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Gil Montero: Historia socioambiental: entre la conquista y el siglo XX 343

16 ä Historia socioambiental: entre la


conquista y el siglo XX

Gil Montero, Raquel


CONICET. Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani. 25 de Mayo 221, Piso 2,
Ciudad de Buenos Aires, Argentina. raquelgilmontero@conicet.gov.ar

ä Resumen — Este capítulo recorre la historia de la Puna entre la conquista española y


el inicio del siglo XX con especial interés en su población y economía. Como consecuencia
de la conquista, a lo largo del período colonial se produjeron importantes transformaciones
económicas, principalmente la pecuarización y la subordinación de la mayoría de las actividades
productivas a la minería de metales preciosos. El período colonial se cerró con las guerras
de independencia que afectaron profundamente a la región por haber sido campo de batalla
y de abastecimiento de los ejércitos. Durante el siglo XIX la población de la Puna de Jujuy
mostró las mayores transformaciones en su evolución motivadas, entre otras cosas, por las
modificaciones en los derechos de la población nativa sobre la tierra, las demandas fiscales,
la conformación de las fronteras internacionales y la llegada del ferrocarril. La mayoría de
la población que habitaba la Puna en dicho siglo era indígena y por primera vez se comienza
a percibir un leve predominio de mujeres. La historia de la Puna de Catamarca y de Salta
difiere un poco de la jujeña, ya que estuvo integrada a Bolivia, primero, y a Chile, después,
hasta fines del siglo XIX. La minería y la urbanización fueron los motores de los cambios
ocurridos en el siglo XX. La Quiaca fue el primer centro urbano de la Puna y a mediados de
dicho siglo era la segunda ciudad de la provincia de Jujuy. Es el período en el que se inician
las actividades mineras modernas.
Palabras clave: Historia de la población, minería, pecuarización, ferrocarril, urbaniza-
ción.

ä Abstract — “Socioenvironmental history: From the Spanish conquest to de 20th century”.


This chapter deals with the history of the Puna region, from the Spanish conquest until the
early 20th century, with special interest on its population and economy. As a consequence of
the Spanish conquest, throughout the colonial period important economic changes occurred,
including the transformation to an economy strongly based on livestock activities (“pecuariza-
tion”), and the subordination of the majority of the productive activities on precious metal
mining. This long period ended with the independence war that profoundly affected the region
because it became a battlefield and a place where the different armies looked for supplies.
During the 19th century the population of the Puna region in Jujuy suffered major transfor-
mations caused, among others factors, by changes in native population land rights; increase
of fiscal obligations; the setting of the international borders; the arrival of the railroads.
Indigenous peoples were the majority of the population of the Puna during the 19th century
and women became predominant for the first time. The history of the Puna of Catamarca
and Salta differs, because it belonged to Bolivia, first, and to Chile, later, until the end of the
19th century. Modern mining and urbanization were the cause of the most important changes
occurred during the 20th century. La Quiaca was the first city of the Puna and in mid-20th
century it was the second city of Jujuy Province in terms of population size. This is also the
period when modern mining began.
Keywords: History of the population, mining, pecuarization, railroads, urbanization.
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LA POBLACIÓN PREHISPÁNICA la Puna de Salta y Catamarca, aunque allí


EN EL MOMENTO DE LA LLEGADA la población se agrupaba en pequeños oasis
DEL EUROPEO (e.g., Santa Rosa de los Pastos Grandes, An-
El territorio de la Puna se caracteriza por tofagasta de la Sierra).
Los primeros europeos llegaron desde el
su aridez, por su altitud y por tener mar-
norte, cuando aún no estaba consolidada la
cados contrastes en su productividad. Estos
conquista del Cuzco. Fueron enviados para
contrastes han influido en la distribución de
descomprimir los conflictos derivados del re-
la población regional, que antes de la llega-
parto del botín peruano (hombres, tierras,
da de los españoles tendió a concentrarse en
metales preciosos). La primera vez que un
algunos bolsones fértiles, rodeados por áreas
español recorrió la Puna de Jujuy fue en
de muy baja o nula producción y población.
1536, cuando Diego de Almagro pasó hacia
Dentro de la Puna el área más poblada se
Chile sin apenas detenerse. Sin embargo, en
ubicaba en torno a la cuenca del río Mira-
el Cuzco se tenía noticias de sus habitantes:
flores, donde residía una población estable y
unos pocos años después de la entrada de
numerosa que fue rápidamente identificada
Almagro, en 1540, Francisco Pizarro entregó
y conocida por los españoles como los casa-
desde el Perú en encomienda a los casabin-
bindos y cochinocas (Madrazo, 1982; Sica,
dos y a los cochinocas, quienes no pudieron
2005; Albeck et al., en este volumen). En ser sometidos efectivamente porque estaban
dicha cuenca se desarrollaba una actividad la mayor parte del tiempo “rebelados” (como
agropastoril, complementada con recursos se indica en los documentos). La encomienda
que se encontraban dentro de la misma Puna era una gratificación obtenida como recom-
o en los valles cercanos. Además de este bol- pensa por los servicios militares prestados
són fértil en Miraflores, se encuentran algu- en la conquista o por un equivalente (Presta,
nos pequeños oasis en los que la agricultura 2000). El rey le confería al beneficiario el
fue importante antes de la llegada de los derecho de gozar inicialmente del servicio
españoles. Uno de ellos fue Aguas Calientes personal de sus encomendados, y posterior-
de Rachaite también conocido como Don- mente de su tributo. A cambio debía pro-
cellas, situado hacia el Sur de la cuenca del tegerlos y brindarles instrucción religiosa.
río Miraflores; otro fue la cuenca del río San En la Puna tuvieron que pasar muchos años
Juan, la de la laguna de Pozuelos y la del antes que los conquistadores pudieran circu-
río Yavi. lar por la región de un modo más o menos
En el resto de la Puna tanto la distribu- seguro, explorarla y aprovechar en forma
ción de los recursos como la de la población sistemática la mano de obra indígena de las
era heterogénea y mucho menor. Al norte, encomiendas.
la cuenca del río Grande de San Juan y los Mientras el territorio conocido como el
entornos de Yavi eran parte de los territorios Tucumán (gran parte del noroeste argenti-
ocupados por población chicha, cuyo centro no) intentaba ser pacificado y no podía ser
demográfico se ubicaba al sur de la actual transitado si no era con guardias armadas,
Bolivia, en la cuenca del río Talina. Era po- en la actual Bolivia se descubrió el centro
blación agropastoril, que tenía también espe- minero que fue el corazón económico es-
cialistas ceramistas y mineros (Zanolli, 2003; pañol en América del Sur: Potosí. Durante
Ávila, 2005; Nielsen et al., 2015). Al occi- su apogeo —fines del siglo XVI y comienzos
dente (parte de los actuales departamentos del XVII— Potosí produjo el 90% de la pla-
de Santa Catalina, Rinconada y Susques) la ta de todo el Virreinato del Perú, porcentaje
población era más dispersa y estaba espe- que disminuyó al 68% a lo largo del siglo
cializada en el pastoreo de llamas, la caza XVII. Todo esto en un contexto mundial en
y la recolección, las actividades extractivas, el que este virreinato era el mayor productor
y cuando había agricultura, estaba acotada de plata del mundo. Potosí y en general los
al consumo familiar. Lo mismo ocurría en centros mineros desarrollados en la actual
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Bolivia influyeron muy fuertemente en la ducción de una gran variedad de productos


