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Universidad Autónoma del Estado de México

Facultad de Ciencias de la Conducta


Psicología Grupo: 02

Estrategias De Enseñanza Y Aprendizaje


L En Psic. Teresa Bernabé Rodríguez
Juan Carlos Anzaldo Jiménez

DIBS
En busca del yo
Virginia M. Axline
DIBS en busca del yo, es un libro donde nos relata la forma en que un niño de 5
años, originario de Manhattan, Nueva York, asistía a una escuela particular, pero
Dibs no mencionaba palabra alguna, otras ocasiones se queda sentado son
moverse toda la jornada de la escuela y en otras ocasiones se arrastraba en el piso
del salón de clase; no hacia el mayor esfuerzo por interactuar con sus compañeros
de clase e incluso su Maestra, la cual mostraba mucho interés por él. Dentro de la
escuela se pensaba que era retrasado mental o que podría ser autista, sin embargo
el retraso mental se refutaba porque poseía la capacidad de lectura, aun a su corta
edad. Dibs paso una serie de tratamiento a base de terapias, las cuales consistían
en dejar que Dibs por medio del juego vaya integrando la capacidad de relacionarse
con los demás, además de que por medio de la pintura y el juego con una casita
pudiera expresarse e ir arreglando los problemas que presentaba para que fuera
funcional de nuevo ante la sociedad.
Siguiendo el desarrollo del libro, de acuerdo al paradigma conductista, el cual es
usar métodos objetivos, como observación y la experimentación; para generar la
descripción de la conducta observable y sus determinantes.
Dentro de este paradigma la terapeuta pudo guiarse con la principal base del
conductismo: la conducta observable y así fue, ya que la terapeuta utilizo la
observación, dejando de lado las subjetividades que pudieran darle sus maestras y
padres, tales como que él era autista o retrasado metal. Aceptando a Dibs tal y cual
se observaba, sin juzgarlo o etiquetarlo, dejando que se desarrollase en el cuarto
de juegos
Posteriormente la terapeuta pudo utilizar a través de este paradigma, una
programación de situaciones rígidas y cerrados, tales como el asistir en determinado
día al salón de juegos por primera vez, para después convertir esa hora como algo
programado para Dibs, el cual podría utilizarla para lo que él quisiera, tal como estar
en el cuarto, algunas ocasiones asistir a la iglesia o incluso a la oficina de la
terapeuta, en sus últimas sesiones. Todo esto se realiza para conducir un objetivo
final: la recuperación de la percepción de Dibs e integrarlo de nuevo a su familia,
salón de clases y ante la sociedad como tal. Siendo así también una aportación
factible a utilizar en un paradigma conductista ante el caso de Dibs.
Algo también aplicable dentro de este paradigma para el caso, es que la terapeuta
ejerce el control de estímulos a fin de enseñar, el claro ejemplo es cuando a pesar
de que Dibs tenía al mando dirigir el juego, la terapeuta está atenta a lo que pasaba
y realizaba indicaciones como “me escuchaste decir cinco minutos más, pero no
indicaste que me oíste” otro caso aplicable es cuando Dibs pide ayuda y la terapeuta
responde “¿qué quieres que haga?” de tal modo esta terapeuta controlo lo que
pasaba y realizo un pequeño reforzador, para alentar a que Dibs explicara lo que
quería, reservando su ayuda anticipada.
Posiblemente algo que no pueda ser aplicable al caso de Dibs, es que él sería
concebido como un objeto, el cual solo interesa su conducta observable, no
teniendo posibilidad de reconocer sus afectos, intereses y valores particulares;
tendría un papel de pasivo/sumiso al cual solo se le aplicarían castigos y
reforzamientos, dando solo este respuestas exactas o univocas. Pero en el caso de
Dibs la terapeuta muestra una relación de ser cálida, amistosa y cooperativa. Ya
que en primer instancia la terapeuta extendió la mano para ir al cuarto de juegos,
se pudo apreciar el establecimiento de una relación con características de
confianza, además cuando Dibs pedía ayuda, la terapeuta se la brindaba cuando él
se la indicaba, también cuando las sesiones pasaron y Dibs entra a la etapa cuando
le comenta sus sentimientos hacia los miembros de su familia, creando así un
vínculo de con confianza para con la terapeuta. Pero creo que este enfoque no es
tan estricto como lo plantea, se encamina más en hacer que el terapeuta fuera más
ético ante las sesiones, esto se ve cuando la terapeuta no menciona nada de que
Dibs pudiera leer y hacer varias cosas más que los niños de su edad, dejando a
Dibs que lo diera a conocer en el momento que él lo deseara. Otro punto ético es
en que esa relación de confianza no debe confundirse con una dependencia, la
terapeuta crea un ambiente donde establece que cada quien tiene su espacio y
pudo finalizar la relación sin problema, cuando el momento de terminar la terapia
finalizara. Así Dibs se sintió preparado para seguir por sí solo cuando termino la
terapia y se siguió desarrollando en su ambiente diario.
Como conclusión, el caso de Dibs pudiera ser aplicado a través de este paradigma,
aun cuando este se ve como algo muy rígido, donde no se permite la reflexión y
donde debe de existir un castigo o refuerzo para cambiar la conducta observable
del sujeto. Debe de entenderse que esto no es aplicado tal cual se plantea, sino que
debe de concebirse como lo plantean sus autores fundadores como J.B. Watson el
cual planteaba como objeto de estudio los procesos observables. Tal como el caso
de Dibs, donde lo rígido debe recaer no en la interacción o conducta, sino en la
programación de la terapia a través de sus diversas técnicas, para así poder cumplir
su objetivo, como se mencionó en párrafos anteriores: la recuperación de la
percepción de Dibs e integrarlo de nuevo a su familia, salón de clases y ante la
sociedad
BIBLIOGRAFIA

 Axline, V. (1977). Dibs, in search of self. México: Diana, S.A.

 Chávez, A. (2007). El Paradigma Conductista en la Psicología Educativa.


Marzo 24, 2019, de Universidad De Colima Sitio web:
https://comenio.files.wordpress.com/2007/08/conductismo.pdf

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