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BIBLIOTECA INTERNACIONAL
MARTIN HEIDEGGER
del Barco, Osear
El abandono de las palabras Índice
_ 2ª ed. _Buenos Aires : Letra Viva; Biblioteca Internacional Martin Heidegger, 2010.
299p.;23xl6cm.
ISBN 978-950-649-310-3
l. Filosofía. l. Título
Notas para una introducción. ·"' .9
CDD !90
Racionalidad y represión 27
Crisis 1 . 43
Crisis II . 65
Crisis de la política 89
La ilusión posmoderna 99
© 201 O, Biblioteca Internacional Martin Heidegger
J. E. Uriburu 1345, 1° Piso, (1114) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina Edmund Husserl y el "sentido" de la crisis . 109
E~MAIL: fcpa@fcpa.org.ar
Heidegger y el "misterio" de la técnica . . 131
© 2010, Letra Viva, Librería y Editorial
Av. Coronel Díaz 1837, (1425) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Notas sobre Heidegger . . . . . . . . 149
E·MAlL: info@imagoagenda.com /WEB PAGE: www.imagoagenda.com
Introducción a una lectura fragmentaria de Heidegger. . 167
Producción editorial de LEANDRO SALGADO
Lecturas de Heidegger. . . .185
Coda . . . . . . . . . . . · · . . 251
Impreso en Argentina - Printed in Argentina
Notas sobre la mística de Nietzsche . .257
Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723
Entrevista sobre Nietzsche . . 277
En El silencio y las palabras Franco Rella dice que hemos llegado al límite del
lenguaje, al tiempo del desencanto nihilista en el que han desaparecido los "fines" y
. los "valores" trascendentes; las palabras han caído y los pensadores han aceptado el
silencio: algunos para emprender una deriva mística, la que implicaría una vuelta a
la metafísica, y otros para "construir': venciendo la aridez de la falta de significación
de los viejos paradigmas, una nueva temporalidad y una nueva razón que podría
llamarse pos metafísica. Entre los primeros nombra a Nietzsche y a Heidegger, entre
los segundos a Freud y Benjamin.
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NOTAS PARA UNA !NTROOUCC!ON
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
principio ético sin deber-ser. En un contexto semejante Holderlin dijo que "lo que
salva" e.stá en el "peligro" y no en el mal, como a veces se lo interpreta; en el peligro lo abierto de la luz. En el futuro este extremo límite se planteará como necesidad
entendido como el punto de máxima intensidad de la interioridad-exterioridad urgente para el hombre enfrentado al problema de la sobrevivencia.
que constit~ye el lugar-sin-lugar de todo decir: el punto-de-pase del éxtasis donde
la r:ialdad pierde sus prerrogativas y que, por eso, visto desde el mal, constituye el Hablamos un habla sobredeterminada por las categorías metafísicas y en una '
peligro, para el mal. La salvación y el peligro son las dos caras de lo que aparece en Calidad que es metafísica en acto; quiero decir que no se trata sólo de conceptos
r p·
el entre del Sistema y de lo otro. sino del mundo como forma. De este hecho surge, como necesidad transmeta11s1ca,
la posición del silencio: si todo fuera metafísica, no existiría posibilidad de lo otro del
" H~idegger encab,:zó cada uno de los tomos de sus obras completas con la frase silencio. Un silencio que no impide hablar pero que en el hablar crea un habla sm
Ca.~1~os, no obr~s . Pero mduso ~sta extrema reducción nos parece que excede la referentes. Y es en este sentido de un habla-sin-habla que el silencio más profundo
pos1bil1dad del decir, ya que s1 no eXJste alguien que vaya a algún lugar, ni ningún lu- es el silencio de las palabras.
gar a d~nde Ir, el zr se muestra como un imposible. Todo camino presupone un punto
?~ partida Y otro de llegada, e incluso al recorrer "senderos" el hombre recorre un El hablar negando y al mismo tiempo instaurando la diferencia sólo puede com-
itm7~ano, va:e decir que está guiado por un té/os, aunque éste sea fantasmático. En el prenderse mediante un acto amoroso que nos sitúa.en las palabras para poder advert~r
e~p1~1t~ no solo no hay caminos sino que fundamentalmente no hay el alguien que, y aceptar al mismo tiempo el imposible del habla sm querer encerrarla en la v1?lenc1a
s1 eXJstJera, podría recorre~los. Lo que hay es lo que está aquí-ahora en el no-tiempo de la dialéctica. ''Amoroso" significa aquí reconocer que las palabras son del silencio,
Yen el no-lugar. Todo cammo, todo método, siempre está cargado por la violencia de oyéndoselas fuera de la diferencia y del vacío; y también significa, más allá de lo que
la Razón ejerciéndo~e tanto contra la naturaleza como contra el hombre: jamás un dicen literalmente, ubicarlas en su propia dimensión, aceptando el supremo acto de
método puede rec1b1r lo desconocido en su darse a luz. El pensamiento-sin-razón lo abrirse a la inenarrable comprensión de un semejante que, como todos, sólo puede
que podríamos_Hamar el pensamiento-sin-pensamiento o poético, por el contra:io, balbucear su poco-de-palabras. "Comprender" quiere decir aceptar o disentir, pero
sm cammos Ysm obras, vive en la pobreza de lo que no es, o sea en la intensidad de en lo propio de lo que se dice; no como una teleología, que casi siempre linda con
la iluminación desasida de cosas, sólo atento a la espera de la gracia de lo que hay. la coacción, sino en el horizonte del suceso de ese instante fuera de tiempo al que
Nietzsche llamó el Pórtico .
. Nadie es más que su propio ser, pero la categoría de ser es insuficiente para decir el
m1ste:10 de lo que llamamos ser: la vivencia del algo que se produce en el hombre cuan- El pensamiento-sin-pensamiento es un punto de apoyo para un salto; lo que
do deja de ser hombre para ser sin cualidad, incluso sin la suprema cualidad del ser. verdaderamente importa es saltar fuera del pensamiento: no pensar.
El maestro Eckhart dice que la diferencia entre un ángel y una mosca es ínfima En toda habla existe un punto inexpresable al que no puede acceder el hablante
comparada con Ja diferencia entre Dios y el hombre, que es infinita. Tal vez entre de otra lengua. Este hecho lo expresó bien el poeta Philip Larkin al decir que "sólo
un hombre Y~na .mosca la diferencia sea casi imperceptible, y la de Ún hombre y se puede tener un idioma'; y también Roman Jakobson cuando reconoció que ha-
otro hombre, meXJstente. Ante el hecho misterioso y milagroso de que los hombres blaba muchas lenguas, pero "¡todas en ruso!".
sean, ¿cómo pensar que son distintos?
El hombre es la lengua conformada por un mundo de sonidos sin significados
Continuando una gran tradición de pensamiento, Nietzsche consideró la filoso- que en la materia viviente de lo que llamamos un niño va transmutándose en lo que
fía una "expresión de un estado de alma excepcionalmente elevado" y a los filósofos será su lengua materna. Pretender que alguien tenga, vale decir sea, otra lengua es
s~res que han experimentado "algo extraordinario". En gran parte esta tradición está como querer que alguien sea lo que no es: uno es lengua, y sólo por eso puede saber
siendo suplantada, hoy, por una filosofía "científica" ajena al asombro producido por otra lengua. La lengua que uno es nos proyecta en el misterio de que haya lengua;
el hecho del acontecer del algo. Heidegger entendió esta transformación en curso mientras que el hablar distintas lenguas pertenece al orden del saber. El abandono de
como "'.11uerte" de la filosofía, y en su giro planteó la posibilidad de un pensamien- la lengua que uno es deja al misterio sin palabras, deja el hecho desconceptuahzado
to-poet1zante que podría caracterizarse como el pensar de un vivir que sucede en del puro algo, y tal vez el abandono de la lengua materna constituya, en el espacio
de la manía, el verdadero abandono.
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EL ABANDONO DE L:\S PALAB!V\S
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
científico. e 1ª
de los límites de la claus~ra pro;:~ ~ª· d~la d~og~ Yde la l_a~ura, seguirán dentro
escnpción empmca del conocimiento
Dice George Steiner: "En su límite extrem Una de las configuraciones esenciales del Sistema es la del pensamiento sin cuer-
los hombres se vuelve inarticulado com o, cu~~do bordea la luz, el lenguaje de
las palabras", y"donde cesa la pal b' d 1o el del nmo antes de aprender a manejar
po. Al separarse de la totalidad de lo humano para vincularse posteriormente como
a ra e poeta comie z ¡ " una instancia rectora externa con la vida ya desgarrada, el pensamiento concluyó
luz no se puede hablar pero al . . n a una gran uz . De esa gran
' mismo tiempo es d ¡ en su actual estado de indefensión siguiendo una compleja red de itinerarios de di-
mos hablar, es de lo único que nos interesa habl e o que constantemente quere-
ferentes cualidades e intensidades. Es esta red la que impide analizar el origen de la
luz: cuando las palabras no signifi d ~r, ya que todo hablar presupone la
separación a partir de una causalidad determinable, ya sea afirmando que ésta fun-
sólo habla si las palabras regresan ~:~i~e~.com1enza el lenguaje del silencio, el que
da la emergencia del valor-abstracto o sea que una sociedad regida por el
valor-abstracto no puede sino desligar al pensamiento de su real. Fue Marx quien
analizó, sobre la base de la "ciencia normal" económica de su época, el proceso de
constitución del trabajo-abstracto y del conjunto ideológico que lo expresa en un
nivel teórico. Sin embargo, dejó en suspenso la pregunta respecto a la apertura de la
posibilidad previa que en el seno de lo social hizo factible tal separación. El pensa-
miento no fue arrastrado por la sola materia; ni tampoco fue, a la inversa, el que
dirigió soberanamente ese proceso de escisión: ante todo porque la materia y el pen-
samiento conforman una unidad real, lo que determina que la escisión deba verse
como el ocultamiento de un real ideologizado, es decir desfigurado y paródico. La
unidad es inescindible en un nivel ontológico, pero en el nivel cotidiano del trato
con el mundo el hombre es separado tanto de sus producciones como de si mismo
y de los otros hombres. Esta separación está en la raíz de la vida social moderna y
determina el pensamiento, que sólo puede ser del mundo, instituyéndolo como pen-
samiento puro. Se trata de una inefabilidad ontológica grabando sus figuras en una
temporalidad sobre la que no se pueden efectuar determinaciones cognoscitivas. Y
es esta imposibilidad de reducir el proceso la que nos lleva a hablar de épocas en las
que se borra todo límite y, en consecuencia, la posibilidad de analizar el origen. La
separación del pensamiento y de lo real se ha producido en un momento histórico
y configura cada vez más nuestra época; pero simultáneamente se trata de algo im-
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- '
'
posible: el pensamiento no puede separarse de lo real. A esta posibilid d . "bl bajo expropiado y de su cuerpo en cuanto impnlso vital-cósmico reprimido.
Marx la llamó, con terminología hegeliana alienación So t 1a -1rr.ipos1 e
Cuerpo asume aquí tanto la materia como el espíritu: cuerpo y materia no se oponen
dependizarse del hombre conformando ~omo trab. . ~' uvo qu~,e traba¡o, al in-
. · • a¡o muerto un s t d a pensamiento y espíritu sino que mentan un pensar que es cuerpo y un cuerpo que
maqumasautonomas,progresivamenteredu"olaes . . IS ema e
apéndice de esa figura dramática que con. u J. l . enc1a del tr.aba¡ador a un simple es pensar. De esta manera se señala la forma de cerrar la fisura del Sistema, en la cual
ción histórica. La pérdida ocasionada por ja ~~ifiªc:~~~cia Yla te~mca en una forma-
el pensamiento asume la totalidad de las significaciones nulificando el resto de las
propia de la modernidad. Aquí hay que dt"st· . on extmguió la forma-hombre prácticas. En la unidad el pensamiento carece de una deriva ontológicamente inde-
mguir entre el no-hu · d . pendiente y por lo tanto no puede separarse de sus consecuencias totales. Mientras
tema y el no-humanismo como más all' d 1h b . . . mamsmo el Sis-
• . . a e om re uno implica su . ·1 ,, que el pensamiento desligado como res cogitans es i-rresponsable en relación con lo
maqumICa, mientras que el otro implica su desborde'. • . amqm ac10n
entre ambas alternativas de lo po t-h . sm limites. Es en la diferencia otro (paradójicamente la forma-de-vida los homogeneiza más allá de las particula-
debe y deberá, cada día más elegir :ntr~~anodq~e se ¡u_ega una historia epocal que res y contradictorias posiciones ideológicas que los autores sustenten), el
violencia técnico-producti~ist L . ªver .ª en la libertad o el fetichismo como pensamiento como cuerpo lleva implícito el riesgo de una situación de compromiso
a. a importancia que ho f que puede ser mortal. De esta manera se conforma el problema de la ética; no como
Marx como Nietzsche más all' d l d y ienen para nosotros tanto
. ' a e oca ucodealgu d .. un problema filosófico sino como una constricción vital que sostiene, más allá de
tJculares, se debe a la manera c . nas e sus enunciaciones par-
omo marcaron la sig "fi ·• d . que se tenga o no conciencia de ello, cualquier decisionismo. En este sentido el con-
fue a partir de ellas que se puso en marcha l , . m cac10n e dichas alternativas:
su sentido más profundo com l da cntJca a la metafísica considerada en cepto de formación económico-social le impidió a Marx, al colmar de una manera
.. o e entrama o de las form l "d compleja pero esquemática su interés teórico, visualizar principios que fueran más
cisión. Marx elaboró una "c1"enc· " , . b as rea es e I eales de la es-
. . 1a -critica asada e ] . allá del generalísimo "reino de la libertad", y de esta forma abandonó a la ética do-
mvers1ón, de subsunción de aut, t d, n os conceptos de alienación de
' oma a, e equival t l ' minante la conducta de lo que llamó "clase revolucionaria": los conceptos ideales de
los mecanismos de funcionam. t d 1 . en es genera es, para deconstruir
"condensación" económica de ~n o e s'.~tema capitalista entendido como una clase en-sí y para-sí no eran suficientes para llenar el vacío de la teoría en su relación
dominante del no-capital real erzas;eg1 as por la forma del capital en cuanto con la vida real de los "sujetos" históricos. En cambio, Nietzsche pudo constituir la
contexto explicitado por la crí;J~: ~:ro b~c~/·r?roduce el sistema. Sólo a partir del figura ejemplar y concreta del más-allá-del-hombre, como una espacialidad inhe-
social automático como "gran a t, a "~c10 a trascendencia del funcionamiento rente a la superación del "principio de individuación': por cuanto Ja fundó no sólo
mano constituyente y su ree,;: ~a~;ta ~ro e¡ue ~onlle;a l~ sup;esión del sujeto hu- en modelos históricamente consistentes, sino en la experiencia que él mismo vivió
verdadero su¡"eto social Fue est p , . PI su;eto tecmco-c1entífico en cuanto del eterno retorno de lo mismo. En su abstracción como posmodernidad, el pensa-
· a cnt1ca a que pe ·r · miento actual implica una recurrencia constante al pensamiento-sin-cuerpo. Se
estructura conjuntamente ideal . l . rm1 JO acotar la metafísica como
Ymatena . Dicho de t trata de una forma de "supresión del hombre" que consiste en el reemplazo de éste
que la estructura económica es t " . d o ra manera: Marx demostró
. me aus1ca, esplazando , ¡ .d por un sujeto extremadamente alienado al que se funcionaliza como soporte del
h ac1a una praxis cuya teleolog1'a ., as1 e enuncia o filosófico
D esde otra perspectiva tamb1·e·n N"
enuncio como un <'re' "d ¡· . autómata técnico. El pensamiento se dispersa en discursos que se autodesignan como
h d mo e seres ibres e iguales
· 1etzsc e se edicó d ¡ ,. · posmetafísicos: superación del Hombre, de la Verdad, del Progreso, del Sentido. En
ciando una alternativa ética que 1 b 1 a esmontar a metafis1ca,enun-
,,. d" . P antea a a necesidad de realidad, se trata de proclamaciones que convalidan el desplazamiento real del cuer-
d e la m 1VIduación" para ingres 1 d romper con e1encierro
. arene mun odelod· ·• E •. po hacia los márgenes del Sistema. Desde esta perspectiva lo posmoderno podría
tragedia griega demostró cómo 1 . . mnISiaco. n su critica de la
cargado de violencia que desplaz ~ c~nstüuc1ón del sentido fue un hecho histórico interpretarse como el reconocimiento "ideológico" que el propio Sistema hace de.su
ta convertirlos en :Oeros especºt ad os su¡detos de toda factualidad significativa has- "superación". El Sistema enuncia en voz alta: "Sí, ¡más allá de la metafísica!"; lo que
.1 a ores e una represe t . , 1 debe leerse a través de su falta especular (en voz baja): sí, más allá de la metafísica
esencia mente del acto ma's al]' d 1 n acwn que os privaba
· ' a e a carga emoti ¡ · en la teoría, pero reconociendo siempre al Sistema en su ser pleno, vale decir, como
s1ones del mundo disímiles en 1 . va que o sostuviese. Son dos vi-
cuanto a particular d. - •. metafísica real. El Sistema permite que se niegue la verdad y el sentido, pero no al
sustenta, pero que al mismo tie iseno esca to1og1co que las
. mpo se mancomunan e l fu .. Sistema que es !a verdad y el sentido. En este juego está preso una gran parte del
ron en ¡uego para elaborar el pro ecto ,. . . n a erza cnt1ca que pusie-
destrucción del Sistema. En el fo ~ polit~o YetICo con el que apuntaban a Ja pensamiento actual. Deslimitándose, la idea de cuerpo intenta marcar el lugar pre-
escindido, o de la asunción por p~ to ~el ~ataba de la consecución de un orden no ciso de la fisura donde el no-sistema existe en acto. Este lugar no puede definirse
re e om re de su materialidad en cuanto tra- como posmoderno pues la posibilidad de lo posmoderno es paródica: su corte es
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
EL "PELIGRO" y LO QUE SALVA
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
cuerpo-sin-órganos es, por su parte, el más allá de la clausura donde el Sistema arma
sus estrategias "instintivamente''. En sentido estricto el Sistema (es) la suma de sus . , d esta historia inenarrable. Lo que se sabe, después de
estrategias: fuera de las estrategias no existe un algo llamado Sistema que arme las a la historia como narr~cion. e ún lugar en el Sistema donde no actúe, oculto o i;;a-
estrategias. El Sistema fija el cuerpo-sin-órganos en determinados puntos y bandas Nietzsche, es que ~o existe ~~folencia que somete todo a un sentido "separado al '
que transforman las fuerzas desligadas en un conjunto de cosas. No hay sustancia, n1·tiesto' el mecamsmo 'b tdes absolutos, sea como padre o Dios ' como Autor o Creador,
de ahí Ja velocidad de los desplazamientos del Sistema y simultánea e isomórfica- que se carga con atn ~ o les emblemas del Poder. Mas lo esencial, desde una pers-
mente del no-sistema. Hay que acostumbrarse a vivir sin esas poderosas a cualquiera de los multip é a sociedad cuando este mecanismo de
.
Pectiva étlca, guntarse qu pasa en un h b
inmovilidades que, hechas de deseos y pensamientos sujetos a las inercias ideales- es. .,pre domimo se convie en Ley' qué pasa cuando el om fire ya
. . . rte
materiales, configuraban las culturas. Hoy sabemos que la inmovilidad relativa de escisión, de pnvacion y . , ;. a o religiosa sino en la representación de la esta.
la época clásica y la movilidad cuasi infinita de nuestra época pertenecen al hori- no participa en una fiesta orgias ic Marx y Nietzsche· éste, desmontando el
d nde se entrecruzaron ' l ,
zonte de la metafísica. El Sistema no es una sustancia porque no existen sustancias, En este punto . tesdeola meta11sica ,, . en u n· ni·vel teórico (teniendo en cuenta que oTtea-·
pero actúa como una sustancia. Su funcionamiento de castración, de perversión y funcionamien d O· un espeJismo .. d el Si.stema).' aquél ' realizando, un . ana
,, isis
de cosificación, no tiene más finalidad que la de reproducirse: en última instancia, rico es des e siemprel d de la estructura econ mi ó ·ca (también lo "economico . es un
y por abajo, por aniquilación, ha despojado a la humanidad del tiempo. El no-sis- semejante en e .ºr en . r t A bos produjeron estupor en las respectivas co-
tema es lo que el Sistema produce y reproduce como el peligro de su propia espejismo) del sistema capita is a.. m d fil'] gos que debieron enfrentarse con
munidades científicas de economi.stas y e e~~ iti~erarios teóricos que se movían
existencia, una suerte de "negatividad" hegeliana donde lo positivo y lo negativo se
obras atípicas dentro de la preceptiva en] us,o,oca sacando a luz una compleja red de
hunden dejando un lugar vacío, una pulsión vacía que visualizamos como el único
libremente en el entramado cultural dl e,,".CP . " hasta ese momento. Es desde este
posible lugar de salvación. El Sistema necesita del otro para su crecimiento autista. d d · radas por a ciencia
El "peligro" es ese otro, y la salvación es de ese otro. Pero ¿quién es ese otro? ¿Hay estructuras e po er igno . .d f ficable aunque esto pueda parecer
Punto de vista que el modelo marxista es ~ en i i·ento 'de una sociedad sometida a
quién? El quien carece de determinación, es algo así como un no-quien, o el hombre T · 'f del func10nam
en cuanto no-hombre o más-allá-del-hombre. Hay aquí una paradoja que no tiene paradójico, con el ana.isis en ico . iolencia que la tragedia. Los aportes cen-
solución dentro del discurso en la medida en que el discurso es el callejón sin salida Jos mismos desplazamientos y a la mlSI~ v de la metafísica se refieren al análisis de
del Sistema, la constancia pura que lo confirma en su inevitabilidad. Ésta es la cau- trales que hizo Marx a la descon,strucci n esta en ·ue o de los equivalentes genera-
la constitución del s~nt1do a traves de, la. pu d El lapi~al) por parte del Sistema, y
sa por la cual las criaturas atrapadas en su red no pueden redimirse nunca. Fue
Nietzsche quien mostró en El origen de la tragedia de qué forma se constituyó his- les (el análisis prop:amente. crem~tl~~i:á ~ina como saber; lo que produce como
tóricamente el enrejillado de la metafísica sometiendo el grito ditirámbico al simultáneamente al mvestlmi~nto. et del~ombre mediante un proceso de enaje-
proceso de la representación y al dominio de la lógica, constituyendo en el cuerpo consecuencia última el amquilamien o l h mano en los límites de una cosa.
. . d bsoluto y a cerrar o u . d
dionisíaco espacios disímiles, opuestos y contradictorios, que filtraron la energía nación que tlen e a ser a . t de rescate· para el pnmero e-
N. h opusieron una suer e ·
polimorfa "original" hasta obtener el sonido exánime del recitado. ,Lo que el desa- Tanto Marx como ietzsc e pr t. as inmanentes de lo social, las que por su
rrollo de la tragedia rompió en cuanto obra de teatro fue la vieja unidad pendía del desarrollo de las fuerza] s ndegl~ itv api·talista debían necesariamente in-
. .. l eneral de a ia ec !Ca e b
"presocrática". El surgimiento del texto como sustancialmente distinto de la acción, posicionen e marco g. . 'as dominantes en que lo central sería el hom re
ya se tratara de la fiesta o de la bacanal sagrada, la redujo sometiéndola a un saber tensionar un mundo sm Jerarqm d d. de la asunción por parte de un trans-
devenido ser-libre; para el segundo epen ia d l i·smo (el trans-hombre es el
anterior al acto; simultáneamente la aparición de los actores, quienes fueron los úni-
Más allá del impulso puramente cogno~citlvo
. .d d del eterno retorno e o m ..
cos habilitados para consumar un acto-sin-cuerpo en cuanto debían repetir hombre de las mtensi a es .
miméticamente un texto original y extraño dirigido a un público fijado como sólo hombre que asume la mtensida~). h d 1 t ansmutación de los valores. Esa fue
ambos estaban impulsados por e pat osd ~ ~ r oyectándolos hacia una espacia-
receptor simbólico de algo del orden del fantasma re-presentado, constituyó la pues- l · d ¡ orden aca emico pr
su marca, la que os separo e . f ca roduciendo una ruptura
ta en escena histórica de un mecanismo que en adelante controló y reprimió el
universo a-tópico de la energética social. Nietzsche exhibió en detalle esta constitu-
:1
lidad inédita tanto para la teoría como har~ l~ pr~cc~n ~oncepto de "paradigma"
de tal magnitud que no puede ser ~pre en¡ i a n t desvalorizado de "revolución";
ción y estas articulaciones, este juego de remisiones jerarquizadas y de ausencia/ l d · t'fico)nicone concep o
presencia que dominaría las distintas espacialidades y temporalidades dando lugar (hoy vulgar en e or en cien i d. e William Burroughs, en que
. b, r en el momento, como ic . .
más bie!l ha na que pensa . . ·Có llamarlo? ·Qué puede visualizarse
los peces salieron del agua hacia la tlerra. ' mo '
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EL "PELIGRO" y LO QUE SALVA
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Racionalidad y represión
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Et ABANDONO DE !..AS PAlABRAS
RACIONALIDAD y REPRF.S!ÓN
positividad social pues emergen del Jugar donde las fuerzas reprimidas por el orden
. vivir en la permanencia del éxodo,
si~~ entreg~:idades ~a~:~stra
dominante conceptualizan su negatividad (aquí entendemos "negatividad'; en un . l terreno, estar dispuesto, a olección y de la caza.
disputar nómades que V!Vlan. de la positividad de su,
u~
Lo que no se ve es el lógos inconsciente que conforma la idealidad y la materia- ductivo y el entre lo que es y muestra una dicotomia
lidad. El lógos inconsciente subyace, como marca creadora, en el lenguaje, en las claramentd," 1 resión, por la otra, as1 el lagos n un lógos malo, como
costumbres, en Jos ritos y gestos cotidianos; no es algo adentro de algo, porque es al es explotac1on 0 y rlep1·gnifica que exista un lagos bue ply ta· se trata también aqm
. ¡ cua no s ¡0 que exp o ' ·
mismo tiempo "contenido" y "forma" (las comillas apuntan hacia el hecho pertur- seme¡ante,
· bueno que da de comer y otro ¡ ·ma rden dec¡a , Lévi-Strauss, es. supenor
ui~ma
bador de identificar contenido y forma: las formas son el contenido, y viceversa). capitalismo fondo caótico cua qmer o . ' d sde otra perspectiva, en su
Tal lógos ordena, sin que se lo advierta, el conjunto de los espacios de visibilidad, de de formas: contra organización puede ser v1s,;a, ede existe el /ógos-despótico.
audición, de pensamiento, de acción o, en otras palabras, el conjunto de la micro y a nada; pero esa m el mismo lógos"civilizatono don t positivo es la forma en
., ativa: es en d /' os· el aspee o . l
la macrofísica social. Las instituciones, los "aparatos" y la generalidad de las formas func1on neg este mve . l de análisis no hay . . os og; genera, l'd
1 ad consistente sm a que t
materiales constituyen los productos últimos y de mayor consistencia de] lógos. Este qAl menos en at1'va· lo pos1t1vo es una 'a1'<leas absolutamen e
. forma neg ' · d d aceptan . 'd d
hecho radical de constitución de la sociedad pasó prácticamente inadvertido en el ue existe , su· tirlo nega t'ivo ' pues ninguna . soc1e , a pho·. y es all1', en la intenon. a
~nu tar~~
campo teórico de las corrientes que se propusieron trascender el Sistema, y así el no podna ex1s · , t'les para la v1'da' en su sentido mas amd somet1m1 ' . 'ento' de la misma ,
e r
satisfacc10~, ¡-° ~~a
olvidoendeotras
lógos talesformas sociales.no-visibles impidió comprender las metamorfosis de]
constricciones ineficaces, 1., d nde el lógos realiza su u acto de explotacion,
isp~
de esta mo en su acto de producc10n rea s res Tampoco se trata
el_rroc:~~t~acta, co~uuc~uración
Entender que cierta distribución espacial o que las máquinas en cuan to tales, así manera que el capita is nalítico puede volver figuras a. todos· ésta es una
como las perspectivas y las melodías, la familia y las cárceles, son ya pertenencias del actos que sólo desligada de'.º social y .del Sistema
lógos conJleva la necesidad de ampliar la captación de lo ideal más allá de su orden de una Razón (lagos) d t del traba)· o del lagos. En la es dores de ese lógos,
. · pro uc o . orno posee
conde~sa
inmanente (sólo como exposición "filosófica"), para buscaren ]as superficies densas nueva apanenc1a do en puntos que funcionan.e flu'o en forma de luga-
el lógos existe . '<leal y de detención relativa del J ciones hechas por
y aparentemente neutras del conjunto social las constricciones más fuertes del modo
autoco~~1e7~~a car_ac~~;z:na
de~1:; ~~"el
que caracteriza tal sociedad en sus consistencias materiales. En otras palabras: lo puntos de :ste sentido son valiosas las función del ca-
y.~
ideal no únicamente se expresaría, por ejemplo, en la Crítica de larazón pura, sino res de goce y ue "el capitalista como tal no,,es capitalista no es sino
también y fundamentalmente en las máquinas, en los "aparatos" y en las múltiples Marx
P l
cuandob a r 'q . , de la fuerza de traba¡o d l /' os sólo es la forma
estructuraciones que caracterizan a una sociedad determinada. o una tUnc10n . d l oses10n e og; d
ita!, e o 'firer 'ó del cap1'tal") · La génesis e a P¡ d eños zn . d'zv z'duales del po .er
determinad~
partir de su conocimiento, el que implica el conocimiento de su despliegue, se podrían de la de habría que decir que eHos son elación entre las fuerzas.
determinar las zonas in-organizadas, los vacíos e intersticios donde reside la fuerza quienes deciden, mas "funciones" de una r como si el poder y la
potencial o factual del no-lógos. Fuerza sin sustancia, errática y descentrada, que no nes estáticas del pode:, etirlo de distinciones ontolog1cas, cosas sustantivas, y
No se trata, es necbesarl1ot repente distintos a partir de person_as yfunda el poder en un
pose~10n
puede ser llamada lógos, ni originario ni nuevo lógos de un tipo posible de sociedad . fu n a so u am · , ¡ poses1on
sin escisión y sin lógos despótico. A-lógos como no-poder, como espacio sin poder, posesión . era . . l oder funda la y a d nción es fantástica, pues
caracterizado por e] abandono y la sustracción (al hacer). De ahí que, si bien el lógos no persomficac10nes. e .P m1'enzo ni fin; siempre la ete s flotantes: el poder
. t tono sm co . hay exceso d
forma.~e ag~ro
como poder ocupa siempre estos espacios, lo significativo es que la ocupación se movimiento ro a ta en la igualdad; siempre ., orno si se tratara e
realiza sobre nada, vale decir que no hay ocupación. Para lograr esto es necesario no ni una ni otra no se extingue en esta relac10;, :na manera fáctica y
es forma de la poses1 n, p . , n· el poder puede ser, y e
una simple expres10 . , n de la poses10 , 31
30
EL ABANooi:-.ro DE LAS PAIABRAS
RACIONALIDAD Y REPRESIÓN
33
HL ABANDONO DE LAS PALABRAs
RACIONALIDAD Y REPRESIÓN
enunciados autocontradictorios inima ¡ bl .
samiento piensa'; suscita un nue;o espa~:; o~i De~1r, por el contrario, que "el pen-
si no hay ningún objeto y nirigún sujeto qu r t ematico. S1 no h.ay nadie d u tabla clasificatoria, donde todo lo que no puede incluirse en un lugar determi-
esto? Si decimos que el-mundo-piensa ·q , e engan com~ cualidad pensar, ¿qué es e~o tiende a ser suprimido. "Lugares" no quiere decir lugares fijos, pues una de las
piensa, pero ¿cómo? Si el pensamiento'< ue queremos decir? Es obvio que el mundo na·ncipales características del lógos es su motilidad y creatividad, su "reproducción
. no es una sustanci · é ? Al
¿que es? ya estamos presuponiendo una a, ,qu es. preguntarnos pn pliada'; lo vital y genial de sus respuestas. No es bueno ni malo, es lo que es: una
. respuesta que dig ¡ •
pero para decirlo se deberá referir el pe
, .
.
nsam1ento a otra
a o que e1pensamiento es
'
ª~ructura en permanente des-estructuración de fuerzas, y, si le fuese posible, de
po dna defimr; pero éste no es el caso . . cosa respecto a la cual se lo ;odas las fuerzas. Lo que se llama poder. En este ámbito puede entenderse su mayor
pensamiento para definirlo sea en , pl· ue~ no existe ninguna posibilidad de salir del misterio: la capacidad de utilizar todo; su dicotomía real se plantea siempre entre
, re ac1on con el es , .t al
eéj u1as. El pensamiento piensa no . , pm u- ma o con la mater1·a utilidad y muerte. La función visible, por ejemplo de las cárceles, es la de reprimir,
s remite as1 a una · .bil. -
se trata de una tautología sino de d . impos1 1dad de fundación. No Jade ubicar lo distinto en lugares de exclusión para que el Sistema siga funcionando
1a de a bnr · 1
un esp azam1ento e · ·
la problemática del pe . uya prmc1pa] consecuencia es ''normalmente") pero a la vez la ((criminalidad" tiene una función positiva en manos
.
Parec1era que a partir de un , nsar a un espacw d .
e pensamiento sin sujeto. del lógos (como lo demostró Foucault). Y en ese sentido, que a veces desconcierta,
fu nuc1eo muy denso d d 1
erte organización ynecesariedad el¡· fu : on e os conceptos poseen una podríamos pensar en una máquina de doble acción, por un lado discrimina y por el
· ' ogos era disem· • d ·
conste1aCJones cada vez más despr d.d man oseen diversos tipos de otro impone formas: sucede como con los ('magos': quienes con una mano captan
zonas de inefabilidad: desde las art~n / ~s y no-ne.cesarías, hasta llegar a verdaderas Jas miradas mientras que con la otra realizan la verdadera operación; sólo cuando
c1as más "absurdas" y el mu d .1cu acwne.s estrictas de la ciencia hasta las creen lo distinto alcanza su límite se instala más allá de sí, se transgrede, y ejecuta el acto
1o que subyace en todas las exp n o siempre fluid 0 d. -
. Y isparatado de la cotidianeidad sin retorno material, no fantasmático, que es la muerte. Pero es posible pensar que
. res1ones y consf t · d . ,
red ideal; tanto las concepciones ar , . d 1 1 ucwnes el sistema es una misma en el futuro incluso la muerte ingrese al Sistema como orden.
e momeas e mund ¡ d.
iormas del lógos. El hecho de qu . . o, como as isarmónicas son F.sta trama global de conceptos propios de una determinada historia no sólo
. • . e en un CJentífico 0 filó '
como mas logicas no significa que se trate d 1 . en un sofo puedan aparecer aparece como algo natural, en consecuencia a-histórico y válido para toda sociedad
los laberintos y metamorfosis del l' e a go distinto: la ubicuidad y los enredos "civilizada" (cualquier sociedad donde no funcionen dichos conceptos deja de ser
ogos escapan por · · . '
conceptual absoluta Lo di"1' i1 prmc1p10 a toda determinación civilizada y se vuelve pasible de una acción civilizatoria), sino que funda precisamente
. · "e es pensar algo fue d d .
te ese es e] Jugar, que no tiene Jugar, del ló os· la ra e to a s~stanCJa, y precisamen- esa "naturalidad" y esa a-historicidad. No es casual entonces que todo lo que el lógos
llamarse sustancia; se trataría más bien d ~ ' condensac1on de fuerzas no puede establece como lo normal devenga lo normal y, más aún, sea lo normal; y luego de-
que estalle. El lógos es lo que no s t. e una suerte de estallido donde no hay nada venga Ley y se convierta en la Ley. Lo que entra en su enrejillado es lo bueno y lo que
El l e iene nunca
ogocentrismo es la función dominante i~ter . no entra es lo malo.A partir de este punto se desencadena el proceso omniabarcador,
que el etnocentrismo es su funció , na del espacio del lógos, en tanto pleno de sutilezas y de diferencia de intensidades, mediante el cual se instituyen los
siempre actúa de manera fuerte n exogena; ~mbas son fuertes. En realidad el lóaos premios y los castigos. En las cárceles, en los manicomios, en las fábricas, esto es algo
· ,ensu1náx1mat ., ' o
circunstancias pueda parecer Jo cont . d enswn, aunque en determinadas que está allí de una manera brutalmente manifiesta; en las guarderías infantiles, por
· rano: pue epa .
siempre se trata de un juego a muerte d d . recerque JU~ga, pero en realidad ejemplo, el sistema es más lábil, pero también puede observarse cómo se premian y
ficantes y sus nudos no pueden desat' on. e arriesga todo, porque sus cadenas signi- castigan de diversas maneras la '(conducta", el ('aseo': la '<asistencia"> la <(obediencia)).
d . arsesmtocarJosJ' ·t dJ .
e saneamiento, las acciones de sus" . . 1m1 es e peligro. Sus traba)· os la "educación'; etcétera, marcando con letras y gestos imborrables la constricción
il virus asesm " ¡
t es: se empecina, pero sabe apreciar 1 os' so~1 a tamente complejos y su- del Sistema sobre la película indefensa de la criatura; allí se puede ver al trasluz la
de manera que pierde nombres pero e momento preCJso del cambio, del enroque hiancia inestable que separa y une la vida y la muerte; las oscilaciones poseriores
esto se sa be. Dws .
y mundo al conserva su manera- d e-ser, su ((mecanismo" .
y'
, (( )) ' ma y cuerpo, inateria y e , . . . serán las que decidan en última instancia.
as1 como ser 'presencia totalidad spmtu, esencia y apariencia Se trata de una auténtica máquina, de un auténtico campo a-sustancial, de discri-
del lógos, algunos de los ~onceptos ,~e~ro, yo, slujeto ... son algunos de los soporte; minación que actúa en todos los niveles y en todos los lugares puntuales; actúa en
titución, lenguaje, técnica y máquinan E~%enta es de toda metafísica y de toda ins- presente-pasado-y-futuro y de manera a-temporal, pues no sólo nunca pierde nada
fealdad o anormalidad, como lo S >gos separa lo distinto como mal, como sino que enreda el "presente" en todo lo que fue y lo que será: de manera fuerte en
cura. e trata de la puesta en acto de su enrejillado, las grandes instituciones y de manera débil, pero con la misma serenidad y estric-
34 tez, en los sueños, en las costumbres, en los juegos, en los lenguajes. Nada escapa al
35
! i
cerrarse para siempre, por donde se visualiza como distinto lo distinto. Es en esa illl . 'amás se alcanza. En lugar de la política, q~e le
. dad de un honzonte que J desem barazars e de esa anomia irreduc!lble,
n~ía d~:s
posibilidad del /ógos (del Sistema) de ser el Absoluto (al que Hegel pensó como re la vac1e l go .
señalándose para demostrarlo) donde vive lo otro, y ese vivir es una red distinta, n" y al Sistema para en.cauza: múltiples y al estado puro. Lo general siempre .
sólo de deseos insatisfechos, tanto en el mercado como en el cráneo, sino de goz ser hora vemos son mtens1 a ó . mo en lo político, mediante la repre-
lo que a t en lo te neo co · "l d l
~:~instantáneo; cir~~~-v1~~~ue
del otro y sufre, pero el otro no está allí, para sostener ese sufrimiento piadoso, uraleza': o cualqmer? . '. o anterior al arreglo de cuentas.
en otra escena donde despliega sea su furia o su amor, su sadismo o su matso.quis-Jci es el el Sistema vive en el riesgo absoluto, y que
. ·Cómo entender esto: . IJlm ·n e ara escabullir el bulto, para presentar
~~e:e~:~~ragsalvar
mo, en un hormiguero llamado cuerpo, por el que transita una libido sin su¡1ec11ón
una pura onda de placer. El "mandarín" ni siquiera imagina la potencia-de-goce por'eso finge colapsos, cns1s, lo teórico, o a la inversa; sabe que
de los cuerpos que como muerte constituyen y a la vez huyen de la sociedad como flancos vacíos; a veces e~t~a~ªes capaz de regenerar todo y ésa es su cuahd~d canc~~
sistema-de-muerte. En nuestra "selva" los delincuentes salen a cazar como cualquier la más pequeña de sus ce u amente siniestro· una desenfrenada metastas1s
fiera enervada por sus instintos. Y si bien el lógos es el escenario y las bambalinas, rígena, el hologran:a, ~ ~erd;!e~ largo plazo, yt~mbién en la generalidad, todo le
el teatro, los actores y el texto que éstos recitan, no es, le resulta imposible serlo, el sí en el terreno de s1 yd e ~t~ debe ser en el instante y completa, por lo tantodet~rna.
despliegue de esa muerte que lo envuelve constituyendo el único lugar del otro, pero pertenece. Por es~ su err • hecho de puntos absolutos. Ésas son sus ver a eras
no del otro que lo necesita para ser sino del otro-diferente que lo excede en lo que el No un anti-iógos smo otro cancer untuación ahistórica recurra a todas las g~ne
lógos no puede ser, y allí, más que complemento, apéndice o lo que sea, del lógos, es heridas. No es casual que c~1~~:a e~: hasta hace poco aparecían como sus ene~1g?s
un objeto negro absoluto que no sólo no lo necesita sino que lo ignora. Seamos más ralidades posibles'. mcluso. . .q ue cual uier stásis es preferible a ese flujo sm .
precisos: el lógos quiere ser todo, pero no puede serlo porque serlo implicaría no-ser, . mortales: Jos parl!dos poht1cos, porq q ada porque sabe que todo recono-
" 1 t" e no se reconoce en n . . .
en esa imposibilidad está lo otro. El lógos es (un es tachado) el "sol" platónico, pero remisión, a ese comp o qu . . 1 No es fácil decirlo, y ni siqmera msmua.r e1
C
siempre hay un cuerpo opaco detrás del cual se despliega la perversión sin causa y imiento Jo limita para luego suprimir o. t d elegir entre la vida y la muerte smo
. · robre No se tra a e d
sin objeto; se comprende así que pretender abolir el lógos es entrar en su juego. Lo borde de esa denva sm .n? .' sin nombre. En este punto, que ca a uno
decisivo, repito, es la imposibilidad: el lógos penetra en el otro, pero el otro ya no está de thánatos, de la negatlVldad sm( rostro y todo es el mapa de los campos de fuerza
. pio mapa que pese a
allí; es más o menos como querer saltar sobre la propia sombra: justo en el salto, ni puede ubicaren su pro , ue sea) nos encontramos. .
antes ni después, en lo que parece la realización de la perfecta intimidad, la sombra y de sus intensidades, por mfimo q l' .' odía suprimir el sistema del lógos;
se ha corrido y de nuevo el lógos comienza su tarea interminable, la de reducir a sí Se creyó que mediante la acción po ltJCa lse .Pt . nal1'dad del propio lógos; in-
al otro y a la vez crearlo como otro. .
Pero esta idea siempre d inada por a m enc10 . "
estuvo om b 'd en el concepto de "revolución como
., , 'ntensasusum1a . dl
Otro no es una cosa ni alguien; es, esencialmente, fuerza y, como tal, es poder. La cluso en su expres1on mas 1 , , ,l esentación de la humamda , o que
" l " e asurn1a para-si a repr , . t 'ta
otredad es ese poder que disputa el resto, lo olvidado y perdido; pero como jauría, télos de una e ase , quhil 1·d lógicos era e ogos. El lógos creó la fantast1ca .u op
. l /'
Por detrás mov1a los os eo d . da y dirigida por un Partido que
nunca molecularmente. A la jauría debemos entenderla como dispersión, no como . "d b' a ser pensa a organiza 1• .
presencia: esquirlas de acero atraídas por un imán en movimiento perpetuo, que de que la "revolución e l ' d el "proletariado" era e un1co
· h b J hecho nunca, Y e que . b l
sabía cómo hacerla sm a er a l dedor sólo existía la l!erra a -
las une y dispersa fuera de toda ley. Homosexuales, locos, drogadictos, poetas, mís-
realmente interesado en su rea izac ,
r ión pues a su a re
cia era instrumental, ya que antes
ticos, delincuentes, flujos de trabajadores sin patria, cabezas moviéndose solas, ojos
moviéndose solos, trozos de cuerpos, niños devorados por las moscas o las ratas: día o, en el mejor de los ~asos, c~erp~: ~~~i~~~ue les permitía ser "aliados" de la
aluviones de órganos que viven y mueren bajo la furia lógica del Sistema. Ya no exis- de desaparecer sólo pod1an r:ahzar l " rganización" lo sabía todo y que los
verdadera clase. El lógos les hizo creer que a o .. ·. n" encargadas de llevarles la
te ningún sueño que los cobije; nunca existió, pero sin embargo el lógos les inventó . " arreas de transm1s10 . .
la trampa mortal de soñarlo; el sueño de la redención fue una teleología macabra; "militantes" úmcamente eran e . d . d s de hasta sus propias ideas.
b f; mélicas masas espop a .
la Idea de la felicidad, de la victoria como último momento, disfrazó el sentido del buena nueva a las po res y a l' y . b'en hoy ya casi nadie cree en esa
1
poder: todos evolucionaban o "progresaban" hacia el paraíso. Hoy ya nadie quiere Éstos fueron los suenos - que h lZ · o soñar • .
el ogos. b si1 heteronomíainaprehens1"ble de1
d en una un1ca ca eza a
vivir de sueños; prefieren el apocalipsis presente, que al fin de cuenta les pertenece, utopía violenta que con ensa . . l 'vió repitiendo especularmente,
conjunto, lo cierto es que durante casi un s1g o se v1
38
39
RACIONALIDAD y REPRESIÓN
fu ABANDONO DE LAS PALABRAS
· orque incluso
l Sistema no va a morir p
. acostumbrarse a la idea de que e tos asesinos no pueden dejar de ser
como una propuesta mesiánica, el funcionamiento estricto del Sistema. También aqlli
la estructura lógica de este inconsciente mayúsculo ha desempeñado la función d BaJ:t:l de matarlo le pertenece: s~s ~~~~~~ad el esplendor del poder los. se:ce
todo inconsciente, hacer pasar la parte por el todo y una cosa por otra, naturalizar ·
despotismo creado que nulifica al hombre. Pero si no hay Saber, entonces todo lugar-'
~~~anos d~;:;::~:~:~0;~Je~~s~~~evos líderes.' nue~o~~~~~:~t~:d~~ s;a~~:nd:
del-saber será un supuesto, y no sólo como Saber sino incluso como lugar; será un~ has~~~~~~ de la triangulació~ despóti~= ~t~:~~~{~:~ exageran en su peor sentid~.
usurpación de lo inexistente: sin olvidar que los fantasmas viven su inexistencia en· en e. uciosamente sobre la primera, a n único sistema que crece sin térmmo. e
\a mm mirar hacia otro lado: hay u . blos y destruye la naturaleza
los cuerpos, como cuerpos-en-simulacro. No se trata, por lo tanto, de cruzarse de. ~' podemos ¡ que extermma pue , 1
brazos sino de encontrar en el fondo de la marginación y de los exilios los único:i ~ -, . J.-..o funcionamiento natura ' .- . res árboles, pájaros, r1os, se vas,
tratadeun . dismo Suotro(mnos,mu¡e ' l Ma's aún no
senderos que se pueden recorrer, los que no llevan a ninguna parte. ¡y no por sa · ) ueden matar o. '
No nos engañemos, el poder actúa tanto en la forma expresa que es el Estado, porqu:s~~~:, obreros, drogadictos, de\incue;~:ta~~e~aetian irremediablemente en
como en las formas vergonzantes que son el contra-Estado; el despotismo del poder camP . tentar hacerlo porque en ese mism. e oscuridad.Y aprender. Por e¡em-
deben:{{ Hay que prepararse para largos .siglos d . su "ignorancia", aferrándose
trata de encarnar cierta trascendencia imaginaria que yace en el puel:Ílo y es investido
por éste como símbolo de ese deseo sin límites, logrando así la fascinación mortal s~~~e \:·indios que han lograd? so~:e~'.v~:~:~::eªmirar, tejiendo por detrá~ d~'
que lo caracteriza en su grado de mayor impiedad, cuando se vuelve ciego a cual- p 'es desconocidos, no miran . erioridad de una "cultura-viva
quier cosa que no sea su autismo pernicioso. Pero en las formas del contra-Estado ~le;~~~ el signo de un fuego que consti~u~~~a~~k del lógos, en su propio espacio,
también aparece la franja negra de la descomposición que caracteriza al poder en su . =orno la llamó Antonin Artaud- op~~linda constantemente con la muerte,q.mero
télos íntimo, su correlato con el cuerpo que de antemano y siempre, sea cual sea, está .do en el abandono absoluto q , sobrevivir? No se sabe, pero
cdon~trquuie la sostiene y es sostenido por ella. y ¿parapqiudee lo Uno N~ se trata de crear
destinado al sacrificio. El poder penetra todo; más allá del Estado impregna hasta ecir t o cuerpo e im · · l l
el fin los movimientos moleculares, autogestionarios y"libertarios"; todo se mueve hay algo que pasa de un cuerpo ª1 o r der tiende naturalmente a devemr abso uto, e
sobre el riesgo de su mal, no porque sea una esencia sino porque, precisamente, no contra-poderes, pues asi_ con:o e Y° der En lugar de contrapoderes hay q ~epe?sar
es una esencia sino intensidad y motilidad, y de esta manera puede ocupar cualquier contra-poder tiende a mimetrzar e po . ~ensídades. Tampoco se trata de dictammar
lugar o todos simultáneamente; carece de conciencia moral y fluye sin dejar libre en esas fuerzas erráticas a las que llamo ~:idad es total. Lo que se está gestando e~ un
ningún resquicio, sea como lenguaje, como costumbre o como cultura. Aprovecha sobre qué hacer y cói:'o h~cerlo. La op ensamiento o una teoria,sea filosófica,cien-
hasta las ínfimas partículas para satisfacer su impulso totalitario. De ahí que el con-. t silencioso e mvmble, y no un p . nt'ivos de esto y lo otro, de todo lo
complo d"scursos con¡u ' . s
junto siempre tenga que vivir en una suerte de milagro, sobre el filo de la navaja o tifica o politica. Se trata de proto- i, ue lo ue se pierde con éste siempre e
como espectro entre uno y otro abismo. otro, y no del cierre disyuntivo del lagos, ~~r!ucho~en os que de discursos, de algo
Lo que ha estallado hoy es el milenarismo tranquilizador de las "izquierdas" orga- el lugar de la verdadera guerra. Se tra~ s silencios. Hemos entrado en una ~dad
nizadas según los mandamientos del viejo lógos despótico; el deseo trascendente de . form~: sólo de balbuceos, hipos, alan~ yb tendrán que asumir la intensidad
anarquía fue encerrado en chalecos de fuerza; los "partidos'; las teorías "científicas'; ~egra sin historia; para vivir en ella los¡ ·º~ta~:: sin individuación como absolu;o.
las "leyes de la historia'; la Verdad en sus formas más castradoras, hicieron que al final sagrada de un deseo que se afirma en e m , diciendo en un único verso, Tel qu en
A esa mutación se refiere Stephan Mallarn;e ha nada. El Sistema es esa nada que
del círculo de la "liberación" los explotados encontraran otra sociedad de explotado-
res; una organización despótica sólo puede construir una sociedad despótica, puesto Luí méme enfin !'éternité le change. Má~ allabno ~ás luz que la dimensión que abre
. , l tro no tiene mas co i¡o, ' .
que es lo que lleva in nuce,lo que sabe hacer y a lo que aspira como si se tratara de un todo lo nullüca. Asi, o o . d ci'a en cuanto destmo.
. pia trascen en
ideal. Una Razón, una Normalidad, una Organización, construyeron en nombre de su propio despo¡o, su pro
los explotados un nuevo sistema de explotación. Fue una jugada maestra del lógos,
debemos reconocerlo; con ella ni siquiera soñaron los que se autoprodamaron los
"dueños de la verdad" de la historia; el proceso no necesitaba de la conciencia para
realizarse. Quien lo dijo fue Nietzsche, yes así: vivimos en presente, no vamos a nin-
guna parte, esto es todo. Entonces se recomienza; pulsión de muerte, sí, pero también
exceso de esa misma pulsión en la insistencia fi.ínebre y jubilosa de sus formas.
41
40
Crisis I
43
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
CRISIS I
que siempre será in-terminable, lo que aparecerá es otra enfermedad, la que oblig
rá a repetir continuamente el mismo ciclo. Se trata de otra cosa y no del aparecer,
·
diso;~c1 .ó ¡ mismo
. tiem
. po · Sólo in abstracto se
asu:ic~o:~ genen~·~:d~:;~:rancar
. ., de constitución y na las racionalidades siempre son
allí el síntoma. Mas el síntoma presupone caminos, que es preciso recorrer sin ot
~ co~pora o~to
caso y una racionalidad a la razón de su forma es
esperanza
sólo que la del
nos quedara propio recorrido, como si hubiéramos caído en una trampa
pensarla.
~oncretas, s1~mp
uede ha re existen como 1 ló .ica. Cada sociedad tiene, por
~nes tme~
d validez cognoscit1va y no g mo un 8er toda la comple¡a
una abstracción dominantes, las cuales coatura! estaríamos tentados a
2. Al término de su vida Husserl consideró la crisis de la razón como un desvío, u otra
t parte, sus ra~cturas. La razón básica y n;aten ' nas mediante un movim~ento
apartamiento de la Razón originaria, de manera que el conjunto de su razonamient rama de sus estr nen sí que se expresana en forme y no puede existlf sm
se basa en la distinción explicita de dos razones: una positiva y otra negativa; la crisis decir,~o ~Xl,
P
"ste como u
bien la forma es larazón-n~ t ral como iorma,
u d tas formas, conjunto idea
. 1
'p~r
de la Razón se inscribe en la segunda de las dos razones, como olvido del origen. osterior, mas e ma de algo; el con1unto e es 1 Razón y no un extravio
auténtico mito: in illo tempore la razón buena; hoy la razón buena se ha m<,tamcirtei-
.
sforma,s1emp
rees1or - ...
stituiría la Razón. R~zón. ~
La
d lS'stemaes a
upuesto, connapresun ta razón imag1nar1a.. io as
d
e..,., las haterías
r
'
ideológicas del
.
S1ste-
seado en razón mala. Todo se resuelve en el ámbito de la Razón como tal Razón; la
maléfico , e u .
estas en JUeg o en este ocultamiento.
segunda ha desfallecido al perder al unidad original estructurada alrededor del '"'1'"'''
filosófico griego: la universalización de las razones-científicas ha desplazado del or-
den global de la cultura el fundamento unitario que arquitecturaba en un proyecto
ma estan pu
4 Al hablar de la crisis de la Razon
,
::s:
o de una supu
esta crisis de la Razón
que la crisis es algo adventicio a e:~
. . t
d~ t~
de alcances infinitos las particularidades racionales, dejándolas dispersas en terri- · l S'stema se da como sup 'd un cierto tiempo Y que,
a~
torios distintos e inéditos para luego recoger su riqueza en una totalidad armónica. dominante enfe:medad que se ha produc1 o;n ón supere su crisis y vuelva
Al perder el centro unitario y esencialmente el proyecto ontológico sustentador, las Razón, una cier de tomar las medidas para .qu: tal de la idea de la inexisten-
descentradas racionalidades de la ciencia le han quitado al hombre el suelo cultura] el fondo,
a norma i a · .. ~ rma-de-ser e
b se trata l'd d El panorama cambia si se par e d la Razón dominante
seguro del Uno, posibilitando un desgarramiento trágico que se expresa en el nivel a su uen . . de que la llamada cnsis es 1a o d roblema escolástico y que
s:e y sus
e~p
3. Al señalar esto como crisis de la Razón ocultamos precisamente que la Razón l acio cosmico, l á b. to socia para
icro y macro espacios de ,r;i 1 .d des"
comu~1.
es esto. Por eso hablamos de síntomas, en cuanto algo fáctico que dice y al mismo tura por e l 1 a las especies y a la
q~ ~ienc
ción de discursos que se desplazan por todos los niveles del cuerpo social, ocupando otros referidos al orl b 'n di'chos conocimientos. y este n . 1 sal abrir la posibi-
. · e e a orara · ias socia e
y luchando por cada franja de terreno mediante un movimiento perpetuo de fra- los discursos l erspectivas eurísticas de las a por itinerarios hasta
ya ha modifica o as .P.bil'dad histórico-antropologica, avanz
44 lidad de una nueva VlSI 1 45
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
ayer
rti irrelevantes' de ah1' el nom bre g , · . CRISIS I
ca I cado; ciencias de los restos ener1?0 de ciencias indiciarias e
tráficos subterráneos, de la al .' defos residuos, de la marginalid d· o~ qu_e ha sid
dados'; donde la Razón efe ~cmac1ón y la muerte. Es allí en los" a '_ciencias de 1 . Ji'. . ., de lo mismo. El Sistema abandonó sus grandes prioridades trasladando la
c'r··nizacion · · don.de_ h. acia
,,~~;·· ·~talla al interior de Ja conciencia'. a esa zona
· mueho tiempo · ya estaba,
sabiduría incalculables Estctua sus movimientos más sinÍestros terntonos desfon.
públicas, por ejemplos~ L o no implica que deban descuidar con una precisión y · ...b ·. ··b . do y desde allí emprendió su recomposJC10n acelerada; al final tenemos
·;·:.;;~nasociedad
·. ;.tra a¡an ' más represiva · que ¡a antenor,
· d on d e 1a prop1e · da d so'l o camb"
io de s1g-
·
Absoluta, aunque sepam ey, su Ed~cación, su Mora], su Cien ~e.s~s construcciones
os que esta construida sobre u fi lc1a. e todo es la Razón >\ ..... donde el poder se invistió de nuevos emblemas, pero donde tanto la propiedad
na a ta .
. 6. La fuerza no puede me . . . no, 0 el poder general siguen dictando la Ley que los salvaguarda mimetizados en
c10namiento aparece en s d1rse solo por su visibilidad Un fº;7deales de la liberación humana. No es fácil seguir en su itinerario a mil puntas
Smith hablaba de 1 " us ~fe~tos, en las consecuencias . a gran parte de su fun- ~proceso de las metamorfosis. ¿Cómo pensar fuera de la Razón del Sistema? Y si
lo general, estaba d:n~~ano mv1sible" que subsumía orgi::t produce. Cuando Adarn ee piensa en la Razón, resulta luego imposible escapar a sus consecuencias. En un
de la fuerza. En est cuenta metafóricamente de la fi camente lo particular en :apso casi instantáneo el Sistema realizó la maniobra genial de transmutarse de raíz
. e contexto result , orma real de fu . para mantenerse y de inmediato pasar a la reconstruc¿¡ón de su territorio. Esto es
med iaciones. Quiero d . ana pues irrelevante exi . nc10namiento
por ejemplo, y un deter:;r q~e emre la organización de un;1;ábu~ se explicitasen las lo que llamo campo gravitacional; la "mano invisible" que fija los destinos por sobre
el no verlos no es un ar na o sistema metafísico, no se ven J nea o de una cárcel, la conciencia y a veces la voluntad de los hombres.
sica material y la metarfumento ~n contra de su existencia· os ].azos de unión, pero
una red de dispersiones me~ es la idealidad de la cárcel, la d: la car~e] e~ .una metafí- 8. Casi en los mismos términos, y aquí los términos son los ritmos y las disciplinas,
no como el noume mvmbles por donde la fuerza sefi ispelrs1on VlSJbJe implica la racionalidad capitalista pasó a ser racionalidad socialista; la ética burguesa del tra-
. no son marca arma iza· ta t ¡ e bajo pasó a ser la ética socialista del trabajo: hay que producir desmesuradamente hoy
cierto campo de t. s, Y marcas reales M. b" ' n o e ienóme-
1po grav·t · · as ien d b" para que mañana descansen los futuros seres "libres''. El tiempo teleológico una vez
La mención de los unt l ac.1onal y no en determinacione : :eramos pensar en
ticulado de sus re] P. os de extas1s presupone como s t1p1camente casuales más sirvió para oprimir el presente. La ética calvinista se proyectó en la ética leninista.
aCJones H bl ausente p . · También Lenin fusilaba a los "vagos'; y los que faltaban al trabajo iban directamente
de actuar, sea de manera '. . a amos. de efectos por cuanto 1 ' ero no irreal, el re-
s1empre insiste, con esa r v1sl'.dble o mv1sible, débil o fuerte dira fut erza no puede dejar a la cárcel. El paroxismo de la ética del trabajo lo constituyeron los "campos" donde
La fu ea1 adsui" · ' ecaomimér millones de inocentes sucumbieron en beneficio exclusivo de las nuevas clases sociales,
erza cancerígena de la R , -,,enem que es la suya, sobre l . icamente;
multánea, pero sus ritmo azon se mueve en todas partes a l a realidad común. de Jos burócratas del Estado, del Partido y del Ejército, y no precisamente para liberar
de un adulto a un trauma~ y/u mostrabilidad son diferentes /vez y de manera si- . el futuro, que, como se sabe, siempre es el sueño que sirve para convertir el presente
concluye en un origen hip~t ~;t1l presupone un gigantesco d~s;sar d~ la agarofobia en una pesadilla. La parodia no significa un suavizamiento de la fuerza sino todo lo
es una escoriación de 1 tl e ico, en una consistencia fant l ontaJe que siempre contrario, es su potenciación sin límite. La militarización del trabajo propuesta por
la genealogía nietzsche~~a UJOs; seguir el desplazamiento d~~a. La llamada "cosa" Trotsky era una parodia, pero sangrienta. Desapareció el referente y la más pura de-
nunca está la cosa inp y en resumidas cuentas de tod tos es e] proyecto de mencia se instaló en la cúpula del poder. Allí todo se transformó en un laberinto de
d el" raesentia s'111 a genealogía p
e maciones balb º una nueva idealid d · ero al final significantes moviéndose a través de un orden paranoico. Entonces no puede sor-
' uceos, ataraxias o locuras. a que se proyecta en nuevas prender que la muerte rija en primera y última instancia el funcionamiento social. El
7· ¿Ha)' un 01·den,· ¡ I . d "archipiélago" no es un estanco sino una sociabilidad; el "campo" inunda todo, y ante
.. ay .
yen su.s jerarqt11'as t, t' or enes sm jerarquías ont·o]' . todas las mentes, el hogar, el trabajo, las costumbres. ¡Qué costumbres puede tener
ac icas· t · t"
d efenderlas media1•t . '. ac icas no quiere decir · · og1cas p . un pueblo que cada noche espera que vengan a asesinarlo? Ocultarse, sobrevivir a
de'b1·1 ' ew que constitu--
' e can1irer' 1 . es, ya qu d toda costa; traicionar, denunciar, aceptar, como formas de ganar una prolongación
complementa co11 l ti . , ias 1L!manas. Esta lab·1·d d e pue e llegar a
U . a uerza ter ·r i 1 a es ¡0
n e;empJo histórico es Í d . ron Jea de sus prioridades E-t
A ••
.. senc1aJ, pero se del terror diario. Aquí la única alternativa a la Razón es la lobotomía y el electroshock.
medio de la viole·¡ .· e d e fo revolución run alli' el S.. , o puede comprobarse Y no se trata de un terror localizado, de una práctica localizada; el terror es de todos
1 !..ta; per i, · ~ · Istem·i fi d ·
que resultó no füc • J o cas; todo después de u ' ' . ue errotado por y la práctica se ha extendido triunfal por el conjunto del territorio .