historia de la Puna ya sea porque requirieron requeridos principalmente por el mercado
mano de obra y alimentos, o porque fueron minero.
el origen de emprendimientos locales. Uno de sus principales encomenderos, Pa-
La ocupación colonial de la Puna recién blo Bernárdez de Ovando, logró consolidar
se pudo consolidar varias décadas después un importante patrimonio territorial cuyo
del descubrimiento de Potosí, luego de la centro estaba en Tarija y que fue ampliado
tercera fundación de Jujuy (en 1593) y de por su yerno Campero y Herrera. Este últi-
la victoria de Francisco de Argañaraz sobre mo gestionó y logró a comienzos del siglo
el cacique Viltipoco, que había sido uno de XVIII que le fuese concedida la encomienda
los principales líderes de la resistencia indí- por tres generaciones más a sus sucesores y
gena (Sica y Zanolli, 2010). Antes de dicha que le fuera otorgado el título de marqués
ocupación, sin embargo, los rumores sobre del Valle de Tojo (Madrazo, 1982). Gracias
su riqueza minera ya habían comenzado a a esta gestión la encomienda de los casabin-
circular. dos y cochinocas fue una de las pocas cuya
existencia se extendió hasta comienzos del
L A C O N Q U I S TA Y L A O R G A N I Z A C I Ó N siglo XIX.
DEL MUNDO COLONIAL Las actividades económicas que se desa-
rrollaban en este complejo de haciendas eran
La conquista implicó —en términos
muy variadas. La principal propiedad estaba
generales y prácticamente en todo el con-
en La Angostura, en Tarija, y se especializaba
tinente— la ocupación del territorio, el
en la producción de vino. El complejo incluía
sometimiento de la población nativa, la
otras tierras en las que cultivaba trigo, maíz,
disminución de la población indígena por
papas, frutales y otras más destinadas a la
muerte o por migración, la introducción de
producción e invernada de diferente ganado
nuevas especies animales y vegetales, y la
que era llevado principalmente para abaste-
extracción de diferentes recursos. En parti-
cer a los centros mineros de la actual Boli-
cular en la Puna las dos principales formas
via. La hacienda más importante de la Puna
de ocupación colonial del territorio fueron
estaba localizada en Yavi, en la actual Puna
la hacienda agropecuaria y las explotaciones
argentina. Los encomenderos aprovechaban
mineras. Además las autoridades españolas
la mano de obra de casabindos y cochinocas
reorganizaron a la población nativa en lo
no solamente en ella, sino también en las
que se conocía como“pueblos de indios”, re-
haciendas y chacras de Tarija. En una visita
definiendo sus derechos comunales sobre la
que realizó el oidor Martínez Luján de Var-
tierra. En este apartado se analizan estos tres
gas a la encomienda en 1694 se enumeraron
tipos de organización y posteriormente, en
los trabajos que debían realizar los indígenas
forma conjunta, otros tipos de asentamien-
para Campero como forma de pagarle los
to que existieron en la región durante este
tributos: matanza de ganado y charqueo,
período.
transporte de correspondencia y en general
de camas o ropa para los viajes del encomen-
L A H A C I E N D A D E YAV I
dero, transporte de mercancía a los asientos
La importancia de esta hacienda se basó mineros de Lípez, Chichas y Potosí, además
en dos elementos que fueron reuniendo los de la invernada de ganado (Transcripción
sucesivos encomenderos de los casabindos y de la visita en Boixados y Zanolli, 2003).
cochinocas. El primero fue, precisamente, la Campero llevaba también a parte de su enco-
existencia de una encomienda que garantizó mienda a trabajar a las haciendas agrícolas
el acceso a la mano de obra y a los tributos de Tarija, en especial al valle de Tojo, aguas
hasta el proceso de independencia. El segun- abajo de Yavi, en actual territorio boliviano
do fue un complejo de propiedades ubicadas (Archivo General de la Nación, 13-18-7-4).
en diferentes lugares, que permitía la pro- No hay mucha información acerca de la
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población que vivía en la hacienda ya que la grandes escalas ni inversiones importantes,


mayoría de los “censos” coloniales refieren aunque sí un cambio significativo en la com-
solamente a los indígenas que eran tributa- posición de la población y en su distribución
rios. Sin embargo, en 1778 el rey Carlos III relativa. Por lo pronto, esta actividad promo-
ordenó la realización de un censo en todo vió la residencia de españoles, quienes estu-
su imperio americano, cuyo padrón corres- vieron ocasionalmente acompañados por es-
pondiente a la Puna aún se conserva (Rojas, clavos o por indígenas provenientes de otras
1913). En ese año el marqués era Juan José regiones. Se han encontrado numerosos si-
de Martiarena de 23 años; fue empadronado tios donde se realizaban fundiciones de me-
en Yavi junto a su familia y sus 31 sirvien- tales en hornos de tecnología colonial, tanto
tes, la mayoría de ellos negros y mulatos en Coyaguaima como en las cercanías del
esclavos y libres (algunos de ellos con hi- pueblo de Santo Domingo (Angiorama y Be-
jos) y también algunos indígenas. Fuera de cerra, 2010). Y aunque no se han encontra-
la casa del marqués —aunque dentro de la do aún evidencias arqueológicas de ingenios
hacienda— vivían otros españoles con escla- como los encontrados en Lípez o Chichas, sí
vos (aunque pocos), mulatos libres que se hay documentos que indican su presencia y
habían establecido con sus familias, y una la utilización de la técnica de amalgama con
mayoría indígena. mercurio para separar metales preciosos. El
peso demográfico que había tenido la cuenca
LA ACTIVIDAD MINERA de Miraflores se diluyó parcialmente con el
surgimiento de los asentamientos mineros,
La actividad minera no fue nueva en la algunos de los cuales pervivieron y se trans-
región, aunque los trabajos arqueológicos formaron en cabeceras de las parroquias o
más recientes sostienen que antes de la lle- en residencia de las autoridades locales.
gada de los españoles no había sido muy in- La actividad minera se desarrolló en cua-
tensa. Sin embargo, los minerales preciosos tro grandes espacios iniciales: en el sur de la
son abundantes en la Puna y se piensa que laguna Pozuelos y en las cuencas de los ríos
fueron la principal causa del avance tanto Santa Catalina, Grande de San Juan y Coya-
incaico como colonial sobre las tierras altas guaima. No tenemos datos generales de la
pastoriles. Las primeras minas coloniales do- población antes de 1702, que fue cuando se
cumentadas datan de 1600 en Cochinoca, realizó una visita eclesiástica. En ella se pue-
apenas pacificada la región (Angiorama y de ver que las tres primeras áreas estaban
Becerra, 2014; Becerra, 2014). En esos años claramente habitadas y que predominaba en
la actividad minera era intensa en las vecinas ellas la actividad minera. Algunos de los si-
jurisdicciones de Chichas y Lípez (sur de la tios que estaban poblados en esa visita eran
actual Bolivia), donde se encontraron impor- Pan de Azúcar, Yoscaba, San Juan de Oros,
tantes vetas de plata y de oro y se aplicó con Rinconada y Santa Catalina (Figura 1).
frecuencia la entonces novedosa tecnología La explotación de metales preciosos no
de la amalgama con mercurio para separar fue constante a lo largo del período colonial.
los metales preciosos del resto del mineral. Hay algunas evidencias que sugieren que a
Allí las inversiones fueron importantes, lo un primer momento de intenso cateo y labo-
mismo que la llegada de trabajadores desde reo, le siguió un período de menor actividad
todos los rincones del Virreinato del Perú entre fines del siglo XVII y comienzos del
(Gil Montero, 2015). La Puna estaba inte- XVIII. En la segunda mitad de este último
grada a aquel territorio por el que circulaban siglo hubo una reactivación de la minería y
mineros y metalurgistas trasladando hom- el descubrimiento de vetas que dieron origen
bres, conocimientos e insumos. a asentamientos de mayor envergadura. Uno
Las explotaciones mineras coloniales de de ellos fue Antiguyoc, convertido en vice-
la Puna, a diferencia de las jurisdicciones ve- parroquia de Rinconada por la cantidad de
cinas de Lípez y de Chichas, no implicaron habitantes que tenía. La reactivación se pue-
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Figura 1. Principales localidades referidas en este capítulo.


