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ACTIVIDADES MICRORRELATO

1. ¿Quién era?

2. ¿Dónde estaba?

3. ¿Qué hacía?

4. ¿Qué le dijo?

5. ¿Qué le respondió?

6. ¿Cómo acabó?

ACTIVIDAD-1

Si deseamos ampliarlo, para las dos primeras preguntas haremos hincapié en la descripción de los personajes y
el espacio (el orden de los elementos descritos, la adjetivación y el uso de los verbos atributivos y el verbo HABER,
el Pretérito Imperfecto, comparaciones, metáforas, etc.). En la tercera pregunta cuidaremos el uso de conectores
temporales, verbos predicativos en Pretérito Perfecto Simple, empleo de sustantivos concretos, etc.

En las preguntas cuarta y quinta trabajaremos la técnica del estilo directo o diálogo narrativo (verbos “dicendi”,
guiones largos, interjecciones, etc).

Por último, en la sexta pregunta buscaremos el efectismo, la originalidad, el final sorprendente, abierto o cerrado.

ACTIVIDAD-2 Relatos Ortográficos.

Los alumnos trabajaran pequeños relatos en los que se utilizarán términos que contengan una consonante
escogida previamente (lógicamente trabajaremos aquellas que requieran especial atención para las reglas
ortográficas: B/V, G/GU/J, H/-, C/Z/QU, M/N).

SUPERVIVIENTES

Hacía tiempo que no se le veía. Era una mañana de primavera y el sol resplandecía sobre los tejados de las casas. Luis
seguía siendo el mismo hombre de siempre: triste, serio, cabizbajo, vestido de negro. Los rayos de sol no terminaban
de alcanzarlo. Su pasado le perseguía. El alcohol y el recuerdo de su mujer e hijo muertos en accidente le perseguían
por las estrechas y sombrías calles de la ciudad.

A su lado le acompañaba su larga sombra, Tobi, un pequeño perro sin raza que, al igual que su amo, arrastraba su
mirada por el asfalto de la ciudad perezosa.

Una misma ciudad para dos supervivientes.

BYE, BYE, ABUSÓN, BYE, BYE.

Todos desean librarse de él.

Toma un cacho de mi bocadillo. ¡Joder, vaya empujón, tío…! Estas cachas, ¿eh?..., jeje, casi me partes. Me encanta tu
chupa. ¡Hay que ver cómo ligas! ¿Te dejo mi gorra? Essse colegaaa…

Minutos más tarde.


- ¿Puedo ir al baño?

- Pero si sólo quedan cinco minutos para ir al patio. Anda, sí, vete al baño, a ver si así te tranquilizas. Pero date prisa.

Cuando estaba orinando en el servicio le han sorprendido y le han subido el jersey por detrás hasta cubrirle la cabeza.
Seguido, le han empujado contra la pared del retrete. Se ha orinado encima.

Sale corriendo al patio. Histérico, dolido, herido en su orgullo. Mira a todos con ira, con ganas de estrangular a
alguien, con ganas de machacar a alguien. Todos le devuelven la mirada. Observan sus pantalones mojados a la
altura de la entrepierna. Nadie se esconde. Todos sonríen. Todos se burlan.

Se ha dado cuenta. Está desorientado. Se ha sonrojado. Está desarmado.

Nadie se esconde. A nadie le importa ya. Bye, bye, abusón, bye, bye.

NACIENDO A LA VIDA

Caminamos juntos hasta la primavera, y luego descubrimos que nada era como antes. Yo seguía en mis cuentos de
valientes héroes, buscando mundos de fantasía; ella amaba las biografías de transgresores ídolos de la música y el
cine, recogiéndose en los pliegues de besos furtivos.

Yo la tenía miedo, ella me ignoraba. Yo la quería seguir, ella se alejaba. Tras mis pasos, solo pesadas huellas.

BIOGRAFÍA

Es un bonito libro. Las primeras páginas se leen con rapidez, como si las palabras tropezaran unas con otras,
caprichosas, emotivas, tiernas, afectuosas.

A medida que van cayendo los capítulos, me siento rejuvenecido, dinámico, y las aventuras se suceden unas a otras. Y
los personajes hablan de amor, de sueños, de enfados y de encuentros, como encerrados en un mundo que sólo a
ellos les pertenece.

Pero la realidad empieza a tomar tintes dramáticos. La postura me resulta incómoda y se me nubla la vista. Caigo en
la rutina “del no pasa nada”. Nadie sale en mi rescate. Busco personajes nuevos, nuevos protagonistas, y encuentro
secundarios de historias tristes y abandonos.

Quiero dejarlo, y no puedo. Tengo que seguir adelante. Las páginas siguen cayendo. Como yo. Cada vez más cómodo,
en mi sofá, con mis zapatillas y el calor de la chimenea encendida.

Ya las fuerzas me abandonan. Las páginas arrastran mis dedos. El final no se hace esperar... El final esperado.

La mujer que caminaba sola

La persona que camina sola siempre viaja a ninguna parte. Despertarse y subir la persiana de la habitación no
llena de luz la vida de nadie. La pereza y el dejarse llevar te acercan al bar de la esquina de cada mañana de invierno.
El lugar de siempre: un viejo sillón de escay junto a la ventana del establecimiento cuyo vaho esconde la soledad de
quien besa una taza de café caliente. Cinco minutos de abandono en sí misma. Ni imaginar siquiera que al otro lado
del cristal alguien pueda percibir su impenetrable desánimo.
Luego abandona su espacio, y un desconocido ocupa estremecido la tibieza del sillón de escay mientras sostiene en
sus manos la aún caliente taza de café que lo embriaga con su aroma. Seguido, recoge el solitario guante olvidado
sobre el sillón de escay.

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