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 E – 44-854

Fracturas periprotésicas
de la cadera y de la rodilla
J.-M. Féron, M. Ehlinger, S. Lacoste, B. Cherrier

Las fracturas periprotésicas postoperatorias son una complicación mayor a más o menos
largo plazo de las artroplastias de cadera y de rodilla. Su prevalencia está en aumento
debido a la prolongación de la esperanza de vida de la población y al número creciente
de portadores de prótesis. Se producen en la mayoría de los casos durante una caída
banal, debido a la fragilidad ósea secundaria a la osteoporosis, al envejecimiento o a la
osteólisis provocada por el desgaste de los implantes. El lugar que ocupa el tratamiento
ortopédico es limitado. El tratamiento es quirúrgico en la mayoría de los casos, con el
doble objetivo de tratar la fractura y garantizar la supervivencia de la prótesis. El sistema
de clasificación de las lesiones, tanto en la rodilla como en la cadera, se basa en tres
criterios principales: la localización de la fractura respecto al implante, la estabilidad
de éste y la existencia o no de una pérdida ósea. Dicho sistema permite precisar las
indicaciones terapéuticas: tratamiento ortopédico, osteosíntesis de la fractura o revisión
de la artroplastia. En este artículo se describen los principios quirúrgicos y se detallan las
técnicas específicas según la topografía de las fracturas y los tipos de prótesis. Esta cirugía
es técnicamente difícil y requiere que el cirujano ortopédico tenga competencias tanto en
traumatología como en cirugía protésica de revisión. Las fracturas periprotésicas tienen
una morbimortalidad más elevada que las artroplastias primarias, cercana a la de las
fracturas del fémur proximal, porque afectan principalmente a una población geriátrica
y requieren en la mayoría de los casos un tratamiento global multidisciplinario.
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Palabras clave: Fractura periprotésica; Clasificación de Vancouver; Prótesis total de cadera;


Prótesis total de rodilla; Osteosíntesis mínimamente invasiva; Revisión de prótesis;
Placas bloqueadas; Enclavado intramedular retrógrado

Plan ■ Técnicas de fijación de las fracturas femorales


periprotésicas de la rodilla 8
■ Introducción 2 Enclavado intramedular femoral anterógrado 9
Enclavado intramedular femoral retrógrado 9
■ Generalidades 2 Osteosíntesis femoral mediante placa bloqueada
■ Clasificaciones e indicaciones terapéuticas 2 por vía mínimamente invasiva 11
Fracturas periprotésicas de cadera 2 ■ Técnicas de fijación de las fracturas tibiales
Fracturas periprotésicas de rodilla 4 periprotésicas de la rodilla 12
Fracturas interprotésicas del fémur 5
■ Tratamiento de las fracturas periprotésicas
Fracturas periprotésicas de la rótula 6
de la cadera mediante revisión de artroplastia 12
■ Técnica de fijación de las fracturas periprotésicas Revisión mediante vástago largo cementado 13
de la cadera 6 Revisión mediante vástago largo sin cemento 14
Osteosíntesis trocantérea por cerclaje o enclavado Técnicas de sustitución proximal del fémur 15
con agujasobenque 6
■ Tratamiento de las fracturas periprotésicas
Fijación mediante gancho trocantéreo 7
Osteosíntesis mediante placa bloqueada 7 de la rodilla mediante revisión de artroplastia 16
Osteosíntesis por cerclaje 8

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 1


Volume 7 > n◦ 2 > junio 2015
http://dx.doi.org/10.1016/S2211-033X(15)71262-4
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E – 44-854  Fracturas periprotésicas de la cadera y de la rodilla

 Introducción mortalidad a un año del 11%, que es similar, aunque lige-


ramente inferior a la de las fracturas del fémur proximal
Las fracturas periprotésicas pueden producirse durante del anciano [1] . También es más elevada tras la osteosín-
la intervención de sustitución articular o un tiempo des- tesis (33%) que tras la revisión de la prótesis (12%). En
pués de la artroplastia. En este artículo sólo se describen esta población anciana, cuando la cirugía se difiere más de
las fracturas periprotésicas postoperatorias de la cadera (a 72 horas, la mortalidad a 30 días y la morbilidad aumen-
excepción del cotilo) y de la rodilla, cuya incidencia está tan de forma significativa [4] .
en constante aumento y que constituyen una complica-
ción grave a más o menos largo plazo de estas artroplastias.
Este aumento esperado se debe a la combinación del  Clasificaciones
número creciente de portadores de prótesis total de cadera
(PTC) o intermedia (PIC) colocada después de una fractura e indicaciones terapéuticas
del cuello femoral y de prótesis total de rodilla (PTR), aso-
ciado al envejecimiento de la población, a la prolongación La opción terapéutica en un paciente ingresado de
de la esperanza de vida y a la ampliación de las indicacio- urgencia por una fractura periprotésica depende de con-
nes de artroplastia, tanto en los pacientes más jóvenes sideraciones generales y locales. La evaluación precisa del
como en los más ancianos. Las fracturas que muestran un paciente en su conjunto (estatus funcional y cognitivo,
mayor incremento son las postoperatorias tardías, debi- enfermedades concurrentes), así como la evaluación local
das a veces a la combinación de la debilitación ósea por la de las lesiones (tipo de fractura, situación respecto a la
osteólisis secundaria a los detritos de desgaste de la próte- prótesis, estabilidad del implante, calidad de la reserva
sis o por la osteopenia o la osteoporosis, frecuentes en la ósea) condicionan la elección de las opciones terapéuti-
población anciana, a menudo autónoma y confrontada a cas en función de la relación beneficio/riesgo, lo que debe
los riesgos de traumatismos de la vida diaria o a un riesgo comunicarse al paciente o a la familia [5] . Después del diag-
de caída elevado. El tratamiento es esencialmente quirúr- nóstico, varias clasificaciones específicas de las prótesis
gico y es difícil, pues debe garantizar la persistencia del implicadas han permitido estandarizar la comunicación
implante y la consolidación de la fractura. La evaluación respecto a esta patología y ayudar al cirujano a escoger el
precisa del estatus funcional del paciente, del tipo de frac- tratamiento entre las opciones existentes.
tura, de la reserva ósea y de la estabilidad del implante son
las claves de la elección terapéutica, que puede decantarse
por dos soluciones técnicas: la osteosíntesis de la fractura
Fracturas periprotésicas de cadera
o la revisión de la prótesis; en ocasiones es necesaria la Tanto por su frecuencia como por su antigüedad, las
combinación de ambas, para conservar la autonomía de fracturas femorales alrededor de una PTC han dado lugar a
los pacientes, que a menudo son muy ancianos y pre- varias clasificaciones. La de Vancouver es la más utilizada y
sentan enfermedades concurrentes múltiples, por lo que ha demostrado ser tanto adecuada como reproducible [6, 7] .
requieren un tratamiento multidisciplinario. Consta de tres tipos principales según la localización de
la fractura: el tipo A cuando el trazo se sitúa a nivel de los
trocánteres (AL para el menor, AG para el mayor), el tipo B
 Generalidades cuando está alrededor del vástago femoral o justo en su
extremo y el tipo C cuando se localiza a distancia del vás-
Las fracturas periprotésicas, que durante mucho tiempo tago, más allá de 1 cm de su extremo. El grupo B consta
se han considerado infrecuentes, son actualmente una de tres subgrupos, dependiendo de que el vástago tenga
preocupación corriente cuyo tratamiento es técnicamente una buena estabilidad (B1), esté aflojado (B2) o cuando se
difícil debido a la presencia de implantes, que en oca- asocia a una pérdida ósea periprotésica (B3). Esta última
siones están aflojados, con una reserva ósea degradada. diferencia es bastante subjetiva, porque la osteólisis es
El éxito terapéutico requiere un análisis adecuado y el progresiva. La Société Française de Chirurgie Orthopé-
conocimiento de las lesiones, así como unas competencias dique (SOFCOT) ha propuesto una modificación de esta
técnicas tanto en osteosíntesis como en cirugía proté- clasificación al aplicar también criterios secundarios a los
sica de reconstrucción. La prevalencia de estas fracturas grupos A y C, porque el aflojamiento y la osteólisis pueden
aumenta con regularidad a lo largo del tiempo, mientras ser previos al traumatismo [8] (Fig. 1).
que la incidencia está en ligero retroceso, lo que proba-
blemente se relacione con la mejora de los implantes y de Fracturas de tipo A
las técnicas quirúrgicas. Esta cirugía se asocia a una mor- La mayoría son estables y poco desplazadas, y se pueden
bimortalidad importante, porque se realiza en la mayoría tratar ortopédicamente. Si están desplazadas, la osteosín-
de los casos en un contexto geriátrico [1] . tesis se realiza en la mayoría de los casos mediante placa,
Las fracturas periprotésicas se producen con más fre- placa con gancho o cerclajes, para restaurar la función del
cuencia en las mujeres que en los varones. La osteopenia o aparato abductor.
la osteoporosis, los defectos de alineamiento de la prótesis
y los antecedentes de cirugía de revisión son factores de
riesgo independientes observados en distintos estudios,
Fracturas de tipo B1
sabiendo que afectan casi exclusivamente a las PTC y a las Estas fracturas se tratan mediante reducción y osteo-
PTR. Entre los factores de riesgo, hay dos que presentan síntesis por placa en vez de con cerclajes, que tienen un
una íntima correlación con la edad: o bien con la edad del bajo rendimiento mecánico si se emplean de forma ais-
paciente en el caso de la osteoporosis, o bien con la edad lada [9] . La colocación de tornillos es posible incluso en
de la prótesis para la cirugía de revisión. En la práctica, se el cemento, con una buena sujeción. Sin embargo, las
puede esperar un aumento del número absoluto de frac- dificultades de colocación de los tornillos que dependen
turas periprotésicas en relación con el número creciente del volumen del implante in situ pueden obligar a usar
de artroplastias y de revisiones de artroplastias realizadas, fijaciones mixtas que combinan tornillos y cerclajes, que
así como con el envejecimiento de la población [2] . requieren un acceso más amplio. Las placas modernas con
La presentación de estas fracturas es muy variada, lo tornillos bloqueados permiten combinar en sus orificios
que requiere soluciones técnicas difíciles y el tratamiento tornillos clásicos, tornillos bloqueados uni o bicorticales o
de los pacientes conlleva una morbilidad y una morta- cerclajes. Algunas placas, con orificios descentrados o con
lidad elevadas [3] . Bhattacharyya et al, en una serie de tornillos poliaxiales, facilitan una colocación que asegura
110 fracturas periprotésicas de cadera, han descrito una la fijación en dos corticales alrededor del vástago. Aunque

