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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

PROGRMA NACIONAL DE FORMACION AVANZADA EN EDUCACIÓN

ESPECIALIZACIÓN EN PEDAGOGÍA CULTURAL

CUMANÁ- ESTADO SUCRE.

EstéTicas y educación.
Por la Licda. Casimira Monasterio

Asesor: Beatriz Sánchez Participantes:

ACOSTA AGUILERA, PETRA J. CI: 09270027


PINTO ESPARRAGOZA, AURIMAR J CI: 14597630
VÁSQUEZ DE GARCÍA, MIRLA M. CI: 05701365
SANTANA JIMÉNEZ, MANUEL. CI: 08435933

Cumaná, agosto de 2017.


Estética y educación.

Por la Licda. Casimira Monasterio, título del documento tomado como referente
teórico: secuela, estética y exclusión y Arqueología del siglo XX , el culto a las bellas artes.

En estos momentos históricos en que el país atraviesa su propio destino en pos de un


país productivo de su conveniente conocimiento, que el mismo ha de ir creando en el
tránsito hacia una mejor y nueva sociedad, el debate es perenne, agotador y a veces
angustiante, pero siempre muy nutrido; la discusión para discernir entre “el país que somos
, y el país que queremos ser”, tal cual parece en la constitución de 1999 , nos invita a
revisarla d manera profunda como país, ciudadano protagonista de una nueva forma para
educar, como sociedad y como parte de la cultura para poder determinar lo que debe
reforzarse, lo que se puede transformar y lo que hay que construir sobre todo en materia de
valores, costumbres y principios.

En este sentido es importante analizar nuestro sistema educativo, dentro de este,


uno de nuestros principales centros de capacitación, formación y educación del nuevo
ciudadano, con este planteamiento nos referimos a la escuela y su comportamiento ante el
tema de la cultura, para ahondar en los contenidos y valores que se construyen en nuestros
instituciones educativas ya que lo consideramos necesario y pertinente.

El Sistema Educativo Bolivariano de Venezuela a contemplado desde 1999 un


nuevo Diseño Curricular, proyecto que establece las normas y reglas con las cuales se
implementará y fomentara la formación de los niños, niñas y jóvenes y adultos del país,
estos lineamientos y orientaciones están enmarcados en el desarrollo humano e integrado,

La Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela dice de forma


clara y categórica que la educación es en su artículo 102:

“La educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es


democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como función indeclinable y de
máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y como instrumento del conocimiento
científico, humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad. La educación es un servicio
público y está fundamentado en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la
finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su
personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la
participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social
consustanciados con los valores de la identidad nacional, y con una visión latinoamericana
y universal. El Estado, con la participación de las familias y la sociedad, promoverá el
proceso de educación ciudadana de acuerdo con los principios contenidos de esta
Constitución y en la ley”.
Con respecto al anterior planteamiento, La educación en Venezuela es un derecho
humano al que tienen accesos todos los venezolanos y un deber social, obligatorio y
gratuito que constituye la raíz esencial de la democracia y al ciudadano libre para cumplir
su derecho como ciudadano. Está orientada al desarrollo pleno de la personalidad y al
desarrollo de sus capacidades humanas, para el goce y disfrute de una existencia digna, que
invierta a la valoración ética del trabajo el respeto a la sociedad y la educación con una
conciencia de participación ciudadana que valore su carácter democrático y humanista.

Con una conciencia humanista, que le permita ubicarse en un nuevo pensamiento


pedagógico, ideas y doctrinas de elevado sentido humanista acerca de lo que define el
carácter y el valor de la educación. Así la educación adquiere cualidades de liberalismo, de
realismo e integridad, como un conjunto de potencialidades y que es preciso hacer que
todas ellas se desarrollen. Además debe existir la unión entre la escuela, la educación y el
trabajo que ejercen los docentes en su rol de gerente o como investigador, a partir de sus
experiencias en el aprendizaje colectivo para relacionarlo con el contexto histórico social y
cultural, como bases fundamentales para reconstruir nuestra historia y nuestro futuro, una
dimensión humana que lo lleve a reflexionar, practicar y construir un modelo de sociedad
productiva en la cual él sea el protagonista sacando provecho de su entorno.

