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TRANSTORNOS ORGANICOS-CEREBRALES Y CRIMINALIDAD

No creemos que la biología pueda darnos la explicación total a la conducta criminal, pero
igualmente creo que es mandatorio que todo profesional del campo de las Ciencias Sociales se
actualice en estos nuevos descubrimientos e hipótesis, por cuanto es objetivo y competente
reconocer aquellas condiciones fisiológicas, neurológicas, cromosómicas y anatómicas que
puedan determinar algunos de los muchos casos de conducta criminal.

La gran cantidad de estudios para explicar la criminalidad en la perspectiva biológica no es un


evento, moda o patrón nuevo. No obstante, hoy día las investigaciones giran explorando nuevas,
o más específicas, variables que incluyen una variedad enorme de factores físicos tales como los
niveles alterados de serotonina (perspectiva bioquímica, desbalances químicos), alteraciones en
el lóbulo frontal, ADD (desorden de déficit de atención), niveles altos de testosterona
combinados con niveles bajo de serotonina, niveles bajo de colesterol, el efecto en general de
los andrógenos, el efecto de diversas drogas auto-inducidas (ingeridas), los efectos de las dietas
(enfoque nutricional), alteraciones por cobre y zinc, el efecto de traumas y accidentes, el efecto
de traumas en guerras o eventos de estrés en desastres naturales 8simbolo post-traumático), el
efecto de la contaminación ambiental y las toxinas, hiperactividad, efectos cognitivos, el efecto
del tabaquismo en la madre sobre los hijos/ as, efecto del acido úrico, la predisposición genética,
y la relación entre estados emocionales alterados (depresión y ansiedad) y la conducta criminal,
entre muchos otros.

TRANSTORNOS ORGANICOS-CEREBRALES

Una serie de trastornos cerebrales pueden condicionar la conducta delictiva y antisocial de las
personas que sufren esta clase de alteraciones orgánicas, por ejemplo: encefalitis epidémica,
síndrome del lóbulo frontal, trastornos del hipotálamo, epilepsia traumática y esencial, etc., que
la criminología lo estudia con atención.

1. SECUELAS DE LOS TRAUMATISMOS ENCEFALO-CRANEALES

Pues lo que interesa son las secuelas permanentes de las lesiones o traumatismos encéfalo-
craneales consecutivos que pueden incidir en conductas con tendencias a la criminalidad y en
estados socialmente peligrosos. Los especialistas enseñan que las lesiones cerebrales
traumáticas deben evaluarse en su faz aguda y crónica, a manera de las secuelas
psicopatológicas. Dentro de este marco referencial debe investigarse, la conmoción cerebral
grave y las afecciones cerebrales graves.

La contusión cerebral se produce por el choque del cráneo contra un objeto duro que, sin
lesionar el cerebro o encéfalo, el impacto traumático ejerce sobre las células neuronales una
violencia mecánica que en cierta forma afecta sus funciones bio-eléctricas, generalmente con
perdida del conocimiento.

La contusión cerebral se produce cuando la fuerza del impacto traumático, vence la resistencia
de la capa craneana, la masa encefálica queda expuesta a lesiones, que puede ser con expansiva
hemorragia o edemas secundarios.

Los traumatismos cráneo-encefálicos pueden producir alteraciones de la conducta y se da la


personalidad con repercusiones criminológicas, así mismo, pues los frecuentes trastornos de
conducta y personalidad; ya no son los mismos de antes pues son mas apreciables por sus
amigos y familiares ya que es un cambio bastante notable en la conducta que va devenir de un
accidente traumático encéfalo grave.
2. TRAUMATISMO ENCEFALO-CRANEANO DEL LOBULO FRONTAL

En el ser humano, el lóbulo frontal adquiere su mayor desarrollo anatómico y asume la más alta
jerarquía intelectual y constituye el eje funcional de todos los mecanismos de la personalidad
humana (inteligencia, razonamiento, voluntad, etc.)

Ahora bien el lóbulo frontal, interviene tanto en la esfera intelectual como en la valorativa, en
efecto, por delante de la área matriz hasta el polo anterior, el lóbulo frontal presenta la corteza
prefrontal, órgano del intelecto en cuanto al pensar, al razonar, a la formación de los conceptos,
a las operaciones de análisis y síntesis.

