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Trastornos psicológicos

Los trastornos psicológicos tienen diferencias muy importantes con la enfermedad


física. En esta página podrás encontrar una explicación somera de la forma de verlos
en Psicoterapeutas.com y una lista de los trastornos con sus tratamientos sobre los
que encontrarás información en nuestras páginas.

Qué es un trastorno psicológico y sus causas

Los trastornos psicológicos se pueden ver como enfermedad mental o como problema de
conducta: Cuando los psicólogos cognitivo conductual hablamos de conducta: incluimos los
pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones, que tienen leyes especiales de
condicionamiento, que están recogidas en la teoría de los marcos relacionales.
Indudablemente los pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones influyen en
nuestro estado y en nuestra felicidad.

La enfermedad del cerebro existe, sería cuando es atacado por virus, tumores, etc. o
cuando por alguna causa física no funciona bien. Estamos hablando de trastornos
orgánicos y de algunas enfermedades que se suponen de origen físico, como la psicosis o
el trastorno bipolar; aunque no se conocen los procesos que las provocan. En esos casos,
la labor del psicólogo viene apoyada por la medicación y una labor fundamental es
conseguir que el paciente cumpla las prescripciones de su médico. La labor del psicólogo
es, de nuevo, conseguir una mejor calidad de vida para estas personas. Las tareas que se
suelen enfrentar con técnicas cognitivas, entrenamiento en habilidades sociales o de
aceptación para ayudar al paciente a aceptar su enfermedad y tener una vida más plena.

En otros casos hay discusión sobre si las causas son orgánicas o no, por ejemplo, la
depresión. Se habla de que los neurotransmisores se desequilibran y que es la causa
de sentirnos deprimidos y comportarnos como tales. El problema, según los biologicistas,
es que tenemos una enfermedad mental, porque nuestro cerebro funciona mal. Podría ser,
pero hay que tener en cuenta que los neurotransmisores están al servicio de la
conducta y que cambian cuando cambiamos nuestra conducta: si nos enfadamos la
adrenalina se dispara, si nos deprimimos los neurotransmisores se desequilibran. Hay una
categoría diagnóstica la depresión endógena, que separa la depresión reactiva a
situaciones concretas de la que se supone que se debe a causas físicas. Esta categoría
está ya en desuso porque realmente se ha empleado cuando el profesional no ha
encontrado una causa a la que atribuir la depresión.

Los problemas de conducta producen sufrimiento y trastornos psicológicos y son el


campo de los psicólogos. Si nos comportamos inadecuadamente. Por ejemplo, queriendo
ser perfectos o negándonos a sufrir, nos produciremos problemas psicológicos. Es preciso
conoce las leyes que rigen nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones
para no comportarnos de forma que nos hagamos daño a nosotros mismos. En el "Curso
Terapéutico de Aceptación I y II" se explican las leyes básicas del pensamiento humano y
se explica cómo nos puede producir problemas no seguirlas.

Otra de las causas de sufrimiento psicológico que puede dar lugar a trastornos son las
relaciones humanas. Las relaciones de pareja son una fuente fundamental de felicidad,
pero también de sufrimiento cuando no van como nos gustaría. Lo mismo pasa con las
amistades y también en las relaciones laborales.
En nuestras formas de enfrentar nuestros problemas actuales podemos
emplear esquemas de comportamiento aprendidos en la infancia que no son
adecuados y que siendo adultos podríamos cambiarlos. Sin embargo, no lo hacemos
porque los hemos automatizado y ni siquiera somos conscientes de que existen otras
alternativas. Por ejemplo, nos comportamos con personas que nos hacen daño como lo
hacíamos cuando éramos pequeños y no podíamos más que someternos a ellas; pero
ahora podríamos comportarnos de otra forma sin correr los mismos riesgos que los que
correríamos en nuestra infancia.

En Psicoterapeutas.com puedes encontrar información sobre muchos trastornos y


sus tratamientos tal y como se abordan en nuestro
centro de referencia:
 Ansiedad
 Generalidades
 Qué es la ansiedad
 La ansiedad como emoción
 Reacciones de ansiedad
 Ansiedad sana y patológica
 Control de la ansiedad
 Terapéutica de la ansiedad
 Algunas preguntas sobre ansiedad
 Compendio de lo anterior
 Ansiedad generalizada
 Agorafobia
 Agorafobia: Visión general
 Criterios diagnósticos de la agorafobia
 Tratamiento
 Contestación a una consulta
 Aplicación del Curso Terapéutico de Aceptación a la agorafobia
 Fobia social
 Tratamiento
 Otros aspectos
 Aplicación del Curso Terapéutico de Aceptación a su tratamiento
 La vergüenza y la autocrítica destructiva
 Libro: "Entiende y maneja tu ansiedad"
 Trastorno Obsesivo Compulsivo
 El trastorno obsesivo compulsivo
 Su tratamiento
 Tratamiento de casos difíciles
 Las obsesiones sin compulsiones
 Su tratamiento con el Curso Terpéutico de Aceptación
 La preocupación patológica
 Trastorno de pánico

 Depresión
 La depresión aspectos generales
 Qué es la depresión
 Tratamientos de la depresión
 Depresión posparto
 Enlaces sobre depresión
 El duelo
 Tareas para superar el duelo

 Problemas de pareja
 Los conflictos en la pareja
 La infidelidad en la pareja y su tratamiento
 La recuperación de la pareja después de la infidelidad
 Resumen del tratamiento de la infidelidad
 Problemas que encuentra el profesional en el tratamiento de la infidelidad

 Dificultades de aprendizaje

 Trastornos personalidad

 Agresividad
 Tratamiento
 Violencia de género
 Violencia contra la mujer
 Violencia de género digital

 Hipocondria
 Hipocondria
 Criterios diagnósticos
 Un caso concreto
 Hipocondria e hipocondriacos
 Algunos aspectos de la hipocondria
 Aplicación del "Curso Terapéutico de Aceptación a la hipocondría"

 Dolor crónico

 Insomnio

 Tartamudeo
 Introducción general
 Tratamiento del tartamudeo
 Tratamiento de un caso
 Algunas consideraciones
 Visión general
 Índice del libro tratamiento psicológico

