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INDICE

DEDICATORIA ................................................................................................................................ 2
Agradecimiento ............................................................................................................................. 3
SITUACION DE LA SALUD MENTAL ................................................................................................ 4
1.1 SITUACIÓN DE LA SALUD MENTAL EN PERÚ ....................................................................... 5
Trastornos Clínicos: Depresión, Ansiedad y Otros ............................................................... 6
ASPECTOS PSICOPÁTICOS...................................................................................................... 9
CONSUMO Y ABUSO DE SUSTANCIAS ................................................................................. 11
LAS VIOLENCIAS................................................................................................................... 13
ACCESO A SERVICIOS DE SALUD MENTAL ........................................................................... 22
POBREZA Y SALUD MENTAL ................................................................................................ 22
OTROS PROBLEMAS ASOCIADOS A LA SALUD MENTAL ...................................................... 23
1.2 SITUACIÓN DE LA SALUD MENTAL EN LA REGIÓN ............................................................ 24
1.2.1 SITUACIÓN MENTAL DE LA REGIÓN DE APURIMAC ................................................. 25
PLAN NACIONAL DE SALUD MENTAL ...................................................................................... 25
LINEAMIENTOS DE POLITICA DEL MAIS EN SALUD MENTAL................................................... 26
Bibliografía .................................................................................................................................. 34
DEDICATORIA

primeramente, a dios por habernos permitido llegar hasta este punto y


habernos dado salud, ser el manantial de vida y darnos lo necesario para
seguir adelante día a día para lograr nuestros objetivos, además de su
infinita bondad y amor.

A nuestros padres por habernos apoyado en todo momento, por sus


consejos, sus valores, por la motivación constante que nos ha permitido ser
una persona de bien, pero más que nada, por su amor. todos aquellos que
ayudaron directa e indirectamente a realizar esta información.
Agradecimiento

A Dios, por estar con nosotros en cada


paso que damos, por fortalecer nuestros
corazones e iluminar nuestra mente y por
haber puesto en nuestro camino a aquellas
personas que han sido nuestro soporte y
compañía.

A nuestros seres queridos. A nuestra familia por


enseñarnos con amor que la perseverancia, el
esfuerzo y la dedicación son el camino para
lograr objetivos. A los amigos por brindarnos su
apoyo incondicional en los buenos y no tan buenos
momentos. GRACIAS
SITUACION DE LA SALUD MENTAL

No es exagerado afirmar que la salud mental es el mayor y más valioso patrimonio que el
ser humano debe aspirar y conservar. Sin ella no tendrá tranquilidad ni satisfacción que
le permita disfrutar de cualquier otro bien o valor que por ventura pudiese obtener. En
cambio, con ella será capaz de enfrentar serena y eficientemente las más duras pruebas o
adversidades que le reserve su destino. Salud mental en el Perú La población peruana
tiende a no reconocer los problemas de salud mental.

La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la


forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También
ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y
tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde
la niñez y la adolescencia hasta la adultez. (1)

17% de peruanos dicen tener un familiar o amigo cercano con un problema de salud
mental diagnosticado. En Perú, 4 millones de personas tienen alguna enfermedad mental,
de los cuales solo el 800.000 (20%) reciben tratamiento adecuado. La población peruana
tiende a no reconocer los problemas de salud mental.

El Instituto Integración, unidad de investigación periodística que analiza la calidad de


vida, la gestión pública y la identidad de los peruanos, realizó una encuesta en la que
arrojó resultados como que, en la actualidad, 17% de peruanos dicen tener un familiar o
amigo cercano con un problema de salud mental diagnosticado.

Aquellas personas que tienen un familiar o amigo cercanos con enfermedades de salud
mental, tienden a ser más considerablemente más tolerantes con estos problemas.

“La mayoría no sabe lo que es salud mental, asocian la enfermedad mental a estar loco y
a enfermedades mentales graves, usualmente piensan en esquizofrenia”, señala Hugo
Lozada, jefe de salud mental del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas
(INEN).

Las enfermedades más comunes, mundialmente, son la depresión y los trastornos de


ansiedad.

Según la Organización Mundial de la Salud, el 98% del presupuesto de salud mental, en


nuestro país, se destina a hospitales psiquiátricos. Mientras que, “el 80% de problemas de
salud mental se podrían resolver en el primer nivel de atención, expresa Lozada. Las redes
de atención primaria deberían fortalecerse, y solo los casos graves centrarse en los
hospitales. (1)

La Salud Mental en la actualidad En la actualidad el quehacer en salud mental lo


constituye no sólo la población que presenta morbilidad psiquiátrica, sino
fundamentalmente, la que se denomina población sana.

Se necesita del abordaje interdisciplinario, multisectorial, comunitario e integral para


atender al ser humano, afirmando y fortaleciendo los procesos necesarios para lograr un
auténtico desarrollo económico y social sostenible.

Se amplía la comprensión de la salud mental, integrando aspectos biológicos,


psicosociales y culturales. (2)

1.1 SITUACIÓN DE LA SALUD MENTAL EN PERÚ

Para abordar el diagnóstico situacional de la salud mental en el Perú, se debe definir en


primer lugar este concepto. Actualmente, la salud no se entiende como la ausencia de
enfermedades solamente. La Organización Mundial de la Salud, ha definido a la salud
mental como el estado de bienestar que permite a cada individuo realizar su potencial,
enfrentarse a las dificultades usuales de la vida, trabajar productiva y fructíferamente y
contribuir con su comunidad. De modo que, la problemática de salud mental incluye no
sólo los trastornos mentales sino también, problemas psicosociales graves, como diversos
tipos de violencia; los cuales generan consecuencias que de no ser abordadas contribuirán
a reproducir de generación en generación este problema.

El Plan se sustenta en información sobre los trastornos y problemas en salud mental,


priorizados según su prevalencia. Asumiendo que la etiología de los trastornos mentales
es multifactorial, se ha puesto énfasis en los determinantes sociales, que consideramos
son importantes tanto para la expresión de los trastornos mentales propiamente dichos,
como en la génesis de los problemas psicosociales identificados.
Trastornos Clínicos: Depresión, Ansiedad y Otros
El estudio de Sogui (1997) -focalizado en un solo distrito limeño- resalta la prevalencia
de un 32.6% de depresión, explicando que afectaría fundamentalmente a la población
femenina en el periodo del climaterio y a la masculina en la temprana juventud.

El Estudio Epidemiológico Metropolitano de Salud Mental (INSM, 2002) muestra una


prevalencia de vida del 19% para depresión en general (14.5% para varones y 23.3% para
mujeres). Sobre los trastornos de ansiedad, este mismo estudio muestra una prevalencia
de vida de 25.3% (20.3% para varones y 30.1% para mujeres). Sobre trastornos
psicóticos, el estudio muestra una prevalencia del 1% (0.7% masculino y 1.3% femenino).
La prevalencia de vida de los trastornos psiquiátricos en general en Lima Metropolitana
y Callao es de 37.3%.

El Estudio Epidemiológico de Salud Mental en la Sierra Peruana – Ayacucho, Cajamarca


y Huaraz - (INSM, 2003) muestra una prevalencia de vida de trastornos depresivos del
17%, cifra similar a la ya mencionada, existiendo diferencias entre varones y mujeres:
13.3% y 20.5% respectivamente. La prevalencia anual es del 7.4%.

La cifra mayor en prevalencia de vida son los trastornos de ansiedad con un 21.1%. Se
observa más frecuente en las mujeres (25.3%) que en los varones (16.6%). Como veremos
más adelante, los varones presentan mayor prevalencia de uso de sustancias.

