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GUÍA FRACTURA DE CADERA

Las fracturas de cadera en el adulto mayor son un problema de salud pública, ya que han ido en
aumento en el último tiempo. El abordaje de las fracturas de cadera contempla un enfoque
multidisciplinario, más allá del tratamiento local de la fractura, incluyen las acciones propias de la
urgencia, la recuperación funcional, los cuidados continuados y de rehabilitación.

Epidemiología de las fracturas de cadera


 La enfermedad osteoporótica es un proceso determinante importante en la producción de
fracturas en la población adulta – adulta mayor.
 La involución propia de la edad disminuye la coordinación neuromuscular, la visión, la
audición y los sistemas de alerta autónomos.
 La disminución de la capacidad cognitiva disminuye el estado de reacción ante la marcha y
el desequilibrio.
 La polifarmacia en los adultos mayores facilita un estado de inestabilidad, que hace más
propenso al individuo a la caída y la fractura.
 La fractura de cadera implica también un problema sociofamiliar, pues conlleva una
disminución o pérdida total de la capacidad funcional, por lo que la persona precisará
cuidados más intensos para recuperarse, y no será siempre capaz de volver a su actividad
laboral.
 Es más prevalente en mujeres, pero en varones la mortalidad secundaria a la fractura es el
doble que en las mujeres.
 La fractura de cadera ocasiona pérdida de la funcionalidad, incapacidad y, con frecuencia,
institucionalización del paciente.
 Los enfoques multidisciplinarios que incluyen geriatría, enfermería, rehabilitación,
asistencia social han logrado disminuir las tasas de mortalidad de manera importante. Por
otro lado, también se logra reducir la estadía hospitalaria.

Emergencia y urgencia en la fractura de cadera


Atención en el lugar de la caída
Al momento de solicitar la atención inmediata, en los sistemas primarios de urgencia o
directamente en el nivel terciario –donde, finalmente, se entregará el tratamiento resolutivo-, es
importante otorgar la información óptima que facilite el tratamiento inicial:
 Información sobre los hechos recientes acontecidos que han motivado la fractura
 Examen clínico inicial
 Antecedentes clínicos del paciente
 Fármacos que toma habitualmente
 Balance de independencia del paciente, previamente a la fractura
 Capacidad cognitiva del paciente antes del episodio
 Circunstancias sociales
 Antecedentes de caídas previas del paciente
Traslado al hospital
 Debe ser lo más temprano posible
 Reconocimiento de los antecedentes y los signos de una fractura de cadera:
-Antecedentes de caídas
-Presencia de dolor en la cadera
-Acortamiento y rotación externa del miembro inferior afectado
 Se puede administrar analgesia intravenosa en dosis baja, según el dolor que presente
 Si el tiempo de traslado es prolognado o existe un retraso en el ingreso hospitalario, el
paciente requerirá sondaje urinario
 Monitorizar signos vitales, idealmente.

Atención en urgencias del Hospital


Antecedentes personales
 Fármacos previos
 Situación basal
-Estado funcional: determinará el pronóstico funcional y es un marcador de mortalidad.
-Estado mental: es importante valorarlo porque es el factor más significativo para el
desarrollo de delirium, y se asocia con malos resultados en función física, cognitiva y
afectiva durante la recuperación.
-Comorbilidades: influirá de manera importante en la mortalidad. Incluir todos los
antecedentes médicos y quirúrgicos.
-Valoración social
 Enfermedad actual
-Circunstancias de la caída
-Tiempo que se ha encontrado en el suelo
-Grado de dolor
-Otros síntomas
 Exploración física
-Signos vitales
-Hidratación, nutrición (valorar estado de desnutrición), auscultación cardiaca y pulmonar,
exploración abdominal, y de las extremidades inferiores
 Exploraciones complementarias
-Laboratorio
-Estudios radiológicos
-Rx APL
-TAC de cadera
-RNM de cadera

