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Los ingenieros de materiales son responsables de seleccionar, especificar y realizar el control de calidad

de los materiales que van a emplear en su trabajo. Estos materiales tienen que cumplir determinados
criterios o propiedades (Ashby y Jones, Entre 1980). los tipos de criterios se incluyen los siguientes:
• Factores económicos.
• Propiedades mecánicas.
• Propiedades no mecánicas.
• Consideraciones de producción/construcción.
• Propiedades estéticas.

Al seleccionar el material para una aplicación específica, los ingenieros tienen que tener en cuenta
diversos criterios y llegar a ciertos compromisos. Tanto el cliente como el propósito de la instalación
o estructura dictan, hasta cierto punto, el énfasis que habrá que poner en cada uno de los criterios.
Los ingenieros civiles, arquitectos estructurales y de la construcción deben estar familiarizados con los
materiales usados en la construcción de un amplio rango de estructuras. Entre los materiales más
frecuentemente utilizados se incluyen el acero, los áridos, el hormigón, la mampostería, el asfalto y la
madera. Otros materiales menos utilizados son el aluminio, el vidrio, los plásticos y los compuestos de
fibra reforzados. Los ingenieros geotécnicos suelen insistir en que es el propio terreno el material más
ampliamente utilizado en ingeniería.

Los materiales existentes se han mejorado, cambiando sus estructuras moleculares o incluyendo
aditivos con el fin de mejorar su calidad, coste y rendimiento. Por ejemplo, los superplastificantes han
hecho avanzar a la industria del hormigón, permitiendo la producción de hormigón mucho más robusto.
Las uniones realizadas con materiales elastoméricos han mejorado la seguridad de las estructuras de
gran altura en áreas donde se producen terremotos.
Los agregados sintéticos ligeros han disminuido el peso de las estructuras de hormigón, permitiendo
que los componentes tengan áreas con una sección transversal pequeña.
Se han mezclado polímeros con asfalto, lo que ha hecho que los pavimentos duren más tiempo y sean
más resistentes al efecto de las cargas de los vehículos y las condiciones ambientales.
El campo de los materiales de fibra se ha desarrollado rápidamente en los últimos 30 años. Muchos
proyectos modernos de ingeniería civil han utilizado compuestos reforzados con fibra. Estos
compuestos más recientes compiten con los materiales tradicionales a causa de su más alta relación
resistencia-peso y a su capacidad de eliminar problemas tales como la corrosión. Por ejemplo, el
hormigón reforzado con fibra tiene una dureza mucho mayor que el hormigón convencional de cemento
portland. Los compuestos pueden reemplazar al acero reforzado en estructuras de hormigón. De hecho,
los compuestos han permitido la construcción de estructuras que en el pasado no se podrían haber
llevado a cabo.
La naturaleza y el comportamiento de los materiales empleados en la ingeniería civil son tan complejos
como los de los materiales utilizados en cualquier otro campo de la ingeniería. Debido a la gran
cantidad de materiales empleados en los proyectos de ingeniería civil, frecuentemente los ingenieros
trabajan con los materiales disponibles localmente, los cuales no están tan refinados como los
materiales usados en otros campos de la ingeniería. En consecuencia, los materiales utilizados en
ingeniería civil tienen propiedades y características muy variables.
Factores Económicos

Los costes del proceso de selección de materiales se ven influenciados por muchos más factores que el
coste del material. Entre los factores que deben tenerse en cuenta a la hora de seleccionar materiales
hay que incluir:
• Disponibilidad y coste de los materiales en bruto.
• Costes de fabricación.
• Transporte.
• Colocación.
• Mantenimiento.

Los materiales empleados en las estructuras de ingeniería civil han ido cambiando con el tiempo. Las
primeras estructuras se construían con piedra y madera. Estos materiales eran muy abundantes y podían
cortarse y conformarse con las herramientas disponibles.
Más tarde, se utilizó el hierro fundido, cuando las fundiciones comenzaron a ser capaces de refinar
hasta cierto grado el mineral de hierro. Al producirse la Revolución Industrial, pudieron fabricarse las
grandes cantidades de acero de calidad que requerían las grandes estructuras.

