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COLE CJÓN

Enfoques y perspectivas
dirigida por Sandra Nicastro

Construyendo posibilidad
Apropiación y sentido
de la experiencia escolar

RICARDO BAQUERO
ANDREA VERONICA PÉREZ
ANA GRACIA TOSCANO
(Comps.)

Mi·
Ij.~fm
INDJ

id d la experiencia e e lar I
onslfuyend posibilidad: apropia~iAón ~re~n~cr~nica Pérez ; Ana racia To cano.
. K cardo Baquero, n
compilado por 1 . S Ediciones 2008.

-
lae ed • - Rosari : Homo apien erspcc tiIV a' I andra
e
Nicastro) INTRODU ero»
156 p.; 22x:15 cm. - ( nfoques y P
El fanta ma de la educabílidad 7
ISBN 978-950-808-570-2 Ricardo Baquero
. 11 II Pérez, Andrea Veróni a, e rnp,
. • 1. Baquero • Ricardo.
l. Educación. COI p. .
111. Toscano, Ana Gracia, comp.
PARTE J
CDD 370 VIEJAS y NUEVAS HERRAMIENTAS 13

1. De las dificultades de predecir:


educabilidad y fracaso escolar como categorías riesgosas ]5
Ricardo Baquero

2. ¿Atrapados sin salida?


2008' Horno Sapiens Ediciones . Concepciones de educabilidad y alumnos en problemas 33
. . 825 (S'>OOOCMM) . S t Fe 1 Argentma
Rosano 1 an a
Sarmiento - Silvina Cimolai y Ana Gracia Toscano
c. . 54341
Telelax. 440689214253852
E-mail: editorial@homosapiens.com.ar 3. Crisis, sentido y experiencia:
Página web: www. h omo sapiens . com.ar conceptos para pensar las prácticas escolares 63
María Beatriz Greco, Andrea Verónica Pétez
1 le' 11.723 y Ana Gracia Toscano
Queda hecho el depósito que establece. a )
Prohibida su reproducclon.. t o talo parcial

ISBN W 978-950-808-570-2 PARTE Ir


EN BÚSQUEDA DE NUEVOS SENTIDOS _ 83
.' MTlr I Metonimia Diseño
Diseño editorial: Lucas I lid' metonimia.com.ar
.'
info@estudiometonlmla.com. ar 1 www.estu 10 4. Experiencias escolares:

., . rimir en septiembre de 2008


nuevos sentidos, invenciones posibles 85
. d de 2000 libros se tenmno de imp Ana Gracia Toscano, Alejandra Serial,
Esta tira a 148 bis
en Crornogra 'tirca .R .,L -o-
'. Lagos Andrea Verónica Pérez y María Mercedes Lápez
. ('
2000 Rosario • van at Fe > Argentma
1

De las dificultades de predecir:


educabilidad y fracaso escolar
como categorías riesgosas 1

RICARDO BAQUERO

En el presente capítulo se examina en particular la categoría de "edu-


cabilidad" en sus usos actuales y ciertas discusiones dadas en torno a ella.
Se plantea la compleja y riesgosa tarea de diagnosticar y predecir las posi-
bilidades de aprendizaje de Jossujetos. Para ello, se analizan los límites que
plantean las prácticas psicoeducativas poco atentas a la complejidad y
sentido de los escenarios escolares concretos. Entre otras cuestiones, se
mencionan los límites usuales de las "adecuaciones curriculares" que, en
muchas ocasiones, consisten en un empobrecimiento curricular.
Hace por cierto varios años ya, se ha señalado la persistente relación
entre pobreza y fracaso escolar masivo y también, es justo señalarlo, se
advirtió sobre el riesgo de poner bajo sospecha las posibilidades -y capa-
cidades- de aprendizaje de los niños y jóvenes de sectores populares que
e a correlación podía inspirar (Lus, 1995). ompréndase que tal preocu-
pación se ha incrementado y suscitó en los hechos un debate en la región
por momentos áspero. Como se sabe, este debate ha girado en torno a la
revisitada categoría de "educabilidad" y, en particular, por la empobre-
cida acepción dada a ella vinculada privilegiadamente y en última instan-
cia con la "capacidad" de los sujetos de aprender. En nuestro caso, se
c mprende, esta sospecha se vincula estrechamente no ya con la natu-
raleza "biológica" de los sujetos sino con su naturaleza social, con su

l. Este punto es una versión parcial revisada y ampliada de 1 desarrollad en Baquero


y Lus (2004).

15
orig n y pertenencia oci 1. Alejadí ima la firrnacionc de la vieja rehabilitación" ( ello, 2002). Atiéndase a quc los ujeros le oro1 n so ia . I
confianza en las posibilidade -inclu libertaria - qu las práctica h umild h n pa ad a r uj l a ómp nsar "rehabilitar" 2.
educativas podían tener sobre 1 s sujeto de sector s primid s, s juzga ste de lizarniento no deb ría asombrarnos ya que ha sido viej la
ah ra que sus dura condiciones de vida generan cierta imposibilidad formulación de su adverten ia: la virtud aparente de las tesi menciona-
en ellos de "constituir e en ujeto educables", según las condiciones, das, atenta a denunciar las duras condiciones de vida de Jos alumno y las
lar e tá, d nuestras e cuelas actuales. Veamos con más d talle e to obvias dificultade que ell d para para batallar en una e cuela, e opa 11
al transf rrnar ese argumento qu parece recoger la naturaleza so ial y
plante s. .
A í es amo, con cierto a ombro, pudo encontrarse en la región ierta política del fracaso escolar masivo, en una apelación a las competencia
abundancia de documentos y estudi s atentos a la relaci n entre pobreza insuficientes de los alumnos humildes producto de una socialización pri-
y equidad educativa tendiendo a mostrar, como se sabe, la necesidad de maria deficitaria. Como queda en evidencia en la cita de Bello apuntada,
cierta condiciones mínimas de base en la vida social de los alumnos para no hay prácticamente novedad entre la vieja hipótesis médico-clínica o
que estos pudieran entonces acceder con éxito relativo a la vida escolar. patológica individual que veía en los cerebros de los niños las razone d
La tesis parecía encarnar una suerte de doble novedad a juicio de autores su fracaso)' esta otra que ve en las familias, los bienes culturales, su pobres
o seguidores. Por una parte, se proclamaba atenta no ya al clásico pro- competencias, las razones del fracaso. A tal punto, que son sujetos que
blema acerca de cuánto y de qué maneras la educación puede colaborar requerirían ser "rehabilitados", como aquellos del viejo modelo. ¿Dónde
eventualmente con la movilidad social de los sujetos, sino que ahora la radica esta fuerte semejanza en las concepciones vieja y nueva -según
pregunta aparentemente novedosa radicaría en formular en qué medida la distinción de los autores- aún con la apariencia progresista y atenta
el origen social de los alumnos coloca cierto techo o incluso imposibilidad a la cuestión social de la segunda? .
de una acción escolar feliz. Así como, en los trabajos clásicos, un acceso Es urgente poder discriminar, con un cuidado que estas posiciones no
pobre a los bienes educativos podía entorpecer o limitar la movilidad suelen tener, los acuerdos, si se quiere "referenciales", de la manera de
social, ahora se plantea que el pobre acceso a bienes materiales y cultura- interpretar y significar estos acuerdos supuestos iniciales. Que existe una
les limita las posibilidades -e incluso, al parecer, capacidades- de los c rrelación en tre el fraca o e colar ma ivo y el origen social de los alum-
sujetos de ser educados. En esto radicaría el segundo aspecto en aparien- nos es una evidencia, convengamos, relativamente vieja, y el modo de
cia novedoso. La formulación del problema, con una insistencia que llega significar el fracaso de los alumnos por su origen social es también, con-
a inquietar, se plantea en términos de que las familias de sectores popu- vengamos igualmente, una hipótesis al menos tan vieja como injusta.
lares, dadas las complejas condiciones de vida contemporáneas -agra- An~lizado el argumento, en su fondo descansa en verdad en una cara y
vadas sin duda por la pobreza-, no están muchas veces en condiciones antigua figura del pensamiento psicoeducativo moderno como es la ten-
de constituir a sus hijos en "sujetos educables". Lo novedoso sería la pro- tadora hipótesis del déficit. No se trata ahora -al menos inicialmente-
clamación de una nueva idea de "educabilidad", menos atada al parecer de cerebros deficitarios, o si los hay, son producto probablemente de las
a los límites o condiciones médico-biológicas que poblaban las distin- condiciones sociales de vida deficitarias, pero que, como ha señalado Lus
ciones de la pedagogía especial dado que, como señala uno de los segui- hace tiempo, porta al fin el alumno (Lus, 1995). Como veremos, "lo
dores de estas tesis, en la región se trataría ahora -a diferencia de lo que social", aún cuando aparece analizado en términos de complejidad de
advierte el autor en la concepción tradicional- de condiciones reversi-
bles: "El concepto actual de educabilidad, en cambio, se refiere a condi- 2. Confróntese el interesante análisis de Spinosa (2004) sobre las concepciones de "edu-
cabilidad" y "ernpleabilidad" y sus efectos sobre el diseño de políticas y acciones con-
ciones que son modificables en la población mediante políticas sociales cretas que reducen los conflictos sociales a variables individuales.
y superables en cada persona mediante estrategias compensatorias y de

