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Labrador, Puente y Crespo 1995 Texto 3 PDF
Labrador, Puente y Crespo 1995 Texto 3 PDF
Introducción..................................................................................... 2
DESCRIPCIÓN, CLASIFICACIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA DE LAS
UNIDAD I DISFUNCIONES SEXUALES......................................................... 2
Descripción de la respuesta sexual humana .............................. 2
Clasificación de las disfunciones sexuales ................................. 5
Epidemiología de las disfunciones sexuales .............................. 7
LA EVALUACIÓN CONDUCTUAL EN EL PROCESO DE EVALUACIÓN DE LAS DISFUNCIONES
DIFERENTES ÁMBITOS SEXUALES ..................................................................................... 8
Objetivos de la evaluación .............................................................. 8
Áreas de evaluación........................................................................ 9
Técnicas e instrumentos de evaluación.................................... 10
La entrevista .......................................................................... 10
Los autoinformes ................................................................... 14
Examen físico o médico......................................................... 15
Lectura 1 Evaluación psicofisiológica.................................................... 16
Métodos de registro en hombres .............................................. 17
Labrador, F.; de la Puente, M. y Crespo, M. (1995). Métodos de registro en mujeres................................................ 17
Evaluación de las disfunciones sexuales. Procedimiento............................................................................ 18
En: A. Roa. Evaluación en psicología La observación .......................................................................... 18
clínica y de la salud. Madrid:CEPE. Cap. Los autorregistros...................................................................... 19
8. Formulación del problema......................................................... 20
Conviene conocer cómo empezó la relación y qué aspectos positivos El entrevistador continúa indagando según la estructura de la
(conductas y atributos) intervinieron en un principio en la atracción entrevista señalada más arriba y ayudando a la pareja a expresar
mutua de la pareja. En el caso de que estas áreas positivas, que sus deseos y quejas con descripciones lo más específicas y precisas
existían en un comienzo, se hayan extinguido en la actualidad, posible. La razón de esto es que las parejas que acuden a tratamiento
habría que realizar un análisis funcional a fin de conocer qué suelen tener cierta inhabilidad para expresar las conductas concretas
estímulos hay que modificar para instaurar de nuevo esos aspectos que desearían ver aumentadas o disminuidas en su compañero.
gratificantes. Es frecuente encontrar que en algunas parejas, Utilizan a menudo un len-guaje vago e impreciso. Expresiones del
después de unos años de relación, se han extinguido una serie de tipo «que sea más considerado conmigo» hacen difícil precisar
conductas tales como expresión de afectos, refuerzos extraordinarios cuáles son los problemas concretos e impiden a la pareja coincidir con
con ocasión de fechas importantes (regalos con ocasión de precisión en las conductas que desean cambiar.
onomástica, cumpleaños o aniversarios de boda...), cuidado del
aspecto físico, etc. Este tipo de comportamiento pudo haber sido El fin principal de la evaluación es planificar objetivos para el
habitual al principio de la relación, por la funcionalidad de tratamiento. Estos objetivos se deben establecer en términos de
«conquistar» al otro. Pero una vez «realizada la conquista» se dejan conductas concretas y observables. En consecuencia, la mejoría
de poner en práctica estas conductas reforzantes, propiciando así alcanzada con el tratamiento no se definirá exclusivamente en base
una pérdida de interés en la relación. En ocasiones, la
Picollo, 1975).
Otros dos parámetros importantes para la descripción de una aproximadamente el 30% presenta disfunción orgásmica. Por otra
disfunción sexual son el momento de su aparición y la extensión del parte, alrededor del 20% de la población total muestra deseo sexual
problema (cf. Hawton, 1989; Labrador, 1993). Los términos de hipoactivo.
disfunción primaria es secundaria se emplean, respectivamente, para
describir los problemas que se han presentado desde la aparición de
la actividad sexual, y aquellos otros que han surgido tras un período
Nathan Labrador DSM-III-R
de actividad sexual satisfactoria. Por otro lado, se habla de
disfunción total o general cuando se presenta en todas las (1986) (1987) (1987)
situaciones o actividades sexuales, frente a las disfunciones Trastornos sexuales femeninos
situacionales que sólo aparecen en determinadas situaciones (e. j.:
relaciones sexuales con la pareja habitual), pero no en otras (e.j.:
Deseo sexual inhibido 1-35 % 35 % 20 %
relaciones sexuales con una pareja diferente, masturbación...).
