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1'14 I Lfl- EL ANAL!SlS CLlNlCO EN CIENCIAS HUM'ÁNAS*
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Eugene Enriquez*'

La aprax·rmación clínica ·na sido puesta en una especie de pedeslal. Ella parece ser la
ünlca aproximación adecuada para las ciencias humanas. En efecto. se presenta como
una ciencia (o al m_enos) un arle de investigación y de bUsqueda progresiva del-sentido. El
sentido, en este caso, no está fijado de una vez para siempre. no existe de manera
empir\ca y no se trata de volver a encontrarlo. E! sentido o los sentidos están para ser
busi::ados. para ser construidos en e! tiempo,-o aún eslán por aparecer. por revelarse
!eníamente ei:i e! curso del trabajo (lleno de lapsus. de no dichQS, c!e ac\os (~\\idos) que el
clinlco emprende con su cliente {indívid-uo o grupo) y con la colaboración activa de este
último (¿Freud hubiera podido. por ejemplo, elaborar su !eoria de la histeria sin la
cooperación de sus pac\enles, quienes lo pus·1eron a menudo en la direi.:::c·1on correcta y
quienes le propusieron las interpretaciones que le permitieron edificar y a!inar su teoria?).
Un trabajo de este lipa, en común. que procura hacer surglr.al.senJido (y al no sentido) ·
y porconsecuencí8 al cambio. parece particutarmente atractivo. Y no soy yo. que defiendo
desde hace tiempo a !a psicosoc·iologia y !a sociologia clínica, quien d'1ria lo conlrario.
Pero es indispensable profundizar en el problema. En electo. fas otras aproximaciones
(psicológica, antropológica. socíotógica) que no quieren ser ciinicas, son percibidas. de
hecho, de manera negativa, como objelivantes, reificantes. ciasilicalorias, n1odeliz:anles.
y que dejan escapar lo que es el pulso-de la vid21

• Publicado en "L'analyse ciiniqu12 dans les Sciences Humilines·. b<i¡o !<1 rilreccion ele E.Enrique;:,. G HoLJle,
R.Sevigni. E.d'1tion Sainl-Martin. P3ris. 1993. TrarJucción de A. BP.netl~!ll.
·- EugEne Enrique<::: Prolesor Err:éri\o de I~ UniversitC Lle P<i1i~.Vli_ Co.Ot;;:;r:1or de! L.:il>o1i\10r1c> do: Con1b10
Social de dicha Universidéld. Co-Redacior de lél Rev1s1n !nter11<1cional ll,; Psir.osociologia, au1or da nttnlP.rosus
libros y ;:ir\icu\os, Fundador y Ml<:!mbro directivo del Coniilé lnl~1n~c1on¡;¡! en Sociologiil ClirnCEl

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Podemos preguntarnos (la respuesta vendra a su tiempo) si en realidad no esta lunc\oM
nando un mecanismo maniqueista: la ciencia chnica vista como e\ blanco mas puro y las
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ciencias "objetivas" como e\ negro mas sombrio. 1
Esa pulsión de po¿:;csion, que da sat1s!acción a la pul.::.1on ep1stemofílica de la que "' { ~º
deriva. puede estar presente o no en un proceso de sublimac1on. Cuando no hay sublimación,
Para tratar de ir más lejas, debemos preguntarnos ¿qué es e\ saber? ¿Cómo se 0
ella habla en voz b?tja, el conocimienlo de! otro se transforma en deseo de dominación
consti\uye? ¿Cuáles son \as raices del deseo de saber? Y esta pregunta es aUn más
!uerte, en la medida que nosotros vernos alrededor nuestro, cada dia, personas que actúan de! otro {ser humano u objeto fisico). En ese momento el car.3cterirreductible de! otro, su
1
! alteridad lundamental (el hecho de que sea un ser único, irreemplazable) es negado El
sin cuestionarse {ellos no pueden nalura\mente ahorrarse todos \os cuestionamientos sin \_
tomar conciencia de sus actitudes y conductas, y que en gran medida, viven mejor que otro no eslá allí mas que para ser analizado, lragmentado, partido. E: sujeto se comporta
entonces como alguien que diseca, uun disector", siguiendo la expresión del escritor Robert
nosotros, descartando Mpor lo menos por un tiempo- los elementos que pueden hacer
tvlusil, que se define a sí mismo como tal, ya que no deja de despedazar en su obra a sus
surgir la angustia). Al contrario, querer saber, involucrarse en un cuestionamiento infinito contemporáneos y a sus persona1es.
es penoso y trágico. ¿Por qué aceptamos entonces u atravesar e\ desierto"?