. a go nuevo sino una d·c . na guerra sm cuartel p, 1
. ' 11erenc1a propia d 1 s· ' ero o
46 e Jstema, una moder- 9. ¡Se puede hablar de crisis en este contexto? Tanto el sistema capitalista como
el "socialista" han hecho de una razón la esencia última de sus proyectos históri-
47
Et ABANDONO DE !AS PALABRAS
CRISIS I
cos; de ahí la reivindicación insistente, maníaca, de una ciencia pragmática,
vuelo. La ciencia ha pasado a ser el aval sintomático de ambos sistemas, que \ }. , ese magistral movimiento de
ra exacta sería Sabiduna:
,; .•· ón" Tal vez la palab
•{(leJa raz : .6 que apunta a a l eternidad del Sistema.
realidad son un sistema expresado en diferentes tiempos e intensidades. Para eJj
el mundo y la historia tienen un sentido trascendente que únicamente puedes' ;¡'4~nsustanciaci n
jerarquizánd~se
. ill de puntos donde las fuerzas se
desvelado por medio de la ciencia; la nueva mathesis universa/is sólo puedes
leída, paradójicamente, por los políticos; los dueños de la ciencia son l6s dueñ
;§s;(
d~nde.
. miento descentralizado. M ones ctan entre sí
5:2•; 11. Un func10naera inestable, y desde
y
~~~tabilizan, sustanc1ahzac10nSi:~pre
:onta ntos isomórficos que repiten,
del sentido, y en consecuencia del poder. Lo trágico de este simple esquema es s
<~vitando
de.roa: tiempo toda hay una cabeza deposita-
realidad; los científicos no cuentan, los dueños del poder son los "dueños" de lo
grande~ sentid~ ~escindirse
al mism ño el mismo funcionam1ent.o. todo lo que le es propio. Para
científicos, los dueños de la posibilidad material de Ja ciencia, de sus estructur >ell
deb~~ ~n
peque u; equivale a decir del lo real posibilitando
y su planificación. Se trata de una gerontocracia psicótica. ¿Crisis significa que
estej~ego ~o
ria del sentidod!:inio es evidente que antes maquiavelismo del Sistema;
cambio~'
estos Sistemas han hecho un mal uso de la razón? ¿Cómo se explicaría entonces'
u~~~ionamiento con~iencia-d:-~~.:7
de arte sobre la otra. y se. trata , hin ún momento el Sistema
críti~
el desarrollo hipertrófico de las ciencias? Y no pueden confundirse los
c~
la acción de sin con:rario, el funcionamiento
de paradigmas de las ciencias, los que bien pueden llamarse sus momentos
~i~e domi~io.
se trata de.'ul consciente una estrategia de d?':'mEs;o no significa que el Siste':'a
cos, con la crisis de la Razón en cuanto forma-social; así como tampoco pueden genera a . sujeto consciente del . .empre puntual que en mngun
confundirse las crisis económicas, las que siempre han demostrado que son
conC1enc1~, ~onciencia
es el domm10'. sm. ro se trata de una conciencia s1 sía la conciencia de
momentos de reactualización y salto de los aparatos productivos, con lo que se . tezca de pce1'a del todo social; sí el todo. es una faen tsaon o Teo-
t es concien . es piensan qu
llama crisis de racionalidad. El Sistema actúa a través de "crisis" o constantes pues-
as~
mamen o b', será una fantasía. Hay qmen "f¡ 1 conciencia" determina luego
tasnatural
al día defuncionamiento.
sus aparatos, pero esto no implica una crisis del Sistema; es, más bien,
todo'.!~ v~e
su ese todo tam ien dad del sentido-del-todo. Esta t el espanto los fantasmas
ría del
la reconversion
la fantasía en terror. Conocemos d ª'z:
Historia (las tristemente
proclama subsunción en acto e d la metástasis mediante
de una Razón que se . . " ólo fueron el instrumento e
famosas "leyes de lalh;s.todr~:,:1e por sobre la revolución).
10. ¿Por qué digo una razón? Para evitar la trampa de la generalización y a poste-
riori la invalidación efectiva del razonamiento. Se trata de una razón determinada y al l s· tema sato 111
no de toda razón; sin olvidar, por otra parte, que una razón es un auténtico mundo
la cu e is t - as del Sistema siempre
de razones o el despliegue de esa razón. La Razón es, ante todo, un funcionamiento, 'd sus lugartenientes; en las en ran 1 s de arañas de
y este funcionamiento en su extrema abstracción es la metafísica. Funcionamiento 12. Lo esencial es el sen ti o y stado naciente entretejidas en las te a una vi'sión
· d fuerzas en e "mpone es ·
50
CR!S!S 1
Sentido siempre asume las cualidades de lo otro hasta anonadarlo en el sin-senti
por eso en un movimiento posterior el sentido deviene gracia y se vuelve mand
. ~ero lógos también s1gmfica,
a del te" ido de relaciones q~e h~cen
~!s e~ deter'."~nada h1~tonaRazón
. ,
Ley o categoría ética. Es claro que si éste fuese un movimiento mecánico el fun . ica sino a la textura m1s1:'
namiento sería imposible; lo que sucede es que el Sentido se expresa a través d .soriginario en una significa, como vimos,
ornbre tal comd el suelo ontolog1co, Razon, Y. t i·nerte de postulados. que
conJU~
violencia (la violencia depende del lugar y a veces puede ser una simple sugerenci > .. b dona o , un conJun o t
mientras que el sin-sentido asciende a través de un andamiaje de súplicas que se vez a an zones. La lógica, aqm, no es d d de éste; se trata de un o .
'.:.p'ulular de ra ·ento para asegurar la ver .ª n un gran margen de m-
tran por las distintas instancias que marcan la separación. La representación sa]
el abismo del corte, asegura la sujeción de los sujetos, quienes de otra manera seria 'nstri~en se~
icammos,
1pensam1 d fl e siempre co
e cleros y atajos por don : uy ' ro iamente inefables, para la. ran
. de la fuerza. Estos margenes p l .
G
cluso llegar a la anomrnab-
puntos nómades dispersos en un espacio desjerarquizado. El sacerdote es el repr ·e·.·.·.·cibilidad, e! UJO
sen tan te prístino que liga lo terrestre a su trascendencia: como lo que falta es la árgenes de fuerzas, que pue eOn m d l lóuos sino su imposible.
bién son m l sólo lo tro e 6 ·d ¡
i!0'i;J,,~§pluta, I~M~r:~; ~ue ce~~:seo des~o
de dios (se sabe que dios es silencio), la fuerza constituye los lugares que de hec ,,,<hógica, taro en este caso se vue ven no el mundo y, en este senl! o, e
!~ano '~
la Razón nunca puede¡ de la Razóu, que es el
serán receptáculos de la voz trascendente, la voz que le dicta la Ley cerrando asi pa
he~e 1mphcar.1~
siempre el deber-ser de] hombre, cualquiera que éste sea; los "representantes" de dio ;•¡·.·.Esto quiere representa, más que¡? re_a extinción, la Nada, ya que necesita
se invisten fácticamente con los emblemas del poder y al mismo tiempo con el pod ... :sistema er todo; pero ser todo s d doll?ínación. Sin otro, ¡cómo y a
~ara e~
real; el poder rea] es (no se trata de que se vuelva) trascendental. Éste es el quid d del Sistema. s lo que es: órgano y func1 n e l l Sistema siempre d1feren-
de lo otro :eLr teoría afirma el todo, pero lo rea e onvalidar el movimiento
problema. El representante aparece como mediador pero en realidad es plenamente . d mmar. a . que sirve para c d
el polo donde está la fuerza, el poder, la Razón. Hay una proyección ideal que funda
el poder real. La cadena, en toda su amplitud significativa, de las re¡)re:sentac:iorresv
t~o:1a dia~te
quién o ,
cía; la es
un lus-de-real, un exceso . sirve al Sistema para fon arse
un deber-ser imagmano que le ·ible e incluso, llevado a su
17. Así como Michel Serres habla de la multiplicidad de espacios y no del es¡>aciio •:\~ c~m~e~odea;
térmmo, mde l detención al borde del abismo.
p;r~ n~:~po
ede incorporar ciertos
~ q~e
crecimiento se dice Saber Absolut?, a controlar sus rit-
donde habita un cuerpo, así se presentan para nosotros las fuerzas y las razones de la
otro de la Raz a arecen y desaparecen sm ar e . . ·era odamos hablar
Razón; ésta haría algo semejante al "tejedor": conectar, desconectar, construir puen- saberes sombnos mpas y sus consistencias. Tal vez m s1qm moptales Podemos .
tes, caminos, postas. Lo que pulsa entre los puntos discontinuos de los éxtasis, el hilo d·ar sus 1or t turarse co ·
53
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
CRISIS 1
~s ~mpo_
cía; la es un deber-ser imaginario le s1:ble e incluso, llevado a su
el poder real. La cadena, en toda su amplitud significativa, de las representaciones y
ese~oa
de los representantes, no tiene fin, aunque sea en un espacio limitado. de domm10_me 1ansiva, sabiendo que el todo smos para permitir tanto el
en su exp le Una auténtica combinatona e c1m azón siempre sabe, pero lo
per~
término, mdeseab 1. detención al borde del abismo. La R uede incorporar ciertos
17. Así como Michel Serres habla de la multiplicidad de espacios y no del espacio
Razó~ ~recen be~p·era
crecimiento como a <lea· se dice Saber Absoluto, no p o a controlar sus rit-
donde habita un cuerpo, así se presentan para nosotros las fuerzas y las razones de la
q~~r~as s~~u:om:
otro de la mero y desaparecen sin dar e odamos hablar
Razón; ésta haría algo semejante al "tejedor": conectar, descÓnectar, construir puen-
~~s estrucl~u~::ón
saberes sombnos y sus consistencias. Tal vez m tales. Podemos .
tes, caminos, postas. Lo que pulsa entre los puntos discontinuos de los éxtasis, e] hilo
mos, a estudiar no logran, ni lo pretenden, debe necesariamente
que enhebra -para continuar con ]a imagen- es la representación; la representación
abandona el murmullo para convertirse en mandato divino u orden despótica. La Allí se cierra el circul_o- . "d su total clausura.
. d · éd1tos unp1 an
energética no es algo adventicio, ni siquiera paralelo, es la representación; así como tes inus1ta os e in te de nidos; unos
la topología es la representación, y viceversa: toda representación es tanto topológica
éxtas:~:~ ~a l~:z~t~:: :royectánd~se en els;:~:~~~;~e~u~ fija las di-
, resentan mtegra . . ndo una suer
al en lo que
como energética. 1bdo es un campo-de-fuerzas, pero unas aparecen como éxtasis y
CRISIS 1
.~:
es posible desmontar el funcionamiento de la Razón en cuanto estructura soci
herenc~a,;a~c~nación
y aquí sí puede ser útil, ubicado eu un contexto mucho más amplio que en Hegel
. . '! encontrana . mos otros itinerarios d
el despliegue fenomenológico de Ja relación Amo-Esclavo. No se trata de un orden .el sello ª?are~·t~odomente decisivo de la del origen está condena a
psicológico sino de culturas y sociedades donde macro y molecularmente juegan remite a todo, e.ntonces a
•m. térmmo. i 1 ismos espejismos.
las relaciones amo-esclavo, pero sin dialéctica; no importa que el esclavo pueda de,·
venir históricamente amo, lo que importa es el Jugar del amo, sea éste quien sea. No
hay dialéctica de los lugares, eso es lo decisivo. Siempre es todo o nada, y cualquier
s · mpre os m
a repetir s1e . Razón tiene una única c~ra, Ja que
.
. de la cinta de Moebms, la . el infierno de la h1stona; no
concesión apunta a derrotar al otro, nunca a superarlo: el Amo puede ser el burgués ·. 21. A semepnza . sa el mundo feliz de la utop1a y 'f camente para tratar de
.. amente atrav1e a doblada fantasma l H vivimos
o el proletariado o el padre, pero siempre que ocupe el lugar del Amo será el Amo; paradó)IC . n recorrido y una car . to de la razón-mala. oy
~:las
no obstante el Jugar del padre puede ser ocupado por el tío, o por quien fuere, mas dos caras smo u b na mediante el desplazam1en h miles de razones y una Ra-
suen~ ~na
Jo importante es que el papel a desempeñar es el de padre; poco importa que sea rescatar Ja razón: dos razones; sabemos que ayultitud de razones. Pero esta
el padre real, lo que importa es que el hijo invista esa "x" como Padre. En lugar del más allá del del Sistema diseminada en m. a'rnente, como una sustan-
burgués-patrón puede estar un burócrata, pero se desempeñará como patrón, al ue es la Razon una cosa o, mas prec1s . . ucho menos
zón, q de determinarse como d 11 ? No hay sustancias, m m S . to
margen del nombre que se le dé al lugar. De ahí la permutabilidad de los nombres Razón ¿pue de . or qué hablar e e a. nsecuencias, la de un UJe
1er~rq
o proletario que funcionan como patrón; poeta o novelista que funcionan corno Por Razón entendemos_ Ja de ellas. Se de
existe~
en su proyección y en sus variables. Lo que uno combate hoy puede ser lo propio to de las razones sus tesi_s Marx .defima al sujeto med'.ante
relac~on.esnso~~ inm~diato\~::~laciones
mañana: el Estado "socialista" es exactamente igual al Estado capitalista, su grado de relaciones (record ·ales'; abriendo as1 la pos1b:11dad las relaciones no
gulag depende de las situaciones; los filtros funcionan automáticamente. to de fue clausurada de son cuerpos. As1
una enunc1ació q . . el cuerpo es relac10nes Y
respe~tiv':ás ~sen
d los éxtasis. Cuando
20. Si el Sistema esperara la toma de decisiones conscientes se atascaría; es el au- sin los cuerpos allá de todos los éxtasis y en. to la ciencia de "mé-
debe pensarse la Raz n, l pensamiento se trata de cammols ,a es el único medio
q~
tomatismo inconsciente de sus infinitos filtrajes lo que le permite su perfección. En ostenía que en e ., e "la tanto og1 p
:~~a:ªt~utológico Siste~~sª Esto~
este sentido su símil es el cuerpo animal. Las miles de millones de células cerebra- Heidegger.s d" aba como conclus10n l Razón del Sistema. or
~ste
les, con sus innumerables sinapsis, forman un inmenso espacio donde se configura todos': de,,mme es extraño al d: su racionalidad.
a su manera el espacio-de-la-cultura, y en él nada puede despegarse. Los humores, de pensar . p d éste cuando se trata de des . alidad. Pero ¿con que
~e Éste~:
los líquidos, las emergencias y destrucciones que ocurren simultáneamente en un eso la reacción fuerte e 1 común sino que son otra racion l roblema; la Razón
ma~e¡arse :b~umirse,
cuerpo vivo semejan la fluctuación de los flujos de cualquier sociedad. La decisión desvíos no son .talesf!::a la meU:física de la razón? ::ese abismo, donde
nad~oqotro aneg.a~s~,
siempre es una resultante que no puede sorprenderse en su origen; no tiene origen; nombres ue es su no-ser y, sin embargo, es pues cae en el
es~:~ po~1b~idaura
las personas son "personificaciones" de las fuerzas; como seña16Marx: el capitalista desplaza hacia la El "desvío" puede s d de la metamorfosis. Lo
es una personificación del capital, lo mismo que el obrero; pero la personificación espacio de lo paro ico,. ent;a. en lallícasi
debe pensarse; infinita
en ese escenano e p desolación y tragedia,
no agota el lugar del encuentro que es el su.jeto. Wailace Stevens no se agota en su d d ramente lo ot10, y a '
función de gerente de una gran compañía de seguros de los Estados Unidos, el su-
otro es ver a e 1 . cógnita del destino.
jeto de ese nombre personifica el mundo poético norteamericano bajo la forma de es donde se enfrenta a m d la reconversión
hab~a~e~~ ~e
cualquiera. Del fondo de la marmita en que se cuecen los filtros mágicos es de donde , el momento e
, .d f ficado en Socrates d l racionalidad en
~ ~~eslumbrante
ta pensar en el código ínsito de las moléculas genéticas para imaginar hasta dónde plantear o to d d planteo teónco smo . Nietzsche se interna
habría que retroceder en busca de las causas; pero en el interior de la molécula, bajo d no depenle .
metafísica del eterno retorno!. ontrario en su idea
la '(reve ac1on d. 1 Ver por e e ' .
54 marca
así a por
en ese .
orientalismo que~ unca dejó
de ladevoluntad
ase iar o.de poder,
' un a metafísica propia
del eterno retorno de lo mismo Y 55
EL ABANDONO DE LAS PAi.ABRAS
apitahsmo: progresar
d:
~l P.od~r avasallan te la i~e!~~er o en la sociedad sin cla~esº~ con todos, taJJto en
e-progreso. Detrás del . o que se encubre es
del Sistema, siempre es la rnisma cara diciendo cosas distintas para usos distintos.
~arcos, aprender a leer::: .t~~er trenes, producir aceropr~~reso siempre estuvo el 26. Cuando Heidegger dice que "lo peor ya ha pasado'; se refiere a la fundación
et; la ~azón constituía el ~~t ir, ~ndar en auto. La hurn~1:~:~er petróleo, fabricar
paraiso: todos felices en el or e un mecanismo a cuyo té progresaba hacia su
de este destino que cada día nos acerca rnás al apocalipsis y del cual, son sus pa-
labras, "sólo un Dios podría salvarnos''. Esta fundación reconoce tres momentos
mundo de las mercancías La" rmilmo nos aguardaba decisivos: uno en el hypokeímenon aristotélico; otro en el ego-cogito cartesiano; y
56 . CIV IZación" t .
r1un f¡an- otro, finalmente, en el Saber hegeliano entendido corno subsunción del todo en la
57
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
CR!S!S 1
conciencia-de-sí elevada a Espíritu absoluto en la mortal figura de Hegel. Pero
hay que hacerse ilusiones pensando que el corte teórico fue un corte sólo teórico;
erspectiva, en esa edad, l os~'socialismos reales son
corte teórico siempre conlleva una multitud de otros cortes, y viceversa; todo marc Seg . as es eranzas humanas ,:n el
t .
más o menos acompasado; la constitución del sistema carcelario, como demostr ún dicha P 1 hi'storia· los llamad . , sobre la base
oyes amos, 'do trunca d as por a b . Marx · planteo· su opc1on .
pcialis7u~rtes dep~radas
ontrana
Foucault, no fue ajena a la constitución del Estado y del Sujeto. Las grandes ideas han s1 d ¡ bar ane. ¡ d manera c
idealidades, pero las idealidades transitan por la calle, trabajan, procrean. Cuanct
'•f~ifórmas
"'°' y sef:erzas; la opción fue resue.ta a:tir de esta realidad
~ "P"~"
80
Descartes funda el conocimiento en e] sujeto está respondiendo a grandes necesida ••.d· la tens1,ón dramáticadentro e 1a lógica de las .fuerzas.
de !ad Esª. p de1'ando abierta. en
d la técmca, ,
des epocales, ante todo a la de un hombre que se hará cargo del dominio del mundo:
Para eso es necesario también que Dios se aleje trascendentalmente, vale decir que
Jt '"""-'
·.· · '.· . ,.asus 'd erenunc1asu
'·"' f!e1 egg
p<n>
¡
;obre '"""" '., '" h"m™'
" ' '. "
'd dd loque"salva (seg i,, .. , de un D10s
sib1h a e 'é d la apanc1on
la tierra se transforme en tierra de nadie, justificando así su posesión "legal" me. ·• ?que 'mer momento a po arse sobre la meta ora e n círculo clausurado
.. •un pn . a luego cerr . E t mos frente a u la
diante la violencia, Y que por medio de sus representantes sancione positivamente la
empresa: el sello de la divinidad vuelta ajena fue el nihil obstat que necesitaban esos
"egos" materiales encargados de llevarla a cabo. Este "apartamiento categórico" tiene .
c;mo
l posib~~i:
d Holderlm), parl'd d de supervivencia. s a
única
y a única recurre . posible,
dio del tnunio
o~::b;:s
a pe.sar de,,10
e de "occidente los
e esto pueda parecer, es a
deben prepararse para una
ética. En me . . . .
una historicidad propia, pero su culminación como fuerza de "civilidad" pertenece dd
a la época moderna. Los dioses se retiran, dice Heidegger, pero en el vacío que ellos histórica siniestra. 't, a en un negatlV!smo
dejan el Sistema construye la trama inextricable de su dominio. Nada está suelto. La E a , . a no se s1 u , . .
. eide ger respecto a la tecmc ue sabe que esto sena in:posi-
27. Dios, vale decir el Sentido, en su encierro trascendente; el hombre en su en- ~~::; lohipo•ti:;,~;:
u~ ~';.i:'b~jo O'"''""::;::::,;:;,º' """ ~ ~
c~mc1~oras p~o
cierroegoJógico. La alienación que tiende a advenir absoluta; el mundo del hombre la técnica hacia . 'ría con ciertos planteam1e cisamente lo impensa e
hber~a mu~
en su conjunto deviene cosa y simultáneamente entraña la pérdida de la cosa, del En esta actitud del ingenio técnico. Pero distinto del de la :éc_mca;
otro y de sí, fundando lo que luego se llamará "sistema automático"; un sistema- potencialidades tener como correlato un donde arraiga el pes1m1smo
sin-hombre, y, lo que señala su más alto grado de tragicidad, un sistema que en su la técnica es que pued y no un instrumento, y eds aqm arse la técnica de la explo-
esencia misma debe reproducirse mediante un incremento constante de su propia , es u n mun o
la técmca . No pue e separt rio de grandes
de la técnica. · f ran¡'as de
ta~ ~
potencialidad, un Sistema que debe crecer o, en caso contrario, ser destruido, sea de toda meditación acerca titución en un nivel plane ª1 d de los bosques, de la
por explosión o por "im-pJosión'; como dice Baudrillard. Heidegger, de manera sión¡ demográfica,
!a de .la con: erosión de los suelos y el enas que aún sobre-
ción y violencia, de 1 'd'o de las poblaciones mna ut ·¡·12ac1'ón mala de la
g
e~pe~1es~o
no muy distinta a la de Marx, funda la esencia de la técnica en la escisión, y a par- exp o . el genoc1 i
tir de elJa considera la constitución alienada del Sistema. Frente a ambas prisiones extinción de las existen una técnica n:utra y uo or1Marx, implica esta
viven; esto es la tecmca. to de la técnica, y esto s1 fue v1stnfo de libertad y de ocio
funcionam1e~
trágicas, la de Marx y la de Heidegger, para uno sólo queda la posibilidad cada día
más lejana del socialismo, y para el otro la emergencia de algún Dios que nos salve técnica: el técnica no puede crear un mu ara que existan bolsones
de la catástrofe. La perspectiva que nos brindan ambos pensadores es profunda-
.s~en~~~~~os mu~~oc~ncentración trab~JO,
sociedad y esta cul:ura . , aico pensar que cederá terreno para vivir a su manera. La
mente trágica; para Marx la posibilidad de salvación estaba situada aj final de un creador; es un decepcionados del y de
~es. preparac1ó~
recorrido teleológico caracterizado por grandes conflagraciones planetarias; esta donde se reumran t d la disciplinaria. El campo ctiva de la guerra bacteno-
:'~=~ te~1cli~da
posibilidad dependía de la posibilidad del socialismo como consecuencia del propio única manera tolera junto con la a . a y esto es así porque en
~on.h
funcionamiento de] Sistema, el que constantemente produce contradicciones que así como la bomba at formas supremas de h del Sistema se funda
escinden a la sociedad en fuerzas antagónicas; fue en estos antagonismos donde lógica y química, y fu ciona: lareproducc16n a p ducción ampliada. Sm
visualizó in nuce la posibilidad del socialismo; pero en caso de que Ja forma lucha- caso contrario la tecmca nl o ·m no tiempo, el modo de la reprloda lo que se introduce
de-clases se resolviera desfavorablemente para el término proletario, el mundo no . 1 les a mis
en la técnica, a cua. ' . una organizac10n . , soci'al contro a '
" cialistas" aplicaron d esde
tendría otra opción que Ja de internarse en Ja sobrecogedora edad de la "barbarie''. ritmos y sin disciplmas, sm ·a Por eso los regímenes sod tenderlo a la vida so-
. 1 s la anomt . . , t taron e ex b
58 en el cuerpo socia e . 1 en la producc10n y ra I . o de Stalin, se trata a,
el comienzo el sistema 1ay orde la voluntad perversa de .emn
cial en su conjunto. Más que 59
Et ABANDONO DE LAS PALABRAS
CRISIS 1
por consiguiente de la necesidad maquínica de la técniQJ. imponiéndose median
un despliegue feroz de idealidades. En la mente de Lenin ya estaba pulsando la
mbre potencia su alienació~
pa~ concentraci~nafru:o
ranoia de un Sistema que pretende reducir el mundo a un esquema prefabricado de un mun do de cosas el ho.
1 Sistema. Na die puede dec1d1r
1 s
ue dentro . ticipación en e . io por ejemp o, e
,.Illaner~! ~¡
lo que debe-ser el mundo. Un mundo donde los robots trabajen para hacer feliz .füda. en q roporcional a su de trabajo de la demencia
una población de diez mil millones de hombres es una simplificación absoluta máquinas. ca:i;écnico-científico y no só iermos mentales ocu-
problema: quien construye al robot es un Sistema, me atrevería a decir un Destin
.~e'.
y todas sus construcciones llevan la marca de lo in-humano. (Sobre·ón
eac1 delgranAutomaNo es casu al que una pléyade
'd losdedesent.m os de la humanidad ·
~o u~ ~o e~
J.
o hitleriana. biernos que deCI en . t ma· un sistema-vivo
. aHnista uestos clave de los asualidades sino de Sis el cerebro el que
29. Pensar que la sociedad del consumo o Ja computarización al alcance de todo{ ·.;.'p.en. los p . nto. No se trata ebc orno su propio cere ro. ha apropiado del
son las puertas abiertas a la reconciliación es una falacia. No se trata ni de consumir ni ' .. u conJU d 1hom re c , . a la que se .
ens ... a el cerebro e la máquina-tecmc ia conciencia para
de programar; es la vida del hombre la que está en juego. Una sociedad de consumo;
...• ' : m•q•i•" •iM q",::
¡,pi="""'' u,,,•":.;::'.''""'"'"'' lm
cerebr:~~ a~~~t1~~tamos maq~::~~onversión
absoluta es inimaginable pero, aunque existiera, su existencia no sería un índice del · utiliza mo de una pieza .m . daimon que siempre r? . on-concienc1a, y
asíse~res 1m~l
más allá técnico. La técnica funciona sobre el agotamiento de toda aventura, sobre máquina, el frente a una idílica
una planificación que sostiene el verdadero panóptico contemporáneo: el que anida
como una pesa· Por lo tanto, soñar co_nt urna porque crea expec-
:~~,:;;:~;.':;:.:·::::::!~;:;:;! :::7.'.~::~f,;m.,;~::::-~;,·;:'
en Ja cabeza de los hombres. Lo que hoy se llama "interiorización de la disciplina" es hom la esencia de lo ab1s . la larga le sirve al Sis e, . ndo desconstruido
una de las obras maestras de] poder, la mansa entrega, por parte de] hombre, de sus
~
ideales, de su insurgencia y de sus delirios: la aceptación como algo natural de una
disciplina y de un mundo hecho ad hoc para el despliegue de la técnica. Fassbinder
l~gar rt~oies
sible que este proceso d una guerra atom1ca e . 6 . También pueden pro u
te y no se puede compensar con Ja idea de una proyección planetaria. El sistema
es posible que en . e durante otro tiempo hist en su funcionamiento.
62
Crisis II
l. El Sistema es una summa social que trasciende cierta espacialidad fija así como
foc!a normatividad; se trata más bien de un conjunto de formas desplegadas glo-
balmente y que desde un punto de vista general pueden nominarse occidente. Este
Sistema siempre se asumió como crisis o en-crisis. Según señala R. Stern, 1 los orígenes
del término se remontan a Grecia, a los estudios médicos de Hipócrates, a la tragedia
de Esquilo y Sófocles, a los trabajos históricos de Tucídides. Para los griegos la crisis
no consistía sólo en la marca de ciertos puntos clave de "los procesos de cambio';
sino que fundamentalmente mentaba "los momentos de verdad en que se esclarecía
la significación de los hombres y de los acontecimientos''. La crisis era un concepto
dinámico y hasta cierto punto retórico que rendía cuenta de una labilidad; se trataba
de una suerte de Jano, bifronte: por una parte, la matriz orgánica conformada por el
ciclo nacimiento-madurez-muerte, de manera que la crisis podía representarse como
"transiciones entre las fases de un ciclo'; pero al mismo tiempo, por otra parte, estas
transiciones se producían "en el marco de una concepción «horizontal» del devenir
histórico''. Ni en Roma ni en la Europa medieval el término vuelve a usarse; habrá
que esperar hasta los estudios médicos posteriores a Galeno para que reaparezca, y
recién en el siglo XVII comienza a generalizarse a partir, precisamente, de su signifi-
cación médica; primero sirvió para caracterizar momentos espirituales (Reforma y
Contra-Reforma); luego para designar las crisis políticas; en el siglo XVIII comenzó a
hablarse de crisis en la Iglesia y en el Estado, y fue el marqués de Argenson, ministro
de Luis XV, quien por primera vez se refirió a una crisis económica. En el siglo XIX
el término se difundió con el significado de "perturbación o tensión" y de "trans-
formación'' ("crisis ministeriar: ((crisis financiera': "crisis de conciencia': etcétera),
l. Randolph Stern, "Métamorphoses d'une notion': en La notion de crise, París, Seuil, 1976, p. 4 y ss.
65
Et ABANDONO DE LAS PALABRAs
CRISIS II
~a ~e:;a modo-de~s~~c~o,~ejos
bras: al problemática es la de la se transmuta
ca; y es en ese sentido que Tom Paine sostuvo que la ventaja de las crisis consiste
pcion~~~e~te ~u v;~~~~i:s~I
que son "piedras de toque de la sinceridad, muestran cosas e individuos que sin e $acial, convertirse en de ser puntual, agotándose
permanecerían para siempre en las sombras, y pasan por un tamiz los pensamien bstan en cuanto
d alidez a
se ext1en conjunto de lo social.
ocultos de los hombres volviéndolos manifiestos para todos". Este aspecto abreac
su círculo e v ' , t de crisis y de catástrofe;
vo de lo que más adelante se llamará "toma de conciencia" fue también remarca . . t e los concep os 1 ..
por lakob Burckhardt, para quien las crisis tienen, junto con sus aspectos negati
un aspecto positivo fundamental: "las masas mezclan así a sus protestas contra
~;•;>
•· .J
2. René Thl
sp. . que a ca
om analiza las diferencias en r tanto visible, mientras que a cns1s
tástrofe es evidente y por lo
d . eluso a ser rea
bsorbida por el sistema. Esta
. t sino
des~~~:ccrisis cará~ter ca~! m~f~ ~una~
.;fsostiene ibida, llegan o m .. bl porque no eXJs a,
pasado una visión deslumbrante y fantástica del porvenir''. Y termina haciendo u
fpÍJede pasar algo de 1 puede re formularse en
suerte de elogio de la crisis: "La crisis es un expediente cuya naturaleza es semejan •distinción hace. . to tiene un límite, mas aca e algo cualitativamente
a Ja fiebre; el fanatismo muestra que los hombres todavía saben que existen cos • . func1onam1en
mas~ , ll' se transforma en .ti
carac~e~ ~.además
crisis sucede as1 ,ªun ermanente ya que en ese caso eJa'.ia un elemento subjetivo
quedan restos de este aspecto positivo del momento trágico ya que es en él, en
~s
adquirir un la crisis, para ser tal, necesita da más. En otras pala-
despliegue de una lucha cuya resolución es la muerte, donde se accede a la compren-
d,eterm1~e, ·~ c~m
vertirse en no'.ma 1 uªe,' en caso contrario sería lo que yon;arle un significado? La
sión general de los destinos históricos. Ajena al "materialismo histórico" existe
~na a~'."
que la lo ue es como crisis, vale dec!f, ergencia de teorías nue-
serie de historiadores-pensadores, entre ellos Ranke, Michelet, Thiers y Taine, que
pueden caracterizarse como "historiadores de crisis''. Con Fran~ois Simiand surge la
bras, ¡como de h m "precondición necesana a
crisis -diría Ku n- es 'as' No se trata de volver a la ico stricto nivel de epis-
tomía entre reforma y
historia económica francesa y, bajo su influencia, un conjunto de historiadores que " ·sólo de teon . , c'adas en un e , 1
sentarán las bases de Ja historia económica. La crisis es definida en adelante como
vas' pero < .
revolución, m de gen~r alizar las categonas en un 1
. bar o lo masivo del concep
to plantea de por s1 e
out ue no sir-
"una perturbación grave y repentina que transforma el equilibrio complejo entre la
oferta y la demanda de bienes, de servicios y de capital" (Encyclopaedia of the Soda/
temología de la ci~~cia~:~:c~~a: ¡~o~cepto operator~o opas~:~~;; ~roceso?
de Si
70
CRISIS II
EL ABANDONO DE l.AS PAi.ABRAS
75
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
CRISIS II
tado neutro y apartado de la sociabilidad. Todo lo contrario. Lo difícil es definir (-
posible definir lo que se muestra inconmensurable?) el nuevo tipo de Estado q d el probl ema de la racionalidad
.
caracteriza el Sistema como momento actual.¿ Un Estado generalizado sigue sie 7 contexto1 ebe plantearse de nuevo
que emerge de manera. visible . la !fra-
t al
•····.· · En este muestra a crisis el punto. en .
irrac10na J<. La hiancia mmanen
¡· e·
do un Estado? Al margen de su exageración nominativa, Jean Baudrillard" apu '
a~e ~v
'ael Sistema: ¿b del Sistema? ¿El Sistema es 11 a toda la estructura exp ica;1va
valo~1zac1 mane~a
a una problemática cierta: la pérdida de referentes en una sociedad que ha hech 11 • '..''·onalidad de ·ón del capital, la cual c?n to-trabajo concreto, etcete-
de la abstracción significante su real; reino de los simulacros, de las instancias flo,
:•P~opia ~lidad (absol~ta
.; el oceso de valor-plusvalor, trabaJO a strac nto fundante, a la
tan tes, de la plenitud de la falta (aunque la expresión parezca contradictoria). En el del ma;x1smo absoluta en cua italista en toda su histon-
nivel de un "capitalismo mundial integrado'; dicen Deleuze y Guattari, se produce ·.•.·•.• .· · .· pra), l·funda la irrac1?n 1 que perseguiría al sistema cadpe definirse como irracional
irrac1ona . ¡·d d< ·Pue
un espacio liso donde el capital "alcanza su velocidad «absoluta», fundada sobre
b
componentes maquinicos y no sobre el componente humano de] trabajo"''. La má-
quina como generadora principal de la plusvalía. El reino de los flujos; inflación y
{f
;; cidad) cap1tah~t~
de un número es su particular raciona J a .
ºor el hecho de que func10ne so-~: ~n na disparidad entre la sui:na
pago por esa producc10n,
• un sistema sociad p el obrero y el valor que reC! d i"ón y el consumo, o por
capital financiero como emblema de la nueva etapa no-fijable. En este contexto la . e pro uce .. . t e la pro ucc 1 t
co?sta.~~-~~~otización m~ ::o
del valor qu , dida de eqmhbno en r . 1 de lo social, o por a me a-
pulsación critica se ubica cada vez más como puntualidad de un mecanismo. Vol-
automatizlac1~ ]~ad probl~ma,
o por la de la fábrica e ue el problema se convierta
viendo, pues, sobre nuestros pasos; lo que nos interesa de toda esta problemática
la .o en valor-trabajo? Hay que ev1t nulificaría el
ideoldog1lco.fiLra~ación
es el reconocimiento de la crisis como forma, más allá de las modificaciones que las orfosis de tra ª} . lobalidad de la !frac10na . manera que lo !fra-
transformaciones del capital introducen en esta forma y de las políticas mudables : un nudo la vaciaría de contenl1ddo,fdueerte de la metafísica,
mediante las cuales el sistema elabora sus estrategias de gobernabilidad. Aceptemos , neo e a a , postu a o
r es de alta racionah·da d a
pasarí~ ªJe~ro~énico
pues Jo gene na suerte de noumeno, un
entonces la caracterización, sin tener en cuenta ningún tipo de prognosis política, de
~º.ser
la crisis económica (a pesar de la cada día mayor indefinibilidad de] término como dona! se producirían los desp ::;;uesta a su conflictualidad
momento esencial del flujo de las fuerzas y no como fenómeno adventicio ni como mientras en o .stema en su vida concreta como , minos excluyentes, a
Jos que recurreR el S1 l"d d y conllictualidad no son ter r trágico y traslucida.
t mismo desarro11o
prodomo fantasma] de] "derrumbe"). De ser así no habría ningún tipo de excep- aciona 1 a . sin espeso
inmanente. . ¡·dad more geometrtco,
cionalidad en el momento crítico; la crisis es forma de ser del Sistema, por lo tanto una rac10na 1 tr to pero es e , 1
s1s~em cientlfi~1d
que pensemos . a es el que genera el con ic . ' . ad es ecífica. Ademas a
pierde su carácter apocalíptico para devenir en cierta medida cotidianeidad (por
dper~iolencia
El desarrollo del da racionalidad, de su dio buenos resulta-
no decir obviedad); el juego entre crisis estructural y crisis coyuntural, más allá de
es producto de sufl.eteoveas encarada, e históricamente s1deom forma parte
sus connotaciones metafísicas, permite visualizar la constancia que tiene el Sistema ., del con 1c ¡ ] ayorgra ·t ]
para remodelarse sobre sus intermitentes derrumbes, y esto ocurre a tal velocidad
soluc1on cionales: inc uso e m
~n~onboutade: no ex1s e o
g~ dom:~ª~ r~specto
de variables maCiona o dicho paradojalmente, se :a te. La "irracionalidad"
racion~les, ~stulado
10. Jean Baudrillard, L'échange symbo/ique et la mort, París, Gallimard, 1976. contextuales al proy;ct; de una racionalidad a qué?) com_o
11. Minuit, 1980. Félix Guattari, Capita/isme et schizaphrénie. Mil/e Plateaux, París, Les Bditions de
Gilles DeJeuze, puntos e metafísico (¿lfrac1on_a 1 aalrededor del mito arl!-
capital1sta es tanto un p 'feos· la fuerza crea un m!lo y b . valor y plusvalor
76 un acto de fuerza d~ sus en, 1 L 'diferencia entre valor-tra ªJO,
cula una poderosa 1deolog1a. a 77
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
CRISIS 11
irracionalidad del sistema puede ser tan justificatorio como sostener su racionalidad. m · l , la ractona tzact n qu . .,
fenómeno era simu taneo a fr t r dad social a través de la descomposic1on
La racionalidad lo carga hasta sus últimas consecuencias con la conciencia del acto.
Afirmar que esto es lo real capitalista equivale a despojar al sistema de las posibili-
~ómica y al "gobierno de la con ic u;eiburocratización-racionalización era el co-
demogra~~~ ~aptar
«es ecialista»". Para Weberd proceso , ue caracteriza de manera constante la
dades de retomar un curso sano; no hay un desvío malsano; no hay desvío; no hay
rol;rio inevitable del estallido en toda su magnitud trágica fa
salvación. El Sistema tiene que agotar hasta la última gota de su racionalidad mor- historia del Sistema; sm embargo, no p haentradolahumanidad.ArthurM!t·
tífera. En este sentido, Max Weber visualizó con mayor exactitud que el marxismo erspectiva del estallido demográfico en que d u ejiiciencia la administración
la lógica del Sistema (hasta los genocidios del Sistema son lógicos, ¿o debemos pensar p . e al margen e s · 11
zman señala con JUSteza qu. dºbl do un todo político-económico ega a
que la lógica es un atributo de las "buenas conciencias"?); para él la racionalidad burocrática se vuelve "imprescm i e c~atn. 'a una nueva "ley de bronce" de cual-
propia del sistema moderno se produce "en abierta ruptura con toda nostalgia de . bl · 'n''- ésta consti um d
. un cierto mvel de po ac10 .' " 'l una burocracia eficiente es capaz e
reconciliación orgánica del cuerpo social"". No se trata pues de una idílica mirada d · d d asiva pues so o · nis y
quier tipo e socie a .m . ' . d d la moderna sociedad de masas ,
retrospectiva hacia una bondad existente in illo tempore y que ahora debería ser re- sostener la creación y existencia contmua a de des el consumo. Aquí debe situarse
cuperada desgarrando el tejido social perverso de la modernidad: para Weber la , d l "deal de esta socie a . .
mucho más aun cuan o e ' al . tipo de respuesta comumtana y
problemática de la racionalidad está enlazada íntimamente a la problemática de la la raíz del pesimismo weberiano frente a c~l quoide;ían crear una "dictadura de fun-
"burocratización': y a pesar de los altibajos y de las mutaciones teóricas por las que . . d los marxistas so o P .d b · ·
su convencimiento e que . . . hasta la saciedad: en vi a y ªJº
pasa su oscura personalidad, este reconocimiento básico prüna siempre hasta el fin fi on este vaticmio ,
cionarios". Los hechos con rmar .ó sa muy pronto archivó sus teonas co-
haciendo de su visión histórica una visión fuertemente pesimista. Debe tenerse en la dirección del propio Lenin la Revoluci n ru , una de las primeras burocracias
cuenta que para Weber la racionalidad capitalista no se clausura en el inmanente . . (( · t ,, y construyo .,
munitarias, disolvió los sov1e s Et iºami·ento de la revoluc1on no fue
orden económico sino que caracteriza lo social en su conjunto; en Economía y so- l h. . oderna s evac .
políticas absolutas de a istona m . . ues en gran medida ya estaba ms-
ciedad sostiene que "desde el punto de vista histórico, el progreso hacia el Estado elmero producto de una mentalidad paranoica, povimiento a partir de febrero de
burocrático, que juzga y administra de acuerdo con un derecho racionalmente es- l.d d d l fuerzas puestas en m ,,
cripta en la rea i a e as . t políticos fue "chupado por a
tablecido y con reglamentos racionalmente concebidos, está empero íntimamente l d tino de los SUJe os " 1
1917; desde ese momento e es , . y nesteaspectoelcapitalismoyel so-
ligado con el desarrollo capitalista moderno. La empresa capitalista moderna se basa inmensa fuerza de los aparatos burocratt.cos., e , n la respuesta "socialista" quedó
cialismo" coincidieron en la .respuesta, m~: ~~c~rdar la admiración de Lenin por
12. Ver la discusión de los teóricos marxistas italianossobre el problema del valor en Pierangelo Gareg- fascinada por la respuesta capitalista (hay q
otros, Debate sobre la teoría marxista del valor, México, Cuadernos de Pasado y Presente,
nani82,y 1979.
N°
13. G. Marramao, op. dt., p. 28.
14. Idern. . M d ·d Alianza Editorial,
. 1976 , P· l 68 · Sobre el tema ver H.
15. Arthur Mitzman, La jaufo de hie~~ ~ ~rid Aguilar, 1972, pp. 215 y 237.
78 Stuart 1-Iughes, Conciencia y sacie ' a '
79
CRISIS II
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
"ó de la individualidad (aquí
"da como unificación, como superac_1 ncia indefinida e inagotable
¡ " ficiencia" del capitalismo de Estado alemán y por el taylorismo) y la exac ºd d''sentl Nº t che)· "la expenen d .
·un1 .ª la influencia de ie zs , . bl " y desde este punto e vista se
:as~a sus peores consecuencias. Las "salidas" an?ustiadas que imaginó Weber e ta evidente en modo alguno comumca e;, izado en el centro de lo re-
respuesta a este proceso siempre se mostraron meficaces, de manera que al ú]
a Weber sólo le quedó la posibilidad de internarse por el camino individual re
~~e an;"~:n~nüento mí~tico"; ~~~ra:at~~:~~fu:~:~ racional, completame~t~
il(lrllª . eternamente macee~!. e os de los órdenes racionales como. e
riendo a lo otro de la racionalidad-burocrática: el arte, el eros, el misticismo " eqte vivo, d las frías y esquelet1cas man l . fluencia de Tolstoi y de N1et-
pasión guerrera que experimentó durante la Primera Guerra Mundial. Únicam · ta.do tanto d~ . " Aquí se advierte de nuevo a md Dº10 s la fuente del ideal
·da iana · d l h mbre Y e l
te a partir de la globalidad de su problemática, teñida sin solución de continui o de 1a v1 • en la separación e o ºdad El hombre entra así en e
• "'eber veia
por su propio páthos, puede entenderse la pasión con la que Weber enfrentó lag he· "' . . t opuesto al ideal m ístico de unt . d
. nalel momento e muer-
ra en abierta diferencia con la actitud de cierta importante corriente etico-cap1tahs acivilización técnica que hace de l~raCl~t s -dice Mitzman- "sólo
pensamiento alemán contemporáneo: el George-Kreis, Trakl, Rilke ... Resulta di fi\adero de un~a y ética religiosa; en adelante los º1 mexpeeriencia de la vida como
comprender cómo el pacifismo de tipo místico-tolstoiano, que tanto influyó so t da creenc . . • d bienes pero no a d ·
;• ·.de o eso de adquis1c10n e ., or Weber las fuerLas eterm1-
Weber, pudo pasar a un segundo plano durante la guerra. Pero ¿se trataba simpl ·.··.''.·.··."·.·1 oran el proc
,;>V"' .
l uía fueron consideradas
. y la tecno o,,. . .ó p de rac1on . alºizac10n,
., de ahí que
mente de la guerra o, en un nivel más profundo, de una oposición pasional ;<:?'tal". La c1enC1a o histórico de intelectuahzac1 n y d l mundo". desencanto que
crecimiento de una forma-social que él veía destinada a aplastar absolutamente <Z,.'.'.'.\h.ª.·ntes del "pro_ce_s absoluto del cálculo el "desenca'nlto e más s~blimes"; valores
hombre? Desde este punto de vista, la guerra podía ser vista como pasión mo ..,, , . del dom1mo . . . d l "valores u umos Y . . d l
; derive d , la desapanc1on e os . l "oscuros dom1mos e a
enfrentando de manera pura y desnuda ese Destino. Los mayores esfuerzos de . ··' tra tras e si • bl" e refugian en os . d. .
.. arras l dos de la vida pu ica s l . es directas entre m iv1-
actividad teórico-práctica de Weber fueron dedicados a buscar una alternativa a q?e al s~~~:~u:i:n dentro de la fraternidad! d:;~:;: c~~~~uye sosteniendo q~e ~ól~,
"lógica de la racionalización''. Su punto de partida, que Mitzman califica errónea vida !;''s fue escrito antes de su muerte, y e P ombre a hombre, en piantssimo
mente de "aristocrático", estaba en el convencimiento de que en dich duos . ~!~'los círculos sociales más pequefios, de~ las grandes comunidades como
racionalización-burocratización estaba "el preludio de una catástrofe humana". d~;tro q:el "profético pneúma que antafio a~;,~:~eber terminó su conocida ~onfe
fracaso de la alternativa parlamentaria aumentó su pesimismo hasta llegar a ver el1 v1 ra a tad de fuego soldándolas entre si . , los dictados del Demomo que
la "racionalización y eficacia siempre creciente" del sistema capitalista un verdadero. una tempes dº tes llamándolos a actuar segu~ .entras el "marxismo"
callejón sin salida que denominó la "jaula de hierro". Tal racionalización total
me las éticas vivas, se trate del misticismo o de la ética carismática, al desplegar el :~~:¡: i~: ~~~~:l~~:~n:i;:¡~=~=c:~~~~~:~o~~ep~:~~~:u~re:~:::::feª~=i~~
orden plano de una técnica no-humana cuyo funcionamiento está regido por la veía ~fin el .cóanptotal del "nuevo" Sistema, Weber_p:oponu'1n los ~ictados de su páthos
obtención del rendimiento máximo; de ahí su intensidad vacía, esa suerte de tonel plani cac1 d ¡ na a vivir seg d
·. nalidad incitando a la juilventu s ::~ªgran política de la guerra, como fa~t~~~~:~
de las danaides entre cuyos engranajes el hombre es despojado de su ser. Weber se . dº .d al· perdidas las us10ne d erráticas de una mue e
obsesionó buscando fisuras no-téticas por donde lo viviente pudiera cuestionar la !ll !Vl u ' d b las prácticas descentra as Y. · de ese lógos uno Y
Razón. Gran parte de su obra fue dedicada a analizar la dialéctica entre ideal ascé-
tico e ideal místico, comprobando que el primero cumple un papel positivo en
. ~:n~~~::~ ~~eil;si~~es .Pª~ª enfre:i:~:!i~::;~:., :~~~n~~;~~ando
doble formado por el capitalismo y
1
la propiedad
relación con el proceso de racionalización de la vida social propia de una etapa del
total de una Razón destructiva. 1
capitalismo, y el segundo un papel negativo en cuanto privilegia un comportamien- . . .
("la fascinación de Weber por e
to que es gratificador en sí mismo y que no se pospone con miras a la realización de 9. Esta tendencia weberiana hacióa Mel ~1:~~;:~ constituye un hecho aislalado en
una teleología que siempre desplaza el goce en función del lógos. La experiencia mís- . tal" como la Uam lz d Weber le da un canee
tica, y de manera afín el erotismo, se presentan como "refugios ante la misticismo onen , . rancia cultural sobresaliente e . yor de este
racionalización de la vida". En ese sentido Weber advirtió claramente, mucho antes ese período, si bien la nnpor Nietzsche es el antecedente inmediato.~ ~apionera de
particular. Por ~upuesto qued Pero es necesario recordar la actlV! a
de que Georges BataiUe hiciera de este tema el centro de sus meditaciones, el papel
encuentro trágico e musita o.
disruptivo del erotismo en la sociedad capitalista: la sexualidad dice, "es para el hom-
bre moderno una salvación en este mundo de lo Racional, un santo triunfo sobre ,. rdob Eudecor, 1966,p.SS.
16. Max Weber, El sabio y la polttica, Có a,
él"; y agrega que desde "la perspectiva del erotismo" se abre la posibilidad de una 81
80
Et ABANDONO DE U.S PAU.BRAS
CRISIS 11
nidad'; George pensaba que el Sistema sería reemplazado por un "Reich estétic .
" , . os marxistas" realizan esfuerzos denodados para pensar el Estado
Weber veía en la lírica de George una reacción profunda contra la sociedad de rn ·
y éste era el puente que los unía más allá de sus discordias. Gyorgy Lukacs y tarn .,
11. Los ult1~alismo
tardío. Partiendo del primer Lukacs y de la Escuela de.Frank-
·.de]Jlamado. . ]mente 1os estu d'1os de Pollok' Horkheimer y Adorno, hse mtenta
cap h
Ernst Bloch, compartían con Weber el interés por el misticismo oriental, así co rt, pr111c1pa . to que incluso llega a cuestionar conceptos que asta ace
por Ja religión y la literatura rusa, hasta tal punto que, según cuenta su mujer, Webe,
.
.
tu.·_
aggtornamen c p-
r__eahzar un 'd d fundamentales como el de valor. Con un apara 1o con e
poco eran e o se intenta rendir cuenta de una nueva realtda monta a,~º '.e .ªs
habría pensado escribir un libro sobre Tolstoi. El "enemigo" era el racionalismo de ons1 era os ' · d d b l
Sistema o, dicho con mayor exactitud, el Racionalismo (ya que el racionalismo n ual remodelad
·¡¡ · nes-reactua l'12ac10
"n del capitalismo y sobre los fracasos de los
. sociahs-
p 11 k
. t.
es un atributo aleatorio del Sistema sino su forma). De una u otra manera todos s mod1 cac10 h t ado como auténticas sociedades despóucas. o ocn
conscientes de esta realidad. Joseph Schumpeter, por ejemplo, exacerba incluso 1 al " que se an mos r . . )) t
mos re es . automatización y sociedad "autontana' pero. se man uvo e
plantees weberianos respecto a la racionalidad inmanente del sistema capitalista. Pa captó la _rel~c16~ e~:~utó
ica al sostener como posible que "por pnmera vez en la
él la dinámica del sistema exige la situación de crisis como forma de tal dinárni una P?s1c10n te~;1~
marcbara a través de la técnica "hasta Ja abolición de la pobre;
es lo que llamó el "carácter esencialmente discontinuo" del desarrollo capitalista: historia humanab . sue mutilan y opnmen . a1 hombre'"' también Adorno se mostro
innovación constante (en eco a la "reproducción ampliada" de Marx) es obra de un
"empresario" que encarna (Marx decía "personifica") esta necesidad de innovación.
za y del tra. ªh' sia las últimas consecuencias del planteamiento crítico ya q~e su
incapaz
" de ir a
d' a" (·como
1
. t
s1 se ra a t ra de paradigmas')· básico para explicar
.. la soCJedad
f ,
y permanentemente "destruye todo equilibrio" alcanzado. Podríamos decir así que":
para ;gm . • • iendo el de la dialéctica entre relaciones de producc1on Y uerzas
la crisis no es producida por el desarrollo sino que, a la inversa, es ella la que produce· capitalista s'.gmo ~í ue no udiera desprenderse ni de la teoría del derrumbe m,
e] desarrollo. Para Schumpeter, en esta dialéctica entre estabilidad-relativa y cambio; productivas, <leda 1 q , dpl
h nos e a teona e valor·, como dice Marramao: "pero.estas leyes parecen b
producido por la "innovación'; lo que prima en última instancia, es el deterioro de i mue o me. ' isteriosamente su objeto y junto con él su med1um de ~ampro a-
la función social de la burguesía'°, de ahí su clarividencia al visualizar al socialismo haber perd1d~
m , visualiza la teoría crítica es el fenómeno generalizado de la
como, y es posible que el término sea una exageración mía, un estadio de desarrollo ción prá~tic~;
Lo que s1 cubrir. al conjunto de la sociedad haciendo desaparecer a
del propio capitalismo; el "progreso" del Sistema se autonomiza volviéndose cada racionalizac10n que va a . < untaba mordazmente Adorno en una
vez más "impersonal e independiente del liderazgo y de la iniciativa individual''. Es los sujetos (¿dónde estádel prohletatraiae~~di: ~~epgroletariado de André Gorz). "Lo prin-
en este alto proceso de racionalización, como señala Marramao, donde Schumpeter · 1, e podría exten erse as . . . ·1 1 d 1
. mea qu
. l ara nosotros e1prmc1p10 . . . que así se impone: el pnnCip10 del ca .cu. o, . e da
realiza su "prognosis de la llegada inevitable del socialismo como consecuencia lógica c1pa es P 1 l 1 b Td 1 d" decía Lukacs en Historia y conciencia e
del mismo proceso de racionalización"; lo que se mantiene en el interior del cambio racionalidad basada en a ca cu '.,d
_1 d d •
ª ª ' . .. "
nera 1a escompos1c1on
del movimiento de conjunto
es la particular "forma de racionalidad del sistema''. La razón del sistema capitalista clase, sena an o e que mah cho necesario de la racionalización, se trasladaba tam-
lo lleva a adquirir forma-socialista: nadie que yo sepa ha visto con más claridad la en sus componentes, como e . t L "sujetos" se volvían verdaderas mónadas
metamorfosis del Sistema. El socialismo aparece como conformación "socialista" en
la medida en que homogeneiza hasta el absoluto una socied.ad para someterla a la ~;~~:ia~:~:~~~~~~\:;e:~~~~~~~s~; de~~:'::~::~:;i~:~~:~:~~r:~ ';;,e~~~~;!:~
racionalidad absoluta que intenciona el Sistema en razón de su propio funcionamien- eraelfactorhomogeneizad~r.qu~c~n~e { t " obre la base de un constante
to. Schumpeter es consciente de que en ningún momento está en juego la dicotomía mitiendo así la calculab1hda . a so u a s decirlo filosóficamente) basada
contradictoria racionalidad-irracionalidad; vale decir que capitalismo y socialismo endurecimiento de la temporah~ac1ónl vulgar (p~;a "Por primera vez", es cierto, la
transcurren en el mismo plano histórico como variables de un mismo y único élan en el rigor casi puro de la st1gme, de a puntuac1on. . . us le es
constitutivo. Conviene repasar ahora la concepción "marxista" del problema, ya que racionalidad despiadada de la pro.ducci~n:e ge~e~al::~~~ ~~:~;~;~: ~~~: Escdela
es en el marxismo donde la dicotomía oculta el real del discurso teórico y donde la la intimidad trans-fabril de los su¡etos. 0 re~~ a s que viene de la más pura
apetencia política lleva al plano de la conciencia dicho ocultamiento transmutando debieron pensard problema del Estado. Para .ª erm:;to sus fronteras producti-
filiación univers1tana alen:an~, el m~d~-c:p ~ ~: :~ que la crisis ya no pueda ser
en la consigna de una "sociedad de hombres libres''. 1 1
vistas para penetrar en el amb1to soc10 cu tur ' orno "crisis de racionali-
. . l d te económico y aparezca e
c1rcunscnpta a or en puramen . t'bl '" digamos más
" lo llama "novedad mcontrover ' e ' .
20. Giacomo Marramao, op. cit., p. 34. dad ; a esto Marramao . al. . •n del mecanismo consh-
simplemente que la llamada novedad es la umvers 12aoo
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85
CRISIS II
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
·,'I
89
EL ABANDONO DE LAS PALA.BRAS
CRISIS DE !..A POLIT!CA
'.~
';{:J.!<,refuncionalizada de lo "impolítico': pueden ser la manera utilizada por el Sistema
GJ En general la actitud de los art'd ,. ~''t. para ocupar espacios que aparentemente le serían extraños. Y tal vez esto constituya
norancia en lo que se refiere a s p 1. os pdoht1cos respecto a la técnica es de i·g·
l · uesenc1ay ede . - .,3;;e1 eunto do!!9!'l~ill~-\i orc,it;n político, d_s>rn:le el Sistema se cierra enunciando un
r.e ac1onarse con ella en la práctica. Lud !f. p s~onc1erto e~ cuanto al modo de
>p"no más a!\~:'..9!1~"\l,,ebe 1~~-S9Jl19.!!It:'..119.filiͧ_alj_tg~lfil§.l$.ITia";_ síntom~ de otro-
hsta español, piensa, y su pensam. t o o a:arn10, un teórico del partido socia;
el d t' d 1 ien o es comun a gran t d 1 . ·. rnás-alláJ.J.1.!.~!-~2Pl".S91l.!()_S_S.2.1:1CeEJ:g§_d_e_J":Sil~R1.1.~9!!I~mfil>Jánea.
es mo e os técnicos "se dec'd' 1 ira, med'iante su inca
. par e e a izquierda que
co '' ·, , ---_:-
mo su capa superior,: o por su ., rporac1on a la clase obrera"·-ff.'! (3) Resumiendo, podemos decir que el concepto de crisis trata de rendir cuen-
te . convers1on en una autént' '<el d '<-_:-
t cnocracia en sentido estricto" E t fi .
· s a a rmac10 n de, ¡ , .ica ase ominante • ·.··•.· .·.
una.'.·.•. taife los efectos de perturbación producidos en el orden político por la necesidad
anto por uno como por otros sob l b que a tecmca puede ser utilizada.·.• . que tiene el Sistema de variar sus formas (políticas, pero también estéticas, morales
he h .1 , re a ase de su presu t ¡·
c o esencia de que la técnica e t, . d l . n a neutra idad, oculta el y teóricas) para adecuarlas a sus nuevas y crecientes modificaciones estructurales.
m, ll' d - - - - s ecmca- e -Sistema Est 1 .
as a a e cualquier intencionalidad e . _,. . e ocu tam1ento, que Pero lo más im ortante, y J2_aradffii.s:o, es el hecho de,g_ue el Sistema como tal nunca
trato con la técnica. Los part1'd !' . , x1ge una recons1d~ración del problema
.1 os po i!Jcos cada vez , d . está en crisis. Más aún, el Sistema "progresa'' mediante crisis o "revoluciones pasi-
socia Y por el profesionalismo mb 'd mas ominados por la m1>er1ierfa.'t vas" que le permiten variar y reajustar constantemente sus diversas conformaciones
lo bl 'a os pro uctos subsid' · d ¡
s pro emas que se plantea la filosofía c , ianos e a técnica, ignoran y temporalidades. Es el intrincado proceso de estas repetidas síntesis globales el que
conformadora de mundo como 'hil. ontemporanea respecto a la técnica como
taf¡,is1ca.