Diagnóstico
El estudio radiológico debe incluir:
 Radiografía anteroposterior de la cadera afectada
 Radiografía axial de la cadera afectada
 Radiografía anteroposterior de fémur, para descartar otras fracturas y valorar hipotéticos
trazos subtrocantéreos
 Radiografía de la cadera opuesta, ocasionalmente, para ayudar en la planificación
operatoria
 Ante fracturas de cadera ocultas, se puede requerir la realización de una RNM
Cuidados inmediatos tras el ingreso hospitalario
Fluidos y balance electrolítico
Las alteraciones en el balance hidroelectrolítico son muy frecuentes, por lo que deben ser
evaluadas y corregidas en todos los pacientes con fractura de cadera.
Valoración de la saturación de oxígeno
La hipoxia es un problema frecuente en los pacientes con esta fractura, mientras que la
hipoxemia se relaciona con la aparición de delirium y con una mayor mortalidad. La
evidencia indica que se debe administrar oxígeno suplementario en todos los pacientes
con hipoxemia.
Prevención de úlceras por presión
Evaluando el riesgo, pues todos los pacientes con fractura de cadera tienen riesgo elevado.
Algunos factores que aumentan el riesgo en estos pacientes son la edad, el retraso en la
cirugía, la estadía prolongada en la UCI, el tiempo quirúrgico largo y la utilización de
anestesia general.
Utilizar efectivas medidas preventivas, como colchones de espuma, proteger zonas de
apoyo, como talones, con vendajes blandos y almohadillas.
Tracción percutánea
No se aconseja su utilización, pues no hay evidencia de que facilite la supresión del dolor
ni el abordaje general.
Sondaje urinario
Se deben evitar los CU mientras sea posible, prefiriendo el sondaje intermitente
Profilaxis antitrombótica
Factores que pueden aumentar el riesgo son la edad avanzada, el retraso de la cirugía y la
anestesia general, sumado a que la mayoría de los adultos mayores que sufren de la
fractura de la cadera poseen, anteriormente, un riesgo elevado de desarrollar TVP y
embolia pulmonar.
Se debe realizar profilaxis de tromboembolia venosa a todos los pacientes afectados de
fractura de cadera
Se utilizan Heparinas de bajo peso molecular desde antes de la intervención hasta
alrededor de 30 días luego del alta, siempre que no haya contraindicación. Se pueden
administrar heparina no fraccionada o inhibidores de la vitamina K; ácido acetilsalicílico se
administra asociado a HBPM en pacientes con alto riesgo de desarrollar enfermedad
tromboembólica venosa, o con alguna enfermedad asociada que lo indique
(cardiovascular, cerebrovascular, ateroesclerosis)
Analgesia
Antes y después de la cirugía
Terapia antibiótica profiláctica
En todos los pacientes.

Criterios de indicación quirúrgica


El tratamiento quirúrgico es la terapia de elección, pues un tratamiento conservador implica
tiempos de inmovilización y reposo absoluto muy prolongados, con las complicaciones que aquello
conlleva. La terapia quirúrgica permite la movilización temprana del paciente, evitando las
complicaciones infecciosas, respiratorias, tromboembólicas y de úlceras por presión.
La finalidad es devolver el nivel de función previo a la fractura, en el menor tiempo posible.
Algunos factores a considerar en la indicación quirúrgica son:
 Comorbilidades
 Edad y nivel de actividad del paciente
 Gravedad del desplazamiento de la fractura (se evalúa con la clasificación de Garden)
 Grado de osteoporosis

Valoración preoperatoria
 Restaurar el volumen circulatorio
 Corregir hipo/hiperkalemia
 Vigilar las posibles alteraciones en el funcionamiento cardiaco o problemas previos por
diabetes
 Comprobar la presencia de anemia significativa

