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Teología de 1 Pedro

Introducción

La Primera Epístola de Pedro se escribió para animar cristianos en el primer siglo que
sufrían persecución. El enfoque central les enseña cómo responder dentro de una situación de
sufrimiento y presión anticristiana. Esta respuesta correcta, según el autor, incluye mucho acerca
de Dios, humanidad, salvación, creación y el futuro.

No es posible identificar un período de persecución específica como trasfondo histórico


de 1 Pedro. Algunos argumentan que la situación era por causa de Nerón, 1 pero la audiencia está
en Asia Menor (Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia; 1:1), mientras la persecución de
Nerón se limitó a la ciudad de Roma. La persecución de Domiciano (81-96 d.C.) y Trajano (97-
117 d.C.) no eran oficiales en contra a cristianos ni generalizadas en todas las regiones. 2

Una carta de Plinio a Trajano refleja el tipo de persecución romana posible en muchos
lugares donde la iglesia crecía. Plinio era el gobernador de Bitinia (112 d.C.) con una relación
estrecha con el emperador Trajano. Plinio quería saber qué hacer con los que confesaron ser
cristianos sin ningún otro delito. Él explicó con muchos detalles su práctica en su carta.

Los interrogué a ellos si eran cristianos. A quienes lo confesaban, se lo pregunté dos


veces más, amenazándolos con el suplicio; a los que perseveraban, los hice ejecutar;
fuere cual fuere el significado de su confesión, estaba seguro de que había que castigar al
menos su obstinación y su empecinamiento inflexible (Cartas de Plinio el Joven, 10.96).

Los detalles no corresponden exactamente con los detalles de 1 Pedro, 3 pero sí muestran
algo que siempre era posible en persecuciones locales en muchas partes del Imperio Romano. En
lugar de una persecución oficial era más probable que la audiencia sufriera el prejuicio de los no
cristianos en general. Eran acusados de ofensas contra los dioses locales porque no participaban
en las actividades religiosas y fiestas regulares en las ciudades de Asia Menor. Tales ofensas
contra los dioses fueron consideradas causas de falta de favor de parte de los dioses y la pérdida
de fuentes de economía local (Hechos 19). Por eso, los no cristianos llamaron a los cristianos,
ateos, por su falta de creencia en los dioses griegos y romanos.

Los cristianos sufren (1:6; 3:14; 4:1, 12, 16, 19; 5:10). Su sufrimiento es generalizado
(5:9), pero esporádico (1:6; 5:10 “un poco de tiempo”). Sufren más insultos (3:9, 16; 4:14) que el
martirio. Los recipientes se separan de las actividades de su sociedad (4:3-4) y tienen que rendir
cuenta por su estilo de vida (3:15). Ellos son acusados de ser “malhechores” (2:12) y quizás
desleales al Imperio Romano (2:13-17). La identificación de “cristiano” es suficiente como causa

1
William Barclay, “1 Pedro”, en Santiago y Pedro, Comentario al Nuevo Testamento, tomo 14 (Barcelona:
CLIE, 2009), 174.
2
Paul J. Achtemeier, 1 Peter: A Commentary on First Peter, ed. Eldon Jay Epp (Minneapolis, MN:
Fortress, 1996), 32-33.
3
Eugenio Green, 1 Pedro y 2 Pedro, Comentario bíblico hispanoamericano, ed. Justo L. González (Miami:
Caribe, 1993), 30-31.
del acoso (4:14, 16), pero no necesariamente con consecuencias mortales. Al contrario, hay
esperanza que la buena conducta pueda disminuir mal tratamiento (2:15; 3:13). El sufrimiento es
más debido a presión social que una persecución oficial.

1 Pedro tiene mucho en común con seguidores de Jesús al largo de la historia de la iglesia
que sufren oposición e insultos por causa de su vida separada de la inmoralidad e idolatría de la
cultura en general. En el contexto latinoamericano, los cristianos evangélicos han sufrido más los
rechazos sociales que el martirio. Hay presión social cuando los evangélicos no participan en las
fiestas de sus comunidades o no rinden culto a las imágenes que “protegen” o “bendicen” ciertas
comunidades. Hay comunidades en américa latina que dependen de la protección y bendición de
“dioses” o “espíritus” locales. Cuando cristianos evangélicos no participen en las fiestas o no
rinden culto a las imágenes “cristianas” o “indígenas” locales, pueden recibir mucha presión;
especialmente en tiempos difíciles económicos o naturales. Una sequía o temblor se interpreta
como resulta de ofensas a los espíritus que controlan la región por causa de cristianos
evangélicos apartados de las fiestas esperadas para asegurar el bienestar de la comunidad.