El deseo de saber laquel\o que algunos psicoanalistas denominan l.a pulsi6n Podemos preguntarnos (y algunos lo declaran desde el principio) si una psicologia
objetivante que clasifica a las personas en categorías (ej.: histérica, paranoica o introvertida-
epistemoH\ica) se orígina en el problema existencia! que se plantea todo ser humano, y
extrovertída, o incluso. nerviosa, sentimental, colérica) no nos encierra en determinaciones
que se puede exponer así: ¿quién soy yo, porqué_ estoy aca, porqué he nacido, qué pasa
de !as que no podemos salir. Estaremos entonces, encasillados definitivamente y a merced
con el deseo de mis padres \rente a rni, cómo he sido procreado?
de disectores que "analizarán" nuestras conductas y nuestra personalidad, concebidas
Freud nos ha hecho comprender que el "hombre pequeño" [expresión de Freud) elabora
sus primeras ~leorias" a partir de una re!lexión, por mas que tenga lagunas, sobre !a como inmutables o susceptibles de poco cambio. Los lests psicotécnicos, la grafología,
signilicación de \a exístencia y, ulieriormente, sobre la sexualidad {¿por qué, como dicen los tests de personalidad, así como los tarots de hoy, y ta astro\ogia (me acuerdo de un
los filósolos, existe el ser y no sólo simp\emente e\ no ser?} empresario que me decia: "yo estoy maldito por ser de Tauro, ya que ninguna empresa
solicita ni quiere reclutar una persona nacida en ta! signo"), son instrumentos-cuya !iabilidad
las sociedades {las culturas) humanas se hacen \a misma pregunta. ¿Por qué razones
es naturalmente cuestionable- de conocimiento neutro, distanciado del ser humano que
se ha constituido esta sociedad? ¿ Oué ha precedido a su nacimiento? ¿Qué es lo que le puede sentirse, con derecho, reilicado. .
permite mantenerse? Cada sociedad ha encontrado su respuesta, que es siempre la misma,
Podemos igualmente adelantar, sin equivocarnos mucho, que una socio\ogia fundada
a pesar de que se presenta en !armas múltiples: en e\ origen, un gran ancestro, un Tótem,
scibre paradigmas de determinación socia! global (ej.: ta soclo\ogia de P. Bourdieu), que
Dioses o un Olas único han querido crear s2res humanos que vivan en una terma soc\a\
trata de exphcar El sis lema social y su funcionamiento con la ayuda de algunas variables
de!inida. Así la religión, dicho de otra manera, aquello que nos une al cosmos y a \os otros
ser.es hun1anos, tiene por función calmar la ansiedad socia\ y favorecer ta vida en-común. simples, aún cuando puedan ser cruzadas (ej.: la soc1o!ogía de T. Parsons) o íncluso una
No es lo mismo para el niño. El sólo puede encontrar respuesta inmediata a\ primer
sociología de tipo cuan!ltativo, tienen todas la pretensión de n1ostrary demostrar todos \os
engranajes de una sociedad, en la cual nueslro ro\, en tanto que sujeto actuante y pensante
elemento de su pregunta; ¿quién soy yo?. teniendo cierto dominio de t.as cosas y de los de manera autónoma. seria casi nulo.
seres. E! niño que no accedió a la palab1a no quiere saber por saber. P·ara é\, conocer un
es
ob¡eto (el pecho de su madre o un ob¡eto lisico), poder tocarlo, manipularlo, desarmarlo,
Esas aprox1mac1ones parece!'. muy extrañas en Id. medida que !os especíalistas de !as
ciencias que se !!aman exactas. en part1cu!arlos lisicos, han planteado desde hace mucho.
a veces destruirlo (de alli la angustia del niño, tratada por Mélanie Klein, de ciestruir el
que el observador no puede ubicarse en una posición neutra, ya que toda observación
pecho y atentar aSi contra la integridad de su madre}. es decir, en tOcto caso, tener tiene un impacto sobre e! lenómeno observado.
satisfacciones inmediatas. No existe sadismo en e\ niño: c~ando él destruye es siempre
Esas aproximaciones obletivantes. que no buscan el sentido de las acciones humanas,
para conocer. la pulsión epistemohlica, bajo la cua\,yace \a puls!ón de posesión, le permite
no serian entonces más que modalidades variadas de una pu!síón epistemofilica
situarse en el mundo y constituir el mundo. Cuando crezca y hable, cuando se haya
transformada no sólo en pulsíón de posesion, sino en pu!s1ón de dominc:ición, y cuyo
translorn1ado en adulto, continuara. ¡unto a \os otros, tratando de crear su mundo. El
objetivo es tratar a los seres humanos y las culturas vivas según el principio de ta dísección.
sujeto humano (individua\ o coleclivo) tiene conciencia, ya que 'na entrado en e\ orden del
lenguaje, de vivir en un universo dado que determina en parte sus conductas. Pero siente· Tal consta\ac1ón no puedé rnás que plantear al an.3!is1s clinico como la única
aproximación, no objetlvante y respetuosa del objeto estudiado. con el cual se es\ablecen
que puede acluar sobre ese mundo al perciblr\o, !orj::indose representaciones sobre él y
relaciones de transíerencia y de contratrans!erencia, digna de ser utihz.ada er. !as ciencias
también constituyéndolo y carnbiandolo. trans!ormcindo\o profundamente gracias a la humanas.