El Estudio Epidemiológico de Salud Mental en la Selva Peruana –Iquitos, Tarapoto y


Pucallpa- (INSM, 2004), encontró que más de un tercio de la población de estas ciudades
(39.3%), alguna vez en su vida ha sufrido algún trastorno psiquiátrico. El estudio muestra
una prevalencia de vida de trastornos depresivos en general del 21,9%, existiendo
diferencias entre varones y mujeres: 13.5% y 29.2% respectivamente. Sobre los
trastornos de ansiedad, este mismo estudio muestra una prevalencia del 18.3% (14.3%
para varones y 21.8% para mujeres).
GRÁFICO Nº 1

PREVALENCIA DE VIDA, ANUAL, 6 MESES Y ACTUAL GENERAL DE


CUALQUIER TRASTORNO PSIQUIATRICO-LIMA METROPOLITANA,
SIERRA Y SELVA PERUANA

40

P 35
O
R
30
C
E
N
25
37.3 37,3
T 39.3

A 20
J
E 15 21.6
22.6

10 16.2 15.4
19.8 20.1 23.5
26.5
5

0
DE VIDA ANUAL 6 MESES ACTUAL

LIMA METROPOLITANA (2002) SIERRA PERUANA (2003) SELVA PERUANA (2004)

FUENTE: Estudio Epidemiológico de Salud Mental-Lima Metropolitana (INSM 2002);


Estudio Epidemiológico de Salud Mental-Sierra Peruana (INSM 2003); Estudio
Epidemiológico de Salud Mental-Selva Peruana (INSM 2004)
GRÁFICO Nº 2

PREVALENCIA DE VIDA DE DEPRESIÓN Y TRASTORNOS DE ANSIEDAD


ESTUDIOS EPIDEMIOLOGICOS DE SALUD MENTAL
LIMA METROPOLITANA, SIERRA Y SELVA

30%

25%

20%

15%
19% 25.30% 17% 21.10% 21.90% 18.30%
10%

5%

0%
Lima Metropolitana Sierra Selva

Depresión Trastorno de ansiedad

FUENTE: Estudio Epidemiológico de Salud Mental-Lima Metropolitana (INSM 2002);


Estudio Epidemiológico de Salud Mental-

Sierra Peruana (INSM 2003); Estudio Epidemiológico de Salud Mental-Selva Peruana


(INSM 2004)

En forma específica, al interior del país, las prevalencias de vida más altas de cualquier
trastorno psiquiátrico se hallaron en Ayacucho 50.6%; Puerto Maldonado 48%; Iquitos
41.3%; Pucallpa 39%; y Tumbes 38.1%. Las prevalencias a 6 meses más altas se han
encontrado en Ayacucho 24,4%; Puerto Maldonado 23.3%; Iquitos 21.6%; Tumbes
21.5%; Puno 21% y Pucallpa 19.7%. Los trastornos psiquiátricos más frecuentes (a 6
meses) en la sierra, en la selva y fronteras han sido los trastornos depresivos (episodio
depresivo y distimia) con prevalencias de 7.3% en Puno; 7% en Cajamarca; 6.7% en
Huaraz; 6.6% en Iquitos y 6.5% en Puerto Maldonado. En Lima la prevalencia a 6 meses
de los trastornos depresivos y trastorno de ansiedad en general se encontró en 10.6% y
16.4% respectivamente. Al interior del país las prevalencias más altas de trastorno de
ansiedad en general se encontró en Tacna 8.9%; Huaraz 7.5%; Puno 7.5%; Ayacucho
7.3% y Pucallpa 6.4% .
GRÁFICO Nº 3

prevalencia de algún trastorno psiquiátrico

EN LIMA, SIERRA Y SELVA SEGÚN CIUDAD

Lima Ayacucho Cajamarca Huaraz


Iquitos Pucallpa Tarapoto Bagua
Pto Maldonado Puno Tacna Tumbes

60.0 50.6
48.0
50.0
41.3
Prevalencia (%)

37.3 34.9 39.0 38.1


40.0 35.2
28.3 32.6 32.7 32.1
30.0

20.0

10.0

0.0
Cualquier trastorno psiquiátrico en la vida

FUENTE: Estudio Epidemiológico de Salud Mental-Lima Metropolitana (INSM 2002);


Estudio Epidemiológico de Salud Mental-

Sierra Peruana (INSM 2003); Estudio Epidemiológico de Salud Mental-Selva Peruana


(INSM 2004)

ASPECTOS PSICOPÁTICOS
Es importante, que el estudio realizado en la sierra peruana haya incluido la medición de
estos aspectos, que por sus propias características no llegan a la consulta clínica. Han
sido estudiados a nivel de tendencias como: permisividad frente a la psicopatía –
tolerancia a conductas delictivas como el robo- y tendencias psicopáticas –mentira
frecuente, violencia y robo-. En la población adulta, se ha encontrado una permisividad
del 11.6% y tendencias psicopáticas en el 4.7% de la población.
Cabe resaltar que para la población adolescente, si bien la permisividad es menor que en
los adultos (9.9%) las tendencias psicopáticas son mucho mayores (39.4%); el estudio
menciona que los resultados son semejantes a los de Lima y Callao. Obviamente no se
puede analizar la psicopatía al margen del proceso de anomia que vive el país.

SUICIDIO

El suicidio, asociado a diferentes cuadros, ocupa el cuarto lugar como causa de muerte
violenta en Lima, constituyendo el 8% de éstas (Instituto de Medicina Legal, 2001), en
una relación de 2:1 entre hombres y mujeres. En el último estudio publicado por el INSM
(1998)1 se mencionan los motivos más frecuentes asociados al suicidio: conflictos
conyugales (29.6%), conflictos familiares (27.6%), conflictos sentimentales (22.1%),
psicopatológicos (17.6%), laboral-económico (2.2%), enfermedad física (0.8%). Tres
cuartas partes de los suicidios están relacionados a alguna forma de depresión: trastorno
depresivo mayor (39.4%) y trastorno reactivo con síntomas depresivos (35.5%); un 23.8%
está asociado también, con abuso de alcohol y sustancias.

En otro estudio posterior del INSM (2002), se han encontrado que la prevalencia de vida
de consideraciones o pensamientos suicidas es de 30.3% de la población encuestada; este
tipo de pensamiento es más frecuente entre las mujeres 40.4% que entre los varones
19.6%, a diferencia del suicidio consumado. En este mismo estudio, se observa una
tendencia generacional al incremento de indicadores suicidas. La prevalencia de vida de
consideraciones o pensamientos de índole suicida en el adulto, adolescente y adulto
mayor es de 30.3%, 29.1% y 27.8%, respectivamente. Si bien la prevalencia de vida en
el adulto es mayor que en los adolescentes, la prevalencia anual en los adolescentes es
mayor respecto a los adultos (15.3% y 8.5% respectivamente), lo cual pone al suicidio y
la depresión entre las prioridades de la salud mental durante la infancia y adolescencia.

En el Estudio Epidemiológico de Salud Mental en la Sierra Peruana (INSM, 2003), para


el grupo de mujeres unidas –o alguna vez unidas- se encontró una prevalencia de vida del
deseo de morir del 45.5%. La prevalencia de vida de la conducta suicida es mayor en las
mujeres: 3.6% contra 1.7% en los varones. En este mismo estudio, se encuentra una
prevalencia de vida del deseo de morir del 34.2% en adultos, ligeramente superior a los
datos anteriores.
En el Estudio Epidemiológico de Salud Mental en la Selva Peruana (INSM, 2004), para
el grupo de mujeres unidas –o alguna vez unidas- se encontró una prevalencia de vida del
deseo de morir del 39.9%. La prevalencia de vida de la conducta suicida es mayor en las
mujeres: 4.8% contra 2.2% en los varones. En este mismo estudio, se encontró una
prevalencia de vida del deseo de morir del 32.5% en adultos.