Los expatriados y migración

Pedro escribe “a los expatriados, de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y


Bitinia” (1:1). No eran extranjeros quienes se migraron de otros lugares, sino “expatriados”
quienes eran nativos de estas regiones, pero espiritualmente cristianos quienes ya no viven como
sus conciudadanos (1:14; 2:11-12; 4:3). El concepto de “expatriado” tiene un trasfondo judío,
puesto que Israelitas se identificaron a sí mismos como extranjeros, peregrinos y forasteros (Lev
25:47; Deut 10:19), pero el pueblo escogido de Dios. 4 En 1 Pedro, los cristianos gentiles forman
el verdadero pueblo de Dios, pero extranjeros dentro de sus propias patrias (2:9-10). Según
Pedro, los cristianos tenían que identificarse como extranjeros y forasteros en su propia patria
porque son llamados a vivir según otras normas de conducta y porque ahora se identifican como
una nación santa y el pueblo de Dios (2:9-10). Tales ciudadanos de una nueva nación santa
tienen que vivir de forma distinta, pero tienen que quedarse geográficamente dentro de región de
nacimiento. Son llamados a una moralidad basada en el decálogo judío y una unidad como una
sola iglesia, pero sin la negación de distinciones étnicas o culturales.

Sin embargo, dentro del contexto del primer siglo, la iglesia nunca habría proclamado a sí
misma la dueña de sus propias fronteras con el fin de deportar migrantes de otras naciones. El
mensaje profundo de 1 Pedro es que la iglesia radica en un territorio extranjero puesto que no
tendrá posesión en la tierra hasta la visitación final cuando el sufrimiento presente terminará con
el juicio final (2:12; 4:5). Todos los migrantes habrían sido recibidos con aceptación y amor
puesto que la iglesia es una entidad migrante y extranjera sufriendo temporalmente dentro de un
territorio ajeno. La actitud contra migrantes en los EEUU igual como la actitud contra migrantes
de Venezuela en toda latinoamericana no cabe en la teología de Pedro de una iglesia
profundamente y esencialmente “migrante” que debe amar al extranjero en lugar de deportarlo.

4
M. Daniel Carroll R., Christians at the Border: Immigration, the Church, and the Bible, 2nd ed. (Grand
Rapids: Brazos, 2013), 116-119.
Harink expresa bien el mensaje en 1 Pedro en cuanto a la actitud correcto en cuanto a la
migración:

Al largo de la historia, pueblos regularmente se formaban a sí mismos por medio de


aserción, control de territorios, fuerza militar, conquista y expansión. Además, se
sostenían a sí mismos por medio de muros, armas y guerras. Sin embargo, tales pueblos
solamente aproximan el verdadero pueblo de Dios (Gen 11:1-9). Son similares o
parodias. La elección soberana y divina de Israel e Iglesia (incluso su arreglo de las
naciones en Gen 10; Hechos 17:26-27) forma y sostiene el verdadero pueblo de Dios en
“gracia y paz” (1:2) en lugar de aserción y lucha violenta contra vecinos. 5

Dios

Dios es una Trinidad, puesto que 1 Pedro atribuye divinidad tanto al Padre como al Hijo
y al Espíritu Santo. A pesar de que son tres distintas personas (1:20-21), no es siempre posible
saber si una referencia a “Dios” signifique el Padre o la Trinidad en su totalidad. Por esto, el
carácter o atributos de Dios son la verdad de todos los miembros de la Trinidad.

1 Pedro ofrece una doctrina de Trinidad no desarrollada como los grandes concilios sino
una expresión primitiva de tres personas y un solo Dios, todos con los mismos atributos y
distintos roles. La existencia y estatus de la comunidad cristiana es el resultado del propósito del
Padre, la santificación del Espíritu Santo y la redención de Cristo (1:1-2). En 1:3-12, es el Padre
que actúa en dar la regeneración, resucitar a Jesús, guardar la herencia y su pueblo y mandar al
Espíritu Santo. A la misma vez, Cristo es el mediador de la obra salvífica de Dios por medio de
su sufrimiento. El Espíritu Santo es el “Espíritu de Cristo” quien afirma la preexistencia de
Cristo (1:20) y la relación íntima entre el Espíritu y Padre; Padre e Hijo; e Hijo y Espíritu. La
actividad de Cristo y Espíritu es desde la antigüedad (1:10-11). Pedro afirma la divinidad del
Hijo por medio de idioma reservado solo por Dios (4:14). Cristo es el “Señor” (YWHW) del
Antiguo Testamento (1:25; 2:3; Salmo 34:8; Isaías 40:8). Cristo está sentado a la diestra del
Padre reinando con él (3:21-22). El Hijo recibe adoración igual como el Padre como un solo
Dios (4:11; 5:11). El Espíritu Santo llega a ser fuente y control de revelación para revelar
verdades acerca del sufrimiento, muerte y resurrección de Cristo (1:10-12; 4:12-14). Además, el
Espíritu obra dentro de los redimidos para vivir en santidad (1:1-2; 4:12-14).