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de observar con claridad en la composición do como otros españoles interesados en el


de la población de Rinconada empadronada ganado para el mercado minero avanzaron
en el censo de 1778: allí vivía la mayoría de sobre ellas, apropiándose al menos en parte.
los españoles de la Puna. Más interesante Hacia fines del siglo XVII, el nuevo enco-
aún resulta el lugar de origen de quienes mendero Campero les cedió algunas tierras
habían llegado de otras partes del virreinato, para el pastoreo hacia Cobre y Barranco, ce-
ya que todos provenían de asientos mineros. sión que les posibilitó el acceso a las Salinas
Entre ellos se destacan Potosí, Tupiza, Es- Grandes.
tarca, Esmoraca, Chocaya, Lípez y Oruro, lo Además de estos tres tipos de organiza-
que sugiere que aún a fines del siglo XVIII ción residencial, en la Puna encontramos
había una estrecha relación entre quienes se población “libre”, es decir, indígenas que no
dedicaban a la minería a los dos lados de la fueron incorporados a la encomienda, ni lle-
actual frontera internacional. vados como mano de obra de las minas, sino
Tanto Antiguyoc como Ajedrez en Rinco- que vivían en los intersticios que les permitía
nada e Incahuasi en la Puna de Catamarca la ocupación española interviniendo a veces
(Lema, 2012) han sido excepciones dentro —en forma voluntaria o forzada— en la vida
de la explotación minera de la región ya que colonial (Gil Montero, 2004a). La ganadería
fueron asientos mineros relativamente gran- trashumante que era su principal sustento
des que integraban la producción minera, el les permitió movilizarse y participar del
procesamiento y las viviendas. La mayoría de transporte o de los mercados mineros para
las explotaciones mineras, en cambio, han vender sus productos.
dejado poca evidencia material (a veces sin
asociación clara con viviendas)que se restrin- PECUARIZACIÓN Y CAMBIOS
ge a hornos (Coyaguaima, Pan de Azúcar), EN LA ECONOMÍA
socavones o explotaciones a cielo abierto,
Junto con los europeos llegaron a Amé-
trapiches de moler y marayes (molinos de
rica sus plantas y sus animales, entre otros
piedra).
la cebada, alfalfa, ovejas, mulas, vacas, bu-
rros y aves de corral que fueron importan-
LOS PUEBLOS DE INDIOS DE LA
tes en la Puna. Algunos fueron introducidos
PUNA: CASABINDO Y COCHINOCA
en forma obligatoria, como por ejemplo las
Estos pueblos fueron fundados a comien- gallinas: los indígenas del altiplano debían
zos del siglo XVII como parte de la reorga- criarlas para —entre otras cosas— alimentar
nización territorial impulsada por la corona a los curas párrocos. Otros animales llegaron
española y tendiente a facilitar el gobierno con los conquistadores, se reprodujeron en
y la organización de la fuerza de trabajo. forma muy variada y fueron aprovechados
El primero de ellos se emplazó en un área por las poblaciones locales que rápidamente
donde hay restos materiales que indican los integraron a sus vidas. Una de las evi-
actividad agrícola prehispánica (Albeck y dencias de esta apropiación voluntaria es la
Ruiz, 2003), mientras que el segundo fue presencia de huesos de este ganado en sitios
organizado en la cercanía de la explotación habitados por indígenas que no habían sido
minera colonial. En esos pueblos se buscó conquistados pero que tenían contacto espo-
concentrar la población dispersa de la enco- rádico con el mundo colonial(Nielsen, 2001;
mienda para poder acceder tanto a ella como Nielsen et al., 2015).
a sus tributos. La reorganización implicaba Durante el período colonial las princi-
también adjudicar tierras para el cultivo y pales actividades desarrolladas en la Puna
el pastoreo de ganado, aunque no todas las y en los territorios cercanos a ella fueron
tierras originariamente entregadas logra- la minería y, donde era posible, la produc-
ron conservarse. A pesar de las ordenanzas, ción agropecuaria destinada a abastecer a
tanto el encomendero Bernárdez de Ovan- los centros mineros y urbanos. Esta última
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se concentró en los fértiles valles tarijeños y producción textil destinada tanto al vestido
chicheños, mientras que la Puna se especia- de la familia como al mercado. La ventaja
lizó en minería, ganado y pasturas allí donde que tenían los puneños era que sus tierras
era posible. La agricultura (que había esta- estaban comparativamente libres de espinas
do presente sobre todo en los lugares por y suciedad, por lo que a pesar de carecer
donde pasaba el Qapac Ñam, el camino del de buenas aguas para lavar la lana, ésta era
Inca) fue perdiendo su importancia en este más limpia y abundante que la de los valles
período. y laderas húmedas. La lana se mezclaba por
Fueron muchos los factores que promo- colores (blanco de la oveja con gris o negro
vieron el abandono relativo de la agricultura de llama y marrón de vicuña) o se teñía con
y el incremento de la actividad ganadera. cochinilla o añil, oriundos de la actual Boli-
Uno de ellos fue la crisis demográfica pro- via. A veces se utilizaban tinturas vegetales
vocada por la conquista y colonización del para conseguir los colores verde y amarillo.
territorio, ya sea por muerte, por emigración Los actuales departamentos de Cochinoca
o por la saca de personas destinadas a servir y Yavi concentraban la mayor cantidad de
en otros lugares. La agricultura local deman- ganado introducido (bovinos, equinos, ovi-
daba el trabajo de una población numerosa nos y caprinos), cuya producción estaba ma-
destinado a la construcción y mantenimiento yoritariamente orientada al mercado. En el
de la andenería, así como de la infraestruc- siglo XVII sobresalía el ganado bovino, cuyo
tura de riego donde era posible y necesario. faenado estaba destinado a abastecer a Poto-
Por su parte, la ganadería se presentó como sí y otros centros mineros del sur de la actual
una actividad fuertemente impulsada por Bolivia. De las vacas se extraía la carne, el
el invasor que demandaba menos mano de cuero y el sebo, todos productos requeridos
obra y a la vez tenía mercado seguro en los en los asientos mineros. Podemos encontrar
asientos mineros. Finalmente, muchos de los menciones en los documentos de matanza de
lugares donde antes había habido agricultu- ganado y de su preparación para las minas
ra se convirtieron en sembradíos de pasturas desde el período colonial temprano. Ya se
para el ganado que pasaba en pie para ser hablaba de esta actividad a comienzos del
vendido en Potosí, en otros asientos mineros siglo XVII, sobre todo por las ventajas que
o en las villas cercanas. ofrecía el clima tan seco y fresco. En 1788,
La ganadería se desarrolló en formas di- por ejemplo, Don Ángel Antonio de la Bar-
ferentes en la Puna según se analice la pro- cena tenía una cancha para hacer matanzas
ducción doméstica o la de las estancias des- de vacas en su hacienda de Rinconada para
tinadas a los mercados coloniales. El ganado abastecer de carne las minas de San Pedro,
doméstico se empleaba básicamente para el jurisdicción de Atacama y de Pan de Azúcar
consumo de carne (fresca o como charqui) en Rinconada. A comienzos del XVIII los va-
y su venta, la extracción de lana (oveja y cunos comenzaron a disminuir en cantidad,
llama), el transporte de productos, el apro- aunque se continuó con la producción, y
vechamiento de su guano como combustible se incrementaron los burros que anterior-
(takia de llama) y de los cueros de oveja mente habían sido muy pocos ya que para
para acostarse. Estos productos servían tanto el transporte se prefería la mula o la llama
para el autoconsumo como para abastecerse (Gil Montero, 2004a).
mediante trueque o venta de aquellos otros Con respecto al territorio de la Puna ex-
que no se podían producir en la región, so- tra-jujeña (Salta y Catamarca), los prime-
bre todo coca, ají, maderas, maíz, algunos ros documentos escritos que encontramos
tipos específicos de telas, frutas, pescado. datan de la primera mitad del siglo XVIII,
El ganado se vendía en forma de charqui poco antes de incorporarse con claridad a la
o “abiertos” (carne secada y salada), sobre jurisdicción de Atacama. Hasta ese momen-
todo a las regiones mineras cercanas. Pro- to fue un territorio de frontera y por ello
porcionaba lana que era utilizada para la hay muy poca información en los archivos,
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aunque encontramos evidencias de la reali- el 85% eran indígenas. Fue en ese contexto
zación de cateos y explotación de minerales. que comenzó un largo período de guerras
Estaba habitado en su mayoría por indígenas que tuvo a la Puna como campo de batalla:
aunque también vivían algunos españoles las guerras de independencia (1810-1825) y
(ATJ, Legajo 1145, 9 de abril de 1738). Y la guerra contra la Confederación Perú-Boli-
si bien la minería estuvo presente en toda viana (1836-1839). A esto se sumó en 1834
la colonia en ese territorio, tuvo un mayor la conformación de Jujuy como provincia
desarrollo en el siglo XVIII, lo que parece que no incluía aún al actual departamento
haber impactado en la producción ganadera de Susques el cual era parte de Atacama (en
de la Puna. aquel entonces de Bolivia). Gran parte del
Estudios de caso permiten inferir cómo costo económico de la guerra recayó sobre
era la vida en estos territorios de frontera an- los territorios que fueron campo de batalla
tes de su incorporación a Atacama y de una y se convirtió en un problema omnipresente
mayor formalización del control colonial. En e insoslayable.
Coranzulí, Susques (que en aquel período La mayoría de las fuerzas que pelearon
pertenecía a Atacama), se han encontrado en estas dos guerras estuvo compuesta por
centenares de chullpas, estructuras que te- habitantes que provenían de otras regiones,
nían una estrecha relación con los ancestros mientras que la población local fue reclu-
y que fueron lugares de culto a los antepa- tada ocasionalmente en forma forzada y a
sados, adornados con motivos religiosos cris- veces participó voluntariamente, incluso in-
tianos (Rivet, 2013). Este hallazgo permite tegrándose activamente a las batallas como
pensar que en aquellos lugares de frontera, guerrilla; en otros momentos se alejaban de
donde no había un control colonial estable, los combates llevándose sus bienes; a veces
vivían indígenas que estaban en contacto oficiaban de espías; y siempre alimentaban
con la sociedad hispana y que incorporaron a los ejércitos, atendían a los oficiales, cui-
diferentes aspectos de ella, resignificándolos. daban de su ganado y transportaban los in-
A partir de la escasa documentación encon- sumos (Gil Montero, 2004b).
trada se puede observar cómo, a pesar de Uno de los grandes problemas que en-
ser territorio de frontera, quienes vivían en frentaban los encargados de la logística de la
Coranzulí iban a bautizarse o a casarse a Ca- guerra era la manutención de los soldados y
sabindo, o eran llevados para ser juzgados de sus animales de carga. Los animales eran,
también en la jurisdicción de Jujuy (ATJ, Le- en particular, la obsesión de los ejércitos y
gajo 1145,9 de abril de 1738). formaban parte principal de la logística. El
ganado tenía diversos usos, entre ellos el
LA GUERRA EN LA PUNA
traslado de oficiales, armamento, víveres
y enseres, servía de alimento de las tropas,
Entre fines del siglo XVIII y comienzos etc. La mayor parte de la artillería era de
del XIX, el sur de los Andes atravesó dife- montaña y muy ligera porque los caminos
rentes crisis que afectaron sobre todo a la no permitían rodados, por lo que con fre-
población indígena. La población creció cla- cuencia se trasladaban en mulas, y cuando
ramente por primera vez desde la década no había se hacía a lomo de llamas, con su
de 1720, requiriendo tierras que habían sido paso lento y las dificultades que tenían para
apropiadas, en parte, por los españoles. La organizarlas. Otra alternativa era poner a los
presión fiscal (los tributos indígenas) se in- indígenas como cargueros, en el lugar de los
crementó a partir de una serie de reformas animales, como lo describió José María Paz
llevadas adelante por los reyes Borbones en en la batalla de Vilcapugio.
el último cuarto del siglo XVIII, y se hizo ¿Cuántos hombres implicaba una cam-
muy difícil de evadir (Tandeter, 1998). En paña militar, por ejemplo, la entrada del
1778 el 60% de la población total del terri- ejército del Norte a la actual Bolivia? La
torio jujeño vivía en la Puna y entre ellos, mayor parte de las acciones descritas en las
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fuentes consultadas (Gil Montero, 2004b) del ingreso de los contingentes militares a
implicaba unos tres mil guerreros, a los que una región donde los pastos son escasos y la
habría que sumar los acompañantes —mu- mayoría de la población vivía del pastoreo.
jeres y sirvientes— que solían ser aproxima- Las guerras de Independencia inaugura-
damente el mismo número o poco menos. ron una nueva frontera internacional que de-
La vanguardia realista contaba también con moró en conformarse realmente y cuya histo-
ese número de soldados, en gran parte de ria está cruzada de redefiniciones y tratados.
los años de guerra. La población total de la En el caso de la Puna de Jujuy, la frontera
Puna no llegaba a los 9000 habitantes para dividió una región otrora fuertemente inte-
ese período. Es decir, en los momentos en grada en términos económicos y sociales. En
los que se movilizaban los ejércitos regula- el mediano plazo afectó tanto los circuitos
res una cantidad por lo menos cercana a la mercantiles en los que participaba la Puna
mitad de la población de la Puna atravesaba como abastecedora principalmente de mer-
la región requiriendo alimentos para ellos cados mineros con sebo y ganado en pie o
y para sus ganados. Los animales que los charqui, como los circuitos de intercambio
acompañaban eran mayormente mulas y que integraban a la Puna con Tarija.
llamas para el transporte, algunos caballos
para los oficiales y ocasionalmente ganado LA FRONTERA Y EL “PROBLEMA
en pie para comer (vacas, ovejas o llamas). DEL INDIO”
¿Qué cantidad de alimento necesitaba
una fuerza militar como las que solía acan- La independencia afectó también la rela-
tonarse en la región? A comienzos de la gue- ción de los indígenas con el Estado. En la ac-
rra un estratega realista señalaba que para tual Argentina no hubo una política central
los ejércitos que entraban al actual noroeste destinada a resolver el llamado “problema
argentino necesitaba 13.800 ovejas, 2.100 del indio”, sino que cada provincia tuvo que
llamas y 320 vacas para cubrir los requeri- decidir lo que haría. En el caso particular de
mientos de dos meses (Gil Montero, 2004b). Jujuy, la provincia tuvo que definir su políti-
Los relatos que mencionan la recolección de ca con relación a la encomienda, los tributos
ganado no permiten realizar una buena esta- indígenas y las tierras comunales. Un ter-
dística, ni tampoco conocer con precisión los cio de los tributarios de la Puna había sido
lugares donde se tomaba el ganado. considerado hacia fines de la colonia como
En 1873 se publicaron estadísticas que indios “originarios con tierras”, mientras los
se presentaron en la Exposición Nacional demás eran “forasteros sin tierras”. Con res-
de 1871, Córdoba, que permiten poner en pecto al resto de la Puna, en cambio, como
contexto la cantidad de animales requerida pertenecía a Bolivia, la suerte de sus tribu-
por los ejércitos, aunque no correspondan tarios estuvo ligada a los cambios ocurridos
exactamente al mismo período (tabla 1). en aquel territorio: al menos hasta fines del
Unos pocos años más tarde (1865) se re- siglo XIX continuaron pagando sus tributos
gistraron en Cochinoca 6.069 burros y 2.981 y gozando de sus tierras.
vacas (Bárcena, 1873). Estas cifras permiten La provincia de Jujuy heredó del período
tener una idea de lo que pudo ser el impacto colonial diversos tipos de acceso a la tierra
que se vieron afectados por las reformas li-
Ta b l a 1 . Ganado censado en la Puna en berales del siglo XIX. Estas reformas promul-
1857. Fuente: Bárcena, 1873: 250. gaban la desaparición de todas aquellas for-
mas que no se encuadraran en la moderna
Departamento Llamas Ovejas
propiedad privada. A pesar de haber logrado
Yavi 6.456 144.738 sostener parte de los derechos comunales so-
Rinconada 3.881 68.318 bre sus tierras según las leyes que regían en
Santa Catalina 11.716 67.198 el período colonial, los pobladores de Co-
Cochinoca 10.934 140.290 chinoca y Casabindo se vieron despojados
352 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

