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TEMA CORTESIA Y BUENOS MODALES

INTRODUCCION

El presente ensayo trata sobre los buenos modales que no es otra cosa que el respeto
por la persona, por cada persona. Es mostrar con nuestra actuación ese respeto que
debemos a los demás y que hace posible la vida en sociedad. Sabemos que gran parte
de la felicidad humana consiste en hacer la vida agradable a los otros, por ende los
buenos modales son los buenos hábitos, comportamiento y educación de cada
persona, se mantienen desde la antigüedad y se forman en el hogar, son muy
importantes ya que estos nos ayudan a mantener una excelente convivencia con los
demás.
La cortesía puede entenderse como un conjunto de normas que regulan el
comportamiento en sociedad, prohibiendo algunas formas de conducta y
favoreciendo otras. En este sentido, las reglas de cortesía son convenciones sociales,
y por tanto lo que es cortés en un grupo social puede ser descortés en otro. Por
ejemplo, en algunas culturas los saludos y despedidas deben ser muy elaborados,
mientras que en otras se prefiere que sean más breves y directos.
Con este curso se pretende formular una serie de principios de buenos modales y
reglas generales de cortesía. La vida se hace de detalles que a veces nos parecen
sin importancia, pero que nos harán con el tiempo en jóvenes bien educados.
Así, lo que en una cultura es un saludo cortés, puede ser inapropiado en la otra. Lo
mismo ocurre con los gestos y, en general, el lenguaje corporal, cuya interpretación
varía con las culturas. Observa, por ejemplo, el siguiente fragmento de un libro
español dedicado al significado de los gestos, y Los buenos modales son muy
importantes ya que estos nos ayudan a mantener una excelente convivencia con los
demás.

DESARROLLO
CORTESÍA Y BUENOS MODALES
Personas, que aspiran a superarse y a progresar, tratan de asimilar de un modo u otro, las
cualidades que son atributo del hombre cortés y bien educado.

La cortesía humanista La cortesía, en palabras de DHOQUOIS (1993), no tiene otra pretensión


que establecer una agradable coexistencia entre individuos llamados a vivir juntos. Las
convenciones facilitan las interacciones en la vida social. Por eso cuando alguien, tal vez de otro
país o de otra cultura, desconoce las reglas de cortesía topa con dificultades, no siempre
divertidas, de comunicación. Es ésta una concepción humanista, y muy erasmiana, de la
civilidad. ERASMO publicó el año 1530 un libro, De civilitate morum puerilium libellus, dirigido a
todos los niños sin excepción, en el que presenta un código común de comportamientos en
orden a facilitar las interacciones sociales y a establecer un vínculo social. Como recomendación
central se proscriben actitudes y gestos que perturben la armonía; la corrección consiste en no
desentonar, exige a las personas que limen las asperezas de su conducta para no diferenciarse
de los demás. Lo convencional, lo convenido, lo conveniente... viene a resultar precisamente
aquello que no desdice, que no sorprende, que no se sale de lo esperado socialmente. De ahí la
relación existente entre cortesía y autocontrol. Para crear las condiciones de un trato agradable
es preciso un cierto control personal, un esfuerzo por reprimir incluso el desparpajo excesivo y,
desde luego, cualquier conducta o actitud que demuestre superioridad hacia los demás; la
cortesía llega a exigir una cierta difuminación de la personalidad.

CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA

(Suárez, 2009)
(htt)

https://eprints.ucm.es/10497/1/T28072.pdf
http://www.academia.edu/30354382/Introducci%C3%B3n_a_la_cortes%C3
%ADa_en_espa%C3%B1ol

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