Disfunción orgásmica 5-30 % 46 % 30 %
Epidemiología de las disfunciones sexuales Vaginismo/Dispareunia 2 - 3 o/ o
Masters y Johnson (1970) manejan cifras en torno al 50% de las En cuanto a la frecuencia de cada una de las disfunciones en
parejas heterosexuales. Frank, Anderson y Rubinstein (1978) relación a las personas que, sufriendo de algún tipo de trastornos
hallaron que en matrimonios relativamente felices y bien acoplados, sexuales, solicita ayuda de un profesional de la salud, los datos
el 40% de los hombres informaban de haber padecido de también oscilan según los autores (Tabla 8-5). Los trastornos por los
disfunciones eyaculatorias o de la erección en algún momento de su que más frecuentemente se consulta son, en la mujer, el deseo
vida, y el 63% de las mujeres indicaron la existencia de disfunciones sexual inhibido y la disfunción orgásmica que según una estimación
orgásmicas o del deseo sexual. Además, el 50% de los hombres y el realizada sobre diferentes estudios por Vázquez, Graña y Ochoa
77% de las mujeres informaron de la existencia de otras dificultades (1990) suponen el 40% y el 30% respectivamente de las mujeres que
sexuales, tales como falta de interés o incapacidad para relajarse. acuden a consulta por un problema sexual. En el hombre los de
mayor prevalencia son los problemas de erección y de eyaculación
Los datos de prevalencia aportados por el DSM-III-R (APA, 1987) precoz que suponen el 42.27% y el 30.93% respectivamente
sobre estudios realizados en Europa y Estados Unidos indican que en (Vázquez, Graña y Ochoa, 1990).
la población adulta joven aproximadamente el 8% de los hombres
presentan tras-tornos de la erección y el 30% padece eyaculación
precoz. Respecto a la población femenina se estima que
Existe un dato interesante a destacar. Tan sólo un porcentaje muy OBJETIVOS DE LA EVALUACIÓN
pequeño de personas que padecen de alguna disfunción sexual
acuden a un profesional de la salud para consultar por ello, y aún
más, de éstas sólo un número reducido se somete a tratamiento. Como en cualquier otro campo clínico, en el ámbito de las
Osbein, Ilawton y Gath (1988) realizaron un estudio sobre una disfunciones sexuales el fin último de la evaluación es orientar y
muestra de 436 mujeres de clase media, de diferentes ciudades del planificar el tratamiento a seguir. Por ello, la simple clasificación o
Reino Unido, encontrando que aunque el 32.5°/o (142 mujeres) diagnóstico general de los problemas sexuales que presenta un
sufrían de alguna disfunción sexual, tan sólo el 29.5 (42 mujeres) sujeto, aunque de utilidad en cuanto que posibilita un primer
creían tener algún problema, y tan sólo el 2.3% (1 mujer) se sometió acercamiento y facilita la comunicación con otros profesionales, no
a tratamiento. parece ser suficiente. De acuerdo con el modelo general ele
evaluación conductual, el proceso de evaluación de las disfunciones
sexuales debe estar orientado a establecer relaciones funcionales
entre la aparición y mantenimiento del problema y las diversas
Tabla 8-5 variables ambientales y organísmicas que parecen estar
Frecuencia de cada una de las disfunciones sexuales sobre el total relacionadas con él.
de personas que solicitan ayuda por problemas sexuales
Siguiendo a Hawton (1989), los objetivos de la evaluación pueden
Bancroft resumirse en los siguientes:
Mears Vázquez y Carrobles y
(1977) (1978) cols. (1990)
Sanz (1991)
1. Definir la naturaleza del problema sexual y los cambios que
Trastornos sexuales femeninos el cliente desea conseguir.
Deseo sexual inhibido 62 % 51 % 40 % 2.27 %
Disfunción orgásmica 18 %
2. Obtener información que permita al terapeuta formular una
22 % 30 % 18.18 % explicación tentativa de las causas del problema en términos
Vaginismo/Dispareuni 12 % 18 % 14 % 1.16 % de factores de predisposición, precipitantes y de
Otros 8% 7% 16 % 19.27 % mantenimiento.
Trastornos sexuales masculinos
3. Evaluar qué tipo de intervención terapéutica es indicada de
Deseo sexual 10 % acuerdo con esa formulación.
20 %
inhibido
de procesos implicados en el desarrollo y mantenimiento de las Influencias y hechos en los ciclos de vida:
disfunciones sexuales.
3. Infancia.
Técnicas e instrumentos de evaluación 4. Adolescencia.
5. 13-19 años.
6. Adultez prematrimonial.
Una vez establecidas las áreas que se han de evaluar, el clínico tiene a 7. En el matrimonio.
su disposición una serie de técnicas e instrumentos que le permiten 8. Percepción de sí mismo.
