Está en la página 1de 39

2.

LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS3


efinCia,•1 , 1, Gie5oriq Weeáro, 5, (2010)
Luigi Cancrini, Francesca De Gregorio y Sabrina Nocerino
lum► o‘ 1-tul Itt>a) bleviukicias . En M. j Linovls (cas)
hibuenúcn ck‘lemkco en los gefkActoS Viles
an wk 1/,,,¡, 1(0 mlt1Problevnalca; go§ceIGna . QoljGc.

2.1. REVISIÓN HISTÓRICA Y ORÍGENES DEL CONCEPTO

Las investigaciones y los estudios en los campos sociológico y


psicológico sobre la familia, en una primera fase, se han ignorado
mutuamente, pasando luego a integrarse hasta el punto de permi-
tirnos hoy hablar de una psicología social de la familia.
En efecto, si el sistema familiar se convierte en objeto de estu-
dio, resultará inevitable tomar en consideración los complejos fac-
tores económicos, sociales, psicológicos, relacionales y culturales
que contribuyen a su representación social.

2.1.1. La contribución de la sociología

Las contribuciones de orientación prevalentemente sociológi-


ca han evidenciado la tendencia de fondo que caracteriza la vida de
la familia en la transición de la sociedad preindustrial a la indus-
trial.
Parsons (1953) ha resaltado aquellos aspectos de la institución
familiar que hacen de ella un sistema funcional, dejando en un se-
gundo lugar los aspectos estructurales principales del sistema so-
cial. La tendencia sería la de una restricción del rol público de la fa-
milia para otorgarle un rol privado (contracción de la familia
nuclear, reducción de las funciones socioeconómicas y atomización

3. Este capítulo está tomado de .Viva Palermo Viva», de Cancrini y cols., Roma,
Ed. N.I.S., 1995, y recoge la experiencia de un trabajo de atención a familias multipro-
blemáticas y formación de profesionales realizado durante varios años en la capital si-
ciliana.
46 LA INTERVENCIÓN STSTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 47

individual del mismo núcleo). La pérdida de algunas funciones an- variantes, o más bien incompletas, respecto al modelo asumido co-
tes asumidas por la vieja estructura llevaría consigo, sin embargo, mo «normal», habría producido un aumento de las situaciones de
la especialización de las funciones que le siguen quedando (sociali- dependencia, lo que, a su vez, en ausencia de apoyos familiares san-
zación primaria del niño -véase la contribución de Bowlby cionados normativamente, habría comportado una progresiva im-
[1972,19881- mediante la interiorización de la cultura y la estabili- plicación de las instituciones de servicio público.
zación de la personalidad de los miembros adultos).
A su vez Sgritta (1986) revaloriza la importancia del trabajo
desarrollado por las familias en la realización de los objetivos de 2.1.2. La contribución de la psicología
bienestar que constituyen uno de los rasgos característicos de la so-
ciedad del wellfare state. Según el autor, el desarrollo del estado so- Las contribuciones de orientación psicológica han focalizado
cial -a pesar de haber conllevado en algunos casos una reducción y su atención en los recursos y en los mecanismos utilizados por el
un desplazamiento fuera de la esfera privada de una parte de las ta- sistema familiar para hacer frente a los problemas encontrados por
reas tradicionalmente solicitadas a la familia- no parecería haber cada uno de sus componentes, así como a los acontecimientos nor-
comportado en su globalidad un redimensionamiento apreciable mativos y paranormativos que se verifican durante el ciclo vital de
de las tareas y de las responsabilidades de las familias en el desa- una familia.
rrollo de sus propias funciones institucionales. Y, de todas mane- En los años 50 y 60, el trabajo con las familias de los pacientes
ras, incluso allí donde dicha reducción fuese apreciable, sería aven- psiquiátricos y de las personas con desviación social provocó que el
turado concluir que haya sido más intensa que los aumentos de terapeuta se encontrase con la presencia de trastornos más o menos
responsabilidad, que se han producido, por otra parte, debido a las evidentes en los distintos miembros del sistema familiar. Bateson
transformaciones sociales. (1961) y su grupo publicaron investigaciones ya clásicas sobre la po-
Al contrario, lejos de haber sufrido un proceso de supresión sibilidad de dar sentido al comportamiento sintomático del pacien-
progresiva de funciones (como consecuencia de la extensión de las te identificado esquizofrénico, en el momento en que se le introduce
actividades directa o indirectamente gestionadas por el sector pú- en el contexto comunicativo de su familia. También, Fry (1962) in-
blico), la familia se habría resentido más bien de un aumento, si no vestigó sobre el control y el refuerzo recíproco de los síntomas en
de una sobrecarga, de tareas que se han ido añadiendo a las res- parejas de pacientes con trastornos fóbicos, y Vogel y Bell (1967) es-
ponsabilidades que tradicionalmente se le habían encomendado en cribieron sobre la instigación, mediante una serie de comporta-
la división social del bienestar. mientos sintomáticos adecuados para ello, de las conductas pertur-
En la práctica, presuponiendo que el desarrollo de los servicios badas del niño por parte de los padres que piden ayuda para él.
se articule en relación a un modelo familiar culturalmente privile- Desde los años 80, conectado con un debate epistemológico
giado o dominante, se acaba configurando una especie de escala de más general que atraviesa la ciencia, se verifica un profundo cam-
congruencia entre la tipología de los servicios disponibles y la com- bio de perspectiva teórica en el estudio de los sistemas humanos,
posición del grupo familiar. Del grado de congruencia entre los dos que tiene consecuencias sobre las concepciones de la relaciones fa-
términos de la relación derivarían posiciones de relativa ventaja o miliares. Dicho cambio atañe tanto a la representación de su orga-
desventaja, que garantizarían a las familias una distinta satisfac- nización (formulación de modelos teóricos de funcionamiento),
ción de las necesidades a igualdad de las prestaciones brindadas como a la atención cada vez más viva a las conexiones entre inves-
por las instituciones de servicio público. De modo que tanto menor tigación e intervención, así como a una profunda revisión teórica
debería resultar el recurso a los servicios públicos cuanto más que concierne a la relación existente entre sistema observador y sis-
oportuna y eficaz fuera la adaptación del grupo familiar a la orga- tema observado.
nización de los servicios mismos; o bien, tanto mayor es dicho re- Brevemente, las principales directrices teóricas de esta orien-
curso cuanto menor es la capacidad de adecuación autónoma de la tación evolutiva se basan en la superación de la concepción ho-
familia a la tipología de los servicios disponibles. Prosiguiendo en meostática de la escuela de Palo Alto, bajo el empuje de estímulos
línea con este razonamiento, el aumento de las formas familiares provenientes de la segunda cibernética.
48 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 49

En los últimos diez años, investigadores y clínicos de la familia paración entre estas familias y el contexto parental, institucional y
han tratado de diseñar conceptualmente el perfil del funciona- «social», que también se da en las clases sociales medio-altas.
miento de las relaciones familiares funcionales y disfuncionales. 3. «Familias sub-organizadas» (Aponte, 1976; 1981), para resal-
Recordemos en particular el modelo de Beavers, en el que las di- tar las características disfuncionales desde el punto de vista estruc-
mensiones principales del funcionamiento familiar son los estilos tural debido a las graves carencias de constancia en el desarrollo de
(centrípeto-centrífugo) y la competencia (adaptabilidad del siste- los respectivos roles, sobre todo a nivel del subsistema parental.
ma); y el modelo circunflejo de Olson (Olson y otros, 1974), cuyas di- 4. «Familias asociales» (Voiland, 1962), para subrayar sobre
mensiones cruciales son la cohesión y la adaptabilidad del sistema. todo los aspectos que conciernen al desarrollo de comportamientos
desviados a nivel social.
5. «Familias desorganizadas», según Minuchin (Minuchin y
2.1.3. La familia multiproblemática otros, 1967a; 1967b), que es el autor de uno de los primeros y más
amplios estudios clínicos sobre las familias de baja extracción so-
El término familia multiproblemática -construido en torno a cioeconómica del gueto de las grandes metrópolis urbanas, y que
los años 50 por profesionales e investigadores de los países anglo- ha estudiado y puesto en relación entre sí la estructura familiar, el
sajones provenientes en su mayor parte del ambiente del social tipo y grado de disfuncionalidad de las relaciones interpersonales y
work- es un término que tiende a individualizar familias de baja ex- las modalidades comunicativas. Para el autor, la comunicación en-
tracción socioeconómica y no situaciones caracterizadas por una tre los miembros de estas familias se caracteriza por:
peculiar relación interpersonal y social entre los miembros de un
grupo familiar. • un intercambio muy limitado de las informaciones entre los
Más allá de esta definición sociológica del término, otros auto- miembros, y una experiencia cognitiva y emotiva tendencialmente
res, entre los que se encuentra Mazer (1972), han observado en indiferenciada para cada individuo;
cambio que, si no se seleccionan las familias en base a los contactos • un uso prevalente de los canales paraverbales;
con los diversos servicios o agencias, no se puede comprobar una • se da más resonancia a los aspectos relacionales que a los as-
clara tendencia en las familias multiproblemáticas a situarse en pectos comunicativos de los mensajes;
uno u otro extremo del espectro socioeconómico, sino que más • caos comunicativo, que es índice de desorden relacional y de-
bien lo que resaltan son los grupos multiproblemáticos con entra- sorganización estructural y que a su vez contribuye a reforzarlo
das regulares y de discreto nivel (Powell, Monahan, 1969) e incluso (Malagoli Togliatti, 1985).
hay quien ha hablado (Thierny, 1976) de familias bastante por enci- (Véase capítulo I: Modelo sistémico y familia multiproblemática.)
ma del umbral de pobreza pero que no consiguen administrarse
adecuadamente, de manera que alternan cíclicamente fases de Partiendo de estas investigaciones -que evidencian cómo en di-
bienestar y fases de crisis. chas familias existen problemas tanto en el desarrollo de los roles,
De nuevo otros investigadores, focalizando la atención sobre especialmente los parentales (y en la asunción del liderazgo), como
todo en la estructura del grupo y en las modalidades relacionales en la escasa delimitación de los subsistemas (con insuficiente defi-
con el ambiente social «circundante», han definido así a las fami- nición de los límites generacionales), así como una tendencia a la
lias multiproblemáticas: inestabilidad psicosocial en los individuos y en los subsistemas de-
bido a una inconstancia en la organización estructural (Aponte, op.
1. «Familias aisladas» (Powell, Monahan, op. cit.), para evi- cit.), y, para acabar, un elevado número de miembros que presentan
denciar la soledad de estos núcleos familiares en el ámbito de la fa- o denuncian problemas- se podría concluir que la mayor parte de
milia extensa y, en consecuencia, la falta de cualquier forma de las familias merecerían la calificación de «multiproblemáticas».
apoyo en las fases críticas de la vida familiar, independientemente La posibilidad de un uso restringido del término, sin embargo,
de la clase social. se ha hecho evidente por la observación clínica sobre la diferencia
2. «Familias excluidas» (Thierny, op. cit.), para subrayar la se- que existe entre dos modalidades de familias:
50 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 51

1. Familias cuyo comportamiento sintomático funciona como elección, de nuevos grupos familiares. Las observaciones de Erick-
factor de equilibrio para las dificultades emocionales de los otros son (1982) y de Haley (1973) sobre el ciclo vital demuestran que és-
miembros del sistema y, si bien parcialmente, para el sistema consi- te se halla «pautado» por una serie de fases (la familia de pareja, la
derado en su globalidad (la mayor parte de las familias en las que el familia con uno o más hijos muy pequeños en los que la díada ma-
paciente designado presenta problemas de naturaleza psiquiátrica). dre-niño se evidencia de manera particular, la familia del niño en
2. Familias, que nosotros llamaremos multiproblemáticas en edad escolar, la familia con hijo adolescente, la fase de desvincula-
este trabajo, en las que el comportamiento sintomático funciona ción de los hijos y la nueva pareja que se forma a la salida de casa
como un elemento de dificultad y disgregación añadidas para el de estos últimos) y de novedades organizativas (muerte de uno de
comportamiento de los otros miembros del sistema y para éste con- sus miembros, separación o divorcio, cambio de residencia o de ni-
siderado en su globalidad. vel económico) que ponen a prueba su capacidad de adaptación
a las novedades de los contextos y de sus correspondientes exi-
Una comprensión más en profundidad de esta distinción re- gencias.
quiere, sin embargo, precisar algunas cuestiones generales. El paso de una fase a otra se caracteriza por la desaparición de
algunos dogmas, así como por la aparición de convicciones nuevas
y de otros modos de percibir y de presentar la realidad de las rela-
Homeostasis, función a peldaños y ciclo vital de la familia ciones recíprocas, y se desarrolla entre muchas dificultades. Sur-
gen diferentes resistencias en los distintos miembros del sistema en
Durante un largo período se pensó en las familias de los pa- el momento en que las convicciones subjetivas y las reglas relacio-
cientes psiquiátricos como en familias que tenían simplemente un nadas con una cierta distribución de roles, funcionales para la ob-
problema más que las otras. Más tarde, sobre todo por obra de los tención de un determinado equilibrio y aceptadas por ello con tran-
terapeutas familiares, se percibió el hecho de que la designación de quilidad y entusiasmo, entran en colisión con las necesidades que
un miembro con problemas en forma de paciente psiquiátrico o maduran dentro de uno o más miembros del sistema.
de persona-problema en el rol de chivo expiatorio (scapegoat), favo- Este concepto de evolución por crisis sucesivas ha permitido
recía la descarga de las tensiones y contribuía al equilibrio de los adquisiciones importantes en el campo de la psiquiatría y de los es-
otros miembros del sistema. En efecto, la mejoría del paciente tudios sobre la desviación no psiquiátrica. Considerando a la fami-
identificado coincide clásicamente en estos casos (como observó lia como un sistema que debería ser capaz de corresponder a las
por primera vez D. D. Jackson, hablando de homeostasis) con la exigencias en evolución progresiva de sus miembros, los terapeutas
aparición de dificultades más o menos graves en otros miembros de familia han verificado:
del sistema familiar, cuyos niveles de integración y de equilibrio se
habían mantenido gracias a la ayuda determinante de los compor- 1. La coincidencia cronológica entre el desarrollo de los com-
tamientos sintomáticos de aquél. portamientos sintomáticos asociados a una grave dificultad perso-
Una formulación más completa del concepto de homeostasis nal (en forma de sufrimiento psiquiátrico abierto o de simples defi-
es la que suministran Watzlawick y otros (1967) en Teoría de la co- niciones no psiquiátricamente relevantes, de persona-problema) y
municación humana. Hablando de funciones a peldaños y de evolu- las fases de paso anteriormente citadas.
ción en el tiempo de los estados de equilibrio de un sistema, lo que 2. La eficacia de los comportamientos sintomáticos para blo-
se evidencia es la función del síntoma sobre el sistema considerado quear el paso de una fase a otra, manteniendo equilibrios que debe-
en su globalidad más que sobre cada miembro. rían ser superados y desarrollando comportamientos congruentes
La familia puede ser considerada como una unidad estructural con un sistema de convicciones y de fantasías compartidas -«mi-
que utiliza en primer lugar la fusión (en la relación madre-niño) y to», en la definición de Ferreira (1963) y de Andolfi y otros (1988)-
más tarde una intimidad casi exclusiva de relación, para formar in- que corresponden a la fase que habría sido necesario superar.
dividuos destinados a alcanzar niveles distintos y progresivos de
autonomía hasta llegar a la desvinculación y a la constitución, por El problema que surge en este punto atañe precisamente a las
52 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 53

familias multiproblemáticas, de las que nos ocuparemos en este por la presencia de profesionales y de otras figuras externas que
trabajo. sustituyen parcialmente a los miembros incapaces.
Efectivamente, se trata de familias en las que: 5. Estructuración, por esta vía, de una relación crónica de de-
pendencia de la familia respecto de los servicios, lo que en términos
1. El desarrollo de los comportamientos sintomáticos se verifi- sistémicos significa la consecución de una condición de equilibrio
ca regularmente en torno a los primeros cambios de fase del ciclo (homeostasis) intersistémico.
vital: formación de la pareja, nacimiento y desarrollo de los niños. 6. Desarrollo de algunas modalidades características no usua-
2. Los comportamientos sintomáticos son eficaces bloqueando les de comportamientos sintomáticos en los pacientes identificados
el paso a la fase sucesiva, pero no consiguen mantener el equilibrio en este tipo de proceso, del que un ejemplo clásico puede ser el de
precedente, colaborando, en cambio, de forma importante a la de- las toxicomanías de tipo D (sociopáticas) (Cancrini, 1982).
sorganización y a la disgregación del núcleo familiar y preparando
así, en el tiempo, una situación caracterizada por:
2.2. FENOMENOLOGÍA DE LA FAMILIA MULT1PROBLEMÁTICA
• un mal funcionamiento del sistema familiar, que no se mues-
tra capaz de realizar de manera satisfactoria sus tareas organizati- Las familias multiproblemáticas constituyen, de hecho, un
vas (apoyo económico, casa, instrucción, crecimiento y cuidado de conjunto típico, desde el punto de vista clínico. Sin embargo, se de-
los hijos, protección de los miembros más débiles o en dificultad) y be sobre todo a la sociología de la familia una descripción cuidado-
expresivas (gestión de las tensiones, nutrición emocional de los sa de sus características (Becker, Blumer, Cohen, Clinard en Mala-
más pequeños, respuesta a las exigencias de intimidad y de estabi- goli-Togliatti y Rocchieta Tofani, 1987). Nosotros, en este trabajo,
lidad afectiva de los miembros del sistema); nos detendremos sólo en los datos particularmente importantes
• una búsqueda afanosa de personas externas capaces de desa- desde el punto de vista terapéutico.
rrollar dichas tareas; personas cuya presencia, rápidamente trans-
formada en esencial, contribuye a la disminución progresiva de
competencia de los miembros del sistema familiar. 2.2.1. Formas de la demanda

La carencia de cuidados maternos y paternos es consecuencia


Una definición operativa casi obligatoria de aquella insuficiencia de las actividades funcio-
nales de la que se ha hablado anteriormente.' Cuantitativa o cuali-
El conjunto de las características del sistema propio de las fa- tativa, y acompañada a menudo por una carencia de las otras es-
milias multiproblemáticas puede ser definido en este punto con tructuras de socialización (escuela materna y elemental), dicha
suficiente claridad. En efecto, dichas características son las si- carencia conlleva el desarrollo frecuente, en los niños, en los ado-
guientes: lescentes y en los adultos jóvenes, de trastornos caracterizados por
la tendencia al paso al acto y por la insuficiencia de las competen-
1. Presencia simultánea, en dos o más miembros de la misma cias y de las prestaciones a las que el individuo confía su esfuerzo
familia, de comportamientos problemáticos estructurados, estables de integración en los sistemas externos y en el de procedencia.
en el tiempo y lo bastante graves como para requerir una interven- En consecuencia, el tipo de psicopatología individual que más
ción externa. a menudo se encuentra trabajando con las familias multiproblemá-
2. Insuficiencia grave, sobre todo por parte de los padres, de ticas es de tipo socio o psicopático (Cancrini, La Rosa, 1991). Son
las actividades funcionales y expresivas necesarias para asegurar
un correcto desarrollo de la vida familiar.
4. En el capítulo 1, Modelo sistémico y familia multiproblemática, se alude a las
3. Refuerzo recíproco entre 1 y 2. funciones nutricias y sociabilizantes, que equivaldrían a lo que aquí se denomina acti-
4. Labilidad de los límites, propia de un sistema caracterizado vidades expresivas y funcionales, respectivamente.
54 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 55