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Figura 1. Clasificación de Vancouver modifi-


cada en el simposio de la Société Française de
Chirurgie Orthopédique (SOFCOT). AL: trocán-
ter menor; AG: trocánter mayor.

Tipo AG1 Tipo AG2 Tipo AG3 Tipo AL

Tipo B1 Tipo B2 Tipo B3

Tipo C1 Tipo C2 Tipo C3

tienen una sujeción mejor en el hueso porótico y permi- Incluso cuando no hay signos de aflojamiento pre-
ten en ocasiones un procedimiento menos invasivo, su vios, la realidad de la estabilidad del vástago es discutible
uso sistemático aún es controvertido, debido a unos resul- en función de la longitud de la zona afectada por la
tados desiguales en la literatura en términos de ganancia fractura. Bégué y Thomazeau [8] han definido un índice
de estabilidad [10–12] . Desde el punto de vista mecánico, de fijación restante (IFR), que es el cociente entre la
se recomienda una fijación mínima de 10 corticales, con altura de la zona donde persiste la fijación y la altura
independencia de la configuración utilizada (tipo de tor- total del anclaje inicial (Fig. 2). Si el IFR es inferior
nillo, cerclajes) [13] . Algunos autores recomiendan ampliar a dos tercios, el implante es potencialmente inesta-
la placa a toda la longitud del hueso, lo que disminuye ble y las indicaciones terapéuticas deben ser similares
la seudoartrosis y las recidivas de las fracturas [14] . La adi- a los tipos B2. La alineación del vástago también es
ción de un aloinjerto, además de su papel biológico, ha un factor que se debe tener en cuenta, porque la
demostrado in vitro su capacidad mecánica para propor- posición en varo aumenta el riesgo de fallo de la osteo-
cionar rigidez al montaje en los tres planos [15] , así como síntesis y de seudoartrosis [17] . En ocasiones, es difícil
en asociación de una placa bloqueada [16] . Esta técnica, confirmar el aflojamiento del vástago de forma preo-
considerada durante mucho tiempo como la referencia peratoria. Aunque la evaluación peroperatoria conserva
en Estados Unidos, mantiene indicaciones en las pérdidas su interés, modificar en ese momento la técnica pla-
óseas, pero tiende a verse desbancada por una segunda nificada puede ser difícil, incluso imposible. Sabiendo
placa anterior bloqueada cuando la justificación es pura- que la reducción-osteosíntesis de una fractura alrededor
mente mecánica. de un vástago aflojado (B2) es un factor fundamental

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esencial para orientar las indicaciones terapéuticas en fun-