9. Sentidos especiales: tacto, visión, olfato, audición.
recoger la información pertinente. Durante mucho tiempo la entrevista 10. Ancianidad.
ha sido prácticamente la única técnica utilizada, junto con el examen 11. Miscelánea.
médico. En los últimos años se han ido introduciendo otros
instrumentos de evaluación que permiten completar la información Tabla 8-7
recogida mediante la entrevista.
Preguntas referidas a la Base Preliminar de la entrevista propuesta
La entrevista por Masters y Johnson (Masters y Jonhson, 1970, pág. 30 y.3l)
Sin duda alguna, la entrevista es el instrumento principal en la evalua- 1.- BASE PRELIMINAR
ción de los problemas sexuales, siendo el punto de partida obligado y
probablemente la parte más importante de la evaluación y del Una manera efectiva de iniciar el interrogatorio consiste en solicitar
proceso de intervención entero. Constituye el primer contacto formal un ejemplo personal o un simple esbozo de la naturaleza del
con el cliente y debe proporcionar información precisa sobre el problema actual. La encuesta subsiguiente puede seguir una fórmula
problema sexual y las variables implicadas. relativamente específica basada en si la alteración actual es propia de
uno sólo de los cónyuges, si la alteración de uno de ellos afecta a la
Malatesta y Adams (1986) indican que la entrevista inicial debe estar función sexual del otro, o si en ambos cónyuges existen disfunciones
dirigida a cubrir los siguientes objetivos: 1) Establecer una buena sexuales.
comunicación entre el cliente y el terapeuta, en particular en lo 1. (Si se orienta hacia el otro cónyuge) ¿Qué importancia tiene
referente a los temas sexuales; 2) Clarificar si se dan las condiciones el problema en relación con su propia función sexual?
necesarias para que la persona o la pareja reciba una terapia sexual, 2. (Si es propia) ¿Cómo afecta el problema a la función sexual
o si por el contrario ésta no es aconsejable debido por ejemplo a la de su cónyuge?
presencia de problemas psicopatológicos, problemas orgánicos,
problemas maritales, legales, etc.; 3) Obtener in-formación que 3. (Si la alteración está presente en ambos cónyuges)
permita generar hipótesis acerca del desarrollo y mantenimiento de ¿Recuerda usted qué problema surgió primero?
los trastornos sexuales; 4) Llegar a una primera formulación tentativa 4. ¿Cómo ha enfocado usted el problema o los problemas de la
del caso, y 5) Desarrollar un plan que permita completar y formalizar pareja hasta la fecha?
la evaluación. 5. ¿Cuál es su concepto de una función sexual efectiva?
a) para una mujer,
Tabla 8-6 b) para un hombre.
Esquema de la primera entrevista según Masters y Johnson (1970)
6. (Esposa) ¿En qué circunstancias ha tenido orgasmos, si
1. Base preliminar. alguna vez los tuvo? Describa los sentimientos (fisicos) que
2. Descripción estadística de la pareja. usted asocia a la experiencia.
7. (Esposo) ¿Ha tenido su esposa orgasmos alguna vez? ¿En Otros autores como Lobitz y Lobitz (1978) y, LoPiccolo y Heiman
qué circunstancias? (1978), proponen esquemas de entrevista alternativos. Las áreas que
8. (Esposo) ¿Ha tenido en algún momento dificultades de según
erección o de eyaculación? Si es así descríbalas. estos autores se deben explorar aparecen en las Tablas 8-8 y 8-9
respectivamente.
9. (Esposa) ¿Ha notado en alguna oportunidad dificultades en la
erección o eyaculación de su esposo? Si es así descríbalas.
10. ¿Por qué medios, excluyendo el coito, ha tratado usted, de Tabla 8-8
dar placer sexual a su cónyuge en el matrimonio? Describa Modelo de entrevista (áreas que deben investigarse en ella)
los resultados. de Lobitz y Lobitz (1978)
11. ¿Por qué medios trató su cónyuge de darle a usted placer se-
xual? Describa los resultados. 1. Información sobre aspectos comportamentales-sociales.
2. Descripción del problema sexual.
12. ¿Cuál es su concepto de los roles apropiados del hombre y 3. Descripción de la vida sexual habitual del paciente.
de la mujer en el matrimonio?: 4. Historia sexual de cada miembro de la pareja.
a) en el lecho conyugal,
5. Opinión sobre la calidad de la relación por parte de cada
b) en los aspectos sociales del convivir diario, miembro de la pareja.
c) en otros aspectos del matrimonio. 6. Motivación para el tratamiento.
13. ¿Cómo cree usted que su esposo (o esposa) contestará a 7. Historia médica.
estas preguntas?
14. ¿Qué métodos anticonceptivos ha utilizado, si utilizó alguno?
