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Las fracturas de cadera en el adulto mayor son un problema de salud pública, ya que han ido en
aumento en el último tiempo. El abordaje de las fracturas de cadera contempla un enfoque
multidisciplinario, más allá del tratamiento local de la fractura, incluyen las acciones propias de la
urgencia, la recuperación funcional, los cuidados continuados y de rehabilitación.
Diagnóstico
El estudio radiológico debe incluir:
Radiografía anteroposterior de la cadera afectada
Radiografía axial de la cadera afectada
Radiografía anteroposterior de fémur, para descartar otras fracturas y valorar hipotéticos
trazos subtrocantéreos
Radiografía de la cadera opuesta, ocasionalmente, para ayudar en la planificación
operatoria
Ante fracturas de cadera ocultas, se puede requerir la realización de una RNM
Cuidados inmediatos tras el ingreso hospitalario
Fluidos y balance electrolítico
Las alteraciones en el balance hidroelectrolítico son muy frecuentes, por lo que deben ser
evaluadas y corregidas en todos los pacientes con fractura de cadera.
Valoración de la saturación de oxígeno
La hipoxia es un problema frecuente en los pacientes con esta fractura, mientras que la
hipoxemia se relaciona con la aparición de delirium y con una mayor mortalidad. La
evidencia indica que se debe administrar oxígeno suplementario en todos los pacientes
con hipoxemia.
Prevención de úlceras por presión
Evaluando el riesgo, pues todos los pacientes con fractura de cadera tienen riesgo elevado.
Algunos factores que aumentan el riesgo en estos pacientes son la edad, el retraso en la
cirugía, la estadía prolongada en la UCI, el tiempo quirúrgico largo y la utilización de
anestesia general.
Utilizar efectivas medidas preventivas, como colchones de espuma, proteger zonas de
apoyo, como talones, con vendajes blandos y almohadillas.
Tracción percutánea
No se aconseja su utilización, pues no hay evidencia de que facilite la supresión del dolor
ni el abordaje general.
Sondaje urinario
Se deben evitar los CU mientras sea posible, prefiriendo el sondaje intermitente
Profilaxis antitrombótica
Factores que pueden aumentar el riesgo son la edad avanzada, el retraso de la cirugía y la
anestesia general, sumado a que la mayoría de los adultos mayores que sufren de la
fractura de la cadera poseen, anteriormente, un riesgo elevado de desarrollar TVP y
embolia pulmonar.
Se debe realizar profilaxis de tromboembolia venosa a todos los pacientes afectados de
fractura de cadera
Se utilizan Heparinas de bajo peso molecular desde antes de la intervención hasta
alrededor de 30 días luego del alta, siempre que no haya contraindicación. Se pueden
administrar heparina no fraccionada o inhibidores de la vitamina K; ácido acetilsalicílico se
administra asociado a HBPM en pacientes con alto riesgo de desarrollar enfermedad
tromboembólica venosa, o con alguna enfermedad asociada que lo indique
(cardiovascular, cerebrovascular, ateroesclerosis)
Analgesia
Antes y después de la cirugía
Terapia antibiótica profiláctica
En todos los pacientes.
Valoración preoperatoria
Restaurar el volumen circulatorio
Corregir hipo/hiperkalemia
Vigilar las posibles alteraciones en el funcionamiento cardiaco o problemas previos por
diabetes
Comprobar la presencia de anemia significativa
El Efecto del ácido acetilsalicílico en el momento de intervención quirúrgica sigue siendo un tema
controversial, habiendo quienes prefieren suspenderlo entre 5 y 7 días antes de la intervención
para prevenir el riesgo intraoperatorio y postoperatorio de sangrado, y existiendo quienes afirman
que el fármaco, a bajas dosis, debe suspenderse sólo si el riesgo de hemorragia supera al riesgo
cardiovascular. Además, según los estudios disponibles, el AAS no aumenta el riesgo de generar
hematoma subdural en pacientes a los que se les realiza anestesia raquídea.
Tratamiento quirúrgico de la fractura de cadera
El tratamiento de elección para este tipo de fracturas es siempre el quirúrgico, con excepciones en
pacientes de edad muy avanzada o estado muy crítico.