Figura 2. Cálculo del
ción del tipo de fractura y del estado de la prótesis. Las
índice de fijación restante
clasificaciones publicadas en la literatura son bastante
(IFR). IFR = 1/2. 1. Altura
heterogéneas, porque separaban el fémur de la tibia y no
total del anclaje inicial;
tenían en cuenta las fracturas de la rótula, aunque son
2. altura mínima del anclaje
infrecuentes. Respecto a las fracturas femorales, la clasifi-
persistente.
cación más utilizada, aunque limitada únicamente a las
fracturas supracondíleas, ha sido durante mucho tiempo
la de Rorabeck [24] en tres tipos, según el desplazamiento
de la fractura y el estado de la prótesis: tipo 1, fractura
1 2 no desplazada y PTR intacta; tipo 2, fractura desplazada y
PTR intacta; tipo 3, prótesis aflojada o inestable con inde-
pendencia del desplazamiento o no de la fractura. Felix [25]
ha propuesto una clasificación específica de las fracturas
tibiales que se producen alrededor de una PTR a partir
de los criterios siguientes: la situación de la fractura res-
pecto al implante, así como la estabilidad de este último.
El tipo 1 corresponde a una fractura que afecta a la inter-
fase meseta tibial-base de la prótesis, el tipo 2 a un trazo
que está en contacto con la quilla o el vástago y el tipo 3
está a distancia del implante. Cada tipo se subdivide en un
subgrupo A si la prótesis está estable o B si está aflojada.
Se ha descrito un tipo 4 para las fracturas de la tuberosi-
dad tibial, equivalente a una ruptura del aparato extensor
de fracaso terapéutico, es preferible considerar que el y un subgrupo C para las fracturas peroperatorias que no
implante está aflojado salvo que se demuestre lo contra- se detallará aquí. En el simposio de 2005 sobre las fractu-
rio [18] . ras periprotésicas [8] , la SOFCOT propuso una clasificación
común para la tibia y el fémur, basada en la de Vancouver
Fracturas de tipo B2 o B3
y en la clasificación propuesta previamente por Neyret [26] .
Existen signos de aflojamiento previos a la fractura, en La posición del trazo define tres subgrupos (A, B, C) para
ocasiones asociados a una osteólisis más o menos impor- los que se definen a su vez varios subgrupos dependiendo
tante (B3) que obligan a una revisión de la artroplastia, de si la prótesis está estable, aflojada o asociada a una
escogiendo una técnica que favorezca la reanudación pre- pérdida de sustancia ósea. El tipo A presenta una fractura
coz del apoyo. Dependiendo de la costumbre y de la unicondílea que afecta a la interfase hueso-prótesis a nivel
experiencia del cirujano, de la morfología y del estado femoral o tibial, el tipo B es una fractura bi o supracondílea
del paciente, se utiliza un vástago largo cementado, o que engloba la quilla o el vástago del implante y el tipo C
un vástago sin cemento de reconstrucción, intentando es una fractura situada a distancia de la prótesis (Fig. 3).
un anclaje distal a presión (press-fit) o mediante bloqueo Esta clasificación permite proponer soluciones terapéu-
puenteando la zona de fractura. La debilitación ósea por ticas análogas a las recomendadas previamente para la
osteólisis o debido a la conminución de la fractura puede cadera. El tratamiento ortopédico sólo puede plantearse
obligar a realizar una osteólisis asociada, e incluso una para las fracturas no desplazadas con un implante estable
reconstrucción con injertos, tanto con fines mecánicos de tipo B o C, esencialmente a nivel tibial, debido a la difi-
como biológicos [19] . cultad de mantener una fractura femoral de tipo C, sobre
todo si hay un vástago presente.
Fracturas de tipo C
El fundamento consiste en tratar la fractura con inde- Fracturas de tipo A
pendencia de la prótesis, que no suele estar aflojada. Se
da prioridad a la osteosíntesis por placa con tornillos blo- El aflojamiento es evidente, por lo que debe realizarse
queados. Algunas tienen orificios desplazados, o tornillos una revisión de la artroplastia. Se utiliza una prótesis de
poliaxiales que facilitan su fijación alrededor del vástago. revisión, con la posibilidad de usar vástagos de exten-
Garantizan una sujeción mejor en el hueso porótico y per- sión diafisaria y cuñas epifisarias. El tipo de prótesis se
miten montajes híbridos que asocian cerclajes y el uso precisa en el preoperatorio para verificar si es compatible
de tornillos unicorticales [11] . Se pueden colocar fijaciones con un cambio unipolar, lo que es infrecuente, debido
muy largas mediante placas de forma poco invasiva gra- a la diferencia de constricción requerida y obliga en la
cias a un ancilar específico y permitir una reanudación mayoría de los casos a un cambio de los dos componentes
del apoyo precoz [13, 20] . Siempre hay que procurar un sola- tibial y femoral, de los que uno no siempre está aflojado.
pamiento de al menos dos diámetros de diáfisis [21] entre Sin embargo, dependiendo del paciente, en ocasiones se
el implante y la placa para no crear una zona que con- puede realizar una osteosíntesis a la espera de una revi-
centre los picos de tensión, fuente de fracturas reiteradas. sión secundaria del implante, que se programará en el
Cuando el trazo se localiza en el cuarto distal del fémur, momento más oportuno. Este mismo planteamiento se
se puede realizar una osteosíntesis mediante un clavo puede aplicar al tratamiento ortopédico de una fractura
femoral retrógrado, pero la persistencia de una zona libre no desplazada.
interimplante constituye una zona de fragilidad que favo-
rece las fracturas [22] . Iesaka et al [23] han demostrado que, Fracturas de tipo B1
con independencia de cuál sea la longitud de esta zona La PTR es estable y la osteosíntesis es la regla. Se pueden
libre, las tensiones no aumentaban, subrayando que el utilizar varios materiales: tornillo de compresión, placa
extremo de los vástagos aflojados era la localización prin- estándar o bloqueada, clavo intramedular femoral ante o
cipal de los picos de tensión, lo que sugiere la necesidad retrógrado. A nivel femoral, la reserva ósea epifisaria con-
de un seguimiento riguroso de las prótesis. diciona el tipo de fijación, sabiendo que, para las placas, se
recomienda englobar seis corticales en el fragmento distal
Fracturas periprotésicas de rodilla o un bloqueo mediante dos tornillos en el enclavado intra-
medular (EIM). El EIM retrógrado presenta en la literatura
La aportación de una clasificación de las fracturas peri- una tasa de consolidación excelente y pocas complicacio-
protésicas de la rodilla es, al igual que para la cadera, nes [27] . El uso sistemático de un clavo largo bloqueado

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Tipo A Tipo B Tipo C

Figura 3. Clasificación de la Société Française de Chirurgie Orthopédique (SOFCOT) de las fracturas periprotésicas de la rodilla de
tipos A, B o C.

a nivel del trocánter menor mejoraría la consolidación Fracturas de tipo C


y la calidad de la reducción, lo que evitaría una zona de
Las fracturas C1 requieren una osteosíntesis sistemática,
concentración de tensión mediodiafisaria en el vértice del
porque el implante es estable. La elección de la fijación
clavo [28] . Sin embargo, el EIM retrógrado es incompatible
depende de la localización, del tipo de fractura y de la pró-
con un implante femoral, al no presentar una escotadura
tesis, como se ha descrito previamente para las fracturas
abierta de diámetro suficiente. Antes de realizar la osteo-
de tipo B1.
síntesis, es indispensable tener el informe quirúrgico con
Las fracturas de tipo C2 pueden plantear problemas
el tipo exacto de la prótesis. Las placas con tornillos blo-
técnicos difíciles cuando la fractura se localiza a mucha
queados son particularmente interesantes en estos casos.
distancia del implante aflojado, tanto si es femoral como
Presentan muchas menos complicaciones que las placas
tibial. En estos casos, la revisión mediante una PTR con
convencionales y las tasas de consolidación son compa-
vástago puede que no garantice una estabilización sufi-
rables a las del EIM [29–33] . La posibilidad de una cirugía
ciente de la fractura. Dependiendo de las características
menos invasiva que permita fijaciones largas y la posible
del paciente, la revisión de PTR asociada a una osteosín-
poliaxialidad de los tornillos, que facilita su colocación
tesis es una intervención quirúrgica compleja que puede
alrededor de los implantes, permiten su utilización tanto
hacer que se prefiera una cirugía en dos tiempos: fijación
a nivel femoral como tibial, con independencia de la loca-
seguida de revisión de PTR.
lización de la fractura [34] . Si no se puede garantizar una
En caso de fractura C3, es preferible la revisión de
fijación estable, la adición de cemento en un hueso de cali-
entrada, asociada a una fijación con reconstrucción
dad mediocre es una solución de rescate en los pacientes
mediante injerto óseo.
frágiles [35] . En caso contrario, se debe plantear la revisión
de la artroplastia.
Fracturas interprotésicas del fémur
Fracturas de tipo B2 o B3 En estos últimos años, las fracturas interprotésicas del
En estos casos, el implante está aflojado y requiere fémur en pacientes portadores de PTC y PTR homolate-
su revisión. El principal problema es el volumen óseo rales se han vuelto más frecuentes, en relación con el
restante para permitir una reconstrucción mediante una número creciente de portadores de implantes. Se deben
prótesis de revisión constreñida o semiconstreñida con a la mala calidad ósea y, sobre todo, a unas condiciones
cuñas y vástagos de extensión, o la necesidad de usar una mecánicas desfavorables que concentran las tensiones en
prótesis de reconstrucción de tipo tumoral dependiendo un segmento óseo más o menos extenso situado entre
de la conminución o de la pérdida de sustancia ósea (B3), dos zonas que se han vuelto rígidas por los implan-
e incluso la utilización de una prótesis compuesta enfun- tes. Las dificultades del tratamiento de estas fracturas se
dada en un aloinjerto [36–38] . han señalado en la literatura con muchos ejemplos, en

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Figura 4. Fractu- Fracturas periprotésicas de la rótula


ras interprotésicas Es probable que las fracturas de la rótula sean las
del fémur: dife- más frecuentes que aparecen como complicación de
rencias entre los una PTR [47] . Su prevalencia es variable en la literatura:
tipos C (A) y D (B). oscila del 0,11 al 21,4% [48] . La elección del tratamiento
depende de tres factores: la repercusión sobre el apa-
rato extensor, el aflojamiento del implante rotuliano y la
cantidad de hueso disponible. La clasificación propuesta
por Ortiguera y Berry [49] (Fig. 5) orienta hacia las distin-
tas soluciones terapéuticas. Las fracturas de tipo I son las
más frecuentes. No comprometen el aparato extensor y
el implante es estable. Su tratamiento es ortopédico. En
el tipo II, el implante es estable, pero el aparato exten-
sor está interrumpido, siendo necesaria su reparación para
restablecer su función. Se puede recurrir a la reducción-
osteosíntesis de los fragmentos por cerclaje-obenque, o
bien, cuando esto no es posible, la reparación del apa-
rato extensor requiere una patelectomía parcial o total.
En el tipo III, el implante está aflojado y el tratamiento
quirúrgico sólo se plantea cuando existe una repercu-
sión sintomatológica importante. Si la reserva ósea es
función del nivel de la fractura, de los tipos de implantes adecuada, se realiza una pateloplastia con un cambio
y de sus estabilidades respectivas [39–41] . En la clasificación del implante, en la mayoría de los casos cementado. Si
de Vancouver modificada en el Simposio de la SOFCOT, no, se efectúa la ablación simple del medallón y una
se ha propuesto un tipo D (Fig. 4) para las fracturas que pateloplastia o patelectomía, dependiendo de las condi-
se producen entre los vástagos femorales de una PTC y de ciones locales. Desde hace poco, los nuevos implantes
una PTR que sólo dejan una reserva ósea libre de implante de metal trabecular permiten una resuperficialización
reducida, lo que expone a más complicaciones mecáni- de la rótula en las pérdidas óseas importantes [50, 51] .
cas y de consolidación que las fracturas entre PTC y PTR Las complicaciones frecuentes y los resultados funcio-
convencionales correspondientes al tipo C [42] . Cuando no nales mediocres del tratamiento quirúrgico hacen que
hay aflojamiento del implante, el método de elección es se prefiera el tratamiento ortopédico siempre que sea
una osteosíntesis mediante placa bloqueada larga, que posible [52, 53] .
garantiza un solapamiento con el vástago o vástagos intra-
medulares de los implantes [42, 43] para no dejar una zona
libre de concentración de tensión entre la placa y el vás-
tago. En las fracturas interprotésicas en presencia de una
PTR estándar, el EIM retrógrado, aunque es técnicamente  Técnica de fijación
posible, se debe evitar por el mismo motivo. En presencia de las fracturas
de un implante aflojado, se realiza una cirugía de revi-
sión con una extensión de vástago intramedular de la periprotésicas de la cadera
PTC o PTR, asociada a una osteosíntesis complementaria
para evitar una zona de tensión interimplante. Si los dos Osteosíntesis trocantérea por cerclaje
implantes están aflojados, situación bastante infrecuente, o enclavado con agujas-obenque
pero a menudo asociada a una pérdida de sustancia ósea
importante, puede ser necesario emplear un aloinjerto de Está indicada en las fracturas desplazadas de tipo A. El
reconstrucción o, como algunos autores han propuesto, paciente suele colocarse en decúbito lateral y la interven-
realizar una sustitución protésica con un componente ción se efectúa bajo anestesia general. La realización del
femoral total pese a las dificultades técnicas y a un riesgo cerclaje o del cerclaje-obenque depende de cada escuela.
elevado de complicaciones [44–46] . Esto puede ser en oca- En el postoperatorio, se permite que el paciente se
siones la solución última para conservar la autonomía del levante, movilice la cadera y adopte la posición sentada
paciente. al segundo día, pero el apoyo debe diferirse.

Figura 5. Clasificación de
Ortiguera y Berry de las
fracturas periprotésicas de la
rótula.

Tipo I Tipo II Tipo III

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Figura 6.
A. Placa con gancho.
B. Aplicación en primer lugar del gancho en el trocánter
mayor.
C. Fijación distal con tornillos.

Fijación mediante gancho trocantéreo preoperatoria. Permite guiar el procedimiento y disminuir


el tiempo de exposición a la irradiación.
La fijación del trocánter mayor puede efectuarse con Los diferentes niveles se marcan con un rotulador
una placa específica que presenta un gancho trocantéreo, dermográfico, bajo control radioscópico. La primera refe-
sobre todo cuando el fragmento es voluminoso y único. rencia corresponde a la fractura, con delimitación del
El paciente suele colocarse en decúbito lateral, realizando nivel distal y proximal. En la proyección frontal se iden-
la intervención bajo anestesia general. tifican: el extremo del vástago femoral, el nivel de la
Se vuelve a emplear la vía de acceso previa. El foco de interlínea articular de la rodilla y el nivel del trocánter
fractura se limpia y la fractura se reduce con un punzón mayor para centrar la incisión. En la proyección lateral, se
cuadrado o con un fórceps puntiagudo. observan el eje de la diáfisis femoral, que permite orientar
El gancho de la placa se fija en un primer tiempo en la placa a lo largo del hueso, y el trayecto de la incisión.
el trocánter mayor (Fig. 6). A continuación, se tracciona Por tanto, se utiliza un acceso distal paracondíleo para
del conjunto de trocánter mayor-placa hacia abajo, lo que las placa de tipo «femoral distal» y las fracturas bajas, y
permite la compresión del foco de fractura. El extremo un acceso paratrocantéreo para las fracturas altas y las
distal de la placa presenta una parte acampanada arci- placas «diafisarias anatómicas» o «femoral distal invertida
forme que permite atornillarla a ambos lados del vástago (derecha para un fémur izquierdo)».
femoral. Una dirección ligeramente descendente de los El objetivo consiste en conservar el carácter mínima-
tornillos permite descender la placa y comprimir el foco. mente invasivo de esta cirugía, pero si existen dificultades
Un cerclaje colocado previamente bajo la placa mejora la técnicas (fractura irreducible, interposición de cemento),
estabilidad del trocánter mayor. se puede utilizar un acceso mínimo con reducción tem-
Algunos modelos de placas integran sistemas de gan- poral mediante fórceps.
chos que permiten el paso de cables para una fijación Reducción y fijación
mejor de las fracturas trocantereodiafisarias.
La reducción se intenta siempre de forma indirecta con
En el postoperatorio, se permite al paciente levantarse,
maniobras externas bajo control radioscópico.
movilizarse y la marcha con apoyo.
La fase preoperatoria corresponde al control radioscó-
pico de la colocación. La tracción axial que permite la
Osteosíntesis mediante placa bloqueada mesa ortopédica o el ayudante en una colocación están-
dar es la primera maniobra de reducción. La rodilla se
Técnica por vía de acceso mínimamente flexiona ligeramente gracias a la colocación de campos
invasiva [54] plegados bajo el extremo distal del fémur, para atenuar la
Colocación del paciente tendencia al recurvatum del fragmento femoral distal por
la tracción de los músculos gastrocnemios. En una mesa
La intervención se realiza en decúbito supino, sobre
ortopédica, la corrección del recurvatum se realiza con
una mesa ortopédica o convencional. La colocación en
un apoyo fijado sobre el brazo de la mesa. La fase perope-
una mesa ortopédica es idéntica a la realizada para un
ratoria corresponde a las maniobras complementarias de
EIM. La tracción puede realizarse con bota de tracción o
reducción. Se puede realizar un enclavado temporal con
mediante una aguja transósea (transtibial o transcondí-
agujas, similar al enclavado intrafocal con agujas según
lea, dependiendo del nivel de la fractura). Si la fractura
la técnica de Kapandji, lo que permite reducir un sola-
es muy distal, un contraapoyo fijado en el brazo de trac-
pamiento en recurvatum, en flexo o una translación. El
ción de la mesa ortopédica permite reducir la deformación
enclavado con agujas se mantiene hasta el momento de
constante en recurvatum. La colocación en la mesa están-
la estabilización de los dos fragmentos, cada uno de los
dar requiere en la mayoría de los casos la colaboración de
cuáles se bloquea con al menos dos tornillos. El carácter
un ayudante que ejerza una tracción axial del miembro y
anatómico de la placa femoral distal sirve de auténtico
que controle la rotación de los fragmentos. Aunque para
molde de reducción. Los tornillos más distales deberán
las fracturas bajas (tercio distal, supra o supra e intercondí-
ser paralelos a la interlínea articular de la rodilla. La colo-
leas) la colocación puede realizarse en una mesa estándar o
cación inicial de la placa se controla mediante radioscopia
en una mesa ortopédica, para las fracturas del tercio medio
con ayuda de una aguja de 2 mm de diámetro introducida
o proximal, la colocación en una mesa ortopédica parece
en un túnel específico que debe ser paralelo a la interlínea.
preferible.
El montaje es un sistema monobloque que crea una fija-
Vía de acceso ción interna que no es necesario aplicar sobre el hueso. Sin
Aquí se describirá la técnica mínimamente invasiva. embargo, debe ser paralelo tanto al fragmento proximal
Es esencial identificar los distintos niveles en la fase como al fragmento distal. Existe el riesgo de inducir una

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actitud viciosa si la placa se coloca de forma asimétrica. En asegurando una fijación proximal trocantérea. Este
este caso, el paralelismo de los tornillos con la articulación atornillado proximal es más eficaz cuando se ancla en
no es válido. Un método indirecto de aprovechar el carác- el cemento;
ter anatómico de la placa es el atornillado con descenso • si esta fijación proximal no es posible o si la prótesis es
del hueso sobre la placa (en rappel) mediante la utiliza- demasiado voluminosa, la fijación de la placa y la esta-
ción de un tornillo estándar, de modo que la placa sirve bilidad del montaje se logran mediante uno o varios
de molde de reducción. cerclajes de reducción fijados o no a un perno atorni-
Esto permite también evitar la translación de los frag- llado a la placa, para evitar el arrancamiento de ésta al
mentos. La utilización de un cerclaje colocado por una vía reanudar el apoyo (Fig. 8);
mínimamente invasiva es un artificio que debe conocerse. • por último, el atornillado con bloqueo es distinto en
Este cerclaje se coloca en un primer tiempo, lo que per- función del tipo de fractura. Debe estar cercano al foco
mite reducir en parte la fractura, o se coloca en la placa ya en los casos de trazos de fracturas «complejas» y alejado
introducida, lo que permite una reducción sobre la placa en las fracturas denominadas «simples» [55] . Este modo
y centrar la placa sobre la diáfisis femoral. de bloqueo permite aprovechar la elasticidad del mate-
El objetivo consiste en restituir un eje óseo anatómico rial (sobre todo si se trata de titanio), que es beneficioso
sin tratar de reducir a la perfección el foco de fractura. para la consolidación ósea, adaptándose a la fractura:
aportando rigidez a las fracturas complejas o dejándo-
Técnica por vía de acceso clásica las «dinámicas» si son fracturas más simples. Para las
fracturas «de trazo simple», dejar un espacio permite
La osteosíntesis con placa bloqueada también se puede
evitar concentrar las tensiones sobre la placa por un
realizar por una vía clásica si el cirujano no tiene sufi-
bloqueo excesivo e incurrir en el riesgo de una fractura
ciente experiencia con la cirugía mínimamente invasiva.
por estrés del material. Por el contrario, para las frac-
Sin embargo, los montajes deben respetar las reglas des-
turas complejas, aproximarse al foco permite conferirle
critas previamente. La osteosíntesis mediante un material
rigidez.
con bloqueo se basa en una filosofía biomecánica dife-
rente y propia. En caso de cirugía «a foco abierto», no está
indicado reanudar el apoyo. Como se ha precisado previa- Osteosíntesis por cerclaje
mente, la asociación «mínimamente invasiva» y« material
El cerclaje conserva indicaciones en el tratamiento de
bloqueado» es fundamental para permitir la reanudación
las fracturas periprotésicas estables cuando están situadas
del apoyo, lo que crea un entorno biológico y mecánico
a nivel del implante. En tal caso, el pivote femoral sirve
favorable.
de tutor interno sobre el que la fractura se reduce y se fija
La intervención se realiza en decúbito lateral por vía
(Fig. 9).
de acceso lateral, con elevación del vasto lateral después
El paciente suele colocarse en decúbito lateral. El acceso
de la incisión de la fascia lata. Las arterias perforantes
quirúrgico es lateral. La fractura se limpia después de acce-
suelen necesitar una ligadura. La reducción inicial y la
der a ella. La reducción puede realizarse mediante fórceps,
estabilización de los fragmentos se realizan con un fór-
ayudándose de maniobras de tracción en el eje y de movi-
ceps de tipo Verbrugge. La estabilización primaria puede
efectuarse mediante unos cerclajes primarios. A conti- mientos de rotación para lograr dicha reducción. Ésta se
nuación, se coloca la placa bloqueada en una fractura estabiliza temporalmente con los fórceps. Se coloca un
reducida, realizando un montaje que respete las reglas mínimo de 3-4 cerclajes. Un cerclaje debe colocarse bajo el
definidas. trazo de fractura, lo que permite controlar un posible trazo
de fractura distal. Si el trazo de fractura asciende sobre
el trocánter mayor, está indicado colocar un cerclaje en
Requisitos de la osteosíntesis
«8» pasando por encima del trocánter mayor, para evitar
Se puede permitir la reanudación inmediata del apoyo cualquier separación y ascenso de éste.
con el fin de recuperar la autonomía y disminuir las com- En el postoperatorio, el paciente puede levantarse y sen-
plicaciones del decúbito. Hay seis puntos esenciales que tarse. Se realiza un apoyo sin carga durante 6 semanas
deben respetarse: habitualmente.
• evitar los picos de tensiones entre los dos implantes y
una fractura por estrés, puenteando el material colo-
cado;  Técnicas de fijación
• realizar un montaje largo con al menos cinco orificios
fuera del foco de fractura. Como alternativa, se pueden de las fracturas femorales
colocar tornillos bloqueados, con un tornillo de cada periprotésicas de la rodilla
dos. Este montaje espaciado permite una distribución
y absorción mejores de las tensiones. Se debe intentar Las fracturas (femorales o tibiales) de tipo B1 o de
colocar tres tornillos bloqueados por fragmento. Los tipo C pueden tratarse mediante placa (lámina-placa,
tornillos situados en el lado opuesto al implante son tornillo-placa de compresión o placa bloqueada), colo-
bicorticales. Los tornillos monocorticales bloqueados cada por una vía clásica o mínimamente invasiva. Las
por sí solos tienen una sujeción mecánica insuficiente placas clásicas de tipo compresión dinámica (DCP, dyna-
y exponen al riesgo de arrancamiento. Si la longitud mic compression plate) para grandes fragmentos están poco
de la placa lo permite, un cuarto tornillo monocortical indicadas, porque no permiten una sujeción metafisoepi-
homogeneiza las tensiones; fisaria suficiente (femoral distal o tibial proximal). Podrían
• a nivel del vástago femoral, el atornillado también proponerse para las fracturas situadas más arriba en el
debe ser bicortical. Se enfrenta al obstáculo que supone fémur o más abajo en la tibia. Sin embargo, en las frac-
el volumen protésico, pero la colocación del vástago turas altas situadas en el fémur, el enclavado parece
femoral en flexión o extensión suele permitir un ator- más adecuado. Para las fracturas femorales a distancia de
nillado bicortical a ambos lados del vástago. Si esto no los implantes, el enclavado es una opción lógica, tanto
es posible, se coloca un máximo de tornillos monocorti- anterógrado como retrógrado. El enclavado retrógrado
cales de cabeza plana para asegurar una fijación cortical puede utilizarse para las fracturas femorales de tipo B1
suficiente. De forma óptima, se recomienda la coloca- o C, siempre que no se trate de una prótesis total pos-
ción de al menos cuatro tornillos metafisoepifisarios teroestabilizada. Para las fracturas tibiales, no se realiza
distales (Fig. 7); un enclavado clásico, tanto anterógrado como (con más
• cuando la prótesis es muy voluminosa, hay que garan- razón) retrógrado, que sacrifique inútilmente las articula-
tizar la sujeción de la placa y la estabilidad del montaje ciones subastragalina y tibioastragalina. Sin embargo, en

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A B

Figura 7. Fractura de tipo B1.


