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Apuntes, prof. Luis Miranda

Derecho de Sociedades (Universidad de Córdoba España)

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LECCIÓN 1: EL EMPRESARIO SOCIAL: LAS SOCIEDADES


MERCANTILES
1. INTRODUCCIÓN
2.
- RELEVANCIA CUALITATIVA Y CUANTITATIVA DE LA SOCIEDAD MERCANTIL. La primera idea que
debemos destacar es la relevancia que tienen las sociedades mercantiles en la sociedad
contemporánea. Como sabemos, hay dos tipos de empresarios mercantiles: el individuo (persona
física que realiza una actividad empresarial de forma habitual e individual en el mercado). Junto a
este están las sociedades mercantiles que son las que desarrollan las más importantes actividades
económicas (relevancia cualitativa), ya que el empresario individual no está capacitado para poder
desarrollar esas actividades. Por tanto, las sociedades mercantiles tienen una relevancia cualitativa
y cuantitativa mayor que la de los empresarios físicos. Relevancia cualitativa que las actividades
empresariales más importantes están llevadas a cabo por sociedades mercantiles.

- NECESIDAD DE DIFERENCIAR LA EMPRESA (OBJETO) DE LA SOCIEDAD (SUJETO). Es muy importante


también diferenciar por un lado la figura de la empresa y por otro lado la figura de la sociedad,
porque son conceptos que aunque vulgarmente podamos entender que están unidos, son
conceptos distintos. Aunque no existe un concepto de empresa, podemos definirla en términos
económicos como la organización de capital y de trabajo destinada a la producción o
comercialización de bienes y servicios en el mercado con la finalidad de obtener una ganancia.
Junto a la empresa tenemos que hablar de sociedad, la sociedad es el empresario titular de la
empresa. La empresa forma parte del mundo de los objetos, es para el derecho un objeto sobre el
cual se pueden realizar negocios jurídicos, sin embargo, las sociedades no forman parte del mundo
de los objetos, sino del mundo de los sujetos: son titulares de derechos y deberes, de ahí que no
puedan ser enajenadas o arrendadas. Detrás de una sociedad mercantil siempre habrá una empresa
pero eso no implica que sean lo mismo.

Hay que tener en cuenta que quizá los juristas han diferenciado en exceso esos dos
conceptos y esta diferenciación en exceso ha sido denunciada por la doctrina española, siendo uno
de los autores de esta denuncia Francisco Vicent Chuliá, que para hacer esa denuncia el profesor se
refiere a las sociedades mercantiles denominándolas personas jurídicas-empresas. Esto nos lleva a
que no se puede confundir empresa con sociedad.

ELEMENTOS DE LA NOCIÓN JURÍDICA DE SOCIEDAD


El concepto jurídico de sociedad se construye sobre la base de dos elementos distintos, por
una parte un elemento negocial o contractual por el que la sociedad se concibe entre nosotros
como un contrato, y por otra parte un elemento organizativo o institucional que hace referencia a
que la sociedad además de ser un contrato es un ente dotado de personalidad jurídica.

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3. LA SOCIEDAD COMO CONTRATO: EL CONTRATO DE SOCIEDAD


A) NATURALEZA JURÍDICA: CONTRATO PLURILATERAL DE ASOCIACIÓN
Los artículos 1665 CC y 116 CCom nos dicen que la sociedad es un contrato por el que varias
personas ponen en común dinero, bienes o industria con la finalidad ulterior de repartirse entre sí
las ganancias.

* NOTAS CARACTERÍSTICAS. ¿Es la sociedad un contrato especial o un contrato como otros tantos
regulados en el CCom? La respuesta nos la han dado los juristas al decir que estamos ante un
contrato específico. Este pensamiento doctrinal finalmente ha llegado a buen puerto en la tesis
defendida por el Profesor Tulio Ascarelli, defendiendo la tesis de que el contrato de sociedad es un
contrato plurilateral de naturaleza asociativa que se caracteriza por ser:
 De carácter plurilateral: tienen que existir una pluralidad de partes o de socios para que
se pueda constituir una sociedad (con excepción de la sociedad unipersonal), y cada
parte no se coloca frente al otro socio, sino frente a todos los demás.
 con prestaciones altamente atípicas: esto significa que cada socio fundador de la
sociedad se puede obligar a realizar una prestación diferente.
 que persigue una pluralidad de intereses: en un contrato de sociedad siempre hay dos
tipos de interés, el interés privado de cada uno de los socios y otro el interés social o de
la sociedad que puede coincidir o no con el interés de los socios.

El único caso que se aparta de esta clasificación, es el caso de la sociedad unipersonal que
aparece en nuestro derecho por primera vez en el año 1995. A pesar de ser términos
contradictorios sociedad-unipersonal, es una realidad regulada en nuestro derecho. Si nos
encontramos con una sociedad unipersonal no podemos hablar de la existencia de un contrato ya
que sólo existe un sujeto.

* INAPLICACIÓN AL CONTRATO DE SOCIEDAD DE NORMAS PENSADAS PARA LOS CONTRATOS


SINALAGMÁTICOS TRADICIONALES. Que la sociedad sea un contrato especial va a conllevar entre
otras cosas que no se le apliquen determinadas normas pensadas para los contratos clásicos
recogidos en el CC y Ccom. Siendo estas reglas las siguientes:
 Facultad resolutoria clásica. No se puede aplicar al contrato de sociedad la condición
resolutoria tácita (art. 1124 CC), es decir, cuando se incumple una obligación recíproca la
otra parte tiene la facultad implícita de resolver la obligación. Si esta condición se la
aplicásemos al contrato de sociedad esto significaría que si uno no cumpliese la obligación
los otros socios podrían rescindir el contrato sin más y esto no se puede llevar a cabo en
sociedades.
 Vicios del consentimiento. Otra regla que tampoco resulta aplicable es toda la teoría general
de los vicios del consentimiento negocial que se contiene en el artículo 1265 y ss del CC, que
implica que cuando se incumple una obligación recíproca la otra parte tiene la facultad
implícita de resolver la obligación (en una sociedad esto implicaría que si uno no aporta
aquello a lo que se obligó puede otro resolver el contrato de sociedad, sin embargo esa
facultad no la tienen porque no es un negocio bilateral clásico, es indiferente si hay dos o
más socios). Aplicado al ámbito de la sociedad esto conduciría a que el sujeto afectado por
el vicio podría en el plazo de 4 años pedir la anulabilidad del contrato al juez y esto no se
puede aplicar en el contrato de sociedad por su especial naturaleza, ya que lo único que
podrá quedar anulado es el vínculo jurídico que liga a un sujeto con la sociedad, no el
contrato de sociedad.

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 Excepción de contrato no cumplido. Por último, la EXCEPTIO IN ADINPLETI CONTRACTUS que


viene a significar que un contratante no puede obligar a otro a que cumpla si él no ha
cumplido previamente. Regla que tampoco puede ser aplicable al contrato de sociedad
debido a la especialidad del contrato y para poder salvar a la sociedad con el resto de los
contratantes.

B) ESQUEMA CONTRACTUAL: ELEMENTOS DEL CONTRATO DE SOCIEDAD


Los elementos de todo contrato vienen recogidos en el artículo 1261 CC, el cual dice que en
todo contrato hay tres elementos esenciales: consentimiento, objeto cierto y causa.

 CONSENTIMIENTO DE LOS SOCIOS FUNDADORES.


- Se aplica la teoría general del contrato, es decir, debe ser libre (habiendo tanto libertad de
saber como de querer, lo que no ocurriría si hay error o dolo, en el caso de libertad de saber
y violencia o intimidación en el caso de libertad de querer). Como ya hemos dicho
anteriormente esto implica que se pueda anular el vínculo que uno al socio con el
consentimiento vicio para con la sociedad.
- Es necesario tener en cuenta que para emitir ese consentimiento es necesario tener
capacidad jurídica y de obrar (tiene que ser prestado por una persona con capacidad para
obligarse). Respecto a los menores, hay autores que defienden que para participar en actos
constituidos de sociedades necesitarán del complemento de capacidad de su tutor, aunque
hay algunos autores que creen que ni con dicho complemento podrán participar en estos
actos. Los menores no emancipados podrán participar en una sociedad siempre y cuando
actúen con el complemento de un representante a su falta de capacidad, pudiendo, en
virtud del art. 5 CCom continuar la actividad.
- No tiene por qué constar en ningún documento para que sea válido.
- Sin embargo, para que nazca la sociedad, será necesario que se plasme en escritura pública
otorgada ante Notario, que habrá de inscribirse en el registro mercantil si se quiere que la
sociedad tenga personalidad jurídica.

 OBJETO (de la sociedad y del contrato de sociedad)


* En cuanto al objeto de la sociedad u objeto social debemos decir que es la actividad o actividades
para cuya consecución se crea una sociedad mercantil. El objeto social tendrá que cumplir 3
requisitos para que sea un objeto admitido por el derecho:
a. Licitud, es decir, deben ser actividades lícitas permitidas por el ordenamiento jurídico. Si
se crease una sociedad con objeto social ilícito o contrario al orden público, se dará una
causa de nulidad de la sociedad. Para el reconocimiento del cumplimiento de la licitud se
cuenta con el Notario y el Registrador mercantil, que calificará el documento.
b. Posibilidad. El objeto social tiene que ser posible, no se puede crear una sociedad
mercantil para realizar una actividad imposible en su realización. Puede ocurrir que una
actividad sea posible en el momento de constitución de la sociedad y, posteriormente,
devenga imposible; en este caso de imposibilidad sobrevenida, se disolvería la sociedad.
c. Determinación. El objeto social debe estar determinado. Sin embargo, la exigencia de
determinación del objeto social es predicable sólo en cuanto a un grupo concreto de
sociedades mercantiles: las sociedades capitalistas (S.A., S.R.L. y Soc. Comanditaria por
Acciones). Respecto a las sociedades personalistas (Sociedad Colectiva, Sociedad
Comanditaria Simple) no rige el principio de determinación del objeto. Esta exigencia de
determinación del objeto consiste en que en los estatutos de la sociedad se tienen que

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especificar de forma expresa todas las actividad para la que se crea la sociedad quedando
prohibida la formulación genérica de actividades.

* En cuanto al objeto del contrato de sociedad debemos decir que son las prestaciones que los
socios se obligan a realizar al fondo común societario, que siempre será necesario. En terminología
jurídico-societaria a esas aportaciones se les denominan aportaciones sociales. En el derecho de
sociedades hay dos grandes clases de aportaciones, por un lado aportaciones de trabajo y servicio
que consisten en aportar trabajos o prestar servicios a la sociedad. Junto a ésta están las
denominadas aportaciones de capital, que se subdividen en dos grupos distintos: las aportaciones
dinerarias (cantidad de dinero) y las aportaciones no dinerarias (bienes y derechos distintos del
dinero y susceptibles de valoración económica).
- ¿Qué puede aportarse al fondo común societario? En las sociedades de capital sólo caben
aportaciones de capital, ya sean dinerarias o no. Así el único segmento en que se permiten
las aportaciones de industria o de trabajo es en el de las Sociedades Colectivas y las
Comanditarias.
- ¿A qué título puede aportarse? Las aportaciones se pueden realizar a título de propiedad
(en el que el aportante pierde el dominio del objeto a favor de la sociedad) o a título de uso
(en este caso el aportante no pierde el dominio del bien, sino que sólo pierde el uso). La ley
prevé que, salvo que se indique lo contrario, cada aportación se entiende realizada a título
de propiedad. En caso de que se quiera hacer una aportación a titulo de uso, se debe
establecer claramente en el contrato por tiempo determinado que podrá prorrogarse
cuando el período finalice. Si no lo hiciese, se encontraría rescindido el contrato por su parte
si sólo hubiese hecho una aportación a título de uso.
- ¿Qué ocurre si el socio que se obliga a realizar su aportación no cumple en todo o en
parte? Se puede actuar por medio de dos vías:
- proceder ejecutivamente contra una serie de bienes que pertenecen al socio que no
cumplió
- rescindir parcialmente el contrato de sociedad en cuanto al socio incumplidor,
quedándose la sociedad con las cantidades que el socio ya hubiese aportado aunque
la parte que hubiese aportado fuese mayor que la que le quede.

 CAUSA.
La comunidad jurídica no se pone de acuerdo en delimitar cuál es la causa del contrato de
sociedad. En lineas generales la causa es la finalidad típica y constante que se persigue al hacer un
contrato y que permite diferenciarlo de otros contratos análogos o similares.
Dicho esto, en lo que no se pone de acuerdo la comunidad jurídica es en delimitar dónde
reside la causa del contrato de sociedad. Podemos hablar de dos grandes tendencias doctrinales:
a) La que entiende que la causa en el contrato societario consiste en la obtención de una
ganancia o la obtención de un lucro, que tiene su base en el derecho positivo (art. 1665 CC y
116 Ccom) ya que ambos aluden al lucro. Dentro de esta corriente existen otras dos
divisiones. Una que entiende que el lucro es el reparto de la ganancia entre los socios que
integran la sociedad y otra corriente que entiende que el concepto de lucro hace referencia
a cualquier ventaja de carácter patrimonial (una sociedad anónima en la que se prestan
servicios de guardería y los socios se benefician de esos servicios de guardería).
b) Y otra que entiende que la causa no se tiene que reducir simplemente al lucro, sino que la
sociedad es la comunidad de cualquier fin que fue defendida por el Prof. Girón Tena que fue
el primero en defender la posibilidad de que cualquier comunidad con cualquier fin puede

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ser la causas de un contrato societario sin constreñirse exclusivamente al lucro. Esta tesis
tiene un importante escollo y es que tanto el art. 1665 como el hecho de que en las leyes de
sociedad de capital, el legislador admite que los socios tienen derecho a participar en los
beneficios, por lo que esta tesis obvia una norma imperativa. Así la diferencia entre sociedad
y asociación es que la sociedad tiene una finalidad de lucro cosa que no sigue la asociación.

4. LA SOCIEDAD COMO ORGANIZACIÓN O PERSONA JURÍDICA: EL


ENTE COLECTIVO

* GENEROSIDAD DEL LEGISLADOR ESPAÑOL EN LA ATRIBUCIÓN DE PERSONALIDAD JURÍDICA A LAS


SOCIEDADES MERCANTILES. Nuestro legislador ha sido muy generoso en el reconocimiento de
personalidad jurídica a todas las sociedades mercantiles, se ve aquí la influencia del legislador
francés en el legislador español. En ordenamientos jurídicos próximos al nuestro se distingue en
este tema entre sociedades personalistas que no tienen reconocida personalidad jurídica y
sociedades capitalistas que sí la tienen. Así la personalidad jurídica tiene mucha más eficacia en
cuanto a las sociedades capitalistas que en las personalistas.
De la atribución de personalidad jurídica se traducen una serie de consecuencias
importantes y son:
 Se reconoce a las sociedades mercantiles los mismos atributos reconocidos a las personas
físicas (nombre o denominación social, domicilio, nacionalidad).
 Merced a esta atribución de personalidad jurídica, las sociedades mercantiles gozan de
autonomía patrimonial, es decir, gozan de un patrimonio distinto al de los socios. Este
patrimonio es el que queda afecto a la responsabilidad derivada de las deudas sociales.
 Merced al reconocimiento de personalidad jurídica a las sociedades mercantiles se les
reconoce capacidad jurídica y capacidad de obrar y por lo tanto pueden celebrar contratos y
negocios jurídicos válidos en su nombre.

¿La sociedad anónima o limitada está legitimada para celebrar cualquier tipo de acto o
negocio jurídico? ¿O sólo actos incluidos dentro del objeto social? El derecho español no ofrece al
respecto una respuesta categórica sino que hay algunos preceptos de los cuales podemos deducir
una cierta respuesta siendo por lo tanto conveniente irnos al derecho comparado. Dentro del
derecho comparado encontramos dos modelos muy distintos, antagónicos:
 El modelo anglosajón, del Common Law, que es muy claro a la hora de decantarse por la
tesis que se denomina ultra vires o tesis de la capacidad limitada de las sociedades
mercantiles que significa que solamente la sociedad puede actuar válidamente dentro de las
actividades del objeto social.
 El modelo alemán, que desde siempre ha seguido la tesis contraria al inglés, es decir, la
capacidad ilimitada de las sociedades mercantiles, esto significa que la sociedad puede
celebrar contratos válidos incluso fuera del objeto social. En consecuencia, los contratos que
queden fuera del objeto social serían válidos y vincularían a la sociedad, pero la sociedad
tendrá una acción para demandar y pedir responsabilidad al administrador por haberse
extralimitado de sus funciones propias como administrador.

En el derecho español existe una norma muy importante, el art. 234 del Texto Refundido de
la Ley de Sociedades de Capital, que condensa la idea ya defendida en la tesis alemana y que dice

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que la representación de los administradores abarcará todos los actos dentro del objeto social. Pero
no se queda sólo en eso, sino que dice el art. 234 que no obstante lo anterior la sociedad quedará
obligada frente a terceros que hayan obrado de buena fe y sin culpa grave aun cuando se desprenda
claramente de los estatutos que el acto realizado por el administrador no estaba comprendido
dentro del objeto social. Luego el art. 234 se está decantando por la solución occidental, de ahí que
digamos que el objeto social no es límite, sino contenido de la capacidad social.

Cabe la posibilidad de que determinados sujetos utilicen la persona jurídica societaria con
fines contrarios al ordenamiento jurídico, con una finalidad muy clara, que sea evasión fiscal. O bien
sujetos que tienen prohibido ejercer el comercio pero sin embargo crean una sociedad mercantil
para eludir esa prohibición. En estos casos en los que se utiliza la persona jurídica para eludir el
derecho, los tribunales han decretado que hay abuso de la personalidad jurídica y la consecuencia
que se deriva de ello es el “Levantamiento del Velo” de la personalidad jurídica. Esto supone que el
juzgador penetra en la base personal de la sociedad, es decir, que los socios asumen la
responsabilidad que en ese caso asumiría la sociedad, son directamente responsables de las
acciones que han realizado en contra del ordenamiento jurídico.

5. MERCANTILIDAD DE LA SOCIEDAD

La mercantilidad es una figura que cuenta con una regulación por partida doble: por el CC que
contiene una serie de preceptos reguladores de la sociedad civil y en el CCom y legislación
mercantil. Coexisten en nuestro derecho sociedades civiles y mercantiles. Siempre que una
institución está doblemente regulada en nuestro derecho, es necesario saber cuándo una sociedad
es mercantil (ya que el derecho mercantil es un derecho especial que se separa del común), es decir,
hay que determinar qué requisitos son necesarios para que una sociedad deje de ser civil y pase a
ser mercantil. El legislador mercantil tiene que saber dónde reside el criterio de la mercantilidad.

La distinción entre sociedad mercantil o civil tiene una gran trascendencia, en primer lugar
porque se determina la normativa aplicable, así si la sociedad es mercantil cualquier contrato que
realice el contrato será mercantil sometido al derecho mercantil y además si una sociedad es
mercantil se le va a aplicar el Estatuto del Empresario Mercantil, que está constituido por las
normas del Registro Mercantil y por las normas de contabilidad empresarial. Luego no es una
cuestión irrelevante que sepamos si estamos ante una sociedad mercantil o ante una sociedad civil.

Tras esto debemos preguntarnos cuáles son los criterios de mercantilidad. A lo largo de la
historia se han desarrollado numerosos criterios a la hora de desarrollar la mercantilidad o civilidad
de la empresa. En un primer momento, siempre se tuvo la idea de que lo mercantil huele a lucro,
esta idea hizo que la doctrina dijese que la sociedad mercantil se caracteriza por perseguir una
finalidad lucrativa mientras que esto no es perseguido por la sociedad civil. Esto no se sustenta
porque el art. 1665 CC también menciona el ánimo de lucro como un elemento de la sociedad civil.
Otro criterio fue el criterio de la personalidad jurídica, el cual se basaba en que hay sociedades que
no poseen personalidad jurídica, cuales son las civiles y aquí el núcleo era pues la personalidad.
Ahora bien, en nuestro derecho está aceptado por todos que poseen personalidad jurídica no sólo
las sociedades mercantiles sino que también las civiles.

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Existe unanimidad en nuestra doctrina a la hora de establecer los siguientes criterios:


 Debemos diferenciar entre sociedades personalistas (Sociedad Colectiva y Sociedad
Comanditaria Simple), en la que la persona es lo relevante. En este caso el criterio que nos
permite saber si es sociedad civil o mercantil es el objeto. Si el objeto de la sociedad es una
actividad mercantil estaremos ante una sociedad sometida al CCom y en general a la
legislación mercantil. Si por el contrario el objeto no es una actividad mercantil (agrícola,
ganadera o artesanal) la sociedad será una sociedad civil.
 En cuanto a las sociedades capitalistas debemos decir que el criterio de mercantilidad sería
el establecido en el Art. 2 del Texto Refundido de las Sociedades de Capital, el cual dice que
las sociedades de capital tendrán naturaleza mercantil independientemente de cuál sea su
objeto. En este caso el criterio sería el de la forma-tipo, es decir, si se adopta la forma-tipo
S.A., S.L, S.C.A. La sociedad ya es mercantil. Así es como hoy se soluciona el tema de la
mercantilidad de la sociedad prácticamente por toda la doctrina jurídica.

Por último decir que en el art. 1670 del CC se hace referencia a las sociedades civiles con
forma mercantil (Sociedad Colectiva y Sociedad Comanditaria Simple), las sociedades civiles en
forma mercantil se regirán por el CCom en todo aquello que no se oponga al CC. Aquí el problema
que se plantea es el siguiente. En materia de responsabilidad existe una diferencia muy importante
entre el régimen del CC y el régimen del CCom aplicable a una sociedad colectiva. El del CCom es el
régimen de responsabilidad solidaria (por lo que el deudor se podrá dirigir indistintamente y por el
total contra cualquiera de los deudores). Mientras que el Régimen del CC es totalmente distinto, se
basa en el régimen de la mancomunidad, no de la solidaridad. Si aplicásemos literalmente a este
caso el art. 1670 CC nos llevaría a que una sociedad colectiva que tenga un objeto civil sería una
sociedad en la que los socios tendrían una responsabilidad mancomunada porque si fuese solidaria
entraría en contradicción con lo que establece el CC. Dicho esto, la doctrina mercantilista viene
rechazando esa opción porque admitir sociedades colectivas en las que no rija la solidaridad sino la
mancomunidad sería admitir sociedades monstruosas o aberrantes que no se corresponden con el
perfil querido por el legislador. Es decir, esto es imposible, no hay que aplicar el art. 1670 CC tal y
como viene en el CC.

6. CLASIFICACIÓN DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES. EL PROBLEMA


DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES ATÍPICAS.

A) CLASIFICACIÓN DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES


Hay reconocidos una serie de tipos o categorías societarias que vamos a diferenciar en base a
una serie de criterios:
 Criterio económico (móviles impulsores): en la sociedad colectiva los móviles son completar
la capacidad de trabajo para realizar una actividad económica. Los socios lo que quieren es
completar la capacidad de trabajo de varias personas para aunarla y así desarrollar mejor
una actividad empresarial. Cabría la posibilidad de que los socios decidiesen modificar la
sociedad y pasar de una sociedad colectiva a una sociedad comanditaria simple interesando
a un conocido que tenga capital o patrimonio y que quiera participar en esa sociedad como
socio comanditario pero aporta sólo patrimonio sin ser parte de las deudas de la sociedad,
sólo responde por el patrimonio con el que ha participado. Los móviles que llevan a crear
una sociedad comanditaria simple es aumentar el capital de explotación u obtener un nuevo
patrimonio para las sociedades colectivas. Los móviles que impulsa a la creación de una

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sociedad capitalista, consiste en disminuir el riesgo de una actividad empresarial, siendo


asumido el riesgo por varias personas.
 Criterio económico-jurídico (forma de gestión y administración): a la hora de clasificar las
sociedades sobre la base de este criterio mixto podemos valernos de la dual distinción de
sociedades personalistas y capitalistas, que el régimen de administración es muy distinto. En
las sociedades personalistas rige el régimen del autoorganicismo, es decir, son los socios los
que gestionan o administran la compañía, ya que está prohibido expresamente que
gestionen la sociedad terceras personas. Si estamos en el ámbito de la sociedad capitalista,
rige el régimen del heterogeneisismo donde en el Consejo de Administración puede no
haber socios (propietarios) de dicha sociedad.
 Criterio estrictamente jurídico (régimen de responsabilidad de los socios): ¿Cómo se
responde de las deudas sociales en una sociedad colectiva? En primer lugar responde la
sociedad con todo su patrimonio pero si no hubiese patrimonio suficiente responderán los
socios con una responsabilidad personal, ilimitada y solidaria. En la sociedad Comanditaria
simple hay dos tipos de responsabilidad: la responsabilidad personal, ilimitada y solidaria
que se corresponde con el socio colectivo y la responsabilidad limitada del socio
comanditario que corresponde sólo por el patrimonio aportado. En una S.A., S.R.L. Los
socios no responde de las deudas sociales, de las que responde solamente la sociedad de
forma ilimitada con todo su patrimonio pero si se agota su patrimonio no puede exigírsele
responsabilidad a los socios. Esto es lo que ha fomentado el éxito de las sociedades de
capital. Por último, en cuanto a las Sociedades Comanditarias por Acciones que es un
híbrido entre una S.A. y una Sociedad colectiva (pesando más las características de la S.A.).
todos los socios tienen acciones y la única peculiaridad es que quienes administren la
compañía tienen una responsabilidad personal e ilimitada por las deudas de la compañía y
así por tanto tienen mucho mayor poder decisorio, teniendo derecho de veto en algunas
decisiones de la sociedad.

B) LA ATIPICIDAD DEL DERECHO DE SOCIEDADES


Las formas societarias mercantiles están expresamente enumeradas en el art. 122 CCom los
tipos de sociedades mercantiles diciendo que por regla general las sociedades mercantiles podrán
revestir algunas de las siguientes formas: Sociedad Colectiva, Soc. Comanditaria Simple o por
acciones, la Soc. Anónima, la Soc. Responsabilidad Limitada. A la vista de esto, ¿las sociedades
mercantiles únicamente son las que aparecen en el art. 122 CCom o caben algunas más que no
encajen dentro de estos tipos? Según a la dicción literal del art. 122 CCom parece que el jurista
podría decantarse por la posibilidad de que si existan otras formas societarias ya que el artículo
comienza diciendo “por regla general”. El Profesor Miranda desde un punto de vista dogmático
piensa que no hay ningún impedimento en admitir que existan otras sociedades distintas a las
contenidas en el art. 122 CCom. Esto se corrobora en el siguiente sentido, y es que cuando se
elabora el CCom vigente, no se conocía la S.R.L. Y lo que ocurrió fue que los notarios fueron
adaptando las normas de las grandes empresas a las pymes creando así la S.R.L. (Sociedad anónima
achicada). Luego se podrán crear sociedades atípicas que se convertirán en típicas cuando el
legislador las regule. Esto encuentra un escollo práctico bastante importante y es que tal y como
está hoy regulado el RM, el registrador solamente está facultado para inscribir en el RM sociedades
mercantiles que correspondan a algunos de los tipos mercantiles reconocidas en el Derecho. Esto
significa que si los particulares creasen una sociedad atípica, esta figura societaria sería rechazada
por el registrador y consecuentemente se trataría de una sociedad irregular.

