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SOCIEDAD Y ESTADO

SUMARIO: 1. Introducción. 2. Importancia del Derecho Político. 2.a. Elementos Conformadores del
Concepto de Derecho Político. 2.b. Concepto de Derecho Político. 2.c. Escuelas que tratan de la
Política. 2.d. Política – Poder. 2.e. Política como Orden. 2.f. Relación entre Poder y Autoridad. 2.g. La
Legitimidad en La Política. 2.h. Principio de Responsabilidad de la Autoridad. 3. Teoría de La
Sociedad. 3. a. El hombre, un ser especial. 3.b. Evolución de las Relaciones Sociales. 3.c. El Mando
y la Obediencia. 4. Primera Parte: Evolución Histórica del concepto de Estado. 5. Elementos del
Estado. 6. La Teoría de la División de Poderes

1. Introducción
El objeto de estudio de esta cátedra es el Derecho político, que es la rama del derecho que estudia
la estructura dinámica de la organización política y sus relaciones y funciones. Para la mayoría de
los autores, el concepto de Derecho Político fue utilizado por Montesquieu (1748) por primera vez,
en su clásico libro “El Espíritu de Las Leyes”, pero otros autores como Mario Justo López1 señala
que la noción de Derecho Político es anterior a Montesquieu, pues nace en el S. XVI con el teólogo
Domingo de Soto, en su obra “De Iusticia et Iure”, usando la expresión “Ius Policitum”, para referirse
de acuerdo con el concepto aristotélico, al derecho de la comunidad política, comprendiendo en sí
nociones como el derecho natural, civil y de gentes.

2. Importancia del Derecho Político


El Derecho Político es la rama del derecho más importante, ya que constituye “Los sillares sobre los
que después se va a levantar el edificio de la ciencia”2. Es un derecho fundamental que se preocupa
de la estructuración, organización y funcionamiento de los Estados, por el que todo el
desenvolvimiento de los países gira en torno a él.

1 Justo López, Mario: “Introducción a Los Estudios Políticos”, Tomo I, Edit. Kapelusz, Buenos Aires, 1969, pág. 16
2Vivanco M, Ángela: “Curso de Derecho Constitucional; Bases conceptuales y doctrinarias del Derecho Constitucional”,
Tomo I, 2° Edición, Edit. Universidad Católica de Chile, 2007, pág. 41.

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a. Elementos Conformadores del Concepto de Derecho Político
Para entender el concepto de derecho político es necesario analizar los elementos que la componen:
Derecho y Política.

El significado “derecho”, corresponde al elemento sustantivo del concepto, el cual comprende un


aspecto objetivo y subjetivo, entonces podemos mencionar algunas definiciones:

• RAE: señala, en un sentido objetivo, que derecho es “Un conjunto de principios y normas,
expresivos de una idea de justicia y de orden, que regulan las relaciones humanas en toda
sociedad y cuya observancia puede ser impuesta de manera coactiva”.

• Máximo Pacheco, señala que el derecho es un “conjunto de normas jurídicas que regulan
la conducta de los hombres con el objeto de establecer un ordenamiento justo de la
convivencia humana”3 . Punto de vista objetivo.

• Vicente Santamaría de Paredes, el derecho es el “orden de las leyes que rigen la voluntad
para el cumplimiento del bien, manteniendo la armonía de las relaciones del hombre con la
sociedad por medio de la coacción”4. Este concepto presenta un punto de vista objetivo, que
son las normas o conjunto de normas que regulan las relaciones de los hombres en
sociedad, y uno subjetivo, consistente en la facultad que posee el hombre en exigir algo.

El Derecho Político tiene como su objeto al Estado, lo que se desprende de:

• Significado etimológico de la palabra “Político”, que viene del latín “Polis” que significa
“ciudad-estado”, es decir, una sociedad humana independiente, como por ejemplo lo eran
Atenas y Esparta. Aristóteles define a la “ciudad-estado” como la agrupación de varias
aldeas o poblados que posee todos los medios para bastarse a sí misma5 .

• En un sentido científico, “lo Político” constituye el objeto y contenido de la disciplina, implica


una triple acepción: Teoría del Estado, Teoría del Poder y Teoría de la organización Política.

3 Pacheco, Máximo: “Teoría del Derecho”, Editorial Jurídica de Chile, 4° Edición, 1990, pág. 127
4 Santamaría de Paredes, Vicente: “Curso de Derecho Político”, Madrid, Imprenta España, 9° Edición, pág. 59
5 Aristóteles: “La Política”, Libro I, capítulo I, Edit. Panamericana, pág. 11

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a. Teoría del Estado: se vincula al Estado, preocupándose de todo lo relativo a él, a sus
fines y sus funciones. La política sería entonces la actividad que da realización a los
fines del Estado, desde el punto de vista de una teoría general de éste.

b. Teoría del Poder: se vincula la idea de política con la de poder y a todo lo que se refiere
a él, su adquisición, conservación y pérdida. La constituye en una actividad dirigida a
alcanzar y formar fuerza o poder y conservarlos en circunstancias cambiantes, siendo su
objeto y contenido las relaciones de mando y obediencia.

c. Teoría de la organización Política: vincula a la realidad social y política y, a todas las


relaciones y funciones que se producen entre los elementos de la estructura de la
organización política, conformando las diversas Teorías que comprende, como son: la
teoría de la sociedad, del Estado, de la Constitución y de los actos políticos. 6

b. Concepto de Derecho Político


• Carlos Fayt, señala que “es la rama del Derecho Público que estudia la estructura dinámica
de la organización política y sus relaciones y funciones”. Su objeto es “la organización
política y su contenido un sistema de conceptos derivados de una teoría de la sociedad, el
Estado, la constitución y los actos políticos”7.

• Montesquieu, lo define como: “Las leyes que establecen relaciones entre gobernantes y
gobernados”. Esta definición confunde derecho político con derecho constitucional, pues
involucra el “ser” del derecho público con el “deber ser” del mismo.

• Nicolás Pérez Serrano, señala que es “la parte del ordenamiento jurídico que se refiere al
fenómeno del Estado”8. De acuerdo con este autor, el derecho político estudia todos los
fenómenos del estado, lo que incluiría en su objeto de estudio tanto a la sociología, la
ciencia política y el derecho constitucional. Esta definición amplía el objeto de investigación
del derecho político.

6 Vivanco M, Ángela: Ob. Cit., pág. 43


7 Fayt, Carlos: “Derecho Político”, Tomo I, Buenos Aires, Edit. Depalma, 1998,Edición 10°, pág. 39
8 Pérez Serrano, Nicolás: “Tratado de derecho Político”, Edit. Civitas, Madrid, España, 1976, pág. 64

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• Alejandro Silva Bascuñán, lo define como “una rama o parte del derecho público que
estudia las reglas que rigen la organización y funcionamiento de la autoridad y el
comportamiento recíproco de gobernantes y gobernados, el régimen del poder estatal”9.

c. Escuelas que tratan de la Política10


1. Escuela Institucional: considera que la política es la actividad que desarrollan las
instituciones, definidas éstas como la “idea de obrar en común o de empresa que se realiza
y dura jurídicamente en un medio social”. Por consiguiente, la institucionalización del poder,
es decir, la capacidad de éste de funcionar a través de instituciones y no únicamente de
personas que puedan pasar y ser superadas.

Crítica: restringir la política sólo al ámbito de las instituciones resulta bastante limitativo, ya
que existen figuras políticas no institucionales que no quedan comprendidas dentro de ésta
concepción, incluso un Estado puede tener organismos que no hayan alcanzado efectivos
grados de institucionalización, sin embargo, funcionan perfectamente.

2. Escuela de la Teoría del Estado: busca la existencia de elementos más objetivos que la
Escuela Institucional y establece que frente a ellos encontramos efectivamente al Estado y
consecuencialmente a la Política como actividad que se desarrolla en el Estado y
enmarcada en él. Los elementos del Estado serán:

2.1. Grupo Humano: conjunto estable de individuos que viven juntos y que a menudo tienen
en común no sólo aspectos materiales sino también espirituales y valóricos, con los cual
logra en momentos relevantes desde un punto de vista axiológico llegar a ser Nación,
concepto que se proyecta no sólo en el presente, sino que en el pasado y en el futuro.

2.2. Territorio: es el espacio de asentamiento del grupo humano en forma estable; constituye
el límite físico de competencia estatal.

2.3. Poder: es el que se proyecta hacia el grupo humano, su límite espacial es el territorio y
su límite funcional es el derecho, en el sentido de que es lo que puede y no puede
hacer, bajo qué procedimientos.

9 Silva Bascuñán, Alejandro: “Derecho Político, ensayos de una tesis”, Edit. Jurídica de Chile, Santiago, 1984, pág. 10
10 Vivanco M, Ángela: Ob. Cit., pág. 44

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2.4. Derecho: conjunto de normas que regulan la vida social dentro del Estado y que se
imponen en forma vinculante a todos los habitantes, sean gobernantes o gobernados.
Precisamente la idea de “Estado de Derecho” parte de la concepción de poder limitado
por el derecho, enmarcado en normas.

2.5. Fin del Estado: es el objeto del Estado. Dependerá del objetivo que cada Estado tenga,
es decir, existen Estados que prevén objetivos materialistas y otros que se desarrollan
dentro de un esquema democrático que privilegia la idea de bien común, como un
objetivo alcanzable progresivamente.

3. Escuela Conductualista: desarrollada por Max Weber, consideraron que la Teoría del
Estado no era capaz de abarcar todo el ámbito de la política. Para este autor y otros la
política es un actividad o conducta relacionada con el poder político, que se explica desde
dos aspectos:

3.1. La Teoría de los Grupos: se relaciona con el ejercicio del poder (Gobernar), en el sentido
de: a) ejercer el control sobre el poder político (control, oposición); b) aceptación frente
al ejercicio del poder (legitimidad); c) rechazo al ejercicio del poder (quiebre, crisis); d)
influencia en el poder (sistemas de grupos, lobbies) y e) acercamiento al ejercicio del
poder (conductas electorales), todas ellas relacionadas con grupos de las más diversas
clases, incluido en ellos el Estado.

3.2. La Teoría de las Decisiones: establece que la clave de la política, es descubrir cuáles
son las decisiones fundamentales a tomar y quiénes son los que realmente toman las
decisiones; busca el último nivel decisorio.

4. Escuela del Sistema Político: el estudio de este sistema, si bien tiene antecedentes
históricos antiguos, fue desarrollado durante la segunda mitad del S.XX por el cientista
político inglés David Easton. Según este autor, en cada país se da un sistema social
nacional, que corresponde a una sociedad con identificación de nación, y dentro de él
encontramos un sistema político en el que reside la toma de decisiones vinculantes y
obligatorias. Estos órganos capaces de tomar decisiones vinculantes son parte del sistema
social nacional, pero a la vez guardan respecto de él cierta independencia.

