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Jacob de BACKER
El Juicio Final (detalle)
O.-L. Vrouwekathedraal, Amberes
5. Para qué existe el hombre
Yo existo para dar gloria a
Dios: para manifestar su
bondad y su amor.
Dios no tiene otra razón para
crear.
El hombre responde con amor
al amor de Dios: en eso
consiste su felicidad.
6. Debemos conocer la doctrina cristiana
Debemos conocer las
enseñanzas de Jesucristo,
porque es:
Nuestro Dios.
Nuestro Maestro.
Nuestro Modelo.
Sus enseñanzas muestran el
camino para conocer y amar a
Dios, ser felices en esta tierra y
después eternamente en la
otra.
Sanzio RAFAELLO
San Pablo predicando en Atenas
Victoria and Albert Museum, Londres
7. Partes principales de la doctrina cristiana
1. Las verdades de nuestra fe, en
EL SÍMBOLO DE LA FE o
CREDO.
2. La celebración de la fe, en LA
LITURGIA y LOS
SACRAMENTOS.
3. Qué quiere Dios que hagamos
para ser felices y hacer felices
a los demás, en LA MORAL
CRISTIANA en LOS
MANDAMIENTOS.
4. El sentido y la importancia de
la oración, en LA ORACIÓN
EN LA VIDA CRISTIANA.
Codex Manesse
Schulmeister von Esslingen
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Poner empeño en conocer muy
bien y practicar la doctrina
cristiana.
Aparte de otros momentos del
día, hacer la señal de la cruz -
la señal del cristiano- al
levantarse y acostarse.
02 Dios sale al encuentro del hombre:
la Revelación
Compendio del Catecismo
6. ¿Qué revela Dios al hombre?
50-53
68-69
Dios, en su bondad y sabiduría,
se revela al hombre. Por medio
de acontecimientos y palabras,
se revela a sí mismo y el
designio de benevolencia que él
mismo ha preestablecido desde
la eternidad en Cristo en favor de
los hombres. Este designio
consiste en hacer partícipes de la
vida divina a todos los hombres,
mediante la gracia del Espíritu
Santo, para hacer de ellos hijos
adoptivos en su Hijo Unigénito.
Introducción
En Las Confesiones, San
Agustín proclama:
"Tú eres grande, Señor, y muy
digno de alabanza: grande es
tu poder, y tu sabiduría no
tiene medida (...). Y el hombre,
pequeña parte de tu creación,
quiere alabarte. Tú mismo le
incitas a ello, haciendo que
encuentre sus delicias en tu
alabanza, porque nos hiciste,
Señor, para ti y nuestro
corazón está inquieto hasta
que descanse en ti".
BOTTICELLI, Sandro
San Agustín en su celda
1490-94
Galleria degli Uffizi, Florencia
BLOEMAERT, Abraham
Los discípulos de Emaús
1622
Ideas principales Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas
1. El deseo de Dios en el corazón
El deseo de Dios está
inscrito en el corazón
del hombre.
Dios lo atrae hacia sí y
sólo en Él el hombre
encuentra la paz.
El hombre es un ser
religioso.
En Dios nos
movemos, existimos y
somos (Hechos 18,
RAFFAELLO Sanzio 28)
Estudio de San Pablo predicando en Atenas
1514-15
Galleria degli Uffizi, Florencia
2. El olvido o negación de Dios
El hombre puede olvidarse
de Dios o incluso rechazarlo:
Ignorancia, rebelión contra
el mal, afán de riquezas,
mal ejemplo, actitud de
miedo del pecador.
Ningún pretexto justifica el
olvido o la negación de Dios.
CARAVAGGIO
La vocación de Santo Tomás
1599-1600
Contarelli Chapel, San Luigi dei Francesi, Roma
5. Jesucristo, Palabra del Padre
Jesucristo:
Hijo de Dios hecho hombre.
Palabra única, perfecta y
definitiva de Dios Padre.
Jesucristo ha dicho ya todo lo
que Dios quería decirnos a los
hombres.
No habrá otra Revelación
después de Cristo.
GRECO, El
La adoración del nombre de Jesús (detalle)
finales década 1570-80
National Gallery, Londres
6. Las fuentes de la Revelación: Sagrada Escritura y
Tradición
Son dos las fuentes de la
Revelación: Sagrada Escritura
y Tradición.
Sagrada Escritura: palabra de
Dios transmitida por escrito.
La Biblia. Libros inspirados por
Dios: 45 Antiguo Testamento +
27 Nuevo Testamento.
Tradición: Revelación dada
por Cristo y por el Espíritu
Santo a los apóstoles, y
transmitida de viva voz a la
Iglesia. DÜRER, Albrecht
Cristo entre los doctores
1506
Colección Thyssen-Bornemisza, Madrid
7. La Iglesia, custodia e intérprete del depósito de la fe
Miniaturista francés
Biblia de Carlos V
1372
Rijksmuseum, La Haya
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
La fe es un don de Dios,
necesario para la salvación.
La respuesta del hombre al
don de la fe: creer en lo que
nos ha dicho en su
Revelación.
La fe es necesaria para
aceptar y entender lo que
Dios enseña.
LE BRUN, Charles
El triunfo de la fe
1658-60
Château, Vaux-le-Vicomte
Ideas principales
1. Por la fe podemos conocer muchas cosas acerca de Dios
MORETTO da Brescia
Alegoría de la fe
1530s
El Hermitage, San Petesburgo
2. ¿Qué es la fe?
UCCELLO, Paolo
Fe
c. 1435
Duomo, Prato
3. La fe es un regalo de Dios
La fe es un don sobrenatural,
un regalo de Dios.
Sólo es posible creer por la
gracia y el auxilio del Espíritu
Santo.
MEMLING, Hans
Joven orando
c. 1475
National Gallery, Londres
6. Creer lo que la Iglesia nos enseña
Jesucristo fundó la Iglesia para
que continúe su misión en el
mundo; para eso cuenta con la
asistencia del Espíritu Santo.
La certeza en las verdades que
enseña la Santa Iglesia no se
apoya en razones que puedan
darme los hombres, sino en la
autoridad de Dios.
La Iglesia transmite íntegras
esas verdades en virtud de la
infalibilidad con que Dios la
dotó en cosas de fe y moral.
GOZZOLI, Benozzo
San Agustín enseñando en Roma (detalle)
1464-65
Capilla del ábside, Sant'Agostino, San Gimignano
7. La fe es necesaria para salvarse
"El que crea y sea bautizado, se
salvará; pero el que no crea, se
condenará" (Marcos 16,16).
"Tomás, porque me has visto has
creído; dichosos los que sin ver
creyeron" (Juan 20,29).
Hemos de rezar por los que no
creen, pidiendo a Dios que les
conceda la gracia de la fe,
ayudándoles con nuestro ejemplo y
doctrina, ejercitando el apostolado
de la doctrina.
CHRISTUS, Petrus
El Juicio Final
1452
Staatliche Museen, Berlin
8. El credo, resumen de las verdades que debemos creer
Desde el principio,
Símbolos o fórmulas de la
fe: resúmenes de la
Revelación divina.
Símbolo de los Apóstoles
Símbolo de Nicea-
Constantinopla
Cuando recitamos el
Credo, estamos
haciendo un acto de fe
en las verdades
fundamentales que Dios
nos ha revelado.
GRECO, El
San Lucas
1605-10
Catedral, Toledo
9. Hacer muchas veces actos de fe
Dios nos ha dado el gran regalo
de la fe. Hemos de agradecérselo
haciendo actos de fe:
Creo en Dios Padre, creo en Dios
Hijo, creo en Dios Espíritu Santo.
Creo en la Santísima Trinidad.
Creo en Jesucristo, Dios y
Hombre verdadero.
Creo que Santa María es Madre
de Dios y Madre nuestra.
Creo, Señor, pero aumenta mi fe.
Creo que la Iglesia Católica es mi
Madre.
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
El misterio de la
Santísima Trinidad
05
Compendio del Catecismo
44. ¿Cuál es el misterio
central de la fe y de la
vida cristiana?
232-237
El misterio central de la fe
y de la vida cristiana es el
misterio de la Santísima
Trinidad. Los cristianos
son bautizados en el
nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo.
Introducción
El secreto divino más
importante de la fe que
Jesucristo nos reveló: misterio
de la Santísima Trinidad.
Dios es uno en esencia y trino
en personas: es la revelación
de su vida íntima.
Hemos de procurar conocerlo y
¡vivirlo!
El Credo o Símbolo es la
explicación del misterio
trinitario.
BECCAFUMI, Domenico
Trinidad (detalle)
1513
Pinacoteca Nazionale, Siena
Ideas principales
1. La Trinidad, misterio de un solo Dios y tres Personas
realmente distintas
Los misterios no se
comprenden, pero al
conocerlos la fe se vuelve firme
y operativa.
Misterio de la Santísima
Trinidad :
en Dios hay una sola esencia y
tres personas distintas: Padre,
Hijo y Espíritu Santo, cada una
de las cuales es Dios, sin ser
tres dioses sino un solo y único
Dios.
La Trinidad es algo parecido al
sol:
el sol está en el cielo y
produce luz y calor; la luz y el
calor no son distintos del sol.
2. La Revelación, obra de la Trinidad
La creación, la redención y la
santificación se atribuyen,
respectivamente, al Padre, al
Hijo y al Espíritu Santo. Pero
las tres acciones son acciones
de Dios.
De ahí que, cuando
agradecemos a Dios todo lo
que ha hecho con nosotros,
tenemos que dar gracias a
Dios Padre, a Dios Hijo y a
Dios Espíritu Santo.
CARRACCI, Lodovico
La Trinidad con Cristo muerto
c. 1590
Pinacoteca, Vaticano
3. Inhabitación de la Trinidad en el alma en gracia
MASACCIO
El bautismo de los neófitos
1426-27
Cappella Brancacci, Santa Maria del Carmine, Florencia
4. En el cielo veremos a la Santísima Trinidad
El gran premio del cielo
consiste en ver a Dios,
contemplar, alabar, amar y
gozar por toda la eternidad a la
Trinidad Beatísima:
Toda la grandeza, toda la
hermosura, toda la bondad de
Dios se vuelca sobre esta
pobre criatura que somos cada
uno de nosotros.
En el cielo el alma tendrá la
posibilidad de ver lo que
Moisés quiso ver en la tierra: la
majestad de Dios.
LÓPEZ Y PORTANA, Vincente
Adoración de la Trinidad
1791-92
Colección privada
5. Hemos de alabar a la Santísima Trinidad
Dios nos ama de una manera
increíble. Hemos de
corresponder a tanto amor, y la
vida cristiana tiene que ser una
continua alabanza a la
Trinidad.
Profesamos la fe en la
Santísima Trinidad
cuando nos signamos y
persignamos, diciendo "en el
nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo";
al rezar el "Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo" ;
cuando rezamos el Gloria o el
Credo en la Santa Misa, y al
final de la Plegaria eucarística
Propósitos de vida
cristiana
Un propósito para avanzar
Aprender el Credo y recitarlo
con devoción.
Considerar que la Santísima
Trinidad -Dios mismo- está en
el alma en gracia, y que vivir en
gracia es lo único
verdaderamente importante.
06 Dios ha creado el mundo por amor
Compendio del Catecismo
54. ¿Cómo ha creado Dios el
universo?
295-301
317-320
Dios ha creado el universo
libremente con sabiduría y amor. El
mundo no es el fruto de una
necesidad, de un destino ciego o del
azar. Dios crea «de la nada» (–ex
nihilo–: 2 M 7, 28) un mundo
ordenado y bueno, que Él
transciende de modo infinito. Dios
conserva en el ser el mundo que ha
creado y lo sostiene, dándole la
capacidad de actuar y llevándolo a
su realización, por medio de su Hijo y
del Espíritu Santo.
Introducción
"En el principio, creó Dios el
cielo y la tierra" (Génesis 1,1).
Dios creó el mundo de la nada.
Las cosas pequeñas y las
grandes.
Al contemplarla, es fácil dar
gloria y alabar a Dios.
Dios quiere que los hombres
cooperemos en su obra:
trabajar y dominar la tierra.
Ideas principales
1. Dios es eterno
Sólo Dios es propiamente
eterno, es decir, no tiene
principio ni fin.
En Dios no hay pasado ni
futuro, sino un presente
inmutable.
Dios quiso crear el mundo, y
especialmente el hombre, que
está hecho a su imagen y
semejanza, y nos preparó el
mundo con todas sus
maravillas.
2. Dios ha creado el mundo de la nada
MICHELANGELO Buonarroti
La creación
Cappella Sistina, Vaticano
3. Crear no es lo mismo que fabricar
Crear quiere decir "hacer que
exista algo que antes no
existía, sacándolo de la nada".
El hombre no puede crear: sólo
Dios puede crear.
LARGILLIÈRE, Nicolas de
Estudio de manos
c. 1715
Musée du Louvre, Paris
4. Dios creó para su gloria y por amor
MICHELANGELO Buonarroti
Creación de Eva
1509-10
Cappella Sistina, Vaticano
5. El trabajo y el dominio de la tierra
Si Dios no conservase el
mundo, desaparecería y
volvería a la nada.
Dios gobierna este mundo, y
de manera especial a los
hombres, con unas leyes que
están impresas en su
naturaleza, respetando siempre
la libertad que les dio como
uno de los grandes regalos.
7. Ofrecer el trabajo del día y mostrar agradecimiento al Señor
El conocimiento de la
Providencia que Dios
ejerce sobre el mundo y
sobre cada uno de
nosotros nos debe llevar a
una decisión confiada de
ponernos en sus manos.
Ese abandono en las
manos de Dios será la
fuente de nuestra
serenidad, seguridad y
alegría.
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Dios ha creado
los ángeles
07
Compendio del Catecismo
60. ¿Quiénes son los
ángeles?
328-333
350-351
Los ángeles son criaturas
puramente espirituales,
incorpóreas, invisibles e
inmortales; son seres
personales dotados de
inteligencia y voluntad. Los
ángeles, contemplando cara a
cara incesantemente a Dios, lo
glorifican, lo sirven y son sus
mensajeros en el cumplimiento
de la misión de salvación para
todos los hombres.
Introducción
En la Sagrada Escritura se
encuentran muchos pasajes en
los que intervienen los ángeles:
al nacer Jesús un ángel
anuncia a los pastores la
buena noticia;
el arcángel Rafael aparece en
la historia de Tobías,
y el arcángel Gabriel es quien
anuncia a la Virgen que Dios
quiere que sea su Madre;
otro ángel saca a Pedro de la
cárcel; etc.
GIORDANO, Luca
La caída de los ángeles rebeldes
1666
Kunsthistorisches Museum, Viena
3. Los demonios tientan al hombre
Los demonios odian a Dios y a
todos los que aman a Dios. Por
eso desean que los hombres
ofendan a Dios y sean
condenados al infierno.
La forma habitual que tienen de
tentarnos es incitando nuestras
malas inclinaciones o
aprovechándose de ellas.
La tentación no es pecado; es
pecado, si hacemos caso de lo
que nos pide el demonio.
BOSCH, Hieronymus
Tríptico de las tentaciones de San Antonio (detalle)
1505-06
Museu Nacional de Arte Antiga, Lisboa
4. La protección de los Ángeles Custodios
Tobías hijo debía hacer un viaje
largo y lleno de peligros. Buscó
un compañero de viaje, y Dios
le envió al arcángel Rafael para
acompañarle y enseñarle el
camino.
Nosotros también vamos de
camino hacia el cielo; en este
camino hay muchos peligros
para nuestra alma y nuestro
cuerpo. Dios nos da un
compañero que está siempre a
nuestro lado, aunque no lo
veamos: es el Ángel de la
Guarda o Ángel Custodio.
GIMIGNANI, Giacinto
Un ángel y un demonio lucha por el alma de un niño
Colección privada
5. Uso del agua bendita
La Iglesia recomienda a los
cristianos usar el agua bendita,
es un sacramental,
para implorar el perdón de los
pecados veniales y alcanzar la
protección de Dios contra las
asechanzas del demonio.
Santa Teresa de Jesús decía:
"De ninguna cosa huye más el
demonio, para no tornar, que
del agua bendita".
CAMPAGNA, Girolamo
St Agnes (Meekness)
1592
Santa Maria Gloriosa dei Frari, Venecia
Propósitos de
vida cristiana
Un propósito para avanzar
Aprender la Oración al Ángel
de la Guarda y recitarla por la
mañana al levantarse.
Ángel de mi guarda,
dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día.
No me dejes solo,
que me perdería.
Darse cuenta de que en el
Padrenuestro pedimos a Dios:
"No nos dejes caer en la
tentación, y líbranos del mal".
Luchar, pues, contra las
tentaciones.
CRANACH, Lucas the Elder
Adán y Eva
1531
Gemäldegalerie, Dresde
Dios creó al
hombre libre
y
responsable
08
Compendio del Catecismo
66. ¿En qué sentido el hombre es
creado «a imagen de Dios?»
355-357
El hombre ha sido creado a imagen de
Dios, en el sentido de que es capaz de
conocer y amar libremente a su propio
Creador. Es la única criatura sobre la
tierra a la que Dios ama por sí misma, y
a la que llama a compartir su vida divina,
en el conocimiento y en el amor. El
hombre, en cuanto creado a imagen de
Dios, tiene la dignidad de persona: no es
solamente algo, sino alguien capaz de
conocerse, de darse libremente y de
entrar en comunión con Dios y las otras
personas.
Introducción
Dios crea a todos los hombres.
Con la colaboración de los
padres forma el cuerpo, y
directamente Él crea de la
nada el alma que infunde en
ese cuerpo.
Como dice la Sagrada
Escritura, nos ha creado a "su
imagen y semejanza" (Génesis
1,26).
¿Qué es el hombre? ¿Para qué
nos ha creado Dios? ¿Cómo
debemos comportarnos?
Ideas
principales
1. Dios creó al hombre con cuerpo y alma
MICHELANGELO Buonarroti
Moisés
1515
S. Pietro in Vincoli, Roma
3. Igualdad y diferencia queridas por Dios
Los primeros
padres
desobedecieron a
Dios y pecaron
09
Compendio del Catecismo
75. ¿En qué consiste el
primer pecado del hombre?
396-403
415-417
El hombre, tentado por el
diablo, dejó apagarse en su
corazón la confianza hacia su
Creador y, desobedeciéndole,
quiso «ser como Dios» (Gn 3,
5), sin Dios, y no según Dios.
Así Adán y Eva perdieron
inmediatamente, para sí y para
todos sus descendientes, la
gracia de la santidad y de la
justicia originales.
Introducción
Dios creó a Adán y Eva, los
llenó de dones sobrenaturales
y preternaturales y los puso en
el paraíso terrenal.
Adán y Eva cometieron un
pecado gravísimo: el pecado
original.
Todos los hombres heredamos
este pecado. De él brotaron el
dolor, los sufrimientos, los
odios, las guerras y demás
calamidades que padecemos
los hombres y el mundo.
BOSCH, Hieronymus
El Paraíso Terrenal
Palazzo Ducale, Venecia
Ideas principales
1. Los primeros padres eran muy felices en el paraíso terrenal
ALTDORFER, Albrecht
La resurrección de Cristo
c. 1516
Kunsthistorisches Museum, Viena
Propósitos de
vida cristiana
Un propósito para avanzar
Aprende el "Señor mío
Jesucristo“. Lo puedes recitar,
como señal de arrepentimiento
por los pecados, antes de la
confesión y en otros momentos
del día.
Date cuenta de que, como
consecuencia del pecado
original, tenemos que luchar
para portarnos bien. Disponte a
vivir esa lucha con alegría.
BARTOLOMEO, Fra
La adoración de Cristo niño
c. 1499
Galleria Borghese, Roma
Creo en
Jesucristo, su
único Hijo,
nuestro Señor
10
Compendio del Catecismo
79. ¿Cuál es la Buena Noticia
para el hombre?
422-424
La Buena Noticia es el anuncio
de Jesucristo, «el Hijo de Dios
vivo» (Mt 16, 16), muerto y
resucitado. En tiempos del rey
Herodes y del emperador
César Augusto, Dios cumplió
las promesas hechas a
Abraham y a su descendencia,
enviando «a su Hijo, nacido de
mujer, nacido bajo la Ley, para
rescatar a los que se hallaban
bajo la Ley, y para que
recibiéramos la filiación
adoptiva» (Ga 4, 4-5).
Introducción
Para salvarnos Dios envió a su
Hijo, que es Jesús, el Cristo, o
Jesucristo.
Como afirma la fe de la Iglesia,
Jesucristo es verdadero Dios y
verdadero Hombre.
Además de Salvador y
Redentor, Jesucristo es el
modelo para los hombres,
especialmente para los
cristianos.
MASTER FRANCKE
Nacimiento de Jesús
1424
Kunsthalle, Hamburgo
2. A lo largo de la historia, Dios recuerda la promesa que hizo
a Adán y Eva
GIOTTO di Bondone
Escenas de la vida de Cristo (detalle)
1304-06
Cappella Scrovegni (Capilla Arena), Padua
4. Jesucristo es verdadero Dios
Jesucristo murió
verdaderamente y resucitó
también de verdad.
Se apareció repetidas veces a
sus discípulos, y éstos lo
atestiguaron. Sus enemigos
querían ocultar esta prueba de
su divinidad (cfr. Mateo 28,11-
15).
La resurrección de Cristo es la
mayor prueba de que es Dios,
pues resucitó por su propia
virtud.
BELLINI, Giovanni
Resurrección de Cristo
1475-79
Staatliche Museen, Berlin
6. Jesucristo es verdadero hombre
Jesucristo es igual a nosotros,
menos en el pecado y el error.
Tuvo madre como tenemos
nosotros; trabajó con sus
manos; tuvo hambre y sed,
comía y bebía; se cansaba;
tuvo amigos y lloró cuando
murió su amigo Lázaro; se
alegraba con sus discípulos,
con los niños...
Jesucristo no sólo es perfecto
Dios, sino que además es
perfecto hombre.
BRAMANTE, Donato
Cristo en la columna
c. 1490
Pinacoteca di Brera, Milan
7. Jesucristo vive y es nuestro modelo
Jesucristo venció a la muerte,
resucitó y subió al cielo. Como
Dios, está en todas partes y
todo lo ve y lo oye.
Jesucristo está en el cielo y en
la Eucaristía.
Podemos hablar con Él: nos
escucha y nos habla, no con
palabras sino en nuestro
corazón.
Tenemos que aprender de
Jesús. Él mismo ha dicho: "Yo
soy el camino, la verdad y la
vida" (Juan 14,6).
GRECO, El
Cristo como Salvador
c. 1600
National Gallery of Scotland, Edinburgh
8. Hay que conocer y tratar a Jesús
Debemos cultivar la
amistad con Jesús.
Si queremos tratarle,
lo encontraremos en
el evangelio, en la
oración y en el
sagrario.