 Tics:
 Los tics, características, causas y diagnóstico
 Tratamientos de los tics

 Trauma
 El hecho traumático, el trauma, definiciones y procesos que causan problemas
psicológicos
 El tratamiento de los trastornos traumáticos
 Criterios de DSM 5 para el trastorno por estrés postraumático

 Tricotilomanía

 Vergüenza y autocrítica:
 Tratamiento de la vergüenza y la autocrítica desde la autocompasión
 Terapia de la vergüenza y la autocrítica (ampliado)

 Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad:


 Las páginas sobre TDAH que hay en Psicoterapeutas.com
 Visión general
 Tratamiento de un caso concreto de TDAH

 La enuresis
 Diagnóstico y generalidades
 Evaluación y tratamiento de la enuresis nocturna

http://www.psicoterapeutas.com/Trastornos.html 23/3/2019
Clasificación de los trastornos psicológicos
El DSM-IV: El Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales,
DSM, por sus siglas en inglés, de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría
(APA) clasifica y describe los trastornos psicológicos. Esta clasificación fue
revisada varias veces y la cuarta edición se publicó en 1994.

El DSM IV es un manual que contiene descripciones de los síntomas y es la clasificación más usada en
esta área.

Como todo, esta clasificación no es la única y también existen críticas. Algunos la acusan de que su
orientación es demasiado médica y que abarca demasiadas clases de comportamientos que no se
relacionan en absoluto con la enfermedad mental.

CATEGORÍAS DIAGNÓSTICAS

Trastorno que suelen diagnosticarse en la infancia, en la niñez o en la adolescencia. Ejemplo: Retraso


mental, problemas de aprendizaje, trastorno autista, trastorno del déficit en la concentración con
hiperactividad.

Delirio, demencia, trastorno amnésico y otros trastornos cognoscitivos.


Ejemplo: Delirio, demencia de tipo Alzheimer, trastorno amnésico.

Trastornos mentales debidos a un problema médico general.


Ejemplo: Trastorno psicótico debido a la epilepsia.

Trastornos relacionados con el abuso de sustancias .


Ejemplo: Dependencia del alcohol, dependencia de la cocaína, dependencia de la nicotina, etc.

Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.


Ejemplo: Esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, trastorno delirante.

Trastornos del estado de ánimo.


Ejemplo: Trastorno depresivo mayor, trastorno distímico, trastorno bipolar.

Trastornos de ansiedad.
Ejemplo: Trastorno de pánico con agorafobia, fobia social, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de
estrés postraumático, trastorno de ansiedad generalizada.

Trastornos somatoformes.
Ejemplo: Trastornos de somatización, trastornos de conversión, hipocondriasis.
Trastornos ficticios.
Ejemplo: Trastornos ficticios con signos y síntomas predominantemente físicos.

Trastornos disociativos.
Ejemplo: Amnesia disociativa, fuga disociativa, trastorno de identidad disociativa, trastorno de
despersonalización.

Trastornos sexuales y de identidad de género.


Ejemplo: Trastorno de deseo sexual hipoactivo, trastorno eréctil del varón, trastorno orgásmico de la
mujer, vaginismo.

Trastornos de la alimentación.
Ejemplo: Anorexia nerviosa, bulímica nerviosa.

Trastornos del sueño.


Ejemplo: Insomnio primario, narcolepsia, terrores durante el sueño.

Trastornos del control de impulsos.


Ejemplo: Cleptomanía, piromanía, juego patológico.

Trastornos de ajuste.
Ejemplo: Trastorno de ajuste con estado de ánimo deprimido, trastorno de ajuste con alteración del
comportamiento.

Trastornos de la personalidad.
Ejemplo: Trastorno de la personalidad antisocial, trastorno de personalidad limítrofe, trastorno de la
personalidad narcisista, trastorno de la personalidad dependiente.

EJERCICIOS

1- Menciona por qué, a tu criterio, es importante clasificar los trastornos.

2- Averigua con un profesional de la salud mental, por qué es importante seguir una clasificación
mundial en vez de que cada país tenga la propia.

05 de junio de 2019 abc color


http://www.abc.com.py/articulos/clasificacion-de-los-trastornos-psicologicos-847641.html

Los principales Trastornos


Psicológicos
Enfermedades mentales en general, son causa de angustia y deterioro en importantes áreas
del funcionamiento psíquico, afectando al equilibrio emocional, al rendimiento intelectual y
a la adaptación social. A través de la historia y en todas las culturas se han descrito
diferentes tipos de trastornos, pese a la vaguedad y a las dificultades que implica su
definición.

A lo largo de la historia, y hasta tiempos relativamente recientes, la locura no era


consideraba una enfermedad sino un problema moral —el extremo de la depravación
humana— o espiritual —casos de maldición o de posesión demoníaca. Después de unos
tímidos inicios durante los siglos XVI y XVII, la psiquiatría empezó a ser una ciencia
respetable en 1790, cuando el médico parisino Philippe Pinel decidió quitar las cadenas a
los enfermos mentales, introdujo una perspectiva psicológica y comenzó a hacer estudios
clínicos objetivos. A partir de entonces, y desde que se inició el trabajo en los manicomios,
se definirían los principales tipos de enfermedades mentales y sus formas de tratamiento.

Contenido [mostrar]

Clasificación de trastornos mentales


La clasificación de los trastornos mentales es todavía inexacta y varía según las
escuelas y doctrinas psicopatológicas. Para uniformar criterios, la Organización Mundial
de la Salud (OMS) creó la DSM, clasificación universal de los trastornos mentales que ha
conocido hasta la fecha varias versiones.

La mayoría de los sistemas de clasificación reconocen los trastornos infantiles como


categorías separadas de los trastornos adultos. Igualmente, distinguen entre trastornos
orgánicos, los más graves provocados por una clara causa somática, fisiológica, relacionada
con una lesión estructural en el cerebro, y trastornos no orgánicos, a veces también
denominados funcionales, considerados más leves.