Así mismo, podemos inferir la importancia que reviste el lóbulo frontal en la consistencia de la
personalidad y la conducta. Las lesiones que pueda sufrir, de hecho producen trastornos
profundos de la esfera personal del lesionado encefálico. Pues las personas con ese tipo de
personalidad es propensa a cometer cualquier delito, especialmente atentados contra la vida,
el cuerpo y la salud de las personas; además, la peligrosidad social se manifiesta. “Por eso las
manifestaciones caracterológicas de las heridas conducen con gran frecuencia a conflictos,
siendo obligada en gran número de ellos la intervención forense (injurias, delitos sexuales, tratos
con menores, vagabundeo, alcoholismo).

Los traumatizados craneales suelen cometer delitos de violencia a causa precisamente de la


irritabilidad que presentan, y que es agravada en términos insospechados por la intolerancia
para todos los tóxicos, fundamentalmente para los alcoholes, y es precisamente en estos casos
que toca a los médicos forenses determinar si se presenta o no el cuadro de la debilidad cerebral
traumática y estudiar su habilidad afectiva para determinar si su facultad de juicio se halla
afecta. También es necesario conocer que los tumores malignos producen símbolos cerebrales,
que se manifiestan en estados psicóticos de corta duración.

No obstante, las secuelas mentales post-traumáticas, de las lesiones orbitarias lobulares de


cualquier etiología “están integradas por obscenidad, violencia, exaltación sexual, egoísmo y
casos con euforia”.

Los actos criminales son impresionantes por la brutalidad, pueden ser la traducción de la
patología orbitaria. En los delincuentes que han sufrido traumatismo craneal, la afección puede
impedir dirigir sus acciones correctamente en el momento del hecho criminoso; en forma
aparente pue3den tener plena conciencia de sus actos, pero no pueden controlarlos y
refrenarlos, por eso no tienes capacidad para delinquir, por ser inimputables.

3. TUMOR CEREBRAL DE LOS LOBULOS FRONTALES E INCIDENCIA CAUSAL EN LA


CRIMINALIDAD

La importancia funcional y psicológica de los lóbulos frontales, constituye el eje fundamental de


todos los mecanismos y factores superiores de la personalidad humana.

Así pues los tumores cerebrales pueden coincidir como factores predisponentes en la
criminalidad Vicente P. Cabello, que es el cerebro humano reconoce tres esferas morfológicas:

Cerebro interno o estrato profundo (cerebro limbito) el cual elabora la esfera vital de la
personalidad, con sus tendencias instintivas de la conservación, reproducción, homeostasis
(tendencia de los sere4s vivos a presentar una constancia de condiciones ambientales en su
medio interno), conductas endocrina les y de tendencia antisocial originadas por trastornos
funcionales, de tendencia reactiva y de agr4esividad. Esta esfera vital es el fundamento del ser
biológico, que nos identifica con el reino animal.

El cerebro externo o superior: informa en el hombre, el surgir del pensamiento abstracto, que
lo convierte en un ser inteligente y con voluntad, en esta tarea la corteza frontal lobular
desempeña una importante función neurológica y psíquica.

El cerebro intermedio: destinado a la excelsa función de converti8r el mundo externo e interno


que nos rodea en una fuente de valores y conocimientos útiles para satisfacer necesidades del
ser viviente y colectivas de la sociedad.

Empero del lóbulo frontal es el lóbulo del futuro, porque efectúa no solamente pronostico de
probabilidades, que equivale a estar preocupado de la problemática de la vida, del hombre y de
la sociedad, como de la dirección de la conducta y comportamiento, acordes con las normas
sociales, éticas y jurídicas. El traumatismo o un tumor en la corteza frontal lobular pueden
afectar esta esfera de la personalidad, trastornando la conducta en dirección antisocial o
criminal.

La corteza cerebral prefrontal contiene las características más esenciales del hombre como ser
humano, donde nace el YO, como centro de contemplación y acción transformadora del mundo
y de la persona; de la acción de autoconciencia de su ser y de relación con el mundo circundante,
cuyo objetivo es transformarlo.