GREBBER, Pieter de
Cristo y la mujer samaritana
1635
Propósitos
de vida
cristiana
Un propósito para avanzar
Lee todos los días el Evangelio
durante unos minutos, para
conocer mejor la vida y
doctrina de Jesús.
Haz una breve visita al
Santísimo en el Sagrario para
estar con Cristo, realmente
presente.
BAROCCI, Federico Fiori
La Natividad
1597
Museo del Prado, Madrid
Jesucristo nació
de Santa María
Virgen
11
Compendio del Catecismo
85. ¿Por qué el Hijo de Dios
se hizo hombre?
456-460
El Hijo de Dios se encarnó en
el seno de la Virgen María, por
obra del Espíritu Santo, por
nosotros los hombres y por
nuestra salvación: es decir,
para reconciliarnos a nosotros
pecadores con Dios, darnos a
conocer su amor infinito, ser
nuestro modelo de santidad y
hacernos «partícipes de la
naturaleza divina» (2 P 1, 4).
Introducción
Dios envió al arcángel San Gabriel a
Nazaret, para manifestar a María
que había sido elegida para ser
Madre de Dios.
"He aquí la esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra"
(Lucas 1,38). - En aquel mismo
instante se realizó la Encarnación
del Verbo en las purísimas entrañas
de la Santísima Virgen.
La Virgen es también nuestra
Madre. Cuando moría en la cruz,
Jesús nos la dio por madre. Igual
que las madres de la tierra, la
Virgen nos cuida y nos protege.
ANGELICO, Fra
Natividad
1440-41
Convento di San Marco, Florencia
Ideas
principales
1. María es verdadera Madre de Dios
María engendró el cuerpo de
Jesús, en el que Dios infundió el
alma; y en el mismo instante, a
ese cuerpo y alma se unió la
Segunda Persona de la
Santísima Trinidad: el Verbo. De
esta forma el Hijo de Dios se hizo
hombre sin dejar de ser Dios.
María llevó durante nueve meses
en su seno a Jesucristo, con su
cuerpo, su alma y su Divinidad,
después de los cuales nació en
Belén. Es verdaderamente la
Madre de Dios.
BOUTS, Dieric the Elder
María y el Niño
c. 1465
National Gallery, Londres
2. Principales dogmas y privilegios marianos
El don más grande que Dios
concedió a María Santísima es
el de ser su Madre. Y, por ser
su madre, la llenó de gracia y
de extraordinarios privilegios.
Inmaculada Concepción.
Siempre virgen.
Asunción en cuerpo y alma en
el cielo.
Corredentora, Reina y Señora
de todo lo creado, Madre de la
Iglesia y Medianera de todas
las gracias.
Nuestra Madre
GRECO, El
La Virgen de la Inmaculada Concepción
1608-13
Museo de Santa Cruz, Toledo
3. María es nuestra Madre
Porque Jesucristo es nuestro
hermano, "el primogénito entre
muchos hermanos" (Romanos
8,29).
Porque Jesucristo nos la dio
como Madre. "He ahí a tu
madre" (Juan 19,27).
Porque Ella intercede por
nosotros, nos ama como a
hijos, y pide a Dios lo mejor
para cada uno de nosotros.
Vida oculta de
Jesús
12
Compendio del Catecismo
104. ¿Qué nos enseña la vida
oculta de Jesús en Nazaret?
533-534
564
Durante la vida oculta en Nazaret,
Jesús permanece en el silencio de
una existencia ordinaria. Nos
permite así entrar en comunión
con Él en la santidad de la vida
cotidiana, hecha de oración,
sencillez, trabajo y amor familiar.
La sumisión a María y a José, su
padre legal, es imagen de la
obediencia filial de Jesús al Padre.
María y José, con su fe, acogen el
misterio de Jesús, aunque no
siempre lo comprendan.
Introducción
En el Credo no se explicita la
vida oculta ni la vida pública. El
Evangelio, en cambio, presta
atención a los misterios de la
infancia y vida oculta,
desarrollando por extenso la
vida pública.
Pero el cristiano ha de imitar la
vida de Jesús, y es importante
conocerla por entero: los treinta
años que vivió en Belén, Egipto
VERONESE, Paolo
Jesús entre los doctores del templo y Nazaret, y los tres años que
1558
Museo del Prado, Madrid
pasó predicando el Reino de
Dios.
Ideas
principales
1. La vida de Jesús, una continua enseñanza
Toda la vida de Jesús fue una
continua enseñanza:
su ocultamiento,
su obediencia,
su trabajo,
sus milagros,
su oración,
su amor por los hombres,
su predilección por los más
pequeños y los pobres,
la aceptación total del
BEUCKELAER, Joachim sacrificio en la cruz para la
Cristo en casa de Marta y María
1565
salvación del mundo,
Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas todo cuanto hizo
2. El nacimiento de Jesús en Belén
Jesús nació en Belén de Judá:
Dios enviaba a su Hijo, nacido
de las entrañas purísimas de la
Santísima Virgen.
Nació en un establo humilde,
de una familia pobre.
Son lecciones de humildad, de
pobreza, de sencillez..., que
todos los cristianos hemos de
aprender y seguir.
CORREGGIO
Natividad (Noche Buena)
1528-30
Gemäldegalerie, Dresde
3. El gran acontecimiento de la Navidad
"Aconteció en aquellos días que
salió un edicto de César Augusto
para que se empadronase todo el
mundo (...). José subió de Galilea,
de la ciudad de Nazaret, a Judea, a
la ciudad de David, que se llama
Belén, por ser él de la casa y de la
familia de David, para empadronarse
con María, su esposa, que estaba
encinta. Estando allí, se cumplieron
los días de su parto, y dio a luz a su
hijo primogénito, y lo envolvió en
pañales y lo acostó en un pesebre,
por no haber sitio para ellos en el
mesón" (Lucas 2,1-7).
BATONI, Pompeo
Sagrada Familia
1777
The Hermitage, San Petesburgo
Propósitos
de vida
cristiana
Un propósito para avanzar
Lee la vida oculta de Jesús tal
como aparece en los
Evangelios, meditándola.
Piensa si aprovechas la vida de
familia, el estudio y el trabajo,
para vivir más cerca de Dios
como Jesús; es decir, para
santificarte.
Trata a San José como cabeza
de la Sagrada Familia, junto
con María y Jesús, para imitar
sus virtudes en el hogar de
Nazaret.
LANFRANCO, Giovanni
13
El milagro de los panes y los peces
Vida pública de Jesús 1620-23
National Gallery of Ireland, Dublin
Compendio del Catecismo
108. ¿Por qué Jesús manifiesta
el Reino mediante signos y
milagros?
547-550
567
Jesús acompaña su palabra con
signos y milagros para atestiguar
que el Reino está presente en Él,
el Mesías. Si bien cura a algunas
personas, Él no ha venido para
abolir todos los males de esta
tierra, sino ante todo para
liberarnos de la esclavitud del
pecado. La expulsión de los
demonios anuncia que su Cruz se
alzará victoriosa sobre «el príncipe
de este mundo» (Jn 12, 31).
Introducción
Hace falta que conozcamos
bien la vida de Jesús, que la
tengamos toda entera en la
cabeza y en el corazón, de
modo que, en cualquier
momento, sin necesidad de
ningún libro, cerrando los ojos,
podamos contemplarla como
en una película (...).
Si obramos así, si no ponemos
obstáculos, las palabras de
GIORDANO, Luca
La resurrección de Lázaro
Cristo entrarán hasta el fondo
c. 1675 del alma y nos transformarán"
Colección privada
(San Josemaría Escrivá de
Balaguer, Es Cristo que pasa,
n. 107).
Ideas principales
1. Los misterios de la vida pública de Jesús
De los muchos
acontecimientos de los tres
años de vida pública de Jesús
se pueden destacar:
el bautismo en el Jordán,
las tentaciones en el desierto,
la predicación sobre el Reino
de Dios,
la transfiguración en el monte
Tabor,
la subida a Jerusalén,
CRANACH, Lucas the Elder
su entrada mesiánica en la
Cristo y la mujer adúltera
1532 Ciudad Santa
Museum of Fine Arts, Budapest
y los misterios finales de la
Pasión y muerte para redimir a
los hombres.
2. El bautismo de Jesús en el Jordán
ANGELICO, Fra
La transfiguración
1440-41
Convento di San Marco, Florencia
6. La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén
Jesús sube a Jerusalén
voluntariamente, dispuesto a
morir.
La entrada mesiánica en
Jerusalén, que celebramos el
Domingo de Ramos, manifiesta
la venida del Reino que el Rey-
Mesías -recibido en su ciudad
por los niños y por los humildes
de corazón- va a llevar a cabo
con su muerte y resurrección.
GIOTTO di Bondone
N. 26 Escenas de la vida de Cristo: 10. Entrada en Jerusalén
1304-06
Cappella Scrovegni (Arena Chapel), Padua
7. Del Cenáculo a la Cruz
"Viendo Jesús que llegaba su hora
de pasar de este mundo al Padre,
habiendo amado a los suyos que
estaban en el mundo, los amó hasta
el fin" (Juan 13,1).
Entonces desahogó su corazón en
un largo discurso, que sirve de
marco:
al lavatorio de los pies, dándoles
BASSANO, Jacopo ejemplo de humildad y de servicio;
La última cena
1542 al mandamiento nuevo del amor, que
les confía;
a la institución de la Eucaristía y del
sacerdocio ("Haced esto en memoria
mía" (Juan 22,19);
a la promesa del Espíritu Santo;
a la oración sacerdotal, que abre la
perspectiva de la gloria de la Cruz,
8. Conocer la vida de Jesús
Cada cristiano debe conocer y
reproducir en sí mismo la vida
de Jesucristo.
Mucho le ayudará el leer y
meditar la Sagrada Escritura,
de donde sacará continuas
lecciones para el seguimiento
de Jesús, que nos marca el
camino de la santidad en la
vida ordinaria de la familia y del
trabajo.
BOSCH, Hieronymus
Cristo con la cruz a cuestas
Palacio Real, Madrid
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Lee todos los días algún pasaje
del Evangelio sobre la vida de
Jesús, meditándolo.
Jesús es nuestro modelo en
todo; imita la vida de Cristo en
tus relaciones con los demás
hombres.
RUBENS, Pieter Pauwel
Cristo en la Cruz
1627
Rockox House, Amberes
La pasión y
muerte de Jesús
14
Compendio del Catecismo
112. ¿Por qué es tan
importante el Misterio
pascual de Jesús?
571-573
El misterio pascual de Jesús,
que comprende su Pasión,
Muerte, Resurrección y
Glorificación, está en el centro
de la fe cristiana, porque el
designio salvador de Dios se
ha cumplido de una vez por
todas con la muerte redentora
de su Hijo, Jesucristo.
Introducción
Entre los grandes misterios del
amor de Jesucristo que nos
narran los Evangelios, lo que
más sobrecoge es su Pasión,
su Muerte y Resurrección.
¿Por qué murió Jesucristo?
Para salvarnos, es decir, para
obtener el perdón de nuestros
pecados y devolvernos la
gracia y la amistad con Dios,
manifestando su amor y
mostrando la malicia del
pecado.
ROSSO FIORENTINO
Descendimiento de la cruz (detalle)
1521
Cathedral, Volterra
Ideas
principales
1. Jesucristo es el Salvador
Después del pecado de los
primeros padres, Adán y Eva,
el hombre necesitaba ser
redimido.
Dios, en su infinito amor hacia
los hombres, nos envió a su
Hijo para que nos salvara de
nuestros pecados.
Jesucristo es el Hijo de Dios
hecho hombre, que nos ha
salvado. Él y sólo Él es el
Salvador, el Redentor del
hombre.
GRECO, El
Cristo Salvador
c. 1600
National Gallery of Scotland, Edinburgo
2. Jesucristo ofrece un sacrificio de valor infinito
El sacrificio de Isaac es figura
de la Pasión de Cristo, con la
diferencia de que Dios no
perdonó a su propio Hijo y lo
entregó a la muerte por
nosotros.
Jesús aceptó la voluntad del
Padre por caridad y
obediencia.
Si quiso sufrir tanto fue para
demostrarnos cuánto nos ama
y hacernos comprender la
gravedad del pecado.
EMPOLI
Sacrificio de Isaac
1590s
Galleria degli Uffizi, Florencia
3. Jesucristo, sacerdote, se ofrece a sí mismo
DAVID, Jacques-Louis
Cristo en la cruz
1782
Iglesia de San Vicente, Mâcon
5. La cruz en la vida del cristiano
"El que no toma su cruz y me
sigue no puede ser mi
discípulo" (Lucas 14,27).
Jesús llevó la cruz a cuestas
también para darnos ejemplo y
enseñarnos a amar el
sacrificio. Hemos de amar las
cosas que nos cuesten,
ofreciéndoselas a Jesús, y
buscar además cosas que nos
cuesten queriendo
identificarnos con Él.
GRECO, El
Cristo con la cruz a cuestas
1600-05
Museo del Prado, Madrid
Propósitos de
vida cristiana
Un propósito para avanzar
La resurrección y
la ascensión de
Cristo al cielo
15
Compendio del Catecismo
131. ¿Cuál es el sentido y el alcance
salvífico de la Resurrección?
651-655
658
La Resurrección de Cristo es la
culminación de la Encarnación. Es una
prueba de la divinidad de Cristo,
confirma cuanto hizo y enseñó y realiza
todas las promesas divinas en nuestro
favor. Además, el Resucitado, vencedor
del pecado y de la muerte, es el principio
de nuestra justificación y de nuestra
resurrección: ya desde ahora nos
procura la gracia de la adopción filial,
que es real participación de su vida de
Hijo unigénito; más tarde, al final de los
tiempos, Él resucitará nuestro cuerpo.
Introducción
El Domingo de Pascua el
Señor resucitó como lo había
predicho.
La Resurrección de Jesucristo
es la fiesta de las fiestas, el
centro o punto de referencia
de todas las celebraciones, la
Pascua o paso del Señor, el
triunfo definitivo de Dios entre
los hombres.
Después de pasar cuarenta
días con sus discípulos, el
Señor subió a los cielos,
donde está sentado a la
derecha del Padre.
GAROFALO
Ascensión de Cristo
1510-20
Galleria Nazionale d'Arte Antica, Roma
Ideas principales
1. La Pascua es la fiesta más importante del año
La fiesta de Pascua
conmemora el triunfo de
Jesucristo resucitado: es la
culminación de nuestra
Redención y lo que confirma
nuestra fe.
La resurrección de Cristo es
fundamento de la religión
cristiana, porque es el
argumento principal de su
divinidad y de la verdad de
nuestra fe.
GRECO, El
La resurrección
1596-1600
Museo del Prado, Madrid
2. La resurrección de Cristo es un hecho histórico
Este milagro es un hecho
histórico que muchos testigos
pudieron comprobar porque, el
que antes había muerto, a los
tres días se les apareció vivo y
con su mismo cuerpo, ahora
glorificado.
La resurrección de Cristo
trasciende la historia porque
este milagro, atestiguado por
los ángeles, por Cristo y por la
Escritura, es la confirmación de
la divinidad de Jesús y de la
verdad de su doctrina
MULTSCHER, Hans
Resurrección
1437
Staatliche Museen, Berlin
3. Jesucristo subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre
Jesucristo, transcurrido el
tiempo de su vida en la tierra,
ascendió vivo y glorioso al
cielo, donde -en cuanto
hombre- comparte el poder y la
gloria con el Padre y el Espíritu
Santo.
SIMONE MARTINI
Misa Milagrosa (detalle)
1312-17
Cappella di San Martino, Iglesia inferior,
San Francesco, Asís
Propósitos de
vida cristiana
Un propósito para avanzar
Haz actos de fe explícita en la
resurrección de Cristo y en su
presencia entre nosotros,
especialmente en la Sagrada
Eucaristía.
Vive el domingo como la
celebración de la resurrección
de Jesucristo
BACKER, Jacob de
El Juicio Final
c. 1580
O.-L. Vrouwekathedraal, Amberes
Jesucristo
volverá para
juzgar a vivos y
muertos
16
Compendio del Catecismo
133. ¿Cómo reina ahora el
Señor Jesús?
668-674
680
Como Señor del cosmos y de
la historia, Cabeza de su
Iglesia, Cristo glorificado
permanece misteriosamente en
la tierra, donde su Reino está
ya presente, como germen y
comienzo, en la Iglesia. Un día
volverá en gloria, pero no
sabemos el momento. Por
esto, vivimos vigilantes,
pidiendo: «¡Ven, Señor Jesús!»
(Ap 22, 20).
Introducción
Cuando Jesucristo venga
"en su gloria y
acompañado de todos los
ángeles,... serán reunidas
todas las gentes, y
separará a los unos de los
otros, como el pastor
separa las ovejas de los
cabritos, y pondrá las
ovejas a su derecha, los
cabritos en cambio a su
CAVALLINI, Pietro
El Juicio Final (detalle)
izquierda... Éstos irán al
1290s suplicio eterno; los justos,
Fresco
Santa Cecilia in Trastevere, Roma en cambio, a la vida
eterna" (Mateo 25, 31.32.
46).
Ideas
principales
1. Juicio particular y juicio final
Además del juicio particular,
que acontece inmediatamente
después de la muerte, la fe de
la Iglesia dice que al final del
mundo será juzgada la
humanidad entera.
Este segundo juicio será de
todos y en presencia de todos
los hombres, al final de los
tiempos, y por eso se llama
juicio final o juicio universal.
FRANCKEN, Frans II
El Juicio Final
1606
Colección privada
2. Sentido del juicio final
El juicio final no cambiará en
nada la sentencia establecida
en el juicio particular, pero
servirá para que resplandezca
la sabiduría y la justicia divina,
para premio de los buenos y
castigo de los malos, también
en cuanto al cuerpo.
El juicio final revelará hasta sus
últimas consecuencias lo que
cada uno haya hecho -bueno o
malo- o haya dejado de hacer
durante su vida terrena.
POURBUS, Pieter
Juicio Final
1551
Groeninge Museum, Brujas
3. La segunda venida de Jesucristo
El Señor Jesús, como profetizó
a los Apóstoles, vendrá con
gran poder y majestad,
rodeado de todos sus ángeles,
como Juez supremo.
Nosotros conoceremos
entonces el sentido último de
toda la obra de la Creación y
de la Redención.
El juicio final revelará que la
justicia de Dios triunfa de todas
las injusticias cometidas por
sus criaturas y que su amor es
más fuerte que la muerte.
Creo en el
Espíritu Santo
17
Compendio del Catecismo
136. ¿Qué quiere decir la
Iglesia cuando confiesa:
«Creo en el Espíritu Santo»?
683-686
Creer en el Espíritu Santo es
profesar la fe en la tercera
Persona de la Santísima
Trinidad, que procede del
Padre y del Hijo y «que con el
Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria». El
Espíritu Santo «ha sido
enviado a nuestros corazones»
(Ga 4, 6), a fin de que
recibamos la nueva vida de
hijos de Dios.
Introducción
El cristiano es Templo del
Espíritu Santo. Desde el mismo
momento del bautismo está en
nuestra alma en gracia
santificándola y adornándola
con sus dones. Si no lo
echamos por un pecado mortal,
Él nos inspira y nos asiste,
guiándonos hacia el cielo.
Este es el gran don de
Jesucristo al subir al cielo: "Os
conviene que yo me vaya.
Pues, si no me fuere, el
Paráclito (el Espíritu Santo) no
vendrá a vosotros; pero, si me
fuere, os lo enviaré" (Juan
16,7).
ANDREA DA FIRENZE
Descenso del Espíritu Santo
1365-68
Fresco
Cappella Spagnuolo, Santa Maria Novella, Florencia
Ideas
principales
1. El Espíritu Santo, tercera persona de la Santísima Trinidad
BECCAFUMI, Domenico
Trinidad (detalle)
1513
Pinacoteca Nazionale, Siena
3. El Espíritu Santo nos santifica
Hemos dicho que hay un solo
Dios; por tanto, todas las cosas
que Dios hace, las hacen las
tres divinas Personas. Sin
embargo, unas cosas se
atribuyen al Padre, otras al
Hijo, y otras al Espíritu Santo.
Al Espíritu Santo, que procede
del amor del Padre y el Hijo, se
apropia particularmente la
santificación de los hombres,
aunque la santificación es obra
de toda la Trinidad.
WIT, Jacob de
Sagrada Familia y Trinidad
1726
Amstelkring Museum, Amsterdam
4. El Espíritu Santo y la Iglesia
El día de Pentecostés el
Espíritu Santo descendió sobre
los Apóstoles y discípulos, que
estaban reunidos en el
Cenáculo con la Santísima
Virgen.
Con la venida del Espíritu
Santo la Iglesia se abría a las
naciones. El Espíritu Santo,
que Cristo derrama sobre sus
miembros, construye, anima y
santifica a su Iglesia.
GRECO, El
Cristo en la cruz con las dos Marías y San Juan
c. 1588
National Gallery, Atenas
7. Deberes que tenemos para con la Iglesia
Los deberes con nuestra
Madre la Iglesia son:
creer lo que la Iglesia enseña;
cumplir lo que nos manda;
amarla de verdad sintiéndonos
felices y honrados de
pertenecer a ella.
Rezar por la Iglesia: por el
Papa y los obispos, por los
sacerdotes y todos los
cristianos.
Además, hemos de ayudarla
en sus necesidades.
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Da muchas gracias a Dios
porque ha querido instituir la
Iglesia, que continúa entre los
hombres la misión de Cristo.
Medita esta frase de San
Cipriano y saca consecuencias:
"No puede tener a Dios por
Padre quien no tiene a la
Iglesia como Madre".
19 Quiénes pertenecen a la Iglesia
PERUGINO, Pietro
Cristo entregando las llaves a Pedro
1481-82
Fresco
Cappella Sistina, Vaticano
Compendio del Catecismo
177. ¿Quiénes son los fieles?
871-872
Los fieles son aquellos que,
incorporados a Cristo mediante
el Bautismo, han sido
constituidos miembros del
Pueblo de Dios; han sido
hecho partícipes, cada uno
según su propia condición, de
la función sacerdotal, profética
y real de Cristo, y son llamados
a llevar a cabo la misión
confiada por Dios a la Iglesia.
Entre ellos hay una verdadera
igualdad en su dignidad de
hijos de Dios.
Introducción
San Pablo compara la Iglesia -
Cuerpo de Cristo- con el cuerpo
humano, que es uno solo con
miembros diferentes.
En el cuerpo de la Iglesia la
cabeza es Jesucristo, y los
miembros, los cristianos: los de la
tierra, los del purgatorio y los del
cielo. Esta realidad singular de la
Iglesia se conoce como Cuerpo
Místico de Cristo.