Partiendo de la distinción en función de la gravedad y de la base orgánica, se diferencian


los trastornos ‘psicóticos’ de los ‘neuróticos’. De forma general, psicótico implica un
estado en el que el paciente ha perdido el contacto con la realidad, mientras que neurótico
se refiere a un estado de malestar y ansiedad, pero sin llegar a perder contacto con la
realidad. En su extremo, como formuló Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis,
todos somos “buenos neuróticos”, en tanto que los casos de psicosis son contados. Los más
comunes son: la esquizofrenia, la mayor parte de los trastornos neurológicos y cerebrales
(demencias) y las formas extremas de la depresión (como la psicosis maniaco-depresiva).
Entre las neurosis, las más típicas son las fobias, la histeria, los trastornos obsesivo-
compulsivos, la hipocondría y, en general, todos aquellos que generan una alta dosis de
ansiedad sin que exista una desconexión con la realidad.

Trastornos infantiles
Algunos trastornos mentales se hacen evidentes por primera vez durante la infancia, la
pubertad o la adolescencia.

El déficit cognitivo en la infancia se caracteriza por la incapacidad para aprender con


normalidad y llegar a ser independiente y socialmente responsable como las personas de la
misma edad y cultura. Los individuos con un cociente intelectual inferior a 70 se
consideran retrasados en cuanto a su inteligencia.

La hiperactividad, desorden que parte de un déficit en la atención y la concentración, se


traduce en un exceso de ímpetu en el individuo que la padece, haciéndole incapaz de
organizar y terminar su trabajo, de seguir instrucciones o perseverar en sus tareas, debido a
una inquietud constante y patológica.
Los trastornos ansiosos comprenden el miedo a la separación (abandono de la casa o de los
padres), a evitar el contacto con los extraños y, en general, un comportamiento pusilánime
y medroso.

Otros trastornos mentales se caracterizan por la distorsión simultánea y/o progresiva de


varias funciones psíquicas, como la atención, la percepción, la evaluación de la realidad y
la motricidad. Un ejemplo es el autismo infantil, trastorno caracterizado por el desinterés
del niño hacia el mundo que le rodea.

Algunos problemas del comportamiento pueden ser también trastornos infantiles: como
la tartamudez y demás trastornos del habla, la enuresis o la encopresis.

Trastornos orgánicos
Este grupo de trastornos se caracteriza por la anormalidad psíquica y conductual
asociada a deterioros transitorios o permanentes en el funcionamiento del cerebro.
Los desórdenes presentan diferentes síntomas según el área afectada o la causa, duración y
progreso de la lesión. El daño cerebral procede de una enfermedad orgánica, del consumo
de alguna droga lesiva para el cerebro o de alguna enfermedad que lo altere indirectamente
por sus efectos sobre otras partes del organismo.

Los síntomas asociados a los trastornos orgánicos mentales podrán ser el resultado de un
daño orgánico o la reacción del paciente a la pérdida de capacidades mentales. Ciertos
trastornos presentan como característica principal el delirio o un estado de obnubilación de
la conciencia que impide mantener la atención, acompañado de errores perceptivos y de un
pensamiento desordenado e inadaptado a la realidad.

Otro síntoma frecuente de los trastornos orgánicos como la enfermedad de Alzheimer, es la


demencia, caracterizada por fallos en la memoria, el pensamiento, la percepción, el juicio y
la atención, que interfieren con el funcionamiento ocupacional y social. La demencia senil
se da en la tercera edad y produce alteraciones en la expresión emocional (apatía creciente,
euforia injustificada o irritabilidad).

Esquizofrenia
La esquizofrenia abarca un grupo de trastornos graves, que normalmente se inician en la
adolescencia. Los síntomas son las agudas perturbaciones del pensamiento, la percepción y
la emoción que afectan a las relaciones con los demás, unido a un sentimiento perturbado
sobre uno mismo y a una pérdida del sentido de la realidad que deteriora la adaptación
social. El concepto de ‘mente dividida’, implícito en la palabra esquizofrenia, hace
referencia a la disociación entre las emociones y la cognición, y no, como vulgarmente se
supone, a una división de la personalidad que, más bien, hace referencia a otro tipo de
trastornos como la personalidad múltiple o psicopatía, denominada así por el psiquiatra
alemán Emil Kraepelin.

Trastornos de la afectividad
Son aquellos trastornos en los que el síntoma predominante es una alteración del estado de
ánimo. El más típico, la depresión, se caracteriza por la tristeza, el sentimiento de culpa,
la desesperanza y la sensación de inutilidad personal. Su opuesta, la manía, se caracteriza
por un ánimo exaltado, expansivo, megalomaníaco y también cambiante e irritable, que
se alterna casi siempre con el estado depresivo.

Trastornos paranoides
Su síntoma principal son las ideas delirantes (creencia falsa, firmemente asentada, y
resistente por ello a la crítica) y las más típicas son las de persecución (se considera víctima
de una conspiración), las de grandeza (el sujeto se cree de ascendencia noble, principesca,
santa, genial e incluso divina) o las celotípicas (celos desmedidos). En cualquier caso, la
personalidad paranoide es defensiva, rígida, desconfiada y egocéntrica, por lo que tiende a
aislarse y puede llegar a ser violentamente antisocial. Este trastorno normalmente suele
iniciarse en la mitad o al final de la vida, destruyendo las relaciones sociales, sobre todo las
de pareja.

Trastornos de ansiedad
La ansiedad es el síntoma predominante en dos casos: los desórdenes que suponen pánico
ante situaciones concretas y los trastornos ansiosos generalizados.

En las fobias y los trastornos obsesivo-compulsivos, el pánico aparece cuando el


individuo intenta dominar otros síntomas: el miedo irracional, desmedido, a una situación,
objeto o animal concretos que altera su vida cotidiana. Entre las más perturbadoras está la
agorafobia, miedo a los espacios abiertos o muy cerrados (claustrofobia), tras el cual se
oculta en realidad un miedo desmedido a la muerte o al propio pánico, y que impide a los
que la sufren salir a la calle. Por otro lado, las obsesiones, neurosis cada vez más frecuentes
(frente a la histeria, que ha ido disminuyendo su frecuencia), consisten en pensamientos,
imágenes, impulsos o ideas repetitivas y sin sentido para la persona, que se ve sin embargo
sometida a ellos. Por último, la compulsión es la tendencia irrefrenable a repetir
mecánicamente comportamientos inútiles, rituales de comprobación o de previsión (por
ejemplo, lavarse las manos más de treinta veces al día o revisar una y otra vez la llave de
paso del gas).

