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Los Rollos del Muerto

Los Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán (llamados así por hallarse los
primeros rollos en una gruta situada en a orillas del mar Muerto). Son una colección de casi
800 escritos de origen judío, escritos en hebreo y arameo por integrantes de la secta judía
de los esenios, y encontrados en once grutas en los escarpados alrededores del mar Muerto.
Los primeros siete rollos fueron encontrados en su primo Mohammed ed-Dhib, dos
pastores beduinos de la tribu en una cueva de Qumrán. Se cuenta que utilizó algunos en una
hoguera para calentarse, al carecer del conocimiento de la importancia del hallazgo. Estos
rollos fueron vendidos (troceados, para aumentar su precio) a un anticuario en el mercado
local, extraviándose un tiempo algunos en Estados Unidos.
Posteriormente se publicaron copias de los rollos, causando un masivo interés en
arqueólogos bíblicos, cuyo fruto sería el hallazgo de otros seiscientos pergaminos, y cientos
de fragmentos. Lo más importante de este hallazgo es su antigüedad, que permite estudiar
importantes fuentes teológicas y organizativas del cristianismo.
La mayoría de los manuscritos datan de entre los años estando entre ellos los textos
más antiguos de que se dispone en lengua hebrea del Antiguo Testamento» Antiguo
Testamento bíblico. Se cree que fueron ocultados por los esenios debido a las revueltas judías
contra los romanos en esos años.1
Fragmento Rylands de Juan (el más antiguo del N.T., siglo II).
El papiro griego Rylands 457, papiro P52 o papiro Biblioteca Rylands P52, también
llamado el "Fragmento de San Juan" es, hasta el momento, el manuscrito neotestamentario
más antiguo que ha identificado la papirología. Está conservado en la biblioteca John Rylands
de Mánchester, en el Reino Unido.
Contiene extractos en griego del Evangelio de Juan y es considerado como el extracto
más antiguo de un Evangelio canónico siendo, en la línea del tiempo, el primer documento
que concierne a la figura de Jesús de Nazaret. Datado en un principio, en torno al año 125 de
nuestra era, la generalidad de los estudiosos consensua en aceptar que proviene de la primera
mitad del siglo II d.C, si bien con reservas, por las limitaciones de la papirología para datar
textos. 2
La parte anterior (recto) del pergamino contiene secciones de los versículos 31, 32 y
33 del capítulo 18 del Evangelio de Juan y la parte posterior (verso), secciones de los
versículos 37 y 38 del mismo capítulo.
El fragmento de papiro fue descubierto en un vertedero en Al-Fayum, lugar cercano
al valle del río Nilo en el desierto del Egipto Medio, y adquirido en 1920, junto a otros

1
https://quedicelabiblia.org/consultorio-biblico/donde-se-encuentran-los-manuscritos-de-la-biblia/
Recuperado 14/09/2019.
2
Floyd V. Filson, A New Papyrus Manuscript of the Gospel of John, The Biblical Archaeologist Vol. 20, No. 3
(Sep., 1957), p. 53-63.
muchos fragmentos de papiros, por el egiptólogo Bernard Pyne Grenfell (1869-1926).3 La
transcripción original y la traducción del fragmento de texto la realiza el editor y erudito
clásico inglés Colin Henderson Roberts (1909-1990) en 1934, publicando su hallazgo en
1935 en su artículo “An Unpublished Fragment of the Fourth Gospel in the John Rylands
Library”, Manchester University Press, 35pp. (“Un fragmento inédito del Cuarto Evangelio
en la Biblioteca John Rylands”) que apareció en el “Bulletin of the John Rylands Library xx,
1936, pp 45-55.”4
Papiros Bodmer5
Los Papiros Bodmer son un grupo de veintidós papiros descubiertos en Egipto en
1952 en Pabau, cerca de Dishna (Egipto), no lejos de Nag Hammadi, donde se produce otro
de los grandes hallazgos del siglo, la biblioteca del Nag Hammadi unos años antes, los cuales
fueron adquiridos por el coleccionista suizo Martin Bodmer (1899-1971) que, de manera
idéntica a como ocurre en el caso de los Chester Beatty, les presta el nombre por el que son
conocidos. Se conservan en la Biblioteca Bodmeriana de Literatura Mundial, en Cologny, a
las afueras de Ginebra. En el 2007 la Biblioteca Vaticana adquirirá dos de los mejores
exponentes del conjunto, los papiros, el P74 y el P75.
Los Papiros Bodmer incluyen unos cincuenta textos individuales, en lengua griega y
copta, la mayoría en forma de códice, otros en forma de rollos, y tres escritos sobre
pergamino. En cuanto a su temática, contienen fragmentos tanto del Antiguo como del Nuevo
Testamento, también de otras obras, tanto del cristianismo primitivo como clásicas (Homero,
Menandro), y una colección de cartas de los abades del Monasterio de San Pacomio.
Además, es uno de los más antiguos códices conocidos, o volúmenes encuadernados,
y se cree que fue usado para la liturgia. El papiro Bodmer es la evidencia tangible de que el
Evangelio que circuló entre las primeras comunidades cristianas había sido compuesto
mucho antes del siglo IV y redactado en la forma que conocemos.
Papiros Chester Beatty
Los Papiros Chester Beatty son un grupo de papiros bíblicos escritos en griego y de
origen cristiano, compuesto por once manuscritos, siete del Antiguo Testamento, algunos de
ellos los más antiguos que han llegado a nuestros días en griego; tres del Nuevo Testamento;
y un undécimo que contiene el importante Libro de Enoc y unos textos sobre liturgia no
identificados.