No obstante, la Profesora Casimira Monasterio señala “que no se puede querer lo


que no se conoce”, de acuerdo a sus experiencias como investigadora de la cultura
tradicional en Venezuela; deben enfrentar cada día los refractarios internos más poderosos
que tiene la venezolanidad: el desconocimiento, la ignorancia de los venezolanos, de su
geografía, su historia, su cultura, de sus valores y creencias, de sus saberes, su sensibilidad
y de su creatividad por parte de sus pobladores según su región y recursos naturales que
lejos de surtirse privilegiados y orgullosos reniegan o no están acorde.

Esto ha generado una situación, en nuestro criterio muy delicada, se trata de una
población extraña a su propia tierra por el desconocimiento de sus orígenes, creencias y
costumbres de las mismas; y donde no pocas veces la vergüenza de reconocerse como
miembro de una región determinad, más aun conocer sus forma de bailar, cantar o ejecutar
los instrumentos tradicionales de nuestras regiones o pueblos delante de los “Civilizados”.
Citadinos, lo cual indica que los venezolanos no reciben en su formación precedentes a la
educación superior el conocimiento científico y sensible necesario para valorar y reconocer
como como parte del gentilicio venezolano.

Es preciso acotar, que en casi su totalidad los jóvenes tienen una visión
estereotipada del país y su gente, la cual es reforzada por la visión tecnocrática de las
instituciones, que de una u otro forma contribuyen en mantener la baja autoestima del
venezolano, al estudiante considerar que vive en un país atrasado y donde además, todo lo
humano le es ajeno, valga decir de la política, la historia, la cultura, la estética el arte, el
deporte o la recreación son temas de poco interés para ellos. Se maneja la concepción de
que la tecnología es importante por sí misma y no por los beneficios que le pueda aportar a
la sociedad.

De acuerdo con lo establecido como mandato fiel en la constitución de la República


de Venezuela , que est5ablece la instalación de “una sociedad democrática, participativa y
protagónica, multiétnica y pluricultural en un estado de justicia, federal y descentralizado(
citado del preámbulo de la constitución), de un “Estado democrático y social de derechos y
de justicia” art 2 de la constitución, y con respecto a la Cultura la constitución dice: “las
culturas populares constituidas de la venezolanidad gozan de atención especial
reconociéndose y respetándose la interculturalidad bajo el principio de igualdad de las
culturas” art. 100.

En el mismo orden de ideas, se busca aplicar en la práctica educativa y la practica


cultural vallan de la mano, haciento que se cumplan estos principios como mandatos
constitucionales en el sistema educativo venezolano; de la misma manera todo ciudadano
debe cumplir con su cuota de responsabilidad, ya que no solo tengan los conocimientos
elementales relacionados con el uso adecuado, racional, crítico y creativo de la lingüística,
el procesamiento de la información, la resolución de problemas, reforzando sus actitudes
físicas y el trabajo cooperativo, capacidad de investigación para el análisis de problemas
sociales y ambientales que permitan desarrollar experiencias afectivas, en las cuales se
ponga en evidencia los valores como: amor, respeto mutuo, libertad, justicia,
responsabilidad, solidaridad, honestidad y una actitud positiva hacia la conservación del
ambiente, el patrimonio histórico-cultural y hacia el ejercicio de la nueva ciudadanía.

De igual manera; trataremos en este informe de hablar de la visión romántica de la


cultura o mejor conocido como “Folklore” son un conjunto de expresiones culturales
tradicionales de un pueblo, así como la disciplina que se encarga del estudio de estas
materias. La palabra, como tal, proviene del inglés y se forma con el vocablo folk, que
significa ‘pueblo’, y lore, que traduce ‘acervo’, “conocimiento” o “saber”. En español, lo
aconsejable es escribir folclore o folclor.