La misión que han de llevar a
cabo los cristianos tiene formas
distintas, según la función que
cada uno desempeña en la
Iglesia, pero todos tienen su
responsabilidad.
BRAMANTINO
Cristo resucitado
c. 1490
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
Ideas principales
1. La Iglesia está gobernada por el Papa y los obispos
El Papa y los obispos
constituyen la Jerarquía, que
gobierna el pueblo de Dios -
asistida por los presbíteros y
diáconos-, a la que hemos
de amar y obedecer.
La misión que ha recibido
consiste en
enseñar la doctrina de
Jesucristo;
santificar mediante la
administración de los
GHIRLANDAIO, Domenico
Vocación de los apóstoles
sacramentos;
1481 gobernar, dictando leyes
Fresco
Cappella Sistina, Vaticano
que obligan en conciencia,
juzgando y castigando, si
fuera preciso.
2. El Papa
El Romano Pontífice es el
sucesor de Pedro, Vicario de
Cristo en la tierra y cabeza
visible de toda la Iglesia, con
jurisdicción suprema sobre
todos y cada uno de los
pastores y fieles.
Además -por voluntad divina- el
Papa es infalible y no puede
equivocarse cuando define
doctrinas de fe y de moral,
como maestro supremo de
toda la Iglesia.
3. Los Obispos
Por institución divina los Obispos
son sucesores de los Apóstoles.
En unión con el Papa, apacientan
el pueblo de Dios como maestros
de la doctrina, sacerdotes del culto
sagrado y rectores de la grey que
se les encomienda (de ordinario
una pequeña porción de la Iglesia
denominada diócesis).
“(…) dan a conocer infaliblemente
la doctrina de Cristo cuando, aun
dispersos por el mundo, guardan
la comunión entre sí y con el
MAESTRO DESCONOCIDO, Catalan
Cristo y los doce apóstoles
sucesor de Pedro (…)” (Lumen
c. 1100 gentium, 25).
Museu Nacional d'Art de Catalunya, Barcelona
4. Los presbíteros o sacerdotes de segundo orden, y los
diáconos
Los presbíteros son los ministros
de Cristo que, bajo la autoridad del
obispo,
cooperan con él en la predicación
del Evangelio,
en la santificación de los fieles y
en la dirección del pueblo cristiano,
sobre todo mediante los
sacramentos de la penitencia y de
la Eucaristía.
Los diáconos han recibido el grado
inferior del sacramento del Orden,
pero no son sacerdotes;
se ordenan para el servicio del
pueblo de Dios en unión con el
obispo y su presbiterio, en el
ministerio de la liturgia, de la
predicación y de la caridad.
5. Los laicos o seglares
Los laicos son los fieles
cristianos -excepto clérigos y
religiosos- que, incorporados a
Cristo por el bautismo, forman
el pueblo de Dios y participan a
su modo de la función
sacerdotal, profética y regia de
Cristo, ejerciendo en la Iglesia
y en el mundo -según su
condición- la misión de todo el
pueblo cristiano.
Deben ser testigos de Cristo en
BASSANO, Jacopo todos los lugares donde vivan,
Adoración de los pastores y están llamados a ser santos,
1544-45
Oil on canvas, 139,5 x 219 cm como los demás miembros de
Royal Collection, Windsor
la Iglesia.
6. Los religiosos
Los religiosos son los fieles
que viven apartados del siglo
para profesar los consejos
evangélicos de pobreza,
castidad y obediencia;
con lo que proporcionan un
admirable testimonio de que
el mundo no puede ser
transformado ni ofrecido a
Dios sin el espíritu de las
bienaventuranzas.
De esta manera contribuyen al
bien de toda la Iglesia y a la
realización de su misión
salvadora.
MAGNASCO, Alessandro
Oración de los monjes penitentes
Colección privada
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Medita en el encargo de Cristo,
que dejó a todos los cristianos
la responsabilidad de que se
cumpla la misión de la Iglesia,
y sacar consecuencias.
Reza con frecuencia por el
Papa y los Obispos. Sobre todo
por el obispo de tu propia
diócesis; se puede hacer de
modo especial en la Santa
Misa.
PRETI, Mattia
Cristo en la Gloria (detalle)
c. 1660
Museo del Prado, Madrid
La comunión
de los santos
20
194. ¿Qué significa la expresión
«comunión de los santos»?
946-953
960
La expresión «comunión de los
santos» indica, ante todo, la
común participación de todos los
miembros de la Iglesia en las
cosas santas (sancta): la fe, los
sacramentos, en particular en la
Eucaristía, los carismas y otros
dones espirituales. En la raíz de la
comunión está la caridad que «no
busca su propio interés» (1 Co 13,
5), sino que impulsa a los fieles a
«poner todo en común» (Hch 4,
32), incluso los propios bienes
materiales, para el servicio de los
más pobres.
Introducción
La Iglesia es el cuerpo de
Cristo, en el que se integran los
fieles de la tierra, los que están
en el purgatorio y los santos
del cielo;
entre los tres grupos existe una
comunión de vida, igual que en
la familia los miembros que la
componen se ayudan unos a
otros.
Esta comunión de vida y de
bienes sobrenaturales, que
intercomunica a los miembros
de la Iglesia con la Cabeza y
entre sí, es lo que se llama EYCK, Jan van
Comunión de los Santos. El altar de Gantes: Adoración del Cordero (detalle)
1425-29
Cathedral of St Bavo, Gantes
Ideas
principales
1. Por el bautismo se empieza a formar parte del cuerpo de la
Iglesia
DÜRER, Albrecht
El martirio de los diez mil
1508
Kunsthistorisches Museum, Viena
3. La unión entre los santos del cielo, las almas del purgatorio
y los fieles de la tierra
La Iglesia la formamos:
los que por el bautismo
pertenecemos a ella y estamos
en la tierra (Iglesia militante),
los santos que están en el
cielo (Iglesia triunfante),
y los que están purificando su
alma en el purgatorio antes de
entrar en el cielo (Iglesia
purgante).
Los tres estados de la única
Iglesia están unidos porque la
única Cabeza es Cristo, y la
vida que anima a todos es la
gracia.
CARRACCI, Lodovico
Un ángel libera a las almas del Purgatorio
c. 1610
Pinacoteca, Vaticano
4. La comunicación de bienes en la Iglesia
En la Iglesia sucede algo parecido
a una transfusión de sangre.
La gracia de Cristo, los méritos de
la Santísima Virgen y de los
santos, nos ayudan a nosotros en
la vida del alma, como una
transfusión de sangre ayuda a la
vida del cuerpo.
Nuestras oraciones y las buenas
obras son como sangre buena que
damos a los otros: a nuestros
padres y hermanos, a los amigos,
a los demás hombres, y también a
las benditas ánimas del purgatorio.
Y las buenas obras de los otros
miembros de la Iglesia nos ayudan
y hacen bien a nuestras almas.
RAFFAELLO Sanzio
San Jorge luchando con el dragón
1505
Musée du Louvre, Paris
Propósitos
de vida
cristiana
Un propósito para avanzar
Un modo de vivir la comunión
de los santos es encomendar
en la Misa a las benditas almas
del purgatorio.
Cuando un cristiano se porta
mejor, ayuda a los demás
miembros de la Iglesia. Esta
responsabilidad debe
empujarnos a vivir cada día
mejor la propia vida cristiana.
Creo en el
perdón de
los pecados
21
Compendio del Catecismo
201. ¿Por qué la Iglesia tiene
el poder de perdonar los
pecados?
981-983
986-987
La Iglesia tiene la misión y el
poder de perdonar los pecados
porque el mismo Cristo se lo ha
dado: «Recibid el Espíritu
Santo, a quienes perdonéis los
pecados, les quedan
perdonados, a quienes se los
retengáis, les quedan
retenidos» (Jn 20, 22-23).
Introducción
El perdón de los pecados cifra la
misión de Cristo en el mundo,
pues como dice San Pablo, "se
entregó por nuestros pecados y
resucitó por nuestra justificación"
(Romanos 4,25).
En la aparición de la tarde de la
resurrección dijo a los Apóstoles:
"Recibid el Espíritu Santo: a
quienes perdonéis los pecados, les
quedan perdonados" (Juan 20,23).
En la Iglesia, por tanto, existe el
perdón de los pecados en virtud de
una condescendencia infinita de
Dios con el hombre.
CRESPI, Giuseppe Maria
Confesión
1712
Gemäldegalerie, Dresde
Ideas
principales
1. Somos pecadores
El hombre nace con el pecado
original, heredado de los
primeros padres, Adán y Eva.
Además, a lo largo de la vida
todos pecamos:
ofendemos a Dios porque no
cumplimos lo que Él nos pide;
ofendemos también a nuestros
hermanos los hombres, y con
ello ofendemos a Dios.
El hombre tiene una gran
necesidad del perdón de Dios.
BOSCH, Hieronymus
Los siete pecados mortales (detalle)
c. 1480
Museo del Prado, Madrid
2. Cristo perdonaba los pecados
Mientras Jesucristo estuvo en
la tierra perdonaba los pecados
a los que se arrepentían. En el
Evangelio se destaca este
poder de Cristo, que podía
ejercerlo por ser verdadero
Dios, además de hombre
verdadero.
"Ten confianza, hijo, tus
pecados te son perdonados"
(Mateo 9,2) dice al paralítico.
Y a la mujer pecadora, que se
presenta en casa de Simón, le
dice: "Tus pecados quedan LINT, Pieter van
perdonados" (Lucas 7,48). Cristo y la mujer adúltera
Coleccióin privada
3. Cristo entrega el poder de perdonar los pecados a
la Iglesia
Cuando en la tarde de la
resurrección Cristo da el
Espíritu Santo a sus Apóstoles,
les dio justamente el poder de
perdonar los pecados:
"Recibid el Espíritu Santo. A
quienes perdonéis los
pecados, les quedan
perdonados; a quienes se los
retengáis, les quedan
retenidos" (Juan 20,22-23).
La Iglesia ejerce este poder
sobre todo en el bautismo y la
penitencia.
GIOTTO di Bondone
Escenas de la vida de Cristo: 22. Ascensión
1304-06
Cappella Scrovegni (Arena Chapel), Padua
4. Hay un sólo bautismo para el perdón de los pecados
En el momento de la ascensión
al cielo dijo Jesús a sus
Apóstoles: "Id al mundo entero
y predicad el Evangelio a toda
criatura. El que crea y sea
bautizado, se salvará; pero el
que no crea, se condenará"
(Marcos 16, 15-16).
El bautismo es el primer
sacramento que perdona los
pecados y los borra
completamente, aunque no
libre al hombre de la debilidad
de su naturaleza ni de la
concupiscencia.
CRESPI, Giuseppe Maria
Bautizo
1712
Gemäldegalerie, Dresde
5. El sacramento de la penitencia
Siendo tan radical el efecto del
bautismo, cabría pensar en una
posterior inocencia definitiva;
sin embargo, la libertad del
hombre es frágil, y vuelve a
necesitar el perdón.
Cristo conocía nuestra
condición y dispuso otro medio
de reconciliación para los que
han caído después del
bautismo: El sacramento de la
penitencia que nos reconcilia
con Dios y con la Iglesia.
LONGHI, Pietro
La confesión
Galleria degli Uffizi, Florencia
6. La Iglesia puede perdonar todos los pecados
No hay ningún pecado, por
grave que sea, que la Iglesia
no pueda perdonar.
Cristo quiso que en la Iglesia
estuvieran abiertas las puertas
del perdón a quien se
arrepiente de sus pecados.
El poder de perdonar los
pecados por el sacramento de
la penitencia lo tienen en la
Iglesia únicamente los que han
recibido la potestad sacerdotal
en el sacramento del Orden:
los obispos y los presbíteros.
FETI, Domenico
Santa María Magdalena penitente
1615
Museum of Fine Arts, Boston
Propósitos
de vida
cristiana
Un propósito para avanzar
Acude con frecuencia -y bien
arrepentido- al sacramento de
la penitencia.
Da muchas gracias a Dios por
el inmenso don de Cristo a su
Iglesia: la misión y el poder de
perdonar verdaderamente los
pecados.
22 SIGNORELLI, Luca
Creo en la resurrección Resurrección de la carne
1499-1502
de la carne Fresco
Capilla de San Brizio, Duomo,
Orvieto
Compendio del Catecismo
203. ¿Qué significa la
expresión «resurrección de
la carne»?
990
La expresión «resurrección de
la carne» significa que el
estado definitivo del hombre no
será solamente el alma
espiritual separada del cuerpo,
sino que también nuestros
cuerpos mortales un día
volverán a tener vida.
Introducción
Un cristiano cree firmemente -y
espera- que igual que Cristo
resucitó de verdad de entre los
muertos y vive para siempre, así
los justos -después de su muerte-
vivirán para siempre con Cristo
resucitado; y Él los resucitará en el
último día.
"¿Cómo andan diciendo algunos
entre vosotros que no hay
resurrección de los muertos? Si no
hay resurrección de los muertos,
tampoco Cristo resucitó. Y si no
resucitó Cristo, vana es nuestra
predicación, vana también nuestra
fe... ¡Pero no! Cristo resucitó de
entre los muertos como primicias
de los que durmieron" (1 Corintios
15,12-14.20).
SIGNORELLI, Luca
Resurrección de la carne (detalle)
1499-1502
Fresco
Capilla de San Brizio, Duomo, Orvieto
Ideas principales
1. Todos los hombres han de morir
La experiencia de la muerte,
que a todos alcanza, es
completamente cierta y segura.
Sólo se vive y se muere una
vez; es una fantasía -y un
error- pensar en la
reencarnación después de la
muerte.
La muerte es la separación del
alma y el cuerpo; el final de la
vida terrena. A las pocas horas
de morir, el cuerpo comienza a
corromperse.
BALDUNG GRIEN, Hans
Tres edades de la mujer y la muerte
1510
Kunsthistorisches Museum, Viena
2. La muerte, consecuencia del pecado
La muerte entró en el mundo
a causa del pecado. El
hombre es por naturaleza
mortal, pero Dios había
corregido esta falla de la
constitución humana con un
privilegio que lo libraba de la
muerte, si era fiel a su
Creador.
Por tanto, la muerte fue
contraria a los designios de
Dios creador, y entró en el
mundo como consecuencia
del pecado de los primeros
padres, Adán y Eva.
PACHER, Michael
Retablo de St Wolfgang : Resurrección de Lázaro
1479-81
Iglesia parroquial, Sankt Wolfgang
3. La muerte fue transformada por Cristo
La muerte cristiana debe tener un
sentido positivo. La obediencia de
Jesús transformó la maldición de la
muerte en bendición. Por su muerte
Cristo venció a la muerte, abriendo
así a todos los hombres la
posibilidad de salvación.
La visión cristiana de la muerte se
expresa de modo privilegiado en la
liturgia de la Iglesia cuando dice:
"La vida de los que en ti creemos,
Señor, no termina, se transforma; y,
al deshacerse nuestra morada
terrenal, adquirimos una mansión
eterna en el cielo" (Prefacio de
difuntos).
AUTOR DESCONOCIDO, Flamenco
Resurrección
c. 1400
Museum Mayer van den Bergh, Amberes
4. A continuación de la muerte
En el instante de la muerte el alma
se separa del cuerpo -el alma no
muere porque es inmortal- y
comparece inmediatamente
delante de Dios para ser juzgada.
Según la sentencia del juicio, el
alma va al cielo a gozar
eternamente de Dios -va al
purgatorio, si necesita purificarse-,
o al infierno, en el caso de que el
hombre muera en pecado mortal y
sin la gracia de Dios. Después de
la muerte ya no se puede merecer
ni rectificar el destino final.
Este juicio, que acaece en el
momento mismo de la muerte, es
el juicio particular. El juez será
Jesucristo.
POURBUS, Pieter
Juicio final
1551
Groeninge Museum, Brujas
5. Los muertos resucitarán al final de los tiempos
El cristiano cree firmemente
que, igual que Cristo resucitó,
también él resucitará al final del
mundo: nuestro cuerpo,
transformado, resucitará para
unirse con el alma y nunca más
morir.
Resucitarán todos los hombres,
pero no tendrán todos el mismo
destino: los buenos resucitarán
para la gloria eterna, y los
malos para eterna
condenación.
BACKER, Jacob de
El Juicio Final
c. 1580
O.-L. Vrouwekathedraal, Amberes
6. Prepararnos bien para el momento de la muerte
Creo en la vida
eterna
23
Compendio del Catecismo
207. ¿Qué es la vida eterna?
1020
1051
La vida eterna es la que
comienza inmediatamente
después de la muerte. Esta
vida no tendrá fin; será
precedida para cada uno por
un juicio particular por parte de
Cristo, juez de vivos y muertos,
y será ratificada en el juicio
final.
Introducción
La muerte abre la puerta de "la
vida eterna", y la vida eterna, -
último artículo del Símbolo- es
la meta del hombre. La vida "no
termina, se transforma"; los
que creen en Cristo pueden
adquirir una mansión eterna en
el cielo. ¡Viviremos
eternamente!
“Lo que hemos de pretender es
ir al cielo. Si no, nada vale la
pena“ (San Josemaría Escrivá).
BERMEJO, Bartolomé
Cristo guía a los patriarcas al paraíso
c. 1480
Instituto de Arte Hispánico, Barcelona
Ideas principales
1. Al cielo van los que tienen el alma limpia
"Vi una muchedumbre grande, que
nadie podía contar, de toda nación,
tribu, pueblo y lengua, que estaban
delante del trono del Cordero
(Cristo), vestidos de túnicas
blancas y palmas en sus manos"
(Apocalipsis 7,9).
Vestidos con túnicas blancas
quiere decir que estaban en gracia
de Dios y limpios de cualquier
mancha o pecado. Por eso
recibieron el premio del cielo.
Como dice el Evangelio,
"Bienaventurados los limpios de
corazón, porque ellos verán a
Dios" (Mateo 5,8).
BOSCH, Hieronymus
Paraíso: ascensión de los bienaventurados
Palazzo Ducale, Venecia
2. El cielo consiste en ver, amar y gozar de Dios eternamente
MEMLING, Hans
Infierno
c. 1485
Musée des Beaux-Arts, Estrasburgo
7. Hay que ayudar a los demás a ganar el cielo y evitar el
infierno
El cielo es sin duda lo único que
da sentido a la vida del hombre; no
ir al cielo es haber fracasado
rotundamente. Sólo pueden entrar
en él los que mueren en gracia de
Dios.
Esto nos debe remover
interiormente para hacer mucho
apostolado y conseguir que todos
los hombres se salven.
Hemos de rezar, ofrecer pequeñas
mortificaciones, vivir
ejemplarmente nuestra vocación
cristiana, hablar a los demás de
Dios.
Dios premia la generosidad, y
tendremos el gozo de
encontrarnos en el cielo con esas
almas a las que hemos ayudado
en la tierra.
CARLONE, Giovanni Battista
Virgen y Niño en la gloria con los santos
1655
Colección privada
8. El "Amén" final del Credo
El Credo, como el último libro de la
Biblia, se termina con la palabra
hebrea Amén, que finaliza
normalmente las oraciones.
Esta palabra pertenece a la misma
raíz que la palabra creer, en
hebreo. Así, pues, el Amén final
del Credo recoge y confirma su
primera palabra "Creo".
Creer es decir "Amén" a las
palabras, a las promesas, a los
mandamientos de Dios, es fiarse
totalmente de Él.
GRECO, El
La apertura del quinto sello (Visión de San Juan)
1608-14
Metropolitan Museum of Art, New York
Propósitos de
vida cristiana
Un propósito para avanzar
Reza y ofrece pequeños
sacrificios por la conversión de
los pecadores y por la
perseverancia final de todos los
cristianos.
Acuérdate del cielo ante las
dificultades que se presentan
en la vida cristiana. Cuando
viene la tentación, para
rechazarla y no ofender a Dios,
recuerda que existe el infierno.
Al rezar el Credo y decir
"Amén", sé consciente de lo
que significa: creo firmemente
todo lo que acabo de decir.
ISENBRANT, Adriaen
Misa de San Gregorio
Qué celebramos
cuando nos
reunimos los
cristianos
24
Compendio del Catecismo
218. ¿Qué es la liturgia?
1066-1070
La liturgia es la celebración del
Misterio de Cristo y en
particular de su Misterio
Pascual. Mediante el ejercicio
de la función sacerdotal de
Jesucristo, se manifiesta y
realiza en ella, a través de
signos, la santificación de los
hombres; y el Cuerpo Místico
de Cristo, esto es la Cabeza y
sus miembros, ejerce el culto
público que se debe a Dios.
Introducción
Lo único que anuncia y celebra la
liturgia es el misterio de Cristo.
Cristo vive y actúa en la Iglesia por
medio de los sacramentos, que
aplican los méritos de la
Redención continuando la obra
salvadora que realizó Jesús en el
mundo.
El que quiera vivir la vida de Dios,
habrá de participar en la Liturgia
de la Iglesia, que celebra los
misterios de nuestra salvación en
unión con Cristo y bajo la acción
del Espíritu Santo, para ofrecer a
Dios Padre el homenaje de
adoración, alabanza y acción de
gracias que espera de sus hijos.
Ideas principales
1. Qué es la Liturgia de la Iglesia
La Liturgia es la obra con la
que Cristo -mediante signos
sensibles-
glorifica al Padre en la unidad
del Espíritu y salva a los
hombres,
actuando como Cabeza
invisible en la Iglesia por medio
de sus ministros,
para perpetuar la obra de la
redención en el mundo.
En la Liturgia, pues, la Iglesia
ejerce el culto público a Dios.
POUSSIN, Nicolas
Los siete sacramentos: Confirmación La Liturgia es participación en
1645
National Gallery of Scotland, Edinburgo
la oración de Cristo y fuente de
vida que mana del Salvador.
2. La Liturgia, obra de la Santísima Trinidad
En la Liturgia interviene toda la
Trinidad.
Dios Padre es adorado y
alabado como fuente de
bendiciones de la creación y
de la salvación;
Cristo -el único Liturgo- realiza
la gloria de Dios y la salvación
de los hombres por los
sacramentos;
el Espíritu Santo -como alma
de la Iglesia- vivifica e impulsa
la obra de Cristo para llevarla a
su perfección.
Los 7
sacramentos
de la Iglesia
25
Compendio del Catecismo
224. ¿Qué son los
sacramentos y cuántos hay?
1113-1131
Los sacramentos son signos
sensibles y eficaces de la
gracia, instituidos por Cristo y
confiados a la Iglesia, a través
de los cuales se nos otorga la
vida divina. Son siete:
Bautismo, Confirmación,
Eucaristía, Penitencia, Unción
de los enfermos, Orden y
Matrimonio.
Introducción
Dios ha instituido los signos sensibles
que llamamos sacramentos, para
expresar las realidades sobrenaturales
de la gracia:
nacemos a la vida sobrenatural por el
Bautismo,
nos fortalecemos con la Confirmación,
mantenemos la vida con el alimento de
la Eucaristía,
si se pierde por el pecado, la recupera
la Penitencia,
y con la Unción de enfermos nos
preparamos para el viaje que acabará
en el cielo.