"irnaginación radica\" que \e ha sido dada.
La novia es' d21nasiado bella y es indispensable inclinarse igualmente sobre la
aproximación c!inica. para ver si ella no tiene verrugas.

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por cierto, et de civilizar a los pequeños salva;es que son los niños De ahí que la t?rea
h.

del adulto consciente y competente es simple: tiene como carga "moldear una vez más al
,~ La aproximación clin'1ca, se ha dicho en las exposiciones precedentes, se caracteriza
est~,
niño", fundamentalmente agresivo. violento, cruel, que ha sido mal moldeado por sus padres
•ore\ hecho de que e\ ciin.1co de cierta mane.ra, a\ pie de \a cama, a1 borde de \a
ama de su paciente, trata de escul!har el sufrimiento de su paciente con su "tercer" 1 por la intermediación del juego. El niño agresivo, se volverá entonces progresivamefi~e,
bueno y dulce.
¡reja. E! objetivo dei clinico \ps.1cO\ogó. ps·1cosoc·16logo, sociólogo) es ayudar a su cliente
~a
Deja en esle punto las ci\as. Podria haber citado centenas de ejemplos. Todos muestran
i encontrar su propio camino, a ser capaz. de salir del stress y de enfermedad, a
:omprender el sentido de sus sin tomas (y no /orzosamenle a erradicarlos), a llegar a un \ que !as investigacíones psicológiCas sobre los níños (con la ayuda de tests, de sugestión.
manipulación. transferencia, y las técnicas psicoanalíticas actlvas) si toman en cuenta su
?.s\ado de equilibrio superior a\ precedente, a desarroHar orientaciones normativas (K. 1
especificidad, tienen todas como proyecto no el respetar ai niño en su alterldad ni favorecer
:;o\dstein, G. Cangui!hem) y a acceder a un c·terto grado de autonomía. '(La autonomía 1
\ su aulonomia, sino por el contrario, guiarlo estrechamente. lrans1ormado. con el fin de
'lota\ no pue.de realizarse, ya que todo individuo tiene necesidad. para vivir, Pe conservar
hacer de él·un ser dócil.
una parte de heteronomia en la medida que pertenece a un grupo social que le dicta. a él \ De esta forma, al centrarse en la persona (C. Rogers) el terapeuta o e! pedagogo estan
. iamb·1en, sus propias normas).
! tejas de carecer de un_d<;!seo de dominio, que llegan a e¡ercer sin cuestionarse sobre ia
· · Tal es el objetivo explícito de la aproximación clin"1ca. Sin embargo. debemos·ppaguntarnos
significación que este deseo tiene para ellos y para los niños.
si una vez que esta aprox·1mach)n logra sus iines, n6 cae en los mismos sesgos que las Si ·intento ahora valorar los métoQos psicosoc·1ol6gicos de !orrnación. consulta e
aprox1mac1ones objelivanles, si no tiende a crnarle al clinico una lalsa "conciencia limpia".
intervención. debo evaluarlos de manera relativa.
que sólo seria una rac1onahzacion de una práctica que, en muchos casos. es muy distinta Es derto que permHen a ·individuos que famas pensaron que su palabra podia ser
de lo que deberia ser. _ tomada en consideración. volverse sujetos sociales. concientes del alcance y los Hn1ites
La perspectiva clirnca en psicologia se desarrol\ó al final del Siglo XlX y principios del ¡
de sus acciones: también posibilitan a los grupos a!irmarse y transformar las estructuras
Siglo XX con ob1etivos prolundamenle operalivos. Su finalidad era lormular un diagnóstico de !a organiz.ación del trabajo y la división de responsabilidades, y e! acceso -en una
que permitiera d1slinguir los individuos normales de los patológicos. Asi el lamoso lest de palabra que respela y me es muy querida· a !a autonomia (Freud agregaria: "y a la
3inet. perfeccionado por Simon. para medir !a inteligencia, tenia por objetivo -mas o menos originalidad").