El folklore es la expresión de la cultura en todas sus manifestaciones: la artesanía y


la medicina popular, las historias orales, las leyendas, los chistes y los refranes, la música y
la danza, las creencias y supersticiones, así como ciertos ritos y costumbres y del
patrimonio colectivo de una comunidad, que ha venido desarrollándose de manera
espontánea e idiosincrática de los pueblos a lo largo de los siglos y siendo trasmitido
oralmente de generación en generación y a través de la expresión corporal, leguaje de señas
y por medio de la expresión plástica. De allí que el termino folklore se considere parte
fundamental de la identidad cultural de un pueblo o nación. En particular en Venezuela se
dejó de usar este termino de folklor por ser una palabra inglesa, poco correspondiente y
apropiada a nuestras raíces, y se todo como “Cultura Popular” que básicamente tienes el
mismo significado.( Falta un párrafo sobre la estética y la educación)

En este sentido aprovechamos las expresiones da la Licda. Casimira Monasterio,


quien es Profesora de Danza en el Instituto universitario de Tecnología R.C Federico
Rivero Palacio, donde comparte las siguientes reflexiones acerca de cómo el sistema
educativo nacional, desde la etapa inicial hasta la de educación superior, fomenta y
promueve más la expulsión, que la autoexclusión de las grandes mayorías, de sí mismo
(como sujeto); l sistema educativo y de manera general del modelo sociocultural que el
propio sistema educativo formal venezolano propone como modelo civilizador. Para lo
cual intentaremos conocer un poco más las escuelas de educación básica bolivariana y los
institutos tecnológicos de educación superior:

La escuela en Venezuela como modelo de reproducción cultural del modelo de


vida occidental, como modelo único de “desarrollo y única vía para ser feliz la
humanidad”.

La escuela venezolana se caracterizado por su misión y visión civilizadora, la


escuela conservadora la indígena al nagra y sus descendientes. Aun nuestra escuela es el
instrumento para occidentalizar y no para formar el nuevo republicano, que desde el siglo
XIX alrededor de Rodríguez, Bolívar, Martí entre otros pensadores latinoamericanos que
avizoraron nuestra especialidad cultural y la vivencia que no imita, sino que crea, y a
construir una nueva república en continuidad con nuestra historia y realidad social, cultural
y económica. Llenos de rasgos coloniales así en los laboratorios halla tecnologías de punta,
las escuelas venezolanas están muy lejos de ser un centro de creación y producción cultural.

De acuerdo a lo explicado anteriormente, el modelo educativo esta dirigido a


espaldas de nuestro proceso histórico y nuestra realidad cultural, que niegan los “saberes y
sabores” que a lo largo de nuestra historia se han conformado, sea esto científico,
tecnológico, económico, estético, artístico o sociocultural. La escuela venezolana en su afán
civilizador y evangelizador, nos impone un modelo civilizatorio que por un lado enciende
al sujeto en su integridad, corpóreo, al superar lo biótico de los psico emocional, de lo
histórico, sociocultural y del lenguaje. Modelo quien ensalza la supremacía de la razón por
encima de la sensibilidad emocional de una sociedad. Que descalifica nuestra cultura, que
genera vergüenza étnica, propiciando el racismo y el endoracismo, el desprecio por lo
propio o lo nuestro. Mientras se magnifican concepciones gustos, valores y creencias
foráneas, y se imponen necesidades con el fin de obligarnos a consumir el modelo de vida
occidental.
Algunos antropólogos venezolanos como lo son en este caso; Iraida Vargas y Mario
Sanoja en su artículo “Cultura y nueva sociedad”;