· ' m JSmo y corno é d '•.'!~<.'· < aparece en la superficie como crisis, creando una suerte de imagen invertida donde
No es de extran·ar e t poca e culminación de la me-
, n onces que la " l' · la positividad del Sistema se transmuta en algo negativo. Por eso los críticos siempre
Paolo Flores d'Arcais "el u'lt' , ., po 1t1ca espectáculo" sea como
· d ' Imo eXJtO de la pr f. · J' . ' interpretaron sus transformaciones históricas como derrumbe: pasaje del capitalismo
cm adano de la escena política y d l ?
es1ona IZac1ón, de la exclusión del
de libre competencia a capitalismo monopolista, a fines del siglo pasado; constitu-
En el fondo cada vez se hace m 's e 'dmonopoho conseguido por la «maquinaria»"
un fi d a ev1 ente que el ord !' . . • w·• .. ·.· ción del Estado de bienestar a partir de la gran crisis de los años 30; post-capitalismo
a arma el Sistema y que en últ' . . en po i!Jco en su conjunto es o capitalismo técnico después de la Segunda Guerra Mundial. Cada uno de estos
legitimación y sus moda!idade Lo Ima msta~c1a es éste el que decide respecto a su
lug d s. que no quiere decir p hechos fue visto, en su momento, como un punto "final" o "última etapa" en que el
ar e autoconciencia del Sist d d , or otra parte, que exista un desarrollo de las fuerzas productivas entraba en contradicción absoluta con la rigi-
ema on e se tomen las decisiones; más bien debe
dez de las relaciones de producción. En realidad lo que estaba sucediendo era algo
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91
EL ABANDONO DE LAS PAi.ABRAS
CRISIS DE LA POLlTICA
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La ilusión posmoderna
Pensar lo posmoderno exige pensar lo moderno, sabiendo por una parte que se
trata de realidades sociales irreductibles a categorías, y, por la otra, de un conjunto
de nominaciones variables que intentan rendir cuenta de dichas realidades. Lo pos-
moderno puede ser descalificado adjudicándolo a una moda, un sentido peyorativo;
pero con eso no se dice mucho ya que, más allá del nombre que se le dé, siempre
aleatorio, hay algo que está pasando en el nivel de las economías, de las ideologías,
de las políticas, de las artes y de las filosofías. Y es a eso que está pasando en el mun-
do a lo que se ha dado en llamar, nos guste o no el término, posmoderno, Moderno
y posmoderno son entonces calificaciones que mientan el conjunto de formas so-
ciales constitutivas de nuestra época. Max Weber caracterizó lo moderno como un
proceso de racionalidad y de racionalización de la sociedad occidental (capitalista)
que producía una creciente laicización-profanación de su cultura, cuyo efecto más
fuerte en el nivel de las conciencias era el desencanto. Se trataba, según la expresión
de Habermas, de "una gavilla de procesos acumulativos': entre los cuales los más
significativos fueron la formación del capital, el desarrollo de las fuerzas productivas,
el incremento de la productividad del trabajo, los poderes políticos centralizados,
el desarrollo de las entidades nacionales, la participación política, la vida urbana, la
educación formal, etcétera. Finalmente, y ya en su límite, la modernidad social "se
habría desprendido de la modernidad cultural ya obsoleta" (Gehlen), despejando de
esta manera el espacio para una deriva cultural flotante o posmoderna. Lo que inte-
resa aquí es saber qué ha pasado y qué está pasando a partir del punto en que ambos
órdenes parecen (señalo esta palabra para abrir a la posibilidad de un nuevo tipo de
representación oculta bajo la apariencia de un desentendimiento, pues es impensa-
ble que el sistema descrea hasta ese límite de sus formas) discurrir por carriles casi
autárquicos. Pareciera que la respuesta no se presta a discusiones: lo que caracteriza
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EL ABANDONO DE U.S PAU.BRAS
LA IWSION POSMODERNA
· formaciones que se producen en el sistema son formas de vida que involucran ·• ·· t s del neoconservadurismo, todas unificadas por el impacto de la revolución
conjunto de Jos seres humanos. fuer e
; tífico-técnica que está experimentan
· d o e1sistema
· y que nosotros cons1ºderamos
Por supuesto que la palabra "posmoderno'; como afirma Lyotard, carece "de • cien d I ·h·¡·
·. trada en escena e nt t tsmo europeo. n resumen: un nuevo mun do reg1·do
E
1
sistencia"; pero no es allí donde está el problema. El problema está plantead co • la e°ia utilidad y la eficiencia (lo que Benjamin denominó "atrofia de experiencia")
el hecho masivo ante el que nos encontramos y que es reconocido por todos, ~e~ ~~~hacen tabla rasa con la idea de Verdad que sostenía los "grandes" discursos del
Bell hasta Habermas y desde Lyotard hasta Baudrillard o Vattimo. Ya se le de · ·· eríodo moderno.
.d d . a1· . d . nom1
soc1e a pos-cap1t
. 1sta,
. .pos-m ustnal, pos-histórica o como se quiera , ¡0 cierto
· p .Lo posmoderno se entiende, pues, como lo que ocurre al fin de la historia, al fin
que en la sociedad capitalista moderna se ha producido una transformación · dela política, al fin de los relatos metafísicos. Sin olvidar, y esto hace a uno de los nú-
¡ · · ¡ · h . esencia]
a ciencia y a técmca an pasado a ser efectivamente las principales fuerzas pr d •. cleos de la discusión, que tanto la historia (el progreso, la teleología) como el sujeto
· (H b ) . o uc,
tivas a :rmas '. desapa,;ec1endo de esta manera (según Lyotard) "la perspectiv' (~l hombre, el alma) fueron el centro de la crítica a la conformación logocéntrica del
de una sociedad sm clase . Información y comunicación se han constituido ·• sistema que realizaron Marx y Nietzsche; crítica que ap1mtaba a una trascendencia
1
cI~;es de las diná.micas actuaks. del sistei:'ª• cuya aceleración (y en este aspect:nso del sujeto y no a suprimirlo mediante el crecimiento de la alienación. Existen por lo
validos los estudws de Paul Virilw) implica una modificación sustancial de"] · tanto, y vuelvo sobre el tema, dos supresiones del sujeto-hombre: la producida por
, ¡ ·. as¡e
rarqma~ Y as opos1cwnes tradicionales entre lo real y lo simulado, entre ]o real y ·· el proceso de cosificación capitalista y pos-capitalista, y la producida por la supera-
imagen, lo qu'.', entre otros efectos, además de la nulificación de lo real y como ción (no dialéctica) propia del Eterno Retorno; en los hechos, una oculta a la otra:
consecuencia mmediata, produce lo que Lyotard llama "incredulidad frente a¡ • la aniquilación maquinica del hombre aparece como el más-allá anunciado en el
grandes relatos'; es decir: fin de los metarrelatos legitima torios y fundan tes de ¡0 °1'.zq.• Zaratustra, taponando de esta manera toda posibilidad de liberación al hacer pasar
en 1a auton·dad de un Su¡eto rea ·•
· de la emancipación, ya fuera éste el Pueblo, ]a Huma!'>!'
por liberación el mundo nihilista de la técnica. A esta confusión puede agregarse
mdad o la clase obrera. El desarrollo abrupto de una realidad impensada ha echadd'·•• el concepto de "grandes relatos" cuando no se especifica de qué grandes relatos se
por tierra todas las creencias y fun,damentos que hasta ayer mismo sostenían el grani:if trata, ya que ni el de Marx ni el de Nietzsche son relatos en este sentido (como ex-
proyecto mo.derno. La c?sa ya esta entre nosotros; ha sumergido a una buena parte;''' presiones de una modernidad positiva). A mi entender, el último de estos relatos,
de la,humamdad en ~n amb1to y una pasión autista; ha modificado las identidades' entendido a lo Lyotard, fue el sistema hegeliano (la Lógica más la Fenomenología),
Yesta arra~ando las ;,1erras, l~s oda.~.os y el aire; está extinguiendo a las especies y. y secundariamente el positivismo o sistema de las ciencias, cierto aspecto del mar-
las com~mdades. La comumcac1ón mvade todo transitando por sobre los pueblos xismo en cuanto materialismo dialéctico, el pragmatismo y en general las diversas
Ylas nacwnes; los bancos de datos serán las naciones del futuro, y quienes los con- ideologías que en su primera etapa le sirvieron de fundamento al sistema. Pero a
trolen poseerand poder e~ una escala planetaria jamás vista. El propio sistema partir de allí (Hegel) se abrieron nuevos espacios de derivas descentradas tendientes
el que ha destrmdo o se ha desprendido" de los grandes relatos de Ja metafísica ala realización de intensidades y no de conceptualizaciones totales; intensidades son
fundaban su ética, su estética y su política alrededor de esa idea esencial que era ]a los conceptos de revolución en Marx, de Eterno Retorno en Nietzsche, de no-saber
;dea del H~?'bre como sujeto constituyente, como fundamento de toda acción yde en Bataílle, de Ereignis en Heidegger. Se complejiza así el problema por cuanto ya no
oda creacwn. Pero se trata de una destrucción nulificante que convierte al hom- es posible seguir utilizando la pareja moderno/posmoderno para ordenar las varia-
bre en una pieza más de la gran maquinaria producida por la técnica, precisamente bles de lo actual en su conjunto, y se vuelve imprescindible agregar, por lo menos, el
como efe~to de su movimiento global y no como efecto de una intención perversa, concepto de Otro, que apunta precisamente a lo que no puede incluirse en ninguno
Y, es .precisamente este ~up.erar la conciencia para instalar Ja decisión en ]a propia de los términos de la dicotomía.
tecmca la que le da su s1gmficac1ón trágica al problema. No es casual entonces que Vattimo, por aceptar dicho cierre clasificatorio, se vea
Desde esta perspectiva el concepto de lo posmoderno sintetizaría los efectos de llevado a aceptar una "conexión" entre el posmodernismo (al que considera positi-
ese mundo de transformaciones en cuanto re-ordenamiento específico de la cultura· vamente) y el pensamiento de Nietzsche y Heidegger, para quienes la modernidad
pero no se trata de un efecto unívoco y esto debe tenerse en cuenta para orientar: se habría caracterizado por "una progresiva «iluminación» que se desarrolla sobre la
se en el ] ., · d
comp e¡1s1mo entrama o de tendencias que caracterizan lo posmoderno base de un proceso cada vez más pleno de apropiación y reapropiación de los «funda-
ya que en él actúan fuerzas tanto positivas como reactivas (en un sentido nietzs: mentos»''. Lo posmoderno, según este punto de vista, habría estado actuando desde
cheano) que van desde las posiciones débiles de la democracia hasta las posiciones el inicio en la intimidad de lo moderno, como su crítica: crítica de los fundamentos
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103
I'
!
(Ser, Verdad, Sujeto, Razón), del progreso, del telos y de la dialéctica. A mi entender dan yvacían la realidad suprimiendo toda posibilidad de un suelo trascendente
esta tipología clausura la posibilidad de comprender la diferencia radical entre horadé .sentido a la comp le¡1"dad de las constJtuc1ones
. . , . y a los s1m
maqmmcas . u!acros
posmoderno como errancia vacía y la crítica de lo moderno como apertura al m' que la invisten; de esta manera se impone lo insustancial, el flujo suelto de las diná-
allá-del-hombre, Vattimo confundiría así la crítica (que siempre presupone, todo q~eas autónomas, ese vaivén paranoico de la implosión-explosión que rige como
débil que se quiera, una proyección ética, y agreguemos: de una ética sin deber-ser; llll~ ley-de-anomia la vida del Sistema. Como dice Lyotard, "a fuerza de interponer,
no compulsiva) con el posmodernismo, subsumiendo incluso a Nietzsche y a Hei: untre las cosas y el sujeto, filtros, mediaciones, imágenes o sonidos que pasan por la
degger en la categoría de posmodernos, sin ver el abismo, con raíces metahistóricas en'ba de la numeración, incluidas evidentemente las memorias automáticas de los
cr1 .
que separa una cosa de la otra, instalándose, protegido por esta confusión, como,da''i· rdenadores o los bancos, nuestro acceso a las cosas, o el acceso del SUJeto a las cosas,
y sensualmente, en una imprecisa amplitud de lo posmoderno, ~e rnediatiza hasta tal punto que se vuelve imposible saber qué es real y qué no". Si
Se ha entrado en una etapa de altísima velocidad social que des-sustancializa todas e acepta la premisa de una disolución total entonces, efectivamente, ya nada puede
las realidades produciendo un cambio tanto de sensibilidad como de expresividad: eí?J,§ :ostenerse, y tanto lo estético como lo filosófico, así como lo político y lo ético, son
arte moderno se transforma en post-moderno (vale la pena leer el artículo de John~~ desconstruidos por el movimiento continuo-discontinuo a la vez que puntual y total
Barth sobre la novela posmoderna para ver cómo un novelista vive estos cambios e¡j t del Sistema; a lo que subsiste se lo llama posmoderno: un armazón de formas vacías
su propio oficio). Pero también aquí conviene tener en cuenta que lo moderno es un~i· y nostálgicas desplazándose sobre el terreno desértico de la ausencia.
terreno avasallado por sus heterogeneidades, que es en lo moderno mismo donde ya i' Lo posmoderno intenta ser algo así como una estética de la motilidad y de la fal-
está siempre su negativo, su alucinación y su locura: llámense éstas Flaubert, Rimbaud, i ta de sustancia, un auténtico móvil (cultural) al que la velocidad coloca/descoloca de
Mallarmé o Joyce (su Finnegans Wake marcaría el pasaje a lo "posmoderno"); pero, .., cualquier lugar previo que se le asigne, un permanente recurso a la disyunción y a la
al igual que en el orden teórico, ¿se trata de un posmoderno in nuce o de una críti; ·· conjunción, al espejismo, al desparpajo frente a los recursos, a la fascinación de es-
ca? Me inclino a pensar que en la intimidad del movimiento moderno se desarrollá pejos repitiendo figuras sin asidero en cualquier tipo de realidad. Dice Lyotard: "Un
simultáneamente, y sin que esté en juego una valoración, su crítica como forma de ·· escritor o artista posmodernista está en la misma situación que un filósofo: el texto
las múltiples negatividades que constituyen su agonistica; en tal sentido uno de los·~ que está escribiendo, la obra que está realizando, no están gobernados en principio por
teórico-organizadores de Kassel, Vittorio Fago ne, sostiene que lo posmoderno es lq · · algo ya existente [... ] Los artistas y escritores, por tanto, trabajan sin reglas, trabajan
moderno privado de sus elementos críticos-subversivos "siempre peligrosos"; de alíi · en orden a establecer reglas de lo que habrá de ser producido''. ¡Pero siesta es lo que
la vuelta preconizada a lo que llama un nuevo realismo que no puede permanecer hicieron y dijeron hasta el cansancio Mallarmé y Cézanne, entre tantos otros que no
indiferente a "un mundo que viaja hacia perspectivas que sólo pueden hacer felices pueden ser catalogados precisamente como posmodernos! Y, además, ¿no fue siempre
a los neoconservadores y no a quienes se interrogan sobre el destino del hombreyz., asi? Cuando Cézanne pintaba un paisaje, en realidad no pintaba un paisaje sino que
de la naturaleza''. Ésta sería la encrucijada de lo posmoderno: o absorbe el espíritu/ pintaba:,Io que se pinta es el acaecer de la pintura. "Negación de la representación';
subversivo-crítico de la vertiente moderna, en cuyo caso volveríamos a lo moderno . por supuesto, ¿pero cuándo el arte en cuanto arte fue representación? El hecho de
bajo la rúbrica de un posmoderno renovado, reinstalándonos en la trayectoria crí- '. representar rostros, escenas, paisajes, no significa que en la representación estuviera
tica tanto de la literatura como de la filosofía, o se deja llevar hacia una mutación jugándose lo estético. Aqui se iniciaría otra problemática, cuyo postulado podría ser
acelerada que como última imagen repite incansable y paródicamente las transfor• por lo visible hacia lo invisible, que encuentra su principal sostén teórico, aunque por lo
maciones de los órdenes fuertes del sistema. común no se lo cita, en el Merleau-Ponty de El ojo y el espíritu. Pero seamos justos: lo
Cabe ahora preguntarse: si el sistema ha disuelto lo real, ¿en qué puede sostenerse posmoderno repele toda posibilidad de una fundación teórica, no únicamente porque
lo estético y lo filosófico? Sin sujeto, sin Dios, sin sustancia, sin proyectos, sin histo- toda fundación debe recurrir a los conceptos replegados pero siempre al acecho de la
ria, ¡de qué mundo el arte es arte y la filosofia es filosofia? ¿A esto hacen mención los metafísica, sino principalmente porque de hacerlo se fijaría en un esquema concep-
términos "muerte del arte" y "muerte de la filosofía"? Un posmodernista dirá: eso es tual algo cuya motilidad es inaprensible y que por serlo repugna a lo teórico (estético,
lo posmoderno, lo que queda cuando las cosas ya no tienen mundo y sólo son imáge- filosófico, político, ético). Aclarando que la repugnancia no es del sujeto (inexistente)
nes que flotan a la deriva en la pura evanescencia. Por eso la posmodernidad puede posmoderno, sino del Sistema en cuanto se lo puede llamar posmoderno.
aparecer como el aspecto formal (despojado del insostenible aspecto crítico) de lo En el Sistema existe lo moderno y lo posmoderno, como positividades, y lo con-
moderno exacerbado por esos movimientos de dispersión y descentralización que testatario como su negativo; además existe lo que llamamos lo Otro del Sistema.
104 105
LA ILUSIÓN POSMODERNA
Edmund Husserl y
el "sentido" de la crisis
l. Enzo Paci, "Introduzione" a Gerard Brand, Mondo, io e tempo nei manoscritti inediti di Husserl, Mi-
lán, Bompiani, 1960.
109
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS EDMUND HUSSERL Y EL "SENTIDO" DE LA CRISIS
110 111
EL ABANDONO DE lAS PALABRAS
EDMUND HUSSERL Y EL "SENTIDO" DE LA CRJS!S
'd d "
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en la verdadera "locura rea-lada" lus ' enJamm y tantos otros que participa
e a ante-guerra Ello e r
~dición filosófica el objeto, dado por la sensibilidad, es una sustancia; y en Kant la
noc1 o e esa Europa en crisis dond . . • . s COiliorman lo otro-dese0 / stancia es una categoría del entendimiento; para Kant el objeto es una síntesis de
au t h • e vivw Y pensó Huss J ¡ s,u intuición y el concepto. En este sentl'do H usser1 pro d UJO
':la . una autentica
' . revo lu,
s ro- ungaro en descomposició d . er ; o otro de ese Imper'
. 'ó n, e esa comumdad . d' i
Premomc1 n de la muerte Husserl ..• l R JU Ja expectante frente a ', ción "copernicana" al pensar la categoría como dada: "Veo este libro. ¿Pero dónde
Alema . d W. . . v1v10 a evolución rus l .
. n1a e e1mar> las ('revoluciones científica " . ª> a primera guerra, está en este libro la sustancia? No la veo de ninguna manera como veo el libro. Y
pnm:roslugares dela escena filosófi d' l s del siglo, y compartió uno delos 'sin embargo este libro es sin duda alguna una sustancia, que de alguna manera
espacio conforman te de su propio t c~ mun 1~. Fue en este contexto, vale decirene¡¡;'íi, clebo «ver» porque en caso contrario no podría simplemente ver". Aquí se sitúa la
del extinguirse como ser mortal queeHx o y eln e dlespojo de sí que aporta la asunci'ó·n··.'. idea husserliana de "excedente"; el es, mediante el cual compruebo "la presencia
•.1_·_\'.·.·.
d ¡ h • usser ape ó ¡ fil· e .. t.
e- a- umanidad; no era un llamad 1 . a os oso1os como funcionarios''*' del tintero como objeto o sustancia", es un excedente en relación con las afeccio-
ilu st ra d os smo
. a la serenidad d l o a a. creación de una nueva capa de déspo •. sensibles. El es se ve de una manera distinta "a como se ve lo visible"; es un es
. e pensamiento a tra • d ¡ al
d
a su estmo y lo asume real· • d 1 ves e cu cada época •cc:ed1~·5; dado. Para Husserl, concluye Heidegger, lo categorial es dado igual que lo sensible;
U IZan o o como form "
na tarea de pobreza y no de pod d ¡¡ . .ªeterna. Nada más y nada a esto se lo llama intuición categorial. Habría pues dos ver, el de lo sensible y el de
el d d er, e ummac1ón y no d ¡ · l ..
.r~ma e su presente y presintió el horror de e egis ac10n. Husserl vio l,o categorial: cuando veo el tintero veo una cosa sustancial, sin ver no obstante la
a VJVJr: Función, si se quiere, sacrificial· el e un futuro que por suerte no alc:anzó·~Llf;'> sustancialidad como veo el tintero. "Sin embargo es la sustancialidad, en su ina-
como indicación oracular y no como . ' .P.
nsamiento-pensante como sacrificio pariencia, la que permite que aquello que aparece aparezca"; la sustancia que no
la voz del filósofo en medio del frag~~Íe~s1ció~: ¿.Cómo hubiera podido imponers: aparece como lo que aparece, no es vista de igual manera que el tintero, permite
el comienzo reconociendo que más ali' das p; it1cas mundiales, si al final buscaba que aparezca lo que aparece: el objeto tintero. "La hazaña de Husserl ha consisti-
verdadero pensar es una gracia? a e to a pobreza y humillación, la tarea del do justamente en esta puesta en presencia del ser fenomenalmente presente en la
categoría''. Por este acto, dice Heidegger, "encontré al fin el suelo: «sen>''. Husserl se
4. Antes de comenzar el análisis delle ad . . habría detenido aquí, sin continuar interrogando por el problema del ser. Beaufret
nos a lo que lo diferencia y vincula con :i
~ espmtual de Husserl vamos a referit- insiste en esta temática que gira alrededor de la intuición categorial como "antece-
dente decisivo" de las investigaciones de Heidegger en El ser y el tiempo. El hecho
que no se trata de superar una antítesis h p nsam'.ento de Heidegger, advirtiendo
un plano irrelevante de propuestas e i't' om?gen~1zando ambos pensamientos en de que el ser se manifieste en la intuición categorial fue el descubrimiento fenome-
Pa r t'ir d e sus respectivas singularidad meranos smo d ¡ . nológico que fascinó al joven Heidegger ya instalado en la vía abierta por Brentano
· U d '. e captar e vmculo posible a
de volviendo precaria toda presu t' es. ~. csignio trascendental es el que deci- en sus estudios sobre Aristóteles. Ir al ser, dejar aparecer el ser: el problema de los
n a poses10n de un d · ( .
4 E e 1 . ecir esencial) que sin lugar problemas es el del ser del ser y no el del ser del ente. Beaufret discute las prioridades
. ,n ar os. L. Cenotto, "Algunos temas del últim " ,
Buenos Aires, Troquel, 1966, p. 278. o Husserl' en Joaqu1n Xirau, La jilosofia de Husserl,
5. Edmund Husserl, fnve..•tigaciones lógicas, Madrid, Revista de Occidente, 1929, pp. 693 y ss.
ll2
113
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS EDMUND HUSSERL Y EL "SENTIDO" DE LA CRISIS
de conceptos como el de intencionalidad, temporalidad y "mundo de la 'd ,, · , cristianismo y helenismo en general", y otro de 1934, donde dice que las
Vl a,
¡¡4~~fusm ~s de sentido" de la que "surgió la humanidad europea en la antigüedad,
0
am bos pensadores. Respecto a1 yo , sos tren e que para el Husserl de la Kris ·
<( ,, •
·
trtuye e!"centro a¡ que t o do se remite,
· ,, en tanto que Heidegger pone com tsco os en , · deo-cnstrano
· · ") . Se trata de una aut'ent'rea
¡ · · ·· 1 filosofía griega y el monotersmo ¡u
.
d e su med 1tac1on~ es e e comienzo, el"ex-stático ser-en": "Más original que
·, d d o ce11
el ªn "nen el orden del Espíritu y de la historia. Heidegger, y con anterioridad
vo1ucro . . · b l ·
es entonces lo Abierto al que pertenecemos ex-státicamente" No estoy . . · ·h también consideraron que en la antigua Grecia se encentra a e ongen
, . . .. · convenc
de que esta tematrca agote las posrbrlrdades de la relación entre a b fil, 1 '"retzsc· are, que caracteriza a Europa hasta el presente en cuanto 1·deal'd 1 ad , sr· b'ren es
. . .,. mososofi e]pens . d ,·
exrste, particularmente en el Husserl medito un espacio que prole ·h .·•· · omo veremos, que las temátrcas y los cortes que se pro ucen en esa tematr-
. . . ' nga casr asta
mdecrble un discurso cada vez más críptico más sometr'do a Ja pr ·, · rto, cdistintos para cada uno de ellos. El hecho de la mmanente
· te leo1agra,. y de la
• • • • ,
1
es1on m1steri
del ser. Sólo exphcrtando esta d1mens1on se podrá valorar su aporte al proble ason titución filosófica como totahdad de las crencras es un ec o que, como d.rna
. · · h h '
del Ser, para desde allí iluminar posiblemente con una nueva luz un
, ali' d ·
l 'ó
areacr nq º(e:ische, "parte en dos la historia''. Ocultamiento/desocultam,ie~to del Ser, auto-
mas a e sus tensiones fue un acontecimiento de nuestra época. 'encia de la teleología inmanente, tragedia como tra¡rsmd1v1dual1dad, son las
•· ·· máticas expresiones de un fenómeno en cuyas u'ltimas
c9nCl . estn'bac10nes
. nos deba-
5. Husserl dice su Conferencia sobre la crisis y la filosofia; pero ésta no puede lee [~~s. Levantar el velo de ese enigma es una exigencia bajo cuyo signo se juega, para
se_ c~mo un simple decir, ya que presupone una remisión objetiva a su obra édi Jo.s tres, la suerte del mundo.
e medita, sm la cual la Conferencia resulta incomprensible en su decir· no t ·
d d'' ,ser
pues, e un querer ecrr smo de un no-dicho que está presente enlazando el t 6. "La cultura científica, basada en la idea de la infinitud, equivale a una revolu-
de la Conferencia con el conjunto del texto husserliana. La conjunción "y'; qu:~e '> ción de la cultura global, una revolución de los modos de la huma?idad en c.uanto
s~brayado, menta ~n ambos casos el lugar de la juntura, de la reconstitución de un 'humanidad creadora de cultura": "Pero sólo entre los griegos este mterés umversal
h1anc1a q~e es precisamente lo puesto en cuestión. Repasemos de manera intencioC («cosmológico») asume la forma esenci~lmente nueva de una preocupación ~u.ra
nada su d~scurso. Ante todo Huss~rl señala, y lo hace desde el mismo título de la mente teórica". El portador de este cambio es el filósofo, la nueva figura del Espmtu,
Conferencia, que se trata de una cnsrs determinada que le adviene a un suieto :;, .'cuya íntima finalidad consiste en "construir gradualmente el conocimiento teórico
et l"h · ' ,que¡
n es e caso, es a umamdad europea''. Esta humanidad europea es caracterrz·ad';'.!¿_;_•_;_¡_; '·;;.,infinito". Este suceso ocurre en un "mundo concreto" que ha establecido lazos "con las
l l"
~orno a g~ esp1r1tua cuya forma suprema sería una ((sorprendente teleología': un~-~if+?
t( ' ' ª':,;{M
se trata, es cierto, de otra historia, mejor dicho, de otra perspectiva histórica; histo . eafd 1 d ocultaría la esencia maligna de tal racionalidad? Éste es a mi juicio el ma-
que nos lleva a considerar la esencia del estatuto de lo racional. r a blema de nuestro tiempo: saber de qué se trata cuando se habla de razón y
YM~ a esencia de esta Razón. Posiblemente todos seamos como Edº1po y, a pesar
7. Para Husserllacrisis actual es una crisis de la razón; pero para comprender e mál ~ ¡vl er el enigma, o por eso mismo, o tal vez por haberlo mtenta
· do, ya estemos
. Jereso .
apotegma inicial es necesario penetrar en la lógica de su discurso, el cual tiene co •: • h do hacia la ceguera y el sacrificio llevando sobre nosotros, trmnfadora, a la
base el reconocimiento de dos razones, una de ellas "verdadera" y la otra "erróne marcan · · ¡ · · Id·
-~fi · . porque es posible que.el verdadero
.
m1steno no sea e emgma smo e estmo
. . .
una "buena" y otra mala. Con la intención de desplazar una cuestión que no e a .•. · bro de quienes respondieron bien; porque si todo es una misma cara siempre
en juego aquí, digamos que Husserl acepta la "buena y vieja" definición del hom s maca • ¡ dº
; la&figie saldrá vencedora, y cualquier respuesta siempre será erronea; o que me rn
como ser-racional. En este sentido amplio un pigmeo, dice Husserl, "es un hom entre un abismo y otro es lo fugaz.
y no un animal"; se trata de una razón genérica que escinde al mundo humano
su conjunt? del rein.o an.imal mediante una distinción "muy amplia", tan amplia q 8. La filosofía constituiría el sentido inmanente de las ci~ncias particulares, el 1u-
en su mtenor se ubica sm d1stmc1ón alguna cualquier hombre por el simple hech donde éstas se articulan con un proyecto teórico infinito. Por esta razón Husserl
de ser hombre. Por supuesto que el tema de Husserl no es el de esta racionalida• :: ~~la del "peligro de la especialización",. del peli~ro de una "racionalización u~ila
absolutamente general. Dentro de tal racionalidad humana se produce un nuev ¿:¡eral"; Ja crisis, como veremos, es ese peligro realJZado, es el peligro vuelto realidad
corte: el nacimiento de la filosofía en Grecia establece "un nuevo grado de la hum .; . (también para Heidegger el peligro es el topos crucial al que se enfrent~ el hombre
mºd ad Yd e 1a razon
• " ; ya tenemos en escena la identidad que nos separará del rest ª en Ja edad técnica, pero en él siempre el concepto de peligro es el espe¡o donde se
de los seres humanos para siempre y que producirá -sin que Husserl se dé cuenf dibuja lo salvador, de acuerdo.con el vers,? de Holderlin). Frente a la filo:ofía que
de esto- los horrores del efectivamente nuevo destino del hombre: la razón teórica' "indaga teoréticamente la totalidad del ser en una empresa sm fin -y de ahi el polo-
filosófica como hendidura ontológica que distinguirá en adelante entre comunidadel . teleológico que sustenta el proyecto teórico-, "ninguna línea cognoscitiva, ninguna
y naciones "filosóficas'; por una parte, y naciones no-filosóficas por la otra, o, en u' verdad singular, debe ser absolutizada y aislada"; Husserl dice "debe ser'; pero el
sentido muy semejante, entre naciones civilizadas y el resto. Esto de ninguna mane problema es que ya fue. La ratio buena, proyecto absoluto de comprensión del ser
sign.ifica que el fenómeno filosófico sea común en todo el ecumene europeo; se tra ·'conformado orgánicamente por las diversas racionalidades científicas sintetizadas
obviamente de un "fenómeno parcial" pero que a su vez designa una suerte de "cei.· '.én una unidad superior, fue suplantada por la absolutización sin-sentido de estas
rebro" de cuyo "funcionamiento normal" depende la salud y la autenticidad de"!~ ~racionalidades parciales. El nombre con el que se designa esta fragmentación de la
espiritualidad europea''. La crisis sería cierto suceso en el interior de esta originariá '. Razón es objetivismo: "la fuente de todos los males actuales", dice Husserl, "es este
y auténtica razón. "Estoy convencido -dice Husserl- de que la crisis europea hun ··: : óbjetivismo". El hiperdesarrollo de la ciencia le ha hecho perder contacto con la fi-
sus raíces en un racionalismo erróneo" (yo subrayo); y agrega: "Pero esto no signi · . fosofía, e incluso convirtió al espíritu en un objeto del mismo tipo que los objetos
ca que la racionalidad como tal sea una calamidad" (yo subrayo). Este racionalisníÓ: ''.naturales''. Se ha producido una transmutación: "la espiritualidad aparece así fun-
erróneo se habría producido entre el siglo XVII y fines delsiglo XIX: "el estadio d~·; dada en la corporeidad" y se piensa que "el método de las ciencias naturales debe
desarrollo de la razón constituido por el racionalismo del período iluminístico rue-· .poder explicar también el misterio del espíritu" (yo subrayo). Esta transmutación
un error." (yo subrayo). ¡Por qué surge la maldad en el interior de una racionalida :,: negativa olvida, según Husserl, que "la subjetividad que produce la ciencia no pue-
destinada a hacer del hombre el receptáculo de un designio trascendente? Si éste.¡:.: i·:de ser conocida por ninguna ciencia objetiva". Las ciencias naturales desplazan así
el lugar donde se determina la crisis como presencia y como génesis, conviene in- · ' uspresupuestos normativos, el mundo-circundante-de-la-vida (Erlebnis); no hay ni
<lagar sobre el quid del momento histórico preciso de su emergencia. En síntesi .' puede haber una ciencia-natural del espíritu: "una ciencia objetiva del espíritu, una
lo que sucedió fue el estallido de una empresa fundada en una armónica totalidad 'doctrina objetiva del alma, objetiva en el sentido de que atribuye al alma, a la comu-
y en una clara teleología de carácter infinito. Lo que pasó tiene el carácter de una· .. rtidad personal, una existencia con la forma de la espacio-temporalidad, no existió
hecatombe; ¡pero es algo no-teórico que proyecta sobre el conjunto de la humani' .. hunca y nunca existirá". Husserl denuncia la escisión del mundo unitario y la sub-
dad la amenaza concreta de su fin, mediante el quebrantamiento de la razón-una .· . sundón del mundo espiritual en el mundo natural; denuncia cómo las ciencias del
Yel inicio de un estallido que produce el pulular de razones erráticas y malvadas?/,{,· mundo natural avanzaron con su metodología sobre el mundo espiritual tratándolo
¡o tal vez se trata de esa en apariencia inocente "racionalidad como tal'; la que en iisi como un territorio de cosas homólogas a las cosas naturales. Lo que así se perdió
116
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EDMUND HusSERL y EL "SENTIDO" DE LA CRISIS
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
. yecto inmanente; de una concepción que podríamos car t · :, {ructura ética de es;a concienci~ en cuanto se trasciende absolutamente a sí. El papel
· d' ac enzar como un t , .•
sm 10s-personal. ¿Qué otra cosa puede ser Dios sino la 'ó d eis de la fenomenologia, en relac1on con el amor, se vmcula con la toma de conciencia
hac1a· e¡ m · fi mto. ,. · es la razón como t tproyecc1 n. e algo f:"<Ct
· 'Aqm• lo 1act1co
es ruc ura esencial y ev'd de sus "horizontes infinitos". "El surgimiento de la filosofía'; dice Husserl, "significa el
lo humano en sus diversos grados de reali'dad· . . en gene l 1 ente
, .
fi losofica y conciencia fenomenológica· en este
. conc1enc1a . ·· surgimienwde u~a autonomía absoluta y universal de manera absoluta, consisten-
d ra' conqen.
• • • > progreso e 1a con · · l te en una existencia, en una vida, que puede responder absolutamente de sí misma,
ciencia fenomenológica constituye el grado má 1 d . . . c1enc1a, a c
fenomenológica implica, en la historia del Esp/ .~ t~ ~ac.~nahdad. Esta filos
que quiere ser totalmente la unidad de una vida absoluta en la comunidad absoluta,
co original. La fenomenología es una mutación ;,1 u 'le CCI ente, un proyecto una vida absoluta en su relatividad. Y esta universalidad significa también que ella
encierra en sí la más grande trans'o ., . ana oga a la conversión religio comprende a todos los ca-sujetos. Si me he vuelto un sujeto ético absoluto, esos su-
" rmac10n existencial . jetos son para mí sujetos pensados bajo las especies de la autenticidad, como sujetos
para el hombre" 17 dice Jean "'ah! d que sea posible como
' "' comparan o l ., ¡ ., de la verdadera conservación de sí, sometidos a la exigencia de esta misma autono-
da al sujeto desde el orden profano 1 d a epo;e_ con a conversion que tras!a·
propio de lo imposible: según Husse:l l~~e~~=:~ª1º· .Este es el terreno del silencj mía. Pero también son para mí co-sujetos en tanto que ~ujetos comprendidos en el
en que es trascendental, "es algo q d o og1a ;ra~cendental, en la medidi campo de mi solicitud ética: su verdadero bien y su verdadero mal me conciernen
camino que lleva del pensamiento~:~uº pluel e ser d1~ho ; solo se puede "indicar" el a.mí, e inversamente, el mío les concierne en la medida en que han comprendido el
'd . ra a pensamiento trascend tal e ...·; sentido de su forma''. Todo esto apunta, por cierto, a la realización de una humanidad
en u? .s.ent1 o seme¡ante Mircea Eliade: "Para H en ; .orno d1ce·:2;
absoluta, a una subjetividad trascendental absoluta. Según Husserl ya no se trata de
abohc10n de la experiencia pro'ana d 1 h b usserl la fenomenologia implica la;;
1ogos llaman «actitud natural» es " ' e « om re natu J L l ·; "dominar" el mundo sino de hacer del mundo una "comunidad absoluta" de seres
el estad f: 1 ra ».. o que os fenomenó";i;
la misma forma en que mediante la redu~cf;º ano, a con~1c1ón pre-iniciática. De>: absolutos. La esencia de esa comunidad es un "amor infinito, absoluto y universal";
mediante la iniciación se penetra 1 1 on fenomenologica se accede a lo real.··. ; y en ella se "resuelve el problema de la muerte, de la vejez y de la enfermedad: que-
en e p ano sagr d l d · > ·.;
rer lo absolutamente bueno es triunfar de la muerte". El hombre finito puede llegar
ne acceso a lo absoluto"" La d . . a o, va e ecir que el espíritu tie-,.•. ·.· ·.•
· para OJa consiste en d · l a tener la Idea de lo Absoluto, y dejándose guiar por esta Idea en su pensamiento y
Karl Li:iwith habla reiteradas veces d 1 . 'b ecir o que no puede ser dicho.,.·.·.·.·.·.•.
d e situarse en un plano trascendent le a imposi ilidad d el d ecir
· ·
y de la necesidad
· en su vida se sitúa en una situación ética absoluta. Cuando Husserl, en su lecho de
la vez trascendental 19 Toda verdad a para e.nt:nder ese lenguaje que es común y¡¡;;;. muerte, reconoce "lo difícil que es morir ... justo ahora que me acerco al final y que
· era asces1s 1mpl' t b' . ;; comenzar de nuevo': inscribe el re-comienzo en esta perspectiva ética que lo
especular del lenguaJ'e en un len . 1 . ICa es e cam 10 en cierta forma :.· .·.· · ·
. ' gua;e e otro· la d1fe · l il . conmueve, en esta alternativa a la crisis que se le revela al final; en ese final de la vida
signa tanto el decir como el no d . , renc1a es e s enc10; la diferencia . .·.·.·
, - ec1rconsucontra · Ét ¡ .. yde la obra desde el que puede visualizar como perspectiva el más allá. Tal vez sólo al
ox1moron, la vieJ·a figura reto'r1·ca ·¡ no. s e es e m1steno místico del
que so o emerge "le l " . final advenga la visión de esa tierra prometida que sólo existe, y que sólo puede existir,
f uera de él implica la enfermed d . fi erno. ga mente en el decir poético·,--_ :_:::,
a Ye1in como promesa. No se trata de que Husserl aspirara a convertirse "en funcionario de
la humanidad" en un sentido peyorativo; más bien se trata de lo que llamó "el pobre
15. Toulemont señala la textura última de 1 f. , "
desde el átomo primitivo desde los r d' adenomenologia: Lo que se buscaba animal rampante filosófico Edmund Husserl'; solitario en medio de la racionalidad
. . ' u 1mentos e la vida d l . . en su máximo despotismo, apelando a cualidades superiores, como es el amor, para
preh istona,durantetodaslasaventur h' tó. b , urante osmilemosdela
as is· neas ªJ.otod 1 f. . fundar la esperanza de que es posible detener el odio y la violencia. Más que de inge-
to, 1afenomenologíalomuestraylod 'b ' as as ormasdepensam1en-
.
los s1g1os la fenomenolooia es 1fi d 1 .escn e en su verdad· l l' 1 nuidad y simplicidad se trataba del único camino posible. Ése fue el camino señalado
. a rea izar a esperanza de
,,. e m e os tiempos" H ¡ 1 por Husserl; el camino de un filósofo, perdido en el furor de la guerra, que señalaba lo
por esta asombrosa concepción escatoló ica. La . usser a menos estaba poseído
afirma que la ley moral es una "l d g " moral de su proyecto trascendental posible como tarea infinita de una Humanidad con tareas infinitas. No era empírica-
comunidad de amor" D 1 ey e amor , y que una comunidad moral es "una mente posible, pero no había otra posibilidad. El acto de Husserl fue heroico; detuvo
· os e ementos centrales por · · históricamente a la "barbarie" señalándole a la humanidad sus tareas absolutas.
exacerbada como autoconc' . d cons1gu1ente: la autoconciencia
iencia e un proyecto trascendente, y el amor como es-
17. Jean Wahl, op.cit., p. 47. 16. Husserl advirtió la fuerza liberadora de la razón que trata de conducir al
18 · Mircea El'iade, v·tano,
· Barcelona, Kairós, 2001, p. i o.
4 hombre hacia lo sagrado, hacia la unidad amorosa con los otros hombres y con la
19. Véase la participación de Karl LOwith en Wahl , op. ctt.
. naturaleza. Sagrada es la fuerza que tiende a lo Absoluto, así como también lo es su
126
127
1.
. de.
, · , .
.
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
ama o no de¡a de t
.
.
Al e, umdad y de
z co
.
EDMUND HUSSERL Y EL "SENTIDO" DE LA CRISIS
,¡
1
trag1cos, pues lo trag1co es una conjunción de p · d d h ener p nídad de ese algo que no puede nombrarse porque, si se lo nombra, ya no es lo
hombre. El valor supremo del gesto está pr . ie a y orror que va más a
. ec1samente en el de · d , "se nombra.
exaltación de sus cualidades efímeras Lo H spo¡o e SI y no
. · que usser1no adv' t'ó 1 r.
hgno de la Razón como forma del pensamiento co ir lli~ el poder . El re-comienzo debía ser la mística; lo que la mística puede enunciar es una
El mundo pre-dado, el mundo-de-la- 'd Y mo forma matenal del mulf 17
v1 a, no son merament b. . . ologia de la razón, y ver transparentarse en ella la figura enigmática y absolu-
mentalmente concreciones fuertes de p d . e o Jet1vos smo fun,'
, . o er-rac1onal Una co t b . del Ser, dicho sea a la manera de Heidegger, como hay (dando por sentado que
o una maquma, son formas-de-racionalidad El . d s um re, una mstituci
nque siempre dice, en su alcance último la mística no puede decir, de ahí que su
la Razón es eso, y que también es esto H .1 error e Husserl fue no advertirq····.·.
, . usser creyó en u ó b '·cho siempre sea evanescente); lo que una teleología de \a razón no puede ser es
en un desv10 o una crisis de tal razo'n· I ó b na raz n- uena esenci.a
- • araz n uenasepe · · . ·a apología de la Razón. Cuando Husserl critica a la razón empírico-naturali~ta
raz Ón-mala. Este es el fondo del bl rv1erte conv1rt1éndos
. pro ema. La Razón · fu 'vindicando una razón que traspasaría la historia absolutamente, en realidad está
lidades y de las materialidades· el co . t d 1 no existe era de las raci
' n¡un o e as form · · al .· ·· iciendo, con un lenguaje filosófico del que no pudo desprenderse, lo inefable del
d e las estructuras de una soc1'edad fi l as espmtu es y materia]
palabras: los campos de concent 'ó
,con guran aRaz' d
.
l .
on e esa ta soCiedad. En otr··. Se¿ Su equivoco consistió en pensar que la punta del proceso teleológico era la filo-
rac1 n nazis repres t b l . sofía europea y particularmente la fenomenología, dejando así de lado a las grandes
tema y no eran ninguna desv1·a . , . . . en a an a racionalidad del S.1'
cion, nmguna crzszs d l R , guras espirituales de la humanidad y extraviándose frente a los alcances de lo sagra-
trascendental como propuesta ét1'c - l' . e a azon. La fenomenolog'
, .. o re 1g1osa se funda en l · . do. Lo que no pudo hacer Husserl fue desmontar las construcciones simbólicas de
zon pos1t1va que se realiza en el d . h' , . a eXIstencia de una R.
e d . evemr 1stonco o me· d' h ¡ . las iglesias para ver el Espíritu desde el único lugar desde donde se lo puede ver sin
iorma e realización de esa Ra , , JOr IC o, a historia es l
Husserl no explica por qué estaz~a~ ~ue apu~ta a re~lizarse absoluta e infinitament "ver": desde el ras de la tierra. Su error fue establecer una jerarquía de racionalidades
incluso lo sitúa históricamente y on-pos1t~va devwne negativa. Reconoce el hecho (lo racional como generalidad, lo racional-filosófico y lo racional-fenomenológico)
la razón ideal en anomal1'a , comprdue a el momento de la transformación .·. y. considerarlas niveles de progreso espiritual en lugar de meros signos posibles de
. ' , pero no pue e e )' · .. , <realidades precarias en una de las posiciones del mundo. ¿Cómo hubiera podido
dato sm causa. La razón-buena se . xp b1c1tar su cogmc10n; es una suerted~
e convierte en a solut ld d • aceptar Husserl que un "primitivo" es capaz de una concepción y una vida espiri-
cos ienomenológicos queda sin explicarse dich ama a y dentro de los mar•:.
está amenazada por regímenes d 't' ~conversión. La Humanidad actual';!:. .• . tual tanto o más elevada que la de un filósofo de Occidente? Hasta el fin creyó en
· . espo 1cos que tiende ¡ b ¡ · un desarrollo lineal del Espíritu y en su encarnación en la filosofía fenomenológica.
capitalista como el sistema" . " . na a so uto. Tanto el sistema.·
" . comumsta constJtuven · . . La semejanza con Hegel va más allá de la conciencia que de ella pudo tener Husserl.
dI1erenc1as desempeñan roles . . . ' un sistema umtano donde las.·.
1magmanos· el télo ¡d . Frente a lo que consideró un desvío positivista y científico de la Razón se aferró a
h umanidad-sin-humanidad L l' : s rea e este Sistema apunta a una'.
. . · o que e 1ptJcamente h 11 d " · su propia utopía. No pudo comprender la fuerza del "desvío" que bajo el ideal de
so brevive aislada en la ¡'nde'1ens10n . , pero s d · emos. ama o razón-buena"· '.••·'·.' ·.·.·.·.
legalidad última del Sistema· la c t' .. u estmo pareciera estar inscripto en la ,. la técnica hoy domina el orden planetario; pero lo que sí advirtió fue la necesidad
· ons rucc1on de un un· ,. de una gran transformación en el orden del espíritu, y es en los avatares de esa idea
da d de este destino ¿le quitaría viabilidad a la ro iverw automat1co. La posibilic
no; pero hay que reconocer que el . p puesta étICa de Husserl? Pienso que donde creemos que radica el significado esencial de su obra.
• re-comienzo debe b
d e 1a Razon del Sistema la verdad R ó asarse en un reconocimiento
' era az n actual yd 1 .
como un más allá de Ja Razón L al' ' e a propuesta ético-religiosa
. · oquesere IZaenlah' t · . .
Razón smo el Espíritu. Hay al o ero . , is ona como h1stona no es la
Espíritu, Tao, Dios son nombg 'p 1POr que llamar a ese algo Razón? Lóaos Ser
• res que nos proye t h · . . " ' •
Husserl identificó a Dios con la Razón , c an. ~CI~ un mfimto enigmático.
y de esta manera los avatares siniestros'd~U:s:e~a l~ ml!m1_d~d última del hombre,
miento a lo que también llam , E , . azon en cns1s obnubilan el acerca- .
o spmtu cuando dijo que sólo el Espíritu es inmortal.
128
129
!
1
Heidegger y
el "misterio" de la técnica
El desierto crece.
FR!EDRICH NIETZSCHE
l. Martin Heidegger. Carta sobre el humanismo, versión de Roger Munier y Raúl Gustavo Aguirre,
edición privada, p. 49.
131
HEIDEGGER y EL "MISTERIO" DE LA TECNICA
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
ma del mundo-técnico. Pero el hombre nunca puede reducirse a un "mero robaciones exactas'; y el éxito de estas operaciones de calculabilidad puede
fijo acumulado»': pues él mismo "toma parte en el conminar como una fo · ptírse en un peligro, en el peligro de que "lo verdadero se oculte en medio de
d eve1ar" ; sm
. . "fi rrna
que esto s1gm que, por otra parte, que el develar, la no-ocultació ••·.· :sa exactitud". De esta forma el destino del develamiento es "el peligro"; pe-
"una mera hechura del hombre''. Hay una "palabra dirigida al hombre" y • ten, de devenir fondo (reserva) el hombre mismo, y de devenir el que conmina al
.d " . 1 ' es
en la me d1 a en que seme1ante pa abra le ha sido dirigida". La no-ocultación lo o-natural: el hombre en cuanto que conmina deviene fondo de otro conminar.
ma: El hombre es conm~ad~ a conmin_ar la naturaleza como fondo-fijo-acurnu1' ·hombre amenazado es el que "se pavonea como el amo de la tierra" creyendo
Heidegger llama Gestell a la mterpelac1ón que interpela al hombre para q , todo es una hechura propia, y creyendo también que en todo se encuentra a sí
d . "l ¡» ".!' • ueas1
voca o conmme a o rea c?mo iondo fiJo acu:'1ulado"; Gestell también sign · 0 . "Sin embargo, justamente el hombre no se encuentra más a sí mismo en
colocar-parado-defante, fabricar, poner ante los OJOS, exponer, imposición, arrn una parte, es decir, no encuentra su ser"; el hombre no oye el llamado exigente
todo ello en el senlldo de poíesis significa "hacer aparecer la cosa present ¡ más allá de la pro-vocación, le dirige lo Geste//, y por eso no comprende en qué
ocu1tac1"ó"Elf;b"
n. a ncar que hace surgir una estatua en el templo y la preena dída "existe en el dominio de un llamamiento''. La posibilidad del develamiento
• · " d" avoca
tecmca son ra 1ca1mente diferentes" y a la vez están "emparentadas en 1 pierde en la exacta medida en que la interpelación (Geste//) deviene un conminar
" d d aesen
en cuanto mo os e_develamiento" o modos de alétheia: la técnica moderna de ovocante; la interpelación armoniosa de la técnica como develación se vuelve inter-
lo real como fondo-fijo-acumulado. Y de esta manera la interpretación instru elación provocante y de esta manera oculta el develar. La interpelación-provocante
o antropológica de la técnica se vuelve "caduca" en su esencia. men. • 0 sólo se limita a ocultar el modo precedente de develamiento, el pro-ducir, sino
·~e también oculta el develamiento como tal, y junto con éste el lugar donde se pro-
S. "La esencia de la técnica moderna se muestra en lo que llamamos interpel 1· uce la desocultación, es decir, la verdad". El peligro no está pues en la técnica ("No
(en Id~ntidad y diferencia se escribe Das Ge-ste/l). De allí la necesidad de avan:: :ay ningún demonio de la técnica y sí, por el contrario, el misterio de su esencia")
la eluc1dac1ón de lo que significa la "interpelación". Ante todo la esencia de Ja téc r sino en la esencia de la técnica: el peligro es el apartamiento de la posibilidad de un
no_es algo de_l,orde,? de la técnica en cuanto es interpelación; yen cuanto esta esen develamiento más originario y de un experimentar "el llamamiento de una verdad
es _mterpelacwn es el modo según el cual lo real se devela como fondo''. Este deve más inicial''. Lo que posibilita la técnica cierra lo develante; la técnica es una conse-
miento n_o ocurre más allá del hombre, ni sólo en el hombre, ni a través del hom cuencia de eso no-teórico (en cuanto esencia) que decide al hombre como destino.
La esenCia de la técnica pone "al hombre en el camino de este develamiento a tra
del cual fo real deviene fondo''. Heidegger dice; "En tanto que es la pro-vocación e 6. "Pero donde está el peligro crece también lo que salva", dice Holderlin en su
e! conminar lo Ge-ste/l envía a un modo del develar", y como tal es un envío del poema Patmos. En lo Ge-stell está el peligro más extremo, el que "vuelve irrecono-
tmo, en el sentido de poíesis (el destino es un poner-en-camino). El develar, . cible todo iluminar de cada develar, de todo aparecer de la verdad", y, de acuerdo
parte, pertenece al orden de la libertad: "Todo develar viene de lo libre, va a lo Ji 'con la palabra poética, también en la esencia de la técnica debe hallarse "el creci-
Yconduce a lo libre"; de ahí que la técnica, como modo del develar, no sea una fat~~~ miento de lo que salva". Heidegger sostiene la necesidad de profundizar en el peligro
h..da~, ~~a ((constric~ión sor~a·: que nos obligaría sea a «arrojarnos ciegamente enli:;::j) ' para encontrar lo que en él enraíza como salvación. "Lo Ge-stell (interpelación)
tecmca , como venc1d~s',~ a rebelarnos inú:ilmente contra ella y condenarla como:.; es un modo destina! (enviado por el destino) del develamiento, a saber, el modo
~ una ob'.a del demomo . Estas dos alternatlvas quedan presas, precisamente, en la. · provocante". "También el develamiento pro-ductor, la poíesis, es una modalidad
1gnora_nc1a de la esencia, y por esta causa al "abrirnos a la esencia de la técnica" (noa destina!:' Pero estos modos no son especies del común concepto de develar; el de-
la técmc~ en cuanto tal) somos "súbitamente cogidos por un llamamiento liberador".!•;'. velamiento es ese "destino" que "súbitamente y de una manera inexplicable para
Ese cammo abrupto al borde de ambas posibilidades del ocultamiento constituye el pensamiento" se reparte "en develamiento productor y en develamiento pro-
el peligr~ prop!o de la técnica: el olvido de su esencia como develar; pero incluso el ;· vocante" y así, en partes, se brinda al hombre. El develamiento provocante (de la
deve_lar entrana el ,fehgro _de que el hombre se equivoque respecto a lo desocultadó técnica moderna) tiene su origen en el develamiento productor, pero al mismo
Ylo interprete mal ; por ejemplo, la naturaleza puede revelarse como una realidad tiempo lo Ge-stell"hace irreconocible la poíesis originaria". Esto nos obliga a pen-
compleja Ycalculable de fuerzas, posibilitando de esta manera su manejo mediante sar de otra manera el concepto de esencia, ya no como quid, como lo que es, sino
como lo que dura, perdurando: Goethe vincula durar con conceder en una "armonía
3. P~r~ una explicitación de este término, véase Osear del Barco, "Dos conceptos fundamentales del.
«ultimo)) Heidegger'~ Espacios, No 3,, México, U.A.P. inexpresable" (wiihren y gewiihren); de ahí que Heidegger pueda decir que "Sólo
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS HEIDEGGER Y EL "M!STERIO" DE LA T~CN!CA
lo concedido dura. Lo que dura desde el origen, a partir del alba de los tiempos, ;. Dios puede salvarnos todavía [ ... ] frente a la ausencia de un Dios nos
que concede''. Si lo Ge-stell "es un destino que reúne el develamiento provocan "Sólo
: .un " Pareciera haberse cerrado la pos1b1h · · 'daddesaJvac10n " que permanen te-
¿cómo puede conceder?: en la medida en que "el conminar de lo real como fo •undunos
J' · sinuaba en su pensamiento, como s1 o que sa va ub'1ese d esapareci'do
· · · "l l "h
n<entesem · y extermma · dor de 1a tecmca.
· ·
sigue siendo siempre un enviar que pone al hombre sobre el camino del <leve .•:·
ártte Jos o¡o
· s y sólo quedara el desarrollo planetano
. . 1 . d
Lo que concede "es como tal lo que salva" pues le permite al hombre "alojarse· ·•·· entido Ja crisis consistiría en el ocultamiento progresivo de a esencia e
la suprema dignidad de su ser". Heidegger resume su pensamiento en un párr ·En
.·· este· s y ese acontecimiento clausuraría· 11 ad desa1vac10n
la pos1'b'l'd " d e1gener
' o
¡¡¡técnica, ., . , ¡·
fundamental: "Justamente es en lo Ge-stell que amenaza al hombre con arrastr .. Nos encontramos ante una concepc10n mayor de la cns1s como rea 1za-
11umano. · · l
lo al conminar como el modo pretendidamente único del develamiento y que · ". . d n develar que obliga-conmina al hombre a que conmme a la natura eza
empuja al hombre con fuerza hacia el peligro de que abandone su ser libre; es p · •'.c1óneu · fuera un fondo de reserva que debe acumularse para mu·1·1 t!p es Y com-
cisamente en este extremo peligro que se manifiesta la pertenencia más ínti
como . · uevas series de conminaciones; a este develar He1'degger 1o llamo' tecmca.
si ' ·
ple¡as n ., ¡ .. · ,, t' t · lado
indestructible, del hombre a aquello que concede, suponiendo que nosotros·p . d lar en cuanto pro-ducc10n, <leve. ar ongmano, .,•
Eeve esta m 1mamen e vmcu.
1 1
nuestra parte empecemos a prestar atención a la esencia de la técnica". lnusita ··
aaver
1 dad como alétheia, como surgir, como donac10n, pero conlleva a.,mismo t
mente la técnica se presenta como la posibilidad de que "lo que salva se eleve e . el peligro de transformarse en un develar en cuanto pro-vocac1on; es e
. ·d·uempo
. ¡ como pro-vocación que conmina · tanto a la natura1eza como a1h omb re
nuestro horizonte". Para esto hay que desprenderse, ante todo, del carácter instrll
eve ar 'd · · · d
mental de la técnica y del carácter antropológico que lo sostiene. Lo Ge-stell n' stituye Ja esencia-de-la-técnica, la que, como He1 egger repite s1gmen o una
con 1 . d 1 , . t e
hace entrar en "el movimiento furioso del conminar", el cual "bloquea" toda visi observación de Ernst Jünger, no es nada técnico; a esenna e a tecmca per enec
sobre el develamiento y hace entrar en peligro "nuestra relación con la esenciad~¡y. por ¡0 tanto al orden del pensar. No se trata de un desvío, de un develar bu_eno
la verdad". Lo que está en juego es la "constelación" donde se produce el devela'~r:. y otro malo, el peligro estaba y está en el develar en cuanto .tal. La recurrenc1a al
miento y el ocultamiento, vale decir, donde se produce el ser de la verdad; en esta+i? Dios que Heidegger proclama en la entrevista es una afirmación a la que apuntaba
constelación vemos crecer juntos el peligro y el crecimiento de lo que salva. "Co~:'f d de el comienzo; si bien puede discutirse que, como él afirma, al final todo pensa-
esto todavía no estamos salvados, pero somos llamados por algo para que n ' . ~:ento regresa a su comienzo, pareciera que su propia experiencia así lo confirma:
mantengamos expectantes en la creciente luz de lo que salva". El ser de la técni sólo un Dios puede salvarnos es la forma armónica, a la vez serena y honda, de '.ª
amenaza el develar "con la posibilidad de que todo develar se limite al conminar expectativa que signa la espera de~ ~er. No es aquíd lugar. pa.ra un desarr.ollo mas
Se trata, finalmente, de proteger lo qne salva, y en este sentido Heidegger apela amplio de este tema. Heidegger dma: no hay cris~s, hay tecmca; hay el re'.n.ado de
lo poético ("Lo poético lleva lo verdadero en el resplandor de lo que Platón en la técnica a partir del olvido de su esencia, y ese remado es esto. Llamar cnsts a esta
Fedro llamó lo más puramente resplandeciente"). El arte aparece así cuidando realidad equivale a un ocultamiento de la esencia-de-la-técnica y lleva a pensar
que salva frente al "frenesí de la técnica". Las llamadas "bellas artes" deberían que es posible salir del mundo-técnico cambiando el uso de la técn~ca, :o que.es
teger "el crecimiento de lo que salva" y de tal forma "fundar nuevamente la m1.raaf.< imposible, pues el problema no es la técnica sino su esencia. La cns1s, s1 se .qme-
y la confianza hacia lo que concede". En "medio del más extremo peligro" re, excede todo; nadie puede negar la crisis de Occidente, pero en este sent1~0 el
Heidegger- nadie es capaz de saber si esto será o no posible. término "crisis" se vuelve peyorativo y apunta a señalar todo lo que aterroriza al
hombre. Fuera de un orden metafórico hay que recurrir a las palabras que men-
7. En 1966, trece años después de su trabajo sobre la técnica, Heidegger le con~ tan directamente Jo real. La única posibilidad de salvación se encontraría en ese
cede una entrevista a la revista Der Spiegel y en ella retoma el tema de la técnica.; "poder pacífico" que mancomunó al filósofo con el poeta en una única esperan-
con un espíritu, debemos reconocerlo, mucho menos confiado en la posibilidadii za. Y en este paradójico terreno donde todo se vuelve evanescente, su llamado a
de salvación. En primer lugar, reconoce que la técnica funciona, que su funciona..<, la "piedad del pensar" suena como un eco del llamado de su maestro Husserl a la
miento crece y separa cada vez más a los hombres de la tierra, "desarraigándolos". fuerza "inmortal" del espíritu.
"Tenemos", dice "puras relaciones técnicas"; "no existe rincón de la tierra en el qué
hoy el hombre pueda vivir"; afirma además, en concordancia con René Char, que
esto es el fin, "salvo· que el pensar y el poetizar logren una potencia sin violencia".
Más adelante afirma que ya se ha formado un Estado técnico absoluto y exclama:
136 137
Et ABANDONO DE LAS PALABRAS
HEIDEGGER Y EL "MISTERIO" DE LA TÉCNICA
EL NIHILISMO
bargo un Ser que se oculte, como si el Ser existiera fuera de su ocultación y
- e~e acuitara: el Ser es esa ocultación, esa falta; pero esa ocultación hiere al ente.
l. Heidegger dedicó gran parte de su libros b N'
de nihilismo (principalmente el capítulo VII t': 1r~ ,'.etzsche al análisis de] con
historialdelnihilismo';fechadoen 1944-19461 ~a º. Ladeterminaciónontoló .
