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UNAM

FFyL
Colegio de Historia
Seminario de Religiones Comparadas
Elí Gutiérrez Briseño
Trabajo de Investigación

El pentecostalismo en México

Introducción
Cuando me propuse investigar al pentecostalismo en México no sabía bien a bien lo
difícil de la tarea a la que me aventuraba. Pensaba que iba a encontrarme ante un
fenómeno religioso bien definido y delimitado y que iba a encontrarme con creencias y
doctrinas bien establecidas y ante prácticas religiosas generalizadas y relativamente
fáciles de estudiar. Pero cuando comencé a adentrarme en el tema del pentecostalismo
me di cuenta que todas mi expectativas eran falsas. Me encontré ante un fenómeno
religioso sumamente complejo, y me di cuenta que bajo el término de “pentecostal” se
encerraba a un enorme número de iglesias, congregaciones y organizaciones religiosas
que llevan a cabo un sinnúmero de prácticas religiosas y tienen creencias y doctrinas de
muy diversa índole. Me di cuenta, en resumen, que el pentecostalismo es en un
fenómeno religioso (quizá así lo sean todos) difícil de estudiar y de comprender.
En un principio mi objetivo era hacer un trabajo en el que comenzara
describiendo las características fundamentales del pentecostalismo y su desarrollo en
México, para después abordar comparativamente dos o tres ejemplos de iglesias
pentecostales en el ámbito urbano de la Ciudad de México. Sin embargo la tarea de
describir al pentecostalismo y encontrar sus características esenciales resultó más
compleja de lo que yo pensaba y ha consumido tiempo y mi esfuerzo a tal grado que he
tenido que dejar la tarea de estudiar comparativamente algunos ejemplos para después.
Y por ello en el presente trabajo sólo presento el origen y expansión del
pentecostalismo, desde sus inicios en Estados Unidos, para comprender cómo surgió
este movimiento, para después describir al pentecostalismo como movimiento religioso,
describiendo sus características sociológicas, históricas, teológicas, litúrgicas y
eclesiásticas, haciendo un análisis personal de lo que significa este movimiento dentro
del cristianismo protestante.
Para el estudio del pentecostalismo he consultado las obras que aparecen en la
bibliografía del presente trabajo, he visitado las páginas web de diferentes Iglesias
pentecostales como las Asambleas de Dios1, la Iglesia Apostólica de la fe en Cristo
Jesús2 con presencia en todo el país y de otras ubicadas en el Distrito Federal y el área
conurbada: Amistad Cristiana3, Centro Cristiano Calacoaya4, Centro de Fe Esperanza y
Amor5, y Semilla de Mostaza6. En ellas pude encontrar las creencias generales de los
pentecostales así como ver las horas y lugares de reuniones para asistir a ellas. Tuve la
oportunidad de visitar el Instituto Bíblico Semilla de Mostaza y un Centro de Fe
Esperanza y Amor ubicado en el norte de la ciudad. A partir, pues, de la lectura de la
bibliografía y de las declaraciones de fe de las propias iglesias y de algunas visitas a sus

1
http://www.asambleasdediosmexico.org/
2
http://www.iafcj.org/
3
http:// www.amistadcristiana.com.mx
4
http://200.67.183.219/cccprincipal/index.php
5
http://www.centrosdefe.org/
6
http://www.semillaonline.org/site/
reuniones a continuación presento un trabajo de investigación que pretende responder a
las preguntas: ¿Qué es el pentecostalismo?, ¿Cómo se ha desarrollado en México? y
¿Cuál su papel dentro del cristianismo protestante?