de ellos por los descendientes del marqués territorios indígenas a partir del dominio mi-
del Valle de Tojo, que convirtieron el tributo litar y de la incorporación de territorios limí-
en arriendo. Este conflicto, que afectó ini- trofes mediante la diplomacia, acciones que
cialmente a quienes habían pertenecido a buscaban definir las fronteras argentinas.
la encomienda, se extendió rápidamente al En el caso concreto de la Puna este proceso
resto de la población de la Puna. Entre las complicó las antiguas relaciones que tenía
décadas de 1850 y de 1870 la Puna sufrió la población local con el resto de los An-
una sucesión de revueltas campesinas que des, interponiendo aduanas, control militar
culminaron en enero de 1875 con la batalla y una burocracia donde antes no existía. La
de Quera (Paz, 1989, 1997). frontera dividió espacios que habían estado
Una vez que los indígenas fueron derro- unidos, como en el caso de las cuencas que
tados militarmente, la lucha continuó en el se convirtieron en frontera (por ejemplo, la
plano legal. Los descendientes de los “indios del río San Juan), que habían sido unidades
de encomienda de Casabindo y Cochinoca” territoriales en el pasado, de libre circulación
litigaron ante la Suprema Corte de Justicia y ocupación indistinta de los márgenes. En el
por las tierras que habían sido de sus an- proceso se sumaron también algunos territo-
tepasados, con el argumento de que la en- rios que no habían sido delimitados muy cla-
comienda no otorgaba derechos sobre las ramente durante la colonia y que se fueron
tierras de comunidad. La Corte determinó integrando a lo largo del tiempo a Argentina
en 1877 que las tierras eran propiedad de la o a Bolivia. Un ejemplo aún poco explorado
Provincia (Fallo de la Suprema Corte, Bue- en su integración es el de Cusi Cusi, que no
nos Aires 19-4-1877, Causa XLIV). A partir era muy claro si pertenecía a Santa Catalina
de allí se discutió en el ámbito de la legis- o a Lípez. Finalmente, se incorporaron los te-
latura de Jujuy cuál debía ser el destino de rritorios atacameños que formaron parte de
estas tierras y tras diversas deliberaciones se Bolivia tras la independencia de este país en
decidió conservarlas y cobrar arriendo, situa- 1825. La historia de estos territorios es com-
ción que se mantuvo entre 1880 y comienzos pleja ya que como consecuencia de la guerra
del siglo XX. del Pacífico (1879-1883) pasaron a formar
En 1901 un arqueólogo sueco que reco- parte de Chile, aunque por poco tiempo. En-
rrió la región, Eric Boman, dejó una imagen tre los diferentes tratados que definieron la
que sintetizaba crudamente esta realidad: frontera noroeste del país, esta porción de
“El territorio está dividido entre un peque- Atacama se integró a la Argentina en 1899
ño número de propietarios que viven, casi y conformó el Territorio Nacional de los An-
todos, en Jujuy. Cada propietario tiene una des. En 1943 se dividió para formar parte de
enorme extensión, habitada por un centenar tres provincias diferentes: Jujuy (Susques),
de indios, o más, que deben ceder al pro- Salta (Pastos Grandes) y Catamarca (Anto-
pietario la mayor parte de los productos de fagasta de las Sierras).
sus pequeños rebaños y, además, entregar su En 1925 se le encargó a una comisión
trabajo personal cuando se les requiere. La que investigara los problemas del latifun-
mayoría de los propietarios no han visitado dio de la Puna, originados por los procesos
nunca sus dominios de la Puna; se conten- arriba descritos de despojo y transforma-
tan con enviar de tiempo en tiempo a un ción de prácticamente todos los indígenas
administrador para recoger sus arriendos y en arrendatarios. El informe que realizó
resolver cuestiones de litigios que pueden dicha comisión da cuenta no solamente de
suscitarse con los indios” (Boman, 1992 los problemas que tenían los indígenas sino
[1901]: 468-469). de lo poco regularizadas que estaban aún
Los conflictos por la tierra se dieron den- las propiedades. Se relevaron dos fincas en
tro de un contexto nacional —iniciado en Rinconada, una en Yavi y numerosas fincas
las últimas dos décadas del siglo XIX—, en en manos de accionistas en Santa Catalina.
el que el estado argentino avanzó sobre los Estas propiedades, sin embargo, no cubrían
R. Gil Montero: Historia socioambiental: entre la conquista y el siglo XX 353