Otros trastornos neuróticos


Además de la depresión neurótica y otros trastornos ansiosos, hay diversas situaciones que
tradicionalmente se han considerado neuróticas, como la histeria, las reacciones de
conversión (de un conflicto psíquico a una enfermedad orgánica irreal), la hipocondría y
lostrastornos disociativos.
Los llamados trastornos psicosomáticos se caracterizan por la aparición de síntomas físicos
sin que concurran causas físicas aparentes. En la histeria, las quejas se presentan de forma
teatral y se inician, por lo general, en la adolescencia, para continuar durante la vida adulta.
Es un trastorno que se ha diagnosticado con mayor frecuencia en mujeres que en hombres,
y en su extremo —la histeria de conversión— aparecen parálisis que imitan trastornos
neurológicos, de modo similar al dolor psicogénico que no presenta una causa física
aparente. Por último, en la hipocondría el síntoma dominante es el miedo irracional a la
enfermedad.

Entre las formas disociativas de trastorno mental están la amnesia psicológica y la


personalidad múltiple (antaño conocida como histeria de la personalidad alternante), una
extraña enfermedad en la que el paciente comparte dos o más personalidades distintas,
alternando el predominio de una o de otra (es el caso de la obra de Robert Louis Stevenson
Dr. Jekyll y Mister Hyde y de la película de Alfred Hitchcock, Psicosis).

Trastornos de la personalidad
A diferencia de lo episódico de los trastornos neuróticos e incluso de algunos psicóticos, los
trastornos de la personalidad duran toda la vida; determinados rasgos de la personalidad del
enfermo son tan rígidos e inadaptados que pueden llegar a causar problemas laborales y
sociales, daños a uno mismo y probablemente a los demás.

La personalidad paranoide se caracteriza por la suspicacia y la desconfianza. La


esquizoide ha perdido la capacidad e incluso el deseo de amar o de establecer relaciones
personales, mientras que la esquizotípica se caracteriza por el pensamiento, el habla, la
percepción y el comportamiento extraños.
Las personalidades histriónicas se caracterizan por la teatralidad de su comportamiento
y de su expresión, relacionadas en parte con el siguiente tipo, la personalidad
narcisista, que demanda la admiración y la atención constante de los demás.

Las personalidades antisociales (antes conocidas como psicopatías) se caracterizan por


violar los derechos de los demás y no respetar las normas sociales. Este tipo de
personalidad es inestable en su autoimagen, estado de ánimo y comportamiento con los
demás, y los ‘evitadores’ son hipersensibles al posible rechazo, la humillación o la
vergüenza. La personalidad dependiente es pasiva hasta el punto de ser incapaz de
tomar una decisión propia, forzando a los demás a tomar las decisiones en su lugar. Los
‘compulsivos’ son perfeccionistas hasta el extremo e incapaces de manifestar sus afectos.
Por último, los ‘pasivos-agresivos’ se caracterizan por resistirse a las exigencias de los
demás a través de maniobras indirectas, como la dilación o la holgazanería.

Incidencia y distribución de las enfermedades mentales


Es imposible saber con exactitud cuántos individuos padecen trastornos mentales. Los
registros de admisión a los centros psiquiátricos pueden ser orientativos, pero hay que tener
en cuenta que excluyen a un amplio número de personas que nunca buscan tratamiento por
no considerar que sufren algún trastorno.

De estos últimos, la mayor parte presenta trastornos menores, ya que el riesgo de sufrir una
esquizofrenia alguna vez en la vida es de un 1%, mientras que el de sufrir una depresión —
el trastorno mental más común en la actualidad, e incluso el motivo de consulta médica en
atención primaria más frecuente— es de un 10%. Actualmente existe una preocupación
cada vez mayor por los trastornos mentales orgánicos, puesto que inciden con más
frecuencia en las personas mayores, un sector de población que está aumentando
vertiginosamente en los países más desarrollados.
Alejandro Molina Cortés
CCH (Colegio de ciencias Humanidades-Naucalpan)

Clasificación de los trastornos psicológicos

La clasificación de los trastornos es básica para utilizar un lenguaje común que sirva a los profesionales
de la salud mental para facilitar la investigación psicológica y mejorar la comunicación entre investigadores
y psicólogos clínicos.

Una de las primeras clasificaciones diferenciaba entre trastornos neuróticos y trastornos psicóticos.

 Los trastornos neuróticos afectan la percepción del sujeto sobre sí mismo y el nivel de
aceptación del Yo, el síntoma básico es la ansiedad. Sin embargo, no suponen una desconexión
con la realidad ni un alejamiento importante de la vida social, pudiendo desenvolverse personal
y laboralmente.

 Los trastornos psicóticos, se caracterizan por la pérdida del contacto con la realidad, el
psicótico no es consciente de su enfermedad. Pueden incluir alucinaciones, delirios y una grave
alteración afectiva y relacional. Entre ellos se encuentran las depresiones, los trastornos
bipolares, la esquizofrenia, etcétera.

Las clasificaciones eran bastante vagas e informales y no hubo un amplio acuerdo al respecto hasta que,
en 1952, la American Psychiatric Association publicó el primer manual que describía y clasificaba los
distintos tipos de trastornos psicológicos: el Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades
Mentales, conocido como DSM por sus siglas en inglés. Este manual se ha ido actualizando en función
de los nuevos descubrimientos o necesidades.

Otra clasificación es la CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades), que recoge las patologías
conforme a la Organización Mundial de la Salud.
Trastorno bipolar
El trastorno bipolar es una patología psiquiátrica muy frecuente, en la que el
paciente alterna episodios depresivos con otros de euforia (manía). Suele
volverse crónico, por lo que los bipolares requieren control médico de por
vida.