Propiedades Mecánicas

El comportamiento mecánico de un material se define como la respuesta del mismo a las cargas
externas. Todos los materiales se deforman como respuesta a las cargas; sin embargo, la respuesta
específica de un material depende de sus propiedades, de la magnitud y tipo de carga, y de la geometría
del elemento.

El que un material "falle" bajo condiciones de carga depende del criterio de fallo que se defina. Un
fallo catastrófico de un elemento estructural, que dé lugar al derrumbamiento de la estructura, es un
fallo obvio del material. Sin embargo, en algunos casos, el fallo es más sutil, pero con consecuencias
igualmente graves. Por ejemplo, un pavimento puede fallar debido a una rugosidad excesiva de la
superficie, incluso aunque los niveles de resistencia necesarios se encuentren dentro de las capacidades
del material. Un edificio puede tener que ser precintado a causa de vibraciones excesivas provocadas
por el viento u otras cargas naturales, aunque sea estructuralmente sólido. Estos son ejemplos de fallas
funcionales.

1.2.1 Condiciones de carga


Una de las consideraciones en el diseño de un proyecto es el tipo de carga al que la estructura estará
sometida durante su vida útil. Los dos tipos básicos de carga son: cargas estáticas y cargas dinámicas.
Cada uno de estos tipos afecta al material de forma diferente y, frecuentemente, las interacciones entre
los tipos de carga son importantes. Al diseñar una estructura, los ingenieros deben calcular ambos tipos
de carga.
La carga estática implica una carga constante en la estructura a lo largo de un periodo de tiempo.
Generalmente, las cargas estáticas se aplican lentamente, de manera que no se generan sacudidas o
vibraciones en la estructura. Una vez aplicada, la carga estática puede permanecer o eliminarse
lentamente. Las cargas que permanecen durante un periodo de tiempo largo se denominan cargas
constantes (propias). En ingeniería civil, gran parte de la carga que los materiales deben soportar se
debe al peso de la estructura y de los equipos contenidos en ella.
Las cargas que generan sacudidas o vibraciones en una estructura son las cargas dinámicas. Estas
cargas se pueden clasificar como periódicas, aleatorias y transitorias.
Por ejemplo, un equipo giratorio en un edificio puede producir una carga vibratoria. En una carga
aleatoria, el patrón de carga nunca se repite, como por ejemplo en el caso de las cargas producidas por
los terremotos. Por otro lado, una carga transitoria es un impulso de carga que se aplica durante un
intervalo de tiempo corto, después del cual las vibraciones disminuyen hasta que el sistema vuelve a
su estado de reposo. Por ejemplo, los puentes deben diseñarse para soportar las cargas transitorias de
los camiones.

Relaciones Esfuerzo – Deformación

Los materiales se deforman en respuesta a las cargas o las fuerzas.


El efecto de las dimensiones se puede normalizar. Dividiendo la fuerza entre el área de la sección
transversal del elemento se normaliza el efecto del área cargada. La fuerza por unidad de área se define
como el esfuerzo o ejercido sobre el elemento (es decir, o = Esfuerzo/Área).

El conjunto de gráficas que ven, muestra varias curvas típicas monoaxiales de esfuerzo-deformación
para tracción o tensión y compresión para diversos materiales de ingeniería.
La primera gráfica muestra una relación esfuerzo-deformación lineal, hasta el punto en que falla el
material. Entre los materiales típicos que presentan este comportamiento frente a la tracción están el
cristal y el yeso.
La segunda gráfica muestra el comportamiento del acero sometido a tensión. Aquí, se obtiene una
relación lineal hasta un cierto punto (límite de proporcionalidad), después del cual el material se
deforma sin que se produzca un gran incremento de esfuerzo. Por otro lado, las aleaciones de aluminio
exhiben una relación esfuerzo-deformación lineal hasta el límite de proporcionalidad, después del cual
existe una relación no lineal, como se ilustra en la tercera gráfica.
La cuarta gráfica muestra una relación no lineal a lo largo de todo el rango. El hormigón y otros
materiales presentan este tipo de relación, aunque la primera parte de la curva correspondiente al
hormigón es bastante próxima al caso lineal.
El caucho blando sometido a tensión difiere de la mayoría de los materiales, en el sentido de que
muestra una relación esfuerzo-deformación casi lineal seguida de una curva invertida, como se muestra
en la última gráfica.
Comportamiento elástico