·c.wlicilo- separar a los niños idiolas o retardados de las niños cápaces de integrarse al Sin embargo, muchas veces pasa que los que in legran los cuadros dírigentes son Jos
slema escolar y a !a vida de \a nación. Numerosos ensayos depedagogia centrados en quG estuvieron en el nivel mas implicado en este camino clinico. armados con nuevos
gi niño, adoptan una concepción que \o asimilan a un anima! togoso que hay que dominar 1ns\run1enbJs mas sutiles para ejercer su in!luenc1a o su suprenlacía sobre !as personas.
y normalizar. Algunas citas son bienvenidas para ilustrar mi propósito. El psicoanalista E.sos "cu.adres~ (de-la indus\ria. administrac1ón.traba¡a social) han pothdo. a\ "aµrender a
lrancés . . René A\\endy hablaba as\ de \os niños en 19·41: "el niño perezosa. mentiroso escuchar me¡or a !os otros ... saber comunicarse con ellos adoptando un modo de dirección
ladrón, malo. ra.bioso,.t/m1do. miedoso, disipado, turbulenlo, dificil, mal enseriado, fug1trvo.
"mas democr8bca .. , logrando que sus colaboradores y subordinados realicen actos que
z.urdo. desviado" a quien es necesario enderezar. en su libro "La inlanc'ia desconocida". Al
jamas hubieran aceptado si se Jos hubiera conducido de otra manera, La psicosocio!ogia
linal del Siglo XIX en Nancy. en torno de EdgarBeri\lon, Paul Lada me e Hippolyte Bernheirn. y la soc1ologia clínica pueden producir e!ec\os contrLJrias a su proyecta·. en lugar de !avorecer
se creó una escuela que tenia por objelivo lograr, mediante la sugestión h"1pn6Uca, moral"izar
ia den1ocracia, a veces han re!orzado. sin quererlo o sin saberlo, e! poder de los dirigentes
a \os riiños: "El nilio esta sornnoiíenlo, su esplritu vacila, su voluntad se le escapa. Nosotros
sobre el res lo.
lo desarmamos sin anularlo, Je prívamos de sus elementos de resistencia. No queremos
f\laluraln1ente, no se trata de "tirar al bebé con e! agua del baiio". Lo que trato de decir
sustituir su voluntad por/a nuestra, pero Lo nevamos a pensar como nosotros. a com_p_artiI
es que \oda ·aproximación. por n1i:S cuidadosa del olro que pueda ser, puede desen1boca.r.
nuestras ídeas {subrayado por mi). Lejos de de.slruiren él ef sentimiento de responsabílidad.
a veces. en resultados paradojales o incluso perversos.
volveremos ese sentimienlo mas vivo. No cesaremos de exhortarlo. Es una acción que
No hay que olvidar que fue Freud quien en "Psicologir:t de masos y análisis del yo"
emprendemos. con método y sin caer en debilidades. ya que es necesario triunfar" declara
( 1921 ). escribió el texto inaugural de la psicosociologia clínica, la ciencia de los grupos.
P. Ladame. Hans Zuliiger. discipulo de Freud. va a utHiz.arlatranslerencia para íavorecer \a
pedagógica.~
acc·1on Los lazos transferencia/es son aquellos de una comunidad con su
las organizaciones e instituciones. pero más allá de la signHicMción que l"'nlo Freud como
su.obra itenen. no se ha ragislrado suficientem!;!nte que esa obra se basa (lrascendiéndo\a)
lider (Führer). el maestro debe obrar para favorecer la identificación de sus alumnos en
en Jos lrabaios de Gusta ve Le Bon y en particular en su "La psico!ogi~ ele masas".
tanto que grupo, en el sentido freudiano del término, y el deseo de identificación con el
Le B·Jn el primer autor que es\udió lo quedenornina "el ahna colectiva". ana.Hzó su
maestro-guia. la idea. Ja tuerza moral que e1 representa (el ideal del yo)". escribió en 1930
Por su lado. Made\eine Ramerot. psicoanalista. dec\ara en 1945: "es un grave p·roblen1a.
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de !as aproximaclones objelívas, reificar el mundo y los seres, aún cuando su proyecto ,e?
!unciónamiento y mostró sus carac\eristicas emotivas, escribe: "la masa es impulsiva,
sea explicitamente de otra naturaleza. <.
Si bien todos podemos (c!inlcos y objetivístas) caer en ese sesgo, es simplemente
mó:vi!, irritable, extraordínariamente sugeslionab.fe y crédula, no soporta ninguna demora
entre su deseo y la realización de aquelfo que desea."
