Está en la página 1de 13

Genealogía

Documentos N. 1

del racismo
El rebrote de expresiones racistas
y la multiplicación de agresiones y
ataques a la “indiada” y a los de-
fensores de la “raza maldita”
muestran de manera descarnada
la fragilidad del concepto de ciu-
dadanía, uno de los fundamentos
de la democracia moderna.
¿Quién es responsable del esta-
llido de odios que fermentan desde
la colonia? ¿El “Presidente indio
resentido”? ¿Los cholos que renie-
gan de su sombra social? ¿La so-
ciedad toda de esta cavernaria
modernidad que le teme a los espe-
jos?

Según Michel Foucault, la socie-


dad ejerce el racismo contra sí
misma, contra sus propios ele-
mentos, contra sus propios pro-
ductos. El racismo interno para
la purificación permanente es una
de las dimensiones fundamenta-
les de la normalización social.

Entre fines de 1975 y mediados


de 1976, Foucault dictó un curso
en el Collége de France, el cual
fue publicado como ensayo titu-
lado “Genealogía del racismo”.
Transcribimos el capítulo 3.

1
El enemigo
las relaciones entre la fuerza y la verdad. pensaba a la guerra como enfrenta-
Dice Foucault que desde Solón a Kant la miento entre campos antagónicos, cho-

interno
verdad emerge del apaciguamiento de las que entre pueblos, la guerra como
violencias. Pero para la contrahistoria de conflicto entre fuerzas exteriores.
la aristocracia nobiliaria el problema no
es la soberanía, la obediencia y los lími- La burguesía del siglo pasado pensará la
tes a fijar sobre el derecho a ejercer el guerra en términos civiles y problemas
poder, sino la usurpación del poder. interiores a la sociedad. Se habla de los
En la perspectiva de describir la genea- enemigos internos.
logía del racismo en la sociedad mo- La nueva historia no se coloca ni en el
derna, Foucault aborda el problema de centro ni en el afuera de los conflictos. El enemigo no es el extranjero ni el in-
las poblaciones y el nacimiento de la bio- Por el contrario, su verdad se apoya en el vasor sino el peligroso, aquel que posee
política, entendida ésta como la presen- hecho de ser parte del conflicto. El re- la virtualidad de afectar el orden social.
cia de los aparatos de Estado en la vida lato histórico es parte de la historia, no El colonizado o nativo, el loco, el crimi-
de las poblaciones. es su crónica o su descripción, es un in- nal, el degenerado, el perverso, el judío,
tensificador y operador del poder. La aparecen como los nuevos enemigos de
La genealogía se inscribe en la tradición función de la memoria histórica es sos- la sociedad.
nietzscheana que articula las luchas con tener un discurso de esplendor del poder
la memoria; y describe las fuerzas histó- con sus rituales y funerales, elegías y epi- La guerra se concibe en términos de su-
ricas que en su enfrentamiento hicieron tafios, consagraciones, ceremonias, cró- pervivencia de los más fuertes, más
posible las culturas y las formas de vida. nicas legendarias. sanos, más cuerdos, más arios. Es la gue-
rra pensada en términos histórico-bio-
Foucault encuentra un antecedente del La contrahistoria, la genealogía en gene- lógicos.
racismo en el primer discurso histórico- ral, expone el modo en que las relaciones
político de Occidente que adquiere su de poder activan las reglas del derecho Lo que interesa a la burguesía triunfante
plena elaboración en el siglo XVII por mediante la producción de discursos de es la vida de la especie, su multiplicación,
parte de una aristocracia ya decadente. verdad. Esto es lo que los sociólogos lla- los avatares de la masa viviente, la segu-
man “legitimidad” y Foucault dispositi- ridad de los conjuntos y la fortaleza de
Se trata de la primera historia no romana vos de saber-poder y políticas de la sus descendientes.
o antirromana, una “contrahistoria” que verdad.
transgrede la vieja historia imperial que “Defender la sociedad” es el nombre
unía a la Antigüedad y al Medioevo en la El poder de los Estados modernos y el que da Foucault a este curso que gira
repetición de una crónica gloriosa de discurso biologizante se apoyarán sobre sobre la guerra de las razas y su conver-
fundaciones y héroes legendarios. aquella contrahistoria para desarrollar las sión en el racismo de Estado. Los meca-
bases teóricas del racismo. Esta reorien- nismos de defensa de la sociedad se
El relato histórico producido por la aris- tación táctica no debe hacernos olvidar implementan desde los dispositivos dis-
tocracia tendrá efectos dos y tres siglos el papel político del discurso de la con- ciplinarios y las estrategias biopolíticas.
más tarde. Su contrahistoria enuncia el trahistoria frente a la ciencia política, fi-
derecho a la rebelión como nueva forma losófica y jurídica del contractualismo. El racismo es la condición de aceptabi-
de continuidad histórica, e introduce el lidad de la matanza en una sociedad en
discurso de la guerra de las razas en un En lugar de convenciones y contratos, que la norma, la regularidad, la homoge-
sentido binario para pensar la historia. consensos y acuerdos de soberanía, se neidad, son las principales funciones so-
recordarán las conquistas, las invasiones, ciales.
Para la contrahistoria, el acontecimiento expropiaciones, las servidumbres, los
inaugural de las sociedades, el punto exilios. Para pensar las relaciones políti- Resumen del Prólogo de Genealogía
cero de la historia, es la invasión. Esta cas habrá que abandonar los modelos del racismo de Tomás Abraham
singularidad histórica describe los cho- económicos en los que el poder se en-
ques y batallas entre etnias, conquistado- trega, distribuye y comparte, por el mo-
res normandos contra sajones, delo de la guerra. Este fue el producto
galo-romanos contra germanos. intelectual de una nobleza retrógrada
que elaboró la matriz del futuro discurso
Embiste contra las historias sustentadas proletario.
en la concepción filosófico-jurídica del
contrato, por eso es una contrahistoria. El discurso de la guerra entre razas cam-
La concepción histórico-política de este bia su orientación con el ascenso de la
nuevo relato subvierte los términos de burguesía. La aristocracia decadente