Origen y expansión del pentecostalismo


El protestantismo comenzó a expandirse en México hacia los años 60’s del siglo XIX
después de las leyes de Reforma que permitían la libertad de culto. El protestantismo
había llegado a México de Europa y sobre todo de Estados Unidos desde antes pero fue
a partir de entonces que se pudo expandir con mayor fuerza y se construyeron los
primeros templos protestantes. Las principales denominaciones protestantes que se
establecieron en México fueron los bautistas, los metodistas y los presbiterianos, y
tuvieron crecimiento y cierta influencia en la vida social del país. Sin embargo no
significaron un porcentaje importante en la población que era en su mayoría católica.
Por otro lado está el pentecostalismo, que se estableció formalmente en el país a
principios del siglo XX y a partir de mediados del mismo siglo ha tenido un enorme
crecimiento a lo largo del país tanto en zonas urbanas como rurales. El día de hoy el
protestantismo es la minoría religiosa más grande del país, y dentro de los protestantes
son los pentecostales los que más adeptos tienen.
El pentecostalismo, más que una religión establecida es una corriente con ciertas
características específicas que se da entre los protestantes de diferentes denominaciones.
Como movimiento independiente tiene su origen en los Estados Unidos, y en ello
tuvieron gran influencia los afroamericanos que recibieron y reelaboraron el
protestantismo que les fue predicado, nos sin reservas, sobre todo por Bautistas y
Metodistas. En los Estados Unidos la población afroamericana sufría segregación
social, y fue en las iglesias protestantes negras donde encontraron la posibilidad de
expresar su cultura. Estas Iglesias se convirtieron en el principal espacio de creación de
la comunidad afroamericana, donde la población negra podía tener la participación
pública que la sociedad civil no les concedía. Cabe recordar que la mayoría de los
dirigentes de los principales movimientos que provenían de comunidades negras en
Norteamérica eran ministros religiosos. De esta manera, el pentecostalismo tiene gran
influencia de los cultos propios de la población afroamericana, llenos de emociones y
sentimentalismo.
Sin embargo no podemos reducir el origen del pentecostalismo a la influencia de
las tradiciones africanas. Debemos encontrar las raíces de la propia mística pentecostal
en la propia Reforma protestante del siglo XVI e incluso en algunos de los reformadores
católicos. Pues nunca se debe perder de vista que el pentecostalismo es esencialmente
una religiosidad cristiana. El pentecostalismo no es algo que haya nacido en el siglo XX
sino que se pueden rastrear sus orígenes mucho más atrás. Podemos ver características
pentecostales en el gran avivamiento religioso del siglo XVIII en las colonias británicas
de Norteamérica, llamado el “Great Awakening”. Pero por otro lado es preciso
enfatizar que el pentecostalismo, como explicaremos más adelante, es, principalmente,
una expresión de religiosidad popular, en la cual la doctrina y el dogma no son tan
importantes como la experiencia y las sensaciones. Y por ello podemos encontrar ciertas
características en diferentes iglesias de determinadas denominaciones protestantes que
las acercan al movimiento pentecostal.
Es ampliamente aceptado entre los estudiosos del tema que el origen del
movimiento pentecostal se encuentra en la Iglesia fundada en 1906 por William
Seymour, llamada Azuza Street Mission, en Los Ángeles, California. Seymour era un
mesero negro hijo de padres que habían sido esclavos, originario del estado de
Lousiana. Seymour había escuchado la predicación de Charles Parham, un pastor
metodista que durante su trabajo en el Topeka Bible College estableció las bases para el
pentecostalismo, afirmando que el cristiano debe experimentar un momento llamado el
Bautismo en el Espíritu Santo, diferente a la conversión y que en él se deben manifestar
signos tangibles. Seymour llevó estas ideas a California y fundó varias comunidades
pentecostales entre la población afroamericana. Pronto surgieron iglesias pentecostales
blancas que practicaron la segregación racial, como otras denominaciones. La primera
iglesia formalmente organizada fue la llamada Asambleas de Dios, fundada en 1914 en
el estado de Kansas, muy influida de las ideas de Parham, a quien considera su
fundador.