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d. Política – Poder11
La relación entre política y poder, fundamenta la supervivencia del Estado y las relaciones políticas
dentro de éste. Estas relaciones son las que se establecen entre los grupos e instituciones y las
personas que son sus miembros. Es decir, mientras que la política es el arte de gobernar con un fin
determinado, que es el ordenar un Estado y para el cumplimiento de esta finalidad, la política debe ir
necesariamente asociada al poder12 , que es el que le da la capacidad de dirección y dominio al
gobernante, indispensable para llevar a cabo sus planes.

e. Política como Orden


La idea de poder, al interior de todo sistema, se relaciona con la idea de orden, es decir, con la
adecuación de sus componentes respecto de un fin. Quien detenta el poder es capaz de adecuar a
os integrantes del grupo humano respecto de un fin determinado, lo que se obtiene fundamental y
básicamente a través de normas.

f. Relación entre Poder y Autoridad


El concepto de autoridad es valórico, no responde tan sólo a la investidura o al nombramiento en un
cargo, sino a la aceptación que se tiene de él. A la autoridad no se le obedece fundamentalmente por
la fuerza, sino por convencimiento de que corresponde obedecerla. De aquí nace la afirmación de
que la autoridad es la capacidad de modificar la conducta humana por el respeto y aceptación que
tienen los demás en la persona que gobierna.

1. Formas en que se puede manifestar la autoridad:

1.1. Autoridad Moral: es el reconocimiento por parte de los ciudadanos respecto que un
individuo posee mandato legítimo, el cual subsiste por conciencia de la obligación que
existe de obedecer.

1.2. Autoridad Coercitiva o de Coacción: es aquella que se ejerce por la fuerza habiendo una
obligatoriedad de por medio.

11 Vivanco M, Ángela: Ob. Cit., pág. 47


12 Podemos definir el poder como la facultad de obrar que el Estado tiene para el cumplimiento de sus fines.
Corresponde a la capacidad para imponer una determinada voluntad en un sistema y además, hacer cumplir dicha
voluntad por la fuerza si fuere necesario.

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Se puede gobernar en virtud de la asociada al temor o en virtud del convencimiento de los
gobernados, pero sólo en este último caso estamos en presencia de autoridad. A la
autoridad se le obedece porque se cree que su imposición de voluntad es válida.

2. Unidad del Poder: La Soberanía. Es el atributo esencial y la cualidad distintiva del poder.
Se define Soberanía como la facultad que tiene el Estado de organizarse políticamente y de
ejercer jurisdicción sobre su territorio.

g. La Legitimidad en La Política
Alude al consenso con el que debe contar el mando por parte de quienes deben obedecerlo para
que cuente con efectiva obediencia de la comunidad. Así podemos señalar:

1. Aspectos de la Legitimidad desde el punto de vista temporal:

1.1. Legitimidad de origen: convencimiento social de que el individuo que manda accedió
válidamente al poder.

1.2. Legitimidad de Ejercicio: convencimiento de que el individuo que manda está ejerciendo
el poder válidamente

El gobernante será autoridad siempre que sea legítimo o mientras alcance y mantenga la
legitimidad, para lo cual es indispensable el consenso de quienes lo obedecen.

2. Aspectos de la Legitimidad sustancial o material y formal:

2.1. Legitimidad Sustancial o Material: es aquella considerada desde el punto de vista del
derecho natural, que corresponde al conjunto de valores que tiene la naturaleza humana
en sí misma. Según esto, la legitimidad consiste en la relación entre el gobernante y la
aplicación del derecho natural en esa sociedad completa, de esta forma, lo ejecutado de
acuerdo al derecho natural sería legítimo.

2.2. Legitimidad Formal: es aquella que exige al gobierno cumplir única y exclusivamente
con mecanismos de generación y ejercicio del poder. Max weber considera que la
legitimidad en la política, desde la óptica de la sociología del poder, como la aceptación
que tiene el hecho de que la autoridad gobierne en un Estado determinado.

3. Fuentes de la Legitimidad formal de acuerdo con weber:

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3.1. La Tradición: los gobernados aceptan el mando de una persona, porque ella ha llegado
al poder en cumplimiento de las costumbres arraigadas en la sociedad.

3.2. Sistema racional – legal: es el sistema más moderno y corresponde a la aceptación de


una mando, porque la autoridad está investida de acuerdo a lo que el ordenamiento
jurídico establece, como en el caso del Presidente de la República elegido por votación
popular, según el procedimiento establecido en la ley. La racionalidad descansa en la
creencia en la legalidad de ordenaciones estatuidas y los derechos de mando de los
llamados ordenaciones a ejercer autoridad.

3.3. Carisma: la sociedad acepta que una persona gobierne, porque tiene ciertas
características excepcionales o goza de un don o facultad especial y extraordinario que
lo distingue de los demás y que lo hacen ser considerable. La obediencia de la gente
hacia esta persona “no se debe precisamente a la costumbre o norma legal establecida,
sino a le fe puesta en él, quien, de no resultar un miserable, efímero y jactancioso, vive
para su obra y es su persona y son sus cualidades intrínsecas las que atraen al conjunto
de discípulos, al séquito o partido”13.

En el estado moderno encontramos las tres fuentes asociadas, siendo el sistema legal el
que se arraiga como usual en la sociedad. El sistema carismático es el que cuesta mantener
a través del tiempo, ya que es una virtud propia de cada persona, con lo que surgen siempre
problemas de la sucesión del poder, a pesar de que pueden transformarse en estamentales
o tradicionales. Esto nos hace buscar convertir el carisma en algo objetivo que pueda ser
transmitido a otros procesos descritos por Weber como la rutinización de carisma.

Se debe recordar que también es posible dividir la legitimación en de origen y de ejercicio,


preocupándose la primera de las razones de cómo se llega al poder, y la segunda, de la
forma cómo se realiza el ejercicio de éste.

13 Weber, Max: “El Político y El Científico”, Premia editora de libros SA, México, 7° edición, 1988, pág. 9

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h. Principio de Responsabilidad de la Autoridad
En las diversas instituciones los compromisos y funciones asumidos en el ejercicio de la autoridad
implican al mismo tiempo responsabilidad. Es de esta forma que la responsabilidad surge de la
capacidad que tiene la autoridad de asumir las consecuencias de sus decisiones, acciones u
omisiones realizadas en razón de su cargo, área o especialidad. Este principio se encuentra
presente en muchas constituciones y los podemos dividir en Responsabilidad: Administrativa, Civil,
Penal y Constitucional.

3. Teoría de La Sociedad.
Para entender adecuadamente el objeto de estudio del derecho político, es necesario analizar
primeramente la naturaleza de aquello que es causa y razón de su existencia: el hombre y su
relación con la sociedad. Es evidente que sin hombre no hay sociedad, y sin sociedad no existe la
política ni el derecho.

a. El hombre, un ser especial


El ser humano se ha considerado siempre una especie singular y ha quedado de manifiesto en
distintos textos de sociología. Existen tres características bastantes peculiares, que son de gran
importancia para entender la figura del ser humano como individuo único, totalmente distinto de las
especies, capaz de vincularse con otros de manera totalmente propia y posibilitado, precisamente,
para formar sociedad:

1. Mundanidad: el hombre, como ser pensante y racional, siempre ha tenido conciencia de su


existencia. Y la vez ha tenido conciencia de que existe en un mundo físico que lo rodea,
diferente de su mundo interior, y en el cual interactúa. De esta interacción obtendrá la
satisfacción de sus necesidades básicas (alimento, vivienda y abrigo), gran parte de su
experiencia animal (satisfacción de su curiosidad intuitiva, etc.). pero, además, al estar en
este mundo físico, se dará cuenta de que no está solo y es de aquí que se entiende que el
hombre es un ser sociable.

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2. Sociabilidad: el hombre al interactuar con el medio que lo rodea, también lo hará con sus
semejantes. “el hombre no existe, sino que coexiste; no vive sino que convive”14. Dentro de
la convivencia, es importante la sociabilidad humana, ya que al tener conciencia el hombre
de otro semejante, éste no sólo verá satisfechas sus necesidades sociales o de simple
convivencia, sino que además verá satisfechas otro tipo de necesidades como: las
psicológicas, las afectivas, las espirituales, entre otras.

La vida en sociedad sirve como un modo de adaptación al ambiente, confiere la fuerza del
número y de la especialización a los individuos asociados, y de tal manera lo ayuda en lo
que atañe a la protección, la nutrición y la producción, que no sólo es beneficiosa para sus
miembros sino también para la especie.

Con lo anterior, podemos llegar a la idea de que el hombre es un ser social. Aristóteles
expresó que “el hombre es por naturaleza un animal social, el cual no puede prescindir del
contacto con otros hombre, condición que de ser posible lo convierte en un bruto (animal) o
en un dios, en síntesis algo no humano”15. El carácter de ser imprescindible el contacto
humano se debe, básicamente, a que el hombre es el único ser vivo dotado de un elemento
de la racionalidad: la palabra, elemento condicionante para que los hombres se acerquen
unos a los otros, ya que sólo aquí adquiere real significado.

3. Politicidad: desde el punto de vista que el hombre es un ser social, se le considera político:
“El hombre es un animal político” 16, idea que luego fue seguida por el pensamiento tomista,
el cual estimó que el orden que da Dios a lo creado es perfectamente reproducible en la
tierra a través de las relaciones de mando y de obediencia que han de darse entre
gobernantes y gobernados.

¿Por qué el hombre es por naturaleza político?, Por la sencilla razón de que le es necesario
organizar su convivencia con los demás; sus relaciones con sus pares; las relaciones de
poder que nacen de esta interacción. El hombre para poder mantenerse en sociedad, para
interactuar con sus pares precisa de la comunidad política. Se toma entonces la politicidad

14 Vivanco M, Ángela: Ob. Cit., pág. 76


15 Aristóteles: “La Política”, Libro I, capítulo I, Madrid, Edit. Alba, pág. 3
16 Aristóteles: Ídem

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como la forma perfecta que tiene el hombre de darse una forma de organización en este
mundo: “Lo social se manifiesta en el grupo. Sin grupo no hay hechos sociales. El hombre
vive necesariamente en grupos; en los grupos es de donde recibe esa forma de vida que
constituye su comportamiento social, y el grupo es el lugar de esa forma de vida (lo social),
en el cual somos algo más que un conjunto de individuos aislados o reunidos”17.

El carácter político de la naturaleza humana no ha sido compartido por todos los filósofos y
autores. En efecto, para la teoría pactista, la politicidad no es un producto de la naturaleza
humana, sino que el resultado de un pacto social al que los hombres llegan mediante la
elaboración racional: Thomas Hobbes, Rousseau y John Locke. Para ellos la sociabilidad es
susceptible de darse y de mantenerse sin estructura política, en un plano espontáneo
desprovisto de organización estatal.

b. Evolución de las Relaciones Sociales18


1. La Familia: es el tipo de sociedad más primigenio y connatural del hombre. Se podría definir
como el conjunto de personas que viven bajo el mismo techo, sometidas a la dirección y con
los recursos del jefe de la casa. En la familia, las personas se forjan, adquiriendo las virtudes
y costumbres básicas que le dan su sello, proyectando el carácter moral allí adquirido.

2. Tribu o Aldea: es la etapa posterior a la formación de la familia y es que la mayoría de las


veces la tribu resultaba de la reunión de familias.