Si un material exhibe un verdadero comportamiento elástico, debe tener una respuesta (deformación)
instantánea a la carga, y el material debe volver a su forma original cuando la carga se elimina. Muchos
materiales, incluyendo la mayoría de los metales, presentan un comportamiento elástico, al menos para
niveles de esfuerzo bajos. Como veremos más adelante, la deformación elástica no modifica la
disposición de los átomos dentro del material, sino que lo que hace es provocar un estiramiento de los
enlaces existentes entre los átomos. Cuando se elimina la carga, los enlaces atómicos vuelven a su
posición original.

Young observó que los diferentes materiales elásticos presentan constantes de proporcionalidad
diferentes entre el esfuerzo y la deformación. Para un material elástico homogéneo, isotrópico y lineal,
la constante de proporcionalidad entre el esfuerzo normal y la deformación normal de un elemento
axialmente cargado es el módulo de elasticidad o módulo de Young, E, que es igual a E = σ/ε.
En la prueba de tensión axial, a medida que el material se alarga, se produce una reducción de la sección
transversal en la dirección lateral. En la prueba de compresión axial, se produce el fenómeno contrario.
La relación entre la deformación lateral, εi y la deformación axial, εa, se denomina relación de Poisson.
Puesto que las deformaciones axial y lateral siempre tendrán signo distinto, se incluye un signo
negativo en la ecuación de la relación de Poisson para hacer que la relación sea positiva.
La relación de Poisson tiene un rango teórico que va de 0,0 a 0,5, donde 0,0 es para un material
compresible en el que las direcciones axial y lateral no se afecten entre sí.

Aunque el módulo de Young y la relación de Poisson se definieron para la condición de esfuerzo


monoaxial, también son importantes a la hora de describir las relaciones esfuerzo-deformación
tridimensionales.

No hay que confundir linealidad con elasticidad. La relación esfuerzo-deformación de un material


lineal sigue una línea recta. Por su parte, un material elástico vuelve a su forma original cuando se
elimina la carga y reacciona instantáneamente a las variaciones de la carga. Por ejemplo, la figura
izquierda representa un comportamiento elástico lineal, mientras que la figura de la derecha representa
un comportamiento elástico no lineal.

La figura grande muestra cuatro opciones: los módulos de tangente inicial, de tangente, de secante y
de cuerda. El módulo de tangente inicial es la pendiente de la tangente a la curva de esfuerzo-
deformación en el origen. El módulo de tangente es la pendiente de la tangente en un punto determinado
de la curva esfuerzo-deformación.
El módulo de secante es la pendiente de una cuerda trazada entre el origen y un punto arbitrario de la
curva esfuerzo-deformación. El módulo de cuerda es la pendiente de una cuerda trazada entre dos
puntos de la curva esfuerzo-deformación.

Comportamiento Elastoplástico

Para algunos materiales, a medida que se incrementa el esfuerzo aplicado al elemento, la deformación
se incrementará de manera proporcional hasta alcanzar un cierto punto.
Después de ese punto, la deformación se incrementará aplicando muy poco esfuerzo adicional. En este
caso, el material exhibe un comportamiento elástico lineal, seguido de una respuesta plástica. El nivel
de esfuerzo para el que el comportamiento cambia de elástico a plástico se denomina límite de
elasticidad.

Cuando la carga se elimina del elemento, parte de la deformación se recuperará y otra parte será
permanente, como puede verse en la primera gráfica.
La segunda gráfica muestra una respuesta elástica lineal-plástica perfecta, en la que el material exhibe,
al ser cargado, una respuesta elástica lineal, seguida de una respuesta completamente plástica.
La tercera gráfica muestra una respuesta elastoplástica en la que la primera parte es una respuesta
elástica seguida de una combinación de respuesta elástica y plástica. Si se elimina la carga después de
la deformación plástica, la relación esfuerzo-deformación seguirá una línea recta paralela a la parte
elástica; en consecuencia, se eliminará parte de la deformación del material, mientras que el resto de la
deformación se convertirá en permanente. Al volver a cargar el material, éste se comportará de nuevo
de forma elástica lineal, hasta el nivel de esfuerzo conseguido en el ciclo de esfuerzo anterior.
Después de ese punto, el material seguirá la curva original de esfuerzo-deformación. Por tanto, el
esfuerzo requerido para provocar una deformación plástica se va incrementando. Este proceso de
denomina endurecimiento por deformación o endurecimiento por tratamiento mecánico.