15. ¿Hay hijos en el matrimonio? Carrobles (1985), destaca como idea fundamental que la entrevista ini-
cial ha de servir en primer lugar para crear un clima de aceptación y
confianza entre cliente y terapeuta. En un trabajo posterior (Carrobles y
Se han desarrollado diferentes modelos de entrevista, la mayoría de Sanz, 1991) se habla de dos fases en esta primera entrevista. Una
los cuales son entrevistas estructuradas, bastante largas. Dependiendo primera fase que ellos denominan entrevista para la evaluación inicial
de los autores, se utilizan bien entrevistas individuales, bien entrevistas del problema y una segunda fase que denominan entrevista de
en pareja, y por un solo terapeuta o por dos coterapeutas evaluación o historia sexual propiamente dicha. El objetivo de la
conjuntamente. entrevista para la evaluación inicial del problema es identificar, por un
lado la adecuación del problema a una terapia sexual y por otro si se
Así, Masters y Johnson (1970), cuya cita es obligada, desarrollan un dan los requisitos para su realización. El esquema de dicha entrevista
proceso de evaluación que dura 7 horas y en el que se incluyen se recoge en la Tabla 8-10. Una vez recogida dicha información se
básicamente entrevistas y revisión médica. La primera entrevista la han pasa, si es pertinente, a la entrevista de evaluación o historia sexual
de llevar a cabo cada uno de los miembros de la pareja por separado propiamente dicha dirigida a la evaluación específica de la disfunción
con el terapeuta de su mismo sexo. El esquema de dicha entrevista se de cara al diseño de la intervención. El modelo propuesto por estos
incluye en la Tabla 8-6. Para ejemplificar el tipo de preguntas que estos autores aparece en la Tabla 8-11.
autores utilizan en el interroga-torio, en la Tabla 8-7 se exponen las
preguntas que ellos proponen para recoger información respecto al
primer punto denominado «base preliminar».
Tabla 8-11
Tabla 8-9
Esquema de entrevista en disfunciones sexuales Modelo de historia sexual en problemas de disfunciones
de Lopiccolo y Heiman (1978) (Carrobles y Sanz, 1991, pág. 68)
INFORMACIÓN HISTÓRICA
1. Ambiente familiar y primera infancia
1. HISTORIA DEL PROBLEMA:
2. Pubertad y adolescencia 1. Infancia y medio familiar:
INFORMACIÓN ACTUAL 1.1. Ambiente familiar.
1. Actitudes y creencias. 1.2. Formación religiosa.
2. Conductas: 1.3. Actitudes de los padres y adultos respecto al
— Tipos de actividad sexual no coital. sexo.
— Homosexualidad. 1.4. Experiencias sexuales tempranas.
— Relaciones fuera de la pareja.
2. Pubertad y adolescencia:
— Comunicación.
— Relación con la pareja. 2.1. Educación e información sexual.
— Estilo de vida. 2.2. Primeras experiencias sexuales: sueños, fantasías,
— Naturaleza del problema sexual. erección, menstruación,eyaculación, masturbación, orgasmo,
0. Pregunta resumen. experiencias sexuales con personas del mismo y distinto sexo,
1. Objetivos. coito, otras experiencias sexuales.
2.3. Relación socio—sexual con su actual pareja: primera
Tabla 8-10 experiencia, experiencias posteriores y evolución.
Entrevista para la evaluación inicial de los problemas sexuales
(Carrobles y San,, 1991, pág. 66)
II. CONDUCTA SEXUAL ACTUAL:
A. Naturaleza del problema y adecuación del mismo a una 1. Actitudes y creencias actuales respecto al sexo.
terapia sexual: 2. Conducta sexual:
1. Tipo y naturaleza del problema sexual presentado por el 2.1. Actividades sexuales distintas al coito.
sujeto o In pareja. 2.2. Posibles relaciones
2. Existencia o no de patologías o causas orgánicas. extramatrimoniales. 2.3. Comunicación
3. Posible existencia de patologías psicológicas relacionadas entre la pareja.
con el problema sexual. 2.4. Relación marital.
4. Posibles problemas maritales o de relación interpersonal. 2.5. Estilo de vida.
B. Condiciones y requisitos para llevar a cabo una terapia 3. Dificultades o problemas sexuales:
sexual: 3.1. Descripción del problema.
• Nivel de motivación de los sujetos hacia el cambio. 3.2. Aparición y curso del problema.
• Grado de cooperación y compromiso esperado durante la 3.3. Autoexplicación sobre el origen y mantenimiento del
posible terapia por parte del sujeto o de los sujetos. problema. 3.4. Intentos de solución del problema.
• Posibles estilos de vida inadecuados. 4. Expectativas y metas en relación con los resultados de la terapia.
