpo. El propósito es que perciban su postura, respiración, músculos
contraídos o sin tono muscular, la expresión de su cara, la comodidad o incomodidad de su
postura y sus ropas, qué tan sujeto está su cabello o la posición de sus pies.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 65


La facilitadora o facilitador puede dar diversas indicaciones que ayuden a las y los asisten-
tes a percibir cómo están. El objetivo en este momento no es que cambien para estar mejor
o más cómodas/os, sino que se den cuenta de cómo están.

y que la hagan cada vez más amplia intentando llenar los pulmones en la parte superior,

También se puede pedir al grupo que realice diferentes formas de respiración que aumen-
ten la capacidad pulmonar. Para esto tendrán 15 minutos.

Cuando faltan cinco minutos para terminar el ejercicio se reparten hojas blancas y lápices y
se da ese lapso para escribir todo lo que puedan registrar sobre sus sensaciones corporales. La
idea es poner atención en todas las sensaciones, tanto las más notorias como las más sutiles.

Ejercicio de movimiento: ampliación del patrón de movimiento

Objetivo: Suscitar la toma de conciencia del patrón de movimiento y ampliarlo.

Materiales: Equipo de sonido, lista de reproducción con música para cada esfuerzo de movi-
miento, fotocopias del cuadro de esfuerzos del movimiento para cada persona, lápices.

Tiempo: 60 minutos

Descripción de la ejecución:

El ejercicio inicia con la repartición de una copia del cuadro con los esfuerzos del movi-
miento a cada participante. Se explica brevemente que las personas tenemos un patrón
de movimiento que obedece a toda nuestra historia. Se comenta que Rudolf Laban hizo
-

(directo o indirecto).

El fin del ejercicio es que identifiquen con qué tipo de movimientos se sienten más
familiarizadas/os y cuáles les resultan más difíciles e incluso molestos. Para identifi-
carlo, se moverán durante tres minutos por cada tipo de movimiento a partir de las
indicaciones de quien facilita. Al cabo de ese tiempo irán a su hoja y escribirán cómo
fue la experiencia.

Cada persona tendrá una hoja y lápices. La facilitadora o facilitador explicará con metáfo-
ras y ejemplos como es el primer movimiento y pondrá la música que durará tres minutos.
Al cabo de ese tiempo se quitará la música y las personas irán a su hoja a dibujar o escribir
rápidamente cómo fue esa experiencia, para lo cual tendrán 30 segundos.

66 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Se explica cómo es el segundo movimiento y se pone la música. Esto se repite hasta ter-
minar los ocho tipos de movimiento.

Al terminar los tipos de movimiento se pone una música rítmica y se pide al grupo que
baile libremente tratando de repasar los cuatro esfuerzos con sus dos polaridades. Tendrá
10 minutos para ello.

Al terminar, se indica formar parejas y durante cinco minutos cada persona hablará de la
experiencia vivida en el ejercicio. Se pueden apoyar en lo escrito o dibujado en su hoja.

Procesamiento: Se pide a las y los participantes que, en parejas, comenten su experiencia y que
se centren en explicar cuáles esfuerzos les son más familiares y cuáles más difíciles.

Cierre: Se comenta con el grupo que mientras más amplio es nuestro patrón de movimiento,

acercamiento para entender que las personas nos movemos como hemos aprendido a hacerlo
y como producto de nuestra historia. El objetivo es que aprendan a poner atención en su movi-
miento con la idea de estar conscientes de él y hacerlo lo más diverso posible en su vida diaria.

Ejercicio de movimiento: círculo de Chace

Objetivo:

Materiales: Equipo de sonido, música sin letra (no cantada) para bailar.

Tiempo: 50 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pide al grupo que se ponga de pie y camine por la sala en todas las direcciones ponien-
do atención en su respiración para que sea profunda. Después de unos minutos, se llama a

apoyan más: con el arco hacia adentro o hacia fuera, en las puntas o en los talones. Una vez

a diferentes partes de sus pies mientras siguen caminando y respirando. Para este proceso
se dan cinco minutos.

Mientras tanto, se prepara la música que al inicio debe ser muy suave.

Se pide a las y los participantes que continúen caminando, hagan consciencia de su res-
piración y, siguiendo su ritmo, vayan dejando que la música entre en sus cuerpos y los vaya

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 67


moviendo desde dentro. El propósito es encontrar algún impulso que aparezca y seguir ese
movimiento. Se promueve que sigan sus impulsos por cinco minutos más.

Se les dice que sigan bailando y que formen un círculo estando de pie. Sin dejar de
moverse y con la facilitadora o facilitador bailando junto con ellas, se comenta que el
ejercicio consiste en que una persona propone un movimiento y las demás lo siguen.
Eso ocurre hasta que otra propone otro movimiento y se le sigue. No van a hablar, por ello
es necesario estar atentas/os al movimiento de todo el grupo. Se hace hincapié en que de-
ben ser movimientos fáciles de seguir por las/os demás y que la idea es que las propuestas
de movimiento obedezcan a sus impulsos internos. Quien facilita inicia poniendo algunos
movimientos. Al cabo de 15 minutos, se avisa al grupo que la facilitadora o facilitador saldrá
del círculo y el grupo continuará su propio movimiento por 15 minutos más.

Se ordena deshacer el círculo y seguir bailando cada una/o a su propio ritmo durante cinco
minutos más.

la experiencia.

Procesamiento: Se llama a las y los participantes a que, en parejas, comenten su experiencia


poniendo énfasis en cómo se sienten con respecto al grupo después del ejercicio. ¿Qué les pasó
al seguir el movimiento de las/os demás, o bien, al ver a las/os demás siguiendo su movimiento?

Cierre: Se comenta que seguir a alguien en su movimiento es una forma de compartir experien-
cias. Al movernos como las demás personas también podemos llegar a experimentar su sentir.

Ejercicio de cierre

Objetivo: Promover que el grupo evalúe los resultados del trabajo realizado en la sesión.

Materiales: Ninguno

Tiempo: 10 minutos

Descripción de la ejecución:

Se indica que tomarán asiento formando un círculo, puede ser en el suelo o en sillas.

Se explica que harán una ronda de cierre y para ello se les pide que comenten qué fue lo

-
guiente sesión.

68 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


SESIÓN 3

Los dos primeros ejercicios son los mismos que en la segunda sesión. El ejercicio de movi-
miento, igual que en la sesión 2, consiste en ampliar el patrón de movimiento. Para ello es
necesario que quien facilita el taller se familiarice con los contenidos de los anexos correspon-
dientes a danza movimiento terapia y bioenergética.

Distribución del tiempo:

Ejercicio de relajación y descanso 30 min


Ejercicio de atención plena y respiración 30 min
Ejercicio de movimiento: ampliación del patrón de movimiento 100 min
Receso 20 min
Ejercicio de contacto y vínculo: sesión de masaje grupal y cierre de sesión 60 min

Materiales requeridos: Equipo de sonido, música seleccionada para cada ejercicio, col-
chonetas, mantas, hojas blancas, lápices, colores, incienso, aceite para masajes y pañue-
los o servilletas.

Ejercicio de movimiento: ampliación del patrón de movimiento

Objetivo: Promover que las y los participantes tomen consciencia de los diferentes niveles,
planos y kinesfera6 en su patrón de movimiento y lo amplíen.

Materiales: Equipo de sonido, música que invite a cambiar de planos, hojas blancas y colores.

Tiempo: 100 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pide al grupo que forme parejas, las cuales se colocarán de frente. Estando de pie

estar paralelos entre sí, con las puntas dirigidas hacia el frente (esta postura se conoce como
posición de arraigo). La pareja puede ayudarse mutuamente para acomodar la postura.

6 La kinesfera es el espacio personal en torno a cada individuo (Tortora, 2006), como una burbuja invisible alrededor de cada persona
que abarca la extensión del espacio utilizado alrededor del cuerpo por los miembros (brazos, piernas, cabeza), tanto si se está quieto

alcanzar el techo de un lugar) o muy pequeños (como buscar algo en el ombligo).

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 69


Una persona frente a la otra, comenzarán con ejercicios de estiramiento; primero una
ayuda a la otra y luego cambian de turno. Deben incluir todo el cuerpo: espalda, piernas,
abdomen, brazos, ingles, cuello. Podrán apoyarse en ejercicios de yoga, Pilates u otros de
-
doles a estirar el cuerpo. Tendrán 15 minutos para hacerlo. Es importante recordarles que el
propósito es que tomen consciencia de cómo y cuánto está bien estirarse: deben cuidar sus
propios límites para no lastimarse y, al mismo tiempo, romper su barrera del confort yendo
un poco más allá de lo que su comodidad les permite.

Al terminar los ejercicios de estiramiento se les pide que formen un círculo y repitan los
-
gunas zonas del cuerpo. Quien facilita guiará una serie de ejercicios de desbloqueo de ojos,
boca y garganta, cuello, tórax, cintura y pelvis (ver ejercicios previos). El desbloqueo se hará
durante 10 minutos.

Se pone música rítmica y la facilitadora indica al grupo que camine por toda la sala, sol-
tando el cuerpo y dejando que la música vaya guiando sus movimientos desde dentro. Se
comenta que se irán dando indicaciones puntuales, pero que la idea es que se muevan lo
más libremente posible. Esta sección del ejercicio durará 30 minutos.

