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Librola Ensenanza de La Historia A Traves Del Medio
Librola Ensenanza de La Historia A Traves Del Medio
Jean-Noël Luc
Diálogos en educación
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INTRODUCCIÓN
Una de las claves del problema que afecta a la enseñanza de la historia desde hace
años es que se considera una trivialidad, algo obvio el recordar que la Historia está a
nuestro alrededor. Esta enseñanza está ligada a un tipo de escuela y de sociedad que no
puede permanecer en un sistema educativo que esta cambiando. Progresivamente, la
historia tradicional desaparece.
En este libro se habla de la reforma del éveil (ver nota en cursiva), que no condena a la
historia a desaparecer de la educación infantil, solo la obliga a adaptarse a nuevos
objetivos, a renovar las practicas pedagógicas y a apreciar las necesidades del niño.
Métodos activos defendidos por Montessori, Decroly o Freinet subrayan la
necesidad de hacer participar al niño en la elaboración de conocimientos y el interés por
aprovechar su medio ambiente.
El hecho de que estudio del medio puede iniciar el método historiador parece
pretencioso e irrealizable, debido a unas dificultades que no se deben sobreestimar.
Existen medios de acción que hay que emplear para paliar esas dificultades.
La enseñanza tradicional debe dejar paso a las actividades del éveil a través del
estudio de la percepción de la Historia por parte del niño y la utilización de materiales
virtuales.
Después se podrá proponer la estrategia pedagógica para iniciar a los alumnos en el
método histórico y el aprovechamiento del medio.
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1. LA HISTORIA HA MUERTO: VIVA LA HISTORIA
Con todo, el dominio imperfecto de las nociones temporales impide al niño asimilar
el discurso histórico escolar. Ahora bien, el vocabulario empleado supone un obstáculo
suplementario. Por tanto, la mera explicación verbal del profesor será completamente
inoperante cuando se empleen términos que sobrepasen la capacidad mental de la
experiencia del niño.
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o REFORMA DEL ÉVEIL ¿SUPESIÓN O RENACIMIENTO?
Por último, hay que situar al niño ante una situación que provoque en él la necesidad
de información y explicación. No hay que limitarse solo a la mera documentación, sino
buscar un espíritu inquisitivo, de reflexión e investigación. La pedagogía de la
motivación, la sorpresa y el descubrimiento favorece el trabajo en grupo y el nuevo
diálogo profesor-alumnos. Inspirada en los métodos activos y participativos, contribuye
a la socialización y el uso de las capacidades procedimentales.
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o PERÍODO DE TRANSICIÓN: UN MALESTAR PERMANENTE
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o TESTIMONIOS VIVOS: LA HISTORIA CONTADA
El recuerdo de los testigos directos fue la solución más propuesta por los alumnos
de las clases-piloto. Pero el interés del testimonio de los adultos no se basaba en los
conocimientos adquiridos en la escuela sino en su experiencia vivida.
A través del adulto, el niño quiere dirigirse a un protagonista o testigo de los
acontecimientos pasados, alguien que pueda decir “yo estaba allí”. Reduce la historia a
un relato de una experiencia viva.
Esta concepción priva de todo espíritu crítico a la vista de los testimonios recogidos
de los adultos. Los niños los reciben favorablemente y les conceden un valor y una
objetividad que niegan a los documentos escritos.
La referencia a los testimonios viene acompañada de un conocimiento imperfecto de
la profundidad del pasado y de la evaluación incorrecta de la edad de los interlocutores
potenciales.
En las clases-piloto los libros son mucho menos elegidos que los testimonios para el
pasado cercano y más utilizados para el pasado lejano. En las clases experimentales, los
libros son elegidos en proporciones algo superiores, pero se nota la influencia de los
ejercicios realizados (en los meses previos). Los alumnos del CM2 (2º del curso medio,
o sea, 5º para nosotros), de 10 años, proponían fuentes históricas para estudiar a
Napoleón o a los Galos.
Los niños concretan los libros a los que se refieren. Suelen ser manuales escolares o
diversas obras que contienen información histórica.
El recurso del libro es un acto reflejo porque el niño está acostumbrado a descubrir
el pasado mediante el relato impreso. Se conforma con esta exposición, lista para ser
consumida, sin preguntarse por las condiciones de su elaboración.