La primera gráfica ilustra tres conceptos de la relación esfuerzo-deformación de los materiales


elastoplásticos. El punto más bajo mostrado en el diagrama es el límite de proporcionalidad, definido
como el punto de transición entre el comportamiento lineal y el no lineal. El segundo punto es el límite
de elasticidad, que es la transición entre el comportamiento elástico y el plástico. Sin embargo, la
mayoría de los materiales no presentan un cambio brusco del comportamiento elástico al plástico.

Por esta razón, se han utilizado métodos arbitrarios para identificar el límite de elasticidad, como los
métodos de desvío y de extensión, definiendo así el esfuerzo de f1uencia (resistencia de f1uencia). El
punto en que esta línea se cruza con la curva de esfuerzo-deformación es el esfuerzo de f1uencia de
desvío del material, como se puede ver en la primera gráfica.

El esfuerzo de f1uencia de extensión se sitúa donde una proyección vertical para un nivel de esfuerzo
especificado intersecta con la curva de esfuerzo-deformación. La segunda gráfica muestra el esfuerzo
de fluencia correspondiente a una extensión del 0,5%.

Trabajo y Energía

Cuando se prueba un material, lo que hace la máquina de pruebas es generar una fuerza con el objeto
de desplazar o deformar el objeto. Puesto que el trabajo es igual a la fuerza multiplicada por la distancia,
el área situada bajo una curva de fuerza-desplazamiento será el trabajo realizado sobre el elemento.
Cuando se divide la fuerza entre el área de la sección transversal del elemento para calcular el esfuerzo,
y la variación de longitud se divide entre la longitud del elemento para obtener la deformación, el
diagrama de fuerza-desplazamiento se transforma en un diagrama de esfuerzo-deformación.
Sin embargo, el área situada bajo el diagrama de esfuerzo-deformación ya no tendrá unidades de
trabajo. Manipulando las unidades del diagrama esfuerzo-deformación, podemos ver que el área bajo
ese diagrama es igual al trabajo por unidad de volumen de material que se necesita para deformar o
romper dicho material. Este concepto es muy útil, ya que nos informa de la energía necesaria para
romper el material.
Esa información se aplica a la selección de los materiales que habrá que emplear cuando el elemento
deba absorber energía. El área bajo la parte elástica de la curva se denomina módulo de resiliencia
(primera gráfica). La cantidad de energía requerida para romper un elemento es una medida de la
tenacidad del material, como se muestra en la segunda gráfica. Como ilustra la tercera gráfica, un
material de alta resistencia no es necesariamente un material tenaz.

Fallas y Seguridad

Los fallos ocurren cuando un elemento o estructura deja de realizar la función para la que fue diseñado.
El fallo de una estructura puede producirse de diversos modos, entre los que se incluyen la fatiga por
fractura, la fluencia general, el alabeo y la deformación excesiva. La fractura es un modo de fallo
común. Un material frágil se fracturará normalmente de forma súbita cuando el esfuerzo estático
alcance la resistencia del material, donde la resistencia se define como el esfuerzo máximo que el
material puede soportar. Por otro lado, un material dúctil puede fracturarse a causa de una deformación
plástica excesiva.
Muchas estructuras, como los puentes, están sujetas a cargas repetidas, creando esfuerzos que son
inferiores a la resistencia del material. Los esfuerzos repetidos pueden hacer que un material falle o se
fatigue, para un nivel de esfuerzo bastante por debajo de la resistencia del material. El número de
aplicaciones de carga que un material puede soportar dependerá del nivel de esfuerzo en relación con
la resistencia del material.
A medida que se reduce el nivel de esfuerzo, el número de aplicaciones de carga necesarias antes de
que se produzca el fallo se incrementa. Los materiales ferrosos tienen un límite de resistencia a la
fatiga aparente, que es un nivel de esfuerzo por debajo del cual no se produce fatiga. El límite de
resistencia a la fatiga para los aceros está, en general, comprendido en el rango que va de un cuarto a
un medio de la resistencia del material (Flinn y Trojan, 1986). Otro ejemplo de una estructura que puede
fallar debido a la fatiga es el pavimento. Aunque los esfuerzos aplicados por el tráfico son normalmente
muy inferiores a la resistencia del material, las cargas repetidas pueden terminar conduciendo a una
pérdida de la integridad estructural de la capa superficial del pavimento, provocando fisuras de fatiga.

