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Amplificación Desde la Perspectiva Junguiana del Mito del Surgimiento del Yanomami

Mikel García García

Amplificación del Mito del Surgimiento del


Yanomami Desde la Perspectiva Junguiana
Amplification of the Myth of the Emergence of the
Yanomami From the Jungian Perspective

Mikel García García*


Castellón, Spain

Resumen

Introducción: Este estudio trata de una investigación auto-etnográfica iniciada en 1992 conviviendo
tres semanas con los yanomamis. Objetivos: La hipótesis inicial que se quiso comprobar es si la
etnia yanomami que vive en el “paleolítico” se encuentra en un momento de transición hacia el
patriarcado. Metodología: Datos, objetivos y subjetivos, obtenidos en la expedición; revisión bi-
bliográfica; elección de un mito sobre el surgimiento de los yanomamis; análisis junguiano, inte-
grado con la observación participativa, intuición, la experiencia en relaciones humanas, y los propios
sueños. Resultados: El mito orienta a la individuación. Aparentemente es para los hombres: revelar
un camino a realizar, y tiene, también, una función compensadora de su actitud consciente ya que
pueden estar cerca de someter lo femenino. Sería más apropiado hablar de kryarcado. No se confirma
la hipótesis. Conclusiones: Analizar un único mito con metodología onírica integrada con los datos
objetivos tiene el riesgo de hacer inferencias erróneas.

Palabras clave: Yanomamis, mito, símbolo, arquetipo, Jung

Abstract

Introduction: This auto-ethnographic research started in 1992, living three weeks with the
Yanomami. Objetctive: The initial hypothesis is that the Yanomami ethnic group living in the
"Paleolithic" is in a moment of transition towards patriarchy. Methodology: Objective and subjec-
tive data, obtained in the expedition; bibliographic review; choice of a myth about the rise of the
Yanomami; jungian analysis, integrated with participatory observation, intuition, experience in hu-
man relationships, and dreams themselves. Results: The myth guides individuation. Apparently it
is for men: to reveal a way to realize, and also, has, a function compensating of their conscious
attitude since they can be close to submitting the feminine. It would be more appropriate to speak of
kryarcado. The hypothesis is not confirmed. Conclusions: Analyzing a single myth with dream
methodology integrated with objective data has the risk of making erroneous inferences.

Keywords: Yanomamis, myth, symbol, archetype, Jung

Recibido: 10 de octubre, 2016


Aceptado: 29 de noviembre, 2016
Amplificación Desde la Perspectiva Junguiana del Mito del Surgimiento del Yanomami
Mikel García García