2
Tercera lección

LA GUERRA EN
Raza y
ciudadanía

La disputa con la nobleza y


LA FILAGRANA
DE LA PAZ
el orden feudal llevó a la
burguesía a instituir la no-
ción de ciudadanía, otorgán-
dole un carácter igualitario
al concepto de especie hu- Michel Foucault
21 de enero de 1976
mana. La última vez intenté hacer ver dad de poderes que no son toda-
El nuevo concepto vino apa- que la teoría de la soberanía no vía poderes en el sentido político
rejado de la imagen de un puede ya ser propuesta como mé- del término, sino capacidades, po-
todo de análisis de las relaciones sibilidades, "potencias", a las cua-
“otro” como un semejante de poder, y traté de mostrarles les puede constituir como
portador de los mismos dere- cómo el modelo jurídico de la so- poderes, en el sentido político del
chos. beranía no es apto para fundar un término, sólo con la condición de
análisis concreto de la multiplici- haber establecido mientras tanto,
Pero muy pronto quedó en dad de las relaciones de poder. entre las posibilidades y los pode-
evidencia la contradicción Trataré ahora de resumir en pocas res, aquel momento de unidad
entre el postulado universal palabras mis razones. fundamental y fundante que es la
unidad del poder. Poco importa
y la desigualdad real entre Me parece, antes que nada, que la que esta unidad del poder tome el
los individuos. teoría de la soberanía busca nece- aspecto del monarca o la forma
Para resolver esta contradic- sariamente constituir lo que yo del Estado, puesto que en todos
llamaría un ciclo, el ciclo que va los casos, a partir de esta unidad
ción se apeló al racismo bio- del sujeto al sujeto, mostrando de del poder, derivarán los diferentes
lógico, el cual permitió qué modo un sujeto -entendido aspectos, mecanismos e institu-
comenzar a perforar, desde como individuo dotado por natu- ciones de poder. La multiplicidad
raleza de derechos y capacidades- de los poderes, entendidos como
una perspectiva moderna, la puede y debe hacerse sujeto, pero poderes políticos, puede ser esta-
noción de “igualdad natu- entendido esta vez como ele- blecida y puede funcionar sólo a
ral” de los seres humanos, mento sojuzgado dentro de una partir de esta unidad establecida y
relación de poder. La soberanía es fundada por la teoría de la sobera-
uno de los conceptos más lú- por lo tanto la teoría que va del nía.
cidos y sugerentes de la mo- sujeto al sujeto, que establece la
dernidad. relación política del sujeto con el En tercer lugar, me parece que la
sujeto. teoría de la soberanía muestra, o
al menos trata de mostrar, cómo
Feierstein Daniel, El fin En segundo lugar, me parece que un poder puede constituirse, no
de la ilusión de autonomía. la teoría de la soberanía fue do- tanto según la ley, sino según una
tada, en origen, de una multiplici- cierta legitimidad fundamental,