A México llegó el pentecostalismo pocos años después de sus inicios en Estados
Unidos. Desde la segunda década del siglo XX ya existían congregaciones pentecostales
en California, derivadas de la misión Azuza, de población de origen mexicano. Así,
pronto llegó el pentecostalismo a los estados del norte de México. Carlos Garma señala
que la primera Iglesia pentecostal fundada en el país fue la de Villa Aldama, Chihuahua,
por Romanita Carbajal de Valenzuela. Ella era miembro de una familia que pertenecía a
una denominación protestante y tuvo contacto con la misión Azuza de California. De
regresó al estado de Chihuahua logró convertir no sólo a su familia sino también al
pastor de la iglesia metodista de la ciudad de Chihuahua, Rubén Ortega. Romanita
continuó su labor misionera en varias ciudades del norte de México, hasta el día de su
muerte. A partir de estas iglesias nació la que es considerada la organización pentecostal
más antigua del país, la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús.
En 1926 esta iglesia experimentó una división importante. Eusebio Joaquín
Flores ere miembro de la Iglesia Apostólica y junto con otros miembro fundó su propia
asociación, llamada La Iglesia de la Luz del Mundo. Flores cambió su nombre al de
Aarón y por ello el día de hoy sus seguidores son llamados con frecuencia “aaronitas”,
por personas ajenas al movimiento religioso. Otra iglesia surgida en México y también
con influencia de las Asambleas de Dios fue la Iglesia de Dios del Evangelio Completo,
fundada por María de los Ángeles Rivera de Atkinson, quien después de la muerte de su
primer marido se casó con un estadounidense y se convirtió al pentecostalismo en
Arizona, en una iglesia de las Asambleas de Dios. Su movimiento fue apoyado por un
ministro norteamericano llamado J. H. Ingram, miembro de la Iglesia Cuadrangular de
Dios, ubicada en el estado de Tennessee.
El pentecostalismo llegó a la ciudad de México algunos años después de que
apareció en el norte del país. Anna Sanders fundó al primer templo de las Asambleas de
Dios en la ciudad en 1921, ubicado en la colonia Morelos. Dos características
particulares destacan de la historia de los orígenes del pentecostalismo en México.
Primero, que en muchos de los esfuerzos que hicieron posibles la fundación de iglesias
pentecostales una mujer juega un papel protagónico. Interesante notar que, como en los
Estados Unidos, el origen de las iglesias pentecostales esté asociado con un sector de la
población que no tiene muchas posibilidades de participar del poder en la sociedad civil.
Y segundo, desde sus inicios las iglesias pentecostales han estado caracterizadas por
divisiones, conflictos internos y luchas de poder, y a pesar de ello no han dejado de
crecer y aumentar el número de adeptos.

Las iglesias del pentecostalismo


Es preciso aclarar que, históricamente, el pentecostalismo ha adquirido muchas formas,
diferentes unas de otras. Para hablar del caso de México específicamente, han surgido
muchas diferentes organizaciones y congregaciones, algunas con alcance nacional
teniendo iglesias locales en varios estados de la república e incluso fuera del país, y
otras que sólo tienen influencia regional. Respecto a las congregaciones, tenemos en el
país desde las mega-iglesias de miles de miembros que se reúnen en grandes auditorios,
hasta las pequeñas iglesias que tienen sus reuniones en pequeños locales e incluso en las
cocheras de las casas. Los casos específicos presentan diferencias unas de otras en
cuanto a las prácticas, las creencias, e incluso en algunas doctrinas, sin embargo hay una
serie de características fundamentales que hacen que una determinada congregación sea
pentecostal, lo reconozca o no. En el siguiente apartado hablaremos de estas
características que conforman al pentecostalismo, no como una iglesia organizada sino
como un conjunto de creencias y prácticas religiosas que una determinada congregación
cristiana puede adoptar.