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7. FORMALIDADES DE CONSTITUCIÓN DE LA SOCIEDAD

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el contrato de sociedad es un contrato
no formal, es un contrato con forma libre que responde al principio de libertad de forma. Ahora
bien para que nazca la persona jurídica societaria como titular de derechos y deberes es necesario
que se cumplan determinados requisitos: un requisito de forma, es decir, que el contrato de
sociedad se plasme en documento público por medio de una escritura pública notarial y además un
requisito de publicidad porque esta escritura pública tiene que inscribirse en el RM. Cuando se
cumplen estos dos pasos entonces es cuando ya el proceso formativo de la sociedad se ha
completado y podemos hablar de la existencia del contrato de sociedad y de una persona jurídica
societaria centro de imputación de responsabilidades.

Bien entendido que la inscripción en el RM no tiene la misma naturaleza en los dos grupos
de sociedades a las que aquí nos estamos dirigiendo. En el caso de las sociedades de personas, la
inscripción tiene una eficacia puramente declarativa lo cual significa que antes de que se inscriba la
sociedad en el RM puede hablarse de Soc. Colectiva o Comanditaria carente de inscripción, o de
base meramente contractual. En el caso de las sociedades capitalistas, a diferencia de lo que ocurre
con las personalistas, la inscripción en el RM tiene eficacia constitutiva porque con anterioridad a la
inscripción en el RM no se puede hablar de la existencia de una sociedad ya que no hay base para
hacerlo, no se puede hablar de una base meramente contractual.

Dicho esto, tenemos que tener claro que sociedades que no han cumplido esos trámites de
forma y sobre todo de publicidad, existen en el tráfico mercantil y celebran contratos con terceras
personas como si fuesen personas inscritas. Esa no inscripción puede ser definitiva porque exista
voluntad de no inscribir la sociedad o provisional porque se inscribirá en un momento posterior.
Esto hace que nos encontremos con dos figuras jurídicas:
- La sociedad irregular: es aquella sociedad que no está inscrita en el RM ni existe voluntad
por sus creadores de que acceda al Registro Mercantil cumpliendo así los trámites de forma
y publicidad. Los terceros que interactúan con ella creen que sí está regularmente
constituida mediante escritura pública e inscripción en el RM.
- La sociedad en formación o en constitución : es una sociedad que aun no está inscrita pero
que lo va a estar dentro de un período de tiempo no excesivamente grande, porque desde
que surge la idea de crear una sociedad hasta que se inscribe pasa un período de tiempo en
el que la sociedad estará en un proceso de formación o constitución.

Hemos de caer en la cuenta de que una sociedad irregular está celebrando continuamente
contratos con terceros ajenos al contrato societario y aquí la pregunta sería ¿Qué ocurre con estos
contratos? ¿Son válidos? En principio, la respuesta a esta pregunta sería negativa porque si no se
han cumplido los trámites para constituir una sociedad, ésta no podría celebrar contratos. Pues bien
esta respuesta hay que rechazarla porque en materia de sociedades hay dos grandes principios que
están presentes:
- El principio de la seguridad jurídica
- El principio de la seguridad del tráfico, es decir, la confianza de los terceros en fenómenos
aparentemente jurídicos y a favor de la ley. Estos verían perjudicados sus intereses y por
tanto no podemos acatar la solución de la invalidez de todos los contratos celebrados por
este tipo de sociedad.

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Esto se hace sobre la base de algunas soluciones de la doctrina mercantil como autores que
entienden que la sociedad aunque no tenga una plena personalidad jurídica, sí tiene una cierta
personificación y esto haría que los contratos fueron válidos; otros autores entienden que siempre
en beneficio de los terceros habría que contar con el patrimonio societario y con una
responsabilidad derivada de la sociedad y si agota el patrimonio, los socios responderán con una
responsabilidad ilimitada, solidaria y personal.
El ordenamiento jurídico entiende que las sociedades deben ser las sancionadas no los
terceros de ahí que se de esta solución. Siendo la sanción que se extienda la responsabilidad hasta
los socios por las deudas de la compañía.

8. LA NULIDAD DE LA SOCIEDAD: LAS SOCIEDADES DE HECHO


Para explicar la nulidad de las sociedades debemos de partir del dato de que existen
determinados vicios que pueden afectar a una sociedad mercantil pero que sin embargo no
conllevan la nulidad de toda la sociedad (vicios del consentimiento negocial).

Ahora bien existen otros vicios distintos que tienen una enorme gravedad y que sí producen
la nulidad de toda la sociedad como por ejemplo una sociedad que se instituya con un objeto social
ilícito o contrario al orden público.

En este segundo supuesto la sociedad W. S.A. se ha constituido con un objeto social ilícito y
empieza a actuar en el tráfico jurídico celebrando contratos con terceros. Si aplicamos a esta
hipótesis las reglas propias de la nulidad del ámbito privado llegaríamos a la conclusión de que
todos los contratos celebrados con terceros serían nulos y por tanto inexistentes y no producirían
ningún efecto. Sin embargo esta aplicación conlleva importantes inconvenientes sobre todo porque
se ven implicados intereses de terceras personas que han actuado con buena fe.

Las doctrinas elaboradas en Francia, llamadas Doctrina de la Sociedades de hecho,


entienden que sobre la base del principio de seguridad del tráfico, los contratos celebrados por una
sociedad nula, no son inválidos, toda vez que la sociedad es válida hasta el momento en el que el
juez que esté conociendo del asunto declare que la sociedad es nula. La sentencia no tiene carácter
retroactivo. Además esta doctrina entiende que la sentencia abre el proceso de liquidación de la
sociedad y su disolución.

LECCIÓN 2: LA SOCIEDAD COLECTIVA


12 RELEVANCIA Y CONCEPTO DE SOCIEDAD CO-
LECTIVA
A) IMPORTANCIA DE LA SOCIEDAD COLECTIVA: “SOCIEDAD GENE-
RAL”

La primera sociedad que surge en la evolución histórica del DM es la


sociedad colectiva que tiene su origen en la Edad Media con las comunidades
familiares. Estas comunidades familiares

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En esta comunidad familiar está el germen incipiente de lo que más


adelante será una sociedad colectiva, que es una sociedad familiar en la que
varias personas llevan en común un negocio.
Posteriormente, la evolución de estas comunidades familiares dará lugar a
las comunidades de trabajo, que son lo mismo, pero los vínculos que ligan a las
personas ya no tienen por qué ser familiares, hablándose ahora de
vinculaciones sociales.
Todos los códigos de la época tomarán a esta figura como la figura más
importante para poder desarrollar una actividad comercial o empresarial.
Especial relevancia tuvo el Código Francés de 1807 que influyó a los Códigos
Españoles de 1829 y 1885 que ambos regulan la figura de la Sociedad Colectiva
con una cierta atención aunque la mayor parte de esa normativa es de carácter
dispositivo, pudiendo ser desaplicada por la autonomía de la voluntad de las
partes.
Históricamente ha sido una sociedad muy utilizada por los particulares,
pero hoy día las que destacan son la S.A. y la S.R.L. ¿Por qué ha ocurrido esto?
Porque la sociedad colectiva se caracteriza por un riguroso régimen de
responsabilidad de los socios por las deudas sociales.
El hecho de que se esté desarrollando esta materia obedece a que la Soc.
Colectiva se caracteriza por ser la Sociedad General, esto quiere decir que las
normas propias de la Soc. Colectiva sobre todo las relativas al régimen de
responsabilidad por las deudas sociales, se van a aplicar a aquellas sociedades
de capital que no cumplan con los requisitos para la regular formación de la
sociedad, es decir, en los casos en los que no se constituyan las sociedades
regularmente, como sanción se impone a los socios una responsabilidad
ilimitada sobre las deudas de la compañía en base a las características de las
Sociedades Colectivas.
B) CONCEPTO Y NOTAS CARACTERÍSTICAS
La doctrina la define sobre dos notas:
- En la sociedad colectiva los socios desarrollan la actividad empresarial en
nombre colectivo.
- De esa actividad empresarial los socios responden con una responsabili-
dad personal, ilimitada y solidaria.

Además otras notas son:


- Su origen debemos encontrarlo en que es una sociedad de trabajo, en
principio y salvo disposición en contra, todos los socios están facultados
para la dirección y el manejo de la sociedad. Todos los socios son gestores
natos o están facultados conjuntamente para gestionar la sociedad, lo
cual es impensable en las sociedades de capital, que suelen tener un ma-
yor número de socios.
- Es una sociedad de carácter personalista porque lo relevante es la perso-
na y no tanto lo que aporta. Este carácter personalista se ve a lo largo de
toda la regulación que dedica el Cód. a la sociedad Colectiva destacando
dos preceptos:
 Art. 143 CCOm: Ningún socio podrá transmitir a otra persona el interés
que tenga en la Compañía, ni sustituirla en su lugar para que desem-

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peñe los oficios que a él le tocaren en la administración social, sin que


preceda el consentimiento de los socios.
 Art. 222 CCom: Las compañías colectivas y en comandita se disolverán… por muerte, in-
capacidad, concurso de acreedores.
- La sociedad colectiva por un régimen de responsabilidad muy severo, res-
pondiendo de las deudas: en primer lugar la sociedad con todo su patri-
monio y en segundo lugar los socios con todo su patrimonio presente y fu-
turo.

22LA REGULAR CONSTITUCIÓN DE LA SOCIEDAD CO-


LECTIVA
En el caso de las Sociedades Colectivas deben cumplirse dos requisitos:
uno de forma y otra de publicidad y estando compuestos ambos requisitos por:
A) ESCRITURA PÚBLICA: que debe componerse por los siguientes elemen-
tos:
- Identidad de los socios: (copiar del libro)
- Razón social:
 Art. 126 CCom: La Compañía colectiva habrá de girar baco el nombre
de todos sus socios, de algunos de ellos o de uno solo, debiéndose
añadir, en estos dos últimos casos, al nombre o nombres que se expre-
sen, las palabras "y Compañía". Este nombre colectivo constituirá la ra-
zón o firma social, en la que no podrá incluirse nunca el nombre de
persona que no pertenezca de presente a la Compañía. Los que, no
perteneciendo a la Compañía, incluyan su nombre en la razón social,
quedarán sucetos a responsabilidad solidaria, sin percuicio de la penal
si a ella hubiere lugar.
- Domicilio
- Capital social que aunque estemos hablando de sociedades personalistas
es importante un mínimo de capital, debiendo indicar la parte de capital
que corresponde a cada socio.
- Duración y fecha de comienzo de las actividades. Podría ser factible que
se constituyese una compañía en la que en la escritura no apareciese nin-
guna mención a la cláusula relativa a la mención de la duración de la so-
ciedad.
- Socios a los que se encomiende la administración y representación. Aquí
hay que hacer una distinción: La gestión es ad intra y la representación es
ad extra. Pues en las escrituras debe quedar claro quiénes son los encar-
gados de la administración y de la representación, pudiendo la gestión es-
tar a cargo de todos los socios pero no así la representación, que deberá
ser limitada exhaustivamente.
- Demás pactos lícitos que podrán incluir el objeto de la compañía, ya que
en el caso de las Sociedades Colectivas no es obligatoria la determinación

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de un objeto social, es decir, una Sociedad Colectiva puede actuar en el


mercado sin determinación de objeto social.

B) INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO MERCANTIL

El requisito de publicidad consiste en la inscripción de la sociedad en el


RM teniendo esta inscripción mero carácter declarativo, ya que la Sociedad
Colectiva existe desde su creación por los socios mediante el contrato de
sociedad, ya que tanto antes como después de la inscripción los socios
responde de las deudas de la misma forma: personal, ilimitada y solidariamente.
32RELACIONES JURÍDICAS INTERNAS Y EXTERNAS
A) LA DISTINCIÓN ENTRE RELACIONES JURÍDICAS INTERNAS Y EXTER-
NAS

Una sociedad está formada por socios y creada para llevar a cabo un
determinado fin social y obtener unas ganancias mediante los pactos que
realizan los socios que la componen.
Cualquier relación jurídica que celebre la sociedad o uno de sus socios con
un tercero ajeno al contrato societario, será una relación jurídica externa y
como relación jurídica externa estará regulada por normas de derecho
imperativo, es decir, normas que no pueden ser desaplicadas por la autonomía
de la voluntad de las partes.
En el caso de las relaciones jurídicas internas, aquellas que se producen
entre los socios componentes de la sociedad, estará regulada por normas de
carácter dispositivo, regulada por la autonomía de la voluntad de las partes.
Las consecuencias jurídicas de esta diferenciación son múltiples. Por
ejemplo respecto al reparto de las ganancias, que son normas dispositivas, esto
es, podrá decirse cómo va a hacerse. Otro ejemplo es respecto a la
responsabilidad, que es una norma de carácter imperativo, ya que intervienen
terceros y, por tanto, se trata de una relación jurídica externa, por lo que no
puede pactarse que los socios respondan en una determinada proporción, sino
que responden todos solidariamente. En caso de que se pactase una cláusula de
este tipo la misma sería nula y se aplicaría lo dispuesto por el CCom.
Todo esto obedece a la dogmática alemana.
B) LAS RELACIONES JURÍDICAS INTERNAS: (completar con el libro)

Esto tiene muchas consecuencias jurídicas:


- En materia de aportaciones sociales: ….
- En materia de ganancias y pérdidas: …aquí hay que tener en cuenta que
se prohíben los pactos leoninos, es decir, aquellos en los que se priva a al-
gún socio de participar en las ganancias de la sociedad puesto que el fin
último del contrato es la obtención de un lucro.
- En materia de prohibición de competencia: prohíbe a los socios realizar
actividades que sean competitivas con la actividad de la compañía. Debe-
mos tener en cuenta que el CCom es más severo con el socio industrial ya
que le prohíbe realizar cualquier actividad empresarial (aunque sea distin-

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ta de la actividad de la sociedad) sin el consentimiento de los demás so-


cios.
Respecto a los socios capitalistas, la ley distingue según el objeto social
esté determinado o no. Si está determinado podrá realizar otra actividad
pero que no sea del mismo sector o ámbito. Si no está determinado el ob-
jeto social, el socio tendrá que recabar siempre el consentimiento de la
Sociedad, y ésta sólo podrá negarlo cuando constate que producirá un
perjuicio.
Habrá de tener en cuenta las leyes de competencia porque puede ocurrir
que se prohíba a un socio realizar actividades más allá de la libre compe-
tencia.
- En materia de gestión y representación: en relaciones jurídicas internas
sólo la gestión forma parte. La gestión es algo confuso pero es algo bas-
tante sencillo:
 En primer lugar la ley opta por un sistema de administración o gestión
conjunta o mancomunada, es decir, los socios que estén presentes se
deben poner unánimemente de acuerdo para realizar los actos de ad-
ministración. Si hubiera un socio que no estuviese presente y el acto no
se ha ejecutado, podrá el socio oponerse al acto. Si se hubiese ejecuta-
do el acto ya no hay vuelta atrás.
 Pero no olvidemos que estamos ante normas de carácter dispositivo
pudiendo cambiar este sistema de gestión conjunta o mancomunada a
un sistema de gestión solidaria en el que lo que uno sólo realice vincula
a los restantes socios.
 También se puede dar el caso de un sistema de gestión conjunta soli-
daria pero que sólo afecte a unos determinados socios.
 Y por ultimo también cabe la figura del gestor estatutario que es un so-
cio al que en solitario se le encomiendan las labores de gestión societa-
rias. Sólo es él el gestor no siendo ya los demás gestores natos.
Art. 132: Cuando la facultad privativa de administrar y de usar de la fir-
ma de la compañía haya sido conferida en condición expresa del con-
trato social, no se podrá privar de ella al que la obtuvo; pero si éste
usare mal de dicha facultad, y de su gestión resultare percuicio mani-
fiesto a la masa común, podrán los demás socios nombrar de entre
ellos un coadministrador que intervenga en todas las operaciones, o
promover la rescisión del contrato ante el Juez o Tribunal competente,
que deberá declararla, si se probare aquel percuicio.

C) LAS RELACIONES JURÍDICAS EXTERNAS


- Representación de la sociedad: los únicos sujetos legitimados para usar o
representar a la compañía serán los que vengan designados como tales
en la escritura constitutiva. Ellos serán los únicos que podrán vincular a la

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compañía. Si un socio que no es representante celebra un contrato con un


tercero, no vinculará a la sociedad.
- Responsabilidad por las deudas sociales:
 La responsabilidad de los socios es una responsabilidad de carácter
subsidiario porque en primer lugar responde la compañía con todo su
patrimonio, pudiendo los socios negarse a pagar si existe aun patrimo-
nio en la sociedad.
 Es una responsabilidad personal e ilimitada quedando arriesgado todo
el patrimonio del socio.
 Es una responsabilidad solidaria, es decir, no hay beneficio de división,
pudiendo el acreedor dirigirse contra cualquier socio para resarcir el to-
tal de la deuda. Lo que si puede el socio es dirigirse a sus co-socios
para que se le reporte el dinero dado para cubrir la deuda.

42TRANSMISIÓN DE LAS PARTES SOCIALES


Copiar esquema

LECCIÓN 2: LA SOCIEDAD
COMANDITARIA SIMPLE
12CONCEPTO Y NOTAS CARACTERÍSTICAS
A) CONCEPTO

Podemos definirla como una sociedad personalista en la que los socios en


nombre colectivo realizan una actividad empresarial de la que responden unos
personal e ilimitadamente y otros hasta el límite de lo que aportaron.
B) NOTAS CARACTERÍSTICAS

Por eso las notas de la Soc. Com. Simple pivotan sobre:


- La sociedad es una sociedad personalista
- Es una sociedad con un dual régimen de responsabilidad: el de los socios
colectivos que responden personal e ilimitadamente de las deudas y el de
los socios comanditarios que no responden de las deudas sociales sino
que lo único que arriesgan en la empresa societaria es aquello que aporta-
ron o se obligaron a aportar a la compañía.

El móvil que lleva a crear esta sociedad es complementar la capacidad de


trabajo.
22LA REGULAR CONSTITUCIÓN DE LA SOCIEDAD
COMANDITARIA SIMPLE
Para la regular constitución de una Soc. Comanditaria se han de seguir los
mismos pasos que para la constitución de una Sociedad Colectiva, cumpliendo
con un requisito de forma plasmando el contrato societario sobre escritura

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pública. En esta escritura pública tendrán que aparecer los mismos datos que
deben aparecer en una S.C. designando los socios y muy especialmente
señalando quiénes son los socios comanditarios, también es necesario definir el
capital y por último cuál es la razón social de la Soc. Com. Simple (su nombre).
La razón social de la Soc. Com. Simple se constituye igual que la Soc.
Colectiva pero la última expresión de sociedad Colectiva se sustituye por Soc.
Comanditaria Simple o Sociedad en Comandita. La inclusión del socio
comanditario dentro de la razón social supone que también este, el socio
comanditario, asuma la responsabilidad tal cual responden los socios colectivos.
Posteriormente esta escritura pública de la sociedad debería inscribirse en
el RM logrando así la plena personalidad jurídica. Debemos tener en cuenta que
se trata de una sociedad jurídica de baja intensidad puesto que la inscripción en
el RM es una inscripción meramente declarativa no constitutiva.
32RELACIONES JURÍDICAS INTERNAS
A) LA GESTIÓN DE LA SOCIEDAD

La gestión de la sociedad solamente la pueden llevar a cabo los socios


colectivos, quedando al margen por ley los socios comanditarios. Si el socio
comanditario realizase una actuación de gestión podrán los socios dejarlo fuera
de la compañía. Sería posible la gestión si el socio comanditario apareciese en
la razón social de la empresa aunque esto es una afirmación dada por la
doctrina.
B) LA PROHIBICION DE COMPETENCIA

Los socios que únicamente deben velar por la prohibcion de competencia son
los socios colectivos, no los comanditarios, pudiendo este realizar una actividad
competitiva con la de la sociedad, ya que el solo se ha dedicado a invertir en la
compañía.
C) REGIMEN DE GANANCIAS Y PERDIDAS

Es el mismo régimen que el de la Soc. Colectiva pero en materia de


perdidas el socio comanditario no podrá soportar más allá de lo que aportó o se
obligó a aportar a la compañía.
42RELACIONES JURÍDICAS EXTERNAS
A) LA REPRESENTACION

Sólo puede ser asumida por los socios colectivos concretos y habilitados
en el contrato de la sociedad
B) LA RESPONSABILIDAD POR LAS DEUDAS SOCIALES

Los socios comanditarios no responden de las deudas de la compañía sino


que sólo arriesgan lo que aportaron o se obligaron a aportar a la compañía.

LECCIÓN 3: LA SOCIEDAD ANÓNIMA


1. INTRODUCCIÓN
A) CUESTIÓN TERMINOLÓGICA

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El término de SA sorprende si lo comparamos con los que se utilizan en otros países de


nuestro entorno, como Italia (Sociedad por Acciones) o Alemania. Pero en España y otros países
como Francia se denomina así porque los socios en su origen permanecían anónimos en la
denominación de la sociedad, es decir, en el nombre de la sociedad no podía aparecer el nombre de
ninguno de los socios. Esto es así porque hay un gran principio en el tráfico jurídico mercantil que
dice que el nombre utilizado en el tráfico atrae la responsabilidad, es decir, quien usa su nombre es
el responsable, lo cual se refleja muy claramente en la sociedad colectiva (donde puede aparecer el
nombre de todos los socios o de uno y compañía).
En la denominación de una sociedad colectiva se ve ese principio, ya que en ellas la
responsabilidad es personal, ilimitada y solidaria. Sin embargo la ley prohibió que en una SA la
denominación social recogiera el nombre de alguno de los socios, porque si apareciera ello sería
indicativo de que respondería de las deudas de forma personal, de manera que la denominación
social debía ser objetiva, es decir, referida a aquello a lo que la sociedad se dedica. Más tarde se
admitió que la denominación de la sociedad fueran los apellidos de la familia por ejemplo, pero
para entonces ya se llamaba SA.
B) CARACTERÍSITICAS ESENCIALES DEL TIPO S.A.

Se trata de una sociedad capitalista en la que los socios no responden de las deudas sociales y cuyo
capital está dividido en acciones:

- Capitalista: hasta el TRSC la categoría de sociedades personalistas y capitalistas era meramente


dogmática, pero el Texto Refundido le dio respaldo legal. No cabe duda de que la prototípica es
la Sociedad Anónima, por ser aquella que reúne los rasgos propios de las sociedades capitalistas,
siendo la persona del socio irrelevante, considerándose sólo la parte del capital que se tiene.
- Responsabilidad: los socios no responden personalmente de las deudas sociales, sólo de lo que
aporte, sólo responde la sociedad con la totalidad de su patrimonio.
- Acciones: Su capital está dividido en acciones, que son partes alícuotas del capital social.

Hay siempre elementos que no se dan en los otros tipos de sociedades de capital: la Sociedad Limita-
da no tiene su capital dividido en acciones, sino en participaciones sociales (la diferencia es que las participa-
ciones carecen del aspecto representativo, es decir, no se pueden representar en documentos acreditativos o
anotaciones en cuenta) y la Sociedad Anónima Comanditaria por Acciones se diferencia en que quienes os-
tenten el cargo de administrador en cada momento, por el hecho de serlo, van a tener una responsabilidad
personal e ilimitada, por lo que no se puede predicar respecto a ellos la no responsabilidad por las deudas
sociales.

C) CONFLICTO DE INTERESES SUBYACENTE


En el ámbito de las grandes sociedades suele existir un conflicto de intereses entre dos clases de ac-
cionistas:
- El capital dirigente o de control: hay otros que tienen un mayor nivel de capital y que intervienen
en la SA muy apegados a los administradores y con la idea de llevar a la práctica un proyecto o
una idea empresarial.
- El capital monetario o de ahorro: en las grandes SA, muchos de sus accionistas son inversores
que han adquirido acciones de la misma manera que podrían haber comprado cualquier otro
producto financiero.

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Se habla de un conflicto de intereses porque en muchos casos las pretensiones de capital de ambos
grupos son antagónicas y por tanto inconciliables. Básicamente lo que pretende el capital de ahorro será que
se repartan beneficios, pero frente a ello, el capital de control querrá que no se repartan, sino que haya auto-
financiación para abrir nuevas líneas de negocio y crezca la empresa.

El hecho de que haya ese conflicto ha hecho que incluso se plasmara en la ley desde 1989, recono-
ciendo expresamente una figura que no se reconocía entonces: la de la acción sin voto, que priva a su titular
del derecho a voto, a cambio de lo cual le da un mayor derecho al dividendo. Esto refleja la idea de que en
una SA hay un grupo muy importante de accionistas que no están interesados en la vida societaria, sino que
son meros inversores. Sin embargo esta figura no ha tenido mucha aplicación práctica.

2. MARCO NORMATIVO: EVOLUCIÓN LEGISLATIVA DE LA S.A. EN ES-


PAÑA
El derecho regulador de las Sociedades Anónimas ha ido evolucionando. En sus inicios, en el Código
de Comercio de 1829 (que fue el primer texto que la recogió), denominado Código de Sáinz de Andino, el le-
gislador distinguía entre dos modalidades de SA: las privilegiadas (que gozaban de ciertos privilegios de mo-
nopolio en la realización de ciertas actividades, concediendo este carácter el Monarca) y las no privilegiadas
(operaban en pie de igualdad con los empresarios individuales, autorizadas por unos tribunales formados en
parte por comerciantes y en parte por jueces y magistrados). En 1869 se suprimió la necesidad de autorizar
previamente la constitución de una SA, de manera que a partir de entonces su creación era totalmente libre.

El Código de Comercio de 1885 lo regula de forma muy escueta, con 24 preceptos muy escuálidos y
de derecho dispositivo (derogable por las partes). En él se definía la SA de forma muy diferente a como se ha
hecho posteriormente, diciendo que su capital no debía estar necesariamente dividido en acciones, sino sim-
plemente en partes ciertas que podían denominarse de otra forma. Esto se corrigió posteriormente y desde
1951 se dice que debe estar dividido en acciones. Además, no se admitían denominaciones de fantasía o pa-
labras inventadas, ni subjetivas, sólo podían ser objetivas y alusivas al objeto social. Esta regulación dio lugar
a SA que se llamaban así pero que no tenían en carácter propio de ellas, ya que se incluían cláusulas y ele-
mentos que no concordaban con el tipo de SA, produciéndose un abuso de esta figura, porque su perfil no se
veía reflejado en la sociedad.