• Adecuación y grado de relación establecido durante la 5. Motivación hacia el cambio o la terapia.
entrevista entre el terapeuta y los clientes.
Hawton (1985), aconseja que la primera entrevista se realice con cada 9. Uso de drogas y alcohol.
miembro de la pareja por separado, tanto en el caso de que haya dos 10. Apariencia externa y estado de ánimo.
coterapeutas, como en el caso de que haya un sólo terapeuta, dado 11. Examen físico (si procede).
que esto les permite a cada uno de ellos ser más directo y les da la
misma oportunidad para expresar su punto de vista sobre el problema. Como puede verse la variedad de modelos de entrevista inicial es gran-
Después de que las dos personas han sido entrevistadas de, si bien las coincidencias son asimismo importantes. No obstante,
separadamente, se debe efectuar una entre-vista conjunta que permite sea cual sea el tipo de entrevista desarrollado, el resultado final de las
al terapeuta evaluar cómo se relaciona la pareja, especialmente si se entrevistas ha de ser haber obtenido una información adecuada sobre
apoyan el uno en el otro, si comparten la responsabilidad, etc. Este los siguientes aspectos (Labrador, 1993):
autor subraya también la necesidad de determinar en primer lugar si la
persona o personas que acuden a consulta presentan en realidad una 1. Disfunción o disfunciones sexuales específicas.
disfunción sexual o si su problema es más bien consecuencia de falta
de información o de un trastorno de tipo psicológico más general. Las 2. Identificación de las causas que facilitaron esa disfunción, si es
áreas que según este autor deben abordarse en la entrevista aparecen posible.
indicadas en la tabla 8-12.
3. Identificación de los factores que en la actualidad mantienen la
Tabla 8-12
disfunción.
Áreas que deben de abordarse durante la entrevista de evaluación
(llawton, 1989, pág. 378) 4. Descartar la presencia de factores orgánicos que requieran
una intervención médica
1. El problema sexual: su naturaleza y desarrollo, y los cambios
5. (o en caso contrario señalar la necesidad de esta
desea-dos en la relación sexual
intervención específica).
2. El ambiente familiar y la infancia: incluye relaciones con los
padres, relaciones parentales, actitudes de los padres hacia 6. Descartar la necesidad de información adecuada o en caso
la sexualidad... contrario establecer la forma de llevarla a cabo.
3. Desarrollo sexual y experiencias: incluye actitudes hacia la
pubertad, el comienzo del interés sexual, primeras 7. Descartar la existencia de problemas de relaciones de
experiencias sexuales, otras experiencias sexuales, pareja que pueclan facilitar la aparición de la disfunción, o en
masturbación, experiencias sexuales traumáticas (abuso caso contrario señalar la necesidad de tratar este problema
sexual), homosexualidad. de relación.
4. Información sexual: alcance del conocimiento que la persona
tiene sobre la anatomía, las respuestas sexuales, etc. 8. Descartar la presencia de otros problemas psicológicos que
5. Relación con la pareja: incluye su desarrollo, ajuste sexual puedan estar subyaciendo y facilitando la aparición ele la
previo, relación general, niños, métodos anticonceptivos disfunción (obsesiones, miedos...).
utilizados, infidelidad, sentimientos de atracción hacia la
pareja. 9. Establecer la relevancia de la terapia sexual y si se ha de
6. Educación, ocupación, intereses, creencias religiosas. llevar a cabo de manera individual inicialmente o en pareja
7. Historia médica (se debe incluir cualquier medicación que desde el primer momento.
esté tomando actualmente).
8. Historia psiquiátrica.
Es importante tener en cuenta que muchos pacientes se sienten que permite precisar el grado en que se ha modificado el problema
violen-tos durante la entrevista inicial. El terapeuta debe estar alerta a lo largo de la intervención.