A pesar de que Jesucristo es Dios en 1 Pedro, la carta distingue entre Padre e Hijo. Pedro
bendice a Dios, el Padre de nuestro Jesucristo (1:3). Los redimidos también invocan a Dios como
Padre (1:17). El Padre resucitó a Cristo de la muerte y le dio la gloria (1:21). La adoración del
Hijo y del Padre como iguales dentro de la iglesia primitiva era evidencia de una transición de
monoteísmo en la dirección de un Dios, pero ahora dos (y tres) personas que reciben adoración.
Pedro da evidencia que la iglesia primitiva proclamó el soberano estatus de Jesús como el único

5
Douglas Harink, 1 and 2 Peter, Brazos Theological Commentary on the Bible (Grand Rapids: Brazos
Press, 2009), 30.
Hijo de Dios y su Señor (kurios/YWHW) en términos de las acciones y voluntad del “un” solo
Dios de Israel. 6

Es por la misericordia de Dios (1:3) que la humanidad tiene la oportunidad de redención


y regeneración. Por esto, los redimidos proclaman la grandeza de los hechos misericordiosos de
Dios (2:9). La múltiple gracia de Dios le otorga a cada cristiano un don o habilidad (4:10) que
ellos pueden ejercer con el poder suplido por Dios (4:11). Esta abundante gracia de Dios es dada
a los humildes en lugar de los orgullosos (5:5). Dios cuida a los lectores (5:7). El Dios de toda
gracia cumplirá (llevará a cabo), confirmará, fortalecerá y establecerá a los que sufren ahora por
Cristo (5:10). La misericordia de Dios se expresa como paciencia cuando Dios demoró el juicio
durante la construcción del arca con el fin de salvar ocho personas (3:20).

En la providencia de Dios, la elección de los regenerados era conocida antes (1:2) y


Cristo era conocido antes de la creación (1:20). Pedro bendice a Dios, el Padre, por la obra de
salvación (1:3). La gloria de Dios son sus excelencias que son sus grandes obras (2:9). Dios es
glorificado por medio de Jesucristo cuando los redimidos sirven otros con el uso de los dones de
Dios (4:11). Los que sufren pueden glorificar a Dios en el nombre de Cristo (4:16). La eterna
gloria divina está en Cristo (5:10). Dios juzga sin parcialidad según la obra de cada ser humano
(1:17) y con justicia (2:23). Está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos (4:5). Más allá
del poder de Dios de juzgar, los redimidos con protegidos por el poder de Dios (1:5). Esta
protección es por medio de fe en Dios y humildad bajo la mano poderosa de Dios resultará en la
exaltación de los redimidos (1:5-6). A Dios sea el dominio eterno (5:11).

Dios es el Santo quien les llamó a los lectores a la salvación. La santidad de Dios es la
base de la exhortación que ellos también deben ser santos apartados de la pecaminosidad de la
humanidad (1:15-16). Es la voluntad o deseo de Dios que los redimidos estén en sumisión a las
autoridades humanas y que sus obras justas silencien a los insensatos (2:15). La voluntad
permisiva de Dios es que los redimidos sufran (3:17; 4:19).

Dios, el Hijo

1 Pedro es Cristo céntrico como su mayor enfoque. Jesucristo tiene muchos de los
atributos de divinidad, pero además cumplió una obra salvífica como el Dios-Hombre y sigue
como el Señor de los cristianos y la iglesia. Regresará para traer gloria a favor de los redimidos.

Los atributos divinos del Hijo

Jesucristo es eterno, preconocido antes de la creación del mundo (1:20). Como la Palabra
de Dios, Cristo vive y permanece para siempre (1:23, 25). Él es una piedra viviente (2:4). La
gloria eterna de Dios está en Cristo (5:10). Él es la Palabra de Dios (1:23, 25) que permanece
para siempre por medio de la cual los redimidos son regenerados. Jesucristo es el cordero sin
6
Joel B. Green, 1 Peter (Grand Rapids: Eerdmans), 208; Larry W. Hurtado, Lord Jesus Christ: Devotion to
Jesus in Earliest Christianity (Grand Rapids: Eerdmans, 2003); e idem, How on earth did Jesus become God?
Historical Questions about Earliest Devotion to Jesus (Grand Rapids: Eerdmans, 2005), 53.
mancha y contaminación (1:19). Nunca cometió pecado y es sin decepción (2:22). Cuando
recibió maldición, no respondió con maldición; no amenazó a los que le atormentaron (2:23). A
pesar de que llevó los pecados de la humanidad (2:24), cesó de pecado por medio de sufrir en la
carne (4:1). Además, Jesucristo es todopoderoso a quien pertenece el dominio eterno (4:11).
Igual como el Padre, Cristo tiene misericordia y gracia. Los nuevos en Cristo gustaron su bondad
(2:3). Jesus, como el Señor, mira a los justos con favor y escucha sus oraciones (3:12; Salmo
34:15-16). Igual como el Padre, Jesucristo es juez. Él es fuente de tropiezo y escándalo para los
que no creen (2:7; Isaías 8:14). Está en contra a los que hacen el mal (3:12; Salmo 34:16).