3. Asociaciones o Grupos Intermedios: éstas son organizaciones dentro de una comunidad.


Asociación debe entenderse como una relación social con una regulación limitadora hacia
fuera cuando el mantenimiento de su orden está garantizado por la conducta de
determinados hombres destinada en especial a ese propósito. El nombre grupos intermedios
se debe a que estas asociaciones se sitúan en un punto intermedio entre la persona y el
Estado, sirviendo como canal para la realización de bienes propios y de intereses
particulares que no deben ser absorbidos por el sistema político, sino que respetados y
reconocidos.

17Lissarrague, Salvador: “El Poder Político y La Sociedad”, Instituto de Estudios Políticos, 1° edición, Madrid, 1994, pág.
38
18 Vivanco M, Ángela: Ob. Cit., pág. 75 y sgtes.

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4. Comunidad: Es una relación social cuando y en la medida en que la actitud en la acción
social se inspira en el sentimiento subjetivo de los partícipes de construir un todo. Desde
una perspectiva sociológica se puede entender a la comunidad como un grupo territorial de
personas con relaciones recíprocas, que se sirve de medios comunes para lograr fines
comunes.

No se debe confundir comunidad con sociedad, porque la primera es un sector organizado


dentro de la sociedad completa. Así podemos considerar a la comunidad como un paso más
adelantado de la sociabilidad humana donde tiene importancia la cohesión social que lleva
un grado superior de abstracción, reflexión y acuerdo racional. De esto, se desprenden las
siguientes características:

4.1. una comunidad está esencialmente ligada al suelo, en cuanto a que las personas viven
establemente en una zona determina.

4.2. Tienen la conciencia de pertenecer tanto al grupo como al lugar y funcionan


conjuntamente en los principales asuntos de la vida.

4.3. La comunidad se considera en relación con el entorno físico.

4.4. Los miembros de la comunidad tienen conciencia de las necesidades de las personas
dentro y fuera de su grupo inmediato y tienden a cooperar estrechamente.

5. La Sociedad: se caracteriza por su elevado nivel de autosuficiencia respecto del ambiente.


El concepto de sociedad tiene una vasta sinonimia dependiendo del aspecto desde el cual
se estudie. Así, la sociología habla de sociedad, el derecho internacional habla de nación, el
derecho político de pueblo, y el derecho administrativo de población.

Sociedad se dice de la población cuando se le estudia regida por las leyes naturales.
Población se dice de la sociedad cuando se le considera regida por leyes administrativas.
Nación es una población constituida en Estado y que, o pertenece a una misma raza, o se
compone de varias razas que se han asimilado moralmente y están animadas de un espíritu
común.

En lo que se refiere a la palabra Pueblo, tiene tres acepciones: a) como aquella parte de la
población que por medio del voto y de la palabra, dirige la vida política del Estado; b) como

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sinónimo de nación, como cuando se dice “el pueblo chileno”; c) en el sentido de una
pequeña comunidad urbana.

Joseph Fichter define a la sociedad, desde el punto de vista de las personas, como “un gran
número de seres humanos que obran conjuntamente para satisfacer necesidades sociales y
comparten una cultura común”.

5.1. Elementos de la Sociedad

a. Las personas de una sociedad constituyen una unidad demográfica, es decir,


pueden considerarse como una población total (aspecto cuantitativo).

b. La sociedad existe dentro de una zona geográfica común, es decir, se asienta de


modo permanente en un territorio determinado.

c. La sociedad está constituida por grandes grupos que se diferencian entre sí por su
función social. El objetivo es el bienestar de la sociedad toda.

d. La sociedad se compone de grupos de personas que tienen una cultura semejante,


un rasgo notorio es que la mayoría de sus miembros hablan el mismo idioma.

e. La sociedad debe poderse reconocer como una unidad que funciona en todas sus
partes. Cuentan con cierto grado de cooperación y acción.

5.2. Funciones de la Sociedad: reconociendo a la sociedad como una unidad


estrechamente relacionada con la persona humana, de la definición de Fichter se
pueden distinguir dos funciones:

5.2.1. Funciones Generales.

a. La sociedad reúne a las personas en el tiempo y en el espacio haciendo


posibles las relaciones humanas mutuas. Esta condición temporal y
espacial es una pre-requisito para la actuación de la sociedad. Dentro de la
sociedad cada integrante encuentra la posibilidad de vincularse con otros
seres humanos.

b. Les proporciona medios sistemáticos y adecuados de comunicación entre


ello, de modo que por medio del idioma y otros símbolos comunes se hallen
en condiciones de entenderse. Ej. El idioma.

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c. Ahorra tiempo y energía a los individuos, desarrollando y conservando
ciertas pautas comunes de comportamiento que los miembros de la
sociedad comparten y practican. Dice relación con la cultura y el grado de
desarrollo de sus integrantes.

d. Proporciona un sistema de estratificación de status y clases, de modo que


cada individuo tenga una posición relativamente estable y reconocida en la
estructura social. Posibilidad de poner en marcha una estructura económica
social asociada a que reciba su aporte y ascenso dentro de la estructura
social.

5.2.2. Funciones Específicas. Dice relación con las soluciones que los distintos grupos
buscan de sus necesidades básicas y primarias:

a. La sociedad tiene una forma ordenada y eficiente de renovar sus propios


miembros. Los distintos grupos formados por el noviazgo, el matrimonio, la
familia y a parentela constituyen el sistema normal por el que los nuevos
seres humanos vienen a ser miembros de la sociedad.

b. La sociedad cuida de la socialización, desarrollo e instrucción de sus


miembros por medio de su sistema fijo y organizado de educación formal e
informal.

c. En sus variados grupos económicos la sociedad produce y distribuye los


bienes materiales y físicos necesarios para el mantenimiento de la vida de
los individuos. Se realiza mediante prestaciones sociales.

d. La administración política y los diversos grupos cívicos satisfacen la


necesidad fundamental de orden y seguridad externa que sienten todos los
individuos. Organización a través de representantes.

e. En la sociedad las diversas formas de religión organizadas atienden


socialmente las necesidades religiosas y espirituales de las personas.

f. En todas las sociedades existen también grupos sociales y disposiciones


sistemáticas que están destinadas al descanso y a la diversión de sus
miembros.
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c. El Mando y la Obediencia19
El mando es un fenómeno social que se ubica en el ámbito de las relaciones de dominación que
supone cierta desigualdad entre las partes existiendo un sujeto que se pone en un plano superior a
otro que queda subordinado. El mando, más que un acto unilateral, es una relación. Se necesita la
existencia de dos sujetos: quien manda y quien resulta sometido a ese mando. Existe también en
esta relación un objeto: lo que se manda al mandado, que es una orden de carácter imperativa.

El papel que juega el destinario del mando es importante porque dependerá de su reacción o
respuesta ante lo que se manda para determinar la índole del mando. La actitud del mandado frente
al que manda es una actitud de toma de obediencia lo que significa tomar en cuenta lo mandado,
decidir si obedecerá o no. Tiene que tomar una posición de la cual depende en último término la
eficacia del mando. Si el mandado obedece, la relación de mando se origina y subsiste, pero si
desobedece, la relación de mando no funciona bien, pudiendo producirse dos situaciones: a) que el
que manda insista, reprimiendo la desobediencia ya actualizando lo mandado, subsistiendo la
relación, y b) que se desista, en cuyo caso la relación de mando fracasa ya sea porque no ha
llegado a configurarse o se ha extinguido.

La obediencia se explica por dos grandes motivos: a) por adhesión íntima, la obediencia es prestada
por el individuo con el íntimo convencimiento que lo mandado desde ser cumplido de esta manera;
b) por razones externas, en este caso se pueden plantear distintas situaciones: por un lado, se
puede reconocer el mando pero sin prestarle una total e íntima adhesión, como quien obedece a la
autoridad para evitar el caos y la anarquía. Por el otro lado se llega a la obediencia por la fuerza o la
violencia, como cuando se reprime una rebelión. También se incluye la obediencia prestada por el
temor.

El mando y la obediencia son dos categorías fundamentales dentro del plano social. En el Estado, la
convivencia social y política se articula sobre la dicotomía de éstas. El mando político que se centra
en el poder del Estado no puede subsistir por sí solo sino que requiere de la obediencia de los
destinatarios; su consentimiento, su adhesión o por lo menos su no resistencia.

Para que alguien tenga poder y sus órdenes sean cumplidas de modo constante, es preciso que
quienes lo sostienen estén convencidos de la legitimidad de su poder. El punto de apoyo del poder

19 Vivanco, Ángela: Ob. Cit. Pág. 92 y sgtes.

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radica en la obediencia consentida. El Estado, para contar con los medios necesarios para mandar,
necesita del sujeto mandado y que éste preste su mínimo de colaboración, si esto no ocurre, un
gobierno puede llegar a ser derrocado.

4. Primera Parte: Evolución Histórica del concepto de Estado20


a. Concepto de Estado
El concepto de Estado puede ser definido en diversos sentidos, tanto políticos como sociológicos.
Corresponde a un sentido político la definición de Georges Burdeau, entendiéndose por Estado
“fundamentalmente una forma de poder político, es el poder político institucionalizado”. Sin embargo,
desde una óptima más jurídica que política, otros autores nos aclaran el concepto desde una óptica
más didáctica. Así, Georg Jellinek define Estado como “una corporación formada por un pueblo,
dotada de un poder de mando originario y asentada en determinado territorio”. El jurista italiano
Giorgio Del Vecchio, por su parte apela más a la existencia de un vínculo jurídico determinado,
definiéndolo como “la unidad de un sistema jurídico que tiene en sí mismo el propio centro
autónomo, y que está, en consecuencia, provisto de la suprema cualidad de persona en sentido
jurídico”. Finalmente, la RAE define al Estado como “la situación o modo de estar. Cuerpo político de
una nación”.

Para entender estas definiciones se debe estudiar al Estado como un concepto que ha tenido un
largo desarrollo histórico en la humanidad, y que por lo mismo ha sido enfocado desde distintos
puntos de vista, dependiendo del momento y de la cultura a la cual se aplica.

a. Primeras Civilizaciones: la concepción más antigua se basa en la relación existente entre


un grupo de personas y un gobierno puesto a la altura de Dios. De acuerdo a esto, la
civilización egipcia ya reconoció en su organización política a los tres primeros elementos
que lo componen, es decir, el elemento humano, el territorio y el poder, pero este tipo de
organización política hacía poco distingo entre la voluntad del soberano en relación con una
normativa jurídica vigente, no existía una red compleja de relaciones jurídicas y se confundía
la idea de derecho con una serie de principios de orden religioso, sin distinguir entre
mandatos morales y jurídicos.