Ya que el pentecostalismo es una forma de cristianismo protestante presenta un
gran parecido con las otras denominaciones protestantes, como son los bautistas, los
metodistas, o los presbiterianos. La mayoría de las iglesias pentecostales consideran a
los cristianos protestantes de otras denominaciones como sus “hermanos”, o sea
cristianos como ellos, aunque asumen que ellos como pentecostales practican un
cristianismo completo al haber recibido el bautismo del Espíritu Santo, del que
hablaremos más adelante, aunque en algunas ocasiones se asumen como los únicos
portadores de la verdad. Y por su parte los protestantes de las llamadas denominaciones
históricas consideran que los pentecostales, aunque son sus hermanos, practican un
cristianismo alejado del original y mezclado con tradiciones no cristianas. Los servicios
de pentecostales y protestantes de otras denominaciones (que se celebran, por lo
general, los domingos en la mañana) son muy parecidos, e incluso puede que en algunos
casos no notemos la diferencia entre unos y otros.
Es por todo lo anterior que, al hablar de las características del pentecostalismo,
no tocaremos, o sólo mencionaremos cuando sea necesario, las características comunes
a todos los protestantes o evangélicos (como también se les llama), y pondremos más
atención a aquellas características que hacen diferente a una iglesia pentecostal de una
de las denominaciones históricas. De esta manera creemos, pues, que son más las cosas
en las que se parecen pentecostales y bautistas, por ejemplo, que las cosas que los hacen
diferentes. La fe en Jehová, Dios judeocristiano, en Jesucristo como salvador de los
pecados de la humanidad por su muerte en la cruz, la Salvación por la Fe, la
Justificación por Gracia, la Biblia como máxima autoridad, el rechazo de ídolos
(asociados con el catolicismo), la observancia de una moralidad estricta, etc. son las
características que unen a los evangélicos en general, y son los fundamentos esenciales
de ambas formas de cristianismo.
Pero tampoco queremos generalizar ya que aunque en teoría la esencia de las
iglesias tanto pentecostales como denominacionales es la misma (la esencia del
cristianismo protestante), en la práctica muchas iglesias pentecostales se han alejado de
las características fundamentales del cristianismo protestante y han hecho de una serie
de creencias que si son esencialmente pentecostales y que se alejan del protestantismo
tradicional la esencia de su fe, y que incluso podríamos decir que no son características
esencialmente cristianas, sino que sólo se revisten de un lenguaje cristiano. Pero por el
otro lado hay también iglesias pentecostales que mantienen su esencia cristiana
protestante pero integran a su religión una serie de características del pentecostalismo,
estas iglesias sí tienen una base fundamentalmente cristiana protestante adornada con
elementos pentecostales.
Como vemos pues, el estudio del pentecostalismo es sumamente complejo, pues
se encierran bajo el término pentecostales un sinnúmero de congregaciones, iglesias y
organizaciones eclesiásticas que muchas veces tienen grandes diferencias entre sí. El
mismo hecho de definir lo pentecostal y preguntarnos qué es pentecostal y qué no es, es
una tarea sumamente difícil, y es precisamente lo que en el siguiente apartado
trataremos de responder. Pero era necesario aclarar primero que la definición que
haremos de pentecostalismo se puede encontrar en diferentes niveles en las iglesias
pentecostales, y que hablaremos de iglesias pentecostales en el sentido amplio del
término; tanto de aquellas que hacen de las características del pentecostalismo su centro
y esencia como de aquellas que mantienen la tradición cristiana protestante revestida de
pentecostalismo. De manera que hablaremos de esas características del pentecostalismo
que pueden ser integradas en mayor o menor grado a diferentes iglesias cristianas.