GRÁFICO Nº 4

PREVALENCIA DE VIDA DEL DESEO DE MORIR EN ALGÚN MOMENTO

LIMA METROPOLITANA, LA SIERRA Y LA SELVA


Lima Sierra Selva
34.2 32.5
35 30.3
30
Prevalencia (%)

25
20
12.9 11.5
15
8.5
10 5.1 4.6
3.6
5
0
De vida En el año En el mes

FUENTE: Estudio Epidemiológico de Salud Mental-Lima Metropolitana (INSM 2002);


Estudio Epidemiológico

de Salud Mental-Sierra Peruana (INSM 2003); Estudio Epidemiológico de Salud Mental-


Selva Peruana (INSM 2004)

CONSUMO Y ABUSO DE SUSTANCIAS


Según la Encuesta Nacional de Prevención y Uso de Drogas los dependientes del
consumo de drogas principalmente lo son de alcohol y tabaco, (10.1% y 8.1 % de la
población encuestada, respectivamente), mientras que las dependencias a marihuana,
pasta básica de cocaína, clorhidrato de cocaína, inhalantes y tranquilizantes, sumaron el
0.78%.

Esta misma tendencia se mantiene según la encuesta nacional de DEVIDA (2002) , la


cual nos muestra que el 94.2% de personas encuestadas han consumido alcohol, un 68%
ha consumido tabaco, un 5.8 % ha consumido marihuana; siguen: pasta básica de cocaína
(2.1%), clorhidrato de cocaína (1.8%), inhalantes (1%), tranquilizantes (6.5%). Si bien
estos porcentajes no indican dependencia, sí nos muestran la tendencia de consumo y
preferencias de la población.

Resulta evidente que el consumo de alcohol es un grave problema de salud pública,


asociándose a varios factores psicosociales. En Perú, los varones tienen una tasa más alta
de dependencia al alcohol en relación a las mujeres: 16% frente al 4.9%. El 30% o más
de los bebedores desarrollan problemas de índole familiar y social asociados al consumo;
la intoxicación alcohólica puede producir irritabilidad, conducta violenta y depresión. En
el mundo occidental , el 10% de los varones y del 3 al 5% de las mujeres
aproximadamente, desarrollan problemas conductuales severos asociados al abuso de
alcohol. Como los altos niveles de ingesta de alcohol pueden causar problemas médicos
y psiquiátricos, se estima que del 20% al 35% de usuarios de servicios de salud presentan
abuso o dependencia al alcohol.

Sobre el tabaco diremos que la dependencia a la nicotina es la segunda en prevalencia, y


de las más costosas, y a la vez, una de las más tratables. Cabe agregar que el 50% de los
fumadores crónicos desarrolla algún tipo de cáncer en los países desarrollados ; se
presume que Perú siga ese mismo patrón mundial.

Según los Estudios Epidemiógicos de Salud Mental realizados por el INSM, la


prevalencia de vida del consumo de sustancias no alcohólicas legales es de 71.6% en
Lima y Callao; 66.3% en la sierra; 74.4% en la selva y 84.9% en fronteras. Por otro lado,
el consumo de sustancias no alcohólicas ilegales se encontraba en un 7.8% en Lima; 2.8%
en la sierra; 9.5% en la selva y 3.8% en fronteras. La sustancia no alcohólica legal más
consumida alguna vez es el tabaco 69.5% en Lima; 57.7% en la sierra; 72.5% en la selva
y 71% en fronteras, mientras que la sustancia ilegal más consumida alguna vez es la
marihuana 6.3% en Lima, 2.0% en la sierra, 6.1% en la selva y 2.8% en fronteras, seguida
de la cocaína 3.9% en Lima, 1.3% en la sierra, 5.7% en la selva y 2.0% en fronteras. El
consumo en el último mes de sustancias no alcohólicas legales se halló en un 30.8% en
Lima, 23.0% en la sierra, 27.9% en la selva y 35.7% en fronteras. El consumo en el
último mes de sustancias no alcohólicas ilegales fue de 0.2% en Lima, 0.1% en la sierra,
0.3% en la selva y 0.2% en fronteras.

La prevalencia anual de uso perjudicial o dependencia a alcohol en Lima se encontró en


5.3%, en la sierra fue de 10%, en la selva de 8.8% y 9% en fronteras. En la población de
Ayacucho dicha prevalencia es del 15% en general y 27.8% en el caso de los varones.
También se han encontrado

prevalencias anuales importantes en Tumbes 14.3% y Puerto Maldonado 14.1%, seguidas


por Iquitos 9.8% y Cajamarca 8%.

las violencias
Configuran un conjunto de problemas psicosociales de gran magnitud, de causas diversas
y complejas. Si embargo, cabe subrayar que en función del enfoque bio-psico-social que
sustenta este plan , queda claro que las violencias son expresión dramática del conjunto
de condiciones de vida inhumanas a que está sometida la población peruana (políticas,
socioeconómicas, familiares, de vínculos violentos o de abandono).

Al respecto, es ilustrativa la opinión de J. Gilligan: “La violencia es compleja, está multi-


determinada y se expresa en una variedad de conductas: el homicidio, el suicidio, el
terrorismo, el secuestro, la pena de muerte, etc. Las causas son múltiples (...) pero
podemos dividirlas en tres, las biológicas, las psicológicas y las socioeconómicas; pero el
peso mayor está en el factor psicológico y en el socioeconómico”.

De igual manera, en el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación se dice:


“La violencia añadió crueldad, terror y destrucción a la vida en condiciones de pobreza,
abandono y marginación de muchos pueblos. Sus efectos se potencian con aquellas
huellas de las condiciones injustas de vida. No podemos entonces hablar de un modo
simple de “secuelas de la violencia” sin atender a la complejidad de la historia que ha
producido tal violencia, sin considerar las particulares formas de vivirlas y hacerles
frente”.

No es de extrañar entonces encontrar resultados como los del estudio ya mencionado del
INSM (2002), el cual menciona una prevalencia de tendencias violentas del 30.2% de la
población encuestada (entre 18 y 91 años). Asimismo, en el estudio realizado en la sierra
peruana (2003), encontramos una prevalencia de vida de conductas violentas del 27.5%,
incluyendo peleas con algún tipo de armas y abuso físico a menores. De manera similar,
el Estudio Epidemiológico de Salud Mental en la Selva Peruana (2004), menciona una
prevalencia de vida de tendencias violentas del 26.5%.
Por otro lado, el estudio de la sierra peruana, incluyó indicadores sobre estilos de crianza
y su relación con la salud mental. Encontraron una mayor prevalencia de estilos de crianza
negativos en Ayacucho y de sobreprotección en Huaraz. Asimismo, se observó un
incremento de la prevalencia de trastornos psiquiátricos en las personas que han recibido
estilos de crianza negativos. Por ejemplo, el maltrato infantil –bajo la forma de “le dieron
más castigos de los que merecía”- tiene el impacto más alto en todos los trastornos (50%).
Es interesante además, que la falta de amor y ternura de los padres es relatada por el
mayor número de personas que padecen trastornos de ansiedad y depresión: 29.1% y 24%
respectivamente. Nuevamente, tenemos un indicador que nos obliga a intervenir a favor
de la infancia y adolescencia como prioridad en la promoción y prevención de salud
mental.

Teniendo en cuenta todas estas consideraciones, presentamos algunos indicadores


específicos de diversas manifestaciones de la violencia:

violencia familiar

Según reportes epidemiológicos del MINSA (2000) sobre violencia familiar, se encontró
que el 84.7% de las víctimas fueron mujeres, frente al 15.2% de varones. Respecto a la
edad, el 61% eran menores de 15 años; es decir, las más afectadas fueron las niñas y
adolescentes.

La información sistematizada por los Centros de Emergencia Mujer –CEM- muestra que
un 16% de casos atendidos son niños, niñas y adolescentes hasta 17 años. De este total,
el 73.1% refiere violencia psicológica, 43.9% violencia física y 23.9% violencia sexual.

maltrato infantil

De acuerdo al estudio de Anicama (1999) uno de cada tres limeños maltrata


psicológicamente a sus hijos (36.2%) y dos de cada cuatro o cinco lo hace físicamente
(43.2%). En un estudio anterior (Ponce, 1995) se resalta que poco más de la mitad de los
hijos son maltratados físicamente (52.3%), de los cuales un 20.4% son golpeados con
objetos flagelantes. La flagelación es el método más practicado sin distinción de edad,
sexo o nivel sociocultural de los niños/as y sus familias.
Cabe resaltar el último estudio realizado por la Alianza Save the Children (2003) en trece
regiones del país, encuestando tanto a niños y niñas como a sus padres, docentes y otros
líderes de la comunidad. El 48% de niñas y niños dijeron recibir castigo físico
“ocasionalmente” en su hogar. En la escuela, los varones son más castigados físicamente
que las mujeres (24% contra 13%). Asimismo, más del 50% de adultos encuestados
refirieron haber sido objeto de castigo físico en sus hogares cuando eran niños o
adolescentes.

En la sistematización de los CEM, ya mencionada, se observa que los niños y niñas de 6


a 11 años reciben casi el doble de violencia psicológica que aquellos de 0 a 5 años, casi
sin distinción de sexo; mientras que en la edad de 12 a 17 años, la violencia psicológica
hacia varones desciende y hacia las mujeres se incrementa al doble que en la edad
anterior.

En relación a la violencia física, encontramos que también se duplica para la edad de 6 a


11 años con relación al grupo de edad de 0-5, sin distinción de sexo. En el grupo de 12 a
17 años, desciende la violencia física hacia los varones y nuevamente, se incrementa al
doble en las mujeres.

violencia contra la mujer

En la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES, 2000), el 41% de las mujeres


“alguna vez unidas” ha sido empujada, golpeada o agredida físicamente; el 83% a veces
y el 16% con frecuencia. En relación al maltrato psicológico, se han identificado
situaciones de control (34%) como “la ignora o es indiferente”; situaciones de agresión
verbal (48%) como “la grita cuando le habla” y amenazas (25%) como “me tienes
cansado, me voy de la casa”.

Según ENDES (2004), la forma más común de violencia reciente son los “empujones”,
“sacudidas” o “le tiraron con algo”, informada por el 11% de las mujeres alguna vez
unidas; y las bofetadas o retorcidas de brazo (8%), situaciones que se observan
especialmente entre las mujeres que residen en la Sierra, las que tienen educación
secundaria y las de menor edad (15 -24 años).
Con relación a si hubo episodios de violencia alguna vez durante la relación con la pareja,
se puede apreciar que más de la tercera parte de las mujeres (35%), informaron haber
sufrido en algún momento “empujones”, “sacudidas” o les “tiraron con algo” por parte
de la pareja; y el 8% han sido alguna vez abofeteadas o les retorcieron el brazo. El 10%
informaron haber sido forzadas a tener relaciones sexuales en algún momento, con
considerables diferencias para los grupos estudiados: el 17% entre las mujeres sin
educación, las residentes en la Sierra (12%) y aquellas mujeres con edades de 40 y más
años (13%). Si bien el 24% de mujeres reportaron golpes con puño u objeto alguna vez,
existen también algunas diferencias en este caso. El tipo de violencia es mayor en mujeres
con edades entre 35 a 39 años, que residen en la Selva y las que tienen educación primaria.

Del mismo modo, en el estudio del Congreso de la República el 82.2% de encuestadas


afirma conocer a otra mujer que en el último año ha sido maltratada. Generalmente, es la
violencia física la que impulsa a iniciar la denuncia, sin embargo, dos tercios de
encuestadas refieren que la violencia psicológica afecta más a las mujeres, pero no
necesariamente denuncian por ello. Como consecuencia de este problema, se presume
que las mujeres casadas y convivientes presentan trastornos clínicos como episodio
depresivo o depresión mayor –una de cada nueve mujeres unidas sufre depresión y una
de cada diez, ansiedad generalizada-.

El Estudio Epidemiológico Metropolitano de Salud Mental (INSM, 2002) encontró que


el 65.8% de las entrevistadas refirió haber sido objeto de algún tipo de abuso en su vida,
siendo el más frecuente la violencia psicológica. La prevalencia de vida de algún tipo de
abuso por parte de la pareja actual fue del 47%. En general, la mujer maltratada en Lima
tiene alrededor de dos veces el riesgo de padecer de algún trastorno psiquiátrico,
incluyendo indicadores suicidas en comparación con la que no son maltratadas. Mientras
que el 15.4% de las mujeres unidas limeñas ha sufrió de algún episodio depresivo en los
últimos 6 meses antes de la entrevista, esta cifra se elevó a 27.4% en el caso de las mujeres
sistemáticamente maltratadas (una o 2 veces al mes).

El Estudio Epidemiológico de Salud Mental en la Sierra Peruana (INSM, 2003) nos


muestra también una alta prevalencia de vida del abuso contra las mujeres 67.6%, tales
como: intento o actos sexuales inapropiados, agresiones físicas, agresiones verbales o
situaciones de abandono. El 61.3% de mujeres unidas, en el período de enamoramiento
presentaban tratos inadecuados como: celos, control, mentiras, descuido, engaños,
relaciones sexuales forzadas y maltrato físico. La prevalencia más alta de abuso
sistemático en la sierra, se encuentra en Ayacucho 13.6%; casi el doble si se comparan
con Cajamarca 6.9% y Huaraz 5.5%. Al correlacionar las variables de violencia contra la
mujer –especialmente la violencia sistemática- y trastornos clínicos, se encontró una
relación importante: la prevalencia de seis meses del trastorno de ansiedad generalizada
en mujeres agredidas sistemáticamente es más del doble que las mujeres que no son objeto
de maltrato sistemático: 10.7% contra 4.6%; la prevalencia de estrés post traumático es
de: 2.9% contra 1.7%; la prevalencia –a seis meses- del episodio depresivo mayor es de:
15.3% contra 7.2%.

El Estudio Epidemiológico de Salud Mental en la Selva Peruana (INSM, 2004),


identificó que la prevalencia de vida de algún tipo de abuso contra la mujer unida o alguna
vez unida fue de 82%. En el caso de abuso por parte de la pareja actual, el 59.8% había
experimentado alguna vez algún tipo de abuso, correspondiendo en orden de frecuencia
a insultos 52.3%, abuso físico 42.6%, chantajes humillaciones 24.2%, abandono 15.8% y
abuso sexual 11.5%.

Considerando los diferentes estudios epidemiológicos de salud mental del INSM de los
últimos años se puede afirmar que las ciudades con las cifras más altas de prevalencia de
vida de algún tipo de abuso por parte de la pareja actual se presentan en Ayacucho 63.8%;
Iquitos 60.4%; Tarapoto 59.1%; Pucallpa 59.1% y Lima 47%. Sin embargo, con respecto
a la violencia sistemática, en el último año, las cifras más altas fueron las siguientes: Lima
21.2%; Puerto Maldonado 14.2%; Tumbes 13.6%; Ayacucho 13.6% e Iquitos 13.2%. La
más baja ha correspondido a la ciudad de Huaraz con 5.2%.
GRÁFICO Nº 5

PREVALENCIA DE VIDA DE ABUSOS O MALTRATOS POR PARTE DE LA


PAREJA ACTUAL

LIMA (2002), SIERRA (2003), SELVA (2004) Y FRONTERAS (2005)

Ayacucho Iquitos Tarapoto Pucallpa


Lima Cajamarca Huaraz Bagua
Pto Maldonado Puno Tacna Tumbes

70.0 63.8
60.4 59.1 59.1
60.0
47.0
50.0 45.5 45.7
Porcentaje

41.5 40.0 39.6 41.2


40.0 34.7

30.0
20.0
10.0
0.0
Cualquier tipo de abuso

FUENTE: Estudio Epidemiológico de Salud Mental-Lima Metropolitana (INSM 2002);


Estudio Epidemiológico de Salud

Mental- Sierra Peruana (INSM 2003); Estudio Epidemiológico de Salud Mental-Selva


Peruana (INSM 2004); Estudio Epidemiológico de Salud Mental-Fronteras (INSM
2005).