El Orden sacerdotal procura los
ministros de la Iglesia,
y el Matrimonio, que con los hijos
perpetúa la sociedad humana y hace
crecer la Iglesia cuando son
regenerados por el bautismo.
DOLCI, Carlo
Cristo bendiciendo los sacramentos
Bridgeman Art Library
Corsham Court, Wiltshire
Ideas
principales
1. Qué son los sacramentos
Los sacramentos son signos
sensibles y eficaces de la
gracia, instituidos por
Jesucristo y confiados a la
Iglesia, por los que se nos
dispensa la vida divina.
Signo sensible es una cosa
conocida que manifiesta
otra menos conocida; si
veo humo, descubro que
hay fuego.
Vittore Carpaccio (1450-1525) Pero decimos también
El bautismo de los Selenitas signo eficaz, porque el
1502-1507 sacramento no sólo
Scuola di San Giorgio degli Schiavoni, Venecia
significa, sino que produce
la gracia (el humo sólo
significa el fuego, pero no
lo produce).
2. El porqué de la institución de los sacramentos
Cristo ha querido acomodarse a
nuestra manera de ser, dándonos
los dones divinos por medio de las
realidades materiales que usamos,
para que nos fuera más fácil
conseguirlo.
Igual que la Santísima Humanidad
de Cristo es el instrumento unido a
la Divinidad del que se sirve el
Verbo para realizar la Redención
de los hombres, así las cosas o
acciones de los sacramentos son
los instrumentos separados por los
que Dios nos santifica,
acomodándose a nuestra manera POUSSIN, Nicolas
de ser y de entender. El sacramento del orden
1636-40
Collection of the Duke of Rutland, Belvoir Castle
3. Jesucristo instituyó los siete sacramentos
Todos los sacramentos han
sido instituidos por Jesucristo -
que es el autor de la gracia y
puede comunicarla por medio
de signos sensibles- y son
siete: Bautismo, Confirmación,
Eucaristía, Penitencia, Unción
de enfermos, Orden y
Matrimonio. En los siete
sacramentos están atendidas
todas las necesidades de la
POUSSIN, Nicolas
Los siete sacramentos: Matrimonio
vida sobrenatural del cristiano.
1647-48
National Gallery of Scotland, Edinburgo
4. Los sacramentos de la Iglesia
Cristo confió los
sacramentos a su Iglesia, y
podemos decir que son "de
la Iglesia" en un doble
sentido:
la Iglesia hace o administra
o celebra los sacramentos,
y los sacramentos
construyen la Iglesia (el
bautismo genera nuevos
hijos de la Iglesia, etc.).
Existen, pues, por ella y para POUSSIN, Nicolas
Los siete sacramentos: Eucaristía
ella. 1647
National Gallery of Scotland, Edinburgo
5. Los sacramentos de la fe
El bautismo
hace hijos de
Dios y
miembros de la
Iglesia
26
Compendio del Catecismo
252. ¿Con qué nombres se
conoce el primer Sacramento de
la iniciación?
1213-1216
1276-1277
El primer sacramento de la
iniciación recibe, ante todo, el
nombre de Bautismo, en razón del
rito central con el cual se celebra:
bautizar significa «sumergir» en el
agua; quien recibe el bautismo es
sumergido en la muerte de Cristo y
resucita con Él «como una nueva
criatura» (2 Co 5, 17). Se llama
también «baño de regeneración y
renovación en el Espíritu Santo»
(Tt 3, 5), e «iluminación», porque
el bautizado se convierte en «hijo
de la luz» (Ef 5, 8).
Introducción
El bautismo es "sacramento de
la fe", "puerta de los
sacramentos", o "puerta de la
Iglesia", como se le llama
desde antiguo,
CHASSERIAU, Theodore
San Francisco Javier
Musée de la Ville de Paris, Musée Carnavalet, París
2. Sentido del bautismo
Por el bautismo morimos al
pecado y resucitamos a la vida
nueva de la gracia (cfr. Romanos
6,3-11).
Todos nacemos con el pecado
heredado de los primeros padres,
y en consecuencia privados de la
gracia; pero Cristo nos libró con su
muerte y resurrección.
El bautismo es el sacramento que
aplica a cada bautizado los frutos
de la Redención, para que
muramos al pecado y resucitemos
a la vida sobrenatural de la gracia.
LONGHI, Pietro
El Bautismo
Galleria Querini-Stampalia, Venecia
3. Qué es el bautismo
"Id, pues, y haced discípulos a
todas las gentes, bautizándolas en
el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo» (Mateo 28,19).
"El que crea y sea bautizado, se
salvará; pero el que no crea, se
condenará" (Marcos 16,16).
El bautismo es el sacramento
instituido por Jesucristo, que nos
hace discípulos suyos y nos
regenera a la vida de la gracia. El
bautismo es el fundamento de toda
la vida cristiana, el pórtico de la
vida en el espíritu y la puerta que
abre el acceso a los otros
sacramentos.
La materia de este sacramento es
la ablución con agua natural, y la
PATINIR, Joachim forma la componen las palabras:
El bautismo de Cristo, c.1515 "Yo te bautizo en el nombre del
Kunsthistorisches Museum, Viena, Austria Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo".
4. Efectos del bautismo
CARRACCI, Annibale
El bautismo de Cristo
1584
S. Gregorio, Bologna
5. Necesidad del bautismo
El bautismo es necesario para
salvarse: "En verdad, en verdad te
digo que si uno no nace del agua y
del Espíritu, no puede entrar en el
Reino de lo cielos" (Juan 3,5).
Cuando no es posible recibir el
bautismo, se puede alcanzar la
gracia por el llamado bautismo de
deseo -un acto de perfecto amor a
Dios, o la contrición de los pecados-
y por el bautismo de sangre o
martirio, que es dar la vida por
Cristo.
A los niños les es necesario también
el bautismo. Se entiende la
necesidad de bautizar a los niños
cuanto antes.
MASACCIO
El bautismo de los neófitos
1426-27
Cappella Brancacci, Santa Maria del Carmine, Florencia
6. Quiénes pueden administrar el bautismo
Normalmente bautiza el párroco, u
otro sacerdote o diácono con su
permiso, pero en caso de
necesidad puede hacerlo
cualquiera.
Dios ha dado todas las facilidades
en la administración de este
sacramento; y así, incluso un no
bautizado, con tal que tenga
intención de hacer lo que hace la
Iglesia y lo realice correctamente,
bautiza de verdad.
La razón está en que siempre es
Cristo quien bautiza, como
observa San Agustín: "¿Bautiza
Pedro? Cristo bautiza. ¿Bautiza
Juan? Cristo bautiza. ¿Bautiza
Judas? Cristo bautiza".
MASTER of Saint Gilles
El bautismo de Clovis
1500
National Gallery of Art, Washington
7. Modo de administrar el bautismo
Al administrar el
sacramento se derrama
agua natural sobre la
cabeza diciendo, con
intención de bautizar: "Yo te
bautizo en el nombre del
Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo".
PERUGINO, Pietro
Bautismo de Cristo (detalle)
c. 1482
Cappella Sistina, Vaticano
8. Obligaciones que impone el bautismo
Cuando el bautismo se administra
a niños, responden por el neófito
sus padres y padrino; pero el
cristiano adulto debe responder
por sí mismo y firmemente
dispuesto a vivir como bautizado.
Esa respuesta se puede concretar
en:
hacer actos de fe explícita
(recitando el Credo, por ejemplo),
proponiendo guardar la ley de
Jesucristo y de su Iglesia,
y renunciando para siempre al
demonio y a sus obras, como se
hace en la Vigilia Pascual al
renovar las promesas del
bautismo. QUERCIA, Jacopo della
Fuente bautismal
c. 1417
Baptisterio, Siena
Propósitos
de vida
cristiana
Un propósito para avanzar
Agradecer a Dios el haber sido
bautizado; enterarse del día en
que uno fue bautizado, y
celebrarlo.
Tomar conciencia de que el
bautismo impone la exigencia
cristiana de conservar y crecer
en la vida de la gracia,
cumpliendo fielmente los
mandamientos de la ley de
Dios y de la Iglesia.
GRECO, El
Pentecostés
1596-1600
Museo del Prado, Madrid
En la Confirmación
se recibe el Espíritu
Santo
27
Compendio del Catecismo
265. ¿Qué lugar ocupa la
Confirmación en el designio
divino de salvación?
1285-1288
1315
En la Antigua Alianza, los profetas
anunciaron que el Espíritu del
Señor reposaría sobre el Mesías
esperado y sobre todo el pueblo
mesiánico. Toda la vida y la misión
de Jesús se desarrollan en una
total comunión con el Espíritu
Santo. Los Apóstoles reciben el
Espíritu Santo en Pentecostés y
anuncian «las maravillas de Dios»
(Hch 2,11). Comunican a los
nuevos bautizados, mediante la
imposición de las manos, el don
del mismo Espíritu. A lo largo de
los siglos, la Iglesia ha seguido
viviendo del Espíritu y
comunicándolo a sus hijos.
Introducción
Antes del día de Pentecostés,
los apóstoles tenían miedo, y
luego predican la palabra de
Dios con decisión; los que eran
incultos e ignorantes, después
hablan de los misterios de Dios
y lenguas extrañas. Este
cambio tan sorprendente se
produce porque en aquel día
recibieron la plenitud del
Espíritu Santo.
De manera semejante, los
fieles reciben también la
plenitud del Espíritu Santo en
el sacramento de la
confirmación.
Este tema puede servir para POUSSIN, Nicolas
conocer mejor la naturaleza y Los siete sacramentos: Confirmación
1645
los efectos del sacramento y, si National Gallery of Scotland, Edinburgh
no se ha recibido todavía, para
prepararse bien con la ilusión
de recibirlo cuanto antes.
Ideas principales
1. Los Apóstoles recibieron la plenitud del Espíritu
Santo en Pentecostés; nosotros, en la confirmación
En la tarde de la resurrección Jesús se
apareció en el Cenáculo a sus
discípulos y sopló sobre ellos, diciendo:
"Recibid el Espíritu Santo" (Juan
20,22). Pero en Pentecostés se
llenaron del Espíritu Santo y de dones
excepcionales (cfr. Hechos de los
Apóstoles 2,1-4).
También nosotros recibimos en el
bautismo el Espíritu Santo junto con la
gracia, pero el Señor ha instituido el
sacramento de la confirmación, que es
necesario para la plenitud de la gracia
bautismal.
Nos comprometemos mucho más,
como auténticos testigos de Cristo, a
extender y defender la fe cristiana con
nuestras palabras y obras, a
mostrarnos ante los demás como
verdaderos discípulos de Cristo.
JUAN DE FLANDES
Pentecostés
Museo del Prado, Madrid
3. Ministro, sujeto, materia y forma del sacramento de
la confirmación
Ministro ordinario de este sacramento es
el Obispo; extraordinario, el presbítero
que goza de esta facultad por derecho
común o por concesión peculiar de la
autoridad competente.
El sujeto es toda persona bautizada que
no lo ha recibido. Para recibirlo se debe
estar en gracia de Dios, conocer los
principales misterios de la fe y acercarse
a él con reverencia y devoción.
La materia es la unción en la frente con
el crisma (mezcla de aceite y bálsamo
consagrado por el obispo), que se hace
mientras se impone la mano. La unción
significa uno de los efectos del
sacramento: robustecer la fe.
La forma la constituyen estas palabras
que pronuncia el ministro: "N., recibe por
esta señal el Don del Espíritu Santo". Se
responde: "Amén".
La Eucaristía,
misterio de fe
y de amor
28
Compendio del Catecismo
271. ¿Qué es la Eucaristía?
1322-1323
1409
La Eucaristía es el sacrificio
mismo del Cuerpo y de la
Sangre del Señor Jesús, que Él
instituyó para perpetuar en los
siglos, hasta su segunda
venida, el sacrificio de la Cruz,
confiando así a la Iglesia el
memorial de su Muerte y
Resurrección. Es signo de
unidad, vínculo de caridad y
banquete pascual, en el que se
recibe a Cristo, el alma se llena
de gracia y se nos da una
prenda de la vida eterna.
Introducción
La Eucaristía es el "sacramento de
los sacramentos", el más
importante de todos, ya que
contiene la gracia de Dios -como
los otros sacramentos- y al autor
de la gracia, Jesucristo Nuestro
Señor.
Lo sabemos, no por los sentidos,
sino por la fe, que se apoya en el
testimonio de Dios: "Esto es mi
Cuerpo, que se entrega por
vosotros; haced esto en memoria
mía" (Lucas 22,19).
la Eucaristía es "fuente y cumbre
de toda la vida cristiana (…).
“Participando del sacrificio
eucarístico", los fieles "ofrecen a
Dios la Víctima divina y se ofrecen
a sí mismos juntamente con ella"
(Lumen gentium, 11).
JOOS van Wassenhove
La institución de la Eucaristía (detalle)
1473-75
Galleria Nazionale delle Marche, Urbino
Ideas
principales
1. La Eucaristía, fuente y cumbre de la vida de la Iglesia
La Eucaristía es el corazón de
la Iglesia, "fuente y cumbre de
toda la vida cristiana (…). La
Sagrada Eucaristía contiene
todo el bien espiritual de la
Iglesia, es decir, Cristo mismo".
Esa es la razón de que "los
demás sacramentos, como
también todos los ministerios
eclesiales y las obras de
apostolado están unidos a la
Eucaristía y a ella se ordenan"
(Presbyterorum ordinis, 5).
POUSSIN, Nicolas
La institución de la Eucaristía
1640
Musée du Louvre, París
2. Los diversos nombres de este sacramento
La riqueza inagotable de la
Eucaristía se expresa mediante
los distintos nombres que recibe.
Se le llama:
Eucaristía, que significa acción
de gracias a Dios;
Banquete del Señor, porque
Cristo lo instituyó el Jueves
Santo en la última Cena;
Santo Sacrificio, porque
actualiza el único sacrificio de
Cristo en la cruz;
Comunión, porque nos unimos
al mismo Cristo recibiendo su
Cuerpo y su Sangre;
Santa Misa, porque cuando se
despide a los fieles al terminar la
liturgia eucarística, se les envía
("missio") para que cumplan la
RUBENS, Pieter Pauwel
voluntad de Dios en su vida La victoria de la verdad eucarística sobre la herejía
ordinaria. c. 1626
Museo del Prado, Madrid
3. La institución de la Eucaristía
Jesucristo instituyó la Eucaristía
el Jueves Santo en la última
Cena.
Ya había anunciado a los
discípulos en Cafarnaún (cfr.
Juan, 6) que les daría a comer su
cuerpo y su sangre.
También había ido preparando la
fe de los suyos con argumentos
incontestables:
el milagro de Caná -convirtió el
agua en vino-,
y la multiplicación de los panes.
Así, al oír en la última Cena: Esto
es mi cuerpo (Lucas 22,19),
BASSANO, Jacopo tendrían la firme persuasión de
La última cena
1542
que era como decía; igual que el
Galleria Borghese, Roma agua se había convertido en vino
por su palabra omnipotente, y los
panecillos crecieron hasta saciar
a una gran multitud.
4. La celebración litúrgica de la Eucaristía
Los Apóstoles recibieron un
encargo del Señor: "Haced
esto en memoria mía" (Lucas
22,19).
No es mero recordatorio sino
actualización real del
memorial de Cristo: de su
vida, de su muerte, de su
resurrección, y de su
intercesión junto al Padre,
que se realiza en la
Eucaristía.
Desde mediados del siglo II, y
según el relato del mártir
Justino, tenemos
atestiguadas las grandes
líneas del desarrollo de la
celebración eucarística, que JUANES, Juan de
La última cena
han permanecido invariables 1560s
hasta nuestros días. Museo del Prado, Madrid
5. La Eucaristía, renovación incruenta del sacrificio de
la cruz
Jesucristo ofreció a Dios Padre el
sacrificio de su propia vida
muriendo en la cruz.
Pero, aunque el valor del sacrificio
de Cristo en la cruz fue infinito y
único, el Señor quiso que se
perpetuara -se hiciera presente-
para aplicar los méritos de la
redención.
Jesucristo instituyó la Misa no para
perpetuar la Cena, sino el sacrificio
de la cruz. Así, la Misa renueva
incruentamente el sacrificio mismo
del Calvario; y la Eucaristía es
igualmente sacrificio de la Iglesia,
pues, siendo la Iglesia Cuerpo de
Cristo, participa de la ofrenda de
su Cabeza.
CARRACCI, Annibale
Crucifixión
1583
Santa Maria della Carità, Bologna
6. El sacrificio de la Misa y el de la cruz son
esencialmente uno y el mismo
Entre la Misa y el sacrificio de la
cruz hay identidad esencial y
diferencias accidentales:
El Sacerdote es el mismo:
Cristo, que en el Calvario se
ofreció Él solo, mientras que en
la Misa lo hace por medio del
sacerdote .
La Víctima es la misma: Cristo,
que en el sacrificio de la cruz se
inmoló de manera cruenta,
mientras que en la Misa lo hace
de modo incruento.
En la cruz, Cristo nos rescató LEONARDO da Vinci
del pecado y ganó para nosotros La última cena (copia)
los méritos de la salvación; en la Siblo XVI
Da Vinci Museum, Tongerlo
Misa, se nos aplican los méritos
que Jesucristo ganó entonces.
7. Los fines de la Santa Misa
Los fines de la Santa Misa son
cuatro:
adorar a Dios,
darle gracias,
pedirle beneficios
y satisfacer por nuestros
pecados.
Podemos unir todo nuestro día
a la Santa Misa, y vivir a lo
largo de él con esos mismos
sentimientos que tuvo Cristo en
la cruz.
Jesús está
realmente
presente en la
Eucaristía
29
Compendio del Catecismo
282. ¿Cómo está Jesucristo
presente en la Eucaristía?
1373-1375 1413
Jesucristo está presente en la
Eucaristía de modo único e
incomparable. Está presente,
en efecto, de modo verdadero,
real y sustancial: con su
Cuerpo y con su Sangre, con
su Alma y su Divinidad. Cristo,
todo entero, Dios y hombre,
está presente en ella de
manera sacramental, es decir,
bajo las especies eucarísticas
del pan y del vino.
Introducción
Sabemos que Cristo murió,
resucitó y subió al cielo, donde
está sentado a la derecha del
Padre. Pero está presente también
en su Iglesia de muchas maneras:
sobre todo bajo las especies
sacramentales de pan y vino, que
contienen el Cuerpo y la Sangre
de Jesucristo, como enseña la fe.
El Señor se quedó realmente
presente en la Eucaristía con su
Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
En la Eucaristía se contiene el
verdadero Cuerpo de Jesucristo, el
mismo que nació de la Virgen y
que está sentado a la diestra de
Dios Padre. Desde el principio, los
cristianos creyeron en esta verdad.
BOTTICELLI, Sandro
Última comunión de San Jerónimo
c. 1495
Metropolitan Museum of Art, New York
Ideas
principales
1. En la Eucaristía está el mismo Jesucristo
El Concilio de Trento puntualiza
que en la Santísima Eucaristía
están contenidos verdadera, real y
sustancialmente el cuerpo y la
sangre junto con el alma y la
divinidad de nuestro Señor
Jesucristo, y, por consiguiente,
Cristo entero.
Es lo que se conoce como
presencia real de Cristo en el
sacramento de la Eucaristía.
Se llama "real" no a título
exclusivo, como si las otras
presencias no fueran reales, sino
por excelencia, porque es
sustancial y por ella Cristo, Dios y
hombre, se hace totalmente
presente, como explica Pablo VI.
Esa luz que arde día y noche junto
al Sagrario nos recuerda que
Jesús está allí realmente presente
SIGNORELLI, Luca
Comunión de los Apóstoles
1512
Museo Diocesano, Cortona
2. La transustanciación
Cuando el sacerdote dice: "Esto es
mi cuerpo", "Este es el cáliz de mi
sangre", aquello es el Cuerpo y
Sangre de Cristo. Por el poder
divino otorgado al sacerdote se ha
producido un cambio, una
conversión -y conversión de
sustancias, porque las apariencias
externas no han cambiado-: lo que
era sustancia de pan, se ha
convertido en la sustancia de
Cristo, en el Cuerpo de Cristo.
Esa conversión es lo que se
conoce con el nombre de
transustanciación o cambio de
sustancia. Es un misterio
excepcional que la razón humana
no alcanza a comprender, pero
Dios puede hacerlo por medio de
su ministro, el sacerdote.
CRESPI, Giuseppe Maria
Comunión
1712
Gemäldegalerie, Dresde
3. Jesucristo está realmente presente en las formas
consagradas y en cada una de sus partes
Cuando el sacerdote
consagra muchas formas
creemos que Jesucristo está
realmente presente en todas
y cada una de ellas.
También creemos que, si una
forma se parte en diversos
trozos, Jesucristo está todo
entero en cada uno de ellos.
Por eso el sacerdote recoge
cuidadosamente las
partículas de las hostias
consagradas, aunque sean
muy pequeñas.
SASSETTA
Milagro de la Eucaristía
El Señor se ha quedado por
1423 Amor, y con amor hemos de
Bowes Museum, Barnard Castle tratarle.
4. Los cristianos deben manifestar fe y amor hacia la
Eucaristía
El culto a la Sagrada Eucaristía lo ha
vivido siempre el pueblo cristiano con
muchas devociones eucarísticas:
El Jueves Santo.
La fiesta del Corpus Christi.
La exposición y bendición con el
Santísimo.
Las visitas al Sagrario.
Las oraciones que alimentan la piedad
eucarística:
Comuniones espirituales.
Adoro Te devote.
Oraciones para antes y después de
comulgar, etc.
Guiados por la fe, es un detalle de
nobleza humana ofrecer a Jesús en el
Sagrario cosas dignas:
que el Sagrario sea de lo mejor, cuidar
los vasos sagrados,
esmerarse en la limpieza;
la genuflexión bien hecha delante del
Sagrario,
acudir con frecuencia a visitarle, etc.
GILLICK, James
Estudio para un retrato de Juan Pablo II
Colección privada
4. Disposiciones para comulgar bien
Las disposiciones para recibir
dignamente a Cristo son:
Estar en gracia de Dios.
Guardar el ayuno eucarístico.
Saber a quién se recibe.
Hasta en la compostura
externa debe manifestarse la
piedad y el respeto con que
nos acercamos a recibir al
Señor.
BOUTS, Dirck
Cristo bendiciendo
Detalle del retablo de la Última Cena
1464-68
St. Peter's, Lovaina, Bélgica
5. La acción de gracias en la comunión
Jesús se ha quedado en la
Eucaristía por amor hacia
nosotros. La mejor manera de
recibirle será realizar una
buena preparación antes de
comulgar y, conscientes del
don recibido, dar gracias no
sólo en el momento de la
comunión sino a lo largo del
día.
