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CURSO A DISTANCIA:
Manejo de infecciones osteoarticulares: Una puesta al día. SADI VIRTUAL
Buenos Aires - Argentina
www.sadi -virtual.com.ar
ARTRITIS SÉPTICA
Dra. Ana Terusi
Introducción
Se denomina artritis séptica (AS) a la inflamación del espacio articular, producida por
distintos agentes infecciosos (usualmente bacterias, pero también hongos o micobacterias).
Es una enfermedad potencialmente mortal, que puede llevar a la rápida destrucción de la
articulación y a la perdida irreversible de la función articular. Por estos motivos se la
considera una emergencia médica (urgencia infectológica).
Es una enfermedad poco común. Diferentes series reportan una incidencia de entre 1,5 y 12
casos por año; el 31 a 36% afecta a niños <2 años. La incidencia es baja entre los tres y seis
meses de edad, pero aumenta en los ancianos y es mayor en el sexo masculino. La
frecuencia de AS ha ido en aumento, acompañando al aumento de la expectativa de vida
junto con condiciones debilitantes crónicas, el uso de tratamientos inmunosupresores y
procedimientos invasivos incluyendo la cirugía ortopédica.
La mayoría de los pacientes con AS presenta algún factor de riesgo para desarrollar la
enfermedad, como alteración articular de base (45%), antecedentes de traumatismos
cerrados, abiertos, penetrantes, infecciones extraarticulares preexistentes (endocarditis
infecciosa o infección del tracto urinario), condiciones de base (diabetes mellitus,
insuficiencia renal crónica, inmunosupresión) o adicción a drogas intravenosas. El índice de
infección por punción articular diagnóstica o terapéutica es muy bajo, casi inexistente,
cuando se realiza en forma aséptica. La infección asociada al procedimiento tiene un índice
del 0,04 al 0,3%, aunque se han descripto brotes (2 a 4% de infección) asociados a
contaminación del artroscopio o uso de corticoides asociados (ver más adelante). La
diseminación por contigüidad a partir de una osteomielitis se ve más comúnmente en los
niños, constituyendo una osteoartritis.
Factores predisponentes
Cada uno de estos factores tiene un moderado impacto en el riesgo de artritis séptica; sin
embargo, combinaciones de estos factores de riesgo independiente elevan sustancialmente
dicho riesgo. Los pacientes con bacteriemia tienen riesgo de que se produzca una siembra
en articulaciones con algún tipo de enfermedad articular previa preexistente,
particularmente si se asocia a sinovitis.
Se estima que un 25% de los pacientes pueden quedar con algún tipo de secuela anatómica
y/o funcional y un 10% evolucionan a osteomielitis. La mortalidad es sustancial: 7-15% en
la AS monoarticular y hasta 50% en la AS poliarticular.
Tabla 1. Clasificación de la AS
No gonocócica
Hematógena
Por contigüidad: Post-osteomielitis
Por invasión directa
- Posquirúrgica
- Posartroscópica
- Posinyección intraarticular
- Postraumatismo penetrante
Gonocócica
La artritis bacteriana puede ocurrir por otros mecanismos: aunque infrecuentes, la artritis
esternoclavicular puede ser complicación de cateterización subclavia, y la artritis de cadera
secundaria a un procedimiento vascular en la vena o arteria femorales.
Microbiología
Varía según la edad del paciente considerado pero el microorganismo más frecuentemente
encontrado en todos los grupos etarios es el S. aureus (tabla 2).
Microorganismo %
S. aureus 55
Streptococcus spp. 27
Bacilos gramnegativos 14
Otros 4
Las AS por Streptococcus spp. afectan a adultos sanos, pero también se asocia con
disfunción esplénica.
Entre las causas virales de artritis aguda que pueden llevar al diagnóstico diferencial
respecto de las AS, se encuentran la rubéola, el parvovirus, la parotiditis urliana, la hepatitis
B y la coriomeningitis linfocitaria, entre otras. En la actualidad debe tenerse en cuenta otros
virus como el Dengue, Chikungunya, Zika, Enterovirus, adenovirus y alfavirus.