Partes del cuerpo. Primero se les pide centrar su movimiento en la cabeza; que sea esta
quien guíe, el resto del cuerpo sigue a la cabeza. Luego de unos minutos se cambia de

Kinesfera. Ahora se da la instrucción de que se muevan con el objetivo de pasar inad-


vertidas/os, así que sus movimientos deben ser muy pequeños. Luego deberán cambiar
y hacerlos muy grandes, como queriendo abarcar toda la sala.

Niveles. -
siera despegar del suelo y no hubiera gravedad. Incluso la mirada debe ir hacia arriba. Luego
se cambia al centro. Hay que moverse con la mirada horizontal y sin ponerse de puntas.
Finalmente, deberán moverse a ras del suelo, acostadas/os pero sin dejar de moverse.

Planos. El último cambio variará entre moverse adelante-atrás, izquierda-derecha y


arriba-abajo.

Al terminar todos los movimientos de planos (sagital, vertical y horizontal), niveles y kines-
fera, se pide a las y los participantes que se muevan libremente y sin poner presión en tener
que bailar de una forma u otra, que se dejen llevar y bailen de acuerdo con los impulsos
internos. Esta sección del ejercicio debe durar 15 minutos.

Terminado el tiempo se les pide que caminen lentamente, bajando cada vez más su ritmo.
Deben tomar una hoja y dibujar cómo se sienten en ese momento. Al terminar el dibujo se
forman parejas y comentan su experiencia. Para esta parte tendrán 15 minutos más.

70 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Para los últimos 15 minutos se pide al grupo que forme un círculo y se abre una plenaria
para quienes quieran compartir alguna idea con el grupo. Al terminar, se agradecen las par-
ticipaciones, se cierra el ejercicio y se comenta que habrá un receso de 20 minutos.

Procesamiento: -

Cierre: -
to y que es muy interesante ver cuáles nos son familiares y cuáles no, pues al practicar todos
ampliamos nuestro patrón y ello redunda en una mejor salud integral.

Ejercicio de contacto y vínculo: sesión de masaje grupal

Objetivo:

Materiales: Equipo de sonido, música tranquila, colchonetas, mantas, incienso, aceite para
masajes y pañuelos o servilletas

Tiempo: 60 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pide al grupo que forme parejas y tome dos colchonetas y mantas por pareja.

Se les explica que el ejercicio consistirá en dar un masaje a su pareja, así que deben elegir
quién da primero y quién recibe, pues después habrá cambio de roles. Cada turno será de
15 minutos; la facilitadora o facilitador indicará cuando falten tres para que vayan cerrando.

Cada persona decidirá dónde quiere que su pareja le dé masaje: puede ser solo en la ca-
beza, solo en los pies, en la espalda, en todo el cuerpo, etcétera. Podrán estar sentadas o
acostadas. Quien recibe el masaje decidirá qué es lo mejor para sí. Será importante escu-
charse para no ir más allá de sus límites y poner especial atención en poder recibir. Aceite
para masaje estará disponible en caso de que algunas personas lo requieran.

La facilitadora o facilitador ayudará a crear un ambiente de calma para lo cual debe bajar la
iluminación, poner un incienso suave y música de relajación a un volumen bajo. Irá pasando
por cada lugar para asegurarse de que ambas personas están cómodas y por si requirieran
algún tipo de ayuda. También comentará al grupo que no es necesario ser experto en dar ma-
sajes, basta escuchar al propio cuerpo para saber dónde y cómo quieren ser tocadas. Quien da
masaje seguirá las indicaciones de su pareja y estará muy atenta de sus propias sensaciones e
intuiciones. Es importante que ambas personas estén respirando y exhalando profundamente.

Cuando hayan pasado 12 minutos se indica que quedan tres más para que vayan cerrando.
Deben tomarse con mucha calma la transición. Quien recibió en el primer turno requiere

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 71


tiempo para cambiar de un estado de relajación a uno de actividad. Se indica el cambio de
turno y se repiten las indicaciones.

Al terminar el ejercicio se pide al grupo que se siente en círculo, se hace una ronda de
procesamiento y se cierran el ejercicio y la sesión. Esta plenaria puede durar 20 minutos.

Procesamiento: Se pregunta a las y los participantes cómo están, cómo se sienten, cómo fue
recibir y dar masaje, qué tal se sintieron con el contacto, qué papel consideran que tiene el

más sano y en el autocuidado.