3
más fundamental que todas las yecto general en que se inscribe el los diferentes operadores de do-
leyes, una especie de ley general curso de este año? En tratar de minación se apoyan en algunos
de todas las leyes que puede per- desligar o liberar este análisis del casos los unos sobre los otros y
mitir a las diferentes leyes funcio- poder del triple supuesto de su- remiten unos a otros; en otros
nar como tales. En otros jeto, de la unidad y de la ley, para casos, en cambio, se refuerzan
términos, la teoría de la soberanía hacer emerger, en lugar de este mutuamente y convergen unos
representa el ciclo del sujeto al su- elemento fundamental de la sobe- hacia otros; a veces, incluso, se
jeto, el ciclo del poder y de los po- ranía, lo que llamaría las relacio- niegan recíprocamente o tienden
deres, el ciclo de la legitimidad y nes o los operadores de a anularse. Entiendo que con esto
de la ley. Me parece que de modos dominación. En suma: en vez de no afirmo por supuesto que no
diversos -y evidentemente según hacer derivar los poderes de la so- existan, o que no se puedan com-
los diferentes esquemas teóricos beranía deberemos individualizar, prender y describir, los grandes
dentro de los cuales se despliega- histórica y empíricamente, los aparatos de poder. Sólo digo que
la teoría de la soberanía presu- operadores de dominación den- éstos funcionan siempre sobre la
pone de todos modos al sujeto, tro de las relaciones de poder. base de esos dispositivos de
apunta a fundar la unidad esencial Hablar de teoría de las domina- poder.
del poder y se desarrolla en el ele- ciones más que de teoría de la so-
mento preliminar de la ley. beranía significa que, en lugar de Tomemos un ejemplo. Se puede
partir del sujeto (o también de los por cierto describir concreta-
Tres presupuestos entonces: el sujetos) y proceder a partir de ele- mente el aparato escolástico o el
del sujeto a sojuzgar, el de la uni- mentos que serían preliminares conjunto de los aparatos de ense-
dad del poder a fundar y el de la con respecto a la relación (y loca- ñanza dentro de una determinada
legitimidad a respetar. Sujeto, uni- lizables), se parte de la relación sociedad, pero se puede analizar-
dad del poder y ley son los ele- misma de poder, de la relación de los eficazmente sólo con la condi-
mentos entre los cuales juega -y dominación en lo que ella tiene ción de que no sean concebidos
que sin embargo al mismo de factual o de efectivo, y se ve como una unidad global y que no
tiempo asume y trata de fundar- cómo hace esta relación para de- se trate de hacerlos derivar direc-
la teoría de la soberanía. terminar los elementos sobre los tamente de algo así como la uni-
cuales se mueve. dad estatal de soberanía; sólo con
Mi proyecto era mostrarles cómo la condición de que se vea cómo
el instrumento del cual se valió el
No se trata entonces de preguntar funcionan y se sostienen, de qué
análisis político-psicológico desde
a los sujetos cómo, por qué, en modo el aparato -a partir de una
hace cerca de tres cuartos de siglo
nombre de qué derecho pueden multiplicidad de sujeciones (la del
–es decir, la noción de represión-aceptar dejarse sojuzgar (sujetar), niño al adulto, de hijos a padres,
y que parece extraída del freu- sino de mostrar cómo hacen las de los ignorantes a los doctos, del
dismo o del freudo-marxismo, se relaciones efectivas de sujeción aprendiz al maestro, de la familia
inscribe en realidad dentro de un para fabricar sujetos. Además, se a la administración)- define cierto
desciframiento del poder efec- trata de .hacer emerger las relacio- número de estrategias globales.
tuado en términos de soberanía. nes de dominación y de dejarlas
Pero, dado que todo esto nos ha- funcionar en su multiplicidad, en Son todos estos mecanismos y
bría hecho volver a cosas ya di- su diferencia, en su especificidad todos estos operadores de domi-
chas, es preferible proceder de y en su reversibilidad. nación los que representan la
otro modo y retomar eventual- base efectiva de aquel aparato glo-
mente el argumento, si a fines de En consecuencia no se debe bus- bal constituido por el aparato es-
año queda algo de tiempo. car, como fuente de poderes, algo colástico. Conviene entonces
como una soberanía. Al contra- considerar las estructuras de
¿En qué consiste entonces el pro- rio: es necesario mostrar cómo poder como estrategias globales
4
que atraviesan y utilizan tácticas En lugar del triple preliminar redescubrir una especie de guerra
locales de dominación. de la ley, de la unidad y del su- primitiva y permanente? Este es
el problema que quisiera propo-
Cuando afirmo que es necesario jeto -que hace de la soberanía la ner de inmediato, sin olvidar por
hacer emerger las relaciones de fuente del poder y el fundamento eso todas las otras cuestiones que
dominación más que la fuente de de las instituciones- es necesario será necesario afrontar en los pró-
soberanía, digo que no se deberá adoptar el triple punto de vista ximos años. Por ejemplo: la gue-
tanto tratar de interrogarlas sobre rra, ¿puede y debe ser
lo que constituye su legitimidad de las técnicas, de la heterogenei- efectivamente considerada como
fundamental como tratar de indi- dad de las técnicas y de sus efec- el hecho primario respecto de
vidualizar los instrumentos técni- tos de sujeción, que hacen de los otras relaciones (la desigualdad, la
cos que permiten asegurar su procedimientos de dominación la asimetría, las divisiones del tra-
funcionamiento. Para que la cues- bajo, las relaciones de usufructo,
tión se presente, si no cerrada, al trama efectiva de las relaciones etc.)? Los fenómenos de antago-
menos un poco más clara, podría de poder y de los grandes apa- nismo, de rivalidad, de enfrenta-
resumirla en estos términos: sos- ratos de poder. miento, de lucha entre individuos,
tengo que en lugar del triple pre- grupos o clases, ¿pueden y deben
liminar de la ley, de la unidad y del mitida y asimilada a una relación ser reagrupados dentro de aquel
sujeto -que hace de la soberanía de fuerza? ¿En qué y cómo la re- mecanismo general, de aquella
la fuente del poder y el funda- lación de fuerza puede ser remi- forma general, que es la guerra?
mento de las instituciones es ne- tida a una relación de guerra?
cesario adoptar el triple punto de Y aun; las nociones derivadas de
vista de las técnicas, de la hetero- He aquí entonces la primera cues- aquello que en los siglos XVIII y
geneidad de las técnicas y de sus tión que quisiera examinar como XIX era todavía llamado arte de
efectos de sujeción, que hacen de preliminar este año: ¿puede la la guerra (por ejemplo: estrategia,
