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No creemos que la biología pueda darnos la explicación total a la conducta criminal, pero
igualmente creo que es mandatorio que todo profesional del campo de las Ciencias Sociales se
actualice en estos nuevos descubrimientos e hipótesis, por cuanto es objetivo y competente
reconocer aquellas condiciones fisiológicas, neurológicas, cromosómicas y anatómicas que
puedan determinar algunos de los muchos casos de conducta criminal.
TRANSTORNOS ORGANICOS-CEREBRALES
Una serie de trastornos cerebrales pueden condicionar la conducta delictiva y antisocial de las
personas que sufren esta clase de alteraciones orgánicas, por ejemplo: encefalitis epidémica,
síndrome del lóbulo frontal, trastornos del hipotálamo, epilepsia traumática y esencial, etc., que
la criminología lo estudia con atención.
Pues lo que interesa son las secuelas permanentes de las lesiones o traumatismos encéfalo-
craneales consecutivos que pueden incidir en conductas con tendencias a la criminalidad y en
estados socialmente peligrosos. Los especialistas enseñan que las lesiones cerebrales
traumáticas deben evaluarse en su faz aguda y crónica, a manera de las secuelas
psicopatológicas. Dentro de este marco referencial debe investigarse, la conmoción cerebral
grave y las afecciones cerebrales graves.
La contusión cerebral se produce por el choque del cráneo contra un objeto duro que, sin
lesionar el cerebro o encéfalo, el impacto traumático ejerce sobre las células neuronales una
violencia mecánica que en cierta forma afecta sus funciones bio-eléctricas, generalmente con
perdida del conocimiento.
La contusión cerebral se produce cuando la fuerza del impacto traumático, vence la resistencia
de la capa craneana, la masa encefálica queda expuesta a lesiones, que puede ser con expansiva
hemorragia o edemas secundarios.
En el ser humano, el lóbulo frontal adquiere su mayor desarrollo anatómico y asume la más alta
jerarquía intelectual y constituye el eje funcional de todos los mecanismos de la personalidad
humana (inteligencia, razonamiento, voluntad, etc.)
Ahora bien el lóbulo frontal, interviene tanto en la esfera intelectual como en la valorativa, en
efecto, por delante de la área matriz hasta el polo anterior, el lóbulo frontal presenta la corteza
prefrontal, órgano del intelecto en cuanto al pensar, al razonar, a la formación de los conceptos,
a las operaciones de análisis y síntesis.
Así mismo, podemos inferir la importancia que reviste el lóbulo frontal en la consistencia de la
personalidad y la conducta. Las lesiones que pueda sufrir, de hecho producen trastornos
profundos de la esfera personal del lesionado encefálico. Pues las personas con ese tipo de
personalidad es propensa a cometer cualquier delito, especialmente atentados contra la vida,
el cuerpo y la salud de las personas; además, la peligrosidad social se manifiesta. “Por eso las
manifestaciones caracterológicas de las heridas conducen con gran frecuencia a conflictos,
siendo obligada en gran número de ellos la intervención forense (injurias, delitos sexuales, tratos
con menores, vagabundeo, alcoholismo).
Los actos criminales son impresionantes por la brutalidad, pueden ser la traducción de la
patología orbitaria. En los delincuentes que han sufrido traumatismo craneal, la afección puede
impedir dirigir sus acciones correctamente en el momento del hecho criminoso; en forma
aparente pue3den tener plena conciencia de sus actos, pero no pueden controlarlos y
refrenarlos, por eso no tienes capacidad para delinquir, por ser inimputables.
Así pues los tumores cerebrales pueden coincidir como factores predisponentes en la
criminalidad Vicente P. Cabello, que es el cerebro humano reconoce tres esferas morfológicas:
Cerebro interno o estrato profundo (cerebro limbito) el cual elabora la esfera vital de la
personalidad, con sus tendencias instintivas de la conservación, reproducción, homeostasis
(tendencia de los sere4s vivos a presentar una constancia de condiciones ambientales en su
medio interno), conductas endocrina les y de tendencia antisocial originadas por trastornos
funcionales, de tendencia reactiva y de agr4esividad. Esta esfera vital es el fundamento del ser
biológico, que nos identifica con el reino animal.
El cerebro externo o superior: informa en el hombre, el surgir del pensamiento abstracto, que
lo convierte en un ser inteligente y con voluntad, en esta tarea la corteza frontal lobular
desempeña una importante función neurológica y psíquica.
Empero del lóbulo frontal es el lóbulo del futuro, porque efectúa no solamente pronostico de
probabilidades, que equivale a estar preocupado de la problemática de la vida, del hombre y de
la sociedad, como de la dirección de la conducta y comportamiento, acordes con las normas
sociales, éticas y jurídicas. El traumatismo o un tumor en la corteza frontal lobular pueden
afectar esta esfera de la personalidad, trastornando la conducta en dirección antisocial o
criminal.