Momento más adecuado para la cirugía


Se recomienda la cirugía temprana para la mayoría de los pacientes, entre las primeras 24 y 36
horas. El retraso en la cirugía lleva a un aumento en la estadía hospitalaria, y puede llevar a un
aumento en las complicaciones: úlceras por presión, neumonía, y confusión.
De todas maneras, se debe considerar que el momento más adecuado para la cirugía dependerá
de manera importante del estado general del paciente, valorando el estado de la enfermedad
concomitante del paciente, y cómo puede verse afectada con la intervención quirúrgica. Se puede
retrasar la cirugía con el fin de, por ejemplo, reponer el volumen circulatorio, corregir los
trastornos hidroelectrolíticos, estabilizar enfermedades crónicas descompensadas. Por otro lado,
la farmacoterapia previa con anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios pueden condicionar el
momento más adecuado para realizar una cirugía.
Otro factor que puede condicionar el momento de la cirugía es la localización del trazo de fractura
y el desplazamiento de los fragmentos (evaluado con clasificación de Garden); se hace importante
una reducción anatómica urgente y una osteosíntesis de las fracturas poco desplazas del cuello
femoral, para poder restablecer el flujo sanguíneo de los vasos que aun sean viables.

El Efecto del ácido acetilsalicílico en el momento de intervención quirúrgica sigue siendo un tema
controversial, habiendo quienes prefieren suspenderlo entre 5 y 7 días antes de la intervención
para prevenir el riesgo intraoperatorio y postoperatorio de sangrado, y existiendo quienes afirman
que el fármaco, a bajas dosis, debe suspenderse sólo si el riesgo de hemorragia supera al riesgo
cardiovascular. Además, según los estudios disponibles, el AAS no aumenta el riesgo de generar
hematoma subdural en pacientes a los que se les realiza anestesia raquídea.
Tratamiento quirúrgico de la fractura de cadera
El tratamiento de elección para este tipo de fracturas es siempre el quirúrgico, con excepciones en
pacientes de edad muy avanzada o estado muy crítico.
Para determinar qué se abordará en la cirugía y cómo, es necesario conocer el tipo de fractura
existente.

Clasificación de fracturas del cuello del fémur


1. Según localización (Delbet)
 Fracturas subcapitales:
en la base del núcleo
cefálico, en la unión
entre la cabeza y el cuello
 Fracturas transcervicales:
en la zona central del
cuello femoral
 Fracturas basicervicales:
en la unión del cuello con
el macizo trocantéreo (en
la imagen se indica como
Cervicotrocantérica)

2. Según grado de desplazamiento (Garden)


Es el método más utilizado para clasificar las subcapitales, entrega un pronóstico en cuanto a la
consolidación y correlaciona el grado de desplazamiento de la fractura con la probabilidad de
lesión vascular y, por lo tanto, de necrosis avascular.
 Garden I: fractura incompleta. Aparece ligeramente impactada en valgo*
 Garden II: fractura completa sin desplazamiento
 Garden III: fractura completa con desplazamiento posterior y en varo del núcleo cefálico.
Se mantiene la continuidad entre el fragmento proximal y el distal.
 Garden IV: fractura completa con gran desplazamiento, por lo no existe ninguna
continuidad entre los fragmentos proximal y distal.
En simplificación: las impactadas y/o no desplazadas son las Garden I y II; las desplazadas
son Garden III y IV

NOTA: existen diversas clasificaciones para las fracturas de cadera, que orientarán al diagnóstico y
al tipo de resolución que se les dará. Sin embargo, en temas de cuidados de enfermería se debe
dar énfasis a la estabilidad/inestabilidad de la fractura, y al desplazamiento de los fragmentos,
por el riesgo de dañar la irrigación a las zonas distales y de generar necrosis.

Revisar Clasificación de Kyle y Gustilo


Técnicas anestésicas y complicaciones
La selección de la técnica anestésica puede tener importancia en el conjunto de medidas
destinadas a la mejora de resultados.
Con excepción de situaciones en las que es necesario recurrir a la anestesia general, se utilizan las
técnicas de anestesia regional, donde la incidencia de trombosis venosa profunda es menor, la
mortalidad es menor, la hipoxemia inicial es menor, y la movilidad es más precoz. Muy utilizada
actualmente es la anestesia locorregional subaracnoídea ( anestesia regional neuroaxial espinal)
Con respecto a los tratamientos de anticoagulación o antiagregantes plaquetarios y la utilización
de anestesia raquídea, se ha señalado que la anestesia debe ser entre 10 y 12 horas después de la
última adnistración de HBPM profiláctica o después de 24 horas si era una administración de
HBPM terapéutica; si la heparina que se administraba era no fraccionada, se puede realizar
anestesia raquídea 4 horas después de la última administración. Una vez realizada la intervención
quirúrgica, se iniciará la HBPM entre 6 y 8 horas después.
Sobre los AINEs y, particularmente, el AAS, la evidencia indica que no aumenta el riesgo de
generar hematoma subdural en pacientes con anestesia raquídea, no aumenta las complicaciones
mayores ni la mortalidad; como se mencionó anteriormente, se reconoce que la interrupción del
AAS a dosis bajas solo debe realizarse si el riesgo de hemorragia supera al riesgo cardiovascular.

Complicaciones anestésicas
 Cementación de sus componentes
 Hipotensión: la complicación más frecuente, considerándose en el adulto mayor cuando
hay una disminución del 20%
 Parada cardiocirculatoria: puede aparecer por un cículo vicioso de hipoxia-hipercapnia-
vasoplegia-hipotensión, donde hay que revisar la posible actividad de ansiolíticos,
fentanilo y droperidol
 Retención urinaria: por un bloqueo prolongado de las raíces sacras que inervan la vejiga
 Complicaciones neurológicas: síndromes meníngeos, síndrome de cola de cabello,
síndrome de la arteria espinal anterior, compresiones medulares y síndromes radiculares

Tratamiento quirúrgico de las fracturas de cuello del fémur


Las fracturas Garden I y II se tratan mediante estabilización interna con múltiples tornillos a
compresión en paralelo.
Las fracturas Garden III y IV en pacientes adultos mayores se recomienda mayormente la
sustitución protésica primaria, más que la reducción cerrada o abierta y la fijación con tornillos
paralelos a compresión, como sí se hace en pacientes menores a 65 años.

Técnicas de osteosíntesis
Tornillos canulados paralelos a compresión:
 Técnica de elección para fracturas estables no desplazadas (Garden I y II)
 Para pacientes con Garden II y III que sean jóvenes, activos, colaboradores y no tengan
problemas para una posible segunda intervención quirúrgica
 Se debe realizar lo antes posible, mediante cirugía abierta o percutánea
Otros métodos
 Clavos trilaminares, clavo-placa de ángulo fijo, tornillos-placa, menos recomendados por el
mayor número de complicaciones: desimpactación de la fractura, penetración en la línea
articular y desmontajes
Técnicas de artroplasia
Aún cuando el tratamiento ideal es la reducción anatómica y una fijación estable, en fracturas
intracapsulares desplazadas en adultos mayores, se puede elegir la Artroplastia.
Existen diferentes métodos: artroplastia parcial, artroplastia biarticular y artroplastia total. La
artroplastia parcial se limita a los pacientes con fracturas Garden II, III y IV, en fracturas
subcapitales, transcervicales y en algunos tipos de basicervicales, en pacientes mayores de 75 años
con actividad funcional muy limitada y con esperanza de vida corta. La artroplastia total está
indicada para pacientes mayores a 70 – 75 años, con fracturas de cuello femoral con expectativa
de vida de mas de 5 años, deambulantes, colaboradores y en mayores de 65 años en los que no se
haya podido reducir la fractura, o que presenten coxartrosis, artritis reumatoide, tumores, fracaso
de la osteosíntesis o mala densidad ósea.