La obra del Hijo

Cristo era eterno, pero apareció a favor de los redimidos (1:20). Sus sufrimientos fueron
profetizados por los profetas (1:11). Fue rechazado (1:27) y su sufrimiento a favor de la
humanidad llegó a ser el ejemplo para ellos (2:21). Recibió maldición, pero no la devolvió ni
amenazó cuando sufrió (2:23). Pedro era testigo de estos sufrimientos de Cristo (5:1). Cristo
llevó los pecados de la humanidad a la cruz con el fin de que los redimidos pudieran morir en
respecto a pecado y vivir en respecto a la justicia (2:24). Murió por pecado una vez para siempre,
el Justo a favor de los injustos (3:18) con el propósito de reconciliar la humanidad con Dios
(3:18). Después de la muerte, Cristo fue resucitado (1:21). Se murió en la carne, pero se vivificó
en el espíritu (3:18). Los redimidos pueden apelar a Dios por una buena consciencia por causa de
la resurrección de Jesucristo (3:21).

Los profetas profetizaron acerca de las glorias que iban a seguir después de los
sufrimientos de Cristo. Cristo es una piedra viva, elegida y preciosa en la vista de Dios quien
llegó a ser la cabeza de ángulo (2:4, 6-7). Sufrió sin palabra sino se encomendó al Padre quien
juzgó justamente (2:23). El Padre le glorificó a su mano derecha en el cielo (3:23). Los ángeles,
autoridades y potestades son subyugados bajo su autoridad (3:22). A Cristo le pertenece la gloria
y dominio para siempre (4:11). Él es el Salvador de los redimidos (1:1; 2:20; 3:2) y su Pastor
quien guarda las vidas de los redimidos quienes antes eran ovejas descarriadas (2:25). Él es el
Príncipe de los pastores que recompensará a los ancianos que sirven la iglesia (5:4). Jesucristo
glorifica al Padre por medio de creyentes quienes obedecen a Dios por medio de Jesucristo
(4:11). Jesucristo volverá a la tierra en su apariencia (parusía/revelación) en el futuro. Traerá
alabanza, gloria y honor a los redimidos (1:7, 13). Los redimidos deben seguir en gozo para que
cuando la gloria de Cristo sea revelada, puedan regocijarse por su exaltación (4:13).

Humanidad

Toda la humanidad es mortal y morirá muy pronto porque el ser humano es como yerba
que se marchita en contraste con la palabra eterna de Dios (1:24). Los redimidos son exhortados
a honrar y someterse a todos, especialmente los que están en autoridad (2:13-14, 17). Cristo se
murió por todos los seres humanos, el justo en lugar de los injustos (3:18).
Los no redimidos

Los no redimidos son ignorantes (1:14; 2:15); insensatos (2:15); en tinieblas (2:9); ovejas
descarriadas (2:25); y pecadores (4:18). Sus pecados incluyen pasiones carnales (1:14; 4:2-3); el
rechazo e incredulidad en Cristo (2:4, 7); desobediencia (incredulidad) a la palabra revelada y al
evangelio de Dios (2:7; 3:1; 4:17); ultrajo del buen comportamiento de los redimidos (3:10; 4:4);
borracheras; orgías; embriagueces; abominables idolatrías (4:3); y sensualidad (4:3). El juicio de
tales pecados es cierto, profetizado en el Antiguo Testamento (2:7; Salmo 118:12). El Señor los
opone (3:12). Rendirán cuenta de sus hechos a Dios quien está listo a juzgarles (4:5). Sufrirán un
juicio mayor puesto que el juicio comienza con los redimidos (4:17-18).

Los redimidos son exhortados a mantener su comportamiento excelente con el propósito


de que los no redimidos puedan también convertirse antes de la venida de Cristo (2:12). Esposas
con su comportamiento pueden ganar a sus esposos incrédulos (desobedientes a la palabra) (3:1).
El evangelio se predica a los que están espiritualmente muertos con el fin de que, a pesar del
juicio físico, puedan tener oportunidad de vivir espiritualmente (4:6).

