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El primer mundo exporta su basu-

ra tecnológica a África
Accra, capital de Ghana, se ha consolidado en los últimos
años como el gran vertedero mundial de esta clase y su
principal cliente es Europa.
JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ
Sólo en 2018 se vendieron cerca de 1.440 millones de 'smartphones' que gene-
raron 522.000 millones de dólares (473.600 millones de euros). Pero a estos
números hay que sumar portátiles, libros electrónicos, relojes inteligentes, 'ta-
blets' y un largo etcétera de productos tecnológicos que forman parte ya del
día a día.

La otra cara son los dispositivos que se abandonan, se rompen o simplemente


se tiran. Casi 50 millones de toneladas de residuos electrónicos se generaron
en el mundo en el 2018, según estimaciones del Foro Económico Mundial
Los Amazon, Alibaba, El Corte Inglés o MediaMarkt son los reyes del primer
párrafo. Pero del segundo un nombre, quizá desconocido para los usuarios del
primer mundo: Agbogbloshie.

Es el mayor mercado mundial de electrónica, aunque quizá habría que especi-


ficar más: chatarra electrónica. Se trata de uno de los barrios de la ciudad de
Accra, capital de Ghana (África), y es el principal vertedero de desechos tec-
nológicos del mundo.

Un día cualquiera en este barrio transcurre entre cables, aparatos tecnológicos


destrozados y continuos vertidos de plomo, cadmio, bromo, dioxinas cloradas
y un largo etcétera. Son los componentes que intoxican las miles de hectáreas
del vertedero y a cientos de ciudadanos.

Su enclave estratégico al oeste de la ciudad, y situado en pleno golfo de Gui-


nea, permite que este macrovertedero reciba alrededor de 600 contenedores al
mes. El principal emisor es Europa.

Los datos de Eurostat apuntan que en los países de la UE el 4% de la basura


generada en el continente es electrónica, es decir, unos 10 millones de tonela-
das al año. Sólo en 2017, España generó 930.000 toneladas de esa clase de ba-
sura electrónica.

España es el quinto país que produce más residuos de aparatos eléctricos y


electrónicos (RAEE) de la Unión Europea, tras Alemania, Reino Unido, Fran-
cia e Italia. Pero los datos apuntan que se recogieron sólo 198.000 toneladas,
lo que supone alrededor del 21% de los residuos.

Estrechando aún más las cifras, cada español genera de media 17 kilos de de-
sechos de ese tipo al año. La ONU va más allá y cuantifica el total mundial de
basura electrónica en 50 millones de toneladas, cantidad que no ofrece señales
de que vaya a disminuir, según señalan los departamentos de investigación del
organismo internacional.

Conforme al estudio del profesor Martin Oteng-Ababio, de la Universidad de


Ghana, en este país la recuperación de metales valiosos genera a los trabajado-
res ingresos de unos 3,5 dólares diarios, casi dos veces y medio el sueldo dia-
rio de un trabajador medio allí. Es el motivo por el que miles de personas se
han visto atraídas por el negocio de la basura electrónica. Un ejemplo. Se cal-
cula que 100.000 teléfonos móviles pueden contener unos 2,4 kilos de oro,
equivalentes a 122.000 euros; además de 900 kilos de cobre, valorados en
85.100 euros; y 25 kilos de plata, iguales a 26.000 euros.

Elementos químicos
Un informe reciente de la Real Sociedad Británica de Química señala que un
teléfono inteligente medio contiene 30 elementos químicos diferentes. Y otras
estimaciones similares calculan que, en el caso de los modelos de gama alta,
pueden ascender a 75.

Según cálculos de varias ONG, la dimensión de Agbogbloshie equivale ya a


once campos de fútbol. Los materiales se tratan en fogatas al aire libre, libe-
rando polvo y humos contaminantes derivados de la quema, sobre todo de
PVC. Y debido a la nula experiencia en el tratamiento de estos desechos, mu-
chos, niños incluidos, terminan cayendo enfermos.

Un estudio de la ONU certificó en 2014 que en Agbogbloshie la concentra-


ción de plomo en el suelo llega a superar mil veces el nivel máximo de tole-
rancia. De hecho, la contaminación del agua y la tierra exterminó en menos de
una década toda la biodiversidad de la zona.

Otro informe de Naciones Unidas reveló en una escuela cercana a un depósito


de residuos electrónicos una contaminación por plomo, cadmio y otros conta-
minantes perjudiciales más de 50 veces superior a los niveles de riesgo.
CONTESTA A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS RELACIONADAS
CON EL TEXTO

1. ¿Cuántas toneladas de residuos electrónicos se generaron en el


mundo en el 2018?
2. ¿Cuál es el mayor mercado mundial de chatarra electrónica y en qué
zona está situado?
3. ¿Cuáles son los países de la unión europea que generan mayores
residuos electrónicos?
4. ¿Por qué la basura electrónica va a estos países y que les reporta a
sus habitantes?
5. ¿Cuáles son los efectos nocivos que producen esta chatarra
electrónica? Indica algunos ejemplos

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