Cierre: Se comenta con el grupo que el contacto físico es una de las formas de incre-
mentar el nivel de oxitocina y que eso genera sensaciones de bienestar, aumenta la
creatividad, la curiosidad por explorar el entorno y favorece el vínculo y la confianza en-
tre las personas. Se menciona la importancia del contacto físico entre las personas como
una manera de proporcionarse bienestar, siempre con respeto a los límites personales.
Para cerrar la sesión, se hace referencia a que moverse genera sensaciones de bienestar,
pues también se incrementan los niveles de oxitocina y endorfinas. Llevar la atención a
la respiración y a las sensaciones es una forma de ayudarnos a tener más consciencia
del cuerpo y, por lo tanto, a aumentar el autoconocimiento. Finalmente se menciona que
ampliar el patrón de movimiento repercute en la conducta haciéndonos más flexibles. Se
cierra la sesión y se indica la fecha y hora de la siguiente, o bien, se anuncia un receso
para comer.

SESIÓN 4

Los dos primeros ejercicios son los mismos que en la segunda sesión. Esta es la última sesión
-
zajes obtenidos. También incluye un ejercicio de cierre en movimiento. La dinámica a generar

Distribución del tiempo:

Ejercicio de relajación y descanso 30 min


Ejercicio de atención plena y respiración 30 min
Ejercicio de movimiento: movimiento libre y creación conjunta 60 min
Ejercicio de autoevaluación 45 min
Receso 15 min
Ejercicio de movimiento como cierre 40 min
Ronda verbal de cierre del taller 20 min

72 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Materiales requeridos: Equipo de sonido, música seleccionada para cada ejercicio, hojas
blancas, lápices, colores, colchonetas, mantas, incienso, instrumentos musicales o telas
de colores.

Ejercicio de movimiento: movimiento libre y creación conjunta

Objetivo:
el trabajo en equipo.

Materiales: Equipo de sonido, música rítmica, instrumentos musicales y/o telas, hojas blancas
y colores.

Tiempo: 60 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pide a las y los participantes que se pongan de pie y caminen por toda la sala.
Se pone música con la idea de que bailen libremente; el objetivo es que puedan iden-
tificar sus impulsos internos y desde ahí se permitan el movimiento. La facilitadora
o facilitador pone música rítmica que paulatinamente va subiendo de intensidad du-
rante 30 minutos y luego baja un poco pero aún con ritmo que se contagie e invite
a moverse.

o Los primeros 10 minutos serán movimientos a solas.

o Los 10 minutos siguientes deberán distribuirse para bailar primero en parejas, lue-
go en tríos, y cada vez en equipos más grandes.

o Se pide a las personas que formen un solo grupo y sigan bailando por cinco mi-
nutos más, mientras que la facilitadora o facilitador coloca instrumentos musicales
dispersos en la sala.

o Se indica a las personas que tomen un instrumento y lo incorporen a su movi-


miento siguiendo la música. A su vez, la música deberá ir cambiando para que se
convierta en un ritmo fácil de seguir con los instrumentos. Esto se hará durante
cinco minutos.

La música bajará hasta desaparecer y se instará al grupo a seguir haciendo música, lo


cual ocurrirá por 20 minutos. Es común que al inicio haya desconcierto pero, comúnmen-
te, después de ocho minutos los grupos llegan a conseguir armonías que se rompen y se
retoman. Es importante que la facilitadora o facilitador no intervenga, sino que en silencio
sea observadora de lo que ocurre en el grupo. Si el grupo comienza a hablar, se le pide
que no lo haga y que se comunique solo a través de los instrumentos. Cuando falte un
minuto se indica que vayan buscando un cierre a su creación musical.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 73


La facilitadora o facilitador reparte hojas blancas y colores y les pide que dibujen su ex-

quieren expresar con él. Tendrán cinco minutos para hacerlo.

Para cerrar el ejercicio se indica que se sienten en círculo y digan en voz alta su palabra o
frase, a la vez que muestran su dibujo. Este cierre durará cinco minutos.

Se agradecen las participaciones y se pasa al siguiente ejercicio.

Variaciones: En caso de que no se cuente con instrumentos musicales, se los puede reempla-

haciendo sonidos con la voz u otras partes del cuerpo, o bien, utilizando objetos del salón
como instrumentos.

Ejercicio de evaluación del taller

Objetivo: Facilitar que el grupo evalúe su proceso y aprendizaje en el taller.

Materiales: Hojas blancas y lápices.

Tiempo: 45 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pide a las y los participantes que permanezcan sentadas/os luego del ejercicio anterior.

Se reparten nuevamente hojas y lápices y se indica al grupo que anote y responda las si-
guientes preguntas:

o ¿Para qué me ha servido este taller?

o ¿Qué hábitos o prácticas considero que puedo realmente incorporar a mi vida diaria
para cuidar de mí?

o ¿Cuáles fueron las experiencias o vivencias más importantes que tuve en el taller?

o ¿Aprendí algo sobre mí?

Se dan 20 minutos para que el grupo responda en silencio.

consideren más importantes. Se pueden apoyar en sus hojas. Se dan 25 minutos para esto.