Los redimidos

Los redimidos son protegidos por Dios para salvación sin vergüenza (1:5; 2:6). Aman y
creen en Cristo a quien no han visto (1:8). Son creyentes con fe y esperanza en Dios (1:21);
llamados y escogidos (1:1, 15; 2:9, 21: 3:9; 5:10, 13); purificados para un amor sincero de otros
cristianos (1:22); piedras vivas de una casa espiritual (2:5); un sacerdocio santo y real (2:5, 9); y
una nación santa y personas que pertenecen a Dios (2:9-10). Ellos mueren o se separan de
pecado y son sanados de pecado, pero viven en justicia (2:24). Ya han vuelto al cuidado de un
Pastor divino de sus vidas (2:25). Son expatriados (1:11) que se comportan en el temor de Dios
durante su peregrinación (1:17) y se apartan de pasiones inmorales (2:11).

Los sufrimientos de los redimidos son el resultado de presión o prejuicio de parte de los
no redimidos (2:12, 19, 20; 3:14, 16, 17; 4:4, 14, 16). Los que sufren así según la voluntad
permisiva de Dios (4:19; 3:17) no deben tener miedo de sus amonestaciones (3:14) sino
mantener una buena consciencia (3:16), sin sorpresa (4:12), con confianza en Dios (4:19) y
resistencia contra Satanás (5:9). En esta manera encuentran favor con Dios (2:19-20); gozo
(4:13); y son restaurados, afirmados, fortalecidos y establecidos (5:10). Son animados por el
ejemplo del sufrimiento de Cristo. A pesar de sus sufrimientos, los redimidos tienen algunas
posesiones importantes: una herencia incorruptible (1:4; 3:9); misericordia de Dios (2:10); dones
espirituales para servir otros (4:10); y paz (5:14).

Por causa de los sufrimientos, la Epístola les exhorta en varias maneras. Las
exhortaciones de mayor importancia son santidad (1:14-17); mutuo amor (1:22; 4:8-9; 3:8);
desechar pecado y desear la Palabra de Dios (2:1-2); abstener de deseos inmorales y mantener
una excelente conducta con el fin de que otros puedan llegar a la salvación (2:11-12); mutua
sumisión y sumisión a todas las autoridades (2:13-17); volver bendición cuando reciban maltrato
(3:9); hacer bien y buscar la paz (3:10-12); presentar una defensa de su esperanza en Dios (3:15);
oración (4:7); usar dones espirituales para edificarse unos a otros (4:10-11); humildad y
confianza en Dios (5:6-7); resistir a Satanás (5:8-9); y firmeza en la fe (5:12).

Sara es un ejemplo de sumisión (3:5-6) y Noé ilustra la gracia de Dios en juicio (3:20).
Los profetas del Antiguo Testamento sabían antemano de la salvación mesiánica que iba a llegar
y querían saber el tiempo y tipo de tiempo que llegaría. Sabían de los sufrimientos del Mesías y
las glorias que iban a seguir después, pero eran siervos de los que experimentarían esta redención
(1:10-12).

Hay ciertas personas o categorías de personas de mención especial. Pedro es un Apóstol


de Jesucristo (1:1); pero también un anciano (5:1-3). Como anciano, Pedro exhorta otros
ancianos a pastorear con buena voluntad y sin ganancia injusta. Ellos deben enseñar por medio
de su ejemplo. Recibirán recompensas gloriosas con la venida de Cristo (5:4). Los jóvenes en la
iglesia tienen que someterse a los ancianos (5:5). Hay exhortaciones especiales para los nuevos
que deben desear la Palabra como bebés recién nacidos (2:1-2). Por medio de desechar el pecado
y desear la Palabra, crecerán en su salvación.

Hay instrucciones especiales para miembros de la casa. Siervos deben ser sumisos a sus
maestros tanto a los buenos como a los insoportables (2:18) con el fin de recibir el favor divino
(2:19). Las esposas deben ser sumisas a sus maridos con conducta casta y respetuosa para ganar
a sus maridos que no creen la Palabra (3:1-2). La prioridad de ellas debe ser un adorno interno de
un espíritu afable en lugar de adornos externos (3:3-4). Los esposos tienen que vivir con sus
esposas con entendimiento, como vasos preciosos y como coherederos de vida eterna. 7 Así que,
sus oraciones no tendrán ningún estorbo (3:7).

Salvación

Salvación en 1 Pedro no solo trata de una experiencia inicial de regeneración, sino que es
una experiencia en desarrollo. Hay medios de salvación y luego hay los resultados y propósitos
de salvación en términos de la experiencia inicial, aspectos continuos y esperanzas futuras.