“los proyectos civilizadores son movimientos históricos


concretos, que se ponen en marcha alos fines de transformar, actualiza y
vitalizarlas prácticas y valores sociales, el sistema de organización
sociopolítico, en suma todo el sistema social expresado en el estilo de
vida de una sociedad determinada” (Quention pag. 4)

Sobre lo anteriormente dicho del artículo “ ”

De acuerdo con los autores ya mencionados “los proyectos civilizadores pueden


tener una ideología positiva: infundiendo a los pueblos un sentido de misión histórica, que
les permita trascender sus limitaciones materiales e intelectuales más allá de las rutinas de
su existencia cotidiana”. Y negativas cuando se trata de propiciar un efecto social regresivo,
destinado a defraudar los efectos colectivos de superación, a insertar los pueblos dentro de
sistemas productivos orientados exclusivamente a enriquecer las minorías dominantes, para
que estas puedan imponerlas una cultura de la mediocridad y la sumisión de sus designios
políticos.

Hasta ahora, el proceso educativo formal tiene como norte civilizar las grandes
mayorías, el pueblo resultante de la mestización de las etnias indígenas y africanas con la
europea, convirtiéndola en civilizadas y manejar muchedumbres. La evangelización no ha
terminado, por motivo, la escuela es un lugar de batallas entre quienes pretenden dominar al
pueblo y quienes se mantienen erguidos ante tal situación; aunque a pesar de todos los
esfuerzos realizados por los civilizadores propios y extraños, no se hayan concretado las
misiones, hay motivos para pensar que los dioses ancestrales siguen vivos y fuertes.

Como todo proyecto civilizador es un proyecto cultura; la cultura entendida como


un todo orgánico, sistema de creación, sensibilidades, concepciones y valores, que nos
identifican y nos particularizan. En este caso es preciso determinar lo elementos que
acompañan el proceso cultural y estético vinculado con la educación y otros elementos
artísticos que se relacionan entre sí. Podemos comenzar por cualquier punta del mantel, en
esta oportunidad vamos a estudiar la escuela como centro de exclusión desde la estética,
asumida esta no solo como una actitud contemplativa, sino, como se percibe asimismo un
objeto como un individuo, como parte de un colectivo “para significar la manera de
expresar lo percibido, la manera de expresar los objetos constituidos, de ponerle forma a los
estados interiores: el arte y los lenguajes, y entre ellos los estilos, el discurso, los
simbolismos y las religiosidades” (Este 96:12). Percepción que va conformada en el
proceso de socialización, formación, y construcción del sujeto.
El discurso estético de la escuela: la estética es lo cotidiano, no se percibe en la
escuela, allí se ignora la diversidad que nos constituye como nación: allí perviven los
rezagos coloniales: “indio flojo y enchinchorreado”, “negro fuerte, bruto, alegre e
irresponsable”. El blanco es bello e inteligente; un discurso vacío y repetitivo acerca del
indígena, del africano y el europeo, que se expresan de múltiples maneras, donde antes el
concepto de etnia priva la imagen y el concepto de raza. Por su puesto que esto no se dice
de manera explícita, se dice en un discurso encubierto, velado, que intentaremos develar,
paso necesario para la construcción de una escuela que sea;

“una posibilidad de crear nuevos significados,


símbolos, visiones e ideas, a partir de esa constante red de la
cual somos habitantes, de este conglomerado humano que
interactúa en una multiplicidad de formas, sabores, olores,
colores, oídos, rencores, sensaciones, miradas, placeres y
tragedias” (Olivares 2021:2)

Como una vivencia particular de la comunidad.

