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PFC Jose 2 La Fundiciã N en Arena
PFC Jose 2 La Fundiciã N en Arena
Moldes permanentes:
- Moldes metálicos (alta resistencia a la temperatura)
Moldes compuestos (combinaciones de distintos materiales como arena, metal, etc. obteniéndose
propiedades distintas y utilizándose distintas tecnologías en su generación).
En la Tabla 2.1 se pueden apreciar diferentes características de algunos de los procesos mencionados
anteriormente.
Dentro de todas las variantes existentes en la fundición en arena la más común de ellas es la fundición de
arena en verde que consiste en la fabricación del molde, siendo este de una mezcla de arena de sílice en
un 80 90 % y bentonita a 4 9 % humedecida en un 9 %. La arena de sílice concede la refractariedad
necesaria para resistir las altas temperaturas de trabajo a la hora del vaciado de la colada. La cohesión la
brinda el contenido de agua e impurezas aportado a la mezcla la cual permite la durabilidad y resistencia
necesaria para la conservación del molde sin fragmentarse.
En este capítulo se expondrán las características fundamentales del proceso de fundición empleando
moldes de arena en verde.
Acabado Espesor de la
Peso (kg) Precisión
Material a superficial Porosidad Complejidad sección (mm)
Proceso dimensional
fundir (*) de forma (*)
Ra [μm] (*)
Mín. Máx. Mín. Máx.
Sin Sin
Arena Todos 0,05 12,5-25 4 1-2 3 3
límite límite
Moldeo en
Todos 0,05 100+ 6,3 4 2-3 2 2 --
cáscara
Molde de No
0,05 50+ 1-2 3 1-2 2 1 --
yeso ferroso
Molde
Todos 0,5 300 2-3 2-3 3-4 2 2 50
permanente
No
Troquel <0,05 50 1-2 1-3 3-4 1 0,5 12
ferroso
El modelo se debe diseñar reproduciendo fielmente la forma exterior de la pieza a fabricar y teniendo en
cuenta aspectos como su disposición en el molde, sobredimensionado y la necesidad de la colocación de
machos para dar formas interiores.
Los moldes se suelen dividir en varias partes, generalmente en dos, una parte superior que dará forma al
molde de la caja superior y otra que lo hará en el molde de la caja inferior. Estos suelen estar construidos
de madera, plástico o metal. La norma UNE EN 12890:2001 establece las distintas calidades de los moldes
en función de los materiales que estén constituidos. La madera es el material más común por su facilidad
en la generación del modelo. El recubrimiento de su superficie con una fina capa de pintura facilita su
extracción pues evita su adhesión con la arena en verde, confiriendo además impermeabilidad.
Las superficies del modelo deben diseñarse de forma que en su extracción no se produzcan
desprendimientos de las paredes del molde. Por ello, se deben respetar ángulos mínimos en la dirección
de desmoldeo así como áreas óptimas de los canales de alimentación que provoquen velocidades
razonables del fluido metálico en el interior del molde. El ángulo de salida para el desmoldeo para moldes
de madera se encuentra entre 3° y 0,5° según indica UNE EN 12890:2001.
Al verter el metal líquido y este ocupar la cavidad del molde, se produce contracción en el enfriamiento
hasta la temperatura ambiente provocando que la pieza final tenga dimensiones algo menores a las
deseadas. Teniendo en cuenta este fenómeno, el modelo se debe generar de acuerdo al grado de
contracción del metal de trabajo (véase apartado 3.1). Existen numerosas recomendaciones bibliográficas
que guían en el sobredimensionado del modelo necesario para contrarrestar la contracción volumétrica.
Estas recomendaciones indican tolerancias en las contracciones que van desde un ± 0,3 % de la mayor
dimensión hasta un 2 % de la menor dimensión.
Por lo general, la pieza resultante requiere un posterior mecanizado que retire la posible rebaba y aumente
la precisión dimensional en alguna de las zonas de la misma. En UNE EN 12890:2001 se establecen las
sobremedidas para el mecanizado de piezas fundidas tanto ferrosas como no ferrosas.
Auxiliares
- Aglutinantes (aceites vegetales, resinas sintéticas, vidrio líquido, cemento, etc.).
- Los que evitan la adherencia del material de modelo o la pieza mejorando el acabado superficial
(grafito).
- Los que evitan la adherencia del material de moldeo al modelo (talco, yeso, polvo de sílice, petróleo
(modelos metálicos).
- Los que ayudan a mejorar la permeabilidad (serrín de madera, cisco de coque).
La compactación se puede realizar mediante varios métodos dependiendo del nivel de producción
necesario. Así pues, para necesidades de alta producción se realiza mediante métodos automáticos con
máquinas especializadas cuyo macho de apisonamiento puede ser específico para el modelo. Para baja
producción se realiza de forma manual mediante punzonamiento con distintas superficies de cabeza, esto
es, punzones con área pequeña en su extremo para transmitir energía local y punzones con área grande en
su extremo para un apisonamiento de menor energía. Se realiza por tanto un apisonamiento progresivo
mayor en las proximidades del modelo dando lugar a capas de densidad variable verticalmente. Una
distribución típica de densidad aparente es la mostrada en la figura 2.4 en la que se contemplan resultados
de la compactación manual y con máquina apisonadora.
Figura 2.4 Distribución de dureza del molde según el método de apisonado. [1]
Las distribuciones térmicas están directamente influenciadas por las características de forma de la pieza
que producen desviaciones de las condiciones de superficie plana.