Los medios de salvación

La Trinidad

La obra de salvación se involucra todos los miembros de la Trinidad. Por causa de la


misericordia de Dios, los redimidos son regenerados (1:3). Dios es el Santo que llama a los
redimidos a ser regenerados según su previo conocimiento (1:2, 15; 5:10). Dios, el Padre,
resucitó a Jesucristo de la muerte y lo glorificó (1:21). Dios, el Padre, llamó a los redimidos a
salvación y los guarda para una salvación segura, continua y eterna (1:5). El Padre los restaura,
afirma, fortalece y establece (5:10). Por medio del Espíritu Santo, los profetas predijeron los
sufrimientos de Cristo (1:11). Por medio del Espíritu Santo, los apóstoles evangelizaron a los

7
El texto griego es masculino, “coherederos” en lugar de femenino, “coherederas” (3:7).
lectores (1:12). Por fin, los redimidos son escogidos por la obra del Espíritu quien los apartaron
al inicio y continuamente (1:1-2).

La muerte, resurrección y glorificación de Cristo es el centro del entendimiento de


salvación en 1 Pedro. Su obra es predicha por los profetas (1:11). Por medio de Cristo, los
redimidos llegan a ser creyentes en Dios (1:21) y regenerados (1:23). Explícitamente, salvación
es por medio de la muerte vicaria del Cristo sin pecado (1:18-19) en la cual llevó la culpa de los
pecados de humanidad en su cuerpo en la cruz (2:24). Se murió una vez para siempre para toda
la humanidad (3:18) con el fin de que todo ser humano pueda ser redimido (1:18), muerto al
pecado (2:24), sanado (2:24), llevado a Dios (3:18) y con buena consciencia (3:21). Por causa de
la resurrección de Jesucristo, los redimidos tienen una esperanza viva en su propia resurrección
futura (1:3).

Pedro hace mucho uso de Isaías 53 en el párrafo clave de 1 Pedro 2:21-25 para mostrar el
significado de la muerte de Cristo como un substituto vicario para recibir el justo juicio por los
pecados de todos los seres humanos. “Cristo sufrió a favor de vosotros” (2:21) que implica que
su muerte era un substituto, especialmente cuando el próximo versículo (22) cita Isaías 53:9; “el
cual no cometió pecado, ni engaño alguno se halló en su boca”. Hay recuerdos de Isaías 53:7 en
el testimonio ocular de Pedro en 1 Pedro 2:23 que Cristo sufrió insultos que no los volvió. El
propósito de la muerte era sacrificio por los pecados en 1 Pedro 2:24 e Isaías 53:4-5, 12: “y él
mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y
vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados”. Cristo sufrió la condenación de
pecado como un substituto penal como los sacrificios del Antiguo Testamento en que toda la
iniquidad del ser humano fue puesta encima de él (Isaías 53:6). 8

Obra secundaria de otros

Los profetas sirvieron a los lectores por medio de predecir el sufrimiento y glorificación
de Cristo (1:10-11). Salvación se anunció por los que predicaron el evangelio (1:12). Los lectores
son exhortados a mantener una conducta excelente con el fin de que los no redimidos puedan
observarla y llegar a creer con el resultado de glorificar a Cristo cuando venga (2:12). Esposas
pueden ganar a sus esposos desobedientes o incrédulos por medio de una conducta sumisa (3:1).
Los ángeles anhelan observar el proceso de salvación predicada a los seres humanos (1:12).

La respuesta de seres humanos

Los seres humanos son responsables de responder a la obra de Dios para participar en la
salvación. La respuesta mayor es la fe. Es por medio de confianza que los redimidos son
guardados por Dios para salvación (1:5). Ellos creen en Cristo a pesar de que no lo han visto
(1:8) y así que obtienen salvación como el resultado de su fe (1:9). Por medio de Cristo, los

8
Buist M. Fanning, “A Theology of Peter and Jude”, en A Biblical Theology of the New Testament, ed. Roy
B. Zuck y Darrell L. Bock (Chicago: Moody, 1994), 442-443; y Wayne A. Grudem, The First Epistle of Peter
(Grand Rapids: Eerdmans, 1988), 131-134.
redimidos llegan a ser creyentes en Dios para que puedan poner su fe y esperanza en Dios (1:21).
El que cree en Cristo no será avergonzado (2:6).