Lo visual

Si miramos nuestro entorno encontramos variedad en los rasgos fenotípicos de


nuestros semejantes, en el color de la piel, de los ojos, en la textura y el color del cabello;
encontramos una variedad en la producción de objetos indígenas y criollas(asumiendo
como criollo todo hecho o fenómeno sociocultural resultante del proceso de mestizaje y
transculturización que dio lugar a la sociedad y la cultura venezolana; y a toda
Americalatina y el caribe), estos objetos pueden ser: cerámica, tejidos, cestería, tallas,
pinturas, altares, vestuarios(trajes y atavíos), adornos, imaginaria popular, muebles,
construcciones arquitectónicas, entre otras, pero nada de esto tiene cabida en la escuela,
pues la escuela vive de puerta cerrada al historia local, regional, nacional, a lo cual
pertenecen.

Con respecto a la estética escolar está conformada por una serie de objetos que le
revelan como eternamente conservadora: apegada a los cánones compositivos
renacentistas(equilibrio, simétrico, ritmo, línea, línea o radial, entre otros) con códigos de
un lenguaje visual que se expresa en carteleras, laminas, rotafolio, pizarras entre otros.
Tomaremos como ejemplo la cartelera por su preponderante y reveladora, no solo de la
estética visual de la escuela, sino también de la calidad que pueden mostrar los docentes de
las mismas; y después el pizarrón y la tiza son el recurso más utilizado para el proceso de
enseñanza y aprendizaje que más abunda en las escuelas venezolanas, hoy en día algunas
escuelas han cambiado la tiza por marcadores acrílicos y pizarras de fondo blanco.

Las carteleras son un recurso destinado a servir de soporte de un discurso elaborado


en base a la combinación de texto e imágenes, con motivo a la celebración o
conmemoración de fechas patrias, fiestas tradicionales como: navidad, semana santa,
carnaval o feriados como el día del trabajador, día del padre de la madre, etc.

Otro ejemplo es el del 12 de octubre “el día de la raza” o del descubrimiento (como
se sigue denominando este hecho histórico en algunas escuelas). Allí aparecían las tres
carabelas, la clásica imagen de Colón con su apariencia renacentista, un sacerdote cruz en
ristra, y unos indiecitos detrás de un monte con cara de susto, en una playa ofreciendo al
visitante oro, perlas, frutas. Estampa basada en el estereotipo creado por los libros de textos
escolares. Fundamentalmente: en caso de que el tema tratado se refiriese a las colonias o al
día del trabajador, los afrodescendientes eran mostrados, si pertenecía al generó masculino,
con un pantalón roído y sin camisa, llevando unos pescados cargados en la cabeza, y si era
mujer, estaba representada con una falda amplia, con turbante, pilando, barriendo, lavando
o detrás de una mantuana.

La imagen que prevalece en la escuela, es la del indio en el chinchorro (flojo), el


palafito o la choza (pobreza), pero nunca como parte de la creatividad, expresada en la
variedad de su arte como los: tejidos y vivienda (en fibras, técnicas y modelos).

La situación de la afrovenezonalidad es similar, se representa de manera que los


involucrados realizan trabajos forzados o labores domésticas (bruto) o bailando tambor
(borracho e irresponsable). Todavía en el discurso de la escuela el único aporte de la etnia
africana a la conformación de la venezolanidad fue el ritmo de los tambores, no se hable de
sus luchas por la libertad y del verdadero papel que jugaron al influir en la música
venezolana, la danza y la religión, en los procesos de adaptación a la nueva realidad que les
tocó vivir y menos aun sus aportes al desarrollo de la agricultura en la época
independentista.

Para la escuela no existe la cerámica de casanay, barrancoide, manicuare,


expresiones estéticas de civilizaciones indígenas que habitaron nuestro territorio, hace
miles de años, ignora la belleza de un sebucán (cestas, cilindros para extraer el yare de la
yuca), como parte del proceso tecnológico para la producción del casabe; no se habla de la
complejidad de la yeguana, (vivienda de la etnia yeguana del estado bolívar) como
representación simbólica de su mundo místico, de la belleza y grados de dificultad en la
realización de tejidos wayuu(etnias wayuu, estado Zulia). Y diremos más, el indígena
siempre es presentado con la visión colonial o de indigente en su versión contemporánea.
Todavía la escuela no los ha descubierto.

