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Grupo: 2551
Profesor:
Alumno:
25/04/19
2019-2
Introducción:
El musculo liso se divide en dos: “el tejido muscular liso unitario o visceral el cual se encuentra en
órganos huecos (estomago, intestino, vejiga, etc.), en paredes de arterias y venas (pequeñas) y en
la piel” [1]. Las fibras unitarias se conectan entre sí a través de uniones en hendidura, que provoca
que cuando una señal neuronal, una hormona, o una señal autorrítmica estimulan una fibra, el
potencial de acción se transmita a las fibras vecinas y estas se contraigan simultáneamente [1]. El
otro tipo es el tejido muscular multiunitario en el cual cada fibra es enervada por sus propias
neuronas motoras (además de que tiene pocas uniones de hendidura) lo que causa la contracción
especifica de una sola fibra; estas fibras se encuentran en paredes de grandes arterias, vías aéreas
pulmonares, músculos erectores de folículos pilosos, músculos del iris, etc. [1]. Una de las
características del musculo liso es su capacidad para estirarse demasiado y poder contraerse de
nuevo sin ningún problema [2].
El musculo liso está conformado por fibras musculares lisas que son células alargadas
(agusanadas en los extremos), con un solo núcleo en posición central, estas fibras no son estriadas
(no están dispuestas en sarcómeros) por lo que cuentan con filamentos intermedios que se
conectan a unas estructuras llamadas cuerpos densos (unidos al sarcolema), a su vez los
filamentos finos están unidos a estos y cuando ocurre una contracción el deslizamiento de los
filamentos provoca el acortamiento de la longitud de las fibras [3]. Las fibras musculares lisas
tampoco presentan túbulos-T (además de que cuentan con un retículo sarcoplasmico pequeño
para contener Ca^+2) en lugar de eso hay unas pequeñas invaginaciones del sarcolema llamado
caveolas las cuales tienen Ca^+2 útil para las contracciones. Las fibras musculares lisas tienen una
proteína reguladora llamada calmodulina la cual se une al Ca^+2 (sustituyendo a la troponina) lo
cual activa mecanismos que fosforilan una parte de las cabezas de miosina lo que permite unirse a
la actina y permiten la contracción [4].
En mayor parte el sistema nervioso autónomo controla el potencial de contracción de las fibras
del musculo liso. También, muchas fibras del musculo liso se relajan o contraen en respuesta a
distención (tensión del órgano), cambios en los niveles de pH, oxígeno y dióxido de carbono,
temperatura, concentraciones iónicas y algunas moléculas [2].
En esta práctica se evaluaron (haciendo una miografía con ayuda del biopac) los efectos de la
actividad mecánica (contracciones peristálticas) de un segmento del intestino delgado (duodeno)
de una rata, al ser sometido a diferentes condiciones tales como: Presencia-ausencia de oxígeno,
disminución de la temperatura y aumento de esta (a 6°C, 25°C, 36°C, 38°C y 40°C), efecto de
pilocarpina, atropina, ruda, zoapatle, e iones sodio. El segmento de intestino al ser sometido a
estas diferentes condiciones respondía aumentando o disminuyendo las contracciones así como el
tono muscular medido (fuerza) en gramos/s.
Método:
Resultados:
Estado basal:
Efecto de la tensión de oxígeno:
Efecto de temperatura:
Efecto pilocarpina:
Efecto de atropina:
Efecto de Ruda:
Efecto de Zoapatle:
Efecto de los iones (𝑁𝑎+ , 𝐶𝑎2+ 𝑦 𝐾 +):
𝑁𝑎+ :
𝐾 +:
𝐶𝑎2+ :
Efecto de acetilcolina:
Efecto de adrenalina:
Análisis de resultados:
Conclusiones:
Referencias: