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UNIVERSIDAD

VERACRUZANA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA
SALUD

Medicina Sección 101


Zona: Poza Rica - Tuxpan
Experiencia Educativa: Anatomía Humana I

Tema del trabajo:


Resumen de Tibia, Peroné y Rótula.

Presenta: Gilberto de Jesús Careta Ramos

Catedrático: Dr. Arturo Noé Escobar Hernández

Periodo: Agosto 2017 / Enero 2018

Poza Rica de Hidalgo, Veracruz. 17 de Noviembre de 2017.


Tibia y Fíbula (Peroné).

La tibia y la fíbula son los huesos de la pierna. La tibia se articula con los cóndilos
femorales superiormente y con el talus inferiormente, y al hacerlo transmite el peso
corporal. La fíbula actúa principalmente como lugar de inserción muscular. Los
cuerpos de la tibia y la fíbula están conectados por una densa membrana interósea
compuesta por potentes fibras oblicuas que descienden de la tibia a la fíbula.

Tibia.

Local izada en el lado anteromedial de la pierna, casi paralela a la fíbula, la tibia es


el segundo hueso de mayor tamaño del cuerpo. El extremo proximal se ensancha
para formar los cóndilos medial y lateral, que sobresalen por encima del cuerpo medial,
lateral y posteriormente, formando una cara articular superior o meseta tibial. Esta
meseta consta de dos caras articulares lisas (la medial, ligeramente cóncava, y la
lateral, ligeramente convexa), que se articulan con los cóndilos femorales. Las caras
articulares están separadas por la eminencia intercondílea, formada por dos tubérculos
intercondíleos (medial y lateral) flanqueados por áreas intercondíleas anterior y
posterior, relativamente rugosas.

La cara anterolateral del cóndilo lateral de la tibia muestra un tubérculo tibial


anterolateral o tubérculo de Gerdy, inferior a la cara articular, que sirve de inserción
distal a un denso engrosamiento de la fascia que cubre la cara lateral del
muslo. El cóndilo lateral también presenta una cara articular fibular
posterolateralmente, en su parte inferior, para la cabeza de la fíbula.

El cuerpo de la tibia muestra una disposición verdaderamente vertical, y presenta


una sección transversal algo triangular. Tiene tres caras y bordes: medial, lateral
/ interóseo y posterior.

El borde anterior de la tibia es el más sobresaliente. Este borde y la cara medial


adyacente son subcutáneos, y constituyen lo que suele conocerse como «espinilla»;
su cubierta perióstica y la piel que la cubre son muy propensas a la aparición de
hematomas. En el extremo superior del borde anterior , la tuberosidad de la
tibia, es el lugar para la inserción distal del ligamento rotuliano.

El extremo distal es más pequeño, ensanchándose sólo medialmente; la


expansión se extiende inferior al resto del cuerpo, formando el maléolo medial. La
cara inferior del cuerpo y la cara lateral del maléolo medial se articulan con
el talus y están cubiertas por cartílago articular.

El borde interóseo de la tibia es agudo allí donde se inserta la membrana interósea.


Inferiormente, el borde agudo se sustituye por un surco, la incisura fibular, que aloja y
proporciona inserción fibrosa al extremo distal de la fíbula.
En la cara posterior de la porción proximal del cuerpo existe una cresta rugosa y
diagonal , denominada línea del sóleo, que discurre inferior y medialmente hasta el
borde medial. La línea se forma en relación con el origen aponeurótico del músculo
sóleo. Inmediatamente distal a la línea del sóleo hay un surco vascular dirigido
obilcuamente, que conduce a un gran foramen nutricio

Fíbula o Peroné.

La delgada fíbula se sitúa posterolateral a la tibia, a la cual está firmemente unido por la
sindesmosis tibiofibular. No interviene en el soporte del peso corporal. Su función
principal es servir de inserción muscular, proporcionando inserción distal a un
músculo e inserción proximal a ocho.

El extremo distal aumenta de tamaño y se prolonga lateralmente e inferiormente,


formando el maléolo lateral. Los maléolos constituyen las paredes laterales de un
encaje rectangular o mortaja, que es el componente superior de la articulación
talocrural, y en ellos se insertan los ligamentos que estabilizan la articulación.

El extremo proximal consta de una cabeza aumentada de tamaño, superior a un cuello


pequeño. La cabeza tiene un vértice puntiagudo. Se articula con la cara fibular en el
cóndilo lateral de la tibia. El cuerpo está retorcido y marcado por los lugares de
inserción muscular. Al igual que el cuerpo de la tibia, tiene una sección transversal
triangular y presenta tres bordes (anterior, interóseo y posterior) y tres caras (medial,
posterior y lateral).

Rótula.

Es un hueso corto, aplastado de adelante hacia atrás, de forma triangular, con base
superior. Resulta dificultoso distinguir una rótula derecha de una izquierda. Se debe
colocar el vértice hacia abajo y la superficie articular hacia atrás. La porción de la carilla
articular de mayor superficie es la lateral.

Descripción.

Cara anterior: Superficial y ligeramente convexa de arriba hacia abajo. Presenta estrías
verticales en las que se insertan fascículos fibrosos y orificios que dan paso a
elementos vasculares. Está cubierta por formaciones fibrosas dependientes del
cuádriceps femoral y de la fascia lata. Una bolsa sinovial prerrotuliana la separa de la
piel.

Carilla articular: Articular casi por completo, con dos superficies ligeramente cóncavas
para los cóndilos, separadas entre sí por una cresta vertical que corresponde al fondo
de la tróclea femoral. Abajo, se encuentra una superficie rugosa relacionada con el
cuerpo adiposo infrarrotuliano.
Base: Pequeña superficie inclinada de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante. Da
inserción en su mitad o tres cuartos anteriores al tendón del cuádriceps femoral,
cuyas expansiones anteriores pasan por delante del hueso. Su parte posterior está
cubierta de cartílago hialino, en relación con la cavidad articular.

Bordes lateral y medial: Convergen hacia el vértice del hueso. En ellos se insertan las
expansiones laterales del cuádriceps, el tendón del recto femoral y los
retináculos medial y lateral de la rótula.

Vértice: Prolongado hacia abajo por el voluminoso y sólido ligamento rotuliano, que lo
une a la tuberosidad tibial.

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