20 Vivanco, Ángela: Ob. Cit. Pág. 103 y sgtes.

!16
b. Las poleis griegas: este tipo de organización política se presenta con un claro avance,
puesto que poseían una organización clara y delimitada, esto ayudado por su
funcionamiento en un espacio reducido y poca población, lo que las hacía gozar de orden y
estructuras históricamente reconocibles, al punto de llegar a ser un modelo político de la
antigüedad. Es así como se han establecido los modelos más ejemplificadores de las dos
más importantes poleis griegas, en Esparta la Aristocracia y en Atenas la democracia.

c. Modelo Romano: Roma es fundamental para determinar el origen del concepto de Estado,
ya que de esta ciudad surgieron instituciones básicas para la conformación de lo que hoy
conocemos como estado, tales son el derecho de la ciudadanía, que permitía actuar en el
gobierno, la necesidad de imponer autoridad en el poder central del gobierno, etc.

1. El Imperio: como imperio, roma tuvo novedosos aportes, que sin duda marcaron hitos en
el desarrollo de la noción de política como un elemento del Estado. Tales son: el
derecho, el cuadro administrativo, las ideas políticas y el concepto de civitas.

d. La Edad Media: la iglesia es la única capaz de mantener el idioma, la cultura y la moral, por
lo que se convierte en el eje de la Edad Media. Sin embargo, se pierde el elemento jurídico
en Europa, subsistiendo únicamente el modelo romano vulgarizado en oriente. Tras esta
pérdida, Europa comenzó a basarse en las costumbres de los pueblos bárbaros que eran
aledaños a Roma, donde los elementos de propiedad y familia no tienen mayor interés, al
contrario, ya que los germanos consideran las relaciones de autoridad y guerra como las
más importantes, dejando de existir el cuadro administrativo.

1. La alta Edad Media: se extiende desde los inicios de la Edad Media, es decir, desde la
caída del Imperio Romano de Occidente (S.V) hasta alrededor del S. XI y es un periodo
caracterizado por una extrema austeridad en lo social, cultural y religiosos, y por una
atomización marcada en lo político. Durante este periodo se pierde toda la unidad que
había representado el Imperio Romano y Europa vive una disociada entre territorios y
países antes asociados entre sí, marcándose una autarquía económica y una tendencia
al ascetismo religiosos. Ciertas instituciones toman un papel preponderante en este
periodo: La Caballería, la Institución Feudal, el Rey, modelo económico autárquico y
agrario, la iglesia.

!17
2. La baja Edad Media: es aquella etapa histórica en que el poder feudal disminuye,
acrecentándose la autoridad del Rey medieval, que dará nacimiento a la figura de los
monarcas absolutos del Renacimiento, además, en la economía se percibe un cambio
de subsistencia, al nacimiento de actividades donde los trabajadores tienen un mayor
grado de autonomía, desgastándose el modelo feudal. Los elementos representativos
de esta época son: reforzamiento de la autoridad real, surgimiento de un artesano
importante (que se transformará en burguesía), desarrollo económico relativo al
comercio, decaimiento del sistema feuda e importancia de las ciudades, desarrollo en
Literatura y Arte, pensamiento de Santo Tomás y San Agustín.

3. El Periodo renacentista: el Renacimiento es un periodo que comienza a gestarse en


torno a la segunda mitad de la Edad Media y ha servido de base para ver a este periodo
como una expresión de desprecio a la Edad media como proceso histórico. El
Renacimiento se inicia formalmente con la caída de Bizancio a manos de los turcos
otomanos en el S.XV y que implica el reenvío de la cultura grecolatina a Europa, en lo
que respecta al concepto de Estado presenta los siguientes rasgos fundamentales:
Imagen política (centrada más en el hombre que en dios), autor importante de esta
época es Nicolás Maquiavelo, obra máxima “El Príncipe”; el Rey monarca absoluto
dotado de muchas facultades y pocas limitantes; clases sociales (desaparecen los
siervos y aumenta la burguesía); la cultura (se cultivan las letras y toda clases de arte);
el humanismo, la Iglesia (menos austera)

e. Los Tiempos Modernos: se inicia a partir del renacimiento y dura hasta la revolución
francesa, se caracteriza por el absolutismo monárquico, la reforma (ruptura entre lo material
y espiritual), progresiva decadencia de la Aristocracia y auge de la Burguesía, modelo
económico marcado por los descubrimiento y el intercambio (en este periodo se sientan las
bases del capitalismo), Revolución Francesa 1789.

f. Grandes Hitos del S.XVIII y XIX:

1. Sociales: revolución francesa

2. Económicas: Libertad de Cambio.

!18
3. Corrientes de Pensamiento: a) Liberalismo; b) corrientes paralelas a la liberal XIX
(idealismo alemán, materialismo alemán).

4. Sistema Político: a) monarquía constitucional, b) monarquías e imperios, c) Monarquías


o Repúblicas Nacientes; d) Republicas ya instauradas.

5. La iglesia: toma dos posturas, apoya a la República e independencia de las colonias o


apoya a las monarquías.

g. Finales del S.XIX e inicios del S.XX:

1. Interpretación sobre la realidad del periodo: Karl Max, doctrina social de la iglesia.

2. Sistema Mudial: a) Guerra civil Española; Fascismo Italiano; Nacionalismo Alemán

3. El mundo desde la Segunda Guerra Mundial: Los órganos internacionales; el nacimiento


de Japón como potencia mundial; las ideologías del fin de siglo, el tercer mundo

h. La Post Modernidad:

1. Ideas políticas

2. Globalización

5. Elementos del Estado.


De acuerdo a la definición 21 que hemos estudiado en los capítulos anteriores, podemos señalar que
los elementos configurativos del Estado moderno son cinco. Sin embargo, tradicionalmente se
consideraba que el Estado tenía tres elementos, a saber: a) el grupo humano; b) el territorio; c) el
poder. Así, en la teoría del Estado clásica se destaca la obra de Jellinek, “Teoría General del 

Estado”, que consideraba que la comunidad estatal es el resultado de tres elementos 

fundamentales: un pueblo; un territorio, donde se fija ese pueblo; y un gobierno o poder, 

con soberanía sobre los otros elementos mencionados.

Con el desarrollo de esta disciplina, la doctrina posterior han llegado a considerar, además de los
tres elementos ya señalados: el Derecho, como elemento jurídico; y el interés general (fin del

21Un ejemplo de conceptualización el Estado como “una persona jurídica que ejerce el poder, 

sobre la población que habita un territorio determinado, sometida al Derecho, para la concreción del interés general”.

!19
Estado), 

como elemento finalista o teleológico.

Para otros autores, resulta impropio utilizar el vocablo “elementos”, dado que ello implicaría concebir
al Estado exclusivamente como una realidad corpórea. Es aspi como Kelsen comprende esta
materia dentro del estudio de la “validez del orden jurídico”, que tiene vigencia como orden normativo
positivo para un pueblo y un territorio determinado. Por otras parte, Burdeau, prefiere habar de “las
condiciones de existencia del Estado” o de los supuestos para su formación y Heller se refiere a “las
condiciones para la unidad estatal”.

Pese a lo anterior debemos tener presente, que en general, todos los autores coinciden en que la
distinción entre elementos o condiciones de existencia del Estado, es una simple abstracción que
sólo se justifica para fines didácticos, ya que el Estadomno debe ser considerado como una simple
adición aritmética de una pluralidad de componentes. El Estado es una unidad, un status que
engloba dirigentes y dirigidos y surge de la conexión e interacción mutua entre ellos. Asímismo,
resulta un error confundir al Estado con uno solo de sus elementos o subrayar la primacía absoluta
de cualquiera de ellos, sea éste el pueblo, el territorio, el derecho o el fin del Estado.

Entonces, el estudio de los elementos del Estado se centrará en la doctrina tradicional,


desarrollando:

1. Elemento Humano

2. Elemento Poder

3. Elemento Territorio

1. Elemento Humano: El Pueblo


Es el elemento más importante del Estado y su base Fundacional. Los hombres lo han creado, ya
que todas las instituciones se forman a partir de un grupo humano, y la finalidad que se ha tenido
para tal efecto es alcanzar una serie de bienes o la satisfacción de variadas necesidades. De esta
forma elemento humano trasciende al Estado, y los demás elementos son instrumentales de éste. El
Estado se basa en un grupo humano más o menos números. Reúne seres humanos en las diversas
etapas de su vida, ya sea infancia, adolescencia, madurez y vejez.

!20
Por tanto, elemento humano se podría definir como la asociación de un grupo determinado de
personas radicadas en un territorio determinado. Es importante destacar dos ideas:

a) No hay Estado sin seres humanos, la concepción del Estado está referida a 

los hombres y a las relaciones existentes entre los miembros de la sociedad 

política.

b) Las personas se agrupan al interior del Estado en un sinnúmero de 



comunidades y sociedades menores.

Por consiguiente, todo Estado supone, como se ha esbozado, un grupo de hombres, pueblo o
nación, que hacen historia, que luchan por sobrevivir, por mejorar sus condiciones de existencia y
que cooperan en la realización de valores humanos a los que hacen revivir en los momentos más
cruentos de las grandes civilizaciones. Implícito en la idea de elemento humano del Estado,
encontramos varios conceptos que se asemejan entre sí pero que conceptualmente conviene
distinguir:

a. El Pueblo
Por pueblo se entiende la multitud de personas que componen un Estado, tratándose de individuos
reales y situados, es decir, actualmente presentes. El Estado, como toda forma de sociedad,
necesita de cierto número de individuos, y no necesariamente una cantidad determinada; sin
embargo, hoy en día se ha llegado a un acuerdo entre los autores en que es necesario un número
de hombres lo suficientemente grande para permitir a la multitud una organización completa y una
vida autónoma e independiente de poderes externos (el Estado debe bastarse así mismo). Si no se
cuenta con el número suficiente de individuos, se podrá formar un clan, o una familia.

Dada la importancia que tiene el pueblo en las democracias representativas, se suele enfatizar que
el conjunto de individuos situados y reales que lo componen se caracteriza por su derecho a
sufragio, es decir, por ser ciudadanos electores.

a.1 Diferencias entre el concepto de Pueblo y de Población


Cuando se habla del pueblo se está haciendo referencia a un elemento más bien 

sociológico. Desde el punto de vista jurídico, el grupo humano se clasifica en: la población y el
pueblo, establecidos en relación de género a especie. Por consiguiente, desde ningún punto de
vista estos conceptos son sinónimos. Por tanto, desde un punto de vista jurídico:

!21
• La población es un conjunto de habitantes del Estado, cada uno de los cuales es titulares de
derechos y obligaciones civiles.

• El pueblo, es sólo una parte de la población que tiene un status superiores, ya que junto
con ser titulares de derechos y obligaciones civiles, también lo es de derechos y
obligaciones políticas, es decir, conforman lo que es el cuerpo electoral o ciudadanía.

Lo que los diferencia son los derechos políticos, derechos de carácter subjetivo (prerrogativas o
facultades para ejercer un derecho) que posee cada individuo para participar en la vida política de un
país, ya sea desde una perspectiva activa o pasiva. Pasiva, el individuo se presenta como una
persona que puede ser elegida en un cargo de elección popular. Activa, se manifiesta como la
capacidad que poseen las personas para elegir los cargos de representación popular. 


Esto se denomina en doctrina como el sufragio pasivo y activo. En definitiva, desde el punto de vista
jurídico cuando hablamos de pueblo lo hacemos sinónimo de “cuerpo electoral”, “ciudadanos”,
ciudadanos con derecho a voto.