Por el YO sabemos que existimos y pensamos, que somos capaces de situarnos en el tiempo,
espacio, las cir5cicunstancias y la sociedad que se debe transformar y perfeccionar en beneficio
del hombre, así como el mundo exterior que nos rodea, que somos capaces de enfrentarnos y
modificarnos en beneficio de la sociedad. Estos factores neuro-psíquicos, permiten inferir las
zonas cerebrales en la conducta del hombre, que también se trastorno y puede desviarse por
sendas antisociales y delictivas.

En conclusión, sin duda que cualquier lesión traumática o tumor cerebral orbitario lobular
alterará y trastornará los factores neuropsicológicos y neuromáticos cerebrales, que de algún
modo inciden en la conducta y comportamiento del enfermo, que de este modo puede
traducirse en fenómeno antisocial y delictivo, motivado por el síndrome orbitario, al ser incitado
o estimulado por factores exógenos del mundo circundante y mesológico

El síndrome arbitrario, aparece por lesión o destrucción, atropamiento y alteración anátomo


funcional de la corteza orbitaria, fenómenos que perturban hondamente la conducta humana y
empobrecen las funciones superiores psicológicas que condicionan la convivencia social.

El hombre honrado y el delincuente reaccionen como seres bio-psicosociales como respuestas


totales a los estímulos del medio ambiente social y físico natural, con todas sus potencias físicas,
biológicas, antropológicas, psíquicas y éticas; unos hombres reaccionan en forma positiva, otros
de modo negativo. En este mundo complejo de causas estímulos-respuestas se debe buscar el
determinante criminológico, con el fin que se adopten medidas preventivas de diagnostico y
pronostico de la criminalidad y de tratamiento criminológico del delincuente para neutralizar la
delincuencia y peligrosidad social latente, en potencia o en acción.

4. ALTERACIONES EN EL CEREBRO Y CRIMINALIDAD


Se ha determinado desde el punto de vista neurofisio9logico, con diversos estudios que las
alteraciones del di encéfalo determinan el comportamiento emocional en los individuos,
pudiendo provocar en los mismos, reacciones agresivas, violentas o inadecuadas.

Al respecto, E. Podolosky (1956-1965), estudio a dos delincuente homicidas, en los que se hallo
una fisiología defectuosa del hipotálamo. Sin embargo, como los señalan también diversos
neurofisiólogos, no se debe deducir de esto que el hipotálamo es el centro de la agresión, porque
dicha conducta puede desencadenarse desde diferentes áreas del cerebro, aunque esto no
significa que el hipotálamo deje ser importante.

El caso del homicida masivo Charles Whitman (1966), que luego de asesinar a su madre y esposa
se ubico en una Torre de la Universidad de Texas, con un rifle disparando, matando a 14
personas, antes de ser muerto por la policía. Un examen de su encéfalo en la necropsia reveló
la presencia de un tumor tamaño de una nuez. Antes de cometer estos asesinatos había escrito
que sentía impulsos raros y pensamientos raros e irracionales, y que había decidido matar a su
esposa, no obstante que la amaba mucho. En suma hay que considerar que los hechos
emocionales del ser humano desde el punto de vista neurológico están relacionados con el
hipotálamo, amígdala y la corteza frontal sobre todo, por cuanto estas estructuras cerebrales
están interconectadas; así mismo podemos olvidar que las condiciones psico-sociales moldean
y orientan la conducta humana.

5. EPILEPSIA Y CRIMINALIDAD

Se describe a la epilepsia como un estado de perturbación de la función cerebral, caracterizada


por un trastorno y alteración en la conducta.

Lo que tratamos de señalar es que un proceso de alteración orgánica cerebral de tipo epiléptico,
en algunos casos dados los trastornos del carácter y la conciencia puede influir en la ejecución
de acciones violentas o agresivas, que llegan a encuadrar dentro de un tipo delictivo, sea lesiones
u homicidio.

6. CORRELACIONES CRIMINOLOGICAS

Hablando de epilepsia cabe señalar que cuando está se localiza en el lóbulo temporal determina
una conducta destructiva y de descontrol en el individuo. Por ejemplo el caso de una paciente
estudiada por este problema, la cual fue tratada mediante una cirugía con el propósito de
mejorar de conducta agresiva; sin embargo el éxito no siempre ha sido obtenido en todos los
casos, incluso en algunos pacientes se logro tal control pero se manifestaron nuevamente, luego
de un tiempo.