Presentación de la investigación Según la versión de Cocco (1987: 467-468),


el mito es el siguiente. Entre paréntesis, el signifi-
Este trabajo forma parte de una investiga- cado de algunas palabras:
ción sobre Cultura de la paz. El inicio fue la prepa-
ración de una expedición antropológica en el 92, Peribo-riwë 1 vivía en este mundo
que realicé con Javier Castillo, para convivir varias junto con su hija y con su yerno Amoawë.
semanas con los yanomamis (ver Figura 1). La hija se llamaba Purima-yoma. Pero esa
Nuestra actitud de partida era la ignoran- hija le tenía mucho miedo al esposo. Ella no
cia, para lograr acercarnos a lo más genuino y pro- quería tener esposo; quería tener a ese hom-
fundo de la cotidianidad y la cosmovisión yano- bre solo como hermano. A Peribo-riwë no
mami. Un estilo etnográfico de observación partici- le gustaba eso; le daba rabia, le daba ver-
pante (Malinowsky, 1994; Malinowski, Alier, & güenza.
Alier, 1978) adaptado a las circunstancias: Un ca- Un día invitó a su hija y a su nieto y
rácter fenomenológico o émico, para recoger infor- se fueron al monte, lejos del xapono (ca-
mación “desde dentro” y obtener un conocimiento baña) 2. Allá agarró a su hija y la estranguló.
interno de la vida social; Un esfuerzo de implicación Después le dijo a su nieto que con un atari
activa con el fin de conseguir la aceptación y con- (cuchillo de madera) le sacara los ovarios.
fianza de los yanomamis, premisa necesaria para vi- El nieto obedeció: los sacó y se los dio a Pe-
vir en primera persona la realidad social del grupo, ribo-riwë, quien los embojotó en unas ho-
observar cómo acontecen las cosas en su estado na- jas. Esto hizo para enseñarnos como se em-
tural y comprender los diferentes comportamientos bojota la cacería para asarla. Con el bojote
que se producen en un determinado contexto. Una volvieron al xapono. La hija no había
presencia “agresiva” para hacer sentir nuestra dis- muerto. Después que se fue su padre, volvió
posición a establecer una relación con el interlocu- en sí y se transformó en cocuyo (luciér-
tor caracterizada por el respeto y la alianza. naga). En el xapono Peribo-riwë asó el bo-
Durante la convivencia recogimos material. jote y se sentó a comer los ovarios de la hija.
Después un proceso de análisis de los datos, revi- Pero cuando terminó se sintió muy raro. En-
sión bibliográfica, elección de un mito de origen y seguida el cuerpo se le fue poniendo ca-
análisis del mismo mediante una amplificación jun- liente y, como loco, comenzó a pasearse por
guiana y mitocrítica diferencial. el xapono, por aquí, por allá, soplándose
Entre los yanomami existen diferentes ver- aire con un xohema (abanico). Estaba in-
siones de cada mito. Los mitos escritos por misio- quieto y gritaba por el ardor que sentía. Des-
neros o antropólogos reflejan esas diferencias, pero pués se fue al patio, caminando, y allí co-
adolecen de reinterpretaciones culturales, con ses- menzó a subir por los aires. Los no-patabï
gos que los acercan a lo que un occidental puede to- se reían de él. Peribo-riwë seguía subiendo.
lerar mejor, lo mismo que hicieron tanto los herma- Ahora ya no se abanicaba... Los niños cre-
nos Grimm, destrozando los mitologemas de los yendo que era un juego, le tiraban palitos.
cuentos europeos, como Walt Disney. He hecho una Los demás se reían; pensaban que iba a ba-
selección tratando de recoger lo esencial, buscando jar de nuevo, que sólo estaba dando demos-
el mayor contraste con lo conocido, teniendo siem- tración de sus poderes.
pre en cuenta, que encajasen con la experiencia vi- Pero Peribo-riwë ya iba alto. Enton-
vida durante mi convivencia con ellos (entre cocinar ces los hombres comenzaron a juntarse en
“asando” o “haciendo sopa” he elegido asando), y el patio; apuntaron con sus arcos y lo fle-
que manifiesten un sentido y coherencia interna chaban. Él seguía subiendo, dando vueltas.
para poder hacer un trabajo creativo de elaboración También lo flechaba Pokoïhïbëma-riwë (fu-
del material. turo escorpión no venenoso), pero no podía
acertarlo. Los Atamari (futuro hongo) tam-
bién vinieron a flecharlo, pero tampoco
Relato del mito de surgimiento del yanomami acertaron.
Suhirina-riwë (futuro escorpión ve-
nenoso) seguía acostado, tranquilo, mi-
rando para arriba. No se apuraba. Estaba