Después de comulgar
quedarnos en la iglesia u
oratorio dando gracias, al
menos unos minutos.
DA VARALLO, Tanzio
San Carlos Borromeo dando la comunión a las víctimas de la
plaga
1611-1612
Colección privada
6. Obligación de comulgar y necesidad de la
comunión frecuente
Jesucristo dijo: "Si no coméis la
carne del Hijo del Hombre y no
bebéis su sangre, no tendréis vida
en vosotros" (Juan 6,53). La
Iglesia ordena en el tercer
mandamiento que, al menos una
vez al año y por Pascua de
Resurrección, todo cristiano con
uso de razón debe recibir la
Eucaristía.
También hay obligación de
comulgar cuando se está en
peligro de muerte; en este caso la
comunión se recibe a modo de
"Viático", que significa preparación
para el "viaje" de la vida eterna.
Esto es lo mínimo, y el precepto
debe ser bien entendido; la Iglesia
exhorta a recibir al Señor con
frecuencia, incluso diariamente. Si BÉRAUD, Jean Béraud
algún día no podemos comulgar, Primera Comunión
es bueno hacer una comunión Colección privada
espiritual.
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Hacer el firme propósito de
recibir siempre la comunión
con las debidas disposiciones.
Quedarse unos minutos al
terminar la Misa, agradeciendo
a Jesús haberle recibido en la
comunión.
SIMONE MARTINI
Misa milagrosa (detalle)
1312-17
Fresco
Cappella di San Martino, Lower Church,
San Francesco, Assisi
Celebración
litúrgica de la
Eucaristía: la
Santa Misa
31
Compendio del Catecismo
274. ¿Qué representa la
Eucaristía en la vida de la
Iglesia?
1324-1327
1407
La Eucaristía es fuente y culmen
de toda la vida cristiana. En ella
alcanzan su cumbre la acción
santificante de Dios sobre nosotros
y nuestro culto a Él. La Eucaristía
contiene todo el bien espiritual de
la Iglesia: el mismo Cristo, nuestra
Pascua. Expresa y produce la
comunión en la vida divina y la
unidad del Pueblo de Dios.
Mediante la celebración
eucarística nos unimos a la liturgia
del cielo y anticipamos la vida
eterna.
Introducción
El centro de la liturgia de la Iglesia
es la Eucaristía -la Misa-, que los
Apóstoles celebraron desde el
primer momento; desde entonces
hasta ahora, la Misa ha
permanecido esencialmente la
misma.
Vamos a exponer el sentido de las
distintas partes y los diálogos entre
el sacerdote y los fieles. También
hablaremos de la obligación de
asistir a Misa los domingos y
fiestas de guardar, si se han
cumplido los siete años, hay uso
de razón y no existe impedimento
grave.
DÜRER, Albrecht
Misa
1523
Kupferstichkabinett, Öffentliche Kunstsammlung , Basle
2. Partes de la Misa
Comprende dos grandes momentos
con unidad básica: liturgia de la
Palabra y liturgia Eucarística,
precedidas por los ritos iniciales y
seguidas de la conclusión.
Liturgia de la Palabra:
Lecturas de la Sagrada Escritura.
Homilía.
Profesión de fe o Credo.
Oración de los fieles.
Liturgia Eucarística:
Ofertorio.
Prefacio.
Plegaria eucarística o Canon.
Rito de la comunión.
En la
confesión,
Jesús
perdona por
medio del
sacerdote
32
Compendio del Catecismo
297. ¿Por qué hay un
sacramento de la
Reconciliación después del
Bautismo?
1425-1426
1484
Puesto que la vida nueva de la
gracia, recibida en el Bautismo,
no suprimió la debilidad de la
naturaleza humana ni la
inclinación al pecado (esto es,
la concupiscencia), Cristo
instituyó este sacramento para
la conversión de los bautizados
que se han alejado de Él por el
pecado.
Introducción
Una de las páginas más
conmovedoras del Evangelio es la
parábola del hijo pródigo. Eran dos
hermanos y el menor decide
abandonar la casa; se marchó a
un país lejano donde derrochó
todo llevando mala vida. Hasta que
un día sintió vergüenza de su
situación y decidió volver a casa
para pedir perdón a su padre:
"Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti" (Lucas 15, 18). El padre,
cuando lo vio venir salió a su
encuentro, se le echó al cuello y lo
besó. Y mandó a los criados que
preparasen un banquete y una
gran fiesta para celebrar el retorno
del hijo pequeño. ONTHORST, Gerrit van
El hijo pródigo
Esta parábola nos puede ayudar a 1622
entender el sacramento de la Alte Pinakothek, Munich
Penitencia, que es el sacramento
de la misericordia de Dios.
Ideas
principales
1. Los sacramentos de la curación
Hemos estudiado los sacramentos
de la iniciación cristiana: Bautismo,
Confirmación y Eucaristía, que
otorgan la vida nueva en Cristo.
Pero, a pesar de tanta gracia, el
hombre es débil, puede pecar, y
arrastra las miserias del pecado.
Cristo quiso que en la Iglesia
hubiese un remedio para esas
necesidades, y lo encontramos en
los sacramentos de la Penitencia y
de la Unción de enfermos,
llamados sacramentos de curación
porque curan la debilidad y
perdonan los pecados.
GRECO, El
San Pedro haciendo penitencia
c. 1605
Hospital Tavera, Toledo
2. Para salvarse, hay que arrepentirse de los pecados
No hay salvación posible sin el
arrepentimiento de los
pecados. Así lo dice Jesucristo:
"Si no hacéis penitencia, todos
igualmente pereceréis" (Lucas
13,3).
Antes de venir Jesucristo los
hombres no tenían seguridad
de haber obtenido el perdón de
sus pecados. La seguridad nos
la trajo Él, que podía decir:
"Tus pecados te son
perdonados" (Mateo 9,2).
CLAEISSENS, Antoon
Este sacramento se denomina
El juicio de Salomón también sacramento de la
Colección privada
conversión, de la reconciliación, o
confesión.
4. Jesucristo mismo, por el sacerdote, es quien absuelve
Sólo el sacerdote -con potestad de
orden y facultad de ejercerla-
puede perdonar los pecados, pues
Jesucristo dio ese poder sólo a
ellos.
No se obtiene el perdón, por tanto,
diciendo los pecados a un amigo,
o directamente a Dios.
Además, en el momento de la
absolución es Cristo mismo quien
absuelve y perdona los pecados
por medio del sacerdote, ya que el
pecado es ofensa a Dios y sólo
Dios puede perdonarlo. El
sacerdote debe guardar -bajo
obligación gravísima- el sigilo MARTINI, Simone
sacramental. Cristo bendiciendo
1317
Museo Nazionale di Capodimonte, Nápoles
5. Efectos de este sacramento
Los efectos de este
sacramento son realmente
maravillosos:
la reconciliación con Dios;
la reconciliación con la
Iglesia;
la remisión de la pena
eterna contraída por los
pecados mortales y de las
penas temporales -al
menos en parte- según las
disposiciones;
la paz y la serenidad de la
GIAQUINTO, Corrado conciencia;
Justicia y paz los auxilios espirituales
Museo del Prado, Madrid
para el combate cristiano,
evitando las recaídas en el
pecado.
6. Necesidad de la Penitencia
El sacramento de la Penitencia es
completamente necesario para
aquéllos que después del
bautismo han cometido un pecado
mortal. La Iglesia enseña que hay
obligación de confesar los pecados
mortales al menos una vez al año,
en peligro de muerte, y si se ha de
comulgar.
Pero una cosa es la obligación y
otra muy distinta lo que conviene
hacer, si se quiere que aumente
nuestro amor a Dios: debemos
confesarnos a menudo y
confesarnos bien.
DE LA TOUR, Georges
San Jerónimo en penitencia
c.1630
National Museum, Estocolmo
7. Conveniencia de la confesión frecuente
La Iglesia recomienda vivamente
la práctica de la confesión
frecuente, también de los pecados
veniales.
De esta manera se aumenta el
propio conocimiento; se crece en
humildad; se desarraigan las
malas costumbres; se hace frente
a la tibieza y pereza espiritual; se
purifica y forma la conciencia; nos
ayudan en nuestra vida interior, y
aumenta la gracia en virtud del
sacramento. Para crecer en el
amor a Dios es muy conveniente
tener en mucha estima la
confesión: confesarse a menudo y
bien.
Nuestra
reconciliación
con Dios
33
Compendio del Catecismo
303. ¿Cuáles son los actos
propios del penitente?
1450-1460
1487-1492
Los actos propios del penitente
son los siguientes: un diligente
examen de conciencia; la
contrición (o arrepentimiento), que
es perfecta cuando está motivada
por el amor a Dios, imperfecta
cuando se funda en otros motivos,
e incluye el propósito de no volver
a pecar; la confesión, que consiste
en la acusación de los pecados
hecha delante del sacerdote; la
satisfacción, es decir, el
cumplimiento de ciertos actos de
penitencia, que el propio confesor
impone al penitente para reparar el
daño causado por el pecado.
Introducción
Miedo, vergüenza, falta de
sinceridad..., son peligros a
evitar en la confesión. Si
somos conscientes de que es
Jesucristo mismo quien
perdona los pecados por medio
del sacerdote, superaremos
mejor esas actitudes que a
ciertos cristianos les retraen de
confesarse.
Baciccio
La piedad (María llorando a Cristo muerto)
1667
Galleria Nazionale d'Arte Antica, Roma
Ideas
principales
1. Condiciones para una buena confesión
Para hacer una buena
confesión son necesarias cinco
cosas:
examen de conciencia,
dolor de los pecados,
propósito de enmienda,
decir los pecados al confesor
y cumplir la penitencia.
Hay que confesarse
procurando vivir bien estas
disposiciones, sin caer en la
rutina, ya que cada confesión
STOMER, Matthias (1600-1650)
es un encuentro personal con
El penitente San Pedro Jesucristo.
2. Examen de conciencia
Es preciso recordar los pecados
mortales cometidos desde la
última confesión bien hecha,
considerando:
los mandamientos de la ley de
Dios,
los de la Iglesia
y las obligaciones del propio
estado.
Si se descubren pecados mortales,
hay que saber la clase de pecado,
las circunstancias que cambian su
especie y el número de veces o al
menos una media aproximada.
Conviene ver también los pecados
veniales.
SHEITS, Matthias
Normalmente el examen debe ser David y Natán
breve, lo que no quiere decir 1672
"superficial". Es más fácil Hamburger Kunsthalle, Hamburg, Alemania
confesarse bien cuando uno se
examina habitualmente.
3. Dolor de los pecados
El dolor puede ser de atrición (por el
castigo o por la fealdad del pecado)
o de contrición (por haber ofendido a
Dios, siendo quien es).
El dolor de contrición o dolor
perfecto, fruto de una ardiente
caridad hacia Dios ofendido, cuando
existe la imposibilidad de confesarse,
reconcilia al hombre con Dios antes
de que de hecho se reciba el
sacramento de la Penitencia. Pero
este dolor no hace superflua la
confesión oral de los pecados, sino
que presupone su deseo y a ella se
ordena por naturaleza.
El dolor de atrición o dolor imperfecto
de suyo no perdona el pecado, pero
es suficiente para recibir el
sacramento de la Penitencia.
EL GRECO (1541-1614)
La penitente Magdalena
Colección privada
4. Propósito de la enmienda
Consiste en la determinación
de no volver a pecar, como se
lo indicó Jesús a la mujer
pecadora: "Anda, y no peques
más" (Juan 8,11).
Aunque no sea posible tener
certeza de que no se ofenderá
más a Dios, hay que estar
dispuesto a poner los medios
para no volver a hacerlo. Esto
lleva a quitar las ocasiones
próximas y voluntarias de
pecado: malas amistades,
lecturas, conversaciones, etc.; BOTTICELLI, Sandro
a poner los medios La lamentación de Cristo
c.1490
sobrenaturales y humanos Alte Pinakothek, Munich
para fortalecer la voluntad y no
volver a pecar.
5. Confesión o acusación de los pecados
Para hacer una buena confesión es
necesario decir todos los pecados al
confesor. Hay que confesar todos los
pecados mortales según su número y
circunstancias importantes.
Por ejemplo, las que cambian la
especie del pecado, que hacen que
en un solo acto se cometan dos o
más pecados específicamente
distintos, como sería el robo con
violencia.
Se cometería un sacrilegio y la
confesión sería inválida, si se callara
un pecado mortal a sabiendas; si se
olvida algún pecado y uno se da
TISSOT, James Jacques Joseph
El retorno del hijo pródigo
cuenta después, queda perdonado
1862 ese pecado pero hay obligación de
Colección privada decirlo en la próxima confesión;
mientras tanto se puede comulgar.
Aunque no es necesario, es muy
conveniente confesar también los
pecados veniales.
6. Cumplir la penitencia
La penitencia impuesta por el
confesor es para satisfacer la
deuda debida a Dios por el
pecado.
Es muy bueno que, además de
cumplirla en seguida, el penitente
procure libremente hacer por su
cuenta otras obras que le ayuden
a sentir y reparar el pecado.
Si teniendo intención de cumplir la
penitencia, luego no se cumple, la
confesión es válida, aunque este
incumplimiento puede ser grave o
leve según los casos.
BOUGUEREAU, William
¡Compasión!
1897
Colección privada
Propósitos de
vida cristiana
Un propósito para avanzar
Aprender a confesarse bien
conforme a las indicaciones
que se dan en el tema o
preguntando al sacerdote,
padres, profesor o catequista,
las dudas que se tengan.
Preparar una buena confesión
y hacerla cuanto antes.
FRENCH SCHOOL
San Carlos Borromeo
Église de Saint-Nicolas-du-Chardonnet, Paris
La unción de los
enfermos
34
Compendio del Catecismo
313. ¿Cómo es considerada
la enfermedad en el Antiguo
Testamento?
1499-1502
En el Antiguo Testamento, el
hombre experimenta en la
enfermedad su propia
limitación y, al mismo tiempo,
percibe que ésta se halla
misteriosamente vinculada al
pecado. Los profetas intuyeron
que la enfermedad podía tener
también un valor redentor de
los pecados propios y ajenos.
Así, la enfermedad se vivía
ante Dios, de quien el hombre
imploraba la curación.
Introducción
Con el sacramento de la Unción de
enfermos la Iglesia acude en
ayuda de sus hijos, que empiezan
a estar en peligro de muerte por
enfermedad grave o vejez. El
sacramento de la Unción de
enfermos proporciona al cristiano
gracia para vencer las dificultades
inherentes al estado de
enfermedad grave o vejez.
Una cosa que debe preocupar a
cualquier cristiano es recibir este
sacramento -él o el familiar o el
amigo- en el momento oportuno,
valorando la ayuda que puede
prestar al que lo necesita.
DUJARDIN, Karel
San Pablo curando al paralítico de Listra
1663
Rijksmuseum, Amsterdam
Ideas principales
1. El cristiano ante la enfermedad y la muerte
Para afrontar con dignidad y
provecho ese momento de la
vida, Dios socorre al cristiano
con la Unción de enfermos,
remedio y ayuda poderosa
para sobrellevar con Cristo la
enfermedad y salir al paso de
la muerte fortalecidos con la
gracia especial del sacramento.
La prudencia cristiana dicta
que debemos estimar y desear
este sacramento como un
ESCUELA FLAMENCA
Mujer joven en su lecho de muerte regalo de la misericordia de
1621 Dios. No estaría mal pedir cada
Musée des Beaux-Arts, Rouen, Francia
día el favor de recibir
debidamente el sacramento de
la Unción de enfermos.
2. Qué es la Unción de enfermos
En los últimos momentos de la
existencia el demonio monta la
gran batalla: el alma necesita
entonces de auxilios especiales.
Estos auxilios han sido vinculados
por Jesucristo a la Unción de
enfermos, sacramento instituido
para alivio espiritual y también
corporal del cristiano gravemente
enfermo.
Por este sacramento el cristiano se
une a Jesucristo para tener los
mismos sentimientos que tuvo Él
ante el dolor y la muerte.
BÖCKLIN, Arnold
Autoretrato con la muerte
1872
Staatliche Museen, Berlin
Propósitos de
vida cristiana
Un propósito para avanzar
Ofrece con alegría los dolores
de la vida, especialmente la
enfermedad, sin tener miedo a
la muerte.
Agradece y estima el
sacramento de la Unción de
enfermos, procurando avisar al
sacerdote cuando algún
familiar o amigo esté
gravemente enfermo.
CRESPI, Giuseppe Maria
Ordenación
1712
Gemäldegalerie, Dresde
El sacramento del
Orden
35
Compendio del Catecismo
322. ¿Qué es el sacramento
del Orden?
1536
El sacramento del Orden es
aquel mediante el cual, la
misión confiada por Cristo a
sus Apóstoles, sigue siendo
ejercida en la Iglesia hasta el
fin de los tiempos.
Introducción
Para las necesidades sociales
de la Iglesia y de la comunidad
civil, Jesucristo instituyó el
Orden sacerdotal y el
Matrimonio, ordenados a la
salvación de los demás; por
eso se les conoce como
sacramentos al servicio de la
comunidad. Comencemos por
el sacramento del Orden.
CHEVILLIARD, V.
El cumpleaños del cura
Josef Mensing Gallery, Hamm-Rhynern, Alemania
7. La misión espiritual del sacerdote
La misión del sacerdote en el
mundo es fundamentalmente
espiritual: conducir los hombres a
Dios, educándolos en la fe y
dándoles la gracia de Cristo
contenida en los sacramentos.
El sacerdote es servidor de toda la
comunidad cristiana y elemento de
unidad. Es lógico que se le
distinga, incluso en su porte
externo, como ordena la Iglesia, y
que tenga el día completamente
lleno con su actividad sacerdotal,
sin tiempo para dedicarse a otras
cosas, y mucho menos
interfiriendo en las tareas propias
de los fieles laicos.
El sacramento
El matrimonio de la Vigen
36 del matrimonio
c. 1644
Wallace Collection, Londres
Compendio del Catecismo
338. ¿Con qué fines ha
instituido Dios el Matrimonio?
1659-1660
La alianza matrimonial del hombre
y de la mujer, fundada y
estructurada con leyes propias
dadas por el Creador, está
ordenada por su propia naturaleza
a la comunión y al bien de los
cónyuges, y a la procreación y
educación de los hijos. Jesús
enseña que, según el designio
original divino, la unión matrimonial
es indisoluble: «Lo que Dios ha
unido, que no lo separe el
hombre» (Mc 10, 9).
Introducción
El amor de los padres para
sus hijos y los detalles de
amor que tienen entre sí los
esposos, nos hacen pensar
en la grandeza de
sacramento del matrimonio.
¿Sabemos agradecer lo
que nuestros padres hacen
por nosotros? ¿Les
ayudamos en sus
necesidades? ¿Procuramos
hacerles la vida agradable?
¿Nos acordamos de rezar
por ellos todos los días?
DAVID, Gerard
Las bodas de Caná
c. 1500
Musée du Louvre, París
Ideas principales
1. Institución del matrimonio en el Paraíso terrenal
"Hombre y mujer los creó, y los
bendijo Dios, diciéndoles:
Procread y multiplicaos y llenad la
tierra" (Génesis 1,27-28). Entonces
instituye Dios el matrimonio,
y lo instituye -como fin principal-
para tener hijos y educarlos;
como fin secundario, para que los
esposos se ayuden entre sí:
porque "no es bueno que el
hombre esté solo, voy a hacerle
una ayuda semejante a él"
(Génesis 2,18).
En consecuencia, el matrimonio es
algo sagrado por su misma
naturaleza, y los esposos son
colaboradores de Dios
participando del poder divino de
dar la vida.
BOUCICAUT Master
El matrimonio de Adán y Eva en 'Des Proprietes De Chozes'
c.1415
Fitzwilliam Museum, University of Cambridge, UK
2. El matrimonio, sacramento cristiano
Jesucristo elevó a la dignidad de
sacramento el matrimonio
instituido al comienzo de la
humanidad. El matrimonio entre
cristianos es imagen de la unión
de Jesucristo y su esposa la
Iglesia.
Por eso, ningún católico puede
contraer el llamado "matrimonio
civil"; tal unión no sería válida, ya
que no tiene más valor que el de
una simple ceremonia legal ante el
Estado. Entre católicos sólo es
válido el matrimonio-sacramento
contraído en la Iglesia.
MYUNG-BO SIM
La catedral de San Patricio
1990
New York, Colección privada
3. Las propiedades del matrimonio
Unidad: el matrimonio es la unión
de un solo hombre con una sola
mujer: "Dejará el hombre a su
padre y a su madre, y se adherirá
a su mujer, y vendrán a ser los dos
una sola carne" (Génesis 2,24).
Indisolubilidad: el vínculo
conyugal no puede desatarse
jamás: "Lo que Dios unió no lo
separe el hombre", dice el
Evangelio (Mateo 19,6; 5,32;
Lucas 16,18). El divorcio, pues,
está prohibido.
Dios ha querido que fuese así por
varias razones: por el bien de los
hijos; por el bien, la felicidad y
seguridad de los esposos; por el
bien de toda la sociedad humana,
pues la humanidad se compone de
familias.
GRECO, El
El matrimonio de la Virgen
1613-14
National Museum of Art of Romania, Bucarés
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Esforzarte por hacer agradable
la vida de las personas con las
que convives.
Estimar en mucho este
sacramento y ayudar a que las
demás personas lo entiendan y
agradezcan a Dios.
CARAVAGGIO
La vocación de San Mateo
1599-1600
Capilla Contarelli
San Luigi dei Francesi, Roma
La vocación
del cristiano
37
Compendio del Catecismo
362. ¿Qué es la bienaventuranza
eterna?
1720-1724
1727-1729
La bienaventuranza consiste en la
visión de Dios en la vida eterna,
cuando seremos en plenitud
«partícipes de la naturaleza
divina» (2 P 1, 4), de la gloria de
Cristo y del gozo de la vida
trinitaria. La bienaventuranza
sobrepasa la capacidad humana;
es un don sobrenatural y gratuito
de Dios, como la gracia que nos
conduce a ella. La promesa de la
bienaventuranza nos sitúa frente a
opciones morales decisivas
respecto de los bienes terrenales,
estimulándonos a amar a Dios
sobre todas las cosas.
Introducción
Cuando va a tratar de los
mandamientos, el Catecismo de la
Iglesia Católica aborda el estudio
de la doctrina cristiana con este
bello título: "La vida en Cristo".
En la explicación del Símbolo de la
fe (primera parte) se da razón de
los dones de Dios al hombre por la
creación, y más aún, por la
redención.