~ºetafísica es la no-ocultación del ente: "el ente adviene''. Lo paradójico es que en
o-ocultación el ente menta al Ser; la no-ocultación del ente signa al Ser, pero
representa la culminación de] n1'hil. , ). u tesis central sostiene que Ni"'"'; de el ente; la no-ocultación del ente es no-ocultación y ocultación del Ser. El ni-
de la metafísica. Ambos temas son1smo,as1comota
i'nt·
b'é
m 1 n representa la culmina
'"'-'
·¡ del nihilismo apunta a esa nada del Ser: "La esencia del auténtico nihilismo es el
1mamente sol'd ·
nueva metafísica (de los "valores") d d 1 anos: es en el enunciado d rmismo en su permanecer-faltante de su no ocultación''.
lismo relativo al Ser Pero debem
. . ·
s1grnfíca "el hecho de que los suprem
os avanzar con¡
1
t'
on e se confirma el más alto nihilismo el .
d . ' n1
en itu . Para Nietzsche e] nihil' Para Nietzsche, el nihilismo no es un acontecimiento situado fácticamente en
tan "los fines": la sociedad se ene tos va ores se desvalorizan'; el hecho de qu ts las postrimerfas ~el siglo XIX, sino que e~, ese,ncialmente, u~ movimjento "~istó
d . uen racomoeva · d . e
gran es mterrogantes. Para Heide l d gma a y sm respuestas frente . ! fico'; un movmuento cuya fuerza determmara mcluso los siglos vemderos. D10s
tal, y en cuanto Nietzsche elaboró ugger e ~er. adero nihilismo es la metafísica coª ha muerto" es la célebre frase con la que Nietzsche expresó de manera sintética este
f l l . na autentica met fí . l .
ue a cu mmación y el fina] de la t f' . a 1s1ca, a que s1multáneam Jllovimiento; se trata, por supuesto, del dios-cristiano, el que según Heidegger de-
lt · ¡ me a 1s1ca su pe · en
a o rnve la historia del nihilis Al , nsam1ento condensaría en su .signa para Nietzsche lo suprasensible: los "ideales'; las "normas", los "principios", las
. mo. estar determ. da 1 h. .
su esencia por Ja metafísica el 'h·1· ma a JStona de Occident :•reglas': los "fines" y los "valores'; todos los cuales le dan "a la totalidad del ente" una
h· . • Il! 11smo debe se d e
istoria. Lo que está en ¡'uego en la met " . r pensa o, en consecuencia co "finalidad" o "un sentido".' El nihilismo puede expresarse de la siguiente manera: es
t l' · . aus1ca-seg' H 'd '
o ogica, la diferencia entre el Ser y el ente. un e1 egger- es Ja diferencia o · un "acontecimiento soberano" para el que "los fines asignados al ente hasta ese mo-
Se sabe que para H 'd .•.. mento se han vuelto caducos''. De lo que Nietzsche no se habría dado cuenta es que
ei egger la pregun t · ,· ·.<.
desplazó y ocultó historialmente la pregu atanstot~hca por e] ente (¿qué es el ente?)§ su inversión de la metafísica conlleva la metafísica: la inversión de la metafísica no
ocultamiento fundó la metafísica como h~t;;;:~ e Ser, y que este desplazamient¿.~ supera la metafísica sino que de una manera obnubilada plantea otra metafísica; con
Ser del ente interroga al Ser en cuanto ser-del-e en Occidente). La pregunta por el agravante de que la nueva metafísica aparece como no-metafísica en el movimiento
gu?ta po.r e] ser del ente presupone la ante . ntey no en cuanto ser-del-ser; la pt mismo que lleva la metafísica a su culminación. Lo nuevo en Nietzsche es que por
se mtenc1ona el Ser, de ahí que sean las m~l~r;dad del ente; es a partir del ente que
en su determinabilidad (como bien ide tt es cualidades de] ente absolutizadas<•>'"
cuenta del Ser. En lugar de determ1· , ala,Svo untad, etcétera) las que al fin rinden.·:'.''.
primera vez se concibe al Ser en cuanto valor no fundado en lo suprasensible, en un
cierto más allá del ente, sino en el propio ente. Dice Heidegger: "Si el fundamento de
la verdad relativa al ente en su totalidad constituye la esencia de la metafísica, enton-
., . . nar erpore!S .
nac10n ir a .l~s entes, la metafísica invirtió a er, y a partir de esta determii .ces la transvaluación de todos los valores en tanto principio de una nueva institución
gnego se v1v1a naturalmente lan d quello que en e] albor del pensamiento·. ·•2•.·• de valores es en sí la metafísica misma.' Al ente en su totalidad Nietzsche lo carac-
'd , zan o su pregu t 1 .....
real1 ad entificó al Ser convirt1'e'ndo! n a por e ser-del-ente, la que en,•;·:·; terizó c~mo Voluntad de poder; el poder es así un valor, pero el valor es el concepto
., aen unapreg t ¡ .•;
vers10n es la metafísica la que sed t . un a por e ente-del-ser. Esta m' j.:,• maestro de la metafísica en su transcurso histórico: "en el concepto de valor se oculta
d 1S , e ermma como d •·•· ·.
e eren cuanto ocultamiento de 1 un mo o-del-Ser; modo histórico .•. un concepto del Ser que implica una interpretación de la totalidad del ente como
el ente, ya que en realidad "el e t a pregunta por el Ser a través de la pregunta por tal''; esta ocultación pasa por los entretejidos del lenguaje y nos habla de la falta de
. n een tanto que t .
a partir de estas consideraciones la m + ,., . den e es ta 1gracias al ser': ¿Cuál seria inocencia de las palabras. Una de estas palabras es "sujeto''. La idea de sujeto, a pesar
de poder. Heidegger · '
dice· "La metafí . d
e,a1,stca e Nietzsch e.1 su nombre es voluntad' de que Nietzsche la criticó reiteradamente, según Heidegger culmina en la idea de
· s1ca e Nietz h
(ue parezca muy alejada de la metafísic d 1 E se e, en tanto que ontología, aun- superhombre, y de esta manera en ella logra su triunfo supremo la metafísica de Des-
~ teología": Nietzsche piensa el ente en :ua~ a scue.la, está en el mismo tiempo de cartes. La metafísica tambiéi1 es antropomorfismo: "el hecho de estructurar y concebir
piensa al ente en su totalidad en t . to esencia como voluntad-de-poder- y el mundo a la imagen del hombre''. Heidegger analiza la relación entre Nietzsche y
L ' cuan o existen . ,
o que permanece impensado por la fi' . c1a, como eterno retorno de lo mismo. Descartes. Sin advertirlo Nietzsche habría sostenido lo mismo que Descartes; que
q ue piensa
· ¡
a ente-en-su-totalidad y l
meta IS!ca es e] S
_ er, ya que es a partir del ente todo lo que es y su manera de ser es una propiedad y un producto del hombre, es lo
essentia y como existentia El Se , o sena1a como ser-del-ente, vale decir como
· r se muestra e 1 ' 4. Martin Heidegger, Nietzsche, París, Gallimard, 1961, t. U, p. 32, traducción de Pierre Klossowski.
n e ente, pero se oculta, no habiendo
5. ldem, pp. 34-35.
138
139
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
¡ ntad d evo1un t ª d ·
" y de esto no escapan ni los que se creen libres "de
·o de lavo u " . uellos ue "lo interpretan como un ienómeno puramen,
e te
1
"sin velos, en tanto que verdad, lo que ya desde muy temprano y desde siempre. ¡ ejante proceso mi aq q todos es la metafísica del nihilismo, la que, segun
dejó de ser pensado en la historia de la metafisica". Toda concepción del homli . "·' lo que se es .escapaala " · ·¡ al" La dominac1on . . , d esmesurada de la
como "sujeto" es metafísica y, en consecuencia "Ia cuestión concerniente al Ser-:;
eca ~n1co
¡ t f's1ca es go espm u ·
1
.le.n.guaje de · a me a' ' 1
como corre ato una
ob¡'et'1vidad también desmesurada; en otras
· ·,
plantea fuera de la relación sujeto-objeto''. La metafísica piensa al Ser como absolu d
.b. 1'etivida tiene d 1 . nto historial del Ser por el ente. La esc!Slon
. duce un esp azam1e b' · .
afirma que nada existe más general y que, por lo tanto, no puede definírselo; pero a]abras.' se pro ente lleva al reinado absoluto del ente como .algo.º J~tlvo,
obstante toda metafísica afirma algo del Ser: Platón, por ejemplo, pensó al ser co . tológica entre Ser Y b' t' . facilitan que el objeto t1ramce al
pn b' t' . mo y el extremo o ¡e 1v1sm0 . "El
presencia, pero no pensó la distinción, no pensó el Ser, o pensó al Ser como Bie' e.l eJ{tremo su ¡e !VIS d . ObJ'eto Heidegger resume su pensamiento:
vale decir, como un valor. El poder y la voluntad también son valores, y en su hUé undo que ev1ene · ., t
:sujeto en un m 1 de la incondicionada objetivac1on del ente en cuan o
!la se ubican pensadores como Protágoras, Descartes, Hegel y Schopenhauer, com; h.edio de que en e pro¡ ceso 'al humano se vea asimilada a las matenas pnmas y
.
asimismo Nietzsche, los que consideraron la voluntad como esencia de la filos off· ;.tal, la humam·dad ' vue ta maten • . b'd ¡
. . d d supuestamente materialista, de ' a a ama e-
t
el hombre con-figura el mundo, lo hace, es su dueño y señor; esto es el nihilism' a!. utilaje, no se debe a una p:1N1 ha . o que se funda en lo incondicionado
fu obre el espmtu umano, sm ¡; d d
Lo que Nietzsche no pudo pensar fue la "esencia del nihilismo'; y no pudo pensar ria y a su . erz~ s . a ue debe necesariamente apropiarse de todo o~ o, e
porque quedó preso en el antropomorfismo del super-hombre. El hombre ocul dela ob¡etivac1on misma, 1 q . d d"' La obJ'etivación proviene de
, segurarse su prop1e a ·
el Ser, lo que constituye el nihilismo es la ausencia de Ser. Sobre esta falta se inst cualquier genero que ~ea, Y ª . . .d d ba' 0 la forma de fondo, de esta manera lo
al "dominación total" del ente, y esta dominación es el nihilismo; cuando Nietzsch~ la subjetividad y domma ~la subJetlv~, a d !Ja esencia del nihilismo, sea metafísica
establece como metáfora de la voluntad de poder al hombre elevado a su cualidad° 'd l Ser. La mcomprens10n e . ble
que se e'l e,es. e . .
l que impide su superac1on,
. , "no porque sea msupera
más alta, oculta de una manera desmesurada la problemática del Ser. De ahí que eh\2i; o antimetaf!s1camente, es o al . edida común con su esencia". ¡Enton-
nihilismo no sólo sea la pérdida de los fines, sino algo que va mucho más allá queY~jc t do querer-superarlo es go sin m 1
sinoporque o - . a uísim lementemencionamos,apuntaa a
eso. No es suficiente, pues, ni una fenomenología ni una historia del nihilismo, yá ;; ces? El planteo final de Heidegger, que q fl p de superación de la metaflsica,
uerte de meta-meta lS!Ca, o .
que ni una ni otra pueden hacerse sin el previo determinar de su esencia. apertura del Ser en unas , avés de la misma. Digamos que el ocultam1en-
ya que ella conlleva una¡ traves1a a tr
· , d ¡ nte pertenece a a
1 h'1stor1'a del Ser es una suerte
'
3. Nietzsche no habría podido comprender la esencia del nihilismo a causa de su · .. to del Ser en la no-ocu tac1on e e 't como Ser Éste es el misterio del
metafísica; o, dicho de otra manera, la metafísica no puede comprender la esencia de da-y-quita: el Ser se da como ente pero se qm a .
del nihilismo porque la esencia del nihilismo es la metafísica. Lo único que puede problema ontológico.
comprender la metafísica son los aspectos "inauténticos" del nihilismo: sus mani, . . " L enida "retiene al ente en cuanto tal en su
festaciones. Se creyó apresuradamente que situando en el hombre la potencialidad 4. "Lo que es, es lo que a~v1ene . da v 1 S del ente· el Ser permanece faltante,
creadora absoluta se abría paso a una concepción liberadora que de hecho superaba no-ocultación" pero vuelve impensa o a .erd 1 hombre de modo que "el hom-
. 'd d' t mente en la esencia e •
la dicotomía teológica considerada como fuente de toda violencia y de toda sujeción: y esta falta mc1 e !reC a el . ó , stá dispuesto a confesar que su
esto fue lo que soñaron tanto Feuerbach como Marx, al trasladar el primero los atri- bre de nuestro siglo no conoce la re; ac1 n me elato la dominación creciente
. d "· l t lt del Ser llene como corr .
butos suprasensibles de la divinidad a la figura del Hombre, y al hacer el segundo del esencia le es nega a ' a a a 1 . del n1'hilismo implica que su
. , d 1 h mbre con a esencia .
hombre "la raíz de todas las cosas". En esta línea de pensamiento Heidegger ubicó del ente. Pero la relac10n e. o d 1 e manecer-faltante del Ser m. is-
. " .en ta en ir al encuentro e p r . "H
al super-hombre de Nietzsche. Se trata de un auténtico círculo vicioso. La supera- pensamiento cons1 l' d 1 metafísica: "El ser se ilumma. ay
fectación del sujeto, propia de la era técnica, aplasta al objeto. Heidegger se refiere a mo". Es posible dar los pasos para s: :;
~e ~el Ser es el retiro de sí mismo, impi-
la "objetivación progresiva del ente en su totalidad'; y agrega que "con la metafísica un espejeo del Ser: "El pe:manecer- ad~~ 1 do la ocultación de sí se promete
de la subjetividad a punto de acabarse, lo que corresponde al extremo retiro de la diéndose des-ocultarse: sm embargo !SlU:';.¡ªn t desocultado ni a la ocultación
verdad del Ser, recubriéndolo a éste hasta el punto de volverlo irreconocible, con como des-ocultado". No puede pensarlse m fie~ e sea en su esencia "el secreto de
.
del Ser como a¡enos a¡ Ser, d e ªhi' que a meta lS!Ca
esta metafisica, digo, comienza la época de la objetivación incondicionada y total de
todo lo que es" (yo subrayo). El hombre deviene así fondo (dentro ya de la órbita de
la esencia-de-la-técnica), algo calculable que puede ser sometido al "proceso de tra- 6. /dem,p.3!0.
141
140
HEIDEGGER y EL "MISTERIO" DE !.A Tf:CNICA
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
otra vez el recorrido concluía en el canto macion sagrada fue Holder!' to nietzscheano del más-allá-del-hombre a las diversas apropiaciones del poder: el
superhombre como un hombre superlativo está efectivamente en la línea de la on-
. 6. Lo que Heidegger omite en su análisis de N' tología cartesiana, pero el superhombre como no-hombre implica una alternativa
7
Sils-María.' Se trata de una omisión llena des. '.etzsche es ,la revelación mística ética a plasmar como forma-de-vida. A este punto de vista se acercó posteriormen-
la fuerza de la interpretación absorbe t d ~g.~1ficado y solo pensable a partir te Heidegger en ¿Qué significa pensar?," sin que, no obstante, pudiera determinar
hubiera significado romper co n e_ e ei egger: la mtelección de Nietzsc ··el sitio preciso desde donde comenzaba la crítica. Y es precisamente desde ese sitio
'd n su propio gran esqu h
con la 1 ea de que todo gran p d . ema ermenéutico, ante tod·o·.-.· .·.;_·.·.•; desde donde deberá retomarse el análisis del sentido de la crítica nietzscheana como
. ' ensa or piensa en últ' . . ""•
miento. Heidegger no lo hizo y de t ima mstanc1a un único pensa-''.·•_c:'.• despeje del orden metafísico en tanto éste imposibilita el advenimiento del eterno
f¡ d es a manera pas , d ¡ f · .
un, amen tal de Nietzsche. y no se trata de . o. ~ argo rente a la experiencia?: retorno en lo abierto de la revelación.
lac10n, pues lo decisivo, como en tod ~lf~~nscnb1rnos al contenido de la re\'e~'
su expresión pertenece siempre al pobª revd~ ac10n,des el acto de revelar; la forma <lJ'_:_":_._· 7. La época de la ocultación del Ser y del dominio del ente es una época trági-
E re 1scurso el h b . ·
ca.Ante los requerimientos del periodista de Der Spiegel, en su reportaje póstumo,
enesbsean. 1éxtasis
. fue el punto culm'man te de 1a Sttm. os om res, sean éstos quie._ •.· .•·.· .·.
. •'
m argo Heidegger se empecinó en se uir hab mung metzscheana, pero sing·r Heidegger le responde que se debe esperar, que se trata de una espera, no de la sim-
alrededor de las ideas de voluntad d P J
d landa de la metafísica estructurada·
profético de Nietzsche giró alrede; od e? e eterno retorno de lo mismo. El discurso >;'
ple espera de algo sino de la espera absoluta, vale decir, de la espera de un Dios:
"No podemos pensar a Dios desde aquí, sólo despertar una predisposición para
dionisíaco sale de su propia individ or .; momento de desapego en que el hombre': esperarlo". Esta predisposición será la obra de un "Nuevo pensamiento" equivalen.
hybris. Este descubrimiento fu d ;act n para penetrar en el mundo sagrado dela ·; te a una "devoción que nos mantiene abiertos" a la espera del Ser. Ésta es la difícil
' n a o en una experiencia-vivida, es el momento de proyección del pensar de Heidegger: pensar y poetizar; prepararse; permanecer sus-
8. pensos en una expectativa de la que dependerá a la larga la salvación o la pérdida
Según George Bataille: "El salto de Nietzsch
re.torno y la risa de Zaratustra se muestran [ e es la experiencia interior, el éxtasis donde el eterno en un mundo abandonado por el Dios (el "los dioses han huido" de Hólderlin). El
~nna, una forma de vida espiritual que hasta Ni~t~~~~ po~ ~rear, _mediante una práctica y una doc- planeta ha dejado de ser la patria del hombre y más que de una crisis se trata de la
~;nrnascara finalmente el rostro de lo imposible" CF,era in1mag1nable, tal como una palabra usada
•.PP· 313-314.
t. ' uvres complétes, París, Gallimard, 1970-1988, 10. En este libro Heidegger se aparta de la interpretación del superhombre que dio en su Níetzsche;
9. Martm Heidegger ·Q é . ifi
'l u s1gn1 ca pensar? Buenos A, N ahora el superhombre es, en lugar de un cartesiano, el que "va tnás allá del hombre como ha sido
" ires, ova, 1978.p.SL
hasta el presente" (p. 70).
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147
EL ABANDONO DE LAS .PALABRAS
l. Otto Póggeler, en Filosofía y política en Heidegger, Barcelona. Alfa, 1984, p. 20, dice: "El discurso del
sentido del ser fue sustituido por el discurso acerca de la verdad del ser porque estaba decidida-
mente acuñado por el historicismo contemporáneo y por el neokantismo. Como la verdad del ser
fue pensada como desocultamiento a partir de la palabra griega alétheia, se abandonó el discurso
de la verdad del ser cuando Heidegger creyó ver que tampoco en el pensamiento griego se llegaba
a expresar lo que a él le interesaba, que por ello ese interés tampoco podía ser llamado con una pa-
labra de ese pensamiento. Sobre todo, el discurso de la verdad del ser fue sustituido por el discurso
del despejamiento o de la localización': .
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
NOTAS SOBRE HEIDEGGER
del Ser. Para Heidegger no se trata de un olvido subjetivo pues el olvido del S
. ad Heide er vuelve siempre a El ser y el tiempo, ya q~e en
inscribe en el designio del propio Ser; es un ocultamiento que marca la histor' 4 No por casuahd , gg ¡ 'ó del Ser y se conforma la matnz del
occidente desgarrándola de manera trágica; el Ser se oculta. El texto está allí y p •. . d algo as1 como 1a reve ac1 n . ., , . El
;.•·. obra se pro uce d te subsista una conceptuahzac1on metaf1s1ca.
seguírselo laboriosamente. Bastará con distinguir que: cuando el Ser cae en la .u•·"'evo pensar, aun cuan .o en par l'h. d
t a la ex-s1stencia. a1ser- en • a la temporalidad, a la a et eia, y, e una
,
:a-sein proye~ a desarrollada,' a la coapropiación (Ereignis ). Per~ vayamos mas
minación óntica -sea ésta cual sea-, el pensamiento se conforma como meta
toda definición del Ser es óntica (del tipo: el ser es ... ). No obstante "nos move 'anera todavia no 1 d tampoco implica un ser que estana en el mundo
siempre ya en cierta comprensión del ser'; de ese Ser que no podemos decir por ntamente: el s~r-en-e -m~n ? !' co- ertenencia y ca-apropiación (Ereigms);
todo decir del Ser lo somete a una "especie''. Decir que el Ser "no es susceptible rno la tiza esta en el bolsillo, imp l1cat ll.Pdo de lo abierto y de la iluminación (L1-
una definición que lo derive de conceptos más altos o lo explique por más baj l do es el aparecer, e es a 1 d
.ti set-en-e -mun .
no suprime la pregunta por el Ser. Pareciera un círculo vicioso: el Ser no puede . A t opológ1camente se po dr1'a pensar que el hombre es en el l mund o,. peroí
chtung). n r .. · t hombre (Da-sein): ser-en-e -mun o, aqu
finirse por el ente y el ente no puede definirse sin una comprensión del Ser. Del ésta es una versión vulgar, po~1,t1v~::te No se trata tampoco de que todo hombre
que se trata, dice tajantemente Heidegger, es de "poner en libertad un fondo qJ~.,, ser-en-el-mundo.es una expres1on o ~es lo ue está en juego es el Ser, el mun-
intencione esencialmente un m~ndcl ppalabra~'existenciario" rinde cuenta de esta
muestra este fondo''. ····
do como Ser y el Da-sem co~~ l e~· a I Beaufret: el mnndo es "la abertura ilumi-
3. Heidegger señala que existe un ente excepcional, por cuanto se interroga porej' peculiaridad del concepto). s1 ºal ~~~a~os fuera de nosotros mismos''. Heidegger
Ser; a tal ente (el hombre) lo designa con el término Dasein; este término (traducido·<, nada del ser en el ente ¡unlto al cu - l ndo el luuar del advenir del Ser, advemr que
como "ser ahí") plantea problemas. El 20 de julio de 1969 se entabla un diálogo entr~·; desplaza e pro em
1 bl a ego óg1co sena a
. .
" ,
de desocultamiento. Lo que as1 entra en cn-
·
Heidegger y Karl Lowith: Heidegger le pregunta "¿Qué idea se hace usted del Dasein denomina alétheza en el sentido gr~egdo - cartesiana hacía del sujeto en tanto
en El ser y el tiempo?'; y Lowith le responde "El al/f del Ser"; Heidegger dice: "¡No!"f 1 , ue a partir e su ra1z ' ,
sis es la fenomeno ogia q , . . , d l do Aquí se produce un giro: despues
sacando una tiza de su bolsillo -continúa Jean Beaufret, que es quien cuenta la anécé ·. . ll d l const1tuc10n e mun · ·
conciencia e ugar e a . d opiedad el nso del concepto de vas-
dota- la coloca sobre la mesa agregando: "El ser no está allí como esta tiza tenía sua//f del Da-sein y del ser:en-el-mund~ ~~%b::~x: allí la confusión que se produce al
en mi bolsillo antes de tenerlo en la mesa''. En su diálogo con Eugen Fink a propósitÓ: · tencia para caractenzar al ser de d d l llamada "filosofía de la eXJsten-
de Heráclito, Heidegger dice: "Dasein significa ser presentemente [gegenwiirtigJ pre:.; clasificar el pensamiento de He1d~ggerd ent~o :la~ra ex-sistencia (Max Müller: "la
sente [anwesend). ¿Pero cómo, ahora, desde el punto de vista de la hermenéutica del cia"), y es por eso que Heidegger mtrdo] ucel a p y abertura para él"). Ex-sistenc.1'a es
. . , t sis [Ausstan en e ser
Dasein en El ser y el tiempo, es necesario comprender la palabra Dasein?[ ... ) -Heide- ex-s1stenCia que es ex-s a , h b "en la medida en que se proyecta en
gger: En francés Dasein es traducido por «etre-lii», por ejemplo en Sartre. Pero todo estar fuera de sí, proyectado; solo se es¡ ºi:'b re entido y sólo a partir de lo cual se
lo que se había conseguido en El ser y el tiempo como nueva posición se pierde de lo auténticamente ilimitado, de lo ~~a rec1 e su s
golpe. ¿Es que el hombre está allí como la silla? [ ... ] Dasein no significa allí-abajo y comprende a sí mismo y todo ente .
aquí. ¿Qué significa el Da? Firzk: Significa ser-iluminado-~n-sí (in sich Gelichtetsein).
. , . la abertura al estar-fuera del Da-sein, "determi-
El ser del hombre en tanto que Dasein no es un puro ser-allí [vorhandensein), sino 5. Heidegger llama ex-staszs a . . 1' d1'cal1.dad del pensamiento del que
un ser iluminado. Heidegger: En El Ser y el tiempo, Dasein se escribe Da-sein. El Da Por la conCienna ara d
nando de esta manera y n? b t e nos transportaría fuera del mun o
es la iluminación y la abertura del ente donde el hombre se expone''. 2 Otto Poggeler nace la filosofía. El éx-stas1s no es un arre ª1º qu d "'Heidegger: "A diferencia de la
sostiene abreviadamente que "por ser-allí Heidegger entiende el hombre como el allí, , . d l ¡; , eno ser-en-e -mun o . d
sino lo mas propio e enom. ecesidad de ventana porque, conteniendo to o
como el lugar de la abertura del ser"; y René Scherer afirma que la disyunción del ser mónada de Le1bmz, que no tiene n b d 1 11' l Da-sein si no tiene ventanas es
y del ahí vuelve necesaria la grafía ser-ahí (Da-sein): "el ahí instala el Dasein en el Ser. d , fuera' -el hom re e a z, e , . 'd'
en ella, ¿qué po na ver
á , ·
. sí mismo
de . es ante to do <<fuera-de-sfo" (Curso me tto
Por el ahí se afirma: hay Ser''. Y Heidegger en su carta a Beaufret: "Dasein significa, porque desde lo m s mtimo . "N h gar imaginable donde la vida cons-
si se me permite expresarme sin duda en un francés imposible, ser-el-ahí, y el ahí es de 1927). y ante un Husserl que dice: o
1
d
ud lle aríamos a una trascendencia
precisamente el alétheia, desvelamiento, abertura''. ciente podría ser atravesada º.ªt:avesa¡"~e ~ oni;ad i~tencional produciéndose en
que pueda tener un sentido distmto a e a un
2. Martin f-Ieidegger y Eugen Fink, Heraclite, París, Gallimard, 1973, p. 174.
3. Jean Beaufret, Dialogue avec Heidegger, París, Minuit, 1974, t. III, pp. 113~ 114.
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NOTAS SOBRE HEIDEGGER
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
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NOTAS SOBRE HEIDEGGER
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
NOTAS SOBRE HEIDEGGER
su donación, lo hace con una voz donde como en sordina resuenan algunos te i
·esenciales de Plotino: particularmente el de la inaccesibilidad sostenedora de] U lllj l ue no puede decirse nada?" Según Poggeler, "Heidegger define el sentido del
La captación del Ereignis exige un sentido nuevo que lo ciña en el sinsentido d de q 0 fundamento abisal-no fundado; no hay ningún fundamento que pueda
sercom . ·, d
. d' arse para que emer¡a una compres1on del ser, ya que todo fun amento y n-
fu
paradoja en que cae el decir cuando se enfrenta a la necesidad de decir lo inde ·
in ic tación presupone el sentido del ser, que por ello tiene que rechazar como
En ese lug~r es donde Heidegger se vuelve hacia la poesía y hacia la mística. "Vu~l damen · · · 'fi d d · ·
qu'.ere dec!f: re~om~. ÜHo Pogeler recuerda que "En los años después de ]ague . . 0 el querer fundamentar; el sentido del ser, al convertir en s1gm ca o ec1S1-
ab1sm . .. . ll dd
He1de?ger no solo cita reiteradamente a Eckhart sino que, con la ayuda de un chinó\~js·
un determmado s1gmficado del ser (por e¡emp o e ser como estar a o, com0
vo a -la-mano, como permanente presencia) distorsiona
estar-a ~ .
«infundadamente»
. . otros
conocido s.uyo, traduce a Lao-Tse. Esta referencia a Lao-Tse ¿tenía por objeto reforziB,
la referencia a Eckhart º.debía conducir a otra forma de «mística»?''. No se trata, e~··
. 'ficados y hasta a él mismo como fundamento de multiples s1gmficados. El sen-
s1gn1 · · d dd
el retomar, de una sucesión, smo del aparecer de una presencia constante. tido del ser, experimentado como «fundament?» ab1~~l-1~fun ado, es '.'ve: a >>en
t desocultamiento [ Unverborgenhe1t] cuya Irrupc10n l!ene que segmr siendo un
po · que no puede ser entend'd
'sterio y cuyo acontecer es histórico en un sentido 1o
!DI h.
desde lo que habitualmente llamamos 1stona . · "lS
II
1. Heidegger pi.ensa el mundo como cuatripartito: tierra y cielo, divinos y marta' 2. En lo cuatripartito se anudan no sólo cielo/tierra y divinos/mortales, sino ese~
'almente mundo, desocultamiento y diferencia, ensambladura del mundo y Ereigms.
~~trata
les, cada uno implicando a los otros en una unidad danzante: "la simplicidad del · . ·
cuatro" reunidos por la "cosa''. "La tierra es lo que lleva y permanece, lo que fructifi¿; ·. de la topología del Ser. Lo cuatripartito es el acontecimiento del ,desoculta-
Y alimenta -rodeando con su protección el agua y la roca, la planta y el animal''. "El m1'ento donde tiene su lugar el hombre como mortal. El hombre es ser-ah1 en cuanto .,
cielo es el curso del sol, el progreso de la luna, el resplandor de los astros, las estacio- esencia, pero también es "pensar" y el pensar es memoria. Es en es.ta conste1ac10n
nes del año, la luz y la caída del día, la oscuridad y la claridad de la noche, lo ameno donde se plantea el problema del "encaminamiento" hacia el lengua¡e.
Y lo nguroso de la atmósfera, el paso de las nubes y la profundidad azul del éter'"
"Los divinos son los que nos hacen signos, los mensajeros de la Divinidad. Gracia; 3.Al menos desde su recensión sobre las "Recientes investigaciones en lógica" de.
al poder oculto de ésta el dios aparece en su ser, que lo substrae a toda compara• 1912, Heidegger muestra su preocupación por el problema del lenguaje. En su traba-
·0 de habilitación la pregunta sobre la lógica (lógos) es reemplazada por la pregunta
~or ~o.nstituye
c1ón con las cosas presentes"; "Los mortales son los hombres. Se los llama mortales
porque pueden morir. Morir significa ser capaz de la muerte en tanto que muerte'; el ser del lenguaje. El apartado 34 de El ser y el tiempo un hito en este
Cada u~o refleja "a su m~nera" el ser de los otros: "esta transpropiación expropian,' camino pues significa la superación del presupuesto metafísico del ser-separado y la
;.e es el ¡uego de los espe¡os de lo Cuatripartito''. Este juego es llamado "el mundo": comprensión de la lógica del lenguaje "a partir del discurso, el discurso com? arti-
El mundo es en tanto que juega este juego. Esto quiere decir: el juego del mundo culación del ser-en-el-mundo comprensivo y dispuesto, y de esta manera en ultima
no puede ser explicado por otra cosa ni aprehendido en su fondo a partir de otra instancia temporal e historial, de manera tal que el lenguaje deviene articulación
cosa". "El ser de la cuadratura es el juego del mundo. El juego de espejos del mundo del mundo''. 16 "En cuanto estructura existenciaria", dice Heidegger, "del «estado de
es la ronda del hacer-aparecer. Por esto la ronda no comienza en el acto de rodear abierto» del «ser ahÍ» es el habla algo constitutivo de la existencia de éste"; correlati-
vo al habla está el oír, el escuchar y el callar (la "silenciosidad"); este último concepto
a los Cuatro como un anillo. La ronda es el Anillo que se enrosca sobre sí mismo
mientras juega el juego de los reflejos''. Se trata de pensar fuera de la metafísica más dará Jugar, más adelante, al tema de la sigética, de tanta ünportancia ~n el "último"
allá de todo fundamento. No hay palabra-maestra, una palabra que resuma e~ sí el Heidegger, entendida como "la lógica de la filosofía" (Beitrage ... ):,~me~ desar~olla
sentid~ y funde; ni Ereignis c~mple este papel: Ereignis, como Tao, no son definibles. la sigética en cuanto lógica de la "verdad del ser" se encuentra en cammo hacia el
¿Defimbles por qué, en relación con qué? ¿Das Ereignis? ¿Principio de unificación lenguaje''. No se trata, aquí, de detenernos en este problema, no obstante debemos
13. Véase Pierre Hadot, "Heidegger et Piotin'; en Critique, vol.15, No 145, París, 1959. Para una exposición 14. lean-Pierre Cotten, Heidegger, París, Seuil, 1974, pp. 132-133.
sobre el U~o Ysobre la experiencia mística como "método': véase Rose-Marie Mossé-Bastide, Berg- 15. Otto POggeler, op. cit., p. 65. Respecto a la idea de juego, dice Heidegger: "El para qué desapa~~ce en
son e~ Plotin, París, Presses Universitaires de France, 1959. En español, el fundamental libro de Emile el juego. El juego es «sin por qué». Sólo hay el juego: él es lo qt~e hay de, más a~to Yprofu~do ·
Bréh1er, La filosofía de Plotino, Buenos Aires, Sudamericana, 1953. 16. Otto POggeler, La pensée de Martin Heidegger. Un chamin vers l ftre, Pans,Aub1er-Monta1gne, 1967,
p.369.
160
161
·1··_,
¡ '¡'
11
señalar algunos aspectos del "encaminamiento''. El central es el Decir (die Sage;i~ ·· _ a)abra «Dios»". En la misma página señala que la dimensión de lo Sagrado 11
<lucible; algo que también es del orden del Tao), el que no debe ser interpretado? :::ar donde cabe la pregunta por el dios, mientras ella permanezca cerrada no
a partir de la lingüística como una sumatoria de significante-significado-refer' 'ble ninguna interrogación al respecto. Pero lo sagrado pertenece al orden
sino además en un sentido hermético. "Siguiendo el empleo más antiguo de la ~si No es en 1934-1935 cuando Heidegger descubre a Holderlin; mucho antes
bra entendemos Decir [die Sage] a partir del decir entendido en tanto quemo' Jco. ectado una lectura conjunta con su maestro Husserl de los himnos tardíos
[ ... ], dejar aparecer, entregar al ver y al oír''. Pero mostrar no se funda en un iaproy . h . 1 . d
"]derlin publicados por Norbert von Hellmgrat ; e me uso antes, sien o muy
0
signos pues "todos los signos sacan su origen de un mostrar en el horizonte yp h bía leído poesías de Hiilderlin. No obstante son sus cursos del 1934-1935
intenciones del cual ellos pueden ser signos''. Lo que "se muestra con el dedo" ª ·
n,.. muestran cómo el pensamiento de Heidegger es conmov1'do esencia · 1mente
-rque
la poesía en su sentido genuino. Este "giro" se pro d uce en mded'10 d: l 1mcd10d'
es algo humano) está precedido por ese mostrar del decir ("El Decir no es el no · · · de la
para el hablar de los hombres" se dice en el diálogo con un japonés). Escuchar 1
pestad. Heidegger, después de su 1~curs1ón ~ore! rectorado e Ber_ m,se e 1ca a
primeramente, escuchar al interlocutor con quien hablamos, sino escuchar "l los himnos tardíos de Hiilderlm y postenormente la obra de Nietzsche. ¿Pero
labra que hablamos", escuchar -diríamos- lo otro que adviene; por eso el Dec . . y en un pens.amiento
tiene que hacer la poesía aquí, en este período histónco . que
previo al hablar y al escuchar; el Decir subyace al habla y al lenguaje;" ¡qué oí ún ]a lógica debla continuar su gran obra El s~r y el tiempo? La poes1a se vuelve a
Oímos hablar al habla"; "Entonces, ¿el habla misma habla?'; "¿Cómo ella podría · r según la tradición, en la cima del pensamiento (poesía-pensante). En ella se
!izar esta maravilla si no está equipada con órganos vocales? Y sin embargo el ica ' Jo sagrado. Para Heidegger el dios que ha muerto :se1d'10s d~ 1a metaf'isica:
uestra ·
habla". El habla habla en tanto que muestra. El Decir no es la expresión a poste 'dios separado, el sumo-ente, el dios que soporta los mult1ples atnbutos del ente
"de lo que aparece'; sino que ella "libera lo que viene a la presencia en la prese un ente más, y no el dios que algún día podrá ser pensado. D10s ha muerto
0
que es la suya''. El peligro de todo este despliegue de conceptos está en considera ~ue se lo separó como Ente; incluso co~sidera que el di~s de Nietzsc~e: el Et~r-
separados, como si Decir, habla, escucha, lenguaje, fueran articulándose a-poster' • Retorno de lo Mismo, es un dios metafisico. Hay que salir de la metafísica -dice
de acuerdo a un sentido originario. El Decir sería el anillo envolvente, "la rela · f!eidegger- para algún día ser dignos de la llegada de¡ D10s,
.µo ·
porque 1os "d.10ses han
de todas las relaciones". Lo que se muestra en el Decir es la apropiación como a uido" (según la expresión de Holderlin) dejando a los hombres en la sombra del
tecimiento (Ereignis). El camino hacia el lenguaje "no es el hombre quien lo re ;; íos-ausente. Pero no se puede volver sin más a Dios, pensar a Dios. "Esto quiere
Este camino reside más bien en ese movimiento en el cual el lenguaje, en tanto- ecir, para el pensar meditante: el Dios pensado como val~r,. i~cluso .como supremo
decir, o que mostrar, accede al habla audible en el hablar del hombre". 17 El leng Valor, no es Dios. Dios no ha muerto entonces. Pues su divmidad vive. Incluso ella
como "casa del ser" (Carta sobre el humanismo) "reúne el devenir del desocu está más cerca del pensamiento que de la fe, si es cierto que la divinidad saca su origen
miento": "El Decir [die Sage] no se deja capturar en un enunciado"; "el Decir¿ 'dela verdad del ser y si el ser como comienzo apropiante [ereignender Anfang] «es»
modo de hablar del apropiamiento, el modo [... ]entendido como mélos, el c ·· Ótra cosa que el fundamento y la causa del ente". 18 En los comentarios a los poemas
[das Lied] que dice sin embargo que él canta"; "La palabra fue nombrada «casa . ,'.'Germanía" y "El Rin Heidegger" va más allá "no sólo de la metafísica Yde la onto-
ser». Ella cuida la venida a la presencia en la medida en que el relámpago del . teo-logía clásica sino también del proyecto mismo de una ontología fundamental
a la presencia está confiado a la mostración apropiante del Decir. Casa del ser '' como era definida en El ser y el tiempo, comenzando a manifestarse, por ejemplo,
palabra; en tanto que Decir, ella es la melodía del apropiamiento". El lenguaje dep~z: .. en una nueva escritura de la palabra ser, la que ahora se escribe Seyn": 1' el cambio
entenderse, finalmente, a partir de lo cuatripartito en cuanto separa y une las c~~~; ' de la i de Sein por la y de Seyn manifiesta que algo se ha producido, con m~yor ra~
tro regiones del mundo. zón si se tiene en cuenta que Sein es la palabra alrededor de la cual se despliega casi
todo el pensamiento de Heidegger: el Ser ya no puede decirse simplemente Ser, hay
4. En la Carta a Beaufret se dice lo siguiente: "No es más que a partir de la v/~~ una fisura que más tarde se expresará como necesidad del abandono de la palabra;
dad del Ser como puede pensarse la esencia de lo Sagrado. No es más que a parqf[c para su mantenimiento bajo la cruz de lo cuatripartito. Pero, como recuerda la Car-
de la esencia de lo Sagrado como es necesario pensar la esencia de la Divinidad. Ng:' ta, hay un encadenamiento entre lo sagrado, la divinidad y el Dios, y además estos
es más que en la claridad de la esencia de la divinidad como puede pensarse y de-: conceptos sólo pueden pensarse fuera de la metafísica, no como una superación de
18. En Martín Heidegger, p. 83.
17. Idem, p. 380. 19. Jean Greisch. "Holderlin et le chemin vers le sacré'~ idem, p. 404
162 163
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS NOTAS SOBRE HEIDEGGER
la metafísica, descendiendo a las "profundidades", "hasta la cercanía de lo encía!" el poeta no es un receptáculo del Dios sino el que está "abrazado
cano''. Es preciso considerar con toda la gravedad necesaria el enunciado •nes arado", y puede nombrar lo Sagrado por una suerte d e d on, " un rayo de
de que los dioses han huido: "No sólo han huido los dioses y Dios, sino ta 05
ªºnciende en él la posibilidad de nombrar lo Sagrado: sólo un dios que esté
ha extinguido el esplendor mismo de la divinidad en la historia del mundo'l ue ;a de ¡0 Sagrado" puede "lanzar el rayo del encendimiento en el alma del
Arion L. Kelkel: "Para el pensador no es Dios quien funda lo «religioso»,~ cer palabra es el acontecer.d e ¡o Sagrad o""
''."La ; el nom b rar d es~e lª; patentJZa
· ""El
.
la relación (re-ligio) de hombre y Dios, sino que Dios y hombre encuentra mbrar deriva del sustantivo <<nombre», nomen, ónoma. En el se esconde la
sagrado al mediador, al «Único espacio esencial de la divinidad». La divinid · ·- noo>),gnósis, esto es, conoc1m1ento.
· · El nom bre da a conocer ",23 pero, a1mismo·
su vez, «la única capaz de abrir una dimensión para los dioses y para Dios». ' , gn s "un ocultar en cuanto llamada desveladora'; de ahí el verso de Holderlin:
sagrado «no surge en la claridad del aparecen> hasta tanto el Ser -«después po,e debemos a menudo: faltan nombres sagrados " : pero 1uego d'ice que "antes
larga preparación»- no se haya esclarecido a sí mismo y se haya experimen · ª\a vida arda al mediodía me los nombro yo en silencio": en silencio quie-
su ;erdad". Hay, pues, que ~c'.'rcarse lentamente a la cuestión, mediante p
20
cir en reposo; hay pues un nombrar silencioso, corho detenido, antes de que
ces1vos: el ser, lo sagrado, lo d1vmo y, en la lejanía (paradójicamente: "más cer ga "el día de los dioses". Comenta Heidegger: "Callaría en suprema medida
Dios. Pero aún no hay nombre para Dios.
n fuera capaz de dejar aparecer lo no dicho en su decir": ¡Quién? El poeta dice
rado porque recibe el don ("requiere el ardor de lo luminoso ser encendido"),
S. Entonces aparece Holderlin y"funda de nuevo la esencia de la poesía det agrayo de luz, que a su vez es env1a 'do por IS
o agra d .
o mismo ""El
; ' te por
que sien
nando así un tiempo nuevo": "el tiempo de los dioses huidos y del Dios quev· nte del corazón de los hombres que sienten, es el poeta. Es el Otro, el necesitado
Holderlin se sitúa en el "ya-no de los dioses huidos yen el todavía-no del que do por los dioses''.
El propio poeta se sitúa en lo sagrado: "y lo que vi, lo sagrado sea mi palabra
poeta es vate de lo sagrado, y lo sagrado no es algo dependiente ni de dios ni 6. "Definir lo Sagrado como la instancia mediadora que se mantiene necesa-
hombres: "Lo divino es divino porque a su modo es «sagrado»". Holderlin u ente separada de las mediaciones que hace posible, es una de las afirmaciones
lo sagrado con la Naturaleza y dice que ésta "otorga todo por adelantado, lo itales de Heidegger:'" El camino, el Tao, la técnica, lo cuatripartito, el juego, esa
to donde se pueden encontrar los inmortales y mortales y cada cosa''. Lo abi' 'z cuya resonancia es tanto más pura por cuanto pasa silenciosamente a través
lo que media, lo inmediato; ésa es su irreductibilidad, pues "nada mediato'; ruido de las palabras", son temas que se llaman unos a otros y que exigen ser se-
que sea, un dios o un hombre, "puede alcanzar inmediatamente lo inmediat . os como senderos, no para al final rescatar una presencia metafísica sino para
naturaleza, o el caos -en sentido originario- o lo sagrado, con lo Abierto, lo' rnarnos en la interrogación, no de ese dios como causa sui, al cual "el hombre no
malmente Abierto'; y los poetas son los que están "abiertos en lo Abierto''. La p e rogarle ni sacrificarle [ ... ] ni caer de rodillas lleno de temor, ni tocar música ni
del poeta es "la que sólo sabe decir lo Sagrado"; el poeta es el mediador entr r ni danzar'', sino de ese "pensamiento sin dios" que "tal vez esté más cerca del
dioses y los hombres. Lo sagrado no es aleatorio sino una necesidad tanto de )os divino''. Frente a esto Heidegger afirma que "nadie puede saber" si ese camino
como de los hombres; sin lo sagrado se cortaría la posibilidad del vínculo. En s . 'el pensamiento se afirmará hasta "convertirse en camino verdadero" o si se conso-
dará "la supremacía de la metafísica bajo la forma de la técnica contemporánea''.
20. René Schérer y Arion Lothar Kelkel, Heidegger, Madrid, Edaf, 1975, pp. 26 l · 262. en esta perspectiva señala que la mayor dificultad a superar es el lenguaje, porque
21. Martín Heidegger, Interpretaciones sobre la poesía de Holder/in, Barcelona, Ariel, 1983, p. 67. '_ uestras lenguas occidentales, cada una a su manera, son lenguas del pensamiento
22. Según Maurice Blanchot, que en su interpretación se aleja de la interpretación de Heidegger/
tafísico": la pequeña partícula "es" encierra toda la dispensación del Ser.
derlin no dice que ha visto lo Sagrado-no podría decirlo-, sólo puede brindarse, en un moví
que evoca e invoca, al porvenir de un voto fundamental: lo Sagrado sea mí palabra"; "No se tra
de hablar de lo Sagrado, sino que lo Sagrado tiene que ser palabra': En el original el verso dice:
que he visto, lo Sagrado sea mi palabra"; las traducciones francesas y españolas, y la interpretaft,,,~0_~
de Heidegger, colocan una coma después de la palabra sagrado: "Yo lo que he visto, lo Sagrado,:~f'_
mi palabra"; en un caso la palabra está al servicio de lo sagrado, en el texto de HOlderlin Ja coma'º~,;<
está; 1-Ieidegger la presupone; Blanchot sostiene su ausencia. En HOlderiin no está pero puede p~_;:_
suponerse. ¿Quién decide? ¿Holderlin vio lo Sagrado y después lo dijo? ¿Se trata de una "súplíc_~! 23. Martin Heidegger, op. cit., p. 200.
Und was ich sah, das Heilige sei mein Wort. J!_7<,' 24, lean Greisch, op. cit., p. 412.
164
165
Introducción a una lectura
fragmentaria de Heidegger
Los seminarios de Le Thor fueron dictados, por invitación del poeta René Char,
en 1966 y 1969. En ellos se muestra un estilo: muy pocas personas reunidas en un
jardín bajo la advocación del poeta, tratando de recorrer, al margen de toda publi-
cidad, un sendero de pensamiento solícito al llamado del Ser.
Tratemos de escuchar algo de lo que allí se dice.
El comienzo se refiere a los griegos, más precisamente al primer fragmento de He-
ráclito: "Los hombres son incapaces de comprender el lógos eterno"; lo que también
podría traducirse como "Los hombres son eternamente incapaces de comprender
el lógos''. Ya Aristóteles basaba la "oscuridad" de Heráclito en esta posibilidad am-
bivalente del texto. Heidegger traduce: "Ahora bien, del lógos, del ente en su ser, los
hombres nunca tienen conocimiento''. Lo que así se marca es lo que Heidegger llama
la diferencia ontológica (abierta entre Ser y ente). Esta diferencia es, al mismo tiem-
po, ocultación del Ser e historia del Ser: ocultación por cuanto la filosofía, al menos
desde Platón, ha inquirido por el "ser del ente" y no por el "ser del Ser"; historia, por
cuanto el ocultamiento es ocultamiento como época del Ser.
En el azaroso comienzo heracliteano hay una palabra que suena como algo co-
nocido: es la palabra lógos. Heidegger meditó sin descanso sobre el sentido de esta
palabra, esencial del pensar griego, en la que se juega una suerte de decisión histórica
en cuanto a la historia de occidente: a partir de Platón el significado de la palabra
lógos sufrió una metamorfosis extraña que la clausuró como Razón, discurso o co-
nocimiento. Heidegger la analiza realizando una sorpresiva versión y exégesis del
fragmento 50, el cual traducido vulgarmente, dice: "Si no a mí sino al lógos escu-
cháis, sabio es decir (en el mismo sentido) uno-todo [hen pánta]". Parece claro, dice
Heidegger, pero en realidad no lo es: ¡qué significa lágos? Lógos fue entendido como
razón, discurso, conocimiento, lógica, sentido; en resumen, como una referencia
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EL ABANDONO DE !.AS PALABRAS INTRODUCCIÓN A UNA LECTURA FRAGMENTARIA DE HEIDEGGER
a la razón en cuanto medida y regla. Lógos es légein, y légein significa decir, h ·. ·:. . d en Ja no-ocultación" está presente. El légein original del extender "se
0
••"s1tua modeciryd1scurnr . . ".He1'deggermterroga
· lare1ac1'ó nen t re l'egem,co
· mo
enunciar; pero ya en su origen légein también significaba poner, extender de]
egaco . . " , l · t' p
reunir, presentar. el ser del lenguaje, pues mientras e1pnmero reune y a mismo iem o
Heidegger traduce el fragmento de la siguiente forma: "No me escuchéis der, yd'do delante de nosotros, el decir recibe su modo de ser de la no-ocul-
ex:ten I )) 1 .
el mortal que os habla; permaneced atentos al Poner [o Exposición) que re ·. ·· d ¡0 que está justo-extendido-delante de nosotros . Y agrega en e mismo
comenzad perteneciéndole, y entonces, hablando propiamente, entenderéis; ~o ~na idea que hace al "armazón" de su pensamiento: "Pero el develamiento
tendimiento es, en la medida en que tiene lugar, un dejar-extendido-junto-de su paso a lo no-oculto, es la presencia misma de la cosa presente, es lo
ocu¡to' . l I' .
frente al que se extiende el Conjunto, el dejar extendido que une, el Poner [o ·• bramas el Ser del ente''. Este hablar la lengua que tiene su ser en e egein
nom · 'fi "
tura] que recoge. Cuando ocurre que el dejar-extendido-delante deja exten · • d. t rmina entonces ni por el sonido emitido (phoné) ni por su s1gm cac1on
--se ee , ' . . "dll .
entonces se produce algo bien-dispuesto, pues lo Bien-Dispuesto propiament ·aínein). Ambas son insuficientes para captar la impronta esencial e engua¡e
cho, o Disposición, es el Uno-único que une todo". Y de una manera que res·· el de¡' ar-extendido-reunido-delante, de acuerdo al hecho de que la cosa pre-
fragmento: "Perteneciendo y prestando atención no a mí, sino al Poner que re o
íe está extendida delante de nosotros .
"
dejar a lo Mismo extendido; algo bien dispuesto despliega su ser (el Poner reco Légein-decir, luego: oír, escuchar, entender. . . ,
te): Uno uniendo Todo''. Bl légein como decir-hablar no se determin~ a part~r.del son'.do que expresana el
¿Por qué traduce así? Heidegger remite lógos a légein como decir y pensar; 'do; si el hablar no se determina por el somdo emitido, el Off n~ ~~ede con~1stlr
¿qué significan estos términos? Légeín, como ya vimos, significa poner, tenderd tar una voz golpeando la oreja. Si nuestro oír fuera esta transmmon de som~os,
reunir, dejar-extendido-ante-nosotros; cuando decimos algo lo dejamos exten ~ces sería verdad, dice Heidegger, "que el mensaje sonoro entra por una ore¡a Y
delante, lo dejamos aparecer como tal. Heidegger vincula la palabra con la co por la otra"; y esto efectivamente sucede cuando no nos recogemos sobre lo que
y la vendimia. dice, y lo que se nos dice es la cosa extendida-delante y presentada con reco-
05
Entender légein como "dejar-extendido-delante y reunido'; y lógos como "el p iento. "Oír es propiamente este recogimiento concentrado sobre la palabra q~e
que recoge'; dice Heidegger, puede sorprender, y agrega: "Pero es más saludable es dirigida, que nos es dicha. Oír es propiamente recogerse y escuchar. Pued~ ?lf
el pensamiento caminar entre cosas sorprendentes que instalarse entre cosas el e puede escuchar". Escuchar no es el escuchar-posterior- de un.a conversac10n,
En contraposición al pensamiento lógico, aquí se entiende que la multiplici • "que se presenta con anterioridad a todo hablar como un prev10 escuchar que
0
sentidos "es el clima donde el pensamiento debe moverse para ser riguroso''. anticipa". El oír tiene su ser en el escuchar. Pero no es la or:¡a la .que escucha. La
Lógos está vinculado a las tareas comunes de la tierra; légein: espigar, vendi ficultad del texto proviene de la inversión de una postura mvestida fuertemente
se junta todo en un haz, se alza, se transporta todo junto; pero cosechar i . r Ja metafísica. Vayamos pues, con cautela. .
todavía más, pues se van a buscar las cosas y se las trae, se las pone al abrig0 · "Todo estará dado vueltas, con la cabeza para abajo" mientras sigamos partiendo
tiempo) de acuerdo al deseo de conservarlas; esta conservación, este poner alab los fenómenos acústicos, a la manera de la ciencia". Dice Heidegger, con cierto
es esencial en la realización de Ja cosecha. El recoger, el reunir, el exponer, el con mor (¡y no es para menos!): "Si las orejas no son inmediatamente requer~das por
var guardando, son actos constitutivos de la cosecha. Exponer extendiendo es f 'filverdadero oír, en el sentido de poder escuchar, entonces la respectiva situación
al cuidado-de, al abrigo-de, al-abrigo en lo no-oculto. Se trata de la presencia, e élel oír y de las orejas es desde todo punto de vista particular". No oímos por.que
no-oculto, de lo que está extendido-delante. . ·· engamos· orejas, sino que tenemos orejas porque oímos. Oímos el trueno,. el vien-
Dice Heidegger: "Légein, entendido como lo que deja las cosas reunidas yext ·_o, pero en la medida en que formamos parte de lo que oímos: no hay oreia~ fuera
didas delante, sólo tiene interés en que las cosas así extendidas estén al abrigo . del oír. No se trata de una "dialéctica" sino del oír original como abierto. Mientras
no-ocultación"; "Légein significa extender. Extender es el acto, recogido en sí mis' bímos sólo las palabras como expresión de alguien que habla aún no escuchamos,
que deja extendido-delante lo que está reunido-presente''. · no escuchamos en absoluto. Escuchamos cuando formamos parte de lo que se nos
¿Por qué esta multiplicidad de significaciones de légeín se convierten en d, dice. "Participar de lo dicho significa: lo que «un dejar-extendido-delante» presente
razonar y hablar? No se trata de una mutación sino de un olvido, pues "el de<. · únido, dejarlo unido en su totalidad".
el discurrir de los mortales tuvo lugar desde el principio como légein en el sen · Heidegger: "Es en el légein, en el sentido de homologeln [homólogo], q:1e el verda-
de extender'; ya que decir en su ser significa estar-extendido-junto-delante, dero oír despliega su ser. Este oír es así un légein [decir] que deja extendido-delante
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EL ABANDONO DE. lAS PAlABRAS INTRODUCCIÓN A UNA LECTURA FRAGMENTARIA DE HEIDEGGER
fcomo las mieses] lo que ya está reunido-extendido-delante y que lo . :; · ·la boca o por escrito, ~ino como "poner el ~er al abrigo en el ser del lenguaje" ~orno
.
d e un poner que concierne es en v1rtu
a todo lo que de por sí mismo está extendi'd . ló os. Los griegos habitaban en este lengua¡e, pero nunca lo pensaron. S1 lo hubieran
.
d e1ante en tanto que está extendido. · o-reunid
Este poner por excelencia es el ¡ · · :gnsado, entonces los griegos habrian pensado el lenguaje a partir del ser-del-ser y
como lo cual el lógos se manifiesta''. egem, aque peás bien lo pensaron como phoné (sonido y voz) y semantiké (emisión sonora que
De allí que el lógos despliegue su ser como el puro hecho de recoger reu · . 1'.1gnifica algo), digamos, como expresión. El relámpago de Heráclito se apaga: "No
d er. El¡·ogos es 1a reum'ó n "ongma
· · l" d e lo recogido inicial a partir del' mryexten
· .. SI rnos este relámpago sino cuando entramos en la tempestad del ser".
H • ¡- 1f . poner m1c1aic
erac !lo en e ragmento que citamos, dice "ouk emoú" (si no a ')· ¡ ·.~·.• ve La pregunta es por el ser del ser a través del ser del ente. Ser significa el venir a la
. ]'d 1 . m1 'va e de
c1r que s; e 1 e e su¡~to, Herá~l'.to e.n este caso. No debéis escuchar los sonido~" resencia de lo presente de modo que en el brillar del ser aparece el ente y en el apa-
como mios, como su¡etos a qmen dice. Si escucháis los sonidos como • ,;.~¡:. ;ecer del ente está en juego el brillar del ser.
escucháis N h" " mios, no•>!
. · o escuc a1s en tanto vuestras orejas estén simplemente suj t · ¿: Si decimos que el ser= es, sostiene Heidegger en su Seminario, entonces hacemos
sonondades y a los flujos de la voz humana''. No es a mí a quién deb.. e as ªhª'1.•.;•_.'? del ser un ente, y si decimos que el ser no es, hacemos de él una pura cópula. Ésta,
. ~ e1s escuc at·.:-.:·
smo a otra cosa: ¿que cosa? toíl lógou; el modo de oír verdadero se det · ... : 0;. prosigue, es una aporía de la que sólo se puede salir diciendo que "sólo puede de-
· delló ermma a• .
partir . gos, pero no de un lógos extraño: "si los mortales quieren realment ; :,. cirse [el árbol es] si el es está abierto y manifiesto" (digamos: si el es sólo fuera ente,
es necesano que ya hayan oído el lógos con un oír que significa nada men e oir_.,··; todo sería serial, sin posibilidad de diferencia, luego la generalidad ser sería también
pertenecer a lógos''. (Hay un oír de fondo sobre el cual se oye.) ·Oír qué? El ~s qu~ .. óntica, pero fácticamente no es así, el ser es lo previo, la posibilidad de la diferencia
t ¡¡· s h ¿ •
per enece a ogos. op ón estin: sabio es; ¿qué es sabio? "Haber-visto del c al ¡ . ::;
01rque:
del ente como tal; no hay ente sin ser; transmutación: pareciera que desde los entes,
· cuerpo, así. como el hacer-oído no es un oír d'e los~organos•
inductivamente, se va al ser, pero en realidad si no hubiera el ser-previo sería im-
dno¡ es'del deElos ojos del e ver_ ._·. •.·_••·. ·•· .··
e 01 o. stos térmmos no designan una captación sino un comportam· t "·':•··· posible alejarse del ente, del pre-sente, para enunciarlo; sólo en el "horizonte" .del
sophón estin, sabio es, sabio en tanto conforme al destino, bien dispuesto d~e;a~t~ :, ser hay ente). En el brillo del ser aparece el ente; se trata de un bnllar en el sentido
del lógos Yde parte del sophón. Hen pánta: no "uno es todo" sino "Uno· t d "N .:· del "mostrarse iluminado y luminoso" que se despliega como el mismo aparecer:
~e trata de algo que dice el lógos, como si el lógos "dijera uno-todo'; el ¡ó;oson.ol¿;,;• el aparecer es un adelantarse, un patentizarse en una iluminación (Lichtung) que
1c~, smo que hen pánt~ dice la "mane;a como el lógos despliega su ser'; lo que es· ;· · brinda el dominio abierto (el claro del bosque) para todo manifestarse, ya que a la
d1st1nto. Uno es el uno-umco, en el sentido de lo que une, y une juntando, uniendó.:·''-•· presencia le es propio un venir a la luz donde ya impera el estado de no-oculto. Lo
El hen pan ta nos hace entender lo que es el lógos y no es el decir del lógos, como ; presente se despliega en lo no-oculto, es un venir a la presencia, un surgir o epifanía,
s1 éste fuera un su¡eto. •· y un durar en tal estado de no-oculto.
Lógos pone todas las. cosas, es decir, las cosas presentes, en la no-ocultación .. . Heidegger habla de un ámbito originario, ámbito de todos los ámbitos, que reúne
theia_). Ser-presente qmere decir: una vez aparecido durar en ¡0 no-oculto E alas cosas en un permanecer y reposar en sí mismas. Habría que poder imaginar lo
medida ~n que el lógos extiende delante, devela la cosa presente en su prese~ci; cerrado ~bsoluto para aproximarnos a la necesidad de lo abierto.
develam1ento (es) laalétheia.Alétheia es igual a lógos. Pero el develamiento tiene nece- El lenguaje debe ser pensado como decir (die Sage), el que implica el decir (sig-
sidad dda ocultación. La alétheia descansa en la léthe. La alétheia es lógos. EJ . nificante), lo que se dice (significado), lo que se dé a decir (referente). A su vez decir
en despliega su ser en el lógos: Uno uniendo todo. Lógos nombra lo que une (reúne- significa "mostrar, en el sentido de dejar aparecer, dejar brillar"; o lógos, como "re-
agr~pa) toda cosa presente en la presencia y la deja extendida frente a nosotros; {ógos uniente dejar estar delante de lo presente en su venir a la presencia": dejar que los
designa aquello en lo cual la pre~encia _de l~s cosas presentes se produce: en griego, entes se extiendan delante en su estado de reunidos es dejarlos ser, por eso ellenguaje
recuerda Heidegger, esta presencia se dice to efnai tou óntos, el ser del ente. como lógos es aquello en que acontece el ser del ente, o "casa del Ser". El decir muestra
:1
Este pen~ar ser-del-ente es el comienzo de lo occidental, "es la fuente >n-t<• • las cosas y abre un mundo; mundo y cosas se atraviesan marcando la problemática
ta d: su destmo ·Y este destino impera hasta hoy fundamentalmente a través de la del Ereignis, la co-apropiación: la palabra no nombra meramente las cosas sino que
técnica moderna. nombra y funda el mundo desde el que aparecen.
En Heráclito el Ser (la presencia) del ente aparece como lógos, como el poner que Para Heidegger, decir y hablar no son lo mismo; uno puede hablar mucho y de-
recoge. Pero, agreg~ Heidegger, esta "fulguración del Ser permanece olvidada''. Fue un•. cir poco; el silencio puede decir mucho. Se pregunta qué quiere decir decir: mostrar,
V!Slumbre que paso sm ser llevado a la palabra, no en el sentido de expresar algo con dejar aparecer, dar a ver y a oír.
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"h'
!I
Ja división Sujeto/Objeto lo que prima es la subjetividad. Para Hegel, la esfera . ¡entraña que debe aparecer o mostrarse a la conciencia (que es sí-misma).
subjetividades la Conciencia. En este sentido El ser y el tiempo constituye una tenta cua luto aparece en Ja conciencia, pero ¡cómo la Razón capta el Absoluto?,
de escapar "a la prisión de la conciencia': sin que esto implique afirmar el realj .Abs~ace aparecer para ella el Absoluto?, ¡cuál es la Relación de la Razón con la
contra el idealismo, ya que el realismo permanece tributario del cartesianisrn s .!lidºd con el Ser? Para el idealismo -dice Heidegger-la relación con el ser se da
0
la medida en que toda inversión afirma la permanencia de sus términos.
•1 a· ' del poner; pero ¿se pone lo Absoluto como se planta un ar , bo l en 1a t"1erra.1
'
Heidegger cita el ~i~uiente pá;rafo de H~gel: "C~ando el poder de unificació artir ,.d.
rque el Absoluto está siempre ya puesto. ¿Entonces que qmere ec1r poner.
1
desaparece y las opos1c10nes, habiendo perdido su viviente relación y su acción
:º.' P? go poner se dice thésis y se vincula con apóphansis: dejar ser una cosa como
cíproca, han ~dquirido independencia, entonces nace la necesidad de la filosofía" nFe ·
::eiaes,
1· . tal como viene a la presencia. Pero en el pensamiento
. d
moderno poner se
..
se pregunta s1 esta frase debe entenderse en el sentido de que alguien tiene nec
:.. la con representación: re-presentatio, a su vez relac10na o con positw: poner.
dad de la filosofía o en el sentido de que en la filosofía aparece algo como necesi;a v.incude re-presentatio remite al ego-cogito: es el yo qmen
· dep · que a¡go es t'e d e1~n t e,
1
; . ~elo que ese algo deviene objeto. "Todo esto, que es muy claro, está recubierto
siendo en este caso la filosofía el sujeto de cierta necesidad. Para Heidegger · ·
. es e1caso. Desde el hen pan ta de Heráclito o el hen (uno) de Parménides
u'Jtimo 'es1
.po . "d l"
:_por las pretens10nes 1 ea 1stas ...