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o LA PALABRA DEL MAESTRO: HISTORIA REVELADA
El tipo de respuesta viene determinado por el pasado escolar del niño. Si sus
maestros mantienen la enseñanza tradicional de la historia, verán en ellos un medio para
conocer el pasado.
Mediante la explicación del maestro se ofrece al niño un producto acabado. Éste se
conforma sin preocuparle su origen. La historia no se enseña, es revelada y los alumnos
“atienden”. Al reducir la historia a un simple relato, escrito o hablado, indiferente a las
condiciones de su elaboración, el niño se queda con una concepción meramente teórica
del conocimiento pasado, poco favorable para el desarrollo de su espíritu crítico.
o ESPEJISMO AUDIOVISUAL
o FUENTES HISTÓRICAS
Como hemos visto las fuentes históricas son propuestas de forma muy superior por
las clases experimentales, ya que habían trabajado en clase sobre documentos
históricos (habían visitado el ayuntamiento y visto sus archivos). Los ejercicios
realizados a partir de las posibilidades del medio les familiarizaron con los archivos
municipales y otros vestigios del pasado. Las referencias a las fuentes históricas
aumentan a medida que se retrocede en el tiempo.
Los documentos propuestos por los niños en las respuestas son: libros, archivos,
ayuntamiento y documentos varios.
Los libros propuestos no son exclusivamente de historia, en el sentido tradicional
del término. Sobre todo los alumnos de las clases experimentales creían que cada época
había dejado un relato de su historia contada por testigos o incluso por sus protagonistas
(los romanos, Juana de Arco). Se refieren a verdaderas crónicas contemporáneas donde
se relatan los acontecimientos y deben contarse como fuentes históricas.
Otros se refieren más explícitamente a los archivos aunque no siempre digan esa
palabra (cartas, pergaminos).
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Los niños habían comprendido la preocupación de la colectividad por conservar los
documentos relativos a su pasado. Según su experiencia, el depósito era el
Ayuntamiento u otro edificio público.
Por último, el propio objeto era también percibido como mediador entre el presente
y el pasado. Se nombran utensilios de la vida cotidiana, monumentos, armas.
Es raro que el alumno interprete el discurso histórico como resultado del trabajo y la
reflexión del historiador. Muchos se refieren a los vestigios del pasado sin explicitar su
pensamiento. Algunos precisan su concepción de la fuente histórica y de sus juicios, se
derivan ciertas tendencias egocéntricas y finalistas del espíritu infantil. El niño
considera los fenómenos exteriores a imagen y semejanza de sus propias acciones
acabadas. Ve en los archivos los instrumentos de acción deliberada de los protagonistas
para contar a la posteridad lo que hicieron o vivieron.
Con todo, las referencias a los testimonios voluntarios dejados por los
contemporáneos son más numerosas en las clases experimentales. Gracias a los
ejercicios realizados, encontraron respuestas al examinar los documentos de los
archivos municipales o provinciales.
La interpretación egocéntrica y finalista, así como favorece la conciencia de las
fuentes históricas a su alcance, también dificulta el desarrollo del espíritu crítico. El
niño acepta la fuente, sin cuestionarse autoridad ni veracidad.
Todo medio, rural o urbano, está situado en el tiempo. Posee una historia que ha
dejado sus huellas en las memorias, en los archivos, pero también en el entorno. Son los
lazos de unión entre el pasado y el presente. Permiten situar al niño frente a la realidad
del pasado sin intervención de los medios de comunicación.
La aproximación histórica al medio indica más un proceso de observación que un
medio particular. Este proceso se organiza a partir de los vestigios clásicos, pero
también de cada indicio, cada rastro dejado por el pasado próximo o remoto. Entonces,
ningún medio debe considerarse desfavorable en este ámbito.
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Un documento es sin duda todo lo que de cualquier manera puede revelarnos algo
sobre el pasado de la humanidad. Puede hacerse historia sin archivos cuando éstos no
existen gracias a los signos, las palabras, el paisaje, las formas de vida.