la totalidad de la superficie de estos depar- de dicha quebrada los caballos eran reempla-
tamentos sino una parte, que se entendió zados por mulas, no solamente por la falta
como mayoritaria. En Cochinoca las tierras de buenas pasturas en la Puna, sino también
eran fiscales ya que habían pasado a manos por su capacidad para atravesar difíciles ca-
del Estado tras el fallo de 1877. A pesar de minos bordeados de precipicios. Los cruces
esta investigación, con el pasar de los años de ríos, tan dramáticos en algunas provincias
la situación se mantuvo con pocos cambios. debido a la ausencia de puentes, quedaban
En mayo de 1946 los indígenas de la Puna atrás y lo que predominaba, en cambio, era
iniciaron una marcha hacia Capital Federal la aridez, la soledad y lo extremo del clima.
que se conoció como “el malón de la paz”. “Las uñas se parten, los labios se agrietan,
El “malón” llegó a destino en agosto y fue el cabello pierde su flexibilidad, las botas,
despachado con las manos vacías. las correas y las monturas se resecan y se
rompen” (Boman, 1992 [1901]: 402). Las
C I E N T Í F I C O S , N AT U R A L I S TA S descripciones que dejaron la mayoría de los
Y MINEROS EN BÚSQUEDA viajeros de las tierras altas en su conjunto
DEL NUEVO ELDORADO son deprimentes.
La visión que tenían de la Puna quienes
Científicos, inversores, viajeros, autori- llegaban por el noroeste, en cambio, era muy
dades políticas circularon por la Puna a lo diferente. Bertrand, por ejemplo, se asomó
largo de todo el siglo XIX y comienzos del XX a Santa Catalina desde el alto de la frontera
y dejaron diversas impresiones e informes Boliviana en Berque, en una de sus etapas
que hoy son fuentes para nuestros estudios. de un largo viaje por el desierto de Atacama.
Sus miradas, además de estar muy influidas Maravillado por la pampa que se extendía
por sus historias personales y nacionalidad, ante su vista, la describió como hermosa y
dependían también de la trayectoria de sus llena de animales de todo tamaño y especies
viajes. La gran mayoría de las referencias im- (Bertrand, 1885: 187). Ludwig Brackebusch
portantes de mineros, viajeros y naturalistas también se sorprendió unos años antes en su
hablan de los metales preciosos, en particu- visita a la Puna por la vitalidad del comer-
lar de la presencia del oro en la Puna, sin cio de Santa Catalina. Desde allí los viaje-
que haya todavía novedades con relación ros podían relacionarse con toda la región
a la extracción de metales utilizados en la circundante y adquirir de todo, incluida la
industria (cobre, estaño), algo que estaba mejor cerveza alemana a muy buen precio
ocurriendo en otras regiones mineras del (Brackebusch, 1990: 45).
mundo. No hay registro de explotaciones de Al igual que en tiempos coloniales, los
larga duración o de grandes inversiones, si metales preciosos seguían convirtiendo este
bien Eldorado estaba siempre presente en el desierto en algo deseable: el principal motivo
norte de quienes recorrían la región. de estos viajes fue el renovado interés des-
Muchos de los viajeros llegaron a la pertado ocasionalmente a lo largo de aquel
Puna desde Buenos Aires. El viaje implicaba siglo por la minería regional. Las conclusio-
la utilización de carruajes que servían para nes casi constantes de todos los viajeros una
atravesar interminables llanuras y caminos vez finalizada la misión, sin embargo, no
de serranías bajas y valles. Pero una vez lle- fueron muy halagüeñas ya que encontraban
gados a Jujuy, el tramo siguiente que era de muchos factores adversos para un buen de-
alta montaña sólo podía hacerse montado sarrollo minero. Los principales eran (depen-
y llevando la carga sobre los animales. Al diendo del momento en el que se escribía) la
adentrarse en la Quebrada de Humahuaca falta de mano de obra capacitada, de capital
se dejaba atrás el exuberante paisaje de los para inversiones y de vías férreas para facili-
valles de Salta y de Jujuy —sus ríos, su ve- tar el traslado de equipamientos, combusti-
getación pero también sus insectos—, para ble, agua, forraje, insumos, mano de obra y
entrar a otro más árido y más alto. Al salir minerales. La minería local despertó también
354 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