Diferentes autores que han tratado de sistematizar el estudio del pentecostalismo
lo han divido en dos o tres grupos. Podemos encontrar algunas diferencias entre la
manera de clasificar al pentecostalismo entre los distintos autores, pero aquí
consideraremos las generalidades en las que más o menos todos concuerdan:
1) El primer gran grupo sería el del pentecostalismo tradicional o clásico, que
básicamente surgió del movimiento de renovación metodista en Estados Unidos, cómo
vimos al principio de este trabajo. A este pentecostalismo pertenecen los movimientos
más antiguos, como las Asambleas de Dios, la Iglesia Apostólica de la Fe en Jesucristo,
la Iglesia de Dios del Evangelio Completo, etc. Es una religiosidad institucionalizada y
jerarquizada en mayor medida que las demás, aunque presenta los rasgos típicos del
pentecostalismo.
2) El segundo grupo sería el movimiento neopentecostal o carismático, como lo
llaman algunos autores. Este tipo de iglesias, aunque adoptan algunos rasgos
pentecostales, permanecen unidas a las denominaciones tradicionales. Ejemplos de ello
son la Iglesia Metodista Pentecostal e incluso el movimiento de renovación carismática
dentro de la Iglesia Católica.
3) El tercer grupo del movimiento engloba a un amplio número de iglesias y
congregaciones que se asumen como cristianas y que manifiestan las características del
pentecostalismo, pero son iglesias independientes y autónomas que no rinden cuentas a
ninguna organización superior, o forman sus propias organizaciones. Son relativamente
nuevas en el país surgiendo hace cincuenta o sesenta años. Jaume Vallverdú llama a este
grupo “pentecostalismo de cura divina”7. Muchas de estas iglesias fueron fundadas por
disidentes del pentecostalismo tradicional o de los movimientos neopentecostales.
Existen muchísimas iglesias dentro de este grupo y aunque existen rasgos comunes por
los que las podemos catalogar de pentecostales también presentan numerosas
diferencias. Aunque todas mantienen un lenguaje cristiano, en principio, muchas de
estas iglesias se alejan notablemente del mensaje cristiano protestante tradicional, y
toman rumbos teológicos según los caprichos de sus líderes, que con frecuencia
inventan nuevas doctrinas y prácticas sensacionalistas. Son características de estas
iglesias las divisiones y los escándalos. Dentro de este grupo de iglesias es donde se
pueden encontrar con mayor frecuencia los fraudes y abusos de poder. Es el grupo más
radical y extremista dentro del pentecostalismo y el más alejado del mensaje tradicional
del cristianismo.

Características del pentecostalismo


El término “pentecostal” viene de la Biblia, en el libro de Hechos capítulo 2, donde se
relata el día del pentecostés, que significa cincuenta días después de la resurrección de
Jesucristo. Ese día, según el relato bíblico, la comunidad de seguidores de Jesús recibió
al Espíritu Santo y sucedieron fenómenos sobrenaturales que los pentecostales de hoy
pretenden repetir. Los protestantes tradicionales señalan que los fenómenos que
sucedieron ese día fueron algo único, propio del cristianismo primitivo, y que a partir de

7
entonces el Espíritu Santo llega a los creyentes en el mismo momento de su conversión.
Señalan que aunque Dios aun sigue haciendo milagros el día d hoy, no es necesario que
suceda lo mismo que el día del pentecostés porque aquel era un momento especial en la
historia del cristianismo que no tiene porque repetirse. Esta idea de un segundo
momento ya había sido propuesta por John Wesley, fundador del metodismo, en el siglo
XVIII y fue retomada por los pentecostales del siglo pasado.