En consecuencia, a mediados del siglo XX se reaccionó, encomendando el legislador al profesor Garri-


gues y al profesor Uría la redacción del anteproyecto de 1947, convirtiéndose en la Ley de Sociedades Anóni-
mas de 1951, que fue la primera ley especial que las reguló en nuestro país, derogando los artículos del Códi-
go de Comercio de 1885. La nueva regulación se caracterizó, frente a la anterior, por ser mucho más detalla-
da y pormenorizada y porque ya no era en su mayoría de carácter dispositivo, sino que introdujo normas
muy importantes de ius cogens o imperativas, que no podían derogarse por la voluntad de las partes. Ésta
fue además una ley muy valorada por la doctrina mercantilista nacional y extranjera y ha estado en vigor has-
ta 1989, porque ya era necesario actualizarla. Las razones para que se necesitara una reforma fueron que:

- Hubo un cambio en las circunstancias socioeconómicas: en los ochenta se pasó de un sistema


dictatorial a uno democrático y además había habido un importante desarrollo industrial y eco-
nómico en España.

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- Aparición y auge de la gran SA: antes se había pensado en pequeñas y medianas SA, pero la gran -
de apareció más tarde, y la Ley de 1951 no la había tenido en cuenta.
- Necesidad de colmar lagunas legales y corregir deficiencias: siempre se observan carencias en las
leyes por muy buenas que sean, y era necesario corregirlas.
- Necesidad de adaptar nuestra legislación al Derecho de la UE: España ingresa en 1986 y desde
ese momento debe incorporar al ordenamiento jurídico toda la regulación societaria, luego había
que modificar el derecho español para adaptarlo a las directivas comunitarias, lo cual se tradujo
en una nueva ley.

La Ley de Sociedades Anónimas de 1989 amplió el contenido de la de 1951 para responder a las exi-
gencias antes citadas (como la acción sin voto o la nulidad de la SA). Esta ley estuvo sucedida en el tiempo
por la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada de 1995, que reguló otras figuras distintas. De modo
que a final de siglo se contaba con dos leyes especiales de las dos sociedades más importantes de las socie-
dades capitalistas. A ello debían añadirse unos preceptos del CCom que regulaban las Sociedades Comandita-
rias por Acciones.

El legislador español entendió que podía ser recomendable la unificación de los textos reguladores
de las sociedades de capital (las leyes de 1989 y 1995 y CCom). En consecuencia, se elaboró el Texto Refundi-
do de Sociedades de Capital de 2010 (TRLSC). En rigor, el legislador debería limitarse a refundir o unir, pero
se introdujeron también cambios, fundamentalmente aplicando algunas soluciones que sólo se contempla-
ban para la SA a la SL y en sentido inverso, de modo que han quedado más hermanadas que antes. El legisla-
dor dice que el TR nace con cierto carácter de provisionalidad, hasta que se acometa una regulación en pro-
fundidad y se regulen los aspectos mercantiles, incluyendo los grupos de sociedades.

3. CONCEPTO DE S.A.
A) CONCEPTO LEGAL
En el Art. 1 TRLSC el legislador configura los tres tipos de sociedades, refiriéndose en su apartado ter-
cero a la SA, que es la prototípica de las sociedades de capital, diciendo que su capital estará dividido en ac-
ciones y estará integrado por las aportaciones de los socios, quienes no responden de las deudas sociales. És-
tas son sus tres notas jurídicas caracterizadoras de la SA:

1) División del capital en acciones (mientras que en la SL se divide en participaciones, que no pueden
representarse físicamente ni por anotaciones en cuenta): Esto muestra que en la SA es muy impor -
tante el capital, ya que es lo primero que nombra el legislador. El capital se presenta como eje de la
SA. Se presenta incluso como un capital dotado de personalidad jurídica, porque el capital lo es prác -
ticamente todo. La SA puede no ser anónima, porque pueden aparecer nombres de socios en la de -
nominación. Este capital deberá estar dividido en partes alícuotas (acciones), cuya suma de valores
nominales es igual al capital social. Además, en el momento en que se funda una SA, el valor del ca-
pital social que es suma del valor nominar deberá ser igual a la suma de las aportaciones de los so-
cios (realizadas o comprometidas por ellos). Las acciones son fácilmente transmisibles y, por tanto, la
cualidad de socio puede cambiar con facilidad. (bajo la vigencia del CCom anterior hablaba de partes
ciertas, por lo que podía haber SA sin acciones).

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2) Capital formado por aportaciones de los socios: en relación con ello aparece el principio de integra-
ción del capital social, que significa que la cifra del CS no puede ser ficticia ni en todo no en parte,
sino que debe corresponderse con un efectivo real existente.
3) No responsabilidad de los socios por las deudas sociales : No hay responsabilidad por parte de los so-
cios de las deudas que pueda contraer la sociedad, sólo arriesgan lo que aporten al capital social. Por
tanto, responde la propia compañía, con el principio de responsabilidad patrimonial universal (1911
Cc: con todos los bienes presentes y futuros).

Estas son las notas que nos van a permitir la SA de otras sociedades de capital y que establece el le-
gislador, pero la doctrina aporta más características.

B) CARACTERIZACIÓN DOCTRINAL

La doctrina señala otras características de la SA:

1) Sociedad capitalista: Siempre se ha dicho que la SA es la paradigmática de las sociedades de capital, y


el hecho de que fuera una sociedad de capital era una característica aportada por la doctrina, porque
la ley no la nombraba, aunque actualmente ya es una característica legal. Esto se manifiesta en mate -
ria de aportaciones: en una SA el Art 56 dice que no caben las aportaciones de industria o trabajo, las
cuales están muy presentes en las sociedades personalistas. También se manifiesta en la intensidad
de los derechos de los socios según las acciones que tengan suscritas (a mayor parte de capital ma -
yor intensidad en el ejercicio de los derechos sociales o inherentes a la condición de socio), es decir,
cada socio cuenta por lo que suscribe o aporta, y no por ser quien es.
2) Sociedad de responsabilidad limitada para sus socios . Se dice que los socios tienen una responsabili-
dad de carácter limitado, lo cual debe entenderse en el sentido de que el socio de una SA (o SL) nun -
ca responde de las deudas sociales, simplemente arriesga su aportación al capital social. Aunque se
hable de responsabilidad limitada, se refiere a que hay un riesgo limitado, por lo que en rigor es más
correcto utilizar esta última expresión, y no la de responsabilidad limitada.
3) Sociedad regida democráticamente : Se pretende poner de manifiesto que la voluntad de la sociedad
no se alcanza por unanimidad, sino por un sistema de mayorías. Estamos hablando de un sistema de
mayoría de capital (lo cual conecta con el carácter capitalista de la SA), no de personas ni de cabezas.
En la SL se pueden incluir algunos rasgos personalistas que ponderen el voto de algunas personas, no
sólo en base al capital, pero en la SA la mayoría es estrictamente de capital, y las decisiones se adop-
tan por el voto favorable del capital mayoritario.
4) Sociedad basada en el heteroorganicismo u organicismo de terceros: Esto significa que, frente a las
sociedades personalistas (basadas en el autoorganicismo, porque son los propios socios quienes la
administran), en las capitalistas la administración puede recaer sobre personas que no tengan la con -
dición de socio.
5) Sociedad abierta (pese a su polivalencia funcional): En contraposición a la SL, que se configura como
una sociedad de capital cerrada. Una sociedad abierta es aquélla en la que pueden entrar y salir per -
sonas continuamente, es decir, la condición de socio es fungible. En las sociedades personalistas esto
es totalmente distinto, por ejemplo, en las colectivas, si muere un socio puede producirse incluso la
disolución de la compañía. Dentro de las SA se diferencia cada vez más entre dos subtipos: las gran-
des sociedades anónimas que cotizan en bolsa y las que no. La Ley permite que, aunque la SA res -
ponda al modelo de sociedad abierta, en los Estatutos de una SA se introduzcan cláusulas que permi-

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tan que no sea totalmente abierta, sino que se aproxime a una SL, pero sin llegar a ser totalmente ce-
rrada. Cuando se habla de su polivalencia funcional se hace referencia a que, aunque en principio la
SA está pensada para grandes compañías abiertas, nada impide a que tenga un menor número de so -
cios y sea de carácter cerrado, es decir, la SA es válida tanto para una sociedad que sea más o menos
abierta (por ejemplo puede haber una SA familiar no tan abierta).

4. EL CAPITAL SOCIAL

A) CONCEPTO: DISTINCIÓN ENTRE CAPITAL Y PATRIMONIO

Capital y patrimonio son dos conceptos distintos. El capital es un concepto que pertenece expresa-
mente al ámbito del Derecho de Sociedades, es un concepto creado en este ámbito, y es una cifra dineraria
expresada en euros que tiene que figurar necesariamente en los estatutos de la SA y que debe coincidir con
el valor nominal de las acciones en que se divide, así como con el valor de las aportaciones realizadas o com-
prometidas por los socios. Frente al concepto de capital, tenemos que hablar del patrimonio, que es un con-
cepto que pertenece en general al mundo de la empresa. El patrimonio hace referencia a los derechos,
bienes y obligaciones existentes en cada momento en la vida de la sociedad, es decir, es el resultante del acti-
vo y el pasivo de la sociedad. Hay una diferencia muy clara entre ambos conceptos: el capital se caracteriza
por la nota de estabilidad y el patrimonio es absolutamente dinámico.

En el momento inicial de constitución de la empresa, por regla general capital y patrimonio coinci-
den, salvo casos excepcionales, como:

- Las acciones con prima (en cuyo caso el patrimonio será superior a la cifra de capital social). Esto
sucederá cuando se emitan acciones cuyo valor nominal es inferior al valor del desembolso reali -
zado por el socio. Las acciones con prima no tiene mucho sentido emitirlas en el momento ini-
cial, pero sí más adelante. [Acciones que se emiten o lanzan al mercado con un precio de venta superior
a su valor nominal. Suelen emitirse como recurso para aumentar el patrimonio de la empresa].
- La sociedad que nace con deudas (siendo el patrimonio inferior). Esto puede ocurrir en el caso
de una SA que se constituya con deudas, porque los socios requieran servicios de expertos para
la constitución de la sociedad por ejemplo. La sociedad deberá satisfacer esas deudas, de mane -
ra que el patrimonio se verá menoscabado.

En el momento posterior la regla general es la no coincidencia, aunque puede haber momentos en


que coincida. Cabe la posibilidad de que el patrimonio sea superior a la cifra de capital, cuando la sociedad
no tenga pérdidas y tenga reservas que no haya distribuido en beneficios o dividendos, o que la empresa no
marche bien y existan pérdidas, por lo que el patrimonio será inferior a la cifra de capital social. De esas dos
posibles situaciones, al legislador español solamente le preocupa la segunda: aquélla en la que el patrimonio
sea inferior, porque el CS es una cifra de garantía mínima frente a los terceros acreedores sociales, es decir,
expresa como mínimo hasta dónde alcanza la responsabilidad de la sociedad, y el legislador no puede permi-

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tir que esa garantía se vea desfasada (como decía el Art. 1.3, el capital debe estar formado por las aportacio-
nes de los socios, sin poder ser ficticio en todo o en parte). El principio de integración social vela porque este
desfase no ocurra.

B) PRINCIPIOS QUE LO RIGEN

 Principio de esencialidad: el CS es un elemento esencial para la existencia de las sociedades de capi -


tal y en especial para la SA. El Art. 1 TRLSC utiliza el término capital en primer lugar para definir la SA.
El Art. 23 viene a establecer que uno de los datos obligatorios de los Estatutos sociales es precisa -
mente la cifra del capital social, indicando las acciones en que se dividen, si está íntegramente des-
embolsado o no… Por último, el Art. 56.1 es el elemento normativo más importante, y enumera las
causas por las que se puede declarar nula una sociedad (es la sanción más importante y tras ella la
sociedad se tiene que disolver), incluyéndose entre ellas que en los Estatutos no se recoja la cifra de
capital social.
 Principio de división en acciones: También se recoge en el Art. 1.3 TRLSC. Dichas acciones son fácil-
mente transmisibles. Además, el Art. 90 dice que las acciones son partes alícuotas en las que se divi -
de el capital social.

 Principio de integración del capital social : Significa que la cifra del CS debe ser una cifra real integra-
da por un efectivo patrimonio, es decir, que su cifra no puede ser ficticia en todo ni en parte. Este
principio aparece en el Art. 1.3 también, así como en los Arts. 58 y ss, que recogen las normas sobre
las aportaciones. El legislador se enfrenta a los problemas de la realidad, es decir, que aportaciones
sean reales, no ficticias (que los socios realmente aporten aquello a lo que se comprometen) y de la
sobrevaloración, si se aportan bienes que tienen un valor inferior al que se dice. Las normas a través
de las cuales pretende conseguir que las aportaciones sean reales y estén correctamente valoradas
se refieren al principio de integración del capital. En materia de aportaciones dinerarias, la ley ya no
permite que un socio declare ante notario haber hecho el ingreso de su aportación, sino que debe
llevarse el dinero al notario (lo cual no es muy frecuente) o acreditar mediante justificante bancario
haber hecho el ingreso. Para las aportaciones dinerarias, la ley obliga a que la tasación la realice un
experto o un perito. De manera que si la diferencia del valor que consideró el experto que tenía el
bien difiere en más de un 20% de la valoración propia que se había hecho no podrá inscribirse. Este
principio tiene algunos principios instrumentales:

o Principio de suscripción total (Art. 79 TRLSC): Las acciones emitidas por una SA deben estar
suscritas por el público (si se sigue la fundación sucesiva por la que los promotores acuden al
público a hacer un llamamiento para que los interesados suscriban acciones) o por los socios
fundadores (si se sigue la fundación simultánea: los socios fundadores acuden al notario y si -
multáneamente declara que quieren constituir una SA). Este principio significa que no puede
haber acciones sin dueño dentro de una SA, es decir, que toda acción debe tener un socio ti-
tular, sea un socio o una persona ajena a la sociedad. Con esto se eliminan las acciones en
cartera, que eran aquellas que guardaba la sociedad y no tenían titular, por lo que las lanzaba
al mercado en un momento posterior y más favorable. Las acciones en cartera se suprimie -
ron con la Ley de 1951.

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o Principio de desembolso mínimo (Arts. 79 y 56.1 TRLSC): La ley exige que todo el capital ha
de estar suscrito, en el sentido que acabamos de indicar, es decir, no puede haber ninguna
porción de capital sin dueño. Pero la ley sólo exige que se desembolse como mínimo el 25%
del valor nominal de cada acción por parte del aportante o suscriptor. No es necesario apor-
tar el total del valor nominal, aunque fuera lo recomendable. Hay algunos autores, como el
Profesor Yllescas, que han criticado esto diciendo que cuando más sentido tiene que exista
un fuerte patrimonio en la sociedad es en el momento inicial, y a causa de los desembolsos
que quedan pendientes puede que la sociedad sólo tenga en realidad el 25% del patrimonio
necesario para llevar a cabo su actividad. Esto no ocurre en la SL, donde es necesario desem-
bolsar el total del importe de las participaciones, debiendo estar éstas totalmente suscritas y
desembolsadas. Hay dos vías para fijar en qué momento debe realizarse el resto del desem-
bolso: lo que se establezca en los Estatutos o que los administradores adopten un acuerdo de
cuándo deben hacerse efectivos y publicado en el BORM. Si no se hace dentro de este plazo
se perderán muchos derechos: voto, suscripción preferente…

 Principio de intangibilidad: significa que no pueden salir bienes del patrimonio de la sociedad si ello
implica que el patrimonio va a ser inferior a la cifra del capital social. En definitiva, el CS ejerce una
función de retención respecto al patrimonio. Esto se manifiesta por ejemplo en el Art. 327 TRLSC,
que plantea la situación de que existan pérdidas importantes en la sociedad y dejen el patrimonio re-
ducido a menos de las dos terceras partes del capital social. En este caso, la ley otorga a la sociedad
un año para que se restablezca la situación patrimonial, debiéndose equilibrar en este plazo patrimo -
nio y capital social. Si se logra el reequilibrio no pasa nada, pero si no se logra dispone la ley que la
reducción del capital social será obligatoria para la SA, que llevará al mismo resultado de reequilibrio.
Así, el Art. 273 dice las cautelas que se deben seguir para distribuir dividendos entre los socios, reco -
giendo este principio, al decir que debe haber beneficios obtenidos o reservas de libre disposición y
que deben cumplirse las exigencias legales o estatutarias: la reserva legal, regulada en el Art. 274 y
las estatutarias si las hubiere [El art. 274 dice que el 10% de los beneficios obtenidos deben ir a la reserva le-
gal hasta que ésta alcance, como mínimo, el 20% de la cifra de capital] . Además, el Art. 273 dice, en tercer
lugar, que tras el reparto la cifra del patrimonio no debe ser inferior a la de capital.

 Principio de estabilidad del capital social: Significa que la cifra del capital es estable, a diferencia del
patrimonio, que es cambiante. Consecuentemente, para modificar el CS hay que seguir un procedi -
miento muy riguroso establecido por la ley, debiendo haber un acuerdo con requisitos especiales de
quórum y mayorías en la Junta y que se inscriba en el RM. Hay autores que proponen que el CS pue -
da ser variable en la SA y SL, igual que en las sociedades colectivas.

C) FUNCIONES DEL CAPITAL SOCIAL


En el momento inicial sirve para determinar cuál es el patrimonio de la compañía, ya que por regla
general coincidirán. Esta regla sólo se rompe si se emiten acciones con prima o si la sociedad nace con deu-
das. La Ley toma cautelas para que haya una cierta correspondencia.
En un momento posterior cumple una función de garantía frente a terceros y una función de reten-
ción para el patrimonio. Respecto a los terceros, la cifra del CS indica hasta dónde va a llegar la responsabili-
dad de esa sociedad como mínimo, por ello la ley establece el principio de integración y de integridad. Junto
a ello, cumple una función de retención por cuanto que no pueden salir bienes del patrimonio si ello conlleva
la merma del patrimonio por debajo de la cifra del Capital Social.

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5. LA NO RESPONSABILIDAD DE LOS SOCIOS POR LAS DEUDAS SO-


CIALES
En la S.A. los socios no responden personalmente de las deudas de la compañía. Ahora bien
cuando hemos hablado de que los socios no responden de las deudas sociales, hemos hablado del
ámbito externo, es decir, si la sociedad contrae deudas con terceros, los socios no responden de
esas deudas. A esto se refiere el art. 1111CC.
Pero sabemos ya que el socio para ser parte de la S.A. tiene que hacer una aportación al
fondo común y se puede obligar a aportar una determinada cantidad de dinero o un bien pero sin la
necesidad de desembolsar la totalidad en el momento de la constitución de la sociedad. Esto se
deriva del principio de desembolso mínimo que solo obliga a aportar el 25% del valor nominal total
de las acciones. En base a esto puede ocurrir que en el aspecto interno, es decir, el que liga al socio
a la sociedad, el socio sea deudor de la compañía.
Dicho esto podría ocurrir que un tercero pidiese a la S.A. la satisfacción de una deuda y el
administrador de la S.A. puede contestarle que no dispone de patrimonio suficiente para pagar la
deuda. En esta hipótesis concreta cuando no hay patrimonio suficiente en la compañía pero hay un
socio que es deudor de la compañía ¿tendría el tercero acreedor la posibilidad de pedir al socio
deudor de la compañía que efectúe los desembolsos pendientes para poder resarcir su deuda? No
se podría hacer, todo lo más que le cabe es pedir la acción subrogatoria indirecta contenida en el
art. 1111 CC que significa que el tercero se subroga en la posición de la sociedad y pide al socio
deudor que desembolse íntegramente lo debido.
6. NATURALEZA MERCANTIL DE LA S.A.
En nuestro derecho tenemos tanto sociedades civiles como mercantiles y siempre se ha
planteado el problema de la naturaleza de las sociedades.
Hay que decir que la naturaleza de la S.A. y de la S.L. está resuelta por las leyes en el art. 2
TRLSC: Las sociedades de capital, cualquiera que sea su objeto, tendrán carácter mercantil. Siendo el
objeto totalmente indiferente.
Esto ha llevado a un sector de la doctrina a hacerse una pregunta que conecta el asunto del
objeto con el de la causa: ¿caben las S.A. no lucrativas?
La primera respuesta la da la doctrina y hay un doble posicionamiento por parte de los
autores:
- Están quienes responde afirmativamente a esa pregunta y ven que no existe ningún problema en
la existencia de S.A. no lucrativas, siendo uno de los argumentos normativos el art. 2 TRLSC ya
que si este nos dice que las sociedades de capital serán mercantiles cualquiera que sea su objeto
podemos justificar la posibilidad de que existan S.A. y S.L. sin ánimo de lucro.
- Frente a esta tesis, están quienes entienden que hay que inadmitir sociedades de capital que no
persiguen una finalidad de lucro. Estos autores en cierta manera dotan de importancia al argu -
mento principal de la doctrina anterior porque entiende que el art. 2 TRLSC no está refiriéndose
a la finalidad de lucro sino al objeto. Y es precisamente esto lo que permite defender que las S.A.
deben perseguir siempre una finalidad lucrativa. Para defender esta tesis se basan los autores en
el art. 116 CCom y 1665 CC que hacen mención al contrato de sociedad y que dice que la finali-
dad última es repartirse las ganancias entre los socios. También en el TRLSC encontramos res -
puestas que dan sustanciación a esto ya que el TRLSC reconoce el derecho al dividendo y a parti -
cipar en la cuota de liquidación, luego reconoce dos derechos económicos fundamentales que se

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explican porque el legislador está construyendo un tipo societario de sociedades de capital en las
que el lucro forma parte de la propia estructura del núcleo de la sociedad.

Según el profesor Miranda, la tesis que hemos de aceptar es la segunda, ya que se basa en
leyes y por tanto no hay que interpretar nada.
A pesar de esto, existen sociedades anónimas donde los socios expresan su renuncia por
parte de los socios fundadores a la finalidad lucrativa y que han sido registradas en el RM y están
funcionando en el tráfico con todos sus derechos y deberes.
7. EL CAPITAL SOCIAL MÍNIMO EN LA S.A.
El art. 4 TRLSC dice que: 1. El capital de la sociedad de responsabilidad limitada no podrá ser
inferior a tres mil euros y se expresará precisamente en esa moneda. 2. El capital social de la
sociedad anónima no podrá ser inferior a sesenta mil euros y se expresará precisamente en esa
moneda. Esto hace que los socios si no tienen estos 60.000€ para constituir una S.A. o 3.000€ para
constituir una S.L. tengan que optar por otro tipo de sociedad. Luego este artículo señala el capital
mínimo necesario para constituir una S.A. o una S.L.
El art. 5 en este sentido dice: No se autorizarán escrituras de constitución de sociedad de
capital que tengan una cifra de capital social inferior al legalmente establecido, ni escrituras de
modificación del capital social que lo dejen reducido por debajo de dicha cifra, salvo que sea
consecuencia del cumplimiento de una ley.
Cuando el legislador en 1989 optó por esta opción, se dijo que el legislador estaba optando
por dos tipos sociales muy distintos y con muy diversos destinatarios, por un lado la S.A. destinada a
la gran empresa y la S.L. destinada a la PYME. Realmente parece que sea así y siendo así sí que
tenemos que hacer una segunda observación y es que la opción de la S.A. para la gran empresa
tampoco parece muy acertada porque si es para una gran empresa la cantidad de 60.000€ parece
que queda corta, luego la apuesta del legislador tendría que haber sido más fuerte, es decir,
establecer una cuantía de capital mayor.
No ha sido así y esto ha llevado al tema de la polivalencia de la S.A. que está pensada para
sociedades grandes pero debido al capital mínimo hace que pueda utilizarse también para
pequeñas empresas.
8. LA DENOMINACIÓN DE LA S.A.
A) RELEVANCIA JURÍDICA Y NOCIÓN DE DENOMINACIÓN SOCIAL

Debemos subrayar que la denominación social es para la persona jurídica societaria similar al
nombre de la persona física, puesto que sirve para su identificación. El término denominación social
se utiliza para las capitalistas y el término razón social para las personalistas.
La denominación social es el primero de los datos que deben figurar en los estatutos de una
S.A. Pero no sólo es relevante por esto, sino que si por alguna razón no apareciese en los estatutos
el nombre de la sociedad, la sanción para la sociedad es gravísima puesto que la omisión de la
denominación social de la sociedad en los estatutos es causa de nulidad.
Debemos tener muy presente que hay que diferenciar dos planos muy distintos:
- El plano de la sociedad en sí: que estarán los accionistas
- El plano empresarial: que estarán los trabajadores.

En base a esto vamos a tratar de diferenciar dos figuras que parecen las mismas pero son
distintas, ya que en el plano de la sociedad vamos a hablar de denominación social y en el plano
empresarial vamos a hablar de nombre comercial.

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La denominación social la podemos definir como un signo denominativo que identifica a una
persona jurídico-societaria en el tráfico jurídico en sentido estricto en tanto que es sujeto titular de
derechos y deberes y centro de imputación de responsabilidades.
Frente a la denominación social nos encontramos con el nombre comercial, que podemos
definirlo como un signo denominativo, gráfico o mixto, que sirve para diferenciar en el mercado o
tráfico concurrencial a una empresa y a diferenciarla de las idénticas o similares existentes también
en dicho mercado.
Mientras que la denominación social es el nombre de un sujeto societario, el nombre
comercial es el nombre de un objeto porque es el nombre de una empresa.
Estas dos figuras jurídicas se diferencian básicamente sobre la base de dos criterios
importantes:
- El de las realidades diferenciadas por cada uno de ellos:
o La figura de la denominación social identifica a una figura jurídico-societaria, es decir, es
el nombre identificador de un sujeto de derechos y deberes.
o El nombre comercial no identifica un sujeto, sino que identifica un objeto que es la em -
presa.
- El de los ámbitos en los que ejercen sus cometidos identificadores y diferenciadores:
o El ámbito en el cual desempeña sus funciones identificadoras la denominación social es
en el tráfico jurídico en sentido estricto, es decir, en el plano negocial o contractual y en
el plano procesal
o El ámbito en el cual desempeña sus funciones el nombre comercial es distinto, ya que
sirve para diferenciar a la empresa en el mercado o en el tráfico concurrencial que son
todas aquellas actividades realizadas de cara a la clientela.

Siempre estas dos figuras se han mostrado distintas y ello ha tenido un reflejo muy claro en
el derecho positivo en el siguiente sentido ya que aunque son figuras distintas la doctrina dice que
no hay que diferenciarlas tanto como se han diferenciado:
- Regulaciones en normas diversas e incomunicadas: Ambas figuras a lo largo de la historia han
estado reguladas por normas distintas que lo único que tenían en común es que eran normas
mercantiles. La denominación social se regulaba por el derecho de Sociedades (CCOm, TRLSC y
RRM). La figura del nombre comercial y de la marca se han regulado en la Ley de Marcas.
La diferencia no sólo está en las distintas leyes en las que se regula, sino que además se trata de
legislaciones que hasta hace muy poco tiempo eran legislaciones incomunicadas.
- Inscripciones en registros distintos: la denominación social se inscribe en el Registro
Mercantil territorial de la provincia en que se constituye la sociedad, siendo necesario simplemente
que la denominación social no sea idéntica a la de otra sociedad preexistente, en cuyo caso no se au -
torizaría (para hacer la escritura pública habrá que llevar al notario un certificado del RM diciendo
que no hay otra sociedad con la misma denominación). Ahora bien se puede dar el caso de que una
sociedad tenga como denominación social el nombre comercial de otra sociedad. Esto puede ser fac-
tible porque los registros están aislados, son legislaciones incomunicadas.