74 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Al concluir se agradecen las participaciones y se indica que habrá un receso de 15 minutos
antes del último ejercicio de movimiento.

Ejercicio de movimiento como cierre

Objetivo: Favorecer que el grupo se despida del taller.

Materiales: Equipo de sonido y música popular para bailar (de acuerdo con cada grupo).

Tiempo: 40 minutos

Descripción de la ejecución:

Se pide a las y los participantes que se pongan de pie y se muevan por toda la sala. Mien-
tras lo hacen deben respirar de forma profunda y mirar a sus compañeras y compañeros a
los ojos. Se les llama a recordar cómo se sentían al llegar a la primera sesión, qué pensaban,
qué imaginaban que pasaría. Deben seguir caminando, respirando profundo y mirando el
espacio, el objetivo es que recuerden momentos de cada sesión, lo que haya sido más sig-

Mientras tanto, se prepara música rítmica, fácilmente reconocible y que favorezca


que las participantes bailen. Se indica al grupo que tendrá 20 minutos para bailar libre-
mente. Cada una decidirá si lo hace en pareja, en triada o en grupos, no hay ninguna
indicación adicional.

Pasados los 20 minutos se dan unos minutos más para bailar despidiéndose. Esto se hará
hasta completar los 40 minutos que dura el ejercicio.

cuerpo completo, integrado desde la cabeza hasta los pies, pasando por brazos, espalda,
tronco, pelvis, piernas.

Se agradecen las participaciones y se enlaza con el siguiente ejercicio, con el siguiente ejer-
cicio de cierre de taller.

Ronda verbal de cierre del taller

Objetivo:

Materiales: Ninguno

Tiempo: 20 minutos

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 75


Descripción de la ejecución:

Se pide a las y los participantes formar un círculo sentadas/os, puede ser en el suelo
o en sillas.

Se indica que harán una ronda de cierre y para ello se les pide que comenten qué fue lo

creen que el taller ha impactado en sus vidas, etcétera.

taller, el autocuidado es el cuidado de la salud y para lograrlo intervienen factores sociales,


culturales, económicos y, por supuesto, políticos; también hay factores personales.

Muchas veces tenemos poco poder de incidencia (aunque lo tenemos y es necesario empode-

pero tenemos todo el poder de incidir en los factores personales para procurarnos una vida más
sana. El movimiento, la respiración, la meditación, la consciencia corporal y el descanso son
cosas sencillas que nos podemos proporcionar y que repercutirán en una mejor calidad de vida
y en la creación de una sensación de bienestar inmediata. Hacer las cosas que nos gustan y nos
dan placer nos da energía para hacer las que no nos gustan.

76 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


CAPÍTULO

Anexos

Danza movimiento terapia y el patrón de movimiento | Cuadro de registro de esfuerzos del movimiento
| La bioenergética y los desbloqueos corporales |

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 77


CAPÍTULO IV

Anexos

DA N Z A M OV I M I E N TO T E R A P I A Y E L PAT RÓ N D E M OV I M I E N TO

La danza movimiento terapia (DMT) es una propuesta de trabajo psicoterapéutico cuyos orígenes
se remontan a los años cuarenta del siglo XX, principalmente en Estados Unidos. Desde diversos
enfoques o aproximaciones, bailarinas con formación en danza moderna fueron apuntando a la

fue aportando experiencias que permitieron llegar a la conclusión de que a través de la danza y el
movimiento es posible acceder y expresar estados inconscientes. Liljan Espenak retoma principios
de la psicología individual de Alfred Adler y los aportes de bioenergética postulados por Alexander
Lowen, poniendo el foco de su trabajo en la consciencia corporal como forma de autoconoci-

viceversa. Trudi Schoop, en Suiza, plantea la interdepedencia entre el cuerpo y la mente.

Marian Chace trabajó con personas con esquizofrenia en un hospital psiquiátrico y desarrolló
una estructura en las sesiones que permitía la expresión y comunicación de estados internos
a través del movimiento. Chace diseñó una estructura de sesión que permitía a las personas
irse adentrando en estados internos y percibir sus impulsos para moverse a partir de ellos; una

comprensión empática a través del movimiento. En el taller se realizará una adaptación del
círculo de Chace que supone la ejecución de movimientos propuestos por el grupo, favorece
la cohesión grupal, la empatía a través del movimiento, la consciencia corporal y la ampliación
en el patrón de movimiento.