a ésto y debe explicar al cliente que comprende lo íntimo del tema,
al tiempo que enfatiza la necesidad de obtener una información clara El número de cuestionarios e inventarios desarrollados es
y precisa para comprender el problema. Una de las razones que con realmente importante, si bien muy pocos de ellos han sido
frecuencia generan el embarazo por parte de los pacientes es que traducidos y adaptados a nuestro país. Entre los diferentes
éstos consideran que carecen de un vocabulario apropiado para autoinformes existentes se debe distinguir entre aquellos que
discutir los problemas sexuales con un profesional. Por ello, es evalúan la respuesta sexual en sí misma (por ej.: tipo de actividad
preciso que el terapeuta trate de usar una terminología sencilla, no sexual, excitación, deseo, aparición de orgasmos...), y aquellos
excesivamente científica y cercana al cliente. otros que se centran en una serie de variables o factores que
inciden más o menos directamente sobre la aparición, desarrollo y
Los autoinformes mantenimiento de la disfunción sexual (por ejemplo, creencias y
expectativas respecto a las relaciones sexuales, ansiedad,
Cada vez va siendo más frecuente el uso de medidas de problemas de relación en la pareja, etc.). En la tabla 8-13 se
presenta un listado de los autoinformes más significativos
autoinforme (cuestionarios, inventarios y escalas) como
procedimientos de apoyo duran-te la evaluación de las disfunciones agrupados en función de las áreas que evalúan. A continuación, se
comen-tan a nodo de ejemplo algunos de los más frecuentemente
sexuales, si bien su utilización no va mucho más allá de este
simple apoyo a la evaluación. utilizados:
The Sexual Arousability Invento/y (SAI, Hoon, Hoon y Wincze 1976): Existe una versión para hombres y otras para mujeres. El tiempo de
Ha sido diseñado para medir la excitación de las mujeres ante administración es de 20 a 30 minutos
determinadas situaciones y actividades. Consta de un listado de 28
situaciones que tiene que ser evaluadas en una escala de 7 puntos Examen físico o médico
de acuerdo con el nivel de excitación que producen. Es relativamente
corto y fácil de administrar. Según sus autores, el cuestionario
Su utilización está indicada en aquellos casos en los que se sospecha
permite discriminar entre mujeres norma-les y mujeres que necesitan que alguna anomalía orgánica está en la base de la disfunción
terapia sexual (Hoon, Hoon y Wincze, 1976). Recientemente se ha presentada por el paciente, y tiene como objetivo determinar la
publicado una versión ampliada (SAI-E) en la que se explora además
contribución de los factores orgánicos a la aparición del trastorno. En
la ansiedad relacionada con la actividad sexual (Chambless y Lifshitz, general es aconsejable que estas pruebas sean efectuadas por un
1984; Hoon y Chambless, 1988). médico o especialista al que será remitido el paciente con objeto de
descartar posibles problemas orgánicos.
The Golombok-Rust lavento/y of Sexual Satisfaction (GR(SS;
Golombok and Rus", 1985): Este inventario consta de dos formas Aunque en todos los casos conviene estar atentos a la posible
separadas, una para hombres y otra para mujeres. Cada forma tiene
existencia de problemas físicos en las personas que acuden a consulta
28 preguntas dirigidas a evaluar la presencia o no de disfunciones por disfunciones sexuales, Carnath y Miller (1986) señalan que este
sexuales, las preguntas son del tipo «i,Tiene usted orgasmos tan a
tipo de evaluación está especialmente indicada en aquellos casos en
menudo como desearía?». Cada pregunta tiene cinco posibles los que aparece alguna ele las siguientes características: 1) Síntomas
contestaciones que van desde «siempre» a «nunca». Es una escala físicos persistentes distintos de los asociados a la disfunción (e.j.: mala
breve que se completa en 5-10 minutos.
salud reciente, enfermedades venéreas...). 2) Dolor o incomodidad
persistente durante la actividad sexual (e.j. dispareunia y vaginismo).
La prueba ha sido administrada a grupos de parejas con y sin 3) Disminución del interés sexual sin causa aparente (e.j.: trastornos
disfunciones sexuales, y un análisis factorial ha permitido identificar
del deseo sexual). 4) Ausencia de erección en cualquier circunstancia
subescalas para la anorgasmia, el vaginismo, la impotencia y la (e.j.: trastorno de la erección en el hombre). 5) Hombres de más de 50
eyaculación precoz, además de escalas ale evitación e insatisfacción. años. 6) Mujeres en la menopausia o próximas a ella. 7) Problemas
Los autores señalan que el inventario es adecuado tanto corno
menstruales persistentes. 8) Historia de problemas en la pubertad, y
medida previa al tratamiento, como medida para evaluar el cambio otros desórdenes endocrinos. 9) Ansiedad persistente ante la propia
terapéutico. imagen. 10) Convencimiento de que existe una base física para los
problemas.
The Sexual Experience Scales (SES) (Frenken y Vennix, 198/): Este
cuestionario consta de 4 subescalas:
Tabla 8-13
1) SES 1 (Moralidad sexual): evalúa actitudes, normas y valores
relacionados con la conducta sexual. 2) SES2 (Estimulación Cuestionarios para la evaluación de diferentes aspectos
psicosexual): alude al grado en que uno rechaza o acepta la relacionados con las disfunciones sexuales
estimulación sexual ya sea auditiva, visual o imaginaria. 3) SES3
(Motivación sexual): se refiere a la interacción sexual con una pareja Información sexual:
normal: grado de respuesta sexual, grado de placer y frecuencia. 4) — Inventario de Conocimientos Sexuales (McHugh, 1967).