"
filosofía piensa la multiplicidad en cuanto ella está unida, junta. La filosofía tiene ' ·s.··.
cesi"dddl"h
ª. e en "( uno ): por eso debe realizar
· el poder de unificación. Hay necesidad ne
< . Diferencia con los griegos. Para los griegos la experiencia del ente es tan rica que
de umdad porque la umdad no se da nunca inmediatamente: la unidad se restaura¡z;~c r¡0·. d'n de múltiples maneras: phainómena, alétheia; por eso decir que ta ónta es el
de manera constante en el seno de la más alta escisión. En este sentido Hegel pudo:"],~. dice nada·' alétheia·· lo abierto en la no-ocultación;
sostener que "la escisión necesaria es un factor de la vida que sólo adquiere su figura·-~~
1 iceo
ene,n . phainómena:
. lo que por
, · mo se muestra. Fenómeno en griego es lo contrario a su sentido moderno: es
de la opo~1.ción perpetua, y la totalidad sólo se despliega en su más alta vitalidad poéi · Sl !ll!S b , w·
íacosa-en-sí. Para "nosotros" el ente en su conjunto es una pala ra v~cia. 1tt~ens-
restaurac10n a partir de la más extrema separación''. El Saber Absoluto es el saber 'i?. tein: "es real lo que es el caso", lo que quiere decir lo fijable, lo determmable. Abismo
del sujeto que se sabe a sí mismo "fundamento"; este Saber se llama Sistema de la • <· ntre unos y otros, dice Heidegger. Para los griegos las cosas aparecen. Para Kant las
ciencia, y está constituido por la Fenomenología más la Lógica. .,·•.
<~osas me aparecen. Entre ambos momentos el ente ha devenido sujeto. De ahí que
El deseo de la filosofía es deseo de unidad y la filosofía es una tentativa de unific.,iF •, Hegel interprete Ja filosofía griega como pura y simplemente objeti.va, con lo cu~l
cación. Heidegger trata de situar el corte entre los dos grandes paradigmas filosóficós·'';
quiere decir que los griegos no pensaron lo sub¡etivo como rr:ediacwn y, p~r cons1-
a partir de su idea de que la tradición filosófico-metafísica trata el problema del ser:.•. guiente, como corazón de la objetividad. Con esta mterpretac1ón Heg:l se cierra a la
del ente; y es esta cuestión la que separa el en de Heráclito y Parménides del resto posibilidad de acceder al sentido griego del ente. Los gnegos, que segun Hegel_ care-
de la tradición. El Ser es aprehendido en griego como ousía-parousía o presencia, : ciéron de la experiencia de la "mediación", habrían sido algo así como pnnCipiantes
como vemr-a-la-presencia: lógos-alétheia: la entrada-en-presencia del hombre es fa·.:···.
abertura para la entrada en presencia del mundo. en los problemas filosóficos. • .
¡Qué pasó entre los griegos y Hegel? Lo que pasó se llama Descartes;. fue este qmen
Para Hegel fue Descartes quien estableció la "tierra firme" al poner Ja conciencia i encontró el "suelo firme"; pero lo que en realidad hizo Descartes, dice Heidegger,
como fundamento. La diferencia entre Hegel y Descartes, dice Heidegger, consiste
fue determinar el suelo por la "firmeza'; no dejando así que el suelo sea tal-como-
en que éste sólo puso un pie en el descubrimiento, mientras que Hegel Jo recorrió
es-el-suelo. Lo que en realidad hizo Descartes fue abandonar el suelo. El punto firme
totalmente. Para Hegel se trata del Absoluto; dice: "El método del Sistema, méto-
cartesiano fue el hombre: ego, Yo, sujeto.
do que no debe llamarse ni analítico ni sintético, se manifiesta de la manera más
"Los griegos son la humanidad que vivió inmediatamenk '.'~ la abertura de
pura cuando aparece como un desarrollo de la razón misma [ ... J progresa hasta
los fenómenos por la expresa capacidad ex-stática de de¡arse. ding1r la ,palabra. por
el acabamiento de la totalidad objetiva, uniéndola a la totalidad subjetiva que la los fenómenos'; mientras que el hombre moderno, para He1degger, solo se dmge
enfrenta, para llegar a una intuición infinita del mundo" (Heidegger sostiene que
la palabra a sí mismo. Pero, paradójicamente, los griegos no tuvieron una p~abra
la comprensión de este texto abre la posibilidad de la comprensión de todos Jos que dijera el ser del hombre en la alétheia. Y no la tuvieron por exceso: l?s gnegos
textos hegelianos). Intuición infinita del ente-en-su-totalidad (mundo). El abso- pertenecían en su ser a Ja alétheia donde el ente se devela en su fenomene1dad. ¿Por
luto es la unidad que es el fondo último de todas las oposiciones posibles. Que qué -inquiere Heidegger- la filosofía nació en Grecia? Y responde: p_or la s~brea
ella debe ser reflexionada significa que debe ser reflexionada a partir de sí misma, bundancia y Ja desmesura del presente (relata la anécdota de Tales, quien fascmado
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EL ABANDONO DE LJ\S PALABRAS INTRODUCCIÓN A UNA LECTURA FRAGMENTARIA DE HEIDEGGER
. por Ja inmensidad estelar se veía impelido a mirar únicamente el cielo). A de ser así una sucesión de ahoras para convertirse en el horizonte mismo de
ción con ese aflujo de la presencia los griegos la llamaron thaumázein (adm· , ' prensión del ser. La analítica del Dasein brinda el instrumento que permite
, es la respuesta dada por una humamdad
La fil oso fiia . fascinada por el e iraq : en un sentido no metafísico el sentido del ser.
presencia. os gnegos estan ocupa os fundamentalmente por Ja a/e'th · xceso
· L · , d
Recordemos ante todo el significado de Dasein: Ser-ahí (abertura de un ente al
eia, tan fi
nades por ella que nunca se plantean la cuestión de la alétheia como tal H . no vulgarmente "ahí"), Ser-el-ahí (el ahí del Ser). En lugar del ser-consciente
e -e1d
se pregunta so b rela iorma en que aparece la alétheia para los gri·e Jegel, el que remite a la inmanencia en la conciencia, el ser, en el Da-sein, remite
gos y resp
que fundamentalmente lo hace bajo la forma del to autó (es Jo mism ) , : r-fuera-de. Da-sein quiere decir rigurosamente: ser-ex-státicamente-el-allí. De
(pensamiento· )d o noemye¡
Yser e Parménides y del lógos heraclíteo. De ahí que s · ••·.· manera, afirma Heidegger, es rota totalmente la inmanencia. La ex designa la
d 1 . ea necesar
c?mpren er que para os gni;gos la alétheia surge en tanto que lógos, y que lógos encía extática ante el Ser (Roger Munier). La conciencia está en el Da-sein. Es
mfica fundamentalmente dejar-entrar-en-presencia. cesario, pues, abandonar la dimensión de la conciencia y de su representación
. El ser y el tiempo interroga el sentido-del-ser. El problema no es qué es el e !ra poder acercarnos a los griegos. Abandonar la dimensión de la conciencia y ga-
smo qué es el Ser. Porque si el Ser es, entonces es un ente· y si no es -d··· , la dimensión del Da-sein para comprender que, entendido como Da-sein (de
d , i¡1mos-. en•••
tonces se re uce a la cópula vacía de un juicio. ¿Este problema es una aporía?'HJ¡~; ex-stático), el hombre sólo es saliendo de si hacia eso totalmente distinto que es
que plantear el problema dentro de un giro fundamental: ser, en tanto infi ·t· .~Y~• ¡;claridad (Lichtung) del Ser. Ahora bien, esta claridad no es obra del hombre. Po-
una b t ., d · d d l" ,, mivo, es••
a s racc1on enva a e es (como comúnmente se lo entiende) b" · 1 >••.••.· ·sibilídad de acercarnos al problema del tiempo.
d d · o ien sólo:•
pue e ecirse es porque antes el ser está abierto y manifiesto< (Si el "se "fu ·•• Analítica-análisis del ser-el-ahí.
· d , · · · r erasóló>
ent'; t?. o sena cuantitativo y la generalidad "ser" sería también óntica: hayal · • Es sabido que Heidegger no publicó la segunda parte de El ser y el tiempo y que
posibilita apuntar en el ente al ser). g0 que. ésta debía llamarse Tiempo y ser. Sin embargo, en 1962 pronunció una conferencia
_ "El ser deja ser al ente:: dice Heidegger. Dejar es algo fundamentalmente extrai> , titulada "Tiempo y ser", y luego dictó un seminario sobre esa conferencia. En total
no a hacer; el de;ar debena pensarse como donación, sin sentido causal. Heidegger suman unas cien páginas dedicadas al tema específico del tiempo; sin contar con las
aclara el uso del hay. (es gibt) diciendo que no debe entenderse en su sentido ónti .• permanentes referencias al problema de la temporalidad, que se escalonan a lo largo
co:no cuando por eiemplo. se dice "hay peces en el río"; si el hay se entiende co~l} de toda su obra. Intentemos ahora un acercamiento al tema.
de;ar entonces la acentuaCJón cambia: hay quiere decir dejar-entrar-en-presend<í;'. En la parousía (presencia), que caracteriza al Ser en la tradición occidental, habla
ya no es tanto la .presencia del ente la que atrae la mirada, sino aquello sobre cu .. el presente. El presente, junto con el pasado y el futuro, caracterizan el tiempo. El Ser
0
;,onda la presenc'.a del ente se destaca ocultándolo [al fondo]: el dejar, la donaciXn en tanto que surgimiento, aparición (phainómena) y presencia, está determinado
_del donar que solo dona su donación, pero que, donándose así, no obstante se re' por el tiempo. El ser y el tiempo no pueden pensarse como una cosa y otra, como
llene y se sustrae": (El ser y el tiempo). adición. El Ser no es; si fuera, sería un ente, lo hallaríamos como hallamos cualquier
.Aquí y~c~ la posi~ilid~d de ~~perar la inextricable dificultad de decir lo imposi- ente; pero nunca encontramos el ser como un algo (mesa, por ejemplo). De cada
ble. de decir el ser es, diciendo hay ser" (da-ser, deja-ser, dona-ser). El se del se (da) cosa decimos que tiene su propio tiempo, que viene, va, pasa, permanece ... Pero
del es gibt es ello (compa_rar. con el il y a francés), el Es que dona; el ello que dona es el Ser, al no ser un ente, no es en el tiempo. No obstante, en cuanto surgimiento,
comprendido como Ereigms: das Ereignis ereignet: la coapropiación apropia el ser y el ser está "determinado por el tiempo". Lo que está en el tiempo decimos que es
d _hombre, el a_contecimiento_hac~ acontecimiento o acontecea (lo cual no es grama- temporal (de alguien que muere decimos que abandona lo temporal, lo transitorio,
ticalmente decible), el apropiamiento apropia. lo que pasa: el tiempo que pasa). Pero el tiempo que pasa permanece en tanto que
Para los griegos, como vimos, el ser del ente aparecía como ousía: presencia. La tiempo. En esa constancia, con la que pasa el tiempo, habla el Ser, y sin embargo
presencia plantea en la mterpretación griega del ser una determinación temporal en ninguna parte encontramos el tiempo como algo del ente, como una cosa.
subyacente. Anstóteles la desarrolla en el capítulo IV de su Física. Hay que esforzarse El Ser no es una cosa, por lo tanto no es nada temporal; sin embargo, en tanto
para pensar fuera de la entificación del tiempo; ésta centra el problema del tiempo que entrada en la presencia está determinado por el tiempo. El tiempo tampoco es
~~ el presen;e: ya que sólo el presente es. Este pensar-fuera-de sólo es posible me- una cosa, no es un ente, y tampoco es temporal como el ente que está en el tiempo.
iante el análisis de la temporalidad del Dasein, cuyo carácter esencial reposa en el El Ser no puede ser declarado temporal y el Tiempo no puede ser declarado ente.
ex-stasts, vale decir, en la fundamental abertura del Dasein en la alétheia. El tiempo Dice Heidegger: "meditando en estas cosas vagabundeamos entre proposiciones
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS JNTRODUCC!ÓN A UNA LECTURA FRAGMENTARIA DE HEIDEGGER
contradictorias'; de las que es imposible salir mediante una figuración dialé r . ' l aparatos técnicos de medición del tiempo menos meditamos en lo propio
· ' to d o en una un1"dad "superior
resum1r1a · ". c tea · son os
No se trata de entes, de cosas. ael-tiempo). . · l "M ·fi ¡ ·
;~ · ·Dónde está el tiempo? ¿El tiempo es? ¿Tiene un ugar? am estamente e t1en;i-
Ser, un problema, y presumiblemente el problema del pensar. 1
f:c. es:' Entre la presencia como ser-desplegado-en-presencia (ousía) y la presencia
Tiempo, un problema, Y presumiblemente el problema del pensar si qno ahora-presente, hay una diferencia radical: la presencia no se deja determinar
el Ser como presencia habla algo como el tiempo. ' es q prniir de la presencia como ahora. En realidad se trata de lo contrario: es la presen-
Ser y Tiempo, Tiempo y Ser, nombran al sostenedor (mantenedor) d l · :e par • b . . ,,
ºó ¡ · b . e a cu ·a como parousía "la que tendna que nom rarse propiamente e1tiempo, aunque
t1 n, a que sostiene am as cuest10nes y la relación entre ambas. Hay que ens · ·.•· ta manera el tiempo dejara de vincularse a la sucesión calculable de golpes del
p ª'}y .dees
esto que sostiene.
ahora.Presencia-parousía es algo mucho más gran de, es el ser que se d esp¡·1ega avan-
Ser, un problema, pero no un ente. Tiempo, un problema, pero no algo tem ~~~í! do es venir a habitar el encuentro con nosotros, los hombres.
(no un ente). Del ente decimos que es; pero no decimos el ser-es ni el tiºe por~;~ zan·L~s hombres? Seamos circunspectos -dice Heidegger- porque ¡qué tentación
. h h . ' mpo,es•t• 1
sm_o ,ªY:ser y ay-tiempo .. En lugar de es decimos hay [se da]. Heidegger centrál\ii?•¡ 'a·' ermanecer en el ente, en la "ciencia", en el olvido! El hombre: quién contempla
ep .
anahs1s en el Es del es gzbt (Es: lo-eso-ello; en español diríamos ello ex·is1e, o haw•
su.d.d •.¡.••.·. ·.•. .·..•.•. l llegada a él del estado de presencia: el hombre se abre para acoger la avanzada del
el 1 1 o pero presupuesto el ello o eso). }/;; . :espliegue, del hay como donación. Si el hombre no fuera quien acoge const~nte
Ser quier: decir ª.P~~:'1mación del ser, despliegue en la presencia; dejar ser eníi%•'. mente la donación, s1 lo que se da en la donación no llegara al hombre, no solo el
presencia quiere dec1r liberar de lo oculto", "llevar a lo Abierto" En ese "lºb d. ser permanecería oculto sino que tampoc~ habría h~mbre. . .
¡ l " • . · 1 erar e';
o oc~ to actua un (donador), el mismo que en el dejar-desplegarse-el-ser donaff Presencia no sólo en cuanto presente smo tamb1en en cuanto ausencia misma:
despheg;;e: vale decir el ser. De la liberación de la ocultación "surge la palabra del del aún-no y del ya-sido; no como ahoras-sucesivos, sino en cuanto ausencia que
donante , el donante del hay [del se-da]. La donación a que nos referimos, al igual •• (es) un modo de aproximación del ~ery de venida a n~sotros del ser q~e de ningu~a
que quten hace la donación, el que dona, "permanecen oscuras''. Hay que apartarla manera coincide con la aprox1mac1on del ser en el sentido de la mmediata presencia.
mirada del s~r como ser-dd-ente, como fondo del ente. Dice Heidegger: el ser, erl Por lo tanto, toda apro:'1mación del ser no es necesariamente presencia. "Extraño",
tanto donac10n de este ello, tiene su lugar en el donar. El ser, en tanto que donacióii( dice Heidegger. Se trata de una donación de ser que "juega" en el presente-pasado-
no es rechazado fuera del donar. En tanto dejarse desplegar-en-la-presencia tfelle·'• , futuro. La ausencia es un modo y no un no-ser.
(d ser). ~u lugar en la liberación fuera del ocultamiento; pero en tanto don de esfa Heidegger se interroga sobre la unidad (de las stáseis del tiempo nombradas) de
hberac1on permanece retenido en el donar. El ser no es; hay ser en tanto liberación la donación. La unidad de la donación es el tiempo. El tiempo no es ni temporal ni
(fuera del ocultamiento) de un despliegue en presencia. ente, luego no se puede decir que presente-pasado-futuro se den "al mismo tiempo"
Mas. ¿cón;o ·pensar el ello que dona ser? Heidegger recuerda que el ser en tanto (¿qué sería el tiempo entonces?). Lo que se llama "el espacio libre del tiempo" no
presencia esta marcado por una característica temporal, por el presente del tiempo; significa la separación entre dos puntos instantáneos en el tiempo calculado, como
Ap:'nas mentamos el presente surge al pensar el pasado y elfuturo, lo anterior y pos' cuando decimos que "en el espacio de tiempo entre 1945 y 1980 pasó tal o cual cosa";
tenor respecto al ahora. Pero el presente entendido como ahora no es en absoluto el espacio libre del tiempo nombra lo Abierto (que es Abierto espacial y temporal).
~gua] al P;;sente como ser-presencia (parousía) (se dice "en presencia de numerosos Visto así, como donación-tripartita, el tiempo verdadero se muestra como cuatn-
mv1tados, pero no se puede decir "en el ahora de numerosos invitados"). Cuando dimensional: en cada uno de los modos avanzan los otros como avanzada del ser.
mtentamos caracterizar el tiempo a partir del presente, por lo común estamos en- Esta avanzada, que es la donación, es la cuarta de las dimensiones, pero la cuarta es
tendiendo el presen.te con;io ahor~, por oposición al ya-no-ahora yal aún-no-ahora: realmente la primera: la donación que acuerda y determina todo.
P~ro pres~nte también qmere dec1r desplegarse en presencia: parousía. Ya desdeAris- Resumiendo: "El tiempo no es, hay [se da]. El donar[ ... ] se determina a partir
toteles se impone este despliegue del tiempo como sucesión de ahoras. Y este tiempo, de la pro:'1midad que impide y reserva [tiene abierto el pasado al mismo tiempo
como. "golpe tra~ golpe" en la sucesión de ahoras, es la idea que subyace a la medida que impide su venida como presente y tiene abierto el futuro como posibilidad del
Yal calculo del tiempo (es la "única dimensión" de la que habla Kant). Decimos es presente]. Es ella [la proximidad] la que procura lo Abierto del espacio libre del
tal hora, d~cimos "ahora'; pero en ninguna parte encontramos "el tiempo" (Hei- tiempo y salvaguarda lo que permanece impedido en el pasado y lo que en el fu-
degger sostiene que aquí hay una suerte de paradoja, pues mientras más perfectos turo permanece reservado. Al donar que dona el tiempo verdadero lo llamamos la
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
11'.'TRODUCCJÓN A UNA LECTURA FRAGMENTARIA DE HEIDEGGER
la gramática). Se-da-ser (hay ser): Es gibt; una proposición consiste en un sujeto,~· avanz'ar en la presencia, que ('se dan en la destinación.y en la corrección,. ,, < entonces el
· Ser tiene su lugar en el movimiento que hace advemr a sí lo prop10 . .
un predicado; el sujeto no necesariamente es un sujeto en el sentido de un "yo"o';'
Pero el Ereignis no es "el concepto supremo que comprende todo y ba¡o el cual
una "persona", existen proposiciones impersonales y sin sujeto. No obstante, ¡qué.
se dejarían ordenar el Ser y el Tiempo''.
significa el ((se", el ('ello': el ((lo''? Las interpretaciones, que van desde ((lo insignifican~.
Ereignis: apropiación, ca-apropiación... ,( ,, .
te hasta lo demoníaco'; no han logrado esclarecer el problema. ¿El Ser? Si decimoi··
Ereignis es la región, el lugar propio de donde ~ana todo darse , sm ser pro-
que el "se" remite al Ser como a su origen, entonces el Ser se convierte en ente. En"
piamente acontecimiento ni resultado: en este sentido se expande por delante del
"hay Ser" y "hay Tiempo" no se trata de enunciados sobre el ente; pero como la es;·
propio Ser. .
tructura proposicional fue transmitida por los gramáticos.grecorromanos sólo en la.
Ereignis-dice Heidegger- menta la cuestión del Ser: "esta cuestión, aunque snnple
perspectiva de enunciados que versan sobre el ente, podría suceder que las mencio-
en sí, permanece desde el comienzo como algo difícil de pensar .pues para hacerlo
nadas proposiciones, y esto en contra de toda apariencia, no fueran enunciados, los
e] pensamiento debe perder el hábito de pensar el Ser como Ereigms'. El Ereign;s. es
que siempre están fijos en la estructura proposicional de la relación sujeto-objeto.
esencialmente otra cosa, porque es más rica que cualqmer determmación metafisica
Debe pensarse el "se" (el "ello" del Es gibt) a partir del género de donación que le
del ser. Es, por el contrario, a partir del Ereignis que el ser se deja pensar en cuanto
corresponde: donación como unidad de la destinación-del-Ser-y como porrección
a la proveniencia de lo que es".. . . .
iluminan te ... Aquí se muestra una "apropiación": del Ser como parousía ydel tiempo
Según Beaufret la palabra Ereignis no nombra la tesis de Heidegger sobre el ser
como región de lo Abierto. A esta relación apropiante Heidegger la llama con uno
de sus términos más enigmáticos: Ereignis. sino "lo no-dicho de la palabra filosófica como palabra del sd'. . ,
Fin del seminario: ''A este pensamiento lo llamo pensamiento tautológico. Este
Recordemos: destinación del Ser es avanzada, despliegue en presencia, del Ser..
se encuentra más acá de toda posible distinción entre teoría y praxis. Para com-
Porrección del Tiempo es donación iluminan te. A partir de la destinación y de lapo-
prender esto es necesario que aprendamos a distinguir entre. cam,ino y método. En
rrección debe pensarse Ereignis. (Lo) que sostiene ambas es Ereignis, pero no como
la filosofia sólo hay caminos; en las ciencias, por el contrano, solo hay métodos,
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
maneras de proceder.
. . Así comprendida la fenomenolo g1aesuncammo
, .
. 1
a de1ante h acia lo eJOS. Es una
. fenomenología de 1 ·
o maparente. Sólo a ' que ll
que entre los gnegos. no, hubiera
, . conceptos . En el canee b"ir, en e1ecto,
, haysi se1exp! ' . Lecturas de Heidegger
una captura.
. El h.onsmos
, (limite) griego , por el con t rano
. envuelve f e acto.·.d. e.'.':•.
. ·····•>>
que 1a mirada mira: el no concibe". "La tautolo , 1: . • iernamente'lil:\f?·
que la dialéctica oculta." gia es e umco medio de pensar.]~!'!'·
En sus últimos años Heidegger dialo ó con Orie , ·,~;;•
lo tanto referir este diálogo de un gran ~aestro dntel. Nlo está fuera de lugar po.·.r.•.>.····.•..
.. B zen e s1g o 8 de.
D'!º asso: -Estuve t 0 d a m1· v1"da explicando
. zen y d· ,. •··•. ·. ·. ·. •·
-¿Pero cómo puede explicar algo que usted . nunca P.U e comprenderloO'.''
interlocutor. mismo no entiende? -le replicó stl .
En su libro Réduction et donation (1989), Jean-Luc Marion dice que según Hei-
degger "la investigación husserliana se reconstituiría así: la donación sobrepasa los
límites de la intuición sensible, y de esta manera, por analogía, se vuelve necesario
admitir una intuición donadora no sensible, es decir, categorial. La decisión que lleva
a la intuición categorial no depende de la intuición misma sino del exceso de la do-
nación sobre Jo sensible, sobre la intuición donadora de Jo sensible. Si Ja intuición se
vuelve categorial es porque el ser se dona, en lugar de que el ser se done en virtud de
la intuición categorial. La intuición categorial no dona el ser sino que el ser impone
admitir algo como intuición categorial a consecuencia de su propia donación"' (yo
subrayo); pero mientras Husserl, "totalmente deslumbrado" por esa "donación sin
l. Jean~Luc Marion, Réduction et donation, París, Presses Universitaires de France, 1969, p. 58.
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LECTURAS DE HEIDEGGER
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
en relación a su develamiento E a en s1 y permanece irreductiblementepre ' ueetde mora/e, 1/1991) el mismo J. Greisch afirma que el hay/se-da (es gibt) es
· n este sentido en t t e
pued e «ponerse en presencia» del Ereig . ' d an o que ente, el hombre J¡cepto clave de la interpretación heideggeriana de la donación. En una fecha tan
do su retiro, vale decir ya no pensand m:,
n~ p_ue e pertenecerle sino experim rana como 1919 ya Heidegger se preguntaba:" ¡Habrá aunque sea una cosa si sólo
:1
de un retiro de la presencia», y esto e~ ~~ a_ndad de la p~esencia» sino «la d ,osas? En este caso no hay absolutamente cosas; incluso no hay nada, porque en
pótesis de una dominación universal de la esfera de las cosas no hay ni tan sólo
ese retiro se encuentra experimentad Tnzonte de la situación eminente
"El E . . o en tempo y ser"' · Y"· ¡Hay el hay?"; y en el curso académico de 1927 dirá: "¡De qué se ocupará la
. . re1gn1s no es, así como no ha Erei . . . .
s1gmfica la inversión del sostenedo d yl gnis', DecJr tanto una cosa como l ofía si no es del ente, de lo que es, incluso del ente en su totalidad? Pues lo que no
vara la fuente del río" (H 'd )r e a cuest10n, como si quisiéramos h a.. ' sla nada! La filosofía, en tanto que ciencia absoluta, ¡tendrá que tener por tema
., . e1 egger . acet
a? ¡Qué puede haber fuera de la naturaleza, de la historia, de Dios, del espacio,
La donac1on simultáneamente olor úmero? De todo eso decimos que es, aunque en cada caso se trate de acepciones
radojal, dice Heidegger que al . g_a y oculta el ser; se trata de una donac1'ó
d ' mismo tiempo <' t . jntas. Lo llamamos el ente. Y refiriéndonos a él, ya sea de manera teórica o prác-
a-ser no puede fundarse en 1 o orga y retiene la presencia"·!
e ser, pues en este e , '
nueva fiundación, y así al infinito; de ahí ue el E . a~o caena en el ser y exigiría nos remitimos siempre al ente. Al margen del ente nada es. Tal vez ningún otro
narse como ser. El Ereignis es el se, el ello~eu reign,'.s, el donador, no puede deter e es fuera de los enumerados, pero tal vez hay, sin embargo, algo que seguramente
mdeterminado" (Heidegger) El E . . troque permanece siempre enigm' :·es, pero que hay, no obstante, en un sentido que deberá precisarse. Más aún, es
" · retgms como el s d a esario que haya algo para que podamos acceder al ente como tal y relacionarnos
t rae, se sustrae'; se "oculta"' y est h h
e eco es algo de·· e que ."ona
l el ser
. .y el tiempo·' se..
como una relación consigo mismo d l . . c1s1vo. e Ereigms se manifiestá' nél,algo que ciertamente no es, pero que es necesario que haya para que nosotros
presenci~ (del Ereignis) que no es re~a:'!:~~::n: de la f,resencia'; impedimento d erimentemos y comprendamos en general algo como el ente. No podemos apre-
develam1ento deba ser pensado "irreductib/ a soluto .'lo que hace que el fuera'' ender al ente como ente, como tal, si no comprendemos algo como el ser".
en el sentido de que nunca puede d emlente en r~t1ro con relación ala presen
arse en e develam1ento de ésta" (Vierstraeten)··•.•.· . Para Marion la paradoja "donde tal vez culmine la obra de Heidegger"' se expre-
~n De camin_o al habla Heidegger se refiere al E . .
esta mterpretac1ón· "No hay t
, . ;:i',,,,
reigms en termmos que conval1' ,_,.•. . ."_··.·.·.·.·<_•:
en el doble y "misterioso" se que, al mismo tiempo, se-da y se-retira ocultándose:
. · ' o ra cosa a la que · d. .. ""n:•·: ~!Ereignis.
Mientras Heidegger deja en suspenso la cuestión del quién dona en la donación,
to apropiador, o desde la cual ind d. aun pu Jera rem1tJrse el advenimienZ"i;'
la suma (resultado) de otra cosa s~~o fudiera ~~r explicado. La apropiación noes,\0l Marion avanza la idea, central en su obra, de que "Dios dona" (la palabra tachada
meramente consiente algo como' unºE a 'bonaCJon, cuyo gesto donante sólo y prll;V; significa que Dios no tiene ser) y de que se trata de un Dios al que ningún concep-
neces .tado para alcanzar Jo su . 1uso «el sen> eshFY·.•
s. gt t, un «hay» ' del que me .•.<.•:::. to puede determinar.' En este mismo sentido en L'idole et la distance dice que "la
· 1· yo prop10 en tanto qu
vemm1ento apropiador es lo , . e presencia'; y agrega-''EI ad_.2_····"•
. , ·.·.•·_.•.'.•.·. · .·•. distancia, prohibiendo considerar a Dios como un objeto, o como ente Supremo,
. 1 mas maparente d l . .
s1mp e, lo más próximo de lo próxim 1 , e .º maparente, lo más simple delo?·
nuestra vida de mortales tiene . o y o mas le¡ano de lo lejano, dentro de lo cual . . . Jean Greisch, La parole heurese, París, Bauchesne, 1987, p. 335.
. siempre su morada"· "El d . . ·Y.
En Révue de métaphisique etde morale, N° 1, 1991.
a1go esencialmente distinto porq , ' a vemm1ento apropiadores .
. ue es mas rico que toda determinación metafísica 7. Jean-Luc Marion, L'idole et la distance, París, Grasset, 1977.
8. Jean-Luc Marion, Dieu sans l'étre, París, Presses Universitaires de France, 1982.
4. Pierre Verstraeten, "Le sens de l'Ere1·gnis. en ~
lemps et étre"
188 'en Les étude.s philosophiques, Nº !, 1986: 189
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
LECTURAS DE HEIDEGGER
Según Marion, Yel punto de referencia e JJ'En el texto citado del "Epílogo" hay dos aspectos fundamentales: el primero es
habría tr~scendido la problemática de lasub·:?t.~l e~,fl se'! el tiempo, HeideggeJ; /[amado del ser (el ser llama al hombre); el segundo es el hecho de que el hombre
del Dasein con la egología metafísica (d Dj tlv1 ad. Podna ser que la confrontac ¡llamado, y en cuanto llamado, experimenta la maravilla del ser. Para Marion, el
mcluso no decidida, como un combat e esc~~s a Hegel) permanezca irresuef aravillamiento es una condición para el "deve!amiento del ser". No obstante pare-
El lenguaj~, es ~ierto, puede prestarse a:~~%:~~.,? antes d: co~ocers.e al vencedó iera, a la inversa, que el maravillamiento es producido por el develamiento del ser,
en la conc1enc1a a sí mismo"· "L . . . El ser-ah1-d1ce Heidegger u·· ues el texto dice que uno se maravilla por el ser del ente: al captar al ente en su ser
dl ' a conciencia llama al • . - (por la donación del ser) acontece la maravilla o, dicho de otra forma, la emergencia
e «estado de perdido» en el «uno»,,· '(El ll d .«s1 mismo» del «ser-ahí» a
ron) E , ama o viene d , · _,_,/< '\Je! ser del ente hace que uno se maraville. Pero la condición para maravillarse es el
' . n apoyo de su razonamiento Marion ci . . e mi y sm embargo sobre~·;
no se borra sino que desnuda ma' ta a Dom1mque Janicaud: "el sí mi· . +;z;:.•. • //amado; debe haber llamado para que el hombre se maraville porque el ente es: el
al' . . s puramente su alca d'd smo. ente debe mostrarse en su ser absoluto (el que haya algo, el hay del ente,. como ab-
ª? Itlca eXlstencial; es necesario reconocerlo e 'd ~~e a m~ ~ ~que se despliega![;+•;
m evacuada por Heidegger; aunque metamorfiv1 ente. a subJetIVJdad no es destruÍdg·+, soluto). Es este absoluto en presencia el que maravilla. Pero "el develamiento del ser"
lanzar ~ediante el papel fundamental del Selb~~~ada ella ~-s salvada e incluso vueltaá; no puede estar condicionado a la maravilla, ya que en tal caso no sería una donación,
n~ la e:ci.stencia de una analogía entre el D . ~'y tamb1en ~ Derrida, quien sosti~t' si entendemos por donación algo incondicional. La maravilla deriva del don del de-
d1s~os1t1vo ontológico trascendental": "Ela;m . e El ~er y el ~empo y el "sujeto en llli;¡ velamiento, del "despertar" ante el acontecimiento de la co-apropiación: el Ereignis
es cierto, pero la analítica existenc1· l asem es irreductible a una subietividad··.'.:.·.·.•. dona ser y tiempo; que el ser llame equivale a la donación de la voz del llamado.
f a conserva aún lo e ' >
ica trascendental. El Dasein ylo q d s rasgos wrmales de toda analí'
uerespon
[. . . J e.ll ugar del «sujeto», del cogito o del «ich d ealacue fó .. Uno de los mayores problemas que plantea la exégesis actual del pensamiento de
s I ~ «~~u1en?» viene a ocupar
pretac1ón del Dasein como "su¡'eto" . ~nke» clásico . Respecto a esta intetc Heidegger es el de su relación con la teología o, más precisamente, el de su relación
m . l ,ocomomscnptoen bl • . >• con el problema de Dios.
e rem~to a punto 3 de las Notas sobre R .d u~a pro emat1ca egológica;
ongmahdad del Da-sein en cuanto 1et h:gger, en este libro, donde he señalado la En Cómo no hablar, Derrida sostiene que Heidegger escribió, sin quererlo y a
trata de entender al Da-~ein de ac serd-e -a t,lrespecto al sujeto sustancial clásico· se pesar de lo dicho por él mismo, una teología.' Es posible que Derrida tenga razón y
, uer o con as · d' · ·
que Heidegger, más allá de la conciencia que pudiera tener de su propio trabajo y a
como apertura e iluminación- ten1·e d m icaciones del propio Heidegger.
) n o en cuenta p ' causa de la autonomía última de todo discurso, haya escrito una teología, entre otras
entre ambos conceptos se aclarará y profu d' • ' or ?tra parte, que la diferencia
En el "Epílogo" de 1943 ·Q • n !Zara a partir del giro (Kehre) razones porque no es necesario definir una obra como teológica para que lo sea. Pero
h b a< ue es metafísica? H ·d . . · como la palabra "teología" está cargada de connotaciones que fueron expresamente
om re, entre todos los entes exp . ll . e1 egger dice: "Unicamente el
d l . ' enmenta amado l rechazadas por Heidegger durante la mayor parte de su vida como pensador y por
e as maravillas: que el ente es" ' por a voz del ser, la maravilla
Refiriéndose a "la maravilla · de · las maravillas" M . razones filosóficas, pareciera que se ajusta más a la cosa misma decir que Heidegger
que está en la historia de la filosofia . ., d ' anon afirma que se trata de algo escribió en un espacio espiritual crecientemente dominado por el problema de Dios
tamb., D ' rem1t1en ose a Plat • A · • más que por los problemas de la teología como ciencia-de-Dios.
ien a escartes, para quien "la d . 'ó on y nstoteles, así como
• a mirac1 neslap · d
y, en la fil osofia contemporánea H l nmera e todas las pasiones" Según Derrida, el progresivo acercamiento de Heidegger a la teología se puede
!la de todas las maravillas es el Y, a usse~ 'quie~ en '.deas III sostuvo que "la maravi: comprobar: 1) por el desplazamiento que sufre el problema del ser y su reemplazo
o puro y a conciencia pura'; y a Emman uel Lévinas,
9. Jacques Derrida, Cómo no hablar y otros textos, Barcelona, Proyecto A, 1997.
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1
.~L
LECíURAS DE HEIDEGGER
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
por el problema del don (das Bultrnan y Barth, por una parte, y Lévi~as y Marion, po'. la odtra. T~?os ellos
. Ceben, die Cabe,. .
es gibt) y"poreso que se trad uee
. ¡ a Dios del ser: "Dios está necesariamente por encima e1ser , resume
de manera tan pro blá em tJca como ac~~tee1m1ento, Ereignis"; 2) por Ja exclu , ncuan · un "mas · alládl
la palabra ser: Heidegger propuso exphc1tamente evitar la utilización de¡ al . ·ó rnístico-teológica que hace de Dios e ser," Yque exige, ·
¡CID . d J"
firrna Lévinas, "oír a Dios no contamina o por e ser .
y escribir (a)
. en lugar de Sein (ser) la misma palabra pero con y·.,,uego.
Sevn yalp a
palabra Sem con una tachadura en forma de cruz (dando a entender as· ~uso habría que preguntarse, en relación con el problema de la fe, de esa :e
'd . 1que]a
bra ser no puede ser l e1 .a como s1 se tratase de un ob¡.eto sino que debe ser dese¡; fleidegger declara no tener, si no es posible una teología basad~ en una fe sm
mostrándosela topológ1camente en su cuaternidad); 3) porque la palab ·enido, vale decir no-idolátrica; expresado de ~tra ~arma: ¡_e~ posible u~a fe.des-
escn·b·me, de mnguna
·
manera, cuando está referida a Dios; en ¡ 951 Heiderasern de ]as determinaciones que a través de la h1stona adqumó la expenenc1a de
a los estudiantes de Zurich que si "tuviese que escribir una teología , a ¡o gger a ado? Sólo la pertenencia a una religión hace de la fe una fe específica: la fe,
que a·
estoy tentado, la palabra «ser» no debería aparecer en ella" (la parte de t entido soporta y es soportada por una religión. Sin embargo, no resulta
.d . . ," es e text
De'.n a no cita, prosigue as1: Con el ser no hay nada que hacer aquí [se refie
te·ble
s. '
pensar en una fe vacía (de tal o cual dios, de tal o cua¡ 1·g1es1a
· ), temen
· do
OSI fud . .
toda experiencia mística sólo se con n e a postenon con os 1'dj 1 o os
aptitud del s~rpara pensar la esencia de dios]. Creo que el ser nunca puede ser pe cuenta que ,
como e~encia.~ fundamento de dios, pero que, en revancha, Ja experiencia de d ..aronformaciones religiosas en que ella se produce. . ¡Cuáles senan,
. .entonces,
l
su mamfestac1on (en la medida en que éste viene al encuentro del homb ) rmas de una fe, sin religión y sin iglesia, que asum1er~ en ~n smcret1si;io ec~-
ce en Id.
a 1mens1ón· del ser, lo que de nmguna
· manera significa que el serrereF
pod • • ico las experiencias místicas fundamentales, que son sm su¡eto y sm ob¡eto, sm
di d ·bl d d. "
como p'.e ca o pos1 ~ e 10~ ). Además de estos tres aspectos, que nos mostr na. toria y sin fundamento? . .
a un Heidegger en cammo hacia la teología, Derrida se pregunta para avalar '·El pensamiento del último Heidegger no apunta a esta fe mdec1ble, carente de
"¡ Q ue' d" . hay entre escribir ser, ese ser que no es, y escribir
' 1
herencia Dios su bras y de pensamientos, ajena a toda fe dogmática?
d1
e que e1 egger tam 1en ice que no es? [... ] ¡Qué diferencia hay entre'ese
H .d b., d.
e
una teología y escribir sobre el ser, del ser, como Heidegger nunca de¡·ó de h se Hans jonas, en su trabajo "Heidegger et la théologie'','° les advierte a los teólogos
· d. . . acer ·anos que en Heidegger hay"mucho cristianismo laicizado", muchos conceptos
para de mme 1ato conclmr diciendo que "Heidegger escribió, con y sin la al
«ser», una teología con y sin Dios.)) p éste toma de la tradición religiosa utilizándolos luego en un contexto del todo
. Derrida no tie~e en cuenta aquí que el ser es una donación, y que este hechor'· into, como es el filosófico; entre los conceptos expropiados estarían los de falta,
cnpto en la temátJCa general del Ereignis, hace imposible identificar al ser con ·· ~ocupación, angustia, resolución, autenticidad, revel~ción, culpabili.dad,yamado,
es por esto que Marion sustrae a Dios del ser (Dios-sin-ser) al mismo tiempo q z, misión, acción de gracias, etcétera. Resulta 1mpos1ble acepta: :dJCe- que .fu~
vuelve el donador de la donación (del ser y del tiempo): un donador que se sus n los fenómenos mismos los que hicieron nacer este vocabulano , pues el anál1S1s
en lo absoluto a la distancia. ro "nunca puede producir esas nociones y ese lenguaje"; cabría preguntarse, ante
. Tampoco tiene en cuenta Derrida que toda teología se sostiene en una fe d presunción de )onas, cómo saber que se trat~ de ~n a~álisis puro Y no de una
mmada, o que toda teología es en realidad una fenomenología de la fe; y precisa ·cular experiencia religiosa. ¡O es que en la h1stona religiosa no se han dado ex-
esta fe-determmada. es la que falta en Heidegger, quien en la Academia Evangéf· íencias místicas de diferentes tradiciones que sin embargo se expresan a través
de Hofge1smar, en d1c1embre de 1953, dijo: "Dentro del pensamiento no puede .• un vocabulario semejante? Es cierto que Heidegger recurrió a las experiencias
cerse nad~ qu~ permit~ preparar o contribuya a determinar lo que sucede en la ísticas y poéticas, pero no sólo en busca de conceptos puros sino de concept~s que
en la gr~~1a. S1 la fe me. mterpelase de ese modo cerraría mi taller. Es cierto que e an cuenta de la cosa misma de la mística y de la poesía. Lo extraño es que siendo
d1me,?s1on d~ la f~,se sigue pensando, pero el pensamiento en cuanto tal ya no tie as un gran conocedor del gnosticismo no tenga en cuenta la influencia decisiva
tarea, y prosigue: La fe no !!ene necesidad del pensamiento del ser"· no obstan! neoplatonismo en la conformación de la teología cri~tian~, pues el!~ mue~tra,
en la dimensión del ser donde puede producirse "el acceso al encue~tro de ese Di to con tantos otros hechos religiosos conocidos en la h1stona, que en ultima ms-
~ue sin embargo no es" (que no es ente, que tampoco es ser, y que, en consecuenc\ ncia resulta imposible hablar de una originalidad absoluta: siempre la experiencia
no tiene nada que ver con el ser"). ; místico-religiosa recurre a una tradición para expresarse.
Es precisamente en este punto donde Heidegger coincide, entre otros, coneí.!.'
Maestro Eckhart y con Dionisias el Areopagita, en una tradición que se extiend~· lo. Hans Jonas, "Heidegger et la théologíe': en Esprit, N° 7/8, 1988.
192 193
EL ABANDONO DE lAS PALABRAS LECTURAS DE HEIDEGGER
En el fondo Jonas critica a Heidegger por no ser cristiano: donde están los al aún pudiera remitirse el advenimiento apropiador [Ereignis] o desde la cual
ses (se refiere a los dioses del cuadripartito-uno, el Geviert) -dice- no puede: ~so pudiera ser explicado. La apropiación no es la suma (resultado) de otra cosa, sino
Dios (se sobreentiende que el Dios bíblico). Jonas acepta la autoridad de la Bibl" · nación, cuyo gesto donante sólo y primeramente consiente algo como un «Es gibt», un
cuanto ésta es la palabra de Dios, pero al mismo tiempo se sorprende de qu{ "del que incluso «el ser» está necesitado para alcanzar lo suyo propio en tanto que
Heidegger el lenguaje sea lenguaje-del-ser. Su posición es contradictoria, ya<( encía" (yo subrayo). En una nota Heidegger insiste en señalar: "Lo difícil de pensar"
Je concede a los otros lo que se concede a sí en cuanto sujeto de una fe determ ·· es el Ereignis, pues siempre se piensa "el «Ser» como advenimiento apropiador';
cree que Dios habló por boca de los profetas, pero rechaza sarcásticamente la ~do en realidad éste es esencialmente distinto: "es más rico que toda determinación
tensión que le atribuye a Heidegger de que a través de él sea "la esencia mis tafísica del ser", y el ser mismo sólo se deja pensar a partir del Ereignis. (Esto es lo
las cosas la que habla'; por lo cual lo califica de "ventrílocuo del ser". Lo misnic)i ncebible: no hay un pensar de lo antes del ser, es decir que no hay más allá del
él dice de Heidegger se podría decir de cualquiera que hable en nombre de gnis;Marion dice: ":DW:!' sin ser"; Heidegger: "Set:'-Ereignis).
pues la fe no es una garantía de verdad: el que tiene una fe determinada no egún Heidegger, "los hombres para ser lo que somos seguimos perteneciendo al
la fe determinada o indeterminada de los otros, y nadie puede zanjar la cu liegue del habla'; por eso "jamás podremos salirnos del habla para abarcarla desde
La autoridad de Heidegger, como cualquier otra autoridad, carece de fundam notro lugar": hay que entender (1) el habla como manifestación del ser, y (2) que
externos. Lógos, Tao, Dios, son los nombres que algunas comunidades religio epuede abarcar al habla-como-habla "desde otro lugar". No dice que no haya otro
dan al acontecer-del-ser. Pero ¡cómo alguien con una fe podría aceptar este re gar: por debajo del habla hay lo nulo, más alto hay silencio, no un silencio del habla
cimiento de la universalmente legítima experiencia religiosa del hombre? 0 un silencio como donación, distinto del habla; la sigética de Heidegger se vincula
la serenidad, el dejar-ser (al ser), el abandono (Gelassenheit); al ser el ser dona-
En De camino al habla Heidegger vincula el Ereignis con el Decir (Die Sa . n del Ereignis cae la diferencia ontológica y el lenguaje como "casa del ser" (carta a
cuanto mostrar) "dejar aparecer': "hacer señas"; dice que sus "reservas,' para ger Munier del 26 de octubre de 1973). No podemos salir del habla para (abarcarla
del Decirse deben a la comprensión cada vez mayor que tiene "de lo intocable 'de otro lugar), pero: la donación es sin-habla, el Ereignises sin habla, y, fundamen-
misterio del Decir nos vela'; y al peligro que implica hablar sobre el habla por cu . ente, el habla-es-sin-habla: la frase de Heidegger "el habla habla" debe ser leída
así se convierte "casi inevitablemente al habla en un objeto''. No obstante, afi el-habla-no-habla, pues se habla dentro del habla, pero el habla en cuanto tal
"Decir significa mostrar: dejar aparecer; liberación luminosa-ocultadora, enteli habla (¡cómo hablaría el habla?, ¿con quién o qué?). Llegar a este punto en que el
como ofrecimiento de lo que llamamos mundo. El luminoso-velador enmascaf'_ la-no-habla es similar a lo expresado por Wittgenstein cuando dice que la mosca
ofrecimiento del mundo es la naturaleza esencial del Decir"; "ofrecimiento d salir del "frasco"; pero de eso no puede hablarse, ya que para decirlo hay que ha-
mundo en un Claro que al mismo tiempo es ocultación -ambos unidos como li .. ,es decir, volver al habla. Por último: ¿en qué sentido debe interpretarse la palabra
donación-"; "El habla, en tanto que Decir que pone-en-camino-el-mundo,' gar"? Lo que acontece no es el acontecer, el acontecer se retira de lo que acontece, y
relación de todas las relaciones[ ... ] sostiene, lleva y enriquece el en-frente-ni. retiro no puede determinarse como lugar pues esencialmente es a-tópico.
de una y otra de las cuatro regiones del mundo, las tien~y las custodia mientras .En su libro Filosofía y política en Heidegger Otto Poggeler dice que "el senti-
Decir- se retiene en sí''. "El habla habla en cuanto que dice, esto es, muestra [. _del ser, experimentado como «fundamento» abisal-infundado, es «verdad» en
habla habla en cuanto Mostración que llega a todos los ámbitos de lo presente, de" _to desocultamiento, cuya irrupción tiene que seguir siendo un misterio y cuyo
a partir de ellos, aparecer o des-aparecer presencia". El Decir "muestra"; ent0' ntecer es histórico en un sentido que no puede ser entendido desde lo que ha-
cabe preguntarse sobre el "origen" de tal mostrar. "No hay que buscar mucho';" µalmente llamamos historia"; el ser "en su verdad" es entendido esencialmente
Heidegger, "basta con la simple y súbita, inolvidable y por ello mismo siempre Íl "ámbito de lo sagrado y lo divino'; 11 y la historia como historia de las épocas
mirada a aquello que nos es familiar pero que no intentamos conocer ni, menos ·1as manifestaciones del ser.
reconocer de un modo que le sea apropiado [ ... ] sólo podemos nombrarlo pu
tolera elucidación". ¡De qué se trata? Del Ereignis: "Lo que la apropiación por el •: ,._z: Según Richard Kearney: "Lo sagrado significa la aparición estética o estrictamente
produce no es jamás el efecto de una causa ni consecuencia de un fundamento[.g!]:. omenológica de lo divino. Y es por esta razón que Heidegger pudo identificarlo
la apropiación, consiente más que todo obrar, que todo hacer y todo fundar. Lo$~fE_ lo divino de que habla Holderlin y los poetas, pero de ninguna manera con el
apropia es el advenimiento apropiador mismo -y nada más. [ ... ] No hay otracos,tíf;;,
Otto Poggeler, Filosofia y pollrica en Heidegger, Barcelona, Alfa, 1984, p. 65.
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Et ABANDONO DE LAS PALABRAS LECTURAS DE HEIDEGGER
. . db" !"
Dios trascendente de la revelación [ ... J la existencia del Dios trascendente no es . ; ·mer motor". Un pensamiento no idolátrico de Dios -sostiene- e e pensar o
cuestión para el pensar del ser". 12 A Heidegger, di~e, no le interesa "el Dios tras~ Pºera de la metafísica; pero el problem.a está, precisament~,,en ese pensarlo, en cuan-
dente de la fe en tanto que tal. Reconoce que tal Dws es un problema de Ja cree .fri el nsar es un atributo humano, mcluso en su acepcion de mostrar. Es en esta
religiosa, pero él interroga únicamente al dios (o a los dioses) inmanente del~c tq. a~ análisis que Marion ubica a Heidegger dentro de lo que llama una se~unda
dimensión sagrada o divina [ ... J de nuestra experiencia ontológica''. Lo que Hei .··. ···· ·~~~atría, siendo la primera la idolatría de la causa sui y la segund.a la id~latna ,que
gger plant~a no es Dios, "que. está más allá de la problemática del ser'; sino "lo diviii~!"i ·. 1 "propiamente heideggeriana" (la "más amenazante"). La pnmera idolatna es
en la medida en que se mamfiesta o se retira en el horizonte del ser como sagrado'd-iy;.· •llamae Nietzsche evacua con su famoso "Dios ha muerto", lo cu al sigm · ·fi ca 1a muer te
Por esta razón, Heidegger dice que frente al Dios de la onto-teología "el homliren... h:: la q!Du ·os "moral'', muerte que abre a la posibilidad de nuevos dioses, pero sometidos,
de i , M ·
puede rezar ni ofrecer un sacrificio. Es imposible que el hombre se arrodille, cante~·:·: ahora. a la idolatría de la "voluntad de poder" (.uno se pregunta por qu.e anon no
dance frente a la Causa Sui'; y agrega estas palabras que creo decisivas para entende"··:: mina su análisis hacia el Eterno Retorno metzscheano, el nombre !illposible de
su posición frente al problema de Dios: "En consecuencia el pensamiento que hr: enea velación mística, y en cambio sí lo hace hacia el concepto abandonado de Vo-
su re de Poder). No se trata de una "sospecha," como e'Idºice, smo
abandonado al Dios concebido como Causa Sui tal vez sea más fiel y más disponibl~ : ¡untad . d e una acusacion
..
al Dios verdaderamente divino que lo que la metafísica, en tanto que onto-teologíaf ·dolatría que, por otra parte, hace extensiva a Heidegger. Retomemos, ahora, su
de I " . " 1"dº
estaría dispuesta a confesar"; de lo cual Kearney concluye que, más allá de la nació~. discurso: Heidegger trata de pensar, en lo que ~lama un nue:o comienzo , e zos
teológica tradicional que considera a Dios como realidad (esse), hay que ir "hacia· . · " el "dios en tanto dios"; la referencia basica es el pasa¡e de la Carta sobre el
dwzno, · "· dddlS" ·
una noción radicalmente pos-metafísica de Dios como posibilidad" (yo subrayo),: humanismo, donde Heidegger sosll:ne que a part'.r d:, la ver ª. e er. ~s _PºS1;;
Más que en un Dios real, encerrado en un real-finito, hay que pensar en un Dios ble pensar la "esencia de lo sagrado , y a partir de est~ la esencia de la divmidad ,
abierto hacia la infinitud de lo posible; un Dios despojado de ser es sin límite, siii finalmente, recién entonces, "puede ser pensado y dicho lo que se debe nombrar
nombre, sin determinaciones: "En resumen, desde que se comprende a Dios como y, la palabra «Dios»''. Marion ve en esta gradación un sometimiento de Dios al
Posibilidad se aprecia mejor la cualidad específica de su amor como Kénosis: don total co~blema del ser: "La verdad sobre «Dios» jamás podrá venir sino de allí de donde
pr . ., "(M .
de lo que es" (yo subrayo). Para Heidegger, el Dios-sin-Dios (metafísico: sustancialc nro•,ierie la verdad misma, a saber, del Ser, de su constituc10n y apertura anon
trascendente) es el Dios (los dioses) del Geviert: de lo cuadripartito-uno. de lado aquí el problema, esencial en el último Heidegger, del~ donación -:es
gibt-y del Ereignis): "aquí todavía trabaja la idolatría", pues quien decide sobre D10s
"El Dios sólo puede llegar a la filosofía en la medida en que ésta exige y determi- ese! Dasein, por cuanto es en el allí donde Dios se manifiesta, siendo d~ esta ma.nera
na según su esencia que Dios entre en ella, así como el modo en que debe hacerlo:'" "medido" por el hombre (sin embargo Da-sein no es allí como lugar, smo lo abierto,
Este Dios -como señala J-L. Marion- "muestra menos de Dios que de la metafisi- el"claro" donde acontece la coapropiación (Ereignis) sin más allá o sin-ser; esta es
ca'', y por eso merece el nombre de idolatría: el concepto esencial de ésta es causa una distinción esencial que cuestiona el discurso de Marion). También interpreta,
sui. Se somete a Dios, de esta manera, al concepto (de eficiencia, de causa y de fun- a mi juicio equivocadamente, la afirmación de Heidegger según la cual si Dios es,
damento). Es ante este Dios-ídolo que el hombre no puede expresarse; y es a causa Dios es un ente, ya que afirma que se trata de una entificación de Dios, cuando en.
del mismo Dios-ídolo que "tal vez el pensar sin Dios se encuentre más próximo del realidad lo que Heidegger dice es que Dios no es, pues si (condicional) Dios fuese,
Dios divino''. 14 Esto significa que sin la fe en el Dios idolátrico de la metafísica es no podría dejar de ser un ente: se trata de un auténtico quid pro qu.o. . .
posible, tal vez, pensar al Dios-divino, en cuanto descargado de conceptualización Para Marion habría que "pensar a Dios sin ninguna cond1Ción, sm, m~luso, la ~el
ser''. Dios no puede pensarse, pero "si debe pensarse ... ": no h~y condicion~: Dios
15
metafísico-idolátrica: "Un Dios del que se debe ante todo demostrar su existencia es
finalmente un Dios poco divino [... J y la demostración desemboca [ ... J en una blas- no-puede-pensarse. Sin darse cuenta, o por necesidad de su propia dem~strac10n •. no
femia". Para Marion, el cristianismo se eximiría de esta desviación idolátrica, pues, tiene en cuenta que para Heidegger ha caído, con el Ereignis, la diferencia ontológi~a;
como dice Bossuet: "nuestro Dios está infinitamente por sobre la causa primera y el ycuando se refiere a "la imposibilidad -indiscutible y definitiva- de pensar a D10s
como tal" no lo contradice sino que se instala en la misma huella.
12. Richard Kearney, "Heidegger, le possible et Dieu'; en Heidegger et la question de Dieu, París, Grasset María,Villela-Petit reprocha a Marion no haber concluido la cita del texto de la
et Fasquelle, p.159. Carta sobre el humanismo, en la que Heidegger dice: "¡No necesitamos compren-
13. Martin Heidegger,ldentidad y diferencia, Barcelona, Anthropos, 1988, p. 123.
14. J~L. Marion, "la double idolátrie", en Heidegger et la question de Dieu, dt., pp. 46 y ss.; mi subrayado. 15. Jean~Luc Marion, idem, pp. 66~67.
197
196
.
d . . h
Et ABANDONO DE LAS PALABRAS
der primero con cuidado y poder entender todas esas palabras, si quere
b d .
en con 1c1ones, en tanto que om res, es ec1r en tanto que seres ex-ist
experimentar una 1 "ó d 1 a· 1
. re ac1 n e ..1os con e hombre?''l6 (yo subravo
mos
,., cons"d
ente
iero
es
/ ••
értC011 ,
LECTURAS DE HEIDEGGER
la palabra experimentar es dec1S1va pues saca la problemática del orden problema, ser interpretada en un sentido teológico identificando a Dios con el
te teórico: la relación del hombre con Dios es vivida). La cuestión de D"purad'.1\ . pero a partir de la introducción abarcadora del concepto de Ereignis, el ser es
autora, " no es, en H e1·aegger, una cuestión . que verse sobre Dios" sino ios, ice:
nsado como donación/a partir de un ello/se neutro (Es gibt) ("Y que este neutro
d " . d 1 d" . . ' que se tra
[d
e ~~ p]e,~s am1endt? . ; a 1vm1dad, es d~cir de _las condiciones de su experien·
1 ~implica necesariamente una divinidad personal en la fuente de la donación, na-
e 10s ..ha con 1c10n d" . para pensar el D10s-d1vmo es pensar la divinidad·. "Desoec•>
.. "'· · .· ·•.·.•· .die podría negarlo")." Pero la neutralidad más que negar la personalidad la pone
entonces s1 ay «con 1c10nes», ellas son fenomenológicas las de una ap · • >'>.•.'.··· 'entre paréntesis "pues cae fuera de la meditación teó6ca" (H. Kochler) ..se trata,_no
d 1D · d · · · , · · ' roximac161K•
e 1os lVlno, no tratandose de cond1c1ones metafísicas ellas no «cond· · ><• . bstante, de una neutralidad fuerte; sólo la fe (en un dios personal) hubiera podido
D" . 1 ., " ,
a 10s m a su «reve ac1on» ; ellas solo dicen que "la revelación de ¡0 d" ·
· · · , .
ic1onanw;·
ivmonose•-
., ·iC f vantar la epojé al respecto. Pero ¡esta actitud que no decide entre lo personal y lo
pro d uce ongmanamente en un reg1men metafísico''. :·.;_'' ~personal, es idólatra, o más bien lo es toda fe-determinada, dogmática y_eclesial?
Mientras para Marion el Dasein, como ente, es el que posibilita el "adv · · '•._-.·• • La referencia al tao adquiere aquí relevancia, como lo señala la autora menc10nando
Pre se nc1a· "d D' ("C d" ·ó ¡ emra 1a
e 10s on 1c1 n, e Dasein despliega su visión anteriormente a D' ·• · .-• !siguiente poema de Chuang-tse: "Nombrar el Tao/ es nombrar la no-cosa/ El Tao
Y~s~ sus 1tuye a .10s poru~ «Di?s» que él mide"), 17 para Villela-Petitse trata de al• ói
' t' D'
:oes el nombre de algo existente/ «Causa» y «azar»/ no significan nada para el Tao
d1stmto: del Gevtert (cuadnpartito-uno); dice· "Podemos entonces deci·r q g ·. ¡el Tao es un nombre / que indica sin definir / El Tao está más allá de las palabras
. . · uecone·1
pensamiento del Gevtert -en tanto que su co-apertenencia de-fine un mund •.•. ¡y más allá de las cosas / no se expresa / ni con palabras / ni con el silencio/ donde
d av1'a no« d esmun d amza · d O» por ¡a mirada de la representación clásica- H "d o to-
d ,. e1 egger no existen / ni las palabras I ni el silencio I el Tao es experimentado''.
empren e una cnt1ca o una «desconstrucción» lateral de la metafísica de los tie Villela-Petit señala, en la parte final de su trabajo, la "afinidad" del pensamiento de
mde ¡ · · mpos
o rnos, a mismo tiempo que medita el ser esencial de una habitación poéf Heidegger, "que culmina en el Ereignis': con las "vías negativas" del pensamiento mís-
del mu?~º que la habitación mítica había logrado, a su manera, salvaguardar.~~ tico, teniendo en cuenta que éste implica, al mismo tiempo, identidad y diferencia.
hab1tac10~, manteméndose en la abertura del ser, construía una morada para el di.os
d1vmo. As1 el problema de Ja divinidad se liga al problema de Ja habitación, entendida "Necesariamente indiferente a la creencia, este pensamiento [de Heidegger] nos
como la i;;anera en que, sobre la Tierra y junto a las «cosas», Jos hombres (los mor- conduce hacia las fuentes vivas del Ser y de lo Sagrado; ellas expresan esta deidad
tales) son. El Gevtert, y ~sto es lo que aquí más importa, se opone a Ja subjetividad original que, en un cierto nivel de profundidad, no puede ser común al Dios de los
(donde se habla del Gevtert no se habla del Dasein). La autora reconoce que en El filósofos y al Dios de los cristianos. La voz del Ser no es la palabra de Dios, es una
ser Y el tiempo el concepto de Dasein era, "de alguna manera': solidario de Ja filosofía voz que nos entrega el estupor original del «hay», oscura y clara estancia de los dio-
de los tiempos modernos. Con el Geviert, "no hay nada que sea aún del orden de Ja ses y los mortales. (Henri Birault)
fundación trascendental": "El Geviert, así, de ninguna manera puede fundarse so,
bre la ~?ertura ex-extática del Dasein, pues esta abertura, ahora, deviene interna a Ja Marion: "Por definición y decisión, Dios, si se lo debe pensar [pero ¡cómo pensar-
mclus10n de los Cuatro en el Juego del mundo''. Marion habría instalado su análisis lo sin someterlo al orden del pensamiento!], no puede encontrar ningún espacio
en la~ obr~s anteriores a la Kehre. El paso en relación con el Dasein lo reconoce el teórico a su medida porque su medida se ejerce a nuestros ojos como una desmesu-
prop10 Heidegger en el seminario del Thor: ''Abandonando el término sentido del ser ra. La misma diferencia ontológica y por lo tanto también el Ser son muy limitados
por el de verdad del ser, el pensamiento salido de El ser y el tiempo insiste ahora más (incluso si son universales, o, mejor: porque ellos nos hacen un universo) para pre-
sobre la abertura misma del ser que sobre la abertura del Dasein frente a la abertura tender ofrecer la dimensión [ ... ] donde Dios devendría pensable".
del ser''. En la siguiente frase Heidegger zanja, a mi juicio, la cuestión: "Creo que el ''A Dios, admitámoslo, sólo podemos pensarlo bajo la figura de lo impensable,
ser no puede ser completam~nte pensado como fondo y despliegue de Dios; y sin pero de un impensable que supera tanto lo que no podemos pensar como lo quepo-
embargo la expenenc1a de Dios y de su manifestación (en la medida en que ella es demos pensar; pues lo que yo no puedo pensar muestra incluso mi pensamiento, y,
16. María Villela-~etit: "Heidegger est-il ddólatre)>?': en Heidegger et la questíon de Dieu, pp. 75 y ss.
así, me resta pensable; mientras que lo impensable como tal se refiere a Dios mismo
17. Jean-Luc Manon, tdem, p. 89.
18. M. Vtllela-Petit, op. cit., p. 95.
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LECTURAS DE HEIDEGGER
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
D~os n~ J
puede ser subsumido en el ser, ero se m .
podna decme vacío o nada-de-ente d a~ifiesta en el orden delser.Dl.o'.l·.•
w~ir, .dos lugares, en la precipitación se ha considerado inadecuada nuestra palabra «cami-
no» para nombrar lo que dice Tao. Por ello se traduce Tao por razón, espíritu, raison,
sible a la nominación' pero toda ti hy na a- e-ser. Solo la fe permite el salto ilnp.·'.o.·.•.'.·.> sentido, lógos. Con todo, el Tao podría ser el camino que lo encamina todo; aquello a
~orno p~es c~, pó~~·
' e c oca con otra fe distint d ·· "' · partir de lo que sólo estamos en condiciones de pensar lo que quisieran decir desde
verdad, como la auténtica donación de Dios "E a, a .una se '
~onoteismo su propia esencia razón, espiritu, sentido, lógos. Tal vez se oculte en la palabra «ca-
~?1 ° q~e
es el punto de vista de quienes declaran fa! 1 ( . 1 'dice Beaufref',
. la más alta veneración")· el "puebl 'd mspira a otros, distintos aello.· .s· .·.·.· · •. . mino>» Tao, el secreto de todos los secretos del Decir pensante, si dejamos que estos
· o e1eg1 o a rehgió d l" • · . x nombres regresen a lo que dejan en lo no dicho y si somos capaces de este «dejar>>.
dios~s, ::~~l~c1a. Cuand~ Heid~gger
son expresiones cargadas potencialm t d ' . 1 . n e umco Dios verdadenyf;,
El poder enigmático del actual dominio del método tal vez provenga -aún y sobre
los o el dios, está precisament:nd:s h.abla<l]J;
reconocimiento de múltiples exp . dPJl " . ~ la fe de v10lenc1a mediante·.er.•.· todo- del hecho de que los métodos no spn, después de todo, y sin menosprecio de
E . res10nes e a d1vmidad" •· su eficacia, más que aguas residuales de un gran rio oculto: el camino que todo lo
dios ayuda en cuanto que en ella se pre a 1 r~~yois Féd1er cuando dice: "La falta de
n este sentido, se lo debe interpretar F . . . :: en-camina; el camino que a todo traza su vía. Todo es camino" (Sorprendente ho-
ausenta la figura conocida de los dios~:,;~
do 'tm;gmabk La falta de dios, en efect.?;··· menaje de Heidegger-en De camino al habla-al viejo maestro del espíritu).