Del mismo modo no se habla en la escuela de los peinados africanos y el gusto por
determinados colores entildados de feos, tampoco es percibida la belleza y la estética su
altar para la realización de los velorios de santos: San Juan, Cruz de Mayo, niño Jesús,
entre otros. Las riquezas que se visualizan en sus diseños, técnicas de confección,
materiales, color en los vestuarios indígenas y criollos, se despecha con el ribete del traje
típico folklorico. Demás está decir, que esta imagen no contribuye a desarrollar e
internalizar los conceptos de diversidad, autovaloración, dignidad.

Por su puesto, si se descalifica, desvaloriza lo indioamericano y lo afro


automáticamente esto se hace extensivo a la sociedad venezolana, constituido
mayoritariamente por hijos de la mezcla. De hecho son ilustres desconocidos en la escuela,
la artesanía andina y larense, las hamacas de aguasay, la cerámica del manicuare o el
cercado, la obra plástica de Juan Félix Sánchez, la pintura de Feliciano Carvallo, Genaro
Coro, y Elsa Morales, por solo citar algunos ejemplos.

Entre tanto los personajes Disney, y de otros comics difundidos por los medios
como el “demonio de Tasmania”; las casitas con techos a dos aguas y chimeneas, San
Nicolás con sus renos y trineos, muñecos de nieves entre otros, pertenecen al repertorio de
imágenes familiares en la escuela y son exhibidas en las carteleras con supremo orgullo.

La música

De igual manera hay poca familiarización con la cantería de melodías y ritmos


musicales venezolanos tradicionales y populares. En nuestras escuelas no se orienta el
aprendizaje que permita la identificación u diferenciación de los ritmos artísticos
producidos en esta tierra, creados por nuestros músicos y compositores de los diferentes
géneros musicales según la región donde se encuentren en Venezuela, por su amplia
geografía y rica variedad rítmica, sonora y musical. Además, es preciso acotar que en las
escuelas no se orienta en la formación de la conciencia de nuestra gran riqueza musical,
sus orígenes y evolución histórica, sus variedad debido al mestizaje y a la combinación con
otras culturas. Además la polirritmia como una contante, también la complejidad del seis
por ocho , que es un ritmo musical que impresiona a venezolanos y especialmente a
extranjeros conocedores de cultura musical, que de forma impresionada o con gesto de
extrañado muestran su asombro y no se explican cómo es posible que los músicos
venezolanos de no explotan esa cantera de ritmos y aun van más allá, al expresar porque
han sido desterrados de los medios de comunicación, cuando debería de ser al contrario los
mdios son un gran espacio para la divulgación y promoción de estos.

Por otro parte cuando nuestra música entra a nuestra escuela lo hace como lo que
conoce como folklore (cultura popular o tradicional) para entretener y amenizar una
actividad, no como como lo que en realidad son músico y compositores de música
tradicional venezolana, según el género por región y de la cual debemos sentirnos orgullos,
ya que en ocasiones se cree que la música europea clásica, extranjera o moderna es lo que
se considera música; la cultura popular venezolana, folclórica o tradicional es visto por
nosotros mismos como pueblo, como viejo, añejado o fuera de moda, es decir fuera del
contexto, y es todo lo contrario las escuelas y los medios de comunicación son los espacios
más afortunados para la formación, preparación y difusión de muestra música y demás
variedades y manifestaciones culturales. Porque de esta forma es que se construye ese
aprendizaje descontextualizado, sin ningún tipo de conexión con la realidad que se vive
diariamente, la cotidianidad de cada comunidad o población que les ha dado vida a esas
costumbres y creencias. Además, se debe fomentar, orientar y rescatar el proceso de
aprendizaje desde el sentir popular, que en nuestro criterio de algo que está perdiéndose,
debido al poco sentido de pertenencia por saber topo lo referente a lo nuestro.