La corteza cerebral prefrontal contiene las características más esenciales del hombre como ser
humano, donde nace el YO, como centro de contemplación y acción transformadora del mundo
y de la persona; de la acción de autoconciencia de su ser y de relación con el mundo circundante,
cuyo objetivo es transformarlo.
Por el YO sabemos que existimos y pensamos, que somos capaces de situarnos en el tiempo,
espacio, las cir5cicunstancias y la sociedad que se debe transformar y perfeccionar en beneficio
del hombre, así como el mundo exterior que nos rodea, que somos capaces de enfrentarnos y
modificarnos en beneficio de la sociedad. Estos factores neuro-psíquicos, permiten inferir las
zonas cerebrales en la conducta del hombre, que también se trastorno y puede desviarse por
sendas antisociales y delictivas.
En conclusión, sin duda que cualquier lesión traumática o tumor cerebral orbitario lobular
alterará y trastornará los factores neuropsicológicos y neuromáticos cerebrales, que de algún
modo inciden en la conducta y comportamiento del enfermo, que de este modo puede
traducirse en fenómeno antisocial y delictivo, motivado por el síndrome orbitario, al ser incitado
o estimulado por factores exógenos del mundo circundante y mesológico
Al respecto, E. Podolosky (1956-1965), estudio a dos delincuente homicidas, en los que se hallo
una fisiología defectuosa del hipotálamo. Sin embargo, como los señalan también diversos
neurofisiólogos, no se debe deducir de esto que el hipotálamo es el centro de la agresión, porque
dicha conducta puede desencadenarse desde diferentes áreas del cerebro, aunque esto no
significa que el hipotálamo deje ser importante.
El caso del homicida masivo Charles Whitman (1966), que luego de asesinar a su madre y esposa
se ubico en una Torre de la Universidad de Texas, con un rifle disparando, matando a 14
personas, antes de ser muerto por la policía. Un examen de su encéfalo en la necropsia reveló
la presencia de un tumor tamaño de una nuez. Antes de cometer estos asesinatos había escrito
que sentía impulsos raros y pensamientos raros e irracionales, y que había decidido matar a su
esposa, no obstante que la amaba mucho. En suma hay que considerar que los hechos
emocionales del ser humano desde el punto de vista neurológico están relacionados con el
hipotálamo, amígdala y la corteza frontal sobre todo, por cuanto estas estructuras cerebrales
están interconectadas; así mismo podemos olvidar que las condiciones psico-sociales moldean
y orientan la conducta humana.
5. EPILEPSIA Y CRIMINALIDAD
Lo que tratamos de señalar es que un proceso de alteración orgánica cerebral de tipo epiléptico,
en algunos casos dados los trastornos del carácter y la conciencia puede influir en la ejecución
de acciones violentas o agresivas, que llegan a encuadrar dentro de un tipo delictivo, sea lesiones
u homicidio.
6. CORRELACIONES CRIMINOLOGICAS
Hablando de epilepsia cabe señalar que cuando está se localiza en el lóbulo temporal determina
una conducta destructiva y de descontrol en el individuo. Por ejemplo el caso de una paciente
estudiada por este problema, la cual fue tratada mediante una cirugía con el propósito de
mejorar de conducta agresiva; sin embargo el éxito no siempre ha sido obtenido en todos los
casos, incluso en algunos pacientes se logro tal control pero se manifestaron nuevamente, luego
de un tiempo.
“Recordaremos que las tendencias impulsivas perversas (agresividad, robo, perversión sexual.
Etc.) Se presentan generalmente con el carácter de actos impulsivos, automáticos y reiterados
que confieren una fisonomía especial “tales estados se encuentran en los distintos
comportamientos homosexuales, exhibicionistas y fetichistas, delitos que se realizan
públicamente sin ningún recato.
También son impulsivos, con tendencia a la agresión y otros actos antisociales, como el robo:
con frecuencia presentan asimismo un carácter impulsivo. Cuando sienten un deseo lo realizan
sin pensarlo, sin pararse a calcular sus consecuencias.
El sistemas limbito representa no solo el centro de las funciones olfativas, sino que, a través de
sus múltiples conexiones anátomo-fisiológicas con las áreas corticales como las estructuras
profundas subcorticales (principalmente con la formación reticular del tronco encefálico y con
el hipotálamo). Integración y control de coordinación del comportamiento emotivo e instintivo
del hombre.