los procedimientos de domina- guerra efectivamente valer como táctica), ¿pueden de por sí cons-
ción la trama efectiva de las rela- análisis de las relaciones de poder tituir un instrumento válido y su-
ciones de poder y de los grandes y como matriz de las técnicas de ficiente para analizar las
aparatos de poder. Por lo tanto, si dominación? Se me dirá que no relaciones de poder? Además de-
se quiere, el tema general podría se puede, de entrada, confundir beremos preguntarnos si las insti-
ser enunciado así: nos interesa la relación de fuerza y relación de tuciones militares -y en general
fabricación de los sujetos más que guerra. Es verdad. Pero aceptaré todos los procedimientos puestos
la génesis del soberano. este dato sólo en su valor ex- en acción para hacer la guerra- no
tremo. Vale decir: considerando la son, directa o indirectamente, de
Si está claro entonces que las rela- guerra como punto de máxima algún modo, el núcleo de las ins-
ciones de dominación deberán tensión de la fuerza, o bien como tituciones políticas. La última y
constituir la vía de acceso al aná- manifestación de las relaciones de principal pregunta que debemos
lisis del poder, ¿cómo es posible fuerza en estado puro. La relación hacernos puede ser formulada así:
desarrollar este análisis? Si es ver- de poder, ¿no es tal vez -detrás de ¿cómo, a partir de cuándo y por
dad que lo que debe ser estudiado la paz, del orden, de la riqueza, de qué se comenzó a percibir o ima-
no es la soberanía sino la domi- la autoridad- una relación de en- ginar que lo que funciona detrás y
nación, o mejor dicho las domi- frentamiento, de lucha a muerte, dentro de las relaciones de poder
naciones, los operadores de de guerra? Detrás del orden es la guerra? ¿Cómo, a partir de
dominación, ¿cómo se procede calmo de las subordinaciones, de- cuándo y por qué se llegó a pen-
para el estudio de las relaciones trás del Estado, detrás de los apa- sar que una especie de combate
de dominación? ¿En qué una rela- ratos del Estado, detrás de las ininterrumpido que trabaja la paz
ción de dominación puede ser re leyes, ¿no será posible advertir y y el orden civil -en sus mecanis-
5
mos esenciales- no es otra cosa el Medioevo y hasta los umbrales dioevo.
que un tipo de batalla? Este es de la época moderna, las prácticas
pues el problema que quisiera en- y las instituciones de guerra han Sólo a fines del Medioevo se ve
carar este año en mis lecciones: sufrido una evolución que puede en realidad emerger un Estado
¿quién ha imaginado que el orden ser caracterizada así: las prácticas dotado de instituciones militares
civil es un orden de batalla; quien, y las instituciones de guerra se que sustituyen a la práctica coti-
en la filigrana de la paz, ha descu- fueron concentrando cada vez diana y global de la guerra. En
bierto la guerra; quién, en el cla- más en manos del poder central y suma: una sociedad atravesada
mor y la confusión de la guerra, poco a poco sucedió que, de enteramente por relaciones gue-
en el fango de las batallas, ha bus- hecho y de derecho, sólo los po- rreras es sustituida por un Estado
cado el principio de inteligibilidad deres estatales han podido em- dotado de instituciones militares.
del orden, del Estado, de sus ins- prender la guerra y controlar los Sin duda deberemos volver sobre
tituciones y de su historia? instrumentos de guerra. Se consi- esta evolución. Pero creo que, a
guió la estatalización de la guerra. fin de cuentas, se la puede admitir
Al comienzo había formulado el como primera hipótesis histórica.
problema de modo mucho más Al mismo tiempo, a causa de esta
simple. Me preguntaba: “¿quién estatalización, fue cancelado del ¿En qué consiste la paradoja que
tuvo la idea de invertir el princi- cuerpo social, de la relación entre señalaba antes? En el hecho de
pio de Clausewitz y decir que, si hombre y hombre, entre grupo y que, cuando la guerra se vio al
la guerra es la política continuada grupo, lo que se podría llamar la mismo tiempo centralizada y en-
con otros medios, la política es la guerra cotidiana y que era justa- viada a las fronteras del Estado,
guerra continuada con otros me- mente llamada "guerra privada". apareció cierto discurso, un dis-
dios?” Ahora en cambio sostengo Las guerras y las instituciones de curso extraño, un discurso nuevo.
que el problema de fondo no es guerra tienden cada vez más a Nuevo, en primer lugar, porque
tanto saber quién ha invertido el existir de algún modo sólo en las creo que ha sido el primer dis-
principio de Clausewitz, sino fronteras, sólo en los límites ex- curso hístórico-político sobre la
saber cuál era el principio inver- tremos de las grandes unidades sociedad. Nuevo, además, porque
tido por Clausewitz y quién lo estatales, como relación de vio- me parece muy diferente del dis-
había formulado. De hecho creo lencia o de amenaza entre Esta- curso filosófico-jurídico soste-
(y de todos modos trataré de de- dos. De hecho, el cuerpo social en nido hasta aquel momento. El
mostrarlo) que el principio según su conjunto se fue poco a poco discurso histórico-político apare-
el cual la política es la guerra con- despojando de las relaciones be- cido entonces es un discurso
tinuada con otros medios es muy licosas que lo atravesaban inte- sobre la guerra entendida como
anterior a Clausewitz, quien ha in- gralmente durante el periodo relación social permanente y al
vertido una tesis difusa y nada ge- medieval. mismo tiempo como sustrato in-
nérica que circulaba ya a partir de suprimible de todas las relaciones
los siglos XVI y XVII. A través de esta estatalización del y de todas las instituciones de
conflicto, la guerra devino no poder.
Entonces: la política es la guerra sólo una práctica que funciona
continuada con otros medios. desde entonces sólo en los límites ¿Cuál es la fecha de nacimiento
Hay en esta tesis -en la existencia del Estado, sino la ocupación del discurso histórico-político
misma de esta tesis- una especie profesional y técnica de un apa- sobre la guerra entendida como
de paradoja histórica. De hecho rato militar cuidadosamente defi- sustrato de las relaciones sociales?
se puede decir, de modo esque- nido y controlado. Asistimos así Diría que poco después del fin de
mático y algo aproximativo, que al nacimiento del ejército como las guerras civiles y religiosas del
con el crecimiento y desarrollo de una institución que en el fondo siglo XVI. Este discurso, que to-
los Estados, en el curso de todo no existía como tal en pleno Me- davía no aparece propiamente
6
como registro o análisis de las ... la ley nace de las ciuda- Todo esto no significa, empero,