3
Bernard Pyne Grenfell fue también, junto con el arqueólogo y papirólogo Arthur Surridge Hunt (1871-1934),
descubridor en 1897 de los “Papiros de Oxirrinco (Oxyrhynchus papyri)”, “un grupo numeroso de manuscritos
descubiertos en un antiguo vertedero de basuras cerca de Oxirrinco (Oxyrhynchus, actual el-Bahnasa) en
Egipto.
4
Brent Nongbri, The Use and Abuse of P52: Papyrological Pitfalls in the Dating of the Fourth Gospel, The
Harvard Theological Review Vol. 98, No. 1. 2005. p. 23-48. Recuperado 14/09/2019
https://escritosdelcristianismoprimitivo.com/Papiro-P52-El-fragmento-de-San-Juan/
5
https://www.religionenlibertad.com/blog/29722/de-los-papiros-bodmer-las-copias-mas-antiguas-del-
nuevo-testamento.html Recuperado17/09/2019
Aunque dos de ellos datarían del s. IV, la mayor parte están fechados en el s. III, es
decir de antes de la persecución de Diocleciano que se produce entre los años 303 y 311 y se
ceba precisamente en los documentos. Tienen, además, el valor histórico de ser anteriores a
las dos grandes colecciones que han llegado a nuestros días, las dos del s. IV, a saber, el
Códice Vaticano y el Códice Sinaítico.
Las circunstancias de su hallazgo no están claras. Según algunos, proceden de las
ruinas de la antigua ciudad de Atfih, según otros de Fayum, las dos en Egipto. En cualquier
caso, se adquieren a lo largo de la década de los 30, realizándose los primeros anuncios de la
adquisición en 1931.
Los papiros son adquiridos por Sir Alfred Chester Beatty (18781968), norteamericano
nacionalizado británico y muy vinculado a Irlanda, dedicado al negocio de la minería, que
les presta su nombre, y se conservan en la Biblioteca Chester Beatty, en Dublin, que custodia,
junto a los que hoy comentamos, todos los manuscritos adquiridos por el coleccionista a lo
largo de su vida.6
Códice Sinaítico7
Es un manuscrito uncial del siglo IV de la versión griega de la Biblia, escrito en
escriptio continua entre los años 330 y 350. Es uno de los manuscritos de mayor valor para
la crítica textual del Nuevo Testamento en su versión griega, al igual que la Septuaginta.
Consiste de un total de 346 y medio folios, escritos en cuatro columnas. De estos, 199
corresponden al Antiguo Testamento; y 147 y medio, al Nuevo Testamento y a los otros dos
libros la Epístola de Bernabe y parte de El pastor de Hermas.
Poco se sabe de su historia previa. Se especula que pudo haber sido escrito en Egipto
y a veces se lo asocia con las 50 copias de las escrituras que fueran encargadas por el
emperador romano Constantino luego de su conversión al cristianismo.
En 1938 se descubrió que el texto había sufrido numerosas correcciones. Hacia el
siglo VI o VII se realizaron numerosas alteraciones, el colofón8 al final del libro de Esdras y
Ester indica que la fuente de dichas alteraciones era “un manuscrito muy antiguo que había
sido corregido por el santo mártir Pánfilo” (martirizado en 309).
Su descubrimiento en 1844 por Constantino Con Tischendorf durante su primer viaje
al Monasterio de Santa Catalina, al pie del Monte Sinaí en Egipto hallando 43 hojas de
pergamino. Durante su segundo viaje en 1853, la misma es infructuosa excepto por que logra