Y posibilita el advenimiento de" d' d e os ~oses
un tos esconoc1do pogriegos· Y del dios cristianó). RetÓmemos la primera pregunta: ¿quién hace la donación? Se trata de una pre-
ve~~r s~
"( ·• gunta que nos lleva al limite y allí nos abandona; digamos: de una pregunta sin
se prepara trabajando en el ser: tal es el sentido d r manifestaci6!r'
de la gra?~c1on heideggeriana que .
respuesta. No obstante: el don dona el acontecimiento co-apropiante que dona
desde el ser se eleva a dios pasando p l
t b" . or o sagra o y lo d1vmo)· , . ser y tiempo. En ese punto se sitúa la fe como donación: 1'iS{ dona; pero al tachar
am ien un imposible· ''-No d · ' ese es un posible.y
· 1 pue e sospecharse" dice Féd. " a Dios y excluir toda determinación bajo la acusación de idolatría (¿no hay acaso
e ser (sea lo que sea) h¡¡rá aparece D' b . ' ter, que otra dimensión
d ·1 r a 10s a¡o otra figura 1 · -dice Villela-Petit- una idolatría buena?), lo que queda es: nada-del-decir; no se
mismo, o hará desaparecer en un o ult . 'o, o que viene a ser lo.
"S 'l 1 1 il c amiento absoluto?" puede decir nada, ni del ser ni, con mayor razón, de más allá del ser: el ser (es) una
·~ pu~de
o o en a uminación del desplie ue d 1 d' . . .. : donación. Fe ¿en qué? La fe siempre personifica: Cristo, Mahoma, Shiva, Adonais,
lo que la palabra «Dios» debe nombr!" (He 1v1mdad ser pensado y dicho
en tratar de pensar común ta t H 'd ei egger). ¿Hay idolatría? La insistencia Dioniso. Pero, volvemos a preguntarnos, ¡es posible una fe despersonalizada, una fe
'd 1 , ' n oa e1 eggercomoaMa .
1. o atna pues somete abre la posibilidad a n~n
F'd. .
Y e 1er, implica cierta
en algo (y esto ya es excesivo) innombrable e inimaginable, una fe loca, o la locura
0
tiendo que para Heidegger no se trata de la ~a~:
da:lo a D1~s
.al pensamiento (advir- de una fe en nada y en nadie?
Pensemos en un niño que es llevado de la mano por su padre: la mano, en ese
al hombre como ser-pensante sino d 1 b' godna metafls1ca con la que se define
úl . . ' e o a 1erto onde se pr d 1 d . caso, es una condensación de amor, sentido y trascendencia -todas palabras im-
en tima mstancia, a la palabra. Dich o esto, se debe agregar que, o ucea su avez,onac1ón)
la relación o,
201
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
LECTURAS DE HEIDEGGER
giría una "superación" del lenguaje para esa ascesis: ¿el vacfo no sería más b'
su terminación, la palabra que dice Dios? le . ase vuelve realidad; la palabra emerge corno realidad corno palabra. En la poe-
Si en el fondo del pensamiento "oriental" lo que está en juego es el ab d
}5~. Cornolli- se produce "una catástrofe del lenguaje que se autosupnme para
-. icel gar alfiuera-de-la-palabra": el río se presenta sin necesidad de la palabra
del lenguaj~, creo que en el últüno Heidegger.se hace cada vez más evidenteª~ e1arsu u ~ . ·· · "·
.~ ,, 1 palabra se presenta sin necesidad de palabras; solo ese Decir ongmano sm
rno propósito, mcluso contrad1c1endo expos1c10nes explícitas de otros es · •
, . , crit0s · 'd "Dice Heidegger: "Lo que se despliega en el habla es e ecir en tan to que Mos-
'110, a ID ·
abandono-del-ser, no solo cambiando su grafia y tachándolo, o recornend d
001.60 ·[· J Su mostrar no se funda en signos, sino que todos los signos derivan su
no se utilice la palabra ser, sino fundamentalmente sometiéndolo a la do an. ,º;e -n··· . . . d . "~
· · b''l · nae¡on . de un mostrar en cuyo ámbito y para cuyas mtenc1ones pue en ser signos ,
Ereigms, a nna a perspectiva del abandono-del-habla. Y a partir de este pu t .· ::
. 1 ., b
c1so a cornparac10n entre arn os pensamientos podría desarrollarse. n op~ ~~becirda el «es» [ ... ]congrega todo en la proximidad del en-fren.te-mu;~~ Yesto
. rm'do [ .. · ] [a ese congregar silencioso] Jo llamarnos
s1n . el son
. del silencio
. ; El De-
Para Cornolli, existiría un "núcleo irreductible" que separa el pensam·
'd . . iento •.•.·. su peculiaridad, no se deja capturar en mngún enunciado. EXIge de nosotros
He1 egger y el pensamiento o nen tal, y este núcleo sería la diferencia (ontoló ·
"S' 11 · b al · . . g1c . -.. ·ar, en alcancemos por el silencio la puesta-en-carnmo · apropia · dora en el des pi'iegue
I e. ~ngua¡~ se a :e ser gracias a la diferencia y subsiste sólo en cuanto quehabla''. El Decir es el modo en que habla el Ere1gn1s;
'del · · :,l"ba so1u:~"de. H'd,,e1 egger
esubsistir
·
la d1ferenc1a (esto sería lo propio de Heidegger), una absolut
om?1 encia entre Ser ,Y ~ada supnrne tod? lenguaje (esto sería el pensamiértsfff:l'
'd · . a Y
<'V'.
tot.fil"'·' es "el fondo sin fondo" silencioso que se brinda corno el Decir ongmano (para el
. ensamiento oriental es el Vacfo). . . " . ,,
to onental) y por cons1gmente, , puede rnamfestarse al pensamiento sóJ O SI· é.Ste•":
' ' ·.'· ·.·.·. .··.'.' P Cornolli insiste: el lenguaje, en el pensamiento onental, se autosupnrne para
se ha puesto en camino no .hacia el lenguaje sino, fuera de lógos y de la palabd¡i.•
hac~a una ve~dad cuya rnamfestac1ón comc1de con la manifestación misma dela<< d · su lugar"al florecer-palabra[ ... ] sin necesidad de/lenguaje", y"al fin de la escri-
e1ar lb ,,"L
tura poética sólo queda esto: [... J percepción total sin pa ~ ra : a «e.nsenan~» e
- d
realidad, realidad hecha de vacío'; y agreg~: "En definitiva Heidegger se pone e~
E · y del Tao consiste en tal sustraerse a la palabra: supnrnir el prop10 lengua¡e, el
escucha del lengua;e para llegar a lo más digno de ser pensado'; mientras qu ·•·,
P_ensam1e~to · · l ee
onenta , ~or el contrario, "despide todo lenguaje para llegar al Yac•1 '
iJi:S de Ja verdad, para que la verdad, privada de la palabra, coincida con la r~alidad"
(yo subrayo)." (Llegado a este punto extre~o el ori~nt~ (y tarn?ié~ el occidental)
c10. que mas que cualqmer otra cosa es digno de ser pensado [ ... ], el lenguaje e!Y
Onente ~s un camino a recorrer sólo en cuanto en un cierto punto se interrumpe; .•.
vuelve al lenguaje, habla, escribe, transmite cierta paideia: la resp1rac1ón, la con~en
Ysólo ª'.h, en,;se punto dond~ la p~abra termina, puede comenzar el verdadero'
tración, Ja atención, la meditación, nombres que hacen referencia a una cornumdad
en Jos lenguajes imposibles del éxtasis; el más allá del sujeto-hombre sur~e en la
P.ensam1ento . Lo que Comolli no tiene en cuenta son los últimos planteas, esen-
ciales Yque cuestionan su tesis, de Heidegger: a partir del Ereignis cae el ser~ en
intensidad corno "iluminación"; después se sigue pensando-hablando pero sm pen-
samiento y sin habla; ése es el silencio y el vacío místico. .
consecuencia la diferencia-ontológica (ésta es el sostén de Ja metafísica, y ser :s la,
El habla en cuanto no comunicativa es algo, es acceso al ser; s1 cae el habla, caen
palabra d.e, la metafísica, por eso no debería ser pronunciada), dando Jugar a una
las cosas y el ser; ¿es esto posible? A la palabra hay que captarla en ese absoluto no-
constelac10n de conceptos des-conceptualizados, corno "flores de la boca": don,
referencial: la palabra como "flor"; corno el-adentro-de-la-flor= de-la-palabra: somos
llamado, acontecer, serenidad, dejar-ser, hay/se-da, camino. La destrucción de la
el adentro absoluto de la palabra absoluta que, por lo tanto, no es (ser es palabr~). Hay
r:ietafísica implica la no-diferencia y, en consecuencia, la caída del lenguaje como
la palabra que divide y aparta, la palabra que sirve-para, y, en lo mismo, en s~ giro, ~ay
signo, ?ºrn~ referente: por lo tanto también en Heidegger hay un punto en que el
lengua¡e se mterrurnpe dejando surgir el silencio. el absoluto-palabra que destruye la metafísica (el yo, el concepto, el ser, la.d1ferenc1a):
ambas palabras caen en el acontecer-éxtasis corno af~,"ra (de la metafísica). .
El verso "Ninguna cosa sea donde falta la palabra s1gmfica entonces una mvo-
En De camino al habla Heidegger transcribe un verso de Stefan George ("Ninguna
cos~ sea donde falta la palabra") diciendo: "Ninguna cosa es donde falta la palabra". cación protectora: no hay que darle nombre a Jo que sobrepasa la palabra, porque
Es c1e~to: para que esto,,sea río hace falta la palabra "río" ("el ser de cualquier cosa que
todo nombre que se le dé lo vuelve ente o ser, y de Jo que se trata es de de¡ar la me-
tafísica tachando el ser: el ser-no-es. Donde falta la palabra hay lo innombrable. Y
es, reside en la palabra ): la palabra hace emerger y anuda algo (el ser de la palabra
c?~ ~¡ser.de la cosa). Pero con el paso del tiempo Heidegger llega a una verdadera eso debe quedar así.
s1get~ca: pierde la palabra significativa (el cambio escritura! de la palabra ser) dejando
subs1st1r sólo la palabra poética; roto el lazo significativo-representativo, la palabra 21. Martin i"Ieidegger, De camino al habla, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1990,p. 229.
22. Giampiero Comoll~ op. cit, p. 136.
206
207
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
Part ·
a ermmar, dos citas
· que en la trayectoria de H .d
ei egger marcan una resol .
" ~l
Hace poco menos de cien años aparecieron
(1873) dos escritos de dos amigos· el <pr· contemporáneamente
. . < 1mer ensavo de 1 e 'd
nes tntempestivas de Federico Nietzs h l ' as onst eracio-
Diálogo sobre Wittgenstein
HOlderlin», y el opúsculo Sobre la c~is~Í:~;dque nombra al «magnífico
de Franz Overbeck quien ve en la 'ó de nuestra actual teología
' negaci ndelmu d · ¡·.
logro de su fin el carácter fundament 1d 1 . . . n o imp ic1ta en el
bos escritos son aún inactuales en las a e cnstian1sn_i~ originario. Am-
presente; ellos, en medio de tant mu~a~les c~ndic1ones del mundo
san son significativos) agregandoº~;~en~: cu an, sol? para quienes pien-
que habla y educa frente a lo Inaccesibl " (lo d~ obstmada perseverancia,
nologie und Theologie). e pre ac10 de 1970 a Phanome-
208
209
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS DIALOGO SOBRE WITTGENSTEIN
2. Fuera del pensamiento. nera son las cosas, pero lo que no puede decir es por qué las cosas son, por qué hay
el"maravilloso" acontecimiento de las cosas ... Y esto es lo que produce el asombro
1. A mi parecer la experiencia
, fundamental de W'tt 1 genstem · es el asomb absoluto de Wittgenstein: el acontecer del mundo ...
asom b ro que me atrevena a llamar trascendental N ro,
. . d . d . . o un asombro deteTm1ina10Xi
smo m etermma o, o, dicho de otra manera qu . d 1 J. El 6.52 del Tractatus marca aun más la diferencia diciendo que "incluso si to-
ejemplo esta naranja o el gato se proyecta
e . '
h.
ela pabrtJrl e o determinado,
ac1a o a so uto indeter . d .das las posibles cuestiones científicas pudieran responderse, el problema de nuestra
su conierencia sobre la ética dice que le "aso b l . . mma o. vida no habría sido más penetrado" ...
l d l . l m ra a existencia en té .
so utas, e c1e o, sea cual fuere la apariencia del mism " ' rmmos
creo que esto es lo que debe haber sorprendido a w· t~ . Pero. de este asombro 2. Para seguir con las citas referidas al efecto de admiración que produce el ser de
decir con sentido. Esta imposibilidad pues s· 1 d~. genstem) no se deriva un lo que-es, recordemos la frase donde dice que no "podemos expresar significativa-
bro, es la que funda lo místico: el hecho de ~:~a: !Jera desaparecería el asom-
mente la maravilla de la existencia del mundo": "La expresión para la maravilla del
forma que tienen de ser. q cosas sean y no la manera o la.
mundo seria la propia existencia del lenguaje. Pero la propia existencia del lenguaje
es una maravilla que no puedo expresar". El reconocimiento de esta imposibilidad
2. Me parece que nadie puede negar lo ue dice de expresión es una suerte de constante, la que no desmerece aquello de lo cual se
el parágrafo 6.44 del Tractatus· "No es lo q, f ''.'ntre otras cosas, porque allí está
. mis ico como sea el mundo, sino que sea>: habla sino que lo exalta: "todo lo que decimos sobre lo absolutamente maravilloso
sigue careciendo de sentido" ... y sin embargo es lo más digno de decir: el arte, la
l. Constantemente Wittgenstein está tocado por la imposibilidad d d . poesía, la religión.
e su ec1r ...
2. Como Heidegger, quien define el lenguaje como "sonido del silencio''. l. Y de ello saca las conclusiones del caso: abandona el espacio del decir pues cree
que ha terminado con el orden filosófico al haber dicho todo lo posible de decir en
l. Teniendo cuidado respecto a la significación de este . . el Tractatus. Luego se pone a rumiar esas "expresiones carentes de sentido" y reco-
en él hay misterio. Se trata diría de un sil . . silenc10, ya que también
' > enc10 previo ... noce que su intención "era, precisamente, ir más allá del mundo, y esto quiere decir
también: más allá del lenguaje significativo" ...
2. Poggeler se refiere al "retirar todo decir en un call . .
que en su inconclusión e inconclusividad v , all' d ar en vista de un acontecer
ªmas a e todo lo decible''. 2. Está, pues, el mundo ...
. l. Wittgenstein trata de establecer una línea fi ., l. "Los límites del lenguaje'; dice en el 5.62 del Tractatus, " [ ... ] significan los lí-
c1ble-con-sentido y lo indecibl rme de separac1on entre lo de-
delimitado como decible sino :~r~ero_ ~o para rrmanecer en la clausura de lo así mites de mi mundo".
allá de la línea. y esto es lo ue lo se sen, ar que o realmente "importante" está más
señaló Paul Engelmann- "~ pos·t· paro rad1~almente del positivismo, como bien lo 2.... estoy encerrado en ese mundo que es mi mundo.
· 1 1v1smo sostiene -y ésta es .
d e lo que podemos hablar es todo lo . su esencia- que aquello
t .
em cree apasionadamente que todo l
que Importa en la vida En ta t
l . .
w·
n o que ittgens-
l. Encerrado, sí, pero a su vez reconociendo la posibilidad de ir más allá ...
precisamente aquello sobre lo que de do que rea mdente. importa en la vida humana es
' s e su punto e vista debem ,,, ·1 2. ¿Cómo?
Esto se compagina con lo que el p . w· . ' .. os guaruar si encio''.
"M· rop10 1ttgenstem le d!JO .
1 trabajo consta de dos partes· la e t 'l en una carta a F1cker: l. Acuérdese que el objetivo de Wittgenstein al hacer filosofía era "enseñarle
es esa segunda parte precisamen¡e lo xpues ª1 en e 1:1ás todo lo que no he escrito. y
que es o más importante''. a la mosca la salida del frasco". El límite de mi mundo es el límite del lenguaje, es
cierto, pero a su vez éste no es un reconocimiento pasivo, pues "el hombre tiene
2. De un lado lo decible, el cómo sea el mu d 1 . el impulso de embestir contra los limites del lenguaje". Los "hechos del mundo"
lado el hecho de que el mundo sea Pot
.
º¡
. l n e .cam.po de la ciencia; del otro
enc1a mente a c1enc1a puede decir de qué ma- -dice- no bastan: en los hechos del mundo no hay un sentido, pero el hombre
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EL ABANDONO DE LJ\S PALJ\BRAS DIALOGO SOBRE W!TTGENSTE!N
busca un sentido; de ahí que tales "hechos del mundo" no basten. De alguna sibilidad de guardar silencio de quienes sostienen la necesidad de guardar silencio.
nera sentimos que existe un sentido, que las cosas no están abandonadas e podríamos decir, paradójicamente, que lo humano se caracteriza por ese hablar de
indigencia absoluta sino asistidas, sostenidas ... Y es en este punto precisoº lo que no se puede hablar, porque si sólo se hablara de lo que se puede hablar, el
Russell malignamente vio bien) donde en el universo wittgensteiniano •ui·gerteI,C#.'•' lenguaje se aniquilaría.
Maestro fakhart, Angelus ~ilesi~s y, más cerca, Rilke, Trakl ... "Porque existe
mundo existe lo que está mas alla del mundo y que es mefable: lo místico''. Se 2. Pero me parece que el problema es el del hablar teórico, el de los filósofos, y no
de esos "hechos absolutos" que no se pueden determinar, al menos en el serlt!cloi el hablar humano en general ...
hegeliano del término ...
l. Ni uno ni otro puede. En realidad el hablar teórico es una forma de lo que
2. De ahí su insistencia en la indeterminación de la moral. Para corroborarlo b usted llama el "hablar humano en general''. de ahí que si no es posible en uno tam-
, . carta a "'
recordar su sarcast1ca .
vva1smann: " Considero
. de la mayor importancia, asta
poco lo es en el otro.
se ponga fin a todos los disparates que le enhebran a la ética -de si es una cienq?e
de si. 1o.s val ores e~i.sten,
. d .1 c1a,c
e s1 o Bueno puede ser definido, etcétera. Con Ja ética la 2. Comprendo: está lo decible y lo indecible, y lo indecible es para Wittgenstein
gente siempre esta mtentando hallar la manera de decir algo que, por Ia naturaleza lo que realmente importa. Pero se habla de lo que no se puede hablar.
de las cosas, no. e.s m puede ser expresado". Según Janik-Toulmin esta diatriba está
directamente dmgida contra Moore y sus Principia Ethica. J. Sí, de hecho. Si se hablara sólo de lo que se puede hablar (con sentido: cientí-
ficamente) nos extinguiríamos .
. l. Me parece que va más allá, que apunta contra todo racionalismo ético. Los
mismos autores citados dicen que "Wittgenstein está tratando de situar lo ético fuer 2. Es extraño.
de la e.sfera del discurso racional porque cree que está ubicado de una manera má:
apropiada en la esfera de lo poético''. Si el "sentido del mundo" "debe quedar fuera 1. Le propongo dejar en suspenso este tema y volver al de la ética. Según Janik-
del n;undo''. pues "en el mundo todo es c~m~ es y sucede como sucede: en él no hay Toulmin, al decir que "la ética es trascendental", Wittgenstein está expresando, en
mngun valor, y aunque lo hubiese no tendna mngún valor" (6.41 ), entonces "tampoco concordancia con el concepto clásico de trascendental, que "la ética es una con-
puede haber proposiciones de ética" (6.42). No existen proposiciones éticas ... dición del mundo''. vale decir que no se la puede remitir a otra cosa que sería su
fundamento. La ética -le dijo a Schlick- no puede tener "fundamentos intelec-
2. Pero entonces, ¡no se puede hablar de ética? tuales". En este contexto la palabra clave es "mostrar". Y el mostrar esencial es para
Wittgenstein la poesía (en la poesía lo que se muestra es el sentido-de-la-vida). El
1. Se puede hablar de cualquier cosa, el problema es si se puede "explicar" el he- filósofo del lenguaje como límite se convertirá, a través de la ética y la poesía, en
cho de la ética ... el filósofo de los valores; y aquí es donde se articula lo vienés entendido como me-
táfora de la cultura centroeuropea. Los autores citados sostienen que "el Tractatus
2. Pero después del Tractatus Wittgenstein escribió su "Conferencia sobre éti- se convierte en la expresión de cierto tipo de misticismo del lenguaje que asigna
ca" ... al arte una importancia medular para la vida humana, sobre la base de que sólo el
arte puede expresar la significación de la vida. Sólo el arte puede expresar la ver-
1. Wittgenstein dice: "Es claro que la ética no se puede expresar. La ética es tras· dad moral y sólo el artista puede enseñar las cosas más importantes de la vida";
cendental"; "Si le pudiese explicar a alguien la esencia de lo que es ético mediante de ahí la igualdad de ética y estética.
una teoría, entonces lo que es ético no tendría ningún valor" (por eso al final de
su Conferencia se expresó en primera persona: porque de lo que "me parece tener 2. Eso está muy bien, y reconozcamos de paso que es muy nietzscheano. El in-
un ¡alor absoluto debo hablar en primera persona": es decir, sin teoría); y agrega: tento habría apuntado a desvincular la ética de la razón especulativa. La ética no
"Ética Yestética son lo mismo" (6.421 ). Es a partir de estos ennnciados que luego se se funda en proposiciones. En todo caso, las proposiciones vienen pos factum. Los
aventurará hacia lo que no puede decirse. Llama la atención, sin embargo, la impo- seres humanos no necesitan leer tratados de ética para obrar éticamente. Aquí,
212 213
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
DIALOGO SOBRE WnTGENSTE!N
1. Lo que se r~sguarda de la razón especulativa es el "sentido de la vida" ·. 2. Me parece que sería necesario establecer si en Wittgenstein se trata de mó-
bernos ser conscientes de que esta distinción ent ¡ d ·bl ¡ ·Pero_ . adas o sí la "forma de vida" conforma una suerte de éter en el que los juegos
,
los h ech os y l o mas re o ec1 ey 0 rnostrabl
alto, entre la racionalidad y los valore b e, e '¡¡cístírían de una manera plástica, vital, con sus propias historicidades e inter-
de . , .t El l s, a re un nuevo m penetraciones, corno una suma de tejidos lingüísticos donde cada juego sería un
mcogm as. penú timo de los aforismos del 11 t
d , rae atusa rrna que sól<l" .•.
ti
rnun o rect~rnente' quien trascienda las proposiciones mismas del lib . ,;er~ recorte descriptivo, ya que el paso, el pasaje de los juegos, no sería finito. En otras
pues, por as1 decirlo, tirar la escalera después de haber subido"... ro. Deb palabras: lo que hace Wittgenstein es describir juegos abiertos, y en este sentido
. pienso que se podría interpretar la idea de juegos-sin-perfil que enuncia en las
2. Enfrentándonos con un vacío. Investigaciones filosóficas. En todo caso, la abertura de los juegos depende del con-
cepto de forma-de-vida.
l. En el sentido de falta de fundamento.
!. Wittgenstein se oponía a la idea de un lenguaje privado, de ahí su posición
2· ¿Pero cómo es que la moral existe? anti-solipsista y, al mismo tiempo, la importancia que adquiere el concepto de for-
ma-de-vida. En Zettel hay un aforismo donde dice que "las acciones de los hombres
l. Todos~ complica y parece sumergirse en el relativismo. Por eso c . 3'.·! [... ]pululan en una mezcla abigarrada'; y agrega: "lo que determina nuestro juicio,
char despacio. En las Investiaaciones filosóific h ti . onviene mar,·!··.·•.••· nuestros conceptos y reacciones, no es lo que alguien hace ahora, una acción aisla-
· "' as ay una a rrnación que n d<·· .
ser~1r para dar un giro en nuestro diálogo: ella dice ue "l . os pue .$•.( da, sino el torbellino de las acciones humanas, el trasfondo que sirve de referencia
gua¡e» está destinada a evidenciar el hecho de qu h qbl a p~abra '.'Juego de len'' a cualquier acción".
de una actividad 0 forma de vida''. e ª
ar un engua¡e forma parte• . •
2. Y en el aforismo siguiente compara la vida con un tapiz cuyos dibujos varían de
2. En la etapa del Tractatus teníamos un único ·ue d 1 . ..¿!·•; mil maneras: "Un dibujo está entretejido con otros muchos dibujos en el tapiz ... "
con-sentido, mientras que posteriormente se traia
de juegos de lenguaje. Mientras en la rirnera e
lº e enguaJe, <;l de lo decible• ••
e un conjunto mdeterminadQ l. Como en el relato de William James, que se titula precisamente "El dibujo en
ética, la estética, la religión y, en gener~l la cof;~pa ~u~daban fuera de lo decible!~,· el tapiz" ...
;~:~~~~~·¡e;~::~'.es sólo podía rnostr;rse, pa~ai:n:r ~o~:7d::~d~~~~~nJ::;:~ ~:· ·
2. El dibujo en el tapiz sería algo así corno la antípoda de la famosa mónada. Y
hay que recordar que más adelante Wittgenstein dirá algo que se vincula estrecha-
1. Dichos "juegos" p d fu . mente con lo anterior: "La mano escribe; no escribe porque uno quiera, sino que
fos fJ ro ucen un pro ndo desconcierto en los teóricos y filóso-
Un ~}:;e ~~ne~:;~:tados al "d.esrnigajarniento" del mundo, corno diría Nietzsche.
uno quiere lo que escribe''.
lenau . p . . Apel, qmen a toda costa quiere encontrar un sustrato de
ka;;i:~:· deª:: tpooddoe¡rudego .del le.nguaje: adquí se plantea algo así corno la necesidad l. Una frase que invierte el mundo.
Dice A el· "w· . .e sm es1s trascen en talco mo con d.tci·6n d e los otros juegos. 2. Por eso Wittgenstein es lo que es ... No obstante, convendría regresar al
corno :re~up~~:~~~s~~;~ argurne~ta. ~favor de sus. irreductibles juegos lingüísticos
tema.:.
otra vez nos r . . . in;~s a p~iort e todo sentido comprensible cuando una y
de uso del l •erniti;-m1ph~ita.mente-al funcionamiento práctico de tales unidades
. enguaJe, praxis vital y comprensión del mundo" y 1 l. Es que no hay un tema, sino que cada tema remite a otro terna, cada nombre
estos JUeaos "no si·rven,'" fu . ,, ' uego agrega que , remite a otros nombres. De ahí que hable de un tapiz, de un tejido, de nudos ... En
" • no nc10nan ' cuando se tra ta "de ¡a l11stor1a· . concreta
realidad se trata de miles de lenguajes enrollados y desenrollándose en un mismo
214
215
DIALOGO SOBRE WITTGENSTEIN
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
movimiento, de miles de juegos de lenguaje, en miles de lenguas, en miles d . 2. No me conforman esas interpretaciones que se basan en cortes y me incli-
tan tes simultáneos y diferentes... e1 rnás bien a ver desarrollos de temas, ampliaciones y profundizaciones de un
.¡rabajo espiritual en curso. No me parece que exista un corte entre la primera y
2 .... ético. la llamada segunda parte del Tractatus, ni entre el Tractatus y las Investigaciones
filosóficas, ni ~ntre su obra propiamente teórica y su actividad docente y su traba-
!·No hay mónada. La forma-de-vida es una suma imposible, pero real, de ·
los ¡uegos. to
1' ; jo corno arqmtecto.
216 217
DIALOGO SOBRE W1TTGENSTE.lN
EL ABANDONO DE lAS PALABRAS
-·-------
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS Ü!ÁLOGO SOBRE W!TTGF-NSTE!N
en sus obras. Podríamos citar a Plotino, y, más cerca de nosotr . sería conveniente, entonces, tratar de comprender qué significaba la mística
os, a Nietzsch~.•
de,todas maneras el propio Wittgenstein ¡0 diºce en mue has oport "d Wittgenstein.
mas no sea por el hecho resaltante de introducir el t d 1 um ades,
tus. Más bien pareciera que el conjunto de su 0 b ema e a mística en el
especie de culminación. ra apunta a lo místico como'''
>.·
. Sí. En él sostiene -y necesariamente debemos volver sobre algo ya dicho- que
2. Baum sostiene que Wittgenstein fue "u d 1 , . ') ··stencia como tal del mundo, el hecho de que haya mundo, y si este hecho nos
siglo xx·~ y que este hecho "fue d no e os mas importantes místi > resiona como hecho-absoluto, es lo místico. El místico es alguien que es suprimi-
pasa o por alto"... co
éorno criatura por el hecho de que haya ser del mundo. Desde un punto de vista
·l. Me
· parece
e< , •
una exageración • Lo que SI, es Cierto
. es que w·tt . ta de algo obvio, que podemos enunciar como cualquier otro enunciado; pero
Penencias
, mist1cas" y que ellas t . .
uvieron una gran impo t . i genste1n tuv e el punto de vista de su captación espiritual, intuitiva y no racional, se trata de
aqu1 nos preocupa es tratar de establecer el v' l r anc1a en su vida. Lo inefable: yo no puedo transmitirle a otro, mediante un discurso racionalmente
podríamos llamar su concepción filosófi Cmcu o entre esas e'.'periencias y lo'
:ª·
le permitió establecer su célebre distin . d reoblque es la expenencia mística la'
cmn ect e/mostrable.
'ico, lo que he experimentado en un estado místico, en el que esencialmente han
aparecido el sujeto y el objeto de cualquier tipo de experiencia; puedo tratar de
cribirlo, pero no puedo hacer que el otro experimente mi propia experiencia.
2. Pero tal distinción es, me atrevería a decir, histórica ... tairnposibilidad de transmisión de la experiencia es común a todas las tradiciones
:· ísticas, las que más bien se han dedicado a descubrir y transmitir una práctica que
l. Por supuesto que lo es, pero no me onduzca al estado místico; por ejemplo la llamada "oración interior" en el cristia-
la hiciera suya sin haberla experimentado P~;ec~ a~e~table pensar que Wittgenst isrno, el control de la respiración en el hinduismo y el koan en el budismo zen.
lo proyecta a lo decible, haciendo sur ir. ,i~e om _ecibleyesesteindecibleel
alca~ces filosóficos. Por supuesto queg po~~íaa ~:~es1dad de ~na demarcación é. l. Wittgenstein dice que la ciencia tiene como objetivo el cómo del mundo, y aquí
partir de la experiencia de la tradº . , , . er establecido la demarcació aría comprendida también la filosofía en cuanto ciencia. En tal sentido, me parece
h b. . 1c10n m1st:Ica pero en t l
u i~ra sido escéptica, semejante a la de al u , . es e caso, a demarcact ue la pretensión de haber agotado la filosofía resultó exagerada.
por eiemplo a la de Otto Neurath . g nos miembros del Circulo de Vie
mientras que para Wittgenstein sf para qbmen ¡el callar de la filosofía no es sobre alg··· 2. Yo diría que lo que usted acaba de decir es casi cierto. También Heidegger lle-
¡ era so re a go· el hecho d d h ···• ·
ese a go no significaba que fuese nada. · e no po er ablar sobr~"jJ:l a a este agotamiento que se manifiesta como indecible, como silencio ... Pero hay
algo que sigue ...
. 2. El punto que usted marca me arece
sigue separando de los filó e . p que es el punto exacto que lo l. La distinción que hace Wittgenstein está hecha por dentro de la propia distin-
. so1os que en términos l
m~entras éstos niegan aquello de lo ue e g~nera es se llaman "ar1alíticc>s''~ :dón; más allá de lo dicho o mostrado es una distinción vivida, es una posibilidad
Wittgenstein considera que eso es "l q n uln senti?o fuerte no se puede hai)Ja¡•,;•¡•·:. yuna imposibilidad vivida. La posibilidad es de lo decible (el límite), la imposibili-
. o que rea mente importa''.
. dad es la de lo no-decible, pero mostrable. No-decible significa que no se lo puede
l. La distinción wittgensteiniana se funda en . . decir cientificamente, pero se lo puede "decir" mostrablemente. Por no hacer esta
especulación. Tanto en el orden de lo de "bl una expenenc1a vivida y no en unit;.:s:;:· .·. distinción es que Bertrand Russell criticó a Wittgenstein considerando que decía
arte, la religión) ¡0 que estaba en . ci e como en el de lo mostrable (la más de lo que se puede decir, sin tener en cuenta los dos modos de decir: el decir
l~rgo de su vida. Ya se tratase de fiJ~::~ae~n aco~tecimientos experimentados a cientifico-filosófico y el no-decir que es un "decir" mostrable, un decir que se cubre
hdad ... Wittgenstein vivía en un ' e ~nsena~za, de arqmtectura o de se]:Ua·· ,:: ;;
la mística. a constante mtensidad. Y así ocurrió también con en la distancia, que sólo sugiere.
220 221
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS DIALOGO SOBRE WITTGENSTEIN
l. Quiero agregar que el segundo aspecto de lo místico se vincula, según• ·. ·1 .da mística y que sus experiencias fueron hechos aislad?s. lmp~rtantes,
genstein, con ese "dejar de pensar" señalado por Russell. Es a partir o en ese in. iónlernen
de atvie decisivos
. , pero que
. no fueron proseguidos ni profundizados e acuer-
vacío, producido por la detención del flujo mental, que surge repentinamente ·•auna severa y estncta ascesis.
do míst'.co. Conviene sin en;bargo dete?ernos aquí, y no seguir con un tema q~·
apartana de nuestros propositos. Qmsiera agregar, sm embargo, que a partir d' · ta n tes llamó una "exa-
d" e es útil ara entender lo que hace unos ms
nivel de suma intensidad espiritual Wittgenstein vuelve hacia lo que se-puede; .2. Lo,~~: B~~mLa e:periencia mística de Wittgenstein sería fundamental, para
y delimita conceptualmente el campo de análisis. Una vez realizada esta delirnit dón, ro no. ara la mística en sí misma. Algo parecido a lo q~e oc_urn? ~on
y extraídas sus consecuencias, piensa que ha resuelto "en lo esencial" los próbI~ osofia pero
tzsche, pe temen_P do en cuen ta que, éste
. llegó a proponer su expenencia mistica,
de la fi1osofía. Esta "muerte" de la fiJosofía, sea por la exclusión de sus prob]~
a que llamó Eterno Retorno, como etica.
del campo de lo decible, por destrucción (piénsese en Nietzsche), o por extin
(piénsese en Marx o en Heidegger), siempre es una extralimitación, pues Ja filo · ... . . d de ue la experiencia mística de Wittgenstein
vuelve a renacer o, al menos, siempre ha renacido. \l. ~sto:' con~e~~i~~ ~~~~¡:is~~ l~ co~formación
·nstituyo un e e . . . de su filosofía, y que es en este
rden donde adquiere su mayor significación.
2. La fiJosofía, dice Wittgenstein, "debe delimitar lo pensable y con ello lo Un~
sable" (4.114), "debe delimitar lo impensable desde dentro de lo pensable'; y agp
2. El segundo tema es el del lenguaje.··
"Significará lo indecible presentando claramente lo decible" (4.115).
l. Sí, "salir de la jaula" .. ·
1. Eso es así; pero quisiera agregar, aun a riesgo de ser insistente, que esa dist'
ción clave de su pensamiento fue considerada una valoración, como si fuera posi 2. Ése es el problema: ¿cómo "salir de la jaula" del lenguaje?
arrojar lo indecible como un resto, como el producto de un extravío de la raz
apartándose así de lo manifestado por el propio Wittgenstein. l. Deberíamos preguntarnos: ¿por qué es un problema?
2. Otro concepto esencial de su "fi1osofía" es el de felicidad. Y a pesar de que.á . uien ha a comprendido su libro deberá "tirar la esca-
intérpretes logicistas esta afirmación ha de sonarles a sacrilegio, estoy convencido ... tigc:·2 2. En el Tractatus dICe que q Y . al"r fuera de sus proposiciones
a después de haber subido" o, lo que es 1o mismo, s i
que la idea de felicidad es el punto donde se articula tanto su mística como su ética,.t·• · • través de ellas.
1. Necesariamente deberemos remitirnos a su Diario filosófico, ya que es en él do. l" fuera de lo que llama sus proposi-
de tematiza la idea de felicidad, estableciendo una relación esencial entre lafelicidq?i de loWittg
1. Loo que
dones 11
que e nstei~ 1
ama aP'.ºP¡°~~
¡au a ,c~~:sg::~::mente, "tirar la escalera después de
y la ausencia de tiempo: "Sólo quien no vive en el tiempo, 9aciéndolo en el presen(e1:.•~•·: haber ;ubido", constituye la culminación del Tractatus.
es feliz'; y lo es porque en el presente se "vive eternamente''. Esta vinculación del¡¡'''"•
ausencia de tiempo con la felicidad pertenece a la experiencia mística. ·· 2. ¿Es posible interpretar esas expresiones como imágenes?
Nietzsche ...
';,_,:Ji-<\_i:>-t,
2. El "¡Vive feliz!" de Wittgenstein está en la misma línea que el "Sé feliz" ¡17J;,.i:. ¡· f
s:
" "tirar la escalera)) en el sen-
i~ ~:~e; subido hasta el extremo de
!. No creo. Yo interpreto las :xpresiodnes
tido de un texto zen donde se dice que espu s e
. «
samiento del afuera'; decía George Bataille; "pensamiento que es no-pensam· .:¡. pecir que el enemigo es el lenguaj~ i'.".plica un .rec?nocimiento del más allá
. el zen. ¿Estarnos ante una propuesta et1ca.
dice , . 1 ¿"T'irar 1a escalera>l es u lé
..
na·· · El s·6 debe entenderse ' a m1 JUICIO ' de la s1gmente manera:
··!engua¡e. , . acentuando
. .
puesta ética?
. , · uiriendo sobre el límite: mi mundo no es el mundo; ltmite 1mphca un
.,,¡¡emq caso contrario no se emplearía lapa l abra "l'1m!le . " pues sena
, to do.
2. Antes sería preciso saber qué es ese afuera para Wittgenstein. ásaJlá ; en >
· l. Creo que el afuera wittgensteiniano es algo infinitamente rico: el mund'· 2. Resumiendo: se sale del lenguaje tirando la escalera que. hemos subido esca-
n tras escalón, vale decir, siguiendo los desarrollos propos1c10nales del Tractatus,
tal, pero ante todo el mundo del arte, de la ética y de la religión. Es en estos mu ·quien sale se aventura por lo abierto que es indecible ...
donde comienza la nueva travesía del hombre ...
2. Antes de seguir avanzando ... S. embargo, ahora es necesario contemplar el segundo acto de esa batalla, el
Investigaciones filosóficas y algunos otros textos .de ~~ ll ªO:ªd"
].tn
las a segun d'~ epo-
" E ellos, dice Bouveresse, se pasa de una concepción mornsta y absolutista.de
l. Para Wittgenstein ya no se puede seguir avanzando filosóficamente, ya ca·lennua a una concepción pluralista y perspect1V1sta
· · "; mientras
· que Apel cal'fi
1 cara'
dicho todo, es un límite. .lag .,, d 'd
'de "relativismo escéptico ese segun o peno o.
2.... sería conveniente detenernos a meditar precisamente sobre lo que 2. "Escéptico", por cuanto los juegos-de-lenguaje imposibilitarían la universali-
"la jaula" del lenguaje. Dijo: "Luchamos con el lenguaje. Estamos en lnc·horr.• zación del lenguaje, dejando así sin fundamento el planteamiento de Apel respecto
el lenguaje". La expresión "estamos en lucha" no puede dejar de tener un >ignm'
a una ética universal.
cado fuerte. En realidad estamos en lucha c.ontra esa jaula que nos encierra, y.el
Tractatus debe entenderse como la reahzaCJón de esa lucha al término de la cual ¡ Refiriéndose a la afirmación de Wittgenstein de que en "la batalla del juego de
se nos invita a ir más allá, a salir precisamente de la jaula para volar por la vacie-
dad vacía ... ]eng~aje" se "sitúa nuestro actuar", Geo.rg Henrik von "".right sostiene que "la pra~is
está en la base del juego de lengua¡e es lo que podna llamarse una pre-praxis y
que . del termmo
·no es ya una acción en el pleno sentido , . "; lueg~ agregara. '• ."L a imagen
.
1. Ésa es la palabra justa: vaciedad ... Pero Wittgenstein se detiene, no trata dé del mundo en el estado «práctico», pre-propos1C10nal, podna ser también llamada
llenar esa vaciedad con una proposición del orden del deber-ser. Él dice: (parafra; orma de vida", remitiéndose nuevamente a Wittgenstein cuando afirma que
seo) los hombres que han llegado a ver claro el sentido de la vida no saben decir en qué una fi h ¡¡¡ )) "
"mi vida muestra que yo conozco o estoy seguro que alli ay una s a y que esta
consiste ese sentido ...
certeza ... [es] una forma de vida''.
2. Porque es lo indecible. Ninguna palabra puede po!lerse fuera del absoluto 2. La imagen del mundo estaría constituida por un sist~~a de proposici~nes o por
para nombrarlo ...
múltiples, complejos y mezclados subsistemas de propos1c10nes que consl!tuyen los
juegos-de-lenguaje: él dirá que los juegos-de-lengua¡e se fundan en los presaberes
1. En cierto sentido el lenguaje aparece como el enemigo, en cuanto media, escin-
de los jugadores.
de, representa; un enemigo al que Wittgenstein cree haber derrotado con el Tractatus,
abriendo así la posibilidad de lo abierto, de lo "importante''.
J. Ahora bien, las imágenes del mundo no son ni verdaderas ni falsas pues es en su
interior donde se plantea como problema la verdad y la falsedad. Para que tal verdad
2. También eso pertenece a la tradición mística. Rosenzweig dice que "nada hay o falsedad adquiera sentido, se debe compa~tir una determin~da cultura o for'."a-de-
más profundamente judío que esa desconfianza final en el poder de la Palabra y vida· o dicho con otras palabras: se deben jugar los mismos ;uegos-de-lengua;e. Es lo
una confianza intensa en el poder del silencio"; no es por casualidad, entonces, que que di~e Wittgenstein: "Toda verificación, confirm~ción o información de una hipó-
en una carta Wittgenstein reconociera que sus ideas religiosas "son hebreas al cien tesis tiene lugar en el interior de un sistema. Y tal sistema no es un pu~to de parl!da
por cien)).
más o menos arbitrario o dudoso de todos nuestros argumentos: no, el pertenece a
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS DIALOGO SOBRE WITIGENSTEIN
2. Someramente Von Wright sostiene que la masa de proposiciones que p z. Que pertenecería al orden de la creencia ...
cen a nue~tro pre.-saber constituyen una imagen del mundo y que las propos~
que describen la imagen del mundo son los juegos-de-lenguaje. y0 creo que Wittgenstein vivió a fondo la inmanencia deso'.adora del mundo
~iscurso, pero que, por otra parte, jamás conformó su espíritu con el mundo
1. Es cierto, por otra parte, que Wittgenstein pasa en su análisis de un Jeng .
nito del "positivismo''.
mundo complejo de la multiplicidad de juegos-de-lenguaje, pero al mismo t~ ·
conser~a la idea de lí1}1ite que separa lo decible y lo mostrable: en el juego-de-le~~
de la él!ca o de la m1st1ca, por e¡emplo, hay un más allá del juego; no todo es ·u 2. La ética, el arte y la religión, los tres grandes indecibles, fueron lo que más lo
de-1.enguaje: Más allá de la determinada cantidad de proposiciones que constdui
el d1scurso/¡uego de la ética, hay lo propiamente indecible de Ja ética. ·· J. Pareciera que, en nuestro diálogo, debemos volver a la ética ...
l. Yo diría que sí, pero innominable. Algo del orden del "sé que la silla está allí'Y J. Preferiría no expresarlo linealmente. Yo diría que la forma del no-tiempo es la
'ciclad, evitando dar la impresión de que existe por un lado el no-ti:mpo y por el
2. Wittgenstein quedó estupefacto frente a la inconmensurable presencia y potencia otro la felicidad. Y no es así, ya que en el tiempo no puede haber fehc1dad.
del lenguaje. Uno podría interpretar que su primera obra fue el intento por contener·
esa infinitud fijándole límites, pero después vuelve a ser arrasado por la multiplicidad · 2. ¿Pero qué significa no vivir en el tiempo?
e inventiva de los lenguajes. No obstante, siempre siente ("sé") que hay un más allá, que
no todo es lenguaje. El último aforismo del Tractatus suena, en algún sentido, como I. Por una parte significa éxtasis y por la otra falta-de-fines. L~ :''.alta de fines" no
un pedido de clemencia a lo otro, a aquello de lo que no se puede hablar ... puede ser un deber-ser, como si uno pudiese mediante una dec1s10n de¡ar de tener
fines. Si fuera así, se trataría de algo extremadamente fácil de lograr, cuando en rea-
l. No hay una cultura y una realidad: la cultura es la realidad, pero no toda la lidad es lo más dificil.
realidad ...
2. Así Jo reconocen todas las corrientes místicas, desde el cristianismo o el isla-
2. Por eso no es posible hablar de un solipsismo ... mismo hasta el budismo.
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
DIALOGO SOBRE WITTGENSTEIN
2. Tengamos en cuenta que Wittgenstein habla de Dios en un sentido ex los-deben despertar" ( 1930); y en una conversación que en 1929 mantuvo con
Dice: "El modo como todo discurre es Dios" y "podemos llamar Dios al sentí 'ikle manifestó el "asombro que causa saber que algo existe".
la vida, esto es, al sentido del mundo". Según Eddy Zemach: "El «hecho» for
que el mundo sea, es decir, de que exista la totalidad de hechos, es Dios"; lo que 2. Janik y Toulmin consideran que, en su segunda filosofía, al abandonar la di-
cuerda casi a la letra con lo dicho por el propio Wittgenstein: "El modo en q .omía entre lo decible y lo mostrable, Wittgenstein habría destruido "la base de
cosas están dadas, es Dios'~ conclusiones éticas": tanto la representación como la ética pertenecían a esferas
rentes, a órdenes distintos; mientras que ahora todos los órdenes son legitimados
l. Habría que seguir esta problemática en su etapa posterior ... < la idea de juegos-de-lenguaje, vale decir, órdenes verbalizables .que a su vez ~e
dan en determinadas formas-de-vida. En otras palabras, en el remo de la relat1-
2. Antes quisiera agregar que este aspecto fundamental del pensamiento de ad no existirían referentes absolutos ...
genstein no tiene, y me parece incorrecto querer dársela, una forma sistemática.·.
bien diría que se trata de un andar vacilante, en tinieblas. No es casual que cas'' Creo que lo indecible de los valores no significa que carezcan de forma verbal.
sistentemente repita que se trata de algo "profundamente misterioso''. rata de otro tipo de indecible. Y en tal sentido me parece que se conserva de .otra
era la distinción establecida en el Tractatus: la religión en cuanto hecho está ver-
l. No obstante ... . da, es un juego-de-lenguaje; en cuanto a lo que dice la religión sobre ~l mundo,
verdad o no verdad, esto no debe decirse sino que debe mostrarse. Lo mismo, por
2. Permítame concluir. Wittgenstein hace una serie de observaciones que a · mplo, sucede con el amor: existe una compleja verbalización del. amor, un juego-
ces me parecen hasta contradictorias, pero que deben someterse a una intuic.ióp': .lenguaje del amor, pero, a su vez, hay el amor, y todo lo que se diga sobre el amor
hace amar, amar es otra cosa que no puede decirse, que debe mostrarse en acto.
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11
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS Ü!ÁLOGO SOBRE WITTGENSTEIN
1. No, pues ha caído el lenguaje de la ciencia como matriz de un decir con .· . por supuesto. Pero lo interesante de ver en este punto es lo que viene des-
1
Al rechazar la idea de un lenguaje rector suplantándola por la idea de un s,:
plicidad de juegos-de-lenguajes, rompió toda posible dogmática manteniea
embargo, lo esencial de su anterior distinción entre decible y mostrable. En>'• ·Después?
además, que luego de lo dicho sobre la ética no quedaba espacio para abunda:~~
'¿
Por eso dijo que su asombro ante la existencia del mundo era lo que se mant~~· Wittgenstein dice que la tarea de la filosofía consiste en describir (véase el 109
·s Investigaciones filosóficas). Y esto dio lugar a que se le acusara de empirista.
2. Muy poco para una filosofía. aquí se articula una idea central referida a lo que llamaré la centralidad ética
nguaje.
l. Pero algo inmenso para una vida. Y, lejos de toda retórica, quiero rec
que las corrientes místicas en general señalan la emergencia de un moment ; ¡De los juegos-de-lenguaje?
irrumpe abruptamente como iluminación, como "despertar", alrededor d~l
posteriormente se articula la vida como un todo. Ese punto (llámeselo "rev · J. Espero responderle desarrollando el tema. Lo que debe tenerse en cuenta es el
'<nirvana': "satori,, o como se quiera) es esencialmente simple pero de una gr' piejo concepto de forma-social. G.H. von ~r~ght sostiene que para Wittge.nstein
tensidad. Sólo a posteriori puede convertirse en el soporte de teorizaciones. problemas filosóficos con los que se debat1a est.aban de alguna manera ligados
que algo así ocurrió con Wittgenstein. odo de vida de los hombres". Estos modos-de-vida son productos de una praxis
,a su vez, es un hecho histórico. Los juegos-de-lenguaje -y esto debe sostenerse
2. ¡Vale decir que ese punto-de-revelación sería la raíz última de su filosofí fuerza- no son construcciones teórico-ideales sino las formas constitntivas de
cial que, consecuentemente y en un segundo momento, "expresan,, lo social o
l. Teniendo en cuenta a su vez los matices y complejidades que deben int odo de vida determinado.
cirse en la tesis para evitar que se vuelva reductiva.
;.En este sentido tendría que interpretarse su afirmación "Luchamos con el len-
2. ¡A qué se refiere? je. Estamos en lucha con el lenguaje". Al decir lenguaje se estaría diciendo vida
· 1, cultura e historia, y se estaría, por supuesto, más allá del lenguaje entendido
l. Una vez vivido ese instante y enunciado de manera aforística, muchas< o mónada ...
críptica, no se trata de seguir repitiéndolo, lo que sería imposible por su repugrt
respecto al discurso, sino que ya él, para siempre, constituye nna snerte de sue. L Y el mundo múltiple de los juegos-de-lenguaje adquiriría una importancia
pensamiento. De este suelo se deriva, en una interrelación orgánica, una dete trasciende cualquier tipo de especialidad lingüístico-científica. En los juegos-
manera de vivir y de pensar. La filosofía, por su parte, sigue avatares propios' 'lenguaje se anuda el fenómeno humano en cuanto tal, sin que, por otra parte,
que culmina en el Tractatus y el otro en las Investigaciones filosóficas. El se enómeno humano termine en el juego-de-lenguaje. Ambos aspectos adquieren
surge de su larga experiencia como maestro de escuela en una pequeña pob .tina significación ética.
campesina austríaca y como arquitecto en Viena. Es a partir de estas exper"
que se le hace claro su "error" anterior: el de suponer una suerte de desiderat . La palabra "luchar" utilizada por Wittgenstein, ¡significa por extensión, una
de Idea en sentido platónico, esencial del lenguaje ("el de suponer que los dis · contra determinada forma-de-vida?
juegos de lenguaje deben satisfacer los criterios de un juego de lenguaje sup~.
mente autorizante: el de la ciencia'; W.W. Bartley lll). Una vez que rompe co .. l. Sí, y esto es lo que debe comprenderse para no convertirlo en una suerte de
idea surgen en su universo conceptual una multitud de lenguajes desjerarqu· . ecialista del pensamiento como tal. Mientras en su primer período el acento
y descentrados ... ba puesto en fijar los límites de lo decible y de lo mostrable; en su segunda
230 231
DIALOGO SOBRE W!TfGE.NSTE!N
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
2. Hay que tener en cuenta que los juegos-de-lenguaje son forma de las·
de-vida, vale decir que no existen formas de vida sin juegos-de-lenguaje.
significación que adquiere tomar conciencia de todo lo que en los juegos-de-le'.
formas-de-vida le impide al hombre ser feliz. ·
232
Notas al diálogo sobre Wittgenstein
¡Por qué interesa a Cioran el personaje Wittgenstein? ¡Por el mito que lo rodea?
¡Porque de alguna manera representa una suerte de síntesis de nuestra época, o tal
vez por ser una figura ética, algo así como un posible y deseable deber-ser? Una fi-
gura envejecida, inactual y, por eso mismo, poderosa; poderosa en su ocultamiento,
en el alejamiento de su a-topía.
235
Et ABANDONO DE LAS PALABRAS NOTAS A,L DIALOGO SOBR.E W1TTGENSTEIN
Wittgenstein: el arte del matiz, de ver lo invisible en lo visible y vi·c . ·•· . a pues ¿cómo oyó y qué oyó el que oyó a Dios? Si sólo oyó el murmullo que
, , eversa
don de sacar a la luz lo que ya esta en la luz, de ver la evidencia. Tal vez a , · · blem de ' a la primera letra, segun . , 'des, ¿cua'l es 1a garant'ta de que esa
, afi rma Ma1mom
· · ·
m1st1c1smo mas, pro fu n d o. Los b ud'1stas dicen:
. qu1esté
cuando saco agua, saco agua· P
.- etación originaria -la de Moisés- no haya s1'do en un sentt'do estncto . una
como, como. Es 1o mas 1 cil . El ana'!'1s1s
' d'fí · d e ¡os JUegos-de-lenguaJ'e
· es una 'cuan . ¡nterpr
.
. . . , h b , .. · · ¡
retación smo un decir prop10? De ser as1, no a na texto ongmano smo a
que en el zen se llama sikantaza: sólo atención. asces¡s-' ¡
interp
.1nterpretación de una voz que.,con su sola · 1 h b ' d' h d
. ,pnmera etra ya a na te . o to o; pero
1re esa letra y ese todo med10, como mterprete, un hombre. A partir de ese pun-
, ·1
Wittgenstein renunció a la idea de haber resuelto todos los problemas d ¡ en ¡
to infundado todo cambió, pues mientras e texto perma~ecia , ·
mmo;1 a causa de
sofía Y volvió a la filosofía, a una filosofía posterior a la destrucción de Ja e a su carácter sagrado, la interpretación debía, a su vez, summe necesanamente en la
(a ~u regreso lo lla'.11ó investigaciones filosóficas, y la palabra adquiere aquíruutonstc>tía" <
s1bilmo ; es como s1 d"!Jera: d espues , d e nu· "fracaso" filosófico vuelvo a una fil ono locura de la libertad del hombre.
'".
s· "fil fi ") Q , , ! "fil, ' " oso,.a
m oso 1a . ¡ ue paso con e oso10 Wittgenstein después del Tractatus, del Este hecho paradójico hace sin embargo a la esencia; como si la letra apuntara al
guerra y de los largos años de vida solitaria y ascética como maestro de escuel a inisterio o, más precisamente, al vacío, y fuera ese sostenerse en el vacío de la letra el
. ¡ , a en
un puebl1to a eman? Comprobó que ningún discurso podía enunciarse com , · e permite que se la vea en su infinitud, como una puerta de entrada a un espac10
d. . . oun1co
1scurso~con-senttdo: la unidad del lenguaje científico sobre la que había construi- · barcable y, en consecuencia, siempre desconoc1'do. En e1prop10
qu · texto eXIstma
· ·'
~o su pnmera obr~ ~e d~smoronó dando lugar al surgimiento de una multitud de ma . .
lus, un exceso de texto sosteniendo la hybris interpretativa, que 1e 1mpe ma ad''
J.ue?os-de-lengu~Je err~t1c~s y descentrados (lo que no significa carentes de peso un Pcerrarse en algo estable y conocido. Ni el autor, ni el 1ector, rn. na d'1e, poseen 1a
ésta
h1stonco, de una Jerarquia siempre relativa pero que en un determinado tiempo significación del texto que está allí, extremadamente finito y mí~ero pero ª. la vez
lugar condensa un valor). y
absoluto. Plus quiere decir que la ley de todo texto (de toda filosofra, pensamiento y
lenguaje) es la de ser-en-exceso. Siempre hay más; el texto siemp:e se desliz~ fuera
Si toda interpretación incide sobre el texto "originario" al abrir sobre él un de la interpretación; siempre transgrede los límites que tratan de fiJarlo. El mterprete
. d a
perspectiva q~e, e alguna. manera, siempre es un acto de f1,\erza, ¡es legítim6 dice: "Hasta aquí se llega, no hay más allá". Pero se trata de una limitación fallida de
mterpretar? S1 no hubiera mterpretación, ¡podría haber texto? Un texto sin in' antemano porque el texto no depende de voluntad de autor ni de lector. Es él quien
terpretación sería algo vacío repitiéndose a sí mismo hasta el infinito; como el proyecta más allá abriendo perspectivas desde las q~e más tard~ º. más temprano
mapa borgeano que cubre lo real mediante una mímesis que por perfecta no será de nuevo interpretado. La proliferación de negaciones, de as1milac1ones, de co-
puede acceder a la existencia. Mi "Diálogo sobre Wittgenstein" no apunta a una rrecciones) en una palabra, de interpretaciones, es una exigencia de la "cosa" misma
rep;odu~ción sino a una utilización. Siempre es así, aunque no se lo diga. y toda y no un problema subjetivo. El más está afuera; la exigencia de interpretación es la de
utthzac10n está cargada de presupuestos ontológicos del orden del para qué y del ser interpretado: en el fondo la propia "cosa" es la que impulsa. al intérprete a deCir
porqué: ¡qué se busca al interpretar?, ¡cuáles son los mecanismos puestos en juego lo indecible que, por su misma indecibilidad, permanece esencialmente abierto a lo
en toda interpretación?
interminable de la interpretación. Esta imposibilidad de clausurar el círculo expre-
sivo, al borrar los extremos ontológicos del sujeto y de la cosa, del intérprete y de lo
Quizás alguien piense que su interpretación tiene un carácter divino; como lo interpretado, volviendo a eso que llamamos "interpretación", un misterio, es lo que
pensaba Hegel al decir que su Lógica era "el pensamiento de Dios antes de la creación impide Ja muerte del texto. El deslizamiento de la letra es el límite donde la letra re-
del mundo''. Pero el tiempo, al hacer de la filosofía de Hegel un acontecer histórico, conoce su finitud dando lugar a un "estado sin conceptos''. Toda interpretación, sea
ha desalojado a Dios de sus intrincadas y terribles páginas poniendo al desnudo el del mundo del Libro o de los libros, llega a un punto en que deja lugar a un acto.
máximo delirio de la filosofía: creer en una presencia y una transparencia absolutas En este sen;ido entiendo la famosa imagen de la escalera utilizada por Wittgenstein:
decibles rac10nalmente. ¡Cómo podría, eso, interpretarse?
el extremo al que se llega, y desde el que se arroja la escalera, es un acto en el cual el
decir se vuelve imposible por exceso de intensidad de ser.
. Toda hermenéutica es hermenéutica-de-algo (de un texto, de un mundo). La
mterpretación que sirve de modelo es la del texto bíblico. En ella reconocemos una El "problema hermenéutico" que plantea la obra total de Wittgenstein es en reali-
inmovilidad sacra: la del libro transmitido por Dios (y aquí surgiría un primer pro~ dad un triple problema: el primero es el de establecer si la distinción entre lo que se
236
237
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS NOTAS AL DIALOGO SOBRE WITTGENSTEIN
puede decir-con-sentido y lo que se debe callar es aplicable a los juegos-de-lengu . ¡ Si pensáramos que las palabras son una señal que apunta hacia algo ("el dedo
el segundo se refiere a las implicancias de la distinción de dos niveles en el decj~el que apunta a la luna no es la luna", dice un maestro budista), ¿qué sucedería con ese
· de lo que se dice y el de lo que en realidad se quiere decir; el tercero se refiere al si ei algo, con esa luna, si cayesen las palabras? También el algo caería en cuanto palabra,
nificado de la crítica a la idea de "representación''. g dejando avanzar otro algo que ya no es luna ni algo, algo sin categoría, sin meta-física.