1"; 17
contextos para la socialización primaria y el ejercicio de las prácticas de
Sobre la posibilidad de pronosticar
esca 1,anzaC1'o'l.,1 sigue siendo visto como una suerte de decorado ,externo
'., al !
problema finalmente radicado en esta suma de ,abundantes l~dlVldLlOS
Portan las razones de su propio fracaso. Es decir, no debe olvidarse que Como señaláramos en otros sitios (Baquero, 2000; Baquero, 2007;
que 1 di 1 Baquero y Lus, 2004) la Psicología Educaclonal ha sido llamada con fre-
se trata en verdad de recuperar el problema educativo/esco ar lsue, to
cuencia y casi excluyentemente a la difícil y delicada tarea de juzgar sobre
en un diagnóstico y J' uicio de las condiciones sociales deseables de vida , ,
de los sujetos. Condiciones que, como ha señalado con acierto Terigi las posibilidades y capacidades de los alumnos. Parece, en principio,
(VV AA, 2005), confunden aspectos que favorecen el ~pr.endizaje,escol~r poseer UD cuerpo de saberes y de procedimientos pertinentes y suficien-
con condiciones necesarias sin las cuales este aprendizaje no sena POSI- tes para ello, Sin embargo, es imprescindible atender a ciertos desarrollos
ble a tal punto de constituir a l~s sUj,etos en «n~ edu~a~les" , de la misma disciplina que orientan la mirada sobre los supuestos que
Estas supuestas razones sociológicas de las condiciones de educabi- han animado a muchas de sus prácticas y que forman parte de muchos de
lidad" portan una serie de supuestos altament opinables-s-aunque t~l:- los procedimientos en uso en nuestras prácticas escolares. Como podrá
tadoramente verosímiles para el sentido común- acerca de la subjetivi- apreciarse en varios de los textos de este volumen, prácticas como las de
dad y las razone habituales del fracaso escolar masivo asociado a las los procedimientos diagnósticos, la confección de legajos, la determina-
condiciones de pobreza. Como hemos señalado en un doc~mento q~e ción de criterios para definir el destino escolar de los alumnos, etcétera,
recuperaremos en el desarrollo que sigue, la tarea de pronosticar las POSI- todas o muchas de ellas poseen el inevitable alcance 'i limite de los supues-
bilidades de apre der es una tarea sumamente difícil y riesgosa. Cuando tos de que parten y la naturaleza de las herramientas o procedimientos
que se utilizan.
en el propio terreno, por ejemplo, de los trabajos psicoeducativos y ~e la
educación especial, encontramos discusiones tardías, ~er~ al fin sutile~, Como muestran con claridad trabajos clásicos (Mehan, 2001; Mc
con respecto a cómo interpretar al desarrollo y apreJ:dlZa]e en la especi- Derrnott, 2001), pueden realmente construirse perspectivas muy dife-
ficidad de los escenarios escolares, asombra la poca sutileza de efe~tuar un rentes sobre los alumnos y sus posibilidades de aprendizaje, e incluso
"tú io a priori sobre nada menos que la educabilidad de los sujetos de sobre u logros, de acuerdo al tipo de experiencia que hayamos compar-
tido o diseñado con ellos,
~ector s populares obre la base de que obtienen pobres ren~imien tos
escolares o abandonan con frecuencia la vida e colar. Como SI esa rela- Como se sabe, las estrategias que gozan de mayor valoración -y resul-
ción aportara una suerte de autoevidencia. La pregunta que debe, preci- tan ciertas veces inapelables- son aquellas que desarrollan una 'suerte
samente, quebrar un sentido común ordenado por la c~mod~ -y opo~- de abordaje individual del alumno basado en la aplicación de diver as
tuna para la gestiones educativa, dicho sea de paso- hipóte 1S de déficit técnicas de exploración psicológica. Como es sabido, a los efectos de eva-
es acer a n ya de la c nstataci n de la relación de pobreza y fraca o esco- luar el potencial de aprendizaje de 105 sujetos, ha sido y sigue siendo usual
lar in a er a, pr isarnente, de su razones, En momento.s en q~le ~a apelar a las récnicas de medición del desempeño intelectual ea en térmi-
discu ión académica y lo problemas prácticos de intervención comer- nos de cociente intelectual, edades mentales o puntuaciones relativas con
len n denunciar la cornpl jidad de los procesos cducativ y la ne e i- respecto a los baremos disponible para las diferentes poblacione .
dad de ntar n nu va y utile herramientas de análisis, parece p c O sde ya que, en nue tro m dio, di p n m s de una va ta y ri a xp _
op rtuno reenviar las razones del complejo fen meno del Ira a o,e e - riencia acumulada en el de arr Ha de estrategias clínicas de ab rdaje que
lar ma ivo al déf its p rtado por los alumno (Baquer íkcr y han p rmitid mucha ve es relativizar, interpretar de m do adecuad
Frig rio, 2007). oc ntextualizar de acuerdo a la singularidad de los sujeto, los resulta-
do de dichas t mica d medición. Por tant , no se trata de cuestionar
n ab tract la rel vancia qu.e 1 buen ab rdaj s clínicos pu d n po cer
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uand la div r as per pe tivas cnfr nta
a la h ra de afinar un diagn stic indicar un tr tamient ,s bre t d 11 padr y la d 1 p i I . n-la lel rnae tr .Ja de
. ) qu matizand un p 1 bl
1 a d sujelo n patología div ras. P r í r ulta nece ario rcvi- u ual qu 1 p deci ivo om dii 1 pr
. ., se 1). posea 1 .. 1 . ma-
ar nuc tras prá tica e colare habituales de valu i n de la apacidade lógico/de contextualizada. La razon s 1 a l~lla a d up P i
p ibilidad s d apr ndizaj de los ujet.o y, en ese m r o, juzgar del saber psic lógi S n div rsa 1 por ~s que Xl te e t pred mini
ya gunas evidente Po
n uidad acerca de la pertinencia sufici ncia de los abordaj líni- da de ab r que, en rela i n al del d . r una parte, una
ccn te o much ' Jd 1
-ya qu algun r pr enlan a ba te nt vid nte de "mala" clí- goza de mayor" i ntificidad" y 1 rna a s padr ,
u ep er un P d· dicti
nica al m no de rutina d eva)ua I n qu, br lodo en r laci n al derable: m ab m indepe di t pre 1 trvo 011 i-
. ) n enternente de que 1 b
desarrollo c gnitiv y 1apr ndizajc, n pare n star sufi ientem nte tricas midan lo qu afirman J dir as pru a psi rné-
b ne 11, poseen el cruel papel d d
at olas a la mplejidad qu P e 11 los ontextos e colar y la div rsi- so re aquel] s sujetos que , en raz azon d e sus magro r It d a vertirn
dad de ituaci ne que pre entan 1 alumno-. ramente n ríe go en térrni 1 . SLl a s, e tán 13-
rrrunos esco ares. Por su 1
Debería 11 mar nu ira al nción que sean 1 s ab rdaje d tipo psi- efecto que p la la nunci . d .p~ e to, on cernas ya el
iaci neta predi Ó deci
métrlc 1 s que posean aquel pr stigio o onfianza en su poten ial para de "autocurnplimiento" que c tr J n, e ir,'] efi l
. ' on a nue tra voluntad
dirimir nuestras dudas sobre los logros y posibilidades de lo sujetos. Sin que lo advirtamos, posee nuestra obre e . y n muchos ca o
Nótese, como señala Mehan (Mehan, op. cit.), que el tipo de saber que peño de los alumn s e inve s p 1 xpectauva sobre el desem-
, r amente, e efecto ti .
produce un abordaje de tipo psicométrico/individual es una suerte de posee nuestro genuino conve . . mo ivante crucial que
ncirmento acerca de I ibi .
saber "descontextualizado", que partiendo de un encuadre rutinario en aprendizaje de un alumno. as pOSI ilidades d
el que la interacción con el sujeto está r gulada y minimizada, obtiene
Sin embargo, el tema del valor predictivo de· .
resultados a ser interpretados por lo que han obtenido otros sujetos en algo a atender con cuidado a la 1 de I ,. riuestros pronósticos es
uz e a críuca a v . d I
situaciones similares, ubicándolo así de acuerdo a una media relativa. En con que olemos analizar los proces d d anos e os supuestos
. os e esarrollo y de dizai
muchos casos, el juicio sobre los logros y posibilidades se obtiene de una, ticularrnente en los contexto" I apren zaje, par-
. :;esco ares. Para anticipa 1 b
dos o tres sesiones en que se interactúa con el sujeto. nuestras predicciones s cum I r o revemen te:
p en generalmente
Mehan compara los juicios producidos en ciertos casos por los maes- bién la predicción -que no sol lici porque se cumple tarn-
emos exp rcitar d
tros o padres d los mismos sujeto Y advierte que nos ofrecen otra mirada nada podremos cambiar en nuestra ofert d -.ace~ca e que poco o
sobre el alumno, incluidos sus logros relativos y posibilidades, mirada en o en el diseño de estrategias de _ a e expenencias de aprendizaje
ensenanza en las dici
la que los contextos de los que participa el alumno poseen mayor relevan- veces rigurosas que nos impone el .di' con iciones muchas
con ano escolar L dicci
cia. Así ha descrito cómo los maestros pueden ensayar un abordaje más' 1 sería: este niño difícilment e progrese en la escolarid
peta . a pre icción corn-
J d ' .
"sociológico", en el sentido de que pueden comparar los desempeños rela- cuenta de lo que indican los resultad di. a comun habida
. os e a exploracián ( d d
tivos del alumno de acuerdo a la situación de la que participa. Esto es: el mas
. . considerar improbable que se mo diiiaue.
1JIquen de mod y a o. que debe-
alumno en cuestión puede ver facilitada su tarea si participa en ciertos d tetones de la enseñanza escala) E . o sustantiva las con-
r. sto -que enp ..
grupoS o no, o de acuerdo al área curricular de que se trate, o si existe un una aclaración trivial- resulta c . 1 1 . rmcrpio puede parecer
rUCIa en a dlSCUS·,
clima distendido en la clase o se utilizan actividades ligadas a lo lúdico. el mismo Mehan plantean. Ion que autores como
Mehan refiere también la existencia, muchas veces, de una mirada "his-
tórica" por parte de los padres, quienes observan los progresos relativos
del niño a lo largo de su vida y pueden ponderar sus avances relativos de
una manera que no logra atrapar una evaluación que no se efectúe a lo
largo de un lapso razonable y con una convivencia natural con el niño.

21
La mirada psicoeducativa sobre el desarrollo y POf supuesto, los resultados de la indagación básica resultaron siempre
el aprendizaje en contextos escolares pertinentes para poseer una mejor comprensión de los fenómenos esco-
lares, el límite no se ve en su pertinencia sino en su carácter suficiente.
Lo afirmado arriba, la crítica a las modalidades c1ásicas de diagnos- Es decir, lo que se percibe como balance de los usos que hemos efec-
ticar las posibilidades de aprendizaje de un alumno, ha descansado, en tuado de los desarrollos psicológicos es que, en muchos casos, estos no
muchos casos, sobre la base de analizar, como se dijo, algunos de los supues- atendían a la especificidad y complejidad de los procesos escolares. Si esto
tos de partida de nuestros enfoques psico-educativos. En~re.~llos ha~ tres importa a nuestra cuestión, es por el hecho de que, para ciertos autores,
cuestiones que parecen ligarse. Por una parte, la no apreciacíon suficiente la atención a la naturaleza específica de los procesos de aprendizaje esco-
de las especificidades que guardan los procesos de aprendizaje =:'.
segundo término, la naturalización del espacio escolar y de las practicas
En lar no sólo mostró la insuficiencia de nuestros abordajes psicoeducati-
vos sino que planteó nuevos problemas a la indagación básica misma. Esto
p dagógicas como prácticas de potenciación de un desar~ollo. que se supone significa que, para ciertas perspectivas, lo escolar no constituye un mero
en buena medida un proceso cuasi-natural. En tercer terrruno, suele refe- contexto más para la producción de desarrollo y aprendizaje sino que
rirse al problema de la definición de las unidades de análisis. co~ que sue~e resulta un contexto que produce formas específicas de desarrollo, de apro-
perarse en los hechos un recorte del problema de l~ ,descnpCJón o.e~lJ- piación de usos de recursos simbólicos sofisticados, de regulación de
ca ció n de los logros o dificultades en la producción de aprend~za)es. las formas de usos del lenguaje, de variación en los modos de p nsamiento,
Definir una unidad de análisis es efectuar un recorte del problema inten- etcétera. Es decir, hay procesos que pueden explicarse sólo en ese con-
tando comprenderlo e intervenir sobre él. Condensa, en cierta for~a, las texto; o mejor, la conclusión muchas veces es que todo aprendizaje o
variables que suponemos inciden sobre él o, con mayor fuerza aun, los desarrollo debe estar relacionado con contextos específicos de actividad
componentes que creemos forman parte del problema. Habitualmente, cultural y que probablemente la indagación psicológica nos provee,
como se eñaló en el último apartado, el recorte de hecho que operamos cuando surge de contextos experim ntale , un saber parcial de tales pro-
para abordar la capacidad o posibilidades de aprender suele estar cen- cesos. De nuevo, un saber p rtinente, p ro parcial. Algo similar a esa
trado en el individuo mirada descontextualizada que señalaba Mehan en nuestros abordajes
on respecto a la primera cuestión, se ha señalado habitualmente I.a habituales de la capacidad o posibilidad de aprender. omo veremos,
tendencia en edu ación a utilizar categorías psicológicas y los procedi- entonces, nuestros habituales juicios inapelables sobre las posibilidades
mientos y resultados de la indagación en est campo sin rea~izar la ade- de aprendizaje y su "techo" deberían al menos relativizarse o explicitarse
cuaciones o mediaciones necesarias. e ha denominado hab)tual~ente.a con relación a las particularidades de las práctica escolares, tanto en sus
to "aplicacionismo", en el sentido de que los resultado de la .mvest¡- aspectos cornune como en la singularidad de cada situación educativa.
gaci n "básica" p icológica -aquella investigación no neces~fJamente La egunda cuesti 11 que mencionamos hace referencia a la percep-
ocupada de los pr blema de intervención en. el ca~po ~ducatlVo-. eran ci n habitual del e pacio escolar, precisamente, como una suerte de
aplicad a los terrenos prácticos de intervención bajo la Idea de que re u~- ámbito natural para amparar p t nciar un desarroll per ibid baj
t aban un n imient suficiente. P r ejemplo, 1 s autor s de la tradi- los mi m térrnin s. Sin mbargo, habitualment e tarn at nt a la
i n p ic gen ti a han hech n asion balance muy sutile ac rca cuestión d que la e cuela impone a los alumn s un ritm unificado de
d I límites que p seía para II s el intenl d aplicar 1 resultad de pr duc ión de conocirnient y un régimen de trabajo ba tante homo-
la indagaci n d I pr grama piagetiano -la indagación bre el desarro- géneo y lo adv rtirno como un Iímit o hasta cierta violen ia por parle
11 y 1 pr d e n trucci n de c nocimi nto- ~ los pr bl ~a de la a ci n e e lar. L qu má difícil atrapar en nue tr análisi
pccífi del apr ndiz j olar y al dis ño de eslrategIa pedag gi a . el h eh d qu par en sub istir, n b tante, upuesto fuerte ac r a