En 1 Pedro, hay un uso de obedecer y desobedecer que equivale creer y no creer (4:17;
3:1). En otras palabras, los no redimidos desobedecen el evangelio de Dios por medio de su
incredulidad (4:17). El bautismo de 1 Pedro 3:21 puede ser una referencia al bautismo espiritual
o una referencia al bautismo en agua como rito de la iglesia, pero siempre significa una apelación
a Dios para una buena consciencia por medio de la resurrección de Jesucristo. Tal apelación
significa fe en la obra de Jesucristo.

El párrafo, 1 Pedro 3:18-22, está lleno de teología profunda, pero sujeto a muchas
distintas interpretaciones. 1 Pedro 3:18 implica el sufrimiento vicario de la muerte de Cristo.

Esta fórmula [“por los pecados”] era bien conocida en las ofrendas por los pecados,
realizadas en el Antiguo Testamento (Lv. 5:7; 6:23; Sal. 39:7; Is. 53:5, 10; Ez. 43:21-25)
y por las descripciones del Nuevo Testamento de la muerte de Cristo (Ro. 8:3; 1 Co.
15:3; 1 Ts. 5:10; He. 5:3; 10:6, 8, 18, 26; 1 Jn. 2:2; 4:10). Es la fórmula de la expiación
sustitutoria, en la que la víctima que muere lo hace por los pecados de otro. Así que,
usando la fórmula tradicional, ya se recoge que cuando Cristo sufrió era inocente, y no
solo era inocente, sino que además decidió sufrir por los pecados de otros. 9

Además, este substituto era “el Justo por los injustos” en referencia a Isaías 53:11 donde
se dice que el Siervo es justo: “Por su conocimiento, el Justo, mi Siervo, justificará a muchos; y
cargará las iniquidades de ellos”. 1 Pedro 3:18 termina con un contraste entre la muerte y la
resurrección de Cristo, “muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu”. “Carne” y “espíritu”
no son dos partes distintas de Cristo (cuerpo y espíritu), sino dos “modos de existencia”. Toda su
persona murió, no solo el cuerpo. Cristo fue vivificado en el espíritu que era el modo de
existencia de la regeneración. 10

Luego, Pedro hace una comparación con el diluvio y el bautismo (3:19-22). “En el cual”
es una referencia al espíritu de Cristo (3:18). Por esto, él fue y proclamó, “en el modo de la
existencia de su espíritu”, 11 a los espíritus encarcelados “durante la construcción del arca” (3:19-
20). Por esto, tenemos una creencia en la preexistencia de Cristo con solo un espíritu activo
durante el tiempo de Noé.

Hay muchas interpretaciones posibles, pero tres son populares: (1) Los espíritus son las
almas de los fieles del Antiguo Testamento y la “cárcel” es simplemente el lugar donde están
esperando a Cristo, quien les proclama su redención (Ignacio, Justino, Ireneo, Calvino); (2) los
espíritus son las almas de los que murieron en el diluvio del Génesis, que están en el Hades, y
que oyen el evangelio que Cristo proclama después de su muerte y antes de su resurrección (u

9
Peter H. Davids, La Primera Epístola de Pedro (Barcelona: CLIE, 2004), 186.
10
Ibid., 188.
11
J. N. D. Kelly, The Epistles of Peter and of Jude (London: Continuum, 1969), 152.
oyeron el Evangelio en los días de Noé antes de ser echados en la “cárcel”) (Agustín); 12 o (3) los
espíritus son los ángeles caídos de Génesis 6:1 y la cárcel es donde los han encerrado y desde
donde escuchan a Cristo que proclama el juicio. 13 Esta tercera interpretación cabe mejor entre
cristianos y judíos apocalípticos y corresponde bien con la popularidad de 1 Enoc en el primer
siglo. La cárcel es el abismo (tártaro) de 2 Pedro 2:4 a donde fueron echados los demonios. El
término, “espíritus”, tiene mayor uso en referencias bíblicas a demonios que seres humanos; y
corresponde mejor con la victoria de Cristo sobre demonios en 3:22.

La manera en que Cristo obró durante el diluvio en proclamar juicio contra demonios y
salvar a Noé y su familia por medio del arca a través del agua, sigue en la manera en que Cristo
salva a los que buscan perdón de pecados (una confesión de buena consciencia durante el rito de
bautismo) y victoria de los demonios (3:21-22). El bautismo es antitipo del tipo del agua del
diluvio (3:21). Pero, el agua física no salva sino la confesión de buena consciencia como
resultado del perdón de pecado por medio de la muerte vicaria de Cristo.

Los resultados y propósitos de salvación

Los resultados y propósitos de salvación tienen aspectos universales para todos los
redimidos al inicio de la experiencia, aspectos en desarrollo o continuos en cuanto a la madurez
cristiana, y aspectos futuros.