Aunque podan1os poner en cuestión tales afirmaciones (o a Un otras: "/as masas son \1
porque la vida es una tragedia. Es necesario, como dice Miguel de Unamuno, poseer "e\
sentido trágico de la vida." Las concepciones amistosas, a veces ligeramente idilicas, de!
individuo y !a sociedad que· tienden a prevalecer en América de! Norte, deben ser recusadas.
sien1pre femeninas"), no podemos desconocer que lue Le Bon e\ primer autor que desarrolló
una visión clinica de la sociedad. inspeccionó sus intersticios inexplorados, escrutó \o que No hacerlo, creer que basta e! diálogo para comprenderse entre los hombres, que el
se tran1a en sus zonas sombrias y puso en evidencia la capacidad de tascin'ar o seducir indíviduo puede ~crece(·y desembarazarse de sus instintos más bajos, es volverse ciega
de \os politices. capacidad indispensable para atraer a· tas masas y hacerlas adherir a \as
1! ante la "banalidad del mal", eso que han demostrado, cada uno a su manera, H. Arendt y
S. Milgram.
causas mas nobles como a \as mas aberrantes. Pero no hay que dejarse llevar y ver en la vida sólo las zonas sombrías, la violencia de
Le Bon,.como lo ha mostrado S. Moscovici, ha ten.ido una intluencia enorme {disimulada
por largo tiempo) sobre los teó{1cos y particularmenl.e sobre los militares y los políticos. las pu!siones, la voluntad de domir\io y \a objetivación d8 los otros. E\ sentimiento trágico
"Grandes espirilus·, como Horkheimer y Ardoino, le han rendido homenaje: "Después de
la experiencia de los últimos decenios, hay que reconocer que las afirmaciones de Le Bon
\ de ia vida debe ser acompañado por la idea de que el mundo es pensable, y que es posible
un orden razonable. Las "luces de !a razón" permiten deshacerse.(al menos por un tiempo)
han sido confirmadas en un grado sorprendente. al menos de manera superficial, en Jqs de !os monstruos. Es por eso que 1 en lugar de oponer continuamente los método~ clinicos
condiciones de Ja civilización tecnológica nioderna. er:i la que uno hubiera esperado que y \os métodos ob¡eHvos, será lntaresante ver en qué medida se excluyen, pero también en
qué medida pueden ayudarse recíprocamente. Las aproximaciones que se dicen neutras
las rnasas fuesen mas esclarecídas."
La \eoria de Le Bon tue enseñada en Franc'1a.en \a Escuela de Guerra a principio de
siglo. De Gaulle, en su descnpción y en su concepción del jele, reprodu¡o directamente
1 favorecen la explicación (explicar quiere decir etlmológicamente desplegar), es decir, cuando
ello es posible, la bUsqueda de causas múltiples y no de una única causa (!a investígación
causal dejó en el olvido -por lo menos podemos esperarlo~ a la causalidad en "Ultima
sus \deas. Lenin, que leyó a Sora\, conociü a través suyo libros de Le Bon. Sorel iue un
.gran partidario de dicho autor, citando sus obras con gran adm'irac1ón. Dos lideres políticos
que ¡ugaron un rol esencial y nelasto en este siglo. pusieron en práctica \as ideas que
\ instancia~, apela a la multicausalidad, la sobredeterminac'ión y !a causandad circular.). y
cuando esto se vuelve muy dificil, la elaboración de leyes o de regularidades.
promoY:ió: ~1\usso\iní y Hitler. tv\usso\ini declaró·, después de la muerte de Le Bon, al que
Las aproximaciones clínicas !avorecen la comprensión (como lo ha demostrado Dilthey.
condecoró: ''yo puedo decir que desde el punlo de vista filosófico, soy uno de los mas 1 ;
Weber. Scheler), dicho de otra manera. la aptitud de simpatía, de empalia, de comprensión
del interior de eso que pasa en el exter.ior y que tiene siempre eco en uno mismo. 2
fervientes adeptos de vuescro i/usrre Gusta ve Le Bon, por lo cual no puedo más que ¡
condición de ser sensible y no resistírse, que permite e! advenimien10 progresivo del sentido
/arnentélr su 11n1ene. He leido su obra inmensa y profunda, ma ha inspirado inclusive en un
e igualmente \a interpretación que permite salir de la confusión, \a amalgama, y que da a
cierto 1ilírnero de los principios que contiene. para fundar el réginien actual de lralia." En
cada uno la posibilidad de silúarse en su sexo, generación y grupo social.
cuanto a Hitler: "La teoría de Le Bon, constanfemenle sometida a la critica y confrontada
a la realidad, Je habia dado /a cene za de contener las verdaderas calegorias del pensamiento \ Todos tenemos necesidad de explicar, comprender, interpretar el universo en e! cual
nos movemos y los seres con los cuales compartimos la vida. Porque somos seres de
revolucionario. Sólo Le Bon fe habia aportado el conocimiento de las cualidades necesarias
a un movimiento contra-revolucionario. Le Bon le aportó Jos principios biisicos para influenciar lenguaje y de palabra, tenemos la ardiente obligación de nombrar !os objetos, actuar sobre
ellos para conocerlos y hacerlos pertenecer a nuestro mundo.