Todo esto ha llevado al legislador a partir de la última ley de marcas que se establezcan vasos
comunicantes para resolver estos tipos de problemas.
Desde el punto de vista del derecho de sociedades se ha establecido que los órganos
competentes a la hora de conceder denominaciones sociales como son el registrador y el notario
deberán denegar la denominación social confundible con un signo distintivo previo notorio o

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renombrado. Un signo distintivo es notorio si es conocido por los destinatarios del producto
designado a través de ese signo (IVECO). Un signo es renombrado cuando es conocido por todo el
mundo, no solo los destinatarios del producto, sino por todos los consumidores (Coca Cola).
Del lado del derecho de marcas la ley de marcas dispone que se denegará la marca o el
nombre comercial si esta es confundible con una denominación social de uso previa a la inscripción
o conocimiento notorio en el territorio español. Tiene que ser una denominación social conocida en
todo el territorio Español, es decir, si se trata de una denominación social conocida sólo en un
pequeño pueblo, no se denegará la inscripción.
La última idea que persigue el legislador con todo esto es evitar los múltiples conflictos que
se han producido en esta materia y que se han ido dirimiendo en los Tribunales e incluso el TS para
evitar costes a los empresarios.
B) PRINCIPIOS REGULADORES

Se encuentran regulados en el RRM vigente que es el de 1996.


a. Principio de libre elección: significa que la sociedad mercantil de capital puede elegir entre
una denominación objetiva que sea alusiva al objeto social o bien una denominación de fan -
tasía, inventada, que no tenga un significado concreto o incluso elegir una denominación
subjetiva integrando el nombre de una o varias personas en la denominación de la compa-
ñía. La ley solo exige que la denominación se forme con letras de los alfabetos de las lenguas
vigentes en España (aunque en España los alfabetos son iguales). Además a las letras se les
pueden añadir números arábigos o romanos y esto hace entender que no se puede admitir
una denominación social compuesta sólo por números, ya que dice el RRM que pueden aña-
dirse a las letras pero no por sí mismo constituir una denominación social.
b. Principio de unidad: la denominación social tiene que ser única, es decir, cada sociedad debe
poseer únicamente una denominación social. El nombre comercial puede ser plural, es decir,
una única empresa puede tener varios nombres comerciales (Coca Cola (empresa) Fanta, 7up
(nombre comercial)). Esto es así porque si la denominación de la sociedad no fuese única se
podrían cometer errores a la hora de identificar a la persona jurídico-societaria. Se ha hecho
una lectura excesivamente restrictiva de manera que ni si quiera se permite el acceso al RM
de los anagramas (por ejemplo CAMPSA). O se inscribía CAMPSA o se inscribía Compañía
Arrendataria del Monopolio del Petróleo S.A. no pudiendo inscribir ambos.
c. Principio de licitud: la expresión denominativa que conforme la denominación social tiene
que ser lícita, es decir, respetuosa con la ley, respetuosa con la moral y respetuosa con las
buenas costumbres. Cuando se dice que tiene que ser conforme con la ley debemos saber
que hay determinadas leyes que reservan determinados términos para ser utilizados por de-
terminadas entidades (como por ejemplo el término olímpico, cooperativa, cruz roja). En lo
que respecta a las buenas costumbres o a la moral, una denominación social no puede ser
malsonante u ofensiva.
d. Principio de veracidad: este principio no tiene la importancia hoy que tuvo en su momento.
Estribaba en que cuando se crea la S.A. se impone que la denominación de la S.A. solamente
puede estar formado por actividades objetivas y alusivas al objeto social. El legislador prohi-
bía otras expresiones porque tenía en mente el principio de veracidad. Este principio tuvo
gran fuerza en la primera etapa de vida de la S.A. de nuestro país. Cuando ya se incluyeron
las denominaciones de fantasía o subjetivas, este principio empezó a perder importancia.
Hoy día este principio queda para el caso en que la S.A. o la S.L. opte por una denominación

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objetiva. Esto es así porque si se opta por esa vía, la actividad que aparezca en la denomina-
ción debe ser la misma que aparece en el objeto social.
e. Principio de disponibilidad : este principio significa que la expresión denominativa elegida
para formar parte de la denominación social tiene que estar disponible. Y estará disponible
según el art. 7 TRLSC: Un signo distintivo es notorio si es conocido por los destinatarios del
producto designado a través de ese signo. Esto es lo que se denomina prohibición de identi-
dad denominativa. Además, este principio se desarrolla también en los artículos 407 y 408
RRM, en la DA14 ley de Marcas.
El concepto de identidad denominativa viene definido en el art. 408 RRM y cabe hablar de
identidad nominativa cuando se utilizan idénticas palabras pero con distinto género, orden y
número, ya que son cambios irrelevantes y por tanto existe identidad entre esas dos denomi-
naciones (El Sol Copas S.L. y Copas Los Soles S.A). También existe identidad cuando se utili-
zan las mismas palabras pero con supresión o adicción de partículas accesorias intrascenden-
tes o irrelevantes (Cerámica San José S.A. y Cerámicas de San José S.L.). Por último también
habría identidad en la utilización de distintas palabras pero con una misma expresión fonéti-
ca (Vaturca S.L. y Ba Turka S.A).
Es importante también tener en cuenta el art. 407 RRM y hemos de tener en cuenta en cuan-
to al art. 407 la DA14 de la ley de Marcas. El art 407 dice que los notarios y registradores de-
negarán la solicitud de una denominación social cuando les conste por notoriedad que coin-
cide con la de otra persona jurídica aun cuando no esté inscrita en el RM. Esto significa que si
aunque llevamos al notario la certificación de que no existe ninguna sociedad con esta deno-
minación en el RM pero el notario conoce alguna (por ser una sociedad civil por ejemplo) no
podrá inscribirse. Además el notario y el registrador en base a la DA14 no podrán inscribir
una sociedad cuya denominación social es confundible con un signo distintivo previo, notorio
o renombrado.
Para terminar con esto, hay que hacer referencia a la DA17 de la Ley de Marcas, la cual dice
que si una sentencia impone a una sociedad un cambio de denominación porque es confun-
dible con un signo distintivo previo, la sociedad tendrá un plazo de un año desde que sea fir-
me la sentencia para ejecutar dicho cambio. Si pasa el plazo y no se produce el cambio, la so-
ciedad quedará disuelta de pleno derecho porque así lo decreta el legislador.

9. NACIONALIDAD Y DOMICILIO DE LA S.A.


A) NACIONALIDAD DE LA S.A. (ART. 8 TRLSC)

A la hora de regular la nacionalidad, el legislador tenía dos caminos posibles:


- El criterio del lugar de constitución de la sociedad, la sociedad tendrá la nacionalidad del lugar
donde se ha constituido.
- El criterio del domicilio, la sociedad tendrá la nacionalidad del lugar en el cual se encuentre su
domicilio.

B) DOMICILIO

El art. 8 TRLSC se ha decantado por el criterio del domicilio. Art. 8 TRLSC: Serán españolas y
se regirán por la presente ley todas las sociedades de capital que tengan su domicilio en territorio
español, cualquiera que sea el lugar en que se hubieran constituido. Esto hay que completarlo con el

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art. 9 TRLSC: 2. Las sociedades de capital cuyo principal establecimiento o explotación radique
dentro del territorio español deberán tener su domicilio en España.
El legislador ofrece dos criterios para fijar el domicilio que se encuentran en el art. 9 TRLSC:
1. Las sociedades de capital fijarán su domicilio dentro del territorio español en el lugar en que se
halle el centro de su efectiva administración y dirección, o en el que radique su principal
establecimiento o explotación.
El art. 10 dice que En caso de discordancia entre el domicilio registral y el que correspondería
según el artículo anterior, los terceros podrán considerar como domicilio cualquiera de ellos. La
existencia de esta regla es debida a que cuando se presentan los estatutos al Registrador mercantil
o al notario puede que no tengan elementos de juicio para saber dónde está el principal
establecimiento o la sede o entidad de la sociedad. Al desconocer esto se puede dar el caso de que
las partes acuerden un establecimiento en un momento inicial y después cambien de idea.
Además puede haber sucursales en algunas sociedades. Ésta se caracteriza por dos notas
con respecto al establecimiento principal: la nota económica (están subordinadas y siguen las
instrucciones del establecimiento principal) y una nota jurídica (tiene una cierta independencia
respecto al establecimiento principal, lo que permite celebrar en la sucursal todos los contratos que
pudieran celebrarse en el establecimiento principal).
Por último, el art. 11 bis TRLSC hace referencia a la página web corporativa que no es
obligatoria salvo en el caso de que estemos ante una sociedad que cotiza en bolsa.
Aquí hay que preguntarse quién crea la página web corporativa y según el art. 11 bis TRLSC
el órgano encargado de crear la página web corporativa será la Junta General de la Sociedad. Sólo se
podrá crear la página web corporativa si en el orden del día de la Junta General se comprende
específicamente entre sus puntos el de crearla (no puede hacerse en ruegos y preguntas). Ahora
bien, la modificación o traslado de la página web ya es decisión unilateral de los administradores
salvo que se diga lo contrario en los estatutos. La página web se tendrá que incorporar al BORME, es
decir, cuando se decida crearla deberá publicarse en el BORME, lo cual es gratuito. Esto tiene
importancia porque hasta que no se publique en el BORME todo lo que se escriba en la página web
carecerá de efectos jurídicos, es decir, la página web cobrará existencia cuando se inscriba en el
BORME. La ley permite que se creen dispositivos que permitan la comunicación entre la sociedad y
los socios mediante cauces electrónicos. Si hay algún socio que se oponga a esto se tendrán que
usar otros medios opcionales. Si se interrumpiera el servicio de la página web, serán responsables
los administradores salvo el caso de fuerza mayor.
Artículo 11 bis TRLSC
1. Las sociedades de capital podrán tener una página web corporativa. Esta página será obligatoria
para las sociedades cotizadas.
2. La creación de una página web corporativa deberá acordarse por la junta general de la sociedad.
En la convocatoria de la junta, la creación de la página web deberá figurar expresamente en el
orden del día de la reunión. Salvo disposición estatutaria en contrario, la modificación, el traslado o
la supresión de la página web de la sociedad será competencia del órgano de administración.
3. El acuerdo de creación de la página web se hará constar en la hoja abierta a la sociedad en el
Registro Mercantil competente y será publicado en el "Boletín Oficial del Registro Mercantil".
El acuerdo de modificación, de traslado o de supresión de la página web se hará constar en la hoja
abierta a la sociedad en el Registro Mercantil competente y será publicado en el "Boletín Oficial del
Registro Mercantil", así como en la propia página web que se ha acordado modificar, trasladar o
suprimir durante los treinta días siguientes a contar desde la inserción del acuerdo. La publicación
de la página web de la sociedad en el "Boletín Oficial del Registro Mercantil" será gratuita. Hasta
que la publicación de la página web en el "Boletín Oficial del Registro Mercantil" tenga lugar, las

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inserciones que realice la sociedad en la página web no tendrán efectos jurídicos. Los estatutos
sociales podrán exigir que, antes de que se hagan constar en la hoja abierta a la sociedad en el
Registro Mercantil, estos acuerdos se notifiquen individualmente a cada uno de los socios.

LECCIÓN 4: FUNDACIÓN DE LA SOCIEDAD ANÓNIMA


1. REQUISITOS COMUNES A TODA CLASE DE FUNDACIONES DE LA SOCIEDAD ANÓNIMA

Se debe plasmar en documento público el contrato, en una escritura pública redactada antes
notario. Además es necesario que ese documento público se inscriba en el Registro Mercantil
(art. 33 RRM.). Si no se cumple un requisito o los dos, y no hay voluntad de cumplirlos, nos
encontraríamos en el caso de la sociedad irregular.
A) LA ESCRITURA PÚBLICA (ARTS. 20, 21 Y 22 TRLSC) (Visto en el tema 3)

La escritura pública es el documento público otorgado ante notario y que recoge la


declaración de voluntad de los socios de querer dar vida a una sociedad de capital, en este caso
a una Sociedad Anónima.
En esta escritura pública deben constar los siguientes datos (contenido mínimo e
inderogable, art. 22 TRLSC):
- La identidad de los socios: que pueden ser tanto personas físicas como jurídicas. En el
caso de que sean personas físicas deberán aparecer su nombre y apellidos, su domicilio y
su nacionalidad en el contrato de sociedad. Si son personas jurídicas aparecerá su deno-
minación social, su domicilio y su nacionalidad en el contrato de sociedad.
Datos - La voluntad de constituir una sociedad anónima: esto debe quedar claro porque si no
fundamen- hay voluntad no hay consentimiento, siendo este un requisito básico del contrato de so-
tales ciedad.
- Las aportaciones que los socios se obligan a aportar al fondo común societario: que cons-
tituyen el objeto del contrato de sociedad.
- La cuantía (al menos aproximada) de los gastos de constitución
- La identidad de la persona o personas que se encarguen inicialmente de la administra -
ción y representación de la sociedad: aquí hemos de decir que en las sociedades de capi-
tal no tenemos que distinguir entre gestión y representación como funciones distintas
que desarrollan personas diferentes, puesto que los administradores se encargarán tanto
de la representación como de la gestión de la compañía (así viene establecido en la ley).
- Los estatutos: se insertan dentro de la escritura pero tienen su propio significado. Es im-
portante diferenciar los estatutos en sí de su inclusión en la escritura pública. Hablar de
escritura pública constitutiva de sociedad es hablar del contrario societario, mientras que
si oímos hablar de estatutos de responsabilidad limitada debemos relacionarlo con la
persona jurídica societaria que nace de un proceso fundacional. Por esto los datos funda-
mentales de la escritura pública son los primeros ya que se trata de los datos necesarios
para hablar del contrato de sociedad y si no existen no se podría constituir una sociedad

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de capital. Pero los estatutos aluden fundamentalmente a la persona jurídica que nace
del proceso fundacional y no al contrato.

B) LOS ESTATUTOS (ART. 23 TRLSC)


- Denominación:
- Objeto social: la omisión del objeto social provocará la nulidad societaria al igual de lo
que ocurre con la denominación social. El objeto social se refiere a la actividad o activi-
dades que la sociedad se propone desarrollar. Además el objeto social debe estar expre-
samente determinado en los estatutos y la ley prohíbe que se recojan en el objeto social
expresiones genéricas que aludan a cualquier actividad mercantil lícita.
- Domicilio social: la ley obliga a elegir el domicilio entre dos lugares: el lugar donde esté el
principal establecimiento de la compañía o el lugar donde esté la sede de la administra-
ción de la compañía. También puede ocurrir que el lugar que aparezca como domicilio en
los estatutos no se corresponda con ninguno de los dos lugares anteriores y entonces po-
drán los terceros elegir cualquiera de ellos. (no tiene la misma relevancia que los anterio-
res, se trata de una falta subsanable que no provocaría la nulidad de la sociedad).
- Capital social: es una mención muy importante porque en una S.A. el capital práctica-
mente lo es todo. En relación con el capital social la ley obliga a hacer una serie de men -
ciones:
a. El número de acciones en que se divide el capital
b. Si las acciones no estuvieran íntegramente desembolsadas, se deberá detallar la par-
te del valor nominal pendiente de desembolso.
c. Además deberán indicarse por medio de títulos o de anotaciones en cuenta (ya que
la ley permite que las sociedades adopten un tipo u otro).
d. En caso de que se representen en títulos, deberá expresarse si se trata de títulos no-
minativos o títulos al portador.
- La estrucutra del órgano de administración que cumple dos funciones: la tarea de gestión
que es una tarea ad intra y la tarea de representación de la sociedad frente a terceros
que es una tarea ad extra. Puede ser un órgano unipersonal o pluripersonal. Si es un ór-
gano pluripersonal puede tratarse de:
a. un órgano pluripersonal mancomunado en el que todos los administradores deben
ponerse de acuerdo para la adopción de cualquier acto que afecte a la compañía.
b. de un órgano pluripersonal solidario en el que lo que haga un administrador implique
a todos los demás.
c. o incluso de un órgano pluripersonal colegiado (+ común) en el que los acuerdos se
adoptan por el régimen de mayoría (de personas, no de capital) y se denomina co-
múnmente Consejo de Administración.
- El modo de deliberar y adoptar acuerdos los órganos colegiados: en una S.A. hay dos ti-
pos de órganos colegiados, el Consejo de Administración y la Junta General de Accionis-
tas. Si se quieren establecer reglas especiales entorno a la deliberación y adopción de
acuerdos, se deberán establecer en los estatutos, ya que la ley establece las reglas de

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adopción de acuerdos pero se pueden establecer otras en los estatutos según quiera o
no la compañía.
- La fecha de comienzo de las operaciones a partir de la cual la ley admite que puedan de-
sarrollarse las operaciones de la sociedad.
- La duración de la sociedad que puede ser indefinida o determinada (aunque esto no sue-
le darse)
- La fecha de cierre del ejercicio social que deberá disponerse expresamente en los estatu-
tos ya que si no se dispone nada se entenderá que la fecha de cierre del ejercicio social
será el 31 de Diciembre de cada año.
- Las posibles ventajas reservadas a los fundadores: si el procedimiento es de funda-
ción simultanea debemos hablar de fundadores y si es de fundación sucesiva de pro-
motores. Para compensar a esas personas por esa labor desarrollada es frecuente
que se recojan ventajas en los estatutos para los fundadores, no valiendo cualquier
tipo de ventajas ya que existen límites cualitativos y cuantitativos.
- Cualesquiera otros pactos que los socios fundadores juzguen conveniente establecer
siempre que no contradigan a las leyes ni a los principios fundadores de la sociedad anó -
nima. Los principios configuradores del tipo social ha originado muy importantes proble-
mas interpretativos y cuando el legislador habla de esto se está refiriendo básicamente
que hay que respetar las exigencias que se derivan de la propia caracterización del tipo
social ante el que estamos. Es frecuente que los socios celebren unos acuerdos o unos
pactos entre ellos (reservados porque no salen a la luz pública a no ser que sea una so-
ciedad cotizada) para gobernar determinadas materias propias de la sociedad (se trata
de acuerdos parasociales). Estos pactos plantean un problema importante frente a la so-
ciedad (que es un tercero que no participa en estos pactos). Acuerdo en Junta General de
accionistas que contradice un protocolo familiar pero es válido de acuerdo con la ley y
por tanto el acuerdo será válido. Los acuerdos parasociales no vinculan a la sociedad.

2. NULIDAD DEL ACTO CONSTITUTIVO DE LA SOCIEDAD ANÓNIMA


A) INTRODUCCION

El derecho societario que estamos estudiando se fundamenta en dos grandes principios que están
directamente entrelazados pero son distintos y no debemos confundirlos
- El principio de la seguridad jurídica que se garantiza a través de dos mecanismos:
 Estableciendo unos procesos muy concretos y tasados de fundación societaria, es de-
cir, la constitución de una sociedad debe regirse por unas normas tasadas recogidas
en el TRLSC.
 Además en el proceso fundacional de una sociedad participan tanto el Notario que
participa necesariamente para que se otorgue ante él escritura pública y en segundo
lugar participa también el Registrado mercantil calificando la escritura pública que
otorgó el notario y a la hora de calificar la escritura tendrá que ver si dicha escritura y
los estatutos son conformes a la ley o no.

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Por lo tanto el derecho pretende que las sociedades mercantiles se constituyan conforme
a la ley mediante dichos mecanismos.
- El principio de la seguridad del tráfico: significa que el derecho tiene que velar porque los
terceros puedan confiar en determinados supuestos de apariencia jurídica. Así ocurre en
el caso de la sociedad irregular, ya que esta sociedad es una sociedad en la que los terce-
ros pueden confiar, porque el derecho la concibe como un supuesto de apariencia jurídi-
ca en la que el tercero puede depositar su confianza estableciendo la responsabilidad ili-
mitada de los socios (aunque sean sociedades anónimas).

Idea fundamental: el régimen de la nulidad de las sociedades de capital está inspirado y


conectado directamente con el segundo de los principios mencionados y esto nos lleva a afirmar
que una de las ideas básicas o fundamentales que presiden el régimen jurídico de la nulidad va a ser
la protección del tercero de buena fe que se relaciona con la sociedad nula.
B) ANTECEDENTES NORMATIVOS

En primer lugar, la LSA de 1951 no reguló el tema de la nulidad societaria, sino que fue la
doctrina la que se planteó la hipótesis de que cuando se constituyese una S.A. se pudiera producir
un vicio grave que llevase a la nulidad de la sociedad. La doctrina ponía de manifiesto que si se
producía un vicio solo para con un socio, ese vicio no anularía el contrato de sociedad, sino que se
quedaría sin efecto para con ese socio.
En segundo lugar, tras la entrada de España en la UE, la 1ª Directiva comunitaria en materia de
sociedades de capital que ya aborda el tema de la nulidad societaria en sus arts. 10-12. El art. 10
viene a establecer que las sociedades mercantiles tendrán que quieran constituirse dentro de la UE
tendrán que hacerlo con alguno de estos tres tipos de controles: control judicial, control
administrativo o control notarial. España continuó tras esta directiva por el sistema de un doble
control: control notarial en primer lugar y control administrativo (inscripción en el registro
mercantil) en segundo lugar. El art. 11 enumera las causas concretas (muy graves) por las cuales se
podrá declarar la nulidad de una sociedad de capital, bien entendido que la directiva no obliga a los
legisladores de los Estados miembros a incorporar a sus ordenamientos todas las causas de nulidad,
ya que se trata de una Directiva de mínimos, permitiendo a los Estados miembros que concreten
menores causas de nulidad que las fijadas en la Directiva e incluso permite que se pueda adoptar el
sistema inglés, en el cual si una sociedad se inscribe en el RM la inscripción produce efectos
sanatorios de los posibles efectos que pudiese tener la sociedad. Por último, el art. 12 aborda el
asunto relativo a los efectos o consecuencias dimanantes de la nulidad. Dice el legislador que la
nulidad de una sociedad de capital solamente podrá ser declarada por el juez mediante sentencia.
Además esta sentencia que declare la nulidad de la sociedad de capital produce dos efectos
fundamentales: primer efecto: la sentencia que declara la nulidad abre la liquidación y disolución
societaria y el segundo efecto: pese a que el juez declare nula la sociedad, los contratos celebrados
por la misma con terceros desde su constitución hasta la declaración de nulidad son válidos, es
decir, la nulidad no produce sus efectos desde que se da el vicio, sino desde que se dicta la
sentencia, para proteger los intereses y derechos de terceros de buena fe.
En tercer lugar, la LSA de 1989 que se crea porque el legislador debía incorporar las Directivas de
la Comunidad Europea al ordenamiento jurídico español. Esta ley regula la nulidad de las
sociedades anónimas en los arts. 34 y 35 y además en la ley en la que se basa la LSL de 1995.
Por último el TRLSC refunde el texto de la SA y de la Ley de S.L y de S.C.A. No hay cambios de
fondo pero si relacionales siendo el resultado los art. 56 y 57 del texto refundido. El art. 56 se
refiere a las causas de nulidad de las sociedades de capital y el art. 57 se refiere a las consecuencias

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que derivan de la declaración de nulidad de una sociedad de capital.


C) CAUSAS DE NULIDAD (ART. 56 TRLSC)

En el proyecto de ley que desembocó en la LSA de 1989 se contempló como causa de nulidad de
una sociedad anónima la no inscripción de una sociedad en el RM (esto viene recogido en la
Directiva europea). El legislador español contempló la posibilidad de que una sociedad que no
estaba escrito en el RM fuese declarada nula.
El proyecto salió a la luz pública y provocó un debate en la doctrina, criticándose de forma
severa esta decisión porque esta causa de nulidad chocaba con la tradición histórica española en la
que la no inscripción en el RM daba lugar a la irregular constitución pero no a la nulidad.la presión
doctrinal al legislador hizo que cuando ya se elaboró la LSA de 1989 esta causa de nulidad
desapareció del articulado de la ley. Por esto, las causas de nulidad recogidas en el art. 56
solamente se aplican a las sociedades inscritas, o sea sociedades regulares que han cumplido el
trámite de forma y el trámite de publicidad.
Por otra parte, es conveniente saber que se trata de causas tasadas y que es necesario realizar
de ellas una interpretación de carácter restrictivo. Esto significa que solamente se podrá declarar la
nulidad de una sociedad de capital cuando concurra alguna de las causas tasadas expresamente en
el art. 56 del TRLSC.
Las causas de nulidad que vienen establecidas en el art. 56 del TRLSC son las siguientes:
- Que en la escritura pública constitutiva de la sociedad no figurasen las aportaciones so-
ciales, ya que estas son el objeto del contrato social.
- Que en los estatutos se omitieran determinadas menciones consideradas importantes
por el legislador, como por ejemplo la denominación social o la no mención en los esta-
tutos de la compañía de la cifra del capital social o la omisión del objeto social que es dis-
tinto del objeto del contrato social.
- La ley también contempla que sea causa de nulidad el hecho de que el objeto social sea
ilícito o contrario al orden público, es decir, que se desarrolle una actividad que vaya en
contra del orden público como el tráfico de órganos.
- La incapacidad de todos los socios fundadores, bastaría que uno de ellos fuere capaz
para que ya no se pueda declarar la nulidad societaria.
- Que en el acto constitutivo de la sociedad no concurra la voluntad efectiva de constituir
la sociedad de al menos dos socios si es pluripersonal o de uno solo si es unipersonal.
Esto significa que tiene que haber una voluntad verdadera de constituir la sociedad por
parte de los socios.
- Sería causa de nulidad en la S.A. que no se hubiese respetado el principio del desembol-
so mínimo que establece la ley. Esta causa se refiere solamente a la S.A. porque en la S.L.
no rige el principio de desembolso mínimo sino que rige el principio de desembolso inte-
gro. De ahí, que la causa de nulidad de las S.L. sea el no respeto al principio del desem-
bolso íntegro.