Síntomas de las fases de manía en el


trastorno bipolar
Durante las fases maníacas en el trastorno bipolar el paciente
experimenta sentimientos de euforia excesivos y
desproporcionados, y su actividad física también es exagerada. La
manía es menos frecuente que la depresión y suele pasar más
desapercibida, ya que las personas que sufren episodios de manía
no siempre los consideran un problema mental y a menudo no los
consultan con el médico, sobre todo si la manía se manifiesta sin
que se haya producido un episodio depresivo previo. Los síntomas
característicos de los episodios maníacos son:

Síntomas generales
 Estado de ánimo alegre, que suele ser excesivo en relación con los
acontecimientos.
 Puede haber pacientes que se muestren sobre todo irritables.
 Gran autoestima. Delirios de grandeza.

Síntomas somáticos
 Trastornos del sueño: duermen poco, pero no se sienten cansados.
 Trastornos del apetito: suelen comer mucho, pero también hay
pacientes que no comen casi; en cualquier caso, no suelen
engordar debido al aumento de la actividad física.
 Trastornos sexuales: aumento del deseo y la actividad sexual,
adoptando conductas que pueden suponer riesgos para su salud,
como no tomar precauciones para evitar enfermedades de
transmisión sexual.
 Sensación de aumento de energía, por lo que se ven capaces de
hacer esfuerzos que antes les parecían imposibles.
Alteraciones del comportamiento
 Desprecio del riesgo y de las consecuencias de su conducta: así,
los pacientes gastan mucho dinero, abandonan su trabajo, hacen
regalos muy costosos e inadecuados, se meten en negocios
arriesgados, se vuelven promiscuos sexualmente, abusan del
alcohol...
 Aspecto llamativo en lo referente a la estética, aunque en los casos
más graves, con mucha hiperactividad, llegan a descuidar su
aspecto físico.
 Gran hiperactividad física: se implican en muchas actividades, lo
que puede llevarles al agotamiento.
 Hiperactividad mental: hablan muy rápido porque sus
pensamientos discurren con gran celeridad; al pensar más rápido
de lo que se puede hablar hay pensamientos que se pierden (fuga
de ideas).
https://www.webconsultas.com/trastorno-bipolar/sintomas-de-las-fases-de-mania-3645
https://www.trastornolimite.com/trastornos/el-trastorno-bipolar

Trastornos de la personalidad
 Síntomas y causas
 Diagnóstico y tratamiento
 Médicos y departamentos

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Descripción general

Un trastorno de personalidad es un tipo de trastorno mental en el cual tienes un


patrón de pensamiento, desempeño y comportamiento marcado y poco saludable.
Una persona con trastorno de personalidad tiene problemas para percibir y
relacionarse con las situaciones y las personas. Esto causa problemas y
limitaciones importantes en las relaciones, las actividades sociales, el trabajo y la
escuela.

En algunos casos, es posible que no te des cuenta de que tienes un trastorno de


personalidad porque tu manera de pensar y comportarte te parece natural. Y es
posible que culpes a los demás por los problemas que tienes.
Los trastornos de personalidad generalmente comienzan en la adolescencia o la
adultez temprana. Existen muchos tipos de trastorno de personalidad. Algunos
tipos se vuelven menos obvios en el transcurso de la mediana edad.

Síntomas

Los tipos de trastornos de la personalidad se dividen en tres grupos, sobre la base


de características y síntomas similares. Muchas personas que presentan un
trastorno de la personalidad también tienen signos y síntomas de, al menos, un
trastorno de la personalidad más. No es necesario que se manifiesten todos los
signos y síntomas enumerados para que se diagnostique un trastorno.

Trastornos de la personalidad del grupo A

Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo A se caracterizan por


pensamientos o comportamientos excéntricos o extraños. Incluyen el trastorno
paranoide de la personalidad, trastorno esquizoide de la personalidad y trastorno
esquizotípico de la personalidad.

Trastorno paranoide de la personalidad

 Desconfianza y sospecha generalizadas hacia los demás y sus motivos

 Creencia injustificada de que los demás intentan dañarte o engañarte

 Sospecha injustificada de la lealtad o la fiabilidad de los demás

 Vacilación al confiar en los demás debido al temor no razonable de que usarán la


información en tu contra

 Percepción de comentarios inocentes o situaciones no intimidantes como si fuesen


insultos o ataques personales

 Reacción hostil o de furia a los insultos o desaires percibidos

 Tendencia a guardar rencor

 Sospecha injustificada y recurrente de que el cónyuge o la pareja sexual es infiel


Trastorno esquizoide de la personalidad

 Falta de interés en las relaciones sociales o personales; preferencia por la soledad

 Amplitud limitada de las emociones

 Incapacidad para disfrutar la mayoría de las actividades

 Incapacidad para captar las señales sociales normales

 Aparentar ser distante o indiferente

 Poco interés o interés nulo en las relaciones sexuales


Trastorno esquizotípico de la personalidad

 Vestimenta, pensamientos, creencias, discurso o conductas peculiares

 Experiencias perceptivas extrañas, como escuchar que alguien susurra tu nombre

 Falta de expresión emocional o respuestas emotivas inadecuadas

 Ansiedad social y falta de relaciones cercanas o incomodidad con dichas relaciones

 Respuesta indiferente, inadecuada o suspicaz a los demás

 «Pensamiento mágico» (creer que puedes ejercer influencia en personas y


acontecimientos con el pensamiento)

 Creencia de que determinados incidentes o acontecimientos casuales tienen


mensajes ocultos exclusivos para ti
Trastornos de la personalidad del grupo B

Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo B se caracterizan por


pensamientos o comportamientos dramáticos, excesivamente emotivos o
impredecibles. Incluyen el trastorno de personalidad antisocial, trastorno límite de
la personalidad, el trastorno histriónico de la personalidad y trastorno narcisista de
la personalidad.