SES4 (atracción hacia la pareja): se refiere a las razones por las que — Cuestionario de Información Sexual (Carrobles, 1985).
una persona mantiene o no relación con su pareja. — Cuestionario de Evaluación de Mitos Sexuales (McCary, 1977).
del sistema nervioso central (e.j.: registros desplazado hacia el exterior, pudiéndose establecer mediante
electroencefalográficos), del sistema nervio-so autónomo (e.j.: tasa transductores el cambio de volumen del pene en función de la
cardíaca, presión y (lujo sanguíneos, respuestas clei- cantidad de aire desplazada; y 2) los circunferenciales, de anilla o
nxreléctricas...), o del sistema nervioso somático (e.j.: respuesta galgas que miden cambios en el diámetro del pene. Estas anillas
electromiográfica, respiración). No obstante, hay que tener en pueden construirse con arcos de metal unidos por galgas
cuenta que todos estos índices se encuentran notablemente extensiométricas, o con tubos de silicona rellenos de mercurio,
influidos por otros componentes (e.j.: estrés, condiciones grafito (Jovanovic, 1971) o indio/galio.
ambientales,...) no implicados directamente en la conducta sexual,
y que han de ser tenidos en cuenta en la interpretación de los Aunque las técnicas volumétricas son más sensibles, al permitir
registros. Quizá el principal valor de estos índices estribe, identificar tanto cambios en longitud como en diámetro, dado que
precisamente, en posibilitar la evaluación de una serie de utilizan apara-tos más voluminosos, obstructivos e incómodos, que
componentes que actúan como factor de predisposición y/o pueden producir estimulación del pene y que son más reactivos a
facilitación en la aparición de disfunciones sexuales (e.j.: estrés o movimientos y artefactos (Cáceres, 1990), se tiende, cada vez más,
ansiedad, miedos hacia algún aspecto de las relaciones a usar pletismógrafos circunferendales, de anilla o galga, (Labrador,
sexuales...). 1984). No obstante éstas presentan un pequeño problema en los
momentos iniciales de excitación sexual del hombre, pues aunque
Alternativamente, pueden evaluarse componentes endocrinos o aumenta el volumen del pene debido a un incremento en longitud,
bioquímicos (en sangre u orina) asociados a la reactividad sexual. se produce una reducción en el diámetro de éste. Hay que estar
atento para no interpretar esta reducción inicial como falta de
Sin embargo, las técnicas más utilizadas son aquellas que suponen excitación cuando se usa un pletismógrafo circunferencial (anilla o
una evaluación directa ele los cambios genitales, por lo que serán galga).
éstos los considerados de forma más detenida (para una revisión
más completa de estos aspectos el lector puede consultar la obra Métodos de registro en mujeres
de Cáceres, 1990).
Para la evaluación de la respuesta genital femenina existe una
Métodos de registro en hombres mayor diversidad de métodos, siendo los principales los siguientes:
Los métodos de registro utilizados en el estudio de las respuestas a) Medición del tono muscular vaginal o de los músculos
masculinas se centran, fundamentalmente, en la respuesta ele pubocoxígeos por medio de procedimientos para identificar la
erección, informando sobre los cambios producidos en el tamaño, presión, consistentes en una sonda o globo lleno de aire o
longitud y diámetro del pene del sujeto (e.j.: pletismografia del agua que ubicado en el tercio anterior de la vagina determina
pene) en función de las (Hiélenle ,. situaciones, físicas o la contracción de dicha zona (Kegel, 1952). No obstante, se
imaginarias, a las que se ve sometido. Hay dos tipos principales de discute a qué corresponden los cambios así medidos, en
pletismógrafos: 1) los volumétricos que miden cambios en longitud concreto si los incrementos en el tono muscular de los
y diámetro del pene (e.j.: en su volumen total). Estos métodos pubocoxígeos conlleva un mayor nivel de excitación y/o una
suponen la colocación alrededor del pene ele una especie de mayor frecuencia orgásmica (Cáceres, 1990).