más raros los trastornos neuróticos, mientras que los trastornos miembros más significativos. Semejantes a las otras al principio,
psicóticos se muestran bloqueados o complicados por la presencia estas familias reaccionan a menudo de manera sorprendente ante
de dificultades del desarrollo intelectual. Los trastornos de adapta- el profesional que se compromete en un proyecto de terapia: en
ción escolar son frecuentes y graves, así como los comportamientos efecto, la recuperación y la revalorización de las potencialidades in-
delictivos, las toxicomanías y el alcoholismo (véase posteriormente trínsecas de cada miembro y del grupo familiar se hacen menos di-
la tabla 4). fíciles debido a la menor discontinuidad de las costumbres, del len-
Para acabar, conviene recordar que, desde el punto de vista de guaje, de la cultura y del reconocimiento de objetivos comunes
las formas de manifestación de la demanda, este tipo de familias no entre terapeutas y familias.
llega habitualmente por iniciativa propia a los servicios sanitarios
básicos o a los de salud mental. Su configuración es, en efecto, la de
la cuarta situación de Laing y Esterson (1964): un sistema familiar 2.2.3. Las dimensiones
del que algún otro (la policía, los vecinos, otros profesionales) ha
determinado la derivación.' Las dimensiones de las familias multiproblemáticas son dis-
En el momento en que emerge, la demanda de ayuda de las fa- tintas en cada caso. Sin embargo, las que se abordan con más fre-
milias multiproblemáticas, se plantea a diversas instituciones: es- cuencia, sobre todo en situaciones de deprivación económica y
colar (evasión de la escuela obligatoria o dificultades graves de in- cultural, son núcleos transformados en numerosos por la falta de pro-
tegración de la misma), judicial (penal, civil o administrativa), gramación de los embarazos. Ello es debido a una carencia de in-
sanitaria (alcoholismo, toxicomanía, patologías asociadas), social formación, pero también al significado asumido por el hecho de
(dificultades de hábitat, pobreza, maltrato de niños) y psiquiátrica quedarse encinta en una cultura que es, desde este punto de vista,
(particularmente en el terreno de los trastornos psicóticos). muy distinta de la que prevalece hoy en el ambiente social de pro-
cedencia de los profesionales. Pobre de competencias y de perspec-
tivas, la mujer que vive dentro de una familia multiproblemática
2.2.2. El nivel social utiliza a menudo el embarazo como prueba de la evidencia de un
vínculo y de su continuidad, como instrumento de relación con
Las familias multiproblemáticas con las que se ha trabajado en otras mujeres y con los servicios, como defensa (o intento de defen-
Palermo se caracterizan, todas, por una condición de deprivación sa) frente a la violencia y como posibilidad de demostrar una crea-
económica y cultural: la miseria es un factor de riesgo importante tividad reconocida. Sin embargo, la regla relativa al número de hi-
para este tipo de patologías, porque la falta de medios y de compe- jos no carece de excepciones, en particular, en los casos en que la
tencias sociales reconocidas hace más fácil la aparición de compor- familia multiproblemática se constituye en torno a una mujer sola
tamientos problemáticos, más difícil una reacción eficaz ante ellos, que proviene de una larga institucionalización o ha protagonizado
y común la actitud sustitutiva de los profesionales. Factores que, graves conflictos en su familia de origen: en efecto, prostitución,
reconstruidos en términos de historia de los padres, corresponden trabajos modestos o muy esporádicos y, en general, distintas carre-
a menudo a una reciente inmigración, a institucionalizaciones pro- ras de desviación, preceden en estos casos a elecciones de materni-
longadas (Dell'Antonio, 1977) o a la procedencia de otras familias dad de gran significado emotivo y experiencia].
multiproblemáticas.
Por otra parte, dentro de las familias multiproblemáticas se de-
be tener en cuenta que, en las que han formado parte durante un 2.2.4. Las condiciones de vida
cierto tiempo de clases sociales más integradas (casi un tercio de
los casos examinados por nosotros), la miseria puede ser el resulta- La organización económica y de vivienda de las familias multi-
do de una desorganización crónica del comportamiento de sus problemáticas es el espejo fiel de una desorganización que agrava
las consecuencias de la miseria. Precariedad y estado de abandono
5. Véase también «Contextos de control», en el capítulo 3: Los primeros contactos. son características constantes de casas en las que las personas en-
56 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 57

tran y salen con gran facilidad. La puerta está habitualmente abier- nocidos en grupos familiares caracterizados habitualmente por la
ta, simbólicamente y de hecho; el momento en que se cierra es, a centralidad de las figuras femeninas y por la perifericidad agresiva
menudo, un momento importante para la evolución del proceso te- e inconsistente de las masculinas. La falta de horarios y de ritos in-
rapéutico. Por citar un ejemplo, en el curso de una terapia «vigila- vade habitualmente el setting de las terapias, por lo que interpretar
da» con visitas periódicas no anunciadas por el servicio derivante, el retraso o el olvido de una sesión en términos de resistencia al
la asistente social se encontró un día con un cartel en el portal que cambio no tiene ningún sentido. Hay que considerar que se trabaja
le anunciaba «Prohibido entrar». con grupos en los que el reloj y el calendario no son percibidos co-
Dentro de las casas, una característica común es, por otra par- mo parte importante y significativa de la organización del tiempo.
te, la falta de una delimitación correcta de los espacios. Niños, ado- De la misma manera, los terapeutas se quedan a menudo «escanda-
lescentes y jóvenes adultos pueden no tener habitaciones ni lugares lizados» de la facilidad con que las familias aceptan el cambio de la
propios útiles para la construcción de su propia identidad personal persona física que se ocupa de ellos dentro del servicio, de la sede
(«mi» cama, «mi» cajón, «mi» butaca), con consecuencias descon- del encuentro o de su periodicidad, elementos constitutivos, en
certantes sobre la definición de roles y de relaciones y con desliza- otras situaciones, del rito que se celebra en torno a la terapia.
mientos posibles, aunque no muy frecuentes, hacia promiscuida-
des más o menos incestuosas.
El tema del incesto surge naturalmente, en el sentimiento y en 2.2.5. Legalidad
la fantasía de los profesionales, cuando hay una cercanía excesiva
entre adultos y niños. En las familias con las que hemos contacta- La relación entre vínculo afectivo y vínculo legalmente recono-
do, sin embargo (véanse en particular los apartados 2.3.1 y 2.3.2), cido está bastante infravalorada dentro de las familias multiproble-
la impresión es que la discontinuidad cultural entre profesionales y máticas. El dato cultural tiene su importancia, obviamente, al pro-
miembros de la familia extensa juega un papel de notable impor- ducirse en barrios en los que la «escapadita» se prepara a menudo
tancia en la amplificación de noticias reducibles, en otros lugares, con la complicidad de las familias y corresponde, de hecho, a un
a interpretaciones menos dramáticas. Lo que no quiere decir obvia- matrimonio cuya celebración se aplaza: por motivos económicos,
mente que el incesto no se verifique en algunas situaciones caracte- en algunos casos, si la familia no es capaz de preparar festejos ade-
rizadas por una patología más grave de los adultos. cuados, o por puro y simple descuido, en muchos otros.
Las entradas económicas son a menudo ilegales, o integradas Mucho más allá del dato organizativo, sin embargo, lo que ca-
por subsidios de distinto orden, y son utilizadas habitualmente pa- racteriza a las familias multiproblemáticas es una indiferencia sus-
ra objetivos familiares por las mujeres y para objetivos personales
tancial ante el problema del reconocimiento legal de las situaciones
por los hombres. La suma global, sin embargo, es siempre incierta
y de las relaciones. El aplazamiento del matrimonio se prolonga si-
y casi imposible de definir por motivos de contexto asociados a la ne die y las viudas, casadas o no, difícilmente celebran un segundo
desconfianza, pero, también, en muchos casos, a una dificultad
matrimonio con los convivientes. Las separaciones no se legalizan,
grave para programar las entradas y los gastos más allá de horas o
y el reconocimiento de los niños nacidos fuera del matrimonio pue-
de días, fijando programas y criterios de prioridad. Esto lo saben
de ser considerado un problema menor, dada su contextualización
bien los asistentes sociales, que han aprendido a suministrar obje-
en situaciones culturales en las que lo que se esperaría sería una
tos (pañales, camas, vestidos) en lugar de dinero, y se hace eviden-
crisis de celos.
te a quien entra en unas casas carentes de bienes, considerados
comúnmente de «primera necesidad», e invadidas, en cambio, de
Un ejemplo interesante es el del marido que va a llevarse a su mujer
objetos inútiles, costosos y poco utilizados pero intensamente quitándosela al hombre con el que ella huyó hace un año, y del que está
deseados. embarazada. El encuentro es tranquilo, así como el viaje hacia casa, pe-
Para finalizar, una última anotación importante para el tera- ro, delante del portal, el marido le da un par de bofetadas, importantes
peuta familiar y para sus eventuales «prescripciones de comporta- para los vecinos, evidentemente, más que para él. En contraste, no aflo-
miento» es la relativa a la falta de horarios comunes y de ritos reco- ran temas de celos en el sentido propio del término durante las sesiones
58 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES
LA LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 59

posteriores, en las que ella le pide y obtiene la promesa de su reconoci- 2.3.1. El padre periférico
miento del hijo concebido con otro hombre.
Las estructuras familiares caracterizadas por la perifericidad
El conjunto de las personas que viven dentro de una cierta ca- de la figura paterna, descritas por Minuchin (Minuchin y otros,
sa no coincide, pues, con el de la familia legalmente reconocida, lo 1967b), son de las más comunes también en esta casuística. Desocu-
que plantea problemas no simples desde el punto de vista emotivo y pado o subocupado, con un nivel de instrucción y de competencia
conceptual a profesionales que están acostumbrados a dar un valor bastante modesto, el padre tiene, desde el inicio de estas familias,
muy distinto a este tipo de correspondencias. un papel decididamente secundario desde el punto de vista afectivo
y económico. Implicado con frecuencia, desde joven o jovencísimo,
en vicisitudes judiciales más o menos relevantes, a menudo tiene
2.2.6. Los hijos que realizar trabajos que lo obligan a largas ausencias de casa y a
una relación muy precaria con los hijos, que, mientras tanto, au-
Más o menos numerosos, los niños y los adolescentes suelen mentan en número sin que ni marido ni mujer demuestren preocu-
scr el motivo de las peticiones de ayuda dirigidas a las distintas pación por ello. En el momento en que la problemática de la situa-
instituciones en nombre y por cuenta de las familias multiproble- ción empuja a la madre a unos servicios a los que el marido, sin
máticas. El problema que se escenifica a través de ellos es vivido embargo, no va, es fácil que éste sea descrito (a veces más por los
habitualmente de manera bastante dramática por los servicios, profesionales que por la mujer y los hijos) como violento, entregado
puesto que no se expresa sólo en términos de malestar o desadap- al alcohol, infiel e incapaz de ocuparse de la familia. Difícilmente lo-
tación más o menos evidentes y reconocidos, sino también, y so- calizable en un primer momento por los trabajadores sociales, cons-
bre todo, de exposición a un riesgo relacionado con la insuficiente tituye a menudo, sin embargo, una sorpresa positiva para los que
realización de funciones parentales indispensables para el desa- consiguen implicarlo en un proyecto de terapia, superando el velo
rrollo. Resulta, pues, comprensible el ansia, común entre los pro- de fantasía en que le mantienen los profesionales que hablan de él
fesionales, de sustituir en todo o en parte a los familiares incapa- sin conocerlo. Ello permite verificar en los hechos la observación de
ces: se trata, sin embargo, de un movimiento afectivo que debe ser los terapeutas familiares sobre el círculo vicioso de desconfianza y
confrontado atentamente, como tendremos manera de verificar de comportamientos que se establece, con el tiempo, entre un padre
más adelante, con la necesidad de reconocer la existencia de rela- periférico y una madre demasiado central. A diferencia de cuanto se
ciones emocionales profundas, delicadas y duraderas entre los ha observado en otras condiciones socioculturales y, más en parti-
miembros aparentemente menos vinculados de las familias multi- cular, en las familias de las minorías étnicas de color de los guetos
problemáticas. americanos (Minuchin y otros, 1967b, op. cit.), la figura del padre
periférico es habitualmente estable, en el sentido de que no se pro-
ducen verdaderas separaciones ni cambios continuos de pareja.
2.3. HISTORIA Y CONFIGURACIÓN DE LA FAMILIA MULTIPROBLEMÁTICA A nivel subjetivo, las razones de la perifericidad están relacio-
nadas tanto con una falta de sentido de la responsabilidad, como
La historia y las estructuras de las familias multiproblemáticas con una profunda desconfianza en las propias capacidades de reac-
son variadas y complejas, aunque se pueden distinguir algunas con- cionar. El «cabeza de familia» puede sentir como vergonzoso el he-
figuraciones típicas mediante la reconstrucción de sus vicisitudes cho de que su familia haya sido obligada a dirigirse a un servicio, y
particulares. Aquí se propondrán algunas de las situaciones más puede verse humillado por una situación en la que el profesional
comunes con que se ha entrado en contacto en Palermo, subrayan- desvela, poniéndolas en evidencia, las carencias que dicha familia
do las diferencias con las indicadas por la literatura existente sobre padece.
el tema.
En un caso emblemático, el padre había sido descrito por cuatro
profesionales distintos como enfermo mental, totalmente incapaz de en-
60 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMATICAS 61

tender lo que sucedía en casa, antes de que la paciencia de los terapeutas gunda configuración típica de las familias multiproblemáticas que
lo volviese a llevar a un rol activo y partícipe. hemos encontrado en nuestro trabajo.
En otro caso, el padre que se había negado a ir al servicio durante Historias de desadaptación escolar, toxicomanías y otras con-
años y que había reaccionado con violencia a una situación de acogi- ductas problemáticas son frecuentes, en estas situaciones, en uno o
miento de los hijos, fue definitivamente ganado para la terapia desde el
en ambos miembros de la pareja, que mantiene una relación con-
momento en que su oposición al juez fue leída en términos de «celos» le-
flictiva y confusa de la que los hijos son, al mismo tiempo, el único
gítimos y naturales. Ello permitió desarrollar, en el curso de las sesiones,
un proceso de valorización de sus necesidades y de su afectividad que lo resultado y el único testimonio. Hasta el momento en que uno de
los dos miembros de la pareja desaparece de la vida de un grupo
colocó pronto en el centro de la situación familiar.
que, a partir de aquel momento, se desarrolla como una parte, más
Una prueba importante de la validez de esta interpretación de o menos consistente y significativa, de una familia extensa centra-
la perifericidad del padre hay que buscarla, por otra parte, en el evi- da en la figura de una abuela. En efecto, el recambio de la pareja es
dente significado «protector» de las maniobras con que la madre, a posible, pero resulta difícil que ello comporte una organización o
reorganización de la familia nuclear.
pesar de criticarlo, lo mantiene lejos de los servicios. Central, pero
Lo que se verifica a menudo en estos casos es un áspero con-
caótica y permanentemente en dificultad, la madre mantiene, en
flicto legal sobre el acogimiento de los niños, llevado ante el tribu-
efecto, una cierta alternancia en su actitud ante el marido: ayudan-
nal de menores, que constituye el motivo inmediato de petición de
do a veces a ponerlo bajo un prisma negativo, pero defendiéndolo
ayuda. Es difícil, naturalmente, generalizar. Sin embargo, en las si-
después con tenacidad de las sesiones demasiado cercanas y no lle-
tuaciones contactadas por este motivo nos ha impactado muchas
vando nunca sus denuncias más allá de ciertos límites.
veces la violencia de las argumentaciones en que se basa la petición
Las justificaciones adoptadas para explicar la ausencia del ma-
de vuelta de los menores con los abuelos. Es como si el padre o la
rido de la sesión son siempre bastante confusas, pero difícilmente
madre, que han vuelto a casa por un cierto tiempo, no fuesen capa-
acusatorias. El marido no ha venido en general por motivos de «tra-
ces por definición de retomar la responsabilidad y como si la capa-
bajo», que le quita más tiempo, haciéndolo aparecer como impor- cidad de dar ayuda, por parte de los abuelos, se parase inexorable-
tante, cuanto más incierto, ocasional o difícil de definir es. Cuando mente en la puerta de su casa.
está en la cárcel o sometido a proceso, es siempre inocente por de- La configuración típica que viene inmediatamente a la memo-
finición, y cuando se le acusa de haber molestado sexualmente a las ria en esta situación es la que han descrito Minuchin y otros (1967b)
hijas o de haberlos maltratado, a ella o a los menores, las acusacio- como «abuela ausente»: una situación en que la joven madre vuelve
nes son «exageradas» debido a la «malevolencia» de los vecinos. a hacer de hija en casa de su madre junto a su hijo y en la que no hay
Defensas que causan un extraño efecto, al juntarlas con las acusa- ya abuela, porque la madre ejercita el mismo rol ante su hija y su
ciones de descuido proferidas por una mujer «que lo hace todo ella nieto. Sin embargo, en las familias palermitanas estudiadas se evi-
sola» con los niños y el dinero y que, sin embargo, revelan la im- dencian algunas diferencias con la descripción de Minuchin, ya que
portancia del vínculo matrimonial al que ella está «míticamente» la desaparición de la madre es tan frecuente como la del padre, de-
unida. Pudiéndose seguir de un brusco vuelco, hasta llegar a la di- terminando una situación en la que es la relación madre-hijo (abue-
famación, cuando el vínculo se rompe porque él se va a vivir de ma- la-padre) la que constituye el núcleo duro del sistema extenso, sobre
nera estable con otra mujer. todo si el hijo desarrolla funciones vicarias de su padre.

2.3.2. La pareja inestable 2.3.3. La mujer sola

Matrimonios de breve duración entre personas jóvenes o jo- Un tipo particular de familias multiproblemáticas es aquel que
vencísimas que no tienen tiempo de levantar una familia autónoma se constituye, en un cierto número de casos, en torno a una mujer
desde el punto de vista económico y de vivienda constituyen la se- de extracción social y cultural modesta que decide criar ella sola a
62 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 63

uno o más hijos habidos de parejas con las que no se generan rela- 2.3.4. La familia petrificada
ciones estables.
Se trata, a menudo, en nuestra experiencia, de jóvenes mujeres Una última configuración típica de las familias multiproble-
que provienen de largas experiencias de institucionalización y que máticas es aquella en que un trauma dramático e imprevisto deter-
han organizado su existencia en torno a una prostitución pobre o mina una modificación brusca de los niveles de funcionamiento del
a otras actividades marginales o subalternas. La importancia del sistema.
vínculo con los hijos no les alcanza para asegurarles por sí solas Estructuras familiares en las que los comportamientos sinto-
una condición de vida suficiente. Ello pone en marcha un proceso máticos desarrollaban su clásico rol de bloqueo del paso de etapa
de desorganización que acaba por llamar la atención del tribunal de del ciclo vital y de apuntalamiento de equilibrios propios de una fa-
menores. La tarea que hay que afrontar en estos casos es extrema- se precedente, saltan literalmente por el aire ante un acontecimien-
damente difícil. En efecto, hay que proporcionarle a la madre la to (la muerte de un hijo, una intervención «violenta» del tribunal en
ayuda que necesita sin ansias sustitutivas, respetando sus márge- torno a una denuncia poco documentada, etc.) que interfiere los
nes de autonomía real y potencial, es decir, evitando cuidadosa- comportamientos relacionados con los roles de los distintos miem-
mente la creación de un vínculo de dependencia de los servicios bros del sistema, petrificándolos y poniendo en marcha el círculo
que desarrolle y complete el proceso de desorganización ya inicia- vicioso de la incapacidad funcional, de la desorganización y de la
do con graves daños para la mujer y para sus hijos. intervención descoordinada de los servicios. En estos casos nos en-
Un elemento a tomar seriamente en consideración en estos ca- contramos ante familias cuya procedencia social y cuyo nivel cul-
sos es la posibilidad de contar con grupos familiares dispuestos a
tural son menos débiles que los de las otras familias multiproble-
apoyar a la mujer y a sus hijos con propuestas atípicas pero, a me-
máticas. Respecto a ellas es, pues, particularmente grave el error
nudo, bastante eficaces.
sustitutivo que todavía hoy cometen los servicios añadiendo caos a
En un caso seguido durante más de cuatro años, Blanca, una mujer
la confusión en que la familia se debate. En cambio, resulta espe-
sin parientes y sin recursos culturales ni económicos, que había dejado de cialmente útil la oferta de una posición de escucha para la elabora-
prostituirse cuando el tribunal la amenazó con quitarle la última hija, na- ción del duelo que la familia no es capaz de afrontar.
cida recientemente, fue apoyada por una familia burguesa que la hospedó
en casa con todas sus hijas a cambio de una pequeña ayuda doméstica, lo La toxicomanía de Víctor, 16 años, se ha agravado bruscamente,
que permitió una mejoría sustancial de la situación. Sin embargo, apare- empujándolo a una serie de comportamientos delictivos, después de la
cieron algunas dificultades en el momento en que la niña, al crecer, empe- muerte por asesinato mafioso del hermano mayor. Los otros hermanos,
zó a comprender mejor quiénes eran sus padres, determinando un choque de 13 y 10 años, han dejado de ir a la escuela y se ocupan de una casa en
emotivo, basado en los celos, entre los miembros de la familia y su madre. la que la madre no hace ya nada. El padre ha dejado prácticamente de
Una intervención terapéutica apoyada en la evidenciación (con la familia trabajar y se intoxica con somníferos. A seis meses de distancia del he-
acogedora) del buen trabajo desarrollado hasta aquel momento para ayu- cho luctuoso, la familia se muestra todavía incapaz de reaccionar, arras-
dar al proceso de crecimiento de Blanca, permitió el paso a una fase pos- trada por el círculo vicioso establecido entre las incapacidades funcio-
terior de organización más autónoma del pequeño núcleo familiar. nales y los comportamientos sintomáticos de sus miembros.
En otro caso, la madre era una viuda reciente que se había ence-
rrado en su pobre casa durante muchos meses con sus dos niños des-
pués de la muerte del conviviente, y que, con una depresión y una deso- 2.4. UNA INVESTIGACIÓN: MATERIAL Y MÉTODO
rientación bastante graves, no parecía ya capaz de ocuparse de su
higiene, de su escolarización y de sus necesidades en general. La ayuda,
2.4.1. Familias y profesionales
en un proceso sumamente lento, consistió en poner a los niños en una
institución de lunes a viernes, mientras ella trabajaba como doméstica
en una familia. Ésta aceptó «colaborar con el servicio» durante el tiem- Los datos de esta investigación hacen referencia a las primeras
po, no muy breve, en que las capacidades bastante modestas de la mujer trece familias que satisfacen los criterios definidos precedentemen-
mejoraban poco a poco. te, seguidas de manera continua durante un período de al menos
64 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 65
seis meses en el Centro de Consulta y Terapia de la Familia, consti- cedentemente programas de intervención, vividos como no eficaces
tuido dentro del proyecto de prevención primaria de las toxicoma- o en crisis. Este grupo ha actuado reglamentando (de acuerdo con
nías del Ayuntamiento de Palermo. las distintas fuentes de derivación) los procedimientos de denun-
Las fuentes de derivación de las familias han sido varias. Los cia, de intervención y de evaluación de este proceder. Es decir, ha
problemas se resumen en la tabla 2.1. A partir de una discusión pre- trabajado dentro de un proyecto que no elige y no delimita (como
liminar en el grupo, las familias han sido asignadas a dos profesio- se hace comúnmente en un programa de investigación y de consul-
nales, como norma un psicólogo y un asistente social. El trabajo te- ta) ni el número, ni la tipología, ni la fuente de los casos a seguir, y
rapéutico comprendía entrevistas domiciliarias, sesiones de terapia que se encuentra expuesto, por estos motivos, a la necesidad de su-
y encuentros con profesionales de otros servicios. Estas distintas ministrar respuestas graduadas según las dificultades de la situa-
actividades, que se solían planificar en grupo según una estrategia ción. Se ha limitado a la consulta, cuando ello era posible, hacién-
concordada con un supervisor, las realizaban normalmente los dos dose cargo del caso cuando se consideraba necesario, y se ha visto
terapeutas juntos. atribuir, a veces, responsabilidades jurídicas de acogimiento del
menor que se salen de las estrictamente relacionadas con la terapia.
Válidas dentro de un contexto de este tipo, las observaciones
2.4.2. Las técnicas de intervención que siguen referidas a la técnica están probablemente destinadas a
sorprender al terapeuta familiar que ha trabajado en otros contex-
Los terapeutas especializados en el trabajo con familias multi- tos o en estructuras de otro tipo, como servicios de salud mental o
problemáticas han insistido sobre las modificaciones que hay que consultorios para toxicómanos. Sin embargo, dichas observaciones
introducir en el abordaje de estas familias a partir de las técnicas de resultan de difícil utilización precisamente en estos contextos, en
uso habitual en otros casos. los que, a veces, los movimientos del terapeuta no deben ser eva-
Entre los trabajos más importantes en este sector hay que citar luados por sí mismos, ya que asumen significado sólo dentro del
sin duda el pionero, realizado por Minuchin (Minuchin y otros, sistema de significados que los contiene.
1967b, op. cit.) sobre las familias de los guetos de Nueva York, el de
Judith Landau (Landau, 1983), lleno de fantasía y originalidad, so-
bre las familias multiproblemáticas sudafricanas y el reciente de La delimitación del sistema
Cirillo, Di Blasio (1989) y el grupo de Mara Selvini-Palazzoli sobre
las familias de los niños maltratados. Todos estos trabajos han sido La delimitación del sistema está dificultada, sobre todo, por la
ampliamente utilizados en la preparación de los terapeutas y de los necesidad de trabajar con familias que constituyen, a menudo, una
supervisores que han trabajado en Palermo, a pesar de no ser posi- estructura de transición entre la propia de las familias extensas y la
ble tomarlos como modelo a causa de la diversidad del contexto en de las nucleares (Landau, op. cit.). También es necesario tener en
que habían madurado: de investigación, en el caso de la experiencia cuenta los vínculos existentes de facto, cuyo reconocimiento legal
de Minuchin y de Landau, y de consulta con los tribunales en una no es considerado tan importante como en otras situaciones. La
situación específica de dificultad (el verdadero o presunto maltrato convivencia no es siempre un criterio útil, porque la precariedad de
del niño) en el caso del grupo de Milán. las condiciones de habitabilidad obliga a menudo a la promiscui-
En efecto, la especifidad de los contextos es siempre crucial en dad a personas que no tienen entre ellas relaciones especialmente
la elección de las técnicas de intervención, y el problema de la ex- intensas y porque la intervención de las instituciones de control
periencia madurada en Palermo ha sido desde el principio el de ser puede forzar a la separación a personas anteriormente vinculadas
un grupo peculiar de profesionales jóvenes y no adiestrados prece- entre ellas, creando, en otros casos, convivencias no especialmente
dentemente en el campo de la terapia familiar, comprometidos a significativas desde el punto de vista de la intervención terapéutica.
tiempo pleno, con el apoyo de supervisores expertos, en un trabajo Los sucesivos emparejamientos representan, desde este punto
de segundo nivel con familias ya explícitamente definidas como de vista, la principal dificultad. Nacidos de padres o de madres dis-
multiproblemáticas por los servicios que habían desarrollado pre- tintos, los niños que viven bajo el mismo techo mantienen a veces
66 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMATICAS 67