22 2
lo
pr 1I1~S rápidamP nt
I am nt r posible los inst rutnentos de base indispen abl
1 . " una pu rta qu n d b d . . . r
d 1 dir cción r lalivarnente única qu d berian guacdar 's pr 1de s s p pulares ( uerrien, 1 3' 7 '.' C}af abi rta a la
d arr 11 y de la d s abilidad d iert ritm común, al m n entre m be, primó el' . .jtálica n el original) cla-
o . 10rmat d I -
uj 1 s de edad imilares. En v rdad, m sabem , tam s mucha r lente de funcionamient o . a en o. nza imultán ay m d
i rta cir u1aridad P rqu ,a i n ia i rta, n abem s uan el si t . ma. Lo que qui r r a 1tarormalizado y .h mog ne n el a u 1a)' n
e aquí
h m g n r ulia el pr c d le arr no de 1 sujeto P r Iu ro de organIzación . e. colar mode rna no see rd1 qub n. deb lvidars qu 1a
ó

nuestra práctic de crianza Y e e lari a i n que, en buena m dida, zar as .ondici


. o pa ra pr m ver ap' . en
r . aJ 1 pr mi a d purru- ..
sospecha e la ran e n pr du ir tal ritmo gradual y progr relaliva- I
aprendizajes ligados a la mor a rIza lÓO,
. rene j r,c' ílid (~l
Iza) ne,o o mel di
la higi aq U
Ip marment S
:m nt quemquier
L h géneos.
afirma" s que ubsiste en nuestr sentido c mún la
apreciaci n ntradicloria, p r una parte, ac r a de la diver idad e n -
Del individuo a la situación
talabl de ritmos y:m d s de apr ndizaje en los ujet -y hasta su cará -
ter n buena medida deseabte- con la apr ciación, por otra parte, de que
La tercera cu stión que sugerimos e .
la organización de la nseñanza escolar moderna con su formato simul- supuestos que ordenaron 1a coricepció s la 1" de revisar, por tanto ,a 1gunos
táneo Y graduado, por ejemplO, resulta un ámbito ajustado o al menos aprendizaje y que parecen se ir . 1 n e asica sobre el desarrollo 1
neutral para la promoción de tales aprendizajes. Parece nece ario incor- deseable
. o esperable armo ' gu animando
rua natural' esta suerte de exp ct .. y e
atrva de
porar la perspectiva histórica Y también politica sobre los procesos de preCISOS,entre
. individuo y es eue ]a mod
entre sujetosN y e cuela. O,mas
siendo '
escolarización masiva, para poder advertir que no se ha tratado nunca evo unvos, que tanta pregn . h erna. uestros modelos .
al1 " ancia an tenid di - pSlCO-
de una práctica precisamente "neutral" ni en sus intenciones cognitivas m es sobre el desarrollo y el o en isenar expectativas"
d 1 aprendiza' han oarti nor-
ni emancipatorias, ni, claro está, corno se dijo, en la forma concreta que e a presunción de que el des a . ti le, an parado en buena medid
d li no o era e li bl 1 a
adoptó para la organización de los aprendizajes. esp. legue de un potencial individual ~p ica e c~mo una suerte de
Observemo esta afirmación de Arme Querrien relativa a la disyun- ambientales o por efecto dee las nrácti realizable
. as práctica d . en CIertas condi IClOnes
.
tiva o polémica en el Siglo XIX en Francia con respecto a las ventajas tancia, el potencial para aprend s e ucatrvas. Pero, en última'
o desventajas de los métodos mutuO (de monit res) Y simulláneo de medible -en sus alcances y lím ~tro desarrollarse apare ía definib~ns-
de 1os m . diividuos:
. cada uno de ello I es- como ' una propiedad o atributo eo
enseñanza:
"Según Dubois-Bergeron, autor de un folleto contra la enseñanza ser educados. s expresana al fin cierta ca paClid ad de
mutua, titulado 'La verdad sobre la enseñanza mutua', que aparece en
Este que parece ser un supuest
1821, f ... 1 'El mayor servicio a la sociedad sería posiblemente inaugurar solemos constatar recurrentem ente oensensato
. lo 1 y verosímil,
' . toda vez que
un método que hiciese 10 instrucci6n desrinada a 10 clase inferior e indi- uvas en el progreso de s us aprendi
,. o . s a umnos éxitos o fraca sos rela-
gente más difícil y larga ... Es necesario ocupar a los niñoS desde los 4 a 1
falacia habitual: la de ca n fr111clir un zajes, corre el riesgo de perp erar
t W1a
los )2 años, no permitir que se forme ese vado resultante de una forma- con el sitio donde puede encontrarsepunto
d la oealli donde
.- constatar u n erecto
e
ción de 20 meses. La enseñanza mutua es reprobable puesto que enseña e un hecho o proceso. Esto . bvi exp icacion suficiente o últi
6 bli es. o viarne t '1. irna
a leer, escribir y calcular maquinalmente'" (Querrien, 1983: 7 , itálica mas. o igados a ponder ar en e l alumn 1 n e, en u tima instanci la, esta-
catrvas o los resultados d e un proceso do os efectos . .de las prácti cas e d Ll-
en el"loriginal).
... 1 según el Consejo general de Calvadosel métod o mutuo tiene un vale a considerar que el aprendiza] e aprendizaje, pero esto no equi-
sentido para los niñOS de las clases favorecidas ya que está desrinado a zaje, como el desarrollo , es un proceso
ampliar su saber al máximo Y tienen en consecuencia interé< en aprender
25
que se puede explicar de modo autosuficiente por procesos internos del En todo caso, las diferencias o singularidades de los sujetos pueden ser
individuo. significadas como deficiencias sólo con relación a las propiedades de una
Esto se ha expresado privilegiadamente en una discusión en los situación.
modelos de psicología del desarrollo y educacional que, como anticipa- En cierto modo, esto está contenido en nociones como la de Zona de
mos, re-fiere al problema de recortar o definir unidades de análisis ade- Desarrollo Proximal de la tradición vigotskiana (Vygotsky, 1988). Es bueno
cuadas para explicar o intervenir sobre los procesos de desarrollo y advertir que más allá de que esta noción pueda promover la necesidad
aprendizaje. Algunos autores han señalado la presencia en los últimos de ajustar nuestras prácticas diagnósticas habituales o pensar la interven-
años de un giro con textualista o situacional en la psicología educacio- ción educativa bajo la figura de una "ayuda ajustada" a los puntos de par-
nal. Tal giro implicaría centralmente un cambio del individuo como uni- tida y progresos de los alumnos, implica centralmente una variación drás-
dad de análisis a la actividad intersubjetiva mediada semióticamente y tica de las unidades de análisis en juego. Lo que produce desarrollo cultural
regulada por formas culturales específicas de organización de la activi- es la participación activa en actividades intersubjetivas en la) que los suje-
dad. Tales formas culturales definen crucialmente las posiciones relati- tos pueden apropiarse gradualmente de estrategias o herramientas cultu-
vas de los sujetos en las actividade ulturale y 1 entido de estas últi- rales. La esencia de la categoría de ZDP no debiera ponerse en el obvio
mas. De tal modo, el sujeto con su irreductible singularidad a resguardo, diferente desempeño de los sujetos de acuerdo a la ayuda suministrada sino
sólo puede explicarse por su historia como habitante de actividades en que es precisamente la actividad colaborativa la que produce desarrollo.
semióticas e intersubjetivas. Su desempeño actual, tanto su éxito rela- Por ende, de actividad colaborativa -el tipo de práctica de crianza o edu-
tivo como su fracaso aparente, tampoco pueden explicarse por fuera de cativa- promueve o no diferentes modos de desarrollo. Nadie sabe de lo
una situación con sus marcas específicas. que un cuerpo es capaz, afirmaba Spinoza y recordaba con frecuencia
Por supuesto que los aspectos relativos a la singularidad de los suje- Vigotsky.
tos inciden de una manera importante en la posibilidad o no de que se
pr duzca o frustre un aprendizaje, pero en tanto componentes de una
situación. Un ejemplo clásico: IDl sujeto ciego podía ser considerado natu- De la interiorización a la apropiación
ralmente "ineducable" con relación a las prácticas de lectoescritura, previo y del experimento a la experiencia
a la invención del Braille u otros soportes alternativos al visual para la
pr duc ión d textos escritos. Sin embargo, su incapacidad para aprender entro de estas perspectivas, e de sumo interés recordar la discu-
no era definible sólo en términos de su atributos personale sino de su si n en torno a lo mecanismos que producen el desarrollo subjetivo. n
manera o posibilidad de componer en una situación e pe ífica. Al intro- cierta forma, la manera de interpretar 1 desarrollo más cercana a las for-
ducirs el Braille, nada se modificó en su naturaleza pero la ituación, mas de apropiación que los sujetos d pliegan en las práctica educativa
habida uenta de su singularidad, fu capaz de pr ducir apr piación de esp cíficas atiende al caráct r má amplio, molar, a dar a nuestra lectu-
la critura. peremos que el ejemplo haga asequible la figura de que s n r de lo aprendizajes y sus vicisitudes. Es que la metáfora de la apro-
la ituaci nes -habiladas y definidas también p r los ujet que las piación participativa o de la interi rización amo apr piación (Rog ff
habitan n u singularid d- la que producen no aprendiza] n lo 1994, 1997; Wertsch,] 98) perrnit capturar lo pr ce d id ntifi-
uj t implicad en ella. Hay apr ndizajc en la situación o n lo hay. cación que los sujetos de pli gan en xperiencias pedag gica f tivas,
Aunqu r sulte extrañ , deb ríarn pen ar en la educabilidad más com es decir, donde estas conmueven a J s sujetos vivencialrnente, inclu-
un potencial d las situaciones du ativa para produ ir no- desarro- y nd ,daro e tá, una vig r a a tividad ognitiva. P r n s impid
llo y apr ndizaje qu un un capacidad de Losindividuos (Baquero, 200]). p n ar el aprendiza] mo un ] experimento cognitiv .. te, la

26 27
sup ici n de qu no habr -por
• t Ias raz n S que fucran- varia i
id a ba e, de naturaleza vi t kiana -pero también c gni¡iva- de 1 s drástIca en las estrategia pedagógi ica a d e arrollar l ri J nc
pr c o de int ri rización c rno reconstrucciones activas en el niv 1 sería
. perpetrar
. lo que podríamos denorni l.· nesgo
rnmar fa aClQ de abstr ·ó d v Iz
ta
subjetivo de prácticas que e despliegan en el en de la actividades ínter- SItuaCIón, como si fuera posible po n d erar un
. d esernpeñ . pron
aCCl ncti a
ubjetivas, otorga también al proceso una dimensión que permite su ab r- el desarrollo haciendo
.. ab tracción de 1as caractertsticas
' . os 1 ar
de la situaci
d je, si se quiere, p lítico. nes d e aprendizaje propuestas o a pro poner . (B aquero, 2000). 0-
omorefierec n aciertoWertsch (1998),1 s pr e sosdeinteri ri-
z ción pu den arrojar como produclO una suerte de dominio de 1 sabe-
re d plegados en las prácticas pero dar lugar, a su vez, a posicione de
resistencia, no identificación, relativa exterioridad con el saber en juego.
Algo de este límite rno trarían los abordaje sólo ligados a la formación
d 1 s sujetos atrapand su niv 1 s de experticia. Cuando, por el contra-
rio, se despliegan formas de apropiación, aparece en juego un sujeto con
otro relieve, dispuesto en una situación que lo implica de maneras varia-
das, 10 interpela, compone con él a su vez nuevas situaciones que como
toda experiencia arroja una incertidumbre fundamentaL
Probablemente, interiorización como dominio e interiorización como
apropi.ación no resulten categorías excluyentes ni procesos que se opon-
gan, y es posible que la idenüflcación con ciertas comunidades y prácti-
cas implique, desde ya, un dominio de ellas, pero la virtud de la distinción
parece radicar, precisamente, en la imposibilidad de unidimensionalizar
los complejo procesos de desarrollo Y aprendizaje. Nótese como temas
sensibles como los de la motivación para aprender, impiden ser vistos bajo
el estrecho punto de vista de la posibilidad de constituirse los aprendiza-
jes en psicológica o lógicamente significativos Ydesplaza el problema a
la posibilidad de generar, la vida escolar, escenarios apropiados y apro-
piables. Nuevamente, no son planteo s dicotómicos, muy probablemente
se trate de problemas que suman matices claves en la complejidad de su

abordaje.
La conclusión provisoria, por tanto, que este "giro contextualista o
situacional" parece implicar es la de que no podemos pronosticar el poten-
cial de aprendizaje o de desarrollo de un sujeto por fuera de la situación
o de las situaciones que habita, habitó y, fundamentalmente, habitará y de
los sentidos posibles que los sujetos puedan constituir en su seno. Es por
ello, como decíamos anteriormente, que nuestros diagnósticos suelen pecar
de omisión cuando no explicitan que el pronóstico, generalmente nega-
tivo, sobre la expectativa de aprendizaje de los alumnos descansa en la
29
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31
o
2

¿Atrapados sin salida?


