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MARCO TEORICO

EL PLÁTANO
El plátano es una planta herbácea que crece hasta seis metros de altura, de
tronco fuerte, cilíndrico, suculento, que sale de un tallo bulboso pulposo y
grande.
Podemos disfrutar de sus cualidades y sabor durante todo el año, debido a que
son recolectados en todas las estaciones.
Mitos acerca del plátano:

Es lamentable que esta fruta sea considerada de manera equivocada, como un


alimento calórico y prohibido sin razón en muchas dietas.
Muy lejos de eso, el plátano no engorda, ya que es un alimento con un aporte
calórico bajo, solo unas 80 Kcal., aproximadamente cada 100 gramos. Gracias
a su alto contenido en fibra soluble posee un efecto saciante, por lo cual es apta
para poder consumirla tanto en una alimentación sana y equilibrada, como en
dietas hipocalóricas adecuadas. (ESPINO, 2013)

FERTILIZANTES

Los fertilizantes orgánicos son una opción ecológica, sostenible y económica


para mantener saludables tus plantas. Hay muchas formas de hacerlo y usarlo,
con unos resultados excelentes.

La cáscara de plátano o banana tiene múltiples beneficios para nuestras plantas.


Su importancia estriba en las cantidades de potasio que contiene. Precisamente
este mineral transporta los nutrientes por las plantas y fortalece la formación de
flores y frutos.

Normalmente se puede identificar de forma sencilla cuando la planta tiene falta


de potasio. Si las hojas se ponen amarillentas o rizadas es el momento adecuado
para usar este abono.

La cáscara de banana tiene un inconveniente y está relacionado con su facilidad


para estropearse. Por eso se sugiere guardar en una bolsa y preservar en el
congelador. (VEGA, 2019)
CULTIVO DEL PLÁTANO

Suelos
Los suelos aptos para el desarrollo del cultivo del banano son aquellos que
presentan una textura franco arenosa, franco arcillosa, franco arcillo limosa y
franco limosa, debiendo ser, además, fértiles, permeables, profundos (1,2-1,5
m), bien drenados y ricos especialmente en materias nitrogenadas. El cultivo del
banano prefiere, sin embargo, suelos ricos en potasio, arcillo-silíceos, calizos, o
los obtenidos por la roturación de los bosques, susceptibles de riego en verano,
pero que no retengan agua en invierno.
La platanera tiene una gran tolerancia a la acidez del suelo, oscilando
el p H entre 4,5-8, siendo el óptimo 6,5. Por otra parte, los plátanos se
desarrollan mejor en suelos planos, con pendientes del 0-1%.

Clima
El banano exige un clima cálido y una constante humedad en el aire. Necesita
una temperatura media de 26-27 ºC, con lluvias prolongadas y regularmente
distribuidas. Estas condiciones se cumplen en la latitud 30 a 31º norte o sur y de
los 1 a los 2 m de altitud. Son preferibles las llanuras húmedas próximas al mar,
resguardadas de los vientos y regables. El crecimiento se detiene a temperaturas
inferiores a 18 ºC, produciéndose daños a temperaturas menores de 13 ºC y
mayores de 45 ºC.
En la cuenca Mediterránea es posible su cultivo, aunque no para producir frutas
selectas, en las localidades donde la temperatura media anual oscila entre los
14 y 20 ºC y donde las temperaturas invernales no descienden por debajo de 2
ºC.
En condiciones tropicales, la luz, no tiene tanto efecto en el desarrollo de la
planta como en condiciones subtropicales, aunque al disminuir la intensidad de
luz, el ciclo vegetativo se alarga. El desarrollo de los hijuelos también está
influenciado por la luz en cantidad e intensidad.
La pluviosidad necesaria varía de 120 a 150 mm de precipitaciones mensuales
o 44 mm semanales. La carencia de agua en cualquier momento puede causar
la reducción en el número y tamaño de los frutos y en el rendimiento final de la
cosecha. (SANTOS, 2006)
Los efectos del viento pueden variar, desde provocar una transpiración anormal
debido a la reapertura de los estomas hasta la laceración de la lámina foliar,
siendo el daño más generalizado, provocando unas pérdidas en el rendimiento
de hasta un 20%. Los vientos muy fuertes rompen los peciolos de las hojas,
quiebran los pseudotallos o arrancan las plantas enteras inclusive.