relaciones muy débiles con su padre natural, el cual, sin embargo, ta y clara en el proceso terapéutico en curso con las familias multi-
puede interferir fuertemente en una terapia que no lo tenga en con- problemáticas, como ya se ha señalado en el apartado 2.3.3 en re-
sideración. Lo que se impone en otros casos es la necesidad de re- ferencia a los «celos» de los padres naturales (Dell'Antonio, 1992), o
nunciar al intento de hacerlo volver a escena, aceptando, en situa- a propósito del proceso de ayuda a familias compuestas por una
ciones extremas pero significativas, trabajar sólo con los adultos madre sola con hijos en dificultad.
que desarrollan su rol sin tener ningún título para ello. Los obstáculos para delimitar el sistema sobre el que centrar la
propia intervención son evidentes a partir de estas observaciones.
Así ocurrió con Mario, un chico que había crecido con el hijo de Desde el punto de vista técnico, la respuesta elaborada por el equi-
una señora a la que la madre lo había confiado poco antes de desapare- po es la de una delimitación que no precede a la intervención, sino
cer, y cuyo padre, que se presentó 10 años después, ponía en crisis con que se determina en el curso de la terapia mediante un libre razo-
irrupciones imprevistas el equilibrio construido con tanta fatiga por dos namiento sobre los hechos. De esto pueden derivarse, a veces, con-
padres que no eran ni naturales ni adoptivos. Inalcanzable para los pro- secuencias imprevisibles, porque miembros que son considerados
fesionales, el padre natural no entró nunca en terapia, la cual tuvo igual- importantes pueden mostrarse a la larga como fantasmas en la
mente un resultado positivo. mente de otros miembros en vez de estar realmente implicados en
la lógica interactiva del sistema, y porque, al contrario, puede suce-
Además, las instituciones implicadas en el caso, y los profesio-
der que se verifique la importancia decisiva, a efectos de la prose-
nales que actúan en nombre y por cuenta de ellas, son también par-
cución del conflicto, de personajes igualmente percibidos como
te integrante del sistema sobre el que se debe intervenir. En efecto, menos significativos (sobre todo por parte de los profesionales).
la debilidad de los límites y la carencia de figuras capaces de efec- En términos cuantitativos, el sistema así delimitado es gene-
tuar funciones percibidas desde el interior y desde el exterior como ralmente bastante amplio: son siete la media de los miembros del
necesarias, favorecen el ingreso en el sistema de miembros exter- sistema original, y de cuatro a seis los servicios (profesionales) im-
nos que acaban desarrollando funciones parentales. Es decir, en lu- plicados en la intervención antes de que el tratamiento comience.
gar de niños, estos sistemas familiares adoptan padres o abuelos Se pueden entender fácilmente, en base a estos datos, las op-
que, generalmente, tienden a reclutar entre los profesionales. Se ciones hechas desde el inicio respecto a lo raro de los encuentros
plantean, así, situaciones en las que el análisis funcional del siste- dedicados a todo el sistema. Por otra parte, la dificultad de que se
ma muestra, por ejemplo, un juez abuelo o un asistente social ma- respete la convocatoria, la tendencia de los miembros del sistema a
dre, cuyas emociones, elecciones, decisiones y cansancios entran utilizar el hecho de venir o no desde las lógicas propias del sistema,
de pleno en las redundancias características de un sistema comuni- así como la necesidad de recuperar y valorizar las distinciones je-
cativo bloqueado. Para percibirlo más claramente, es útil el esque- rárquicas naturales, tanto entre los profesionales y los miembros de
ma citado por Minuchin a propósito de la «abuela ausente»: la ex- la familia como dentro del grupo de profesionales, nos han conven-
periencia del trabajo con familias multiproblemáticas plantea a cido definitivamente de la validez de este planteamiento.
menudo la comprobación de configuraciones igualmente típicas,
que cabría llamar, usando la misma terminología, el «tribunal au-
sente» o el «asistente social que no existe», porque, dada la paren- La convocatoria
talización de dichas figuras, sus funciones características como tri-
bunal y como asistente social no están desarrolladas más que La dificultad y, a veces, la inoportunidad de proceder a una
formalmente. Con una complicación añadida en el caso de que las convocatoria de todo el sistema, nos han llevado a trabajar median-
instituciones sean más de una y se encuentren en conflicto, abierto te encuentros con diversas combinaciones de sus miembros. El
o encubierto, entre ellas. porcentaje global de encuentros a dos sobre el total de las sesiones,
Para finalizar, existe una situación particular que está relacio- subdivididos en partes iguales entre encuentros con miembros de
nada con la puesta en marcha de procedimientos para el acogi- las familias y de los servicios, es del 53 %. Los restantes se subdivi-
miento. La familia acogedora debe ser implicada de manera direc- den, de nuevo a medias, entre encuentros con todo el sistema o con
68 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 69

algunas partes (subsistemas). El pasaje crucial para la elaboración mitivos establecidos en la familia. De aquí surge la posibilidad de
de las estrategias terapéuticas es, en este punto, el momento gru- que, sin «escuchar» al menor, se llegue a un conflicto de competen-
pal de la supervisión partiendo del mapa dibujado en la pizarra. El cias o a la resistencia a que «otros» se ocupen del «propio» hijo, ya
desarrollo del trabajo terapéutico puede ser visto, así, como una di- sean padres, profesionales o jueces (Dell'Antonio, 1986; 1992).
latación en el tiempo y en el espacio de la sesión clásica de terapia Parece significativo el hecho de que, en la reciente declaración
familiar, en la que el supervisor está detrás del espejo y puede acon- de la ONU a propósito de los derechos del menor, se indique explí-
sejar un cierto movimiento. En el trabajo con las familias multipro- citamente la necesidad de que se confiera el peso justo a las opinio-
blemáticas, en cambio, un movimiento del mismo tipo y nacido de nes de éste en todos los procedimientos administrativos y judiciales
la misma exigencia se decide en supervisión indirecta y se lleva ade- en los que se tome una decisión sobre él. Las resistencias en los
lante en días sucesivos y en otros lugares, en forma de encuentro adultos a que «otros» se interesen por sus hijos según ópticas y pro-
sobre el caso, de informe, de comunicación oficial o de charla in- gramas distintos de los suyos aparecen con más fuerza precisamen-
formal cuando se habla con otros profesionales. Ello implica ma- te cuando se propone el acogimiento a familias particularmente
nejar y evaluar retroacciones que también se desarrollan en tiem- disfuncionales, como aquellas de las que nos ocupamos aquí. No es
pos más largos y en espacios más amplios. difícil intuir cómo dichas resistencias están relacionadas con la
sensación de ser «expropiado» del propio rol, paradójicamente sen-
En el caso de un padre desplazado por la imprevista llegada de su tido tanto más importante cuanto no hay otros motivos de autoesti-
ex mujer, que había conseguido hacer parecer casual su intervención y ma y, en consecuencia, precisamente en situaciones de sustancial
seducir al terapeuta con su preocupación por los hijos, el movimiento marginación y desvalorización social. Y, por otra parte, la percep-
decidido en supervisión fue el de una recuperación de la relación me- ción de los padres de los menores considerados en riesgo, que es de
diante un coloquio individual por sorpresa con él. En el caso de una mu-
estar siendo controlados y juzgados más que ayudados, no se aleja
jer que había vivido con dramáticas repercusiones comportamentales el
con frecuencia de la verdad, no estando a menudo claro el rol que
nacimiento de un hijo un mes después de la muerte del niño que había
tenido su madre, la intervención propuesta fue la de una visita al domi- los trabajadores sociales asumen al respecto. De todas maneras,
cilio de esta última. En el caso de los «celos», se programaron coloquios hay que reconocer que esta escasa claridad suele estar mantenida
separados con las dos parejas de padres, acogedores y biológicos, con la por las peticiones que hace a los servicios el tribunal de menores,
atención puesta en un encuentro común posterior. En un caso de adul- órgano de control que tiende a ver el trabajo de los asistentes socia-
tos implicados en una pelea caótica ante el tribunal, la decisión tomada les bajo su óptica (si no a su servicio), pero a veces también por la
en grupo fue la de un apoyo individual, durante el tiempo necesario, a actitud que asumen ante el problema las administraciones de las
una madre que se encontraba en una situación de debilidad particular. que dichos profesionales dependen.

2.5. MÁS ELEMENTOS DE LA TÉCNICA DE INTERVENCIÓN 2.5.2. La relación con los otros servicios y profesionales

2.5.1. La relación con los órganos de la justicia Se ha subrayado anteriormente la necesidad de incluir dentro
del sistema propio de las familias multiproblemáticas a los servicios
Las intervenciones preventivas son difíciles de desarrollar en si- y a los profesionales que se ocupan de ellas. También se ha ido más
tuaciones en las que la praxis habitual ha sido siempre, y continúa allá del simple intento de definir cuántas y cuáles tendrían que ser las
siéndolo, la intervención en crisis, debido en parte a una escasa agencias sociales o los servicios sociosanitarios contactados por los
atención de las administraciones hacia el sector de los servicios so- diversos miembros de un mismo núcleo para que se pueda hablar de
ciales. En cambio, la intervención preventiva se proyecta y se realiza familia multiproblemática, planteando cuestiones sobre qué signifi-
a veces con metodologías tradicionales, que siguen sin incorporar cado y función tienden a establecerse más fácilmente y si el sistema
los principios más básicos de psicología dinámica y familiar que in- de familias multiproblemáticas-servicios muestra posibilidades evo-
sisten en la conveniencia de que el niño mantenga los vínculos pri- lutivas o tiende a la homeostasis (Malagoli-Togliatti, 1985, op. cit.).
70 LA INTERVENCIÓN SÍSTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 71

Desde un punto de vista práctico, lo que cuenta sobre todo son tos que abren espacios de gran relieve a un servicio capaz de dar
los procedimientos de derivación, porque la demanda de ayuda pa- respuestas a nivel terapéutico. Por ejemplo, en el caso de la pro-
ra la familia proviene habitualmente, como notó en primer lugar puesta cada vez más común de «acogimiento de prueba» a las fami-
Laing (Laing, Esterson, op. cit.), de personas que no forman parte lias en las que la ejecución de la decisión judicial puede reducirse a
de ella, pero con las que ha establecido relaciones más o menos sig- un puro y simple retorno del menor a la situación de la que provie-
nificativas. Para el terapeuta que quiera evitar implicarse en una ne, con la esperanza, habitualmente frustrada, de que se obtengan
trampa relacional es, pues, absolutamente necesario incluirlas. Sin cambios positivos sólo por la intervención de llamada al orden ju-
embargo, desde un punto de vista más general, el problema está re- dicial. Puede suceder, sin embargo, que la aparición de un servicio
lacionado en muchos casos con las funciones sustitutivas que desa- llamado a intervenir activamente sobre las familias aumente nota-
rrollan los servicios y los profesionales dentro de la familia de la blemente la posibilidad de obtener modificaciones.
que son, de hecho, parte integrante y significativa. Evaluado en términos estructurales, el trabajo terapéutico res-
La respuesta a dar en estas condiciones es siempre bastante peta, en estos casos, las modalidades de funcionamiento propias de
compleja. Formalmente, el contexto es el de una situación de peti- las familias multiproblemáticas. En efecto, el frente de los padres
ción de ayuda a una estructura de segundo nivel. Ser incluidos en el se constituye implicando a los personajes institucionales en los que
sistema sobre el que hay que intervenir es, en consecuencia, casi na- los padres naturales han delegado de hecho, exhibiendo o recono-
tural si se considera a un servicio que pide ayuda a otro como un ser- ciendo su incompetencia, partes significativas de sus funciones pa-
vicio en dificultad. Sin embargo, en la práctica, la secreta agenda del rentales. El momento en que se consigue presentar la intervención
profesional que pide ayuda se caracteriza a menudo por la dificultad del tribunal como una ayuda dada a un sistema en dificultad, en
de aceptar la idea de que otro consiga algo en lo que él ha fracasado y vez de como una pura y simple aceptación de la declaración de in-
por la tendencia, sólo aparentemente combatida, a liberarse del peso competencia, marca el inicio de la construcción de un proyecto
de una situación percibida como insostenible. Técnicamente, el pro- unitario por parte de los adultos que se ocupan del menor en difi-
blema hay que afrontarlo evitando reunirse con los miembros de la cultad. El obstáculo más difícil de superar en estos casos es el rela-
familia antes de haber obtenido las informaciones necesarias de los cionado con el mensaje de contexto enviado por el juez a los padres
profesionales del servicio derivante en el marco de una situación es- de los hijos que plantean problemas: «reproche» que debe ser trans-
tructurada de discusión sobre el caso, poniendo a punto, en el ámbi- formado en «apoyo» en el curso del trabajo terapéutico, implicando
to de dicho encuentro o en un momento posterior, una definición cla- al tribunal, para evitar que se creen alianzas perversas con las fa-
ra de las finalidades de la intervención. milias, en las que el servicio sería visto como la madre buena y el
tribunal como el padre severo. Ello se consigue mediante:

2.5.3. Las respuestas operativas • una aclaración puntual de las razones positivas que se hallan
en la base de la intervención;
Se pueden contemplar, esquemáticamente, tres escenarios dis- • una atenta evidenciación de las posibilidades de volver a dar
tintos que, a continuación, serán examinados. competencia y responsabilidad a los miembros del sistema familiar.
Resulta, además, necesaria una distinción entre los roles de tera-
A) La terapia desarrollada dentro de un contexto definido por las peutas y jueces, porque los terapeutas son los que tienen que ayu-
decisiones del derivante: el problema del tribunal de menores° dar a la familia a cambiar, mientras que a los jueces se les ha enco-
Este tipo de elección es frecuente, en particular, en los casos mendado, desde fuera, la tarea de tomar nota, evaluándolo, del
derivados por el tribunal de menores. En efecto, ocurre, a veces, cambio que la familia consigue poner en marcha.
que nos encontramos ante un conjunto de normas y procedimien-
B) La intervención que utiliza la relación en curso entre familia y
6. Conviene recordar que la legislación y el sistema italianos de atención a la in- servicios
fancia son diferentes de los españoles (nota de los compiladores). Se ha destacado ya la complejidad de la situación que se crea
r

72 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMÁTICAS 73


dentro de un sistema constituido, además de por los propios miem- • la contribución que el profesional hace, con sus actitudes, al
bros de la familia multiproblemática, por los profesionales y por mantenimiento de la condición de dependencia;
los servicios que de ella se ocupan. • la gratitud profunda que, respecto a él, nutre la persona que
Uno de los problemas más difíciles para el terapeuta es, preci- durante tanto tiempo ha ayudado (Cancrini, 1984).
samente, el que está relacionado con la recuperación de una subje-
tividad que se expresa de manera original y creativa por parte de los C) Aceptación de una derivación sin condiciones
miembros de la familia funcionalmente sustituidos por los profe- Es la más simple de las tres propuestas operativas, realizada
sionales. La reacción que se produce en los servicios que han traba- generalmente por un servicio que se presenta y se define como de
jado durante largo tiempo con la familia se basa en la incredulidad segundo nivel. En nuestra experiencia, se ha caracterizado, a veces,
y se traduce en el rechazo. Rabia y desilusión circulan también en en términos formativos, por la propuesta de asociación del deri-
las familias multiproblemáticas, dando lugar a un intercambio, vante al terapeuta y a las reuniones de equipo. Asociación que pue-
en círculo vicioso, de mensajes desvalorizadores del tipo: «todo lo de durar más o menos tiempo, pero que permite habitualmente la
que podíamos hacer ya lo hemos hecho». Corresponde intervenir, construcción de una sólida alianza entre los profesionales y, me-
en estos casos, para proceder a una evaluación en términos positi- diante ellos, entre los servicios.
vos, de forma rápida pero bien argumentada, del trabajo realizado
hasta ese momento por los profesionales de los servicios. Se reali-
zará con ellos, simultáneamente, un estudio cuidadoso de hipótesis 2.6. Los RESULTADOS
organizativas y emocionales capaces de tener en cuenta las exigen-
cias no reconocidas en el momento de la crisis. Los resultados del trabajo desarrollado con las familias multi-
Igualmente difícil, y a veces incluso más, es la intervención a problemáticas son difíciles de codificar. Los criterios relacionados
desarrollar en otras situaciones caracterizadas por la cronicidad de con la mejoría o con la curación del paciente identificado se revelan
la relación y por una desconfianza recíproca particularmente gra- poco útiles, y tampoco nos podemos basar en escalas, métodos o fi-
ve. La labor a realizar en estos casos estará centrada en: chas utilizadas en otras situaciones análogas. Lo que se ha decidido
hacer, por tanto, es un intento de cuantificar con puntuaciones los
• la nueva evaluación del trabajo desarrollado y la eviden- comportamientos problemáticos de los miembros de la familia, que
ciación de los efectos positivos que ha tenido en la familia, prote- aparecen en la tabla 2.1. A cada uno de ellos se le ha atribuido una
giéndola de desarrollos más dramáticos; puntuación de 3, 1 o O según la gravedad de la situación. En la tabla
• la lectura del malestar vivido por el profesional, que pone en 2.2 se muestran los datos, que han sido calculados de manera que,
cuestión su profesionalidad en términos de referencia a la «necesi- si la misma persona presenta más de un problema, se le atribuye la
dad» de seguir adelante»; puntuación de 3 al problema más grave y evidente, se le da la mitad
• la restitución de la delegación al profesional mediante la pre- de la puntuación que le correspondería al segundo problema toma-
sentación de consejos y la promesa de ulteriores momentos de en- do aisladamente, y un cuarto al tercero. La razón de esta elección,
cuentro o de apoyo. totalmente empírica, está relacionada con la observación de que, si
bien es cierto que la suma de los comportamientos problemáticos
Una técnica interesante a utilizar en supervisión en casos de agrava los déficit funcionales del sistema familiar, es también ver-
este tipo es la que se basa en la simulación, por parte del profesio- dad que las dificultades individuales subyacentes al trastorno com-
nal, de la manera en la que el miembro de la familia con quien él portamental están relacionadas entre sí, como lo demuestra, en ge-
encuentra dificultades particulares «contaría a un amigo la histo- neral, la evolución concordante de los cambios.
ria de su relación con el servicio». La liberación de emociones Una rápida ojeada a los comportamientos enumerados en la ta-
asociadas a este simple juego de roles es habitualmente suficiente bla 2.1 demuestra con claridad su heterogeneidad. Sin embargo, to-
para hacer ver al mismo tiempo y de manera relativamente no dos tienen en común el dato relativo a la modificación que determi-
traumática: nan en el funcionamiento global de la persona y del sistema familiar.
74 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMATICAS 75

TABLA 2.1. Clasificación de las situaciones problemáticas y sus puntuaciones relativas. TABLA 2.2. Evolución a lo largo de la terapia de las trece familias observadas.