A. Radiografía preoperatoria.
B. Radiografía postoperatoria de la osteosíntesis mediante placa blo-
queada. Obsérvense los tornillos unicorticales a nivel del implante.
C, D. Radiografía a los 6 meses.

C D

una prótesis unicompartimental o total que presente una frontal, lo que aumenta la sujeción distal del clavo. El blo-
pequeña base, se puede utilizar el enclavado anterógrado, queo evita el telescopaje en caso de fractura inestable, así
aunque su realización es muy compleja técnicamente. como las pérdidas de correcciones en rotación. Algunos
clavos presentan orificios oblongos, que permiten, gracias
a su ancilar específico, proporcionar al montaje un efecto
Enclavado intramedular femoral dinámico que posibilita una cierta compresión del foco
anterógrado de fractura, a la vez que se controla la rotación y el acorta-
miento. Si la consolidación se demora, se puede efectuar
El enclavado puede proponerse cuando la reserva ósea una dinamización del clavo tras un plazo de 8-10 semanas,
del fémur distal permita una sujeción suficiente (Fig. 10). en el lado más alejado de la fractura.
Tiene la ventaja de una técnica a foco cerrado, extraar-
ticular y cuya posible retirada del material es fácil. La
colocación y la técnica se describen en el artículo dedicado Enclavado intramedular femoral
al EIM de los huesos largos [56] . retrógrado
El clavo debe colocarse a nivel bajo, permitiendo una
sujeción de calidad del bloqueo distal en un bloque óseo El diseño de la prótesis de rodilla debe permitir la intro-
suficiente. Hay que evitar al máximo una zona libre de ducción del clavo.
implante para no inducir una zona de debilidad. Ante- En las fracturas interimplante, el clavo conlleva un
keier et al han definido la distancia mínima entre el foco riesgo teórico de crear una zona de debilidad por concen-
de fractura y el tornillo más proximal del bloqueo dis- tración de tensiones entre el extremo proximal del clavo y
tal del clavo [57] . Se puede utilizar un enclavado cuando la el implante intramedular de cadera, tanto si se trata de un
fractura está a más de 3 cm del tornillo proximal, lo que vástago de prótesis como de un clavo cefalotuberositario
permite una resistencia de un millón de ciclos. La fija- de cadera.
ción del clavo suele realizarse en modo estático. Algunos El enclavado retrógrado presenta las ventajas de la ciru-
clavos permiten bloqueos distales en los planos sagital y gía a foco cerrado, pero el carácter intraarticular del punto

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A B C
Figura 8. Fractura de tipo B1.
A. Radiografía preoperatoria.
B. Radiografía postoperatoria de la osteosíntesis mediante placa bloqueada. Obsérvense los cerclajes a nivel del implante.
C. Radiografía a los 6 meses.

Figura 9. Fractura de tipo B1.


A. Radiografía preoperatoria.
B. Radiografía postoperatoria de la osteo-
síntesis mediante cerclajes.

A B

de introducción expone aquí al riesgo de contaminación debe cumplir las mismas reglas descritas previamente. Se
directa de la prótesis si se produce una complicación infec- realiza una tracción ósea a nivel tibial proximal, dando
ciosa. prioridad a la utilización de fichas roscadas para aumen-
El paciente se coloca en una mesa estándar o en una tar la sujeción en el hueso y mantener la corrección en el
mesa ortopédica. En una mesa estándar, la rodilla se fle- plano frontal y la rodilla flexionada a 30 grados. Se puede
xiona a 30 grados gracias a un apoyo situado bajo el fémur utilizar un apoyo fijado en la mesa para reducir la bascu-
distal. El decúbito supino facilita las maniobras de reduc- lación del fragmento distal.
ción, el control de la rotación y el control frontal. Para La incisión cutánea es anterior, centrada en el liga-
reducir el componente sagital, se puede colocar un rodi- mento rotuliano o ligeramente medial a éste. El acceso
llo bajo la parte distal del fémur. El hueco poplíteo se deja transligamentario permite un centrado más fácil en la
libre para evitar cualquier compresión neurovascular. El escotadura sin verse limitado por el ligamento rotuliano.
miembro inferior contralateral se coloca sobre un apoyo La artrotomía se realiza a nivel pararrotuliano o trans-
ginecológico que permita un control radioscópico fácil, ligamentario. El punto de introducción del clavo, que
teniendo cuidado con la posible presencia de una artro- suele identificarse mediante radioscopia, se sitúa en este
plastia de cadera. La colocación en una mesa ortopédica caso en el vértice de la escotadura intercondílea del

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A B C
Figura 10. Fractura del fémur distal sobre prótesis de rodilla (A) tratada mediante enclavado anterógrado (B, C).

Figura 11. Esquema del punto de entrada del clavo


retrógrado.
A. Proyección frontal de la rodilla en flexión.
B. Proyección lateral.

componente femoral, bajo el borde inferior del escudo idéntica a la que se utiliza en las fracturas sobre prótesis de
troclear (Fig. 11). cadera. Aquí sólo se detallan los aspectos específicos y los
La reducción se realiza por tracción. Dicha reducción se elementos particulares a los que se debe prestar atención
puede completar mediante maniobras externas por mani- en estas indicaciones particulares.
pulación de los fragmentos o por una movilización de
los fragmentos con una aguja a modo de joystick. Se
puede obtener una estabilización temporal mediante un
Colocación del paciente
enclavado percutáneo o por la colocación de un fórceps La intervención se realiza en decúbito supino, sobre una
puntiagudo. mesa ortopédica o convencional. La colocación en una
El clavo debe quedar lo suficientemente insertado para mesa ortopédica es idéntica a la realizada para un EIM.
evitar cualquier conflicto con la rótula. La tracción puede realizarse con una bota de tracción o
Es preferible impactar ligeramente la fractura en lugar mediante una aguja transósea transtibial. La colocación
de dejar que persista una diastasis. Por último, el clavo no en la mesa estándar requiere en la mayoría de los casos la
se debe utilizar como palanca para no inducir un trazo de colaboración de un ayudante que ejerza tracción axial del
fractura intercondíleo. La fijación epifisaria puede mejo- miembro y que controle la rotación de los fragmentos. El
rarse mediante el empleo de tornillos con contratornillos tipo de colocación depende de la costumbre del cirujano.
durante el bloqueo en lugar de los tornillos de bloqueo
clásicos.
Vía de acceso
Aquí se describirá la técnica mínimamente invasiva.
Osteosíntesis femoral mediante placa La identificación preoperatoria de los distintos niveles es
bloqueada por vía mínimamente esencial: la fractura con delimitación de los niveles distal
y proximal, del extremo del vástago femoral, del nivel de
invasiva [54, 58] la interlínea articular de la rodilla y del borde superior de
La técnica de osteosíntesis mínimamente invasiva de la rótula, del eje de la diáfisis femoral y del trayecto de la
las fracturas femorales sobre prótesis de rodilla es casi incisión distal paracondílea lateral.

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• a nivel de una quilla larga de PTR, también hay que


Figura 12. Fractura inter-
intentar que los tornillos sean bicorticales. Si esto
protésica. Fijación con placa
es imposible, se colocará un máximo de tornillos
bloqueada mediante técnica
monocorticales de cabeza plana o varios cerclajes de
mínimamente invasiva puen-
reducción. De forma óptima, se recomienda la colo-
teando todo el fémur.
cación de al menos cuatro tornillos metafisoepifisarios
distales (Fig. 13).
La técnica y los principios de fijación con placas ana-
tómicas bloqueadas son similares durante su utilización
por un acceso clásico (elección del cirujano, ausencia de
un ancilar específico, dificultades técnicas, adición de un
injerto, seudoartrosis, etc.) (Fig. 14).

