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El Manejo Integrado del Cultivo

(ICM) es un método de control de plagas y enfermedades, que combina el uso de productos


fitosanitarios, organismos beneficiosos y prácticas culturales, tales como barreras físicas,
fertirrigación, selección varietal, etc. El objetivo del ICM es el control racional y eficaz de las
plagas y enfermedades.

Esta forma de trabajar presenta una serie de ventajas, entre las que se destacan el reducido
riesgo para el aplicador, la gran variación de opciones de control para todos los problemas
fitosanitarios, así como una mejor estrategia para el manejo de resistencias. El trabajar de
esta forma facilita también el acceso a mercados más exigentes. Los tratamientos a aplicar
se justifican en base a muestreos rutinarios, evitándose de esta forma hacerlos con una
intensidad mayor que la más estrictamente necesaria. Los programas de Manejo Integrado
desarrollados por Syngenta Bioline son compatibles con los distintos sistemas de calidad y
protocolos existentes, tales como Producción Integrada, AENOR ALICIA, NATURANE ó
EUREPGAP.

Las buenas prácticas agrícolas, en particular el manejo integrado de los cultivos, es una
práctica que viene siendo “rescatada” desde la puesta en valor de la agricultura orgánica.
Muchas de las técnicas utilizadas ya habían sido practicadas hacen 500 años, pero la
tecnología marcada por el paradigma de la revolución verde, lo puso como “técnicas
tradicionales” de escaso impacto sobre la productividad. La lección aprendida es que las
técnicas ancestrales resultan las más adecuadas para enfrentar el cambio climático y se
encuentran en las mismas comunidades de las zonas más vulnerables
Origen de los cultivos

Origen de la agricultura. En principio la humanidad vivía de la pesca, cacería y recolección


de frutos, pero hace alrededor de 10,000 años el hombre comenzó a cultivar la tierra,
porque lo que se venía haciendo no era suficiente para alimentar la población que iba
creciendo.

El inicio de la agricultura fue en el Medio Oriente y el Mediterráneo. Las investigaciones


revelan que el trigo y la cebada comenzaron a cultivarse en Siria, incluyendo la
Mesopotamia entre los ríos Tigre y Éufrates y se extendía, pasando por el Líbano e Israel
hasta el Valle del Nilo, según las pruebas a carbón 14.

En el Antiguo Testamento, en el génesis, hay un pasaje donde José, hijo de Jacob, fue
vendido por sus hermanos a unos mercaderes, quienes lo negociaron a un egipcio. El Faraón
tuvo un sueño sobre 7 vacas flacas y 7 gordas, José, que era inteligente supo armar el sueño;
entonces el Faraón lo nombró jefe de producción, comenzando así el almacenamiento en
silos.

El trigo era el alimento básico en esa época, pero se presentó una gran hambruna en el
Medio Oriente, llegando así los judíos a Egipto. Del Mediterráneo pasó a Europa, que en esa
época estaba dominada por los celtas.

En Asia, China comenzó a producirse arroz y soya. En América se inició la explotación


agrícola en Mesoamérica en los pueblos Aztecas y Mayas; sembrando maíz, frijoles, cacao,
yuca, piña, y los Incas con las papas.

Así comenzó el desarrollo de la agricultura, que tuvo su gran impulso con el desarrollo del
arado de vertedera, tirado por caballos y bueyes, a finales del siglo XIX. Se podría afirmar
que es la actividad económica más antigua y seguirá vigente hasta que exista el mundo.

Con el descubrimiento de América se conocieron nuevos horizontes, con los nuevos


productos a Europa, como el cacao, maíz, tabaco, frijoles, piña, papaya, aguacate, etcétera.
2. Evolución de la agricultura. El desarrollo tecnológico ha sido lento al agro, pero constante.
Las tecnologías e innovaciones son la base de la agricultura moderna. Así se echó a un lado
la teoría Maltusiana, la cual indica que la población crece en forma geométrica y la
agricultura de manera aritmética.

El desarrollo tecnológico en EEUU y Europa y la teoría de Adam Smith con la ventaja


absoluta, y David Ricardo con las ventajas comparativas, contribuyeron para que hoy se
hable de alta productividad; fortalecidas estas teorías con las ventajas competitivas del Dr.
Michael Porter de la Universidad de Harvard.