Tipología de Puntuación Puntuación Puntuación Variación de Variación de


problemas asignada: 3 asignada: 1 asignada: O Componentes Puntuación puntuación puntuación Puntuación
Familia contactados (inicio) a 3 meses a 6 meses final
Comportamientos
delictivos Frecuentes Esporádicos Ausentes A 5 13,5 -8,5 -8,5 5
Toxicomanía Grave No grave Resuelta 6 12 0 -8 4
Alcoholismo Grave No grave Resuelto C 8 7,25 -3,25 -4,25 3
Trastorno emocional D 7 21 -2,5 -19 2
de tipo psiquiátrico Descompensado Compensado Resuelto E 10 27,5 -9 -16,5 11
Minusvalía orgánica F 5 12 -7 -9,5 2,5
invalidante No atendida Mal atendida Bien atendida G 3 12 -7 -II 1
Absentismo escolar Total Dificultad seria Resuelto H 7 18,25 -10,25 -8 10,25
Institucionalización Fija Salidas regulares Finalizada 6 10,25 -4,5 -5,5 4,75
con buena (acogimiento y L 10 14 -5 -9 5
integración vuelta a casa) M 5 10,25 -1 -2 8,25
Separación Relación Conflictiva No conflictiva N 6 19,25 -10,75 -12.75 6,5
gravemente 0 5 15 -10 -13 2
conflictiva Total 83 192 -78,75 -127 65
Tragedia familiar Paralizante En elaboración Elaborada Media 6,4 14,7 -6,1 -9,7 5
Menores con carencia
de cuidados básicos Grave No grave Resuelta
Desempleo del cabeza
de familia Total Subocupación Trabajo no ha sido introducido como un reconocimiento de la minusvalía en
sí, sino de la actitud con la que se la enfrenta.
La asignación de puntuaciones a las familias ha sido revisada
al menos dos veces por personas distintas y discutida al final en el
La línea de reflexión seguida para definirlos corresponde, desde es- grupo. La subjetividad de las opiniones es un límite importante en
te punto de vista, a la idea de M.H. Erickson y de algunos de los pri- todas las evaluaciones en psicoterapia, y el nuestro ha sido sólo un
meros teóricos de la comunicación humana sobre la necesidad de intento de limitar sus efectos.
medir la gravedad de un síntoma no tanto por la forma que asume Se ha efectuado la evaluación en el primer contacto y se ha re-
(fundamentalmente para quien quiere «interpretarlo») como por la petido a los tres y a los seis meses del inicio de la terapia. El perío-
incapacidad que encubre (o determina) bajo determinadas circuns- do puede parecer breve para una investigación que intenta evaluar
tancias de edad, cultura y rol social. En el caso del alcoholismo y las la eficacia de una terapia familiar, pero es coherente con la hipóte-
toxicomanías, la implicación personal total del individuo es bien sis enunciada al inicio sobre el círculo vicioso característico de las
distinta de la del uso regular pero «comprensible» de drogas o de al- familias multiproblemáticas. En efecto, el objetivo de la intervención
cohol. Por lo que respecta a los trastornos emocionales de naturale- era interrumpir el refuerzo recíproco de los comportamientos sinto-
za psiquiátrica, la evaluación no se ha basado en la utilización de es- máticos y de las incapacidades funcionales del sistema. Por otra par-
'calas o de métodos diagnósticos, sino en la observación de los te, una confirmación interesante de la validez de estas afirmaciones
efectos comportamentales. Por ejemplo, se considera «de tipo psicó- viene de la observación del decurso en el tiempo: a dos años del ini-
tico» (Cancrini, La Rosa, 1991, op. cit.) el trastorno descompensado cio del trabajo, las familias examinadas no habían mostrado ulte-
que bloquea a la persona, y «de tipo neurótico» el que la obstaculiza. riores variaciones significativas de su condición. Se distinguen al-
De la misma manera, el término «minusvalía orgánica invalidante» gunas que han seguido mejorando lentamente y otras que han
76 LA INTERVENCIÓN SISTEMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMATICAS 77

generado un equilibrio en torno a comportamientos sintomáticos


TABLA 2.3. Tiempo de trabajo y personal implicado en la intervención con las trece
más focalizados contra los que luchar. familias.
Volviendo a la tabla 2.2, se puede observar cómo se van su-
mando los comportamientos problemáticos de cada componente Total horas de Horas de Profesionales Profesionales
de la familia, obteniéndose de este modo una puntuación familiar Familia trabajo supervisión del proyecto otros servicios
en el momento del inicio, que se vuelve a evaluar a tres y seis meses
de distancia. Así, resulta evidente que todas las familias han obte- A 26 16 2
nido mejorías y que, como era previsible, las variaciones han sido B 56 10 2 4
más evidentes en las que tenían puntuaciones más altas al inicio. C 64,30 15 2 4
Coherentemente con la hipótesis interpretativa en la base de nues- D 48 8 2 10
E 64 28 3 9
tra definición de familia multiproblemática, la variación más fuer-
F 46 46 1 0
te ha sido habitualmente en los tres primeros meses. Sin embargo, 14 16
G 4 3
en dos casos, los resultados obtenidos durante el primer período H 50 12 3 5
eran nulos o muy modestos y el desbloqueo se produjo después, co- 54,30 14 2 5
mo se puede ver en las familias B y D. L 53,30 10 2 5
La resolución completa de todos los problemas no se ha consegui- M 90 14 3 3
do, obviamente, en ningún caso. Sin embargo, la reducción media de N 90 4 2 6
las puntuaciones iniciales es de, aproximadamente, dos tercios y las 0 152 6 4 5
bajas puntuaciones finales indican lo que, como juicio clínico, puede Total 798 199
ser considerado como una mejoría decisiva de la situación familiar. Media 61,4 015,3
La tabla 2.3 muestra el número más bien alto de horas de tra-
bajo necesarias para llevar adelante una intervención de este tipo:
61,4 de media por familia, distribuidas a lo largo de seis meses y ferencia común para su intervención. Fragmentarias y carentes de
con una implicación y un apoyo significativos recibidos del grupo cualquier vínculo entre ellas, las intervenciones desarrolladas con
de supervisión (15,3 horas de media para cada caso). los miembros de las familias multiproblemáticas tomados indivi-
Poco más de la tercera parte de las intervenciones han tenido dualmente son costosas, frustrantes e improductivas. Reunificadas
lugar en la sede del centro. En los otros casos, los terapeutas se han en torno a una iniciativa más específica y estratégicamente tera-
visto obligados a moverse fuera, contactando con los miembros de péutica, del tipo de la desarrollada por el Ayuntamiento de Palermo
la familia en su domicilio y con los profesionales en sus servicios. con el proyecto de trabajo con las familias multiproblemáticas, di-
Las conclusiones son quizá apresuradas, pero la escasez de traba- chas intervenciones pueden volver a asumir un rol sectorial pero de
jos publicados hasta ahora sobre la terapia familiar de las familias extrema utilidad. Colaborar con 4,3 servicios por caso requiere una
multiproblemáticas de bajo nivel social podría depender sobre todo flexibilidad de comportamientos bastante notable para los terapeu-
de este tipo de dificultad: raramente los terapeutas familiares sa- tas y plantea problemas complejos a su organización del trabajo: de
len de su despacho y raramente los profesionales que sí salen de sus hecho, más de la cuarta parte de las intervenciones efectuadas ata-
despachos son terapeutas familiares expertos. ñe, precisamente, a los servicios. Sin embargo, al considerar ahora
El número de servicios implicados en las familias (4,3 por ca- la disminución de los comportamientos problemáticos obtenida a
so) es alto, e incluso superior al de los miembros con problemas lo largo del trabajo, en situaciones en las que los servicios se encon-
graves, lo cual resulta un valioso índice de la profunda desorgani- traban implicados desde hacía bastantes años y de las que habrían
zación de las actividades asistenciales ofrecidas en las realidades continuado ocupándose con toda probabilidad de la misma mane-
exploradas. Como ya se planteó a manera de hipótesis en la fase de ra, se puede hipotetizar razonablemente que una intervención bre-
elaboración del proyecto, lo que falta, en la situación real de Paler- ve, pero orientada estratégicamente, puede reducir la carga que su-
mo, no son los servicios o los profesionales, sino un punto de re- ponen unas relaciones caracterizadas al mismo tiempo por la
78 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LAS FAMILIAS MULTIPROBLEMATICAS 79

dependencia y por la cronicidad de las familias multiproblemáticas Ciutat Vella de Barcelona). Desarrollada con profesionales en un
respecto a un servicio o a un conjunto articulado de servicios. contexto que se ha mostrado disponible para una investigación de
este tipo, aporta como dato fundamental el rol crucial que desem-
peñan las familias multiproblemáticas en situaciones de dependen-
2.7. CONCLUSIONES cia crónica del servicio respecto a la cantidad y la cualidad del tra-
bajo correspondiente.
La credibilidad de la definición propuesta al inicio parece con- Paralizados a nivel operativo por la cantidad y la dramatici-
firmada en su esencia por los resultados obtenidos a lo largo del dad, las peticiones dirigidas a los profesionales son capaces de de-
trabajo. Una delimitación del sistema, que incluya las relaciones en terminar, si no se afrontan de manera adecuada (y no ciertamente
curso con los servicios, y una estrategia terapéutica centrada en la por responsabilidad de estos últimos), efectos devastadores sobre el
no sustitución y en la recuperación, por parte de los miembros de funcignamiento global del servicio, sobre las relaciones de trabajo
las familias, de los roles que han dejado de ejercer, conduce, cuan- entre los profesionales y, no menos importante, sobre su equilibrio
do se persigue de manera correcta, a una mejoría crítica de la si- psicológico, siendo responsables de una cantidad relevante de esos
tuación en círculo vicioso característica de las familias multipro- síntomas del burn out de los que hoy tanto se habla. Tal es el pro-
blemáticas. La eficacia de las técnicas utilizadas habitualmente por blema que constituye, de hecho, la principal razón del funciona-
el terapeuta familiar se mantiene, pero sólo a costa de efectuar mo- miento más que precario de tantos servicios que, en las modernas
dificaciones importantes. El rol del grupo y de la supervisión indi- sociedades occidentales, se enfrentan a la marginación de pobla-
recta, en particular, resulta absolutamente fundamental para la pla- ciones socioculturalmente desfavorecidas. La solución pasa por la
nificación y el desarrollo de las iniciativas terapéuticas. planificación y el desarrollo de programas de formación y supervi-
Un análisis atento de los servicios efectivamente implicados en sión dirigidos a liberar a los profesionales de este tipo de trampas.
una realidad social que se presenta a primera vista como pobre de Un atento análisis de los problemas teóricos y técnicos asocia-
recursos y de respuestas, demuestra que, en el caso particular de dos al concepto de familia multiproblemática, en el sentido pro-
las familias multiproblemáticas, la carencia de las intervenciones puesto en este trabajo, podría suponer una contribución de funda-
es, de hecho, más cualitativa que cuantitativa. El problema cru- mental importancia para la elaboración de nuevas políticas para los
cial es técnico y surge de la ineficacia de las intervenciones basadas menores en riesgo y para la prevención de la toxicomanía, así como
en una evaluación estática de las características de los sujetos o de de otras formas de desviación juvenil. Referido a Palermo (aunque
los sistemas familiares, y de la aplicación de técnicas basadas en la se pueden hacer cálculos análogos en otros lugares: en Barcelona
exploración diagnóstica y en la sanción (de orden legal, adminis- como en Nueva York, en Nápoles como en Milán), un cálculo pru-
trativo o psicológico) de los comportamientos inadecuados, más dente efectuado sobre la base de los datos suministrados por la De-
que en el estudio sistémico de los procesos a los que éstos se hallan legación Territorial de Educación, por el Tribunal de Menores y por
asociados. La incapacidad de los profesionales y de los servicios de el servicio que hemos puesto en marcha para el Ayuntamiento, per-
incluirse a sí mismos en el campo de observación (Bateson, Ruesch, mite atribuir a 1.000-1.500 familias multiproblemáticas un porcen-
1951) puede ser considerada como un error epistemológico común taje cercano al 80 % de las situaciones de desviación infantil eviden-
de los servicios que se mueven en esta dirección. Sin embargo, una te y grave. Se trata de datos que permiten la formulación de
corrección del error basada en estrategias terapéuticas de inspira- proyectos, focalizados pero exhaustivos, de saneamiento de barrios
ción sistémica es siempre posible, si las variables necesarias son va- abandonados hoy a la degradación y a la prepotencia de los grupos
loradas realmente y si la intervención es conducida, como en este mafiosos. Es legítimo pensar en la posibilidad de desarrollar estra-
caso, con una intención no sustitutiva sino integradora respecto de tegias a medio plazo de estas características, que se incluyan en la
los servicios existentes. lucha contra la criminalidad organizada que constituye el objetivo
Una confirmación importante para una observación de esta prioritario de una promoción social y moral de la ciudad.
naturaleza procede de la experiencia realizada por uno de nosotros Probablemente no somos todavía capaces de dar indicaciones
en los servicios sociales de base de Barcelona (véase capítulo 9: La detalladas sobre la manera en que este tipo de reflexiones puede ser
82 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES

Minuchin, S. y Montalvo, B. (1967a), «Technique for working with


Disorganized Low Socioeconomic Families», American Journal
of Ortopsychiatry, vol. n° 37:880-887.
Olson, D. H. et al. (1974), «Circumphlex Model of Marital and Fa- 3. LOS PRIMEROS CONTACTOS
mily Systems», Family Process , n° 18: 3-28.
Parsons, T. y otros (1953), Family, Socialization and Interaction Pro- Carlos Lamas
cess, Glencoe (III.), The Free Press.
Powell, M. y Monahan, J. (1969), «Reaching the Reject through
Multifamily Group Therapy», International Journal of Groups
Psychotherapy, vol n° 19, I.
Sgritta, G. B. (1986) Emarginazione, dipendenza e politica sociale,
Milán, F. Angeli.
Thierney, L. (1976), Excluded Families , Nueva York, Columbia Uni-
versity Press.
Vogel, E. E y Bell, N. W. (1967), The Emotionally Disturbed Child as
the Family Scapegoat, en The Psychosocial Interior of the Family
(Handel, comp.), Chicago, Aldine Publications. El momento inicial en que una familia multiproblemática con-
Voiland, A. (1962), Family Casework Diagnosis, Nueva York, Co- tacta o es contactada por los servicios comunitarios de salud está
lumbia University Press. lleno de oportunidades y de dificultades. Es clásico afirmar que los
Watzlawick, P. y otros (1967), Pragmatics of Human Communica- momentos iniciales son cruciales para definir la relación entre
tion , Nueva York, W. W. Norton and Co. cliente y profesional.
En este capítulo se describirán cuatro modalidades de primer
contacto, así como un plan de actuación posible, destacando tanto
las oportunidades que plantea cada una de ellas como las dificulta-
des más frecuentes que deben ser superadas.
Como guías teóricas se utilizarán tres construcciones que, a
continuación, se describen brevemente:

A. El análisis de contextos profesionales de cambio, metacon-


textos profesionales y contextos de colaboración entre profesiona-
les (Cirillo, 1986) (Wynne y otros, 1986) (Lamas y otros, 1985).
B. La porosidad de las fronteras, según el planteamiento inicial
de Minuchin (1981), actualizado por Cancrini (1994) en el estudio
de las familias multiproblemáticas.
C. El análisis de la demanda que realiza Neuburger (1984).

3.1. CONTEXTOS Y METACONTEXTOS

Son situaciones relacionales complejas que encuadran la inter-


vención profesional dándole sentido y, a la vez, estableciéndole lí-
mites. Pueden distinguirse niveles distintos.
84 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 85

3.1.1. Contextos profesionales de cambio les tales como los que protagonizan sacerdotes o voluntariado. Sin
embargo, se debe revalorizar el contexto asistencial, ya que, fre-
Se denomina contexto profesional de cambio al marco que se cuentemente, produce cambios en la vida de clientes' que presentan
establece entre cliente y profesional que permite dar significado a un enorme sufrimiento, en condiciones socialmente desfavorables.
una serie de intercambios comunicacionales orientados a introdu- Esos cambios son conducidos por profesionales poco reconocidos
cir el cambio en el cliente. Entendiendo como cambio la narración, (escasamente formados, mal pagados y con pocos puntos de apoyo).
significativa en la vida del cliente, que establecerá un antes y un Piénsese en educadores que conviven con psicóticos crónicos, en
después de ese encuentro con el profesional (por ejemplo: Yo antes trabajadoras familiares que acuden a hogares multiproblemáticos,
veía el mundo así, después lo vi asá. Yo antes me sentía incapaz, en trabajadores sociales que favorecen la integración social de emi-
después me sentí capaz. Yo antes me sentía incómodo, después me grantes en un ambiente general teñido de racismo... Existen otros
sentí a gusto). contextos asistenciales menos problemáticos, como, por ejemplo, la
La creación de un contexto profesional de cambio es un acuer- habitual relación médico-paciente en una consulta de medicina ge-
do o una negociación entre cliente y profesional. Si tal acuerdo o neral u hospitalaria.
negociación es insatisfactorio o confuso para una de las partes pue- Más allá de los frecuentes ejemplos, existen indicaciones técni-
de producirse el fenómeno de deslizamiento de contexto descrito cas para proponer un contexto asistencial como el más adecuado
por Mara Selvini Palazzoli (Selvini, 1989). en determinadas situaciones. Estas situaciones son aquellas en las
Whitaker (1989) enfatiza la existencia de contextos naturales que exigir una responsabilización plena del cliente es una quimera
de cambio en la vida de los individuos, en donde el agente de cam- y pretender una posición neutra o distante del profesional es un
bio es una tía, un amigo o un vecino. Sluzki (1996), utilizando el dislate. Asimismo, el contexto asistencial plantea un reto a sus pro-
mismo argumento, propone una intervención que aproveche los re- tagonistas sobre cómo gestionar de una forma más eficaz unos re-
cursos de la red social además de la familiar. En el ámbito literario cursos escasos. Para el cliente, el objetivo es la integración o reinte-
se encuentran numerosos ejemplos, y uno especialmente bello es el gración social. Para el profesional, el reto se traduce en cómo
cuento Malheur County, de U.K. Leguin, en donde se describe un conseguir trabajar en red desde una posición poco prestigiosa, pa-
contexto de cambio natural, en el que una suegra ayuda a su yerno ra favorecer la elaboración de un proyecto de intervención que, su-
a superar la muerte de su joven esposa, apreciándose en dicho rela- perando las diferencias técnicas y personales de los diversos profe-
to características similares al contexto asistencial que se describe sionales, proponga un rol digno y adecuado a las características de
más adelante. cada uno de ellos.
Los contextos profesionales de cambio se pueden dividir en En nuestra cultura, el contexto de consulta se identifica con en-
seis categorías: asistencial, de consulta, terapéutico, de evaluación,
cuentros entre personas expertas, ya sea por edad, por vivencias o
de control e in-formativo.
por formación, que aconsejan a individuos confusos sobre una deci-
El contexto que se adecua mejor a nuestra cultura es el contex-
sión a tomar. A nivel técnico, el contexto de consulta es infrautiliza-
to asistencial. Asimismo, es el más frecuente. Adjudica una posición
do. La posición del profesional que sólo asume la responsabilidad
«up» al profesional y una «down» al cliente, definiendo una clara re-
de la calidad del consejo pero no asume el caso es interpretado por
lación complementaria. Una dificultad que conlleva es la tendencia
muchos profesionales como desapego. Aún cabe sumar a lo anterior
a la desresponsabilización del cliente y a la excesiva involucración
la responsabilización extrema del cliente, que puede ser vivida como
del técnico. Otra dificultad es la cronificación de la relación, ya que
excesiva por profesionales externos que valoran el contexto de con-
el contexto asistencial precisa de un largo tiempo, habitualmente,
sulta como inductor de confusión para aquél. Estos juicios de valor
para producir cambios. Probablemente por las razones anteriores,
no goza de un alto prestigio entre los profesionales del campo socio-
7. Se utiliza la palabra cliente como sinónimo de sistema sobre el que interviene
sanitario, que suelen construir el contexto asistencial en los niveles
un profesional, sea ese sistema individual, familiar o de grupo. La palabra técnico o pro-
técnicos inferiores, como trabajadores sociales, educadores, traba- fesional es sinónimo de individuo o equipo que trabaja según el modelo relacional-sis-
jadores familiares, etc., comparándolo con contextos no profesiona- témico.

,cr
86 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 87

señalan acertadamente los límites y los peligros del contexto de con- a través de un compromiso entre cliente y profesional, co-crear alter-
sulta. Más allá de estas dificultades, el contexto de consulta es la pri- nativas en donde narraciones heurísticas (Linares, 1996) se desarro-
mera opción que debiera intentar un profesional al iniciar una rela- llen y permitan una vida diferente que excluya la sintomatología.
ción con un cliente. Presenta la enorme ventaja para el técnico de El contexto de evaluación se asemeja a un examen. El cliente
ser un contexto que lo coloca en una posición segura que favorece la debe demostrar que cumple una serie de requisitos ante un experto
comprensión del cliente, que es de sumo respeto hacia su capacidad que sanciona públicamente sus capacidades a través de la emisión
de decisión sobre su propio futuro. Pero no siempre es posible pro- de un certificado de idoneidad. El contexto de evaluación implica
poner el contexto de consulta como maniobra de apertura de la re- una relación netamente complementaria entre profesional y clien-
lación profesional-cliente, ya que éste fuerza otro tipo de contexto, te. Éste presenta una construcción de su historia con el objetivo de
como el asistencial o el de control (más adelante se proponen ejem- ser aprobado por el profesional, quien debe ser lo suficientemente
plos en este mismo capítulo). Otra posible utilización del contexto sensible para entender la posición del cliente y, a la vez, respetar
de consulta es su inscripción en una relación ya definida, como la normas, reglas y procesos que están, la mayor parte de las veces, le-
terapéutica. En una terapia el cliente puede introducir una toma de galmente definidos. El contexto evaluativo es poco frecuente en la
decisión sobre un tema que no estaba recogida en el contrato ni práctica clínica, pero ofrece al profesional la oportunidad única de
guarda relación con el proceso terapéutico. trabajar con familias normales. No es tarea sencilla ya que la nor-
El contexto de consulta se acomoda mejor a los técnicos con ex- malidad es de difícil definición.
periencia que conocen los recursos existentes en la sociedad donde El contexto evaluativo corre el riesgo de burocratizarse en ex-
trabajan y saben de sus limitaciones. En cambio, a los profesiona- tremo, al aplicar el profesional parámetros rígidos sobre la norma-
les bisoños que priman la acción, ya sea propia o de otros, se les de- lidad, pero, si es correctamente utilizado, puede convertirse en un
be enseñar que, en ciertas circunstancias, el no hacer es una inter- verdadero contexto de cambio. Cirillo (op. cit.) describe el proceso
vención terapéutica de enorme calado, ya que supone un estímulo de selección de familias candidatas a realizar un acogimiento pro-
para los clientes. poniendo un desvelamiento del juego relacional del sistema fami-
El contexto terapéutico es vivido en nuestra cultura como algo liar que provocó la demanda de la inclusión de un menor.
fascinante, herencia de los tiempos de la magia y curaciones asom- Existen en la literatura utilizaciones menos evidentes de este
brosas. Y no es para menos. ¿Cómo explicar a un lego que, a través contexto. En Rituales terapéuticos y ritos en la familia, Imber-Black,
de una serie de conversaciones, el delirante puede volver a la nor- Roberts y Whiting (1988) describen el caso de una persona con
malidad o la anoréxica a comer? En nuestro universo técnico, el múltiples intervenciones psiquiátricas a sus espaldas que reevalúa
contexto terapéutico es el más admirado. En el modelo relacional- su historial, reescribiéndolo y enviándolo a los diferentes técnicos
sistémico, el despliegue de herramientas (el espejo unidireccional, anteriores con el objetivo de desetiquetarse psiquiátricamente. Es-
el vídeo y el equipo), la especialización de los profesionales en un te contexto, que incluyó a la pareja de la paciente, permitió identi-
área de la psicopatología y el reconocimiento que reciben de las ficar recursos propios y construir una historia más sana. Asimismo,
instituciones, la producción de material escrito... todo ello enmar- White y Epston (1990) utilizan la sanción pública de un logro de
ca al contexto terapéutico con una aureola exagerada. Se debe re- sus clientes, elaborando un diploma con el objetivo de conseguir
cordar que para que un contexto terapéutico se inicie precisa de un una estabilidad en el cambio.
trabajo intenso de otros profesionales, así como de un contexto de El contexto de control se asemeja a un juicio. Es un contexto
consulta previo. que todos temen, profesional y cliente. Aunque guarda ciertas se-
El contexto terapéutico es el adecuado para las crisis estructura- mejanzas con el contexto de evaluación por la evidencia de la rela-
• les (Pittman, 1987) que presentan un miembro sintomático. Este tipo ción complementaria, así como por la publicidad de las conclusio-
de crisis son el fruto de un proceso marcado por la progresiva falta de nes, existen diferencias importantes. Las más dramáticas son las
alternativas, con múltiples intentos fallidos de solución que rigidifi- consecuencias, que, si en el contexto de evaluación son la incapaci-
can las relaciones. El contexto terapéutico, que se inicia con la elabo- dad del cliente para asumir un proyecto, en el contexto de control
ración de un contrato que delimita la actuación del sistema, intenta, suponen su declaración como culpable de un hecho reprobable, so-

• • • ••• 1

88 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 89


cial e incluso legalmente. Otra diferencia notable es la razón que
o 2 c
c eL.; u
o
promueve la instauración de la relación profesional-cliente, ya que, 0 e
e •...
-•■ -e
si en el contexto de evaluación es una reclamación del propio clien- E g O
É 8 .0e 74 1 ' 73: c "C
.-o o. o o
te, en el contexto de control es una denuncia contra el mismo. El o 0 u o o ya o =
:9 '5' 1 e
sentido común sugiere que el ocultamiento de información sea típi- Ú e . es. .
c (y .1
5 r, C.
1 .4gg'lle
z ,« C. ,E
D 8
,, .-.,
co del contexto de control y poco frecuente en el evaluativo, pero
curiosamente se da en ambos.
El contexto de control es el más poderoso de todos los contex- U u 4
o.
e
y.
e
•O Ó 9. O
tos profesionales de cambio, al ser apoyado por una legislación o, 2 7, ^g 1 icouo
como mínimo, por unas normas sociales ampliamente compartidas. « oC 4.) .4
-o :o co .2 E
44) X
y,
Por tanto, debiera ser utilizado como recurso extremo de un profe- u
O
e o
a ?) 1
., ,i,5 8 -„..
4 o =
..2,. , t>
'O 2 .).2 es ulo
-71

sional que ha agotado otras vías y tan sólo enfrente de situaciones 11. "O 0 (-) o e. <

gravísimas como el maltrato infantil. En este caso, permite advertir


a un cliente que vive en una sociedad estructurada sobre normas de 41
10

a

CuAnito 3. 1. Contextos profesionales de cambio.


convivencia, que no pueden ser trasgredidas impunemente. «
• g • e E 11'
Para que el contexto de control facilite un cambio, debe com- o eli -o o g
1,5 .5 -5 8,, .5
a'
ao o
pletar la fase inicial de intervención que prima la protección, la ur- O) O. cr
C..> 2
u. TI D. t ce o -oO
gencia y el hacer, con un proyecto realista de futuro. La principal C. o 2 1.-11 ao o.
dificultad que enfrentan los profesionales para realizar el proyecto
e
0 -1
es que el contexto de control los coloca en una posición muy lejana O 9. -0 O . 1
9 1. .0 0"
respecto al cliente, tendiendo a construir sus intervenciones sobre TI Eo o 1 o 1
la base de un horror que favorece la culpabilización (Ghezzi y Vadi- e e. .0 o
1.. o. o o .0
1.. o o o o1 2
-1 .9.
O C 1 Ti, 015É11
longa, 1996). E 2, 2 Eo :1 1 ,5 1 .e
.0
Similar al contexto in formativo es la enseñanza. En el mundo
-
E uo 03 o
u 4
° 3 cl otEob
profesional, los contextos in-formativos se equiparan a las inter- c
<0 0 -a

Contexto de
venciones grupales con un objetivo claro, que reúnen a individuos e E uc
-0
-oo
e
o o 2 .2
que están atravesando una crisis de crecimiento vital, por ejemplo, e eo....c E 4
,.. "119
nacimiento del primer hijo, separaciones, etc. Aunque los clientes Oo O
C. 7.?
o
C
e l 41ci
"l á "
o o. 0 = o.
— i-
depositan en el conductor del grupo las supuestas soluciones, éste u c .'z' 11
4 C
o u uo .„
o
o O'> <u á;
o 8
sabe que el intercambio experiencial entre los individuos es el mo- 1 v I.
tor de cambio y que la tarea del profesional es la de guiar al grupo.

Gestión recursos
Si el técnico actúa como protagonista, tan sólo emitirá recetas uni- o
-oo -oo
O a
versales que son escasamente eficaces. Este tipo de grupos debe ser 1") o ,„ ,..., e
diferenciado de la psicoterapia grupal, que responde a las caracte- .1* o . 1-.• 1 .ti 11 u oo
O >, 2 E 0 t.' a c2
rísticas del contexto terapéutico. a .-oc
7: a O o u mc
1... R
o eUc 3
El contexto in-formativo presenta dos enormes ventajas. Una e cu
es que resulta escasamente patologizante, al basar su eficacia en los
1: 1 -oo

Elcliente espera
propios clientes y en el diagnóstico de crisis procesual (Pittman, op. e .0O

Situación típica
U EÓ. -g 611
cit.). La otra ventaja es económica, ya que aumenta la rentabilidad ,.: c oo 'c
del tiempo de los profesionales. Si a ello le sumamos que no preci-
e o 72 2. '1
-o
o...9 o2
u
sa de una gran inversión para la formación del técnico, se com-
prende mal su escasa utilización en muchos servicios de salud.
e
u
1 )I09
0 e .-
o a. 13
T.. ) 1
171 7.1
o
1
o y

1t
• ••
• Q

90 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 91


Q> <1>
O A 1.1 A
CO «Ti 1C 1
O `0 -o
o -
o o ❑
.o o
e .2
--0.1
0 2
11, É - a; -0
C.a i-. o 1 u cr o
,.> o ca
O O
C.) S 2. 1IIE 3
« ;...g C3* "EI le' -
el'
o. E e0 b0
o
2 8- 41 ,,, c'- .2 a' ' 2 0 2 "O
1 .c .c 4) L.-. IF 9> o 2 e .9 1J

+ d'
O C
O O ,0 o
OÓ 0 E 0 d . N

Profesiona l
rt
0
co 74
,o
da
0 co
'31
2• 11 .Z
O
O

,
1.> u ti
el ,/

' Z 1
:0 e O
O
:-3
00 e 8
0 12uu 1 9g .:": a o 1.3 ..9
a) o 1 2 .5 E "S 1 '-' "
11.0 1›. .c.1 .9 2 .1.3
o 91O1
Reclamación

E .0
4)

Antropología
o 0O

Profesional
71' -.-1
o c
o X <6
3.1 '1 á
..? a ,1 a "el
Ú T) 2 '61
Ú
CUADRO3.1. (Continuación.)

CUADRO3.1. (Continuación.)
g b0 2.i

o o
o O
0
g 'O
• g,
•0 ..A o .11
'O o u cd • 0.
O <1 <11
U 0
• t
E o,
O
E g 1)‹ .<13 1É
<t e> <1 Z -<71 A .2

o Eo
Metaposición

<u Q> 2 -O a
'O oo
co
0
<O - ‘«(; a c 0 (:) O O0
E
0 Q>
00
"
a -S .2 2. o0
Justicia social

2 71 c
O '74 3 :1
Profesional

2e zC
• ›"' .o •tl) 8 c 71
9.1
41
o.1.1 •• 1 . 5 I; á 2 2 59
✓2 "O o. o
-■
zoz :0"' U .111 > E•
zE
>,
3
-cci o .1 4.1 Zo
C7
1 8 .E '7 -1
Características

Responsabi lidad

Características

0
Técnica t ípica
Palabra clave

2
o o °
o U
-a
O. i
O ii.
"8
0., j
'' 74' 1o
o .. o o
O T.: *C u
a. °>> a. .c
▪•

92 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 93


Desde la óptica de la prevención, el contexto in-formativo res-
ponde bien a los parámetros de la prevención secundaria, propo- o
-o
niendo intervenciones minimalistas que permitan un diagnóstico e c o
0 o
Ti 12 0
intervención precoz. El contexto asistencial es la intervención típi- .9. e -g .5,
ca de la prevención terciaria, en donde se intenta que el impacto de 0a o V. 1
c>.;
la enfermedad sea mínimo (aquí se incluirían las intervenciones o a. 1 '1 2
psicoeducativas).

<11
3.1.2. Metacontextos profesionales E
Los contextos profesionales de cambio no se producen en el
desierto, sino que se enmarcan en un metacontexto singular. Los
diferentes metacontextos favorecen la constitución de ciertos con- o
yi
u „,
textos profesionales de cambio y dificultan otros. Rara vez impiden § o 0 o

Metacontextos profesionales.
o o 1-. o
o imponen, por lo que el profesional suele tener un cierto margen - -o 5 11.
1.. , ... o 9g
'1
de maniobra. 8 8 E4 -8
•= 11 I'
El metacontexto se asemeja a la construcción social de ciertas 2 « 1 a Ze PP rt
instituciones que es reforzada por claras marcas contextuales. Por o
ejemplo: un hospital general responde al metacontexto asistencial,
.12
ya que la sociedad lo construye como un lugar donde los individuos :1
1

o N E
«averiados» van a ser recompuestos por técnicos. Las marcas de
•e 2 To> V
contexto que reafirman tal idea son diversas: la entrada en ambu- > "O
lancia, la bata blanca, la jerga del personal sanitario y la desorien-
z •C 7)
u a. a.
t."
a.

CUADRO3.2.
tación del enfermo. Otro ejemplo: el Centro para el Niño Maltrata- Oe■
Z
do y el Tratamiento de las Crisis Familiares como nombre de una
institución deja claro quién es la víctima y quien el victimario. á ,g, 741 ti 5,
o ti2 o
c
oo u
>,
Cualquier padre que atraviesa la puerta siente un dedo acusador o Ti 5 u ,01
que lo está señalando. Por tanto, el concepto de metacontexto no se ti 5 70. 1
refiere a los parámetros estructurales de la institución, sino que
2.d F) 2. 5.
responde mejor a la idea de las organizaciones que desarrollan Et-
kin y Schwarstein (1989).
Se han dividido los metacontextos en seis categorías que reci- To' .11
• .11 00
ben el mismo nombre que los contextos profesionales de cambio. • 10 S?.
-6 o
A continuación se describen algunas situaciones caracterís- o o u .5 O

ticas que ilustran el trabajo profesional en los diversos metacon- • C) á » A.


textos: -0
u o
.
713 .D
• I. Profesional que trabaja en un metacontexto asistencial, con- 71.7
oo. Titularidad:
—O » o •
tratado por una institución pública. Por tanto, se supone que debe Ñ »Z
en z u en e/ u o
prestar atención a sus clientes de forma casi obligada. Sus clientes z pj O P. «I 7.3
E el 2
4 7EG
acuden por necesidad. Va a desarrollar su vida profesional, pre- 6
- (5 -0 0. » 9 ES
••

LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 95


94

ferentemente en contextos asistenciales; con cierta frecuencia, en


contextos de consulta; alguna vez en contextos de control; raras ve-

6, 2, 1, 3, 5y 4
o oo
-
ces en in-formativos; rarísimas en evaluación y terapia. Ejemplos:
o • 0
• L> psiquiatra en hospital psiquiátrico; trabajador social en servicios so-
o 61
ciales; psicólogo en hospital general trabajando con enfermos ter-
eO
0 .0 minales; profesionales diversos en equipos de drogodependencias...
2
""o'
• II. Profesional que trabaja en un metacontexto de consulta,
5, 4, 1, 2, 6, y 3

1. E
1. de titularidad privada o pública. Se supone que debe escuchar a sus
8
o clientes pero puede rechazar prestar sus servicios (en otras pala-
2E bras, se puede declarar incompetente). Los clientes acuden volun-
c o
tariamente. Va a desarrollar su vida profesional preferentemente en
r. contextos de consulta; muy frecuentemente en contextos in-forma-
z tivos, de terapia o asistenciales. Rarísimas veces en contextos de
m .5u *u control y evaluación. Ejemplos: profesionales en servicios psicope-
o T. 11 2
1 e dagógicos (E.A.P. en Cataluña), profesionales en servicios preventi-
`Q .12
0o -o ep vos que traten crisis de crecimiento.
-o O
9> • HL Profesional que trabaja en un metacontexto de terapia, de
CUADRO3.2. (Contin uación.)

t c
o
titularidad privada. Acepta clientes en condiciones que fija desde el
U
inicio y aquéllos acuden voluntariamente. Va a desarrollar su vida
profesional preferentemente en contextos de terapia; frecuente-
2 mente en contextos de consulta; en ocasiones, en contextos in-for-
O
mativos; alguna vez, trabajará en contextos asistenciales; rarísimas
• 11
veces en contextos de control y evaluación. Ejemplos: profesionales
que desarrollan su actividad en un centro privado de psicoterapia.
E
.<4 • IV. Profesional que trabaja en un metacontexto de control, de
c o
6,1) titularidad pública. Está obligado a intervenir por ley y los clientes
.1
'73
acuden forzadamente. Va a desarrollar su vida profesional pre-
-o ferentemente en contextos de control; frecuentemente, en contextos
gu
asistenciales, rarísimas veces, en contextos de consulta; difícilmen-
2
O 9, te en contextos de terapia e in-formativos. Ejemplos: profesionales
E que trabajan en Protección del Menor y en Justicia Juvenil.
asisten cial ( 1)
Metacontexto

C • V. Profesional que trabaja en un metacontexto de evaluación,


1, 2, 5, 6, 4y 3

o de titularidad pública. Está obligado a intervenir por ley y los clien-


tes acuden voluntariamente. Va a desarrollar su vida profesional
o preferentemente en contextos de evaluación; con frecuencia en
o. - contextos in-formativos; ocasionalmente, en contextos de consulta;
.2
Ol• .4)
u• E g. rarísimas veces en contextos asistenciales; difícilmente en contex-
• E tos de terapia y de control. Ejemplos: profesionales que trabajan en
o servicios de adopciones y acogimientos familiares.
6 • VI. Profesional que trabaja en un metacontexto in-formativo,
N
.0 o
o Eu
de titularidad generalmente privada. Acepta clientes en condicio-
cti nes que fija desde el inicio, y aquéllos acuden voluntariamente. Va
96 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 97

a desarrollar su vida profesional preferentemente en contextos in- ponsabilidades. El didacta es responsable de la calidad del progra-
formativos; frecuentemente, en contextos asistenciales; rarísimas ma, mientras el alumno lo es de adecuar a su realidad laboral los
veces, en contextos de terapia; difícilmente, en contextos de evalua- conocimientos y habilidades que aprende.
ción y de control. Ejemplos: profesionales que trabajan en aso- Entre los contextos de consulta y supervisión es mayor la dife-
ciaciones de separados, escuela de padres... rencia que la similitud. El contexto de supervisión se inscribe den-
tro de una estructura institucional (por ejemplo: programa M.I.R.
para especialización de médicos, trabajadores familiares supervi-
3.1.3. Contextos de cooperación sados por asistentes sociales,...) mientras que el contexto de con-
sulta parte de la necesidad de un profesional o equipo para aclarar
Los profesionales de la salud trabajan en continuo intercambio una confusión o superar un atasco, recurriendo al consejo de un
con otros profesionales, ya sea por razones laborales (comparten el técnico externo a la institución. Asimismo, la distribución de res-
mismo caso), por razones personales (precisan consejos o forma- ponsabilidades es opuesta. La responsabilidad del caso es del su-
ción) o por razones estructurales (la organización donde trabajan pervisor y del consultante.
está jerarquizada). En este apartado se consideran cinco contextos El contexto de consulta es utilizado frecuentemente por los
de cooperación, cuatro de ellos sincrónicos y uno diacrónico, que profesionales, incluso de manera informal, charlando o tomando
son descritos en el cuadro 3. 3. un café, mientras que el contexto de supervisión es único en la vida
Todos los contextos de cooperación presuponen que los profe- de un profesional, sirviéndole para capacitarlo en el desarrollo de
sionales comparten un objetivo común, que, en el campo sanitario, una tarea.
suele ser la salud del cliente. Existe una técnica de formación típica del modelo relacional-
El contexto de colaboración es prácticamente universal. Existen sistémico en que se mezclan dos contextos: la supervisión directa.
pocas situaciones en que el profesional no deba trabajar en red con Todos los que la han protagonizado saben lo difícil que es ser res-
otros colegas. Los técnicos que trabajan sincrónicamente en el mis- ponsable del buen funcionamiento del caso, a la par que debe ser
mo caso deben fijar claramente sus objetivos particulares y buscar una experiencia formativa para el alumno que conduce la sesión y
apoyos en los otros técnicos que intervienen para conseguir alcan- el grupo de alumnos que participa desde detrás del espejo. Siempre
zarlos. Para ello deberán comprender los objetivos de los otros pro- que se deben cumplir objetivos de dos contextos, la complejidad
fesionales y ofrecerse como recurso para que los consigan. Por tan- aumenta exponencialmente.
to, la relación es simétrica y la responsabilidad sobre el éxito o
fracaso de la intervención global es compartida. El principal peli-
gro de este contexto es que los técnicos se confíen en que, al haber 3.2. LA POROSIDAD DE LAS FRONTERAS
un objetivo genérico común, que es la salud del cliente, la colabora-
ción está garantizada. Es preciso destacar que, desde un punto de vista estructural, la
En el contexto de derivación, los profesionales trabajan en el familia multiproblemática presenta unas fronteras extraordinaria-
mismo caso pero en tiempos diferentes y co-creando contextos pro- mente porosas, lo que, consecuentemente, hace suponer que los in-
fesionales de cambio diversos. Tal distribución de la tarea se expli- tercambios con organizaciones de su entorno serán múltiples en el
ca mejor por limitaciones metacontextuales que por habilidades trascurrir del tiempo. A su vez, las fronteras de los servicios sociales,
personales. En la página 125 se ejemplifica este concepto. El deri- por su cercanía a la población general, son también muy porosas,
vante se responsabiliza del momento inicial y el receptor de la con- por lo que facilitarán un gran número de intercambios con este tipo
clusión de este contexto de cooperación. Los contextos de colabo- de familias e incluso, en ciertos casos, las provocarán activamente.
ración y derivación pretenden gestionar recursos profesionales de Otros servicios comunitarios de segunda línea, como Justicia
forma eficaz. Juvenil o Atención a la Infancia, también se ven frecuentemente in-
La formación es un contexto que, por conocido, no merece volucrados con estas familias, pero en un momento posterior y a
grandes aclaraciones más que, quizás, sobre la distribución de res- instancias de otros profesionales. Paralelamente, ciertos servicios
• •

98 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 99

sanitarios son involucrados directamente, ya sea de una forma


o 3
2 1.1 I' eventual, como los Servicios de Pediatría y Medicina General, o de
:05 « 3
En ..-
3 o -o una forma más constante, como los Servicios de Psiquiatría.
c 1A 4., ri o ';'‹ Eis Es
ro u, 5 .2 -o , -o
2 — L; o - 72
o
—0.. E -11;:á
.?... ...., 2
ea 1 8 cl, .^-- u _o-
ou
es
o.
OA 1S o- 3 - ca E
u 1>: 1
E3 -° e
E E' u Tis t>" o)o z.=3 o 3.3. ANÁLISIS DE LA DEMANDA
z
o
A 1-
0 ■ -'
u "El E- 1. 1 ‘¿1> á' 1 I) ca e E:4 v o

u En su conceptualización sobre la demanda, Neuburger (1984)


2 -0
O 'O 3 gEtE
c
o 72
afirma que deben tenerse en cuenta tres características relacionales
para analizarla: síntoma, sufrimiento y alegación o petición de
• -3 :0
Institución

11 ..g 'Di E 3 cambio.


