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Desacatos

ISSN: 1607-050X
desacato@ciesas.edu.mx
Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social
México

Yankelevich, Pablo
Reseña de "Nacionalismo culinario. La cocina mexicana en el siglo xx" de José Luis Juárez López
Desacatos, núm. 34, septiembre-diciembre, 2010, pp. 182-184
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13919185013

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Alimentación e identidad nacional

Pablo Yankelevich

José Luis Juárez López, 2008

Nacionalismo culinario. La cocina


mexicana en el siglo xx
182 3 Conaculta, México, 359 pp.

E n la comida confluye la doble


condición humana de seres bioló-
gicos y culturales. Nuestra naturaleza
cocina y a la comida, a determinados
alimentos, a su preparación y, por su-
puesto, al acto mismo de comer. Estos
nos obliga a comer, no podemos dejar asuntos han sido un campo privilegia-
de alimentarnos. Sobre lo que aconte- do por la antropología casi desde su
ce con nuestros organismos frente a origen como disciplina. Lévi-Strauss,
una mala o buena alimentación se hace ya muchos años, sentenció que
ocupan las ciencias médicas, pero hay la mecánica de transformar la comida
otros asuntos no menos importantes cruda en cocida marca el inicio de la
que giran en torno al significado que humanidad. La cocina, el cocer los ali- pacio donde el hombre articula la
las comunidades humanas otorgan a la mentos, emerge entonces como el es- naturaleza y la cultura.
Hace ya varias décadas asistimos
a la constitución de un campo disci-
plinario: la llamada antropología
Feeding and National Identity alimentaria, interesada en estudiar
Pablo Yankelevich: Instituto Nacional de Antropología e Historia, México las sociedades humanas desde el mi-
pabloy@unam.mx
rador de sus estrategias y elecciones
Desacatos, núm. 34, septiembre-diciembre 2010, pp. 182-184 culinarias: qué se puede y qué no se
septiembre-diciembre 2010 Desacatos reseñas

puede comer, el tabú alimenticio fi-


jando la frontera entre lo prohibido
y lo permitido. El tabú como instru-
mento que recorta los límites de una
identidad tribal, comunal, religiosa
o sexual. En este sentido, los estu-
dios antropológicos desde diversas
aproximaciones y perspectivas teó-
ricas han dedicado su atención a
explorar la cocina y la comida, en-
tendiéndolas como alimento del
cuerpo, pero también del alma.
México no ha sido una excepción.
Son numerosos los estudios que
relacionan a la comida con la reli-
giosidad, los rituales y las tradicio-
nes de más de medio centenar de
grupos étnicos que habitan el terri-
torio nacional. Se trata de un fenó-
meno cultural observado y ana­lizado
como parte del ciclo de la vida y, por
supuesto, del agrícola: el nacimiento 4 183
y la muerte, la siembra y la cosecha.
Jerónimo Palomares

Abundan los estudios sobre la lla-


mada comida mexicana en las coci-
nas y en las mesas, en las fiestas, en
los templos, en las cunas y en los ce-
menterios. Todos arrojan luz sobre los Sin título
significados de usos y prácticas culi-
narias en la conformación identitaria
de etnias y comunidades. para su elaboración y los rituales de cree posible indagar el mundo de la
Pero qué sucede con identidades su degustación, deberían ser indaga- culinaria como parte de ese acervo de
mayores, qué sucede con la confor- dos como parte fundamental en la recuerdos y mitos que dotan de sen-
mación de la más importante de las invención de mitos, símbolos y va- tido la identidad nacional. Se trata
identidades desde el triunfo de la lores que vinculan a sucesivas gene- de una investigación que desde la
modernidad política: la identidad raciones de mexicanos, permitiendo antropología y la historia analiza y
nacional. ¿La culinaria puede ser establecer los límites de un nosotros explica los mecanismos que hicie-
parte de la dimensión étnica, tan des­de el cual se amalgaman líneas de ron posible convertir la cocina
necesaria de ser incorporada en los di­ferenciación cultural que permi- mexicana en uno de los afluentes
estudios sobre la génesis del senti- ten regular la relación entre los mexi- de la nacionalidad.
miento nacional? Es decir, los sabores, canos y aquellos que no lo son. Para la realización de esta empre-
los olores, los colores y las tex­turas de Esta preocupación orienta la in- sa, el autor echó mano de una fuente
los alimentos, así como las técnicas vestigación de Juárez López, quien documental escasamente explorada:
reseñas Desacatos septiembre-diciembre 2010