Fertilización
Las primeras fases de crecimiento de las plantas son decisivas para el desarrollo
futuro, por tanto es recomendable en el momento de la siembra utilizar un
fertilizante rico en fósforo. Cuando no se haya realizado abonado inicial, la
primera fertilización tendrá lugar cuando la planta tenga entre 3 y 5 semanas,
recomendándose abonar al pie en vez de distribuir el abono por todo el terreno,
ya que esta planta extiende poco las raíces.
En condiciones tropicales, los compuestos nitrogenados se lavan rápidamente,
por tanto se recomienda fraccionar la aplicación de este elemento a lo largo del
ciclo vegetativo.
A los dos meses, es recomendable aportar urea o nitrato amónico, repitiendo el
tratamiento a los 3 y 4 meses. Al quinto mes se debe realizar una aplicación de
un fertilizante rico en potasio, por ser uno de los elementos más importantes para
la fructificación del cultivo.
En plantaciones adultas, se seguirá empleando una fórmula rica en potasio (500
g de sulfato o cloruro potásico), distribuida en el mayor número de aplicaciones
anuales, sobre todo en suelos ácidos. Se tendrá en cuenta el análisis de suelo
para determinar con mayor exactitud las condiciones actuales de fertilidad del
mismo y elaborar un adecuado programa de fertilización.
El uso de abonado orgánico es adecuado en este cultivo no sólo porque mejora
las condiciones físicas del suelo, sino porque aporta elementos nutritivos. Entre
los efectos favorables del uso de materia orgánica, está el mejoramiento de la
estructura del suelo, un mayor ligamiento de las partículas del suelo y el aumento
de la capacidad de intercambio.

Propagación
La platanera es incapaz de producir semillas viables por lo que solo es posible
su reproducción y perpetuación a través de la propagación vegetativa o asexual.
Por tanto, las "semillas" utilizadas para la siembra corresponden a partes
vegetativas tales como retoños y cormos o hijos que, una vez separados de la
planta madre, pueden realizar su ciclo de crecimiento y producción.
Lo más recomendable es que el agricultor seleccione el material de siembra a
partir de plantas madres vigorosas, sin signos visuales de ataques de plagas y
enfermedades, realizando limpieza y desinfección del mismo. Los hijos
seleccionados deben ser tipo espada, evitando el uso de aquellos catalogados
como orejones o de agua, ya que han perdido su vitalidad por desequilibrios
nutricionales o estrés hídrico. (CORDOVA, 2010)
Riego
El plátano requiere grandes cantidades de agua y es muy sensible a la sequía,
ya que ésta dificulta la salida de las inflorescencias dando como resultado,
racimos torcidos y estrenudos muy cortos en el raquis que impiden el
enderezamiento de los frutos. La sequía, también produce obstrucción foliar,
provocando problemas en el desarrollo de las hojas.
Una humedad apropiada del suelo es esencial para obtener buenas
producciones, particularmente durante los meses secos del año, en los que se
debe asegurar un riego adecuado. Sin embargo, debe tenerse precaución y no
regar en exceso, ya que el plátano es extremadamente susceptible al daño
provocado por las inundaciones y a suelos continuamente húmedos o con un
drenaje inadecuado. Los sistemas de riego más empleados son el riego por
goteo y por aspersión.
Como se ha comentado, el drenaje es una de las prácticas más importantes del
cultivo. Un buen sistema de drenaje aumenta la producción y la disminución de
la incidencia de plagas y enfermedades. Se recomienda realizar el drenaje,
cuando la capa de agua esté a menos de 40-60 cm de la superficie, aunque sea
temporalmente. . (FAO, S.F)
Las vitaminas que posee cada plátano:
Vitaminas del plátano verde
Aunque el plátano verde es un plátano de color amarillo plátano sin madurar,
tiene diferentes utilidades. Mientras que puedes comerte un plátano amarillo
inmediatamente después de pelarlo, el plátano verde es mejor comerlo cocido,
hervido o frito. Nutricionalmente, el plátano verde es una buena fuente de fibra,
vitaminas y minerales. Contiene un almidón que pueden ayudar a controlar el
azúcar en la sangre, controlar el peso y reducir los niveles de colesterol en
sangre.
Además del almidón resistente, los plátanos verdes son también una buena
fuente de fibra. Al igual que el plátano amarillo maduro, el plátano verde es rico
en potasio. Los plátanos verdes también son ricos en vitamina B6. (VITAMINAS,
2019)