Trastorno de personalidad antisocial

 Indiferencia hacia las necesidades o los sentimientos de los demás

 Mentiras, robos, uso de apodos, estafas constantes


 Problemas legales recurrentes

 Violación constante de los derechos de los demás

 Comportamiento agresivo, a menudo violento

 Indiferencia hacia la seguridad propia y de los demás

 Conducta impulsiva

 Irresponsabilidad constante

 Falta de remordimiento por el comportamiento


Trastorno límite de la personalidad

 Conducta impulsiva y riesgosa, como tener relaciones sexuales sin protección,


involucrarse en apuestas o tener atracones

 Imagen personal inestable o frágil

 Relaciones inestables e intensas

 Cambios en el estado de ánimo, a menudo como reacción al estrés interpersonal

 Conductas suicidas o amenazas de autolesión

 Temor intenso a estar solo o a ser abandonado

 Sentimientos de vacío continuos

 Ataques de ira frecuentes e intensos

 Paranoia intermitente relacionada con el estrés


Trastorno histriónico de la personalidad

 Búsqueda constante de atención

 Excesivamente exaltado, drástico o provocativo en el plano sexual, con el objetivo


de captar la atención

 Discurso espectacular con opiniones fuertes, pero con pocos hechos o detalles para
respaldarlas

 Fácilmente influenciable

 Emociones poco profundas que cambian rápidamente


 Preocupación excesiva por la apariencia física

 Pensamiento de que las relaciones con los demás son más cercanas que lo que en
realidad son
Trastorno narcisista de la personalidad

 Creencia de que eres especial y más importante que los demás

 Fantasías sobre el poder, el éxito y la atracción

 Incapacidad para reconocer las necesidades y los sentimientos de los demás

 Exageración de logros o talentos

 Expectativa de elogios y admiración constantes

 Arrogancia

 Expectativas no razonables de favores y ventajas, a menudo aprovechándose de los


demás

 Envidia hacia los demás o creencia de que los demás te envidian


Trastornos de la personalidad del grupo C

Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo C se caracterizan por


pensamientos o comportamientos de ansiedad o temor. Incluyen el trastorno de la
personalidad por evitación, el trastorno de la personalidad dependiente y el
trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva.

Trastorno de la personalidad por evitación

 Sensibilidad excesiva a las críticas y al rechazo

 Sentimiento de ser inadecuado, inferior o desagradable

 Evasión de las actividades laborales que implican contacto interpersonal

 Inhibición, timidez y aislamiento en el plano social; evitar las actividades nuevas o


reunirse con extraños

 Timidez extrema en situaciones sociales y en las relaciones personales

 Temor a la desaprobación, a pasar vergüenza o a hacer el ridículo


Trastorno de la personalidad dependiente

 Dependencia excesiva de los demás y sentir la necesidad de que alguien te cuide

 Conducta sumisa o apegada hacia los demás

 Temor a tener que cuidarte o defenderte tú mismo si te dejan solo

 Falta de confianza en ti mismo, necesidad de consejos excesivos y de la


confirmación de los demás para tomar incluso decisiones de poca importancia

 Dificultad para iniciar o llevar a cabo proyectos solo debido a la falta de confianza en
ti mismo

 Dificultad para expresar desacuerdo con los demás, por temor a la desaprobación

 Tolerancia hacia tratos abusivos o inadecuados, incluso cuando existen otras


opciones

 Necesidad urgente de comenzar una nueva relación cuando ha terminado otra


Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva

 Preocupación por los detalles, el orden y las normas

 Perfeccionismo extremo, que genera disfunción y angustia cuando no se logra la


perfección, por ejemplo, sentirse incapaz de finalizar un proyecto porque no se
pueden cumplir las propias normas estrictas

 Deseo de controlar a las personas, las tareas y las situaciones; incapacidad para
delegar tareas

 Negarse a reunirse con amigos o a hacer actividades placenteras debido a un


compromiso excesivo con el trabajo o con un proyecto

 Incapacidad para desechar objetos rotos o inútiles

 Rigurosidad y obstinación

 Inflexibilidad en cuanto a la moral, la ética o los valores

 Estricto, control mezquino del presupuesto y los gastos

El trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva no es lo mismo que el


trastorno obsesivo-compulsivo, un tipo de trastorno de ansiedad.
Cuándo consultar con el médico

Si tienes algún signo o síntoma de algún trastorno de la personalidad, consulta al


médico o a otro profesional de atención primaria o especialista en salud mental.
Los trastornos de la personalidad, si no se tratan, pueden provocar problemas
considerables en tu vida que posiblemente empeoren si no recibes tratamiento.

Solicite una Consulta en Mayo Clinic

Causas

La personalidad es la combinación de pensamientos, emociones y conductas que


nos hacen únicos. Es el modo en el que ves, comprendes y te relacionas con el
mundo exterior, así como el modo en el que te ves a ti mismo. La personalidad se
forma durante la infancia y en ella incide la interacción de lo siguiente:

 Los genes. Es posible que determinados rasgos de la personalidad se transmitan


de padres a hijos mediante los genes heredados. A veces, estos rasgos se llaman tu
temperamento.

 El entorno. Esto incluye los alrededores en los que creces, los eventos que tuvieron
lugar y las relaciones con familiares y otras personas.

Se piensa que los trastornos de la personalidad son provocados por una


combinación de estas influencias genéticas y del entorno. Es posible que los
genes te hagan vulnerable a desarrollar un trastorno de la personalidad, y una
situación de la vida puede desencadenar el desarrollo.

Factores de riesgo

Si bien no se conoce la causa precisa de los trastornos de la personalidad, ciertos


factores parecen aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenar estos
trastornos, entre ellos, los siguientes:

 Antecedentes familiares de trastornos de personalidad u otras enfermedades


mentales

 Vida familiar abusiva, inestable o caótica durante la niñez


 Diagnóstico de trastorno de la conducta en la niñez

 Variaciones en la química y en la estructura del cerebro

Complicaciones

Los trastornos de la personalidad pueden alterar significativamente tanto la vida de


la persona afectada como la de las personas que se preocupan por esta. Los
trastornos de la personalidad pueden provocar problemas con las relaciones, el
trabajo o la escuela, y pueden derivar en el aislamiento social o el consumo
abusivo de drogas o alcohol.

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/personality-disorders/symptoms-
causes/syc-20354463

TIPOS DE TRASTORNOS
Los trastornos mentales son diagnosticados de manera habitual en nuestros días, y todo el mundo
conoce en menor o mayor medida lo que significa depresión, trastorno de ansiedad, bulimia,
etcétera. Sin embargo, algunos son más frecuentes que otros, lo cual hace que aquellos que están
más extendidos merezcan un grado extra de atención.

Las psicopatologías afectan a gran cantidad de personas. De hecho, los expertos


aseguran que una de cada tres personas sufren o sufrirán algún tipo de trastorno
mental durante su vida.