Concepciones de educabilidad
y alumnos en problemas

SILVINA CLM LAI Y ANA RAetA TOSCAN

Introducción

El debate sobre el concepto de educabilidad se apoya en fundamentos


filosóficos, pedagógicos y psicológicos de fuerte implicancia para las prác-
ticas educativas. Es posible considerar que su definición sigue las pautas
de una norma social, histórica y política que recorta las formas de lo nor-
mal y lo anormal en el ámbito educativo. Esta norma construida se apoya
fuertemente en aportes heredados de tradiciones psicológicas, particu-
larmente, las del campo de la Psicología del DesarroUo y Educacional, y
en las unidade de análisis empleadas para la descripción de los proce s
de aprendizaje y desarrollo. Pero también se construye cotidianamente
en la compleja trama de criterios y expectativas escolares expresadas a
través de las múltiples voces que pueblan la escuela.
En el presente capítulo, se presentan algunas reflexiones surgidas de
dos trabajos de investigación] que tomaron como objeto de estudio la
construcción de legajos escolares de alumnos señalados con problemas

1. Trabajos de tesis de la Maestría en Educación de la Universidad de San Andrés. Ana


Gracia Toscano (2005) "Voces y discursos sobre la educabilidad de los niños en la
construcción de los legajos escolares" y Silvina Cimolai (2005) "La construcción de
los problemas del alumnado en Loslegajos escolares. Un estudio en dos escuelas públi-
cas EGB de la provincia de Buenos Aires". Las autoras agradecen a la Fundación
Luminis y a la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés por el financia-
miento otorgado para cursar la Maestría.

33
en su desempeño escolar. Los legajos escolares, elaborados por los equi- aprender de los niños en el marco de la escuela común, es decir> constru-
pos técnicos de especialistas que acompañan el trabajo de direc~iv~s y yen finalmente los criterios de educabilidad que se ponen en juego en la
docentes, se presentan como la superficie de emergencia que refleja CIer- evaluación escolar.
tos criterios de educabilidad en uso para la evaluación de las problemá- Una concepción clásica, que -como se mostrará a 10 largo del texto-
ticas y las posibilidades de aprender de los niños resulta dominante en las formas de organizar ciertas prácticas escolares,
Específicamente, una de las investigaciones (Toscano, 2005) se pro- concibe a la educabilidad como una capacidad intrínseca de los sujetos
puso un acercamiento exploratorio a los legajos como productos escola- para ser educados. Este supuesto revela cierta metáfora de posesión, por
res en el marco institucional en el que se construyen. Se realizó el análi- parte de los individuos, de capacidades sustantivas y naturales para el
sis de diez casos de alumnos derivados al circuito de educación especial desarrollo y aprendizaje (Wertsch, 1993). Desde esta perspectiva, las capa-
de un distrito escolar del conurbano bonaerense. La investigación se con- cidades asociadas privilegiadamente al desarrollo intelectual se tornarían
centró en el proceso de construcción de estos documentos dando cuenta mensurables con las tecnologías desarrolladas por disciplinas psicológi-
de los criterios plasmados en sus informes. A través de entrevistas en pro- cas, como en el o las edades mentales, y podrían ser evaluadas indepen-
fundidad a padres, maestros y profesionales, se recuperaron las notas dientemente del contexto en el cual se requieren dichas habilidades.
diferenciales de sus discursos, reconstruyendo a su vez la historia de eva- En esta posición se ubicarían incluso aquellos desarrollos más recien-
luación del niño a lo largo de su trayectoria e colar. La información obte- tes que destacan la influencia que tienen las condiciones de la vida fami-
nida se contrastó posteriormente con la contenida en los legajos. Esta liar o social del niño en las capacidades de aprender. Estos desarrollos
comparación permitió observar la negociación de criterios heterogéneos presentan a la educabilidad de los sujetos como una construcción social,
en los procesos institucionales que evalúan la continuidad de un al mno que requiere de determinadas condiciones sociales básicas, como es el
en la escuela común. desarrollo cognitivo básico que se produce en los primeros años de vida
La segunda investigación (Cirnolai, 2005), en cambio, trabajó con el -vincwado a una adecuada estimulación afectiva, buena alimentación
total de los legajos almacenados durante tres años en dos escuelas públi- y saJud- y la socialización primaria, mediante la cual los niños adquie-
cas del mismo distrito escolar (127 legajos en total). Su objetivo fue ana- ren los rudimentos de un marco básico que les permite incorporarse a
lizar la estructura interna de los legajos escolares y los modos en que.los una situación especializada distinta de la familia, como lo es la e cuela
mismos contribuyen a la construcción de los problemas de los alumnos. (López & Tedesco, 2002). Si bien se considera aquí la incidencia de cier-
Específicamente> e analizaron los diferentes c mponentes que integran tos aspectos sociales, económicos o culturales en el análisis de las con-
un legaj y la e tructura de cada una de llos, las formas de partí ipación diciones, términos y posiciones que definen una acción educativa, el
d 1 s diferentes actores en el contexto de la escritura, los instrumentos éxito o fracaso de esta acción, al fin y al cabo, recae nuevamente en el
d mediación y técnicas de intervención mencionados, y las dimen io- niño, ahora, en el niño y su contexto, en el niño y us condicione pre-
n utilizada para diagno ticar e intervenir obre las dif rentes pr ble- exi ten tes, en el niño y su bagaje cultural, etcétera. A juicio de varios
máticas escolares. autores, e ta posición, inadvertidamente, vuelve a repetir el movimiento
n amba inve tiga in, nsideró que la ob ervación de la que 1 s análi i clásicos realizan el; la n ideración del éxito o fracas
rutinas institucionales, I s procedimiento técnicos, us formas de in - del rendimi nto de 1 alumno n la escu la, ubicand en el centro de
trurnentalización, la hegemonía de determinadas voces y mirad s y lo la escena al individuo, recortando sobre la hip tesis del d ficit, su
criterios que su tentan, permiten identificar criterios implícitos e torno arencias, ahora social , ultural s, familiares, económica, lingüísti-
la evaluación de las dificultad s escolar. te conjunto complejo de le- cas, etcétera (VV AA, 2004; Neu~ Id, & Thi ted, 2004; Frigeri ,2004;
m nL d fin La dim n i n d l ctura br la po ibilidades de Baqu r ,2001; B que!" ,2005).

4 35
Desde otras perspectivas, en cambio, se ha llamado la atención sobre sólo como la habilidad o déficit de un individuo particular o un con-
los efectos estigmatizan tes en los niños que implican estas posturas tra- texto social.
dicionales. Se reconoce que en estas concepciones sobre educabilidad Los aportes de las investigaciones se encuentran organizados en tres
opera un individualismo metodológico que define al niño como la uni- grandes grupos. En primer lugar, se presentarán las rutinas y procedimien-
dad de análisis y transforma en déficits todas las diferencias que se pre- tos institucionales empleados en las escuelas del conurbano bonaerense
sentan en el rendimiento. Estos autores proponen otras formas posibles para la evaluación, diagnóstico e intervención con alumnos que presen-
de concebir la educabilidad, donde las posibilidades de aprender no son tan dificultades en su desempeño escolar. Seguidamente, se mostrarán
una posesión individual del niño sino un efecto de Ia relación que esta- algunos aspectos de la forma de participación que cada actor tiene en los
blece el niño con la escuela. Para estas perspectivas, la educabilidad es legajos y de las perspectivas que cada enunciado sustenta, para poner en
imposible de delimitar fuera de esta relación (Lus, 1995); el acento está evidencia el carácter hegemónico de un discurso y perspectiva psicoló-
puesto en una concepción del desarrollo sujeto a los contextos sociales, gica en la definición del problema y los efectos que esto produce. En el
culturales e históricos y relaciones interpersonales que lo producen, entre tercer grupo se presentará una síntesis de las diferentes dimensiones que
ellas, las que se configuran en el escenario escolar. Desde esta perspectiva, suelen utilizarse para definir las situaciones problemáticas con respecto
la educabilidad se piensa como la delimitación de las condiciones, alean- a alumnos en problemas, y se analizará cómo en estas dimen i ne ub-
c~sy limi tes que posee potencialmente la acción educativa sobre sujetos par- yacen particulares unidades de análisis que obturan el intento de un abor-
ticulares en situaciones definidas (Baquero, 2001, 2000). daje interdisciplinario y no-reduccionista. Finalmente, en la conclusio-
Sin embargo, es posible afirmar que, en gran parte de las prácticas nes, se presentarán algunas reflexiones sobre la figura idealizada del
actuales de abordaje del fracaso escolar, sigue operando una concepción alumno común, tensionando los supuestos de normalidad sobre los que
clásica sobre la educabilidad, que funciona muchas veces inadvertida- subyace, para cerrar este recorrido desde la propuesta de otras herramien-
mente, generando efectos paradójicos. tas para pensar el problema de la educabilidad.
. Por tal motivo, en las seccione que siguen se presentará una selec- En síntesis, nos proponemos abordar la problemática de la educabi-
ción de datos de amba inve tigaciones que evidencian la hegemonía de lidad desde la elaboración de lo coostructos escolares que privilegiada-
l~s concepciones clásicas sobre la educabilidad en la definición de prác- mente la enuncian. Inteotando recuperar la racionalidad que organiza
ticas con alumno que pre entan dificultades en su desempeño escolar. las prácticas escolares. Identificando la presencia de las voces que parti-
Estas concepciones, que guían los diseños de intervención, resultan invi- cipan, opesando sus argumentos para observar bajo qu parámetros se
sibilizadas en las práctica cotidianas, y por ello, sus efectos son difícil s define la norma que ordena la realidad escolar.
~e identificar, y aún m s, d modificar. Se con idera que mucho de los
intentos por ref rmular e las practicas de intervención terminan fraca-
ando por u imposibilidad de analizar y cuestionar la matrices de base Una mirada sobre los legajos
q.ue organizan dicha pra tica .. n ns c encía, el objeto de e las ec-
cion s s rá pr p r i nar estrat gia p ibles d identificaci n y análisi a. Circuitos y rutinas de evaluación e intervención escolar
le I f ct que dicha con epcione ti nen so re las prácticas, a tra-
vés de ituaci n ncr ta identificadas en las dos inve tigaci nes. e Las escuelas pública de la Pr vincia de Buenos Air s cu ntan con
e p ra qu tas pr pue tas d análisis a túen como herramientas posi- servici d orientación pr fe i nal en alud y a istcncia social. Lo
'quip d ri ntaci n lar (E E) n cquip té ni p rrnan 11-
b~e. en todos aqu II intent p r d arr llar prácti a donde la edu a-
bilida ea nt ndida mo el resultad d una a ci n educativa y n t Yre identes en las escuela que trabajan apoyand la actividad de