Los criminólogos estiman que los trastornos patológicos y psicopatológicos del sistema limbito-
renincéfalo del hipocampo cerebral, puede provocar conductas agresivas, violentas `por acción
de la ira y de la rabia: por tanto, el fenómeno limbito psicopatológico, puede ser causa de
criminalidad en todas sus manifestaciones delictivas de violencia y agresiones, que pueden
conducir a causar lesiones y hasta homicidios, la agresividad y violencia cuando son estimuladas
por factores exógenos del ambiente mesólogico o mundo circundante social. Puede inducir al
individuo que sufre estos trastornos, a manifestar un comportamiento socialmente peligros, por
sus formas de reacción emotivo-afectiva de ira y rabia, creando frustraciones o estímulos y
provocaciones del mundo circundante.
9. DIENCEFALICA Y CRIMINALIDAD
Toda la concepción crimino genética y del estado peligroso estaba concebida en la teoría de la
denominada diencefalosis criminal, es decir, en los trastornos funcionales cerebro-di encefálico.
En efecto, el di encéfalo o cerebro intermedio está situado debajo del cuerpo calloso y el fornix
(trígono cerebral), fusionándose por los lados con los hemisferios del telen céfalo.
La ciencia ha confirmado el ínter influencia del sistema endocrino con las funciones del cerebro
o sistema nervioso superior y los fenómenos psicológicos, hasta morales que es su relación con
el mundo circundante provocan reacciones de conducta humana frente a situaciones
mesólogica críticas y de violencia criminó genas.
Las anomalías neurofuncionales del encéfalo así como las lesiones y trastornos morbosos
fisiopatológicos de los centros di encefálicos, según Pende y sus colaboradores, determinarían
una verdadera corriente de tendencias instintivas antisociales y de un egoísmo cerrado que
condicionaría los elementos potenciales de la criminalidad y del estado peligroso, que se
desencadenarían condicionados por los estímulos mesológicos del ambiente social, conflictivo y
tensional.
La ciencia también ha comprobado, que los trastornos funcionales de las glándulas de secreción
interna, producen un grupo de psicosis, que causan enfermedades psíquicas.
El empleo del nuevo sistema “PET” (Position Emision Tomography) ha permitido hacer un
análisis detallado del funcionamiento del cerebro de Hincley. La universidad ha sido concluyente
pues ha quedado demostrado de que el cerebro del frustrado asesino Jhon Warnock Hincley (26
años ), que quiso asesinar al presidente Reagan ha quedado confirmado de que su cerebro
estaba enfermo, sufría de esquizofrenia. Este método acoplado a la omnipresente computadora,
usa un instrumento que analiza las pequeñas corrientes que se producen en el cerebro por
medio de la emisión de positrones (partículas subatómicas) permitiendo hacer imágenes de la
actividad cerebral por capas
El reciente proceso judicial contra el joven Jhon Hinckley, frustrado asesino del presidente
norteamericano Reagan, finamente declarado irresponsable de sus actos, al probar los
abogados que sufre una anomalía cerebral, ha desenterrado en los estados unidos la
apasionante y vieja polémica ¿tienen los criminales un cerebro normal?
Por primeras vez en la justicia se ha aplicado, como argumentos jurídicos, los resultados de un
análisis cerebral realizado por el revolucionado instrumento medico que es el “Scanner”.
En el proceso contra el agresor de Reagan se utilizaron los adelantos introducidos por el”
scanner” para determinar si el criminal tenia un cerebro normal o si obraba impulsado por
alguna anomalía en su mente. El diagnostico del sofisticado aparato salvo la cabeza de Hinclkey,
que fue declarado enfermo y por lo tanto no responsable
Ø ARRUGAS EN EL CEREBRO
EL scanner Permite realizar una auténtica autopsia del cerebro vivo. Este scanner puede verlo
como si lo cortase en láminas. Es el caso del joven Hincley, el Scanner permitió observar en su
cerebro una anomalía que se encuentra en el 15% de los esquizofrénicos, consistente en un tipo
de atrofia del cerebro, que es relativamente frecuente en personas de edad que sufren de
demencia senil no lo es en absoluto en un joven de 25 años, el doctos Davis, afirmo que las
personas ancianas tienen determinadas arrugas en el cerebro, pero si se encuentran en un joven
es preciso preguntarse si tiene alguna anomalía.
También ha y otras técnicas que permiten observar el funcionamiento bioquímica del cerebro,
como la inyección de glucosa marcada, o la mas reciente de R.M.N (Resonancia Magnética
Nuclear), que permite que por simple examen radiológico, verlas reacciones químicas del
organismo. No se sabe por lo tanto lo que sucede en el cerebro del frustrado magnicida, solo se
sabe que no es normal
Ø DETECTAR ANORMALIDADES
Las técnicas de encefalograma, que mide la actividad eléctrica de los hemisferios, son de una
gran precisión para mostrar el estado mental de una persona y su inteligencia, Mednick afirma
que el electito puede indicar la posible conducta asocial o la aptitud para la delincuencia de un
individuo.