7. ENCEFALITIS EPIDEMIA, DELINCUENCA Y ESTADO DE PELIGRO

La encefalitis epidémica es producida por un virus neumotropos que invaden directamente el


sistema nervioso central: específicamente causan lesiones a la sustancia gris cerebral,
cultivándose en el líquido cefalorraquídeo y cerebral, el mal ataca a niños, adolescentes, pero
también a los adultos, dejando una secuela generalmente malsana en el cerebro y
consecuencias graves en la conducta del enfermo. Los especialistas afirman que destacan por su
frecuencia las encefalitis virales herpáticas, gripal, entérica o por virus atípicos no identificados.

Los trastornos de conducta aparecen en su fase crónica y post-encefalítica. El episodio


encefalítica puede causar una transformación completa de la personalidad. La infección viral
encefalítica causa daño anatómico y fisiológico a los centros nerviosos del cerebro, que
gobiernan la conducta humana; se rompe su equilibrio dinámico y afecta la presencia las esferas
afectiva y volitiva de la vida psíquica.

La encefalitis letárgica que sobreviene despue4s de su curación post-encefálica tiene mucho de


parecido con las personalidades psicopatitas perversas.

“Recordaremos que las tendencias impulsivas perversas (agresividad, robo, perversión sexual.
Etc.) Se presentan generalmente con el carácter de actos impulsivos, automáticos y reiterados
que confieren una fisonomía especial “tales estados se encuentran en los distintos
comportamientos homosexuales, exhibicionistas y fetichistas, delitos que se realizan
públicamente sin ningún recato.

“Trastornos de la afectividad, Sobre su habitual indiferencia y lentitud reactiva aparecen crisis


bruscas de irritabilidad, y distintas acciones con automatismo psicomotores (llantos y risas
explosivas, alteraciones verbales, etc.). Trastornos de la conducta de tipo psicopático, tendencia
a hurtos y delitos sexuales y en ocasiones, agresiones”.

La encefalitis altera profundamente la dinámica de la personalidad del niño, adolescente y


también la del adulto. Su importancia criminológica:

La encefalitis epidémica en la infancia puede ser motivo de manifestaciones psicopatitas firmes,


que se expresan en la lasitud y falta de actividad del niño o del adolescente; este es apático, se
cansa con facilidad, muestra poco interés hacia todo lo que le atrae a sus compañeros, Otros
niños que han padecido encefalitis epidémica, en cambio se mueven mucho, son molestos,
impertinentes, sus deseos sexuales y hacia los alimentos son excesivos.

También son impulsivos, con tendencia a la agresión y otros actos antisociales, como el robo:
con frecuencia presentan asimismo un carácter impulsivo. Cuando sienten un deseo lo realizan
sin pensarlo, sin pararse a calcular sus consecuencias.

De este modo se demuestra la importancia criminológica de la encefalitis, como causa de


criminalidad y conducta antisocial.

8. TRANSTORNOS DEL SISTEMA LIMBICO-RINENCEFALO Y CRIMINALIDAD

El sistemas limbito representa no solo el centro de las funciones olfativas, sino que, a través de
sus múltiples conexiones anátomo-fisiológicas con las áreas corticales como las estructuras
profundas subcorticales (principalmente con la formación reticular del tronco encefálico y con
el hipotálamo). Integración y control de coordinación del comportamiento emotivo e instintivo
del hombre.

Los criminólogos estiman que los trastornos patológicos y psicopatológicos del sistema limbito-
renincéfalo del hipocampo cerebral, puede provocar conductas agresivas, violentas `por acción
de la ira y de la rabia: por tanto, el fenómeno limbito psicopatológico, puede ser causa de
criminalidad en todas sus manifestaciones delictivas de violencia y agresiones, que pueden
conducir a causar lesiones y hasta homicidios, la agresividad y violencia cuando son estimuladas
por factores exógenos del ambiente mesólogico o mundo circundante social. Puede inducir al
individuo que sufre estos trastornos, a manifestar un comportamiento socialmente peligros, por
sus formas de reacción emotivo-afectiva de ira y rabia, creando frustraciones o estímulos y
provocaciones del mundo circundante.