Para determinar qué se abordará en la cirugía y cómo, es necesario conocer el tipo de fractura
existente.
NOTA: existen diversas clasificaciones para las fracturas de cadera, que orientarán al diagnóstico y
al tipo de resolución que se les dará. Sin embargo, en temas de cuidados de enfermería se debe
dar énfasis a la estabilidad/inestabilidad de la fractura, y al desplazamiento de los fragmentos,
por el riesgo de dañar la irrigación a las zonas distales y de generar necrosis.
Complicaciones anestésicas
Cementación de sus componentes
Hipotensión: la complicación más frecuente, considerándose en el adulto mayor cuando
hay una disminución del 20%
Parada cardiocirculatoria: puede aparecer por un cículo vicioso de hipoxia-hipercapnia-
vasoplegia-hipotensión, donde hay que revisar la posible actividad de ansiolíticos,
fentanilo y droperidol
Retención urinaria: por un bloqueo prolongado de las raíces sacras que inervan la vejiga
Complicaciones neurológicas: síndromes meníngeos, síndrome de cola de cabello,
síndrome de la arteria espinal anterior, compresiones medulares y síndromes radiculares
Técnicas de osteosíntesis
Tornillos canulados paralelos a compresión:
Técnica de elección para fracturas estables no desplazadas (Garden I y II)
Para pacientes con Garden II y III que sean jóvenes, activos, colaboradores y no tengan
problemas para una posible segunda intervención quirúrgica
Se debe realizar lo antes posible, mediante cirugía abierta o percutánea
Otros métodos
Clavos trilaminares, clavo-placa de ángulo fijo, tornillos-placa, menos recomendados por el
mayor número de complicaciones: desimpactación de la fractura, penetración en la línea
articular y desmontajes
Técnicas de artroplasia
Aún cuando el tratamiento ideal es la reducción anatómica y una fijación estable, en fracturas
intracapsulares desplazadas en adultos mayores, se puede elegir la Artroplastia.
Existen diferentes métodos: artroplastia parcial, artroplastia biarticular y artroplastia total. La
artroplastia parcial se limita a los pacientes con fracturas Garden II, III y IV, en fracturas
subcapitales, transcervicales y en algunos tipos de basicervicales, en pacientes mayores de 75 años
con actividad funcional muy limitada y con esperanza de vida corta. La artroplastia total está
indicada para pacientes mayores a 70 – 75 años, con fracturas de cuello femoral con expectativa
de vida de mas de 5 años, deambulantes, colaboradores y en mayores de 65 años en los que no se
haya podido reducir la fractura, o que presenten coxartrosis, artritis reumatoide, tumores, fracaso
de la osteosíntesis o mala densidad ósea.
Técnicas de osteosíntesis
Placa-tornillo deslizante: tiene menor tasa de complicaciones que los clavos
intramedulares. Existen placas-tornillos con ángulos cervicodiafisiarios que varían entre los
130° (el más utilizado) y los 150°.
Se puede utilizar en fracturas estables
Clavo intramedular con tornillo deslizante: el primero en utilizarse fue el clavo gamma,
que a pesar de ser de gran utilidad en fracturas muy inestables, tenía limitaciones
biomecánicas, pues la carga de peso se concentraba en el extremo distal del clavo,
produciendo con frecuencia fracturas de fémur en la zona distal. Está mas recomendado
en fracturas pretrocantéreas con extensión subtrocantérea y con oblicuidad inversa. Como
ventaja presenta que preserva la vascularización perióstica y el efecto injerto óseo que
produce el fresado intramedular.
Recientemente se ha desarrollado el clavo intramedular PFN (proximal femoral naul), que
asocia un segundo tornillo intracervical con efecto antirrotatorio.
Los clavos intramedulares se indican en fracturas inestables que afectan la corteza interna,
siendo el de mayor uso el clavo gammatrocantéreo, pues posee ventajas biomecánicas.