51 E .1 -3
5 t t.. ly 51:1 `-) s1> Según Neuburger, el considerar estas tres características per-
o. o E.4 c mite indicar el nivel de intervención a realizar. Así, si el síntoma, el
• o V) r
3
(-) ó. A °' E 8
sufrimiento y la alegación se encuentran en la misma persona, la
o
>
indicación de intervención será a nivel individual. Si, en cambio, el
1
CUADRO3.3. Con textos de cooperación.

A E ›, 2 ‘c síntoma, el sufrimiento y la alegación se encuentran repartidos en


C .
so 2 C'
O sO 1 1 1 o 2 e É I* diferentes personas de la misma familia, la indicación de interven-
Ti
•o V5 c / 0, E -8.2 oN ,cC,
E3., o 9.› oO ción será a nivel de sistema familiar. Si, por último, las tres caracte-
3E li E o 1 A „, 8 á E 13C 54
o. o' Ti á t'a' -3 c rísticas se encuentran repartidas entre diferentes sistemas huma-
O
E .1 o c., oOO E 3 g "3
o c -17„.
8E - E E
1 c nos, la indicación de intervención será a nivel de red.
Did:

o 7.1°Z co?
Adaptada a la realidad de servicios sociales, la propuesta po-
E
dría referirse a petición, sufrimiento y problema (más que sínto-
3 E .0 ma), y su distribución en una o varias personas o instituciones po-
t o
2 2 1..o 2 .o
oo . 3
ou Ti Z.... dría, igualmente, indicar el nivel de intervención.
.13 t.: .0 c
2 1 71:1' 3.9 2 s° 3 o 17 3
o S' 2 e 1. o
V) u -1-0* 75.'2 -5 2 .537, v
o -3 1 -3 o
o
u o o 2 E
O.9O. o-
2
u.,r.
oO7
Ée 2
c e c
o
nO la8 É1
O 3.4. DIFERENTES MODALIDADES DE PRIMER CONTACTO
z UU U g .9 .° U Ca. 8 8 u o _2 o T,
'o
o
cz Los primeros contactos que tienen como co-protagonista a una
o oe Tu' E.
z o o17
— sa ❑ .0 familia multiproblemática pueden ser clasificados en cuatro moda-
1:2 al - -o o c ?o >,
3 13 o ,
0 -3 3 lidades fundamentales:
-3 -o
t
1. Mínimo: no hay demanda, ya que no se presentan ninguna
oz
2 v, ,i •Z .9 .2, o. de las tres características anteriores, y tampoco existe una crisis
. -0 . 4:1 a ° ,,
.o t ."-1 2 *És a -`1 5. u
o EE c zz
8 E previa. Sería más correcto hablar de un contacto esporádico que se
'is
I.• "@z c- 2 5 :111 11 E E 3
O
o
O
g.. 0 O 'Ch
' 3 1-4 .... o ;13 1)) 3 11.
realiza para conseguir algo de forma puntual. La intervención tiene
como objetivo establecer una relación más estable entre profesio-
nal y cliente, que permita la aparición de demandas en el futuro.
Responsabilidad

Ejemplo: solicitud de una beca de comedor para un niño.


Metacontexto

2. Externo al sistema: se presentan el síntoma y el sufrimiento


a> en el interior del sistema familiar, pero no hay una alegación o pro-
u
7
o testa por parte de ningún miembro de la familia, sino que suele en-
contrarse una negación de los hechos. La alegación o protesta se si-
r

100 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 101

túa fuera del sistema, actúa bajo principios legales y se concretiza El primer contacto suele ser promovido en servicios sociales
en forma de denuncia. La crisis es planteada desde el exterior. Por en función de diversas ofertas, como, por ejemplo, las de trabajo
tanto, existiría una indicación de intervención a nivel de red. Ejem- comunitario o las de formación en el caso de adultos; ayudas diver-
plo: ciertos casos de incesto, maltrato o abandono infantil. sas para los niños, como alimentos en los primeros meses de vida,
3. Masivo: las tres características se encuentran dentro del sis- ayuda a ciertas actividades escolares o paraescolares, como centros
tema pero en personas diferentes, que se suelen cruzar acusaciones infanto-juveniles de ocio; ayudas para la tercera edad como pueden
mutuas, muy intensamente. Es en este juego de acusaciones mu- ser trabajadoras familiares, centros de día o residenciales. En los
tuas cuando se desencadena la crisis por la que serán llamados a in- servicios de medicina general, los primeros contactos mínimos se
tervenir sistemas externos. Este tipo de crisis suelen ser periódicas deben a vacunaciones, revisiones y encuentros a los que se acude a
y muy difíciles de manejar por los profesionales, aunque existiría buscar una receta para conseguir una medicación de una enferme-
una indicación de intervención a nivel del sistema familiar. Ejem- dad crónica, mientras que, en el área escolar, se asocian a conver-
plos: una hermana mayor acusa a la madre de olvidar sus deberes saciones entre docentes y adultos responsables de los menores so-
para con otra hija pequeña; una esposa acusa de malos tratos a su bre temas académicos, en los que surgen comentarios o preguntas
marido alcohólico. que exceden el ámbito escolar.
4. Concreto: las tres características de la demanda, síntoma,
sufrimiento y alegación, se encuentran en la misma persona. La cri-
sis se desencadena al perder, o creer perder, esa persona un apoyo Ejemplo n° 1
importante y desestabilizarse el precario equilibrio anterior. El ni-
vel de intervención a desarrollar sería individual. Ejemplo: una per- Acto 1°
sona, criada en un orfelinato, que se construye a sí misma como de- En un centro de servicios sociales de base se presenta una señora
presiva y carente de todo atractivo. La crisis se desencadena de 24 años de edad para solicitar una beca de comedor para su primogé-
cuando debe responder a una petición matrimonial. nito, que este curso inicia su escolaridad.
Las cuatro modalidades de primer contacto serán descritas El trabajador social que le atiende le explica que para concederle la
ayuda económica debe cumplir ciertos requisitos y, en ese caso, rellenar
con ayuda de ejemplos para permitir una reflexión más cercana a la
un formulario. La señora se muestra de acuerdo con el procedimiento.
cotidianeidad del trabajo profesional.
El profesional, que debe determinar los ingresos económicos de la
En beneficio de la claridad de la exposición, se ha optado por familia, se interesa por la situación laboral del padre: está en activo, pe-
presentar primeros contactos de familias multiproblemáticas con ro con un sueldo muy bajo, mientras que la madre se cuida del manteni-
asistentes sociales que realizan su trabajo en servicios sociales de miento del hogar, sin ninguna formación académica (se declara con di-
base. El profesional recoge información con la misión de refutar o ficultades para leer y escribir) ni experiencia laboral. En cuanto a la
confirmar hipótesis (Selvini, 1988) y con el objetivo final de llegar a edad de los hijos, el mayor tiene 6 años y la pequeña 2. Paralelamente, y
acuerdos con el cliente sobre una co-construcción del problema y mientras toma sus notas, el profesional muestra su comprensión por la
sobre cuáles serían los pasos a seguir. dificil situación económica de la familia.
Evidentemente, el resultado de este capítulo sólo puede consis- La madre, que ha contestado concisamente a las preguntas, agra-
tir en sugerencias que cada profesional contraste con su experien- dece la actitud del profesional comentándole que lo peor ha pasado, ya
cia en los más variados contextos y metacontextos. que ahora han podido alquilar una modesta casa en la que, por fin, pue-
den vivir solos. Ante el interés demostrado por el profesional al escuchar
atentamente su relato, la señora sigue su narración, explicando cómo
los inicios del matrimonio estuvieron marcados por la imposibilidad
'3.4.1. Primer contacto mínimo económica de tener una residencia propia y, por consiguiente, deber
convivir con su familia de origen.
Esta modalidad de primer contacto es la más frecuente en tér- El técnico se interesa por saber si en la actualidad recibe apoyo de
minos generales y, en particular, en el campo de las familias multi- su propia familia o de la familia de su marido, a lo que la señora contes-
problemáticas. ta que esta última está lejana geográficamente y distante emocional-
102 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 103

mente. Ella se muestra convencida de que a su familia de origen le gus- Los individuos pertenecientés a familias multiproblemáticas,
taría ayudarla más, pero tiene otros problemas que atender. No especifi- que son una parte importante de la población marginal de esta so-
ca qué tipo de problemas y, aunque el profesional le da espacio para con- ciedad, se sienten maltratados por las circunstancias y, frecuente-
tinuar, se queda callada. mente, se muestran desesperanzados sobre las posibilidades de que
El profesional cambia de tema y le pregunta sobre los niños en to-
no afable, sobre su conducta y estado de salud, a lo que la señora con- alguien los entienda y ayude, desconfiando de la voluntad de repa-
testa escuetamente, describiendo una normalidad absoluta. Aquél, de- ración de las instituciones públicas, a las que otorgan un papel re-
tectando que ha tocado un tema incómodo, decide dar por concluida la presor. Por tanto, según esta lógica, es fácil entender que acudan
entrevista. La cita para la semana siguiente asegurándole que le podrá frecuentemente a las instituciones pero con una solicitud muy con-
dar una respuesta a su petición de ayuda económica. creta, por ejemplo: pedir alimentos para un bebé, solicitar una ayu-
da para comprar los libros, para sufragar los gastos del comedor es-
Acto 2° colar, para pagar el recibo de la luz, pero es necesario entender que
Al concluir la entrevista, el profesional decide que hay una serie de no lo hacen para ahorrarse unos duros ni para sacarle jugo a la Ad-
incógnitas en el caso que él no alcanza a comprender y lo comenta con ministración pública. En muchos casos, significa un paso nada fá-
un compañero de trabajo. cil que equivale a tragarse su orgullo personal y familiar. También
Surge de la conversación una hipótesis tentativa: quizá la mujer se
quedó embarazada muy joven para conseguir una confirmación como
es cierto que estos primeros contactos, si se repiten en el tiempo sin
persona, para encontrar una vía de salida de su propia familia, o, inclu- conseguirse co-construir un contexto de cambio, degeneran en una
so, quizá para protegerse. Puede que aún siga esperando ser aceptada y relación cronificada en donde el cliente es vivido como un experto
confirmada por su propia familia. En su familia de procreación, parece en conseguir ayudas y el profesional como un agente represor.
que la señora tenga dudas sobre el estado de sus hijos, que quizás al- Las situaciones de precariedad económica que atraviesan pe-
guien podría juzgar como inapropiado, acusándola a ella misma de riódicamente las familias multiproblemáticas (y no tan sólo ellas)
«mala madre». se construyen, desde cierto posicionamiento ideológico, como in-
Se plantea realizar una intervención en donde el profesional pueda justas y debidas a un funcionamiento social que no siempre es bon-
hacerle una oferta más amplia que la ayuda económica solicitada, con el dadoso con los ciudadanos. Por tanto, se intenta crear unos siste-
objetivo de consolidar la relación profesional-cliente. Una parte de la
mas públicos de ayuda que sirvan para reparar o, al menos, paliar
oferta estará dirigida al hijo, consistiendo en un centro en donde el chi-
ese tipo de situaciones. Siendo coherentes con el razonamiento an-
co pase parte de la tarde jugando y realizando sus tareas escolares, y en
donde los fines de semana se practican actividades lúdicas. Asimismo, el terior, estos primeros contactos mínimos se pueden aprovechar pa-
centro organiza encuentros periódicos con los padres para hablar de te- ra iniciar una relación con una parte de la población marginal que,
mas referidos a la educación de los chicos. La propuesta se completa por definición, es fácilmente contactable pero difícilmente accesi-
con un curso de alfabetización para adultos. ble. A tal efecto, las organizaciones colocan a profesionales cualifi-
cados para aprovechar ese primer contacto mínimo. Se trata de es-
Acto 3° tablecer relaciones que, progresivamente, apunten a otros objetivos
A la siguiente entrevista acude ella sola y se le comenta que la ayu- más ambiciosos y ayuden a construir unas situaciones sociales más
da le ha sido concedida. También se le plantean las otras dos ofertas. justas.
La posibilidad de ir a la escuela de adultos le parece pertinente, pe- Si, en cambio, desde un marco ideológico opuesto, se valora a
ro la descarta porque el hijo menor todavía está en casa. «Quizá más
este tipo de ayudas como limosnas oficiales, es lógico que los pri-
adelante», afirma. En cambio, la posibilidad de que el primogénito acu-
da a un centro le interesa vivamente. El profesional le pide permiso para meros contactos mínimos se burocraticen en grado extremo. Los
presentarle al responsable del centro, que le explica detalladamente el encargados de cumplimentar estos protocolos son administrativos
funcionamiento. Acuerdan verse en el propio centro, con la familia al que, a pesar de carecer de una formación específica y de contactar
completo, para cumplimentar los trámites necesarios. a los clientes de forma mecánica, suelen captar una información
Todos acudirán, integrándose plenamente en la dinámica del cen- importante sobre los clientes. El problema es que no saben cómo
tro. utilizar esa información. Una posible manera de corregir este error
organizativo es hacer participar a los administrativos en las reunio-
104 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 105

nes de equipo, con el objetivo de intentar integrar y reformular los profesional-cliente basada en la desconfianza. Esta dificultad suele
valiosos datos que manejan. reflejar una incorrecta contextualización del profesional en su pro-
En el ejemplo presentado, cuando se establece el primer con- pio lugar de trabajo, que se traduce en un deslizamiento desde un
tacto entre cliente y profesional (Acto 1°), éste puede intervenir téc- contexto asistencial a otro de terapia que el cliente no acepta. Tales
nicamente en la línea de sintonizar con la oportunidad que brinda deslizamientos de contexto, si se repiten frecuentemente, favorecen
la situación. En tal caso, adopta una postura transparente, expli- la construcción, por parte del profesional, de que sus clientes son
cando el significado de las preguntas que realiza y solicitando el imposibles y de que su trabajo resulta improductivo, lo cual condu-
permiso del cliente. Muestra una actitud de comprensión hacia las ce al agotamiento profesional y a que se adopten posturas de aleja-
vicisitudes del cliente, curiosa pero sensible a la comunicación, pe- miento emocional, similares a las descritas en el párrafo anterior.
ro jamás parece un intruso. Ya que su objetivo es la consolidación Cuando, concluida la entrevista, el profesional consulta o, sim-
de la relación profesional-cliente, amplía el foco para comprender plemente, comenta con un compañero de trabajo (Acto 2°) sus im-
mejor la situación de éste, a la vez que le permite comprenderlo me- presiones, las informaciones que le han intrigado y las reacciones
jor a él y a sus intenciones (en el inicio de la conversación se habla que le han confundido, se inicia una conversación que le resulta
de una beca de comedor y, al rato, el tema es el proceso de desvin- fructífera, ya que le permite recibir consejos desde una posición di-
culación). Tal ampliación del foco debe realizarse apoyándose en la ferente a la suya. Consejos que, posteriormente, debe decidir si se-
petición de ayuda que realizó el cliente, y tiene límites que marca guir o no. Es importante resaltar que las emociones, intriga y con-
éste, por ejemplo, adoptando una postura pasiva en la conversa- fusión que sintió, indican con precisión.los aspectos más relevantes
ción. En el caso expuesto aparecen un párrafo referido a los proble- de la entrevista. Desatender las propias emociones es un error fre-
mas actuales de la familia de origen de la señora y otro alusivo al cuente. La razón más frecuente es la escasa formación, que no per-
estado de los niños, que marcan los límites tolerables por la cliente, mite identificar las emociones o utilizarlas correctamente. Si a ello
y que el profesional respeta retirándose prudentemente. le sumamos razones organizativas, como que el técnico no dispon-
Si, en cambio, el profesional sólo sintoniza con la dificultad de ga de tiempo (no es necesario mucho) para reflexionar sobre el tra-
ese primer contacto mínimo, adoptará una postura mecánica, des- bajo realizado y poder escribir cuatro notas sobre él, es habitual
de la que recitará las preguntas sin que el cliente sepa qué objetivo que se desperdicien las emociones propias como fuente de infor-
persiguen. El técnico, al tomar esa postura rutinaria, convertirá to- mación (Cancrini, 1987).
dos los primeros contactos en similares, perdiendo la singularidad No es un hecho banal que esa conversación entre profesionales
de los casos. Esta dificultad expresa un alejamiento emocional del se produzca. Indica que existe una relación en donde expresar du-
técnico respecto a la relación con sus clientes y es síntoma de ago- das o confusión no merece desprecio ni significa incompetencia, si-
tamiento profesional. no que promueve un espacio de intercambio técnico y apoyo perso-
Existe otra dificultad en la realización de los primeros contac- nal. Responde a la categoría de un contexto de consulta entre pares
tos mínimos, que es el reverso de la anteriormente descrita y que, (véase pág. 101). Si, en cambio, la relación entre los miembros del
también, conduce al agotamiento del profesional. Éste, general- equipo no permite estos intercambios, se suele esperar un espacio
mente un recién llegado, muestra un interés extremo en aspectos de consultoría con un profesional externo al equipo. Sin negarle
relacionados con la infancia de la madre, o con el estado de la fa- utilidad, supone una infrautilización de los propios recursos, ya
milia actual, provocando el rechazo del cliente al sentirse investiga- que no es necesario alguien muy sabio o un espacio estructurado
do y cuestionado. Rechazo que el profesional interpretará como re- para resultar de ayuda en este tipo de situaciones. Basta con un
sistencia, ocultamiento u homeostasis, inclinándose a forzar una compañero amable que, desde otro punto de vista, emita algún con-
convocatoria más amplia o con objetivos diferentes a la demanda sejo y ayude a reflexionar. La consulta exterior o supervisión conser-
del cliente. Convocatoria que será, frecuentemente, «olvidada» por va plena vigencia en un espacio de formación continua que será de-
el cliente, quien, con este «olvido», confirmará la idea del profesio- sarrollado en otros capítulos.
nal de que se está resistiendo o de que el sistema está bloqueado... Por último, esa conversación facilita construir una hipótesis
Se trata de un círculo vicioso tendente a configurar una relación que sirva como guía de intervención. Hipótesis que, en este caso, se
r