Por ello se puede expresar un vivo ejemplo que los estudiantes en Venezuela, si se
les habla de un merengue lo asocian con merengue dominicano, esto nos preocupa
arduamente porque muy pocos jóvenes en Venezuela saben que en la gran variedad de la
música venezolana también contamos con el merengue venezolano.

La Danza:

La danza es una expresión artística, caracterizada por su variedad y riqueza


coreográfica, en su mescolanza con otras etnias indígenas, europeas y africanas, que dan
apertura a la tradiciones criollas y a los bailes venezolano, que al igual que la música pasa
algo muy parecido, el desconocimiento de tontos géneros musicales y por ende dancísticos,
y a su vez las escuelas no están preparadas para impartir cátedras sobre este amplio campo,
de cómo abordar la música y la danza, como conmemorar su ubicación en el calendario
festivo religioso, la festividades mundanas, o su según sus región; teniendo como
consecuencia la incomprensión de símbolos y rasgos naturales de nuestros referentes
nacionales. La danza tradicional es desprovista, es decir le falta carácter de imposición y
revaloración por el apego a lo nuestro; la danza venezolana en cualquiera de sus géneros:
joropo llanero, joropo orienta, con estribillo, diversiones orientales, danzas de faenas,
indígenas o afrovenezolanos, entre otras, estas danzas tiene una carga emocional e
integración en el trabajo en grupo de la define como un sentido de trabajo colectivo y el
sentido de pertenencia que el venezolano tiene música y danza; además le cantan y le
bailan para cualquier época de año y brinda homenaje a la vida, la historia, la naturaleza y
a todo lo que la representa, esto eso es cultura.

El teatro:

El teatro venezolano también es una representación artística, a través de la expresión


corporal, goza de una gama en su diversidad actoral, como lo es las diversiones orientales
que en su actividad corporal, con música y cantos, representan obras de su vida, historia,
rutinas o jornada laboral, muestran la cultura, la estítica y el arte de la vida del indígena y
de los campesinos recreando su cotidianidad. Esto trajo como consecuencia que se
repitieran continuamente los mismos montajes, sin explicarle a los estudiante el origen de
esas historias, y a su vez el niño no comprende cuál es la función y el sentido de la
representación teatral, el niño dice: la maestra dijo que me aprendiera eso y ensayará.
La danza, la música y el teatro tradicional se utilizan en la escuela para el
espectáculo o un evento de fin de año o proyecto, con una gran carencias de contenido
formativo, estético de forma y fondo, para bridar homenaje a nuestros ancestros, personajes
históricos y cotidianos, enseñar conocimiento, así incentivar la creatividad y estimular la
sensibilidad de los estudiantes en cualquier nivel o modalidad y a la vez de fortalecer los
valores, costumbres y sentimientos inherentes al desarrollo de la venezolanidad con sentido
crítico.

La lectura:

Es importante destacar en la cultura, el amor a la lectura de cuentos venezolanos,


historias y leyendas, pero esta no es la realidad, ya que estos han sido suplantados por los
cuentos de “Disney” y la llamada literatura infantil universal. Publicada por los medios de
comunicación masivos, es bueno enfatiza que algunos medios impresos han insistido y se
han esforzados en publicar cuentos infantiles con sello nacional cono Tío tigre y Tío
conejo, que son representativo a la vivencia de venezolano. Que contrariándolo hasta ahora
asumido por la población en este sentido: dichos cuentos son representaciones de como la
inteligencia de Tío conejo siendo este más débil, vence a Tío tigre que posee la fuerza
bruta.

