Está en la página 1de 13

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................................. 1

EL NEUROLIDERAZGO ..................................................................... 2

1. Conceptos Generales ................................................................ 2

2. Principios del Neuroliderazgo .................................................. 5

3. El Cerebro ejecutivo .................................................................. 6

4. Neurociencia social: aplicaciones en neuroliderazgo ............ 8

5. Neuromanagment ...................................................................... 9

CONCLUSIÓN ................................................................................... 11

BIBLIOGRAFÍA ................................................................................. 12

0
INTRODUCCIÓN

Son muchas las ciencias relacionadas al estudio del cerebro, y de la


mano de los avances médicos, las neurociencias, están hoy en su total
auge, gracias al desarrollo de las técnicas de neuroimagen. Dichas
técnicas, permiten observar lo que ocurre en el cerebro mientras este,
piensa, lee, resuelve un problema, negocia, tiene una idea, realiza un
cálculo o se relaciona con otras personas. Llevado al mundo
empresarial este reciente avance ha dado lugar a la aparición de un
gran volumen de estudios y al desarrollo de una nueva especialidad, el
neuroliderazgo.

El término neuroliderazgo, aparece por primera vez en el 2005, en la


“Harvard Business Review”, por Rock y Schwartz, en un artículo que se
convirtió en uno de los artículos de estrategia y negocios más
descargados de la historia, por lo que puede decirse que es una
disciplina nueva.

1
EL NEUROLIDERAZGO

1. Conceptos Generales

El neuroliderazgo puede conceptualizarse como una conjunción


entre las teorías más avanzadas sobre el liderazgo y los últimos
descubrimientos de las neurociencias aplicables a esas teorías. Por u
lado proporciona las herramientas necesarias para seleccionar hombres
y mujeres con un perfil neurocognitivo y emocional acorde al puesto que
van a ocupar y, paralelamente, suministra un conjunto de metodologías
para optimizar el desempeño de quienes ya forman parte de la
organización. Ello implica el desarrollo de las capacidades cerebrales y
la creación de ámbitos de trabajo que propicien la motivación, la
creatividad, la armonía y el bienestar laboral. (Braidot, 2016)

Como en cualquier disciplina, los avances del neuroliderazgo


dependen en parte de la investigación. Afortunadamente, algunos
especialistas en neurociencias han manifestado interés en analizar
como funciona el cerebro de los líderes e integrantes de equipos de
trabajo, lo que ha permitido realizar trabajos muy interesantes en forma
conjunta.

En el Neuroliderazgo, la aplicación de la tecnología en neurociencias


es tan avanzada, ya que no solo es posible escanear los cerebros de

2
líderes en forma individual para investigar cómo funcionan, si no que
también se pueden escanear los de un equipo completo de trabajo
mientras resuelven un mismo o varios problemas. Estas investigaciones
llegan a ser sumamente interesantes no solo para satisfacer el deseo
humano por el conocimiento, si no también por los enormes campos de
aplicación que pueden llegar a tener en el terreno empresarial.

Por ejemplo, siempre se ha sabido que los líderes son


mayoritariamente personas optimistas, y luego de profundizar en los
estudios del cerebro, se comenzó a conocer la base neurobiológica de
esa característica tan importante del liderazgo.

Se descubrió que el optimismo tiene su base en una zona de la


corteza cingulada que bloquea la acción de la amígdala, que es la
estructura que interviene en nuestra vida emocional, fundamentalmente
en el procesamiento del miedo. Si bien este proceso puede darse en la
mayoría de las personas sanas, en el cerebro de los líderes el bloqueo
es más potente, por eso es que, el miedo no los afecta negativamente
cuando toman decisiones.

Este tipo de avances tienen una gran aplicación no solo para el tema
del liderazgo, sino también en varios campos de la actividad humana
debido al rol de esta zona para evitar que los sucesos negativos alteren
la percepción y los puntos de vista.

Las neurociencias han comprobado con numerosos experimentos e


investigaciones que el pensamiento positivo tiene un enorme poder para
generar estados mentales que potencien el desempeño de las

3
funciones ejecutivas del cerebro, lo cual se refleja en una mayor
capacidad de procesamiento de la información velocidad y acierto en la
toma de decisiones.

De tal manera que los verdaderos líderes natos, son quienes tienen
el cerebro preparado para decidir “sobre la marcha”, en el camino, o en
el momento. No visualizan un tiempo para imaginar escenarios, porque
la velocidad con que cambian las circunstancias no lo permite. Tampoco
estiman tiempo para “estudiar el caso” y mucho menos para aplicar una
solución aprendida.

En realidad, todos los niveles de análisis sobre el funcionamiento del


cerebro tienen implicaciones en el liderazgo, ya que pueden traducirse
en nuevas herramientas y metodologías de aplicación de las
organizaciones. Por ejemplo, hoy en día, se conocen muchas de las
bases neurobiológicas de la creatividad, la cooperación y la motivación
dentro del trabajo, así como también las estrategias que deben
adoptarse para evitar o minimizar circunstancias nocivas para el óptimo
funcionamiento cerebral como casos de estrés e incertidumbre.