1
- riwë: Sufijo nominal que enfatiza el linaje de Peribo forma cónica o rectangular, que rodean un espacio cen-
referente a espíritus ancestrales masculinos. tral abierto. Cada familia tiene su propia área dentro de
2
o shabono es una cabaña. Es tradición de los pueblos un shabono dado.
Yanomami, construir shabonos múltiples, cada uno de
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acostado como un waiteri (guerrero). Los ¿Por qué esta versión del mito? Porque en-
viejos ya estaban comentando: - ¿Por qué caja mejor con los criterios mencionados. Y con-
no lo flecharon cuando estaba bajito? Ahora tiene mitologemas y mitemas con posibilidades de
ya está muy alto. Peribo-riwë se escapó. Na- ampliación comparándolos con otras culturas. Ade-
die más lo va a agarrar. más, tiene explicaciones pedagógicas o enseñanzas
En eso, Suhirina-riwë se bajó del prácticas, característicos de las tradiciones orales
chinchorro 3, cogió su arco y sus flechas, se (Rodriguez Mayorgas, 2010), al estilo del mito del
puso a mirar hacia arriba y dijo: -Asiëëënnn, Bagré (Goody, 1972).
¿Por qué no le tiraron cuando estaba bajito?
Ahora está muy alto.
Entonces jaló la cuerda del arco. La Etnia yanomami
encontró floja y la templó. Todo eso hizo
para que nosotros aprendiéramos a templar Los actuales yanomami del amazonas vene-
nuestros arcos antes de disparar la flecha. Si zolano y brasileño sólo usan implementos de piedra
no acertamos, es porque tenemos el arco no pulimentada, hueso y madera, y se los considera
flojo. como un pueblo paleolítico.
Después, apuntó con una flecha de
punta rahaka. Peribo-riwë no se movía más; Figura 1. Imagen de un yanomami
estaba acomodado en su sitio, en el cielo, y
miraba para abajo. Suhirina-riwë soltó la
flecha... Le había pegado en el pecho. To-
dos gritaron.
En seguida, de la herida comenzaron
a caer gotas de sangre. Cada gota que caía
se transformaba en un yanomamo nuevo
porque caían sobre el mismo cocuyo en que
se había convertido Purimayoma, y ésta las
hacía germinar. Peribo-riwë se fue que-
dando sin sangre, sin fuerza, jipato; así fue
bajando poco a poco hacia el borde de la tie-
rra. Allá se transformó en luna sobre un ce-
rro alto que llaman Peribo-makï (lejos, lejí-
simo) y desde entonces alumbra por las no-
ches con su luz. Allá viven los Yai. Así mu-
rió Peribo-riwë. El Peribo de ahora no es el
cuerpo de Peribo-riwë; es su no-porebï. Por
eso es malo: se lleva el alma de los niños;
estos fácilmente se mueren.
Ese mismo día, Suhirina-riwë y su fa-
milia se convirtieron en esos alacranes Según diversas investigaciones en el Ama-
grandes (y negros, pero no venenosos). Los zonas, cuyas tierras son muy poco fértiles, las zonas
Atamari se fueron a vivir sobre los palos del que los indígenas han habitado por un mayor tiempo
monte y quedaron transformados en esos son las que exhiben una mayor biodiversidad, pues
hongos (cuyo nombre genérico es peribo). el medio ambiente no ha estado sometido a lo que
Los demás yanomamo de entonces se trans- Gregory Bateson designó como “propósito cons-
formaron en zamuros y volaron a las matas ciente contra la naturaleza”. Son “comunidades sal-
cercanas; los que eran gente grande y bue- vajes” con economías parecidas a las de tipo comu-
nos xapori (chamanes) se convirtieron en nista, sin estado ni propiedad privada, estudiadas
zamuros reales. por antropólogos como Morgan, y a las que se refi-
Pero de la sangre de Peribo habían rieron Engels, Sahlins, Clastres, Lizot... Lizot tiene
nacido solo hombres. No había mujeres. Por varios estudios sobre los yanomamis.
eso aquellos hombres tenían como mujer
los huecos de los árboles y el ano de sus
compañeros.

3
Cama “colgante” elástica tejida con ramas vegetales.
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Mikel García García

Washburn, M. (1999). Psicologia Transperso-

nal, en una perspectiva psicoanalitica.

Barcelona: Los libros de La Liebre de

Marzo.

Young-Eisendrath, P., & Hall, J. (1991).

Jung’s Self Psychology. New York:

The Guilford Press.

*Mikel García García es médico, psicólogo, psi-


coanalista junguiano e investigador de la concien-
cia. Ha trabajado en Navarra (España) como médico
rural durante diez años, y como psicólogo clínico
durante cinco años. Además, ha colaborado con
ONGs en Nicaragua y México.
Miembro de SIDPaJ. Sociedad Internacional para
el desarrollo del Psicoanálisis Junguiano.
www.sidpaj.es
Psicoterapeuta acreditado por FAPyMPE
E-mail: iratxomik@gmail.com

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