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CAPÍTULO 4.

PROCEDIMIENTOS PARA INCREMENTAR Y MANTENER CONDUCTAS.

El mantenimiento de conductas es otro objetivo terapéutico habitualmente asociado y posterior


en el tiempo al incremento de las conductas una vez que éstas han llegado a alcanzar un criterio
determinado. Este otro objetivo se logra cambiando los índices de reforzamiento

EL REFORZAMIENTO POSITIVO.

Definimos el reforzamiento positivo como el incremento de la probabilidad de que en el futuro


vuelva a repetirse en un contexto determinado una conducta seleccionada a la que ha seguido un
hecho o acción contingente con su emisión en ese contexto.

Una diferencia que conviene tener clara es la existente entre los términos reforzador positivo y
recompensa. Un reforzador positivo se define por sus efectos sobre la conducta a que sigue y se
corresponde con la teoría de Skinner. La recompensa hay que situarla como un concepto próximo
a la ley del efecto de Thonrdike y ejercería su efecto fortaleciendo las conexiones entre el estímulo
y la respuesta que se emite ante él. Skinner, se decanta por el término reforzador positivo.

Autorreforzadores y Heterorreforzadores. AUTO DE INTERNO. Y HETERO DE AFUERA O EXTERNOS.

Los reforzadores pueden clasificarse como Reforzadores primarios y Reforzadores secundarios. Los
reforzadores primarios satisfacen necesidades biológicas o contribuyen al bienestar físico. El agua,
la comida, el sexo son reforzadores de este tipo. A estos reforzadores se les llama también
reforzadores incondicionados.

Los reforzadores secundarios son aquellos estímulos o sucesos que han adquirido su valor
reforzante por condicionamiento o aprendizaje, por ello se les denomina también reforzadores
condicionados.

APLICAR EL PRINCIPIO DE PREMACK.

El cual consiste en que de una conducta muy habitual se cree una nueva conducta deseada.

REFORZAMIENTO NEGATIVO

El reforzamiento negativo se refiere a un aumento en la probabilidad de la frecuencia de una


respuesta o conducta mediante la que se logra la supresión de un suceso o estímulo aversivo
(reforzador negativo).
Un reforzador negativo, como en el caso del reforzador positivo, sólo se define por su efecto sobre
la conducta que evita o de la que escapa.

Es importante volver a insistir que el reforzamiento, sea positivo o negativo, siempre incrementa
una conducta.

hay tres factores que juegan un papel importante:

1. La intensidad de la estimulación aversiva.


2. La cantidad de reforzamiento negativo.
3. La demora en la recompensa.

El reforzamiento negativo requiere algún suceso aversivo como un susto, un ruido o un


aislamiento, que se presenta al individuo antes de que responda.

Hay que tener presente la distinta curva de aprendizaje que se obtiene con cada índice de
reforzamiento. Para evidenciar las diferencias de los índices o programas de reforzamiento en el
comportamiento es conveniente considerar tres fases del aprendizaje:

FASE 1: ADQUISICIÓN.

FASE 2: MANTENIMIENTO.

FASE 3: EXTINCIÓN.

A la hora de planear un cambio comportamental debe tenerse previsto el índice de


reforzamiento a utilizar. En general se sugiere la aplicación de índices de reforzamiento continuo
al inicio de un programa para lograr rápidamente los objetivos marcados y pasar después a
índices intermitentes con el fin de alcanzar

Una consolidación de la conducta. Este tipo de resultados, además, habla de la complejidad de


los programas de modificación de conducta y de las fluctuaciones comportamentales que
aparecen en la conducta de un organismo bien sea en la fase de adquisición o bien en la extinción
de una conducta dada.
UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ

“RETALHULEU”

ESTUDIANTE: JAIRON ANTONIO MORALES CASTILLO

CARNET: 2872-11-4428.

LICENCIADA: SUSANA FRANCO.

FECHA: 17 AGOSTO DE 2013.

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