Las ventajas de la artroplastia de cadera como tratamiento de la fractura de cadera es que se


evitan los fallos de la osteosíntesis, la necrosis avascular y la falta de consolidación. Además,
permite al paciente una carga total temprana y disminuye la posibilidad de una segunda
intervención.

Tratamiento quirúrgico de las fracturas trocantéreas


Se utilizan diferentes técnicas de osteosíntesis, para aportar una estabilidad suficiente que
permita la carga temprana sobre le miembro fracturado, para evitar encamamientos prolongados.
Busca que el paciente pueda volver a caminar lo antes posible

Técnicas de osteosíntesis
 Placa-tornillo deslizante: tiene menor tasa de complicaciones que los clavos
intramedulares. Existen placas-tornillos con ángulos cervicodiafisiarios que varían entre los
130° (el más utilizado) y los 150°.
Se puede utilizar en fracturas estables
 Clavo intramedular con tornillo deslizante: el primero en utilizarse fue el clavo gamma,
que a pesar de ser de gran utilidad en fracturas muy inestables, tenía limitaciones
biomecánicas, pues la carga de peso se concentraba en el extremo distal del clavo,
produciendo con frecuencia fracturas de fémur en la zona distal. Está mas recomendado
en fracturas pretrocantéreas con extensión subtrocantérea y con oblicuidad inversa. Como
ventaja presenta que preserva la vascularización perióstica y el efecto injerto óseo que
produce el fresado intramedular.
Recientemente se ha desarrollado el clavo intramedular PFN (proximal femoral naul), que
asocia un segundo tornillo intracervical con efecto antirrotatorio.
Los clavos intramedulares se indican en fracturas inestables que afectan la corteza interna,
siendo el de mayor uso el clavo gammatrocantéreo, pues posee ventajas biomecánicas.

Abordaje quirúrgico
En técnicas de artroplastia
Puede ser posterior o anterolateral, sin haber evidencia suficiente para determinar cuál es el más
óptimo

En técnicas de osteosíntesis
Técnica de los tornillos canulados
En posición supina bajo control radioscópico se realiza la reducción cerrada; luego de que
se consigue la reducción, se inicia la osteosíntesis con tornillos canulados paralelos por vía
percutánea. Cuando no se ha conseguido una reducción satisfactoria, se opta por una
reducción abierta, anterolateral o posterolateral.
Técnica tornillo-placa deslizante
Requiere una técnica quirúrgica meticulosa. Se realiza reducción de la fractura por
tracción, rotación externa seguida de rotación interna; se reduce en posición anatómica
con ligero valgo (15-20°).
Técnica de los clavos intramedulares
Indicados principalmente en las fracturas trocantéreas inestables. No se deben introducir
clavos de diámetro mayor a 11 mm y siempre se deben introducir con ligeros movimientos
rotatorios.

Complicaciones quirúrgicas
De las Artroplastias
 Infección: una de las complicaciones más graves, actualmente ha disminuido gracias a las
medidas profilácticas adoptadas
 Luxación postoperatoria: la complicación más frecuente en los pacientes intervenidos por
vía posterior.
 Aflojamiento aséptico del vástago: transcurridos 10 años pueden observarse signos
radiológicos de aflojamiento, aunque no siempre impliquen síntomas clínicos.
 Usura acetabular: complicación importante en las artroplastias de cadera, en pacientes
que han desarrollado una actividad demasiado intensa, o con una expectativa de vida
mayor de lo esperado
 Perforación o rotura del fémur por falsas vías: suelen ocurrir al reducir la prótesis, pues se
aplica una fuerza intensa de rotación sobre el fémur.
 Formación de hueso heterotópico o ectópico: formación de tejido óseo sobre los tejidos
blandos periarticulares, aunque rara vez conlleva sintomatología clínica. El uso de AINE a
dosis bajas parece reducir la formación de hueso heterotópico, aunque su uso es
controversial por los efectos secundarios a corto y medio plazo
 Daño neurovascular: la más importante es la parálisis del nervio ciático poplíteo externo,
que en ocasiones es definitiva, debido a la tracción o a la distensión con presión, ejercida
sobre el nervio ciático mayor con los separadores, o por las maniobras aplicadas sobre el
miembro. Es muy importante, durante la cirugía, proteger el nervio con una compresa
húmeda, de manera adecuada.