Según Heráclito, lo que estaba en Delfos no decía sino que hacía señales. Ninguna
De esta manera, el postulado según el cual no se sabe de qué se habla cuando s palabra en su acepción esencial dice (así como tampoco una piedra dice). Todo decir
habla implicaría una distinción, en su espacio de validez, entre consciente e incons~ (tanto el "vasto vacío)), el "conócete a ti mismo') o el "soy el que soy,,) está má~ acá,
ciente y entre autenticidad e inautenticidad; allí habría alguien que sabe de ¡0 que en lo que llamamos hombre; pero siempre a su vez hay más que el decir: siempre el
se trata en el habla y alguien que habla sin tener conciencia de la complejidad y el decir no-puede-decir. Tal vez el mu del zen sea lo más próximo, como el aletazo de
sentido de lo que se pone en acto cuando se habla; el primero, a su vez, asumiría] . ese halcón, o esa hoja o ese bichito.
función "terapéutica" de hacer que el segundo adquiera conciencia de lo que di;
cuando habla, produciendo una suerte de "revolución" espiritual en él. Se pone en Una cosa son los juegos-de-lenguaje en cuanto tales y otra el análisis o la descrip-
juego así un mundo de valores que no son inocentes. Más bien habría que hablar ción de su funcionamiento. Es distinto cómo son los juegos-de-lenguaje y el hecho
de la no-inocencia de la inocencia: quien pretende asumir un discurso objetivo de que sean (distinción referida al "mundo" en el Tractatus). ¿O en el caso de los
no-valorativo, pragmático, científico o como se lo quiera llamar, de hecho ignora; juegos-de-lenguaje no es aplicable tal distinción? Del lenguaje-dice- "no podemos
o actúa como si lo ignorase, que todo discurso está investido ideológicamente; y en proponer teoría alguna. No puede haber nada hipotético en nuestras consideraciones.
esto no hay eximición verbal de posiciones, ya que de nada vale declarar que se ca' Toda explicación tiene que desaparecer y sólo la descripción ha de ocupar su lugar"
rece de preconceptos o de valores, que se está ubicado al ras de la tierra y que sólo se (l. F., 109). "Debes fijar en tu espíritu que el juego de lenguaje es, por así decirlo, algo
describe lo que pasa, pues precisamente la "descripción de lo que pasa" constituye Ja imprevisible. Entiendo por esto: no es algo fundado. Ni razonable (ni tampoco no-
historia del pensamiento, el que nunca terminará de describir un pasar que siempre razonable). Está allí, como nuestra vida" (De la certeza, 559). Considerar el lenguaje
está en transgresión de sí mismo. una donación no es una idea explicativa ni descriptiva (quedaría, además, por esta-
blecer si una descripción no presupone una explicación): no explico por qué es una
Lo que separa a Wittgenstein de la lingüística es que su análisis del lenguaje es un donación sino que digo que es una donación (explicar presupone un afuera desde
análisis de las formas-de-vida del hombre. No se trata de estructuras significantes ni el que se explica, pero en relación con el lenguaje ¿cuál sería ese afuera?). El que sea
de semiología, sino de un funcionamiento situado: "El significado de nna palabra es su una donación correspondería a "lo místico" del Tractatus.
uso en el lenguaje", "Llamará también «juego de lenguaje» al todo formado por ellen-
guaje y las acciones con las que está entretejido" (Investigaciones filosóficas, 43 y 7). "La filosofía expone meramente todo y no explica ni deduce nada. Puesto que
todo yace abiertamente, no hay nada que explicar"; pero ese "yacer abiertamente"
El lenguaje no se aprende. Ni un animal "originario" ni un niño aprenden a ha, planea problemas, pues en caso de ser así no se entendería el trabajo analítico de
blar: ¿cómo un animal sin lenguaje-humano habría podido crear el lenguaje?, ¿cómo Wittgenstein: siempre estuvo todo-abierto, pero no obstante el hombre insiste en
un niño aprendería el lenguaje si no tuviese ya el lenguaje? (Y si lo tiene no puede describir-explicar ese todo, precisamente por su abertura, por su incolmabilidad
aprenderlo: ¿qué puede significar en este sentido la expresión "aprender a hablar"?) (alrededor de este espesor de lo dado se articula el des-encuentro de Wittgenstein
Aquí es imposible una explicación causal. Así como ninguna abeja inventó su dan• con el psicoanálisis). ¿Se puede sólo exponer, sin que la exposición no implique algo
za para informarles a las otras abejas del lugar donde hay alimentos, de igual modo más, sin que la exposición no esté sostenida-por y apunte-a algo? ¿La descripción
ningún pre-homínido inventó el lenguaje. La palabra donación apunta al hecho de no pone en juego una ontología?
la emergencia del lenguaje.
~'Lo que acaso esté oculto no nos interesa'); el "acaso,, plantea una duda: puede ha-
Chuang-tzu dice: "El propósito de las palabras es transmitir ideas. Cuando las ber algo oculto; y de darse este caso efectivamente es casi incomprensible que a uno
ideas se han comprendido las palabras se olvidan. ¿Cómo encontrar un hombre que no le interese: puede decirse, por el contrario, que si a la humanidad algo le interesó
haya olvidado las palabras? Con ése me gustaría hablar''. a través de toda su historia fue eso "oculto". Respuesta: sí, pero, en la medida en que
238 239
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS NOTAS AL DIALOGO SOBRE WITTGENSTEIN
lo oculto está oculto, no puede haber eso oculto, y cuando deja de estar ocult .. ·. • En [{ /inguaggio e la marte Georgio Agamben se refiere a la significación del pro-
· · m
es tá ocu1to; pueden eX1st!r · fi m·dadde cosas, pero mientras
· no aparezcan no o,ya
. mbre en un sentido que aquí nos interesa destacar: "El pronombre se sitúa [... ] en
., .. , . . . '( eXtst
¿para qmen eX1stma esa eX1stenC1a que no extster a Freud: ¿por qué decir que . • no límites de la posibilidad del lenguaje: ello significa, de hecho, la pura esencia en
hechos expresan una cosa-oculta llamada inconsciente? lo que hay es ¡0 que h;s; jsprimero y más allá de cualquier determinación cualitativa"; este "descubrimiento",
o: n + 1 + 2 + 3 ... , ¿por qué presuponer que hay un i constante e indecibl y, ;a!izado por el gramático alejandrino Apolonio Discolo en el siglo 11 d.C., "tuvo una
,.' e,qu~
causa den, n + 1, etc.?) (Este presupuesto es metafisico.) r¡ttportancia determinante para la lógica y la teología medieval"; los pronombres "son
-'"'':/:<> "
; más próximo a la esfera de la trascendencia", pues "el pronombre es la parte del
. , Hay un oc~lto que puede dejar de estar o:ulto y hay otro oculto que por defi~!}f
0
·. discurso en la que se efectúa el paso del significar al mostrar: el puro ser, la substantia
c1on no podna de¡ar de estar oculto, que sena mconmensurable en relación . ;¡ indeterminata que ello significa y que, como tal, es en sí insignificable e indefinible,
hom bre, as1' como po d namos
, dec!f
· que el teorema de Godel es inconmensur cone!
., ablee11·· se vuelve significable y determinable mediante un acto de «indicación». Por esto los
re1ac1on con una tortuga. Este oculto-inconmensurable no puede ser ob¡.eto · • •.· pronombres permanecen nu/li e vuoti''. En nuestra época, Ro man Jakobson introdu-
.
h ombre, porque no es ob¡eto. parae!·
No obstante puede suscitar efectos, no como det · • jo la noción de shifters, que "in~ican, en tod~ acto de palabra, su pura instancia, [y]
.ó . . . ~
naci n smo como m1steno, como el denominado deus absconditus. constituyen (como Kant lo habia comprendido perfectamente atribuyendo al Yo el
estatuto de lo trascendental) la estructura lingüística originaria de la trascendenta-
"Para los hombres, lo eterno, importante, está cubierto con frecuencia con lidad". "El abrirse a la dimensión ontológica (el ser, el mundo) corresponde al puro
velo impenetrable. Sabe que allí abajo hay algo, pero no lo ve" (texto escrito por Wi~= haber-lugar del lenguaje como acontecer originario, mientras que la dimensión ón-
genstem en 1949). Sigue existiendo lo "importante'; que es "lo eterno", lo que" tica (los seres, la cosa) corresponde a lo que, en esa apertura, es dicho y significado"
se ve ", es dem · embargo en las Investigaciones filosóficas (435) dice quno
· 1o ocu l to. Sm
(p. 37). En la metafísica, concluye, "el tener-lugar del lenguaje (que el lenguaje sea)
"no hay nada oculto'; que "no hay nada escondido''. Evidentemente está hablandj es olvidado en favor de lo que es dicho en la instancia del discurso".
de dos cosas distintas: en los juegos-de-lenguaje no hay nada oculto, hay lo que ha •
lo oculto ("lo eterno, lo importante") es indecible, pero se muestra, diría el Tractat~ El desarrollo del Tractatus, dice Cacciari (Krisis, p. 101), "lleva a comprender la
El misticismo de Wittgenstein: el mostrar, en tanto iluminación abrupta al términd doctrina del significado y el análisis de la estructura de la lógica como límite de la
de una ascesis que es el ascenso por la escalera que menciona el Tractatus. expresión de los pensamientos" (subrayo pensamientos pues se trata del lugar que
decide el sentido del enunciado: más adelante dice: "Lo «místico» es precisamente
"¿Se puede pensar sin hablar?" (Investigaciones filosóficas, 327). El canto budista la experiencia del mundo como todo limitado" (y si esto es así es porque hay más
"~ensamiento que es no pensamiento", ¿qué significa? Precisamente pensamiento- allá del límite). Lo místico surge "cuando el enigma desaparece, cuando el problema
s~n-palabra. Pero ¿es posible vivir, experimentar, esta frase dicha? Un pensamiento científico de la forma de la proposición y de la lógica está completamente resuelto":
sm palabras es el pensamiento detenido en éxtasis: la palabra pensamiento señala algo "En consecuencia, no solamente el conocimiento de los límites del formalismo, sino
a lo que llamamos pensamiento, pero la palabra pensamiento.no es el pensamiento· el conocimiento del formalismo como límite, caracteriza la conclusión «mística» del
no hay pensamiento. ' Tractatus" (p. 103). Si lo que se pued~ decir con sentido son "las proposiciones de la
ciencia natural" (Tractatus, 6.53), entonces "lo «místico» es limitar las proposiciones
Digo río, pero de pronto eso inaprensible, a lo que de alguna manera señalo con «de sentido» a las de la ciencia natural" (lo místico, entonces, como el plus del límite:
la palabra río, avanza y suprime la palabra: lo que queda es eso; diría: eso-absoluto, lo mostrable [¿cómo podría decirse, por ejemplo, una pasión?]). Sin lo místico, "el
lo no-río, lo que sucede sin nombre, ahora, en mí (pero ahora y mí también son formalismo tendería siempre a convertirse en «todo», a presentarse como «verdad»,
palabras). Cuando se extinguen las palabras se da "pensamiento que es no pen- a eliminar de sí todo límite";y"en el momento mismo en que lo «místico» pone los
s~miento": eso a lo que llamamos pensamiento en cuanto no se produce la nada límites que la lógica ha formalizado, existe también el no-sentido de arrojarse contra
smo que se produce éxtasis (también esta es una palabra que no es la cosa: la cosa tales límites"; de este "asalto a los límites del lenguaje" no es posible ninguna deduc-
"éxtasis':). En lugar del pensamiento lo que queda es el pensamiento que es no ción: "este solamente es mostrable" (esto lo dijo el propio Wittgenstein en su carta
pensamiento; en lugar del dedo que apunta a la luna sólo queda la luna, ¡sin dedo a Russell del 19 de septiembre de 1919: "Su punto esencial [del Tractatus] está en la
y sin luna! teoría de lo que puede ser expresado a través de proposiciones-es decir, a través del
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NOTAS AL DIALOGO SOBRE Wrn'GENSTE!N
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
lenguaje- (y, lo que es lo mismo, pensado) y lo que no puede serexpres d 'J11 en el otro, es el mundo-dado). El "dass" de lo Místico "no puede ser discursi-
de proposIC10nes. . . d c 'd a oatr 0
te mostrado, en cuanto no puede mostrar una causa, no puede hacerlo entrar
smo mostra o. ons1 ero que éste es el problema c d' ,;•
fil oso fi a") . " «M'1stICo»,
. en camb'10, es la c1andad
. con la cual se advierte lar mal
d··· en.encia de la naturaleza [ ... ] sólo puede indicarlo: eso, que es, se da, «es gibt»".
. " E 'd h
que ab raza el lengua1e. n este senil o ay que interpretar la frase "Nad
o no- e ª"
ra Begel no hay separación entre el cómo y el es (de ah'1 que "l a '.mpensa
. b'l'd
1 1 ad
que música»"; y también lo que dijo Rilke refiriéndose a la poesía de Trakl~ ,~s ta separación [en cuanto absoluta] está en la base del pensamiento teo-lógtco
de líneas · U• e:líano"). Sólo estableciendo desde el "Inicio" la separación Dios-Revelación "po-
. marcan el .límite de lo infinito indecible: así están hechos estos versos g os pensar perfecta la distinción entre Dios y mundo" sin concebir a Dios como
setos vivos en una l!erra en la cual la parte delimitada se une continu amente a'
llanura tan grande que no se puede imaginar sus confines''. ~:a inmediatez, fa.cticidad", pues esto último llevaría nuevamente a la dialéctica
egelíana al hacer Dios = que el mundo sea = como es el mundo.
En Dell'Inicio Cacciari retoma, de manera más sucinta, el problema del ,
en W1'ttgenst em,· opomen · d o "!as cé¡eb res e incomprendidas últimas prop ornis
· · .>• Bn Infanzia e storia, Giorgio Agamben llama experiencia al hecho de que "el
del Tractatus" a la teología de Hegel. La proposición "Dios no se revela en ¡osicio J11bre no sea siempre hablante, que haya sido y sea aún infante", y agrega que "la
(6:432 ) mega
· . e mun eriencia, en cuanto límite trascendental del lenguaje, excluye que el lenguaje
que la revelación se produzca en el mundo, pero no niega Ja revela(
peda presentarse a s1' mismo
. como lotal'd
i ad y verdad", por que '" s1 no fu ese por 1a
Dios-dice~ no se revela en el cómo es el mundo sino en el hecho de quesea (6.44);·enl'+i"
el se~tir m1st1co (6.45) ~~que el mundo ~ea: "Es en lo Místico (entendido como:illf~, eriencia, si no fuese por la infancia del hombre [ ... ] el lenguaje se pondría como
sentir) y no· en· una relac10n causal cualqmera («como» el mundo es) Ja cual · •.:c0:;;•. lugar en que la experiencia debe volverse verdad". Luego introduce ~l t~ma d~ "'.'itt-
d · . , siempre,;¡.•. nstein: "Lo que Wittgenstein, al final del Tractatus, pone como hm1te «m1stico»
es un omimo e 1a ciencia de la naturaleza, que Dios se revela. Pero este rev l •.\•i§.•
d
no es un expresarse discursivamente sino un mostrarse. Lo inexpresable no e:s!~~~'.~n ellenguaje [ ... ] es simplemente la infancia del hombre. Lo inefable es en realidad la
plemente un arcano, así como Dios no es simplemente irrevelable. Lo inexpresalíl~t·g•} 'µfancia. [A la imposibilidad del límite Wittgenstein la llamó lo "místic?''; la ~et~r
a pesar de todo .se mu~stra'. es lo Místico" (p. 228). (Lo místico no es algo-ente sintj':'·i: inación y la significación no pueden cubrir todo; el no-todo es esencial; el hm1te
un estado espmtual--extas1s- suscitado por el hecho -en este caso absoluto-de qii~:·~;·; ñala, por una parte, lo significado (el mundo), y por la otra el plus-de-significa-
el mundo sea). No se trata de un simple sentir el mundo (todos sentimos , de una;:<+,;;i;J,; : lo mistico. El límite no-es determinable: se trata de una fantasía (real) siempre
e .. evanescente e inestable]. La experiencia es el mystérion que todo hombre instituye
u otra iorma, e ;i:undo ), sino de sentir que es; esto es lo místico en cuanto prod\i~~',
1
ce ~n efecto espmtual. Este punto no queda claro en la investigación de Cacciarf~·:. por el hecho de tener una infancia" (p. 49); y el misterio se vincula con la muerte
lo mexpresable no es lo místico; lo místico es el estado-espiritual producido por.le{ ("morir, teleután, y ser iniciado, teleisthain, es, según Plutarco, la misma cosa"): "in-
Inexpresable; ~e. ahí la proposición "Sentir el mundo[ ... ] es lo místico" (6.45;•y92,;· .duso el elemento que todas las fuentes concuerdan en considerar como esencial, y
subrayo; lo. mistICo es una forma de sentir; es la palabra que se usa para expresar:~f'i<:.. del que deriva el nombre mismo de «misterio» (de mu, que indica estar con la boca
e:tado particular producido por el sentimiento de que el mundo sea. Según Cacciáfu'/ cerrada, un quejido), es decir el silencio, es lo que todavía no ha encontrado una
n este con1unto.de proposiciones superan cualquier teodicea (como Dios pensadd;:, ·explicación satisfactoria. Si bien es cierto que, en su forma originaria, el centro de la
demostrado: racionalmente), y, además, "toda pretensión de fundar la articulació'li' ·experiencia mistérica no era un saber sino un padecer [.,,] y si este páthema estaba,
de la Revelación, de deducir el cómo del mundo''. Considera Jo místico como uliá en su esencia, sustraído al lenguaje, era un no-poder-decir, un gemir con la boca ce-
región ontológica le permite a Cacciari sostener que si Dios se revela idéntico a "fo . rrada, entonces esta experiencia estaba muy próxima a la experiencia de la infancia
que el sentir Místico muestra: que el mundo es" (pero esto no es así, sino a Ja inved;, del hombre en el sentido ya visto", infancia "misteriosa" que irá convirtiéndose en
sa: el hecho de que el mundo sea suscita el estado místico -de éxtasis-), entoncé~ un secreto custodiado por el juramento de un "silencio esotérico''. Desde esta pers-
se vuelve supeiflua la distinción entre el cómo y el es del mundo, y por Jo tanto .sé pectiva se abriría un inesperado campo de análisis tanto de lo "místico" como del
" ) ' ....
'silencion wittgensteiniano.
1
pregunta ¿cómo podemos plantear una separación absoluta entre las dos dimen'
siones?" (mas no se trata de separación absoluta, por Jo siguiente: ¡)el mundo esy
es "independiente de mi voluntad" (6.373); 2) este hecho puede producir al menos Es posible que el pensamiento que es no-pensamiento se dé cuando se llega al
~os a~l!tudes: a) buscar su forma, o el cómo es este mundo que es; b) hacer sentir el término de la escalera y se sigue subiendo, como relata la historia zen; la escalera es el
extasis suscitado por el hecho de que el mundo sea; pero la base, tanto en un caso lenguaje; más allá del último escalón es más allá de la última palabra, Cuando se sigue
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS NOTAS AL DIALOGO SOBRE WrrrGENSTEfN
subiendo, se llega al pensamiento que es no-pensamiento: "la mosca d .) forma el acontecimiento en algo totalmente distinto. Todo está aconteciendo,
. w·1ttgenstem;
dice · se 11ega ("11egar" es una metáfora) al silencio de la sa1•e . el fr · n;y el río son lo mismo aconteciendo en lo mismo; siempre es el mismo acon-
. m1st1ca· al
mento en que el Buda levanto una flor como forma suprema de su b'd ', . o total que más allá de las palabras acontece (la "red de lndra": en cada cosa está
.. mu: e1hecho desnu do. Las palabras son esenciales son 1sa i Una·
que Josh u d!JO er pues no hay ni cosa ni todo). Lo mismo
· ocurre con cua1qmer · pa lba ra; si· se
1o esencia
'ldl e o esencia'l es elb 'aescaler
a andono de las palabras: el seguir sub· d · :;a, por ejemplo, en lo conocido y en lo desconocido a lo que remite la palabra
de1u'lt'1mo eseal.on; w·1ttgenstem
. d'ice: "Las palabras son como una p' 11enb o de "se puede comprender la distancia insalvable que separa a eso que se llama "yo"
" . b' . IBOO~~
profudn a , segmr su 1endo equivale al acto de zambullirse en esas ag
uasprofu ¡~palabra yo. Dios, ser, mundo, yo, palabra, infinito ... son señales, signos; pero
más son lo que son: el dedo que señala la luna no es la luna, pero es un dedo,
El Sutra diamante es un diálogo entre Buda y Subhufr su "obJ'ef " • ola palabra "dedo" sino el algo mentado por la palabra "dedo''. El lenguaje señala
. dd d ' ivoespro
cir un esta o e no- iscurso. En realidad no se trata de Buda ni de s bh · . simultáneamente es una inmensidad que no señala nada y que tiene, como todo,
. " del absoJuto, en el doble sentido del genitivo· el absolutU UllsJíi
1a expos1C10n 1
. . · oesoq a nombre que no puede ser la cosa.
expone y al mismo tiempo es quien expone. El-absoluto-Buda dice· "El · ·¡¡·
.
d e este d iscurso • • · s1gm
esta mas allá de lo concebible"; dice: "Incluso la enseñanza de Aeso que acontece ("lo eterno" o "el agua profunda") le pongo un nombre ("una
hay que abandonarla'', porque no hay Buda; pues si la verdad "es incontenibl · ·••••· ief') y así establezco una diferencia inconmensurable: la palabra "río" transforma
presable. Ni es ni no es'', el Buda no puede tener ninguna enseñanza que t e e U: ¡ ··puro sonido, en pura idealidad, una infinitud real. La palabra "río" no dice nada
"L r · ransmi
a re 1g1ón de Buda no es la religión de Buda''. El texto muestra la imposibilid este río al que estoy mirando y que no es esa serie de sonidos que conforman
captar lo absoluto; va girando sobre sí mismo y simultáneamente dice una cosa< palabra "río" sino eso realmente innominable; diría eso-que-emerge, eso que
otra, lo afirmativo
. • . y lo negativo,
. el no y el sí de lo afirmativo y de lo negativo,no s griegos llamaron presencia. Eso es algo vacío; una suerte de espejismo al que
una suces10n smo en e1.mstante: en un sentido la religión de Buda es la religión(: enominamos de infinitas maneras sin jamás tenerlo. Río: agua, peces, algas, pie-
Buda, pero en otro sentido.< el_ del absoluto) no hay ni Buda ni religión; pero ·.· dras; pero esta agua (y esta agua no es la palabra "agua") está formada por átomos,
porque no hay Buda m rehg10n, hay Buda y religión de Buda. Se trata, en sín electrones, que a su vez no son átomos y electrones sino estos átomos y electrones;
de los nombres: la perfección, la sabiduría, lo absoluto, Buda, el mundo, Jos ada alga es esta alga; lo mismo que este pez escabulléndose entre mis dedos es
humanos, son nombres: se llaman así, dice insistentemente Buda. y cuando Subhtii.í<?'•• un pez real, particular; sus escamas son estas escamas, sus ojos son estos ojos. No
lo comprende estalla "en llanto": comprende que la realidad absoluta es "merame~ :,::•
7
te un nombre'', Yesa co:nprensión lo libera de "la idea de un ego-entidad, de la idé~• •..,. .•.
hayrio, ni palabra, ni espíritu, hay esto; no hay recuerdos, hay esto-a-lo-que-llamo-
recuerdos (yo, ayer, comiendo moras); y en ese sentido no hay pensamiento, ni
~e personalidad, de la 1~ea de ser, de la idea de una personalidad separada''. Bu<f~f¡;~•· 'amor, ni alma, ni nada. Luego, ¿qué es aquello que nombra la palabra? Es impo-
Con respecto a cualqmer sistema declarante de la verdad, diremos que Ja verda(f··,,: sible decirlo pues todo lo que se diga serán nuevas palabras, pero la cosa seguirá
no e~, ~~clarable; po.r lo tanto «una expresión de la verdad» es sólo el nombre que ~e'•·i indecible, o vacía, o no-cosa. Si uno pudiera trascender el puro uso comunicativo
le da ; Los «seres VlV!entes» no son realmente tales, sólo se los llama así"; "Subhut/•:/ de las palabras, llegar a esa palabra que no es la palabra de la comunicación y de
las p~labras no pueden explicar la verdadera naturaleza de un cosmos"; "en cuaritd la información, se encontraría en unidad con todo ("uno-todo", decía el viejo He-
a las 1de~s, el Tathagata declara que en realidad no son tales, se llaman «ideas»''. Et ráclito) y todo sería tal como es si uno no es.
Buda utiliza palabras, pero no hay que atenerse a las palabras, también aquí las p~-;
labras son una escalera: ¡atención! -nos dice- no hay que caer en la trampa de las: La paradoja es que al mismo tiempo que la palabra nos hace ser nos separa del
palabras, no hay ser, no hay Buda, no hay hombre, no hay iluminación; todas eslis ser. Cuando esta separación, que nos permite ser en cuanto seres-de-palabras, se ab-
son palabras Ylo que hay es indecible, lo que se dice son señales· las señales son el solutiza, cae en el olvido el significado fundan te de la palabra y el hombre se enajena.
fruto viviente de la compasión. ' Al sostener que "estamos en lucha contra el lenguaje'', Wittgenstein se refiere a esta
reificación del carácter representativo del lenguaje. Trascender el lenguaje significa
• Miro el río; digo "río"; el río deja de ser cuando digo la palabra río. Eso no es un ir más allá de todo lenguaje referencial, comunicativo, "científico", hacia esa palabra
rzo: .es algo que acontece sin palabras. La palabra "río" vuelve al río una palabra. Eso que es silencio, que no dice nada, que no informa de nada, como "estrella del alba",
haCia lo que señala la palabra río "está" fuera de la palabra "río''. La palabra "río" o como "Dios)).
244 245
e·>:-
L~s dos caras de la palabra: una es una revelación; la otra sir •· .;. La reacción contra los juegos-de-lengua es una reacción del orden y de la jerarquía
para informar; ambas son formas de la misma pal b b ve para comutji trala supresión ontológica de sus estructuras: podríamos decir que el desorden de
ambas hay una dialéctica de vida y muerte. a ra, am as son esenciales. E!\\ juegos implica más una armonía que un nuevo tipo de orden. "Sabrían que lo que
sotros llamábamos esquizofrenia era una de las formas bajo las que la luz empezó
Nunca Wittgenstein fue más místico que en lo ll .·¡· aparecer a través de las fisuras de nuestros espíritus cerrados" (Ronald Laing).
dice que el lenguaje, que el mundo, ya están .,.,odo squute sbe .ama su segundo per(
('r . )) . j.1 ra ªJº anal"f , -
a impiar el lenguaje de sus incrustaciones metafísicas. i ico está destm~. ¡¡¡¿:·• La poesía, como actualización de la polifonía del habla, de su ambigüedad, desli-
~itación y estado-de-abierto, desempeñó un papel esencial en el "giro" de la filosofía
Jfü~en~ue
esencia
Habermas sostiene que, según Wittgenstein "la místic d 1
se muestran al que enmudece, es el fin declarado del a ; . ~uno
yde.{(Íc?/,
'•t~j~¡·]; de Wittgenstein. Si hubiese un universal del lenguaje no habría poesía: al pertenecer a
una dimensión no-representativa ella se hace cargo de la donación, de lo innombra-
y que su último período se caracteriza por "elpathos d l d . ~~ahsis
filosófico...·.'.! ..•.·.•
.e a escnpcion pur [ ¡ · L ·
ble. Éste fue el límite del Tractatus: al pensar que existía un lenguaje que constituía el
a .. . qu~:,•;
apunta a alg 'lf núcleo real de toda variación, de todo decir-con-sentido (el sin-sentido sólo era tal
o u imo que se muestra por sí mismo".
en relación ·con un con-sentido), se clausuraba precisamente el espacio "abierto" de
Wittgenstein en contra del nominalismo· "L .'.••![ '¡o poético. La disolución de la unidad del lenguaje implicó también la disolución del
nificado, no está en lugar de algo sino sola . ta palabra carece totalmente de sigf. sujeto en cuanto sustancia. Tal es la deriva última de las Investigaciones filosóficas.
I; · l ' men e «muestra>> -en - "·
ogica»- a «forma lógica» del lenguaje y del mundo" Si la 1 b cuant~ «consta.nte
de algo con la palabra tendríamos el algo (el , . i
pa a ra estuviese en lugar Cortar en dos a Wittgenstein, calificar a su primer período como místico y a su
c~~ ~ío" tendríamos el río. ¿Pero qué tenem~;~~~ ~ag;af:~r~e,~:rr;,º~ es la palabra)i segundo período como científico, significa ignorar el impulso más profundo que
no. na señal hacia eso a lo que llamamos río y h ac1a
. lo que la hace
10 s1 señal.
no tenemos·e.·1··.'
•
sostiene su trabajo teórico. Su mayor misticismo pertenece al segundo período, al
momento "abrupto" en que la mosca sale dél frasco, al momento en que habiendo
es
1!%~~~~:~~ndo el Tractatus podríamos decir que el hecho de que el lenguajes:
llegado al último escalón de la escala la criatura sigue subiendo por el vacío de la
ausencia de lenguaje, en una subida incomprensible, porque en realidad vuelve a la
tierra y es igual que todos, sólo que ahora "los pies se separan del suelo ligeramen-
¿Cómo vive quien ha superado los . . .
<lamento, origen fin causa dios p.rmc1p1~s metafísicos de ser, verdad, func te" (Suzuki).
metafísica transc~rr: en el ;olo pl:~~-tse~J~to, º1·b¡eto'. esencia? ¿La superación de la ¿Wittgenstein escribió sólo para los especialistas de la llamada "comunidad" filosófi-
l 'd . onco- 1terano y no tiene . r .
a v1 a misma? Para Wittgenstein la su eració , . imp icancias para ca? El texto no es para nadie pero nadie es cualquiera, o un todos potencial (así el texto
transformación radical del hombre· . lph b n de la ?1etafís1ca debe producir una. no es de autor ni de lector: nadie puede apropiárselo porque es un puro espacio ... ).
. s1 e om re sigue igual la m t f! . .
para que no haya metafísica no deb h b h b . ' e a !Slca sigue igual;
(hombre en cuanto centro sustanciale a er º?1 re. $1 hay hombre, hay metatisica ¿Es posible pensar que un mundo sin metafísica sigue siendo este mundo,
que consl!tuye y da Sentido).
como si la metafísica no tuviera nada que ver con el mundo? Vivir en un mun-
. La resistencia filosófico-matemática contr 1 '" . " do sin centro (sin orden, sin jerarquías y sin referentes ontológicos) como es el
c1a de la unidad con sentido (el se t 'd ª
os ¡uegos de lengua¡e es la resisten- mundo de los juegos-de-lenguaje, ¿no implica una total transformación de las
dios) contra la multiplicidad Des n \ ~º7 º ugar, ya se trate del yo, del alma o de
1
0 1
"formas de vida"? El de Wittgenstein es un lenguaje-sin-lenguaje y un mundo-
de la multiplicidad de"¡' · ,, cons hru1r e enguaje-uno mediante la puesta-en-acto. sin-mundo; ésta es la fuerza mística de lo que hemos llamado pensamiento que
. uegos es un echo que transfo ,l l
smo el mundo· vale decir la met f . rma no so o e pensamiento
genstein habl~ba del pa~el "teraª ;~~i~~~~o sistema-~e-la-~ociedad. Por eso Wítt,
es no-pensamiento.
meta.física, que es forma-de v'd ph e e su filosofia, temendo en cuenta que la Las imágenes que Wittgenstein utiliza muestran el anverso de la centralidad del
· - 1 a, a eUtermado al lengua· .
para curarlo, hay que combatir e d d , . ;e, Yque, en consecuencia, lenguaje en su trabajo analítico. Mientras más profundiza en el misterio del habla,
1a eUterme a metafis1ca.
más siente la presencia-sin-presencia de eso de lo que dijo que era imposible ha-
247
246
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS NOTAS AL DIA!.OGO SOBRE Wn'TGENSTEIN
blar. Al afirmar que el objetivo de la filosofía es "mostrarle a la mosca la salid " En Wittgenstein existía un fuerte rechazo a hablar de lo que no se puede hablar,
botella" (Investigaciones filosóficas, 309), o al decir que estamos en guerra coa simultáneamente sentía que era en ese punto preciso, en esa imposibilidad o
lenguaje, Wittgenstein enunció algo esencial: primero, que el lenguaje no
pues si fuese todo no se comprende de qué manera sería posible salir de él 0
e: 0
ite", donde la realidad, es decir el mundo y el lenguaje, se descomponían dando
r al éxtasis, que es una dimensión vivida pero innombrable, pues lo que nom-
contra él; segundo, que se debe tratar de salir de él (enunciado éste que casi a siempre está más acá de la experiencia. Y también aquí es posible visualizar
re la validez de un principio). Eso desconocido hacia lo que nos proyecta la ra impronta de la tradición judía, para la cual el nombre de eso es inarticulable
mística y poética es lo que irrumpe en la propia palabra produciendo el suc~s ipronunciable: si Dios es sin-ser (y ésa es también una vieja tradición del cris-
metafísico del más allá de sí que es el éxtasis. · ismo ), ¡cómo podría tener nombre?, ¡cómo podría llamarse de algún modo,
duso Dios?
E,n el fond? del intento teórico de Wittgenstein hay una profunda semejan
la m1~tica !,ud1a. Ricardo Fost~r, en su libro sobre Walter Benjamin, sostieneq Sólo reconociendo las dos caras del lenguaje es posible resolver la aparente con-
cabalistas se ocuparon obses1vamente por encontrar las fisuras, los pliegues qu'· dicción de los enunciados donde Wittgenstein habla, por una parte, de salir del
.. 1 , e
perm1tleran atravesar e muro de las palabras para saltar hacia esa otra dimens· · guaje, y por otra, de que "todo ocurre en el lenguaje".
Este saltar es lo decisivo; el lenguaje falla, y es por esa falla que se puede saliJi
mosca!) hacia el más allá (en el sentido de Dante: "la luz de las significaciones , Walter Benjamin expresó bien ambos aspectos señalando que ( 1) "La lengua es
mas está más allá del lenguaje") sin más allá, o: lenguaje sin lenguaje, pensamif na realidad última a considerar sólo en su despliegue, inexplicable y mística" (la
sin pensamiento; lo que equivale a decir, como dijo el maestro Dógen: "En to'. ua considerada como efectualización del infinito, o como lo abierto que posibi-
extensión del universo nunca ha habido nada oculto". itaelsalir a lo trascendente innombrable); y (2) que "En el interior de toda creación
ingüística se registra el contraste de lo expresado y lo expresable con lo inexpresa-
Wittgenstein: "Chocar contra los límites del lenguaje, eso es la ética" (car le e inexpresado". Por una parte, la lengua convertida en una "jaula" donde sólo se
1929); pero en ese límite está, además de la ética, el arte, la mística y el eros. La tercambia "información" y, por otra, la lengua (en la misma lengua) como un todo
está "calcada'; en su espíritu "vienés'; de otra de Karl Kraus, donde éste dice q bierto que no puede decirse significativamente pero a la que todo alude, pues sin
menudo se encuentra "cerca de la muralla del lenguaje ... me golpeo la cabeza e se todo-abierto-que-es no habría ningún tipo de comunicación. Porque reconoció,
la muralla del lenguaje ... Entonces me retiro con la cabeza ensangrentada. Yquisi digo con las palabras que George Steiner pronunció refiriéndose a Hólderlin, "la
ir más lejos''. Esta imposibilidad fue sentida trágicamente por Wittgenstein, potencia total del lenguaje ante el resplandor y el secreto de lo inefable'; es que
sin embargo pudo, en excepcionales circunstancias, superarla. ittgenstein llamó a luchar contra el lenguaje, contra los juegos-de-lenguaje, enten-
didos como '<jaula'), como ((trampa caza-moscas'), y no, digámoslo claramente, contra
Siempre fue conmovido por la zona "misteriosa" que golpea desde fuera contr e!lenguaje del poeta o del místico, lenguajes que se abandonan a sí mismos al enun-
límites del lenguaje; de allí la fascinación que ejercían sobre él la música y lapo ~iarse, iluminando así la vida de los hombres: "un canto que nadie puede entender
Es en ésta donde el lenguaje, más allá de su función comunicativa, se vuelve sob balmente pero gracias al cual somos dueños de enigmas" (Stefan George).
mismo "iluminándose de inmensidad'; según el poema de Ungaretti.
El hombre es lo que es (como Dios en el relato de Moisés); pero al ser lo que es,
Seguramente hubiera compartido la frase de Borges según la cual no existen' es lo otro: el no-ser o el más-allá-del-ser. En las "grandes pruebas del espíritu'; como
guna sílaba que no sea "el nombre poderoso de algún dios", si por dios entende las llamó Michaux, se produce la superación del sujeto como trascendencia en acto.
el Dios perdido, el Dios que no es, o eso que desde siempre sopla en las criaturas; Ese estado-de-trascendencia en que acontece algo así como absoluto no es un esta-
nombre desarticulado e interminable, la sola "primera letra" que crea todo: n~ ·do pensado sino vivido con una extrema intensidad sin conciencia: no inconsciente
lenguaje que dice sino el que no dice, y que precisamente por no decir puede e •sino transconsciente. Este punto en que se desborda al sujeto y al objeto es lo real:
lo que es ("ellos descubrieron que el libro divino estaba escrito sobre la .no la realidad empírica, ni lo invisible de lo visible, sino algo que (es) ausencia acti-
las palabras del libro sólo eran vocablos que buscaban, en vano, decir la Na.da":esi.:; va, próxima al orden de lo luminoso, y ni siquiera eso: a la imposibilidad por exceso
cribió Edmond )abes). de nombre. Sólo el que ha vivido esa experiencia que trasciende al sujeto-objeto
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
Cuando Wittgenstein dice que lo que cuenta en aquello que hace es su inten;<Í
"persuadir a las personas a que cambien su estilo de pensamiento" ( 1938), mue
el carácter fuertemente ético de toda su obra, pues cambiar el "pensamiento" es ·
tarea que trasciende los marcos estrictos de la filosofía; para Wittgenstein cafü
el pensamiento es igual a cambiar el mundo, un acto espiritual necesario perti'
está más allá tanto del pensamiento y del mundo como del espíritu. Nadie p
subir la "escalera" por otro; cada uno es la "mosca" que por sí misma debe apre :
a volar para salir del frasco lanzándose a la intemperie.
"Como debemos atravesar ese muro, pues no sirve para nada golpearlo El Tractatus comienza con una frase enigmática: "Quizás este libro sólo puedan
te, debemos minarlo y atravesarlo con la lima, lentamente y con paciencia, prenderlo aquellos que por sí mismos hayan pensado los mismos o parecidos
entender" (Van Gogh). ·. nsamientos a los que aquí se expresan". Esta exigencia me parece que constituye
mayor dificultad; no una dificultad formal sino espiritual: el libro no está escrito
Seguramente a Wittgenstein lo hubiera apasionado La puerta sin puerta de iendo un ascenso demostrativo sino que de entrada exige una situación espi-
mon Ekai, ya que también sus Investigaciones filosóficas son un libro de artes al "extremadamente elevada'; como diría Nietzsche, a partir de la que extrae su
de locura. opio orden conceptual. Si no se capta ese punto extremo, resulta imposible entrar
el sentido del libro. No hay razonamientos intermedios; vale decir que no hay
Una historia zen: "Si hablas -dijo el Maestro- te equivocas; si no hablas tam 'mprensión sin una experiencia similar. El libro transcurre en el límite del ascenso,
te equivocas. ¡Habla! ¡Habla!". ·· 'to el ascenso como tal ha sido suprimido (¿o tal vez lo constituyan sus notas, sus
ademas, la vida misma de Wittgenstein?).
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CODA
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
por otra parte. [ ... ] Pero sin embargo creía que en el futuro se podrían ind' ' Qsurna de acontecimientos en el espacio lógico. "Es fácil deducir (de allí). que el
proposiciones elementales''. i do del Tractatus no es el mundo de la descripción causal, y que por lo tanto no
fa!a--O no esencialmente- de un mundo espacio-temporal. [... ] Pues el espacio
La posibilidad de la proposición descansa en el principio de la represe 'cono se confunde ciertamente con el espacio empírico de la experiencia sensible
de los objetos por los signos. -Mi pensamiento fundamental es que "las cn n el de una teoría física:''
tes lógicas" no representan. Que la lógica de los hechos no puede ser repres~
(Tractatus, 4.0312) "experiencia", de la que tenemos necesidad para entender la lógica, no es que
ocurra de tal y tal modo, sino que algo es; pero esto no es experiencia. -La lógi-
Lo esencial reside en la teoría sobre lo que puede ser dicho por medio d · recede a toda experiencia -que algo es así. Es antes que el cómo, no que el qué.
posiciones --es decir, por medio del lenguaje (y, lo que viene a ser lo mismo,ei 52)
lo que puede ser pensado)- y lo que no puede ser expresado con la ayuda d
posiciones, ya que sólo puede ser mostrado. Éste es, creo, el problema esencia' este texto fundamental: "La proposición no puede representar la forma lógica;
filosofía. (Carta a Bertrand Russell, 18 de agosto de 1919.) eja en ella. -Lo que en el lenguaje se refleja, el lenguaje no puede representarlo.
que en el lenguaje se expresa, nosotros no podemos expresarlo por el lenguaje.
"Estimo que es imposible, incluso en mi libro, decir algo sobre lo que ha proposición muestra la forma lógica de la realidad. -La exhibe." (4.121). No se
sentado para mí, en mi vida, la música. ¿Cómo esperar entonces que alg · a de un mundo monádico, sin correlato; pero éste, la figura, pertenece a un orden
comprenda?" (de una entrevista realizada en 1949). Esta frase es enigmáti no es el de la simple similitud: "El disco gramofónico, el pensamiento musical,
tal vez pueda servir de acercamiento a la comprensión: el Tractatus debe pe otación musical, las ondas sonoras, están todos, unos respecto a otros, en aque-
en el espacio no representativo de la música. interna relación figurativa que se mantiene entre lenguaje y mundo. A todo esto
omún la estructura lógica" (4.014). Lejos, pues, de una similitud realista; y lejos,
. Quien mejor lo dijo fue él mismo: "Este libro fue escrito para los que.si bién, de cualquier solipsismo ingenuo. En el 4.12 agrega: "La proposición puede
simpatía por su espíritu. Es un espíritu completamente distinto al de la gf esentar toda la realidad, pero no puede representar lo que debe tener de común
rriente de la civilización europea y americana en la que vivimos. Ésta se man'' .Ja realidad para poder representar la forma lógica. -Para poder representar la
en un progreso consistente en elaborar estructuras más y más vastas y compJ a lógica debernos poder colocarnos con la proposición fuera de la lógica; es
la primera aspira a la claridad y a la limpidez cualquiera sean las estructuras,••. ·,fuera del mundo". Y en el 6.124 dice que "las proposiciones lógicas describen
El espíritu de la civilización occidental yuxtapone una construcción tras ot(é mazón del mundo o, mejor, la presentan. No «tratan» de nada, presuponen que
levanta casi de grado en grado, mientras que el espíritu de este libro per · ombres tienen significado, y las proposiciones elementales, sentido; y ésta es su
donde está y siempre trata de comprender la misma cosa" (Wittgenstein, 19 xión con el mundo" (a las afirmaciones de este parágrafo Wittgenstein las cali-
espíritu de la música. de "decisivas"): "Decimos que en los símbolos que utilizamos algunas cosas son
''trarias y otras no. La lógica expresa solamente esto último; pero esto significa
A través de las proposiciones del Tractatus salir de las proposiciones del Trt en lógica nosotros no expresamos por medio de los signos lo que queremos, sino
tus ("tirar la escalera después de haber subido"): "Debe superar estas proposici en lógica habla la naturaleza misma de los signos esencialmente necesarios". Y
entonces tiene la visión justa del mundo" (6.54). Pero ¿qué es el mundo?:"EI .adelante: "La lógica no es una doctrina, sino un reflejo del mundo" (6.13): un
es todo lo que acaece" (l.); "El mundo es la totalidad de los hechos, no de las jo, digamos, musical.
( 1.1) (de los sucesos; traducir por hechos puede hacer pensar que se trata de
cho y no de acontecimientos); "Los hechos en el espacio lógico son el mundo" (\1 'Cómo es posible que la lógica, que todo lo abarca y que refleja el mundo, use de
"La total realidad es el mundo" (2.063). Pero a la comprensión de los concepto.s .especiales garabatos y manipulaciones? Sólo porque todas están unidas por una
se llega a partir de la dimensión musical: sólo acontecimientos (sucesos, hechos a infinitamente fina al gran espejo:' (5.511). ("Es decir un espejo de lenguaje,
objetos aislados. Los acontecimientos en el espacio lógico, en el espíritu, son el
do (no en un espacio físico). Realidad no es espacio-tiempo físico, ni realidadfís Joachim Schulte1 Lire Wittgenstein. Dire et montrer, Combas, Éditions de L'Édat, 1992, p. 59.
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS CODA
cuyo carácter lógico refleja el mundo y hace que sus oraciones individu ¡ ,. En la Carta VII Platón sostiene que hay un "algo" que de "ningún modo es de-
qué cosas hay en él'; comenta G. E.M. Anscombe). a e.s. e" 0 escribible; no porque esté prohibido decirlo, sino porque la cosa misma
'fo que se trata es indecible. Massimo Cacciari, comentando este texto, sostie-
"Sobre este punto [la no e~iste.nda de metalenguaje J las Investigacion ;"Ni en los nombres ni en las imágenes ni en los discursos puede haber solidez
manecen fieles a una de las tesis pnnc1pales del Tractatus, y más precisame' · '1;cada uno de los «cuatro» y todos en su conjunto siguen siendo algo oscuro,
«misticismo» lingüístico del Tractatus: la lógica del mundo es algo que se !lo por una razón esencial: se refieren a las cualidades de las cosas, y tienden a
fiesta en el uso del lenguaje, pero que no puede ser de ninguna manera el ablecer relaciones entre las diversas cualidades de éstas, mientras que el alma
' " 2 "[]11''
por e11_enguaJe. : .. .ª o.g1ca representa to di
o o que precede a Ja experie ca qué cosa sea la cosa, aquello por lo cual el ente sea absoluta e incondicio-
lo a prwn. La expenencia solo puede proporcionarnos un universo fácf mente sí mismo. Toda definición define necesariamente al ente mediante algo
. fl oc
tal universo ata en un espacio de posibilidades constituido a priori. Al · ··· tinto de sí, mediante el lógos que lo refiere a eso que él no es: nunca podrá intuirlo
. ¡¡·· 11
!lempo que a og1ca revea a estructura del discurso fáctico, manifiesta tani m1 nunca podrá «tocarlo») según su propia singularidad. El alma busca «lo primero»
la estructura de la realidad, que es reflejada por tal discurso. Estas dos estruc ' ~!principio primero por el cual el ente es lo que es), pero «lo primero» escapa a
que constituyen en realidad una sola, pueden ser consideradas como un cua 'do discurso, ya que en el discurso la definición del ser de la cosa implica siem-
una trama de coordenadas que se extiende a lo largo de todo el espacio en 'eremisión a aquello que ella no es." Esta interpretación, de una sutil resonancia
flota el universo de los hechos".' ¡ttgensteiniana, podría vincularse con el Parménides, el que, en una fuerte co-
iente interpretativa, sería el diálogo de la "imposibilidad de decir": "porque el
Si no hay sujeto, no hay solipsismo ni no-solipsismo: "El sujeto pensante té jeto con el cual se confunde supera todas las marcas de lo cognoscible que el
sentante, no existe" (5.631). ¿Entonces? ' scurso tiene como función expresarn 4
J?ªY algo, en ellenguaje, que no representa, y algo que sí representa; hay una Al hablar de la lógica Wittgenstein introduce la noción de Dios: se remite a algo
realidad: una se refiere al ser del lenguaje y otra a su instrumentalidad. ho "alguna vez" respecto a que Dios no podría crear algo contrario "a las leyes de la
ica''. Como Dios no puede someterse a algo distinto a sí (que no existe), es necesario
A Ludwig van Ficker: "El sentido del libro es ético. [ ... ] En efecto, mi lib!' cluir que Dios está sometido a sí mismo, y que, en consecuencia, el conocimiento
za los límites de la Ética, por así decirlo, desde el interior''. (1919). "El sentid la lógica es el conocimiento de Dios. Esta conclusión es totalmente hegeliana, ya
mundo debe quedar fuera del mundo. En el mundo todo es como es y sucede~. e el propio Hegel definió su gran Lógica como "el pensamiento de Dios antes de
sucede: en él no hay ningún valor, y aunque lo hubiese no tendría ningún v ereación del mundo". Para Hegel, Dios se manifiesta, y su manifestación es la Lógi-
(6.41 ). "Es claro que la ética no se puede expresar. La ética es trascendental. (É •• . Para Wittgenstein, por su parte, la forma lógica es la forma de la realidad (2.18);
estética son lo mismo)" (6.421). "A lo que es ético no se lo puede enseñar. Si·le~• proposición muestra la forma lógica de la realidad" (4.121); "La lógica no es una
diera explicar a alguien la esencia de lo ético mediante una teoría, entonces lo'e ctrina, sino un reflejo del mundo. La lógica es trascendental" (6.13). La lógica me
no tendría ningún valor''. ermite acceder al mundo; los límites del mundo son los límites de la lógica (5.61).
Len lugar de realidad y mundo decimos Dios, nos encontramos con Hegel.
Wittgenstein vincula lo místico con el hecho de que las cosas sean y no
hecho de cómo sean. A su vez el silencio, la imposibilidad de un de,cir·-con-~:e1 Wittgenstein, al igual que Kant, trata de fijar un límite: el del lenguaje en un caso
do, lo es en relación a las cosas "que importan": lo cual significa que la c1encl:i(\ el del pensamiento en el otro; pero para ambos lo más importante está más allá, en
sentido) tiene un límite; no un límite que nulifica lo otro del límite sino un inaccesible (al lenguaje, al pensamiento). Es posible pues que "lo místico" (6.522)
que advi"-rte sobre la indecibilidad de eso otro a lo que llama lo más (inopcirti\~ Wittgenstein se relacione profundamente con el noúmeno kantiano. Su admi-
te). Una problemática que al menos desde Parménides atraviesa toda la ión por Kant pertenece, sin duda, al orden de las "afinidades electivas'; a cierta
de la filosofía. rrespondencia que sólo puede mostrarse.
2. Jacques Bouveresse, Wittgenstein: la rirne et Ja raison, París, Minuít, 1973, p. 68.
3. David Pears, Wittgenstein, México, Grijalbo, pp. 119- 120. J~ André-Jean Festugiere, Contemplation et vie contemplative selon Platon, París, J. Vrin, 1936.
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
Música, ética, poesía, mística ... Wittgenstein, desde dentro, marcó l ]' ; .>
· · delhablar-con-sentl'd o; pero h ay dos clases de sentido el que os 11n1t
la ciencia:
' es puest<i
el h om b re y el que como don hace al hombre en cuanto hombre· el p .
mueve entre ellos como sobre una trampa que consiste en confund'
' ensarn1en Notas sobre la mística de Nietzsche
• . . . . ira unoé
otro. Al marcar ese limite, W1ttgenstem abnó al espacio ilimitado que Harnarll(
abandono de las palabras.
256 257
···-· 1
3. En toda crítica siempre hay dos puntos metateóricos que le dan su verdade~ , ·para la "cultura" europea y, finalmente, había logrado superar sus graves estados
sentido: el primero es el del l~gar desde donde se critica, yd segun~º. es el paraq~1<··. Je postración física y espiritnal. Junto al lago de Silvaplana se sintió de pronto lan-
se critica. En Nietzsche la cntica se realizó desde la expenenc1a m1stica del Eterno<'. ¡¡ido "por sobre el tiempo y los hombres" hacia la revelación estática que nombraría
Retorno y su objetivo fue esa misma experiencia propuesta como una ética.' .• <~; · · erno Retorno de lo Mismo.
4. En agosto de 1881 Nietzsche experimentó la revelación del Eterno Reto~Ji, s.AI recibir El origen de la tragedia su viejo y amado profesor Friedrich Wilhelm
alcanzando así el "estado de alma" más "elevado" de su vida. En ese punto extrel!Ío 'tschl dijo que en Nietzsche vivían "dos almas, una al lado de la otra. ¡Por una parte
se condensó un largo proceso de búsquedas teóricas Yde profundos sufrimient~;· ¡método más estricto de investigación científica y por otra ese fanatismo religioso-
corporales. Ya había escrito El origen de la tragedia (libro en cuya génesis tuvo un~ ístico-artístico, wagneriano-schopenhaueriano, fantástica exaltación virtuosista
importancia decisiva el descubrimiento en 1865 de Schopenhauer y el estudio de ue cae en lo incomprensible! No es exagerado decir que él y sus adeptos -que están
las principales corrientes de la mística oriental),' las Consideraciones intempestivas; · talmente bajo su mágico influjo- Rohde y Romundt, van fundamentalmente en
Humano demasiado humano y Aurora; se había liberado de la influencia de Richard' pos de una nueva fundación religiosa". Más allá de cierta exageración retórica de la
Wagner, en una lucha "de principios" que constituiría un acontecimiento fundame!l; (rase, en el libro de Nietzsche se daba efectivamente un contrapunto entre su trabajo
3. Esto no significa que en el conocimiento no esté puesto en juego el goce. Es imposible ignorar lapasió'ri
científico como investigador, y su pasión místico-religiosa como filósofo.
cognoscitiva y la fascinación ejercida por el texto sobre Nietzsche. De ahí que siga microscópicam~Íite'
la historia de los instintos, de las conformaciones filosóficas, estéticas y religiosas; que esboce métodós 6. Nietzsche se había aventurado en la compleja y misteriosa trama de la cultura
y perspectivas que pern1iten ver el entramado de interminables niveles, complejidades e intensidades riega guiándose por el principio de que "al vértice de lo griego hay que buscarlo en
invisibles; de ahí también su genealogía de ta violencia, de la moral, de las múltiples condensaci?ri~,
'¡éxtasis colectivo''. A lo que encontró lo llamó Dioniso: más que un dios personal y
de la metafísica como formas de don1inio. De Nietzsche surge el inétodo genealógico de Foucáúlfy
el "indiciario" de Guinzburg. En estos terrenos gira incansablemente. A veces se pierde y a veces:Sé . ·ascendente se trata de un estado de gran intensidad en el que, como consecuencia
contradice, pero ¿cómo no contradecirse si se trata de la negatividad? Es absurdo pretender un ~!~h e la extinción del mundo y del hombre como sustancias separadas, se plantea la
zsche científico, epistemólogo o creador de una gnoseología original. Pero también s~rí~ ab~urdo_~~-~~~ 'gencia de un pensamiento sin nadie que piense y sin nada que sea pensado.
que incursionó en todos estos terrenos posibilitando, de alguna nlanera, su parc1ahzac1ón. Mi~d~
desde los terrenos por los que atravesó su en1presa destructora, su pensan1iento puede ser CQQS_i:_-_
derado efectiva1nente "fragmentario" (Blanchot); pero si se lo nlira desde la revelación mística-de_! 7. Desde la dimensión mística qne suprime los soportes ontológicos del pensa-
Eterno Retorno y desde el pathos de la destrucción del ego que impide el acceso al espacio abierto-de iento, Nietzsche realizó el acto imposible de fundar la imposibilidad del pensamiento
lo dionisíaco, es indubitable que fue un pensamiento unitario en su esencia y múltiple en su efeCtu- al mismo tiempo seguir pensando. Fue esta imposibilidad la que llevó a Ritschl a
alización. En este contexto se plantean dos cuestiones de cuya respuesta depende no sólo cualq~i,e{, nsiderarlo "muerto para la ciencia'; la que hizo que Wilamowitz-Moellendorflo
interpretación de Nietzsche sino, y esto es lo decisivo, su particular actualidad: ( 1) ¿Nietzsche es~,i~
bió su "obra" para dar una respuesta propia a los viejos problemas de la filosofía o para plantea!H_n~_
frentara violentamente y que su amigo Erwin Rohde, incluso defendiéndolo, no
nueva ética que exigiera la necesidad-práctica de una transformación radical del hombre?; (2)_¿9µé_ udiera snstraerse a cierto estado de perplejidad. Ninguno aceptó que Nietzsche se
tipo de vida se deriva de la aceptación de sus propuestas éticas? ¿El Ete_rno Retorno'. la "beatitu~~'.-( entificara con el dionisismo proponiéndolo como un proyecto ético en la propia
el dionisismo, no tienen nada que ver con la vida aquí y ahora de los hombres, pudiendo red_uc_i_rse tructuración de la obra, violando así el estatuto de objetividad y racionalidad tan
entonces a conceptos puros en una nueva concepción filosófica de la historia de la filosofía?1'Et~_r uramente conquistado por la ciencia de la época.
no Retorno': Dioniso, "más allá de! bien y del mal", no son n1eras ideas y conceptos, son, fo~mas_de
vida que exigen una decisión y una conducta. Nietzsche no propone una nueva teleolog1a sino una
dimensión real y actual del hon1bre en cuanto más-allá-del-hombre. " . . -_,, 8. Nietzsche descubrió en Grecia ( 1) lo dionisíaco como forma de vida superior y
4. Según Charles Andler (Nietzsche, sa vie et sa pensée, París, GaHin1ard, 1958), el onentahsmJd:-é tualmente deseable (de ahí que lo asumiera como principio ético propio), y (2) la
Nietzsche comenzó con la lectura de dos volún1enesde Friedrich Koeppen,Die Religion des Bu , a, rrota de lo dionisíaco a causa de la acción global y violenta de la metafísica. De esta
·
y ya no se detuvo: la lectura de los tra~ajos de Spiegel y Darn1esteter lo 1ntroduJ? · en_ ¡ª.re r1g1'6n yla
-
gnosis iraní; conoció los trabajos de su amigo el teólogo Overbeck sobre la gnosis cristiana YloseS,·
nera su "historia" de la tragedia mostró el proceso por el cual las fuerzas dionisía-
tudios de Paul Deusser sobre el vedan ta; frecuentó la casa del orientalista Brockhaus Yleyó el B1~da fas fueron suplantadas por un mecanismo de escisión y representación "teatral" que
de Oldetnberg. Lan1entablemente este aspecto de la formación espiritual de Nietzsche no ha sido ocupó la totalidad de lo social cargando y despojando de sentido simultáneamen-
suficientemente investigado, pese a que sin duda sacaría a luz el origen hístórico de algunos de sus te a sus diversos órdenes, ya fuese como presencia y ausencia, como ley y anomia,
pensamientos fundamentales. Es probable que los problemas y las fuentes que maneja ErwinRohde como sentido y sin sentido.
en Psyche ( 1893) hayan sido conocidos también por Nietzsche desde nluy te1nprano.
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Et ABANDONO DE LAS PALABRAS NOTAS SOBRE LA M!ST!CA DE N!ETZSCHE
-<--:;>_:>
9. La "desconstrucción" que realizó Nietzsche de este mecanismo de · ...:..¡!· . ·.;.·•:.' 12. Al aniquilar "las barreras y límites habituales de la existencia" haciendo que
. , . , 1
v1oencr·
g_e~~rahzada no era facíl de compre,nder en_su epoca, pero se trataba de una ím'o~\:;, individuos se vean "como si realmente hubieran penetrado en otro cuerpo, en
sibíltdad real de lectura y no, como el se queiaba, de que nadie supiera leerlo: efü~>5 .'/ ~~o carácter", Jo dionisíaco produce una transformación radical tanto del individuo
que todos esperaban que fuese un riguroso estudio científico de filología h' t,,Jgy, modela sociedad. Esta idea de Ja transformación en otro6 acompañará a Nietzsche
,
se hab ta e
trans1orma d
o en un )ano b'f .