El neuroliderazgo es un nuevo ámbito de estudio que explora lo que


ocurre en la fisiología del cerebro de los líderes, y como esta influencia
los comportamientos, las interacciones y la toma de decisiones en el
ámbito laboral. El objetivo de esta disciplina es mejorar la efectividad de
los líderes teniendo como apoyo los descubrimientos relacionados con
la fisiología de la mente y el cerebro. (Beup, 2014)

4
Los procesos que estudia el neuroliderazgo son principalmente:

• Solución de problemas y toma de decisiones


• Innovación y creatividad
• Regulación emocional
• Colaboración e influencia
• Gestión del cambio

(Gago, 2016) Dice que “El neuroliderazgo para el alto desempeño, está
dirigido a la autorrealización. Entendemos por ésta, el fortalecimiento
inteligente de capacidades, competencias, destrezas y habilidades,
encaminadas a obtener el logro personal y colectivo. Lo que no es
posible si no media un ambiente de bienestar, en sintonía con la
naturaleza humana y en armonía cooperativa con los demás.”

2. Principios del Neuroliderazgo

Christian E. Edger, de la Universidad de Bonn y reconocido autor


alemán de neuroliderazgo, señala 7 principios para su estudio:

1. El sistema de recompensa es el detonante clave


2. La cooperación está mentalmente programada
3. La información influencia nuestras expectativas y
comportamiento
4. Cada cerebro es distinto
5. No hay hechos sin emociones
6. La experiencia dirige nuestro comportamiento

5
7. Las situaciones pueden desarrollar su propia dinámica (Elger,
2009)

A pesar de que varios autores exponen su punto de vista acerca de los


principios de este estudio, afirman que a pesar de las variaciones hay
parámetros generales con los que se puede trabajar.

3. El Cerebro ejecutivo

Uno de los aspectos mas estudiados por el neuroliderazgo focaliza


en las funciones ejecutivas del cerebro, las cuales son procesos
cognitivos que organizan pensamientos, ideas y acciones y las
dirigen hacia un fin determinado.

Estas funciones son esenciales para que una persona que pueda
vivir con autonomía y actúan como sustento de la personalidad, la
conciencia, la sensibilidad y la empatía. Entre los principales
procesos de los cuales depende el desempeño de las funciones
ejecutivas, podemos mencionar:

• Atención, focalizada, selectiva y sostenida.


• Habilidad visuoespacial
• Memoria de trabajo y de largo plazo, que es la retención y
actualización continua de la información.
• Memoria procedural, como por ejemplo conducir, escribir sin
mirar al teclado.
• Motivación

6
• Emociones, vida afectiva.
• Lenguaje.

(Lezak, 2011), a quien se atribuye la acuñación de los términos


que se utilizan para conceptualizarlas, dice que: “las funciones
son las capacidades necesarias para llevar a cabo una conducta
eficaz, creativa y socialmente aceptada”.

Es decir que de estas funciones dependen habilidades y


acciones que son sumamente importantes en los procesos de
toma de decisiones, como la elección de objetivos y el
establecimiento de planes, la determinación de los cursos de
acción y la selección de los medios para lograr lo que alguien se
propone. La autoevaluación y el autocontrol también dependen de
un correcto funcionamiento del sistema antes mencionado.

Anatómicamente, las funciones ejecutivas son consideradas


como la actividad principal de los lóbulos frontales, como
resultado del trabajo en el estudio de esta zona del cerebro y sus
extensas conexiones con otras, entre las cuales se encuentran el
núcleo amigdalino, el diencéfalo y el cerebelo, se constituyen las
imágenes que forman nuestros pensamientos y permiten
monitorear la información necesaria para tomar decisiones, esto
es, para la elaboración de cursos de acción e implementarlos.

7
4. Neurociencia social: aplicaciones en neuroliderazgo

Las nuevas investigaciones en neurociencia proporcionan


señales de alarma para las organizaciones en las que el mal clima
y los liderazgos formales se encuentran enquistados, aun cuando
desde hace años se les viene advirtiendo sobre las consecuencias
nefastas de estos estilos.

De hecho, luego de la denominada “década del cerebro”,


que es un período a partir de 1990 en el que se profundizó el
estudio del cerebro, los trastornos mentales y las neurociencias;
se han publicado varias investigaciones cuyos resultados no
pueden ser ignorados, las redes cerebrales que se activan ante
un dolor emocional son las mismas que se activan ante un dolor
físico.

