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Según Ripert el término avería, indica en general todo daño o pérdida que pueda
sobrevenir en el curso de una expedición marítima. Alude también a los gastos de
carácter excepcional o anormal realizados durante ella, con la finalidad de
salvarla. Por consiguiente, quedan al margen de este concepto todos aquellos
desembolsos o gastos comunes a toda aventura marítima, como, por ejemplo, los
de pilotaje, derechos de puerto, remolque, etc.
ANTECEDENTES HISTORICOS
La Avería Gruesa es quizás la más antigua de las instituciones vinculadas con el
Transporte Marítimo. Nació naturalmente con el incremento del comercio por
agua.
Para hallar sus orígenes habría que trasladarse muchos años atrás, con el
principio elaborado por los griegos de Rhodia (año 900 AC), luego el Derecho Civil
Romano, las ordenanzas de Luis XIV, las “Glasgow Resolutions” hasta que en el
año 1877 se aprobaron en Amberes las Reglas de York, modificadas en 1890 en
Liverpool y alcanzando rápida aceptación internacional. Vinieron luego las
versiones de las
Avería daño:
Son averías-daño, no sólo los daños materiales extraordinarios que ocurran al
buque o carga (destrucción, pérdida o menoscabo de los efectos), sino también
las depreciaciones sufridas por las mercaderías que no pudieron llegar a destino o
que regresaron al punto de partida, que no hubieran ocurrido en una navegación
normal.
Extinción de incendio
La regla III admite como avería gruesa los daños causados al buque y a la carga o
a uno de ellos, por el agua u otro procedimiento utilizado para extinguir un
incendio a bordo. Pero no se admitirá compensación por daños causados a partes
del buque y de la carga a granel o a bultos individuales de la carga que hubieran
sido afectados por el fuego.
Los daños causados por varar o barrenar el buque para extinguir un incendio
también se considera avería gruesa.
Varada voluntaria
La regla V establece que se liquidará como avería gruesa todo daño sufrido a
consecuencia de haberse varado intencionalmente el buque por razones de
seguridad común, como así también los daños sufridos para reflotar el buque
varado.
La regla comentada excluye del régimen de la avería gruesa, los daños o
pérdidas derivados de varadura cuando, de no adoptarse esa medida, el buque
hubiera sido inevitablemente arrojado sobre la costa o sobre las rocas.
Averías gastos
Arribada forzosa:
Se dice que el buque hace una arribada forzosa cuando entra por necesidad en
algún puerto o lugar distinto de los previstos en un contrato o por la costumbre.
Las causas de la arribada forzosa pueden ser, accidentes, falta de provisiones, y
en general, cualquier circunstancia que para la seguridad común hagan necesaria
la arribada.
Según la regla X cuando un buque hubiera entrado a un puerto o lugar de arribada
forzosa o hubiera vuelto a su puerto de carga, a consecuencia de un accidente,
sacrificio u otra circunstancia extraordinaria que haga necesaria esa medida par la
seguridad común, los gastos de entrada a tal puerto o lugar se consideraran
avería gruesa y cuando haya vuelto a partir con toda o parte de su carga primitiva,
os gastos de salida de tal puerto o lugar, que hayan sido consecuencias de tales
entradas o salidas, se considerarán así mismo averías gruesas.
Estas mismas reglas se aplican para el caso de que haya que llevar el buque a
otro puerto o lugar de raíz de que las reparaciones no puedan realizarse en el
puerto o lugar de arribada forzosa.
Gastos sustituidos
La expresión gastos sustitutivos, se emplea para significar ciertos gastos que
aunque carecen, por sí mismos del carácter propio de la avería gruesa se liquidan
como tal, en el caso en que esos gastos han servido para economizar una parte
de desembolsos mayores.
Regla F.
Cualquier gasto extraordinario incurrido en sustitución de otro que hubiera sido
bonificado en avería gruesa, será considerado como avería gruesa y así admitido,
sin tener en cuenta lo ahorrado, si lo hubiera, a otros intereses, pero solamente
hasta el importe del gasto de avería gruesa así evitado.
En general puede formularse el principio de que, siempre que en virtud de una
medida arbitrada en el interés común, uno de los interesados haya producido una
economía de gastos que normalmente debieron soportarse, los costos de esa
medida deben ser tenidos en cuenta en el reglamento de la avería común.
De acuerdo a la Regla F, no se necesita autorización alguna o convenio entre
los interesados para proceder a este gasto beneficioso para la mancomunidad
marítima.
Compromiso de avería
Art. 404. - Cuando se haya producido un acto de avería común, el consignatario
de mercaderías que deba contribuir a su pago, está obligado, antes de que le sean
entregados, a firmar un compromiso de avería y a efectuar un depósito en dinero u
otorgar una fianza a satisfacción del transportador o de sus representantes, para
responder al pago de la respectiva contribución. En el compromiso, el
consignatario puede formular todas las reservas que crea oportunas.