íl /as niasas."
Deio de evocar a Le Bon. Pero ustedes comprenden entonces que una aproximación Podemos, entonces, tener una idea mas clara de la posición que debemos tener para
no sucumbir en la \entaclón de dominio, y en el fantasma de !a omnipotencia inle!ectuaL
c1inica, cuando no esla sometida a un proceso de sublimación puede, queriendo revelar el
sentido de las .conductas \"\un1anas, \levar a sus partidarios a volverse (voluntaria
invo\untari~rnenle)
1

consejeros del príncipe, alinearse entre los d'1sec\ores. 10\verse


o \ sea cual sea la aproximación que utilicemos (aunque. a pesar de !as posibilidades de
manipulación que eso significa, doy de todas maneras mi preferencia a la aproximación
clinica).
manipuladores sul1\es o crear instrunientos poderosos para la dominación de \as n1asas.
Explicar. comprender, interpretar, supone que la pulsión epistemoli!lca en la base de la.
Nunca estamos seguros de no sucumbir a la tentación de ser un Le Bon. En todo caso, su
e¡emplo (como aquel de los pedagogos y de los terapeutas anteriormente citados) nos \ pulsión de dominio pueda volverse una pulsión sublimada. obrando como libertad de espiritu.
eso que Freud denomina ·uli!izando un término pasado de moda, pero que me parece
n1ues\ra en qu8 n1edida la aproxin1ac16n clinica, que concierne a los niños o los adultos,
necesario rehabilitar· !a espiritualidad.
\
\~s part'1darios
puede lranslorn1arse en una técnica que niega toda alteridad.
Los c\in1cos deben ser invitados a \a n1odestia, porque pu-eden. asi con1•) Se hace·aq-~.¡..necesario precisar la noción de sublimación. tal como !a utilizo en este

31
\
-
30
L
,.
t·,:·.
..

iJa sublimación aparece como deseo (y placer doloroso) de pensar, como búsqueda
hionada de la verdad, como conStrucción de un obieto cientifico, artistico o relaciona!.
f permite que la pulslón de dominio se transiorme en deseo de investigación, respetando
; ob¡eto estudiado o a crear. Pero ello sólo puede proceder si la búsqueda de verdad
par no enunciar nada si-gnificativo (el mensaje televisivo nos lo prueba. diariamen!e);~~a
sociedad de la transparencia no puede exiSlii a!ortunadamente. El derecho al secrelo es
,·~upo ne, para e\ sujeto. estar preparado a vivir la experiencia de la interrogación y ¡a duda, consustancial a la vida, y.2 que hay palabras que hacen vivir y otras que malan. Es por esa
/1os remordimientos, \a pérdida de las certezas. \a aceptación de conlronlarse al objeto razón que, como to rema:có A. lévy, uno no podría decirse todo a si mismo aUn cuando la
barrera del inconsciente no existiera.
' pe;d1do y no retornable. mostrarse capaz de vivir cerca del objeto de angustla y tomar a
cargo !a herencia in(antil. La sublimación implica, para cada uno, el reconocimiento de su
Toda aproximacjórt en las ciencias humanas, que na cede al ·prestigio de la
propia ex!ranjeridad. El sujelo se da cuenta, enlonces. de que él no se conoce, que no "intelectualidad" pero si al de la espiritualidad, pone en escena a un !eórico investigador·
puede dominarse a si mlsmo y menos a !os otros por e! hecho de trabajar !os procesos
práctico que se comporta a !a vez. como horno sapiens, poniendo orden en el mundo, y
inconscientes, y qu~ no puede evitar la angustia provocada (una vez que ei trabajo de
como horno demens (aceptando sn si el exceso. la desmesura, el furor, la existencia de
duelo ha podido llegar a \os obietos-suje!os amados y desaparecidos) por la búsqueda de
!as pasiones asumiéndo!as como acluantes en los otros y en e! universo). Pero ese
nuevos objetos de impiicación y apoyo. Sin embargo, existe una compensación: sl bien
investigador (adoptando ese término para abreviar) es también homo estheticus, hamo
se siente extraño o ex\ran)ero, debe líans!ormar ese vacio proluntio en é\ -a.condición de /udens y hamo viator. Aigunas palabras para precisar mi pensamiento:
no zozobrar- en deseo y volun:ad de creación. Aristóteles planteó ya la cuestión cuando
escribía: ¿por qué todo ser de excepción es melancólico? Hamo estheticus. lo es porque quiere crear formas que sean bellas para mirar y respirar,