Existe dentro del Estado una relación jurídica entre las personas que conforman la población y este
Estado que se denomina nacionalidad. Se podría definir como el vínculo jurídico que une a un
individuo con un determinado Estado, del cual se derivan derechos y obligaciones recíprocas.
Existen la siguientes fuentes de la nacionalidad: fuente natural u originaria (aquí se encuentra el “ius
solis” y el “ius sanguinis”) y fuente jurídica o adquirida (aquí se encuentra la carta de nacionalización
y la especial gracia de nacionalización), reguladas en el artículo 10 de la Constitución.

Otras acepciones de la palabra pueblo, encontramos aquellas de uso sociológico, que se utiliza para
nombrar a la clase social más pobre. También se utiliza como titular de soberanía y como conjunto
de gobernados, en oposición a los gobernantes.

b. Concepto de Nación
La idea de Nación nace del hecho de considerar que además del vínculo político que une a un
pueblo con el Estado, existen otros factores vinculantes de la comunidad hacia éste, lo que implica el
concepto de Nación. La Nación constituye la más importante de las comunidades.

!22
Este es un concepto fundamental, muy complejo y que no debe ser usado como sinónimo de
elemento humano, puesto que es un concepto que involucra múltiples factores, no siempre
presentes en un grupo humano que pertenece al Estado.

En su origen etimológico, la palabra Nación indica un vínculo de comunidad dado por el hecho de
nacer en un territorio determinado. Durante la antigüedad no tenía una connotación política, la que
se consideró a la nación como el origen del Estado (Teoría de la Soberanía Nacional).

A mediados del siglo XIX Pasquale Mancini, formula el llamado “principio de las nacionalidades”: los
pueblos que por tener una comunidad de origen, de costumbres, de lengua, y conciencia de esa
unidad, constituyen una Nación. Este autor, definió a ésta como “sociedad natural de hombres
conformados en comunidad de vida y conciencia social, por la unidad de territorio de origen, de
costumbre y de lengua.”.

La Nación puede ser conceptualizada como una agrupación de hombres unidos por la conciencia de
un pasado y destino común, a través de vínculos o lazos de sangre, lengua, historia o territorio. Se
desprenden dos elementos:

• El elemento objetivo: se destacan los aspectos étnicos o raciales, la religión, la lengua en


común, habitar en un territorio determinado, tener antepasados comunes o una historia en
común.

• El elemento subjetivo: se divide en dos aspectos: la manera de comprender los elementos


objetivos y sobre todo el pasado histórico común; y la toma de conciencia, sus miembros
deben tomar conciencia de dichos rasgos en común que le son propios, que los identifican y
diferencian de otras comunidades. 


Se ha producido en las últimas décadas un renacimiento de sentimientos diferenciadores, infra-


nacionalistas y regionales. Se trata de movimientos independentistas o simplemente autonomistas.
Estos movimientos son una consecuencia del modelo político del Estado unitario, que se constituyó
en los siglos pasados, cuya concentración del poder, centralización de la administración y la
unificación jurídica, desconoció variadas y complejas formas de vida social que poseían particulares
rasgos de tradición, cultura, lengua y diferentes grados y condiciones de desarrollo económico. 

Modernamente la creciente intervención estatal en la economía y la primacía de las instituciones

!23
multinacionales han acarreado importantes desequilibrios regionales, desertización de zonas,
atentados frecuentes a los recursos naturales, con claro menosprecio de la población autóctona u
originaria.

Por ello, el Estado Unitario y el fenómeno de la globalización (que se manifiesta con las instituciones
multinacionales) han producido una crisis de la Nación-Estado, esto es, una pérdida de su condición
de referente de la identidad colectiva y el deseo de algunos grupos humanos de retornar a círculos
más reducidos y más próximos desde el punto de vista étnico y lingüístico.

En la actualidad el problema es más profundo, ya que, como indica el autor alemán Jürgen
Habermas, la “constelación post-nacional” producto de la globalización ha debilitado la Nación-
Estado, ésta ha perdido su autonomía para tomar decisiones referentes a los problemas de las
nacionalidades, ya que se encuentra inserta en una compleja red de acuerdos y organizaciones
transnacionales. Las decisiones nacionales se transforman en decisiones transnacionales o
supranacionales.

Por último, en nuestro país el tema de la Nación se ha desarrollado a raíz de la cuestión de los
pueblos originarios chilenos. Al respecto no prosperó un proyecto de reforma constitucional que
buscaba dar un reconocimiento explícito en el Texto fundamental (artículo 1º; Capítulo I, “Bases de la
Institucionalidad”) a dichos pueblos. No obstante, existe una regulación específica en la llamada “Ley
Indígena” N°19.253 de 1993, en donde se regulan distintos derechos indígenas, como: derechos
políticos y participativos; derecho a la tierra; derechos culturales; derechos al desarrollo, etc. Muchos
de éstos derechos, son una clara concretización y desarrollo de los propios derechos
constitucionales; sin embargo, otros serían solamente derechos de configuración legal, lo que
significa que en esta esfera se estructurarían derechos vinculados a la legalidad constitucional
(derechos fundamentales) y otros relacionados a la legalidad meramente legal, como acontece con
los derechos culturales que se consignan en el art. 7º de la Ley Indígena.

!24
Es muy importante resaltar, que la ley no reconoce a los indígenas el carácter de pueblos, sino sólo
de etnias y de comunidades; hecho preponderante, que tuvo en cuenta el congreso para rechazar el
proyecto de reforma constitucional. A nivel internacional, existe el Convenio 169 de la OIT que regula
derechos de los pueblos originarios) que nos permite interpretar y complementar la normativa interna
respecto a este tema

Los principios sobre la nación, no del todo aceptados, que son invocados algunas veces por las
naciones que desean formar su propio Estado, son:

• Principio de la Autodeterminación de los pueblos: postula que cada Nación tiene derecho a
exigir que se reconozca su propio gobierno, y a elegir el Estado en que quiera radicarse,
integrándose a él como nacionales.

• Principio de autodeterminación de las nacionalidades: este principio va muy ligado con el


anterior, ya que si el Estado en que una nación desea radicarse, no existe, puede crearlo;
entonces, de esto se deriva que toda nación tiene derecho a formar su propio Estado.

c. Relación entre el elemento humano y Estado


Se ha sostenido que “el Estado es la Nación políticamente organizada”, o bien “que el Estado es el
ordenamiento jurídico de la nación”.

Cuando hablamos de las relaciones existentes entre humanos y el estado, demos mencionas que
éstas se pueden dar con primacía de cualquiera de estos dos elementos, y la consecuente
subordinación del otro elemento humano es sujeto del Estado, su elemento base y, por consiguiente,
tiene una posición más importante.

2. Elemento Poder o elemento energético.


El poder es un elemento de tipo sociológico, ya que todas las sociedades generan vínculos de
poder, es decir, dentro de las sociedades se da una relación de mando y obediencia. También es
importante destacar que el poder está implícito dentro de las sociedades humanas.

!25
a. Concepto de Poder
• Acepción amplia: es la facultad de hacer. Aptitud para ejecutar algo. Por lo mismo la
voz “poder se asocia inevitablemente con la idea de energía, fuerza, pujanza”.

• Acepción Restringida: como elemento o Condición de existencia del Estado, el


poder se nos presenta como “la aptitud, capacidad, energía, fuerza o competencia
de que él dispone para cumplir sus fin”. De ahí que resulta comprensiva la definición
de poder que nos ofrece Burdeau: “Una fuerza al servicio de una idea. Es una
fuerza nacida de la voluntad social preponderante, destinada a conducir al grupo
hacia un orden social que estima benéfico y, llegado el caso, capaz de imponer a los
miembros los comportamientos que esta búsqueda impone”. El poder estatal, por
tanto, representa el factor permanente de cohesión de la sociedad política.

b. Origen del Poder Supremo y nacimiento del concepto de Soberanía


i. Origen del poder in Abstracto e in Concreto

Alejandro Silva Bascuñán, en su obra “derecho Político. Ensayos de una síntesis” distingue el origen
del poder en abstracto, inherente a toda la sociedad política, del que en concreto reside, en el hecho,
en ciertas personas, dentro de un determinado Estado, y en un preciso momento histórico de su
existencia. En cuanto al poder en abstracto, él considera la determinación de la esencia, contenido y
límites del poder del Estado, desde el punto de vista teórico, doctrinario, o sea, por qué en toda
sociedad política existe un poder, su misión, sus atribuciones, alcance y, al mismo tiempo,
prohibiciones que lo restringe.

ii. Origen del Poder desarrollado a través del Tiempo: ¿Qué es el poder?

a. Escuela Teológica: fue propuesta especialmente por San Agustín en la “Ciudad de Dios” y
por Santo Thomas de Aquino, en su obra “la Suma Teológica, de Regimine Principum y La
Politeia”. Esta escuela se basa principalmente, en la cosmovisión católica del mundo que
considera la sociedad y, así la organización perfeccionada, que es el Estado, de origen
divino. Dios se presenta no sólo como creador del universo, sino también como su
ordenador y ello lo hace a través de la ley eterna. El hombre participa de dicha ley eterna a
través de la Ley Natural, que lo ordena hacia el bien, pero gozando de libertad. Entonces, el

!26
Poder en el Estado, y basándose en la Ley Natural, se dará la dictación de las leyes
positivas, que deben ser expresión de la Ley Natura, y que reproducen en la organización
humana el orden divino. De esta suerte, quien gobierna, es decir, tiene a su cargo el cuidado
de la comunidad, según el pensamiento tomista, lo hace por voluntad divina, ya que Dios
quiere que el hombre reproduzca en su gobierno el orden natural.

b. Pensamiento de Jean Bodin (1539-1596), “Los seis libros de la Repúblico (1576)”: en


tiempos modernos, en los cuales el Absolutismo Monárquico enfatiza cada vez la figura del
monarca, incluso por sobre el pueblo al que gobierna. Bodin es quien emplea por primera
vez la palabra soberanía, para él, ésta era el poder absoluto y perpetuo de una república, “el
recto gobierno de varias familias y de lo que es común con el poder del soberano”, y
soberano, “el que tiene el ‘poder de decisión y de dar las leyes, sin recibirlo de otro”, o sea
no sujeto a las leyes escritas. En consecuencia, la soberanía se manifiesta en un poder:
Supremo, Ilimitado, Absoluto, Indivisible, perpetuo, Imprescriptible.

c. Escuela Contractualista: estos pensadores consideran al Estado como una creación de la


razón y no de la naturaleza. Todos consideran para explicar su origen, la existencia de un
Estado de Naturaleza pre-social, del que sale por acuerdo racional que constituye el pacto
social y que implica el nacimiento de la sociedad civil. Los principales autores que se
estudiaran son:

• Thomas Hobbes (1558), Leviatán: para él el leviatán es un ente creado, que tiene mayor
estatura que el hombre, que está a su defensa y cuya alma es la soberanía. Este Leviatán o
Estado, como cuerpo artificial está compuesto por cuerpos naturales (hombres) y funciona
como un mecanismo, ya que el hombre el hombre libre, teme al peligro de la vida del Estado
de naturaleza, y la razón es la que lleva al hombre a asociarse con los demás, renunciando
a su derecho a todas las cosas en aras de la paz y de la tranquilidad. En este acto racional
es el núcleo del pacto social y como acto de razón, Hobbes lo considera artificial y no de
naturaleza.