En la osteosíntesis
 Seudoartrosis: muy baja ocurrencia
 Consolidación viciosa: consecuencia, en general, de una mala reducción. Lo más usual es
una consolidación en varo y retroversión
 Penetración del implante en la articulación: generalmente, por mala colocación del tornillo
cefálico
 Necrosis avascular de la cabeza femoral: se puede observar en fracturas muy desplazadas
donde se ven lesionados los vasos nutricios posteriores.
 Fracturas por estrés: se observa en los sistemas de fijación intramedulares, en la punta del
clavo encerrojado.
 Fallos del implante: como consecuencia de un defecto de fabricación, o por un mal uso de
éste, aplicándolo en fracturas inestables mal reducidas, donde el implante acaba por
aflojarse o romperse ante la aplicación continua de carga
Tratamiento médico en la fase aguda de la fractura de cadera
El correcto tratamiento de la fase aguda influye en la evolución posterior del paciente.

Tratamiento perioperatorio
Ajustar tratamiento domiciliario
Los adultos mayores tienen gran comorbilidad asociada, por lo general, por lo que es
necesario continuar con el tratamiento farmacológico de base, adecuándolo a la
farmacoterapéutica del hospital, y revisando si es necesario suprimir alguno que pueda
representar un riesgo para la cirugía.
En el ingreso, los pacientes con tratamiento de dicumarol ambulatorio, se cambian a
Heparina a dosis terapéuticas, según la enfermedad; si su tratamiento es de
antiagregación, ésta es retirada por el riesgo de sangrado en la anestesia raquídea. Sin
embargo, este tratamiento de base con antiagregantes no es motivo para retrasar la
cirugía, ya que el retraso de ésta genera mayor morbimortalidad.
Tratamiento del dolor
Es necesario realizar una evaluación adecuada del dolor y de la analgesia necesaria. Se
inicia con AINE, metamizol, y si no se controla se pasa a opioides menores.
Tracción mecánica
No se ha descrito beneficio
Profilaxis tromboembólica
Las HBPM se han descrito como efectivas para realizar la profilaxis, utilizándose también
en reemplazo de los pacientes tratados basalmente con dicumarol. La HBPM se retira 12
horas antes de la intervención y se introduce 6 horas después.
La recomendación de profilaxis tromboembólica es:
-Profilaxis mecánica: compresión mecánica intermitente reduce el riesgo de trombosis
venosa profunda asintomática después de la fractura de cadera.
-Antiplaquetarios (particularmente el AAS): asociado a otros tratamientos antitrombóticos
disminuye el riesgo de desarrollar TVP y TEP. Todos los pacientes con fractura de cadera
deben tomar AAS desde el ingreso hasta alrededor de un mes después, salvo
contraindicaciones
-HBPM: administrarla a todos los pacientes con fractura de cadera con alto riesgo de
enfermedad tromboembólica. Se administran dosis profilácticas subcutáneas desde el
ingreso y hasta alrededor el mes desde el alta.
Balance de fluidos
Identificar y tratar las alteraciones hidroelectrolíticas, que pueden ser por depleción o por
sobrecarga de volumen, para evitar la morbimortalidad en el pre y el postoperatorio
Tratamiento de la anemia
Controles periódicos de hemoglobina para detectar el grado de anemia y determinar el
tratamiento con hierro y/o transfusión de sangre, en casos moderados-graves
Profilaxis antibiótica
Generalmente implicados son los Staphylococcus, siendo el antibiótico de elección las
cefalosporinas de primera generación: Cefazolina; en caso de alergia a penicilinas, los
Glucopéptidos, Vancomicina o Teicoplanina. Se recomienda una dosis intravenosa previa a
la intervención, y en casos de cirugías mayores a 2 horas, se puede administrar una
segunda hora.
Drenajes
No hay evidencia suficiente para determinar el beneficio del uso de drenajes cerrados por
succión.
Movilidad precoz
Previene tanto el desarrollo de úlceras por presión, de TVP, TEP, o de inmovilidad
secundaria. Sentar al paciente a las 24 horas desde la intervención e iniciar la
deambulación en caso de que se permita el apoyo inmediato.
Oxigenoterapia
A todos los pacientes que presenten hipoxemia en el ingreso y durante, al menos, 6 horas
después de la anestesia epidural y por la noche en las 48 horas siguientes.