D) CONSECUENCIAS DERIVADAS DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD (ART. 57 TRLSC)

Sigue lo dispuesto en la Directiva comunitaria en materia de sociedades. Dice la ley que la


nulidad de una sociedad de capital sólo puede declararse mediante sentencia firme. Esa sentencia

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firme por la que el juez declare la nulidad de una sociedad produce una serie de efectos que son los
siguientes:
- La sociedad se tiene que disolver y para que se disuelva lo primero que se realiza es su li -
quidación. La liquidación supone liquidar el pasivo, es decir, pagar las deudas a aquellos
acreedores con los cuales hubiese contratado y si tras liquidar el pasivo quedase activo,
se tendrá que repartir ese activo entre los socios por medio de las cuotas de liquidación,
quedando así liquidado el activo. Una vez liquidada la sociedad, esta se disuelve, cance-
lando la inscripción de la sociedad en el RM lo que supone la muerte de la sociedad jurí -
dica societaria.
- Pese a declararse la nulidad de la sociedad, se mantiene la validez de todos los contratos
celebrados entre la sociedad y terceros no societarios en el plazo que va desde el mo-
mento en que se crea la sociedad hasta el momento en el cual se declara la nulidad so-
cietaria.
- Dice la ley que si estamos ante una S.A. en la que no se han desembolsado totalmente
los desembolsos pendientes, para satisfacer los derechos de los acreedores societarios,
se tendrán que satisfacer esos desembolsos pendientes. Lo mismo ocurre en el caso de
que sea una S.L. teniéndose que integrar el 100% del capital para poder satisfacer las
deudas con los acreedores societarios.

3. CLASES DE FUNDACION DE LA S.A.: LA FUNDACIÓN SIMULTANEA


A) CLASES DE FUNDACION DE LA S.A.

El proceso de fundación simultánea significa que los fundadores concurren simultáneamente


delante del Notario y ante él expresan su voluntad de constituir una sociedad de capital. En este
acto concreto expresan su voluntad de suscribir todas las acciones en las que se va a dividir el
capital social. Se habla de procedimiento de fundación simultánea porque la suscripción de las
acciones se produce de forma simultánea en un solo acto. Este es el procedimiento que se suele
utilizar en la práctica pero la ley ha previsto otro segundo procedimiento denominado fundación
sucesiva.
El procedimiento de fundación sucesiva se ha previsto para el caso de sociedades que
necesiten un capital muy elevado y que está compuesto por un gran número de accionistas. En este
caso, las acciones no se suscriben por un solo acto o por convenio sino que las acciones se suscriben
de forma sucesiva. Esto significa que a lo largo de un proceso temporal los interesados en participar
en una sociedad anónima pueden suscribir una parte concreta de las acciones.
Luego la diferencia fundamental radica en que en la fundación simultánea la fundación se
hace en un solo acto simultáneo a todos los socios y la fundación sucesiva se lleva a cabo en un
período de tiempo más amplio. Este procedimiento se da muy poco en la práctica aunque la
regulación es muy minuciosa.
Estos dos procedimientos solamente se contemplan cuando la sociedad de capital que se
quiere constituir es una sociedad anónima. Para la constitución de una sociedad limitada se tendrá
que acudir a la fundación simultánea debido sobre todo al hecho de que la fundación sucesiva está
pensada para las grandes sociedades y ya sabemos que el capital necesario para fundar una S.R.L.
es muy nimio.
El procedimiento de la fundación sucesiva tiene su regulación en los arts. 41 y ss del TRLSC
teniendo un origen anglosajón. Se regula de forma muy minuciosa el procedimiento de fundación

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sucesiva:
- Elaboración por parte de los promotores de un documento prolijo, extenso del PROGRA-
MA FUNDACIONAL, que es el proyecto creado por los promotores para crear esa socie-
dad anónima. En este documento se ha de recoger la identidad de los promotores, los
estatutos (reglas de funcionamiento de la persona jurídica societaria una vez que esta ya
se ha creado) y también el boletín de suscripción de las acciones dirigido a los posibles
suscriptores quienes a la hora de firma el boletín de suscripción van dando vida a esa so-
ciedad anónima durante el proceso de suscripción y cuando termine el proceso fundacio-
nal serán accionistas. Este Programa Fundacional tendrá que comunicarse a la Comisión
Nacional del Mercado de Valores ya que en este proceso participan entidades financieras
y además tendrá ese programa que depositarse en el RM y ser publicado en el BORME.
- Una vez que los promotores tienen la lista de suscriptores definitiva se da lugar a la se -
gunda etapa que gira en torno a la celebración de la Junta Constituyente. Parece que el
legislador da a entender que la sociedad se constituye mediante la celebración de esa
junta, pero no es así, sino que la sociedad existe desde el momento en el que cada uno
de los suscriptores suscribe sus acciones. La Junta Constituyente es convocada por los
promotores en un plazo de 6 meses a contar desde el momento en que los promotores
depositan el Programa Fundacional en el RM. Además la convocatoria de la Junta Consti-
tuyente debe hacerse mediante carta certificada a cada suscriptor y mediante publica-
ción en el BORME.
 ¿Cuándo está válidamente constituida la Junta Constituyente? La ley establece que la
Junta Constituyente estará válidamente constituida cuando concurran a ella por sí o
por representante suscriptores que detenten en su poder la mitad o más del capital
social. Se trata de un criterio puramente capitalista ya que lo que importa es el volu-
men de capital que representan los suscriptores que acuden a la Junta Constituyente
y no el número de suscriptores.
 ¿Cómo se adoptan los acuerdos? La ley adopta un criterio mixto en parte capitalista y
en parte personalista porque la regla general establece que para que se pueda adop-
tar válidamente un acuerdo tienen que votar a favor dicho acuerdo suscriptores que
representen una cuarta parte de los suscriptores asistentes y que representen ade-
más una cuarta parte del capital social. Esto tiene excepciones ya que si de lo que se
trata es de modificar el programa fundacional han de votar a favor del acuerdo todos
los suscriptores presentes
 ¿Cuáles son las competencias de la Junta Constituyente? La Junta Constituyente tiene
las siguientes competencias:
 Aprobar lo que han hecho los promotores hasta ese momento siendo la fun-
damental la aprobación del Programa Fundacional.
 Nombrar a las personas que van a otorgar la escritura pública constitutiva de
la S.A.
- Otorgamiento de la escritura pública e inscripción en el RM: la ley establece que a contar
desde el momento en que se celebra la Junta Constituyente y se toma el acuerdo de

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quien va a otorgar escritura pública tienen los promotores un mes para que se otorgue
escritura pública y se para inscribir la escritura en el RM se cuenta con el plazo de dos
meses desde que se otorgó escritura pública. Si transcurre un año desde el otorgamien-
to de la escritura pública de la sociedad y no se solicita la inscripción en el RM cada uno
de los suscriptores tendrá derecho a exigir la restitución de aquello que aportó. Si este
derecho se hace efectivo la sociedad no queda constituida en los términos en que se qui-
so fundar y por tanto se tendrá que disolver. Si no se hace estaríamos ante una sociedad
irregular.

B) FUNDACIÓN SIMULTÁNEA
- Concepto de fundador (art. 21 TRLSC): una cosa es el concepto vulgar, a-técnico de fun-
dador y otra cosa es el concepto técnico-jurídico de fundador. En concepto vulgar, funda-
dor es la persona que proyecta la idea de fundar, crear, constituir una sociedad de capital
que responda al tipo de Sociedad Anónima. El concepto jurídico de fundador reposa en
dos notas caracterizadores fundamentales y para que una persona pueda ser considera-
da fundador debe reunir esas dos notas caracterizadores, cuales son:
 La persona tiene que participar en el otorgamiento de escritura pública de la socie -
dad. Debemos preguntarnos si esta participación sería posible valiéndose la persona
por la institución de la representación. La respuesta es afirmativa ya que el sujeto
puede valerse para otorgar escritura pública de la figura de un representante. Ahora
bien hay dos formas de desempeñar la representación ya que está la indirecta (cuan-
do el representante actúa en nombre propio pero por cuenta ajena, estando en este
caso el nombre del representado oculto) y la directa (cuando el representante actúa
en nombre y por cuenta del representado) y ambas formas pueden utilizar para otor-
gar escritura pública. Si se utiliza la figura del representan para otorgar escritura pú-
blica, ¿quién es el fundador? Siendo la respuesta distinta según estemos ante la re-
presentación directa, siendo el fundador el representado y en el caso de la represen-
tación indirecta el representante, estableciendo la ley que las responsabilidades que
se deriven de la actuación del representante alcanzarán a la figura del representado.
 Suscripción de acciones: Que esa persona suscriba una parte del capital social de
modo que entre todos los socios se suscriban la totalidad del capital social. O sea que
en el momento constitutivo de la S.A. no hay más socios que los socios fundadores.
- Numero de fundadores: ¿la ley exige un determinado número de socios fundadores para
que se pueda constituir una sociedad de capital? Debemos distinguir dos etapas a partir
de la promulgación en 1995 de la LSRL. Esta ley incorpora varias exigencias de una direc-
tiva comunitaria y reconoció la sociedad unipersonal. Con anterioridad a esta ley la legis-
lación española era muy clara a la hora de exigir como mínimo tres socios fundadores a
la hora de constituir una sociedad anónima por la vía de fundación simultánea. Si la so -
ciedad era una sociedad limitada se exigían dos personas. Esto tenía una excepción y era
la excepción de las sociedades anónimas públicas que necesitaban únicamente una per-
sona para la constitución de una sociedad anónima pública. Si posteriormente a esta

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constitución todas las acciones se le venden a un único socio y la sociedad deviene uni-
personal, la sociedad podía sobrevivir con un solo accionista. Tras la ley de 1995 se per-
mite, porque así lo exige el derecho comunitario, sociedades unipersonales ya que se ve
la necesidad de que los empresarios individuales puedan limitar su responsabilidad. La
ley de 1995 también modificó la LSA en el precepto que permite la constitución de una
sociedad anónima unipersonal.
- Obligaciones y responsabilidad de los fundadores: los fundadores tienen fundamental-
mente la obligación de solicitar la inscripción en el registro mercantil del domicilio social
y la comparten con los administradores. Dice la ley que responderán solidariamente fun-
dadores y administradores de los daños que hubiesen ocasionado por no cumplir esa
obligación en el plazo estipulado por la ley que es un plazo de dos meses a contar desde
el otorgamiento de la escritura. Además la ley les impone una responsabilidad solidaria
frente a la Sociedad, frente a los accionistas y frente a terceros por las siguientes cuestio-
nes:
 Por la no constancia en la escritura de todos los datos exigidos por la ley.
 Además responden solidariamente de dos asuntos conectados al tema de las aporta-
ciones sociales, responden de la realidad de las aportaciones sociales y de la correcta
valoración de las aportaciones no dinerarias.
 De la adecuada inversión de los fondos destinados a la constitución de la sociedad.
- Ventajas de los fundadores: La posibilidad que la ley ofrece de que los fundadores o pro-
motores se reserven determinadas ventajas. La respuesta a esto es porque estos asumen
un especial protagonismo en el momento fundacional de la compañía. La ley es sensible
a una realidad y es que como en ese momento inicial el protagonismo lo tienen fundado-
res y promotores, estos no deben ser los que establezcan las ventajas, ya que serían unas
ventajas excesivas. De ahí que la ley en su art. 27 TRLSC establece una serie de límites
para esas ventajas y son dos: límite cuantitativo (porque los beneficios no pueden supe-
rar el 10% de los beneficios netos obtenidos una vez cubiertas atenciones de la reserva
legal) y límite temporal (porque no podrán nunca ser superiores esos beneficios a un pe-
ríodo de 10 años). Estas ventajas además sólo pueden ser ventajas de contenido econó-
mico, es decir, las ventajas consistirán en una participación de los beneficios obtenidos
por la compañía. Esto nos lleva a que no se pueden atribuir a los fundadores beneficios
de carácter político. Además la ley permite que estas ventajas reservadas para los funda-
dores se puedan representar en títulos nominativos distintos de las acciones cuya trans-
misibilidad se puede restringir en los estatutos de la compañía.

Existe una salvedad a todo esto y es que existe la posibilidad de constituir sociedades por vía
telemática. Esta posibilidad está dirigida sobre todo por el Real Decreto 13/2010 y está dirigida a las
pequeñas sociedades de capital sobre todo a las S.R.L. Y son muchas las sociedades limitadas que se
constituyen por este procedimiento telemático. Para que se pueda constituir una sociedad por este
procedimiento se deben seguir una serie de pasos que vienen establecidos en la ley. Estas medidas
van dirigidas fundamentalmente a la S.R.L. puesto que el tejido empresarial español está formado
en su mayoría por PYMES.

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Aunque de forma bastante caótica, el legislador en el art. 5 parece que recoge dos
procedimientos de constitución exprés de una sociedad limitada:
- S.R.L. con capital inferior a 3.100€:
 Tenemos que estar ante una S.R.L.
 Su capital debe ser inferior a 3.100€.
 Los fundadores de la S.R.L. tienen que ser todos personas físicas.
 El órgano de administración tiene que tener una determinada estructura, o uniperso-
nal o pluripersonal con funcionamiento mancomunado o solidario.
 Los estatutos de estas sociedades se tienen que adoptar un modelo específico de es-
tatuto elaborado por el Ministerio de Justicia.
 Procedimiento: Los socios fundadores deben ponerse en contacto con el Notario en
primer lugar y suministrar al notario los datos de los socios fundadores así como tam-
bién los datos de quienes van a ser los administradores de la compañía. Además ten-
drá que aportar al Notario la certificación negativa de denominación social del RM
central. Con respecto a esto, en un solo día puede obtenerse esa certificación negati-
va por vía telemática y además podemos presentar hasta 5 posibles denominaciones
para que nos autorice el registrador a utilizar esa denominación social. Cuando el no-
tario ya tiene todos estos datos, debe llamar a los socios participes a la notaria y allí
se otorgue escritura pública constitutiva de la S.R.L. Una vez que se ha otorgado es-
critura pública constitutiva de la sociedad, el Notario la reenvía al Registrador Mer-
cantil por vía telemática. El Registrador Mercantil tiene un plazo de 7 horas hábiles
para que califique esa escritura pública de la sociedad. Una vez que el registrador ca-
lifica la escritura, procederá a inscribir la S.R.L. en el Registro Mercantil.
- S.R.L. con capital entre 3.100€ y 30.000€, muy parecido al anterior pero con algunas dife-
rencias:
 Desaparece la obligatoriedad de usar el modelo de estatutos elaborado por el Minis-
terio de Justicia.
 El procedimiento es algo superior en el tiempo: el plazo para que califique el Regis-
trador Mercantil es de 3 días hábiles. Y todo el procedimiento desde que se va al no-
tario hasta que la sociedad sea inscrita el plazo es de 5 días.

Además cualquier otra sociedad anónima o limitada que no cumpla con los requisitos
anteriores, se podrá constituir por vía telemática permitiéndole al notario que la revisión de la
escritura pública se le diese por vía telemática y se transmitiese al Registrador también por vía
telemática, sin que tengan que hacerlo los socios.
4. LAS APORTACIONES SOCIALES
A) CONSIDERACIONES PRELIMINARES

La aportación social se entiende como la prestación que el socio realiza o se obliga a realizar
al fondo común societario o fondo patrimonial de la sociedad, con vistas a que la sociedad pueda
realizar su objeto social. Las aportaciones son fundamentales en el proceso fundacional de una
sociedad porque si no hay aportaciones no hay capital y no cabe fundar una sociedad de capital si
no existe un capital. Esto es así porque las aportaciones sociales son el objeto del contrato de

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sociedad.
CLASES
Hay aportaciones de industria y aportaciones de capital. Las aportaciones de industria
solamente caben en las sociedades personalistas, estando prohibidas expresamente en el ámbito de
una sociedad de capital.
Dentro de las aportaciones en las sociedades de capital tenemos aportaciones dinerarias y
aportaciones no dinerarias. El artículo 58 TRLSC dice que sólo podrán ser objeto de aportación los
bienes o derechos patrimoniales susceptibles de valoración económica. Cuando se habla de bienes y
derechos susceptibles de valoración económica se está refiriendo el legislador a las aportaciones de
capital.
Debemos saber que no obstante existen en el TRLSC preceptos que permiten de forma
indirecta se le puedan entregar a una persona acciones por haber realizado trabajos o servicios a
favor de la compañía.
Para la S.A. y la S.L permite lo que se denomina jurídicamente las prestaciones accesorias, es
decir, se permite que se obliguen a un socio o a varios a realizar prestaciones accesorias para con la
sociedad. Estas prestaciones accesorias son obligaciones de dar o hacer que realiza un socio para
con la compañía pero que no forman parte del capital de una compañía. Dice también la ley que la
prestación accesoria se podrá incorporar a determinadas acciones, siendo necesario que los
administradores consientan esa transmisión de acciones.
El art. 60 TRLSC dice que salvo que se exprese lo contrario en la escritura pública de la
sociedad, toda aportación se entiende realizada a título de propiedad. Luego si un socio quiere
entregar un bien a titulo de uso debe decirlo expresamente.
B) RÉGIMEN DE LAS APORTACIONES DINERARIAS

Las aportaciones dinerarias pueden consistir en una cantidad de dineraria que puede ser en
moneda de curso legal y forzoso en España (euros) o moneda extranjera. En este segundo caso la
ley obliga a que en la escritura pública de la sociedad conste su equivalencia en euros según las
reglas que rijan en el momento de la constitución de la sociedad.
El principal problema que plantean las aportaciones dinerarias es el problema de su realidad,
de que sean efectivas, que sean reales. El legislador se planteó resolver el problema a partir de la
ley del 89 porque se dice que bastaba en materia de aportaciones dinerarias que declararan los
socios que en una determinada cuenta abierta a favor de la compañía había depositado una cuantía
dineraria, sin tener el notario que comprobar si efectivamente se había realizado la aportación.
Podía ocurrir que el aportante mintiese y si mentía el socio fundador, se estaba creando una
sociedad anónima conculcándose el principio de integración del capital social. Por esto la ley de
1989 se toma muy en serio la necesidad de que el notario verifique o compruebe que
efectivamente las aportaciones dinerarias se han realizado, es decir, que se verifique la realidad de
esas aportaciones dinerarias. Todo esto se hace para coadyuvar el principio de integración del
capital social.
La ley admite dos modos o mecanismos para que el notario pueda verificar la realidad de
esas aportaciones dinerarias:
- Los socios fundadores comparezcan delante del notario con el dinero en efectivo y lo en-
treguen efectivamente al notario. El notario tiene la obligación de ir con ese dinero a la
entidad bancaria e ingresarlo en el número de cuenta corriente a favor de la compañía y
además debe hacerlo en el plazo máximo de 5 días.
- También se puede entregar al notario un certificado de depósito que como su propio
nombre indica, certifique que el aportante ha ingresado una determinada cantidad de di-

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nero en una cuenta abierta en favor de la compañía. Ese certificado deberá incluirse
como anexo en la escritura pública de la compañía. Puede ocurrir que el certificado de
depósito sea falso, en este caso el Señor A estaría cometiendo dos delitos: delito de fal-
sedad en documento público y delito de falsedad en documento mercantil.

Además de esto, no podemos olvidar que la ley establece en el art. 77 TRLSC la


responsabilidad solidaria de los socios por la realidad de todas las aportaciones y lógicamente por la
realidad de las aportaciones dinerarias.
C) APORTACIONES NO DINERARIAS

Son aquellas que se hacen sin consistir en dinero, sino en bienes distintos de este. Las
aportaciones dinerarias tienen un régimen más estricto que el de las aportaciones dinerarias ya que
estas plantea una doble problemática: deben ser reales al igual que las dinerarias y además
plantean el problema de su sobrevaloración por parte de los socios, porque la sobrevaloración de
las aportaciones no dinerarias plantean el mismo problema que el de la realidad.
En primer lugar, el problema de la realidad. El legislador establece dos mecanismos distintos
para que las aportaciones no dinerarias sean reales:
- El legislador establece una responsabilidad solidaria de los socios fundadores por la reali-
dad de todas las aportaciones sociales y por lo tanto por la realidad de las aportaciones
no dinerarias.
- La ley establece una especial responsabilidad del aportante que dependerá de la concre-
ta naturaleza del bien aportado:
 Se puede aportar un bien mueble o inmueble o un derecho que se pueda asimilar a
ellos (un derecho de arrendamiento). En este caso dice la ley que se aplicarán las nor-
mas del código civil y no las del derecho mercantil en lo que respecta a la obligación
de entrega de la cosa y de saneamiento en caso de evicción o en caso de vicios ocul-
tos. Mientras que en lo que respecta a la transmisión de los riesgos (La trasmisión de
riesgos significa que celebramos un contrato de compraventa y puede ocurrir que en-
tre el día que se firma el contrato y el día que se entrega la mercancía podría ésta re-
sultar destruida y se debe saber determinar en ese intervalo de tiempo quien se hace
responsable de los riesgos que pueda sufrir la cosa) se aplicarán las reglas del código
de comercio. Esto es así porque el legislador elige siempre en cada caso la opción que
sea más beneficiosa para la sociedad o el régimen que sea menos favorable para el
socio aportante. En el caso de la trasmisión del riesgo, el riesgo se trasmite según el
Código Civil cuando se realiza el contrato aunque no se haya entregado la mercancía,
mientras que el Código de Comercio dice que el riesgo se trasmite con la entrega de
la mercancía. Esta es la solución más favorable para la sociedad porque hasta tanto
que el socio no entrega la cosa, la sociedad no es responsable del riesgo.
 Se puede aportar un derecho de crédito: el acreedor de una relación jurídica aporta
un derecho de crédito. La ley dice que quien aporta un derecho de crédito responde -
rá de dos cosas: de la legitimidad del crédito, es decir, de que sea un crédito verdade-
ro y además de la solvencia del deudor, de modo que si el deudor es insolvente será
el aportante quien responda frente a la compañía, luego deudor y acreedor son soli-

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dariamente responsables frente a la compañía. Los art. 327 y 328 del código de co-
mercio dicen que no se responde de la insolvencia del deudor salvo que medie pacto
concreto.
 Se puede aportar una empresa o establecimiento mercantil (no entendido como sim-
ple local de negocio, sino como empresa): en este caso se aporta un conjunto de
bienes que tienen una unidad patrimonial y es lo que cabalmente se denomina em-
presa. Cuando el aportante aporta un conjunto de bienes que conforman una empre-
sa, el TRLSC establece que:
o El aportante estará obligado al saneamiento cuando los vicios o la evicción
afecten a la totalidad de la empresa o a elementos esenciales para el normal
funcionamiento de la misma.
o El aportante estará obligado al saneamiento cuando los vicios o la evicción
afecten a elementos singulares que tengan un acusado valor patrimonial.

En segundo lugar, debemos afrontar el problema de la sobrevaloración de las aportaciones


no dinerarias por parte de los socios fundadores y de conculcación del principio de integridad. Para
resolver el problema de la sobrevaloración, el legislador establece una serie de medidas legales
destinadas a impedir que los socios valoren por encima del precio real de los bienes aportados:
- La ley establece una responsabilidad solidaria de los socios fundadores por la correcta
valoración de las aportaciones no dinerarias. Esto no suele ocurrir porque la ley prevé la
elaboración de un informe por expertos independientes designados por el registrador
que debe llevar a cabo la inscripción de la sociedad. El hecho de que sean uno o sean va -
rios los expertos que elaboren los informes obedece a cuál es la naturaleza de los objetos
que se van a valorar y cuántos son. Lo normal es que se nombren varios: uno para tasar
muebles, otro para tasar inmuebles, etc.
Suele ocurrir que en muchas ocasiones se cree que la valoración de esas aportaciones no
dinerarias la realiza el experto designado por el Registrador Mercantil y esto es un error,
puesto que la valoración de las aportaciones no dinerarias la realizan en cada caso los so-
cios fundadores. En algunos casos, podría sucedes que los socios fundadores encarguen
a los expertos designados por el RM que valoren las aportaciones no dinerarias realiza-
das por los socios. Los expertos elaboran un informe y ese informe contiene dos aparta-
dos distintos que se pueden mezclar:
 Por una parte una descripción completa y lo más exhaustiva posible de cada uno
de los bienes que integran las aportaciones no dinerarias (los datos registrales,
una descripción del bien)
 Por otra parte, una valoración correcta del bien según las reglas del mercado en
el momento en que se emite el informe.

Si cotejamos la valoración de los socios fundadores con la de los expertos independiente


se podrían dar teóricamente dos situaciones distintas:
 Aquella en la que existiera una total coincidencia entre la valoración de los socios
y la valoración de los expertos.

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 Aquella en la que no exista coincidencia entre la valoración de los expertos con la


de los socios. En este caso se pueden dar sub-situaciones:
o Que la valoración que han realizado los socios sea inferior a la valoración
que han realizado los expertos. Desde el puno de vista del derecho de so-
ciedades, no existiría ningún problema en este caso, ya que se estaría ple-
namente ante la realidad de las aportaciones y el principio de integración
del capital social
o Que la valoración realizada por los socios sea superior a la realizada por
los expertos. Este es el supuesto problemático y que trata de evitar la ley,
entendiendo la ley que puede haber un margen de diferencia entre la va-
loración de los socios y de los expertos, siendo este margen del 20% de
discrepancia entre la valoración dada por los socios y la valoración dada
por los expertos. Cuando se infrinja esa diferencia del 20% en la valora-
ción de las aportaciones no dinerarias, según el RRM el Registrador Mer-
cantil está obligado a no inscribir la sociedad en el RM.
Hay casos concretos en los que la ley, para las S.A., no es necesario contar
con el informe por parte de los expertos independientes. Este es el caso
por ejemplo de que se aporten títulos que coticen en bolsa y tengan un
precio oficial de mercado y otro por ejemplo que cuando en el período de
seis meses anterior a la realización de la aportación ha sido valorado el
bien por un perito o por un experto que no haya sido designado por el
aportante del bien, sino que ha sido un experto imparcial el que ha valora-
do el bien en cuestión.

Este régimen jurídico no sólo se aplica cuando se constituye una S.A. sino también
cuando se aumenta el capital de dicha sociedad anónima.
También en materia de aportaciones no dinerarias valen los desembolsos pendientes,
o sea, que es posible que no se aporten el 100% de las aportaciones no dinerarias. En
este caso concreto el resto de las aportaciones deberán ser desembolsadas en un
plazo inferior a 5 años a contar desde el momento de otorgamiento de escritura.