A falta de depósito o de otorgamiento de la fianza, el transportador o sus
representantes pueden solicitar, con el testimonio de la protesta otorgada por el
capitán o agente marítimo, el embargo de la mercadería.
Por lo general el depósito en dinero a que se refiere la disposición, es
reemplazado por la garantía otorgada por los aseguradores de la carga, ya que
ellos en realidad son los que habrán de intervenir en la liquidación de la avería.
Liquidación
La ley de navegación en su Art. 405. - Todos los contribuyentes están obligados a
remitir al liquidador de averías designado, con la menor dilación posible, la
documentación que justifique el valor de la mercadería respectiva, de acuerdo con
lo establecido en la Regla XVII y concordantes de York-Amberes, texto de 1950.
En caso de no hacerlo, responden por los daños y perjuicios emergentes de su
omisión y el liquidador o los interesados pueden accionar judicialmente a ese
efecto
Art. 406. - Quien se considere acreedor por un acto de avería común, debe
obtener el reconocimiento extrajudicial o judicial de la liquidación para el cobro de
la contribución.
En el juicio correspondiente puede discutirse tanto la causa como el monto de la
contribución. La liquidación reconocida por las partes interesadas en forma
expresa o por decisión judicial, otorga acción ejecutiva a los beneficiarios.
De esta norma se extraen 2 principios muy importantes:
a- en el juicio correspondiente se puede discutir tanto la causa como el monto
de la contribución.
b- Luego de que la liquidación haya sido reconocida expresamente por las
partes o por decisión judicial, se abre la vía ejecutiva a favor de los beneficiarios.
La liquidación es el procedimiento o conjunto de operaciones que tiene por
objeto evaluar la avería, estimar los valores llamados a contribuir y determinar la
contribución de avería que cada uno debe efectuar.
La liquidación es realizada por el liquidador de averías, puede tratarse de una
persona física o de una entidad, pero en ambos casos debe tratarse de personas
con mucha experiencia, es decir de expertos en la materia.
Por lo general la liquidación comienza con una exposición de los hechos que
motivaron el acto de avería y su calificación, luego se determinan 2 masas: la
masa acreedora (suma de los valores que deben ser indemnizados) y la masa
deudora (valores que deben contribuirse). Luego se fija un porcentaje de
contribución.
La masa acreedora: esta formada por todos los daños, sacrificios o gastos que
deben indemnizarse. Quedan comprendidos por ej: daños al buque, costo de
reparaciones, mercaderías destruidas o deterioradas, flete perdido, todo gasto
extraordinario realizado a consecuencia de la avería común.
La masa deudora o contribuyente: esta formad por todos los bienes salvados que
integran la masa acreedora. Esta constituida entonces por el buque, la carga y el
flete (salvo que fuese a todo evento)
La cuota de contribución resultante se aplica sobre el valor de cada uno de los
intereses contribuyentes.
Prueba
Ley aplicable
La ley de navegación inspirada en las reglas del tratado de Montevideo soluciona
a través de los arts. 607 y 608, los conflictos de leyes que se puedan presentar:
a- ley de la nacionalidad del buque: (ley del pabellón) La ley de la nacionalidad del
buque determina la naturaleza de la avería, y en la avería común, los elementos,
formalidades y la obligación de contribuir; (conf art 607).
Art. 608 - Las averías particulares relativas al buque se rigen por la ley de su
nacionalidad.
b- ley local: Art 607 La ley del estado en cuyo puerto se practican, rige la
liquidación y prorrateo de la avería común.
c- ley del lugar de ejecución del contrato: Art 608 Las referentes a los efectos
embarcados, se rigen por la ley aplicable a su respectivo contrato de fletamento o
de transporte.
Prescripción
Art. 407. - Las acciones derivadas de la avería común prescriben por el transcurso
de un (1) año, contado a partir de la conclusión de la descarga en el puerto en que
terminó la expedición o la aventura que motivó la contribución.
Cuando se haya firmado un compromiso de avería, la prescripción se opera al
cabo de cuatro (4) años contados desde la fecha de su firma. Si alguna de las
partes interesadas acciona judicialmente, y la parte que obtuvo la firma del
compromiso pide fundamentalmente la concesión de un plazo, el juez lo fijará de
acuerdo con el compromiso y las circunstancias del caso, considerándose
suspendido el término de prescripción, que volverá a correr al vencimiento del
plazo acordado.
La acción ejecutiva prevista en el artículo anterior prescribe al año, contado desde
el reconocimiento efectuado por las partes o por decisión judicial.