Tratamiento sintomático y preventivo


Síndrome confusional agudo (SCA)
Frecuente observar delirio en pacientes hospitalizados e intervenidos por fractura de
cadera, aún más si se presenta deterioro cognitivo. Se deben valorar e intervenir los
siguientes aspectos: alteraciones sensoriales, deprivación del sueño, dolor, inmovilidad,
entorno no familiar, vías y sondas, infecciones, descompensación de enfermedades
crónicas, hipertensión arterial, anemia e hipoxia.
Es importante detectar a los pacientes susceptibles a desarrollar SCA en el ingreso para
crear una pauta preventiva que incluya terapia farmacológica con neurolépticos, si el SCA
está presente.
El SCA es un predictor de mal pronóstico funcional, asociado a menor grado de
recuperación de las actividades básicas y laborales, al año.
Estreñimiento
Frecuente relación entre la inmovilidad secundaria a la hospitalización y el estreñimiento.
Se trata precozmente mediante la administración abundante de líquidos, dieta con fibra y
laxantes, así como la movilización temprana
Úlceras por presión
Protección de zonas de apoyo, cambios posturales, sedestación y movilización temprana,
hidratación cutánea. Si es un paciente de alto riesgo (desnutridos, con retraso quirúrgico
por enfermedad aguda o UPP presentes antes del ingreso), se debe proveer un colchón
antiescaras.
Alteración sueño-vigilia
Frecuente en pacientes hospitalizados, sobretodo si están pendientes de una cirugía. Se
pueden administrar sedantes o hipnóticos en casos de insomnio, y también si eran
consumidos antes de la fractura, como tratamiento basal, para evitar síndrome de
deprivación
Infecciones asociadas a la atención de salud
La más frecuente es la ITU en relación con el sondaje vesicual preoperatorio. Evitar la
cateterización salvo en incontinencia, intervención larga, retención aguda de orina y
descompensaciones crónicas.
Para evitar flebitis e infección, se debe coger la vía en el brazo contralateral a la fractura,
revisando periódicamente y retirándola entre las 24-48 horas después de la intervención,
si no es necesario el tratamiento parenteral
Infección respiratoria es menos frecuente, pero más agresiva, relacionada con la
comorbilidad previa como con los ingresos prolongados.
Tratamiento de las complicaciones
 Descompensación de enfermedades crónicas
 Enfermedad tromboembólica, hemorragia digestiva, accidente cerebrovascular,
arritmias,insuficiencia cardiaca y respiratoria, infecciones (urinarias, respiratorias,
cutáneas, vasculares)
 Complicaciones quirúrgicas: seroma, infección de herida quirúrgica, infección del material
de osteosíntesis, luxación postoperatorioa, aflojamiento aséptico del vástago, fallos del
implante, daños neurovasculares, formación de hueso heterotópico.