Antes de recurrir al medio es necesario hacer un inventario de los vestigios del
pasado que se encuentran en el mismo. Debe ser una actividad colectiva, dirigida al
nivel del grupo escolar, facilitada en salidas. Ejemplo:
Sitios, paisajes: situación, plan de ordenación territorial, actividades económicas,
forma del terreno (antes y después de la edificación), vías de comunicación recientes y
antiguas, nombres, lugares típicos.
Edificios y vestigios civiles: grutas, restos romanos y feudales, Ayuntamiento, reloj
municipal, plaza, mercado, puentes, fuentes públicas, escuelas, edificios de Correos o de
bancos, cuartel, estación, fábrica, café, granja, mansiones privadas.
Edificios religiosos: dolmen, menhir, túmulo, iglesia, monasterio, frescos,
esculturas, vidrieras, cementerios.
Monumentos conmemorativos: funerarios, placas, inscripciones, estatuas, nombres
de calles que evocan sucesos y personajes.
Museos, bibliotecas, objetos diversos: el objeto no es solo arte conservado en el
museo. El objeto banal, cotidiano, puede igualmente constituir un documento histórico
que informe al niño sobre el pasado. La recogida de objetos por los niños no debe
ocasionar la dispersión de intereses. Siempre es útil pedir a los niños que busquen
documentos susceptibles de interesar a la clase para el conocimiento del pasado en
general o el estudio de un tema en particular.
La documentación: permite al maestro informarse sobre la historia local en sentido
tradicional. Esto supone poder dirigir mejor las actividades de los alumnos y responder
a sus preguntas. Pero no debe interponerse entre los niños y las fuentes históricas
cuando exista confrontación. La documentación constituye una historia elaborada y
como tal debe ser tratada.
Para la búsqueda del pasado próximo y del patrimonio cultural, sabemos que los
niños consideran las entrevistas con los adultos como una solución para conocer el
pasado. Debe recurrirse a ellas cada vez que se presente la ocasión. La encuesta oral
aporta informaciones de gran valor sobre la evolución del marco y formas de vida. Por
ejemplo, se puede conocer el tiempo anterior a la electricidad, la radio, la televisión,
cuando las veladas nocturnas eran el lazo de unión entre las sociedades campesinas.
La comunicación entre los hombres no ha sido sólo oral o escrita, sino también
gestual, musical, rítmica. Las danzas, canciones, costumbres, son generalmente fiel
reflejo de la historia de una región y de las relaciones del hombre con su entorno. Las
danzas folklóricas alimentan la simpatía hacia el patrimonio cultural, además de
favorecer el dominio del cuerpo, el sentido del ritmo y la socialización. Contribuyen
también al despertar artístico y están al alcance de los niños si se adapta la danza al
nivel de los niños y se les concede cierta libertad en la expresión.
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Cuando los maestros no conocen los episodios históricos locales, los testimonios
recogidos no tienen su origen en la escuela. La memoria popular, no permite conocer los
conjuntos de las épocas históricas, como algunos niños suponen. Debe ir acompañada
de la capacidad de distinguir el testimonio original de las adiciones añadidas
posteriormente por la escuela o los medios.
La recogida de testimonios orales debe ser utilizada esencialmente para el
conocimiento del pasado próximo. Si dejáramos creer a los niños que pueden descubrir
el pasado remoto gracias a una memoria colectiva, se correría el riesgo de reforzar sus
interpretaciones egocéntricas y finalistas del conocimiento histórico.
Por último hay que tener en cuenta los problemas prácticos y técnicos de las
entrevistas, ya que suponen la colaboración de interlocutores válidos y disponibles. El
maestro es quien tiene que buscarlos, seleccionando los que se distingan por su
personalidad, recuerdos o locuacidad. Se debe solicitar siempre la máxima colaboración
de las familias.
La técnica de las entrevistas dependerá de la capacidad de los alumnos. La toma de
notas en directo debe reservarse a entrevistas cortas y a alumnos familiarizados con este
proceso. Si están muy interesados en el relato contado, olvidan anotar algunas cosas.
Por eso es útil la grabación, para disminuir este inconveniente y obtener, durante la
audición, el relato testimonial (pueden detenerlo en las partes que más les interesen).
En ambos casos, el recurso de las entrevistas favorece la actividad de los alumnos.