37
docentes Y directivos. Dependen de la Direcció~ de Psicolo~a Com~taria la referencia objetiva de este proceso, vehiculizan materialmente el recurso
)' Pedagogía Social''. Los equipos de orientaclón escolar tienen asignado de la derivación o integración del alumno y cumplen una función estra-
lío espectro de tareas. Desde la evaluación y diseño de proyectos tégica: sobre la lectura de la información en ellos reunida se evaluará la
un amp . . 1 . .
. ti1tel·
ms u onales , el asesoramiento de docentes y directivos, . a asistencia
. factibilidad o conveniencia de las medidas propuestas.
. lóaica pedagógica y social de alumnos o la implementación de acero- En Toscano (2005) pudo observarse que, si bien las rutinas y proce-
pSlCO gl, b" . .~ .
nes con la comunidad. La evaluación de alumnos con dificultades de dimientos de intervención, evaluación y derivación son idiosincrásicos
aprendizaje y la elaboración de lo~ informes para su legajo es una, entre a cada escuela, es posible encontrar algunas regularidades. Estas rutinas
otras, de las tantas tareas que realizan. ... , se asemejan, en cierta forma, al proceso de colocación de alumnos en
Los legajos escolares son documentos que contienen información programas de educación especial descripto por Mehan en las escuelas
confidencial sobre el alumno en forma de un conjunto heterogéneo de norteamericanas (Mehan, 2001). Sin embargo, nuestro caso presenta carac-
registros e informes. Su apertura refiere generalmente a problemas que terísticas singulares. Pueden identificarse cuatro momentos:
pres nta en u paso por la escuela. En ellos es posibl~ leer la historia de
los procedimientos e intervenciones que los profe~lOnales '! docentes 1°. Establecimiento de una demanda: el pedido de intervención del
de la in titución ponen en marcha para evaluar e mtervernr sobre las EOE, generalmente solicitado por los maestros, se constituye en
dificul tades. la primera objetivación del problema. El maestro mediante un
Cuando los tropiezos y las dificultades entorpecen el desempeño esco- informe escrito o una charla informal pide ayuda a los profesio-
lar de un alumno de manera reiterada, generalmente suceden diferentes nales. Las primeras representaciones de los problemas y las expec-
cosas en la escuela. En primer lugar, el maestro convoca a los padres para tativas del maestro en torno al alumno quedan registradas en el
hablar de las dificultades, surgen los pedidos de intervención para los pro- legajo técnico que comienza a construirse.
fesionales, quienes sugieren recomendaciones)' estrategias. Sin embargo, 2°. Evaluación del alumno: la evaluación que realizan los profesio-
en determinados casos, cuando los tropiezos se reiteran y las repitencias nales generalmente tiene una in tención diagnóstica. En primer
se acumulan, las dificultades se tornan aún más compleja . En estas cir- lugar, se indaga pedagógicamente al alumno con pruebas y ejer-
cunstancias, entre los profesionales y docentes comienza a consolidarse cicios que evalúan sus conocimientos. Pero a medida que el tiempo
la hipótesis de que el alumno estaría mejor en una oferta edu~ativa esp.e- pa a y que las dificultades en los aprendizajes se profundizan, la
Cla. 1. La decisión de derivar a un alumno a una oferta educativa especial mirada en la evaluación de los profesionales se torna más psico-
se presenta como un último recurso. Institucionalmente, im~lica seg~ir lógica, es decir, comienzan a utilizar tests)' técnicas de explora-
rocedimientos preestablecidos y especificados en las normativa oficia- ción psicodiagnósticas para indagar las capacidades o aptitudes
Ples involucra diversas instancias del sistema y la intervención
. d e una amp li a mentales de alumno. Los instrumentos psicodagnósticos que mayor
, .
gama de actores'. Lo legajos técnicos de los alumnos se constituyen en presencia mostraron en lo legajo fueron técnicas psicométricas
y proyectivas como: el Dibujo de la Figura Humana ( FH), Familia
2. L s E E son equip interdisciplinari d pr fesion~le compu t S b~ icarnentc P?r Kinética ( ooden ugh), T st G stáltico Vi om tor (Bend r ) y
un rientad r ·ducaci nal ( E: psicól g profesional afín), un nentad r cial
dibuj Jibre.
( : trabajad r ial pr fe i nal afín), un Mae tr Re uP. rad r (MR: d cen.te
pr f¡ i nal afín) yalgun quip S cuentan. con un f n a ~Iólogo y/o un médico.
3. coordinan diferente acciones: la evaluación de los?r .fesi nales en la escuela, la de la rama de Edu aci 11 • P cial que recibirá al alumno. A su vez, requiere de la co r-
aprobaci n de 1 s dirc tiv de la in titu j n, el consentirruento de los padres, la auto- dinaci n con J s pr fesionalc de la in titución a la cual e derivará al niñ e n los
rización de 1 in p ct r de la rama de P icol gia y 1pr pio aval de 1 insp ct re cuales clab rarr la estrategia de intcgraci 11.

38 39
Qué información queda registrada y cuál no adquiere relevancia cuando
En esta instancia, es común convocar a los padres a una entre- se considera que la decisión final del caso será tomada por una perrona
vista. Éstas se realizan antes, durante o después de las sesiones de ajena al proceso y considerando los elementos de análisis que el legajo
evaluación con el alumno. Se indagan aspectos generales de la his- le provea. En los legajos analizados, se encontró mayor presencia de
toria del niño, lo que da paso a la construcción de informes como: aquellas intervenciones que arrojan precisiones sobre un sujeto de eva-
Reporte de entrevista a padres o la Historia Vital Evolutiva, en l~ación psicodiagnóstica, donde las pruebas psicométricas y proyectivas
donde se reconstruye la historia de desarrollo del niño en su con- tienen LID fuerte protagonismo, en desmedro de elementos que den cuenta
texto familiar y se indagan ]os antecedentes de escolaridad. del sujeto y su relación pedagógica o información que permita sostener
30. Implementación de estrategias de intervención: según e] caso, los una pregunta sobre la relación del niño con sus docentes, sus compañe-
profesionales elaboran estrategias de intervención muy variadas. ros, la institución o con el saber (Toscano, 2006).
Estas van desde intervenciones directas con el niño para apoyar Como sucede en el caso analizado por Mehan, al finalizar cada una de
el trabajo pedagógico de ]os docentes, hasta intervenciones indi- las instancias se construye un texto que toma el lugar de la situación de
rectas donde se colabora con la tarea del docente a través de la suge- interacción originaria. En un primer momento, la situación cara a cara
rencia de estrategias pedagógicas, el aporte de materiales didác- entre el docente y el niño se transforma en un texto, el informe del docente
ticos o 1armado de talleres específico . obj.etiva un conjunto de problemas que hacen referencia al niño. Los pro-
En el legajo quedan almacenados los informes y las evalua- fesionales a veces no tienen acceso a la situación original más que a través
ciones realizados. Pero muchas de las intervenciones realizadas de su relato oral o escrito. En las siguientes interacciones, los profesiona-
no quedan registradas, a veces tan sólo dejan su marca en las pro- les p~rfecci?nan ~adefinición del problema a través de instrumentos diag-
ducciones infantiles que se archivan entre sus hojas pero no se n~s~lcoS pSlC~lógtcos. ASÍ,la demanda de atención de las dificultades peda-
incorporan como informes. Así, estas prácticas pasan a ser ele- goglcas del niño se objetiva mediante su interpretación o traducción en
mentos poco visibles del legajo. Una significativa ausencia a la términos técnicos psicológicos. Asimismo, las autoridades de inspección
hora de tomar una decisión sobre el destino del niño. de la rama encargadas de tomar la decisión final, tampoco tienen acceso
4°. Solicitud de derivación: en determinados casos, se define la deri- ~ la situ.ación originaria entre el docente y el alumno o a las posteriores
vación de] alumno a una escuela especial o a una estrategia de instancias de evaluación con los profesionales, sino que generalmente
integración. En estas situaciones, se prepara el legajo para ser accede~ sólo a la información contenida en los textos del legajo. Resulta
presentado ante la inspección del distrito. La decisión final sobre paradójico pero, en ciertas rutinas, quien define el destino escolar del niño
el destino escolar del niño se toma con los inspectores, en base nunca llega a conoc rlo o a tener un contacto directo con él.
al análisis de la información que los profesionales presentan en « o~o s?,stiene Mehan, en este recorrido la situación yel alumno se
los legajos técnicos como resumen de su historia y trayectoria textuahzan ,es decir, pasan a ser representado por un texto. En e te pro-
escolar. ceso, el niño e convierte en el objeto de evaluación y diagnóstico que
queda pla rnado en un conjunto de textos divorciado de la situación social
tas rutina tienen un ef to particular qu Mehan denominó como que los cr (Mehan, 200]). El problema muda, desde la referencia de "no
t la "t xtualización" del alumn . El pr es de valuaci n e interv nción puede realizar tal tal' a" "n comprende 1 s consignas", a figuras y obj -
c se sostiene durante el ti mpo qu la e uela evalúe la necesidad d u tos mo "madura in", "edad mental" "coeficiente intelectual". des-
y oporte. Ir gi tro d la información puede on tatar vari s añ . n 1 plaza la mirada de una situaci n concreta a la evaluación del individ uo
d cum nto escrito. se plasman ól algun a pect s d la gran antidad en t rmin té ni s. m s tiene quero igui nd ltrabaj d
11 de pi di yev nt Lidianos de la vida esc lar, dejand
41

40
CRFSAS (CRESAS, 1986), a través de estas evaluaciones el niño pasa de Las voces de ciertos actores tienen una presencia mucho más alta en
o en problemas a un niño con problemas (Baquero, 2000). la definición del problema. ASÍ, en uno de los estudios (Cimolai, 2005)
ser un a lurnn se identificó que el orientador educacional, de profesión psicólogo, era
el que más escribía en los legajos. El 64,75% de los componentes de los
b. ]erarquización
de voces en los legajos escolares. legajos (sobre un total de 1542 componentes analizados) es escrito por
La hegemonía de una perspectiva psicológica el psicólogo, mientras que los docentes escriben sólo 5,30% y los orien-
tadores sociales 4,66% de los mismos.
Los legajos escolares resultan una síntesis de los hitos del pro~eso. de Por otro lado, en otro tipo de análisis focal izado en las perspectivas
intervención con respecto a alumnos que están presentando algun tipo predominantes en cada uno de los componentes que conforman LlOlegajo
de dificultad en su desempeño escolar. En ellos, es posible observar la (Toscano, 2005) encontró que el 43% del conjunto de los componentes
complejidad de apreciaciones y decisiones sostenidas por diversos. acto- respondía a una mirada psicológica, mientras que el 37% a una mirada
res a lo largo del proceso. Maestros, directivos, orientadores soclal~s 'f p dagógica, el 6,8% respondió a la mirada de una p rspectiva social
educacionales, profesionales externos a la escuela como médicos, PSICÓ- (como elaboraciones de informes socio-ambientales) y sólo el 3,7% a una
logos, psicopedag go , familiares de l?s niños y los mismos niños ~on las mirada médica, presente en certificaciones e historias clínicas.
voces que generalmente quedan regIstradas. Como veremos mas a~e- No obstante, la perspectiva psicológica permea de manera muy evi-
lante, las interacciones entre todas estas voces, y no los actos de enuncia- dente la mayoría de las situaciones de enunciación, y no se limita sólo a
ción individual (Wertsch, 1993), son las delinean las formas en que los las afirmaciones registradas por los psicólogos en la primera investigación
problemas del alumnado quedaran definidos. . . o a los componentes que expresan una perspectiva psicológica, en el caso
Si bien las voces de todos los actores mencionados pueden ser iden- de la segunda investigación. En el segundo trabajo (Toscano, 2005), ana-
tificadas en la construcción del problema, la forma de participación de liza en detalle el caso de las pruebas pedagógicas, uno de los componen-
cada una es diferente. iertas voces poseen más autoridad que otras, cier- te más comunes en los legajos, en las cuales con frecuencia se encuentran
tas formas de empacar el habla tienen más poder de decisión que otras, evaluaciones psicogenéticas sobre el desarrollo de la escritura. En los
muchas voces e ínter-animan en el mismo contexto de definición del informe los criterios analíticos psicogenéticos se utilizan generalmente
~roblema, creando una situación de enunciación que excede a cada actor como un recurso diagnóstico. Los niveles de conceptualización de lecto-
. 1 4 escritura definidos por Ferreiro se constituyen como herramientas para
en partlCll ar .
establ cer el nivel alcanzado por los alumnos. En este sentido, el nivel alcan-
zado el niño COrTeel riesgo de ser interpretado refiriendo a una secuencia