una suerte de fiebre inmobiliaria y muchas San Juan Mayo, Santa Catalina, las costas
tierras de la Puna fueron adquiridas por per- de la laguna Pozuelos y algunas minas que
sonas que nunca vivieron en la región. aún persisten como Antiguyoc, Galán, Aje-
Las descripciones de la actividad minera drez, Timón Cruz, Minas Azules, Apóstoles,
realizadas por los científicos y viajeros estu- San León, Oratorio (Brackebusch, 1893: 9).
vieron muy influidas por la experiencia pre- Bertrand, por su parte, sostenía que hacia
via que llevaron al campo. Brackebusch, por 1880 en el actual departamento de Susques
ejemplo, recorrió muchos parajes mineros había tres minas de oro en actividad, aunque
de la Puna y los describió continuamente en explotadas artesanalmente por los indígenas:
comparación con las villas alemanas o con Susques, Olaroz y Rosario, este último sitio
sus trabajadores. Para este autor, el minero prácticamente abandonado en esa época.
en la Puna trabajaba en solitario, se cocina- Este viajero destacó las ventajas que ofre-
ba una comida sencilla en una vivienda que cía la explotación artesanal de estas minas,
era en realidad solamente una pirca que le que no estaban sujetas a la disponibilidad de
ofrecía reparo contra el viento. No utilizaba agua y por ello no tenían las fluctuaciones
trajes particulares sino que se vestía como en el tratamiento de los minerales que había
los paisanos, con poncho, chiripá, sandalias visto en otras minas regionales, como por
y sombrero. Era muy austero y aguantaba ejemplo en Incahuasi, donde se utilizaba la
condiciones duras de vida en los lugares técnica de la amalgama.
donde trabajaba, que carecían de agricultu- La información existente sobre la pobla-
ra, animales y comodidades en general. Su ción es compleja de ser usada como indica-
descripción contrasta con la que encontra- dor de actividad económica ya que las ocu-
mos en la documentación aquí analizada: paciones declaradas en los censos no suelen
en ella se lo observa al minero trabajando reflejar más que una parte de la realidad la-
con su familia o asistido por ella, en luga- boral de los habitantes del ámbito rural. La
res cercanos a los de su residencia habitual mayoría de ellos eran campesinos que tenían
(Gil Montero, 2004a). Lo mismo encontró múltiples ocupaciones y no es claro con qué
Boman, quien describe siempre a las familias criterio se decidía declarar una sola de ella.
que vivían de esta actividad y la realizaban Los censos provinciales y los dos primeros
en conjunto. censos nacionales realizados a lo largo del
Brackebusch describió el trabajo minero siglo XIX, sin embargo, muestran algo de la
como artesanal: el oro se obtenía mediante actividad minera (tabla 2).
el proceso de lavado, en forma intermitente, La cantidad de población que se decla-
cuando hacía falta dinero. Describió sucin- ró minera en el siglo XIX parece haber dis-
tamente, también, algunas plantas donde minuido hacia el final del período, con un
se utilizaba la tecnología de la amalgama, máximo en los años 1850. Rinconada era,
aunque a una escala muy reducida. por lejos, la jurisdicción con mayor cantidad
Para fines del siglo XIX no hay estadís- de mineros y los distritos principales donde
ticas de la producción minera, aunque en- estaban eran Antiguyoc y Santo Domingo,
contramos un listado de las minas recorridas ambos de origen colonial. En los censos más
por Brackebusch en los años 1880, algunas tempranos la discriminación de los parajes
minas del actual departamento de Susques es mayor y allí encontramos, por ejemplo,
mencionadas en el viaje de Bertrand por Ata- que Ajedrez, Pilcayoc o Río del Torno eran
cama, así como datos de la población que relevantes. Le seguía en importancia Santa
pueden arrojar alguna luz sobre esta activi- Catalina con los distritos de Timón Cruz, San
dad. Brackebusch indicó la presencia de mi- León y los partidos de la Cruz y del Puesto
nas de oro, pirita, andesita y limonita en tres como los más significativos. Los dos departa-
departamentos de la Puna de Jujuy: Santa mentos más poblados, Yavi y Cochinoca, casi
Catalina, Rinconada y Cochinoca. Entre otras no tenían mineros registrados en ninguno
menciona las explotaciones de oro en los ríos de los censos.
R. Gil Montero: Historia socioambiental: entre la conquista y el siglo XX 355

Tabla 2. Población que se declara minera en los censos provinciales y nacionales de Jujuy,
1839-1895.

Departamentos 1839 1843 1851 1855 1869 1895


Rinconada 176 251 347 197 90 47
Santa Catalina 58 s/datos 12 38 27 7
Cochinoca – – 6 1 – 1
Yavi – – – – 2 –
TOTAL 234 251 365 236 119 55
Población total 6346 5788* 7999 8886 12335 11138
Mineros (%) 3,7 4,3* 4,6 2,7 1,0 0,5
Fuente: censos provinciales inéditos de 1839, 1843, 1851 y 1855 (Archivo Histórico de Jujuy) y cédulas censales de los censos nacionales
de 1869 y 1895. (*) En 1843 falta el padrón de Santa Catalina. La población total, por ello, no incluye este departamento.

En muchos de los padrones no se especi- les, ya fundidos ya en bruto, se llevan por el


ficó el lugar de origen de los mineros. Pero si mismo camino hasta Tucumán, donde el fe-
nos concentramos solamente en uno de ellos rrocarril los recibe para llevarlos al Atlántico.
que sí contiene esta información, Rinconada Así vienen y salen las tropas como en camino
1869, casi todos los mineros habían nacido de hormiga y dan una vida extraordinaria a
en el lugar (87%), 10 procedían de Bolivia estos parajes lejanos” (Brackebusch, 1883:
y 2 de Salta. 206). Los ferrocarriles que llegaron a los An-
des principalmente de la mano de las inver-
FERROCARRILES E IRRUPCIÓN siones mineras modificaron profundamente
D E L A N U E VA M I N E R Í A la geografía de esta actividad facilitando
La acción de los gobiernos nacionales el transporte, promoviendo tecnología que
tendiente a consolidar las fronteras buscó antes no se podía desarrollar, trasladando
promover la consolidación de los mercados mano de obra especializada y abaratando
internos y organizar el mercado internacio- costos. También afectaron profundamente
nal y las exportaciones. En ese contexto, el cultivo de pasturas, los caminos y la dis-
los ferrocarriles tuvieron un papel central tribución de la población.
en la formación del estado nacional, en la El Ferrocarril Central Norte llegó a Jujuy
integración regional al mercado nacional en 1891 y a La Quiaca el 30 de diciembre
y a los mercados mundiales, aunque tam- de 1907, aunque esta última parte del ramal
bién tuvieron efectos no controlados en la comenzó a funcionar regularmente recién en
dinámica social y económica de las regiones mayo de 1908. El primer efecto que tuvo
afectadas. este tren fue justamente el surgimiento de La
Hasta la llegada del ferrocarril las mer- Quiaca, que hasta ese momento no era más
cancías se transportaban principalmente en que un caserío esparcido a un lado y otro del
mulas por los Andes. Esta actividad estaba arroyo homónimo, arroyo que desde la inde-
muy desarrollada en el pasado tal como se pendencia se había constituido en frontera
puede observar en un relato de Brackebusch internacional. Es importante señalar que fue
publicado en 1883, quien se asombró por la la primera ciudad surgida en un territorio
enorme presencia de tropas de mulas y de que había sido hasta ese momento comple-
carros que había en Jujuy: “Un sinnúmero de tamente rural con un patrón de población
cajones de todos los tamaños, barriles, hasta disperso o agrupado en pequeños pueblos.
pianos, se llevan a la república vecina, pro- En el Censo de Población de 1947 La Quiaca
veyéndola de lo necesario, principalmente a era la segunda ciudad de la provincia y había
las empresas mineras, entre las que desco- desplazado a Yavi como capital del departa-
llan las de Huanchaca, cuyas riquezas son mento. El mismo efecto se puede observar
verdaderamente asombrosas, y cuyos meta- del otro lado de la frontera unos años más
356 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