des incendiadas, de las tie-


guerras civiles o religiosas, resulta, que en esta guerra la sociedad, la
aunque no aún constituido, por lo ley y el Estado sean una suerte de
menos claramente formulado al rras devastadas; la ley armisticio o la sanción definitiva

nace con los inocentes que


inicio de las grandes luchas políti- de las victorias. La ley no es paci-
cas inglesas del siglo XVII y en la ficación, porque detrás de la ley la
época de la revolución burguesa. agonizan al amanecer. guerra continúa enfureciendo, y
de hecho enfurece, dentro de
Se lo verá seguidamente emerger fisticado, discurso docto, discurso todos los mecanismos de poder,
en Francia a fines del siglo XVII erudito, sostenido por gente con hasta de los más regulares. La
en el contexto de luchas políticas las manos empolvadas en libros. guerra es la que constituye el
de tipo muy diferente -me refiero Discurso que ha tenido, sin em- motor de las instituciones y del
a las luchas de retaguardia de la bargo, también, un número in- orden: la paz, hasta en sus meca-
aristocracia francesa contra el es- menso de locutores populares y nismos más ínfimos, hace sorda-
tablecimiento de la gran monar- anónimos. mente la guerra. En otras
quía absoluta y administrativa. Se palabras, detrás de la paz se debe
trata entonces de un discurso am- Pero, ¿qué dice este discurso? saber ver la guerra; la guerra es la
biguo. Se lo ve inmediatamente. Dice que, contrariamente a lo que cifra misma de la paz. Estamos
En Inglaterra fue de hecho uno sostiene la teoría fílosófico-jurí- entonces en guerra los unos con-
de los instrumentos de lucha, de dica, el poder político no co- tra los otros: un frente de batalla
polémica, de organización polí- mienza cuando cesa la guerra. La atraviesa toda la sociedad, conti-
tica contra el poder (un instru- organización, la estructura jurí- nua y permanentemente, po-
mento de lucha de los grupos dica del poder, de los Estados, de niendo a cada uno de nosotros en
políticos burgueses, pequeño- las monarquías, de las sociedades, un campo o en otro. No existe un
burgueses, tal vez hasta popula- no encuentra su principio allí sujeto neutral. Somos necesaria-
res) contra la monarquía absoluta. donde calla el clamor de las mente el adversario de alguien.
En cambio en Francia fue un dis- armas. La guerra nunca desapa-
curso aristocrático contra la mo- rece porque ha presidido el naci- Una estructura binaria
narquía absoluta. miento de los Estados; el atraviesa la sociedad
derecho, la paz y las leyes han na-
Los titulares de este discurso tie- cido en la sangre y el fango de ba- A la gran descripción piramidal
nen naturalezas bastante diferen- tallas y rivalidades que no eran que el Medioevo o las teorías fi-
tes: en Inglaterra encontramos precisamente -como imaginaban losófico-políticas daban del
personajes como Edward Coke o filósofos y juristas- batallas y riva- cuerpo social, a la gran imagen
John Lilburne, que son exponen- lidades ideales. hobbesiana del cuerpo humano, a
tes de los movimientos populares; la organización ternaria de Fran-
en Francia, en cambio, encontra- La ley no nace de la naturaleza, cia y otros países europeos que
mos nombres como los de Bou- junto a las fuentes a las que acu- continuará articulando algunos
lainvilliers o de Fréret o del conde den los primeros pastores. La ley discursos y la mayor parte de las
d'Estaing, que pertenecen a la nace de conflictos reales: masa- instituciones, se contrapone un
más alta aristocracia. Posterior- cres, conquistas, victorias que tie- discurso que articula por primera
mente este discurso fue retomado nen su fecha y sus horroríficos vez de modo histórico una con-
por Sieyés, pero también por héroes; la ley nace de las ciudades cepción binaria de la sociedad:
Buonarrotí, por Augustin Thierry incendiadas, de las tierras devas- hay siempre dos grupos, dos ca-
o Courtet y finalmente por lo bió- tadas; la ley nace con los inocen- tegorías de individuos, dos ejérci-
logos racistas y eugenistas de tes que agonizan al amanecer. tos que se enfrentan. Y detrás de
fines del siglo XIX. Discurso so- los olvidos, de las ilusiones, de las
7
mentiras que tratan de hacemos ción del sujeto universal, totali- puede desplegarse a partir de su
creer en la existencia de un orden zante o neutral. El que habla, el posición de lucha o de la victoria
ternario, de una jerarquía de sub- que dice la verdad, el que cuenta que quiere obtener, de algún
ordinaciones, de un organismo, la historia, el que reencuentra la modo, en el límite de la misma su-
detrás de todas las mentiras que memoria y conjura los olvidos, pervivencia del sujeto que habla.
procuran hacernos creer que el está necesariamente -dentro de
cuerpo social está dominado o esta lucha general cuyo relator es- Esto significa que este discurso
por necesidad natural o por exi- situado de un lado o del otro: está establece un vínculo fundamental
gencias funcionales, hay que reen- en la batalla, tiene adversarios, se entre relaciones de fuerza y rela-
contrar la guerra que continúa, la bate para obtener una victoria ciones de verdad. Esto significa
guerra con sus accidentes y sus particular. Indudablemente tiene además que la pertenencia de la
peripecias. Pero, ¿por qué hay que el discurso del derecho, lo reivin- verdad a la neutralidad, a la posi-
reencontrarla? Porque esta guerra dica. ción media (que J. P. Vemant
antigua es también una guerra (...) mostró como constitutiva, en
permanente. Debemos ser los Pero lo que reclama y hace valer gran medida, de la filosofía
eruditos de las batallas. Debemos es su derecho: un derecho singu- griega), se disuelve. En un dis-
serlo justamente porque la guerra lar, fuertemente marcado por una curso como éste, tanto más se
no ha concluido, porque todavía relación de propiedad, de con- dirá la verdad cuanto más se esté
se están preparando las batallas quista, de victoria, de naturaleza. situado dentro de determinado
decisivas, porque la misma batalla Puede tratarse de los derechos de campo. Es la pertenencia a un
decisiva debemos ganarla. Esto su familia o de su raza, de los de- campo -la posición descentrada-
significa que los enemigos que te- rechos de su superioridad o de la la que permite descifrar la verdad
nemos ante nosotros continúan anterioridad, de los derechos de y denunciar las ilusiones y los
amenazándonos, y que podremos las invasiones triunfantes o de las errores a través de los cuales se
alcanzar el término de la guerra, ocupaciones recientes y efímeras. hizo creer (los adversarios hacen
no a través de una reconciliación En todo caso, tenemos que ha- creer) que nos encontramos en
o una pacificación, sino sólo con bérnoslas con un discurso an- un mundo ordenado y pacificado:
la condición de resultar efectiva- clado en una historia y al mismo "Cuanto más me descentro, más
mente vencedores. tiempo descentrado con respecto veo la verdad; cuanto más acen-
a una universalidad jurídica. Si el túo la relación de fuerza y más me
He aquí entonces una primera ca- sujeto que habla del derecho (o bato, tanto más la verdad se des-
racterización de este tipo de dis- más bien de sus derechos) habla pliega efectivamente ante mí,
curso. Pese a la indeterminación de la verdad, será de aquella ver- según esta perspectiva de la lucha,
de mi definición, se puede com- dad que no es la verdad universal de la supervivencia o de la victo-
prender ya por qué este discurso del filósofo. El discurso de la gue- ria".
es tan importante: es quizás el pri- rra general, el discurso que in-