rganizan la f rrnas de enunciación en función de los r les que se de empeñan y


de I e ntext s c municativos en que se despliegan, se r laci na e trechamente a
juicio de J. Wertsch (1993) c n el e ncepto de acci n mediada. L s enunciados siem-
pre pertenecen a una voz qu se e cenifica en un contexto social, de In do que no se
pued n pen ar a la v ces e m aisladas de otras va ce . La dial gicidad se refiere,
para Bajtin, al hech de que lo enunciad s de un hablante siempre se ponen en rela-
ción e n los enunciado de otro hablante y en e e entido las voces se "ínter-ani-
man". P r tal m tiv ,de d ta persp tiva, la significación 61 exi te uand d
o má v ces se p n n en conta to, cuando d s o más per onalidad hablantes e
rclaci nano

43
42
n rm lizad d d arr 110, 11 este ca o, del d san II de la 1 t scri tura. v ce , h~blan a trav s de ella. P r ej mpl ,en una n trevista SOSl nida
y al e table remo un m d 1 n rrnativ , funciona a modo de pará- por el psicólogo con la madr de un alumno la que s h
'. ' e a e pI' nt s
metro d lo qu los niñ s deben alcanzar a determinada dad. una , .voz reada en .'la mterac 1 n que n e pu d an a L'Iza) .' SI e b rva
D mod que ciertos componentes pedagógic resultan en el f ndo e! d~s urs~ del psi ólogo del familiar por s parad. b érvese 1
inl nt de valuar 1 grado de de arrollo de los suj t s perdiendo su 19m ntc jcrnpl en el qu la E registra la entrevista stenida e n la
specificad educativa. A I, la significación de "silábico", tal c m apare- rnadr d una alumna derivada por problemas de aprendiza]
en valuada la producciones infantiles, quiere decir en este caso: rctra-
ado según lo esperado, ajustado a la norma. Resulta interesante obser- Lenguaje: primeras palabras al año y dos meses. Lenguaj
var, en tos casos, que el aporte teórico de la tradición con tructivista completo a los dos años y medio, "hablaba despacio y com-
(Ferr iro, 1995) no siempre es recup rad corn herramientas para pen- pleto, no se comía las letras". Jardín: sala de 3 y 4 afias y pre-
sar I problema pedagógico de la adquisici n del sistema de lecto-escri- escolar.
. En preescolar bien "boletin excelente" ' "tod o e/a'
tura, ni tampoco parece ser utilizado para diseñar e trategia didáctica Juego poco escribía, hacían trabajos manuales". Están
para superar los niveles alcanzado por el alumno o, en términos genera- durante el dia con la abuela materna. Los padres trabajan
les, para pensar las modalidades de enseñanza implementadas. Más bien durante todo el día y hasta las 2 de la mañana. Los chicos se
duermen de 12.30 a l.
se presenta con valor diagnóstico contrastado a un parámetro de norma-
lidad esperada. En este sentido, los aportes constructivistas sobre las hipó-
tesis infantiles del sistema de escritura sufren el mismo destino que han En un.mismo párrafo, se pueden deducir las preguntas que realizó el
tenido otros usos de los desarrollos genéticos en el plano educativo. Sus OE (por ejemplo, _:uando c?nsigna "lenguaje", se deduce que ha pregun-
aportes se interpretan como una narrativa del desarrollo infantil y pueden tado acerca de cuando la niña adquirió el lenguaje oral' o cuando .
a- dí " '. , ' e reglS-
presentar un uso normativo (Baquero, Terigi, 1996), sin lograr constituirse ~ra lar 111 , se ded uce la indagación realizada acerca de la asistencia al
en una herramienta que permita pensar las propias prácticas pedagógicas. )ardm.por parte de la ~iña), las respuestas textuales de la madre (que en
Asimismo, en el primer estudio (Cimolai, 2005) se analizó cómo no ellegaJ,o aparecen consignadas entre comillas), las síntesis que el OE hac
sólo on significativas las diferencias en los grados de participación de ~e algún relato ~e l~ m,~dre y sus apreciaciones (como cuando registra:
cada actor, si no también la forma en que cada uno se hace presente en en preescolar bien o :s.tán ~urante el día con la abuela materna").
la definición del problema. Mientras que algunos actores hablan direc- ~o obstante, la participación de cada uno de los actores en la cons-
tamente en los registros, las voces de otros actores aparecen mediadas en trucción d.e esa voz ~ue los excede es desigual, y está estrechamente ligada
los mismos por otro actor, creando una voz que excede a los participan- al pro~óslto de quien está guiando la entrevista. No olvidemos que el
tes. Como veremos, la voz predominante en los legajos es psicológica, no e~~revIsta~or es quien hace las preguntas que considera relevantes y tarn-
sólo porque es el psicólogo el principal actor que escribe en ellos, sino bién es q~Jen hace un segundo filtro al seleccionar de las respuestas Jo
porque también se hace presente a través de las voces de otros actores. En que considera relevante registrar. El entrevistador es quien, a través de
el caso de los registros de entrevistas, componente muy frecuente en este los modos ~n que formula las preguntas y de las reformulaciones que
estudio, quien propone el modo de expresión y lo registra, en la mayoría h~ce a las mismas, establece una serie de estrategias para conducir al entre-
de los casos, es el psicólogo, quien no actúa simplemente como cataliza- vistado a la construcción discursiva que pretende generar (Cazden 1991)
dor o medio para facilitar la situación de enunciación del entrevistado, . En el ~e~undo estudio (Toscano, 2005), se analiza cómo la informa~
sino que funciona delimitando qué y cómo se va a hacer presente la voz Cl~n suministrada por los padres del alumno es sometida a este procesa-
del otro actor. Más aún, estos actores que promueven la expresión de esas miento. Los padres son convocados a contar la historia del niño, pero los

44 45
instrumentos empleados por los profesionales organizan su discurso. En acción, Y recién en cuarto lugar podemos pensar que es también el
la confección de los informes, se seleccionan y ordenan aspectos de la his- alumno el que habla a través de ella y el que, más allá de los límites que
toria del niño. Por ejemplo, en el registro de las Historias Vitales Evolutivas ha establecido el que propone la acción y el instrumento utilizado, expresa
de los niños', algunos aspectos propios del relato de los padres ven modi- su singularidad. .. .
ficados su sentido. El relato de los padres presenta dimensiones tempo- Los ejemplos presentados muestran que, a pesar de la participación
rales amplias que refieren a la historia del niño, señalan eventos impor- de actores tan diversos, y del reconocimiento de la necesidad de captar
tantes y la manera en que fueron vividos. Con la mediación del formato diferentes perspectivas de análisis, un cierto discurso psicológico «:shege-
de la Historia Vital Evolutiva, estos eventos se suelen transcribir como mónico en el ordenamiento de las definiciones e intervencione.s. Este dis-
fenómenos indicativos de la temporalidad del desarrollo, o como pun- curso psicológico es deudor del individualismo metodológico que ha
tos en una cronología de su desarrollo. caracterizado a la psicología tradicional y que opera definiendo la edu-
En este caso, el instrumento organiza la voz de los padres. La infor- cabilidad en términos de posesiones internas de los niños.
mación que recoge transforma la historia de vida del alumno en un con-
junto ordenado de hechos continuos. Posteriormente, los datos recogi-
dos se analizan obteniendo una rápida imagen del desarrollo del niño c. Las dimensiones que conforman los diagnósticos.
s gún los patrones establecidos del desarrollo esperado. En este análisis, Unidades de análisis que transforman un problema
se produce un doble movimiento; por un lado, individualización del en un alumno en problemas
sujeto para, luego, realizar su posterior comparación en la grilla de las
expectativas homogéneas establecidas por ciertas pautas de normalidad. Las investigaciones realizadas permitieron identificar una serie de
Este doble movimiento arroja una medida relativa del niño que, en com- dimensiones integrando la definición que se hace del problema en cues-
paración con la norma general, talla la imagen de su perfiL En este sen- tión, y que estaban presentes en casi todos los casos analizados. Estas
tido el instrumento parece priorizar otro tipo de información, la que per- dimensiones demuestran la matriz de visibilidad que opera en las inter-
mite, comparativamente, obtener una medida del desarrollo normal y venciones con estos niños, es decir, lo que es susceptible de ser mirado,
ajustado a tiempos, más que la historia singular del niño. evaluado, y medido. Esta matriz es de suma importancia ya que tiene
En el caso del análisis de la expresión del niño a través de los tests efectos no sólo en la forma de construir el problema, sino también
p icológico o pruebas pedagógicas, se hace aún más evidente que la luego en la forma que se intervendrá sobre él y los criterios que se uti-
expresión no puede ser adjudicada sólo al niño, aunque después las con- lizarán para evaluar la eficacia de esas intervenciones. Más allá de la
clusiones que se sacan sean solo sobre él. En este ca o, como ha analizado diversidad de casos analizados, y de los diferentes grados de comple-
extensamente Wertsch (t993, 1999), la autoría de quién habla estaría jidad de los mismos, es posible identificar un patrón constante de defi-
inherentemente determinada por el instrumento de mediación culturaL nición d los problemas, con ciertas dimensiones que están presentes en
En cierto sentido, quien habla es, en primera in tancia, el conjunto de ca i la t talidad de los ca os, aunque combinadas de manera particular
te ría que han desarrollado e ta t cnica; en segundo lugar, la práctica en ada uno.
in tituida de utilizarla en las cuelas; n tercer lugar, el que ha decidido tas dimen i ne s n: El niño en su desarrollo:se trata d una bs r-
prom verla en función de los bjetivos que tá persiguiendo c n la vación minucia a y exten a, desde los riterios de la psi logia del dcsarro-
II ,d I de arr 110 tanto emocional (e tilos de p rsonalidad y vincular ,
5.InSlrul11enl que a modo de elle ti nario reúne l s hito si nifieativ de la hi l ria structuraci n del y) omo cognitiv o intelectual (inteligen ia.Ienguaj
vital ev lutiva de un nino.
funci n gu tálti Vi m t r ,at nción). Para ello se u an in trurncnt