Mary Whitehouse trabajó con neuróticos normales con quienes desarrolló lo que ahora se
conoce como movimiento auténtico (Panhofer, 2005). De Whitehouse se retoma la idea de
movimiento auténtico como la expresión libre de los estados internos de las personas. Requie-
re de una escucha activa y de un permiso consciente para dejar emerger y seguir los impulsos
que se van percibiendo. En diferentes momentos del taller se invita a moverse siguiendo los
impulsos internos. Hacia la segunda parte, en un ejercicio se pide a las personas que bailen sin
música, siguiendo su ritmo interior. Esto favorece fuertemente la consciencia corporal.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 79


Actualmente la DMT se sostiene en principios como que la danza ha representado una forma
de expresión de estados internos, la creatividad e improvisación tomados de la danza moder-
na (que da pie a la comunicación y expresión) y la interpretación psicológica del movimiento.
Entre otras herramientas, la DMT hace uso de la propuesta hecha por Rudolf Laban, bailarín y
coreógrafo austrohúngaro que en la primera mitad del siglo XX sugirió un sistema de anotación
o escritura del movimiento que permite registrar los cambios existentes en este, así como su
adaptación en el espacio. Divide el movimiento para su estudio en cinco características: cuer-
po, espacio, acciones, esfuerzos y dinámica7 (Panhofer, 2005).

son aquellos que no parecen tener una dirección clara, pueden cambiar en cualquier momento;

El tiempo alude a la velocidad empleada en los movimientos. Estos pueden ser sostenidos
(movimientos muy lentos), o bien, súbitos (movimientos rápidos). Los movimientos soste-
nidos son aquellos que pueden parecer muy lentos, incluso casi imperceptibles; la imagen

son aquellos movimientos que se ejecutan a gran velocidad; la imagen que puede ayudar a
percibirlos es la de un cuerpo sacudiéndose un enjambre de abejas.

imagen útil para poder diferenciarlos es la de una marcha militar o los movimientos del
berrinche de un niño. Los movimientos livianos son los que parecen no tener gravedad o
parecen evaporarse; sirve imaginar una hoja de papel cayendo o el polvo deslizándose de
un lugar a otro.

contracción en el movimiento), o bien, libres (movimientos ejecutados con soltura, como si


no hubiera tono muscular). Los movimientos contenidos se realizan contrayendo los múscu-
los, como si fueran de piedra; puede servir imaginar que se efectúan dentro de un pantano o
en una atmósfera muy pesada. Los movimientos libres parecen no detenerse nunca, como
-
vimiento del agua en alta mar.

7
solamente se retoman algunas de las cualidades del movimiento propuestas por Laban. Para mayor referencia sobre la DMT y sus
aportaciones psicoterapéuticas se puede consultar el libro El cuerpo en psicoterapia, compilado por Heidrun Panhofer, citado en las

80 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


Las anteriores cualidades del movimiento pueden ser efectuadas con la combinación de di-
ferentes partes del cuerpo. La mayor parte de las personas tenemos más desarrolladas unas
cualidades que otras, lo que constituye nuestro patrón de movimiento.

El cuerpo en sí mismo (además de las cualidades de su movimiento) es otra de las dimensiones en

moviendo, cuáles no, con qué parte del cuerpo se inicia el movimiento o qué se emplea más.

El uso del espacio tiene que ver con observar qué porcentaje de la sala es empleada en el
movimiento de cada persona. Hay quienes permanecen más en el centro, otras personas en la
periferia, otras en ambas o solo en una esquina. Toda esta información es útil para profesiona-
les de la danza movimiento terapia. Al uso del espacio se añaden los planos y niveles que una
persona emplea.

Los planos son horizontal, sagital y vertical. El plano horizontal tiene que ver con movi-
mientos que se ejecutan de derecha a izquierda. En el plano sagital son realizados de atrás
hacia delante y en el vertical, de arriba hacia abajo.

Los niveles son también tres: bajo, intermedio y alto. El nivel bajo son los movimientos que

los que se ejecutan al sentarse al nivel de una silla, en cuclillas o de pie, estos con la vista
dirigida a la misma altura de los ojos. El plano alto son movimientos que se realizan con
la intención de despegar del suelo, implica tener brazos, manos y mirada hacia arriba, sin
contacto con lo que hay enfrente. Cada uno de estos movimientos se asocia con formas de
relacionarse (Panhofer, 2005).

La formación en danza movimiento terapia permite aprender a observar y analizar el patrón de


-
peutas tienen la preparación para observar más cualidades del movimiento como las acciones
desempeñadas, las interacciones con otras personas o con el entorno, el uso del espacio o los
ritmos utilizados en los movimientos.

que las facilitadoras o facilitadores que lo impartan tengan claridad, tanto conceptual como ex-
periencial, en las diferentes cualidades que tienen los movimientos. Lo que se pretende con esto

de ayudar a las y los participantes a experimentar movimientos que les son ajenos. Al favorecer
la ejecución, la repetición y la consciencia de los movimientos que son diferentes a lo acostum-
brado, se promueve que la gente lleve su atención a ello para repetirlo en otros espacios de su

salud y bienestar.