Los trastornos mentales que afectan a más


personas
Pero, ¿cuáles son los los trastornos más comunes? ¿Cuáles son aquellos
trastornos que afectan a una mayor cantidad de personas?
A continuación os presento una breve explicación de los trastornos mentales
más frecuentes.

1. Trastornos de Ansiedad
La ansiedad es una reacción normal de las personas ante situaciones de estrés e
incertidumbre. Ahora bien, un trastorno de ansiedad se diagnostica cuando
varios síntomas ansiosos provocan angustia o algún grado de deterioro
funcional en la vida del individuo que lo sufre. A una persona con un trastorno
de ansiedad le puede resultar difícil funcionar en distintas áreas de su vida:
relaciones sociales y familiares, el trabajo, la escuela, etc. Existen distintos tipos
de trastornos de ansiedad:

1.1. Ataque de pánico


Un ataque de pánico es la aparición intensa y repentina de temor o terror, a
menudo asociada a sentimientos de muerte inminente. Los síntomas incluyen
falta de aire, palpitaciones, dolor en el pecho y malestar.

1.2. Trastornos fóbicos


Muchas personas admiten que sienten miedo a las serpientes o las arañas, pero
pueden tolerar ese miedo. Los individuos que padecen una fobia, por el
contrario, no son capaces de tolerar ese miedo. Éstos experimentan un miedo
irracional cuando se encuentran frente a al estímulo fóbico, ya sea un objeto, un
animal o una situación, y esto suele acabar en un comportamiento de evitación.
Hay distintos estímulos fóbicos que desencadenan este miedo irracional: volar
con un avión, conducir un vehículo, los ascensores, los payasos, los dentistas, la
sangre, las tormentas, etc. Algunos de los más habituales son:

1.2.1. Fobia Social

La fobia social es un trastorno de ansiedad muy habitual, y no debe confundirse


con la timidez. Es un fuerte miedo irracional hacia situaciones de interacción
social, pues la persona que padece este trastorno siente ansiedad extrema al ser
juzgado por otros, al ser el centro de atención, por la idea de ser criticado o
humillado por otros individuos e, incluso, al hablar por teléfono con otras
personas. Por tanto, es incapaz de realizar presentaciones en público, comer en
restaurantes o delante de alguien, ir a eventos sociales, conocer gente nueva...

1.2.2. Agorafobia

La agorafobia, de manera habitual, suele definirse miedo irracional a los


espacios abiertos, como las grandes avenidas, los parques o los entornos
naturales. Pero esta definición no es del todo cierta. El estímulo fóbico no son los
parques o las grandes avenidas, sino la situación de tener un ataque de ansiedad
en estos lugares, donde puede ser difícil o vergonzoso escapar, o donde no es
posible el recibir ayuda.

1.3. Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT)


El Trastorno por Estrés Postraumático se manifiesta cuando la persona ha
sido expuesta a una situación traumática que le ha provocado al individuo
una experiencia psicológica estresante, lo que puede ser incapacitante. Los
síntomas incluyen: pesadillas, sentimientos de ira, irritabilidad o fatiga
emocional, desapego hacia los demás, etc., cuando la persona revive el hecho
traumático.
De manera frecuente, la persona intentará evitar las situaciones o actividades que
le traen recuerdos del evento que provocó el trauma.

1.4. Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)


El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es una condición en la cual el
individuo experimenta pensamientos, ideas o imágenes intrusivas. Es un
trastorno de la ansiedad, y por lo tanto se caracteriza por estar asociado a
sensación de temor, angustia y estrés continuado de tal forma que supone un
problema para el día a día y repercute negativamente sobre la calidad de vida de
la persona.
Los pensamientos que causan malestar (obsesiones), provocan que la persona
realice ciertos rituales o acciones (compulsiones) para reducir la ansiedad y
sentirse mejor.
Las obsesiones incluyen: miedo a contaminarse, sentimientos de duda (por
ejemplo, ¿habré apagado el gas?), pensamientos de hacer daño a alguien,
pensamientos que van en contra de las creencias religiosas de la persona, entre
otros. Las compulsiones incluyen: comprobaciones, contar, lavarse, organizar
repetidamente las cosas, etcétera.

1.5. Trastorno de Ansiedad Generalizada


Preocuparse de vez en cuando es un comportamiento normal, pero cuando
preocuparse y sentir ansiedad de manera continuada afecta e interfiere en la
normalidad de la vida de un individuo es posible que esa persona sufra
el Trastorno de Ansiedad Generalizada.
Por tanto, el trastorno se caracteriza por preocupación y ansiedad crónica. Es
como si siempre hubiera algo de lo que preocuparse: problemas en los estudios,
el trabajo, o la relación de pareja, tener un accidente al salir de casa, etcétera.
Algunos de los síntomas son: náusea, fatiga, tensión muscular, problemas de
concentración, problemas de sueño, y más.

2. Trastornos del Estado de Ánimo


Existen distintos tipos de trastornos del estado de ánimo o trastornos
afectivos y, como su nombre indica, su principal característica subyacente
sería una alteración del estado de ánimo del individuo. Los más habituales son
los siguientes:

2.1. Trastorno Bipolar


El trastorno bipolar puede afectar a cómo se siente una persona, piensa y actúa.
Se caracteriza por cambios exagerados en el estado de ánimo, desde manía a
la depresión mayor. Por tanto, va más allá de los simples cambios de humor, es
decir, la inestabilidad emocional: de hecho, afecta a muchos ámbitos de la vida, y
además de ser uno de los trastornos más comunes es frecuente que se dé junto a
la obesidad. Los ciclos del trastorno bipolar duran días, semanas o meses, y
perjudican seriamente al trabajo y las relaciones sociales de la persona que lo
sufre.
El trastorno bipolar raramente puede tratarse sin medicación, pues es necesario
estabilizar el estado de ánimo del paciente. Durante los episodios de manía, la
persona puede incluso dejar su trabajo, aumentar sus deudas, y sentirse lleno de
energía a pesar de dormir solamente dos horas al día. Durante los episodios
depresivos, la misma persona puede incluso no salir de la cama. Existen distintos
tipos de trastorno bipolar, y, además, existe una versión leve de este trastorno,
llamado ciclotimia.