El desarrollo de la enseñanza
acerca de los sacramentos
(segunda parte) muestra cómo en
la celebración del misterio de
Cristo se nos da la gracia, que nos
hace partícipes de la naturaleza
divina e hijos de Dios con el
bautismo; con el bautismo
empieza una nueva vida, la vida
en Cristo.
CARAVAGGIO
La vocación de San Mateo (detalle)
Ideas
principales
1. Cristo revela quién es el hombre
Dice el Concilio Vaticano II que
"Cristo manifiesta plenamente
el hombre al propio hombre y le
descubre la grandeza de su
vocación" (Gaudium et spes,
22).
Cristo, el Hijo de Dios hecho
hombre -hombre perfecto-,
enviado por Dios Padre para
salvarnos y darnos ejemplo, es
como el espejo en el que el
hombre puede saber quién es y
a qué vocación ha sido llamado
por Dios.
Caravaggio (1571-1610)
La resurrección de Lázaro
1608-1609
Museo Nazionale, Messina
2. Sentido de la vida y vocación del hombre
El hombre ha sido creado por
Dios, y es la única criatura de
la tierra a la que Dios ha
amado por sí misma.
La persona humana está desde
su concepción ordenada a Dios
y destinada a la eterna
bienaventuranza. El hombre
consigue su perfección en la
búsqueda y el amor de la
verdad y del bien.
En consecuencia, el sentido de
la vida está en caminar hacia
Dios para vivir eternamente
con Él: ésta es la vocación del
hombre.
Laurent de La Hire (o La Hyre)
Moisés y las tablas de la ley
Colección privada
3. Vivir de acuerdo con la vocación
El hombre debe vivir de
acuerdo con la vocación a la
que ha sido llamado por
Dios; debe seguir la ley
moral que Dios mismo ha
puesto en lo más íntimo de
cada persona y que le
intima: "Haz el bien y evita el
mal".
Todos deben seguir esta ley,
que resuena en la
conciencia, porque es ley
universal e inmutable.
El cristiano conoce el camino TERBRUGGHEN, Hendrick
La vocación de San Mateo
para alcanzar la eterna 1621
bienaventuranza: cumplir los Centraal Museum, Utrecht
mandamientos.
4. La libertad del hombre
El hombre es libre; y siendo
nuestra libertad débil, puede
obedecer -y también
desobedecer- la voz de Dios.
La libertad es la raíz del acto
humano, y por eso el hombre es
responsable.
Debido al pecado original, el
hombre conserva el deseo del
bien, pero la naturaleza humana
está sujeta al error e inclinada al
mal en el ejercicio de su libertad.
Hay que amar la libertad y
defenderla, pero también hay que
educarla para que sea "la libertad
que Cristo nos ganó".
La moralidad del
acto humano
38
Compendio del catecismo
368. ¿Cuándo un acto es
moralmente bueno?
1755-1756
1759-1760
El acto es moralmente bueno cuando
supone, al mismo tiempo, la bondad
del objeto, del fin y de las
circunstancias. El objeto elegido puede
por sí solo viciar una acción, aunque la
intención sea buena. No es lícito hacer
el mal para conseguir un bien. Un fin
malo puede corromper la acción,
aunque su objeto sea en sí mismo
bueno; asimismo, un fin bueno no hace
buena una acción que de suyo sea en
sí misma mala, porque el fin no justifica
los medios. Las circunstancias pueden
atenuar o incrementar la
responsabilidad de quien actúa, pero
no puede modificar la calidad moral de
los actos mismos, porque no
convierten nunca en buena una acción
mala en sí misma.
Introducción
La categoría singular del hombre
radica en que está dotado de
inteligencia y voluntad -creado a
imagen y semejanza de Dios-, con
libertad para tomar decisiones.
Pero, siendo criatura, su libertad
debe estar armonizada con la de
Dios y con la de sus semejantes.
Esto es lo que hacen los
mandamientos, que son caminos
de la libertad.
La moralidad es una cualidad del
acto humano libremente ejercido; y
será positiva -buena- si se ajusta a
la norma que lo ordena como ser
racional; será negativa -mala-, si
actúa irracionalmente en contra de
DI PAOLO, Giovanni (1420-1482)
la norma La creación y la expulsión del paraíso
1445
Metropolitan Museum of Art, Manhattan
Ideas
principales
1. Fuentes de la moralidad
En la experiencia más
elemental del ser humano se
produce un fenómeno que
conviene señalar: sabe que
obra bien o que obra mal, que
sus acciones son buenas o
malas. ¿Cómo lo sabe? Se lo
dice la conciencia.
Con el fin de tener a mano un
criterio claro y sencillo, los
autores consideran que la
moralidad depende del objeto,
el fin y las circunstancias:
a) El objeto elegido, que es aquel
bien hacia el que tiende la
BROUWER, Adriaen voluntad. Por ejemplo, quitar la
Pelea de campesinos vida a un inocente siempre
1631-35 será un crimen.
Alte Pinakothek, Munich b) El fin o la intención del acto. El
fin no justifica los medios.
c) Las circunstancias, agravando
o disminuyendo la cualidad
buena o mala de un acto.
2. Moralidad de las pasiones
En el ser humano anidan impulsos,
tendencias, afectos y sentimientos,
que se conocen con el término
"pasiones“. Son fuerzas que Dios
ha puesto en la naturaleza y que
nos mueven a obrar. Por el
pecado, esas fuerzas están
desordenadas y provocan tensión
en el hombre, pero es indudable
su utilidad si se logra controlarlas.
Las pasiones son moralmente
buenas cuando contribuyen a una
acción buena, y son moralmente
malas si empujan a obrar mal. Las
pasiones pueden ser asumidas en
las virtudes o pervertidas en los
vicios.
BOSCH, Hieronymus
Alegoría de la gula y la lujuria
Yale University Art Gallery, New Haven
3. Actuar siempre de cara a Dios
No es fácil dominar las
pasiones; pero es necesario,
si queremos vivir con la
dignidad que comporta la
condición humana y sobre
todo la dignidad de
cristianos, que se saben
hijos de Dios.
"Dios no manda cosas
imposibles sino que, cuando
manda algo, te advierte que
hagas lo que puedas, que
pidas lo que no puedas, y te
PRUD'HON, Pierre-Paul ayudará para que puedas“
La justicia y la venganza divinas persiguiendo el crimen
1808 (San Agustín)
Musée du Louvre, Paris
Propósitos de
vida cristiana
Un propósito para avanzar
En la duda de si estás obrando
bien, pregúntate si el objeto, fin
y circunstancias son buenos.
En ocasiones hay que ser
heroicos para actuar bien, sin
dejarnos llevar por las
circunstancias y el ambiente,
que nunca justifican una
conducta inmoral.
FETI, Domenico
María Magdalena arrepentida
1617-21
Galleria Doria-Pamphili, Roma
La conciencia
moral
39
Compendio del catecismo
372. ¿Qué es la conciencia
moral?
1776-1780
1795-1797
La conciencia moral, presente en
lo íntimo de la persona, es un
juicio de la razón, que en el
momento oportuno, impulsa al
hombre a hacer el bien y a evitar el
mal. Gracias a ella, la persona
humana percibe la cualidad moral
de un acto a realizar o ya
realizado, permitiéndole asumir la
responsabilidad del mismo.
Cuando escucha la conciencia
moral, el hombre prudente puede
sentir la voz de Dios que le habla.
Introducción
“En lo profundo de su conciencia el
hombre descubre una ley que él
no se da a sí mismo, sino a la que
debe obedecer y cuya voz
resuena, cuando es necesario, en
los oídos de su corazón,
llamándole siempre a amar y a
hacer el bien y a evitar el mal: haz
esto, evita aquello. Porque el
hombre tiene una ley escrita por
Dios en su corazón, en cuya
obediencia está la dignidad
humana y por la cual será juzgado.
La conciencia es el núcleo más
secreto y el sagrario del hombre,
en el que está sólo con Dios, cuya
voz resuena en lo más íntimo de
ella"
(Gaudium et spes, n. 16).
Virtudes morales,
virtudes teologales
40
Compendio del catecismo
CORREGGIO
Alegoría de la virtud
c. 1532-34
Musée du Louvre, París
2. Las virtudes humanas
Las virtudes más excelentes
son las virtudes teologales,
que se refieren directamente
a Dios; pero también son
importantes las virtudes
morales, que perfeccionan
el comportamiento del
individuo en los medios que
conducen a Dios.
Las principales virtudes
morales -llamadas también
cardinales porque son como Raphael (1483-1520)
el quicio o fundamento de Las virtudes cardinales
1511
las demás- son la prudencia, Stanza della Segnatura, Palazzi Pontifici,
la justicia, la fortaleza y la Vaticano
templanza.
3. Virtudes naturales y gracia sobrenatural
A veces es difícil vivir las virtudes
naturales porque después del
pecado original, el hombre está
desordenado y siente la inclinación
al pecado; pero Dios concede la
gracia que las purifica y potencia,
elevándolas al orden sobrenatural.
Entonces las virtudes, sin dejar de
ser naturales, son también
sobrenaturales.
Con la ayuda de Dios las virtudes
naturales forjan el carácter y dan
soltura en la práctica del bien. El
hombre es feliz al practicar la
virtud.
GRECO, El
Pentecostés
1596-1600
Museo del Prado, Madrid
6. La caridad, virtud suprema
La caridad es la virtud más
excelente de todas por ser la
primera de las teologales, que
son las virtudes supremas.
Cuando se viven de verdad,
todas las virtudes están
animadas e inspiradas por la
caridad.
Como dice San Pablo, la
caridad es "vínculo de
perfección", la forma de todas
las virtudes.
La caridad,
virtud suprema
41
Compendio del Catecismo
388. ¿Qué es la caridad?
1822-1829
1844
La caridad es la virtud teologal
por la cual amamos a Dios
sobre todas las cosas y a
nuestro prójimo como a
nosotros mismos por amor a
Dios. Jesús hace de ella el
mandamiento nuevo, la
plenitud de la Ley. Ella es «el
vínculo de la perfección» (Col
3, 14) y el fundamento de las
demás virtudes, a las que
anima, inspira y ordena: sin ella
«no soy nada» y «nada me
aprovecha» (1 Co 13, 2-3).
Introducción
"Un mandamiento nuevo os doy: que
os améis unos a otros como Yo os he
amado. En esto conocerán todos que
sois mis discípulos: si os tenéis amor
unos a otros" (Juan 13,34-35).
Los mandamientos de la ley de Dios se
resumen en dos: amar a Dios sobre
todas las cosas y al prójimo como a
nosotros mismos. El amor, por tanto,
es la perfección de la Ley.
De ahí que la caridad sea la virtud más
importante del cristiano mientras
peregrinamos, y será también nuestra
ocupación en el Cielo, donde no habrá
fe -veremos a Dios cara a cara-, ni
tampoco esperanza, porque habremos
llegado a la meta. Sólo permanece la
caridad.
FETI, Domenico
Parábola del buen samaritano
c. 1623
Gallerie dell'Accademia, Venecia
Ideas
principales
1. La caridad, virtud sobrenatural
La caridad es una de las tres
virtudes teologales, infundida por
Dios en la voluntad, con la que
amamos a Dios sobre todas las
cosas, y a nosotros y al prójimo
por amor de Dios.
La caridad se puede ir debilitando
a consecuencia de los pecados
veniales, y se pierde cuando se
comete un pecado mortal.
Para recuperarla es necesario
acercarse a la confesión
sacramental. Si hacemos actos
de amor a Dios y amamos con
obras al prójimo, aumentará en
nosotros la virtud de la caridad.
GIOTTO di Bondone
Las siete virtudes: Caridad
1306
Cappella Scrovegni, Padua
2. El amor de Dios sobre todas las cosas
La primera obligación que
tiene el hombre es amar a
Dios "con todo su
corazón, con toda su
alma, con toda su mente y
con todas sus fuerzas“: Él
nos ha creado, es
infinitamente digno de ser
amado, y nos ha amado
antes.
Amamos a Dios sobre
todas las cosas cuando
cumplimos los
mandamientos,
dispuestos a perderlo todo
antes que apartarnos de ALTDORFER, Albrecht
Él por un solo pecado. Cristo en la cruz, entre María y Juan
c. 1512
Staatliche Museen, Kassel
3. El amor a nosotros mismos
Dentro de la virtud de la
caridad está también el
amor a uno mismo; pero es
evidente que debe ser un
amor ordenado, buscando
los verdaderos bienes del
alma y del cuerpo en
relación con la vida eterna.
Si alguna vez deseáramos
algo que nos aparta de
Dios, no nos amaríamos de
verdad, por alejarnos de
nuestro fin real que es lo
GYSCRECHTS, Franciscus único que nos puede hacer
Vanitas
Koninklijk Museum voor Schone Kunsten, Amberes felices.
4. El amor al prójimo
“Si alguno dice que ama a Dios
y odia a su hermano es un
embustero, porque el que no
ama a su hermano a quien ve,
¿cómo puede amar a Dios a
quien no ve?” (1 Juan 4,20).
Cristo mismo se identifica con
el prójimo: "Cuantas veces
hicisteis eso a uno de estos
mis hermanos menores, a mí
me lo hicisteis" ( Mateo 25,40).
Hemos de querer a los demás
por amor a Dios. La pura
simpatía, la admiración o el
altruismo, no son la caridad
que Cristo nos pide.
LOTH, Johann Karl
El buen samaritano
c. 1676
Kunstsammlungen Graf von Schönborn, Pommersfelden
5. El mandamiento de Cristo abarca a todos
"Un nuevo mandamiento os
doy: que os améis unos a
otros, como Yo os he amado.
En esto conocerán todos que
sois mis discípulos" (Juan
13,34-35). Nos dio ejemplo con
su vida, y nos enseñó a querer
a los demás siendo amables en
la convivencia, comprendiendo,
disculpando y perdonando.
No podemos excluir a nadie, ni
siquiera a los enemigos: "Amad
a vuestros enemigos -dice el
Señor-, haced bien a los que
os odian; bendecid a los que os
BROWN, Ford Madox (1821-1893)
maldicen y rogad por los que
Jesús lava los pies de Pedro en la última cena os calumnian" (Lucas 6,27-28).
1865
Tate Gallery, Londres
6. Las obras de misericordia
Jesucristo propuso la parábola del
buen samaritano (Lucas 10,30-
37). En realidad Él es el buen
samaritano, que curó nuestras
heridas con su infinito amor
misericordioso.
Cuando practicamos las obras de
misericordia -las siete corporales y
las siete espirituales- nos vamos
pareciendo a su Corazón, del que
aprendemos a dar de comer al
hambriento, enseñar al que no
sabe, a dar buen consejo, a
corregir, a perdonar, a consolar, a
sufrir con paciencia, a rogar a Dios
por todos, etc.
CARAVAGGIO
Las siete obras de misericordia
1607
Church of Pio Monte della Misericordia, Nápoles
7. Caridad ordenada
La caridad exige amar primero
a Dios, y después a los demás.
Existe una jerarquía en el amor
a Dios y al prójimo, como
existe un orden en el amor a
los hombres.
Dentro del amor al prójimo
tenemos obligación de querer
más a los que están cerca de
nosotros: padres, hermanos,
sacerdote, profesores, amigos;
vienen luego los necesitados
de ayuda espiritual y material.
En el amor a nosotros mismos,
está antes la necesidad
espiritual nuestra que la
necesidad material del prójimo.
BOOTMAN, Colin (2003)
Una voz
Colección privada
Propósitos
de vida
cristiana
Un propósito para avanzar
Aprende las Obras de
Misericordia.
Acostúmbrate a obrar
sinceramente por amor de
Dios, porque lo que se hace así
-grande o pequeño- adquiere
un mérito sobrenatural.
Comprueba el amor a Dios,
observando si ayudas a los
demás con obras y de verdad.
BOSCH, Hieronymus
Los siete pecados capitales (detalle)
c. 1480
Museo del Prado, Madrid
El pecado,
ofensa a Dios
42
Compendio del Catecismo
392. ¿Qué es el pecado?
1849-1851
1871-1872
El pecado es «una palabra, un
acto o un deseo contrarios a la
Ley eterna» (San Agustín). Es
una ofensa a Dios, a quien
desobedecemos en vez de
responder a su amor. Hiere la
naturaleza del hombre y atenta
contra la solidaridad humana.
Cristo, en su Pasión, revela
plenamente la gravedad del
pecado y lo vence con su
misericordia.
Introducción
Se cuenta de San Juan
Crisóstomo que "Arcadio,
emperador de Constantinopla,
instigado por su esposa
Eudoxia, quiso castigar al
santo. Cinco jueces
propusieron diversos castigos:
(…) El último dijo al emperador:
Si lo mandáis al destierro
estará contento, sabiendo que
en todas partes tiene a Dios; si
lo despojáis de sus bienes, no
se los quitáis a él sino a los
pobres; si lo encerráis en un
calabozo, besará las cadenas;
si lo condenáis a muerte, le
abrís las puertas del cielo... BOSCH, Hieronymus
Hacedle pecar: No teme más Los siete pecados capitales - Envidia (detalle)
que al pecado» . c. 1480
Deberíamos preguntarnos si, Museo del Prado, Madrid
como San Juan Crisóstomo,
tememos al pecado como el
peor mal.
Ideas
principales
1. Nacemos inclinados al pecado
El hombre nace con el pecado
original, privado de la gracia; y
aunque este pecado se perdona
por el bautismo, permanece la
inclinación desordenada de la
concupiscencia. La voluntad se
halla debilitada, y oscurecida la
inteligencia; además el mundo
busca seducirnos con sus
bienes engañosos, y el demonio
nos tienta.
A esas instigaciones diversas
que empujan al mal -desde
dentro y desde fuera del
hombre- las llamamos
tentaciones.
BOSCH, Hieronymus
La tentación de San Antonio
Museo del Prado, Madrid
2. Podemos resistir a las tentaciones
Dios permite la tentación
para probarnos. Jesucristo
mismo quiso ser tentado
por el demonio, pero Él lo
rechazó: "Apártate,
Satanás..." (Mateo 4,10).
Con la gracia de Dios
siempre podemos vencer la
tentación. Cuando llega,
debemos orar y resistir:
"Velad y orad para no caer
en tentación" (Mateo
26,41), y resistir
valientemente huyendo de
la ocasión y de quien nos
induce a pecar.
DUCCIO di Buoninsegna
La tentación en el monte
1308-11
Frick Collection, New York
3. El consentimiento genera el pecado
Para cometer un pecado hace
falta:
a) que la cosa en sí sea mala (o
se crea que es mala);
b) saber que, si se consiente, es
una ofensa a Dios porque va
contra su voluntad;
c) consentir en aquel mal -
haciendo u omitiendo lo que se
debe hacer- aun sabiendo que
obramos mal y ofendemos a
Dios, tanto con el pensamiento
o el deseo (pecado sólo
interno), como con la palabra u
obra (pecado también externo).
MASOLINO da Panicale
La tentación
1426-27
Cappella Brancacci, Santa Maria del Carmine, Florencia
4. El pecado mortal es una grave ofensa a Dios
Cuando se comete un pecado
mortal se ofende gravemente a
Dios, porque Él nos ha
declarado su voluntad sobre
nosotros y el hombre la
desprecia con plena libertad.
Por el pecado, el hombre pierde
la vida de la gracia, deja de ser
hijo de Dios, y se hace reo del
infierno. Por eso hay que salir
cuanto antes del pecado mortal
confesándose enseguida;
mientras tanto, hay que
procurar hacer un acto de
contrición o de perfecto dolor
del pecado.
ANTONELLO da Messina
Cristo muerto soportado por un ángel
1475-78
Museo del Prado, Madrid
5. El pecado venial es ofensa leve a Dios
A veces, sin dejar de amar a Dios,
el cristiano se deja arrastrar por las
pasiones en cosas que no
quebrantan del todo los
mandamientos, aunque desagradan
a Dios; o, si se quebrantan los
mandamientos, se hace sin el
suficiente conocimiento o sin
perfecta voluntariedad.
En ese caso, el pecado es venial o
leve, porque no hace perder la
gracia y la amistad con Dios; pero
debilita la vida sobrenatural y pone
en peligro de llegar a cometer
pecados graves.
El pecado venial no hace reos del
infierno, pero sí del purgatorio. Por
ser ofensa a Dios y por los daños
CARAVAGGIO que acarrea, hemos de evitar con
La coronación de espinas todo empeño también el pecado
Kunsthistorisches Museum, Viena venial. ¡Hay que tener horror al
pecado venial deliberado!.
6. Dios misericordioso perdona el pecado
Dios misericordioso no
abandona al hombre, ni
siquiera cuando le hemos
ofendido, antes bien "aguarda
pacientemente" para
perdonarnos en el sacramento
de la Penitencia, "no queriendo
que nadie perezca, sino que
todos vengan a penitencia",
como enseña el Apóstol San
Pedro.
MASTER of Flémalle
El ladrón crucificado
c. 1410
Städelsches Kunstinstitut, Frankfurt
Propósitos
de vida
cristiana
Un propósito para avanzar
Lucha esforzadamente contra
el pecado, y contra las
tentaciones que incitan a pecar.
Rezarcada noche el "Yo
pecador", o el "Señor mío
Jesucristo" u otra oración,
pidiendo perdón por los
pecados.
BOSCH, Hieronymus
Tríptico del jardín de las delicias (detalle)
c. 1500
Museo del Prado, Madrid
Dios nos
concede la
gracia
43
Compendio del Catecismo
423. ¿Qué es la gracia que
justifica?
1996-1998
2005, 2021
La gracia es un don gratuito de
Dios, por el que nos hace
partícipes de su vida trinitaria y
capaces de obrar por amor a Él.
Se le llama gracia habitual,
santificante o deificante, porque
nos santifica y nos diviniza. Es
sobrenatural, porque depende
enteramente de la iniciativa
gratuita de Dios y supera la
capacidad de la inteligencia y de
las fuerzas del hombre. Escapa,
por tanto, a nuestra experiencia.
Introducción
La gracia es el gran don que
Dios concede para alcanzar la
vida eterna. Con razón dice
San Bernardo que "sólo de la
gracia necesitamos".
BOSCH, Hieronymus
Tríptico del jardín de las delicias (detalle)
c. 1500
Museo del Prado, Madrid
Ideas
principales
1. La gracia, don sobrenatural interno
A causa del pecado original de
los primeros padres, todos
nacemos privados de la gracia.
La naturaleza humana quedó
además herida, y con nuestras
fuerzas no podemos cumplir por
mucho tiempo ni siquiera la ley
natural.
Pero, compadecido de nosotros
y por la méritos de Jesucristo,
Dios concede e infunde en el
alma el don de la gracia.
La concede gratuitamente y sin
que nosotros la merezcamos,
para que podamos alcanzar la
vida eterna en el cielo.
HACKERT, Jacob Philipp
Las cataratas de Terni
1779
Colección privada
2. Maravillas de la gracia en el alma
La gracia es participación de la
naturaleza divina.