1 ron te que, al mismo .
tiempo que desmo lS Ortca;••
.·.b•:·:.··. • d~rante toda su vida, desde El origen de la tragedia y las Intempestivas (en ellas dijo
los mecamsmos e representaczon en cuanto acc10n coniürmadora del arde ntaa
. d .,, ., e
·••.: ;/ · ue "en el fondo cada hombre de la historia soy yo"), hasta sus últimos escritos, donde
. ed ucat1vo,. rel.1g10so
. y estet1co-
, . fil osó fiico, anunoaba
. 1¡,
t1co, el principio de una étín po.>;;;;. quelve a repetir que "en cada una de tus acciones se recapitulan y resumen todos los
' · a1ternat1va
hom bre como un1ca · a1crec1m1ento
· · i 1smo contemporáneo~ castn
de1n1·h·1· ,,, , vcontecimíentos de la historia". No es aleatorio, entonces, que en sus últimos días de
~ucídez se identificara con César, con el Crucificado, con Díoníso y con el criminal
10. Lo dionisíaco nombra la fuerza que hace "desaparecer lo subjetivo" y per ••. • prado pues, como sostiene Klossowskí, "de lo que tiene conciencia es justamente de
~cce de~ a 1a "_um'd~d d e to d .º 1-~ eXIstente
· "..Se trata de un "'ienómeno prodígíoso"qu~
mue haber dejado de ser Nietzsche, de haberse vaciado de su persona''.
aniquila al md1v1duo red1m1endolo mediante un sentimiento místico de unidad.';
En este contexto la palabra "aniquilar" se opone a la negación dialéctica que asírÍíi~ 13. El proceso de des-antropologízación y de des-subjetívación fue para Nietzsche
la trasladando a un nivel superior lo mismo; "redimir" señala el levantamiento (j un proceso vivído corporalmente y que en cuanto tal ínervó toda su obra. Lo que
la individuación en cuanto forma de la existencia alienada; y "mística" se refiere~ K!ossowskí llama "el intenso trabajo de descomposición de su personalidad" puede
"fuera de sí" del sujeto, al movimiento que lo trasciende haciendo posible la unidad' seguirse puntualmente a través de los años. Sí en el fondo no hay nadie, entonces el
con-el-todo. En esta transmutación efectiva del yo el hombre deja de ser la raizdeias lugar vacío de ese alguien sólo puede ser ocupado por máscaras, pero por máscaras
cosas convirtiéndose en un no-hombre en cuanto momento de la vida del todo. só1() plenas, sin revés, sin alguien oculto detrás de ellas. Nietzsche trató a su yo "como
prescindiendo de la propia realidad es posible "concebir nuestra existencia empírica, a una máscara en la que se ha transformado para ser un yo". En lugar de su "yo" lo
y también la del mundo en general, como una representación de lo Uno primordial que encontramos es un desplazamiento de fuerzas en un itinerario sin-Jugar, una
engen.drada e~ cada momento'; ya que "lo que verdaderamente existe, lo Uno-pri'
mord1al, necesita para su permanente redención, la visión extasíante". El díonísísmo,
pura errancía investida por los fantasmas que _emer~en hasta llegar a loc~ra. Su 1:
correspondencia en este período va marcando meqmvocamente la metastas1s de su
ent?n~es, es comprendido como la forma concreta de superar la escisión sujeto-objeto "histrionismo" subversivo, y Nietzsche llega a suprimir su nombre para liberarse de
redmuendo así al Uno-Todo enajenado en su propia exteriorización. "Forma concreta" toda fijeza y penetrar sin él mismo en un mundo de pura diseminación; y es allí, en
significa que no se trata de un problema teórico sino de un problema real, trágico, sin la arbitrariedad, donde se inscriben sus últimas pulsiones en una multiplicidad de
historia, sólo resoluble mediante la realización del estado místico dionisíaco. •· ' movimientos sin sentido pero a la vez cargados de significación. Al aproximarse a la
locura se advierte que inevitablemente debía sucumbir al no poder sostener su pro·
11. La tragedia griega en su origen fue un "coro sublime de sátiros que bailan y pía idea; y no se trataba de que sucumbiera al nihilismo pasivo que siempre lo rondó
cantan" sin imitar y sin representar nada; bailar y cantar son actos plenos que no adé sino ante esa otra cosa sin nombre que no pudo expresar, ante la imposibilidad de
quieren sentido en algo extraño a sí mismos. En esta falta de separación entre el acto y soportar su propia imposibilidad. Su límite fue su falta de identidad; su límite y su
el sentido del acto está el efecto más profundo de lo dionisíaco, la conformación de un culminación, su díonísísmo. ¡Pues qué otra cosa podía significar esa "ausencia total
espacio donde "los abismos que separan a un hombre de otro dejan paso a un prepoten- de yo consciente"? ¿Qué podía significar ese pasar"al otro lado de la pura y simple
te sentimiento de <mnídad» que retrotrae todas las cosas al corazón de Ja naturaleza''. realidad objetiva cuyo contexto límite lo determina el alcance de las palabras y los
gestos del individuo"? Sin identidad se es todo, así como sin lenguaje lo que adviene
5. El orden representativo es un orden regido por el mimetismo, la copia y los simulacros; en élsie_m:
es el silencio del absoluto. Sí es cierto, como afirma Heidegger, que "la metafísica
pre hay una figura pirarnidal que se repite en los diversos espacios del Sisten1a. En el vértice de lá es el hecho de concebir y estructurar el mundo a imagen del hombre", entonces se
pirámide, investido como lugar trascendental del sentido, siempre hay un dios, un rey, un padre, un
creador o un ego; mientras que en la base siempre está el sinsentido de la materia bn1ta, del rebaño, 6. Por la tnisma época Arthur Rimbaud anunciaba que el poeta debe hacerse "vidente': que el yo "es
de los súbditos o del cuerpo. Entre unos y otros se establece una relación que sólo puede ser de otro" y que en Jugar de decir"yo pienso" debería decirse, en oposición a la tradición metafísica, "se
alienación o de muerte, sostenida por toda clase de mediadores: sacerdotes, ideólogos, profesores, me piensa': Rimbaud "ritn1aría" así con el espíritu griego, para el cual las"cosasaparecen" -como dice
políticos, que son quienes en realidad detentan el verdadero poder. Heidegger en su seminario de Le Thor- mientras que en la modernidad "las cosas me aparecen".
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EL ABANDONO DE l.AS PALABKAS NOTAS SOBRE lA M[STlCA DE NIETZSCHE
vuelve insostenible y paradójico definir a Nietzsche como el "último met fí . al pasar "el servicio al Dios" a constituir la "única realidad'; que lo real vuelto sacro
· . . a s1co '•->
1
insostenible porque toda su obra estuvo encammada a la desconstrucción t .. '. ' .desborda la estrechez del sujeto en cuanto limitación de lo humano y de lo divino ce-
de 1a 1"dea d e un h om b re, sea como ego, como alma o como sujeto, y porque se6rica: . <'' lebrando la redención de ambos en el más allá del sujeto y del objeto, de la verdad y la
''.ue una b'usque d a cons tan t e d e.~l supera.cto,1'
" i:i1st1co-extatica
' · • · del sujeto; paradó).·
UVtda: Jllentira, del bien y del mal. La disolución trágica y redentora del sujeto hace posible la
peo porque los conceptos metafrstcos estan rns1tos en el lenguaje, y porque tal '5( Jllanifestación del ser: "Arquíloco no-es el hombre-Arquíloco" sino el mundo, el Uno,
el mismo lenguaje sea metafísico. Si en lo íntimo de nuestro ser somos len v~z: que "expresa simbólicamente su dolor primordial en ese símbolo que es el hombre
'
¡com~ ?º ll · dd' 11
u~ar e engua¡e para tratar e .ec1r aque o que no es lenguaje? Loºº";
gua¡e, ¡\rquiloco"; Arquíloco se ha transformado en un "medium a través del cual el único
metafisICo nietzscheano en un sentido estricto fue el éxtasis y las consecuen · ·d sujeto verdaderamente existente festeja su redención en la apariencia''. La disolucíón del
· · N" h etas. el
extas1s: 1etzsc e, y esta es su gravedad, piensa sin pensar, sin sensible-suprase 'b] . "sujeto" permite que el único sujeto existente, el "fondo primordial de todas las cosas';
sin sujeto-objeto, sin verdad-mentira, sin bien-mal. Trata de pensar en un ::si de,, asuma la plenitud no representativa de ese lugar vacío e innominable. Esta imposibi-
donde el dios antropocéntrico de la metafísica ha muerto Mientras los fil .un,º.·· lidad de nominación explica la errancia de los nombres que buscan decirlo.'
• . • OS01ús<
~n general pensaron desde la idea de d10s, saturando así a priori la cuestión del·.
0 "7, Bajo la influencia de Nietzsche, Erwin Rohde publicó su libro Psyche. En él vuelve sobre el te1na del
innombrable mediante la hipóstasis de la idea de dios, ya sea como ser-supr dionisisma, señalando la importancia esencial que tienen diversas prácticas que sacan al sujeto "fue~
"fi 'ó . . . d emo
o como re1 cac1 n consc1ente-mconsc1ente e las categorías de sustancia, esenci ra de sí"; en tal sentido destaca el papel desempeflado por haschísch («empleado entre los pueblos
razó~, verdad, ser, Nietzsche realizó su crítica sin ese dios que clausura el mundo~ orientales para despertar visiones y éxtasis religiosos") y por otras bebidas embriagantes (entre ellas
nommarlo con las categorías de la metafísica. La concepción nietzscheana segá el vino, que, como afirma el helenista Karl Ruck en El camino a Eleusís, era "una infusión variada de
Ja~pers, sostiene. que • este mun do es el ser totaI'' ; constituyendo este apotegma;el
, n toxinas vegetales" -ung(ientos, especias y hierbas con propiedades enteogénica<;- que producían "una
conmoción del ser entero en la cual parecen abolidas todas las leyes de la vida normal"). El éxtasis
pnmer momento de una suerte de ascesis que continúa con la "visión extasiant »,, dionisiaco hacía que "las almas se unieran con la divinidad'; que "estuvieran dentro del dios''. Este
qu_e Nietzsche caracterizó como "la proximidad de algo inefable, algo de lo cual~a estado de superación de la individuación, sostiene Rohde, es se1nejante al de "toda la mística de los
felicidad y la verdad son sólo imitaciones idólatras"; pero estos dos estados no son: pueblos civilizados, así con10 al culto entusiástico de los pueblos primitivos''. De ahí que lo compare
suficientes; si bien en ellos se logra '1a unificación mística con el ser'; comprobán,: con "las danzas orgiásticas de los derviches" (según éstos, "quien conoce la fuerza de la danza está
en el seno de Dios") y con la espiritualidad sufi. El objetivo de todas estas corrientes n1ísticas sería
~o~e que "la perfección del mundo es actual", hay que ir aún más allá para llegara[ · siempre el mismo: conseguir la «plena caln1a anín1ica" para producir"la unión con el Uno"; pero los
ultimo grado de la asces1s, para llegar a la "embriaguez dionisíaca", la embriaguez; · modos para lograrlo serían diferentes, extendiéndose desde la "excitación salvaje" de los "primitivos"
en la cual los hombres se sienten a sí mismos como absolutos, como seres divinos. hasta la "pacificación del alma" a la manera de los neoplatónicos, de los budistas y de·los "místicos
Esta idea-experiencia, este plus-de-dios, es el Eterno Retorno; "idea" que, como d españoles''. De estos métodos, que muchas veces son complen1entarios, siempre el primero está en
la base de los segundos. De esto se deduce que el dionisismo (Alain Daniélou en su libro Shiva y
propio Nietzsche afirmó, "contiene algo más que todas las religiones", a entend~t
Dionisos sostiene la misma tesis que Rohde) sería un movimiento religioso, de unión mística activa
como lo indecible, lo invalorable, el caos, el más allá de toda religión. ·'< con dios, anterior a la n1ística de las grandes religiones. La danza, el canto, la música, la extranjería,
lo errático, las 1náscaras, el uso de sustancias extasiantes, la ascesis y, finalmente, la locura, serían
14. La metamorfosis dionisíaca que aniquila los límites del sujeto permitiéndole todos momentos relevantes de la práctica del dios con el que Niet?-'>Che se identificó. De su éxtasis y
ser cualquiera o todos, por el hecho de ser-nadie, se propaga como una "epidemia" su entusiasmo místico, del movimiento que lo llevaba de un lugar al otro, de sus alegrías y dolores
fuera de todo límite, de su final identificación con diversas figuras de la historia, es algo de lo que
cuyo efecto es hacer que las "multitudes", liberadas de todo condicionamiento social, rinden cuenta amplian1ente sus cartas. Y es por esta razón de ernpatía identificatoria, y no por una
ingresen en un profundo estado de anarquía: el coro ditirámbico es un conjunto de.· st1erte de retórica literaria, que Nietzsche proclamó a Dioniso como su dios. De este Dioniso que
"transformados" que viven en el olvido de su "pasado civil" y de su "condicionarnient0,'. Nietzsche utilizó para nombrar su propia experiencia trascendente se podría decir lo que él dijo de
social'; son servidores "intemporales" del dios que existe fuera de sí, en una soberanf~ · Jesús en El anticristo: "El Reino de Dios no es una cosa que se espera, no tiene ayer ni tiene mañana,
situada más allá del bien y del mal, en un exceso que es anterior a toda norma y a tocli' no viene en 1nil años, es una experiencia del corazón, está en todas partes y en ninguna"; la "buena
nueva" es un estado real y actual, que suprin1e "toda distancia entre Dios y el hombre" producien-
sociabilidad. El coro es el "seno materno" del acto trágico que "hace pedazos al indiviz, do el "sentimiento de la transfiguración general de todas las cosas", el "sentimiento de eternidad y
duo unificándolo con el ser primordial". La liberación de la comunidad trae aparejada consumación" (la culminación de toda moral, dijo Rohde, consiste en "la entrega del hombre a la
la transmutación "mágica" de lo profano en una sacralidad que produce la anomia del divinidad"). En un movimiento inusitado, Nietzsche hizo suyo el principio dionisíaco de "unidad"
conjunto de los ordenamientos que hasta ese instante confirmaban al individuo corno volviéndose anacrónicamente religioso. Al hacer suya la religión pagana de Dioniso, cuyos hilos lo
unirían con el misticis1no oriental e incluso con la esencialidad mística del cristianismo, Nietzsche
ser ontológicamente separado y clausurado en su yo: es allí, en la unidad con el dios,·
produjo un corte decisivo con la modernidad tanto filosófica como ética y estética.
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NOTAS SOBRE LA M!STlCA DE NIETZSCHE
EL ABANDONO DE !.AS PAi.ABRAS
15. El "estado místico" que había descubierto en Schopenhauer, en la místi .1 ):¡.;~'. l 7. Charles Andler sostuvo que en esa primera quincena de agosto de 1881 Nietzs-
tal y en Grecia, y que en las Consideraciones intempestivas había propuesto c:º~ ~!}¡'¡},;,; cheU
"f e arrebatado por una luz divina más allá de nuestros horizontes y fuera de los
" ll' . ., 1
suerte de man dato et1co · do que "e1m
· · d'!Cien · d'ivi'duo debe ser transformado e mo.unat:
·, ·:;•~¡~?· · ·.· . d nuestros sentidos"; y Giorgio Colli ·afirmó que aque a mtmcion tota y
m1tese ..... " 'ld .•
impersonal, superior a la persona" y que "el goce de la unidad es completamn ~~.s~~i2· . · de la vida fue el dios reivindicado por Nietzsche. A ese éxtasis o enommo
prapersonal",le llegó (le"vino", según su propia expresión) en agosto de 1881.e;; e•.. 'unitanaRetorno un nombre relativo (la revelación se le presentó de esa manera de-
Eterno
hamo lo relató así: ''A 6.000 pies más allá del hombre y del tiempo.Aquel día ca~·:• ;;; ·nada) para' referirse a una experiencia absoluta. Eterno Retorno no es una l'dea
terirn muchos intérpretes han sostenido- sino un estado antmtco · ·ao que N'ietzsche
• · vtvt
bayo junto al lago de Silvaplana a través de los bosques; junto a una imponent 11),'!.~!~·f
~~:minó Eterno Retorno pues la propia experie.ncia se le presen}ó como Retorno. No
0
que se eleva en forma de pirámide no lejos de Surlei, me detuve. Entonces e r?g3!~ '
. ,, y d' . 'd p me vino ... • b tantees esencial distinguir entre la expenencta como tal y su iorma expresiva tanto
ese pensamiento . en una carta mgi a a eter Gast 1e confiesa que en su ho · •:rfí'..' ·
"h an surgi'do i'deas como nun~a fas he contemplado;~? quiero · hablar en absolutq,;igJ¡
rlZOl\\e"
·. ~aginaria como verbal. Todas las experiencias místicas son inve~tidas con no:r;bres,
ello y deseo mantenerme a mi mismo en una tranquilidad mquebrantable" y :>'•!.,.,'~ • allá de la diferencia de los nombres, propia de las particulares trad1C1ones
pero mas d . 'd. d l é . s· l •
q~e "las i.ntensidades d~ mi sentimiento me hacen estremecer y reír [... ], dur:~~~~~[;,. ]' ' sas a que pertenecen, lo que las unifica es el esta O VtVt O e XtaSlS. le ana-
dia anterior lloré demasiado durante mis cammatas, y no lágrimas sentimental ·.·;..e¡;:•; ···¡t~ . g ~ centra en el nombre, sea que se lo considere desde un punto de vista histórico,
1 1
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NOTAS SOBRE JA M!ST!CA DE NIETZSCHE
EL ABANDONO DE LAS PAlABRAS
inéditos nombres imposibles, como nirvana, tao, satori, eterno retorno o dios. Nombres que
. bajo el título
. equívoco
. de Voluntad de poder encubriera el intento real d están más abajo que los conceptos y las palabras, formados por letras disparatadas
en un erar, a seme¡anza de Plotino, una experiencia mística a través de u , e
., ó. l . (' nacon1orma cuya expresión más célebre tal vez sea el tetragrama judío del que, según la tradición
c1on te nea. No o hizo. Su verdadera doctrina" fue su Zaratustra un rb 1 ro poético-
.
Es pos1·ble que el 1mpe
. d. '
imento contra el que chocó fuese la necesidad ·d · cabalística, es imposible pronunciar ni siquiera la primer letra.
· · · d d · l · ,sen!! acorno
pnor,üana, e estrmr a metafísica como forma de las formas del nihilismo 0
a su et1ca transhumana. puesto 22. No se trata, como sostienen ciertos críticos nietzscheanos, de épocas: por ejem-
plo, de una etapa juvenil dominada por el páthos místico de sus estudios helenísticos y
20. La paradoja a la que se enfrentó Nietzsche, y a la que en general se fr de otra madura dedicada a la "crítica científica" de la cultura. Lo que se comprueba en
, ·
todos 1os m1sticos, fu d · en entan todos sus textos, desde los primeros hasta los últimos y desde los éditos hasta los inédi-
se n a en la inconmensurabilidad entre la exp · ·
. f; bl 1 . enenc1a, que es tos, es la persistencia de su propuesta ética dionisíaca en cuanto mística afirmativa. De
me a e, y a necesidad de transmitirla mediante palabras. En ese sentido t t "E
n ((' r 1 ' an o ter- múltiples maneras expresó lo que él hizo y lo que debe hacerse si se quiere superar el
no Ret orno como vo untad de Poder'; "beatitud" o "dios" son palabr f; u·d
. l -al ' as a l as creciente proceso de enajenación al que se refirió diciendo que "el desierto crece". Pero
s1mp es sen' es que no señalan nada pero que sin embargo sugieren algo c : '
· · d l · · .. ' orno s1 el "lo que debe hacerse" no fue expresado como un imperativo categórico sino como un
reconoc1m1ento e a 1mp?s1bihdad del nombre llevara consigo la imposibilidad del
no-algo. En lugar de considerarlo un concepto esencial de la filosofía de Nietzsche condicional posible. Y en este punto coincidió nuevamente con Rimbaud, que por la
la palabra Eterno Retorno es un balbuceo al borde del abismo· una experi·e · l misma época planteaba la necesidad de hacerse vidente mediante "el desarreglo siste-
'l d 11 , . ' nc1a a a mático de todos los sentidos''. Esa videncia y ese desarreglo rimbaudianos son Dioniso;
que so o pue e amarse extasts. Teniendo en cuenta que éxtasis es un estad ·
·t · · . osmsu- palabra esta que para el Nietzsche del último período "expresa una tendencia irresistible
¡e o y sm tiempo, que no puede ser dicho (¿cómo decirlo si no existe un su· t
1 d. · · . , ¡eoque a la unidad, una superación de la persona, de lo cotidiano, de la sociedad, de la reali-
o 1ga m un tiempo en que se lo diga?, ¿como pensar si ya no hay nadie que pie <)
pero que se dice: el propio estado se dice sin intermediarios. Siempre el que vi~:ja dad como abismo de olvido, algo que crece dolorosa, apasionadamente, hasta estados
experiencia apela a una palabra para decirla, pero al mismo tiempo debe destitu · l más sombríos, más plenos y más inestables; una afirmación extasiada de la existencia
palabra para no c?nvertir la experiencia en una cosa. Y esto explica la necesida~rd: en su totalidad, siempre igual a sí misma a través de todos los cambios, igualmente
salta:-, fue_ra de~ su¡eto y del concepto que le es correlativo, para inaugurar esa forma poderosa, igualmente feliz: la gran participación panteísta en la alegría y el dolor, que
de v~da-s'.?·su¡eto que posteriormente posibilita la crítica a la escisión metatlsica · aprueba y santifica hasta las cualidades más terribles de la existencia''.
Bataille d1¡0 que la "experiencia interior" en cuanto "revelación extática de lo imp ~
si'ble,, es la que "proyecta cada instante al infinito". Si en lugar de experiencia interior
o 23. La interpretación científico-filosófica de Nietzsche gira alrededor de proble-
d~cuno.s, Eterno Retorno entramos en el mundo nietzscheano experimentando la
mas psicológicos, gnoseológicos, estéticos y políticos, mientras que la interpretación
disolucmn del concepto y la similitud de sus experiencias básicas. que articula estos problemas a la experiencia mística nos traslada al escenario de una
ética fundada en la unidad de pensamiento y vida como expresión de lo dionisíaco
. 21. Bataille dirá que "la moral es en sí misma una experiencia mística". Para (en 1882 le escribió a Burckhard que había "alcanzado el punto en que vivo como
N1etz_s~he, los man~amientos de la nueva "tabla de valores" no son imperativos sino
pienso"). Lo que Nietzsche introdujo en el mundo occidental a través de la filoso-
cond'.ci~nales: si q_meres tal cosa, vive de tal manera; si quieres escapar al anillo dela
fía fue el problema de la salvación mediante el estado contemplativo de la mística.
ri;peti~10n, vive el mstante con una intensidad tal que desees vivirlo eternamente. La
Propuso como salvación su propia experiencia mística expresada en términos poé-
vivencia del Eter?o Retorno nos proyecta fuera del tiempo, pues una eternidad que se ticos y filosóficos: "La agitación moderna crece de tal manera que todas las grandes
condensa en un mstante y un mstante que asume la eternidad dejan de pertenecer al adquisiciones de la civilización se pierden al mismo tiempo: progresivamente van
tiempo. Este fuera-del-tiempo es el éxtasis sin nombre al que los místicos llaman con careciendo de una significación adecuada. La civilización concluye así en una nueva
barbarie. Pero no es necesario canalizar la humanidad hacia esa única corriente del
«hombre de acción». Yo pongo mi esperanza en el contrapeso, el elemento contem-
beatitud"; Birault, en oposición a Beaufret, quien sostuvo la anterioridad de la idea de beatitud eón
respecto a Eterno Retorno, dijo que "en todo caso la noción de beatitud es 1nás profunda"; mientras plativo del campesino ruso y del Asia. Es este elemento el que corregirá algún día
que Gueroult leyó un texto del último período nietzscheano donde éste termina llamando ~·a sentir el carácter de la humanidad. Imagino pensadores futuros en los cuales la perpetua
alegr~a en toda ocasión': Lejos de ser simplemente erudita, esta discusión apunta al sentido dela obra agitación de Europa y América se asociará a la contemplación asiática, heredera de
de Nietzsche, Ylo que posiblemente se juegue en el trasfondo sea la interpretación de Heidegger.
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NOTAS SOBRE LA M!STJCA DE NIETZSCHE
!abra desfallece; no dice nada significa que no dice nada más allá de la palabra. No
stante, Nietzsche vivió ese más allá como éxtasis: la revelación extática del Eterno
torno lo proyectó al más allá, el silencio, de la palabra.
tuido por la ne~esid~dque se expresa com? eterno devenir "del mundo limita<f;,,¡;·;_.l 'ón hasta llegar finalmente a la siguiente confesión: no hay ni sujeto, ni objeto, ni
proyectando as1 hacia una caractenzac1ón ont1co-humana o metafísica. Sin .·.•.ll·;_._·-?;,_:_•.•..... ·.:_•. uerer, ni finalidad, ni sentido; no sólo en el origen sino ahora y siempre".
go, e1caos como " neces1'dad" po d na
' mterpretarse
· en e1senti·do del esto que seem ar•> .;
a·w-~;¡;_:"
por qué ni para qué, de una manera evidente, así como en lo innominable se•~8;j~~(· 28. De ahí la "pavorosa" presencia del afuera, pues incluso quien se sitúa en el
nominable (esto), y se da, desde el momento en que ya s: ha ~ado, necesariam~~t~;·· la es el afuera. En ese mundo sin nadie es imposible cualquier intercambio; pero
como necesidad del darse, necesidad que no proyecta mas alla del darse sino qí.1~~-··• artir de esta imposibilidad, en una suerte de movimiento retroactivo, "nos recu-
cierra en el darse como darse, por lo que no se puede extrapolar a una caracf ·--••·•:.'• ·mos con esa cobertura que se llama conocimiento, cultura, moral", olvidándonos
·' de1ente en su tatal'd
c1on d " · h
i a como pensamiento« umano>>': Es obvio quetái'feL;:_
enz.~c. · e bajo esa misma cobertura está "esa nada, ese fondo, ese caos, o cualquier otra cosa
caos como Eterno Retorno son expresiones humanas (como lo son tao 0 Ene'···,,••~•. nombrable que Nietzsche no osaba pronunciar''. ¡No osaba o no podía? En realidad
. . igms,-cr
cualqmerpalabra), pues toda palabra cae efectivamente en el más acá del horngf¿;. da su obra está marcada por el intento imposible de nombrar lo innombrable. Lo
pero la ca1da de Eterno Retorno en el lengua¡e (del) hombre, más que mentarla':;;-¡ e engaña es la fijeza del lenguaje. El hecho de que en él flote nuestra identidad de
nera de ser del todo, lo que mienta es el espacio de la imposibilidad del habla·niJ~. nera continua como polo de toda constitución nos impide comprender que la
. l'. ,. 'd . >.~S
un 1engua¡e rea 1sta smo mistico, que tlen e a suscitar y no a transmitir: la pala!{' entidad es un fantasma que el caos coagula como lenguaje.
no es aquí algo que primordialmente lleve en sí algo, mas la suscitación siempréll~;.
va "algo", aunque más no sea un misterio. Agreguemos que para Nietzsche el cáO!:•·; . 29. Nietzsche consideró esencial la crítica a la escisión del mundo en un mundo
manifiesta, entre otras formas, como pensamiento: por eso Pierre Klossowski aiirlli~ sible y otro suprasensible, en cuanto esta escisión en "dos mundos" constituye uno
que "toda significación sigue siendo función del Caos generador de sentido''.· · elos fundamentos metafísicos de nuestra "civilización". En la Voluntad de poder sos-
vo que "es preciso desmenuzar el universo, perder el respeto por el Todo; retomar
27. Son los signos del caos los que nos delimitan como identidades conforrríaifüÓ · omo cercano y nuestro lo que habíamos dado a lo desconocido y al todo''. "Lo cerca-
una suerte de caparazón que inmoviliza el flujo intensivo producido por la actividad ..... . o y nuestro" es la apariencia; es a ella a donde deben volver todas las cualidades con
caótica de fondo. Uno de los signos esenciales del caos es el yo en cuanto "sujet<l·~~·· ·.:. que construimos, en un acto fantástico de poder y de violencia, el otro mundo. Al
todas nuestras proposiciones", el yo que soporta la totalidad de las constitucidné& .. sumir el investimiento de ese todo desconocido en la apariencia, cae la metafísica:
del pensamiento, el que a posteriori, en razón de la superación dionisíaca dd::}i'q$··••:" el mundo suprasensible y el mundo sensible, pues la y menta una implicancia. Lo
pasa a ser un pensamiento-sin-nadie-que-piense: al borrar al sujeto como sujeto ue queda es un espacio sin realidad y sin apariencia. Nietzsche dice:
ontológico, el pensamiento se vuelve anónimo, deja de ser propiedad de alguié¡\•\F
puede ser llamado, como dice Klossowski, "el pensamiento de nadie, esta intensí~áU·' La apariencia, en el sentido en que yo la entiendo, es la verdadera y única rea-
en sí, sin principio ni fin determinable''. Nietzsche destruye así "no sólo su prd¡ii~·;· idad de las cosas -aquella a lo que se aplican todos los predicados existentes y
identidad sino también la de las instancias hablantes: por consiguiente suprirné:i~ ue en cierta medida sólo podría definirse por el conjunto de estos predicados, es
presencia en su propio discurso'; y de esta manera, destruyéndose, destruye "el prílti, ecir también por los predicados contrarios ... No planteo, por consiguiente, la
cipio de realidad mismo". Al haber "franqueado los límites" y llegado "al afüi!f~; 'apariencia" en oposición a la "realidad''. al contrario, considero que la apariencia
Nietzsche habría vivido la experiencia mística del éxtasis y así se habría suprim.idó; s la realidad, la que se resiste a toda transformación en un imaginario "mundo
a sí mismo como sujeto hablante abriendo el espacio para un habla soberanm.PQr: · erdadero''. Un nombre preciso para esta realidad sería el de. "voluntad de poder",
eso su éxtasis no pudo ser transmitido. Ni en el Zaratustra lo logró, pues log~~rlg;. • í nombrado según su estructura interna y no a partir de su naturaleza protei-
hubiera implicado la resolución narrativa de una intensidad que transgrede ~Fo~,_. · orme, inasible y fluida.
den escriturario. Lo que destituyó fue el núcleo de toda constitución, y ésta fu~s~
profunda y constante aspiración dionisíaca. Pero entonccs ¿cón10 pensar siúl}q~-<
1 30. En este mismo sentido, Deleuze sostiene que "al hacer de la voluntad la esen-
sin-uno se instala en ese lugar donde nadie piensa lo que se piensa?, ¡cómo pehs~r ia de las cosas o el mundo visto por dentro, se rechaza en principio la distinción de
sin sujeto pensante, o, mejor dicho, cuando el sujeto pensante ha sido suprimido os mundos: el mismo mundo es a la vez sensible y suprasensible''. Pensar esta in-
en acto y al mismo tiempo se lo presupone como lugar intencional del decir? Todo' anencia es lo más difícil: siempre el pensar parece separado de la cosa pensada.
esto es resumido por l<Jossowski diciendo que "Nietzsche prosigue su investiga- Ícomo la voluntad parece tender hacia algo que le es extraño. Nietzsche desprecia
270 271
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS NOTAS SOBRE LA M!ST!CA DE NIETZSCHE
12
esta
d ,idea . utilitaria y determina Ja voluntad (de poder) como asunción . l Retorno, viendo así abrirse al acceso a la potencia eterna''. Si el Eterno Retorno
e 1s1 misma. Agregando que el sí de sí misma es a su vez tra fuera ontológico, no existiría ninguna posibilidad de escapar a él y su enunciado
. scen ente as'1enal del sí
d p
es sería superfluo: todo seguiría dándose como realmente se da, lo que ya se dio está
d. o, mismo, 1 que, la. voluntad es cósmica y no sub¡'eti'va.. que somos es ' o,l o que
igam.?s o metaforicamente, por dentro. Somos la más rofund . . ~ vo untad, dándose y volverá a darse a través de un anillo indestructible; ésta es la visión nihi-
(de la exterioridad" absoluta, dice Hegel). Esta voluntadp t "'da intimidad del ser lista, portadora de la peor de las angustias. El Eterno Retorno como fuerza selectiva
'd d' ,, , , es a I ea que n l
Oc, fiurn o a na ie , segun Nietzsche (a pesar d e que existe . una larga t d' o. se e ha libera del engranaje de la repetición; en este caso el Eterno Retorno adquiere un
so ca que se funda en la idea de voluntad) , rompe con to da subJet' . 'drad ic1ón fiJo,. carácter ético: vive de tal manera que logres el éxtasis que te proyectará fuera del
en cuanto estructura de la escisión. Esto significa ue el , d' 0 . , iv1 a. metafísica anillo del retorno; o: actúa de tal modo que puedas escapar al anillo de la repeti-
:s la pura afirmación que se afirma y no el sí/no p~opio ~e ~ ~i~::~~-metzscheano
1 ción e ingresar en la eternidad del instante; o: tu vida regresará eternamente con
la a~rmac1ón es ser"; no existe un sujeto creador de la afi . , ica que supera: la carga de sus terribles dolores si no puedes ir más allá de tu individuación. Lo
extrano: el ser no es objeto de la afirmac1'ón ( . h b~mac1on que afirma algo que no contradice el apotegma nietzscheano del vive el instante de manera tal que
como s1 u 1era por u l d
s·por el otro la afirmación del ser) sino que "la propia. afi rmac1ón . es el n ,,a(Do el ser y quieras vivirlo eternamente. Y aquí está el movimiento doble: por una parte, debe
iempre estamos ante una inversión interna del "absoluto'" . f¡ s~r :leuze). asentirse de una manera absoluta al ·instante y al mundo, darle una intensidad
el ser serea (e~ta expresión no existe en nuestro idiom . s1 uese pos1ble,d:ríaque tal que se lo desee eternamente, escapando así al infierno de la repetición (en el
cosa en cuestión; si dijéramos que el ser hace ser intro~ p:r? es una ex1genc1a de la sentido del retorno entendido vulgarmente como algo volviendo); y por otra, esa
causa del "hace" y se perdería la idea central d ucmamos una separación a misma aceptación del instante querido eternamente hace al instante eterno, fuera
es el ser? En Nietzsche, dice Deleuze, hay una~;;~¡: ~~er-se~); ¿Por qué la afirmación del tiempo, es decir, fuera del anillo del retorno. En este sentido el Retorno es una
que deviene, es devenir; la segunda afirma la afirmaci~:~c:~n: la prim~ra afirma lo fuerza liberadora en acto, que es imposible interpretar. Nietzsche utilizó la expre-
es ser en tanto es afirmación que afirma la fi ., d o que de;1ene, yes ser; sión Eterno Retorno para tratar de decir una experiencia esencialmente sin-decir;
el devenir a ser (de la misma ma a rmac1on- e-lo-que-deviene elevando
o, sabiendo que la experiencia era indecible, trató de empujar al lector sumién-
es el retorno: no existe nada al ~:;:ee:Je~:~o hay u~ retorno del ser porq~e el ser dolo en un callejón sin salida, en la locura del concepto, en el interior vivido de
nar; no ha al-m d . , . orno, a o que el retorno haria retor-
su experiencia. Posteriormente utilizó otros nombres, entre ellos el de "felicidad",
es doble: quie~:g:~;m~c~~:~~~~:er s~a ig~al a retorno). Por esto la afirmación
:e yendo hasta el límite de la lengua.
viene; la segunda, que quiere el uere;ª~ea primera. afirmación afirma lo que de-
(diríamos que la primera afirm q. , q es dlevemr, transforma el devenir en ser
ac10n es especu ar y qu l d al . 32. En la época del Zaratustra Nietzsche escribió un diálogo entre un maestro y
pura imagen, se vuelve simbólica) E l , . ~ a segun a, rel!rarse de la su discípulo. El discípulo pregunta:" ¿Qué debo hacer para ser feliz?". El maestro le
peña el papel de la segunda afirm~ci~n ª/~~taforical ~efscheana Ariadna desem- responde "Eso no lo sé, pero te digo: sé feliz y después haz lo que quieras". El maestro
que remacha Ja ri fi ., . iomso e e a primera. La vuelta es la
hauer ui p mera ~ rmac1on en ser. En esto Nietzsche se aleja de Scho en- invierte la lógica del discípulo: no se trata de reafüar una serie de actos intencionales
cambÍ; N~~:~:~::yfi teoriza la nfiegación-reactiva, la supresión de la afirmació~ En que conduzcan a la felicidad, sino de ser feliz de golpe, de entrada, y luego realizar
los actos que se quiera. Pero hacer los actos que se quiera a partir de la felicidad,
, rma y su a rmac1ón profunda b l
instancia del más allá de los "dos mund ,, , Y.ª so uta, producto en última como desborde de la felicidad. En lugar de actos que conduzcan a la felicidad, hay
realmente vivió lo . d . os , es su mtsttca. Nunca sabremos lo que él
una felicidad que determina los actos: la esencia de este quiasmo es la felicidad como
toda su vida lo~ ar~~el~10h e i,nmenso, de infinitamente indecible, lo que durante
la belleza de Ja vgerd d, l ª og~, lo destruyó elevándolo a las más altas regiones de 12. En "La visión y el enigma" Zaratustra reprende al enano porque su interpretación del Eterno Retor-
' a y a gracia.
no es vulgar) lo cual iinplica que hay dos interpretaciones: hay una interpretación nihilista, so1nbría,
como vuelta de todo. y una interpretación que promueve al instante eterno, fuera del tiempo. Cuan-
31. Al analizar el concepto del Etern R . do el pastor muerde y escupe lejos la cabeza de la serpiente negra, que es el Eterno Retorno en su
cuenta su com le'idad· , o , etorno de lo Mismo hay que tener en
Zaratustra el p Jd' . por una parte, esta el Eterno Retorno de los animales de máxima tragicidad, lo que en realidad está haciendo es aceptar, mediante una decisión extrema, el
', · que ice s1 a todo lo dado se ¡0 instante cuya intensidad lo Vl1elve eterno. Y es por eso que el pastor ríe, "transfigurado, iluminado':
no Retorno select;vo ou . '., ª que sea, Y por otra, está el Eter- La solución del enig1na está en el "ya no hombre" final que conlleva la ilun1inación del éxtasis; de
la diferenc1'a e11tre. a 'b e ~orta la repet1cwn eterna. Zaratustra tuvo la visión de ese hilo hay que tirar para deshacer el nudo que forn1an el "enano': el pórtico del instante y el pastor
· m as mterpreta Clones
· "en e1 mtenor
· · del proceso del Eterno
y la serpiente.
t
272 1 273
l
NOTAS SOBRE LA MISTIC1\ DE NIETZSCHE
EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
don'. sin actos previos. Henri Birault, comentando ese texto, dice que "a partir de lá alegria tan extrema que sólo podemos decir de ella que es una alegría-sin-alegría,
beatitud todos los deseos .son corno. santificados, pues se excluyen todos los deseosque. en cuanto inefabilidad del éxtasis. Si el instante en su mayor intensidad es mundo,
provengan d e 1a desgracia, del od10,. de la envidia, de la indigencia". El ma es tro no le a ese mundo (al esto-y-nada-más) es al que Nietzsche llamó dios: "Dios es el más
. h 'alto poder, eso basta. De aquí se sigue todo, de aquí se sigue «el mundo»": dios sería
dice azesto o, aquello, tampoco. le dice que , no haga nada ' simplemente Je d.ice se'ji.·elti
No h ay un metodo para ser feliz; o el metodo es todo y por lo tanto no pued d . ·. ,el nombre necesariamente idolátrico del brotar, del florecer como don sin donante
e d
Enel ion o se tra ta del"gran d eseo" que es el deseo de eternidad. No Ja et e·d ectrse, de mundo. En este sentido, Karl Lowith dice que "Nietzsche fue una naturaleza
· ll' ¡ 'd erm ad del , religiosa desde su juventud hasta el fin de su vida, en que todavía invocará al dios
mas a a, a etern1 ad despreciadora del instante, sino de "la eternidad de ¡0
l . '"' 1h que es, de desconocido''. Más que del dios trascendente y personal de las grandes religiones, se
o que es en este instante : E ombre feliz ha hecho la paz con la realidad. Es fi !'
de lo que es y con lo que es''. Lo que caracteriza el "gran deseo" es que está má alle~ trata de la que es (Wittgenstein decía que la místico es que las cosas sean: la presencia
dld
¡e eseo.
El'"mstante" es ese instante
,
· z
. está inscripto en el pórtico del ara tustta,
que s a absoluta e instantánea de lo que es en cuanto es): esta es todo; mas no el esto nihilista
de un tipo de totalidad maligna, sino el todo desde el éxtasis, en el éxtasis. El éxtasis es
e que mancomunandose con la eternidad suprime el tiempo El discípulo p
éd b h · regunta. todo, pero es el todo del éxtasis, no el todo indiferenciado del nihilismo. Lo religioso
qu e e acer para llegar a la felicidad de su realización suprema y el maestro.le
responde, pnmero, con un reconoc1m1ento de ignorancia, de no saber ("es · ·. nietzscheano no se define por lo que intenciona (dios como ente, como persona)
é") · ¡. o no 10 sino por el estado espiritual de esa unidad vivida en la experiencia extática que en
s , Y srmu taneamente con un desplazamiento de la cuestión· la beati'tud
¡ r . · no se su máxima intensidad dispensa generosamente sus nombres alocados, sea Eterno
?gra rea izando detern;mados actos, como si se tratara de alcanzar una finalidad·
smo que es una revelación actual. Desde el inicio el Maestro se instala en aqu ll '. Retorno, "beatitud", Dioniso o Ariadna. Religión como exceso de intensidad ajena
que para e1d'isc1pu ' ¡o es un fin a lograr: sé feliz, ilumínate, logra ese estado suprem e o.·: ,. a la morfología de una divinidad que reproduce especularmente las "propiedades"
Ydespués haz lo que quieras pues todo lo que hagas ya no será tuyo sino que será u~ del hombre investidas de trascendencia. Sólo tras la "muerte de dios': sostiene Paul
ha~er de.ese estad.o. El fragmento actualiza la transmutación: lo que cae es el télos,.
Valadier, el mundo se vuelve múltiple, fenomenal-trascendental, perspectivístico,
el ir-hac~a, la s.ubJetlv1dad. No hay una teleología sino un instante-eterno. En esa ·infinito; y así el dios sólo puede ser la afirmación plural de los dioses: Dioniso es
extrema mtens1dad y condensación desaparece el lenguaje, y con éste el ser, el tiempq,. '.esa pluralidad potencialmente indefinida de dioses, de realizaciones extáticas; no
dios, la naturaleza, el hombre. La felicidad deja de ser un fin supremo, trascenden¡e;.•,: 'hay un dios sino una apertura donde la experiencia de lo divino es una-y-múltiple,
Yse ~uelve algo. posible, algo propio del aquí y el ahora: el Maestro sólo dice sé feliz,'' insustancial y plurívoca. Dioniso es el dios que abarca la divinidad múltiple. Pero
ilummate, este mst~nte es la felicidad. No hay más allá ni más acá. Entre la teologí¡¡,, Dioniso exige la superación del hombre, pues mientras el hombre subsista "será
de una trascendencia humanizada y el ateísmo simplista y limitado, Nietzsche dlr~-i-c incapaz de afirmar nada distinto de sí mismo": "Sólo cuando el hombre sea curado
que la super~ción del ~ujeto en el éxtasis implica esencialmente la superaciónc:l~;\ef:~);\ .; . de su enfermedad (que consiste en remitir las cosas a sí, en captar febrilmente la
trascendenCJa y de la mmanencia en cuanto momentos y estado escindidos. Quef:-'.. 'verdad no importa a qué precio, para su «beneficio», la historia, el fondo de las
~; pafabr~, ':beatit~d" haya o no sido su última palabra, la última palabra de ~s~:~;,, cosas, la naturaleza, el progreso o la misma divinidad), la realidad o la vida o la
doctrma imposible, es algo que carece de relevancia en este contexto. Lo que.~~~·; existencia (fórmulas con las que Nietzsche juega porque lo designado es irreductible
debe entender es que la alegría es alegría-de-éxtasis, vale decir de nadie, es un estadt:í'í' acualquier concepto) volverán a encontrar su profundidad abismal y trágica, podrán
sm sopor.te. ontológico, un estallido de vacío. En una carta a Peter Gast le dice q~~·f ser afirmadas por sobre los dualismos y por sobre lo que podría llamarse la tentación
para escnbir la tercera parte del Zaratustra necesitó "una alegría celestial" (1883))•Y,..i'i!'.' . interpretativa mediante la cual el hombre pretende convertirse en la medida de todas
a Rohde, en 1884, refiriéndose al mismo texto, le dice que es "una especie de abisljl~~·t). las cosas''. Una religión que exige la intensidad, la transmutación, y que no puede ser
del futu.ro, algo escalofriante, especialmente en su alegría''. No se trata de unaalegrl~,f;i,;·; dicha de ninguna manera porque ha sorbido totalmente el concepto: religión a la
producida por algo distinto de la alegría; la alegría es el Eterno Retorno, es el éxtasis~.-.3·, que una gran pasividad ha vaciado de objetos y de personas.
hay la circulación de un significado único en distintas modalidades nominativa~;;•,··:\
Cua~d? Nietzsche dice que hay que "sentir alegría en toda ocasión'; está planteand?~vi :'.. 33. Nietzsche no podía hablar, pero habló. Ésa fue su compasión, la compasión
su m1st1ca. El instante asumido como eternidad (la temporalidad donde desaparecen.:;;.; propia de la mística. Dijo: vive de tal manera que desees vivir eternamente. Usó las
ambos términos, pues si subsistieran se repetiría de nuevo la última lógica del'?~;.,; ,.._pa1abras "Eterno H.etorno conte1np lac1on
))I(
l
., , extas1s , vo 1unt adde po d erll('b·
¡)((; • ))I(
, ea-
mh1hsmo que es el "negro" anillo de la temporalidad) es la alegría más profunda, u?,~)i~/ titud", para tratar de decir-sin-decir siempre lo mismo y lo imposible. En agosto
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
34. Nietzsche no pudo ubicar su experiencia mística en ninguna tradi~ "¿Entonces para usted la modernidad y la posmodernidad serian esencialmente lo
religiosa, 13 pero la utilizó para destruir el texto filosófico de la metafísica (ell.. o?
!ante la filosofía debió elegir entre subsumirse en el discurso de la ciencia -,e
racionalidad matemática o epistemología- o aventurarse por la intemperie d Son formas distintas del mismo movimiento histórico en distintas etapas de su
pensar sin soportes ontoteológicos y de un discurso esencialmente fragmentar! arrollo. Creo que lo que se llama posmodernidad, en cuanto empresa esencial-
para enunciar su ética de la transmutación del instante en eternidad. .. te teórica y estética, es algo propio de la modernidad aunque paradójicamente
ezca como su crítica. En otras palabras: el critico de la modernidad, si no logra
igarse vitalmente de lo moderno, sigue perteneciendo a la modernidad aunque
xprese como posmoderno. Lo que aquí parte las aguas es la vieja fórmula de
· baud respecto a la necesidad de cambiar de vida.
13. Quien sintió profundamente esta imposibilidad fue Rilke; así lo expresó en una carta a Y en ese sentido Nietzsche ...
Bodlander: "Lo espantoso es que no tene1nos una religión en el sen'o de la cual estas expe'
puedan ser elevadas hasta Dios': Este espanto trágico también expresa lo insondable deldioritS_ Nos enfrenta con su locura en cuanto abandono absoluto del escenario moderno.
su espacialidad desconocida, ni empírica ni ideal, absolutamente otra, que linda con el hecho tiendo por moderno no únicamente las grandes ideas clásicas de la metafísica,
de las cosas.
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS ENTREVISTA SOBRE NIETZSCHE
sino ante todo las formas de vida del Sistema. Si se aceptan las for . ¿Podría desarrollar esta idea?
Sistema, lo mismo da que uno se declare moderno o p d mas de vida del
N' h . osmo erno L0
1etzsc e es situarse fuera de esa encruci¡.ada medi'ant l · que hace }{ay que tener en cuenta que Nietzsche vivió un instante de suprema identidad
· d •· d e a puesta en act d ¡
c1a o etico el Eterno Retorno de lo Mismo. Su crítica deb o e enun- Je éxtasis que lo proyectó fuera de sí, más allá de la división entre sujeto y objeto
momento de este enunciado. e entenderse corno un nde todos vivimos, hacia un estado de unidad con el todo. A este estado místi-
, que en sí es semejante al experimentado por los místicos de todas las religiones,
¿A qué llama "crítica nietzscheana'? ~ietzsche lo llamó Eterno Retorno. Tal estado se le aparece como salvación, de ahí su
urgencia. Dicho en otros términos: o los hombres acceden a la vivencia del Eterno
Al menos desde El origen de la tragedia Nietzsche se dedicó ad . . etorno o serán aplastados por el nihilismo del Sistema .
des estructuras metafísicas que a través de 1 h. t . e esmontar las gran-
.d l a is ona coniormaron 1
occ1 ~nta . Este desmontaje fue su crítica. Crítica a la idea de Di de pensamiento Si mal no recuerdo, es desde sus primeras obras que planteó la necesidad de superar
de Su¡eto, de Origen, de Verdad, de Fundamento de Fin et , t os, e Ser, de Razón, [a "individuación" para lograr la unidad con el todo.
como toda crítica por otra parte, fue hecha con ~na finalid~~. era. Pero esta crítica,
Es cierto. Pero al principio sus intereses son más bien filosóficos, en la línea
La crítica no sería' por lo ta nto, un tipo
· de conocimiento
. . objetivo, científico. 'de Schopenhauer. Sus ideas de "fondo-primordial", de "uno-primordial" y de
peración del "principio de individuación" permanecen en el orden del conoci-
Niet~sche se burla de las pretensiones de un conocimiento o . . miento, con toda la carga emocional que siempre tuvo para Nietzsche el acto de
complejo concepto de perspectivismo. Más aú l ll d b¡~t'':'º
y elabora el conocer. No obstante, recién en 1881 surge la propuesta explícita como una suerte
es sometido a una minuciosa desconstrucción ~l ;.
ama o conoc1m,1ento objetivo
de mandamiento.
terpretaciones, relaciones de fuerzas 'orma d edrmmo de la cual solo quedan in-
1 ' i s e po er.
¿1881 significaría entonces un corte en la obra de Nietzsche?
Nie~::~:~te principio, digamos epistemológico, ¿también se le puede aplicar al propio
Yo preferiría hablar de un paso, conjugando el sentido de dar un paso y luego
'otro, como un caminante, y en el sentido de pasaje, de iniciación. En una perspectiva
Por supuesto. Sin embargo, no hay que olvida 1 , . vemos la ascesis realizada a través del conocimiento entendido como fatalidad; en
crítica consiste en determinar desde q él r que e autentico problema dela otra perspectiva lo que aparece es el aumento constante de tensión espiritual, hasta
u ugar Ypara qué se la realiza.
que finalmente se produce el estallido de 1881 como una iluminación destinada a
Se refirió al Eterno Retorno. "partir en dos" la historia del mundo.
f
Nie~;s~h~i~n:l~ed~~::~:t ce~ un~? d~ máxima Una pretensión desorbitada.
contra la metafísica en su
ético-política.
e: intensidad vivida al que llego
ar iculo la .gra~ .maq.ui.n.aria teórica que montó
apa de culmmac10n mh1hsta, vale decir técnico'
Sí, tanto como la de Cristo o la de Buda. Con la diferencia de que Nietzsche vi-
vió en una sociedad y en un momento histórico profundamente arreligioso: nadie
podía oírlo porque no había oídos para oír a ese oséuro filólogo que pretendía nada
¿Cuál es su interpretación de ese pensamiento-eje que sería el Eterno Retorno? ·•menos que fundar una nueva religión.
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ENTREVISTA SOBRE NIETZSCHE.
EL ABANDONO DE. LAS PALABRAS
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EL ABANDoNO DE LAS PALABRAS
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ENTREVISTA SOBRE NrnrzscHE
EL AllANDONO DE LAS PALABRAS
Repito: lo de religioso apunta a la unidad, y aquí se deberían incluir todas las fi _ . o forma- de-vi.da, y quien hace suya la frase, .de
. de la eternidad del mstante com . de sí ni una gota de su espmtu
tivo «v qmen no reserva . h. ·
ras de Dioniso, que es el verdadero dios nietzscheano, quiero decir: la fiesta dionisf!u Zaratustra cuando dice: 'º am?
.ª , 1 puente", se vuelve alguien sm istona
es sólo en estado de puro espmtu p~s.ara e
y el éxtasis propiamente dionisíaco. En cuanto a la ética, hay que tener en cuen:
la ambivalencia de un doble movimiento: por un lado, la crítica al tipo de hombre pu. . Se vuelve cierta mefabihdad.
y sm sustancia.
enfermo, cínico y resentido, que las éticas dominantes en Occidente han propuesto
como modelo-ideal, con las consecuencias nihilistas en cuanto a la forma de socie- ¿Un alma?
dad que ellas mismas intencionan; por otro, se trata del hombre sin individuación y
sin propiedad, el hombre dionisíaco o el Superhombre. Aclaro que lo dionisíaco es No.
una füerza cósmica constitutiva de lo histórico y no una mera construcción teórica;
en consecuencia, debe entendérselo como una fuerza des-subjetivada que atraviesa ¿Un cuerpo?
negativamente el Sistema y no como esa suerte de ideal-literario e histórico que es . , si nifica más allá del cuerpo y del alma. De
propio de la "objetividad" universitaria.
Más allá del bien y del U:ªl tambien i!T El "puente" es el puente que hace. del
alguna manera hay que salir de e:ltev:: ;i~niso: la sensación inaudita de sent'.r lo
¿Quiénes serian, desde su punto de vista, los sostenedores sociales, quiero decir, los hombre un pasado, el puente que e ternidad y como Ser, cuando uno ".'ismo
hombres que harían suya, viviéndola, esa propuesta? cósmico en el fondo de ~no mismo com~t:rnidad como el Ser han desaparecido de
ha dejado de ser uno mismo y tanto. la iritual corporalmente haber tras~en
Lyotard llama a los nietzscheanos de hoy-sabiendo que no existen nietzscheanos, todo horizonte. Pasar el p~ente si~mfica ~s~stroca~iento del tiempo. La eternidad
ya que decirse nietzscheano es un contrasentido- los "hombres en exceso'; los que
van más allá de sí abriéndose a la intemperie de la fiesta (Bataille), de la serenidad y
dido la individualidad. El puente e.5.~n
es puesta en el centro de la problematica
-:1
hombre sólo se redime cuando lo~ da-
s'dad y esa conjunción es la etermdad
el dejar-ser (Heidegger), de la poesía, de la música, del éxtasis. Es muy difícil abarcar dos caen en profunda identidad con su n~~~o~re ningún camino si~o q~e es l~ ,flor
y clasificar esos movimientos borrosos de ciertos tipos intersticiales que fluyen por el que es volviendo, porque la eterml~ad ~o e exige el más allá de la mdividuac10n o
espacio social sin dejar huellas. Es como si se tratara de movimientos inestables en el propia e insensata del instant.e-: e a es a ~~a que la eternidad es, si así pudiéramos
sentido de la micro física; movimientos a veces miméticos y a veces de una originalidad el reino de Dioniso, perokmendo en cue
y una evidencia que resultan insoportables. No se los puede ver porque aprovechan decirlo, caída de la Etermdad.
los juegos de luces del Sistema para escapar a la cacería de los "últimos hombres". Y,
.,
finalmente, porque siempre están y no están; o, dicho con otras palabras, pueden estar ¿Qué quiere deCir. .
en cualquier lugar sin estar en ese lugar. Algo propio de los espejismos.
'ritu tiempo, eternidad, instante, ser,
Que to d o deb e de¡· arse caer: cuerpo, espi '
¿No es lo que usted dice algo demasiado poético? dios, trascendenda ...
No sé cómo decirlo de otra manera. Si quiere tener un ejemplo de ese itinerario, ¿Qué quiere decir. " caern¡;i.
paradójicamente trágico y deslumbrante, le recomiendo que lea el Cuaderno del
peyote, de Carlos Riccardo; en él podrá sentir vitalmente esto que estoy diciendo. "Caer" quiere decir caer.
También puede leer a Huxley o Artaud, a Suzuki, a Michaux, a Jabes, al maestro Ec-
khart, a San Juan de la Cruz ...
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Notas a la entrevista
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Et ABANDONO DE LAS PALABRAS
que ver entonces con lo que ha pasado. ¿Pero en realidad hay "algo más" que lo que lo
1 er llamó la esencia de la técnica, y fue refiriéndose a ella, a su emergencia histórica
países del Este pusieron en juego? ¿O eso es todo? s 1 ~xpresada conceptualmente por Descartes, que dijo: "lo peor ya ha pasado". Su-
1 brepticiamente la técnica se ha vuelto sujeto (esto lo '."ostró muy claramente M~rx,
Eso depende de lo que uno entienda por socialismo. Si, por ejemplo, uno en- l quien en este sentido sigue siendo el n~gattvo de He.1.degg~r): ella es ;a que domma
tiende q~e el s?~ialismo implica la posibilid~d real de partic'.par ~n la dirección y en 1 el todo del hombre mediante una creciente compleJizacron que actua por sobre lo
l
la adm1mstrac1on de la sociedad en sus drstmtos mveles, s1 implica la desaparición .! humano 0 , dicho con otras palabras, que convierte lo humano .e~. un.a de sus for-
t~n.t~ de lo~ explotado.res como d.e los explot~do~,,así como de Jos dirigentes y los mas. Desde este punto de vista creo que en Heidegger hay una v1s1on limitada de la
dmgrdos; sr por socrahsmo se entiende actual1zac10n de lo que Marx llamó el "rei- 1 técnica, pues si bien por una parte comprendió su "esencia", por otra, Ya pesar del
no de la libertad'; entonces esos países mal llamados de "socialismo real" no sólo terror que produce la técnica, hay en él ciert~ obnubilación, fun,dada posr~lemente
no fueron socialistas sino que fueron su antítesis, una pieza más dentro del sistem en que considera la técnica, en cuanto culmmacrón de la metafisrca, una epoca del
mundial capitalista. a 1 ser, y por lo tanto, en ella, precisamente en el "peligro", puede crecer lo que salva, se-
l gún el verso de Hólderlin que lo obsesionó.
¿En qué medida un socialismo que tome distancia de lo ocurrido en el Este no es
una utopía, algo irrealizable?
1
Siempre me pareció algo enigmática esa interpretación (queFor lo dem~s Heidegge~
deja deliberadamente abierta) del verso de Hiilderlin en relacwn con la tecmca. ¿Que
Tal vez sea así. No obstante, me parece que lo esencial es el reconocimiento del podríamos esperar? ¿Qué sería "lo que salva"?
ser humano como un absoluto, un absoluto concreto, aquí y ahora, en cada uno y en
Creo, y doy un paso atrásdrespdectlo a tu pre~unt.a, que laltécsonbicreavhi·vaecnocnt·adduecildaoe:l
todos. Y esto plantea la necesidad de ir más allá del hombre. Pero entendámonos, del
1
hombre en cuanto investido como sustancia, como un ego o sujeto esencialmente 1 mundo a un punto extremo on e o que esta en ¡uego es a -
distinto del mundo, de la naturaleza y de los otros seres humanos, y que por lo tanto 1 pecie humana. y no es casual que este hecho haya llevado a un pensador como Hans
puede considerarse fuente autónoma de todo sentido, y más aun, de toda realidad. Jonas a plantear el problema ético que se deriva del fin de los tiempos Yq~~ exige la
Para mí ése es el punto decisivo, el punto a partir del que se decide todo. conciencia y la realización de un acto, en cada uno de nosotros, de salvac10n. Creo
que nadie expresó mejor esta situación que Messiaen en su "Cuartet~ para el fin de
Esta asunción de cada uno como absoluto no parece menos irrealizable que construir los tiempos", compuesta de memoria en un campo de.concentracron nazi.y cuya
un mundo nuevo. Tal vez no sean cosas distintas y se trate sólo de eso, pero entonces belleza no es solamente un bálsamo sino una advertencia. Estamos, y no quiero ser
caemos nuevamente en el problema de lo imposible. apocalíptico, frente a un punto de no retorno, y allí, en ese punto, en est: punto (es-
taba por decir en este infierno), es necesario pensar, pensar en un sent~do sa,;r?, o
Sí y no. Por una parte, no hay nada más natural que el estado de absoluto, porque podría decir poetizar o rezar, para señalar que no se trata de un p.ensamrento cien-
ya somos eso y no existe ninguna posibilidad de no serlo. Pero simultáneamente no tífico" sino de un pensamiento que necesariamente debe producir lo que Nietzsche
hay nada más difícil que su actualización o su vivencialidad. Y esa dificultad deriva, llamó una "transmutación de todos los valores".
en gran parte, de nuestra "civilización") que, como es notorio, se funda en la hiper~
trofia obsesiva del ego, del tener, del poseer, de la creciente alienación en los objetos, ¿Dice "científico" con un énfasis peyorativo?
de la competencia y la envidia, de la propiedad y el consumo ... y de la violencia que
de ello se deriva. Digo que la ciencia, al margen obviamente de la voluntad de algunos científicos,
está íntima y esencialmente enlazada con la técnica, y que por lo tanto es resronsa-
De un mundo "técnico ... " ble del estado de enajenación y de terror en que vivimos. Y no me refie:o solo a la
desintegración atómica, ni a la posibilidad demoníaca de alterar la especie humana,
Sí, pero entiendo técnico como mal. Ante todo como escisión entre el hombre, sino también a la concreta fabricación de virus, al envenenamiento de las ag~a~, del
como un ego, y el mundo o la naturaleza como algo externo, ajeno y pasivo, algo que aire, de la tierra y los frutos, a la extinción de especies y comunid:des, a l~ 1d10cra
el hombre puede "dominar", "conquistar" y destruir. Esta escisión es lo que Heideg- de la televisión y de la computación en cuanto generadoras de una cultura blanca,
290 291
~-
~ LA FLECHA QUE VUELA INMÓVIL
¿Y la política?
Una poesía esencialmente religiosa que, sin significado, se presenta ante todo
como una donación de la voz o como el surgimiento de una voz carente de hechura
humana, en cuanto ausencia de una conciencia que la posea hecha previamente a
su hacerse en la grafía del texto. Sin embargo se ha sostenido que )abes fue ateo, y es
posible que lo fuese. Pero falta decir, si lo fue, ¡de qué dios fue ateo? Lo que llamo
religioso apunta al problema que plantea esta pregunta.
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Et ABANDONO Df: LAS PALABRAS
EL TIEMPO DE JABE.5
]abes confesó alguna vez que al lle ar a su e . . , . En Jabes, finalmente, la palabra "poesía" carece de significación retórica: si por
anom1a espiritual que lo hundió en lg"d . ~~to en Pans padeció una forma de exceso el impulso poético se libra de toda ley preceptiva, la poesía se da en estado
fu e d es de ese desierto que com , e es1erto de la ausen c1a· de nom bres, y que
., enzo, penosamente a elev h . naciente como esa nada del decir que implica y transforma todo en la redención de la
nac10n. Es como si el canto exigiera el des . , ' arse ac1a su pura ilumi- belleza, redención de la violencia del mal en la tierra mediante las figuras fundamen-
el exagerado olvido de los no b dPOJO mas grande, la pobreza llevada hasta tales de la iluminación, del amor y la compasión. Allí, en el fondo del desfallecimiento,
d m res, para esde allí desd .
po emos denominar sacra ir de. d b l ' e esa situación a la que sólo la palabra (de) )abes socorre al ser desolado del mundo, de los otros y del misterio.
d . . ' ¡an o rotar a palabra de d
ono umcamente es posible deia l l ' ¡an o, porque en el aban- En esa unión abierta, en la pobreza y docilidad, su voz es la particular redención de
.d. ' r, que aspa abras 'orne l . . . .
vez p1 tó Mallanné •.v con'o l
11 r1nen e canto.
• n a imciat1va, como alguna la poesía en una época en que el hombre corre el peligro de extinguirse en lo sinies-
tro de una reificación que ha expropiado el sentido del mundo.
Digo que Jabés es uno de los grandes ..
debo agregar que es un poeta religioso sin ~o~ta~ .re~,ig10sos de nuestra época, pero Ayer murió Messiaen,el músico que en un campo de concentración nazi compuso
re igton · Es incomprensible fuera de la
el "Cuarteto para el fin de los tiempos" como si fuera un pájaro milagroso cantando
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EL ABANDONO DE LAS PALABRAS
en el punto más sombrío del horror; también ayer murió el pintor Francis Bacon·
el año pasado murió René Char, el poeta, y también Jabes ... ¿Acaso es este aban~
dono sin remedio algo referido a nuestro destino como hombres? La pregunta, que
nos asalta constantemente, no tiene respuesta, pero allí está la música, la pintura, la
poesía, siempre el libro y lo que el libro dice sin decir, lo que se dice en el libro, un
llamado para nada, pero aun así un llamado: "¿Qué se tiene, propio, para transmitir?
Sin duda, nada, pero esa nada es todo lo que poseemos''.
Martin Heidegger
Los himnos de Holderlin "Gennania" y "El Rin"
Martín Heidegger
Aportes a la filosofía
Acerca del evento
Martin Heidegger
Sobre el comienzo
Martín Heidegger
Meditación
Martin Heidegger
Hegel
938~
1. La negatividad. Una confrontación con Hegel desde el planteo de la negatividad (l 1939)
2. Di\ucidaci6n de la "Introducción" a la Fenomenología del espíritu de Hegel (1942)