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Oración de Consagración a Nuestra Señora de Guadalupe

Yo (Nombre), vengo humildemente a tu presencia como hijo(a) tuyo(a) a


consagrarte toda mi persona, en éstos momentos tan importantes de nuestra
historia.

En unión con todos mis hermanos del Club Guadalupano, recordando las palabras
de tu hijo en la cruz: “Mujer he ahí a tu hijo” y a Juan: “He ahí a tu madre”,
deseo consagrar todo mi ser a ti para que siendo pertenencia tuya y a través de tu
mano amorosa me lleves a identificarme cada día más con tu hijo Jesucristo,
hasta llegar a ser otro Cristo.

Hoy 12 de mayo me pongo bajo tu manto recordando aquellas palabras tuyas a


Juan Diego: ¿ No estoy yo aquí que soy tu madre?.

Virgen Misericordiosa quiero desde hoy pertenecerte a ti plenamente y para


siempre consagrándote toda mi vida, mi presente, mi futuro, mi inteligencia, mi
voluntad, mis afectos, mis palabras y mis pensamientos, mis sufrimientos y gozos,
mis proyectos para que no sean mis proyectos sino tus proyectos, tus acciones, mi
salud, enfermedad, éxitos, fracasos, todos el valor de las buenas obras para la
gloria de Dios y la extensión de tu reino.

Protégeme de la tentación y el peligro.


Líbrame de las infidelidades y de todo mal.
Perdona mis faltas.
Perdona mis omisiones.
Perdona el sufrimiento que haya podido causar.
Perdona y perdónanos a todos, te amamos con todo el corazón.

Dame esperanza en medio de la desesperación, alegría en el sufrimiento,


fortaleza en la debilidad, amor en medio del odio y la incomprensión, humildad
ante el amor propio, fe ante la duda y al final de mi camino en esta tierra la gracia
de la perseverancia final.

Madre mía, finalmente quiero ser todo(a) tuyo(a) por siempre, toma lo que tengo y
lo que soy, nada poseo y nada soy fuera de ti, imprime en mi corazón el deseo
ardiente de parecerme cada día más a ti hasta llegar a ser un reflejo de tu corazón
inmaculado y pueda llevar a todos mis hermanos la alegría de encontrarse con el
fruto de tu vientre JESÚS.

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