Pasa con el alma que recibe la
gracia de Dios algo semejante a
lo que sucede con el hierro o el
carbón en contacto con el fuego:
que se pone al rojo vivo y
adquiere las propiedades del
fuego.
El alma en gracia es delante de
Dios como un rubí; el pecado ha
sido destruido, ya no existe, y el
alma adquiere un brillo
maravilloso, igual que el carbón
pierde su negrura y se convierte
en ascua de oro magnífica.
MAES, Nicolaes
Cristo bendiciendo a los niños
1652-53
National Gallery, Londres
3. Gracia santificante, gracia actual
Dios concede dos clases de
gracia:
a) Gracia santificante, es la que
hace justos o santos, hijos
adoptivos de Dios y herederos
del cielo; entonces somos
templos del Espíritu Santo y
Dios habita en el centro del
alma.
b) Gracia actual, es la gracia con
que Dios ilumina el
entendimiento y mueve la
voluntad, como ayuda para
hacer el bien -aunque cueste-
y evitar el mal.
CARAVAGGIO
La conversión de San Pablo
1600
Odescalchi Balbi Collection, Roma
4. Dios concede a todos la gracia necesaria para salvarse
Dios concede a todos la
gracia necesaria para
salvarse porque "quiere que
todos los hombres se salven".
Los que se condenan, se
condenan porque no han
correspondido a las gracias
que Dios les da.
El que Dios conceda más
gracia a unos que a otros
depende del amor de Dios, y
también de nuestra
correspondencia a la gracia. DA FIRENZE, Andrea
Dios nos concede más gracia El camino de la salvación (detalle)
si se la pedimos, si recibimos 1365-68
Cappella Spagnuolo, Santa Maria Novella, Florenceia
los sacramentos, y si nos
dejamos llevar por su gracia.
5. Medios para crecer en gracia
El cristiano no puede aspirar
únicamente a conservar la
gracia, sino que ha de esforzarse
por aumentarla.
Los medios que la desarrollan:
la oración,
los sacramentos
y las buenas obras hechas por
amor.
Particularmente los sacramentos,
porque en ellos comienza, se
desarrolla, o se recupera cuando
se ha perdido. La vida del
cristiano debe ser vida de
confesión y comunión frecuente.
MURILLO, Bartolomé Esteban
El Niño Jesús distribuyendo pan a los peregrinos
1678
Museo de Bellas Artes, Budapest
6. Un firme propósito: vivir siempre en gracia de Dios
y aumentarla
Lo más precioso que
tenemos los hombres en
la tierra es la gracia.
Como decía el clásico:
"Al final de la jornada,
aquél que se salva sabe,
y el que no, no sabe
nada".
Hemos de hacer el
propósito de vivir siempre
en gracia de Dios, y
aumentarla más y más.
Si tenemos la desgracia
de perderla por un POUSSIN, Nicolas
El triunfo de David
pecado mortal, hay que 1627-30
Museo del Prado, Madrid
confesarse en seguida.
Propósitos
de vida
cristiana
Propósitos para avanzar
Haz el firme propósito de vivir
siempre en gracia de Dios; hay
que ver la vida cristiana como
un continuo crecimiento en la
gracia.
Confiésate en seguida si has
cometido un pecado mortal; y
mientras tanto, haz un acto de
contrición con el propósito de
confesarte cuanto antes.
44
GÉRÔME, Jean-Léon (1824-1904)
Los diez mandamientos: Moisés en el monte Sinaí
1895-1900
un regalo de Dios Colección privada
Compendio del Catecismo
436. ¿Qué significa
«Decálogo»?
2056-2057
Decálogo significa las «diez
palabras» que recogen la Ley
dada por Dios al pueblo de
Israel durante la Alianza hecha
por medio de Moisés (Ex 34,
28). El Decálogo, al presentar
los mandamientos del amor a
Dios (los tres primeros) y al
prójimo (los otros siete), traza,
para el pueblo elegido y para
cada uno en particular, el
camino de una vida liberada de
la esclavitud del pecado.
Introducción
El cumplimiento de los
mandamientos es el camino para
salvarse. El que los cumple, se
salva; el que no, se condena.
Dios reveló a Moisés los diez
mandamientos en el monte Sinaí:
fueron grabados en dos tablas de
piedra para que su pueblo nunca
los olvidase.
Jesucristo perfeccionó la ley, y
encomendó a la Iglesia que la
guardara y enseñase a todos los
hombres. El seguimiento de
Jesucristo implica cumplir los
mandamientos.
MICHELANGELO Buonarroti
Moisés
1515
S. Pietro in Vincoli, Roma
Ideas
principales
1. El fin del hombre
El fin último del hombre es dar
gloria a Dios, amándole y
obedeciéndole en la tierra, para
ser feliz después con Él en el
cielo.
¿Cómo daremos gloria a Dios?
Cumpliendo en todo momento su
voluntad. Como somos seres
libres, debemos asumirla con
voluntad de amar y obedecer a
nuestro Creador y Señor.
La voluntad divina se expresa
fundamentalmente en los
mandamientos de la ley de Dios.
BOUTS, Dieric the Elder
Ell camino al paraíso (detalle)
1450
Musée des Beaux-Arts, Lille
2. La ley eterna como ordenamiento de la creación a su fin
Contemplando las
cosas creadas
observamos que
siguen unas leyes
naturales.
Dios ha ordenado
todas las cosas de
modo que cada una
cumpla su fin: los
minerales, las
plantas, los
animales y el
hombre. SAVERY, Roelandt
El paraíso
Como ese orden 1618
National Gallery, Praga
está pensado y
proyectado por Dios
desde toda la
eternidad, lo
llamamos ley eterna.
3. La ley natural como norma del hombre
El hombre, como ser libre, se
orienta a su fin libremente tras
conocer con la inteligencia la
ley que Dios le ha dado y que
descubre dentro de sí mismo.
A esa ley grabada por Dios en
nuestro corazón la llamamos
ley natural; y como está escrita
en la naturaleza humana,
obliga a todos los hombres de
todos los tiempos.
Al ser una participación de la
ley eterna, el hombre no puede
cambiarla, siendo, por tanto,
universal e inmutable.
Francisco de Goya (1746-1828)
El Sueno de la razon produce monstruos
c.1797-1799
Rijksmuseum, Amsterdam
4. A veces la ley natural es difícil de conocer
Los hombres tienen la ley
natural grabada en el
corazón. Con todo, el pecado
original y los pecados
personales posteriores
oscurecen su conocimiento.
Para que con firme certeza y
sin ningún error, los hombres
conocieran lo que debían
hacer para agradarle, Dios
reveló los diez mandamientos.
Estos diez mandamientos
MANGILLI, Ada (1863-)
ponen de relieve los deberes El festival pagano
esenciales y, por tanto, 1884
Colección privada
indirectamente, los derechos
fundamentales inherentes a la
naturaleza de la persona
humana.
5. La revelación de los mandamientos a Moisés
En el monte Sinaí, cuando el
pueblo elegido había salido de
Egipto, Dios anunció a Moisés
los diez mandamientos o
Decálogo, dándoselos
esculpidos en dos tablas de
piedra para que nunca se
olvidara de cumplirlos.
Los mandamientos señalan de
manera cierta y segura cómo
debemos actuar. Dios
manifiesta al hombre lo que es
bueno y lo que es malo, lo que
es verdadero y lo que es falso,
qué es lo que le agrada y qué
le desagrada.
RENI, Guido
Moisés
1600-10
Galleria Borghese, Roma
6. Jesucristo perfecciona la ley
La ley que Dios dio a Moisés
en el Sinaí fue llevada a la
perfección por Jesucristo, que
se pone a sí mismo como
modelo: "Yo soy el camino, la
verdad y la vida" (Juan 14,6).
Después de amar a Dios con
todo el corazón, con toda el
alma, con toda la mente, con
todas las fuerzas, nos manda
que nos amemos los unos a los
otros como Él nos ha amado.
El Decálogo debe ser
interpretado a la luz de este
doble y único mandamiento de
la caridad, plenitud de la ley.
BLOCH, Carl Heinrich (1834-1890)
Cristo enseñando en el Templo
Colección pública
7. Obligación de cumplir los mandamientos
El hombre es libre. Si no
observa la ley divina, comete
pecado, ofende a Dios, y se
hace daño a sí mismo y a los
demás.
En cambio, cuando guarda los
mandamientos, el hombre tiene
la seguridad de estar en el
buen camino.
No debemos sentirnos
encorsetados por los
mandamientos, sino tener la
visión grande de que Dios
quiere el bien el hombre, cuya
libertad defiende y guarda con
las normas.
WATTS, George Frederick (1817-1904)
Tiempo, muerte y juicio
1900
Tate Gallery, London
8. Cumplir los mandamientos por amor
Desde la conciencia de
que los mandamientos son
el camino -como una
carretera bien señalizada,
que manifiesta el modo de
obrar rectamente y avisa
de los peligros-, tenemos
que decir que los diez
mandamientos de la ley de
Dios son una prueba del
amor y de la misericordia
de Dios, de Dios que nos
amó primero.
DORÉ, Gustave (1832-1883)
Por eso hay que cumplirlos Los mártires cristianos
por amor. Es la respuesta Colección privada
que Dios espera de
nosotros.
Propósitos de vida
cristiana
Propósitos para avanzar
Aprende los diez
mandamientos de la ley de
Dios.
Toma la firme determinación de
cumplir siempre los
mandamientos de la ley de
Dios, apoyado en la gracia
sobrenatural.
MÉNAGEOT, François-Guillaume
Martirio de San Sebastián
Haggerty Museum of Art,
Milwaulkee, Wisconsin
Primer
mandamiento:
amarás a Dios
sobre todas las
cosas
45
Compendio del Catecismo
442. ¿Qué implica la afirmación de
Dios: «Yo soy el Señor tu Dios» (Ex
20, 20)?
2083-2094
2133-2134
La afirmación: «Yo soy el Señor tu
Dios» implica para el fiel guardar y
poner en práctica las tres virtudes
teologales, y evitar los pecados que se
oponen a ellas. La fe cree en Dios y
rechaza todo lo que le es contrario,
como, por ejemplo, la duda voluntaria,
la incredulidad, la herejía, la apostasía
y el cisma. La esperanza aguarda
confiadamente la bienaventurada
visión de Dios y su ayuda, evitando la
desesperación y la presunción. La
caridad ama a Dios sobre todas las
cosas y rechaza la indiferencia, la
ingratitud, la tibieza, la pereza o
indolencia espiritual y el odio a Dios,
que nace del orgullo.
Introducción
"Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón y con
toda tu alma y con toda tu
mente. Éste es el mayor y el
primer mandamiento" (Mateo
22, 36-38).
Para amar a Dios hay que
reconocer antes su señorío y
adorarle; y si no se le adora
es porque no se le conoce y
no se le ama, habiendo sido
sustituido por las criaturas,
que son los falsos dioses del
egoísmo y del pecado.
Segundo
mandamiento:
no tomarás el
nombre de
Dios en vano
46
Compendio del Catecismo
447. ¿Cómo se respeta la
santidad del Nombre de Dios?
2142-2149
2160-2162
Se respeta la santidad del Nombre
de Dios invocándolo,
bendiciéndole, alabándole y
glorificándole. Ha de evitarse, por
tanto, el abuso de apelar al
Nombre de Dios para justificar un
crimen, y todo uso inconveniente
de su Nombre, como la blasfemia,
que por su misma naturaleza es un
pecado grave; la imprecación y la
infidelidad a las promesas hechas
en nombre de Dios.
Introducción
"una cantante de ópera (…)
comenzó a perder la voz y a sentir
molestias en la garganta. Los
médicos le dijeron: Ya no podrá
usted cantar y ni siquiera hablar
jamás. Momentos antes de la
operación, le dijeron si quería decir
algo. Ella respondió con una
sonrisa: Gloria al Padre, gloria al
Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Fueron las últimas palabras que
pronunció".
Es una anécdota conmovedora y
ejemplar. El segundo
mandamiento de la Ley de Dios
nos manda precisamente honrar el
nombre de Dios.
GRECO, El
La adoración del nombre de Jesús (detalle)
1578-80
National Gallery, Londres
Ideas
principales
1. El nombre de Dios es santo
47 Tercer mandamiento:
santificarás las fiestas
(1850-1936)
Mañana del domingo
Colección privada
Compendio del Catecismo
453. ¿Cómo se santifica el
domingo?
2177-2185
2192-2193
Los cristianos santifican el
domingo y las demás fiestas de
precepto participando en la
Eucaristía del Señor y
absteniéndose de las actividades
que les impidan rendir culto a Dios,
o perturben la alegría propia del
día del Señor o el descanso
necesario del alma y del cuerpo.
Se permiten las actividades
relacionadas con las necesidades
familiares o los servicios de gran
utilidad social, siempre que no
introduzcan hábitos perjudiciales a
la santificación del domingo, a la
vida de familia y a la salud.
Introducción
En el libro del Éxodo se leen estas
palabras que Dios dijo a Moisés y
a su pueblo:
"Seis días trabajarás y harás todas
tus obras, pero el día séptimo es
día de descanso para el Señor, tu
Dios. Ningún trabajo servil harás
en él, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
criado, ni tu criada, ni tus bestias
de carga, ni el extranjero que
habita dentro de tus puertas. Pues
en seis días hizo el Señor el cielo y
la tierra, el mar y todo cuanto
contienen y el séptimo descansó"
(Éxodo 20,9-11).
FOULHAUSE, August
Es voluntad de Dios, por tanto, que Tarde del domingo
le dediquemos de forma especial
un día a la semana. El verdadero
sentido del domingo es el de
santificarlo y santificarnos, no el de
divertirnos solamente, y mucho
menos el de pecar.
Ideas
principales
1. El domingo o día del Señor
¿Y cómo santificar el
domingo y las fiestas de
guardar? Principalmente
asistiendo a la Santa Misa.
La Misa es el acto más
grande de adoración y culto
que podemos ofrecer a
Dios en la tierra. Al igual
que los primeros cristianos,
nos reunimos alrededor del
MADRAZO Y GARRETA, Raimundo de (1841-1920)
altar y del sacerdote -que
Saliendo de la iglesia representa a Jesucristo-
para celebrar el santo
sacrificio de la Misa.
4. La obligación de oír Misa en domingos y día de precepto
La Iglesia ha impuesto la
obligación de oír Misa entera
todos los domingos y fiestas
de guardar.
El que no asiste a Misa
comete pecado mortal, a no
ser que esté dispensado: es
el caso de un enfermo o el
que cuida del enfermo, o si
tiene que recorrer una
distancia larga, etc.; es decir,
siempre que haya una causa
justa y grave. Si se tiene
duda, debemos preguntar.
La Iglesia puede imponer esta
obligación porque tiene
autoridad para dictar leyes, y
L’HERMITTE, Léon-Augustin (1844-1925)
no pretende otra cosa que Salida de la iglesia de Saint-Melaine en Morlaix
ayudarnos a cumplir realmente 1875
la voluntad de Dios.
5. Cómo asistir a la Misa
El precepto obliga a oír
Misa entera el mismo
domingo y día de fiesta -o
la víspera-, siguiendo el
curso de la celebración
con piedad y atención.
Por eso hay que llegar
puntuales, escuchar con
atención las lecturas y la
homilía, estando recogidos
y atentos para participar
en la Misa.
Cuarto
mandamiento:
honrarás a tu
padre y a tu
madre
48
Compendio del Catecismo
455. ¿Qué manda el cuarto
mandamiento?
2196-2200
2247-2248
El cuarto mandamiento ordena
honrar y respetar a nuestros
padres, y a todos aquellos a
quienes Dios ha investido de
autoridad para nuestro bien.
Introducción
Dios quiere que -después de Él-
se honre a los padres;
pero el mandamiento abarca
también las relaciones de
parentesco con otros miembros
del grupo familiar, como los
abuelos y antepasados, a los que
debemos igualmente honor,
afecto y reconocimiento.
Finalmente se extiende a los
deberes del alumno con su
maestro, del empleado respecto
al patrono, del subordinado
respecto a su jefe, del ciudadano
respecto a su patria y a los que la
administran o gobiernan.
Dentro de este
mandamiento se incluyen,
además de los padres,
otras personas a las que se
debe también obediencia,
amor y respeto:
Los hermanos.
Familiares y amigos.
Profesores y
bienhechores.
BERGAMINI, Francesco (1815-1883)
Los Pastores de la Iglesia.
El aula de clase Deberes con la Patria y
Colección privada
autoridades civiles.
4. Deberes de los padres con los hijos
Los padres han de amar, sustentar
y educar a sus hijos: cuidar de sus
necesidades espirituales y
materiales, dándoles una sólida
formación humana y cristiana.
Para conseguirlo, además de rezar
por ellos, deben poner los medios
eficaces:
el ejemplo propio, los buenos
consejos, elección de escuela,
vigilar las compañías, etc.
Después de haberles aconsejado,
han de respetar y favorecer la
vocación de los hijos cuando
eligen el camino de su vida, en lo
L’HERMITTE, Léon-Augustin (1844-1925)
humano y en lo sobrenatural. La familia
1908
5. Cumplir con amor las obligaciones de este mandamiento
Quinto
mandamiento:
no matarás
49
Compendio del Catecismo
466. ¿Por qué ha de ser
respetada la vida humana?
2242-2262
2318-2320
La vida humana ha de ser
respetada porque es sagrada.
Desde el comienzo supone la
acción creadora de Dios y
permanece para siempre en una
relación especial con el Creador,
su único fin. A nadie le es lícito
destruir directamente a un ser
humano inocente, porque es
gravemente contrario a la dignidad
de la persona y a la santidad del
Creador. «No quites la vida del
inocente y justo» (Ex 23, 7).
Introducción
Dios le echó en cara su
delito y maldijo a Caín por
haber derramado la sangre
de un hombre inocente. La
sangre inocente grita
venganza ante Dios y Caín
anduvo errante durante el
resto de su vida, lleno de
remordimientos.
El quinto mandamiento no
sólo ordena "no matar";
también prohíbe las riñas,
PIESTRE CORMON, Fernand-Anne (1845-1924)
golpes, envidias, etc., y Huída de Caín tras la maldición de Jehovah
sobre todo manda el c.1880
Musée d’Orsay, Paris
respeto y cuidado
exquisito de la vida
humana, que es don de
Dios.
Ideas
principales
1. Sólo Dios es dueño y señor de la vida
CANO, Alonso
Inmaculada Concepción
1648
Museo Provincial, Vitoria
4. La castidad es para todos
Condición del cristiano es vivir
una vida casta: cada uno en su
estado y según la vocación que
ha recibido, pues a unos Dios les
pide vivir en virginidad o en
celibato, y a otros, en el
matrimonio o solteros.
Los casados han de vivir la
castidad conyugal, fieles a sus
deberes matrimoniales; los
solteros practican la castidad en la
continencia.
El acto matrimonial debe quedar
abierto a la transmisión de la vida,
y nunca está permitido el recurso
a la anticoncepción o a la
esterilización para evitar la
procreación.
HOGARTH, William
Enrique VIII
Colección privada
5. Pecados contra la castidad
Pecan contra la castidad los que -
consigo o con otros-
cometen acciones impuras;
miran cosas impuras;
consienten pensamientos o
deseos impuros;
mantienen conversaciones o
cuentan chistes sobre cosas
impuras;
se ponen a sí mismos o a otros en
peligro de cometerlos.
Son pecados notorios contra la
castidad:
ARMITAGE, Edward la masturbación, la fornicación, las
Fiesta del cumpleaños de Herodes actividades pornográficas y las
1868 prácticas homosexuales;
Ghildhall Art Gallery. Londres
contra la dignidad del matrimonio
podemos destacar el adulterio, la
poligamia y el amor libre.
Estos pecados contra la castidad
son siempre graves, si hay pleno
conocimiento y consentimiento; en
tal caso no hay materia leve.
6. La lucha por la castidad
Para ganar la batalla de la
castidad es necesario huir de las
ocasiones; en esta materia huir no
significa cobardía sino prudencia.
Y la prudencia dicta evitar
amistades, lecturas, espectáculos,
conversaciones, etc., que empujen
al pecado.
Otro paso es estar ocupados en un
trabajo serio, que salva de
ensimismarse en el egoísmo.
Pero lo más importante es poner
medios sobrenaturales: confesión
y comunión frecuentes; pedir la
castidad con humildad y
perseverancia; acudir a la Virgen
Purísima y Madre nuestra, etc.
LEIGHTON, Frederic
Fatidica (c. 1893-94)
Lady Lever Art Gallery
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Acude a la Virgen al sentir
tentaciones contra la castidad:
Puedes rezar, por ejemplo, el
"Bendita sea tu pureza", o el
"Acordaos“.
Pon esmero en ser y mostrarte
siempre limpio en palabras,
conversaciones, chistes, etc.
Séptimo mandamiento:
51
CHOCARNE-MOREAU, Paul Charles
(1855-1931)
no robarás The Cunning Thief
Private collection
Compendio del Catecismo
503. ¿Qué declara el séptimo
mandamiento?
2401-2402
El séptimo mandamiento declara el
destino y distribución universal de
los bienes; el derecho a la
propiedad privada; el respeto a las
personas, a sus bienes y a la
integridad de la creación. La
Iglesia encuentra también en este
mandamiento el fundamento de su
doctrina social, que comprende la
recta gestión en la actividad
económica y en la vida social y
política; el derecho y el deber del
trabajo humano; la justicia y la
solidaridad entre las naciones y el
amor a los pobres.
Introducción
Habla Jesús al joven rico:
“Ve, vende cuanto tienes y dalo a los
pobres y tendrás un tesoro en el
cielo; después ven y sígueme"
(Marcos 10,21).
Marchándose el joven triste
porque era muy rico, Jesús
advierte:
"¡Qué difícilmente entrarán en el
Reino de Dios los que tienen
riquezas!".
Sugiere algunas preguntas:
¿Estoy apegado a las cosas que
tengo?
¿Soy egoísta?
¿Cuido y respeto las cosas de
los otros?
FRANCKEN, Frans II el Joven
¿Cojo lo que no es mío? La parábola de Lázaro y el hombre rico
¿Me preocupo de los pobres y Musée Municipal Cambrai
de los que tienen menos que Francia
yo?
¿Cumplo mis obligaciones como
ciudadano?
Ideas principales
1. El plan de Dios sobre los bienes de la tierra
El hombre nace en el seno de una
familia que lo cuida para que salga
adelante. Está rodeado de cosas
que necesita, bienes que hacen
posible el desarrollo de sus
capacidades naturales, recibidos
de Dios Creador.
Los bienes creados tienen un
destino universal; son de todos y
para todos, y se consiguen
principalmente mediante el trabajo.
El derecho a la propiedad privada
es un derecho natural, querido por
Dios, aunque el hombre es mero
administrador: debe estar abierto a
los demás.