los recetarios de cocina diseminados Contra ese modelo culinario debie- vidad que se han situado de manera
en folletos, en prensa periódica, en ron enfrentarse los platillos típicos y definitiva en los discursos culinarios
revistas, y hasta aquellos obsequia- las comidas autóctonas. En buena a lo largo del siglo XX. Por último, la
dos con utensilios de cocina o ali- medida, el libro narra las batallas obra se interna en un territorio de
mentos industrializados. También de una guerra sostenida a lo largo de actualidad: ya nadie duda de la exis-
hizo una acuciosa revisión biblio- más de medio siglo, cuyo objetivo tencia de una comida auténtica-
gráfica de obras dedicadas a la coci- fue ensalzar la comida nacional, no mente nacional: las enchiladas y las
na mexicana. Más que una historia para desplazar a la extranjera, sobre quesadillas han dejado de tener un
de la culinaria mexicana, el libro está todo la francesa, sino para que los valor peyorativo. Por el contrario,
atravesado por el interés en recons- chefs franceses la reconocieran co- México participa en el boom gastro-
truir el discurso sobre esa culinaria. mo digna de una nación civilizada. nómico que se registra a escala glo-
En buena medida, el lector puede En las páginas de Nacionalismo bal y la cocina mexicana ocupa en
advertir un ancho horizonte de res- culinario. La cocina mexicana en el éste un sitial de primer orden. Sobre
cate de materiales de la más diversa siglo xx se explora un mundo hete- estos temas también trabajó Juárez
naturaleza, desde los clásicos como rogéneo de regiones, cocinas, tradi- López, no sin antes revisar esa ex-
Alfonso Reyes y Salvador Novo, hasta ciones, recetas y comidas, animado plosión de libros de fotografía culi-
figuras poco conocidas o anónimas por un doble interés: por una parte, naria en la que México y sus platillos
que dejaron su impronta en notas de encontrar los momentos en los que comparten los escaparates en las li-
periódicos, folletos de ocasión o en desde esa multiplicidad de sabores brerías del mundo con obras dedica-
las etiquetas de las sopas Campbell. emergieron algunos como arque­ das a la pintura de Gustav Klimt o
La amplia circulación de estos tipos de la mesa mexicana —el mole a la arquitectura contemporánea.
184 3 materiales, muchos de ellos produc- patriótico, por ejemplo—; por otra, En síntesis, se trata de una investi-
to de iniciativas empresariales priva- el texto descubre y explica la consagra- gación que sigue las huellas del proce-
das, pero no pocos a cargo del ción de lo múltiple, de la diversidad so que condujo a la consagración de
sector público a través de la Secreta- de cocinas como parte del discurso la comida de México al punto
ría de Educación Pública, del Insti- culinario nacional. En este sentido, de convertirla en uno de los afluen-
tuto Mexicano del Seguro Social y exhibe matices sobre la escasa densi­ tes de identidad nacional. Orgullo
de la Secretaría de Salud, entre dad histórica del rescate de lo indígena que no siempre existió y que en las
otras institu­ciones oficiales, que se en las representaciones de la culina- últimas fechas parece acrecentarse
dieron a la tarea de imprimir masi- ria mexicana. En otro orden de pre- por el éxito internacional que han
vamente recetarios e historias de la ocupaciones, también se estudia el tenido guisados, chiles y tequilas en
cocina regional y étnica, da cuenta impacto de la industria del turis­mo los principales centros del quehacer
de un emprendimiento de creación y en la consagración de la idea de lo gastronómico mundial. Nacionalis-
difusión de obras que contribuyeron diverso de la gastronomía nacional. mo culinario, entonces, confirma
a instalar la noción de una cocina El autor repara tanto en las rece- aquello que nos ha señalado hace
auténticamente nacional. tas y sus ingredientes como en la tiempo la antropología: el mundo
Hacia principios del siglo XX, elaboración, presentación y degus- de la comida es un territorio plaga-
Francia era el punto de referencia y tación de los platillos mexicanos. El do de sentidos y de símbolos me-
validación por excelencia para casi mundo de las técnicas y las costum- diante los cuales las comunidades
todos los comportamientos y sabe- bres es contemplado en cada uno de crean y reproducen sus identidades.
res de las élites mexicanas. Si esto los ocho capítulos en los que está
fue así para la política, la banca o organizado el libro, dando cuenta de
la ciencia, mucho más para la cocina. tradiciones inventadas con tal efecti­

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