L2 sublimación, comprendida de esta !prma. significa reencontrarse a sí mismo con !a ya sea que esas formas tomen el aspecto de una obra de arte, un objeto cientifico y una
sorpresa que provoca el reencuentro que la mayor parte de la gente evita. Ese reencuentro relación apasionada (e! cfínico debe estar en condición de amar y de favorecer el amor
se da en el reconocimiento del otro (individuo o grupo). Cuanto más extranjero para sí entre ¡as personas, amor recíproco donde 1a.s palabras se !laman, conjugan y responden,
misn10 es e\ ser, n1ás oróximo se vuelve el extran¡ero; se es más capaz. de ver a éste como amor que. como decia Freud, "aleja cada dia la guerra". amor que es e! luQdamento
"un otro" que es como uno, con sus sulrimienlos, deseos, clivajes. La reHexión que evoco mismo de su trabajo, ya qu.e es imposible aportar su apoyo al otro si no hay algUn amor
:;;mite a una ex¡:ieri.encla intra e interpsiquica, en ia que la subielividad de\ suieto está presente). Cada vez que s'e está en e! origen de un hecho rnaravi!l.oso. uno no puede
:.u talmente comprometida. Es un modo de pensar donde lo vivido y lo sentido encuentran menos que sentirse afortunado. aun cuando sepa, en su fuero interior, que la tarea esta
siempre por recomenzar.
su lugar junio a la actividad raciono\. Sólo esta reflexión permite la reflexividad, es decir, la
facultad del pensamiento de retornar sobre si mismo y aprehender !as condiciones de
creación de la reflex1on_
!' Hamo ludens; !o debe ser para ayudar a la gen!e a aprender a desprenderse del deleite
morbosa, de una dramaHza,Ción o:nbliguista (el drama no es la tragedia, es juslan1ente su
Este trabajo, como he sef1a!ado, no se puede hacer solo. El otro está siempre presénte. caricatura) a la cual se dejan lle•::::.r los paci:nias (sujetos individuales o colectivos) que
Ei lenguaje nos invita a la in\ercomunicación. y asi pensar nuestro propio pensamiento, creen, falsamente, que ana!iz.3ndose continuamente. fiarrancBndose las tripas", empuñarán
teniendo en cuenta la actividad "espiritua!" del otro y los cues\ionamientos que se presentan ta voz. de la verdad. Si bien. el cuestionamiento -lo hemos visto· es índispensabie, e!
sobre nuestro discurso y las razones de su creación. cuestionamiento permanente hace creer que la culpabilidad alimentada por la "miserabte
Esle trabajo es el de la li!osolia, que nació en Grecía y se desarrol\ó en Europa y acumulación de pequeños secrelos (A .. lvlalraux) es el bien a cubrír y a mantener.
América. En cada rnomen\o, cada uno de nosotros es invitado a hacerse preguntas cruciales: Conocemos todos esos análisis interminables. donde analista y paciente hacen desaparecer
la vida bajó e! análisis.
¿qué puedo decir, qué debo decir o callar; qué secreto hay que guardar? Como !o escribe
admiíablemen!e E. Jabés: "Si es cierto que en cada palabra, una palabra tiembla por Al contrario, el investigador debe abrir el campo de !o posible. permitiendo a !as personas
nacer, mira, escucha, en la palabra umbra( se debate la palabra safa"·. Es necesario, reaprender. a sonreir. a reiT ·eso Hpropio del hombre~-: a dejarse ir. Sabemos que .nos
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siempre, retener en cada palabra "su punto de silencio", que abre su camino en nosotros reimos menos que a principios de siglo y que cada vez más los médicos aconsejan· a las
mismos y en el otro. personas de¡arse !levar por la alegria y la risa. la carcajada. terapia poco conocida u
Si no nos preguntamos: ¿qué debo decir?, caernos en la civilización de !a confesión 1 olvidada. Es necesario hacer ver !a import_ancla del juego. Un sociólogo como R. Caillois
bien descrita por Miche\ Foucaull. civilización en \a que, a !uerz.a de decir todo, terminamos ha demostrado que podemos describir a los hombres y las sociedades a partir de los
juegos de azar, de competencia, simulacro o vértigo. a los cuales se dedican y ha inventado
el adagio "dime a que iuegas y re dire quien eres". Winnicott. por su parte. señaló con
·Juego de palatHas: urn,:ir.1! (scuil). s;in1lar a sola {s.;;ul) (N T.) claridad !a importancia de! juego en la creal1vidad dei hombre.