Alertas de control de enfermería


 Dolor persistente a pesar de los analgésicos
 Alteración de signos vitales y/o de balances
 SCA
 Sangrado abundante por herida quirúrgica (tanto por drenajes como por apósitos)
 Disnea

Rehabilitación
Lo más pronto posible durante la fase aguda, planificando la mejor ubicación del paciente
desde el punto de vista de la rehabilitación, según las necesidades del paciente y lo
recursos con que cuente el área

Tramitación de ayuda social


Valorar los recursos sociales del paciente, para detectar riesgos o problemas tras el alta, y
coordinar recursos a ese nivel.
Recuperación funcional y continuidad de los cuidados en la fractura de
cadera
La fractura de cadera puede afectar a todas las áreas de la funcionalidad del anciano; por tanto, las
estrategias de rehabilitación deben ser cuidadosamente planeadas, para suplir las necesidades de
las diversas áreas. Se pretende que el paciente recupere la capacidad que tenía antes de la
fractura para caminar, la independencia para la realización de las actividades de la vida diaria
básicas (vestido, aseo, uso de baño, transferencias, desplazamiento, alimentación, continnencia), o
la independencia para la realización de actividades instrumentales (utilizar el transporte público,
realizar tareas domésticas).

Para la recuperación funcional del adulto mayor con fractura de cadera se necesita:
 Que el paciente no fallezca
 Que la intervención quirúrgica tenga éxito y permita la carga
 Que la situación del paciente le permita seguir un programa de rehabilitación adecuado
 Que los cuidados iniciados en la fase hospitalaria puedan tener continuidad en las
siguientes semanas o meses
Estos cuatro factores pueden verse influenciados por factores: demográficos (edad, sexo); clínicos
(enf. Concomitantes, tipo de fractura, complicaciones posquirúrgica); funcionales (situación previa
a la fractura, en cuanto a capacidad de caminar como en la independencia); mentales (demencia,
depresión, cuadro confusional tras la fractura); sociales (redes, residencia); asistenciales
(seguimiento por especialistas, retraso entre fractura y cirugía, tiempo de retraso de la
rehabilitación, intensidad de la rehabilitación, estadía hospitalaria).

Algunos factores predictores de recuperación de la capacidad de caminar son: edad, número de


coenfermedades, tipo de fractura, estado funcional previo, número de complicaciones
postoperatorias.
Para valorar la marcha se puede clasificar el grado de independencia para la marcha, dependiendo
si se necesita ayuda física de una o más personas, contacto físico de una persona, supervisión de
una persona, si puede marchar de manera independiente en llano y en escaleras.

En cuanto a la recuperación de la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria –básicas e
instrumentales- algunos factores predictores de la recuperación son: edad (pacientes más
jóvenes); estado funcional previo a la fractura, menor número de coenfermedades, ausencia de
complicaciones médicas postoperatorias, buena situación sociofamiliar.

Conceptos generales sobre la rehabilitación


Los objetivos del tratamiento rehabilitador son:
 Ampliar la movilidad articular de la pierna perada
 Fortalecer la musculatura del miembro operado, particularmente el cuádriceps y los
glúteos
 Reeducar la marcha bipodal lo más pronto posibles
 Aliviar el dolor con un uso apropiado de los analgésicos
Para realizar la rehabilitación se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
 Que el anciano pueda sentarse cuanto antes, al día siguiente de la cirugía, para comenzar
a cargar apenas sea posible
 Evitar rotación externa del pie mientras el paciente esté encamado, al colocar un tope en
el borde exterior.
 Evitar el decúbito lateral
 Realizar ejercicios de contracción muscular de las piernas para favorecer el retorno venoso
y minimizar el riesgo de TVP.
 Fisioterapia respiratoria
Es importante educar al paciente y su familia en las técnicas que puede realizar en el hogar, para
seguir realizándolas a fin de conseguir la mayor recuperación funcional posible.

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