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El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo; en 2015, ocasionó 8,8 millones de

defunciones. Casi una de cada seis defunciones en el mundo se debe a esta enfermedad.

Cerca del 70% de las muertes por cáncer se registran en países de ingresos medios y bajos. El
carcinoma epitelial de ovario es uno de los tumores malignos ginecológicos más comunes; 50 %
de los casos se presentan en mujeres mayores de 65 años. Es la quinta causa más frecuente de
muerte por cáncer en las mujeres. El factor de riesgo más importante para el cáncer de ovario
son los antecedentes de cáncer de ovario en una pariente de primer grado (madre, hija o
hermana).

Sin tener en cuenta el sitio de origen, el rasgo característico de estos cánceres es la


diseminación peritoneal precoz de las metástasis. En general, se admite la inclusión del CTF y
del CPP en la designación del cáncer epitelial del ovario ya que gran parte de los datos
probatorios apuntan a una derivación común del epitelio de Müller y el tratamiento similar de
estas tres neoplasias. La hipótesis de que muchos cánceres de ovario serosos de grado alto (el
subtipo histológico más común) puedan surgir de lesiones precursoras que se originan en las
fimbrias de las trompas de Falopio fue respaldada por hallazgos quirúrgicos de reducción de
riesgo en mujeres sanas con mutaciones de BRCA1 o BRCA2.[1] Además, los cánceres con
características histológicas similares que se diagnostican como carcinomas primarios de
peritoneo comparten hallazgos moleculares, como la pérdida o inactivación del gen supresor de
tumores p53, y las proteínas BRCA1 o BRCA2.[2] En consecuencia, los adenocarcinomas serosos
de grado alto que surgen en las trompas de Falopio y otras partes de la cavidad peritoneal,
junto con la mayoría de los cánceres epiteliales de ovario, son adenocarcinomas extrauterinos
que se originan en el epitelio de Müller y se estadifican y tratan de modo similar al cáncer de
ovario. Desde el año 2000, el CTF y el CPP se suelen incluir en los ensayos clínicos de cáncer de
ovario.[3]

Los cánceres de ovario de células claras y de endometrio vinculados con la endometriosis, al


igual que los subtipos mucinosos, tienen diferentes firmas de expresión génica.[2]

Los tumores del estroma y de células germinales son relativamente infrecuentes y representan
menos de 10 % de los casos. (Para obtener más información, consultar los sumarios del PDQ
Tratamiento de los tumores de células germinativas del ovario y Tratamiento de los tumores de
ovario de bajo potencial maligno).
(https://www.google.com.co/amp/s/amp.elespectador.com/noticias/salud/johnson-johnson-
sabia-desde-hace-decadas-que-su-talco-contenia-asbesto-articulo-829294)
Incidencia y mortalidad

El carcinoma epitelial de ovario es uno de los tumores malignos ginecológicos más comunes; 50
% de los casos se presentan en mujeres mayores de 65 años. Es la quinta causa más frecuente
de muerte por cáncer en las mujeres.[4]

Cálculo del número de casos nuevos y defunciones por cáncer de ovario en los Estados Unidos
en 2019:[5]

Casos nuevos: 22 530.

Defunciones: 13 980.

Características anatómicas

Los extremos de las fimbrias de las trompas de Falopio están en estrecha aposición a los ovarios
y en el espacio peritoneal, mientras que el cuerpo uterino (cuerpo del útero) se encuentra bajo
una capa de peritoneo..

Factores de riesgo

El envejecimiento es el factor de riesgo más importante para la mayoría de los cánceres. Otros
factores de riesgo del cáncer de ovario (epitelial) son los siguientes:

Antecedentes familiares de cáncer de ovario.[6-8]

Tener un pariente de primer grado (por ejemplo, madre, hija o hermana) con la enfermedad.

Riesgo heredado.[9]

Mutaciones en los genes BCRA1 o BRCA2.[6,10]

Tener otras afecciones hereditarias como cáncer colorrectal sin poliposis hereditario (CCSPH;
también se llama síndrome de Lynch).[6,9]
Endometriosis.[11-13]

Terapia hormonal.[14,15]

Terapia de reemplazo hormonal posmenopáusico.

Obesidad.[16-18]

Índice de masa corporal alto.

Estatura alta...

(https://www.cancer.gov/espanol/tipos/ovario/pro/tratamiento-epitelial-ovario-pdq)

En 1886 nace Johnson & Johnson en New Brunswick (New Jersey) Estados Unidos, como una
compañía para el cuidado de la salud Hoy en dia, esta compañía vendem productos en más de
175 países alrededor del mundo, consolidándose como la Compañía más grande y diversificada
del mundo en el campo de la salud con sectores independientes perfectamente
desarrollados :Johnson & Johnson Consumo, Johnson & Johnson Medical que provee un amplio
portafolio de productos médicos y Janssen Cilag en el sector farmacéutico.
https://www.jnjcolombia.com/rhnuestra-historia)

Ante miles de demandas que alegan que su talco causó cáncer, J&J insiste en la seguridad y
pureza de su producto icónico. Una investigación de Reuters demuestra lo contrario.Desde
hace 20 años, la empresa Jhonson & Jhonson ha sido demandada repetidas veces por distintas
personas enfermas mesotelioma, un tipo de cáncer que surge en la delicada membrana que
rodeaba pulmones y otros órganos.

Es raro y mortal, y principalmente afecta a hombres que inhalaban polvo de asbesto en minas e
industrias como la construcción naval que utilizaba el carcinógeno antes de que se entendieran
sus riesgos.Lo curioso es que las demandantes son amas de casa, ex trabajadores de oficinas,
masajistas. Personas con oficios que poco o nada tienen que ver con el asbesto.

Hace 20 años, Darlene Coker (una masajita de Texas) contrató a Herschel Hobson, un abogado
de lesiones personales. Se encontró con un sospechoso: el Polvo para Bebés de Johnson que
Coker había usado en sus bebés y se había salpicado toda la vida. Hobson sabía que el talco y el
asbesto a menudo ocurrían juntos en la tierra, y que el talco extraído podría estar contaminado
con el carcinógeno. Coker demandó a Johnson & Johnson, alegando que el "talco venenoso" en
el producto amado de la compañía era su asesino. Esa fue una de las primeras demandas, en
1999.

(https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer)

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