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Los métodos de sujeción mecánica pueden dividirse en dos clases principales: 1) los
que permiten el desensamble y 2) los que crean una unión permanente. Los sujetadores
roscados (por ejemplo, tornillos, pernos y tuercas) son ejemplos de la primera clase y los
remaches ilustran la segunda. Existen buenas razones por las que con frecuencia se prefiere
el ensamble mecánico sobre otros procesos de unión analizados en capítulos anteriores.
Las razones principales son 1) la facilidad de ensamble y 2) la facilidad de desensamble
(para los métodos de sujeción que lo permiten).
Por lo general, el ensamble mecánico lo realizan con relativa facilidad trabajadores
no calificados, con un mínimo de herramientas especiales y en un tiempo relativamente
corto. La tecnología es simple y los resultados se inspeccionan con facilidad. Estos factores
representan ventajas no sólo en la fábrica, sino también durante la instalación en campo.
Los productos que son demasiado grandes y pesados para transportarse ensamblados por completo pueden
enviarse en subensambles más pequeños y después armarse en las instalaciones
de los clientes.
Por supuesto, la facilidad de desensamble sólo se aplica a los métodos de sujeción
mecánica que lo permiten. Se requiere un desensamble periódico para la mayoría de los
productos en los que debe realizarse mantenimiento y reparaciones; por ejemplo, para
sustituir componentes gastados, para hacer ajustes, etcétera. Las técnicas de unión permanente,
como la soldadura, no permiten el desensamble.
Con propósitos de organización, los métodos de ensamble mecánico se han clasificado
en las siguientes categorías: 1) sujetadores roscados, 2) remaches, 3) ajustes de interferencia,
4) otros métodos de sujeción mecánica y 5) insertos en moldeado y sujetadores
integrales. Estas categorías se describirán en las secciones de la 33.1 a la 33.5. En la sección
33.6, se analizará un tema importante: el diseño para ensamble. El ensamble de productos
electrónicos incluye técnicas mecánicas. Sin embargo, el ensamble de productos electrónicos
representa un campo único y especializado, que se cubre en el capítulo 36.
Los tornillos se fabrican en una mayor variedad y configuraciones que los pernos, puesto que sus funciones son
más variadas. Los tipos incluyen tornillos para máquina, tornillos de cabeza cuadrada, tornillos prisioneros y
tornillos autorroscantes.
Los tornillos para máquina son del tipo general, diseñados para ensamble en huecos roscados. En ocasiones
se ensamblan a tuercas, y en este uso coinciden con los pernos.
Los tornillos de cabeza cuadrada tienen la misma forma que los tornillos para máquina, pero están hechos de
metales con mayor resistencia y tolerancias más estrechas.
Los tornillos prisioneros se endurecen y diseñan para funciones de ensamble como collarines de sujeción,
engranes y poleas para flechas, como se muestra en la figura 33.3 a). Se fabrican en diversas formas, algunas
de las cuales se ilustran en la figura 33.3 b). Un tornillo autorroscante (también llamado tornillo roscante) está
diseñado para formar o cortar las roscas en un orificio que ya existe, dentro del cual se hace girar. En la figura
33.4 se muestran dos de las formas de rosca comunes para los tornillos autorroscantes.