DROLLING, Martin
Limosnas a los pobres
Colección privada
2. El respeto de las personas y de sus bienes
El séptimo mandamiento prohíbe
actuaciones que atentan contra el
derecho del prójimo:
El robo
La usura
El fraude
También prohíbe:
Retener objetos perdidos
Pagar injustamente
Ignorar la necesidad ajena
El trabajo mal hecho
El despilfarro
TITIAN (1488-1576)
El pago del tributo
1516
Gemäldegalerie, Dresde
3. El respeto de la integridad de la creación
Octavo mandamiento:
no dirás falso
testimonio ni mentirás
52
Compendio del Catecismo
523.¿Qué prohíbe el octavo
mandamiento?
2475-2487
2507-2509
El octavo mandamiento prohíbe:
1) El falso testimonio, el perjurio y la
mentira, cuya gravedad se mide según
la naturaleza de la verdad que
deforma, de las circunstancias, de las
intenciones del mentiroso y de los
daños ocasionados a las víctimas.
2) El juicio temerario, la maledicencia,
la difamación y la calumnia, que
perjudican o destruyen la buena
reputación y el honor, a los que tiene
derecho toda persona.
3) El halago, la adulación o la
complacencia, sobre todo si están
orientados a pecar gravemente o para
lograr ventajas ilícitas.
Una culpa cometida contra la verdad
debe ser reparada, si ha causado daño
a otro.
Introducción
persona.
3. Motivos por los que se miente
Con frecuencia se miente por
miedo o vergüenza de ser
descubiertos, para salir de un
apuro o para gastar una
broma.
Un cristiano debe decir
siempre la verdad, si el bien
común o particular no exige
que callemos.
LEMOYNE, François
El Tiempo salvando a la Verdad del Engaño y la Envidia
1737
Wallace Collection, Londres
4. El octavo mandamiento ordena respetar la honra
de los demás
La honra es más importante
que los bienes materiales.
A) Destruye la honra de los
demás:
La calumnia
La maledicencia
El falso testimonio
El juicio temerario
Violación de secretos
B) Actuación del cristiano: No
escuchar lo que se habla mal
de los demás y defender con
valentía y/o disculpar.
C) Restituir la honra: Estamos
obligados a reparar el mal
hecho para que se pueda
perdonar el pecado. MÉNAGEOT, François-Guillaume
La Envidia desplumando las alas de la Fama
1806
Colección privada
5. Cuidar y defender nuestra buena fama
En el juicio ante el
Sanedrín el Señor se
defendió:
“Si hablé mal,
muéstrame en qué, y si
bien ¿por qué me
pegas?” (Jn 18, 23)
Jesús nos da ejemplo
de cómo hay que
defender la buena fama
de los ataques injustos.
RAFFAELLO Sanzio
San Pablo ante el Proconsul
1515
Victoria and Albert Museum, Londres
6. Podemos ayudar a los demás con la corrección fraterna
Noveno
mandamiento:
no consentirás
pensamientos ni
deseos impuros
53
Compendio del Catecismo
527. ¿Qué exige el noveno
mandamiento?
2514-2516
2528-2530
El noveno mandamiento exige
vencer la concupiscencia carnal en
los pensamientos y en los deseos.
La lucha contra esta
concupiscencia supone la
purificación del corazón y la
práctica de la virtud de la
templanza.
528. ¿Qué prohíbe el noveno
mandamiento?
2517-2519
2531-2532
El noveno mandamiento prohíbe
consentir pensamientos y deseos
relativos a acciones prohibidas por
el sexto mandamiento.
Introducción
Compuesto de alma y cuerpo,
el hombre debe soportar el
tirón de la carne que reclama el
placer de la sexualidad.
Para ser limpios de corazón es
necesario rechazar con firmeza
pensamientos y deseos
impuros. Sin embargo, vale la
pena, como dice Jesús:
“Bienaventurados los limpios
de corazón, porque ellos verán
a Dios” (Mt 5,8)
La pureza puede costar, pero
es un don magnífico que el
mismo Dios ayudará a
conseguir.
REMBRANDT (1606-1669)
David y Urías
1665
Hermitage, San Peterburgo
Ideas
principales
1. La concupiscencia
Al desobedecer a Dios,
Adán y Eva abrieron
una fuente de pecado:
la concupiscencia, que
permanece incluso en
el bautizado.
San Juan habla de una
triple concupiscencia:
De la carne
De los ojos
Soberbia de la vida
PATENIER, Joaquín (Cf 1 Juan 2, 16)
Tentación de San Antonio
c. 1515 En sí misma no es
Museo del Prado, Madrid pecado, pero inclina al
pecado.
2. La purificación del corazón
Hay que buscar la raíz del
pecado para combatir la
naturaleza pasional. Esa raíz
se encuentra en el corazón.
Jesús advierte:
“De dentro del corazón salen
las intenciones malas,
asesinatos, adulterios,
fornicaciones” (Mt 15, 19)
La lucha contra la
concupiscencia pasa por la
purificación del corazón: Dios
quiere que seamos limpios y
castos por dentro.
EL GRECO (1541-1614)
La Inmaculada Concepción y San Juan
1585
Museo de Santa Cruz, Toledo
Propósitos
de vida
cristiana
Un propósito para avanzar
Rechaza enseguida los
malos pensamientos,
poniendo los medios
naturales y sobrenaturales
adecuados.
Piensa qué puedes hacer en
la propia familia y en el
ambiente que te rodea para
crear un clima de pureza.
Vive el pudor y la modestia.
PROVOST, Jan (1465-1529)
Décimo mandamiento:
54
La muerte y el avaro
Groeninge Museum
MASACCIO
La distribución de las limosnas y la muerte de Ananías
1426-27
Cappella Brancacci, Santa Maria del Carmine
Florencia
6. Hay que amar y cumplir los diez mandamientos
El décimo mandamiento se
refiere a las intenciones del
corazón; resume, con el
noveno, los diez
mandamientos de la ley de
Dios.
Los mandamientos son un
regalo de Dios al hombre.
Jesucristo nos enseñó a
cumplirlos y proclamó las
bienaventuranzas para saber
con qué espíritu debemos
hacerlo.
DE BOULOGNE, Valentín
Moisés con las Tablas de la Ley
c.1627-32
Kunsthistorisches Museum
Viena, Austria
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Vive desprendido de lo que
tengas y uses.
Examina sinceramente tu
conciencia para evitar que se
meta la envidia del bien ajeno;
alégrate con los éxitos de los
demás.
Los mandamientos
55
STROZZI, Bernardo
La entrega de las llaves a San Pedro
Colección privada
de la Iglesia
Compendio del Catecismo
mandamientos de la
Iglesia.
3. Razón de los mandamientos de la Iglesia
Los mandamientos de la
Iglesia son una muestra
de cariño: al dictar estas
normas pretende
ayudarnos a cumplir los
mandamientos de la Ley
de Dios.
Estas obligaciones del
cristiano garantizan
convenientemente el
camino de la salvación.
DEAN, Graham
Confesión
1998
Colección privada
4. Cuáles son los mandamientos de la Iglesia
1º) Oír Misa entera los
domingos y fiestas de
guardar.
2º) Confesar los
pecados mortales, al
menos una vez al año, y
en peligro de muerte y si
se ha de comulgar.
3º) Comulgar por
Pascua de
Resurrección.
4º) Ayunar y abstenerse RIVIERE, Briton
Cristo en el desierto
de carne cuando lo 1898
manda la Iglesia. Guildhall Art Gallery
City of London
5º) Ayudar a la Iglesia
en sus necesidades.
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Aprende los mandamientos de
la Iglesia.
Reza todos los días por las
necesidades de la Iglesia,
pidiendo especialmente por el
Papa, por los obispos y
sacerdotes.
CONCA, Sebastiano
Cristo en el huerto de Getsemaní
1746
Pinacoteca, Vaticano
Dios llama al
hombre a la
oración
56
Compendio del Catecismo
534. ¿Qué es la oración?
2558-2565
2590
La oración es la elevación del
alma a Dios o la petición al
Señor de bienes conformes a
su voluntad. La oración es
siempre un don de Dios que
sale al encuentro del hombre.
La oración cristiana es relación
personal y viva de los hijos de
Dios con su Padre
infinitamente bueno, con su
Hijo Jesucristo y con el Espíritu
Santo, que habita en sus
corazones.
Introducción
La oración es algo connatural
en la vida de cada hombre. La
primera reacción al descubrir al
Creador es llamarle,
comunicarse con Él, tratarle.
La oración es hablar con Dios
Nuestro Señor, al que hemos de
mostrar reverencia y
agradecimiento, al tiempo que
le exponemos nuestras
necesidades.
Orar es una obligación para la
criatura, al tiempo que eleva su
dignidad.
SASSOFERRATO
La Virgen en oración
c. 1640
Accademia Carrara, Bergamo
Ideas
principales
1. Qué es la oración
Orar es hablar con Dios.
Cf. Antiguo Catecismo
Orar es la elevación del
alma a Dios.
San Juan Damasceno
Tratar de amistad con
Dios, estando muchas
veces tratando a solas
con quien sabemos que
nos ama.
Santa Teresa de Jesús
Un diálogo con Dios, un
diálogo de confianza y de
amor.
Juan Pablo II
JOHNSTONE, Janet and Anne
Oración del pescador bretón
Ilustración para 'Youngsters Prayers’'
Colección privada
2. La oración es esencial para el hombre
La oración es resultado del
conocimiento y
reconocimiento de Dios
creador.
Este conocimiento de Dios se
adquiere a medida que se van
desarrollando los
conocimientos, pues
necesariamente el hombre
advierte que depende de
otros.
Al conocerse a sí misma, la
criatura humana sabe sus
limitaciones y necesidades,
abriéndose a Dios en busca
de una solución.
DEUTSCH, Ludwig (1855-1935)
En oración
Colección privada
3. La oración en el Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento
se nos presenta el
ejemplo de los grandes
patriarcas, hombres de
oración, que hablaban con
Dios como con un amigo.
Obra maestra de oración
del Antiguo Testamento
son los Salmos, que
siguen siendo una pieza
fundamental en la oración
de la Iglesia.
GREBBER, Pieter de
El rey David en oración
1635-40
Museum Catharijneconvent
Utrecht
4. La oración de Jesús
Jesús, Hijo Único de Dios,
nos enseña a tratar a Dios
con el ejemplo y con una
instrucción precisa: “Padre
nuestro…”
Jesús ora: transparenta la
identificación de la voluntad
del Padre, y la absoluta
seguridad de ser
escuchado.
Jesús enseña a orar: Para
rezar bien hace falta un
corazón limpio, fe viva y
perseverancia y audacia
MANTEGNA, Andrea
filial. Agonía en el huerto
Jesús atiende la oración: los c. 1459
National Gallery, Londres
milagros del Evangelio
responden en muchas
ocasiones a la petición de la
gente.
5. La oración en la Iglesia
El cristiano se convence
con el paso de los años
de la importancia de la
oración, y sabe con la
experiencia que la Iglesia
vive en oración, que
existe para orar.
El Espíritu Santo suscita
en los cristianos la vida
de oración: es el maestro
GÉRÔME, Jean-Léon (1824-1904)
La última oración de los cristianos mártires de la oración cristiana.
1883
Walters Art Gallery, Baltimore
6. La oración de Santa María
Para descubrir la senda de la
oración la Virgen va por
delante, ayudándonos a
realizar un camino seguro.
La Virgen nos enseñó a orar
con aquel fiat fundamental, y
con el magnificat, himno de
humildad y reconocimiento.
Ella es la que introduce al trato
con Jesús, como en Caná:
"Haced lo que Él os diga"
57
Aprender a hacer oración
Compendio del Catecismo
557. ¿Cuál es la importancia
de la Tradición respecto a la
oración?
2650-2651
A través de la Tradición viva, es
como en la Iglesia el Espíritu
Santo enseña a orar a los hijos
de Dios. En efecto, la oración
no se reduce a la
manifestación espontánea de
un impulso interior, sino que
implica contemplación, estudio
y comprensión de las
realidades espirituales que se
experimentan.
Introducción
Como los Apóstoles, muchas
veces sentimos ganas de
decir:
“Señor, enséñanos a orar”
El cristiano aprende
normalmente a rezar en
familia, Iglesia doméstica.
Lo que se vive en familia se
vive particularmente en la
Iglesia, comunidad de
oración. Si vivimos como
buenos hijos, esta buena
madre que es la Iglesia nos
enseñará a hacer oración y a
vivir como almas de oración.
ANDERSON, Sophie
Niñas de hospicio rezando en la capilla
c. 1877
Ideas principales
1. Principales fuentes de la oración
La fuente principal de la
oración es la Palabra de
Dios. En la Sagrada Escritura
es Dios quien nos habla y
nos enseña a orar.
También la Liturgia de la
Iglesia que anuncia, actualiza
y comunica el misterio de la
salvación.
Las virtudes teologales se
refieren directamente a Dios
y nos comunican con Él en
ANGUISCIOLA, Sofonisba
Retrato de la hermana del artista con hábito de monja
un trato de oración
(detalle de su libro de oraciones) continuada.
Southampton City Art Gallery, Hampshire, UK
Los acontecimientos de cada
día.
2. A quién se dirige la oración
La oración litúrgica de la Iglesia
se dirige normalmente a Dios
Padre, por mediación de
Jesucristo, el Hijo, en la unidad
del Espíritu Santo.
La oración de la Iglesia es el
patrón de oración personal,
para que discurra por ese
cauce verdadero de la
comunicación con Dios uno y
trino.
Por nuestra condición humana, ROBUSTI TINTORETTO, Jacopo
La Trinidad
para llegar a Dios más Galleria Sabauda
fácilmente interponemos a los Turin, Italia
CHARDIN, Jean-Baptiste-Siméon
La oración antes de comer
1744
The Hermitage, San Peterburgo
6. Dónde hacer oración
Podemos hablar con Dios
siempre y en todo lugar porque
todo lo ve, todo lo oye y está
en todas partes.
El sitio más apropiado para
orar es el templo, donde está
presente de manera singular.
Allí se celebra la Santa Misa,
oración más sublime y eficaz
por ser la oración de Cristo y
de la Iglesia entera unida a Él.
BACON, Henry
Oraciones de Navidad
1872
Colección privada
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Medita el Avemaría para
comprender mejor lo que
rezas.
Vive bien los detalles de
cariño y de respeto cuando
estés en la iglesia: uso del
agua bendita, genuflexión
ante el sagrario, inclinación de
cabeza ante el Crucifijo o
imagen de la Virgen, etc.
MELCHIOR DOZE, Jean-Marie
58
Jesús curando al leproso
La vida de oración 1864
Musee des Beaux-Arts
Nimes, Francia
Compendio del Catecismo
567. ¿Qué momentos son
los más indicados para la
oración?
2697-2698
2720
Todos los momentos son
indicados para la oración,
pero la Iglesia propone a los
fieles ritmos destinados a
alimentar la oración continua:
oración de la mañana y del
atardecer, antes y después de
las comidas, la Liturgia de la
Horas, la Eucaristía
dominical, el Santo Rosario,
las fiestas del año litúrgico.
Introducción
San Juan Bautista María Vianney,
cura de Ars en Francia, refiere un
caso de oración bien singular:
Había en el pueblo un labrador
que hacía la visita a la iglesia
cuando iba y volvía del trabajo;
dejaba la azada y el hato a la
puerta, entraba, y permanecía de
rodillas un buen rato delante del
Sagrario. El Santo lo había
observado, y le llamaba la
atención que no movía los labios,
aunque no apartaba los ojos del
Sagrario. Un día le preguntó:
-Juan, ¿qué dices al Señor?
Y Juan respondió:
-No le digo nada. Yo le miro y Él
me mira.
¡Anécdota espléndida para
entender lo fácil que es tratar al
Señor! GREUZE, Jean Baptiste
Oración de la mañana
Musee Cognacq-Jay, Paris
Francia
Ideas principales
1. Jesús invita a orar continuamente
El hombre es una criatura
privilegiada pero con
necesidades constantes;
depende de Dios, que es
quien puede resolver las
necesidades.
Jesús recurría
continuamente a su Padre.
San Lucas recuerda cómo
un día "les dijo una parábola
para mostrar que es preciso
orar en todo momento y no
BRUEGHEL, Jan the elder (1568-1625) desfallecer" (Lc 18, 1).
Cristo predicando en el puerto
Colección privada Con el ejemplo el Señor
quiere que comprendamos
la necesidad de la oración.
2. Los momentos de la oración
Dios no hace esperar, más bien
es Él quien espera.
Podemos orar siempre, pero es
bueno tener momentos
determinados para hacerlo:
al levantarse y al acostarse
visitando al Santísimo por la
tarde
después de comulgar
al empezar un trabajo...
No debemos olvidar que la
Santa Misa es el momento
cumbre para alabar, dar
gracias y pedir por nuestras
necesidades
ELMORE, Alfred W.
Súplica
c.1850
Harris Museum and Art Gallery
Preston, Lancashire, UK
3. Modos de orar
Hay infinitos modos de orar
porque Dios guía a cada uno
por su camino. La tradición
cristiana señala como formas
principales de orar:
La oración vocal. Es la que
se realiza también con
palabras, como al rezar el
Padrenuestro o el Avemaría.
La oración mental. La
calificamos así porque todo
el trato con Dios descansa
VON UHDE, Fritz en la actuación de la mente
Cristo con los campesinos
c.1887-88
y no en las palabras;
Musee d'Orsay, París, Francia interviene el pensamiento,
la imaginación, la emoción...
4. Cualidades de la oración
La oración bien hecha habrá de
ser:
Piadosa. Hemos de acudir a la
oración como hijos, porque lo
somos.
Humilde. Siempre necesitamos
de Dios, y somos pecadores.
Confiada. Él nos ama como
Padre, nos fiamos de Él y
estamos seguros de que nos
dará lo mejor.
Perseverante. Pedir sin
cansancio ni desánimo.
Puede ocurrir que rezamos mal,
o nos portamos mal o pedimos
cosas no convenientes.
DEAN, Graham
Oración
1981
Colección privada
5. Valor de la oración
A medida que nos vamos
habituando a la oración, nos
unimos más con Dios y
comprendemos mejor sus
planes.
De la oración salimos
fortalecidos para luchar
contra el mal y hacer el bien;
para enfrentarnos a las
dificultades de la vida con
serenidad y alegría.
GRANET, Francois-Marius
Coro de los monjes capuchinos, Roma
Leeds Museums and Galleries
(City Art Gallery) U.K.
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Acude a Dios en todo
momento: en las alegrías y
tristezas, en la necesidad y en
la abundancia.
Dedica unos minutos al día
para hacer oración mental.
Procura rezar con piedad y
confianza tus oraciones
vocales.
GRECO, El
La agonía en el huerto
c. 1590
Toledo Museum of Art, Toledo, Ohio
59
La oración del Señor: “Padre Nuestro"
Compendio del Catecismo
578. ¿Cuál es el origen de la
oración del Padre nuestro?
2759-2760
2773
Jesús nos enseñó esta
insustituible oración cristiana,
el Padre nuestro, un día en el
que un discípulo, al verle orar,
le rogó: «Maestro, enséñanos a
orar» (Lc 11, 1). La tradición
litúrgica de la Iglesia siempre
ha usado el texto de San
Mateo (6, 9-13).
Introducción
Después de haber orado
Jesús a su Padre celestial,
uno los discípulos se le
acercó y le dijo:
"Señor, enséñanos a orar,
como Juan enseñó a sus
discípulos" (Lc 11,1)
Entonces les enseñó el
Padrenuestro (Cf. Mt 6, 9-
13).
El Padrenuestro ha de ser
nuestra oración preferida,
puesto que nos la ha
enseñado el mismo Dios.
BELLINI, Giovanni
Agonía en el huerto (detail)
c. 1459
National Gallery, Londres
Ideas principales
1. El Padrenuestro, principal oración cristiana
La oración fundamental del
cristiano es el Padrenuestro,
que los Apóstoles aprendieron
de labios de Jesús. Por eso se
la conoce también como
"oración dominical", porque
viene del Señor.
Se trata de la oración más
perfecta de todas, siendo la
oración por excelencia de la
Iglesia.
WOOD, Christopher
Mujer bretona en oración
Southampton City Art Gallery
Hampshire, UK
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar
Repasa, para saberlos muy
bien, el Padrenuestro y el
Avemaría.
Pon atención y devoción en la
oración vocal, especialmente al
rezar el Padrenuestro y el
Avemaría.
Medita alguna vez el
Padrenuestro y el Avemaría
para comprender mejor lo que
rezas.
CAVALLINO, Bernardo
La Santísima Virgen
1650
Pinacoteca di Brera, Milan
La devoción a la
Santísima Virgen
60
Compendio de Catecismo
196. ¿En qué sentido la
Bienaventurada Virgen María
es Madre de la Iglesia?
963-966
973
La Bienaventurada Virgen
María es Madre de la Iglesia en
el orden de la gracia, porque
ha dado a luz a Jesús, el Hijo
de Dios, Cabeza del Cuerpo
que es la Iglesia. Jesús,
agonizante en la cruz, la dio
como madre al discípulo con
estas palabras: «Ahí tienes a tu
madre» (Jn 19, 27).
Introducción
El hecho más importante de la
historia es la Encarnación del
Hijo de Dios en las purísimas
entrañas de la Virgen María.
La Virgen es Madre de Dios,
pero también es Madre de
todos los hombres,
especialmente de los
cristianos. En el Calvario Jesús
nos la entregó como Madre
momentos antes de morir:
"Mujer, he ahí a tu hijo; ... He
ahí a tu Madre" (Jn 19, 26-27).
GRECO, El
Pietà
c. 1575
The Hispanic Society of America, New York
Ideas principales
1. La Virgen es nuestra Madre
La Santísima Virgen
ocupa el primer lugar
entre todos los ángeles y
santos del cielo porque es
la Madre de Jesús,
nuestro Redentor.
Cuando estaba muriendo
por nosotros en la cruz,
nos la dio como madre en
la persona de Juan: "He
ahí a tu Madre".
Asunta al cielo en cuerpo
y alma, desde allí
ALTDORFER, Albrecht
Cristo en la cruz entre María y San Juan
intercede como buena
c. 1512 madre por todos nosotros.
Staatliche Museen, Kassel
2. Los cristianos veneran a María de modo muy especial
GRECO, El
La coronación de la Virgen
1591
Museo de Santa Cruz, Toledo
3. Devociones marianas
Rezar a la Virgen al levantarse
y acostarse.
Venerar sus imágenes.
El "Angelus" o Reina del Cielo.
El Santo Rosario.
El mes de mayo.
El escapulario del Carmen.
El sábado, dedicado a la
Virgen.
Las visitas a un santuario
mariano.
Las fiestas de la Virgen.