mer discurso, en la sociedad occi- tenta descifrar la guerra detrás de Inversamente, si la relación de
dental salida del Medioevo, que la paz o trata de restituir la batalla fuerza libera la verdad, la verdad a
puede ser definido rigurosamente al curso global de la guerra, no es su vez entrará en juego -y será
como histórico-político. Esto es de hecho un discurso de la totali- buscada en último análisis- sólo
así, en primer lugar, porque es dad o de la neutralidad. Es siem- en la medida en que pueda llegar
evidente que el sujeto que habla pre, en cambio, un discurso a ser efectivamente un arma den-
en este discurso, que dice "yo", perspectivo. Tiene como objetivo tro de la relación de fuerza. La
que dice "nosotros", no puede la totalidad. Pero la entrevé, la verdad pone a disposición la
ocupar (y además tampoco trata atraviesa y traspasa sólo desde su fuerza, o incluso provoca un des-
de hacerlo) la posición del jurista propio punto de vista. La verdad equilibrio, acentúa la asimetría y
o del filósofo, vale decir, la posi- es, en suma, una verdad que sólo finalmente hace inclinar la victo-
8
ria hacia una parte más que a otra; El sujeto que habla es un sujeto alianzas). Después hará valer un
la verdad es un "plus" de fuerza y no tanto polémico como propia- conjunto de elementos psicológi-
se despliega sólo a partir de una mente beligerante. Este tipo de cos y morales (coraje, miedo, des-
relación de fuerza. La pertenencia discurso toma espesor e intro- precio, odio, olvido, etc.). Según
esencial de la verdad a la relación duce una laceración en el discurso este discurso, lo que constituya la
de fuerza, a la asimetría, al des- de la verdad y de la ley el cual trama permanente de la historia y
centramiento, a la lucha, a la gue- había sido proferido por milenios de las sociedades será un tren-
rra, está inscrita también en este (...) Además invierte los valores, zado de cuerpos, de pasiones y de
tipo de discurso. A partir de la fi- los equilibrios, las polaridades tra- casos. Y sólo por encima de esta
losofía griega, esta universalidad dicionales de la inteligibilidad y trama de cuerpos, de casos, de pa-
pacificada puede siempre suponer postula, exige una explicación siones, por encima de esta masa,
el discurso fílosófico-jurídico, desde lo bajo. de este enredo, de este hormi-
pero en todos los casos es pro- Pero lo que es bajo, en esta expli- guero oscuro y tal vez sangriento,
fundamente puesta en entredicho cación, no coincide necesaria- se constituirá algo frágil y super-
o incluso, muy simplemente, cíni- mente con lo que es más claro y ficial, una racionalidad progresiva:
camente ignorada. más simple. Al revés: comporta la de los cálculos, de las estrate-
dar una explicación a través de lo gias, de las astucias; de los proce-
Hay un discurso histórico (y tal más confuso, más oscuro, más dimientos técnicos para
vez es ésta la razón por la cual desordenado, mayormente ligado conservar la victoria, para acallar
está históricamente arraigado y con el caso. Lo que debe valer -al menos en apariencia- la guerra,
políticamente descentrado) que como principio de desciframiento para mantener o derribar las rela-
aspira, y con buen derecho, a la de la sociedad y de su orden visi- ciones de fuerza. Se trata enton-
verdad a partir de una relación de ble es la confusión de la violencia, ces de una racionalidad que, a
fuerza y para el desarrollo mismo de las pasiones, de los odios, de medida que surge y se desarrolla,
de esta relación de fuerza (y que las cóleras, de los rencores, de las se hace abstracta, cada vez más li-
en consecuencia excluye al sujeto amarguras; la oscuridad de los gada con la fragilidad y con la ilu-
-el sujeto que habla del derecho y casos, de las contingencias, de las sión, con la astucia y con la
busca la verdad- de la universali- circunstancias que generan las de- malicia de aquellos que, habiendo
dad jurídico-filosófica). Por lo rrotas y aseguran las victorias. Lo obtenido provisoriamente la vic-
tanto la función del que habla en que en el fondo este discurso pide toria -y en tanto favorecidos en la
este lugar no es la del legislador o al dios elíptico de las batallas es relación de dominación- tienen
del filósofo por encima de las que aclare las largas jornadas del todo el interés de no volver a po-
partes o el personaje de la paz y orden, del trabajo, de la paz, de la nerla en juego.
del armisticio que ocupa la posi- justicia. Es deber del furor dar
ción soñada desde Solón a Kant. cuenta de la calma y del orden. En este esquema de explicación
No se trata en absoluto de esta- hay entonces un eje vertical que, a
blecerse entre los adversarios, en ¿Qué es entonces lo que es causa de los valores que distri-
el centro y por encima de la mez- puesto en el origen de la historia? buye, resulta muy diferente del
cla, de imponer a cada uno una En primer lugar una serie de he- tradicional. Es un eje en cuya base
ley general y de fundar un orden chos brutos (hechos que podrían se encuentra una irracionalidad
que reconcilie, sino más bien de ser definidos, si se quiere, como fundamental y permanente, una
instituir un discurso marcado por físico-biológicos: vigor, fuerza, irracionalidad bruta y desnuda,
la asimetría, de fundar una verdad energía; proliferación de una raza, pero en la cual se manifiesta la
ligada con una relación de fuerza, debilidad de otra) y una serie de verdad. En cambio, hacia la extre-
de establecer una verdad-arma y casos, de contingencias (derrotas, midad superior, hay una raciona-
un derecho singular. victorias, éxitos o fracasos de las lidad frágil, transitoria, siempre
revueltas, de las conjuras o de las comprometida y ligada con la ilu-
9
sión y con la maldad. La razón se violencias, refiriéndolos a cierto res ingeniosos y mitos que yo no
encuentra del lado de la quimera, esquema ideal (como la ley natu- llamaría groseros sino graves,
de la astucia, de los malvados, ral, la voluntad de Dios, los prin- densos y sobrecargados. De
mientras del otro lado, en la otra cipios fundamentales y así en hecho, tal discurso puede articu-
extremidad del ejemplo tenemos más). Por el contrarío, detrás de larse (y ha sido articulado) en
una brutalidad elemental: el con- las formas de lo justo tal como ha toda una gran mitología (...). En
junto de los gestos, actos, pasio- sido instituido, de lo ordenado tal ella se revela que las grandes vic-
nes, furores cínicos y puros. Una como ha sido impuesto, de lo ins- torias de los gigantes poco a poco
brutalidad que se encuentra, sin titucional tal como ha sido acep- fueron olvidadas y ocultadas, que
embargo, en la parte de la verdad. tado, se trata de descubrir y de existió el crepúsculo de los dioses,
Pero si la verdad se sitúa en la definir el pasado olvidado de las que los héroes fueron heridos o
parte de la sinrazón y de la bruta- luchas reales, de las victorias efec- muertos y que los reyes fueron
lidad y la razón, por el contrario, tivas, de las derrotas que dejan su sumidos en el sueño dentro de
en la parte de la quimera y de la signo profundo incluso si han cavernas inaccesibles. Se habla
maldad, aquí aparece formulado sido disimuladas. Se nos impone además de los derechos y los
exactamente lo opuesto de lo que reencontrar la sangre seca en los bienes de la primera raza pisotea-
hasta aquel momento había cons- códigos, y no lo absoluto del de- dos por invasores astutos; de la
tituido el discurso del derecho y recho, detrás de la fugacidad de la guerra secreta que continúa; del