MANIFESTACIONES CLINICAS
El 90% de los pacientes padecen dolor, limitación del movimiento de una articulación sola
y fiebre. Según experiencias recientes, los signos y síntomas más frecuentes en la AS son:
Sudoración: 15%
Escalofríos: 6%
Las localizaciones más habituales son la rodilla, la cadera, el hombro, las muñecas, los
tobillos y los codos (tabla 4). El compromiso interfalángico es raro, excepto cuando el
agente causal es N. gonorrhoeae o M. tuberculosis, o cuando la AS se produce después de
mordeduras de animales o humanos. En el 10% de los pacientes, puede haber compromiso
múltiple, especialmente en aquellos con artritis reumatoidea, diabetes, terapia esteroidea,
lupus eritematoso sistémico o algunos agentes como N. gonorrhoeae y virus (rubéola).
Los signos de inflamación articular pueden ser mínimos en pacientes que reciben
corticoides o cuando la articulación afectada es la cadera. En los niños, la hipertermia es
frecuente, aunque puede estar ausente en el recién nacido y en niños mayores. También los
signos y síntomas tempranos de infección articular pueden llegar a ser inespecíficos en este
grupo etario. Esta localización siempre se debe tener en cuenta cuando se trata de niños que
tienen fiebre, irritabilidad, flexión y abducción de la pierna.
Cadera 23 16
Tobillo 14 7
Codo 12 3
Muñeca 4 7
Hombro 4 8
DIAGNÓSTICO
El estudio del líquido articular obtenido a través de una punción, es el método diagnóstico
de elección (figura 3).
En general, en las AS, es turbio o purulento, aunque entre un 10 y un 20% de los pacientes
pueden ser serohemático. Un recuento leucocitario mayor de 100.000/mm3 con más de
90% de polimorfonucleares en la fórmula, una elevada concentración de proteínas y una
concentración de glucosa baja (menor del 50% de concentración sérica de glucosa o menos
de 40 mg/dl) es orientadora pero no específica de AS, ya que otras afecciones articulares,
como la artritis reumatoidea, pueden presentar iguales parámetros.
Deben tomarse siempre 2 hemocultivos ya que son positivos en más del 50% de las AS.
Los métodos por imágenes, son útiles pero no definitorios para el diagnóstico. En general
nos son necesarios salvo en ciertas localizaciones (ej: sacroileitis).
La ecografía, TAC y RNM son muy sensibles para demostrar colecciones, presencia de
osteomielitis (TAC y RNM) y expansiones extraarticulares del proceso. Los centellogramas
son útiles para demostrar artritis, en las articulaciones poco accesibles (sacroilíaca). En
formas de presentación subagudas, la RMN es el estudio de elección.
Laboratorio
Líquido articular
- Células >50.000/mm3 (25.000-250.000/mm3)
Sensibilidad
Piógena Gonocócica
- Gram del líquido articular 50-75% < 25% Alta especificidad.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Entre las enfermedades que pueden manifestarse como AS o ser factores predisponentes
para la misma, podemos mencionar:
INFLAMATORIO
BLANCOS / mm3
RES
frecuentem
ente
Nota:
TRATAMIENTO
La artritis supurada aguda es un trastorno grave que debe ser tratado con urgencia para
evitar la progresión de la enfermedad y las secuelas que la misma es capaz de ocasionar.
Los objetivos iniciales son:
esterilización de la articulación
evacuación de los productos de la inflamación
prevención de la deformidad y rigidez articular (es decir: la restitución articular
anatómica y funcional ad integrum)
El tratamiento se considera una urgencia, dado que de la celeridad con que se instala el
mismo depende la óptima recuperación funcional. Se considera que dentro de las primeras
48 horas de infección se pierde el 40% de los glicosaminoglucanos y para la tercera
semana, el 50% del colágeno. Este daño se produce por acción directa de la bacteria o a
través de liberación de metabolitos químicos celulares. Se ha comprobado, a través de
estudios experimentales, que una vez ocurrida la disminución de la matriz y por
consiguiente el daño del cartílago, no se puede autorreparar ni regenerarse de ningún modo.
Por consiguiente, el diagnóstico y tratamiento precoz es la base para una evolución con
secuelas mínimas o aun sin ellas.