Abordaje quirúrgico
En técnicas de artroplastia
Puede ser posterior o anterolateral, sin haber evidencia suficiente para determinar cuál es el más
óptimo
En técnicas de osteosíntesis
Técnica de los tornillos canulados
En posición supina bajo control radioscópico se realiza la reducción cerrada; luego de que
se consigue la reducción, se inicia la osteosíntesis con tornillos canulados paralelos por vía
percutánea. Cuando no se ha conseguido una reducción satisfactoria, se opta por una
reducción abierta, anterolateral o posterolateral.
Técnica tornillo-placa deslizante
Requiere una técnica quirúrgica meticulosa. Se realiza reducción de la fractura por
tracción, rotación externa seguida de rotación interna; se reduce en posición anatómica
con ligero valgo (15-20°).
Técnica de los clavos intramedulares
Indicados principalmente en las fracturas trocantéreas inestables. No se deben introducir
clavos de diámetro mayor a 11 mm y siempre se deben introducir con ligeros movimientos
rotatorios.
Complicaciones quirúrgicas
De las Artroplastias
Infección: una de las complicaciones más graves, actualmente ha disminuido gracias a las
medidas profilácticas adoptadas
Luxación postoperatoria: la complicación más frecuente en los pacientes intervenidos por
vía posterior.
Aflojamiento aséptico del vástago: transcurridos 10 años pueden observarse signos
radiológicos de aflojamiento, aunque no siempre impliquen síntomas clínicos.
Usura acetabular: complicación importante en las artroplastias de cadera, en pacientes
que han desarrollado una actividad demasiado intensa, o con una expectativa de vida
mayor de lo esperado
Perforación o rotura del fémur por falsas vías: suelen ocurrir al reducir la prótesis, pues se
aplica una fuerza intensa de rotación sobre el fémur.
Formación de hueso heterotópico o ectópico: formación de tejido óseo sobre los tejidos
blandos periarticulares, aunque rara vez conlleva sintomatología clínica. El uso de AINE a
dosis bajas parece reducir la formación de hueso heterotópico, aunque su uso es
controversial por los efectos secundarios a corto y medio plazo
Daño neurovascular: la más importante es la parálisis del nervio ciático poplíteo externo,
que en ocasiones es definitiva, debido a la tracción o a la distensión con presión, ejercida
sobre el nervio ciático mayor con los separadores, o por las maniobras aplicadas sobre el
miembro. Es muy importante, durante la cirugía, proteger el nervio con una compresa
húmeda, de manera adecuada.
En la osteosíntesis
Seudoartrosis: muy baja ocurrencia
Consolidación viciosa: consecuencia, en general, de una mala reducción. Lo más usual es
una consolidación en varo y retroversión
Penetración del implante en la articulación: generalmente, por mala colocación del tornillo
cefálico
Necrosis avascular de la cabeza femoral: se puede observar en fracturas muy desplazadas
donde se ven lesionados los vasos nutricios posteriores.
Fracturas por estrés: se observa en los sistemas de fijación intramedulares, en la punta del
clavo encerrojado.
Fallos del implante: como consecuencia de un defecto de fabricación, o por un mal uso de
éste, aplicándolo en fracturas inestables mal reducidas, donde el implante acaba por
aflojarse o romperse ante la aplicación continua de carga
Tratamiento médico en la fase aguda de la fractura de cadera
El correcto tratamiento de la fase aguda influye en la evolución posterior del paciente.
Tratamiento perioperatorio
Ajustar tratamiento domiciliario
Los adultos mayores tienen gran comorbilidad asociada, por lo general, por lo que es
necesario continuar con el tratamiento farmacológico de base, adecuándolo a la
farmacoterapéutica del hospital, y revisando si es necesario suprimir alguno que pueda
representar un riesgo para la cirugía.
En el ingreso, los pacientes con tratamiento de dicumarol ambulatorio, se cambian a
Heparina a dosis terapéuticas, según la enfermedad; si su tratamiento es de
antiagregación, ésta es retirada por el riesgo de sangrado en la anestesia raquídea. Sin
embargo, este tratamiento de base con antiagregantes no es motivo para retrasar la
cirugía, ya que el retraso de ésta genera mayor morbimortalidad.