9. DIENCEFALICA Y CRIMINALIDAD
Toda la concepción crimino genética y del estado peligroso estaba concebida en la teoría de la
denominada diencefalosis criminal, es decir, en los trastornos funcionales cerebro-di encefálico.
En efecto, el di encéfalo o cerebro intermedio está situado debajo del cuerpo calloso y el fornix
(trígono cerebral), fusionándose por los lados con los hemisferios del telen céfalo.

La doctrina monogenética deiencefálica de Nicola Pende explica tanto a biocriminogénesis,


como la psicocriminogénesis y la sociocriminogénesis (contenidos de la criminología) en función
de los desórdenes trastornos instintivo afectivo, a través de la región del di encéfalo cerebral.
Como causantes, determinantes o concurrentes de la conducta delictiva y de la peligrosidad
social del agente, sometido a tratamiento médico y penológico.

La ciencia ha confirmado el ínter influencia del sistema endocrino con las funciones del cerebro
o sistema nervioso superior y los fenómenos psicológicos, hasta morales que es su relación con
el mundo circundante provocan reacciones de conducta humana frente a situaciones
mesólogica críticas y de violencia criminó genas.

Las investigaciones radiológicas de la región del di encéfalo y su intrincada anatomía y fisiología


a inducido a los hombres de ciencia a sostener que es el puente entre el cuerpo y el alma (unidad
somato-psíquica y espiritual). Quizás signifique su sede misma de la esencia psíquica y espiritual
del hombre, como homosapiens sapiens.

Las investigaciones neurofisiológicas del di encéfalo efectuadas por Pende y discípulos de su


escuela Antropológica Criminal de Roma, determinaron que esta región neuroanatómica es el
centro de las tendencias, de los instintos del hambre, sed, del erotismo, de la iniciativa motriz,
de la fuerza, de la actividad en general y del control de la vigilia; esto implicaría que el síndrome
di encefálico clínicamente estaría circunscrito por la gran emotividad sin motivo; entre otras
alteraciones, habría trastornos sexuales, así como otras formas de sadomasoquismo enfermizo.

Las anomalías neurofuncionales del encéfalo así como las lesiones y trastornos morbosos
fisiopatológicos de los centros di encefálicos, según Pende y sus colaboradores, determinarían
una verdadera corriente de tendencias instintivas antisociales y de un egoísmo cerrado que
condicionaría los elementos potenciales de la criminalidad y del estado peligroso, que se
desencadenarían condicionados por los estímulos mesológicos del ambiente social, conflictivo y
tensional.

10. ENDOCRINOLOGIA Y CRIMINALIDAD

La ciencia también ha comprobado, que los trastornos funcionales de las glándulas de secreción
interna, producen un grupo de psicosis, que causan enfermedades psíquicas.

Fenómenos que alteran o trastornan la personalidad y el carácter del enfermo, estados


patológicos que a su vez pueden inducir a la comisión de delitos y a manifestarse un
comportamiento antisocial.

La correlación endocrinológica con la psicosis ha siso objeto de investigaciones, además de los


trastornos fisiológicos descritos, produce una profunda obnubilación de la consciencia con
fenómenos de excitación motora, a veces con depresión agitada.

11. EL CEREBRO DE UN ASECINO FUSTRADO

El empleo del nuevo sistema “PET” (Position Emision Tomography) ha permitido hacer un
análisis detallado del funcionamiento del cerebro de Hincley. La universidad ha sido concluyente
pues ha quedado demostrado de que el cerebro del frustrado asesino Jhon Warnock Hincley (26
años ), que quiso asesinar al presidente Reagan ha quedado confirmado de que su cerebro
estaba enfermo, sufría de esquizofrenia. Este método acoplado a la omnipresente computadora,
usa un instrumento que analiza las pequeñas corrientes que se producen en el cerebro por
medio de la emisión de positrones (partículas subatómicas) permitiendo hacer imágenes de la
actividad cerebral por capas

¿TIENEN LOS CRIMINALES UN CEREBRO NORMAL?

El reciente proceso judicial contra el joven Jhon Hinckley, frustrado asesino del presidente
norteamericano Reagan, finamente declarado irresponsable de sus actos, al probar los
abogados que sufre una anomalía cerebral, ha desenterrado en los estados unidos la
apasionante y vieja polémica ¿tienen los criminales un cerebro normal?

