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DESCRIPCION DEL AUTOR

Ginebra, Suiza (1873-1940), originario de una familia de Languedoc emigrada con motivo de la
revocación del Edicto de Nantes. Doctor en medicina en 1897, director del laboratorio de psicología
de la Universidad en 1904, profesor extraordinario y más tarde ordinario de psicología, de ideas
calvinistas, y religión protestante su pensamiento era liberal. Debido a la gran admiración que
sentía por su tío el reconocido zoologista también llamado Édouard, empieza a hacer amistades en
los círculos más importantes de la cultura en Suiza.

Después de cursar estudios universitarios en Suiza, Alemania y Francia, regresó a su ciudad natal,
donde inició su trayectoria pedagógica en la Universidad de Ginebra, de la que llegó a ser
catedrático en la Facultad de Psicología. En sus teorías se consolidaron en estrecha relación la
pedagogía con la psicología infantil, lo cual le llevó a organizar un seminario de Psicología
Educacional en 1906. Seis años más tarde, en 1912, fundó el Instituto J. J. Rousseau, hoy Instituto
de Ciencias de la Educación Su obra contribuyó en gran manera a convertir Ginebra en el centro
de la pedagogía moderna europea destinado especialmente a la formación de educadores, al estudio
de la Psicología del niño y a la difusión de sus ideas en Pedagogía. Por él han pasado numerosos
educadores de todo el mundo y en España ha tenido una influencia bastante grande.

En 1926 trabaja en conjunto con Sigmund Freud y escribe la introducción del libro “Cinco
lecciones de psicoanálisis” de Freud.

DESCRIPCION DE LA TEORIA

Propone un planteamiento denominado de ensayos y errores mediante el cual el niño, por


aproximación sucesiva, reconoce la realidad que lo rodea; realiza un tanteo permanente tanto de
orden psíquico como físico que le ayuda a acomodarse cada vez más en dicha realidad. Entiende
que la escuela es vida y, en cuanto tal, es preparación para la vida individual y social, y último fin
de la escuela según él.

En este contexto, la evolución biológica del niño se puede clasificar como:

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 Primera infancia: desarrollada desde el nacimiento hasta los dos años aproximadamente. En ella
ocurren los primeros acondicionamientos al medio, el desarrollo de la marcha erecta y la
estructuración de los primeros estereotipos fonéticos y silábicos.
 Segunda infancia: de los 2 a los 6 años más o menos. En ella ocurre la estructuración casi completa
del lenguaje y el inicio de la afinación de las destrezas motrices y las nociones de espacio que
aparecieron embrionariamente en el período anterior. Tercera infancia: típica de la edad escolar,
pues culmina la labor de ubicación espacial, comienza el sentido de lo temporal, dando inicio al
aprendizaje de la lecto-escritura y la ejercitación de las operaciones lógico concretas y la apertura
hacia la lógica formal.
 Cuarta infancia o nexo con la pubertad: entre los 11 y 13 años (según los climas y regiones). Se
inicia la diferenciación de los sexos.
 La pubertad: en los varones comienza la eyaculación y en las mujeres la menstruación.
 La adolescencia: desde la pubertad hasta los 19 años aproximadamente. Se completa el
crecimiento y el desarrollo orgánico en general.

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DESCRIPCION DEL METODO
Sus ideas educativas parecían no una elaboración de un pensamiento original, sino el reflejo de una
época cuyos equívocos se han prolongado hasta la nuestra. Su pensamiento se ha plasmado en la
llamada “educación nueva“. Claparède se manifestaba en contra de las prácticas escolares
admitidas en su época y fue un gran promotor de prácticas nuevas. Gran parte de su autoridad sobre
el movimiento se debió tanto a su impugnación a la escuela “tradicional” como a su excepcional
capacidad para desbrozar el entorno ideológico de los conceptos y hacerlos “operativos“. Hombre
de ciencia y militante, dejó una obra escrita muy copiosa y de gran influencia en su época. A partir
de 1911, sentó las bases de un pensamiento referido a la educación que, hasta último momento, se
presentó como la aplicación práctica de una antropología biologicista y funcionalista. Este
pensamiento sostenía que lo humano es, ante todo, una realidad viva que funciona. Por ello, la
educación debe coincidir con dicho funcionamiento intentando mantener una armonía con él, para
pasar a ser no una sobrecarga artificial, pesada e ineficaz para miles de niños, sino una expresión
natural de su actividad y desarrollo.

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