Un hallazgo importante es notar que en muchos casos estas características de trato


inadecuado o violencia se habían iniciado desde el periodo de enamoramiento con sus
parejas; estos hallazgos son consistentes en todas las regiones. Cualquier tipo de trato
inadecuado o violencia durante el periodo de enamoramiento fue del 69.6% en Lima,
61.3% en la sierra; 60.5% en la selva y 59.7% en fronteras. En mujeres maltratadas en
forma sistemática, la presencia de algún tipo de maltrato durante el periodo de
enamoramiento ascendió en estas mujeres a 85.3% en Lima; 80.5% en la sierra, 80.4%
en la selva y 81.9% en fronteras.
violencia sexual e incesto

Según reportes del Instituto de Medicina Legal (2001), de todos los casos de delito contra
la libertad sexual, 73% de las víctimas son mujeres de todas las edades; el 94% de
hombres abusados son menores de 17 años. Del total de víctimas, el 9.7% tiene entre 0
y 5 años; el 27.5% entre 6 y 12 años; el 51.1% entre 13 y 17 años. Según estos datos, la
infancia y adolescencia son los grupos más vulnerables a la violencia sexual,
especialmente las niñas y las adolescentes. En el estudio global multicéntrico (2005)2
se reporta que el 69% de las mujeres de las zonas rurales del Cusco y el 51% de las
mujeres de Lima sufrieron alguna vez sufrieron violencia ya sea física o psicológica. De
hecho, las mujeres rurales del Cusco son las que reportan la mayor prevalencia de vida
del violencia física severa entre todos los sitios estudiados (Etiopía, Japón, Brasil,
Tanzania, Bangladesh, Samoa, Tailandia, Namibia y Serbia –Montenegro), y las mujeres
de Lima ocupan el tercer lugar. Este estudio de varios países muestra que la violencia
contra la mujer en nuestro país constituye un problema de salud pública que requiere
atención prioritaria. Se ha demostrado que las mujeres adultas con depresión y
antecedente de abuso sexual en la infancia presenta un menor volumen en el hipocampo.
Este fenómeno no se observa en mujeres son depresión sin el antecedente de trauma
sexual temprano3.

El incesto es un tipo de violencia sexual altamente frecuente que requiere de políticas


preventivas y de atención particulares Contrariamente a lo que se piensa, gran parte de
los casos de violencia sexual son perpetrados por familiares cercanos, especialmente
padre, hermano, tío, padrastro. Reportes como el de DESCO (2000) muestran que el
21.9% de los casos de violencia sexual ocurren dentro de las propias familias y el 15.5%
en casas de amigos y familiares. El 60% de agresiones sexuales son cometidas por
adolescentes de sexo masculino menores de 18 años.
En la sistematización de los Centros de Emergencia Mujer del Ministerio de la Mujer y
Desarrollo Social (MIMDES), se observa que la violencia sexual hacia niñas y
adolescentes mujeres es más grave aún que la violencia física o psicológica. En el grupo
de edad de 0 a 5 años los casos de abuso de niñas son el doble que en niños. Entre los 6 a
11 años, se cuadriplica el número de casos de niñas en relación a niños. Entre los 12 a 17
años se incrementa casi en 25 veces la diferencia entre niñas y niños. Esta particular
distribución epidemiológica del abuso sexual muestra claramente la situación de
desamparo y falta de poder de niños y niñas pequeños y de adolescentes mujeres. En el
mediano y largo plazo, son graves los efectos sobre el desarrollo emocional: se bloquea
la capacidad de acercamiento y vínculo con otros, aumenta el riesgo de embarazo no
deseado, se genera disfunción sexual y se causan efectos neurobiológicos que resultan
en cambios funcionales y estructurales de sistema nervioso central.

violencia política, desplazamientos y secuelas psicosociales

De acuerdo al Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), se


estima que la cifra más probable de víctimas fatales de la violencia política es de 69,280
personas, en un intervalo de confianza al 95 por ciento cuyos límites inferior y superior
son 61,007 y 77,552 víctimas, respectivamente. El 85% de estas víctimas estarían
ubicadas en un 85% en los departamentos considerados los más pobres del país:
Ayacucho, Junín, Huánuco, Huancavelica, Apurímac y San Martín, siendo Ayacucho el
departamento que concentra más del 40 por ciento de muertos y desaparecidos reportados
a la CVR.

De la totalidad de víctimas reportadas, el 79 % vivía en zonas rurales y el 56 % se ocupaba


en actividades agropecuarias, lo cual es un indicador de la gravedad de las desigualdades
de índole étnico-cultural que aún prevalecen en el país. El 75% de las víctimas fatales de
la violencia política tenían el quechua u otras lenguas nativas como idioma materno.

La amplitud e intensidad del conflicto vivido acentuaron los graves desequilibrios


nacionales, debilitaron el orden democrático, agudizaron la pobreza y profundizaron la
desigualdad, agravaron formas de discriminación y exclusión, debilitaron las redes
sociales y emocionales, y propiciaron una cultura de temor y desconfianza. En algunas
zonas, la violencia destruyó y desorganizó la vida social local, especialmente por el
asesinato de dirigentes y autoridades tradicionales y estatales.
Es necesario, sin embargo, resaltar que, pese a las duras condiciones, hubo personas y
poblaciones que resistieron y se esforzaron por la afirmación de una sociedad constructora
de la paz y del derecho.

En el contexto de la violencia política, el desplazamiento masivo desde las zonas de


violencia constituyó un doloroso proceso de desarraigo y empobrecimiento de cientos de
miles de peruanos y peruanas, lo cual produjo una urbanización desordenada y acelerada,
así como un retroceso histórico en el patrón de ocupación del territorio andino; afectando
las posibilidades de un desarrollo humano sostenible. La población desplazada vio
afectadas sus redes sociales, debiendo adaptarse con distintos grados de éxito y con gran
sufrimiento, a las nuevas circunstancias. Asimismo, los desplazados por el conflicto
fueron en muchos casos estigmatizados y discriminados en escuelas, barrios y centros de
trabajo. Al retornar, tuvieron que enfrentar graves problemas de tierras y ausencia de
apoyo suficiente para reorganizarse y sostener a sus familias.

La CVR resalta de manera especial, que esta población ha sido afectada económica, social
y emocionalmente, contribuyendo a fragmentar y atomizar las redes e instituciones
sociales,causando a la vez resentimiento y tiñendo de violencia la vida familiar y social,
así como las relaciones interpersonales.

En el Estudio Epidemiológico de Salud Mental en la Sierra Peruana (INSM, 2003) se


encontró que cerca de un tercio de la población de Ayacucho, Cajamarca y Huaraz pasó
por, al menos, una situación de pérdida personal en los años de violencia.

La prevalencia de vida de algún tipo de trastorno psiquiátrico en este último grupo, es de


50%, muy por encima de lo reportado en otras poblaciones; el trastorno de mayor
prevalencia es la ansiedad.

violencia social

Según información del Ministerio Público (2001) sobre muertes violentas en el área
urbana, el 42.44% de estas muertes son producto de accidentes de tránsito y el 15.08%
son causadas por homicidios. Los varones tienen tres veces más probabilidad de sufrir
muerte violenta que las mujeres y seis veces más probabilidad de morir por homicidio.