Dependiendo del tipo de molde se puede obtener la relación de espesor de la capa solidificada en función
del tiempo. Así pues, para moldes desechables se realiza la aproximación de suponer la totalidad de la
resistencia al flujo de calor en el molde. Además, se considera el problema térmico como unidimensional,
metal fundido vertido a temperatura de fusión y que todo el calor evacuado procede del calor latente de
fusión H, lo que implica que la temperatura del metal permanece constante. Suponiendo ideal el contacto
entre metal y molde, se puede calcular el espesor solidificado de metal en fundición en función del tiempo
mediante la ecuación 2.1, que fue facilitada por Flemings (1974) [11].
2 𝑇𝑓 −𝑇0
𝑠= 𝜋
√𝑘𝑚 𝜌𝑚 𝑐𝑚 ( 𝜌 𝐻 ) √𝑡 (2.1)
√ 𝑓
Siendo:
𝑘𝑚 la conductividad térmica del molde
𝜌𝑚 la densidad del molde
𝑐𝑚 el calor específico del molde
Observándose que el espesor de metal solidificado es función de las características del molde desechable
y de las especificaciones del metal de fundición.
Para moldes permanentes, la resistencia térmica al flujo de calor se encuentra principalmente en la
superficie de separación entre metal y molde. Suponiéndose al igual que para moldes desechables que el
problema térmico es unidimensional, metal fundido vertido a temperatura de fusión. El espesor de metal
solidificado puede obtenerse según la ecuación 2.2.
𝑇𝑓 −𝑇0
𝑠=ℎ 𝜌𝑓 𝐻
𝑡 (2.2)
Siendo:
C una constante que depende del material del molde (véase [11])
V el volumen de la fundición [m³]
S el área superficial de la fundición [m²]
De la regla de Chvorinov se deduce que para dos fundiciones que requieren el mismo volumen de material
fundido, solidificará y enfriará a temperatura ambiente con mayor velocidad aquella que presente mayor
área superficial. Por este motivo, el tiempo de solidificación total de una pieza de superficie plana es en
cualquier caso menor que el calculado según la ecuación 2.4. Para geometrías no planas, el enfriamiento
puede acelerarse o retardarse a nivel local. En la figura 2.7 se puede apreciar como la solidificación se
acelera en las esquinas internas y en las superficies planas, aumentando el tiempo de solidificación en las
concentraciones de masa.
En términos generales se deduce además que la velocidad de avance de un frente de solidificación a partir
de una superficie plana se puede aproximar por una relación parabólica.
Durante la solidificación y el enfriamiento de los metales, estos se contraen debido a sus características
térmicas. La contracción causa cambios dimensionales y en ocasiones defectos de agrietamiento o
rechupes internos. Ocurre en tres pasos (ver figura 2.8):
1. Contracción líquida durante el enfriamiento antes de la solidificación. Esta ocurre ya que normalmente
los materiales presentan diferentes densidades para las fases de sólido y líquido. El volumen se reduce
casi linealmente con la caída de la temperatura. Esta contracción no es problemática por lo general ya
que el metal líquido extra que se requiere para compensar esta pequeña reducción de volumen se
puede proporcionar con facilidad.
2. Contracción durante el cambio de fase de líquido a sólido. Esta contracción se produce por la mayor
densidad del metal sólido en comparación con su estado líquido. Las contracciones asociadas a la
congelación provocan los problemas de porosidad, resultado de fallo de la alimentación.
3. Contracción del metal solidificado durante el enfriamiento hasta temperatura ambiente. Esta
contracción se determina por el coeficiente de expansión térmica del metal de fundición. Este tipo de
contracción puede generar problemas dimensionales, esto es debido a que a medida que avanza el
enfriamiento, el sólido intenta reducir su tamaño pero, ya sea por el molde o por la acción de otras
partes del sólido que ya han solidificado y enfriado, la pieza no es libre de contraerse libremente.
Figura 2.7 Efecto del tiempo de solidificación local Figura 2.8 Tipos de contracción. Temperatura
en esquinas. [1] frente al volumen. [4]
Durante la solidificación de una pieza de fundición, la propagación y el crecimiento gradual del sólido se
realiza en forma de masa enmarañada de dentritas, la cual presenta dificultad para el paso de la
alimentación. Esta dificultad para el líquido de paso a través de la pieza provoca una diferencia de presión
que crece del interior al exterior. Los altos esfuerzos de tracción en el líquido residual llevan al sólido a
colapsar plásticamente por el proceso de fluencia. El movimiento del frente de solidificación hacia el interior
del sólido reduce la tensión del líquido lo cual puede causar que la presión disminuya, llegando a ser lo
suficientemente grande como para producir el colapso del flujo en la fluencia. Así pues, pueden ocurrir en
un mal diseño de los sistemas de alimentación que la presión en la solidificación caiga, lo cual impulsa la
generación de porosidad de contracción. De este modo, si la alimentación de la pieza es la adecuada los
mecanismos de generación de porosidad no se activarán. Sin embargo, la complejidad de las piezas de
fundición genera la no correcta alimentación de algunas regiones de la pieza con el posterior resultado de
aumento de la tensión hidrostática interna que puede formar poro interno.
El avance del frente líquido genera un embudo cónico suave lo cual genera la aparición de macroporos en
la región central de la pieza. Se ha de indicar que su ubicación final no estará justo en el centro térmico de