Otro modo de fallo es la f1uencia general. Este fallo tiene lugar en los materiales dúctiles y se difunde
por toda la estructura, lo que da como resultado un colapso total.

Los elementos largos y delgados sujetos a compresión axial pueden fallar debido al alabeo. Aunque el
elemento esté pensado para soportar cargas de compresión axiales, puede que se aplique una pequeña
fuerza lateral, que causa una deflexión y puede terminar provocando un fallo.

En ocasiones, una deformación excesiva (elástica o plástica) podría definirse como fallo, dependiendo
de la función del elemento. Por ejemplo, las deflexiones excesivas de los suelos provocan incomodidad
a las personas y, en casos extremos, pueden hacer que un edificio sea inutilizable, a pesar de ser
estructuralmente adecuado.

Para minimizar las posibilidades de fallo, las estructuras se diseñan para soportar una carga mayor que
la carga máxima prevista. El factor de seguridad (FS) se define como la relación entre el nivel de
esfuerzo de fallo y el máximo nivel de esfuerzo posible según el diseño (esfuerzo máximo previsto):
esfuerzo de fallo entre esfuerzo admisible.

Normalmente, cuanto mayor sea el factor de seguridad, mayor será la sección transversal en la
estructura y, en consecuencia, mayor será el coste. El valor adecuado del factor de seguridad varía de
una estructura a otra y depende de muchos factores, entre los que se incluyen los siguientes:
• El coste de los fallos impredecibles en vidas humanas, dinero y tiempo.
• La variabilidad de las propiedades de los materiales.
• El grado de precisión a la hora de considerar todas las posibles cargas aplicadas a la estructura, como
por ejemplo terremotos.
• Los posibles malos usos de la estructura, como colgar inadecuadamente un objeto del armazón de un
techo.
• El grado de precisión al considerar la respuesta apropiada de los materiales durante el diseño, como
por ejemplo al suponer una respuesta elástica a pesar de que el material pueda no ser perfectamente
elástico.
PROPIEDADES NO MECÁNICAS

Las propiedades no mecánicas hacen referencia a las características del material, distintas de la
respuesta a la carga, que afectan a la selección, el uso y el comportamiento de ese material.

Densidad y Peso Específico

La densidad es la masa por unidad de volumen de material. El peso específico es el peso por unidad de
volumen del material.

La gravedad específica es la relación entre la masa de una sustancia y la masa de un volumen igual de
agua para una temperatura especificada. La densidad del agua es 1,000 Kg/m 3 en el sistema SI y 62,4
1b/pie3 en el sistema británico a 4°C (39.2°F). De acuerdo con la definición, la gravedad específica es
equivalente a la densidad del material dividida entre la densidad del agua. Puesto que la densidad del
agua en el sistema métrico tiene un valor igual al, el valor numérico de la densidad y de la gravedad
específica coincide. Este hecho se emplea a menudo en la literatura científica, en la que los términos
densidad y gravedad específica se utilizan de forma intercambiable.

Para los materiales sólidos, como los metales, el peso específico, la densidad y la gravedad específica
tienen valores numéricos definidos. Para otros materiales, como la madera y los áridos, los propios
huecos existentes en el material requieren explicitar las definiciones para una diversidad de densidades
y gravedades específicas.

Expansión Térmica

Prácticamente todos los materiales se expanden a medida que la temperatura aumenta se contraen a
medida que la temperatura desciende.

Características Superficiales

Las propiedades superficiales de los materiales que más interesan a los ingenieros civiles incluyen la
corrosión y la degradación, la capacidad del material para resistir la abrasión y el desgaste y la textura
superficial.

Corrosión y Degradación

Casi todos los materiales se deterioran a lo largo de su vida útil.