de la historia. El esfuerzo explica- historia. No es cuestión de referir complot cuya trama hay que rea-
tivo del discurso del derecho y de la relatividad de la historia a lo ab- nudar para reanimar esta guerra y
la historia consistía de hecho en soluto de la ley o de la verdad, expulsar a los invasores y enemi-
liberar de todos los casos super- sino de encontrar lo infinito de la gos; o de la inminencia de la bata-
ficiales y violentos, ligados con el historia detrás de la estabilidad lla, que invertirá finalmente las
error, una racionalidad funda- del derecho, los gritos de guerra fuerzas y transformará a los de-
mental y permanente, ligada de detrás de las fórmulas de la ley y rrotados seculares en vencedores
modo esencial con lo justo y con la asimetría de las fuerzas detrás que no conocerán ni practicarán
el bien. Por lo tanto, asistimos del equilibrio de la justicia. Den- el perdón.
justamente a la inversión del eje tro de un campo histórico, que ni
explicativo de la ley y de la histo- siquiera puede ser definido como Así, durante todo el Medioevo y
ria. un campo relativo puesto que no más tarde aún, ligada con este
está en relación con ningún "ab- tema de la guerra perpetua, rena-
Otro motivo de importancia del soluto", hay un infinito de la his- cerá sin cesar la esperanza del día
discurso que quisiera analizar en toria que puede ser de algún de la nueva victoria, la espera del
el curso de este año consiste en el modo "irrelativizado", lo infinito emperador de los últimos días,
hecho de que tenemos ante la de la eterna disolución en meca- del diu novus, del nuevo jefe, de
vista un discurso qué se desarrolla nismos y acontecimientos que la nueva guía, del nuevo Fuhrer;
enteramente en la dimensión his- son los de la fuerza, del poder y la idea de la quinta monarquía, del
tórica, un discurso que se des- de la guerra. tercer imperio, del tercer Reich -el
pliega dentro de una historia que será a un tiempo la bestia del
carente de bordes, fines, límites. Se dirá que se trata de un discurso Apocalipsis o el salvador de los
En un discurso como éste no se triste y lúgubre, que es un dis- pueblos.Se trata de la vuelta de
trata de considerar lo gris de la curso para aristócratas nostálgi- Alejandro perdido en las Indias;
historia como un dato superficial cos y estudiosos de biblioteca. En de la vuelta, tanto tiempo espe-
que deba remitimos a algunos realidad este discurso encuentra rada en Inglaterra, de Eduardo el
principios estables y fundamenta- sostén y a menudo se expresa en Confesor; de Carlomagno dor-
les: no se trata de juzgar a los go- formas míticas tradicionales: se mido en la tumba que se desper-
biernos injustos, los abusos y las encuentran allí conjugados sabe- tará para resucitar la guerra justa;
10
de Federico Barbarroja y de Fede- sólo aquel discurso descalificado miento y recuperación de este
rico II, que esperan en su antro el que es tenido al margen y que discurso en la vieja forma del dis-
despertar de su pueblo y de su debe permanecer marginal si se curso filosófíco-jurídico.
imperio; del rey de Portugal, olvi- quiere que el discurso justo y ver-
dado entre las arenas de África, dadero pueda por fin instalarse - En el fondo, la dialéctica codifica
que volverá para una nueva bata- en la mezcla, entre los la lucha, la guerra y los enfrenta-
lla, para una nueva guerra y para adversarios, por encima de ellos- mientos dentro de una lógica (o
una victoria que será esta vez de- como ley. Este discurso de par- pretendida lógica) de la contradic-
finitiva. tido, este discurso de la guerra y ción: ella los reintegra en el doble
de la historia, es quizás análogo al proceso de totalización y actuali-
Este discurso de la guerra perpe- que había aparecido en la antigua zación de una racionalidad con-
tua no es entonces sólo la triste Grecia en la forma del astuto dis- juntamente final y fundamental,
invención de algunos intelectuales curso sofista. En todo caso, o será en todo caso, irreversible. En de-
por mucho tiempo tenidos al denunciado como discurso de lo finitiva, la dialéctica asegura la
margen. De hecho conjuga, -más histórico parcial e ingenuo, del constitución, a través de la histo-
allá de los grandes sistemas fílo- político encanecido, del aristó- ria, de un sujeto universal, de una
sófíco-jurídicos que deshace, un crata desposeído, o será acusado verdad reconciliada, de un dere-
saber que es quizás el de los aris- de ser un discurso grosero que cho en el cual todas las particula-
tócratas nostálgicos y decadentes, sostiene reivindicaciones no ela- ridades tendrán finalmente su
con grandes pulsiones míticas y boradas. lugar bien ordenado.
con el ardor de las victorias po-
pulares. Creo que -tenido (fundamental y La dialéctica hegeliana -y con ella,
estructuralmente) al margen del pienso, todas las que la han se-
Repito, estamos quizá frente al discurso de los filósofos y juris- guido- debe ser comprendida (eso
primer discurso exclusivamente tas- este discurso ha iniciado su es lo que trataré de mostrarles)
histórico- político de Occidente curso (o quizás un nuevo curso) como la colonización y la pacifi-
en oposición al discurso fílosó- en Occidente (...) entre fines del cación autoritaria, por parte de la
fico-jurídico: un discurso en el siglo XVI y mediados del XVII, filosofía y del derecho, de un dis-
cual la verdad funciona delibera- en relación con la doble rebeldía - curso histórico-político que ha
damente como arma para una popular y aristocrática- hacia el sido al mismo tiempo una cons-
victoria que es explícitamente poder real. Además, estoy con- tatación, una proclamación y una
partidaria. Es un discurso oscura- vencido de que a partir de esta práctica de la guerra social. La
mente crítico pero también, sin época se desarrolló notable y rá- dialéctica ha colonizado este dis-
embargo, intensamente mítico, es pidamente hasta llegar al siglo curso histórico-político que había
el discurso de las amarguras en- XX. No hay que creer, sin em- trazado su camino en el curso de
cubadas, pero también el de las bargo, que la dialéctica pueda fun- los siglos en Europa, a veces con
más locas esperanzas. cionar como la gran reconversión clamor, a menudo en la penum-
-en última instancia filosófica- de bra, a veces en la erudición y a
Este discurso es, en sus elemen- este discurso. Si bien la dialéctica veces en la sangre. La dialéctica es
tos fundamentales, extraño a la puede aparecer como el discurso la pacificación, por parte del
gran tradición de los discursos fi- universal e histórico de la contra- orden filosófico y tal vez también
losófico-jurídicos. Es más, para dicción y de la guerra, creo em- por parte del orden político, del
los filósofos y juristas es la exte- pero que en realidad ésta no es discurso amargo y partidario de la
rioridad del discurso. No es to- precisamente la convalidación fi- guerra fundamental. He aquí en-
mado en consideración ni losófica de ese discurso. Por el tonces el marco de referencia ge-
siquiera como discurso del adver- contrario, me parece que ha fun- neral dentro del cual quisiera
sario, con el cual no se discute. Es cionado más bien como desplaza- colocarme este año para rehacer
11
a grandes rasgos la historia de ; por el otro, se lo verá aflorar en durante la Revolución Francesa y
este discurso. Francia, cincuenta años después, sobre todo al comienzo del siglo
es decir, a fines del reinado de XIX, con Augustin y Amedée
Quisiera decirles de qué modo Luis XIV, siempre como discurso Thierry, para ver cómo a partir de
