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Este aviso fue puesto el 27 de abril de 2017.
Un chiste o chascarrillo es una narraci�n oral breve, ficticia y humor�stica que
suscita la risa. A veces tambi�n puede ser sat�rico, ir�nico, cr�tico o burlesco.
Contiene un juego verbal o conceptual capaz de mover a risa y fundado en el humor.
A diferencia del ap�logo, la f�bula o la par�bola, no pretende moralizar o ense�ar,
sino solo divertir o distraer. Muchas veces se presenta ilustrado por un dibujo
(chiste gr�fico) y constituye uno de los principales g�neros jocosos.

Se debe distinguir de la broma, que consiste en crear una situaci�n c�mica a partir
de una persona, una situaci�n o un evento real, mientras que un gag difiere del
chiste en que el humor no es verbal, sino visual, como en el caso del tartazo o
lanzamiento de pasteles o tortas de crema a la cara de alguien, caracter�stico de
la comedia de tipo slapstick.

�ndice
1 Historia
2 Estructura de un chiste
3 G�nesis del chiste
3.1 Teor�as psicol�gicas de las bromas y su estudio
3.1.1 Teor�a del chiste seg�n Freud
4 Tipos de chistes
5 El chiste como mecanismo de violencia
6 Estereotipos comunes en los chistes
7 Referencias
8 V�ase tambi�n
Historia
La m�s antigua compilaci�n occidental de chistes es el Philogelos, una antolog�a en
griego de 265 chistes reunidos en un manuscrito del siglo IV o V.1? En Espa�a, las
primeras compilaciones de chistes se encuentran en el g�nero renacentista de las
miscel�neas del siglo XVI y XVII, de �mbito especialmente cortesano, destacando en
especial Pero Mex�a, quien los agrup� por temas[cita requerida], entre muchos otros
entre los que cabe mencionar a Juan Timoneda. Algunos poetas cultivaron
especialmente este tipo de divertimentos cortesanos, como por ejemplo Baltasar del
Alc�zar. Denominados tambi�n como sales o facecias, en el siglo XVIII y XIX suelen
ponerse en verso y publicarse en forma de libro o en la prensa como epigramas,
constituyendo una parte muy importante de la literatura de entretenimiento y
ocupando con frecuencia una parte de la producci�n de los escritores en verso (por
ejemplo, el Cementerio de Momo de Francisco Mart�nez de la Rosa). En el siglo XIX
se extiende especialmente el cultivo del non sense ingl�s. Los primeros humoristas
profesionales del siglo XX escribieron enormes compilaciones de los mismos, como
por ejemplo las varias que imprimi� Luis Esteso L�pez de Haro, quien lleg� a reunir
unos seis mil.

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