Entre otros actos de violencia social destacan con 15.2% el robo a las personas y con
16.3% el robo a las viviendas, además de los intentos de robo frustrado, todo lo cual
genera una sensación de inseguridad ciudadana.
acceso a servicios de salud mental
En Lima, del total de la población que reconoce haber padecido problemas de salud
mental, el 24,5% accedió a los servicios de salud. Los aspectos que se encontraron
relacionados a acceso fueron: la edad, el estado civil, la comunicación familiar,
compromiso religioso y la pertenencia a un sistema de seguro. Los motivos que adujeron
los informantes para no buscar atención fueron en orden de frecuencia: “lo debía superar
solo” 59,4%, “no tenía dinero” 43,4%, “falta de confianza”36,9%, “duda del manejo del
problema por los médicos” 30,8% entre otros; se remarca la influencia de los factores
culturales y en cierta medida económicos. El factor pobreza no es todavía un determinante
del acceso a la atención de salud mental en Lima Metropolitana, pues priman los aspectos
culturales.

En el caso de la sierra y la selva peruana, el nivel de acceso a servicios por problemas de


salud mental es significativamente menor al encontrado en Lima. Del total de la
población que reconoce haber padecido un problema de salud mental, sólo el 13,9% y
14,3% de la sierra y la selva respectivamente accedió a servicios de salud. Al igual que
en Lima la mayoría alude como motivo de no acceso el que “lo debería superar solo”
(50,2%).

pobreza y salud mental


El Estudio Epidemiológico Metropolitano de Salud Mental (INSM, 2002), encontró una
importante asociación entre indicadores de pobreza y los trastornos ansiosos y depresivos,
tanto en la percepción de la capacidad de cobertura de las necesidades básicas como con
la medición a través de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBIs). Esto ha remarcado
la importancia y la necesidad de considerar aspectos socioeconómicos en el estudio de la
salud mental. Estos resultados encontraron, por ejemplo, que la prevalencia a 6 meses de
trastornos depresivos (episodio depresivo o distimia) se encontraba en 6,6% entre las
personas que podían satisfacer sus necesidades básicas y otras necesidades, mientras que
dicha prevalencia se encontraba en 19,5% entre las personas que no podían satisfacer sus
necesidades básicas nutricionales (pobres extremos). En el caso de la Sierra esta
asociación no ha sido tan clara, por lo menos para la percepción de la capacidad de
cobertura de las necesidades básicas con los ingresos familiares. En el caso de la selva la
relación entre la pobreza y la salud mental se presentó en forma similar a la de Lima, la
prevalencia anual de cualquier trastorno psiquiátrico se encontraba en 41,8% entre los
más pobres frente a 15,8% entre los menos pobres.

otros problemas asociados a la salud mental


Existen problemas sociales que tienen claros componentes de salud mental que abordar.
Es el caso de la violencia juvenil, cuyas causas poco se han estudiado, haciéndose
mención de algunas como: problemas familiares, falta de oportunidades y canales de
participación y recreación; así como búsqueda de algún referente frente a la anomia y
exclusión social.

Otro problema es el embarazo adolescente; de acuerdo al INEI el 13% de las adolescentes


entre 15 y 19 años está embarazada o ya es madre . El embarazo adolescente, además de
los riesgos de salud física, ocasiona también repercusiones emocionales y psicosociales
todavía poco abordadas.

Otros problemas sociales de la infancia son los niños, niñas y adolescentes que trabajan
en desmedro de su desarrollo integral -sobre todo los que están expuestos a situaciones
de alto riesgo- y los niños/as y adolescentes en la calle. Estas situaciones están asociadas
a la pobreza y también al abandono familiar.

Dos poblaciones merecen además especial mención: las personas con discapacidad y la
población de personas adultas mayores. Las personas con discapacidad, suelen ser
discriminadas y excluidas, generándose dificultades en su desarrollo personal e
integración social. De la población adulta mayor (que representa más del 7% de la
población del país) sólo un bajo porcentaje trabaja o es jubilado; estando la mayoría fuera
del sistema de la seguridad social. Su situación se asocia también al maltrato familiar, a
la falta de canales para desarrollarse productiva y creativamente, a las limitaciones para
la movilización que dan lugar a aislamiento y depresión, a las pérdidas cognitivas
benignas, las demencias, las enfermedades crónicas, los trastornos ansiosos y la
depresión.

Al respecto, el Estudio Epidemiológico Metropolitano de Salud Mental (INSM, 2003),


encontró que, en el último mes mientras que la prevalencia de deseos de morir del adulto
mayor fue del 6,2%, ninguno de la muestra intentó suicidarse, similar hallazgo se
encontró en la Selva. En la sierra la prevalencia de deseos de morir en el último mes fue
de 11,1%. En Lima, la prevalencia del episodio depresivo en el último mes en la población
adulta mayor fue del 9,8%. Por otro lado, los estudios de Lima, la Sierra y la Selva
revelaron que algún grado de deterioro cognoscitivo se encuentra en alrededor de 10,5%
(punto de corte de ≤21), 7,7(punto de corte de ≤22) y 16,1% (punto de corte de ≤22)
respectivamente, de la población adulta mayor de 60 años o más, considerando por lo
menos 8 años de instrucción. En el caso la Sierra la prevalencia trastornos son menores,
salvo el nivel de discapacidad o inhabilidad percibido que llega a 44,9% con al menos
algún grado de la misma.El problema del SIDA merece atención prioritaria porque sigue
creciendo significativamente: más de 6000 jóvenes entre 15-24 años se infectan
diariamente en el mundo (Informe ONU/SIDA, 2004); no obstante, los trastornos de
salud mental que se generan alrededor del VIH y SIDA no cuentan con la misma atención
que los aspectos físicos, siendo de conocimiento de los profesionales de la salud pública,
que los estados depresivos bajan las defensas y que la principal vía de propagación es la
conducta sexual humana. Por esta razón, es fundamental incorporar a los enfermos con
SIDA en los planes de salud mental. (2)

1.2 situación de la salud mental en la región

En la ciudad de Abancay, en el año 2010, el 81.4% de las personas que reconocieron


haber tenido un problema mental en los últimos 12 meses, no recibió ningún tipo de
atención en el sistema de salud (INSM-EESMA-2010). Esta cifra ya nos aproxima a las
dimensiones de la brecha de atención en salud mental en la región. (3)

Los resultados del Estudio de la Oferta de Servicios de Salud para la Atención de Salud
Mental en la Región Apurímac realizado por eI INSM"HD- HN" en el año 2010, muestra
que la salud mental y su vinculación con el desarrollo humano individual y colectivo,
tiene una escasa relevancia en la agenda político-social regional o local.

Esta situación se refleja en la escasez de infraestructura, déficit de personal capacitado en


salud mental y ausencia de médicos especializados, originando una inadecuada
prevención, detección, atención y rehabilitación de las personas con problemas de salud
mental en los hospitales y en las redes de salud.

A esto se suma la insuficiente y poca información difundida sobre la magnitud,


frecuencia, severidad, factores de riesgo y el sufrimiento asociados a los problemas de
salud mental. Se hacen necesarios el fortalecimiento y desarrollo de capacidades
enfocadas hacia la salud mental positiva, liderado por sus principales actores sociales y
los equipos básicos de salud. (3)

1.2.1 situación mental de la región de apurima

Resultados del diagnóstico participativo Andahuaylas 2010 - Abancay 2010 Los diversos
actores sociales identificaron en sus comunidades como problemas de salud mental: Baja
valoración del vínculo familiar, inadecuadas pautas de crianza y violencia familiar,
Deterioro de principios y de la autoestima, marcado complejo de inferioridad. Bajo deseo
de superación de las personas. Falta de decisión ante el riesgo. Arraigado machismo.
Tendencia al uso excesivo del alcohol y otras drogas. Carencia de identidad regional
Depresión y estrés Pandillaje, Esquizofrenia.