6
https://www.religionenlibertad.com/blog/29405/de-los-papiros-biblicos-chester-beatty--textos-canonicos-
completos-del.html
7
Material de Estudio SETEGUA de la clase Critica Textual. 2019. Págs. 41-42.
8
Colofón: La palabra procede del latín colŏphon, -ōnis, la cual a su vez procede del griego κολοφών, término,
fin. La Real Academia Española (RAE) señala como primera acepción del concepto a la anotación que se realiza
al término de un libro, indicando la fecha y el lugar de impresión y otros datos vinculados a la publicación. El
colofón suele aparecer en la última página de los libros. Su finalidad es dejar consignado quién fue el impresor,
dónde y cuándo realizó su trabajo, cuál fue el tiraje de la obra, etc.
recuperar dos fragmentos del Libro de Genesis. Dos tercras partes de codex estuvieron
conservadas en la Biblioteca Nacional Rusa desde 1859 hasta 1933.
Actualmente se encuentra dividido en cuatro trozos iguales: 347 hojas en la Biblioteca
Británica en Londres, 12 hojas y 14 fragmentos en el Monasterio Santa Catalina del Sinaí,
43 hojas en la Biblioteca de la Universidad de Leipzig, y fragmentos de 3 hojas en la
Biblioteca Nacional Rusa de San Petersburgo. Durante junio del 2005, se anunció el
lanzamiento de un proyecto para producir una nueva edición digital del manuscrito, que
cuenta con la colaboración de las cuatro bibliotecas.
Códice Vaticano
El Vaticano (B), del siglo IV, escrito en pergamino, conservado en el Vaticano, y
contiene el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Es uno de los más antiguos
manuscritos conservados de la Biblia, ligeramente anterior al Codex Sinaiticus, y
probablemente copiado, como aquél, durante el siglo IV.
Está escrito en griego, con un total de 759 hojas de pergamino, en scriptio continua
(estilo de escritura en el que no se utilizan espacios para separar las palabras) y con caligrafía
uncial (tipo de escritura en el que todo el texto se escribía en letras mayúsculas), tratándose
de uno de los cuatro grandes códices unciales.9
El manuscrito es un volumen en cuarto, en cuadernillos de 5 hojas cada uno. El
número de los cuadernillos se encuentra a menudo en el margen del Códice. Originalmente
debió estar compuesto de 830 hojas de fino pergamino posiblemente de antílope, pero
aparentemente se han perdido 71 de ellas. Así, el Viejo Testamento ocupa 617 y el Nuevo
Testamento 142.
El tamaño actual es de 27x27 cm, aunque fue perfilado por lo que el original tenía un
tamaño mayor. El Códice que actualmente consta de 759 hojas, está escrito en 3 columnas
con un total de 40 a 44 líneas por página y 16 a 18 letras por línea. El manuscrito es de los
escasos que se conservan del Nuevo Testamento escritos a tres columnas. Sólo otros dos
(Uncial 048 y Uncial 053) siguen este sistema.
La escritura es pequeña y ordenada sin ningún tipo de ornamentación ni letras
capitales. Las letras equidistan perfectamente unas de otras sin separación ninguna, de forma
que cada línea aparenta ser tan sólo una palabra de una longitud inusitada.
Hay escasos signos de puntuación (aunque alguno ha sido escrito por una mano
posterior) salvo algún que otro espacio en blanco, diéresis y abreviaturas de nombres
sagrados (nomina sacra) y citas del Antiguo Testamento (estas mediante comas invertidas tal

9
Bruce M. Metzger, Bart D. Ehrman, "The Text of the New Testament: Its Transmission, Corruption and
Restoration", Oxford University Press (New York – Oxford, 2005), p. 68.
como ocurre en el Codex Alexandrinus). Tampoco hay divisiones en capítulos o secciones
como es habitual en otros manuscritos.10
No obstante, el número de columnas a veces cambia, siendo a veces de dos (en los
libros poéticos del Viejo Testamento) e incluso una (Pentateuco, Jueces, Ruth, Reyes...).De
acuerdo a Tischendorf el manuscrito fue escrito por tres escribas (A, B, C) dos de los cuales
aparentemente escribieron el Antiguo Testamento y el tercero el Nuevo Testamento.
Códice Beza o Bezae
Uno de los cinco más importantes manuscritos griegos del Nuevo Testamento y el
más interesante de todos por sus variantes peculiares; los eruditos lo designan con la letra D.
Recibe su nombre de Teodoro de Beza, el amigo y sucesor de Juan Calvino, de la Universidad
de Cambridge, que lo obtuvo como regalo de Beza en 1581 y aún lo posee.
El texto es bilingüe: griego y latín. El manuscrito, escrito en caracteres unciales,
forma un volumen en cuarto de excelente pergamino de 10 x 8 pulgadas, con una columna
por página, el griego en la página izquierda (considerado el lugar de honor) y el paralelo
latino enfrente en la página derecha. Ha sido reproducido en facsímil fotográfico excelente
publicado en 1899 por la Universidad de Cambridge.