pienso desarrollar esta investiga- de lucha contra el rey, pero en un este momento adquiere de
ción y de qué punto quisiera par- sentido totalmente contrario, en pronto dos transcripciones. Por
tir. En primer lugar quisiera tanto es sostenido por la acritud un lado, una transcripción explí-
eliminar algunas falsas paternida- aristocrática. citamente biológica, operada por
des que son atribuidas habitual- otra parte mucho antes de Dar-
mente al discurso histórico- A partir de esta época, es decir, a win, y que tomará su discurso
político. Apenas se piensa en la partir del siglo XVII, se exterio- (todos sus elementos, sus concep-
relación entre poder y guerra, riza la idea según la cual la guerra tos, su vocabulario) de una aná-
entre poder y relaciones de constituye la trama ininterrum- tomo-físiología. Esto dará lugar al
fuerza, vienen rápido a la mente pida de la historia. Esta idea apa- nacimiento de la teoría de las
dos nombres: Maquiavelo y Hob- rece en forma precisa: la guerra razas en el sentido histórico-bio-
bes. Quisiera mostrarles que la que no para de desarrollarse de- lógico del término. Se trata de una
cosa no se presenta precisamente trás del orden y la paz, la guerra teoría -tan ambigua como la del
en estos términos porque el dis- que trabaja nuestra sociedad y la siglo anterior- que se articulará
curso histórico-político no es (y divide de un modo binario es, en por un lado sobre movimientos
no puede ser) el de la política del el fondo, la guerra de las razas. de las nacionalidades en Europa
príncipe o el de la soberanía ab- Los elementos fundamentales y sobre sus luchas contra los
soluta. El discurso histórico-polí- que hacen siempre posible la gue- grandes aparatos de Estado (es-
tico sólo puede considerar al rra y aseguran su mantenimiento, pecialmente austríacos y rusos);
príncipe como una ilusión, un su prosecución y su desarrollo, por el otro, sobre la política euro-
instrumento o, como mucho, son individualizados muy rápida- pea de colonización. Esta es la
como un enemigo. En suma, no mente. Más que de conquista y de primera transcripción -biológica-
olvidemos que tenemos ante nos- esclavización de una raza por de la teoría de la lucha perma-
otros un discurso que en el fondo parte de otra, se habla de pronto nente y de la guerra de razas. Hay
decapita al rey; un discurso que de diferencias étnicas y de lengua; además una segunda transcrip-
en todo caso prescinde del sobe- de diferencias de fuerza, vigor, ción, la que tendrá lugar a partir
rano y lo denuncia. energía y violencia; de diferencias del gran tema y de la teoría de la
de ferocidad y de barbarie. En el guerra social, que se desarrollan
Después de haber eliminado estas fondo, el cuerpo social está arti- desde los primeros años del siglo
falsas paternidades, les mostraré culado en dos razas. Esta idea, XIX y que tenderán a cancelar
cuál ha sido el punto de emergen- según la cual la sociedad es reco- todas las huellas del conflicto de
cia de este discurso, que yo ubica- rrida de un extremo a otro por razas para definirse como lucha
ría en el siglo XVII, y pondré de este enfrentamiento de razas, la de clases.
manifiesto sus principales carac- encontramos formulada a partir
terísticas. En primer lugar, seña- del siglo XVII y actúa como ma- Tenemos entonces aquí una espe-
laré el doble origen del discurso: triz de todas las formas en las cie de bifurcación esencial, que
por un lado, se lo verá emerger cuales, en adelante, serán investi- corresponde a una recuperación
hacia 1630, con las reivindicacio- gados el aspecto y los mecanis- del análisis de las luchas en la
nes populares y pequeño-burgue- mos de la guerra social. forma de la dialéctica y a un reto-
sas, en la Inglaterra mar el tema de los enfrentamien-
prerrevolucionaria y revoluciona- Quisiera seguir la historia de esta tos de razas en la teoría del
ria -y tendremos así el discurso de teoría de las razas o, más bien, de evolucionismo y de la lucha por
los puritanos y el de los levellers- esta teoría de la guerra de razas la vida. A partir de aquí, siguiendo
12
preeminentemente esta segunda peligros para el patrimonio bioló- cismo que una sociedad ejercerá
rama, trataré de mostrarles de qué gico. contra sí misma, contra sus pro-
modo se produjo el desarrollo de pios elementos, contra sus pro-
un racismo biológico-social. Este En ese momento aparecerán pios productos; de un racismo
racismo se funda sobre la idea todos los discursos biológico-ra- interno -el de la purificación per-
(que es absolutamente nueva y cistas sobre la degeneración y manente- que será una de las di-
hará funcionar el discurso en un todas las instituciones que dentro mensiones fundamentales de la
modo diferente) según la cual la del cuerpo social harán funcionar normalización social.
otra raza no es la que llegó de el discurso de la lucha de razas
afuera, no es la que por determi- como principio de segregación, He aquí entonces delineado el
nado tiempo ha triunfado y domi- de eliminación y de normaliza- proyecto: volver a recorrer la his-
nado, sino aquella que en forma ción de la sociedad. toria del discurso de las luchas y
permanente, incesante, se infiltra de la guerra de razas a partir del
en el cuerpo social (o mejor Por lo tanto, el discurso cuya his- siglo XVII para llegar hasta la
dicho, se reproduce ininterrumpi- toria quisiera hacer abandonará la aparición del racismo de Estado
damente dentro y a partir del te- formulación fundamental de los a comienzos del siglo XX.
jido social). En otras palabras: lo orígenes, que sostenía la necesi-
que en la sociedad se nos aparece dad de defenderse contra los ene-
como polaridad, como fractura migos porque los aparatos del
binaria, no será tanto el enfrenta- Estado, la ley y la estructura del
miento de dos razas extrañas una poder no sólo no nos defienden
a la otra, como el desdoblamiento contra nuestros enemigos sino
de una sola y misma raza en una que son instrumentos por medio
super-raza y una sub-raza; o tam- de los cuales nuestros enemigos
bién, a partir de una raza, la rea- nos persiguen y sojuzgan. Este
parición de su propio pasado. discurso -decía- desaparecerá. No
Brevemente: el revés y la parte in- se dirá más: "debemos defende-
ferior de la raza que aparece en mos contra la sociedad", sino que
ella. se enunciará el hecho de que "de-
bemos defender a la sociedad
Tendremos por ende esta conse- contra todos los peligros biológi-
cuencia fundamental: el discurso cos de aquella otra raza, de aque-
de la lucha de razas -que en la lla sub-raza, de aquella
época en que apareció y comenzó contra-raza que, a pesar nuestro,
a funcionar (siglo XVII) consti- estamos constituyendo".
tuía esencialmente un instru-
mento de lucha para campos La temática racista no aparecerá
descentrados- será re-centrado y ya, en ese momento, como instru-
se convertirá en el discurso del mento de un grupo social contra
poder, de un poder centrado, cen- otro, sino que servirá a la estrate-
tralizado y centralizador. Llegará gia global de los conservadoris-
a ser el discurso de un combate a mos sociales. Se asiste entonces a
conducir, no entre dos razas, sino la aparición paradojal -y se trata
entre una raza puesta como la realmente de una paradoja res-
verdadera y única (la que detenta pecto de la forma originaria del
el poder y es titular de la norma) discurso del cual les hablaba- de
y los que constituyen otros tantos un racismo de Estado; de un ra-
13

También podría gustarte