32 l E! investigador debe saber reir. iugar, danzar. divertirse. Está lejos el tiempo en e¡ que

lL· 33
e\ modelo de psicólogo era la eslinge impasible. Si el investigador no siente nada, si no
sobre las pu\slones de muerte.
esta atravesado por la libido, por \a urgencia de la vida, no será mas que el portador de una
violencia mortilera que buscaré. detectar en \os otros para seguir sintiéndose vivo. De todas maneras, este analisis se volverá cada vez mas indispensable. Algunos ya
.Hamo vialor, l\na\mente, yr:. que como Ulises -el navegante astuto- debe saber util\zar han construido algunas bases. Su esfuerzo debe ser seguido. Es gracias a ellos que
los vientos contrarios (las resistencias de las personas:) para hacer negar la nave a buen podemos describir los sintomas, detectare! resurgimiento de la violencia y quizás oponernos
puerto. Su rol no es sólo desplazarse (median_te el análisis de su con\ratransferencia) sino a ella. La psicosocio\ogia y la sociologia c!inlca nos ayudaran, entonces, a vivir no en !a
t~1mbién, y sobretodo, llevar a sus clientes a desplazarse en el espacio de su propia vida, surnísión sino en la autonomia. <?auto-organizarnos, a superarnos.
iugar nuevos roles, renovar sus compromisos, cambiar, si es necesa_rio, los obietos de su Es a esta tarea que los invito. porque concierne a nuestro destino y nueslra aptitud
para pensar, Sentir, actuar.. amar. gozar.
implicación, querer cambiar e! mundo instituido en el que se encuentran, aún cuando el
impacto de su acción sea débil o íírisorio. El movimiento es la vida misma, con la condición ¿Y qué sería la vide si SE eY.cluyeran de ella estas !acultades?
·naturalmente- de que se trata de un viaie donde e\ ser puede ser sorprendido, tomado,
arreba tacto por la percepción de lo irreductiblemente nuevo y transformarse con su contacto.
Horno sapiens, demens, estheticus, ludens, viator. ¡Qué programa! Sabemos bien que
ninguno de noso\ros podemos realizarlo plenamente. Pero sólo las tareas casi imposibles
son excitantes para el espirilu y el cuerpo.
En todo \rabajo de !ormación, investigación e intervención. somos solicitados en esos
di!erentes aspectos. Tratemos de hacer a los especialistas de las ciencias humanas
seres más vivos·, s1 hacemos eso. tanto \as ciencias humanas como sus especialistas,
seran mas apreciados.
Ouiero \erminar con una nota muy tril.gica. Hay situaciones sociales globales en las
que no podemos in!ervenir, y que merecen sin embarQo que nos ocupemo_s de e\\as. Freud
vio bien el prob\en1a en el MMa!estar en la civilización". Escribió en 1929: ~¿la mayor parle
de las civiliz~:iciones o épocas culturales ~incluso quizás toda la sociedad~ no se vuelven
neurótic0s ba;o la influencia de los esfuerzos de la civilización mismp?". Y agregaba,
n1odestan1en\e, "en lo referente a la aplicación terapéutica de nuestro conocirniento, ¿para
que servirla et c:111él!t;)1:> 111.:i:s penetrante de la neurosis social. si nadie tendr.3 la autoridad
necesaria para itnponer ~la colectividad Ja terapéutica requerida? ...
Es dudoso lo correcto de caracterizar a una sociedad como enferma. Sería caer en \a
dicolomia ·siinple de E. Fromm, que opone sociedades sanas a sociedades en!errnas. En
rea\\dad, 8r. todas las soéiedades y en todo momento se viven mutaciones, crisis. conductas
aberrantes. Sin embargo, algunas aberraciones son más aceptables que otras, algunas
·sociedades {culturas) viven un ma\estar en ciertos momentos más profundamente que en
otros. El re\orno violento de los íntegr\smos religiosos, los nacionalismos exacerbados, ía
xenolobia generalizada, e\ racismo, el anüsemitismo, merece un análisis_ cUnico que
permitircl, quizas. comprender el sentido de esas ~palologias" (escribo esta palabra con
prudencia). estudiar \as razones por las cuales los pueblos o las masas, en ciertos casos.
marchan con la ilusión, la creencia, \a Idealización de sus lideres, escuchando los d\scursos
más huecos y !alsos, no queriendo s_aber \-~- IJ~rdad {sin duda demasiado molesta para sus
certezas) y, en otros casos. son capaceS-de· tomar conciencía de \a compleildad de las
situaciones, de rebelarse a pesar-de tos riesgos e intentar construir instituciones que les
pern1i\an expresarse y reencontrar a los otros, haciendo prevalecer' \as pu\siones de vida

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