El códice contiene sólo los cuatro Evangelios, en el orden común entonces en Oriente,
Mateo, Juan, Lucas y Marcos, luego unos pocos versículos (11-15), en latín solamente, de la
Tercera Epístola de San Juan, y los Hechos de los Apóstoles. Sin embargo, faltan en el
manuscrito del escriba original, en el griego.
Beza escribió en la carta adjunta a su regalo que el manuscrito había sido obtenido
del monasterio de San Ireneo de Lyons, durante la guerra en 1562. Lyons fue saqueado por
los hugonotes y el manuscrito fue probablemente parte del botín. De hecho, se alega que este
códice fue el utilizado en el Concilio de Trento en 1546 por William Dupré (los escritores
ingleses insisten en llamar pratense a este francés), obispo de Clermont en Auvergne, para
confirmar una variante latina de Juan 21, si eum volo manere, que se encuentra sólo en el
griego de este códice.
Además, se le identifica generalmente con el Códice beta, cuyas variantes peculiares
fueron cotejadas en 1546 para la edición de Stephen del Testamento Griego por amigos suyos
en Italia. El mismo Beza, tras haber llamado primero a este códice Lugdunensis, luego lo
llamó Claromontano, como si no viniera de Lyons sino de Clermont (cerca de Beauvais, no
Clermont de Auvergne). Todo esto indica, (poniendo en duda la afirmación original de Beza),
que el manuscrito estaba en Italia a mediados del siglo XVI y tiene su relación con la
localidad de la producción.

10
Constantin von Tischendorf, Editio octava critica maior, ed. C. R. Gregory (Lipsiae 1884), p. 360.
Recuperado 14/09/2019.
Se ha alegado generalmente que el manuscrito se originó en el sur de Francia a
principios del siglo VI. Nadie le da una fecha posterior, principalmente por la evidencia de
la escritura. Se eligió a Francia en parte porque (a) el manuscrito se encontró allí; (b) porque
las iglesias en Lyons y del sur eran de fundación griega y durante largo tiempo continuaron
usando el griego en la liturgia, mientras que el latín era el vernáculo---para tal comunidad se
produjo este códice bilingüe; y (c) porque el texto de D se parece notablemente al texto citado
por San Ireneo, como dice Nestle, hasta en los errores del copista, de manera que
posiblemente se derive de esta misma copia.11
Códice Washingtoniano I 12
Datado en el siglo V. Es el códice griego más importante descubierto en el siglo XX.
Lo compró Charles L. Freer, de Detroit, en 1906. Se conserva en el Museum de Se conserva
en el Museum de la Smithsonian Institution de Washington: Observa el siguiente orden: Mt,
Jn, Lc y Mc. Los especialistas lo conocen como códice Wcom.
Códice Alejandrino 13
Es un manuscrito del siglo V de la Biblia Griega, conteniendo la mayor parte de la
Septuaginta y del Nuevo Testamento., es uno de los primeros y más completos manuscritos
de la Biblia. Deriva su nombre de la ciudad de Alejandría, donde se cree que fue hecho.
Esta escrito con letras correspondientes a la llamada caligrafía uncial.14 Hay entre 46
y 52 líneas por columnas y 20 a 25 leras por línea. Las líneas iniciales de cada libro fueron
escritas en tinta roja.
Hay 773 folios de pergaminos. El Antiguo Testamento del manuscrito contiene los
libros deuterocanónicos, incluyendo III Macabeos, IV Macabeos, y el Salmo 151, textos
considerados por la crítica textual como “Apócrifos” del Antiguo Testamento.
Códice de San Efrén
Datado en el siglo V. Los especialistas lo denominan con la letra C. Conservado en la
Biblioteca Nacional de París. El manuscrito original fue raspado y sobre él se escribió una
obra San Efrén en el siglo XII. Tischendorf fue capaz, con procedimientos químicos, de leer
145 hojas de este códice, que pertenecen al Nuevo Testamento.15

11
Fenlon, John Francis. "Codex Bezae." La Enciclopedia Católica. Vol. 4. New York: Robert Appleton
Company, 1908.
12
http://www.proyectojesus.es/PJesus_CD2/proyecto_jesus/01_INFORMACION/loscodicesypapiros_del_NT
3.pdf
13
Material de Estudio SETEGUA de la clase Critica Textual. 2019. Págs. 42-43.
14
La caligrafía uncial: es un tipo de escritura en el que todo el texto se escribía en letras mayúsculas, tomando
«mayúscula» en su sentido paleográfico, es decir, un tipo de letra que queda determinado por dos líneas
paralelas horizontales. Fue de uso común entre los siglos III d. C. y VII d. C.
15
http://www.proyectojesus.es/PJesus_CD2/proyecto_jesus/01_INFORMACION/loscodicesypapiros_del_NT
3.pdf

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