 Técnicas de fijación
de las fracturas tibiales
periprotésicas de la rodilla
La mayoría de las fracturas tibiales se producen en pre-
sencia de una prótesis aflojada y requieren un tratamiento
mediante prótesis de revisión con vástago de extensión
puenteando el foco de fractura. Si éste se encuentra
a demasiada distancia del implante o si la pérdida de
sustancia ósea es importante, es necesario realizar una
osteosíntesis complementaria con placa, asociada o no a
un injerto.
Las fracturas desplazadas de tipo B1 o C1 se reducen y
Se realiza un acceso distal paracondíleo horizontal o
se fijan con placas epifisarias convencionales o, mejor,
ligeramente oblicuo en sentido posteroinferior, lo que
bloqueadas anatómicas, que ofrecen más sujeción en el
permite llegar a toda la raqueta distal de la placa sin sufri-
hueso frágil. Las placas bloqueadas actuales permiten rea-
miento cutáneo.
lizar montajes largos por vía lateral mediante técnicas
percutáneas que minimizan los riesgos de complicacio-
Reducción y fijación nes desastrosas a nivel de los tejidos blandos [59] . Además,
una fijación proximal sólida se logra mediante la multi-
La reducción se divide en dos fases, como previamente. plicidad de tornillos que pueden colocarse alrededor de la
En la fase preoperatoria, la tendencia al recurvatum del quilla o del vástago del implante.
fragmento femoral distal por la tracción de los músculos Las fracturas de tipo C muy distales al implante pueden
gastrocnemios se controla mediante una ligera flexión de tratarse mediante una placa tibial estándar e incluso con
la rodilla gracias a la colocación de campos plegados bajo un EIM anterógrado si el volumen de la base tibial no
el extremo distal del fémur si se utiliza una mesa estándar dificulta la inserción de un clavo y si la flexión de la rodilla
o en el apoyo distal fijado en la mesa ortopédica. En la fase es suficiente [60] (Fig. 15).
peroperatoria, la reducción se ajusta mediante maniobras
complementarias. Un enclavado intrafocal temporal con
agujas de tipo Kapandji puede ser de gran ayuda.
El enclavado se mantiene hasta el momento de la esta-
 Tratamiento
bilización de los dos fragmentos, cada uno de los cuáles se de las fracturas periprotésicas
bloquea con al menos dos tornillos. El carácter anatómico
de la placa femoral distal sirve de molde de reducción, si de la cadera mediante
se ha verificado la colocación. Un método indirecto de revisión de artroplastia
aprovechar el carácter anatómico de la placa es el ator-
nillado con descenso del hueso sobre la placa (en rappel) La estrategia adoptada debe resolver el doble problema
mediante la utilización de un tornillo estándar, de modo de la fractura y del aflojamiento.
que la placa sirve de molde de reducción. Con independencia de cuál sea la técnica utilizada, hay
El cerclaje percutáneo también se puede utilizar como varios principios comunes:
medio de reducción, sobre todo cuando no se puede colo- • la reserva ósea debe conservarse al máximo. La fijación
car un tornillo de tracción, debido a la existencia de una óptima del vástago en el hueso sano se logra princi-
quilla femoral larga. palmente a nivel distal y el vástago debe sobrepasar
Además, permite aumentar la sujeción al oponerse a las la fractura una longitud equivalente al menos a dos o
fuerzas de arrancamiento. tres veces el diámetro femoral [61] . Si el cotilo no está
Como se ha mencionado previamente, el objetivo con- aflojado, es obligatorio identificar el tipo de prótesis
siste en lograr la restitución de un eje óseo anatómico y para asegurarse de la compatibilidad con el implante
no la reducción perfecta de la fractura. de revisión u obtener información del fabricante sobre
Los requisitos que debe cumplir la osteosíntesis respon- la posibilidad de cambiar un inserto utilizado, por
den a las mismas reglas que las de la osteosíntesis de las ejemplo. El origen séptico del aflojamiento (que puede
fracturas sobre prótesis de cadera, con algunos aspectos contribuir a su vez a la fractura) también debe descar-
específicos adicionales: tarse. Si se sospecha la persistencia de la infección en
• se deben evitar los picos de tensiones entre los dos el pre o peroperatorio, se recomienda una estrategia
implantes. Para las fracturas de tipo C, la región con- en dos tiempos, con la colocación de un espaciador
dílea se refuerza con un clavo o una placa. Si la fractura de cemento con antibióticos para lograr una estabili-
se produce en una localización interprotésica o inte- zación temporal [62] . En las fracturas de tipo B1, algunos
rimplante, se debe preferir la osteosíntesis con placa y autores recomiendan una revisión mediante un vástago
debe puentear los dos implantes para evitar una zona largo, debido a una tasa de fracaso del 34% descrita
de debilidad (Fig. 12); en el registro sueco [63] . Estos fracasos se atribuyen al

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A C D

Figura 13. Fractura femoral de tipo B1 alrededor de un vástago largo de prótesis total de rodilla (PTR). Osteosíntesis mediante placa
bloqueada con tornillos unicorticales y cerclajes (A-D).

desconocimiento del aflojamiento, que sólo se detecta complicaciones (aflojamientos, seudoartrosis, luxacio-
de forma peroperatoria en el 20% de los casos y que nes), así como incertidumbres sobre el pronóstico a largo
requiere una revisión de la prótesis [64] . Asimismo, aun- plazo [65] . Además, la extrusión del cemento por el trazo
que la revisión del vástago se recomienda para las de fractura podría impedir la consolidación ósea [66] . Esta
fracturas B1 con un IFR inferior al 75% [8] , también es hipótesis no se ha verificado en los trabajos más recien-
una solución sencilla en las personas ancianas cuando tes que han demostrado la utilidad de esta técnica poco
el vástago cementado puede retirarse fácilmente y sus- traumática y que asegura una reanudación inmediata del
tituirse por un vástago largo más fino cementado en apoyo en una población mayoritariamente muy anciana.
la funda no aflojada, lo que permite la reanudación La vía de acceso lateral se prolonga en sentido distal, se
inmediata del apoyo (Fig. 16). accede a la cadera y la prótesis se luxa antes de abrir el foco
de fractura. El vástago se extrae y se aprovecha la fractura
para realizar la retirada del cemento residual o de los detri-
Revisión mediante vástago largo tos. La extracción completa del cemento no es necesaria si
cementado está bien fijado, lo que evita una prolongación inútil de la
duración de la intervención [67] . La diáfisis femoral se fresa
Se han publicado muy pocos trabajos sobre la revi- con prudencia para recibir un vástago largo que puentee el
sión de las fracturas periprotésicas del fémur de tipo B2 foco distal al menos dos diámetros de corticales. La frac-
y B3 mediante un vástago largo cementado. En algu- tura se reduce con fórceps sobre un implante de prueba
nas publicaciones se han descrito unas tasas elevadas de que permite verificar la longitud y la estabilidad tras la

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A B C D

E F G
Figura 14.
A, B. Fractura de tipo C conminuta.
C, D. Osteosíntesis mediante placa bloqueada y cerclaje por vía mínimamente invasiva.
E, F. Seudoartrosis y ruptura de placa.
G. Revisión mediante placa bloqueada y autoinjerto de hueso esponjoso por un acceso convencional.

reducción. Una vez que se ha reducido la fractura y que importante, se puede añadir un injerto cortical en barra
se ha fijado con cerclajes, el conducto se prepara con un o una reconstrucción endomedular mediante aloinjerto
obturador y el implante definitivo se cementa (Fig. 17). fragmentado antes de colocar el vástago [68] .
Si es necesaria una osteosíntesis con placa dependiendo
del tipo de fractura, se fija temporalmente con fórceps o Revisión mediante vástago largo
cerclajes para no obstaculizar la introducción del vástago.
El atornillado definitivo se realiza después de cementar sin cemento
el vástago. Cualquier exceso de cemento se retira a nivel Recientemente, muchas publicaciones han mostrado la
del trazo de fractura. Si existe una pérdida de sustancia utilidad de una revisión mediante vástago femoral largo

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Figura 15. Esquema de las distintas osteosín-


tesis posibles en las fracturas tibiales de tipo B 1
o C1.
A. Placa diafisaria.
B. Enclavado intramedular.
C, D. Placas epifisarias.