Vitaminas del plátano maduro


Un plátano maduro contiene una alta concentración de fibra dietética, vitamina
C, potasio, compuestos de vitamina B6 y antioxidantes. Una dieta rica en los
nutrientes proporcionados por los productos como los plátanos puede disminuir
nuestro riesgo de tener una serie de problemas médicos.
Los plátanos contienen tanto fibra soluble como fibra insoluble. La fibra
insoluble, no se descompone durante la digestión, promueve la salud del sistema
digestivo. Un alto consumo de fibra soluble puede reducir el riesgo de presión
arterial alta y de diabetes. Comer alimentos ricos en fibra como el plátano
también puede ayudar a prevenir derrames cerebrales, obesidad, enfermedades
del corazón e hipertensión.
El plátano maduro también contiene vitamina C, vitamina B6, potasio
y antioxidantes. Los plátanos maduros contienen una concentración ligeramente
mayor de los compuestos antioxidantes que los plátanos verdes.

Vitaminas del plátano bellaco


El plátano bellaco, también se le conoce como plátano macho. Tiene las mismas
cualidades nutricionales que el plátano verde. Cuando lo comes en crudo, su
sabor es amargo. Normalmente este tipo de plátano se come cocinado, ya que
es el fuego lo hace más dulce.

Vitaminas del plátano de seda


El plátano de seda se consume muy habitualmente en Perú, aunque no sea
originario de allí. El plátano de seda tiene un alto contenido de potasio, es un
alimento con alto contenido energético. Además el plátano de seda contiene las
mismas vitaminas que el plátano verde.

Vitaminas del plátano frito


El plátano frito es un plato muy típico de la cocina latinoamericana. Los plátanos
fritos son alimentos ricos en hidratos de carbono y son también muy altos en
grasa. Los plátanos fritos son una excelente fuente de vitamina A y de potasio.
Los plátanos fritos son una muy buena fuente de magnesio y de vitamina B6.

Calorías del plátano


En un plátano encontramos 108 calorías y 17,5 gramos de hidratos de carbono.
La mayoría de las calorías en un plátano provienen de los carbohidratos, ambos
naturalmente forman azúcares simples y almidones formando su contenido de
carbohidratos. Es interesante observar que la composición de calorías de los
carbohidratos cambia en la maduración, el aumento de los niveles de azúcar y
los niveles de almidón caen cuando el plátano madura.
Esto significa que los plátanos son probablemente más fáciles de digerir contra
más maduros. Hay muchas otras frutas que tienen un contenido calórico inferior
a los plátanos pero la ventaja más grande de éstos es el alto contenido en
potasio. (DAVILA, 2014)

Fertilizante a base cascara de Plátano


El té de plátano o té de banana es un fertilizante natural que podemos elaborar,
con suma facilidad, nosotros en casa.
Cuando comemos plátano o banana estamos aportando potasio a nuestro
organismo. Su cáscara también tiene potasio y por eso, en vez de tirarla, la
vamos a aprovechar en la fertilización de nuestras plantas.
Los principales elementos minerales que necesitan las plantas son el
nitrógeno, el fósforo y el potasio (NPK).
Estos tres elementos químicos se llaman macronutrientes porque juntos
representan el 75% de los nutrientes que necesitan las plantas. Son los más
utilizados en los fertilizantes y se consideran los principales nutrientes utilizados
en la agricultura.
Además, las plantas necesitan en menor cantidad los micronutrientes. Estos son:
hierro (Fe), Manganeso (Mn), Zinc (Zn), Cobre (Cu), Boro (B), Cloro (Cl) y
Molibdeno (Mo).
Para que la planta pueda absorber cualquier nutriente, éstos deben disolverse
en agua. Por eso cuando aplicamos fertilizantes y/o abonos tenemos que
disolverlos en agua o regar abundantemente.
NITRÓGENO, FÓSFORO Y POTASIO
El nitrógeno
Estimula el desarrollo de hojas y raíces siendo indispensable en la primera etapa
del desarrollo de las plantas. Aunque también hay que tener en cuenta que un
desarrollo excesivo de hojas influye negativamente en la floración que resultaría
escasa y tardía.
El fósforo
Aporta robustez a las plantas ayudándoles en la lignificación (aumento de dureza
y volumen) y en la defensa contra las enfermedades. Favorece el desarrollo de
las raíces y la producción de frutos anticipando su maduración y ayudando en su
conservación. Es muy necesario en el desarrollo de arbustos y árboles.
El potasio
Ayuda a la floración, producción de frutos y semillas. Mejora el tamaño, la
coloración y el contenido de azúcares en los frutos. Además, ayuda a los bulbos,
tubérculos, rizomas y semillas a acumular reservas.

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