Ellos plantean una serie de preguntas, preparadas o espontáneas. Luego seleccionan las
informaciones obtenidas en función de los temas concretos de los que se encarguen. Es
preferible evitar las entrevistas largas que pueden dispersar la atención y el interés. Todo
depende del tema tratado y de las relaciones de los niños.
Las fuentes históricas no pueden reducirse a los documentos escritos. Pero por su
variedad y abundancia representan a menudo los únicos testimonios utilizables.
Archivos escolares: de fácil acceso porque los posee el maestro. Se encuentran
informes sobre la construcción de la escuela, matrículas, listas de alumnos, cuadernos,
fotografías, manuales, diplomas.
Archivos privados: a veces las familias posee almanaques, periódicos antiguos,
fotografías. Los notarios que han conservado sus archivos pasados pueden proporcionar
documentos sobre actividades económicas o mentalidades de contratantes.
Archivos municipales: suelen estar en las alcaldías. En los pueblos, el maestro
puede llevarse los documentos clase; en las ciudades se trabaja con fotocopias. Sin
duda, una visita previa a los Ayuntamientos permite a los niños hojear los documentos
originales e incluso hacer la copia ellos mismos. Los más frecuentes son registros
civiles, que informan sobre la evolución demográfica.
Archivos provinciales: se hallan ordenados en varias series según un código
nacional. Contienen información sobre justicia señorial, testimonio de costumbres y
sistema económico, títulos feudales, el clero, registros parroquiales, correspondencia,
reclamaciones, revoluciones y guerras, censos, resultados electorales, estadísticas,
epidemias, viajes de personalidades, inspección de policía, edificios, ordenación de
ciudades, puentes, calzadas, vías férreas, ceremonias, leyes escolares.
No hay que dudar en dirigirse a los Archivos Provinciales y seleccionar los
documentos que nos interesen.
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Archivos visuales y sonoros: además de los textos manuscritos o impresos existen
mapas sobre ordenación del espacio. Compararlos con mapas actuales muestra la
evolución del marco de vida y las nuevas relaciones del hombre con su entorno.
Mediante antiguas postales y fotografías, el niño descubre el aspecto de su ciudad antes
de la arquitectura de cristal y hormigón.
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Cuando tienen en cuenta la fecha de la construcción, también calculan su recorrido
en el tiempo y describen algún aspecto de la época citada (grandes períodos históricos,
objetos y grandes personajes).
Por último, también usan como punto de referencia cronológico la guerra, aunque
no identifican el conflicto al que se refieren (“se construyó durante la guerra”). Además
interpretan la mención de la muerte en un edificio como prueba de su antigüedad,
porque saben de la muerte de ancianos en su entorno. No sitúan un monumento a los
caídos en su contexto cronológico e ignoran su carácter militar: “es el monumento más
antiguo porque empezaron a enterrar a los muertos”.
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consecuencias, los soldados, las armas, etc. Proponen informarse preguntando a los
ancianos, mirar en los libros, en el Ayuntamiento y en los “viejos papeles”.
Una iglesia románica: no se pueden ignorar los monumentos históricos, y la iglesia
románica es uno de los más abundantes. Es una fuente histórica, testimonio de un
pasado lejano. En la visita, el maestro no dará la información sobre la iglesia, la época o
el estilo románico. Orientará a los alumnos a que se fijen en la planificación del edificio,
en el material empleado, la bóveda, los muros, los capiteles. Esta actividad puede
adaptarse perfectamente a otros edificios. Las preguntas hechas por los niños, agrupadas
alrededor de los principales temas, van a conducir a investigaciones documentales sobre
la historia del edificio, las características del arte románico y el período que lo vio nacer.
Después de las mismas, una segunda visita a la iglesia permite una observación
programada, donde pueden tomar nota de los rasgos más significativos del arte
románico y hacer fotografías. La iglesia románica puede suministrar testimonios
directos de la vida cotidiana en la época medieval, pero su aprovechamiento pedagógico
se acompaña necesariamente de la adquisición sobre ciertos conocimientos de la Edad
Media.
La confrontación de los alumnos con las huellas dejadas por el pasado necesitan, en
un primer momento, en encuentro con documentos auténticos, originales, no
reproducciones. La utilización del medio permite al niño descubrir el pasado y esa
aproximación define un proceso de observación, un estado de ánimo, un modo de
investigación de lo real, no un medio particular. Las posibilidades históricas del medio
deben ser utilizadas en función del nivel de la clase.