Esta técnica consiste en medir ciertos parámetros como las ondas cerebrales, el ritmo cardiaco,
las propiedades eléctricas de la piel, mediante esta técnica es posible prever un comportamiento
criminal una docena de años antes.
Estos estudios traen consigo una multitud de problemas éticos ¿es posible buscarlos
sistemáticamente a los portadores de anomalías? ¿La simple posesión de una anomalía cerebral
es automáticamente eximente para el criminal?
Varios defensores de mujeres asesinas de sus parientes indican ya el síndrome premenstrual
como circunstancia atenuante, ya que no solo las mujeres pueden volverse violentas bajo el
efecto de su periodo sino que unos adecuados tratamientos hormonales pueden calmar su
agresividad. Los abogados defensores de mujeres criminales han encontrado su argumento:
“todo es culpa del síndrome premenstrual” un estado nervioso pasajero unido inevitablemente
a la feminidad.
EL VALOR DE LA CONCIENCIA
La conciencia del delincuente podría ser uno de los mejores objetivos para tratar de hacer más
seguras las calles. A diferencia de factores de disuasión como la policía, la desaprobación de la
familia y la justicia, la conciencia está siempre en el lugar del crimen es decir el delincuente la
tiene, como ocurre en la mayoría de los casos, según se ha comprobado en estudios.
“No caben dudad de que la conciencia es probablemente el principal elemento restrictivo”, para
mantener a la mayoría de las personas en el campo de la honestidad, según la entrevista hecha
al profesor Wilson, catedrática de Ciencias de Gobierno en Harvard.
La familia es ciertamente parte del cuando, pero ese tono moral es encontrado en todas partes,
en los medios informativos, en la cultura popular, en las escuelas y así sucesivamente. De
manera que cuando se habla de conciencia se habla en realidad de un aspecto de una colección
tremendamente numerosa de variables que abarcan desde el mi8smo sistema de justicia del
crimen hasta los ámbitos más íntimos de la familia.
En cuando a la proclividad de una persona, de las pilas de estudio citados por los dos catedráticos
surgen estas pautas:
SEXO: Los varones cometen una cantidad de delitos mucho mayor que las mujeres.
Mayormente por delitos de hurtos, ebriedad, robo de automóviles, atracos y posesión ilegal de
armas.
BASES SOCIOLÓGICAS
a) Tratar de lograr las metas y aspiraciones aprendidas socialmente usando medios desviados e
ilegítimos, por ejemplo, con la venta de drogas.
c) Se adaptan a su pobreza con resignación, fatalismo, pasividad, falta de fe hacia su futuro, falta
de confianza, entere otras cosas; por ejemplo, viendo el delito pero no haciendo nada por
detenerlo.
La psicología mantiene un cuerpo de teoría y modelos que nos permiten entender y visualizar la
conducta criminal desde varias perspectivas y modelos que integran la biológica, la social y la
psicológica:
Plantea que las causas de la conducta están en la herencia, en la genética, en daños congénitos,
(ocurridos durante el embarazo o el parto), en exposición a ambientes de contaminación
ambiental, por defectos, mutaciones, anormalidades físicas, accidentes, traumas fisiológicos o
daño cerebral.
Plantea que las personas son particularmente vulnerables a traumas, complejos, conflictos no
resueltos que quedan archivados en el inconciente, personas que sufren del maltrato infantil,
crianzas rígidas o extremadamente laxas (sin estructura ni reglas parentales), relaciones
inadecuadas con los adultos, dificultades en la identificación sexual correcta, tienden a
desarrollar respuestas emocionales disfuncionales mientras crecen. De no ser atendidas
correctamente estas experiencias negativas y ansiógenas permiten el desarrollo de reacciones
neuróticas, psicóticas en algunos extremos, que habrán de manifestarse en la vida a partir de la
adolescencia.
Plantea que en principio todo en el ser humano, menos los reflejos, es producto del aprendizaje,
un proceso acumulativo de cambios que ocurren en el organismo de acuerdo a la experiencia,
conductas que buscan un objetivo adaptativo dependiente y relativo a los estímulos que se
reciben del ambiente social externo en el cual esta insertada la persona. La personalidad y la
conducta es el conjunto de reacciones aprendidas por premiación de acuerdo a las contingencias
externas.
La persona que comete un delito bajo efecto de una condición, o un estado mental disfuncional,
esta muy enferma y no puede enfrentar las consecuencias de sus acciones ni un proceso judicial.
En cambio la persona aunque reconocida como “victima” de un ambiente donde puede haber
estado expuesto a circunstancias negativas y deformativas, se considera responsable de sus
acciones.