46 47
especializados, preferentem,ente técnicas psicométricas y proyectivas, así y las intervenciones terminan igualmente focalizadas en los déficits que
como también entrevistas de carácter clínico y diagnósticos operatorios. porta el niño (.McDerrnott, 2001).
El niño en tanto alumno: el niño es observado en su desempeño en el De igual manera, una comprensión multifactorial del fenómeno aca-
oficio de alumno. Se considera la relación con los objetos de conoci- rrea también una particular concepción de aprendizaje, y por tanto, una
miento, donde se constatan contenidos alcanzados según estándares espe- forma también idiosincrásica de entender los problemas de aprendizaje.
radas. También se evalúa su trayectoria escolar, sus relaciones con la auto- Tanto en las perspectivas individualistas como en las multifactoriales, el
ridad escolar y los pares, y su habilidad para comprender y actuar en el conocimiento y los aprendizajes son considerados objetos que debe adq ui-
contexto de las reglas de juego del dispositivo escolar. rir y almacenar el alumno esperando que surjan situaciones en las que se
El niño en sus condiciones de vida: se realiza una observación de las con- puedan utilizar. Como ha señalado Mc Derrnott (2001), estas concepcio-
diciones de alimentación, vestimenta, vivienda, situación educativa de nes implican que el aprendiz es un contenedor que se va llenando por los
los familiares, y situaciones de riesgo, en la búsqueda de datos que pue- esfuerzos que realiza la escuela. El problema de los déficit de aprendiza-
dan estar identificando situaciones de pobreza o vulnerabilidad. jes radicaría, entonces, en aquellos niños que entran a la escuela con difi-
El niño en su vida cotidiana: se trata de una observación de los hábitos, cultades de atención o procesamiento de la información que implican que
relaciones y actividades que el niño realiza por fuera de la escuela (hora- acumular conocimientos se convierta en Una tarea difícil. Se considera
rios de sueño, comidas, amistades, actividades recreativasy del hogar) y de al aprendizaje como una posesión individual y no una interacción entre
los vínculos y modos de relación en la familia (que generalmente son com- sujetos definida socialmente. El desafío radica en "no plantear enton-
parados con las formas de establecer vínculos en el contexto escolar). ces cómo las personas se apropian del aprendizaje sino cómo el apren-
El niño en su organicidad: se observa al niño en su desarrollo madu- dizaje se apropia de las personas en W1 contexto definido" (Mc Dermott,
rativo o biológico, se iden tifican todas las enfermedades (actuales o pasa- 2001: 317).
das), embarazo, parto, y se sugieren consultas médicas en ciertos casos.
Estas dimensiones tendrían la posibilidad de mostrar, sin lugar a
dudas, un intento de abordaje no-reduccionisra del problema, y pueden Conclusiones
parecer a primera vista ejemplos de construcciones realmente interdisci-
plinarias de las situaciones problemáticas. Sin embargo, en su base está a. La ilusión del alumno común o normal
presente una matriz de organización y de visibilidad que actúa produ-
ciendo efectos paradójicos en las mismas prácticas que luego se realizan. Los ejemplos desarrollados en las secciones anteriores han mostrado
Esta matriz define al niño como la unidad de análisis de la situación pro- estrategias po ibles de identificación de las concepciones de educabili-
blemática, ye tá programada para desmen uzar con una larga serie de dis- dad que operan en las prácticas de evaluación e intervención psicoedu-
curso y herramientas un problema donde el niño queda definido como cativa. El recorrido intentó poner sobre relieve los caminos qu e r co-
el portador. Las condiciones de vida, la situaciones pedagógicas, las rren, las voces que e] onderan y las dimensiones que se rec rtan cuando
relacion s vinculares funcionan como factores externos que influyen en e pon n tela de juicio la posibilidad y potencialidad del aprendizaje de
la problernáti a que porta el niño. e trata de una per pe tiva que c ncibe J nU10. uisiéramos on id rar lo efecto que tale e ncepci ne c n-
al problema como la consecuencia de la interacción de esto múltiple llevan. Podemos decir que las oncepcionc en juego llevan implícitas
factor s. in ernbarg ,e tos factores son con iderad incidentes y no inhc- ci rta idea de alumno c rnún normal. Esta concepcion se vier n
r nte a la situación pr blernática. El contexto, d la per p tiva e c n- edirnentad s al fragor de las prácticas educativas y r Ilejada n las d -
idera mo algo extern que surte efe t 1110b rde d 1fen meno, ripcioncs que la psi 01 gia du a i nal y d 1 d san II r aliz br

48
. e
intante esco larl·zado . Esto"s aportes colaboraron fuertemente en defini- disposición organizacional define prácticas colectivas homogeneizantes
ción de la norma que construye la normalidad escola~. ' en su sentido primero.
Permitámonos un pequeño rodeo sobre lo que la idea de normal nos "Parece plantearse la existencia de un conjunto o tipo relativamente'
d epara en sig . nificaciones . Por un lado, lo normal refiere a aquello que se
homogéneo de sujetos que, en tanto su punto de partida o característi-
. t
encuen ra aun h b¡·t'lalmente
e , lo común, es decir, no sobrepasa un aspecto más cas son relativamente comunes y, por tanto, su distancia a los logros bus-
que d escnp . tiIVo de la realidad ".Pero por otro lado, lo normal señala un . .deber cados o los medios a través de los que estos piensan conseguirse resultan
desi
ser, eSlgna un juicio de valor sobre un objeto, hecho o acontecimiento,
. también relativamente homogéneos" (Baquero, 2000: 21).
es 1o que 1a n orrna indica " es decir posee un aspecto normativo. Este doble
. Por otro lado, la demanda de rendimientos comunes en relación a las
sentido de lo normal es fundamental para comprender las tendencias metas y ritmos escolares impuestos por todos por igual genera la expecta-
d escnp . D· va y prescriptiva de los discursos psicológicos .. ligados a lo escolar.
tiva de resultados homogéneos en los alumnos. Así, la organización esco-
Lo común se encuentra sujeto a las expectatrvas de homogeneidad lar dispone de ciertas pautas ligadas aspectos temporales, por ejemplo la
que cons t ru·Yen lo dispositivos de instrucción masiva.. La escuela
gradualidad del currículum, la anualización de los grados de instrucción
mo d erna co nstruyó prácticas discursivas para la regulación Y el control . . o la organización del sistema por niveles, que establecen patrones tempo-
de sus poblaciones que colaboraron en la constru~ción de la figura :d~ah- rales arbitrarios para los aprendizajes. El tiempo se convierte en una con-
zada del alumno común. Los parámetros definidos en estas practicas dición para la organización escolar. La organización por niveles de ense-
construyen cierta expectativa de homogeneidad Yposteriormente de nor- ñanza marca diferentes segmentos del trayecto de formación en el sistema
malidad sobre la cual se recortan los fenómenos o aspectos heterogéneos, escolar (inicial, básica, secundaria). La gradualidad del currículum esta-
diversos o anormales del sistema. blece el ordenamiento en grados de los aprendizajes de todas las asignatu-
"La escuela genera identidades particulares sostenidas sobre grillas de
ras, establece el compás de presentación de los contenidos en cada disci-
eva1uaci·ó n de la educabilidad de los sujetos, sus tiempos de aprendizaje o plina. La anualización establece tiempos para el desarrollo del currículum.
reso1UCIió n,de problema su posibilidad de regular sus tiempos en función
.. En resumen, la organización escolar se fundamenta en una concepción
de la regulación colectiva, de sus posibilidades de comprender la VISIones monocrónica del tiempo que establece una única cronología de aprendi-
o concep tualizaciones alternativas del mundo que la cultura ha desarrollado zajes posibles. Esta pauta organízativa es la medida de los tiempos espera-
por siglos y valorado como necesarias para inculcar" (Baquero, 2000: 23_). do para la adquisición de conocimientos y genera expectativas en torno
Como argumenta Baquero (2000), la definición del alumno comun
los alumnos, a sus aprendizajes y también a su desarrollo (Terigi, 2007).
se s s t·len e en Lailusión de un tipo de homogeneidad presente en la pobla-
. En tercer lugar, en construcción de la ilusión del alumno común o
ción escolar. Ilusión refrendada fundamentalmente en la expectativa de
normal también han colaborado diferentes disciplinas asociadas a las
. taa iigua ldad inicial y de cierta uniformidad en los rendimientos fina-
cier prácticas de escolarización masiva. En u hi toria, la psicología abocada
1 en 1 proceso de aprendizaje escolar. . a los estudios de la infancia ha dedicado importantes esfuerzos teóricos
uponcmos la existencia de aspectos comunes en todos los sujeto del
para la de cripción de los procesos de desarrollo y aprendizaje. La psico-
lectivo que e reúne diariarn nte en la aulas -como pueden er sus
Iogí on truyó ap rtes conceptual y categoría qu olab raron n la
n imient previ s, u lengua materna, su bagaje cultural, etcétera-.
definición de una identidad de alumno común o normal, permiti r n
Tras el bjetiv de con guir logr s relativ.amente homo~én os ~ r aju tar las práctica de en eñanza y la strategias didácticas a este perfil
mét d r Jativamente úni s (enseñanza simultánea), 1 ID tru Ión
y laboraron in trumento para la con ideración de las diferencias indi-
ma iva imultán a Yobligatoria define un tip particular de colectivo al
vidual s propias de la heterogeneidad de la población. Sus di cursos han
ual nec ariamenl al ula m aJumn mun. Es d ir, la mi ma
tcnid m caract rística fundarn ntal un ef, cto n rrnativ br la

50 51
formas de organización, las expectativas que genera, las ilusiones que ali-
prácticas y los sujetos de la educación( al designar diferentes hechos como
menta construyen la figura de lo deseable. La normalidad, por lo tanto,
esperables o normales en los espacios escolares estableciendo simultá-
no es un problema del sujeto, de la biología, de su cuerpo o su naturaleza,
neamente el valor de lo deseable para ese contexto.
sino de las normas sociales que la ordenan.
Como resalta Carlos Skliar, en la construcción de un sujeto normal o
Canguilhem sostiene que la vida es de entrada anormal, puesto que
su binomio anormal "no se trata de una cuestión biológica y sí [de] una
la ausencia ele una normalidad suficiente es la que demanda una norma-
retórica social, histórica y cultural. La deficiencia no es un problema de los
deficientes o de sus familias o de los especialistas. La deficiencia está rela- lización futura. (Canguilhem; 1966, 1984). Tendemos a suponer que de
cionada con la propia idea de la normalidad y con su historicidad" (Skliar, entrada la vida es normal, esa misma tendencia nos lleva a pensar la anor-
2000: 38) malidad como un dato segundo, una modificación, una alteración de lo
normal. En efecto, desde el punto de vista lógico, el término normal per-
Como señala Canguilhem (1984), todo ocurre como si lo anormal
mite construir su opuesto lógico mediante el sufijo privativo a, definiendo
fuera más una construcción social que médica o biológica". Esto nos
lo anormal como un tiempo segundo. Sin embargo, es la primacía de lo
permite comprender que no es un problema esencialmente biológico
anormal, de lo no ajustado a la norma lo suscita la conciencia de lo que
o psicológico. Lo que está en juego en la construcción del alumno común
reclama normalización. Por lo tanto, la norma se transforma en un prin-
o normal, parafraseando a Skliar, es la definición social, histórica y cul-
cipio de corrección segundo, de rectificación o de asimilación de lo dado
tural de las normas escolares. La norma, desde su valor normativo, se pre-
primero, lo no ajustado a la norma o lo anormal (Le Blanc, 1998). Por lo
senta como una técnica de juicio que transforma lo real imponiéndole una
tanto, lo anormal es lo primero. La normalización es el proceso social de
grilla de interpretación. La norma confiere un valor a un objeto en rela-
construcción de una norma para su ordenamiento. Y lo normal, las for-
ción con algún fin implícito o explícito de ordenamiento; en nuestro caso,
mas sociales, culturales e históricas de la vida ajustada a normas.
la economía de un dispositivo de instrucción masivo definido en la cons-
La obra de Canguilhen permite, además, pensar que el funciona-
telación gubernamental de la modernidad.
miento irregular no es un caso que debiera pensarse según el parámetro
Desde la perspectiva de estos autores, se acentúa el valor social de las
de lo normal. Lo patológico no indica ausencia de norma. Por el contra-
prácticas que instauran nuestros patrones de normalidad. La vida, como
rio, indica otra norma, diferente, una nueva configuración de lo viviente,
sostiene Canguilhern, se encuentra ajustada a normas. Las formas o expre-
que refiere a una adaptación ingular del organismo a las perturbaciones
siones de la vida son tan diversas como las normas que se den para su orde-
internas o externas del medio.
namiento. Esto no implica que no existan rendimientos diferenciales,
capacidades especiales, salud, enfermedad o padecer, recuperando los
términos de anguilhem. Existen las normas pero estas son sociales, his-
b. Desmitificando algunos supuestos sobre la normalidad
tórica y culturales. La normalidad refiere a las formas de la vida aju tada
a esas normas. En nuestro caso, debiéramos ponderar que se trata tam-
• Lo normaL y lo anormal
bién d normas escolares. ependen de prácticas de instrucción masivas
Al construir la polaridad normal-an rmal como fenómenos idénticos,
qu la m d rnidad ha abido e nstruir. dimentada en 1 ti mp ,sus
la medi ina m derna ubic la difer ncias n términos cuantitativos",

6. e de. I amI de la Epi tem I gía de la iencia de la Vida, anguilhern (1 66,


7. L? identidad de I s (en meno vital s n rrnale y patol gi os se e nvirti ,durante I
L98t1) maugura un p tente análisis de los e nceptos de "11 rmalidad" y "anormali-
1~loX1X, ~n ~na e pecic de d gma eieot~eamente garantido. La teoría reflejaba la pti-
dad", plant and que deben rnprend rsc baj la premi a de la cxi ten cía de una
011 la e IWI 1 n de qu 11 hay un realidad del mal de la enfermedc d ind pendiente
n rrna ocia} ypolíti a on truid pare el rdcnarnient de} fen6men s de} mundo.

52 53
• ,1 ,; r ,~ :_., •• , .' , ~ ¡ , I ,

Los estados anormales se comportarían como variaciones y graduaciones • Lo normal y lo diverso


de los estados normales, esto implica la reducción de la cualidad a la can- , La anomalía es aquel hecho de variación individual que impide que
tidad. La cuantificación de los fenómenos genera cierta idea de dominio dos seres puedan reemplazarse mutuamente de manera completa. Pero
y control sobre los estados anormales, porque sobre un patrón común se la diversidad que podría indicar distancia respecto de la norma no debe
establecen graduaciones y desvíos. Podemos pensar, por ejemplo, la cuan- ser comprendida como anormal. ¿Son los seres vivos, en la medida en
tificación de las capacidades cognitivas del sujeto, la medición de sus apti- que se desvían del tipo espec~co, ano:males? Para _:angllilhem, ~o exis:e
tudes, de su inteligencia, como así también la medida de su desarrollo o un hecho anormal o patológico en SI. La anomalía no es por SIpatoló-
maduración se in cribe en esta pretensión de gobierno de las variaciones gica, expresa otra posible norma de la vida. Lo patológico o ~a ~nferme-
de las formas de la vida. dad im-plica pathos, sentimiento directo y concreto de sufrimiento. La
anomalía sólo es reconocida por la ciencia cuando ha sido antes sentida
• Lo normal y lo común por la conciencia como obstáculo para el ejercicio de las fu~ciones, como
Canguilhem nos permite desarticular la idea que emparenta norma molestia o nocividad. Es decir, no se está enfermo en relación a los otros,
a frecuencia, es decir, la idea de que lo común, lo frecuente, es lo normal. sino fundamentalmente en relación a uno mismo. La ilusión de captu-
L común demuestra frecuencia, no normalidad. Esta ecuación se fun- rar la medida de los sujetos ajustado a una norma idealizada impide
damenta en aquella tradición filosófica que interpreta generalidad como observar o escuchar genuinamente las normas en las que esa forma se
el signo de una esencia, y toda perfección como la realización de esa esen- expresa.
cia, por lo tanto, una generalidad observable adquiere el valor de una per-
fección alcanzada, lo que implica que un carácter común adquiera el valor
de un tipo ideal. c. Otras herramientas para pensar el problema de
Por el contrario, para Canguilhem, la frecuencia no es más que la des- la educabilidad
cripción fenomenológica de una norma. La norma no se deduce del pro-
medio de valores posibles, sino que se traduce en él. El autor refiere en este La intervención en las dificultades de aprendizaje de los alumnos es
sentido a la norma como expresión de un juicio de valor. Liga norma a realmente una tarea compleja. Las investigaciones realizadas nos permi-
normatividad y no a frecuencia, y por normatividad comprende las reglas tieron observar los circuitos de evaluación e intervención, la presencia
que lo viviente establece con su medio, tanto en el estado de salud como hegemónica de la mirada psicológica y las particulares dimensiones que
en el de enfermedad. La norma expresa un juicio de valor, ese juicio de recortan. Estas ponderan la descripción de las capacidades del alumno,
valor da cuenta de la forma y las relaciones que establece lo viviente en un recopilan información de su historia familiar y escolar y dirigen las inter-
determinado contexto y en determinado momento histórico. "Un rasgo venciones hacia los problemas de aprendizajes más que a la dimensión
humano no sería normal por ser frecuente, sino a la inversa: sería frecuente de las prácticas de enseñanza en juego, promoviendo de e te modo una
por ser normal, e decir n rmativo en un género de la vida" ( anguilhem, 1 ctura centrada predominantemente en el individuo. En este análisis, las
J 984: 143). Lo anormal, para anguilhern, no es tal por ausencia de nor- condi i nes social s, familiares y c lar son simpl mente definida
m tividad, n hay vida sin n rrna de vida, hay diferentes maneras de vivir. omo fact r que inciden en 1 rendimiento o desempeño e colar pe-
rable (Baqu ro et al., 2005).
diferenciada, sin más bien identidad cntr I normal y lo patológic . La identidad in embargo, de de la propia P icología Educacional, e ntamos con
entre 1 n rrnal y lo pat lógico implica la p sibilidad de e mprcndcr y gobernar lo
tra herramienta para pen ar 1pr bl ma de la educabilidad. Los m d -
estad m rbid s mediante el e tudio de lo estado de salud ( e Blanc, 1.998).
I s socio ultural s de cuñ vigostkian permiten abrir la interpreta i n

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Desde esta mirada, el contexto adquiere un lugar de inherencia en el
del desarrollo subjetivo considerando unidades de análisis más amplias". proceso de desarrollo, se transforma en el propio texto de la constitución
Estos enfoques permiten poner bajo cuestión la natufaleza de las explica- subjetiva. Yen este sentido, los contextos educativos se presentan como
ciones del paradigma dominante centrado en el individuo como unidad factores sustantivos del desarrollo en general. Así, cobra significatividad
de análisis de la explicación psicológica. El giro contextualista ha logrado el arreglo que los contextos presentan, rescatando el análisis del carácter
desplazar la mirada, que, clásicamente, recae en los individuos, a las situa- histórico, cultural y políticamente específico que adquiere la organiza-
ciones en las que están implicados con su singularidad, poniendo en relieve ción del aprendizaje y su desarrollo a partir de las prácticas educativas esco-
el carácter situacional y mediado del desarrollo de los sujetos, sentando lares modernas.
una fuerte pregunta por el papel del contexto. Invitamos al lector a pro- "Un doble movimiento, al fin, que al reclamar un desplazamiento
fundizar esta idea y las siguientes en el capítulo primero del presente libro. de la mirada del individuo a la situación, reclama ahora una puesta bajo
Estos enfoques han señalado la necesidad de abordar las dificultades . crítica de la situación misma. Situación que debería ser atrapada no sólo
d~ ~prendizaje no como problemáticas individuales por capacidades cog- en su especificidad educativa sino en ésta en tanto escolar. Es decir, la
mtrva deficitarias o disminuidas por factores externos. Repensar las uni- reflexión sobre el carácter situacional del desarrollo subjetivo debe ser
dades de análisis en juego implica abordar desde una perspectiva más complementada con una reflexión sobre el carácter histórico y contin-
amplia los procesos de aprendizaje)' desarrollo, considerándolos como gente de las prácticas escolares modernas" (Baquero, 2000:18)_
efectos de la interacción de los sujetos, con sus diferencias individuales, A lo largo del capítulo, se ha ido desarrollando cómo las prácticas de
identidades sociales o culturales, etcétera, en las situaciones particulares evaluación e intervención sobre las dificulta ces de aprendizaje de los
que proponen las instituciones y dispositivos escolares. alu~oS, así como la estructura de los informes que se construyen para
Esta mirada aporta herramientas de apertura que permiten cuestio- regIstrarlas, presentan numerosas estrategias y criterios ajustados a una
nar algunos los supuestos en los que se sostiene la versión clásica de la norma definida como la concepción clásica de educabilidad. Los meca-
ducabilidad. Presenta la ventaja de brindar una postura que no sustan- nismos que se ponen en marcha en el contexto institucional otorgan visi-
cializa el aprendizaje como una capacidad natural de los individuos, sino, bilidad a los fenóm nos escolares predominantemente en términos de
más bien, como el efecto de una situación o de un encuentro. Sus fun- procesos psicológicos o capacidades intelectuales individuales objetiva-
damentos se apoyan en la perspectiva socio-histórica para pensar los pro- bl~s y mesurables. Esta norma se presenta corno un patrón único, una
cesos de desarrollo y aprendizaje. Desde allí, se enfatiza el carácter arti- g~illa so~re la cual medir lo esperable del sujeto, con la cual comparar sus
ficial de los procesos de subjetivación en juego en los ámbitos e colares diferencias y calcular la distancia que mantiene con lo común o 10 nor-
en tanto contextos socialmente organizados, recuperando su carácter his- m~. La psicología o las pedagogías psicológicas aportan instrumentos y
tórico, social y mediado. umdades de análisis que codifican e interpretan los comportamientos esco-
lares, estableciendo en estos regímenes de visibilidad, estándares, umbra-
8. La perspectiva de I enfoque socioculturales en Psic logia Educaci nal e ha plan- les, pautas, tiempos y ritmos esperados que colaboran en la construcción
tead e n rccurrencia la necesidad de ad ptar nuevas unidades de análisis que con-
de los criterios de normalidad y anormalidad. Sostienen la ilusión de cap-
templen a pe t e ntextuale , hi tóricos y culturales para la cornprensi n dios fenó-
rnen de de arr LI y aprendizaje. csde la década d 170. por un lado, la influencia turar la esencia de un sujeto, generando un cierr a la pregunta po ible
del pcn ami nt vigotskian (Vigo tky, 1934) y I s 1raba; s eur pe ne -vig t ki- por ]a normatividad en juego.
nan (Engc tron, 1987), y P r el otr ,1 estudi s iransculturale del dcsarr 11 Desde otras perspectivas, podemos considerar a la ducabilidad más
human que llevar n p st ri rrnente a la Psicol gía ultural nortearneri na ( le
~ Scribn r, I 74; Wert eh, 1993; Lave, 2001) ubicar n en el centro de su preocupa- bien como el encuentro posible entre dios sujet , n determinad s
I ne el pr blerna de las rclaci nc entr ujct y c ntcxto para la c mprcnsi n de condicion s que aseguren y garanticen la transformación de lo exist nt .
I pr cesos de de arr 110y aprendizaje.
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La i~ea de educabilidad remite a una incompletud fundamental y origi- BIBLIOGRAFtA
nana que en contextos sociales se presenta como potencialidad. Así,
hablar de educabilidad implica encontrar la naturaleza inacabada, incom. BAQUERO,R. YF. TERIGl(1996) "En búsqueda de una unidad de análisis
p.leta del hombre. En este sentido la educación posee un lugar privile- del aprendizaje escolar". En: Apuntes Pedagógicos, N°. 2. UTE/CTERA.
giado, ya que se encuentra situada en el lugar de constituir lo específica- Buenos Aires.
mente humano (Baquero et al., 2005). Así, compartimos la concepción BAQUERO,R. (1997) "Sobre instrumentos no pensados y efectos impen-
que observa a la educabihdad como aquella afirmación de que el hom- sados: algunas tensiones en Psicología Educacional". En: [ICE, Año VI:
b~e n? está encerrado en su naturaleza y de que su naturaleza tiene la ori- N0. 11, pp. 12-28. Buenos Aires.
gIn~lJdad de poder rebasar siempre los límites de la naturaleza. Como BAQUERO,R. (2000) "Lo habitual del fracaso yel fracaso de lo habitual".
sostiene
. Pat ure t "1a e d uca bilid
1 1 a d d a testimonio
.. .
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