2.2. Trastorno Depresivo


Muchas personas se sienten deprimidas en algún momento de sus vidas. Los
sentimientos de desaliento, frustración e incluso la desesperación, son normales
ante una decepción y pueden durar varios días antes de desaparecer de manera
gradual. Ahora bien, para algunas personas, estos sentimientos pueden durar
meses y años, provocando problemas serios en su día a día.
La depresión es una psicopatología seria y debilitante, y afecta a cómo un
individuo se siente, piensa y actúa. Puede provocar síntomas tanto físicos como
psicológicos. Por ejemplo: problemas de ingesta, problemas de sueño, malestar,
fatiga, etc.
Para saber más sobre los tipos de depresión puedes visitar nuestro artículo:

 “¿Existen varios tipos de depresión?”

3. Trastornos de la Conducta Alimentaria


Existen distintos tipos de trastornos de la alimentación. Los más comunes son
los que siguen:

3.1. Anorexia Nerviosa


La anorexia se caracteriza por una obsesión por controlar la cantidad de
comida que se consume. Uno de sus síntomas más característicos es la
distorsión de la imagen corporal. Las personas que sufren anorexia restringen la
ingesta de alimentos haciendo dieta, ayuno e incluso ejercicio físico excesivo.
Casi no comen, y lo poco que ingieren les provoca un intenso sentimiento de
malestar.

3.2. Bulimia Nerviosa


La bulimia es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza
por pautas de alimentación anómalas, con episodios de ingesta masiva de
alimentos seguidos por maniobras que buscan eliminar esas
calorías (inducirse al vómito, consumir laxantes, etc.). Tras estos episodios, lo
habitual es que el sujeto se sienta triste, de mal humor y tenga sentimientos de
autocompasión.
La bulimia nerviosa, además de ser uno de los trastornos más comunes, está
asociado a alteraciones en el cerebro. Entre ellas se encuentra la degradación de
la materia blanca (que es por donde pasan los gruesos conjuntos de axones
neuronales) en la corona radiata, que está relacionada entre otras cosas al
procesamiento de los sabores.

3.3. Trastorno por Atracón


El trastorno por atracón es un trastorno grave en el que el individuo que lo
sufre consume con frecuencia grandes cantidades de comida y siente que ha
perdido el control durante el atracón. Después de la sobreingesta, la angustia
severa o preocupación por el peso suele aparecer.

4. Trastornos psicóticos
Los trastornos psicóticos son psicopatologías graves en los que las personas
pierden el contacto con la realidad. Dos de los síntomas principales son
delirios y alucinaciones. Los delirios son falsas creencias, tales como la idea de
que alguien está siguiendo. Las alucinaciones son percepciones falsas, como
escuchar, ver o sentir algo que no existe.
A diferencia de los delirios, que son creencias erróneas de la realidad sobre un
hecho u objeto existente, es decir, una distorsión de un estímulo externo, las
alucinaciones son totalmente inventadas por la mente y no son producto de
la distorsión de ningún objeto presente, se percibe algo sin tener en cuenta los
estímulos externos. Por ejemplo, escuchar voces que salen de un enchufe. Los
trastornos psicóticos más comunes son:

4.1. Trastorno delirante


El trastorno delirante o paranoia es un trastorno psicótico caracterizado por
una o varias ideas delirantes. Es decir, que estas personas están totalmente
convencidas de cosas que no son ciertas. Por ejemplo, que alguien les persigue
para lastimarles.

4.2. Esquizofrenia
La esquizofrenia es otro trastorno psicótico, pero, en este caso, la persona sufre
alucinaciones y pensamientos perturbadores que le aísla de la actividad
social. La esquizofrenia es una patología muy seria, y a pesar de no existir cura,
sí que hay tratamientos efectivos para que los pacientes con esta alteración
puedan disfrutar de su vida.

5. Trastornos de personalidad
Un trastorno de personalidad es un patrón rígido y permanente en el
comportamiento de una persona que le genera malestar o dificultades en sus
relaciones y en su entorno. Los trastornos de la personalidad tienen su inicio en
la adolescencia o al principio de la vida adulta. Los más frecuentes son:

5.1. Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)


El trastorno límite de la personalidad o borderline se caracteriza porque las
personas que lo sufren tienen una personalidad débil y cambiante, y dudan de
todo. Los momentos de calma pueden convertirse, al instante y sin previo aviso,
en momentos de ira, ansiedad o desesperación. Estos individuos viven sus
emociones al máximo, y las relaciones amorosas son intensas, pues suelen
idolatrar a la otra persona hasta el extremo.
Algunos de sus síntomas son: ira intensa e incapacidad de controlarla, esfuerzos
frenéticos por evitar el abandono, real o imaginario, alternancia entre extremos
de idealización y devaluación en las relaciones interpersonales, autoimagen
marcadamente inestable, y sentimientos crónicos de vacío.

5.2. Trastorno antisocial (TASP)


El individuo que sufre este trastorno (mal conocido con etiquetas
como psicopatía o sociopatía) se caracteriza por su tendencia a no relacionarse
en sociedad, evitando cualquier interacción. Los diferentes síntomas y
conductas que caracterizan el TASP incluyen: robos, agresividad, tendencia a la
soledad, violencia, mentiras… Además, las personas afectadas por el TASP
tienden a ser tímidas, depresivas y tienen ansiedad social. Este último punto se
debe a su temor a ser rechazadas. A pesar de ello, la terapia psicológica es muy
efectiva a la hora de manejar los inconvenientes del trastorno antisocial.
Referencias bibliográficas:

 Metter, L. (2013). White matter integrity is reduced in bulimia nervosa. The


international journal of eating disorders, 46(3), pp. 264 -273.
 Veale, D. (2014). Obsessive-compulsive disorder.British Medical Journal, 348,
348:g2183.
 Weeks, J. (2013). Gaze avoidance in social anxiety disorder. Depression and
anxiety, 30(8), pp. 749 -756.
 Zhao, Z. (2016). The potential association between obesity and bipolar disorder:
A meta-analysis. Journal of affective disorders, 202, pp. 120 -123.

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