Según el sabio romano Marco Tulio Cicerón “La agricultura es la profesión propia del sabio,
la más adecuada al ignorante y la ocupación más digna para todo hombre libre”.
¿Qué es la siembra?

La siembra es la actividad por la cual el productor coloca semillas en determinado terreno


ya preparado para ese fin e involucra distintos pasos que todo productor debe tener en
cuenta. ¡Acá te contamos cuáles son!

Antes de comenzar, los productores deben elegir el cultivo según la época del año. Por
ejemplo, el maíz comienza a sembrarse en septiembre pero puede extenderse (como
siembra tardía) hasta diciembre o enero. En cambio, el trigo es el cereal de invierno más
importante que se produce en la Argentina y se siembra principalmente durante el mes de
junio. La soja es sembrada justo en primavera, en general en noviembre es la fecha óptima
para lograr mejores rendimientos a la cosecha.

Para decidir qué cultivar, es necesario considerar un conjunto de características como: el


ciclo, la velocidad de secado de grano, el comportamiento sanitario, la resistencia de cada
planta a los vientos o condiciones climáticas adversas, los rendimientos, el tipo de grano;
entre otras. Cada uno de estos aspectos cobra importancia a la hora de planificar toda la
campaña.

Luego de seleccionar las semillas es el momento de preparar el suelo para la siembra


directa, que es el método más utilizado en nuestros campos. Según la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) la
preparación tiene como finalidad crear una estructura del suelo favorable para que la
emergencia de las plántulas (el primer estadio de desarrollo de todas las plantas) sea rápido
y uniforme y se logre un buen acceso a los nutrientes, al agua y al aire.

Al momento de colocar la semilla en la tierra, el productor debe atender a dos aspectos


importantes: la distancia que hay entre ellas y a qué profundidad colocarlas. Por un lado, la
distancia determina la competencia entre las plantas por los recursos y esto influye en el
tamaño que tendrán. Por el otro lado, la profundidad está directamente relacionada al
tamaño y capacidad de la semilla de emerger: aquellas pequeñas se pondrán más cerca de
la superficie mientras que las de mayor tamaño irán más profundo. Esto va a determinar
aspectos importantes como que el crecimiento de las plantas sea homogéneo o que estén
todas a la misma altura. Sin la uniformidad en el lote, la rentabilidad de la producción puede
disminuir.
También, en esta etapa, el productor debe tomar los recaudos necesarios para controlar
malezas, plagas y enfermedades y, además, preparar la estructura del suelo para que pueda
suministrar y drenar el agua de riego en forma eficiente. Esto es súper importante para
cuidar recursos limitados como el suelo y el agua.

cuidados deben tener los productores a la hora de sembrar

Una vez que seleccionan las semillas y preparan correctamente el suelo, los trabajadores
del campo deben prestar especial atención a varios factores que van a influenciar el
desarrollo de sus cultivos. ¡Vamos uno a uno!

El clima

El cambio climático tiene un impacto importante en la agricultura porque la producción


puede verse afectada por las sequías, el calor o las lluvias y el riesgo es permanente. Hoy el
productor se encuentra ante un importante desafío y gracias a herramientas como el
análisis de los datos puede tomar mejores decisiones en cada campaña.

El agua

Es importante realizar el riego responsablemente. Gracias a los sistemas modernos como el


uso de imágenes satelitales o riego por goteo junto con el análisis de datos, podemos usar
menos agua y de forma eficiente para no alterar el ciclo hidrológico y así conservar nuestro
ecosistema. Cada vez se necesitan más tecnologías y prácticas que ayuden a optimizar el
uso de los recursos. Hoy es fundamental cuidar cada gota.
El control fitosanitario

se define como los métodos y técnicas para la prevención, control y eliminación o curación
de las enfermedades de las plantas, procurando la estabilidad y bienestar de tu cultivo o
agroecosistema.

Esto es de suma importancia para un buen control fitosanitario ya que con esto evitaremos
que surjan enfermedades que puedan dañar nuestro cultivo en sus diferentes etapas de
desarrollo.No basta con limpiar y desinfectar solo una vez, es importante contar con un
calendario de limpieza y ordenamiento de tu zona de trabajo anual y semanal, así como
unas guías en las cuales detalles paso a paso el proceso de desinfección de tu material de
trabajo, para facilitar su aprendizaje y su hábito. Es recomendable realizar una desinfección
de la instalación hidropónica al menos cada quince días con agua jabón y cloro,
complementando con fungicidas y repelentes naturales.