Los mecanismos que contribuyen al deterioro de un material varían dependiendo de las características
del material y del entorno. Los materiales cristalinos, como los metales, se deterioran por medio de un
proceso de corrosión en el que existe una pérdida de material, bien por disolución o por la formación
de una película o costra no metálica. Los polímeros, como el asfalto, se deterioran por degradación,
incluyendo los efectos que los disolventes y la radiación ultravioleta tienen sobre el material.
La protección de los materiales frente a la degradación ambiental es una importante consideración de
diseño, especialmente cuando se tienen en cuenta las implicaciones del deterioro y la degradación sobre
la vida útil y los costes de mantenimiento de la estructura. La selección de un material debe tener en
cuenta tanto la manera en que el material reaccionará a las condiciones ambientales como el coste de
prevención de la degradación resultante.
Resistencia a la Abrasión y al Desgaste

Puesto que la mayoría de las estructuras de ingeniería civil son estáticas, la resistencia a la abrasión al
desgaste tiene una menor importancia que en otros campos de la ingeniería.
Por ejemplo, los ingenieros mecánicos deben preocuparse por el desgaste de los distintos componentes
a la hora de diseñar una máquina. Esto no quiere decir que la resistencia al desgaste pueda ignorarse
por completo en la ingeniería civil; los pavimentos deben diseñarse para ser capaces de resistir el
desgaste y la acción de pulido provocados por las ruedas de los vehículos, para así proporcionar una
adecuada resistencia al derrape en caso de frenada o de giro. La resistencia a la abrasión y al desgaste
es, por tanto, una propiedad importante de los áridos utilizados en los pavimentos.

TIPOS DE MATERIALES
Los materiales se clasifican en cinco grupos: metales, cerámicos, polímeros, semiconductores y
materiales compuestos. Los materiales de cada uno de estos grupos poseen estructuras y propiedades
distintas.

METALES

Los metales y sus aleaciones, incluyendo acero, aluminio, magnesio, zinc, hierro fundido, titanio, cobre
y níquel, generalmente tienen como característica una buena conductividad eléctrica y térmica, una
resistencia relativamente alta, una alta rigidez, ductilidad o conformabilidad y resistencia al impacto.
Son particularmente útiles en aplicaciones estructurales o de carga. Aunque en ocasiones se utilizan
metales puros, las combinaciones de metales conocidas como aleaciones proporcionan mejoría en
alguna propiedad particularmente deseable o permiten una mejor combinación de propiedades.

PROPIEDADES MECÁNICAS DE LOS METALES

El ataque químico y electroquímico de los metales se conoce como: Corrosión.


La propiedad que muestra la capacidad de los metales de la deformación sin fractura se conoce como:
Ductilidad.
Los métodos de unión de materiales se distinguen entre sí por: Temperatura.
El 90% de las fallas de servicio de los instrumentos mecánicos se estima que se debe a: Falla por
fatiga. La falla por fatiga se produce por: Esfuerzos Cíclicos.
Cuál es el área de la muestra que se utiliza el cálculo de la curva ingenieril esfuerzo – deformación:
Área nominal.
Las imperfecciones que se introducen de la red durante el proceso de solidificación del material al
deformarlo se llaman: Dislocaciones
Protección anticorrosiva que se logra pasando una corriente inmensa a través de la estructura se llama:
Protección catódica.
La galva no plástica se llama también: Galvanización en caliente.
El área bajo la curva de una gráfica de esfuerzo – deformación de un metal es igual a: Tenacidad.
El grupo de materiales que se caracteriza por una buena conductividad eléctrica y térmica, resistencia
relativamente alta y una rigidez, ductilidad y resistencia al impacto son caracterizados como: Metales.
El módulo de elasticidad de un material en tensión con relación al módulo de elasticidad en compresión,
cual es la diferencia: Son iguales
La deformación inelástica del retirar la carga cómo se comporta: Queda Igual.
La deformación mecánica de un metal que produce endurecimiento se conoce como: Trabajo en frio.
La deformación mecánica de un metal que no produce endurecimiento se conoce como: Trabajo en
caliente.
El punto donde se produce la primera vez un incremento notable de la deformación sin aumento del
esfuerzo durante una prueba de tensión del acero es: Punto de cedencia. El esfuerzo que produce una
deformación específica limitada y permanente es: Esfuerzo de cedencia.
Los metales colados con relación a los forjados son más o menos resistentes: Son menos resistentes.
Si un metal es tenaz que características posee: Resistencia y Ductilidad.
Los materiales cristalinos que tienen esta disposición ordenada de los átomos (células unitarias o
células) cuales son: Los Metales.
El endurecimiento producido al procesar un metal con trabajo en caliente se elimina con el proceso de:
Recocido. También el Recocido se conoce como la pérdida de ductilidad producida por los trabajos en
frio se recuperan con este proceso.
Método anticorrosivo recomendado cuando el metal funciona a temperaturas mayores de 100°C se
llama: Recubrimiento inorgánico
Los metales trabajados en frio aumentan o baja la Dureza: Aumentan la Dureza.
La deformación elástica de los metales se caracteriza por desaparecer cuando: Al quitar la carga.
Los materiales que se caracterizan por ser obtenidos por moléculas orgánicas son: materiales
orgánicos.
Producto químico que al añadirse a los medios corrosivos producen produce pasivación: Minio Rojo.
La resistencia de los metales a la penetración se le conoce como: dureza.
La deformación elástica es aquella que desaparece cuando: Desaparece al retira la carga.
El máximo esfuerzo durante la prueba de tensión del acero en que este permanece directamente
proporcional a la deformación se conoce como: Limite de proporcionalidad
El máximo esfuerzo durante la prueba de tensión del acero en que el material puede resistir
permanentemente sin deformarse se conoce como: Limite de Elasticidad.