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nos convienen los centros de interés familiares a ellos. No es suficiente suscitar y
mantener la curiosidad por el pasado, hay que ponerlos ante situaciones concretas donde
puedan movilizar informaciones necesarias para formular preguntas operativas. Gracias
a las posibilidades históricas que ofrece el medio, el alumno no se enfrenta
inmediatamente con abstracciones o conceptos, sino con problemas encarnados en su
entorno personal o con signos de evolución del marco y formas de vida del pasado
próximo.
El recurso del medio limita la iniciación al método histórico, al principio,
únicamente al pasado cercano. Los siglos XIX y XX son los que han dejado más
vestigios diversificados y aprovechables para los niños.
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Varios obstáculos psicológicos se oponen a la manifestación del espíritu crítico en el
alumno, sobre todo en el primer ciclo. El egocentrismo intelectual se declina a partir de
los siete u ocho años, pero persiste de forma residual en algunos individuos. Al no tener
preocupación por convencer, el niño no busca pruebas, no parece tener preocupación de
justificación lógica.
Una interpretación egocéntrica y finalista de los vestigios, archivos y testimonios
impide al niño analizar críticamente las informaciones que extrae de ellos.
El desarrollo del espíritu crítico va en función de la madurez psicológica del
individuo y de sus experiencias cotidianas. Pero también de su formación escolar. Un
aprendizaje adecuado puede favorecer su aparición y su extensión posterior.
o REHABILITAR LA CRONOLOGÍA
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- Tiempo familiar: investigación de los acontecimientos sucedidos en la
propia familia del alumno, recogida de fechas de nacimiento y muerte (dos o tres
acontecimientos por generación).
- Tiempo histórico local: incitaremos a los alumnos a utilizar vestigios de su
entorno para estructurar el pasado próximo (basta con siete u ocho referencias
dependiendo de la edad). Elegir monumentos y acontecimientos importantes para la
toma de conciencia de la profundidad del pasado.
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5. CONCLUSIÓN
La iniciación del método histórico a través del medio puede ser un instrumento al
servicio de la educación global, sobre todo en los primeros ciclos. Forma parte del
despertar general de la inteligencia y de la personalidad y contribuye a la formación
cívica del ciudadano.
Esta metodología quiere desarrollar en el niño una actitud inquisitiva y de búsqueda,
incitarle a superar las interpretaciones teológicas de la historia. Por encima de este
primer objetivo, la iniciación al método histórico quiere favorecer el nacimiento de un
espíritu crítico, antídoto contra la propaganda, los estereotipos y los prejuicios que
acosan al niño, al adolescente y al adulto.
La aproximación al medio facilita el acceso del niño a la historia, a las nociones
concretas del período histórico, acontecimiento y evolución.
El estudio del medio no se opone a la pedagogía global o a las relaciones
interdisciplinares preconizadas por la reforma del éveil.
En los primeros ciclos no se busca formar futuros especialistas, sino utilizar la
Historia como un medio al servicio de la formación de los niños.
Este libro ha sido tremendamente útil como manual para la didáctica de la historia, a
pesar de ser antiguo. Personalmente me ha trasmitido la necesidad de renovación del
aprendizaje propio, y en consecuencia, de la enseñanza. Es decir, que el docente tiene
que renovarse a sí mismo constantemente para adaptarse a los nuevos alumnos,
representantes de una sociedad cambiante. Asimismo tiene que transmitir esa necesidad
de renovación a sus alumnos, ya desde la escuela, y así sucesivamente.
La enseñanza de la historia a través del medio coincide con la metodología vista en
clase a lo largo de todo el curso: la utilización de recursos.
El medio nos ofrece una infinita cantidad de posibilidades de enseñanza, mientras
que la enseñanza tradicional solo permite una. Con cada recurso podemos llegar a una
enseñanza diversa, individual, autónoma y a la vez colectiva, puesto que el medio es el
mismo para todos. Sólo mediante la reflexión y la investigación de nuevos métodos
podremos romper definitivamente con la los aspectos que no han funcionado de
enseñanza tradicional.
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