«bolsa» efe un material elástico, que es inflada con aire cuando el
pene se encuentra en reposo. Esta «bolsa», a su vez, se encuentr a b) Medidas de vasocongestión vaginal o de afluencia de
rodeada de una cápsula o cilindro ele material rígido (e.j.: vidrio). Al sangre a la vagina, tomadas mediante fotopletismógrafos
aumentar el tamaño del pene, parte del aire ele la «bolsa» es vaginales que varían la cantidad de luz reflejada en función de
la cantidad de sangre acumulada en las paredes vaginales libres o estructuradas (Cáceres, 1990). El contenido concreto de los
(e.j.: Geer, 1975), o mediante termistores, ubicados bien en la estímulos presentados dependerá del problema a evaluar y de las
vagina o más frecuentemente en los labios menores, que preferencias personales de cada sujeto. En casos de problemas de
identifican los cambios en temperatura que se producen en erección masculina, se ha mostrado de especial utilidad la
función del mayor o menor riego sanguíneo (e.j. Shapiro, evaluación de la tumescencia nocturna del pene durante las fases
Cohen, Dibiancó y Rosen, 1968). Éste es el tipo de medida de sueño REM o sueño paradójico, como procedimiento para
fisiológica más utilizado en la actualidad, si bien hay diferenciar impotencias orgánicas y psicógenas (Carrobles y Sanz,
discrepancia respecto a si es mejor el uso de fotopletismógrafo 1991).
o de los termistores. Ambos parece válidos para la detección
de los cambios en la fase de excitación, en cuanto que la Antes de comenzar el registro de las respuestas ante los estímulos
correlación entre sus medidas y los autoinformes de excitación con-viene tomar medidas de línea base, durante períodos no
son elevadas, pero no en la fase de resolución. En igualdad de inferiores a los 10 minutos. Asimismo, ha de tenerse en
condiciones parece menos invasivo el uso de termistores en los consideración que antes de presentar un nuevo estímulo hay que
labios menores. esperar a que el sujeto deje de reaccionar al estímulo anterior y a
que su nivel de respuesta haya descendido hasta el nivel banal.
c) Cambios volumétricos del clítoris, evaluados a través de Para conseguir un retorno más rápido a los niveles banales,
células foto-eléctricas o de galgas extensiométricas (similares Cáceres (1990) recomienda utilizar tareas distractivas (e.g.: cálculos
a las utilizadas en la evaluación de los cambios aritméticos, pedir al sujeto que narre algún pasaje de su vida...).
circunferenciales del pene). No obstante, estas últimas
presentan notables problemas prácticos (Cáceres, 1990). El registro psicofisiológico puede complementarse con registros
subjetivos en los que el sujeto informa o valora el grado de
excitación, tensión... experimentado durante la presentación de los
d) Medidas de lubricación vaginal, mediante recolección y estímulos.
análisis de los fluidos vaginales, cuya composición varía en
función del momento concreto dentro del ciclo de la respuesta Entre las principales aplicaciones de la evaluación psicofisiológica en
sexual (Levin y Wagner, 1977). el campo de las disfunciones sexuales cabe mencionar la
determinación de la excitación sexual en la mujer y de problemas de
Por último, y copio procedimiento común para hombres y mujeres, erección en hombres (especialmente con objeto de diferenciar
cabe destacar el desarrollo de transductores fotopletismográficos y aquellos de origen orgánico y psicógeno).
de presión insertados en la cavidad anal. Este tipo de
procedimientos presenta ventajas al permitir el registro durante la La observación
actividad coital, y posibilitar el establecimiento de comparaciones
entre hombre y mujer (Cáceres, 1990). La aplicación de la observación directa en disfunciones sexuales es
muy limitada, ya que se produce una alta reactividad en las personas
Procedimiento observadas, con las consiguientes alteraciones de las respuestas, a
lo que se suma la no aceptación de tales procedimientos por la
Los registros de las respuestas psicofisiológicas sexuales pueden mayoría de los sujetos, los problemas éticos derivados de la
efectuarse ante una estimulación externa, presentada por parte del implicación del terapeuta en la actividad sexual del paciente, e
experimentador o terapeuta (visual — e.j.: diapositivas, fotografías, incluso, la posibilidad de explotación o abuso del terapeuta por el
películas o auditiva — e.j.: narraciones—), o mediante fantasías propio paciente (LoPiccolo y llogan, 1978).
Los autorregistros
Conviene recordar la necesidad de que el terapeuta defina y delimite
Los antorregistros constituyen un instrumento muy útil de cara a deli- de la forma más precisa posible las conductas a registrar, así corno el
mitar con precisión la frecuencia con que se clan determinadas modo y el momento de hacerlo. Es importante tener en cuenta que los
conductas sexuales así como los sucesos externos e internos que autorregistros exigen niveles altos de motivación y cooperación por
anteceden, acompañan y siguen a las mismas. Subsanan en cierto parte del sujeto, por lo que se recomienda no proponerle al cliente
modo los problemas éticos y de reactividad derivados de la registros excesivamente complicados, siendo necesario buscar un
utilización de la observación directa y sirven para dar cuenta de equilibrio entre cantidad de información y nivel de dificultad. En la
conductas privadas (por ejemplo: sensaciones, pensamientos...) a Tabla 8-14 se presenta un ejemplo ele autorregistro.
las que resulta difícil acceder de otro modo.