del mundo Un ranking publicado por la revista 'Forbes' a partir de datos de polución ambiental, acústica y lumínica sitúa a la capital egipcia en la cima de la lista.
Una calle de El Cairo. DAVID DEGNER GETTY IMAGES
La colina de la Muqattam ofrece una vista privilegiada de El Cairo, una
megalópolis de unos 20 millones de almas. También podría ser un lugar ideal para presenciar la puesta de sol. No obstante, la mayoría de días, una densa cortina de polución cubre la capital egipcia, convirtiendo el Sol en un vulgar disco de color mortecino. Pero no es la única en maltratar los pulmones de sus habitantes. Otras grandes urbes, sobre todo del mundo en vías de desarrollo, padecen el mismo problema. Un grupo de investigadores de la consultora Eco Experts ha elaborado un listado mundial para poder compararlas combinando los datos de contaminación ambiental, sonora y lumínica. El resultado no es precisamente halagador para los orgullosos cairotas. Según el informe, publicado por la revista Forbes, El Cairo es la ciudad más contaminada del mundo, seguida de Nueva Delhi, Pekín, Moscú, Estambul, Guangzhou, Shanghái, Buenos Aires y París. La “victoria” de la capital egipcia se cimenta sobre el hecho de que se sitúa entre las tres ciudades con mayor polución en los tres índices incluidos en el estudio, el ambiental, acústico y lumínico. En el extremo opuesto, se hallan Zúrich, Oslo y Múnich, por este orden, las ciudades más limpias de las 48 analizadas.
Para la medición de la calidad del aire, los expertos se basaron en los
registros de PM10 y la PM2,5, recogidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que miden, respectivamente, cuántas partículas de materia de 10 y 2,5 micrómetros de diámetro se hallan en el aire. Según el informe, la cantidada de PM10 que respiran los cairotas es 14 veces superior a los límites recomendados por la OMS, mientras que para la PM2,5, la cifra asciende a 11 veces. Un grave riesgo para la salud de los sufridos habitantes de la capital egipcia. De hecho, para hacer más comprensible y gráfica la gravedad de la situación a la ciudadanía, la OMS ha afirmado en alguno de sus informes que pasar 24 horas en El Cairo equivale a fumarse un paquete de 20 cigarrillos.
Los índices de contaminación lumínica y acústica no son
comparativamente mejores, pero sus efectos son probablemente menos nocivos para la salud. Basándose en datos del propio Gobierno egipcio, el informe de Eco Experts apunta que el ruido en las calles de El Cairo oscila alrededor de los 85 decibelios, y lo compara con el de una fábrica. En cuanto al tercer indicador, la luz artificial de la megalópolis egipcia es 85 veces superior a la natural del cielo, una cifra solo superada por Moscú y Chicago.