Por primeras vez en la justicia se ha aplicado, como argumentos jurídicos, los resultados de un
análisis cerebral realizado por el revolucionado instrumento medico que es el “Scanner”.

En el proceso contra el agresor de Reagan se utilizaron los adelantos introducidos por el”
scanner” para determinar si el criminal tenia un cerebro normal o si obraba impulsado por
alguna anomalía en su mente. El diagnostico del sofisticado aparato salvo la cabeza de Hinclkey,
que fue declarado enfermo y por lo tanto no responsable

Ø ARRUGAS EN EL CEREBRO

EL scanner Permite realizar una auténtica autopsia del cerebro vivo. Este scanner puede verlo
como si lo cortase en láminas. Es el caso del joven Hincley, el Scanner permitió observar en su
cerebro una anomalía que se encuentra en el 15% de los esquizofrénicos, consistente en un tipo
de atrofia del cerebro, que es relativamente frecuente en personas de edad que sufren de
demencia senil no lo es en absoluto en un joven de 25 años, el doctos Davis, afirmo que las
personas ancianas tienen determinadas arrugas en el cerebro, pero si se encuentran en un joven
es preciso preguntarse si tiene alguna anomalía.

También ha y otras técnicas que permiten observar el funcionamiento bioquímica del cerebro,
como la inyección de glucosa marcada, o la mas reciente de R.M.N (Resonancia Magnética
Nuclear), que permite que por simple examen radiológico, verlas reacciones químicas del
organismo. No se sabe por lo tanto lo que sucede en el cerebro del frustrado magnicida, solo se
sabe que no es normal

Ø DETECTAR ANORMALIDADES

Las técnicas de encefalograma, que mide la actividad eléctrica de los hemisferios, son de una
gran precisión para mostrar el estado mental de una persona y su inteligencia, Mednick afirma
que el electito puede indicar la posible conducta asocial o la aptitud para la delincuencia de un
individuo.

Esta técnica consiste en medir ciertos parámetros como las ondas cerebrales, el ritmo cardiaco,
las propiedades eléctricas de la piel, mediante esta técnica es posible prever un comportamiento
criminal una docena de años antes.

Estos estudios traen consigo una multitud de problemas éticos ¿es posible buscarlos
sistemáticamente a los portadores de anomalías? ¿La simple posesión de una anomalía cerebral
es automáticamente eximente para el criminal?
Varios defensores de mujeres asesinas de sus parientes indican ya el síndrome premenstrual
como circunstancia atenuante, ya que no solo las mujeres pueden volverse violentas bajo el
efecto de su periodo sino que unos adecuados tratamientos hormonales pueden calmar su
agresividad. Los abogados defensores de mujeres criminales han encontrado su argumento:
“todo es culpa del síndrome premenstrual” un estado nervioso pasajero unido inevitablemente
a la feminidad.

EL VALOR DE LA CONCIENCIA

La conciencia del delincuente podría ser uno de los mejores objetivos para tratar de hacer más
seguras las calles. A diferencia de factores de disuasión como la policía, la desaprobación de la
familia y la justicia, la conciencia está siempre en el lugar del crimen es decir el delincuente la
tiene, como ocurre en la mayoría de los casos, según se ha comprobado en estudios.

La conciencia es importante pero esta se forma en los primeros años de la niñez.

Los delincuentes en potencia pueden ser identificados a edad temprana.

“No caben dudad de que la conciencia es probablemente el principal elemento restrictivo”, para
mantener a la mayoría de las personas en el campo de la honestidad, según la entrevista hecha
al profesor Wilson, catedrática de Ciencias de Gobierno en Harvard.

La familia es ciertamente parte del cuando, pero ese tono moral es encontrado en todas partes,
en los medios informativos, en la cultura popular, en las escuelas y así sucesivamente. De
manera que cuando se habla de conciencia se habla en realidad de un aspecto de una colección
tremendamente numerosa de variables que abarcan desde el mi8smo sistema de justicia del
crimen hasta los ámbitos más íntimos de la familia.

En cuando a la proclividad de una persona, de las pilas de estudio citados por los dos catedráticos
surgen estas pautas:

SEXO: Los varones cometen una cantidad de delitos mucho mayor que las mujeres.