La característica fundamental de pentecostalismo y la que lo separa del
protestantismo tradicional es la creencia en el “Bautismo del Espíritu Santo”, como una
experiencia diferente a la conversión y que debe manifestarse de manera tangible por
medio de los “dones del Espíritu”, sobre todo el hablar en lenguas. Los pentecostales
ven a los protestantes tradicionales como practicantes de un cristianismo incompleto
pues les falta ese bautismo. El bautismo en el Espíritu Santo llega al creyente en un
momento específico de su vida y es consecuencia de una profunda fe en Dios y su hijo
Cristo Jesús, se hace evidente por medio de manifestaciones sobrenaturales y debe ser
un momento especialmente emotivo para el creyente. No es un requisito para la
salvación, pero sí pone al creyente en un estado espiritual superior, es un paso más en el
proceso de santificación y la marca distintiva de que es elegido por Dios y él ha querido
mostrarle su favor. Existen diferentes dones del Espíritu y se supone que algunos
creyentes poseen uno o varios de esos poderes especiales, que puede utilizar para el bien
de la comunidad. Pero no son poderes que vengan de la propia persona sino de Dios,
que ha querido utilizar a determinada persona por su sola voluntad y a través de él
manifestar su poder.
Se cree que el don de lenguas debe manifestarse al menos una vez en la vida del
creyente, pero hay iglesias donde se practica en cada reunión de culto. El don de
lenguas o “glosolalia” como la llaman los estudiosos8, es una experiencia extática en la
que el creyente se cree poseído por una fuerza externa comienza a balbucear sonidos
sin sentido, pero que para la comunidad es un lenguaje desconocido, una lengua
celestial que nadie habla ni conoce, salvo aquel que tenga otro don especial y pueda
interpretar lo que supuestamente se está diciendo. Carlos Garma señala que ha
comprobado en su trabajo práctico que el hablar en lenguas es una experiencia que llena
de satisfacción a las personas y funciona como una terapia de desahogo y relajamiento.9
El don de lenguas es quizá la práctica pentecostal por excelencia ya que todas las
iglesias pentecostales la practican en mayor o menor medida y pudiera ser algo así como
la marca distintiva del pentecostalismo.
Otro de los dones del Espíritu que más se practican dentro de las iglesias
pentecostales es el de sanidad. Este don es dado por Dios a algún creyente con el fin de
manifestar su poder sanando a los enfermos. Se supone que la sanación viene por medio
de la fe de aquel que cree en el poder de Dios que puede sanarlo. Cuando Garma habla
de las sanaciones se remita a la eficacia mágica de la que habla Levi-Strauss, señalando
que es necesario que tanto el beneficiado como el intermediario y la comunidad crean
que hay poder en el acto de sanidad. Las sanaciones se pueden hacer tanto en los
servicios normales como en eventos especiales o reuniones más íntimas, y aunque no
hay un protocolo marcado a seguir es común que se impongan las manos al enfermo y a
veces se le unge con aceite. Hay iglesias que practican rituales de sanación con
características evidentemente mágicas, repitiendo palabras clave que exigen la realizan
de tal o cual milagro. Aunque hay algunos otros dones del espíritu el don de lenguas y
el de sanidad son los más comunes dentro de las iglesias pentecostales y los que se
practican con mayor regularidad.
8
Carlos Garma
9
El pentecostalismo es una forma de cristianismo protestante que además retoma
elementos de otras tradiciones religiosas. Es un fenómeno de religiosidad popular que se
ha institucionalizado, formando grandes organizaciones eclesiásticas en toda América.
J. P. Bastian señala que el pentecostalismo es esencialmente sincrético, sectario,
irracional y analfabeto, que aunque se considera heredero de la tradición protestante, no
sigue los ideales de la reforma del siglo XVI, ni de los herederos de ella en los siglos
posteriores, que tenía un espíritu crítico, culto e ilustrado. El pentecostalismo es una
expresión de religiosidad popular que sobre una base cristiana reúne elementos de
chamanismo y autoritarismo, sin contenidos de fe precisos. Bastian señala también que
el triunfo del pentecostalismo no es el triunfo del protestantismo, pues llama al
pentecostalismo “un catolicismo popular autónomo, una vaga expresión contra el
autoritarismo de la Iglesia católica”10.