Tratamiento del dolor
Es necesario realizar una evaluación adecuada del dolor y de la analgesia necesaria. Se
inicia con AINE, metamizol, y si no se controla se pasa a opioides menores.
Tracción mecánica
No se ha descrito beneficio
Profilaxis tromboembólica
Las HBPM se han descrito como efectivas para realizar la profilaxis, utilizándose también
en reemplazo de los pacientes tratados basalmente con dicumarol. La HBPM se retira 12
horas antes de la intervención y se introduce 6 horas después.
La recomendación de profilaxis tromboembólica es:
-Profilaxis mecánica: compresión mecánica intermitente reduce el riesgo de trombosis
venosa profunda asintomática después de la fractura de cadera.
-Antiplaquetarios (particularmente el AAS): asociado a otros tratamientos antitrombóticos
disminuye el riesgo de desarrollar TVP y TEP. Todos los pacientes con fractura de cadera
deben tomar AAS desde el ingreso hasta alrededor de un mes después, salvo
contraindicaciones
-HBPM: administrarla a todos los pacientes con fractura de cadera con alto riesgo de
enfermedad tromboembólica. Se administran dosis profilácticas subcutáneas desde el
ingreso y hasta alrededor el mes desde el alta.
Balance de fluidos
Identificar y tratar las alteraciones hidroelectrolíticas, que pueden ser por depleción o por
sobrecarga de volumen, para evitar la morbimortalidad en el pre y el postoperatorio
Tratamiento de la anemia
Controles periódicos de hemoglobina para detectar el grado de anemia y determinar el
tratamiento con hierro y/o transfusión de sangre, en casos moderados-graves
Profilaxis antibiótica
Generalmente implicados son los Staphylococcus, siendo el antibiótico de elección las
cefalosporinas de primera generación: Cefazolina; en caso de alergia a penicilinas, los
Glucopéptidos, Vancomicina o Teicoplanina. Se recomienda una dosis intravenosa previa a
la intervención, y en casos de cirugías mayores a 2 horas, se puede administrar una
segunda hora.
Drenajes
No hay evidencia suficiente para determinar el beneficio del uso de drenajes cerrados por
succión.
Movilidad precoz
Previene tanto el desarrollo de úlceras por presión, de TVP, TEP, o de inmovilidad
secundaria. Sentar al paciente a las 24 horas desde la intervención e iniciar la
deambulación en caso de que se permita el apoyo inmediato.
Oxigenoterapia
A todos los pacientes que presenten hipoxemia en el ingreso y durante, al menos, 6 horas
después de la anestesia epidural y por la noche en las 48 horas siguientes.
Rehabilitación
Lo más pronto posible durante la fase aguda, planificando la mejor ubicación del paciente
desde el punto de vista de la rehabilitación, según las necesidades del paciente y lo
recursos con que cuente el área
Para la recuperación funcional del adulto mayor con fractura de cadera se necesita:
Que el paciente no fallezca
Que la intervención quirúrgica tenga éxito y permita la carga
Que la situación del paciente le permita seguir un programa de rehabilitación adecuado
Que los cuidados iniciados en la fase hospitalaria puedan tener continuidad en las
siguientes semanas o meses
Estos cuatro factores pueden verse influenciados por factores: demográficos (edad, sexo); clínicos
(enf. Concomitantes, tipo de fractura, complicaciones posquirúrgica); funcionales (situación previa
a la fractura, en cuanto a capacidad de caminar como en la independencia); mentales (demencia,
depresión, cuadro confusional tras la fractura); sociales (redes, residencia); asistenciales
(seguimiento por especialistas, retraso entre fractura y cirugía, tiempo de retraso de la
rehabilitación, intensidad de la rehabilitación, estadía hospitalaria).
En cuanto a la recuperación de la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria –básicas e
instrumentales- algunos factores predictores de la recuperación son: edad (pacientes más
jóvenes); estado funcional previo a la fractura, menor número de coenfermedades, ausencia de
complicaciones médicas postoperatorias, buena situación sociofamiliar.