Señalan que frente a estas situaciones las familias responden con indiferencia, abandono
y ocultamiento, pocos acuden a los establecimientos de salud. Del mismo modo, observan
déficit de profesionales e infraestructura en los servicios de salud, escaso involucramiento
de los gobiernos regional y locales y escasa participación comunitaria.

1.3 plan nacional de salud mental

Ministro, reiteró que se tiene previsto implementar este año 100 centros de salud mental
comunitarios en el país.

El ministro de Salud, Dr. Abel Salinas Rivas, anunció el fortalecimiento del Plan Nacional
de Salud Mental con un enfoque más integral y comunitario.

“La salud mental es un tema que aqueja a la sociedad peruana y la respuesta del Ministerio
de Salud va en el ordenamiento de lo que llamamos los centros de salud mental
comunitarios. Lo que se trata es de enfrentar esa problemática que no solo tiene que ver
con padecimientos psiquiátricos sino también con aquellos relacionados a la violencia en
todas sus formas y la disfunción familiar entre otros. El Ministerio tiene como Plan
Nacional de Salud Mental un trabajo comunitario que incluye desde el especialista hasta
la comunidad misma involucrada”, indicó. (4)

En esa línea, reiteró que se tiene previsto este año la implementación de 100 centros de
salud mental comunitarios en el país. “El tema de la salud mental empieza desde la casa,
tenemos que reforzar muchísimo el concepto de familia. El tema de un padecimiento
mental no está en la persona sino en su entorno, su entorno inmediato es la familia y luego
la sociedad y yo creo que todos somos parte de la problemática y todos debemos ser parte
de la solución”, manifestó.

Actualmente existen 31 centros de salud mental comunitarios en el país los cuales se


encuentran ubicados en los departamentos de Lima (10), Arequipa (6), Moquegua (2), La
Libertad (5), Piura (3), Ayacucho (2), Huancavelica (1) Lambayeque (1) y la provincia
Constitucional del Callao (1).

Estos establecimientos de salud ambulatorio diferenciado cuentan con servicios


especializados para la atención de las personas con trastornos mentales graves y/o
problemas psicosociales que incluyen intervenciones como promoción, prevención,
tratamiento, rehabilitación y reinserción social.

De otro lado, el titular de Salud saludó la propuesta de la ministra de la Mujer y


Poblaciones Vulnerables, Ana María Choquehuanca, quien planteó la contratación de un
psicólogo en cada colegio del país para detectar a tiempo casos de abuso a menores de
edad.

“Es una buena iniciativa pero hay que ver que tan viable es por la cantidad de
profesionales de psicología que necesitaríamos, no obstante la respuesta del Minsa es muy
clara: la salud mental se trata en forma integral y esto significa los centros de salud mental
comunitarios donde participan los profesionales de salud especializados en psiquiatría y
en psicología, pero también la comunidad e incluso los gobiernos locales”, puntualizó.
(5)

1.4 lineamientos de política del mais en salud mental

marco conceptual integral de salud mental

La influencia de la psiquiatría social y comunitaria la considera como una cultura


asimilada en el contexto socio-familiar que conduce a la persona a un particular estilo
cognoscitivo de interpretar la realidad y enfrentar la vida y a generar conductas vinculadas
al desarrollo.

podemos señalar que las condiciones de inequidad mencionadas generan dos fenómenos
de gran implicancia para la salud mental:
la exclusión social y la anomia (representa la destrucción de código de normas que
requiere toda sociedad) La salud mental en el Perú enfrenta como obstáculo la pobreza se
encuentra asociada al desempleo, desnutrición carencias educativas desprotección social,
déficits sanitarios y de salud (2)

reconocemos como componentes basicos del modelo

 La integridad de la salud física y la salud mental


 La naturaleza interactiva de la persona con su medio

La salud mental es un estado dinámico de bienestar subjetivo en permanente búsqueda


de equilibrio se expresa en (comportamientos, actitudes, afectos, cogniciones y valores)
buscando condiciones favorables para el desarrollo integral, individual y colectivo.

consumo y abuso de sustancias psicoactivas Según la encuesta nacional de prevención


y uso de drogas, el 10,1% y el 8,1% representan porcentajes al consumo de alcohol y
tabaco respectivamente; mientras que el 0,78% representa a la dependencia marihuana,
pasta básica de cocaína y clorhidrato de cocaína. Resulta evidente que el consumo de
alcohol es un grave problema de salud pública.

De acuerdo al enfoque bio-psico-social que se presenta, queda claro que la violencia es


una expresión dramática del conjunto de condiciones de vida inhumanas de las que a
diario somos testigos. Los problemas violencia Familiar Sexual Política Social

maltrato infantil De acuerdo al estudio de Anicama (1999) el 36,2% de la población en


Lima maltrata psicológicamente a sus hijos. Mientras que en el estudio de Ponce (1995)
concluye que el 52,3% de los hijos son maltratados físicamente, de los cuales el 20,4%
son golpeados con objetos flagelantes.

violencia contra la mujer En la encuesta demográfica y de salud familiar (INEI 2000),


el 41% de las mujeres han sido agredidas físicamente; y de este porcentaje el 83% a veces
y el 16% con frecuencia.

violencia sexual Según la información del instituto de medicina legal (2001) de todos los
casos de delito contra la libertad sexual, el 73% son mujeres de todas las edades y, el 94%
de hombres abusados son menores de 17 años. Según esto la infancia y la adolescencia
son los grupos mas vulnerables a la violencia sexual.
incesto Contrariamente a lo que se presume, una gran parte de los casos de violencia
sexual son perpetrados por familiares muy cercanos, así el incesto es un tipo de violencia
sexual altamente frecuente que requiere de políticas preventivas y de atención
particulares.

violencia política y desplazamiento por violencia Según las fuentes consultadas en más
de una década de violencia política ha producido alrededor de 26000 muertos, 435000
personas desplazadas de los cuales aproximadamente 68000 han retornado a sus zonas de
origen, 6000 desaparecidos y 9000 requisitoriados y detenidos (muchos de ellos
injustamente).

violencia social Según datos del Ministerio Publico (2001) el 42,44% de muertes
violentas en el área urbana son producto de accidentes de tránsito. Entre otros actos de
violencia contra la persona destaca con un 15,2% el robo, seguido del intento de robo
(10,5%).

otros problemas asociados a la salud mental

Existen problemas sociales que tienen claros componentes de salud mental; las pandillas
juveniles, el aborto, tiene consecuencias emocionales en las adolescentes y mujeres poco
atendidas.

la oferta de servicios de salud mental

sector salud El sector salud está conformado por los subsectores público y privado. Al
primero pertenecen los servicios y programas del ministerio de salud (MINSA), de la
seguridad social (EsSalud) y de la Sanidad de las Fuerzas Armadas FFAA). El sector
privado lo constituyen fundamental mente, las clínicas privadas, instituciones y
organizaciones no gubernamentales (ONG).

el sub-sector publico

En el nivel central, instancia de gobierno y normatividad, existe el área de Salud Mental.