El libro de texto:

Los libros de textos son un recurso indispensable en el proceso de enseñanza y


aprendizaje, por la diversidad en los contenidos e ilustraciones que despiertan la curiosidad
de los estudiantes y los estimulan, en buena medida muestran un tratamiento estético y
ético de quehacer y vivencias de los indígenas, del afrovenezolanos y los pueblos,
costumbres y creencias venezolanas en general, que con los años han mejorado su
contenido evolutivo e ilustrativo, aún le falta por mejorar. A manera de ejercicio cualquiera
que tome un ejemplo de estos textos podrá verificar cuantos personajes de rasgos indios,
afro o sencillamente criollos aparecen, menos de cuatro veces, y siempre en imágenes
descalificadoras. Un buen ejemplo, el tema de la familia (sin exageración), nunca
encontrara en estos ejemplares la familia extendida venezolana, con su variedad
fenotípica, sino la familia nuclear anglosajona.

La Pirámide Social y el Color de Piel:

Para nadie es un secreto que pirámide social en Venezuela está conformada en su


base por las clases populares, las pertenecientes en su mayoría a la variedad y
heterogeneidad mestiza, con todos sus matices. Mientras que en vértice el elemento
europeo predomina y se hace más homogéneo. En otras palabras, las elites son las que
aparecen en el discurso de la escuela como patrón y norma y la mayoría como lo ajeno y
sobre todo lo que no se debe ser.
Cabe destacar que el discurso de la escuela siempre ha sido la del mestizaje y si
aceptamos que la población es mestiza. Lo cual aparentemente es aceptado y se expresa en
la concebida frase “todos tenemos algo de negro y algo de indio”, “aquí el que no tira
flecha, toca tambor”, “la sociedad café con leche, unos con más café que leche”, que en el
fondo no pasan de ser frases hechas., que nada reflejan orgullo y que por el contrario
denomina con mayor fuerza lo que se quiere ocultar, es decir; todos llevamos dentro algo
de lo malo. Se interioriza como minusvalía la condenación étnica, y esto no contribuye a la
conformación sana de nuestra subjetividad.

Esta forma de manejo del discurso estético descalificador de la población


venezolana, en la escuela genera estiramiento y enajenación en los sujetos que se sienten
minimizados, lesionando su autoestima, y por ende la dignidad, estimulando una visión
sesgada de la sociedad, promoviendo el endoracismo y la autoexclusión de las grandes
mayorías.

La Tv y La Estética del Bebe Gerber:

Un niño gordito de pocos meses de edad, de pelo rubio, ojos claros y mejillas
rosadas, imagen de una reconocida marca de compotas (alimentos para niños), es el modelo
de niño sano que nos vendió la televisión. A partir de famoso bebe Gerger. Este esquema se
repite en los distintos programas y comerciales de la Tv venezolana. El modelo mas medio
impuesto es la negación de la diversidad venezolana, el rubio miss Venezuela y las narices
a lo Osmel Sousa, hacen estragos en nuestra sociedad, tinte de cabello, desrriz, bisturí, son
las herramientas para convertirse en belleza anglosajona y negar la propia imagen, como
reflejo de la vergüenza por el estirpe que corre por sus venas.

Contradicciones de la Escuela: Conservadora, y Reproductora de la Cultura:

De igual manera la escuela es extremadamente conservadora para integrar nuevas


técnicas y conceptos, sobre todo en materia estética y artística, y por otro lado es
excesivamente permisiva con la cultura mediática. La escuela se aferra a una nueva visión
donde el folclore priva sobre lo cultural, porque sigue manejándose un concepto
euroculturista de la cultura, tanto lo creado y lo construido por los indígenas en miles de
años y los criollos a lo largo de 500 años de vida no es cultura es folklore. Lo tradicional
está encerrado entre lo “culto” y una corriente masiva que tiene la fuerza de la moda como
corriente predominante.

BIOGRAFÍA
Constitución de la República bolivariana de Venezuela (1999).

MONASTERIOS C. (s/a).Escuela, estética y exclusión. Art de investigación.

MATA, R.(2001). Arqueología del siglo XX, el culto a las bellas artes.

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