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 81


CUADRO DE REGISTRO DE ESFUERZOS (TIPOS) DEL MOVIMIENTO*.

Flujo Libre Contraído

Peso Liviano Firme

Espacio Indirecto Directo

Tiempo Sostenido Súbito

* Cuadro basado en la propuesta de Rudolf Laban de análisis y registro del movimiento.

82 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


LA BIOENERGÉTICA Y LOS DESBLOQUEOS CORPORALES

La bioenergética postulada por Lowen tiene sus orígenes en Ferenczi, quien en 1921 planteó la
terapia activa como complementaria al trabajo psicoanalítico clásico. La terapia activa consistía
en tareas que el terapeuta dejaba al paciente a partir de observaciones que hacía del mismo y
pensaba que podían serle de utilidad. Fue una propuesta novedosa para su época y no fue del
todo aceptada en los círculos psicoanalíticos. Sin embargo, Ferenczi continuó con la exploración
de formas alternativas o complementarias al trabajo de escucha e interpretación tradicionales.

Más adelante, William Reich, discípulo de Ferenczi, en su libro La función del orgasmo, pu-
blicado en 1927, menciona que el orgasmo es una acción que permite descargar el exceso de
energía del cuerpo. Cuando no se encuentra la salida o expresión necesarias, el cuerpo com-
pensa desplazando la energía a otras zonas o causando obstrucciones. Más adelante, en 1942,
Reich postula la relación existente entre la musculatura y la función psíquica. Este plantea-
miento es básico para todas las psicoterapias donde el cuerpo es la base del trabajo. Aprender

fundamental importancia (Lowen, 1985).

Observar el movimiento y la estructura corporal proporciona mucha información acerca del mun-
do interno del paciente. Las tensiones musculares revelan cargas energéticas reprimidas de forma
inconsciente. Lowen hace una diferenciación entre la carga energética reprimida de forma cons-
ciente y la reprimida de manera inconsciente y lo equipara con las funciones del yo y del súper
yo
respecto a la estructura de carácter.

-
bién a nivel somático en la forma y movimiento del cuerpo. La suma total de las tensiones musculares
considerada como la Gestalt, es decir, como una unidad, la forma de moverse y actuar, constituye la
«expresión corporal» del organismo. La expresión corporal es el aspecto somático de la expresión emo-
cional típica, que a nivel psíquico constituye el «carácter». (Lowen, 1985, p. 28)

La movilización reprimida de forma consciente es percibida por la persona y no representa un


obstáculo en su desarrollo, es pasajera y puede ser descargada de otras formas. Por ejemplo,
la carga energética generada por enojo (percibida como necesidad de golpear) puede ser re-
primida y la persona puede sentirla: puede percibir sus brazos y hombros endurecidos y más
adelante, tal vez, adoloridos. Para aliviar la tensión podrá mover el cuerpo, pedir un masaje o
realizar un deporte donde le sea posible movilizar y dar salida a esa energía detenida. Lo mismo
ocurre con los músculos que movilizamos para controlar esfínteres, en estas circunstancias el
control muscular es muy consciente y permanece en la consciencia hasta lograr evacuar. En
ambos ejemplos, con la descarga viene la relajación y la atención puede pasar a otra sensación.

Por otro lado, la movilización reprimida de forma inconsciente no es registrada por la persona, es
crónica y representa un obstáculo en su desarrollo. Al no ser percibida no puede ser descargada
y se acumula en el cuerpo. Por ejemplo, una persona con un hombro más elevado que el otro
o alguien con ambos hombros elevados, muy pegados a las orejas de forma permanente, co-

Promoción del autocuidado desde el cuerpo 83


múnmente no tiene consciencia de la tensión muscular que se requiere para permanecer de esa
manera; lo mismo ocurre con posturas en las cuales la pelvis tiene una pronunciada inclinación
hacia adentro, los hombros están encorvados o los pies tienen mayor peso en los talones y los
dedos no tocan el suelo por completo. Cuando el cuerpo bloquea y estanca energía en algu-
na parte de sí suelen haber compensaciones que equilibran dichas cargas. Los psicoterapeutas

y las compensaciones que este realiza. Es posible encontrar múltiples manifestaciones en las
compensaciones que el cuerpo hace para poder funcionar. De la misma forma en que el súper
yo mantiene en el inconsciente algunos pensamientos, los músculos contraídos crónicamente
reprimen los impulsos corporales evitando su expresión (Lowen, 1985).

los bloqueos y la movilización de los mismos. Dicha movilización puede ocurrir a través de las
descargas, del movimiento utilizado en la danza, el movimiento auténtico, o bien, a través de
masajes. Todas estas actividades permiten ir al lugar donde se encuentra el bloqueo y moverlo
para que a partir de ello se genere un impulso consciente y es a través de su expresión (sacarlo
del cuerpo, ponerlo fuera) que el cuerpo libera parte de la carga retenida, recupera movilidad
y, por lo tanto, mejora la salud.