Resultados inmediatos tiene que ver con todos los redimidos. Todos los redimidos son
llamados a la luz maravillosa (2:9); el pueblo de Dios (2:10); objetos de la misericordia de Dios
(2:10); ovejas del Pastor y Guardian de sus vidas (2:25); llevados a Dios (3:18); personas con
buena consciencia (3:21) y paz (5:14); regenerados para una esperanza viva (1:3); herederos del
cielo (1:4; 3:7, 9); guardados por el poder de Dios para salvación (1:5); creyentes en Dios (1:21);
y linaje escogido, real sacerdocio, nación santa y pueblo adquirido (2:9). El propósito inmediato
de salvación es para que los redimidos puedan “morir” en respecto a pecado (2:24) y vivir
espiritualmente en respecto a Dios (4:16).

Los resultados continuos tienen referencia a la obra santificadora del Espíritu Santo que
resulta en obediencia a Jesucristo y el rocío de su sangre (1:2). Así que, los redimidos crecen en
respecto a la madurez cristiana (2:2). Por medio de Cristo, los redimidos llegaron a ser creyentes
en Dios y luego hay la continua fe y esperanza en Dios (1:21). Los redimidos son un pueblo
escogido con el propósito de proclamar las excelencias de Cristo (2:9). Los redimidos son
muertos a pecado, pero después tienen que vivir en justicia (2:24). El cristiano maduro es uno
que regocija grandemente (1:6; 4:13). Sin embargo, ellos sufren puesto que Cristo sufrió como
ejemplo que ellos siguen (2:21). Después de su poco sufrimiento, Dios los restaurará, afirmará,
fortalecerá y establecerá (5:10).

12
Fanning, “Peter and Jude”, 449-450; y Grudem, 1 Peter, 157-61 y 203-39.
13
William J. Dalton, “The Interpretation of 1 Peter 3:19 y 4:6: Light from 2 Peter”, Biblica 60 (1979): 547-
55; y Kelly, Peter.
La herencia que los redimidos posesionan por fe en Jesucristo es futura a pesar de que
ahora es guardada y no se marchitará (1:4; 3:9). La herencia será revelada con gloria, bendición,
gracia y gozo en el tiempo que se llama el día de visitación (2:12), el último tiempo (1:5) y la
revelación de Jesucristo (1:13; 4:13).

La creación

No hay mucho en la Epístola en cuanto al cosmos o el universo físico, pero hay algunos
usos del concepto de la creación. Cristo preexistió (parte del pre-conocimiento de la Trinidad)
antes de la creación (1:20). Dios es el fiel Creador (4:19). Los ángeles son creados distintos de
seres humanos. Ellos anhelan a observar el evangelio (1:12). Satanás es como un león rugiente
que devora a seres humanos (5:8). Por esto, los redimidos tienen que mantenerse alertos. Cristo
es fuente de mucha protección y victoria puesto que subyugó a los ángeles, autoridades y poderes
(3:22).

La prueba de la fe es más preciosa que oro refinado por fuego porque fe es durable y oro
se desaparece (1:7). Los redimidos son librados de la esclavitud de pecado con el precio de la
muerte de Jesucristo más preciosa que oro y plata que son corruptibles (1:18). Hay mucho uso de
cosas creadas como metáforas y símiles que representan personas en la teología de la Epístola.
Cristo es el cordero sin mancha (1:19); piedra viva (2:4); y piedra de ángulo (2:6). Los seres
humanos son como yerba que se marchita (1:24-25). Los redimidos son piedras vivas (2:5) y un
rebano (5:2-3). Los no redimidos son como ovejas descarriadas (2:25). La Palabra de Dios es
como leche no adulterada (2:2). Satanás es un león rugiente (5:8).

Conclusión
En 1 Pedro, Dios es una Trinidad que funciona como una sola deidad, pero con tres
Personas distinguidas. El Creador Dios de toda gracia está íntimamente involucrado en su
creación y especialmente actúa a favor de los seres humanos (4:19). Pedro no explique el origen
de la maldad en su creación, pero Satanás y demonios están muy activos. La creación se
corrompió por pecado que rige el juicio de Dios. La obra mayor de Dios es la redención del ser
humano. El juicio del ser humano es totalmente justo sin imparcialidad (1:17; 2:23; 4:5). Dios, el
Hijo, llevó sobre sí mismo el pecado del ser humano (2:24; 3:18) para que por medio de
Jesucristo haya la reconciliación con Dios (3:18) y la restauración de la consciencia (3:21).

El mensaje de 1 Pedro anima a los redimidos que sufren oposición con exhortaciones de
cómo responder a Dios con fe y confianza; cómo resistir a Satanás; y cómo pueden mantenerse
fieles y santos en medio de sus sufrimientos con esperanza en la salvación completa de Dios.

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