Algunos autores sugieren, para indicar artroscopia al inicio, una evolución de más de tres
días o bien la presencia de S. aureus o bacilos gramnegativos. Por lo general, no es
necesaria para casos
a. Tratamiento quirúrgico
Punciones articulares: se repiten diariamente, a veces hasta dos por día al inicio y,
por lo general, hasta un total de 5 a 7 punciones. La AS gonocócica suele necesitar
una o dos punciones. Es un procedimiento controvertido porque puede ser doloroso,
el material muy espeso, de difícil aspiración y, si hay loculaciones, el drenaje puede
ser parcial.
Artroscopia: es el tratamiento actual de elección en las grandes articulaciones.
Permite el lavado y aspirado bajo visión, eliminación de bridas y loculaciones y una
limpieza más efectiva. Puede realizarse al inicio o luego de punciones repetidas sin
resolución. Algunos autores sugieren, para indicar artroscopia al inicio, una
evolución de más de tres días o bien la presencia de S. aureus o bacilos
gramnegativos. Por lo general, no es necesaria para casos de artritis gonocócica.
Artrotomía: se utilizaba en la cadera, pero ha sido desplazada por la artroscopia. Se
emplea en articulaciones más pequeñas.
b. Tratamiento médico
La duración total del tratamiento antibiótico debe ser de 4 a 6 semanas desde el último
procedimiento de drenaje articular. La vía parenteral se sugiere durante las primeros 10-14
d (dos semanas si es por S. aureus y hay bacteriemia concomitante) considerando el primer
c. Tratamiento kinésico
Evolución
Tabla 7. Evolución de la AS
Las enfermedades articulares crónicas que más frecuentemente se complican con AS son la
artritis reumatoidea y el lupus eritematoso sistémico. Le siguen con menor frecuencia:
artritis reumatoidea juvenil, artritis psoriática, EMTC y espondilitis anquilosante. El 15 %
de los pacientes con artritis séptica, tienen artritis reumatoidea como enfermedad
predisponente (generalmente de larga duración, erosiva y seropositiva). El 0,3-3% de los
pacientes con AR, presentarán artritis séptica en algún momento de su evolución.
Existe mayor incidencia de secuelas funcionales: 70 % en los pacientes con AR versus 35%
en los sanos. Al igual que el aumento en la mortalidad, ambas situaciones se relacionan al
curso más tórpido y al diagnóstico tardío. La mortalidad se eleva al 17 - 19% versus 5 - 7 %
en los pacientes sin artritis reumatoidea. En la infección por S. aureus o compromiso
múltiple, aumenta la mortalidad a cifras mayores a 35% y 49% respectivamente. La
mortalidad no ha variado sustancialmente en los últimos 35 años.
Es una complicación infrecuente pero se está incrementando con el amplio y extendido uso
de este procedimiento. Los índices hallados en la literatura sobre incidencia global oscilan
entre el 0,04% y el 3,4%. La incidencia para los distintos procedimientos se observan en la
tabla 8.
A diferencia de lo que sucede en el resto de las AS, la mayoría de las veces la ASPA se
presenta como un cuadro solapado que requiere alta sospecha clínica para llegar al
diagnóstico. Los pacientes manifiestan un gradual y progresivo aumento de la inflamación
articular, con incremento del derrame postoperatorio y del dolor, con síntomas poco
floridos y por lo general sin gran eritema local. Los síntomas sistémicos son escasos y la
mayoría de los pacientes presenta registros de temperatura por debajo de los 38º C. El
intervalo entre la cirugía y la aparición de los síntomas es variable, depende del tipo de
microorganismo en cuestión y se describen períodos que oscilan entre 10 y 30 días. En una
evaluación de 33 pacientes con ASPA realizada por un grupo local, el tiempo promedio de
aparición de los síntomas desde la cirugía fue 30 días con una rango de 3 a 147 días.
Los antibióticos se administran, inicialmente, por vía parenteral (IV o IM) aunque según la
experiencia de diferentes grupos, casi un 30% de los pacientes pueden ser tratados de inicio
por VO. Se eligen para el TEI, antibióticos bactericidas y de amplio espectro, que cubran
las etiologías según la epidemiología de la institución. Un TEI adecuado debe cubrir los
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