tarde, en 1925, cuando el tren llegó a Villa- dimensiones que concentró una cantidad
zón y la aduana, que antes estaba ubicada importante de trabajadores para la escala
en Tupiza, se trasladó a dicha ciudad. Con local: Mina Pirquitas. Estaba instalada en el
el tiempo, una de las principales actividades corazón de la Puna y su actividad impactó
desarrolladas por estas dos poblaciones fron- fuertemente en la población de Rinconada al
terizas fue el comercio. convertirse en el segundo centro urbano re-
El crecimiento de la Puna se concentró gistrado a mediados de siglo XX. La produc-
en esta ciudad, en algunos poblados que ción de Mina Pirquitas (plata, zinc y estaño)
fueron creciendo en torno a las vías férreas continuó hasta la década de 1980 con algu-
y alrededor de las minas. Los dos centros ur- nos vaivenes, en la modalidad de laboreos
banos que se registraron en el cuarto censo subterráneos. Hacia fines de dicha década
nacional (1947) fueron La Quiaca y Mina comenzó una crisis en la producción que ter-
Pirquitas. Casi la mitad de la población re- minó en la quiebra de la empresa en 1991.
gistrada en ellos era extranjera y aunque no La mayoría de los pobladores que vivía en
se detalla la nacionalidad, por otros datos el pueblo Pirquitas (construido cerca de la
generales del censo podemos inferir que la mina) emigró en busca de trabajo. En 1995
mayoría era boliviana, aunque había un por- Sunshine Argentina adquirió los derechos
centaje destacado de europeos que habían sobre esta mina y completó los estudios de
llegado atraídos mayormente por la activi- factibilidad. En el año 2005 pasó a manos de
dad minera. la empresa canadiense Silver Standard Re-
El eje demográfico dejó de ser el de las sources Inc. que en 2008 comenzó a trabajar
aguadas y los rincones a reparo del viento a cielo abierto. El viejo pueblo se trasladó a
y se instaló en la árida planicie central in- las cercanías de la mina rebautizado como
fluyendo también en la residencia de la po- Nuevo Pirquitas, alojando a las familias de
blación. Un ejemplo muy claro del cambio los trabajadores y dependencias del estado.
producido por el ferrocarril es Abra Pampa, En el siglo XX comenzaron a explotarse
que de ser un pequeño caserío se convirtió también los boratos, aunque a una escala
en capital del departamento desplazando a reducida y de modo artesanal. Sin embargo,
Cochinoca, cuando comenzó a cumplir la fue el bórax la principal riqueza potencial
función de ser también una de las estacio- que tenía la Puna de Atacama desde la pers-
nes del tren. La urbanización de Susques, pectiva de los primeros viajeros y científicos.
en cambio, fue más tardía y se debió prin- En la actualidad el nuevo Eldorado parece
cipalmente a la apertura y pavimentación ser el litio, cuya extracción es muy reciente
de la ruta que cruza a Chile por el paso de en la región.
Jama, que repercutió en la población de su
cabecera en los últimos años: entre 1991 y UNA MIRADA DE LARGO PLAZO:
2001 fue el departamento de la región que EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN
más creció. Rinconada, Santa Catalina, An- EN EL PERÍODO DE ANÁLISIS
tofagasta de las Sierras, Antofalla y Santa
Rosa de los Pastos Grandes, apartadas de las La población de la Puna de Jujuy pasó de
principales vías de comunicación internacio- ser más del 60% de la jurisdicción colonial
nales, continúan teniendo hasta hoy peque- de Jujuy en 1778, a un 6% en la actualidad.
ñas dimensiones. Este cambio acompaña procesos globales de
Los principales cambios que se dieron incremento de la población en las llanuras
en el siglo XX en la Puna, la urbanización y abandono relativo de las montañas, a la
y la irrupción de la gran minería, están vin- vez que esconde algunos procesos locales
culados aunque no necesariamente en for- que son los que se desarrollan en este últi-
ma directa. La minería cambió los patrones mo apartado.
de distribución de la población a partir del La información que tenemos anterior a
desarrollo de una explotación de grandes 1778 es fragmentaria y solo nos permite
R. Gil Montero: Historia socioambiental: entre la conquista y el siglo XX 357

Tabla 3. Población total por departamento en la Puna de Jujuy, 1702-1947.

Año Rinconada Cochinoca Santa Catalina Yavi Total Puna


1702 234 655 108 158 1.155
1778/79 1.999 2.247 1.943 2.709 8.898
1786 1.743 3.262 1.611 1.736 8.352
1806 1.374 3.236 1.314 935 6.845
1839 1.624 1.596 1.616 1.510 6.346
1843 2.039 1.964 s/datos 1.785 5.788
1851 2.075 2.195 1.812 1.917 7.999
1855 1.798 3.188 1.761 2.140 8.886
1859 1.691 2.622 1.790 2.514 8.617
1864/65 2.144 1.599 1.967 2.937 8.647
1869 2.395 3.845 2.640 3.455 12.335
1895 1.664 3.741 2.454 3.279 11.138
1914 1.616 4.257 2.510 4.216 12.599
1947 4.916 6.913 3.298 13.139 28.266
Fuentes: Visita Eclesiástica de 1702, inédita (en Archivo del Obispado de Jujuy), censo de 1778 (Rojas, 1913); revisitas inéditas (Archivo
General de la Nación, 1786, 1806), padrones provinciales inéditos (Archivo Histórico de Jujuy, 1839, 1843, 1851, 1855, 1859, 1864-65),
primeros Censos Nacionales (1869, 1895, 1914, 1947).

proponer algunas estimaciones. Como en el fue transitado desde muy temprano por ca-
resto del continente, la conquista española teadores, por buscadores de mano de obra,
afectó a la población local por lo menos de por quienes huían de la justicia y por indíge-
tres maneras: disminución por incremen- nas que no querían incorporarse al sistema
to de la mortalidad, huidas o migraciones colonial.
forzadas, cuya magnitud es difícil de eva- La primera fuente que permite observar
luar en este caso, y que fue seguida por una a la población de gran parte del territorio es
lenta recuperación; cambios en los patrones la mencionada visita eclesiástica realizada
de residencia y en la composición de la po- en 1702. En ella se observa que los centros
blación y modificaciones importantes en su demográficos prehispánicos ya no estaban
economía. Por cierto, se dejan aquí de lado solos: se destaca la hacienda de Yavi (habi-
aspectos también importantes que escapan a tada por esclavos africanos, mestizos y espa-
los objetivos específicos de este capítulo: la ñoles además de indígenas) y otros núcleos
destrucción de su universo de creencias y la generados por la iniciativa minera. Había
imposición de uno nuevo; la incorporación apenas más hombres que mujeres. Aunque
de la población a sistemas de trabajo a partir la población indígena fue siempre mayoría,
de diferentes grados de coacción; la deses- la presencia de una proporción significativa
tructuración de sus organizaciones políticas de españoles (que se movilizaba frecuente-
y sociales, entre muchas otras cosas, que se- mente al ritmo de sus negocios) es un claro
guramente afectaron también al desarrollo indicador de actividades productivas ligadas
de su población. a la acción colonial.
Como se muestra en párrafos anteriores, Entre 1702 y 1778 la población (presente
la población de la Puna que tenía un pa- en las fuentes históricas) pasó de unos mil
trón de residencia estable y relativamente doscientos habitantes a casi nueve mil. Una
concentrado fue entregada en encomienda, parte de este incremento se debe simplemen-
mientras que los demás quedaron fuera. No te a un mejor relevamiento, pero otra parte
se conoce la proporción que representaba la fue real, algo que ocurrió no solamente en
encomienda, pero se puede pensar que era la Puna sino en todos los Andes. Durante el
la mayoría. El dominio sobre el territorio de- período colonial hubo siempre en la región
moró en consolidarse, aunque se sabe que un poco más de hombres que mujeres. La
358 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

población se concentraba en el actual depar- tras Rinconada fue perdiendo importancia