• John Locke (1632): sostiene al igual que el anterior autor que la sociedad civilmente
organizada se origina en un pacto social. Sin embargo, presentan las siguientes diferencias:

!27
- Para Locke, el hombre en Estado de naturaleza, vive de acuerdo a las leyes naturales,
con lo que sigue la tradición de la escuela escolástica.

- El Estado de Naturaleza lockeana se caracteriza por la impresión de la ley natural, ya


que ella es conocida por cada uno, individualmente. En este Estado, cada hombre es
capaz de conocer la Ley natural y aplicarla por sí mismo, lo que hace de cada ser
humano un legislador positivo, juez y parte y poder físico de coacción.

- El Estado de Naturaleza no es un Estado de Guerra, lo que sí hay en el es una


tendencia al conflicto, porque la Ley natural puede ser mal interpretada.

- ¿Por qué surge el Pacto Social o contrato? Surge porque el estado de naturaleza es
imperfecto. Se requiere para constituir a la sociedad civilmente organizada para tener
certidumbre sobre los siguientes elementos, respecto de los cuales se materializa el
acuerdo: la Ley positiva: juez imparcial; un poder físico común que aplique la ley

- Locke señala que el poder más importante que emerge del contrato es el poder
legislativo, con primacía de los demás. Así, sitúa el poder ejecutivo y el judicial en
manos del rey y el legislativo en un órgano diferente.

• Jean Jacques Rousseau (1712), obra El Contrato Social: en su concepción distingue tres
estados o situaciones:

- El Estado de Naturaleza: que comprende la vida social siguiendo las leyes naturales.
Los hombres son libres e iguales. La sociedad sólo surge de forma secundaria, a través
de un pacto o convención.

- El Pacto Social: conato de vida social o sociedad rudimentaria. En el pacto o contrato


se evita la dependencia que aliena la vida social, y para ello, deben respetarse todas
sus cláusulas, las cuales se resumen en una cláusula básica: “Cada asociado debe
alinearse totalmente a la comunidad”, de manera que se es parte de un todo. En esta
fórmula de sociedad se tiene todas las ventajas de la vida en común, pero sin las
ventajas de la vida aislada. Dentro de ella, una vez suscrito el pacto o contrato,
Rousseau contempla la figura del “Ciudadano”, el cual se diferencia del súbdito en el
sentido que el primero interviene en la cosa pública, particularmente en la formación de
la ley y no sólo obedece. Este ciudadano no es un individuo considerado

!28
sociológicamente como hombre situado, como virtudes y defectos, sino que es una
especie de “santo laico” político dotado de toda clase de virtudes públicas, de constante
buena fe y de racionalidad.

- La Voluntad general: estado de sociedad propiamente organizada (Producto del pacto).


El cuerpo político de ciudadanos, se manifiesta por la voluntad general, expresión de
absoluta “racionalidad” y, por ende, de la libertad de los individuos. Esta voluntad no es
una suma de voluntades individuales, sino una voluntad distinta y propia, en la que no
caben irracionalidades ni errores.

• Immanuel Kant (1724): para este autor el Estado de Naturaleza era un estado de barbarie,
si bien no es una guerra permanente, existe una amenaza constante, exigiendo de este
modo el establecimiento de un estado de paz. Para ello debe pasar a un Estado civil
jurídico, es decir, a un estado de justicia distributiva.

d. Caracteres específicos del Poder Político


¿Qué es el poder Político?, o más precisamente: ¿Cómo se puede distinguir lo político de las otras
esferas de la vida social? Se ha dicho que el poder social presupone una relación entre personas,
pero no toda relación de poder interpersonal merece el calificativo de “Político”. Algunos autores
asocian la idea de lo político con la posibilidad del uso o la utilización efectiva de la fuerza, o de
medios coercitivos. Entre ellos encontramos a Max Weber, Carl Schmitt y David Easton.

Sin embargo, lo político no solamente viene dado por la idea de coacción o la idea de imposición,
sino también viene delimitado por la actividad de dirección, ordenación y regulación de las acciones
sociales, tendente a atenuar o evitar las manifestaciones conflictivas, y tendente asimismo a
promover y asegurar la colaboración y cooperación. De acuerdo a esas coordenadas el politólogo
francés Lapierre, define el Poder Político como “el conjunto de procesos de regulación y dirección de
las acciones de una sociedad global”. Lo importante es que en la realización de esa acción política,
el recurso a la coacción o a la fuerza física es tan sólo una posibilidad, algo que puede llegar a
darse.

!29
En definitiva, se puede decir que este poder político, fundamentado en la dirección y regulación,
surge en el interior de la vida social como una energía inherente a la propia conservación de ésta.
Dentro de la naturaleza del poder político se desprenden también los conceptos de autoridad y
legitimidad. Lapierre afirma que el poder político lo integran dos componentes: por un lado, la
autoridad, y por el otro, el poderío o la fuerza, o sea, que el poder político implica relaciones de
mando y obediencia, y también relaciones de dominación y sumisión.

¿Por qué motivos se obedece o acata una norma? La respuesta a este interrogante hay que
encontrarla en las palabras de Manuel García Pelayo, quien señala lo siguiente: “tiene poder quien
dispone de los medios coactivos para allanar toda resistencia que se oponga a su voluntad; tiene
autoridad quien aún sin disponer de tales medios condiciona la conducta de los demás en virtud de
que éstos le reconocen superior dignidad o una cualidad valiosa.

A la autoridad se le reconoce, el poder se impone; la primera condiciona la conducta, el segundo la


determina; aquella precisa de la adhesión interna por parte de los seguidores, y éste se da por la
simple realización de actos externos por parte de los sometidos”. 

De esta forma lo genuino de la autoridad es que su exteriorización produce en quienes la reconocen
y aceptan el sentimiento de estar obligados a obedecer, y dicho sentimiento o elemento subjetivo
proviene de la legitimidad, es decir, aquella que Max Weber señalaba como autoridad racional.

Particularmente en nuestro país ha tenido lugar el desarrollo de una autoridad legal-racional, en


donde dicho patrón de autoridad, muchas veces, ha ocupado la falta de contenido valórico de la
sociedad, especialmente aquellos que se vinculan con la democracia.

¿Qué es el poder estatal? Según el cientista político David Easton “el Poder del Estado es la
capacidad de asignar autoritativamente los valores a una sociedad en su conjunto”. Esta definición
comprende los siguientes elementos: La palabra autoritativamente expresa la capacidad moral y
jurídica que posee el Estado para imponer determinados valores. Por capacidad moral, se entiende
que el Estado posee la autoridad para mandar; y por capacidad jurídica, se entiende el respaldo que
tiene el Estado por el Derecho, o que es lo mismo, por el ordenamiento jurídico, para mandar y
gobernar, que se traduce en la posibilidad de ejercer la fuerza o la coacción para imponer una

!30
determinada conducta. La palabra valores debe ser entendida en un sentido muy amplio, esto es,
como las metas u objetivos que juzguen buenos o adecuados todos los miembros de la sociedad
política.

La expresión sociedad global, hace referencia al conjunto de personas y el territorio donde el Estado
ejerce su soberanía. De la definición del profesor Easton se resaltan algunas cualidades o
características del Poder estatal:

a) el poder estatal es originario, es decir, emana originariamente de la propia sociedad


política, además es inherente a la propia existencia del Estado;

b) es un Poder Público, en la medida que se ejerce como una meta u objetivo general
de toda la sociedad;

c) Su Autonomía, lo que significa que dentro de la sociedad no existe otro poder con
mayor jerarquía;

d) Independiente, es decir, el poder del Estado es independiente hacia el exterior, y sus


decisiones no están determinadas o impuestas por un poder que esté fuera del
Estado;

e) Es un Poder Coactivo: el Estado posee el monopolio de la fuerza física, y sus


decisiones pueden ser impuestas por la fuerza;

f) Por regla general, se trata de un Poder Centralizado: emana de un solo centro de


impulsión político o gubernamental, salvo en los casos que se trate de un Estado
Federal o de otras formas específicas de descentralización política, en cuyo caso
existen diversos centros de impulsión política;

g) Se trata de un Poder Temporal, por cuanto rige sólo los aspectos prácticos y
humanos de la sociedad, dejando libre la conciencia y expresión religiosa o
espiritual de sus habitantes;

h) Es un Poder Civil: el poder como tal siempre emana de la sociedad civil, y las
fuerzas armadas siempre deben estar subordinadas a dicho poder;

!31
i) El poder estatal está delimitado territorialmente: se ejerce dentro de los límites del
Estado;

j) El poder estatal es institucionalizado (como expresaba Burdeau): existe un titular del


poder, que es el Estado, y los agentes de ejercicio, que son los gobernantes.
Teorías sobre la soberanía del Estado: la crisis de la idea de soberanía y la
desaparición del Estado. Como se ha dicho, una de las características del poder
estatal es ser soberano, es decir, que no existe otro poder superior o concurrente
con él. De acuerdo a la doctrina general la soberanía posee tres elementos
fundamentales: Lasupr em ací a, que implica que no existe grupo humano entre la
población del Estado que tenga mayor jerarquía que él; la dominación, en cuanto el
Estado debe ser obedecido por todos los habitantes de la República; la
independencia, lo que significa que el Estado toma sus decisiones soberanamente y
no debe ser afectado por influencias o presiones de orden internacional. Los dos
primeros elementos mencionados constituyen lo que se denomina la soberanía
interna, y el tercer elemento constituye la soberanía externa.

Dentro de este punto se debe estudiar las teorías sobre la soberanía, que se pueden clasificar en:

1ºLa Soberanía Clásica. El primer autor que fundamenta la tesis de la soberanía de los Estados es
Jean Bodin en su obra “Los seis libros de la República” de 1576. La motivación que llevó a Bodin a
la elaboración de su concepto de soberanía se encuentra en su evidente propósito de justificar
teóricamente el poder del rey de Francia frente a las corporaciones y estamentos y frente a los
poderes del Imperio y de la Iglesia. Sin embargo, su doctrina de la soberanía no reduce su alcance a
ser un puro reflejo de una situación histórica concreta; por el contrario, al conceptuar la soberanía
como caracterísitca esencial de los Estados modernos, Bodin no sólo opone una nueva forma de
organización política a la dominante en la Edad Media, sino que construye las bases mismas sobre
las que había que levantarse la teoría del Estado de la época moderna. Así, la soberanía para Bodin
es la cualidad del poder de ser absoluto y perpetuo, y se manifiesta en la capacidad del monarca de
dictar leyes que deben ser obedecidas por todos los súbditos.