D) LAS APORTACIONES NO DINERARIAS ENCUBIERTAS: LA LLAMADA FUNDACIÓN RETARDADA


(art. 72 TRLSC)

Si comparamos el régimen jurídico de las aportaciones dinerarias con el régimen jurídico de


las aportaciones no dinerarias llegaremos a la conclusión de que el régimen de las no dinerarias es
más severo que el de las dinerarias. Por eso no puede sorprender que en determinados casos,
socios fundadores de sociedades de capital traten de eludir el régimen de las aportaciones no
dinerarias simulando que lo que están realizando son aportaciones dinerarias.
Por esto la ley establece un régimen para las adquisiciones onerosas desde el momento que
se constituye la sociedad hasta el plazo de dos años. Para que se aplique este régimen se tiene que
tratar de una adquisición onerosa y que además sea superior a la décima parte del capital social. Si
se cumplen esos dos requisitos, dice la ley que la operación de compra tendrá que ser aprobada por
la Junta General de Accionistas. Y para que la JGA apruebe de forma valida esas adquisiciones

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onerosas es necesario que se presenten dos informes: uno elaborado por los administradores
justificando el por qué es conveniente para la sociedad adquirir esos bienes y un segundo informe
elaborado por expertos independientes designados por el Registrador Mercantil.
De este régimen general de control por parte de la sociedad de esas adquisiciones se
excluyen las adquisiciones ordinarias realizadas por la sociedad (como por ejemplo la adquisición de
una partida de cuero, siendo el órgano de administración el que apruebe la adquisición).
5. LOS DESEMBOLSOS PENDIENTES (DIVIDENDOS PASIVOS)

Hasta la aprobación del TRLSC a esta figura se le denominaba dividendos pasivos. Esto nos
tiene que llevar como punto de partida a recordar el principio de desembolso mínimo que sólo se
da para el caso de S.A. y en caso de fundación simultanea y que sólo exige desembolsar el 25% de la
aportación comprometida. La ley establece de un plazo de 5 años para que se cumpla la obligación
del desembolso integro.
Sobre la base del principio de desembolso mínimo, que debe ser criticado porque
entendemos que no es lógico que en el momento inicial no haya un patrimonio que respalde la
totalidad del capital social de la sociedad, podemos definir la figura de los desembolsos pendientes
que alude a la parte de capital suscrita por un socio fundador pero no desembolsada en el
momento constitutivo de la sociedad.
El desembolso pendiente es exigible de desembolsar dependiendo de ante qué situación nos
encontremos:
- Si nos encontramos ante una sociedad anónima con unos estatutos muy minuciosos en
los que se establecen la fecha definitiva en la que se tienen que realizar los desembolsos.
- Esta primera vía no suele darse en la práctica, puesto que en la práctica los estatutos a
los sumo establecen un plazo máximo pero no una fecha determinada. De manera que
serán los administradores quienes fijen esa fecha en la que se deban desembolsarse la
parte de capital pendiente.

Si llegado el día en el que el socio debe cumplir la obligación y el socio la incumple, el socio
estaría incurriendo en mora y sería una mora automática porque no implica que la sociedad tenga
que hacer una intimación o interpelación al socio para que la cumpla.
Una consecuencia de esto es que la sociedad puede pedir al socio que cumpla con la deuda.
La morosidad en este ámbito concreto tiene otras consecuencias perjudiciales para el
deudor en lo que se refiere a su condición de accionista y son las siguientes:
- El socio moroso no puede ejercitar durante el plazo en que esté en situación de morosi-
dad una serie de derechos morales que son los siguientes:
 El derecho de voto, que tiene el socio suspendido y que por lo tanto si va a la Jun-
ta General no podrá votar. Tiene derecho de asistencia y voz, pero no tiene dere-
cho de voto.
 Tampoco tiene derecho a participar en las ganancias que la sociedad hubiera ob-
tenido en un determinado ejercicio económico. Dice la ley que una vez que cum-
pla podrá solicitar los dividendos que no hubiesen prescrito, siendo el plazo de
prescripción de 5 años.
 Se trata de un derecho mixto, en parte político y en parte económico y es el dere-
cho de suscripción preferente de nuevas acciones cuando se aumente el capital.

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Este derecho, el socio moroso lo tiene suspendido en tanto en cuanto no cumpla


con la rescisión de la deuda.

De la ley se deduce que existen tres acciones que la sociedad puede ejercitar frente al
accionista moroso.
Lo primero que puede hacer la sociedad es dirigirse judicialmente ante el accionista moroso
reclamándole el abono de los desembolsos pendientes, el abono de los intereses moratorios
correspondientes y finalmente los daños y perjuicios que se hayan producido a la sociedad por no
haberse pagado en el momento en que debía pagarse los desembolsos pendientes.
La segunda vía que tiene la sociedad sería la de enajenar las acciones del accionista moroso
que no están íntegramente desembolsadas. Esta enajenación se tendrá que producir ante notario y
bajo el procedimiento de pública subasta. El notario deberá dar fe que no es factible la enajenación
de acciones porque no hay quien las compre.
La última vía consiste en amortizar las acciones y reducir la cifra de capital social. La cuantía
que ya se hubiesen desembolsado se quedan en el patrimonio de la sociedad y no es devuelta a los
socios morosos.
En el caso de que se trasmitan acciones no liberadas dice la ley que el adquirente de una
acción que no esté íntegramente desembolsada responde del desembolso de las mismas junto con
los transmitentes anteriores, se tratará de una responsabilidad de carácter solidario. Para esto hay
un límite temporal y es que la solidaridad dura tres años desde la transmisión. El socio que pague
tendrá derecho a pedir el abono de lo que pagó a los cedentes.

LECCIÓN 5: LA ACCIÓN
1. INTRODUCCIÓN
Hay que destacar la importancia que tiene la acción para el estudio de la sociedad anónima ya
que como podemos comprobar en muchos ordenamientos jurídicos se elige el término acción para
definir a la S.A. porque es una de sus características fundamentales. En la S.A. su capital estará
dividido en acciones.
Además la acción nos sirve también para diferencia la S.A. del resto de figuras societarias ya que
la única sociedad que comparte esta característica de tener el capital dividido en acciones es la
S.C.A. dejando al margen a esta sociedad, el resto de sociedades de capital no tienen su capital
dividido en acciones. Por ejemplo, la S.L. tiene su capital dividido en participaciones, que no pueden
representarse ni mediante títulos ni mediante anotaciones en cuenta.
Si comparamos a la S.A. con el resto de sociedades que hemos estudiado, llegaremos a la
conclusión que en estas últimas es impensable que la condición de socio pueda incorporarse a un
documento público porque lo que prima es el elemento personalista y no capitalista.
Vayamos por el camino que vayamos siempre vamos a comprobar que la acción es un dato
característico de la S.A.
Concepto de acción: la acción es un valor mobiliario (bien mueble) que atribuye a su titular la
condición de accionista, basta tener una acción para ser accionista, y le legitima para el ejercicio de
los derechos que la ley y los estatutos le reconoce. Según mayor numero de acciones mayor
intensidad en el ejercicio de estos derechos y viceversa.
Se ha venido estudiando desde siempre en todo el continente europeo la acción desde tres
perspectivas distintas:

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- Como parte del capital social: La acción como parte del capital social
- Desde la perspectiva representativa porque la acción se tiene que representar de algún modo y se
puede hacer de dos formas, mediante títulos (ya sean nominativos o al portador) y mediante anota-
ción en cuenta, mediante meras anotaciones contables en registros que son llevados por otras socie-
dades distintas a las que pertenecen las acciones (a partir del año 1989). Las sociedades que cotizan
en bolsa solo pueden adoptar el régimen de las anotaciones en cuenta.
- En función de los derechos que atribuye al accionista: porque ser titular de una acción o varias accio -
nes conlleva estar legitimado para ejercitar los derechos que la ley o los estatutos atribuyen al accio -
nista. El más importante es el derecho al dividendo en su vertiente económica y el derecho al voto en
su vertiente política.

2. LA ACCIÓN COMO PARTE DEL CAPITAL SOCIAL


Ya sabemos que en una S.A. el socio se obliga a hacer aportaciones de capital ya sean dinerarias
o no y a cambio de esas aportaciones el socio recibe acciones. El valor nominal de esas acciones que
recibe coincide con el valor de las aportaciones del capital que ha hecho el socio.
Las acciones no solo poseen un valor nominal sino que además se hablan de otros dos valores: el
valor real o razonable y el valor de mercado o de cotización.
El valor nominal en principio hay que decir que es el único que le interesa al derecho societario.
Es un valor que se caracteriza por la idea de la invariabilidad y que tiene que constar en dos lugares
distintos: en los documentos donde se representa la acción y en segundo lugar en los estatutos de la
S.A. que indica la cifra de capital y el número de acciones en que se divide y por tanto expresando el
valor nominal de cada acción. La nota de la invariabilidad significa que es un valor invariable y si
queremos modificar el valor de las acciones tenemos que iniciar un proceso de modificación de los
Estatutos. Habría distintas formas de expresar el valor nominal de una acción: mediante una suma
dineraria en € (acciones de suma), mediante un porcentaje en la participación total en el capital
social (acciones de cuota). De estas dos formas, nuestra ley societaria solamente admite las acciones
de suma, descartando las acciones de cuota.
El valor real es el valor que tiene en cada momento concreto una acción dependiendo de cuál sea
la coyuntura económica que atraviesa la sociedad. En una coyuntura económica de bonanza, el valor
real de la acción es superior al valor nominal de dicha acción. En la situación inversa, el valor real de
la acción será inferior al valor nominal de dicha acción. El valor real de la acción es el valor que le
corresponde a la acción en base al patrimonio que posee la empresa en un determinado momento.
El valor de mercado es el valor que en el mercado se está dispuesto a pagar por una determinada
acción en un determinado momento concreto. El valor de mercado y el valor real podrían coincidir
pero no siempre ocurre así ya que se puede dar la situación de que una sociedad tenga una buena
situación económica y por tanto el valor real de sus acciones sea elevado pero por el contrario el
mercado se encuentra en situación de crisis y eso hace que el valor de mercado de la acción sea
menor.
Hemos dicho anteriormente que la regla general es que el socio si aporta 50 va a recibir acciones
cuyo valor nominal va a ser de 50. Esta regla general tiene sus correspondientes excepciones y la ley
reconoce las acciones con prima en las que se rompe esa regla general. La acción con prima significa
la posibilidad de que el socio aporte 50 y reciba acciones cuya valor nominal es 40. Así el valor de la
aportación realizada por el socio es superior al valor nominal de las acciones recibidas. Las acciones
con prima fundamentalmente se suelen utilizar cuando se aumente el capital y se puede poner la
condición de que los nuevos accionistas deban pagar un recargo por entrar en la sociedad y ese
recargo es la prima. Los fines que se pretenden con las acciones con prima pueden ser fortalecer el
patrimonio societario y evitar en casos de aumento de capital un empobrecimiento de los antiguos

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socios o un enriquecimiento injusto de los nuevos socios. Esto se da en sociedades que tienen un
patrimonio superior a su capital. Como aquí el valor real de las acciones es superior al valor nominal,
los nuevos socios deben pagar con prima para evitar ese enriquecimiento injusto de los nuevos
socios.
Para terminar habría que abordar dos asuntos:
- Inadmisibilidad de las acciones liberadas: las acciones liberadas tienen tres distintas acepciones:
 Acción liberada es aquella acción en la que se ha desembolsado íntegramente su valor nominal,
es decir, no hay respecto de esa acción obligación de desembolsos pendientes. Esto es lo desea -
ble.
 Acción liberada es aquella acción que se emite en un aumento del capital con cargo a reservas
patrimoniales disponibles. Una sociedad anónima que tiene una reserva patrimonial estatutaria
perfectamente disponible y quiere aumentar su capital social con cargo a esa reserva. Ese au -
mento de capital social lo financia con esa cuenta de reserva de capital. Se dice que es una ac -
ción liberada porque los accionistas no realizan ningún desembolso, sino que lo realiza la socie-
dad por medio de esa reserva de patrimonial disponible.
 Acción liberada es aquella que se concede a una determinada persona para recompensarle por
algunos servicios especiales que ha prestado a la compañía. (esta acepción no es admitida por
nuestro derecho vigente). Esa acción gratuita es una acción absolutamente prohibida porque
siempre detrás de una acción tiene que haber un efectivo patrimonio.
 Acciones de industria o de trabajo: estas acciones no son admisibles en nuestro derecho puesto
que como señala el art. 58 TRLSC sólo pueden ser objeto de aportación los bienes y derechos
susceptibles de valoración capital quedando excluidos la aportación de industria o trabajos. Lue-
go no serían admisibles estas acciones en nuestro derecho. No obstante, pese a que estas accio -
nes están prohibidas, hay métodos indirectos para lograr un resultado muy similar al que se deri -
va del reconocimiento de las acciones de industria o de trabajo en el seno de las sociedades de
capital:
 En una S.A. se quiere reconocer el esfuerzo que han venido soportando los trabajadores
en el último año. Podría ocurrir que cuando se celebra la JGO en la que se discute si se
van a repartir o no dividendos, se le reconozca a los trabajadores el derecho a participar
en determinados beneficios sociales. Desde el momento en que la JGA acuerda esto, es -
tos trabajadores tienen un derecho de crédito frente a la compañía, puesto que esta se
ha comprometido a abonarles una cantidad para compensarles su labor para con la so-
ciedad. Y para recompensarles este derecho de crédito, puede suceder que la sociedad
aumentara el capital social y que estos nuevos socios aportaran el derecho de crédito
para obtener acciones.
 También podría ocurrir que la sociedad en lugar de reconocer un derecho al dividendo
como en el supuesto anterior, lo que ocurriese fuese lo siguiente: la S.A. aumenta el capi-
tal con cargo a reservas. En este aumento al capital con cargo a reservas puede decidir la
sociedad que una parte de esas nuevas acciones que se emiten vayan a parar a los traba-
jadores.

Estas formulan si son válidos porque tienen como base un efectivo capital aunque no sal-
ga de los trabajadores, pero el efectivo capital existe.

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3. LA REPRESENTACION DE LA ACCIÓN: LA ACCIÓN COMO TÍTULO Y


ANOTACIÓN EN CUENTA
La acción se tiene que representar bien por un sistema de representación en títulos o bien
mediante anotaciones en cuenta.
Este tema encuentra en el año 1989 un momento decisivo en el que cambia de forma
sustancial. Hasta 1989 las acciones sólo podían representarse mediante títulos pero a partir del año
1989 además de admitirse que las acciones se sigan representando en títulos, el legislador acepta otra
forma de representación que es la anotación mediante las anotaciones en cuenta.
Esto consiste en que las acciones se representan mediante meras referencias numéricas en
registros contables externos a la sociedad emisora de títulos.
En principio la S.A. puede elegir si opta por representar las acciones mediante título en
documentos o mediante la fórmula de las anotaciones en cuenta. En sus estatutos es donde se dirá
que estas acciones son representadas de una u otra manera. Pero no siempre la sociedad puede elegir
de forma libre entre un régimen u otro régimen y esto es debido a que la ley impone que las acciones
se representen mediante anotaciones en cuenta siempre que la sociedad sea una sociedad bursátil.
El legislador llegó a este sistema porque en las grandes compañías anónimas formadas por
miles de acciones y acciones el papel impone una importante servidumbre y para evitar esta
servidumbre el legislador piensa en un sistema más sencillo que es el de las anotaciones en cuenta,
pensando sobre todo en las grandes compañías y de ahí que se imponga a las compañías que operan
en el mercado bursátil que sus acciones se representen mediante anotaciones en cuenta.
Nuestro TRLSC no regula apenas esta materia, remitiéndose el legislador a la Ley del
mercado de valores de 1988. Y se impone en la legislación vigente, el deber de informar siempre a la
S.A. de que se trate, de los datos que permitan identificar en cada momento a los socios.
Por ultimo decir que cuando la acción se incorpora a un título o a un documento se considera
que esta acción está incorporada a un título-valor. La acción se concibe como un título valor en
sentido amplio porque en el título acción no concurren de una forma nítida y perfecta los tres
requisitos que concurren siempre en los títulos valor normales (letra de cambio, cheque y pagaré).
Los tres requisitos que deben concurrir son:
- La legitimación por la posesión: esto significa que está legitimado para ejercitar el derecho que el tí-
tulo incorpora el legítimo poseedor del documento. Esta nota no se da de una forma nítida y clara en
las acciones sobre todo en las acciones nominativas ya que para poder ejercitar el derecho que incor -
pora la acción no basta con ser el legítimo poseedor de la acción sino que es necesario que el titular
de la acción esté inscrito como titular en el libro registro de acciones nominativas.
- La literalidad del derecho incorporado al documento: esto significa que la intensidad en el ejercicio
del derecho incorporado al documento deriva de la literalidad del documento. Esta nota no se da del
todo en las acciones porque la intensidad de los derechos que derivan de la acción, deriva también
de lo que diga la ley y de lo que digan también los propios estatutos.
- La autonomía del derecho incorporado: esto significa que quien adquiere un título valor adquiere
una posición autónoma, absolutamente independiente de la situación en la que se la trasmitió el ce -
dente. Esto no se da en el caso de las acciones nominativas sobre todo en el caso de las acciones
cuyo valor nominal no esté íntegramente desembolsado ya que el nuevo poseedor puede ser obliga -
do a pagar el desembolso pendiente.

Ninguno de estos tres elementos se ven de forma nítida y clara en materia de acciones sobre todo
pensando en las acciones nominativas. Y la doctrina llega a la conclusión de que la acción es un
titulo valor, se trata de un título valor en sentido amplio.
LA ACCIÓN REPRESENTADA MEDIANTE TÍTULOS

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Los tntulos al portador se trata de títulos de legitimación anónima porque el titular de esos
títulos será quien porte en cada momento la acción. Porque como se desprende también de su
nombre, en los títulos al portador no aparece en el documento quien es el titular de la acción.
El accionista para estar legitimado en el ejercicio de los derechos sociales en el caso de que
posea títulos al portador puede:
- Exhibir las acciones ante quien corresponda.
- Exhibir un certificado de depósito expedido por una entidad de crédito legitimada, en el que se espe -
cifica que el portador tiene un número de acciones depositadas en dicha entidad mercantil. Esto es
así para que no sea tan engorroso tener que portar con todas las acciones.

Para poder transmitir válidamente estas acciones al portador, se hace mediante la traditio o la
entrega y desde el momento en que se trasmiten estas acciones el portador es el nuevo accionista.
Los tntulos nominativos son aquellos en los que aparece el nombre del titular de la acción.
Para ejercitar los derechos sociales no es suficiente con exhibir el título, ya que lo verdaderamente
importante es que el sujeto esté inscrito como titular de acciones nominativas en el libro registro de
acciones nominativas, que tiene que ser llevado por los administradores y que debe existir en todas
las sociedades en las que existan acciones nominativas. Puede ocurrir que alguien sea titular de
acciones nominativas pero que al no aparecer en el libro registro como titular de esas acciones
nominativas no puede ejercer los derechos que le corresponde como accionista y puede el titular de
estas acciones pedir responsabilidad a los administradores porque son ellos los responsables de que
ese libro registro esté actualizado. Los titulares de esas acciones nominativas para que éstas
finalmente aparezcan recogidas en el libro registro, los titulares de esas acciones deben presentar
ante los administradores las acciones nominativas de las que son titulares.
La transmisión de las acciones nominativas se lleva a cabo mediante un procedimiento más
complejo que el de las acciones al portador y que se compone de varias fases:
- En primer lugar debe existir un negocio jurídico de trasmisión, una compraventa merced a la cual la
titularidad de las acciones va a pasar de una persona a otra.
- Este negocio jurídico debe ser reflejado en el propio título nominativo. Pesa a no ser un titulo a la or -
den, este reflejo del negocio trasmisorio en el titulo nominativo se hará por medio del endoso (una
operación cambiaria en la que en el reverso del título nominativo figurará quién es el endosante y
quién es el endosatario). Se produciría una cadena de endosos sucesivos para plasma la trasmisión
del título nominativo de una persona a otra.
- Por último, el titular de la acción nominativa tendrá que personarse ante el órgano de administración
de la sociedad anónima, entregar el documento y pedir al órgano de administración que tras com -
probar esa cadena de endosos, acredite que la persona que está entregando ese título es la verdade -
ra titular.

La elección entre emitir títulos nominativos o emitir títulos al portador no siempre es libre
para una sociedad anónima ya que hay casos en los que la ley obliga a la S.A. a emitir los títulos en
su calidad de nominativos porque interesa saber quien es en cada momento el titular de esas acciones
y éstas son:
- Las acciones cuyo valor nominal no esté íntegramente desembolsado. No puede haber acciones al
portador con desembolsos pendientes.
- Las acciones que lleven aparejada la obligación de su titular de realizar prestaciones accesorias.
- Las acciones cuya transmisibilidad esté restringida en los estatutos, es decir, no son libremente
transmisibles.

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- Las acciones de otras sociedades reguladas por leyes especiales. Un ejemplo de esto serían los ban -
cos, que son S.A. especiales por sus especiales características y uno de los rasgos propios de las ac-
ciones de los bancos es que el capital debe estar íntegramente desembolsado y además sus acciones
tienen que ser nominativas. Otro ejemplo serían las empresas de publicidad.

Los datos más importantes que tienen que aparecer en un título-acción son los siguientes:
- Los datos identificativos de la sociedad emisora del título.
- Si la acción es nominativa (identificación de la persona que es titular) o al portador.
- El valor nominal de la acción, indiciándose si está totalmente desembolsado o tiene alguna cuantía
pendiente de desembolso.
- Si existen prestaciones accesorias deben aparecer también.
- Restricciones a su libre transmisibilidad si han sido estipuladas.
- La firma de los administradores que podrá realizarse mediante una reproducción mecánica.

Las acciones se dividen en clases y las clases se dividen en series. Las clases hacen referencia
a todas aquellas acciones que conceden los mismos derechos. Y las series hacen referencia al valor
nominal de la acción, conforman una misma serie todas aquellas acciones que poseen un mismo
valor nominal. A veces en lugar de emitirse títulos, se pueden emitir resguardos provisionales, que
nacen con un carácter provisional hasta tanto se impriman las acciones. Puede ocurrir que la
impresión de los documentos lleve un tiempo y mientras tanto existen los resguardos provisionales
en los que se indica que una persona es titular de X acciones nominativas de la sociedad en cuestión
(indiciándose toda la información que debe aparecer en las acciones). Estos resguardos provisionales
son siempre nominativos, aunque las acciones a las que correspondan sean acciones al portador.
4. LA ACCIÓN COMO MEDIDA DE LOS DERECHOS DEL SOCIO
Tenemos que clasificar estos derechos en dos grandes grupos:
- Derechos de contenido económico-patrimonial: está el derecho a participar en las ganancias socia-
les o derecho al dividendo. Junto a este, está el derecho a participar en la cuota de liquidación. Se
suele también incluir dentro de estos derecho de contenido económico, el derecho de suscripción
preferente de nuevas acciones (se trata de un derecho mixto puesto que tiene parte de económica y
de política).
 Derecho al dividendo: debemos diferenciar entre el derecho concreto al dividendo y el derecho
abstracto que tiene el socio a participar en un porcentaje de las ganancias. Este último derecho
es un derecho que tiene el socio por el simple hecho de pertenecer a la sociedad. Frente a este
derecho tenemos el derecho concreto al dividendo que es el derecho que nace desde el momen-
to en que la JGA acuerda repartir dividendos entre los socios o accionistas. Históricamente la JGA
no ha estado obligada a repartir dividendos, era decisión suya si repartía o no dividendos. Sin
embargo esta libertad ha llevado a algunos abusos por parte de la mayoría de los accionistas ha-
cia la minoría. Estos abusos llegaron a los tribunales de justicia, entendiendo que había un abuso
en perjuicio de la minoría. Como casi siempre ocurre, las sentencias que se han dado han sido
bastantes dispares: en algunos casos los jueces han decretado que ha habido abuso por parte de
la mayoría; otras sentencias han decretado que no existía abuso de poder. Todo esto fue movien -
do un estado de ánimo jurídico que llevó al legislador a reforma la TRLSC, incluyendo el art. 348
bis y que está destinado a resolver este problema del abuso de la mayoría en contra de la mino-
ría en materia de dividendos y este dice que a partir del quinto ejercicio a contar desde la consti -
tución de la sociedad en cuestión, el socio que haya votado a favor del reparto de dividendos,
tendrá derecho a separarse de la sociedad si ésta no reparte al menos 1/3 de las ganancias obte-

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nidas en el ejercicio anterior. El socio tendrá un mes desde que se alcanza el acuerdo de negativa
de repartir beneficios para ejercitar el derecho de separación. Cuando se promulgó este artículo,
fue muy criticado por la doctrina y por ello el legislador dijo que quedaría sin efecto este artículo
hasta el 31/12/2014. Se dice que será hasta esa fecha porque se espera ya exista un nuevo Códi -
go Mercantil.
El reparto de dividendos se efectúa según la regla de la proporcionalidad, es decir, en proporción
a la parte de capital social que posee cada socio. A esta regla general hay que añadir la excep-
ción de la posibilidad de que se fijen privilegios para determinadas acciones, que rompan excep-
cionalmente esa regla general. Estos privilegios deben venir claramente especificados en los títu-
los valor (acciones).
Se deben establecer determinadas cautelas a cumplir para el reparto de dividendos:
 Se deben cumplir, a la hora de repartir dividendos, las atenciones de la ley de los estatu -
tos. Cuando se habla de atenciones de la ley significa que se han de cumplir las exigen-
cias de la reserva legal y en cuanto a exigencias de los estatutos, el legislador se refiere a
que se hayan establecido determinadas reservas estatutarias.
 Los beneficios que se van a repartir sean beneficios realmente obtenidos por la sociedad
o bien reservas patrimoniales disponibles.
 Tras el reparto de los beneficios o los dividendos, el patrimonio societario no puede ser
inferior a la cifra del capital social => principio de intangibilidad del capital social.
 Derecho a participar en el patrimonio resultante de la liquidación o derecho a la cuota-liquida -
ción: este derecho solo se puede ejercitar cuando se vaya a producir la liquidación de la socie-
dad. La liquidación societaria es realizada por los liquidadores que reemplazan a los administra-
dores, en la labor de liquidar la sociedad. La liquidación comprende primero la liquidación del ac-
tivo y la del pasivo, lo que supone pagar las deudas. Si tras ello queda un fondo patrimonial toda -
vía en el acto, un remanente, habría que liquidarlo, y es en este momento cuando los socios po-
drán ejercitar el derecho a participar en el patrimonio resultante de la liquidación.
Este derecho se ejercita sobre la base de la regla de la proporcionalidad, es decir, cada socio par-
ticipará en la liquidación del activo en proporción a la parte del capital social que cada socio po-
see. Esta regla general tiene excepciones y es el caso de las acciones privilegiadas.
- Derecho de suscripción preferente de nuevas acciones en caso de aumento del capital : debemos sa-
ber que este derecho hemos de situarlo en los casos de aumento de capital. Podemos definirlo como
el derecho que tiene el socio de suscribir con carácter preferente a otras terceras personas, un nú -
mero de las nuevas acciones proporcional a la parte que posee dentro del capital social. Da la posibi -
lidad al socio de mantener su grado de poder político dentro de la sociedad tras los aumentos de ca -
pital. Este derecho deberá ejercitarse en un plazo de tiempo que es el que se marque en el acuerdo
de aumento de capital, que se publicará en el BORME. La ley establece unos mínimos temporales: no
se puede ejercitar en un plazo inferior a un mes si la sociedad no cotiza en bolsa o 15 días como míni-
mo si la sociedad cotiza en bolsa.
Hasta 1989 no era posible suprimir el derecho de suscripción preferente, toda ampliación de capital
llevaba aparejada ese derecho de suscripción preferente. Y fue la ley de 1989 la que permitió que se
pudiese suprimir ese derecho o bien totalmente o bien parcialmente. Esta posibilidad está recogida
en el art. 308.2 TRLSC. Para que se pueda suprimir total o parcialmente ese derecho de suscripción
preferente deberán cumplirse unos requisitos o unas cautelas:

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 Se tiene que convocar a la JGA y se debe incluir como punto especifico en el orden del día la pro -
puesta de suprimir el derecho de suscripción preferente. Esto tiene la finalidad de informar a los
accionistas que se va a debatir acerca del derecho de suscripción preferente.
 En la JGA donde se debata o decida la supresión del derecho de suscripción preferente se debe-
rán presentar dos informes: un informe elaborado por los administradores y un informe elabora-
do por los auditores expertos en materia contable. Todo esto para que los socios puedan estar in-
formados de cuáles son las razones para que se suprima ese derecho de suscripción preferente
de capital.
 El valor nominal de las nuevas acciones emitidas más el importe de la prima que se obligue a pa-
gar a los nuevos accionistas deben dar como resultado el valor real de las acciones, deducible del
informe elaborado por los auditores de cuentas. Esto lo que pretende es que los accionista no se
vean perjudicados por la supresión de ese derecho preferente ya que los nuevos socios deben
pagar una prima por cada acción que compren y así los socios que ya forman parte de la empresa
no perderán importancia.