106 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 107

utilizará parcialmente en el Acto 3°, y que, tan sólo a largo plazo y del responsable del centro. Aquí se plasma una intervención en ca-
en otro contexto, será posible corregir y ampliar. Tal hipótesis pro- dena terapéutica, cuyo principio es sencillo pero no por ello menos
mueve un objetivo mínimo que es el de consolidar la relación. La olvidado. Una cadena es una serie de eslabones unidos. Una cadena
intervención que se propone es una oferta de ayuda más amplia de terapéutica es una metáfora que señala el esfuerzo diacrónico y
la solicitada, que permita conseguir el objetivo mínimo que la hipó- acumulativo de profesionales que intervienen sobre el mismo caso.
tesis promovió. Siguiendo la metáfora, es fundamental que las intervenciones estén
Sin estas conversaciones que estructuran espacios de reflexión, relacionadas unas con otras, aprovechando el último profesional
los profesionales etiquetan a sus clientes con diagnósticos. Estos que interviene la experiencia relacional de los anteriores encuen-
diagnóSticos suelen ser esquemáticos y no producen ningún au- tros del cliente con otros profesionales. Si, por el contrario, se pre-
mento de complejidad en la relación, sino más bien tienden a sim- tende crear una cadena terapéutica con derivaciones teledirigidas y
plificarla y uniformizarla, convirtiendo a todos los casos en seme- con sumarias informaciones diagnósticas, se consigue aturdir al
jantes. En el ejemplo que se ha descrito, podría ser la etiqueta de cliente, convirtiéndolo frecuentemente en un caso crónico. O, como
depresiva, o la de familia con padre periférico, madre sobreinvolu- especificaría Onnis (1985), en una relación cronificada, en donde
crada con los hijos, que presentan, a su vez, problemas conductua- los papeles que interpretan cliente y profesional están tan rigidifi-
les y caracteriales. Los diagnósticos así utilizados infravaloran la cados que actúan como factor homeostático importantísimo en la
influencia de la ideología y del momento vital del profesional en vida de los clientes y favorecen, paralelamente, el agotamiento pro-
la toma de decisiones entre las diferentes intervenciones posibles. fesional del técnico que debe intervenir.
Un ejemplo, caricaturesco pero no por ello menos real, de esta in- A modo de conclusión de este primer contacto mínimo, el pro-
fluencia sería ofrecerle a la señora del ejemplo el servicio de plani- fesional se mantuvo en todo momento coherente con su metacon-
ficación familiar. Asimismo, los diagnósticos no toman en cuenta el texto asistencial, aceptando y favoreciendo que, desde un contexto
espacio en donde trabaja el profesional, que debe utilizar los recur- asistencial (ella acudió para solicitar una ayuda para sufragar los
sos de que dispone. No sería extraño que, en el caso que nos ocupa, gastos del comedor escolar de su hijo), se ampliara ligeramente el
encontráramos situaciones en donde el profesional podría creer foco, presentando unas ofertas que, al ser aceptadas, involucran a
que lo más conveniente es convencer a esa señora de la utilidad de toda la familia en otro centro donde podrán presentarse nuevas de-
una trabajadora familiar para que le enseñe a «llevar la casa». Tal mandas y plantearse diversas intervenciones. Todo ello es posible
indicación suele ser debida más a las ofertas de ese servicio que a por el cuidado que utiliza el profesional en consolidar la relación, a
las necesidades de los clientes. partir de una anodina solicitud de una beca de comedor escolar.
En la entrevista con la cual finaliza el ejemplo (Acto 3°), el pro-
fesional mantiene su postura transparente con el objetivo de favo-
recer la confianza de la señora e ir consolidando la relación, pre- 3.4.2. Primer contacto externo al sistema
sentando dos ofertas, de las cuales el cliente declina una y acepta la
otra. El profesional da por bueno su juicio y no intenta influir en su Se trata de una modalidad de primer contacto caracterizada
toma de decisiones. Todo ello favorece la responsabilización del porque la denuncia de una persona, externa al sistema, genera una
cliente, a la vez que asienta una de las reglas básicas de la relación: crisis que obliga a ciertos profesionales a intervenir. El primer con-
el profesional debe aumentar las posibilidades de elección del tacto externo al sistema no es muy frecuente, pero provoca una
cliente, pero éste siempre es el que toma las decisiones que afectan fuerte sensación de desasosiego en el profesional, ya que debe in-
a su vida y a su familia. Es importante resaltar este último punto, tervenir en condiciones precarias. Es una forma de contactar con
ya que si, por el contrario, el profesional opta por decidir qué es lo las familias multiproblemáticas muy traumática pero extraordina-
que más le conviene al cliente, se presentarán fenómenos como riamente potente.
«contrabandear» la terapia, fenómeno magistralmente descrito por Típicamente, estos primeros contactos se sitúan en servicios so-
Covini y otros (1984). ciales: abandono o malos tratos a un niño suelen ser los casos más
Otro aspecto destacado del Acto 3° es la presentación al cliente paradigmáticos. Pero también se dan en servicios médicos, como,
108 LA INTERVENCIÓN SISTÉ.MICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 109

por ejemplo, enfermedades infecciosas en donde el paciente mantie- ayuda cuando uno de los dos hijos se emborracha y causa destrozos en
ne ciertas conductas que facilitan el contagio. O, con más frecuencia, la casa. Añaden que la madre sufrió mucho con su hijo drogodependien-
en servicios psiquiátricos, en casos teñidos de violencia, intentos de te, que parecía ser su preferido y al que sigue adorando después de su
suicidio o de homicidio. Es raro, pero no imposible, en escuelas en muerte. Ese hijo, Carlos, llevaba los apellidos del actual compañero de
las que ciertos alumnos son vividos como potencialmente peligrosos la madre, pero era hijo de otro hombre con el que la madre tuvo una re-
para sus compañeros, ya sea por causas médicas o conductuales. lación pasajera. Al padre de Manuel no lo conocen directamente, pero
saben que se dedica a recoger cartones por la calle, que está jubilado an-
ticipadamente por una lesión en la espalda y que es muy reservado, no
habiendo querido participar nunca en los encuentros entre profesiona-
Ejemplo n° 2 les y familia, a pesar de que se le ha invitado reiteradamente.
Desde el Servicio de Alcoholismo y Drogodependencias se han in-
Acto I° tentado múltiples desintoxicaciones de ambos hermanos, que han fun-
El responsable político del barrio llama personalmente a servicios cionado exitosamente en un inicio para después perderse el contacto
sociales para informar de una situación problemática: el día antes por la hasta la siguiente crisis. Los responsables del Servicio confiesan un cier-
tarde, a la salida de un colegio, un joven en estado de embriaguez mos- to cansancio en realizar este papel de bombero, que parece no tener fin
tró sus genitales a padres y maestros, que reaccionaron muy violenta- ni ser demasiado útil. Sin embargo, se muestran dispuestos a colaborar.
mente contra él. Rescatado de un linchamiento por la policía, por el mo-
mento permanece detenido, pero obtendrá su libertad en las próximas Acto 3°
horas. Cuando salga de comisaría debe haber un plan de actuación para El profesional ordena toda la información, realizando un genogra-
evitar una situación explosiva en la calle. ma e intentando construir una hipótesis. La hipótesis habla de una ma-
El responsable técnico de servicios sociales le transmite la conver- dre situada en el centro de la familia y un padre periférico, con tres hijos
sación a nuestro ya conocido trabajador social y, ofreciéndole toda su varones que presentan problemas de adicción. La hija (Ejemplo n°1) pa-
ayuda, le ordena que se ponga en marcha. También le informa del nom- rece que consiguió salir de casa casándose a muy temprana edad. Entre
bre del chico (Antonio P.M.) y de su dirección. los varones parece que el que más problemas presentó es y era el prefe-
rido de la madre, y que los dos que actualmente viven se turnan en su
Acto 2° afán de llegar al corazón de ésta. Se trataría de una familia multiproble-
El profesional decide buscar un poco más de información a partir mática en donde la individuación de sus miembros es muy baja, lo que
de dos pistas que le aporta el nombre. La primera se refiere a la joven del dificultaría la emancipación de los hijos. Asimismo parece que los pla-
ejemplo n° 1, que resulta ser la hermana menor. La segunda pista es la nes a largo plazo no se le den muy bien a esta familia y que su vivencia
de otro hermano al que conoce, ya que trabaja eventualmente en las bri- del tiempo sea la de los acontecimientos (Ausloos, 1981).
gadas municipales, que ofrecen un contrato con el objetivo de la inte- Estudia los posibles recursos de la comunidad y selecciona dos: un
gración social. ingreso en la institución psiquiátrica o un ingreso en un centro de des-
El trabajador social habla con el responsable de esas brigadas y se habituación de alcohólicos y drogodependientes, dirigido por ex adictos.
entera de que el hermano que trabaja allí, Manuel, tiene problemas de Duda entre convocar a la familia o presentarse en la casa directa-
alcoholismo y presenta cierto retraso mental. El responsable de las bri- mente, previo anuncio telefónico, y se decide por esta última opción. El
gadas hace un comentario interesante: ha observado que cuando uno de objetivo será conseguir vencer las reticencias de la familia, hacerla par-
los hermanos está bien, el otro está mal. Y añade más datos de interés. ticipar en algún tipo de decisión y conseguir establecer una relación a
Cuando el hermano mayor, Antonio, está mal, acude a buscar a Manuel medio plazo que permita trabajar con ella.
para pedirle dinero con que poder seguir bebiendo, mientras que si es Informa de su plan de actuación al responsable del departamento,
Manuel el que atraviesa un período en que bebe más, Antonio acude a el cual se muestra de acuerdo en todo.
buscarlo para llevarlo a casa. El responsable de la brigada también sabe El profesional decide que es la hora de llamar a casa de la familia.
que ambos han frecuentado el Dispensario de Alcoholismo del barrio. No las tiene todas consigo, no sabe quién responderá ni de qué forma.
Nuestro profesional acude al Dispensario de Alcoholismo y Dro- Un poco nervioso ante lo imprevisible de la situación, opta por repasar
godependencias, donde le informan de que conocen a ambos hermanos, la información recogida y fantasea un poco con las respuestas que podrá
así como a un tercero, Carlos, que murió de sobredosis de heroína hace encontrar y con sus posibles reacciones. Decide estructurar la llamada
4 años. Han mantenido contactos frecuentes con la madre, que solicita de esta forma:
r

110 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 111

1 Identificación de sí mismo y, si es posible, de quien atiende el te- tuación. La obligación a denunciar y a intervenir en situaciones que
léfono. lesionan los derechos de un individuo es un imperativo legal
2. Si no contestan ni el padre ni la madre, solicitar que alguno de que atañe a todos los ciudadanos y, particularmente, a los técnicos
ellos se ponga al teléfono. sociosanitarios. También debe evitar la trampa consistente en en-
3. Plantear el objeto de la llamada: su hijo cometió una barbaridad
tender las intervenciones de los superiores como algo que invade su
que ha levantado un cierto clamor popular. El Ayuntamiento se ha inte-
resado por la situación, encargándole a él un plan de actuación que sea independencia, la cual tan sólo se debería limitar, utópicamente,
respetuoso con los derechos del chico, pero que tenga en cuenta lo peli- por criterios emanados de colegios profesionales.
groso que podría resultarle salir a la calle... En el acto 2°, el trabajador social adopta una postura de inves-
4. El profesional ha encontrado algunas posibilidades pero le gus- tigador, recogiendo información en los diversos servicios públicos
taría informar a la familia y poder intercambiar opiniones sobre las mis- de la comunidad. Empieza por el propio y va tirando del hilo de la
mas. madeja. La postura del investigador es muy útil en este tipo de ca-
5. El tono a utilizar será firme pero cálido. sos, ya que la información existe pero se encuentra muy dispersa.
6. El objetivo a conseguir es una entrevista. Sugerirá que sea en el La información que precisa el profesional es doble: por una parte,
domicilio familiar. simples datos para dibujar un genograma, y por otra, las impresio-
nes personales de la gente que ha contactado con el caso. Tal reco-
Una vez más calmado, el profesional efectúa la llamada. Res- gida de información es en sí misma una intervención, ya que con
ponde la madre, que plantea pocas dificultades para concertar la los contactos que se realizan se teje una red de actuación posible
entrevista, aunque no se muestra ni especialmente entusiasta ni que le puede servir de apoyo en un futuro.
angustiada por la situación del hijo. La tendencia razonable es a respetar la intimidad de las perso-
Los servicios públicos de asistencia (médicos, sociales y psi- nas y a no intervenir si no es bajo petición expresa. Tal plantea-
quiátricos, así como las escuelas y otros) tienen un cierto papel de miento es necesario seguirlo en todos los otros tipos de primer con-
control social. Sin pretender asimilarlos a los servicios de justicia, tacto. En cambio, en la modalidad externa al sistema, el propio
cuyos métodos son totalmente diferentes, los profesionales que tra- inicio ya no es consensuado con los clientes, ni tan siquiera solici-
bajan en servicios públicos de asistencia deben asumir que algunas tado por éstos, ya que se actúa bajo un mandato legal (o algo pare-
de sus actuaciones estarán teñidas de control social. Esto no es pre- cido) y es sabido que tal planteamiento puede llevar a cometer ex-
cisamente agradable, y si le añadimos un inicio en forma de orden cesos por parte de los profesionales que se erigen en guardianes
de un superior, todavía lo es menos, ya que sitúa al profesional en persecutorios de la comunidad. Por tanto, la dificultad a superar es
una posición de deber intervenir sin que exista una demanda por cómo tratar, respetando los derechos de ciertos individuos, de sal-
parte del propio cliente. En otras palabras, la alegación está fuera vaguardar los derechos de otros. No es una dificultad menor y los
del sistema y se concretiza en forma de denuncia. profesionales deben evitar los dos extremos: no hacer nada y espe-
Al profesional se le plantea, pues, aceptar el mandato de un su- rar una demanda correcta y explícita o hacer tanto que arrasen sen-
perior (con los matices pertinentes) como algo inherente a la estruc- sibilidades personales, posibilidades naturales de cambio y dere-
tura de la organización. En este caso en particular (Acto 19, no es tan chos individuales.
sólo el responsable político, sino, indirectamente, la actuación de Se está hablando, en este tipo de primeros contactos, de una
una organización externa como son los tribunales de justicia y algo interfase entre la justicia y la intervención profesional. Una amena-
tan vago como el concepto de alarma social, los elementos que cons- za, siempre pendiente sobre los profesionales, es que ellos mismos
triñen su libertad. Otras situaciones, como denuncias de vecinos, sean objeto de denuncia por parte de los clientes o de la comuni-
sospechas de la escuela o de un pediatra, colocan a los profesionales dad. Y esta amenaza no ayuda a que tales situaciones sean menos
en un situación semejante: la de deber actuar sin una base firme. angustiosas para los técnicos que deben bregar con ellas.
El profesional debe combatir activamente la tendencia a en- En el acto 3°, el profesional, tras haber recogido la información
tender el control social como algo repugnante que se inmiscuye en que considera necesaria, y tras haber realizado todos los contac-
la intimidad de las personas y que no pertenece a su ámbito de ac- tos que se le han ocurrido, intenta fabricar una hipótesis sobre el
112 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 113

funcionamiento familiar que le indique una posible intervención. do dramatismo. El cliente propone y espera una intervención ur-
Una vez realizado este ejercicio mental, el profesional no olvida que gente y reparadora por parte del profesional. La lógica de la narra-
es un encargo de un superior e informa detalladamente a éste para ción plantea la situación relacional de la familia como una injusti-
recibir consentimiento, posibles sugerencias y un apoyo explícito. cia, en donde el cliente es una víctima y en donde se dibuja
Seguidamente llama a la casa familiar, explicando cuál es su explícitamente la existencia de un victimario. Existe, por tanto, una
posición, su actitud y sus objetivos delante de la situación proble- delegación masiva de la responsabilidad, del cliente hacia el profe-
mática. Asimismo, decide presentarse en la casa familiar para faci- sional. Esta modalidad de primer contacto se puede presentar en
litar el contacto con todos, pero también para mostrar de un forma cualquier servicio sociosanitario, e incluso en otras instituciones
analógica su disposición a buscar una fórmula de trabajo consen- como, por ejemplo, escuelas.
suado con la familia. En esto se reconocerá la misma actitud y pos-
tura del ejemplo 1. Los casos son muy diferentes y la posición del
profesional, consecuentemente, también, pero ello no es una difi- Ejemplo n° 3
cultad insalvable para que el profesional intente mantener su trans-
parencia y persiga la responsabilización del cliente al ofrecerle el Acto 1°
mayor número de elecciones posibles. Una señora acude a servicios sociales, visiblemente agitada, solici-
El contacto inicial con el cliente, en casos de demanda externa, tando hablar con nuestro conocido trabajador social. Se le propone una
se debe realizar con mucho tacto. Si el profesional se deja llevar por cita para un día posterior, sugerencia que no acepta argumentando que
sus emociones descontroladamente (en especial en casos de malos es de la máxima importancia que hable con él ahora, añadiendo que no
tratos infantiles), todo su analógico transmitirá rechazo y condena se moverá de las dependencias hasta que consiga su objetivo. La perso-
hacia esas personas. Su intervención será punitiva y activará la des- na encargada de atender al público habla con el trabajador social y am-
confianza y la agresividad, configurándose una relación que en na- bos acuerdan que mejor será atenderla un momento para salvaguardar
la integridad del servicio.
da va a favorecer un cambio.
El profesional debe también refrenar sus impulsos de tomar el
Acto 2°
papel de caballero andante que sale a luchar solo contra los drago-
El profesional hace pasar a la señora a una sala. Ésta, sin ni siquie-
nes de la infelicidad humana. Esta postura de caballero andante ex- ra tomar asiento, empieza su exposición:
presa una gran cercanía emocional con las víctimas del caso y con- «Soy Consuelo, hermana de Antonio. Sé que usted ha hablado con
duce, inexorablemente, al agotamiento profesional, por la vía de la mi madre sobre el asunto de la vuelta a casa de mi hermano. Vengo a
desestructuración de la vida personal. Los síntomas suelen ser la hi- contarle lo malo que es mi hermano: es un borracho irrecuperable, le sa-
pomanía (un caballero andante no tiene horarios), seguida de de- ca el dinero a mi madre o a mi hermano pequeño. Si no le dan dinero
presión (los dragones son seres sumamente traicioneros y casi para seguir bebiendo nos da una paliza. Mi marido ha querido ponerle
siempre ganan). Un profesional debe recordar que se debe proteger en cintura. Se han pegado varias veces, pero mi madre interviene para
a sí mismo y a la organización en donde trabaja, siendo coherente separarlos y después nos dice que somos nosotros los que nos debería-
con esa organización y buscando todo el apoyo y protección que la mos ir de casa y dejarlos en paz. Creo que si mi hermano vuelve a casa
misma le pueda brindar. va a producirse un asesinato. Además, creo que mi hermano se acerca
demasiado a mi hija y la va a violar».
El profesional se muestra comprensivo con la angustia de la seño-
ra e intenta calmarla, informándole de que él mismo está preocupado
3.4.3. Primer contacto masivo
por la situación e intentando confeccionar un plan de actuación que sea
aceptable y beneficioso para todos. Para concluir, solicita la ayuda de la
En la práctica profesional los primeros contactos masivos son señora para completar la información, porque ya no tiene muy claro el
más frecuentes que las demandas externas. Su rasgo definitorio es genograma familiar...
la denuncia realizada por un individuo sobre una situación relacio- La señora se calma lo suficiente como para responder a las pregun-
nal de su propia familia, según una narración teñida de un profun- tas del profesional, aportando la siguiente información,
114 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 115

El profesional le pregunta cuál es su perspectiva de futuro, a lo que


la señora le responde que desearía vivir con su actual compañero y su hi-
( pareja) (2" pareja) (3' pareja) ja, en su propio domicilio. Pero hay varias dificultades: la economía, en
primer lugar, así como la relación de pareja, que no es todo lo estable
que desearía, y la relación con la hija, que no es fácil, ya que llama ma-
má a su abuela...