Para ejemplificar, en el 2005, un estudio realizado por Birgit


Abler, detectó que cuando un individuo sufre se activan la ínsula
anterior derecho y la corteza prefrontal ventral derecha. Dado que
ambas estructuras están implicadas en el procesamiento del dolor
emocional y también en el físico, es imprescindible que las
empresas se ocupen de detectar los estilos gerenciales que
generen estos estados y actuar en las consecuencias que puedan
detectarse. Este fenómeno es muy visible en aquellas
organizaciones donde, aunque parezca mentira, en pleno siglo
veintiuno, aun existen estilos de liderazgo autocrático.

8
Años atrás las consecuencias de este estilo eran altos
niveles de ausentismo y rotación entre el personal. En la
actualidad, y debido a la recesión que caracteriza a la mayor parte
de las economías en el mundo, cambiar de trabajo se ha
convertido en una utopía, por lo cual muchas personas resisten
en sus puestos con un algo grado de resentimiento o, lo que es
peor, angustia y miedo.

Dado que los líderes tienen a utilizar la manipulación y la


coacción para alcanzar las metas que se les exigen. El resultado
de su gestión termina siendo nefasto.

Día a día las neurociencias confirman lo que siempre


sostuvieron quienes comenzaron a estudias estos temas mucho
antes de la década del cerebro y sus descubrimientos: el mal clima
organizacional destruye la motivación, la creatividad y la
productividad. Por esta razón un líder intelectualmente brillante
tiene una altísima probabilidad de fracasar si no es capaz de
liderar sus emociones y crear un ámbito de trabajo caracterizado
por el buen trato y la armonía, aun cuanto ese a cargo de una
organización con serios problemas.

5. Neuromanagment

A fines de la primera década del siglo veintiuno, y dada la


relevancia de los avances científicos el managment necesita ser
redefinido de manera urgente y sus variables críticas analizadas con

9
una perspectiva diferente como una evolución del neuroliderazgo.
(Braidot, Neuromanagement, 2014)

La actividad de management, tal como se ha conocido hasta


ahora, sostuvo su funcionamiento en modelos e instrumentos de
“aplicación externa”. En la actualidad, esta disciplina necesita nuevos
recursos y nuevas herramientas, porque las realidades
empresariales y del mundo en su conjunto así lo demandan. Estos
recursos no se encuentran externamente, sino en el potencial
cerebral de quienes integran las organizaciones: el líder y todo su
equipo.

A partir de la década del cerebro y de sus descubrimientos,


comenzó a relativizarse la importancia de la biblioteca externa y
surgió el cerebro individual y colectivo como la mejor plataforma para
la generación y puesta en práctica de la toma efectiva de decisiones.

10
CONCLUSIÓN

Las neurociencias nos permiten analizar los mecanismos físicos


cerebrales que explican mas eficientemente nuestras elecciones
entre una decisión y otra, entre un camino y otro.

Los scanner modernos registran y estudian la actividad cerebral


de las personas durante el proceso de toma de decisiones para que
pueda ser optimizado. Esto exige construir un puente entre la
neurología, las ciencias médicas, y su aprovechamiento y conexión
con el estudio de la administración y el liderazgo.

El termino liderazgo como tal, ha evolucionado de muchas formas,


y existen infinidad de estudios con diferentes enfoques y
profundidades, sin embargo, la aplicación del estudio de las
neurociencias, están siendo gran fortaleza y han permitido grandes
avances para definir puntos de partida. La reacción y el
comportamiento del cerebro ante distintas tomas de decisiones.

La integración de dos ciencias que se podía pensar que están


totalmente separadas, como lo es la medicina y la administración,
están facilitando la comprensión de los empresarios ante las
reacciones y tomas de decisiones de las personas que tienen a cargo
la administración y el liderazgo de sus organizaciones.

A nivel latinoamericano este estudio esta en una fase muy temprana


aun, sin embargo, regiones mas avanzadas como Europa y EEUU;
replican estos estudios.

11
BIBLIOGRAFÍA

Beup. (1 de Julio de 2014). Be up Corporation. Obtenido de Be-up: http://blog.be-


up.es/que-es-el-neuroliderazgo/

Braidot, N. (2014). Neuromanagement. En N. Braidot, Neuromanagement (pág.


488). Buenos Aires: GRANICA.

Braidot, N. (2016). Neuroliderazgo: Contenidos y Aplicaciones. En N. Braidot,


NEUROCIENCIAS PARA TU VIDA (pág. 151). Buenos Aires: Libro Digital,
EPUB.

Elger, C. E. (2009). Neurokommunikation im Eventmarketing. En C. E. Elger,


Neurokommunikation im Eventmarketing (pág. 109). Alemania: GABLER.

Gago, M. A. (2016). Neuroliderazgo para el alto desempeño. En M. A. Gago,


Neuroliderazgo para el alto desempeño: En la vida y la empresa (pág. 316).
España.

Lezak, M. D. (2011). Neuropsychological Assessment. En M. D. Lezak,


Neuropsychological Assessment (pág. 1026). Oxford: Oxford University
Press.

12

También podría gustarte