Si se publica el acuerdo de capital y no hay suscripción total de capital que se quiso ampliar
cabrian dos posibles situaciones:
 Cabria la posibilidad de que en el acuerdo de aumento de capital no se habría dicho nada de este
asunto y en este caso, se fructraría la operación.
 Si en el acuerdo si se hubiere dispuesto que no se suscribiese la totalidad del capital COPIAR SO -
NIA

Esto en la práctica quiere decir que los administradores incluyen alguna referencia a este
tema en el acuerdo de aumento de capital.
Es importante tener en cuenta que este derecho de suscripción preferente no admite
privilegios, diferenciándose del derecho de dividendo y del derecho a la cuota de liquidación
que sí admiten privilegios. Luego no puede haber acciones que concedan un mayor derecho
de suscripción que otras. Este derecho no admite privilegios porque además de decirlo la ley,
los derechos que no sean puramente económicos no pueden ser nunca privilegiados y como el
derecho de suscripción preferente es un derecho mixto, no admite privilegios.
- Derechos de contenido político o de naturaleza jurídico-administrativa: tenemos el derecho de voto
que tiene un derecho ligado a él que es el derecho de asistencia para poder formar la voluntad de la
sociedad. Junto a este, tenemos el derecho a la información para poder votar con libertad de saber y
de querer. Por último también existe un derecho a impugnar los acuerdos sociales.
 Derecho de asistencia o de voto: Copiar ana
La voluntad de la JGA, para ser lícita, debe cumplir una serie de requisitos o exigencias: deberá
manifestarse sobre materias que sean competencia de la Junta (si adopta acuerdos fuera de sus
competencias, estos serán nulos); los acuerdo de la JGA deberán respetar la ley, los Estatutos y
no podrán ser lesivos para los intereses sociales (sobre todo si además benefician a uno o varios
socios o a uno varios terceros)(si los acuerdos no respetan algunos de estos límites, podrán ser
impugnados ante la autoridad judicial porque los socios tienen un derecho a impugnar acuerdos
sociales).
Aunque es un derecho fundamental de todo accionista, la ley establece algunas limitaciones en
el ejercicio de estos derechos:
 Se permite a las sociedades que en sus estatutos se permitan a los socios poseer un nú-
mero mínimo de acciones para poder ejercer estos derechos, es decir, el derecho de voto
y derecho de asistencia en las JGAs. Esta cifra nunca podrá ser superior al 1 por 1000 del

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capital social. Esto es así porque hay sociedades anónimas que tienen miles y miles de
accionistas y permitir a estos accionistas que acudan a las JGAs no sería viable porque no
habría lugar físico material para asistir a la asamblea. En estos casos hay que limitar el
ejercicio del derecho de asistencia y voto. Esto no significa que los socios queden priva -
dos de ese derecho porque la ley permite la sindicación o agrupación de acciones, asis-
tiendo un accionista en representante de esa agrupación de accionistas. Luego no se les
está privando del derecho, sino que se les está limitando el ejercicio de ese derecho.
 Cabe también la posibilidad de que en los estatutos de una S.A. se establezca el límite
máximo de votos que una persona o sociedades pertenecientes al mismo grupo societa -
rio pueden emitir en una JGA. Esto quiere decir que si un socio posee un 50% puede de -
cirse que solamente podría votar con los votos correspondientes al 30% del CS. Esta limi-
tación solamente ha desaparecido en el caso de las grandes S.A. que cotizan en bolsa
(art. 515 TRLSC).
 Derecho de información: el socio necesita estar informado porque así podrá ejercitar con pleno
conocimiento de causa su derecho al voto.
 Hasta el séptimo día antes de que se celebre la JGA el socio tendrá derecho a recabar in -
formación de los administradores, oral o por escrito sobre todos aquellos asuntos o cues-
tiones integradas en el orden del día de la asamblea.
 A lo largo o durante la celebración de la Asamblea cualquier accionista tiene derecho a
que los administradores le aclaren cualquier duda. Estos administradores deberán acla-
rar la cuestión en el mismo momento o en los 7 días siguientes.

5. ACCIONES ORDINARIAS Y PRIVILEGIADAS
Las acciones se dividen en clases y dentro de las clases a su vez en series. Todas aquellas
acciones que convienen los mismos derechos integran una clase.
El hecho de que en la LA permitan vaya clase de acciones nos permite intuir que existen
acciones privilegiadas y son esas acciones que otorgan privilegios en alguno o en varios de los
derechos que la acción otorga a los accionistas. Las acciones ordinarias son aquellas que no otorgan
ningún privilegio y son aquellas en las que la regla entre la proporcionalidad y el valor nominal no se
puede romper como sí sucede con las acciones privilegiadas.
Ha habido en la doctrina mercantilista española una polémica en torno a a ciando pueden
crearse acciones privilegiadas. Un sector doctrinal minoritario entendía que las acciones
privilegiadas no se podían constituir en el momento inicial de constitución de la sociedad porque
entendían que en ese momento inicial no existen razones para romper la igualdad de trato de los
accionistas y además según el art. 27 TRLSC a los fundadores o los promotores se le pueden otorgar
ventajas y que esas ventajas se otorgan a través de títulos nominativos distintos de acciones y esto es
porque el legislador entiende que en el momento inicial constitutivo de la sociedad no se le pueden
otorgar ventajas a los socios fundadores. Esto significa que en el momento inicial no se pueden
emitir acciones que contengan privilegios para el accionista.
La tesis mayoritaria es la tesis contraria y entiende que las acciones privilegiadas pueden
emitirse en cualquier momento de la vida de la sociedad. Según el art. 94.2 TRLSC para emitir
acciones privilegiadas se habrán de respetar las reglas propias de la modificación de estatutos porque
parece ser que el legislador está pensando en que se emitan acciones privilegiadas una vez ya se está
desarrollando la vida de la sociedad. En este caso la emisión de acciones privilegiadas se puede hacer
de dos modos:

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- Por medio de un aumento de capital constituido ese aumento en su totalidad o en parte por accio-
nes privilegiadas.
- Mediante un acuerdo de conversión de acciones ordinarias en acciones privilegiadas.

En ambos casos se deben seguir las reglas de la modificación de los estatutos.


Los privilegios que otorgan estas acciones privilegiadas se encuentran en el art. 96 TRLSC:
- Los privilegios no podrán consistir en otorgar al titular de la acción un interés.
- Los privilegios solamente pueden recaer sobre derechos de contenido puramente económico, es de-
cir, el derecho al dividendo y el derecho a la cuota de liquidación. El legislador expresa esta regla de
la forma siguiente: los privilegios nunca podrán alterar la regla de la proporcionalidad entre el valor
nominal de la acción y el ejercicio del derecho de voto o de suscripción preferente.

Las acciones sin voto son acciones que privan a su titular del derecho de voto y a cambio le
dan un mayor derecho al dividendo. Estas se crearon en España en 1989 porque se promulga la Ley
de anónimas. Se trata de un instrumento de financiación de la sociedad sin poner en peligro el control
político de la sociedad. Tienen el derecho de asistencia, voz, información pero no pueden votar.
Cuando se incorporaron las acciones sin voto a nuestro ordenamiento jurídico se tuvieron
unas buenas expectativas porque se pensaba que iba a beneficiar a la S.A. pero con el paso del
tiempo se ha visto que esto no es así, debido a que apenas hay S.A. con acciones sin voto puesto que
suponen un importante coste para la sociedad ya que estas acciones sin voto permiten un mayor
derecho al dividendo y no podía ser inferior al 5% del valor nominal que se hubiese desembolsado
por esa acción. Ante esta situación, reaccionó el legislador en 1998 modificando la LA e intentó
instaurar algo de flexibilidad en el régimen jurídico de las acciones sin voto para hacerlas más
atractivas para las S.A.
Esto ha quedado de la siguiente manera:
- Si existen beneficios repartibles entre los socios, el accionista titular de una acción sin voto tendrá lu -
gar al dividendo ordinario más a otro dividendo especial que solo se concede al accionista sin voto.
Ahora bien ha desaparecido el límite mínimo que señalaba la ley del 5%, siendo ahora el mínimo el
que la sociedad estipule.
- Si no existen beneficios repartibles entre los socios tenemos que distinguir dos tipos distintos de so-
ciedades anónimas:
 La sociedad que no cotiza en bolsa: dispone la ley que el socio que no ha recibido dividendos
tendrá derecho a recuperar y recibir ese dividendo en los 5 años o ejercicios siguientes. Hasta
tanto no reciba esos dividendos el socio recupera todos los derechos inherentes a la condición
de socio.
 La sociedad cotiza en bolsa: la ley en este caso se remite a lo que haya dispuesto la sociedad en
sus estatutos.

Hay un límite a la emisión de acciones sin voto establecido por la ley y es que el valor
nominal de las acciones sin voto no puede ser superior a la mitad del valor del capital social
desembolsado. Si se rompe este limite al aumentar el capital de la sociedad, este aumento del capital
sería nulo. Puede ocurrir también que se rompa ese límite por una reducción del capital por pérdidas,
en este caso establece la ley que la sociedad tiene dos años para cumplir con el límite mínimo. Si
pasados esos dos años, no se cumple con el límite, la sociedad tendrá que disolverse. También podría
solucionarse modificando los estatutos y transformando las acciones sin voto en acciones ordinarias.
Las acciones rescatables (arts. 500 y 501 TRLSC) son acciones que conceden a su titular o
bien a la sociedad o bien a ambos, un derecho de rescate que supone la amortización de la acción.
Son acciones pensadas para sociedades con necesidades decrecientes de capital, es decir, sociedades
que necesitan reducir su capital. Solamente se admiten en sociedades que coticen en bolsa. Son

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acciones que tienen que estar íntegramente suscritas e íntegramente desembolsadas. El importe de las
acciones rescatables no puede ser superior a ¼ parte del capital social. Si la sociedad quiere ese
derecho de rescato no podrá ejercitarlo antes de 3 años a contar desde que se emiten dichas acciones
(es un límite temporal). El rescate supone la amortización de las acciones. Esta operación se financia
de distintas formas:
- Financiarla mediante beneficios o reservas de libre disposición.
- Si no existen reservas patrimoniales, se lleva a cabo lo que se denomina la operación acordeón, es
decir, se aumenta el capital y seguidamente se vuelve a reducir el capital. Esto nos lleva a aumentar
el capital para poder pagar esas acciones y después volver a reducir el capital.
- Se puede devolver aportaciones a los socios, reduciendo el capital social.

Estudiar la libre transmisibilidad de acciones y limitaciones (manual)

LECCIÓN 6: LOS ÓRGANOS DE LA S2A2


12INTRODUCCIÓN
Hay dos órganos fundamentales en cualquier sociedad de capital que son
La Junta General de Accionistas que es el órgano deliberante y creador de la
voluntad societaria y el Órgano de Administración que es el poder gestor y
representativo de la sociedad frente a terceros.
22LA JUNTA GENERAL DE ACCIONISTAS
A2 CONCEPTO

La Junta General de Accionistas es una reunión de accionistas


debidamente convocada para deliberar y decidir por mayorías sobre
determinados asuntos sociales propios de sus competencias.
- Reunión de accionistas (arts2 193 y 194 TRLSC): no es necesario que todos
los accionistas estén presentes en las reuniones de la Junta General ya que en
muchos casos sería inviable por el gran número de accionistas que componen la
empresa. Basta con que estén presentes lo que la ley denomina quórums de
constitución. El art. 193 TRLSC establece los quórums generales para formar la
JGA y dispone que en primera convocatoria deben estar presentes accionistas
que representen el 25% del capital suscrito con derecho de voto. En segunda
convocatoria no es necesario que se cumpla un mínimo de capital suscrito, sino
que se compone con los accionistas que hayan acudido a la reunión de la JGA. Es
cierto que la ley permite que los estatutos aumenten estos porcentajes con el lí-
mite de que el quórum de la segunda convocatoria siempre sea inferior al de la
primera convocatoria. La ley es sensible al hecho de que hay JGA que adoptan
acuerdos de enorme importancia para la vida de la sociedad como son cualquier
modificación de los estatutos de la compañía, un aumento del capital, una reduc-
ción del capital, un acuerdo de conversión de acciones ordinarias en acciones
privilegiadas, un acuerdo de fusión, un acuerdo de transformación, un acuerdo
de supresión del derecho de suscripción preferente. En este caso entran los quó-
rums del art. 194 TRLSC y en primera convocatoria para que esté bien constitui-
da la asamblea tienen que estar presente accionistas que conforme el 50% del
capital suscrito y desembolsado con derecho de voto y en segunda convocatoria

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deberán estar presentes los socios que conformen el 25% del capital suscrito y
desembolsado con derecho de voto.
- Debidamente convocada: para que se pueda celebrar válidamente una JGA
tiene que ser convocada con unos requisitos de convocatoria previos recogidos
en el art. 166 y ss TRLSC.
Están obligados a convocar la JGA los administradores que tendrán que convocar
al menos en cada ejercicio económico una asamblea que es la JG ordinaria. Si lo
desean, pueden convocar también juntas extraordinarias, a lo cual estarán obli-
gados siempre se lo soliciten accionistas que representen al menos un 5% del
CS. El plazo de antelación de la convocatoria debe ser de 1 mes como mínimo
antes de la fecha de la celebración de la junta.
La ley ofrece la posibilidad de que en los estatutos sociales elijan entre dos posi-
bilidades para convocar la JGA: una sería mediante la página web de la sociedad
(si esta tiene página web) y otra vía sería la de un procedimiento de comunica-
ción individual y por escrito que garantice el conocimiento de la convocatoria a
cada accionista. Lo que la ley hace es permitir a los estatutos que o bien opten
por uno o por otro procedimiento. Puede ocurrir que los estatutos no digan nada
y entonces entra el régimen supletorio que es el que viene establecido en la ley,
siendo este que cuando los estatutos no dispongan nada, la JGA se tendrá que
convocar mediante una de las dos vías siguientes:
 A través del Boletín Oficial del Registro Mercantil, que será quien publi-
que la convocatoria.
 A través de una publicación en la página web corporativa. Si no existe
la pagina web, se podría publicar la convocatoria en un diario conocido
de gran circulación dentro del lugar concreto donde la sociedad tenga
situado su domicilio social.

Hay algunas reglas especiales para la S.A. Si estamos ante una


sociedad anónima que ha emitido acciones al portador, será
imprescindible que la publicación de la convocatoria se realice en el
BORME. Si estamos ante una de las sociedades del IBEX, la
convocatoria de la JGA tendrá que convocarse en cuatro
instrumentos:
 En primer lugar, se tendrá que publicar en la página web de la sociedad
 En segundo lugar, se tendrá que publicar en la página web de la Comi -
sión nacional del mercado de valor.
 En tercer lugar, se tendrá que publicar también en el BORME.
 Y por último, se tendrá que publicar en un diario de gran circulación
dentro del territorio nacional.

Esto se hace con la finalidad de comunicar a todos los socios de


esas grandes compañías que cotizan en bolsa, la celebración de
una JGA.
Existe la posibilidad de que accionistas que formen el 5% del capital
puedan pedir a los administradores lo que se denomina una
ampliación del orden del día de la asamblea. Para que esta
ampliación sea válida la ley impone dos requisitos:

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 Requisito formal: La petición debe realizarse a los administradores me-


diante un documento notarial.
 Requisito temporal: la ampliación del orden del día se tiene que produ-
cir dentro de los cinco días siguientes a la recepción de la convocatoria
de la asamblea.
- Para deliberar y decidir por mayoría sobre los asuntos propios de su competencia
(art. 201 TRLSC): La JGA adopta sus acuerdos por la regla de la mayoría, no de la
unanimidad. Aquí no es válida la regla de la mayoría por cabezas, sino que es
mayoría de capital. En la sociedad limitada puede haber privilegios que afecten
al derecho de voto. Esos acuerdos adoptados vinculan a todos los socios no solo
a los que han votado a favor. Si esos acuerdos adoptados por mayoría, vulnera-
sen la ley o los estatutos, esos acuerdos podrán impugnarse ante los tribunales.

B2 CARACTERES
- Órgano necesario: toda sociedad de capital tiene que poseer un órgano, que es
la JGA en este caso, a través del cual se forma la voluntad de la sociedad.
- Órgano no permanente: los accionistas no siempre están reunidos en JGA, sino
que la ley exige que se reúnan al menos una vez al año.

C2 COMPETENCIAS

Con anterioridad al TRLSC, no existía una enumeración de competencias en


ninguna ley.
Con posterioridad al TRLSCA, las competencias de la JGA se recogen en el
art. 160 TRLSC. Algunas de estas competencias son:
- Aprobación de las cuentas
- Aprobación si procede de la gestión llevada a cabo por los administradores
- Decisión sobre la aplicación de resultados de ejercicios anteriores.

Esto se llevará a cabo a través de la JGA ordinaria.


Otras competencias son las llamadas modificaciones societarias, que son
todos aquellos cambios que suponen algún cambio en la sociedad anónima
(un cambio de estatutos, un cambio del objeto social, una reducción del
capital). En algunos casos se requieren mayorías especiales para adoptar
acuerdos relevantes.
Otra competencia muy importante sería la de elegir, destituir o revocar
libremente a los administradores. Esto es debido a que la JGA tiene
preferencia jerárquica sobre el órgano de administración.
D2 CLASES DE JUNTAS
- Junta ordinaria y extraordinaria:
 Junta ordinaria: en principio es aquella que cumple dos exigencias, una
de carácter temporal o cronológica, según la cual la JGA ordinaria es
aquella que se celebra en los 6 meses siguientes al cierre del ejercicio
económico y una segunda exigencia de carácter material, según la cual
en la JGA ordinaria se deben tratar necesariamente algunas materia o
asuntos y estas son la aprobación de las cuentas y de la gestión y la
aplicación del resultado del ejercicio económico. Además de estas ma-

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terias pueden tratar otras más, pero como mínimo deben abordarse
esas materias obligatoriamente.
Hubo casos que llegaron a ser conocidos por el TS, en los que JGA ordi-
narias se celebraban pasados esos 6 meses que se establecen como re-
quisito. Aquí el TS creó jurisprudencia porque en más de dos sentencias
vino a fijar la siguiente idea: en estos casos podemos hablar, pese al in-
cumplimiento del requisito temporal o cronológico, de una JGA ordina-
ria, sin perjuicio de que los administradores tengan que responder de
los posibles daños y perjuicios que su actuación negligente haya podido
ocasionar. Esta jurisprudencia se plasmó en la ley, en el art. 164 TRLSC,
según el cual la junta seguirá siendo válida pese a que se celebre pasa-
dos los 6 meses de rigor.
Como conclusión debemos decir que el requisito verdaderamente im-
prescindible que califica a una JG ordinaria es el material, no el tempo-
ral.
 La junta extraordinaria es toda aquella junta que no pueda ser califica-
da como ordinaria. Cuando en una junta no estén las materias neces-
arias para que sea una junta ordinaria, estaríamos ante una junta ex-
traordinaria.
- Junta Universal (Art 178 TRLSC): se regula en el art. 178 TRLSC. Se prevé para
empresas que no cotizan en bolsa y que no son muy grandes. Se conecta con los
requisitos de convocatorias de las juntas. La ley impone esos requisitos de previa
convocatoria de las Juntas para que todos los socios tengan conocimiento de que
se va a celebrar una asamblea y conozcan los puntos que integrarán su orden
del día, de manera que puedan tomar decisiones al respecto (asistir, mediante
representante o no, no asistir…). Ahora bien, si en la asamblea están presentes
todos los accionistas, parece que en ese caso sería innecesario haber observado
unos requisitos de previa convocatoria (por ejemplo, si la sociedad estuviera for-
mada por 6 socios y, en un momento en que están reunidos por otro motivo, de-
ciden celebrar una Junta, no es necesario que se cumplan requisitos previos, por-
que ya conocen todos la convocatoria, de manera que la asamblea será válida
de todas formas).
 Requisitos de universalidad:
o La presencia de la totalidad del capital social: todos los socios
tienen que estar presentes en la Asamblea. Este requisito ha
planteado dos problemas:
 El primero es entender si cuando la ley se refiere a la tota-
lidad del capital social esté presente también el capital
que está privado del derecho de voto. Este problema lo
planteó por vez primera el profesor Muñoz Planas que
planteaba si era conveniente interpretar totalidad del ca-
pital sin que esté presente el capital sin derecho de voto,
siendo el argumento el siguiente: dado que el accionista
sin voto cabe del derecho de voto, carece también de la
posibilidad de decidir si se celebra una Junta Universal o
con otras palabras, si el accionista sin voto carece de lo
menos que es votar en una asamblea, tiene que carecer

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de lo más que es decidir si se celebra o no una Junta Uni-


versal.
La doctrina mayoritaria encabezada por el Profesor Me-
néndez defendió la tesis contraria sobre la base de dos ar-
gumentos: la ley habla de totalidad del capital social sin
hacer distinción y donde la ley no distingue no es posible
establecer distinciones, por tanto se refiere a todo el capi-
tal estrictu sensu; y el segundo argumento decía Menén-
dez que la tesis del profesor Muñoz Planas desconoce un
dato importante y es que lo titulares de acciones sin voto
conservan el resto de derechos del socio: voz, asistencia…
Por lo tanto, hay que tener en cuenta que la tesis anterior
sería una tesis conculcadora de esos importantes dere-
chos que tienen los accionistas sin voto.
Este tema está casi cerrado en nuestra comunidad jurídi-
ca, en el sentido de que cuando la ley se refiere a todo el
capital, es todo el capital, incluido los socios con acciones
sin derecho al voto.
 El profesor Uría contestaba negativamente a la posibilidad
de que se pudiese asistir por medio de representante a
las Junta Universales. Esto era así dado que pensaba que
la representación en las Juntas Generales debería ser ad
hoc (para una Junta singular, no en general para cualquie-
ra que se celebre). Como las Juntas Generales son juntas
espontáneas no sería posible que un socio pudiese dar un
poder a otro ya que no se sabe en qué momento se va a
producir esa junta. A él le contestó Vallet de Goitisolo en
el sentido siguiente: es muy frecuente que las Juntas Uni-
versales sean juntas espontáneas pero nada se opone a
que se convoque una Junta Universal de modo informal
(llamada de teléfono, un correo electrónico…). Como aquí
ya hay un acuerdo de cuándo se va a producir la Junta Ge-
neral, sí podrá otorgarse un poder para poder ser repre-
sentado en la Junta General.
o Aceptación unánime de la celebración de la reunión y del orden
del día: aquí se pueden dar dos interpretaciones:
 Cabría entender que solo se podría celebrar una junta ge-
neral si todos los socios quieren celebrar la asamblea y
además quieren abordar todos los puntos del orden del
día que se proponen para esa asamblea. De modo que si
algún accionista no quisiese abordar algún punto del or-
den del día, la asamblea no se podría celebrar porque o
hay consentimiento unánime sobre todos los puntos del
orden del día.
 Cuando se refiere la ley a que los accionistas tienen que
dar su conformidad al orden del día de la asamblea, el le-
gislador quiere decir que si hubiese algún accionista que

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estuviese en contra de abordar algún punto, ello no impi-


de celebrar la asamblea universal, pero sólo se podrán
emitir acuerdos válidos en relación con los puntos del or-
den del día que sí hayan sido aceptados por todos los ac-
cionistas. Al ser esta la tesis más flexible, es la que debe
aceptarse.
Debemos apuntar también que el consentimiento para
aceptar la asamblea universal puede ser tanto expreso
como tácito, que se producirá cuando el socio esté pre-
sente en la asamblea y además participe activamente en
ella. Esto refleja la voluntad de querer que se celebre la
asamblea. Además cabria el consentimiento presunto que
está muy cercano al tácito y que se producirá cuando un
socio esté presente en la asamblea pero adopte una acti-
tud totalmente pasiva. Esta presencia sin más se podría
entender como un consentimiento presunto.

La Junta Universal se puede celebrar en cualquier lugar de España o del


extranjero, mientras que lo normal es que se celebre en la localidad donde
la sociedad tenga su domicilio para facilitar así la asistencia de los socios
a la junta general.
La Junta Universal es competente para abordar cualquier asunto, ya sea
un asunto de una Junta General ordinaria o extraordinaria.
- Juntas Especiales: a la junta General pueden asistir todos los accionistas sea cual
sea la clase de acciones de que sean titulares, sin embargo a las Juntas Especia -
les solo pueden asistir accionistas con una determinada clase de acción, como
por ejemplo los accionistas sin derecho de voto.

3. CONSTITUCIÓN DE LA JUNTA: REQUISITOS


A) QUE HAYA SIDO DEBIDAMENTE CONVOCADA
El órgano que tiene el deber de convocar las juntas son los administradores. Puede suceder que los
administradores no convoquen la junta general ordinaria o extraordinaria. En el caso de la ordinaria,
la podrá convocar el juez siempre y cuando se lo pida un accionista. En el caso de la extraordinaria la
podrá convocar el juez siempre y cuando los accionistas que le pidan convocar al juez esa junta
extraordinaria deberán ser titulares del 5% del capital social.
B) QUE SE CELEBRE EN LA LOCALIDAD DEL DOMICILIO SOCIAL (art. 175)
Salvo en el caso de que estemos ante una Junta Universal, ya que esta se podrá celebrar en cualquier
lugar.
C) QUE CONCURRAN LOS QUÓRUMS NECESARIOS (ARTS. 193 Y 194)
El 193 establece la regla general: en primera convocatoria 25% del capital suscrito con
derecho de voto y en segunda convocatoria igual. El art. 194 aborda la cuestión de juntas celebradas
por asuntos importantes: en la primera 50% capital social suscrito con derecho de voto y en la
segunda un 25%.