A. Ministerio de Salud (MINSA) Además de su rol de gobierno garantiza el acceso a los
servicios de salud de los sectores mas pobres (aproximadamente el 60% de la población
nacional). Para ello funcionalmente esta organizado en un nivel central, direcciones
regionales y cuatro niveles de atención.
organizaciones no gubernamentales los organismos no gubernamentales (ONG) que
brindan atención de salud mental, no lo hacen en todos los niveles de resolución, de tal
manera que cuando se realizan referencias se recurre a los establecimientos del ministerio
de salud.

participacion de usuarios, familia y comunidad

recursos psicosociales Las personas cuentan con tres tipos de recursos psicosociales: 1.
Recursos psicológicos y personales individuales 2. Redes sociales de apoyo a) Practicas
curativas populares b) Organizaciones sociales c) Grupos de filiación y pertenencia 3.
Valores ideológicos, políticos y religiosos.

usuarios de servicios formales Es evidente que el logro de la salud mental de la


población depende en gran medida de la relación existente entre sus necesidades sentidas,
las responsabilidades que asume al respecto y lo servicios con que cuenta en la
comunidad.

identificación de los problemas y potencialidades

problemas Entre los problemas prevalentes de salud mental están: los trastornos mentales
-depresión, ansiedad, dependencias y suicidio asociado y las problemáticas psicosociales
como el consumo y abuso de sustancias psicoactivas, especialmente el alcohol y la
violencia

Estos problemas ocurren en el contexto de la inequidad y exclusión social, generando


sentimientos de desesperanza.

servicios del sector salud, presentan serias limitaciones: La Seguridad Social no cubre
las secuelas de intentos de suicidio y los seguros privados no consideran la salud mental
en sus coberturas.

En relación a los recursos humanos, existe ineficiencia, escasa capacitación en salud


mental, y en ocasiones, poca sensibilidad en el trato; todo lo cual dificulta la atención de
calidad. Los equipos básicos de salud no están suficientemente preparados para abordar
problemas de salud mental y no cuentan con psicólogos y trabajadoras sociales.

Las organizaciones de pacientes y familiares desempeñan un rol importante en la atención


y rehabilitación de personas con problemas de salud mental pero éstas son muy escasas y
débiles para participar efectivamente en el tratamiento y rehabilitación de los usuarios.
Algunas organizaciones culturales, religiosas y comunitarias tienen prácticas
fundamentalistas y discriminatorias, disminuyendo su potencial para promover la salud
mental de la población, los usuarios carecen de canales de denuncia frente a las
dificultades que sufren para ser atendidos

A pesar de los problemas de infraestructura, el hecho de que los establecimientos de salud


del primer nivel estén en casi todo el territorio nacional, facilita el acceso de la población
a los servicios de salud y salud mental. Este factor, aunado a la adecuada capacitación del
personal que ya se ha mencionado, contribuiría a la ampliación de la cobertura y la
calidad. En el ámbito comunitario, además de las organizaciones comunitarias y
religiosas, existen otras creadas con la finalidad de apoyar a las personas que viven con
una enfermedad mental y a sus familiares así como para realizar promoción y prevención.

políticas

Considera las propuestas del modelo de atención integral de salud buscando establecer
una articulación con los componentes de salud mental forma parte de la salud integral

 Principios para la acción en salud mental Respeto irrestricto de los derechos de


las personas Equidad Integralidad para el desarrollo sostenible Aquí se resalta la
empatia, escucha, buen trato, información, confidencialidad, creencias religiosas
etc Sentido de justicia en las prioridades e intervenciones Considera la salud
mental como un componente de los procesos de desarrollo humano para asegurar
la atención y prevención de problemas
 Universalidad Desarrollando programas que permitan el acceso Solidaridad
Responsabilidad compartida Autonomía y dignidad a los diferentes sistemas y
niveles de intervención en la salud mental Expresado en el vinculo, de respeto,
acogida y trato justo Promueve la salud mental como la responsabilidad
individual, social y política Principios tomados de la bioética que alude a la
capacidad de las personas para tomar decisiones basadas en una información
suficiente

objetivos para acción en salud mental

1. Institucionalizar el componente de salud mental como inherente necesario dentro del


enfoque integral de salud
2. Garantizar el acceso equitativo y la cobertura de la atención y la rehabilitación de los
trastornos y problemas de la salud mental

3. Legitimar socialmente la importancia de la prevención y promoción de salud mental

4. Institucionalizar espacios de concentración multisectorial en el estado y con otros


actores de la sociedad civil

5. Crear un sistema de información en salud mental

6. Mejorar la calidad de atención en salud mental

7. Impulsar la organización y planificación de la acción corresponsable de pacientes, ex


pacientes y familiares

lineamiento 1 GESTIÓN Y RECTORIA EN SALUD MENTAL

Se asumen los compromisos siguientes:

 Contar con la autoridad rectora de un órgano de directores de salud mental que


funcione con un sistema normativo y fortalezca la articulación sectorial.
 Promover iniciativas legislativas en salud mental relacionado a los aspectos para
una atención de calidad garantizando la equidad y el respeto de los derechos
humanos.

Lineamiento 2 INTEGRACIÓN DE LA SALUD MENTAL EN LA CONCEPCIÓN


DE LA SALUD

La visión tradicional, aborda los problemas psíquicos de modo aislado dificultando ala
persona como un ser bio-psico-social manteniendo la dicotomía entre lo físico y lo
mental. Un modelo integral de salud precisa de una política que incorpore la salud mental
con un componente explicito e inherente Otra razón para incluir el componente de salud
mental es que esta se encuentra afectada generando sufrimiento y discapacidad, afectando
la productividad teniendo un efecto negativo en el aspecto socioeconómico

Lineamiento 3 PREVENCIÓN Y ATENCIÓN ENE UN NUEVO MODELO DE


SERVICIOS DE SALUD MENTAL EFECTIVOS Y EFICIENTES

Caracterizado por:
 un proceso paulatino de deshospitalisación
 el intercambio psiquiátrico
 el fortalecimiento de los servicios de atención primaria, ubicados en la comunidad
 La instalación de manera progresiva.
 La conformación de equipos técnicos encargados de estudiar las prioridades
sanitarias en salud mental.
 Este proceso debe regirse por la calidad de atención y el respeto a los derechos
humanos del paciente

lineamiento 4 PROMOCIÓN DE LA SALUD MENTAL, DESARROLLO


HUMANO Y EJERCICIO DE CIUDADANÍA

Pone en énfasis en la promoción y su aporte al desarrollo humano. Su aplicación al campo


de la salud mental en todos los espacios de socialización como la familia, escuela, trabajo
y comunidad. Comprende la diversificación de estilos de vida y ambientes saludables.

Es una manera de aportar al desarrollo humano integral a una salud general a la


construcción de una sociedad más democrática y justa.

lineamiento 5 CONCERTACION MULTISECTORIAL DE LA SALUD MENTAL

 Las redes multisectoriales han venido funcionadas de manera fragmentada y


focalizada, sin apoyo político suficiente
 Son sectores principales. - salud, educación, trabajo, MINDES, etc.
 Sin embargo, todavía no se aprecia que no están claramente definidos sus roles,
se confunden acciones de prevención y promoción se cruzan o se duplican
programas similares

lineamiento 6 CREACIÓN DE UN SISTEMA DE INFORMACIÓN

Los inadecuados sistemas de planificación monitoreo y evaluación delos programas y


servicios no favorecen la existencia de sistemas de información articulados ni intra ni
interpersonales.

Frente a estos se asume los siguientes compromisos:

 Crear o articular sistemas de inteligencia sanitaria de los distintos sectores.


 Crear un sistema de vigilancia de trastornos mentales que incluya perfiles
epidemiológicos.
 Realizar alianzas estratégicas con instituciones especializados

lineamiento 7 DESARROLLO DE LOS RECURSOS HUMANOS

Los recursos humanos están poco capacitados para la atención en salud mental o reciben
capacitaciones repetidas del mismo tema están centralizados. Todo esto impide la
acumulación de experiencia y genera problemas en el trato dado a la población.

La efectividad y consideraciones éticas de los modelos de intervención también son


aspectos estrechamente vinculados con la formación de recursos humanos (2)
Bibliografía
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2 slideshare. slideshare. [Online].


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3 hd-hn i. [Online].; 2018 [cited 2018 setiembre 24. Available from:


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