O
Consuelo
29
Carlos
28 27
Antonio Manuel
9 25 El profesional le agradece la información, le promete hacer lo que
pueda respecto a la vuelta de su hermano a casa y solicita su presencia
en la entrevista que se va a realizar esa noche. Por último, fija una cita
O (hace 4 años) C® con ella y su actual compañero para seguir hablando sobre sus planes de
futuro y con el objetivo de valorar si podrá ayudarla en algo.
GRÁFICO 3.4.
Acto 3°
Después de una narración de tal cúmulo de desgracias, el profesio-
La madre, de origen humilde y criada en un orfelinato, se casó con nal se siente aturdido y desanimado. La sola idea de tener que realizar la
un hombre del que tuvo una hija. El marido desapareció un día de casa, entrevista de esa noche en el domicilio familiar le produce abatimiento.
sin que nadie haya sabido nada más de él. A pesar de que la hija ha pre- Fantasea con la posibilidad de declararse enfermo. Finalmente, decide
guntado repetidas veces sobre su padre, la madre contesta siempre con solicitar una sesión urgente con el consultor externo del servicio.
evasivas.
Ambas quedaron en la más completa miseria. La madre se dedicó a
la prostitución y quedó embarazada dando a luz al segundo hijo, el que
Ausloos (op. cit.) comenta que las organizaciones tienden a
después morirá de sobredosis, siendo toda su vida un marginado social. «contagiarse» del funcionamiento de sus clientes típicos. Así, los
La madre se casó por segunda vez con un hombre que parece no te- servicios sociales tenderían a funcionar de una manera caótica al
ner familia. Está jubilado anticipadamente por enfermedad y se dedica ser la mayoría de sus clientes pertenecientes a familias caóticas.
a recoger cartones, por lo que está muy poco tiempo en casa. De ese ma- Desde otro punto de vista, Minuchin (op. cit.) habla del enganche
trimonio nacieron dos varones y una mujer. como el primer objetivo a conseguir en un primer contacto. Tal
El profesional le pregunta por su propia vida. Consuelo se casó a enganche se facilita con el respeto hacia la estructura de la orga-
los 16 años, trasladándose a vivir a otra población. Del matrimonio na- nización del cliente (desde las palabras que utilizan hasta esque-
ció una hija. El marido murió de un accidente laboral y ella volvió por
mas estructurales más profundos). Así pues, una organización que
un corto período de tiempo a casa de su madre. Conoció a otro hombre
que le propuso ir a vivir a otro lugar. Ella aceptó y dejó a su hija, que te- pretenda trabajar con sistemas caóticos debe ser lo suficiente flexi-
nía en esos momentos 2 años, a cargo de su madre. La relación con ese ble como para atender las demandas en el momento en que se pro-
hombre fue siempre tormentosa por las dificultades económicas, fre- duzcan, ya que éstas suelen ser bastante volátiles (como casi todo
cuentes infidelidades y su afición al juego, hasta que ella lo abandonó en las familias multiproblemáticas).
por otro a los diez años de convivencia. Debido a las dificultades econó- La dificultad básica es cómo preservar el funcionamiento de la
micas por las que atravesó la pareja, solicitaron, hace un año, refugio en organización a un nivel suficientemente caótico como para poder
la casa de la madre de ella. Su actual compañero trabaja eventualmente enganchar con las familias multiproblemáticas y, a la vez, lo sufi-
y participa alguna vez en planes de actuación municipal, por lo que es cientemente estructurado para promover un proceso de cambio.
conocido por el trabajador social. Una organización debe tener unos horarios y los profesionales de-
Llegados a este punto la señora se ha calmado bastante y el profe-
sional le pregunta si quiere añadir algo más. Ella, después de pensarlo
ben poseer vida privada. Los equipos multiprofesionales se estruc-
un momento, le comenta: turan de forma que faciliten la colaboración entre sus miembros,
«Yo me fui de casa porque mi hermano abusaba sexualmente de aprovechando las potencialidades de cada uno de ellos. Todo lo an-
mí. Mi madre y su actual marido no hacían nada para protegerme.... Mi terior requiere un cierto orden que las familias multiproblemáticas
hermana pequeña también pasó por lo mismo que yo. Ahora temo por ponen a prueba una y otra vez. Desde un punto de vista organizati-
mi hija». vo es particularmente interesante adoptar la idea de que las de-
r

116 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 117

mandas de tales familias ponen en evidencia los fallos de la estruc- de un despacho, de un administrativo o de un tiempo que permitan
tura y que, por tanto, son muy útiles para sugerir en qué dirección cierta flexibilidad al profesional. Utilizando un símil, sería como si
deben ser reestructurados los servicios. La principal dificultad de un hospital general careciera de servicio de urgencias.
un razonamiento así es que la reestructuración debe ser constante El objetivo que se debe plantear en un primer contacto con es-
y es fácil caer en el caoticismo como modalidad de funcionamiento. tas características es responsabilizar al cliente de la parte de histo-
Ante la angustia de la señora, el profesional realiza unas cuan- ria que le corresponde. Complementariamente a lo anterior, el ob-
tas maniobras, que son las habituales en los manuales de psicotera- jetivo se logra devolviendo en parte la delegación masiva del cliente
pia (Acto 2°): reconocer la propia preocupación para que se sienta al profesional, realizada en el inicio de la entrevista.
comprendida y solicitar su ayuda para invertir la relación. Ella lle- En este caso particular, el profesional trabaja con el lejano ob-
gó pidiendo ayuda y solicitando la intervención urgente del profe- jetivo de la autonomía de esta mujer, de evitar confirmarle la cons-
sional y se encuentra con que se le considera como fuente de recur- trucción victimista en su propia historia y de activar sus propios re-
sos para que el profesional pueda comprender la situación. Hay cursos personales,... En otro nivel de intervención, el profesional
muchas similitudes entre la intervención de un profesional situado reclama la cooperación de la mujer con su presencia en la reunión
en primera línea y las que pueda realizar otro desde un servicio es- de la noche. Si ha conseguido realizar una buena intervención, su
pecializado (por ejemplo: Centro de Psicoterapia Familiar). Evi- presencia conllevará un aliado.
dentemente, también existen características contextuales impor- La intervención del profesional, en los primeros compases de
tantes que diferencian ambas actividades, pero muchos recursos esta modalidad de primer contacto, pretende conseguir una posi-
técnicos son compartidos. ción respecto al sistema que le permita un mayor margen de ma-
El profesional, conviene recordarlo, se encuentra frente a un niobra, evitando el papel de juez que le propone el cliente. El caso
caso muy complejo. Esta sesión inesperada le proporciona una se presenta complicado por la gran cantidad de información de que
oportunidad preciosa para conocer a otro miembro del sistema fa- ya dispone el profesional, que debe ser encajada en alguna hipóte-
miliar que va a tener que visitar esta noche y para afinar sus hipó- sis. Pretender una hipótesis que abarque todo sería estéril. Proba-
tesis sobre el funcionamiento de la familia. En el trabajo con las fa- blemente, si tal hipótesis existiera, harían falta mucho tiempo y
milias multiproblemáticas es fundamental saber aprovechar las muchos contactos para construirla. Por tanto, el profesional se de-
oportunidades que se van presentando durante el proceso y que- berá contentar con otra que le permita orientarse mínimamente,
darse a la espera de unas circunstancias totalmente favorables para indicándole una dirección hacia donde dirigirse y señalándole al-
intervenir. Haberse mostrado rígido en la convocatoria y haber guno de los peligros que deberá evitar.
aplazado esta entrevista con la hermana mayor hasta el encuentro En este tipo de situaciones (violencia, abusos sexuales, etc.), la
con toda la familia habría sido pecar de iluso, ya que, probable- hipótesis a construir no puede ser mecánicamente circular, sino
mente, la hermana mayor se habría sentido descalificada y habría que debe tener en cuenta que hay víctimas y victimarios con grados
desertado de la entrevista o, peor aún, se habría convertido en ene- de responsabilidad opuestos sobre lo sucedido. La circularidad tie-
miga del profesional. Y, como dice Selvini (op. cit.), lo que menos ne un límite ético. En temas como el abuso sexual de menores es
necesita un profesional son enemigos. más necesario que en otros que el profesional cuente con guías su-
La principal dificultad para el profesional es contener las pro- ministradas por expertos, puesto que son mayores los riesgos de
pias emociones. Sería comprensible que nuestro protagonista se convertirse en una especie de vengador solitario. Ponerse a inven-
sintiera lo suficientemente desgraciado como para renunciar a rea- tar desde cero no parece una buena idea.
lizar una labor mínimamente coherente. Sólo si es capaz de apren- En el acto 3° se asiste a la incorporación de un consultor que,
der de esas emociones y seguir manteniendo su curiosidad será ca- en este tipo de equipos que trabajan en primera línea de fuego, es
paz de aprovechar esta oportunidad. El otro punto importante es imprescindible. La razón por la que hay tan pocos equipos que
disponer de un mínimo de tiempo y espacio. Aunque parezca una cuenten con consultores se debe más a razones de los propios pro-
perogrullada, muchas organizaciones que trabajan con familias fesionales y de las relaciones entre ellos que a motivos económicos.
multiproblemáticas están tan pobremente equipadas que carecen Es significativo que algunos servicios aborrezcan las palabras «su-
r

118 LA INTERVENCION SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 119

pervisión» o «consulta», que entienden como humillantes, mientras En el caso comentado hasta ahora, que es esencialmente real,
aceptan sin problemas otras como «comentario» o «reflexión con- el primer contacto concreto se produjo al año del episodio de exhi-
junta». bicionismo. Lo realizaron, en primer lugar, la hermana menor y su
Un profesional debe saber reconocer sus propios límites, de- marido con el objetivo de conseguir una mayor estabilidad conyu-
tectar cuándo está en dificultades y solicitar ayuda. Un buen equi- gal y poner distancia respecto a la familia de origen de ella. Poste-
po debe alentar tales actitudes e impedir que dicho reconocimiento riormente, la hermana mayor solicitaría ayuda para poder empezar
sea construido como incompetencia y utilizado en el juego relacio- una vida estable fuera del hogar materno. Ambas realizaron una te-
nal del equipo. rapia de pareja y participaron en un grupo asertivo de mujeres.
Las características que debe reunir el consultor son: trabajar a También es posible que, en familias multiproblemáticas, el pri-
tiempo parcial en clínica directa y tener experiencia en las situacio- mer contacto concreto sea una demanda individual.
nes que se le presentan. Cabría añadir que también el consultor de-
be adecuarse a la estructura de la organización que le contrata. En
este caso, no puede ser rígido y tan sólo acudir a citas periódicas, Ejemplo n° 4
sino que debe dejar un espacio abierto para las urgencias.
Nuestro entrañable trabajador social, acosado por el agobio, Acude una señora a servicios sociales solicitando una entrevista
siente la tentación de padecer una migraña. Otro profesional opta- con nuestro trabajador social. A la pregunta de qué es lo que le preocu-
rá por «olvidarse» de la cita. Otro por renunciar a su trabajo. Otro pa, contesta escuetamente que le gustaría recibir unos consejos sobre su
por colocarse la armadura de caballero andante. Otro por la indife- situación. Se le da una cita para la semana siguiente.
rencia. En el caso que nos ocupa, el contacto con el consultor fue Asiste puntualmente y empieza a narrar sus problemas, interrum-
telefónico y breve. Éste hizo un comentario sobre la hipótesis-guía: piéndose al poco tiempo por el llanto. Entrecortadamente, va expli-
«Falta de cuidados parentales». Tranquilizó al profesional respecto cando su historia. Proviene de una región lejana de España donde sus
a que la familia colaboraría para que el joven fuera alejado e ingre- padres, muy humildes, decidieron que sus cuatro hijos fueran al orfeli-
nato. Ella acabó en la ciudad donde reside en la actualidad porque un
sado en un centro. La cooperación difícilmente se mantendría
vendedor ambulante fue encargado por sus padres de buscarle un sitio
mientras el chico estuviera ingresado. A pesar de ello, le recomendó para crecer. Sus hermanos fueron a otros orfelinatos.
que hablara bien de ese centro y que insistiera en que la familia de- A los 18 años salió del orfelinato para vivir con unas compañeras
bería colaborar. Asimismo, el profesional debería intentar convocar del mismo. Tenía un trabajo, pero le resultaba difícil adaptarse al mun-
a los padres para valorar el desarrollo del proceso. Era fundamen- do externo, que juzgaba ruin y egoísta. Quedó en el paro porque cerró la
tal enganchar al padre, pero sin olvidarse ni un momento de la ma- empresa y se fue manteniendo con diversas actividades esporádicas. Ac-
dre. Si lo anterior se cumplía debería dejar el tema de los abusos se- tualmente, realiza trabajos de limpieza en domicilios particulares.
xuales para otro momento. Y le dio una orden: «No vayas solo. Tuvo un novio con el que no se quiso casar porque pensaba que lo
Busca un compañero que te pueda acompañar». hacia para no quedarse sola. Actualmente tiene otro novio.
Su problema es que se siente deprimida. La depresión se concreti-
za en dificultades para levantarse por las mañanas, dificultades para re-
3.4.4. Primer contacto concreto lacionarse de una forma estable con la gente y cierta desconfianza hacia
todo el mundo. A veces se siente perdida y desearla no haber nacido. Es-
ta situación se está prolongando mucho y quiere recibir un consejo so-
No es nada frecuente que en las familias multiproblemáticas se
bre qué podría hacer.
produzca una demanda con todas las características, es decir, que
El profesional, que prácticamente no ha intervenido más que para
sea fruto de una crisis y que síntoma, sufrimiento y alegación estén intentar calmarla y animarla a que continuara su relato, siente una in-
en la misma persona o en el interior del sistema familiar. Habitual- mensa pena por ella. Esa emoción contrasta con lo que ve: ella tiene
mente ello es el resultado de un trabajo previo que permite a los in- buen aspecto, va bien vestida y aparenta menor edad. Decide comentar-
dividuos una responsabilización sobre sus propias vidas y una va- le sus impresiones y le dice que, si bien su historia es sumamente des-
loración de que solos no pueden cambiar. graciada, ella parece una mujer joven a la que alguien debió enseñar a
120 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 121

cuidarse, a maquillarse, a tomar decisiones (en referencia al primer no- psicoterapia. La indicación de que es más útil para la cliente y para
vio), a preocuparse por el trabajo,... el profesional que se plantee una derivación no viene dada por la
La señora interrumpe su llanto y niega con energía lo que el técni- falta de preparación de éste (en el caso que nos ocupa, seguro que
co está sugiriendo. Nadie la quiso, nadie le enseñó, nadie la ayuda... El nuestro competente trabajador social está lo suficientemente capa-
profesional insiste un poco y empiezan a aparecer monjas con las que
citado para realizar una psicoterapia), sino por la estructura de la
todavía hoy en día tiene relación («pero no son ni madre ni profesora,
organización donde trabaja. Una psicoterapia requiere tiempo, un
son otra cosa difícil de definir...»), acude a yoga y mantiene una buena
relación con el profesor que conduce la actividad. Ha leído muchos li- espacio adecuado, ciertos apoyos para cuando surja una dificul-
bros. Tiene unas amigas de toda la vida a las que puede acudir cuando se tad... condiciones todas ellas que no suelen existir en los servicios
encuentra en problemas. Tiene un cachorro de perro desde hace un mes sociales.
en casa («no sé si me lo voy a quedar, un perro ata mucho»), su novio es
un buen chico («no sé si me puedo fiar mucho de él»).
El profesional consigue que la señora cambie su rótulo de depresi- 3.5. CONCLUSIÓN
va por el de persona que tiene altos y bajos. Sintiendo que ya ha conse-
guido mucho en esa primera entrevista, solicita un tiempo para poder Cuando un profesional entra en contacto con un cliente, am-
pensar, fijando otra entrevista para la semana siguiente. bos tienen el objetivo genérico de conseguir una relación mutua-
mente satisfactoria. Para el cliente, la satisfacción se evalúa en fun-
Esta entrevista es un ejemplo de la creación de un contexto de ción de los cambios que consigue, mientras que para el profesional
consulta que permite al profesional cumplir su principal objetivo, el principal indicativo será sentirse confirmado en su rol (Ramos,
que es comprender la situación para poder aconsejar. 1996).
En un metacontexto asistencial, se puede construir un contex- Si el primer contacto concluye con una insatisfacción mutua,
to de consulta, cuyo principal objetivo es que el profesional com- la relación que se instaurará será, en la mayoría de los casos, una
prenda la situación. Comprender no significa recoger la informa- no relación, o sea, un abandono. O, en una minoría de los casos,
ción pasivamente, sino realizar ciertos movimientos para valorar una relación basada en la dependencia, la desresponsabilización
las posibilidades de cambio, así como ir co-construyendo una his- del cliente y la hiperinvolucración del profesional. En esta última
toria alternativa que permita más posibilidades. En otras palabras, situación, la necesidad de un trabajo de consulta es apremiante pa-
que introduzca mayor complejidad. ra permitir a éste una redefinición de su postura. Pero casi siempre
En la siguiente entrevista el profesional ofrecerá al cliente di- el cliente abandona para volverse a presentar al cabo de un tiempo.
ferentes posibilidades y le recomendará una en particular: deriva- En los ejemplos utilizados en los primeros contactos mínimo, ex-
ción a un centro de psicoterapia con una redefinición que facilitará terno y masivo, se trata parcialmente este problema. Existen varios
el trabajo a los psicoterapeutas de ese centro. primeros contactos con el mismo cliente. El profesional debe apro-
Ante un caso así, el técnico debe controlar el deseo de interve- vechar esos diversos primeros contactos para orientarse y para rea-
nir más activamente, buscando, por ejemplo, cursos de capaci- lizar maniobras que permitan la construcción de una relación mu-
tación laboral, actividades de tiempo libre o incluso puestos de tra- tuamente satisfactoria.
bajo. Aunque parezca, sobre el papel, una dificultad fácilmente Se han descrito cuatro modalidades de primer contacto con un
superable, en la práctica no lo es. Probablemente, la razón es per- objetivo específico para cada una de ellas. En el primer contacto
sonal y de formación técnica. Los individuos que trabajan en profe- mínimo, se trata de crear las condiciones para que se produzca una
siones de ayuda son generosos y sensibles con las desgracias ajenas relación estable. En el externo, se pretende conseguir una red pro-
Y les gustaría ser útiles. Lo anterior se complementa con la concep- fesional de intervención, a la vez que se involucra a los miembros
tualización de que la gente se encuentra mal porque está averiada de la familia. En el masivo, el profesional debe maniobrar para en-
(se le deben cambiar algunas piezas) o le faltan recursos externos (se contrar una posición con la familia y con la red que le permita in-
le deben proporcionar), típico del contexto asistencial. tervenir. En el concreto, se debe promover un contexto de consulta
Pero también existe la tentación de signo opuesto: realizar una que permita derivaciones o colaboraciones con otros profesionales.
122 LA INTERVENCIÓN SISTÉMICA EN LOS SERVICIOS SOCIALES LOS PRIMEROS CONTACTOS 123
BIBLIOGRAFÍA and Crisis, Nueva York, W. W. Norton & Co. (trad. cast.: Mo-
mentos decisivos, Barcelona, Paidós, 1990).
Ausloos, G. (1981), «Systemes, homeostase, équilibration (essai)», Ramos, R. (1996), «Concurrencia y discurso: dos niveles conver-
Thérapie Familiale, vol. 2, n° 3:187-203. gentes en la entrevista sistémica». Redes, n° 1, pág. 60-75.
Cancrini, L. (1987), La Psicoterapia: grammatica e sintassi. Manua- Selvini, M. (1989), Cronica di una ricerca. L'evoluzione della terapia
le per l'insegnaynento della psicoterapia, Roma, Nuova Italia familiare nelle opere di Mara Selvini-Palazzoli, Roma, Nuova
Scientifica (trad. cast.: La psicoterapia: gramática y sintaxis, Italia Scientifica (trad. cast.: Crónica de una investigación. La
Barcelona, Paidós, 1989). evolución de la terapia familiar en la obra de Mara Selvini-Palaz-
Cancrini, L. y La Rosa, C. (1993), Il vaso di Pandora. Manuale di psi- zoli, Barcelona, Paidós, 1990).
chiatria e psicopatologia, Roma, Nuova Italia Scientifica (trad. Sluzki, C. E. (1996), La red social: frontera de la práctica sistémica.
cast.: La caja de Pandora. Manual de psiquiatría y psicopatolo- Barcelona, Gedisa.
gía, Barcelona, Paidós, 1995). Whitaker, C. (1989), Midnight Musings of a Family Therapist. Nueva
Cirillo, S. (1986), Famiglia in crisi e affido familiare. Guida per gli York, W. W. Norton & Co. (trad. casi: Meditaciones nocturnas
operatori sociali, Roma, Nuova Italia Scientifica (trad. cast.: El de un terapeuta familia► Barcelona, Paidós, 1992).
acogimiento familiar. Guía para trabajadores familiares, Ma- White, M. y Epston, D. (1990), Narrative Means to Therapeutic
drid, Centro de Publicaciones del Ministerio de Asuntos Socia- Ends. Nueva York, W. W. Norton & Co. (trad. cast.: Medios na-
les, 1994). rrativos para fines terapéuticos, Barcelona, Paidós, 1993).
Covini, A.; Fiocchi, E.; Pasquino, R. y Selvini, M. (1984), Alla con- Wynne, L.; McDaniel, S. H. y Weber, T. (comps.) (1986), Systems
quista del territorio, Roma, Nuova Italia Scientifica (trad. cast.: consultation. A new perspective for family therapy. Nueva York,
Hacia una nueva psiquiatría, Barcelona, Herder). Guilford Press.
Etkin, J. y Schvarstein, L. (1989), Identidad de las organizaciones,
Barcelona, Paidós.
Ghezzi, D. y Vadilonga, E (1996), La tutela del minore, Milán, Raf-
faello Cortina comps.
Imber-Black, E.; Roberts, J. y Whiting, R. (comps.), Rituals in Fa-
milies and Family Therapy, Nueva York, Norton, 1988 (trad.
cast.: Rituales terapéuticos y ritos en la familia, Barcelona, Ge-
disa, 1991).
Lamas, C.; Borrás, T.; Roig, P. y Eroles, J. (1985), «La responsabili-
zación a través de los contextos», Actas de las VII Jornadas en
Terapia Familiar, Valencia.
Linares, J. L. (1996), Identidad y narrativa. La terapia familiar en la
práctica clínica, Barcelona, Paidós.
Minuchin, S. y Fischman, H. Ch. (1981), Family Therapy Techni-
ques . Harvard University Press, Harvard (trad. cast.: Técnicas
de Terapia Familiar, Barcelona, Paidós, 1984).
Neuburger, R. (1984), L'autre demande, París, E.S.F.
Onnis, L. (1985), Corpo e contesto. Terapia familiare dei disturbi psi-
cosomatici, Roma, Nuova Italia Scientifica (trad. cast.: Terapia
familiar de los trastornos psicosomáticos, Barcelona, Paidós,
1990)
Pittman, F. S. (1987) Turning Points. Treating Families in Transition

También podría gustarte