4. FUNCIONAMINNTO DN LA JUNTA
- Nombramiento del Presidente y del Secretario.

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La ley exige que se nombre un presidente y un secretario de la Junta que vendrán nombrados
en los Estatutos de la compañía. Puede suceder que no fijen los estatutos quien será presidente y
secretario, entonces, el presidente de la Junta será el presidente del Consejo de Administración. Si no
estuviese en la asamblea el presidente del Consejo de Administración, serán los socios quienes
nombren al presidente por unanimidad. El secretario será elegido para cada asamblea concreta por
los accionistas, aunque en la práctica lo normal es que sea siempre el mismo.
- Confección de la lista de asistentes art. 192 TRLSC.

Una vez que hemos nombrado presidente y secretario se confeccionará la lista de asistentes a
la Junta General, que será redactada por el secretario y que deberá especificar si asisten en nombre
propio o a través de representante y el capital social que poseen cada uno de ellos. Se deberá
especificar si el capital de cada socio tiene o no derecho de voto (importante de cara a los quórums).
- Fase de deliberación de los asuntos

Es la fase en que se da la palabra a todos los accionistas que quieran hablar y podrá haber un
debate. Esta fase es una fase esencial, se podrá ver afectada la asamblea por un vicio de nulidad si
esta fase no aparece en la asamblea. Esto ha sido reconocido por el TS en sus sentencias, pero la fase
de deliberación podrá durar más o menos, dependiendo del Presiente, pero en todo caso deberá
existir. En esta fase puede escucharse a otras personas: expertos, notarios… La deliberación debe
realizarse para poder formarse una opinión, que podrá incluso cambiar el sentido del voto que se
había pensado emitir. El presidente estaría incumpliendo el deber de diligencia si omitiera esta fase,
por lo que se le podría reclamar responsabilidad si se causara un perjuicio.
- Fase de votación: mayoría de capital

Aquí hay que determinar con qué mayoría se toman los acuerdos, que tiene que ser una
mayoría de capital, pero puede ser simple, absoluta o reforzada. Habría simple cuando vota a favor
del acuerdo un porcentaje de capital superior al que ha votado en contra. Habrá mayoría absoluta
cuando vota a favor del acuerdo más de la mitad del capital social presente o representado en la
asamblea. Y por último, habrá mayoría reforzada cuando se exige una mayoría superior a la mayoría
absoluta.
Según se desprende del texto refundido, la norma general para adoptar acuerdos es la de la
mayoría absoluta. Hay unos casos excepcionales en los que se descarta esta regla general a favor de
la mayoría reforzada. La mayoría reforzada se dará en todos aquellos casos contemplados en el art.
194 TRLSC siempre que en la asamblea esté presente menos del 50% del capital suscrito con
derecho de voto. Y esta mayoría reforzada será de 2/3 del capital suscrito presente y representado en
la asamblea.
- Redacción del acta (arts. 202 y 203 TRLSC)

El acta recoge los debates y los acuerdos adoptados. Será redactada normalmente por el
secretario, pero también cabe la posibilidad de que lo haga un notario cuando los administradores se
lo pidan accionistas que representen un 1% del capital social suscrito con 5 días de antelación. El
acta se tendrá que aprobar o bien cuando finalice la asamblea o bien dentro de los 15 días siguientes.
Deberá aprobarse por el secretario y 2 interventores: uno elegido y que represente a la mayoría del
CS y otro elegido y que represente a la minoría del CS.
5. LOS DERECHOS DE ASISTENCIA, VOTO Y REPRESENTACIÓN
A) ASISTENCIA Y VOTO

Se trata de dos derechos instrumentales porque sólo podrá votar quien tenga reconocido
legalmente el derecho de asistencia a las asambleas. Esto no significa que para poder votar en una
asamblea haya que asistir a las juntas, sino que se puede ejercitar el derecho de voto sin tener una

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presencia física en la asamblea. Cuando los estatutos prevén esta forma de permitir el voto, están
facilitando que el socio participe en la asamblea mediante cualquier medio de comunicación a
distancia (vía postal, telemática, etc.).
Los titulares del derecho de asistencia son los accionistas, pero en el caso del derecho de
voto, los titulares de acciones sin voto, tienen derecho de asistencia pero no a voto. Tampoco tienen
derecho de voto los accionistas que teniendo derecho de voto, hayan incurrido en mora, hasta una
vez pague aquello que le corresponde. También tienen derecho de asistencia otras personas que no
son socios y pueden estar legitimados para asistir a las juntas, por ejemplo, cabe la posibilidad de que
los Estatutos concedan derecho de asistencia a los representantes de los trabajadores. También cabe
la posibilidad de que el presidente de la asamblea conceda el derecho de asistencia a determinadas
personas, como un experto que ha realizado un informe para la sociedad.
Además son muy importantes desde el punto de vista político, pero pese a esto son derechos
cuyo ejercicio está sometido a determinadas limitaciones:
- Se puede exigir en los estatutos tener que poseer un determinado número de acciones para poder
asistir a las juntas y votar.
- También se puede limitar el número máximo de votos que un único accionista puede emitir en la
Junta General. En el caso de sociedades cotizadas sería nula esta limitación.

B) REPRESENTACIÓN

Cualquier accionista de una sociedad anónima, ya sea cotizada o no, tiene el derecho de
hacerse representar por una persona en la Junta General.
Para que el poder de representación sea válido tiene que cumplir una serie de requisitos:
- Tiene que ser un poder por escrito, sea en papel o en un soporte electrónico duradero. Esto indica
que no vale un nombramiento verbal.
- Además tiene que tratarse de un poder especial para cada junta general.

Puede ocurrir que el accionista nombre representante para asistir a una asamblea pero al final
sea él el que decida ir a la asamblea. Así, la asistencia a la asamblea del accionista se entiende
jurídicamente como una revocación fáctica del poder de representación que confirió al representante.
Por otra parte, es necesario entender lo que se denomina “solicitud pública de representación
o representación solicitada de forma pública”. Así, hay solicitud pública de representación cuando
una misma persona representa a más de tres accionistas. Cuando esto sucede, se imponen una serie
de exigencias al documento en el cual se confiere representación a ese sujeto:
- En el documento debe venir recogido el orden del día de la asamblea.
- Las instrucciones precisas para ejercitar el derecho de voto.
- Finalmente, deberá aparecer el sentido en el que tendrá que ir el voto si no se han dado unas ins-
trucciones concretas para realizar el voto. Cabe la posibilidad de que el representante se separe de
las instrucciones que le han dado los representados cuando aparezcan circunstancias nuevas que no
estaban y que fueron por tanto ignoradas en el momento en que se otorgó el poder de representa-
ción. El representante entiende que si sigue las instrucciones de los representados podrían verse es -
tos últimos perjudicados y en este caso, el representante podría ignorar las instrucciones que se les
dio en un primer momento.

Existe una figura llamada representación familiar y esta se da cuando el representante es un


cónyuge, ascendiente o descendiente del representado. También se habla de representación familiar
en sentido amplio cuando el representante es familiar del representado y tiene un poder general del
representado para representarle en todo lo relativo a su esfera económico-patrimonial. Cuando
estemos ante un poder familiar, en este caso no se aplican las limitaciones a las que hemos hecho

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referencia anteriormente (el poder no tiene que ser especial para cada junta, y si existe una
representación pública tampoco deben contenerse los requisitos de dicha representación).
6. LA IMPUGNACIÓN DE LOS ACUERDOS SOCIALES
Este es un tema muy importante para evitar que se produzcan abusos de poder por parte de
algunos socios. Puede ocurrir que la voz formada en el seno de una asamblea general no sea lícita
porque sea contraria a la ley, puede haber vulnerado una norma de rango estatutario, o que se
perjudique los intereses de la sociedad tratando de beneficiar a los intereses de una persona.
Por esto la ley reconoce la posibilidad de poder adoptar todos aquellos acuerdos contrarios
que no respeten la legalidad vigente, para poder evitar los abusos de la mayoría. Por tanto, esta es un
arma fundamental en manos de la minoría si no puede sacar adelante sus acuerdos.
La impugnación de acuerdos se hacía tradicionalmente mediante demanda ante el juez, pero
desde hace un tiempo se admite el arbitraje en materia societaria, por lo que estos acuerdos pueden
impugnarse ante un determinado órgano arbitral cuando esto esté previsto.
Los acuerdos que son impugnables son los siguientes:
- Los acuerdos que vayan contra ley. Por ejemplo, un acuerdo adoptado en una junta universal a la que
no asisten todos los accionistas.
- Los acuerdos contrarios a los estatutos. En los estatutos se pueden establecer una serie de clausulas
que den determinados derechos a determinadas personas.
- Acuerdos adoptados en beneficios de socios o de terceros pero lesionando los intereses de la socie -
dad.

Las acciones que se pueden ejercitar son:


- Si estamos ante acuerdos contrarios a la ley, se podrá ejercitar la acción de nulidad, que no es la mis -
ma a la que se refiere el CC, que es imprescriptible, sino que debe ejercitar en el plazo de 1 año des -
de la adopción del acuerdo o desde su publicación en el BORME. La acción de nulidad en este caso
podrá ejercitarla los administradores de la sociedad, los accionistas (cualquier accionista de la com -
pañía), cualquier tercero que acredite un interés legítimo (cuando el acuerdo le afecte de forma di-
recta o indirecta).
- Si el acuerdo es contrario a los estatutos o han sido adoptados en beneficio de terceros, se contem-
pla la acción de la anulabilidad. Esta acción de anulabilidad se llevará a cabo en un plazo de 40 días a
contar desde que se adopta el acuerdo y si el acuerdo es inscribible en el BORME, desde que se pu -
blica en este. En este caso, los legitimados para ejercitar la acción de anulabilidad serán los adminis-
tradores sociales, los accionistas ausentes (que no asistieron a la junta general), los accionistas pre-
sentes que fueron privados ilegítimamente del derecho de voto y por último aquellos que hicieron
constar expresamente en el acta su oposición al acuerdo impugnado (esto no significa que se haya
votado en contra del acuerdo, sino que es necesario que se pida al secretario que en el acta conste
tu posición al acuerdo impugnado).

7. EL ÓRGANO DE ADMINISTRACIÓN
A) PUNTO DE PARTIDA: ¿EL ORGANO DE ADMINSITRACIÓN ESTÁ SUBORDINADO A LA JUNTA GENE-
RAL?

Según el derecho positivo el órgano de administración está subordinado a la Junta General de


Accionistas. Esto se corrobora en un dato normativo según el cual quien elige a los administradores y
los destituye sin causa alguna es la Junta General de Accionistas. Luego esto corrobora que los

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administradores están subordinados a la JGA.


Según la práctica, es decir, la respuesta fáctica o de hecho, en la S.A. formada por un gran
número de accionistas, los administradores han tomado un papel protagonista y la JGA ha quedado
en un segundo plano, dando un lugar de preeminencia a los administradores sobre la JGA.
Esto es así porque cada vez la gestión es una actividad más compleja porque cada vez hay
que cumplir más exigencias del derecho y los accionistas reunidos en la JGA carecen de esos
conocimientos técnicos para poder controlar la gestión que realizan los administradores de la
sociedad y por tanto no podrán discrepar de la administración llevada a cabo por los administradores.
Además, el absentismo de los accionistas a las juntas generales provoca que en las juntas generales
nos encontramos con los accionistas de control que están muy apegados a los administradores y por
tano no van a poner reparos a la administración que están llevando a cabo los administradores.
B) CARACTERES

Se trata de un órgano necesario porque no puede haber una S.A. que no tenga órgano de
administración y además es un órgano permanente ya que realiza una actividad que no puede ser
interrumpida en el tiempo, sino que es continua.
C) FORMAS

Puede ser un órgano unipersonal constituido por una sola persona, siendo bastante infrecuente
en el caso de una S.A. pero en el caso de las S.A. familiares suele darse.
Puede ser un órgano pluripersonal. Si es solidario, lo que realice uno de ellos individualmente
pueden vincular a todos los demás administradores. Si es de funcionamiento mancomunado, en este
caso lo que celebre un administrador individualmente no vincula al otro administrador, sino que
ambos deben prestar su consentimiento para que los actos vinculen a ambos.
Puede tratarse de un órgano pluripersonal de funcionamiento colegiado y dice la ley que si el
órgano de administración lo forman tres personas o más debe de ser un órgano de funcionamiento
colegiado. Aquí, las decisiones tienen que ser adoptadas por la regla de la mayoría.

8. ESTATUTO JURÍDICO DE LOS ADMINISTRADORES


A) REQUISITOS DE CAPACIDAD Y PROHIBICIONES PARA SER ADMINISTRADOR

Para ser administrador, puede serlo una persona que tenga la condición de accionista o una
persona externa a la compañía y que por lo tanto no es accionista de la sociedad. Esto es debido al
principio del heterogeneisismo.
A su vez, puede ser administrador tanto una persona física como una persona jurídica.
Lógicamente si el administrador es una persona jurídica deberá nombrar a una persona física que la
represente.
Con respecto a la capacidad, dice la ley que para ser administrador hay que cumplir los
requisitos de capacidad para poder ejercitar el comercio. Estos requisitos son que sea mayor de edad
y tenga libertad de disposición de sus bienes. En cuanto al menor emancipado, finalmente la ley se
decanta porque el menor emancipado puede realizar una labor de administración en el seno de una
sociedad de capital.
No pueden ejercitar el cargo de administrador por tenerlo prohibido las siguientes personas:
los menores de edad que no estén emancipados; los que por razón de su cargo no puedan ejercitar el
comercio (un juez en Córdoba no puede ejercitar labores de administración en una sociedad
cordobesa); los que estén inhabilitados según la ley concursal; las personas que hayan sido
condenadas por delitos contra el patrimonio, contra la seguridad y contra la libertad.
B) NOMBRAMIENTO DE LOS ADMINISTRADORES

Tenemos que distinguir según la etapa en la que nos encontremos en la vida de la S.A. Si

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estamos en la etapa de creación de la compañía, en la escritura pública deberán venir recogidos los
primeros administradores de la sociedad. En los nombramientos posteriores, será la Junta General la
que nombre a los administradores posteriores. Si los estatutos no han fijado un número fijo de
personas, la JG aparte de nombrarlos fijará el número exacto.
Si el órgano de administración se ha estructurado como un Consejo de administración
colegiado, la ley fija dos procedimientos para nombrar a los administradores:
- El procedimiento de cooptación: alguno de los administradores ha cesado en sus funciones antes de
tiempo (fallece o se pone enfermo) dejando una vacante en el Consejo. El procedimiento de coopta-
ción es el que se lleva a cabo para poder nombrar a un sustituto. Consiste en que los restantes conse -
jeros nombrarán a una persona que reemplace esa vacante, pero el nombramiento está sujeto a dos
limitaciones: solamente se podrá nombrar como consejero a un accionista (es un caso excepcional) y
además el nombramiento es un nombramiento con carácter provisional, hasta tanto sea ratificado o
no por la Junta General de Accionistas. El nuevo consejero que designe la Junta será el definitivo.
- El procedimiento de sistema de elección proporcional: funciona solo en la gran S.A. que funciona
con los accionistas mayoritarios y sacan a flote sus acuerdos y los minoritarios que no siempre sacan
a flote sus acuerdos. Se trata de un sistema dirigido a facilitar a los socios minoritarios que al menos
puedan elegir un consejero en el consejo de administración. Se lleva a cabo dividiendo la cifra del ca-
pital social entre el número de miembros del Consejo de administración. Este cociente nos indica la
cuantía de capital social que es necesario que reúnan los accionistas minoritarios para poder desig -
nar a un miembro del consejo de administración, es decir, se reúnen accionistas minoritarios que lle-
gan a ese capital mínimo y nombran a un consejero.
C) DURACIÓN DEL CARGO Y REVOCACIÓN DEL NOMBRAMIENTO DEL ADMINISTRADOR

La ley establece una duración máxima de seis años y llegado el momento, los administradores
son destituidos ipso iure. No hay ningún inconveniente en que puedan volver a ser elegidos. Ahora
bien, en cualquier momento la JGA puede revocar el nombramiento de cualquier administrador sin
tener que alegar ninguna causa, se trata de una revocación AD NUTUM. Aquí se observa el hecho de
que los administradores se encuentran subordinados a la JGA.
D) RETRIBUCIÓN DE LOS ADMINISTRADORES

Los administradores no desempeñan su cargo gratuitamente, si no que suelen tener unas


retribuciones muy elevadas. La Ley fija un mínimo de derecho al dividendo que debe otorgarse a los
accionistas, tras lo cual se dará lo que corresponda a los administradores, cuya retribución debe estar
muy bien fijada en los Estatutos (históricamente no era así, sino que se daba más libertad). Si esa
retribución consiste en una participación en beneficios, antes de que se le den habrán de cumplirse
unas cautelas: que se cumpla la reserva legal y estatutaria en su caso, que se les reconozca a los
accionistas un dividendo como mínimo del 4% (ahora bien, si los estatutos quieren fijar otra cantidad
de dividendo mínimo es posible). Con el remanente que quede, puede procederse a pagar a los
administradores.
Normalmente suele retribuirse con este porcentaje sobre las ganancias y con ciertas dietas. En
EEUU se crearon las opciones sobre acciones, que consiste en que se dan a los administradores
derechos a comprar acciones a un precio determinado dentro del plazo que se fije. Esas opciones
sobre acciones se otorgan porque así, si gracias a su labor el valor de las acciones aumenta, ganará la
cantidad de diferencia entre lo que debía pagar y lo que cuestan. Si se opta por este sistema en los
estatutos deberá estar especificado.
E) FACULTADES DE LOS ADMINISTRADORES

A los administradores les corresponde administrar y gestionar la empresa, dentro de las


actividades ordinarias ya que para las extraordinarias se deberá convocar la Junta General y ellos

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serán los encargados de hacerlo.


También representan a la sociedad en juicio y fuera de juicio. La representarán en todo aquello
relativo al objeto social. Aquí se dictan dos reglas:
- Es ineficaz frente a terceros cualquier limitación de las facultades representativas de los administra-
dores por debajo del objeto social aunque esté inscrita en el RM. Esto tiene su sentido AD INTRA, es
decir, dentro de la sociedad puede actuar en todo lo que esta le permita y será responsable de los ac -
tos que lleve a cabo para con la sociedad pero no perjudicará a los terceros de buena fe, tratándose
así de actos válidos.
- La sociedad quedará obligada frente a terceros que hayan obrado de buena fe y sin culpa grave aun-
que se desprenda de los estatutos que el acto no formaba parte del objeto social. Aquí el legislador
da un paso más hacia delante, el administrador ha actuado fuera del objeto social y pese a haber
realizado algo fuera del objeto social, el acto será un acto válido y el administrador tendrá que rendir
cuentas con la compañía.
F) LOS DEBERES Y LA RESPONSABILIDAD DE LOS ADMINISTRADORES
- Los deberes de diligencia, fidelidad, lealtad y secreto (arts. 224 a 232 TRLSC)
La ley fija una serie de deberes con carácter de ámbito genérico y amplio. Estos deberes son:
 El de diligencia: en el ámbito del derecho privado hay dos ámbitos de diligencia, la del
buen padre de familia y la diligencia del ordenado comerciante y representante leal.
Cuando la ley habla del deber de diligencia para los administradores, se está refiriendo al
segundo, debe el administrador cumplir sus funciones con un deber de diligencia del or-
denado comerciante porque aunque no sea el titular de la empresa, es él el que está re-
presentando a la empresas y gestionando sus actividades.
 El de fidelidad: supone actuar siempre en favor del interés social porque puede haber la
tentación de que el administrador opte por la vía que más le favorezca a él. Si se puede
demostrar que esto se produce, el administrador no está actuando con interés a la socie -
dad.
 El de lealtad: ser leal es que cuando se presenten oportunidades de negocio, esas opor -
tunidades de negocio siempre repercutan en favor de la compañía, es decir, que no apro-
veche su posición privilegiada para aprovecharse de esas operaciones.
 El de secreto: tiene el deber de guardar secreto de las deliberaciones del Consejo de ad-
ministración. Si esto se produce, estaría llevando a cabo una actuación desleal que podría
ser penable por la ley de competencia desleal.

- La responsabilidad (arts. 236 a 241 TRLSC)


 Presupuestos de responsabilidad: tiene que haber una acción o una omisión de los admi-
nistradores que sea contraria a la ley (TRLSC y otras leyes), que sea contraria a los estatu -
tos o puede haber una acción o una omisión que conculque alguno o varios de los debe -
res que deben cumplir los administradores. Además debe haber un daño causado a la so-
ciedad, a un grupo de socios o a terceros ajenos al contrato societario. Y por último tiene
que haber una relación de causalidad entre los daños causados a la sociedad y la acción u
omisión realizada por los administradores contraviniendo la ley, los estatutos o los debe-
res especiales de los administradores.
 Modalidad de responsabilidad que consagra la ley y administradores a los que afecta: la
ley establece una responsabilidad solidaria y dice la ley que esa responsabilidad afecta a
todos los miembros del órgano de administración que conocían el acto y no se opusieron

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expresamente a él. De modo que quedan fuera de esa responsabilidad los que votaron
en contra del acto que hubiese dado lugar a la responsabilidad de los administradores o
los que votando a favor hicieron todo lo posible para que el acto no produjera sus efectos
y por último no afecta a los que desconocían por completo el acto.
 Las dos clases de acciones ejercitables contra los administradores:
- Acción social de responsabilidad: Se ejercitará cuando se pretenda que los adminis-
tradores reparen el daño causado a la sociedad. Si lo que queremos es pedir el resarci-
miento de los daños o perjuicios que los administradores han causado con su actuación
se interpondrá esta acción.

Respecto a la acción social de responsabilidad, con un acuerdo de la JGA se les puede pe-
dir responsabilidad a los administradores. La JGA se pronuncia y en ese pronunciamiento
se les pide responsabilidad a los administradores. Lógicamente ese acuerdo deberá mani-
festarse por escrito en una demanda ante los tribunales, que son los que deberán fijar la
indemnización que estos deben pagar a la compañía. La sociedad puede pronunciarse so-
bre la acción social de responsabilidad aunque esto no esté incluido en el orden del día.
La Junta General no se podrá oponer al ejercicio de la acción social de responsabilidad
siempre que estén a favor de la misma, accionistas que representen el 5% del CS. De este
modo, el ejercicio de la acción social no solo queda en mano de la sociedad, sino también
de los accionistas, porque:
 Accionistas que representen el 5% del CS pueden operar dirigiéndose contra los
administradores para que convoquen una Junta General en la que se aborde ese
tema del ejercicio de la acción social de responsabilidad. Si los administradores
desoyen la petición, entonces esos accionistas que representan el 5% podrán di-
rigirse a la autoridad judicial directamente, porque la Ley les legitima para ello.
 Lo mismo ocurrirá en el caso de que se celebrara la JGA y se hubiera decidido
ejercitar la acción social de responsabilidad pero ya ha transcurrido un mes sin
haberse ejercitado.
 Cuando se celebró la Junta General pero el acuerdo fue contrario al ejercicio de
la acción social de responsabilidad, es decir, si se decidió no exigir responsabili-
dad a los administradores.

La acción también puede ejercitarse por un tercero ajeno a la sociedad que sea su acree-
dor si no ha sido ejercitada por la sociedad ni por ningún accionista y si entiende que el
patrimonio social es insuficiente para satisfacer los créditos que la sociedad tiene con él.

- Acción individual de responsabilidad: se ejercita cuando lo que se pide es que los


administradores resarzan el daño causado en un patrimonio individual de un socio o un
tercero ajeno a la sociedad. La acción individual de responsabilidad la ejercitará un terce-
ro o un socio para pedir que se repare el daño causado en su patrimonio individual. Esta
acción se puede ejercitar conjuntamente o al margen de la anterior. Esta acción no tiene
ninguna peculiaridad.

H) EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN
Una de las formas más frecuentes de estructurar el órgano de administración es el Consejo de
Administración. Es obligatoria su constitución si se decide designar a tres o más administradores
conjuntamente (art. 210.2). Así se agiliza el funcionamiento de la administración social, al imponer
la formación de un órgano colegiado que se rige por el principio de la mayoría. Jurídicamente, tanto

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el Consejo como cada uno de sus consejeros son administradores.


La convocatoria del consejo de administración ha de realizarse por el presidente o quien haga
sus veces y, por regla general, no parece que sea necesario que en ella conste el orden del día. No
obstante, el art. 246.2 prevé la posibilidad de que consejeros que supongan al menos un tercio de los
miembros del consejo soliciten al presidente la convocatoria del consejo. En tal caso, si el presidente
no convoca el consejo sin causa justificada en el plazo de un mes, los propios consejeros pueden
efectuar la convocatoria, indicando el orden del día, debiéndose celebrar el consejo en la localidad
donde radique el domicilio social.

Para la válida constitución del consejo tienen que asistir, presentes o representados, la
mayoría de sus vocales. Está previsto, sin embargo, que se puedan adoptar acuerdos sin sesión,
siempre que sea por escrito y ningun consejero se oponga. El funcionamiento del consejo,
escasamente regulado en la ley, se regirá por lo que establezcan los estatutos, que tienen
necesariamente que contener alguna mención sobre el modo de deliberar y adoptar los acuerdos, o el
propio consejo.
Los acuerdos se adoptan por mayoría absoluta de consejeros concurrentes a la sesión. Los
estatutos pueden exigir una mayoría reforzada. También pueden conceder un voto de calidad al
presidente. Las discusiones y acuerdos se llevarán a un libro de actas que serán firmadas por el
presidente y el secretario.
Las sociedades cotizadas han de disponer de un Reglamento del consejo, que, de forma
análoga al Reglamento de la junta, desarrolla lo previsto en los estatutos sobre el consejo de
administración y recibe idéntica publicidad al Reglamento de la junta.
Es frecuente la delegación de funciones por parte del consejo. La ley establece que, cuando
los estatutos no dispongan otra cosa, el consejo podrá designar de su seno una comisión ejecutiva o
uno o más consejeros delegados, sin perjuicio de los apoderamientos que pueda conferir a cualquier
cosa. La delegación de facultades en las comisiones o en los consejeros delegados y la designación
de las personas que vayan a ocupar los cargos requieren el voto favorable de las dos terceras partes
de los componentes del consejo y no producirán efecto hasta su inscripción en el RM. La ley se
refiere a algunas facultades que en ningún caso pueden ser objeto de delegación: la rendición de
cuentas, la presentación de balances a la junta, y las que ésta conceda al consejo, salvo autorización
expresa. Las demás facultades son delegables si los estatutos no establecen otros límites.
La ley regula también la impugnación de los acuerdos del consejo o de otros órganos
colegiados de administración. Remite al régimen de la impugnación de acuerdos de la junta y solo
dicta normas especiales relativas a legitimación y a plazos. Pueden impugnar los administradores, en
un plazo de treinta días desde la adopción del acuerdo, y los socios que representen un 5% del capital
social, en un plazo de treinta días desde que tuvieron conocimiento del acuerdo siempre que no haya
transcurrido un año desde su adopción.

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