PARTES A PLANIFICAR PARA UN BUEN CONTROL FITOSANITARIO

A) Contenedores y equipo:

Limpiar y desinfectar los contenedores de NFT, RF o FVH antes y después del cultivo, es
importante aprovechar para revisarlos y verificar que estén bien sellados y no presenten
daño. Algunos elementos del equipo a analizar son los siguientes

Sustrato:Existen diferentes formas de esterilizar el sustrato, puede ser con calor, cloro, o
luz del sol.

Desinfección con calor: Puedes realizarlo con una parrilla eléctrica, coloca tu sustrato en un
recipiente lo bastante grande para que lo puedas mover, una vez que este caliente, agrégale
un poco de agua para que este húmedo, cuando este empezando a evaporarse el agua,
espera entre 15 y 20 minutos, y deja que se enfrié.
Otra forma es colocarla al sol, pon un plástico negro sobre el suelo lo suficientemente
grande como para envolver el sustrato con él, coloca el sustrato en un recipiente, agrega un
poco de agua con cloro para que este húmedo, colócalo sobre el plástico negro, envuelve tu
sustrato, y déjalo a pleno sol, uno o dos días.

Desinfección con Cloro: coloca el sustrato en un recipiente lo bastante grande como para
revolverlo, agrega agua hasta apenas cubrirlo y un poco de cloro, déjalo reposar entre 15 y
20 minutos, con mucho cuidado hay que escurrir el agua y enjuagarlo bien, puedes ayudarte
de un colador u otro utensilio, y ponlo a secar sobre papel absorbente o periódico limpio.

B) Condiciones ambientales

Si tu cultivo está en un espacio abierto, hay que tener en cuenta que en la época seca (calor)
se tiene una mayor incidencia de plagas.En cambio en la época de lluvia, los problemas son
originados por enfermedades en su mayoría.Al poner atención en esta información
podemos estar preparados para controlar problemas futuros antes de iniciar el cultivo.

C) Rotación de cultivos: Si se tiene al aire libre o el cultivo se maneja en suelo dentro del
invernadero tenemos que alternar la siembra en los cultivos para no agotar las sustancias
nutritivas presentes en el suelo. De lo contrario, podríamos provocar una deficiencia de
nutrientes en las plantas y hacerlas susceptibles a las plagas y enfermedades.

D) Uso de policultivos: Se utiliza tanto al aire libre como invernadero, y es el proceso de


realizar un cultivo pero con diferentes especies que no se afectan o que se benefician entre
sí. En un policultivo se busca la asociación entre una planta y otra, esto no solo reducirá la
incidencia de plagas y enfermedades ya que la plaga de un cultivo de una determinada
familia botánica, no afectara a otro cultivo de la otra familia y viceversa. Sino que también
proporcionara grandes beneficio ya que algunos cultivos al interaccionar con otros mejoran
su resistencia y obtienen un mejor sabor.
E) Uso de variedades tolerantes o resistentes a plagas y enfermedades: Esto ayudara con el
control fitosanitario y a disminuir el impacto económico que se podría formar por el daño
causado por plagas y enfermedades. Sin embargo al ser variedades comerciales se requiere
comprarlas cada año o cada que se vaya a cultivar.

F) Eliminación de fuentes de infección: Debemos eliminar de los restos de tallos y hojas


muertas para manterner un buen control fitosanitario, con esto evitaremos la multiplicación
de insectos y enfermedades que puedan perjudicar nuestras plantas. Además estimulamos el
buen crecimiento y desarrollo de nuestro cultivo.

G) Nutrición: En general se considera que las plantas más vigorosas; es decir aquéllas que
crecen en suelos naturalmente fértiles o que se encuentran bien fertilizados, son capaces de
tolerar mejor los ataques de las plagas. Es por eso que es muy importante mantener tus
plantas bien nutridas, para lograr esto es importante cambiar al menos una vez al mes tu
solución nutritiva y mantener estable el pH de ésta, buscando que la planta absorba bien los
nutrientes que le suministramos.
Practicas culturales

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