A B C
Figura 16.
A. Fractura de tipo B1.
B, C. Revisión mediante vástago largo cementado más fino.

no cementado con revestimiento poroso puenteando Fink et al, en una serie prospectiva de 22 pacientes con
la fractura y tratando de lograr una fijación mediante fracturas B2 y B3, han utilizado vástagos modulares de
nuevo crecimiento de hueso intraprotésico [69] . Esta ciru- revisión sin cemento y bloqueados, implantados por vía
gía requiere que se dominen las técnicas de implantación transfemoral modificada [74] . El cierre secundario de las
de prótesis no cementadas [70] y, si la prótesis primaria era valvas óseas se realizó mediante cerclajes. Esta técnica
de tipo cementado, la extracción completa del cemento. facilita la colocación precisa de la prótesis y mejora los
El implante escogido debe permitir que se asegure una resultados clínicos en comparación con las principales
fijación primaria distal para evitar el hundimiento pro- series de la literatura [75] .
gresivo, permitir la consolidación de la fractura y una
fijación proximal del vástago para prevenir los fenóme-
nos de desviación de las tensiones (stress shielding) [71] . Para Técnicas de sustitución proximal
asegurar una fijación primaria estable, algunos vástagos del fémur
ofrecen la posibilidad de un bloqueo distal. De este modo,
permiten una reanudación precoz del apoyo que favo- En las pérdidas óseas importantes metafisarias (B3), la
rece la consolidación y/o la reconstrucción proximal [72, 73] utilización de un vástago largo enfundado en un aloin-
(Fig. 18). jerto para reconstruir la metáfisis deficiente pocas veces es

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Figura 17. Fractura


femoral sobre prótesis
total de cadera (PTC)
de tipo B2 en una
mujer de 87 años
autónoma portadora
de una prótesis inter-
media de cadera (PIC)
por fractura de cuello,
revisión mediante PTC
con vástago largo
cementado con cotilo
de doble movilidad
(A-C).

A B C

A B C
Figura 18.
A. Fractura periprotésica de cadera tipo B3.
B. Revisión por prótesis total de cadera (PTC) bloqueada no cementada, con reconstrucción mediante aloinjerto fragmentado intrafemoral
e injerto corticoesponjoso a nivel de la fractura.
C. Radiografía al año.

necesaria y no se recomienda en las personas muy ancia- infrecuentes en los que la reserva ósea femoral no permite
nas [69] . Esta técnica de reconstrucción popularizada por ninguna reconstrucción, la solución de rescate puede ser
Gross [76] no permite un apoyo precoz durante el tiempo la sustitución por un fémur protésico total.
de consolidación de la unión injerto-huésped. Vastel et
al [77] cementan la parte distal del vástago, vuelven a fijar
los restos del fémur alrededor del injerto y reinsertan el  Tratamiento
trocánter mayor mediante una placa-gancho.
En estos casos difíciles, la utilización de una prótesis de las fracturas periprotésicas
masiva de tipo tumoral presenta las ventajas de una ciru- de la rodilla mediante
gía directa, rápida y que permite la movilización y el
apoyo inmediato. revisión de artroplastia
Sin embargo, el riesgo de inestabilidad hace que se
utilicen preferentemente cotilos retentivos o de doble Al igual que en la cadera, el tratamiento mediante revi-
movilidad, así como que se trate de realizar una rein- sión de artroplastia se reserva a las fracturas con prótesis
serción eficaz del aparato abductor [78] . En algunos casos aflojada de tipos A, B2 o B3. La estrategia consiste en

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A B C

D E

F G H
Figura 19.
A-C. Fractura B2 en una paciente que presentaba una revisión de prótesis y que recibía corticoterapia a largo plazo.
D. Retirada de la prótesis total de rodilla (PTR) y de los fragmentos óseos libres.
E. Espacio tras la resección planificada. Obsérvense los cables de reinserción de la tuberosidad tibial (TTA) aún sin ajustar.
F. Prótesis total de rodilla (PTR) de revisión en su lugar.
G-I. Radiografía de control a los 4 meses.

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Figura 19. (continuación)


G-I. Radiografía de control a los 4 meses.

utilizar una prótesis con vástagos de extensión puen- [10] Buttaro MA, Farfalli G, Paredes Núñez M, Comba F, Pic-
teando la fractura a nivel femoral o tibial, en la mayoría caluga F. Locking compression plate fixation of Vancouver
de los casos de tipo cementado, debido a la calidad medio- type-B1 periprosthetic femoral fractures. J Bone Joint Surg
cre del hueso porótico [79] . La planificación preoperatoria Am 2007;89:1964–9.
es esencial para escoger el tipo de prótesis y su constric- [11] Chakravarthy J, Bansal R, Cooper J. Locking plate
ción en función del estado ligamentario, las posibilidades osteosynthesis for Vancouver Type B1 and Type C periprost-
de reconstrucción epifisaria por adición de cuñas, fundas hetic fractures of femur: a report on 12 patients. Injury
u osteosíntesis complementaria, y respetar el nivel de la 2007;38:725–33.
interlínea articular (Fig. 19). Cuando la reserva ósea epifi- [12] Pike J, Davidson D, Garbuz D, Duncan CP, O’Brien PJ, Masri
saria es insuficiente, estas prótesis de revisión no cumplen BA. Principles of treatment for periprosthetic femoral shaft
los requisitos necesarios. Se debe recurrir a una recons- fractures around well-fixed total hip arthroplasty. J Am Acad
trucción mediante aloinjerto [36] o a una megaprótesis de Orthop Surg 2009;17:677–88.
reconstrucción [80] . [13] Wood GC. Locking compression plates for the treatment of
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J.-M. Féron, Professeur des Universités, praticien hospitalier (jean-marc.feron@sat.aphp.fr).


Faculté de médecine Pierre-et-Marie-Curie, UPMC-Sorbonne Universités, 184, rue du Faubourg-Saint-Antoine, 75571 Paris cedex, France.
Service de chirurgie orthopédique et de traumatologie, Hôpital Saint-Antoine, 184, rue du Faubourg-Saint-Antoine, 75571 Paris cedex,
France.
M. Ehlinger, Praticien hospitalier.
Service de chirurgie orthopédique et de traumatologie, Hôpital de Hautepierre, Hôpitaux universitaires de Strasbourg, 1, avenue Molière,
67098 Strasbourg cedex, France.
S. Lacoste, ACCA, praticien attaché.
Service de chirurgie orthopédique et de traumatologie, Hôpital Saint-Antoine, 184, rue du Faubourg-Saint-Antoine, 75571 Paris cedex,
France.
B. Cherrier, Praticien hospitalier.
Service de chirurgie orthopédique et de traumatologie, Hôpital Saint-Antoine, 184, rue du Faubourg-Saint-Antoine, 75571 Paris cedex,
France.
Faculté de médecine Pierre-et-Marie-Curie, UPMC Paris Universités, 184, rue du Faubourg-Saint-Antoine, 75571 Paris cedex, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Féron JM, Ehlinger M, Lacoste S, Cherrier B. Fracturas periprotésicas
de la cadera y de la rodilla. EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 2015;7(2):1-20 [Artículo E – 44-854].

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Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

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