CERÁMICOS

El ladrillo, el vidrio, la porcelana, los refractarios y los abrasivos tienen baja conductividad eléctrica y
térmica, y a menudo son utilizados como aislantes. Los materiales cerámicos son fuertes y duros,
aunque también muy frágiles o quebradizos. Las nuevas técnicas de procesamiento han conseguido
que los cerámicos sean lo suficientemente resistentes a la fractura para que puedan ser utilizados en
aplicaciones de carga.

POLÍMEROS

Los polímeros son producidos mediante un proceso conocido como polimerización, es decir, creando
grandes estructuras moleculares a partir de moléculas orgánicas, los polímeros incluyen el hule, los
plásticos y muchos tipos de adhesivos. Los polímeros tienen baja conductividad eléctrica y térmica,
reducida resistencia y no son adecuados para utilizarse a temperatura elevada. Los polímeros
termoplásticos, en los cuales las largas cadenas moleculares no están conectadas de manera rígida,
tienen buena ductilidad y conformabilidad; los polímeros termoestables son más resistentes, aunque
más frágiles porque las cadenas moleculares están fuertemente enlazadas.
SEMICONDUCTORES

Aunque el silicio, germanio y una variedad de compuestos, son muy frágiles, resultan esenciales en
aplicaciones electrónicas, de computadoras y de comunicaciones. La conductividad eléctrica de estos
materiales puede controlarse para su uso en dispositivos electrónicos como transistores, diodos y
circuitos integrados. La información hoy día se transmite por luz a través de sistemas de fibras ópticas;
los semiconductores son componentes de estos sistemas.

MATERIALES COMPUESTOS

Los materiales compuestos se forman a partir de dos o más materiales, produciendo propiedades que
no se encuentra en ninguno de los materiales de manera individual. El concreto, la madera
contrachapada y la fibra de vidrio son ejemplos típicos de materiales compuestos.

PROPIEDADES DE LOS MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN:


FISICAS: dimensiones, forma, peso específico, porosidad, contenido de humedad, textura.
QUÍMICAS: composición química, acidez o alcalinidad, reactividad química, facilidad de corrosión.
MECÁNICAS: resistencias a: tensión, compresión, cortante, flexión; impacto, rigidez, elasticidad,
plasticidad, ductilidad, dureza.
TÉRMICAS: capacidad conductiva, expansión térmica, contracción térmica, aislamiento térmico.
ELÉCTRICAS: capacidad conductiva, aislamiento eléctrico.
ACUSTICAS: transmisión, reflexión y aislamiento del sonido.
ÓPTICAS: transmisión, reflexión y filtrado de la luz.

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