tamento de Cochinoca, aunque con el tiem- frente a Santa Catalina que a fines de dicho
po fue perdiendo su importancia y pasó de siglo tenía más población.
tener casi un 57% de la población total en El siglo XX se caracterizó por el creci-
1702 a un 25% en 1778. Rinconada le seguía miento y concentración de la población. En-
en importancia demográfica, aunque a veces tre 1914 y 2010 la población se quintuplicó
se destacaba Yavi, cuya población era la más aunque este incremento no fue constante.
fluctuante, probablemente por la presencia El mayor cambio lo encontramos en la déca-
(o ausencia) de los “indios de encomienda” da de 1930 cuando creció más que el doble
en la hacienda homónima. El departamento gracias a la ciudad de La Quiaca y a Mina
menos poblado fue siempre Santa Catalina. Pirquitas: los departamentos donde están
Del resto de la Puna no tenemos información ubicados estos sitios multiplicaron su pobla-
hasta el año 1804, cuando la población em- ción más de tres veces (Gil Montero et al.,
padronada de Susques no llegaba a las 210 2007). Una parte importante de este incre-
personas (no hay información de los demás mento se debió al ingreso de población ex-
territorios). Un padrón posterior muestra un tranjera, proveniente en su gran mayoría de
tibio incremento de los tributarios y un pre- Bolivia. Después de este incremento que se
dominio levemente mayor de hombres. La observa en el censo de población de 1947, la
distribución de la población y sus cambios cantidad de habitantes disminuyó en forma
muestran parte de la historia que relatamos: notable y sólo volvió a recuperar el mismo
el avance en la ocupación del territorio de la número en la década de 1980, año a partir
mano de la minería, actividad que fue casi del cual creció en forma constante.
siempre artesanal y no implicó ni grandes Durante el siglo XX se observa una im-
inversiones, ni demasiada demanda de mano portante transformación en la población de
de obra. la Puna de Jujuy: los componentes del cre-
Durante el siglo XIX la población de la cimiento natural indican que la sociedad se
Puna padeció numerosas crisis que comenza- encuentra transitando un proceso que se co-
ron con las guerras. Su composición cambió, noce como “transición demográfica” es decir,
disminuyeron los españoles, sus esclavos y el paso de una sociedad de bajo crecimiento
algunos mestizos, y la gran mayoría era in- natural (donde la fecundidad y la mortali-
dígena. Fue afectada, además, por al menos dad son altas) a otro donde el crecimiento
dos grandes epidemias que diezmaron su también es bajo aunque debido al descenso
población en la década de 1860 y en la de de la fecundidad y de la mortalidad (Longhi
1880. El estado provincial gravó a los pu- y Krapovickas, en este volumen).
neños con nuevos impuestos que afectaban La distribución de la población también
directamente a su producción y su relación cambió a fines del siglo XX: en la década
con la tierra se precarizó. Una de las conse- de 1980 se observan indicios de un proceso
cuencias de estos problemas fue que a lo lar- de concentración de la población en torno
go de aquel siglo, en un contexto general de a las cabeceras municipales que crecieron
importante incremento de la población, la de significativamente. Este crecimiento estuvo
la Puna se mantuvo prácticamente estable, acompañado por la disminución del ganado
aunque muestra un descenso significativo en menor y el incremento del empleo público.
tiempos de las guerras. La relación de mascu- Esto significa que los ingresos de una par-
linidad, sin embargo, cambió notablemente te importante de la población de la Puna
en el siglo XIX y a partir de entonces siempre dejaron de estar centrados en la actividad
hubo más mujeres que hombres. Aunque no pastoril (combinada con los aportes de los
podemos comprobarlo, este cambio podría migrantes temporarios) para apoyarse en
deberse a una emigración selectiva por sexo. salarios y/o subsidios del estado en forma
Cochinoca y Yavi fueron durante todo el siglo creciente. Esto no significó el abandono com-
XIX los departamentos más poblados, mien- pleto del pastoreo ya que en los años 1990
R. Gil Montero: Historia socioambiental: entre la conquista y el siglo XX 359

se pudieron observar migraciones de retorno principalmente en los asientos mineros y en


y una actividad combinada de pastoreo con la hacienda de Yavi. Durante el siglo XIX el
empleos. predominio indígena es lo más relevante, a
El Censo de Población de 2001, que fue pesar que las fuentes históricas no los llaman
el primero en hacer la pregunta acerca de más de ese modo. En teoría habían desapa-
la población indígena, mostró que dicha po- recido algunos de los “problemas” que había
blación oscilaba entre el 50% y el 75%, los generado la concepción colonial del indio,
mayores porcentajes nacionales. El único de- como la encomienda, los tributos y las tierras
partamento que se distingue en este aspecto comunales. Sin embargo, el estado jujeño se
es el de Yavi, por la presencia de la ciudad alimentó durante la primera mitad del siglo
de La Quiaca. de los aportes de la población de la Puna:
más de un tercio de los ingresos fiscales pro-
CONSIDERACIONES FINALES venían de un renovado tributo indígena que
solamente se pagaba en la Puna. Y el otro
«Ya no hay aquí hombres extraordinarios
gran ingreso provincial fue el impuesto al
y seguramente no los habrá jamás. Ahora uno
ganado que también se recaudaba en forma
se parece a otro como dos hojas de un mismo
mayoritaria en dicho territorio. La justifica-
árbol y el paisaje es igual al hombre. Todo se
ción que utilizó el estado para mantener el
confunde y va muriendo.
tributo (con otro nombre, por cierto) fue que
Los que escucharon hablar a los más viejos,
los indígenas de la Puna no eran reclutados
dicen que no siempre reinaron la oscuridad
para el servicio militar.
y la pobreza, que hubieron aquí grandes se-
A partir de la segunda mitad del siglo
ñores, hombres sabios que hablaban con elo-
XIX se observa un cambio importante en el
cuencia, mujeres que parían hijos de ánimos
peso relativo que tenía la población de la
esforzados, orfebres de la madera, de la arcilla
Puna, ya que fueron otras regiones y otras
y de los metales de paz y de guerra, músicos,
actividades económicas las que promovieron
pastores de grandes majadas y sacerdotes que
el crecimiento demográfico que caracterizó
sabían conjurar los excesos divinos, gentes que al período. Sin embargo, en las tierras altas
edificaban sus casas con piedras. Pero eso ocu- hubo dos centros que atrajeron migrantes
rrió en otros tiempos, antes de que el Diablo, aunque en cantidades inferiores: los centros
al arribo de los invasores, desguarneciera la urbanos (sobre todo de La Quiaca y en gene-
Puna, arreando a este pueblo hacia los valles y ral en torno al tendido de las vías del tren)
llanuras donde crece el bosque». (Tizón, 1987: y las minas.
13 y 14).
L I T E R AT U R A C I TA D A
En mi opinión, difícilmente se pueda ha-
cer una mejor síntesis de la historia de la Albeck M. E., Ruiz M. S. 2003. El tardío en
la Puna de Jujuy: poblados, etnias y ter-
población de la Puna que la realizada por ritorios.   Cuadernos de la Facultad de
Héctor Tizón en su libro Fuego en Casabin- Humanides y Ciencias Sociales, Univer-
do. A lo largo de este capítulo se vio cómo sidad Nacional de Jujuy  [online]. 2003,
una población con una economía variada, n.20 [citado  2017-08-24], pp. 199-
compuesta por diferentes grupos étnicos y 219. http://www. Scielo. Org.ar/scielo.
Php?script=sci_arttext&pid=S1668-8104
abundante en términos relativos fue perdien- 2003000100010&lng=es&nrm=iso.
do sus tierras, sus riquezas y su diversidad. Albeck M. E., Basso D. M., Zaburlín M. A.
No se trató de un proceso lineal sino que 2018. Las sociedades puneñas desde
tuvo momentos más críticos y otros de re- el inicio del segundo milenio hasta el fin
cuperación. del dominio incaico. En: H. R. Grau, M.
J. Babot, A. Izquierdo y A. Grau (eds.),
En términos de composición de la pobla- La Puna argentina: naturaleza y cultura.
ción, el período colonial muestra una mayor Serie Conser vación de la Naturaleza,
diversidad de grupos étnicos en convivencia, 24: 321-340.
360 Serie Conservación de la Naturaleza 24: La Puna argentina: naturaleza y cultura (2018)

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