Mayormente por delitos de hurtos, ebriedad, robo de automóviles, atracos y posesión ilegal de
armas.

BASES SOCIOLÓGICAS

La pobreza, la participación desigual en los recursos económicos existentes, contribuye a alienar


y perjudicar a las personas que pertenecen a las clases sociales bajas ya que las limitaciones y
frustraciones que les hacen reaccionar de tres formas:

a) Tratar de lograr las metas y aspiraciones aprendidas socialmente usando medios desviados e
ilegítimos, por ejemplo, con la venta de drogas.

b) Puede reaccionar agresivamente ante la frustración de sus metas no logradas, ejemplo,


desahogando su coraje en vandalismo.

c) Se adaptan a su pobreza con resignación, fatalismo, pasividad, falta de fe hacia su futuro, falta
de confianza, entere otras cosas; por ejemplo, viendo el delito pero no haciendo nada por
detenerlo.

Existe una tradición de “culpabilizar a la victima”, que consiste en atribuir responsabilidades a la


pobreza y o las minorías reciales y nacionales, sin plantearse un análisis ni alternativas de
cambios sobre las condiciones que crearon las mismas.
PERSPECTIVAS PSICOLOGICAS

La psicología mantiene un cuerpo de teoría y modelos que nos permiten entender y visualizar la
conducta criminal desde varias perspectivas y modelos que integran la biológica, la social y la
psicológica:

COMO REACCION ORGANICA: Desde el modelo psicobiológico.

Plantea que las causas de la conducta están en la herencia, en la genética, en daños congénitos,
(ocurridos durante el embarazo o el parto), en exposición a ambientes de contaminación
ambiental, por defectos, mutaciones, anormalidades físicas, accidentes, traumas fisiológicos o
daño cerebral.

COMO REACCION EMOCIONAL: Desde el modelo intrapsíquico (Freudiano).

Plantea que las personas son particularmente vulnerables a traumas, complejos, conflictos no
resueltos que quedan archivados en el inconciente, personas que sufren del maltrato infantil,
crianzas rígidas o extremadamente laxas (sin estructura ni reglas parentales), relaciones
inadecuadas con los adultos, dificultades en la identificación sexual correcta, tienden a
desarrollar respuestas emocionales disfuncionales mientras crecen. De no ser atendidas
correctamente estas experiencias negativas y ansiógenas permiten el desarrollo de reacciones
neuróticas, psicóticas en algunos extremos, que habrán de manifestarse en la vida a partir de la
adolescencia.

COMO REACCION APRENDIDA: Desde el modelo conductista

Plantea que en principio todo en el ser humano, menos los reflejos, es producto del aprendizaje,
un proceso acumulativo de cambios que ocurren en el organismo de acuerdo a la experiencia,
conductas que buscan un objetivo adaptativo dependiente y relativo a los estímulos que se
reciben del ambiente social externo en el cual esta insertada la persona. La personalidad y la
conducta es el conjunto de reacciones aprendidas por premiación de acuerdo a las contingencias
externas.

Finalmente se ha llegado a la conclusión de numerosos, estudios que el delincuente nace y no


se hace lo cual reconocen como una premisa sumamente controvertida. “No existe una gen
delictivo” y por lo tanto no hay tal cosa como un “delincuente nato”, pero algunas características
hasta cierto grado hereditarias, como la inteligencia y el temperamento afectan en alguna
medida la probabilidad que algún individuo se entregue a actividades delictivas.

La persona que comete un delito bajo efecto de una condición, o un estado mental disfuncional,
esta muy enferma y no puede enfrentar las consecuencias de sus acciones ni un proceso judicial.
En cambio la persona aunque reconocida como “victima” de un ambiente donde puede haber
estado expuesto a circunstancias negativas y deformativas, se considera responsable de sus
acciones.

Desde la perspectiva medico-psiquiatrita se habla de prevención primaria, secundaria y terciaria:

Prevención primaria orientada a combatir las condiciones sociales causantes de la problemática


de la adicción. Prevención secundaria dirigida a la identificación temprana del adicto y a su
rápido y adecuando tratamiento. Prevención terciaria orientada a disminuir los efectos
residuales del problema, descansando en las acciones de rehabilitación.

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