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En consecuencia define la soberanía como el poder perpetuo y absoluto de la República. Con
posterioridad, precisamente, en el año 1648, con la denominada Paz de Westfalia, se planteó un
principio fundamental en el Derecho Internacional, cual es el principio de la igualdad de los diversos
Estados europeos, los cuales como sujetos de Derecho Internacional poseen independencia y
autodeterminación. Para Bodin, quien era partidario de la monarquía absoluta, las únicas limitantes
de la soberanía eran las exigencias de orden moral, la ley de Dios y la ley natural. Por esta razón,
para este autor la Soberanía era absoluta, inalienable, indivisible e ilimitada.

2º Soberanía Nacional. Tuvo su origen durante la Revolución Francesa, en donde el abate Sieyès
escribe un panfleto denominado “¿Qué es el Tercer Estado?”. El pensamiento político de Sieyès se
halla consignado, fundamentalmente, en ese famoso folleto que apareció el mismo año que estalló
laRevolución Francesa, esto es, en 1789. En él se consigna una clara idea de que los derechos de la
Nación se identifican con los del Tercer Estado (la burguesía) y se contraponen con los privilegios del
antiguo régimen. Esta idea política recoge, precisamente, lo que, en ese momento, pensaban los
franceses en su gran mayoría; por entonces Francia se componía de tres clases u órdenes: la
Nobleza, el Clero y el Tercer Estado. Por esta razón se decía en esta obra, sin mayores preámbulos,
que “El plan de este escrito es bastante simple. Tenemos que hacernos tres preguntas: 1ª ¿Qué es
el Tercer Estado? Todo; 2ª ¿Qué ha sido hasta ahora en el orden político? Nada; 3ª ¿Qué pide?
Llegar a ser algo”.

Igualmente, la doctrina del poder constituyente tiene un trascendental desarrollo en este folleto, en el
cual Sieyès excluye la participación directa del pueblo en el proceso constituyente y en la atribución
de la soberanía a la Nación, entendida como “una realidad de Derecho natural” que existe
independientemente de toda regla y de toda forma constitucional, pero en el hilo de su planteamiento
se confunde con el famoso Tercer Estado, es decir, con la burguesía. En consecuencia, como la
Nación no puede reunirse siempre que las circunstancias pudieran exigirlo, es necesario
encomendar la redacción de la Constitución a “una diputación extraordinaria que tenga un poder
especial ad hoc”. 


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Dicho en otros términos, una Constitución supone “ante todo un poder constituyente”, esto es, que la
autoría de una Constitución corresponde a un poder distinto y superior a los órganos –poderes- que
ella crea y ordena”. Vale decir, la Nación tiene un poder constituyente distinto de los creados por la
Constitución; poder constituyente que no puede ser ejercido por la misma Nación, sino por “un
cuerpo de representantes extraordinarios que suple a la Asamblea de la Nación”; asimismo, esos
representantes están comisionados “para un solo asunto y sólo por un período de tiempo, sin poder 

ejercer por sí mismos ninguno de los poderes constituidos”. Del mismo modo Sieyès desarrolla su
tesis de la soberanía nacional, la cual señalaba que la Nación depositaria de la soberanía constituía
una persona moral distinta e independiente de los miembros que la componen, y además esta
Nación poseía voluntad propia. En este contexto, la Nación manifestaba su voluntad a través de los
representantes, que actúan en nombre y representación de ella. También la idea de soberanía
nacional se vincula con el llamado “mandato representativo”, donde los representantes asumen el
mandato de su gestión con entera discrecionalidad y, por ende, el mandato durante su gestión es
irrevocable.

3º Soberanía Popular. Planteada por primera vez por Rousseau, en su obra “El Contrato Social” de
1762, señalaba que el poder soberano residía en el cuerpo político, el cual, estaba integrado por
todos y cada uno de sus miembros, es decir, en este caso, la soberanía no pertenece a la Nación,
sino que al pueblo. Para Rousseau el pueblo, titular de la soberanía, la ejercía como expresión de
la voluntad general, a la cual debía someterse. De ahí que señalara que el cuerpo político es
soberano y súbdito a la vez, ya que la voluntad general surge de él, pero a su vez debe estar
sometido a ella. La teoría fundamental de Rousseau podría ser explicada en los siguientes puntos:

1) como todos los hombres nacen libres, no hay modo de constituir la sociedad sino con el
consentimiento de ellos, lo cual significa que sólo el contrato social puede constituirla;

2) como todos los hombres son iguales por naturaleza, el contrato social debe proveer lo necesario
para que, a pesar de su celebración, cada uno no obedezca sino a sí mismo y, así quede tan libre
como antes,

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3) para solucionar este problema, todos traspasan sus derechos a la voluntad General, lo cual
significa que el pueblo queda como único soberano, libre y bueno, fuente de sus propias leyes, y
guiado sólo por el legislador. Esta teoría se vincula además con el llamado “mandato
imperativo” (propio de la democracia directa), que es el que se da para una gestión determinada en
un tiempo determinado y para mandatarios específicos, los cuales deberán dar cuenta escrupulosa
de su gestión, pudiendo los mandantes revocar en cualquier momento dicho mandato imperativo, es
decir, el mandato imperativo, diferencia del mandato representativo, es esencialmente revocable.

En la actualidad la regla general la constituye el mandato representativo, es decir, aquél que se


funda en la tesis de la Soberanía Nacional. Por ejemplo, la Constitución chilena, en su Art. 5º, señala
que “la soberanía reside esencialmente en la Nación y las autoridades que llevan a cabo el mandato
representativo son aquellas elegidas por el pueblo” (Presidente de la República, Diputados y
Senadores, Alcaldes y Concejales). 


Excepcionalmente en algunos países se practica la tesis del mandato imperativo o también llamado
democracia directa, por ejemplo en ciertos cantones de Suiza se llevan a cabo manifestaciones de
democracia directa, en el ámbito constitucional chileno la participación ciudadana directa es muy
restringida, se reduce a los plebiscitos que se puedan convocar a raíz de una controversia entre los
poderes constituyentes (Presidente y Congreso) con motivo de una reforma constitucional, y los
plebiscitos y consultas no vinculantes a nivel comunal.

Resumiendo, un paralelo entre Soberanía Popular y Soberanía Nacional:

1º La soberanía popular reside en el pueblo y la soberanía nacional reside en la Nación;

2º En la Soberanía popular existe un mandato imperativo a través del pueblo, en la soberanía


nacional existe un mandato representativo que se realiza por intermedio de los representantes de la
Nación;

3º En la soberanía popular el gobierno es realizado por el pueblo, y en la soberanía nacional el


gobierno es realizado por algunos, esto es, por los representantes. Lo que se acaba de mencionar
constituye la visión clásica de la soberanía, pues en la actualidad se está viviendo una crisis de la
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soberanía y una consecuente tendencia a la “desaparición del Estado”. El profesor español
Fernando Vallespin, en su obra “El Futuro de la Política”, señala algo de vital importancia. Comienza
planteando que hoy en día la política es una actividad humana que se manifiesta con múltiples
paradojas, “de un lado seguimos esperando de ella que apacigüe nuestra ansiedad por controlar los
peligros y riesgos que nos afligen, mientras que, de otro lado, observamos su incapacidad e
impotencia para imponerse sobre una sociedad crecientemente autorregulada y un espacio
transnacional, donde la acción política de cada Estado es de dudosa eficacia”. 


Este nuevo orden (mundializado, con permanente crisis del concepto de Nación- Estado, y donde
ésta sometida al orden supranacional) pone en tela de juicio y también somete a revisión el principio
de soberanía estatal planteado por Bodin, y luego desarrollada por Sieyès y Rousseau.

El orden internacional sin lugar a dudas ha cambiado, ya no consiste en la clásica estructura de


Estados independientes e insolidarios, sino que priman las decisiones de los organismos
supranacionales, de capital financiero internacional, de las empresas multinacionales, todo esto, sin
lugar a dudas ha afectado la independencia y autonomía de los Estados en la toma de sus
decisiones, no se puede llegar al extremo de plantear la desaparición del Estado, pero sí queda claro
una crisis en la idea de la soberanía estatal y, por ende, la necesidad de replantear la clásica tesis
del Estado soberano.

3. Elemento Territorio
Se puede conceptualizar como el espacio físico en el que se ejerce el poder del Estado. En la
doctrina de Kelsen, el territorio se puede definir como el ámbito de vigencia de la Norma juridico, es
lo que también se denomina la territorialidad de las normas.

Este elemento tiene un sentido amplio, e incluye no sólo la tierra firme sino que se extiende a otros
componentes de la naturaleza física:

1. Territorio Propiamente tal:

a. Espacio Terrestre: Se encuentra subdividido a su vez en los siguientes espacios: Suelo,


espacio físico o territorio físico del Estado, que se encuentra encerrado dentro de sus
fronteras; Subsuelo, la figura cónica que va desde la superficie terrestre hasta el centro de la

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tierra; las Islas y Aguas Interiores del Estado. En estos tres componentes el Estado ejerce
su soberanía plena.

b. Espacio Marítimo. Es la prolongación del espacio terrestre hacia el mar, y se puede


subdividir en tres espacios:

1º Mar Territorial, definido en el art. 593 del Código Civil, posee dos características: por un
lado, se mide a partir de las llamadas líneas de base normal (esto es, las líneas de las más
bajas mareas a lo largo de la costa) o líneas de base recta (esto es, aquellas líneas rectas
que unen los puntos de referencia apropiados de la costa cuando esta tenga profundas
aberturas o haya una franja de islas situadas en su proximidad inmediata), prolongándose
12 millas hacia el interior del mar; y, por el otro, el Estado ribereño ejerce plena soberanía
sobre dicho espacio marítimo;

2º Zona Contigua, definida también en el art. 593 del Código Civil: “Para objetos
concernientes a la prevención y sanción de las infracciones de sus leyes y reglamentos
aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios, el Estado tiene jurisdicción sobre un
espacio marítimo denominado Zona Contigua, que se extiende hasta la distancia de 24
millas, medidas desde las respectivas líneas de base.”;

3º Zona Económica Exclusiva, también denominada “mar patrimonial” o “de las 200 millas
marinas”, se encuentra definido en el artículo 596 del Código Civil, que señala: “es el mar
adyacente que se extiende hasta las 200 millas marinas, contadas desde las líneas de base,
a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial y más allá de este último”. En el
año 1952, bajo la presidencia de Gabriel González Videla, Chile, conjuntamente con
Ecuador y Perú, formulan la llamada “Declaraciónn de Santiago”, donde expresan que en su 

calidad de Estados ribereños ejercerán soberanía sobre las 200 millas marítimas, para
conservar los recursos vivos y no vivos y fiscalizar la exploración y explotación de este
espacio marítimo. Treinta años después, fue ratificado, por la mayoría de los países del
mundo en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982).

El Estado ejerce una soberanía parcial, y no total, solamente destinada a fiscalizar los
barcos nacionales y extranjeros, en lo que se refiere a la exploración y explotación de los
recursos de esa zona. A principios de la década del 90’ comenzó a gestarse, a nivel

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doctrinal, la teoríaa del llamado “Mar Presencial”, que es un espacio marítimo que se
extendería más allá de las 200 millas marítimas hacia la Alta Mar, y en él el Estado ribereño
podría proyectar una soberanía de subsistencia sobre una porción de la Alta Mar contigua al
límite exterior de la Zona Económica Exclusiva. Más allá de las 200 millas marinas se
encuentra la Alta Mar, que es un espacio marítimo común a toda la humanidad

c. Espacio Aéreo. Se ubica sobre el espacio terrestre y el mar territorial, y forma parte del
territorio del Estado y por ende éste ejerce su soberanía plena sobre dicho espacio.

2. Delimitación del Territorio del Estado: el territorio de un Estado se encuentra delimitado,


es decir, separado del territorio de otro Estado, por una línea llamada frontera. La
delimitación puede ser Convencional y judicial o arbitral.

3. Demarcación: consiste en establecer en el terreno, mediante signos visibles, el curso de las


líneas de frontera. Para ello se utilizan postes, hitos u otras señales que indiquen claramente
el límite.

4. Soberanía Territorial: Todo Estado tiene sobre su territorio un derecho muy amplio
denominado soberanía territorial. La soberanía territorial es el derecho de disposición del
Estado sobre un determinado territorio, fundado en el derecho internacional.

5. Dominio Marítimo: art. 593 del Código Civil.

4. Elemento del Estado: El Derecho


El Estado de Derecho, como señala el profesor Ismael Bustos: del punto de vista de la norma el
Estado es un ordenamiento jurídico y del punto de vista del poder el Estado es la
institucionalizaciónn del poder. De ahí que, como indica este autor, el Estado utilice la norma como
herramienta y, a su vez, la norma utilizada por el Estado debe controlar el poder, y éste debe
encontrarse supeditado por la norma y al servicio del Derecho. Dicho en otros términos, el derecho
como elemento constitutivo del Estado no es sino la limitación jurídica del poder politico-estatal.

En este contexto poder y Derecho son dos de los elementos del Estado, cuya relación es
determinante en una sociedad estatal democrática. Esta sociedad debe apoyarse en la capacidad
transformadora del poder para organizarse, pero no debe ser su dinámica fugaz, incontrolada e

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imprevisible, sino, por el contrario, debe ser dirigida a la consecución de unos objetivos y de unos
fines previamente definidos y apoyada en unos recursos materiales concretos.

El Derecho aporta los elementos sobre los cuales el poder debe actuar, fija los objetivos y los fines,
determina los recursos y controla los resultados. Ahora bien, la relación entre Estado (poder) y
Derecho ponen en conexiónn dos términos fundamentales en la teoría jurídica del Estado, tratando
con ello de expresar la relación de subordinación en que se encuentra el primero de ambos términos
respecto del segundo. Como señala el profesor Ángel Garrorena, el Estado de Derecho implica que
la institución estatal se somete al ordenamiento en garantía de la seguridad jurídica de sus
ciudadanos; pero además –como indica este mismo autor- hace referencia a ciertas convicciones,
principios y creencias típicas de aquel originario mundo conceptual liberal burgués, los cuales dan
todo su sentido a esta vinculación, a esta limitación del poder estatal por el Derecho.

En definitiva, la concepción del Estado de Derecho pretende consolidar un modelo de Estado


presidido por la idea central de limitación jurídica del poder, es decir, la conveniencia de controlar el
poder político (que no es otra cosa que la verificaciónn de limitaciones preestablecidas). La
conveniencia de controlar el poder político había sido ya motivo de preocupaciónde diversos autores
a lo largo de la historia, pero cobra mayor auge durante el siglo XVII, en la obra de Locke y, durante
el siglo XVIII, en las teorías de Montesquieu que formula el principio de división de poderes como
medio de control del poder político.

La expresión Estado de Derecho aparece en los primeros años del siglo XIX en el Derecho alemán
(Rechstaat o Estado racionalmente organizado) y fue Robert Von Mohl quien, en 1832, más
nítidamente formula esta teoría. La noción de Estado de Derecho es muy semejante al concepto
anglosajón de Rule of Law porque básicamente implica la subordinación del poder político a normas
preestablecidas en función de ciertos valores individuales. Existe, empero, una diferencia
fundamental entre el Rule of Law y el Estado de Derecho, pues mientras este último implica un
Estado que se auto-limita, el Rule of Law supone la existencia de un Derecho que no es estatal, sino
consuetudinario, que es producto de las relaciones sociales y, como tal, es acogido por los jueces

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que administran justicia, y luego se convierte en un Derecho de pura elaboración judicial. 


Es importante señalar que no toda subordinación del Estado al ordenamiento jurídico es Estado de
Derecho, sino sólo aquella que responde a determinados presupuestos o elementos materiales
inexcusables (es decir, como lo ha puesto de manifiesto Elías Díaz, no todo Estado “con” Derecho es
un Estado “de” Derecho, sino sólo aquél que responde a un determinado contenido material y no
formal: ver texto, que se adjunta, de Elías Díaz, Estado de Derecho y legitimidad democrática, pp.
61-95), los cuales se podrían sintetizar en los siguientes:

i. La supremacía del Derecho: que se refleja en la superioridad de la Constitución o, en su


caso, la ley, entendiendo por ésta aquella norma general y abstracta aprobada por los
representantes del pueblo democráticamente elegidos. Constituye la antigua formulación del
imperio de la ley; sin embargo en el constitucionalismo contemporáneo se propugna más
que un Estado legal un Estado de Derecho (más precisamente un Estado constitucional de
Derecho), es el clásico principio de legalidad tiene su expresión actual como principio de
juridicidad (art. 6º de la Constitución), lo que implica una sujeción de los poderes públicos al
Derecho, ya no sólo se circunscribe a la ley (propio del Estado legal), sino también a
parámetros constitucionales y principios fundamentales de éstos.

ii. La División de poderes: se traduce en que los poderes del Estado aparezcan
distribuidos entre distintos órganos dotados de competencias específicas para lograr que el
“poder detenga al poder” (es decir, mediante la separación del mismo en distintos órganos
que asumen funciones diversas y que contribuyen al control recíproco de todos ellos; más
precisamente se trata de una separación formal de poderes y de una división material de
funciones, pues el poder estatal es indivisible). Dentro de este presupuesto hay que
destacar la existencia de un poder judicial independiente (artículo 73 de la Constitución) de
los poderes legislativo y ejecutivo, capaz de hacer cumplir el Derecho en condiciones de
igualdad a gobernantes y gobernados (hecho que es vital para el mantenimiento del actual
Estado de Derecho).

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Del mismo modo, más contemporáneamente a la Jurisdicción Constitucional –como
instrumento que materializa el principio de la supremacía constitucional- se la menciona
como cuarto poder” o “super poder” o “poder neutro”, como organismo autónomo e
independiente y no como parte del Poder Judicial.

iii. El reconocimiento de los derechos y libertades fundamentales del ser humano: como
base material y garantía que legitima, en última instancia, a todo Estado que se pretenda de
Derecho (artículos 5º y 19º de la Constitución). Son los derechos inherentes de la persona
humana, fundamentan el orden constitucional y se imponen tanto al poder constituyente
como a los poderes constituidos. Por esta razón los derechos fundamentales pueden ser
considerados desde una doble dimensión: 1º Limitan el poder, constituyendo el gran freno
del poder frente a los derechos y libertades de los individuos; 2º Justifican y legitiman el
poder, a través de ellos el cuerpo político determina sus autoridades y su Estatuto
Fundamental (esto quiere decir que no hay Democracia sin Constitución, ni Constitución sin 

Democracia). Dicho en pocas palabras, para hablar de una Constituciónn normativa, que se
sustente en un Estado material de Derecho, los derechos fundamentales deben ser
esenciales en su configuración.

5. Elemento del Estado: El Bien Común


1. Como fin del Estado: de acuerdo a la mayoría de los autores, la cuestión acerca del fin del
Estado es algo que rebasa el campo del derecho, pero de ello no puede derivarse que el
Estado carezca de un fin. El fin del estado va a depender de la época, zona geográfica,
factores históricos, etc.

2. Contenidos del Bien Común: de acuerdo a la naturaleza social del hombre, el bien de las
personas está necesariamente relacionado con el bien común. Éste consiste en aquel
conjunto de condiciones que permiten a la persona y a la sociedad alcanzar la perfección
que les es debida de acuerdo a su naturaleza.

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3. El Bien Común en la Constitución de 1980: el artículo 4° inciso 4 de la CPR, establece:
“El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común,
para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y cada
uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material
posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta constitución establece”.

El constituyente decidió declarar una concepción instrumental del Estado al señalar que éste
no es un fin en sí mismo, como han sostenido algunas concepciones ideológicas, sino que
es un medio, “es un instrumento que tiene como fundamento favorecer el desarrollo integral
del ser humano”.

6. La Teoría de la División de Poderes


Muchos autores, entre ellos Mario Justo López, suelen referirse a la división de poderes, a pesar de
que esta teoría apunta a la división de funciones. Los poderes del Estado son los distintos órganos
que poseen, los cuales ostentan la facultad o dominio de gobernar un país. En cambio, las funciones
del Estado corresponden al ejercicio de dichas facultades, las cuales según esta teoría deben ser
distribuidas entre los distintos poderes para que de este modo se logre un equilibrio entre ellos.

Pese a que esta teoría es característica del Estado moderno y más específicamente de los
postulados del Barón de Montesquieu, tiene antecedentes en organizaciones y pensadores antiguos
que nos revelan su importancia y trascendencia para toda civilización humana. Sin embargo, la serie
de circunstancias que rodearon a las distintas culturas antiguas a través de los años redundaron en
una doctrina que se fue amoldando a las realidades concretas, perdiendo un poco de pureza, pero
ganando en aplicabilidad.

Carlos Secondat, Barón de la Brede y de Montesquieu (1689.1755), inspirado en la situación que


vivía Inglaterra durante las primeras décadas del S: XVIII, escribió su famoso libro “El Espíritu de las
Leyes”, en el que expuso su teoría de la separación de poderes, camino único a seguir para
conseguir la libertad natural del hombre.

Montesquieu señala que todo poder único es despótico y que un poder no puede moderarse más
que por otro poder. “La Libertad sólo puede hallarse… allí donde no se abuse del poder;… Para que
no pueda abusarse del poder, es preciso que, por la disposición de las cosas, el poder contenga al

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poder”. Así, para lograr este equilibrio de poderes divide las funciones de un Estado en tres poderes
iguales e independientes, otorgados a órganos distintos y no vinculantes entre sí. Hay en todos los
Estados, tres especies de poder: el legislativo, o poder que se encarga de elaborar las leyes; el
poder de ejecutar aquello que depende del derecho de gentes o el que está encargado de la
administración de un país tanto en el ámbito externo como interno; y el de ejecutar lo que depende
del derecho civil, que correspondería al poder que está encargado de la administración de justicia,
los cuales conocemos en la actualidad como: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Por tanto, la división de poderes es una consagración de una realidad que desde principios de la era
cristiana aquejaba a nuestras civilizaciones, pero con el surgimiento de los estado libres de dominio
real.

Montesquieu, tenía razón al señalar que la única forma de evitar que se abuse del poder, es
distribuirlo, lo que permite limitarlo asegurando de esta forma la libertad de los ciudadanos en una
Estado constitucional liberal.

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