Los psicoterapeutas bioenergéticos emplean como material de análisis los mensajes verbales
de los pacientes y añaden el análisis de la estructura corporal y el movimiento. Al analizar la es-

sin tono muscular, se intenta ayudar al paciente a liberar la tensión de los músculos contraídos
para ayudar al cuerpo a encontrar un nuevo acomodo (Lowen, 1985).

La toma de consciencia del cuerpo, es decir, la atención puesta en las sensaciones corporales,
se pone en el centro del trabajo que se realiza en las psicoterapias corporales. En la medida en

expresarlos a través del movimiento, estarán también liberando las tensiones acumuladas, el
cuerpo tomará un nuevo acomodo y progresivamente podrá ir aprendiendo una nueva forma
-
rresponde con la función del ello. Estar atentos, o bien, despertar la consciencia corporal para
-
nos de los bloqueos energéticos. En un proceso psicoterapéutico se interpreta verbalmente el
material simbólico que emerge de una descarga o del movimiento de un bloqueo, tal como se
trabaja con los sueños. De esta forma los pacientes aprenden de sus experiencias en movi-
miento y pueden integrarlas al resto de su personalidad consciente (Ibid).

84 Manual de trabajo para facilitadoras y facilitadores


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Agradecimientos

Cuando inicié mi formación como facilitadora, una de mis maestras decía que “no se puede dar
lo que no se tiene”. Lo suscribí por muchos años, pero no había caído en la cuenta de que esto es
aplicable también respecto al cuidado que hacemos de nosotras/os mismas/os. Mi vivencia den-
tro de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) es que quienes ahí trabajamos somos gente
comprometida con lo que enarbolamos: invertimos nuestra creatividad, fuerza, ganas, deseos,

los proyectos; hacemos de nuestros temas nuestras formas de vida, etcétera. En este andar, con
frecuencia perdemos el rumbo, nuestras vidas laborales se convierten en todo lo (a veces lo único)
que tenemos. Las cosas a las que nos enfrentamos requieren mucha capacidad de frustrarnos,
de recomponernos, de reinventar, de negociar. Si perdemos las fuentes de las cuales deberíamos
nutrirnos, el trabajo, tarde o temprano, termina por absorber casi todo de nosotras.

El momento en que pude darme cuenta de mi desgaste fue uno en el que mi salud estaba
bastante comprometida, sonreía poco y con mucha frecuencia cosas pequeñas me molestaban
muchísimo. Vi a otras compañeras enfermar, algunas veces de cosas bastante graves; también
recuerdo a otras que han dejado de trabajar en las OSC por estar completamente agotadas. Es
profundamente incongruente invertir la salud cuando pretendemos ayudar a mejorar la calidad
de vida de otras/os.

Producto de los proyectos en que participé y porque logré ver mi propio desgaste es que

experimentar y crear; a solas, con colegas, con amigas, con los grupos que me han permitido
crecer como facilitadora.

No podría enumerar a todas las personas que han estado aquí cerca ayudando en mi proceso.

darme cuenta de mi desgaste, de la necesidad de virar el rumbo y de comprometerme conmigo.


Mi compromiso y amor al trabajo que hacemos las OSC, concretamente las feministas, está pre-
sente también en este manual. Soy una convencida de que para crear mundos mejores tenemos
que empezar por el propio mundo.
-
nidad para agradecer a Debora Waceols, colega danza movimiento terapeuta que ha hecho una
revisión experta y amorosa del manual; a Moisés Morán, también mirada experta y amorosa que
está siempre; a Andrea Medina, con quien he podido confrontar y enriquecer en términos políti-

en mi vida; a Lorenia Parada y Araceli Mingo, por ser maestras, guías, amigas y mentoras en mi
vida; a mi familia, por ser la primera fuente de confrontación conmigo misma y apoyo invaluable;
a mis amigas de Barcelona, por acompañar el proceso de viraje hacia el propio cuidado; a los
grupos que he facilitado, porque han sido, cada uno, un espacio de aprendizaje profundo, y un
agradecimiento especial a Iain Moore por apoyar en estos últimos años mi camino hacia ser más
feliz, más incluyente, respetuosa y por recordarme cada día que siempre es una opción verle el
lado lindo a la vida.

Susana García Medrano


Derechos Reservados
Equidad de Género: Ciudadanía, Trabajo y Familia, A.C.

Ciudad de México, febrero 2014

Tiraje de 300 ejemplares


*Se permite la reproducción de este material
siempre y cuando se cite la fuente

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