Hay un gran énfasis en las emociones y en las experiencias sobrenaturales dentro
del pentecostalismo. Muchas veces se ignora el dogma y la doctrina y se pone por
delante a la experiencia. Aunque la Biblia es la máxima autoridad esta se interpreta
según la experiencia, y muchas veces sólo se utiliza como un objeto mágico. Es una
religiosidad espontánea que deja de lado el factor intelectual. La liturgia es oral, la
teología narrativa, y los ritos mágicos son particularmente importantes. La magia juega
un papel central dentro del pentecostalismo, sobre todo en los rituales de sanación. Esta
falta de atención a la doctrina es la que hace particularmente difícil de estudiar al
pentecostalismo, porque constantemente están surgiendo nuevas prácticas y en
ocasiones hay grandes diferencias entre dos iglesias pentecostales. Por ejemplo la
iglesia llamada Amistad Cristiana ha implementado recientemente la práctica de la “risa
santa”, que consiste en reír por algún período de tiempo supuestamente poseídos por el
Espíritu Santo, durante los servicios.
Las experiencias sobrenaturales y las emociones fuertes abundan en las iglesias
pentecostales, a veces se realizan exorcismos en los servicios. La música se utiliza
ampliamente para crear un ambiente propicio y es común que se toque a todo volumen.
Las sensaciones que se producen se atribuyen a la presencia del Espíritu Santo. Esta
presencia de Dios debe producir emociones evidentes que llevan a gritos, movimientos
bruscos etc. También se tiene la creencia de que Dios habla con gran frecuencia a través
de los sueños y de visiones especiales para comunicar su mensaje.
Gracias a las ofertas que el pentecostalismo tiene para el público en general ha
ganado muchísimos adeptos, sobre todo en los sectores pobres, que buscando beneficios
se acercan a este tipo de religión. En ocasiones la gente que asiste a las iglesias
pentecostales va buscando sanidad o emociones fuertes, convirtiéndose así en una
clientela religiosa que va a las reuniones a ver qué puede obtener. Muchas de las
personas que asisten a iglesias pentecostales siguen practican el catolicismo, y otras no
se preocupan por las creencias fundamentales del pentecostalismo sino sólo van para
obtener algo.
Desde sus orígenes las iglesias pentecostales nacieron dentro de comunidades
marginadas. En los Estados Unidos las primeras congregaciones pentecostales eran
comunidades afroamericanas en los barrios más pobres de las ciudades. Jaume
Vallverdú habla sociológicamente del pentecostalismo como “una religión de los
pobres”11, afirmando que la fe se vive de diferente manera entre pobres y ricos. En
México dentro del ámbito urbano las iglesias pentecostales han tenido un enorme
crecimiento sobre todo en las comunidades más pobres, donde, como señala Vallverdú,
se han creado comunidades suburbanas con características tanto del mundo rural como
10
11
el urbano. Para estas comunidades el mensaje del pentecostalismo es sumamente
atractivo, porque no ofrece una religiosidad intelectual sino favores divinos materiales y
físicos, como pueden ser las sanaciones, que son particularmente atractivas en sectores
de la población donde al acceso a la salud pública está restringido por las condiciones
socioeconómicas. Esto no quiere decir que el pentecostalismo no haya tenido aceptación
en las clases media y alta, pues ahí también se ha manifestado, Vallverdú señala que se
manifiesta ahí como una expresión en contra de las iglesias establecidas que tienden a
intelectualizar a la religión12.
El pentecostalismo tiene un gran crecimiento en los sectores marginados de la
población y ello obedece a varios factores. Por un lado la iglesia ofrecer la protección
que falta a las comunidades más pobres y por otro lado se convierte en un espacio de
expresión y participación que no se encuentra en la sociedad civil. Las iglesias
pentecostales son comunidades donde los miembros crean vínculos de amistad muy
estrechos. Se permite la participación de todos los miembros de la iglesia en las
diferentes actividades que se realizan, y además los cargos de liderazgo son fáciles de
alcanzar pues muchas veces no se exige preparación o esta es muy poca. El
pentecostalismo ofrece un tipo de religiosidad emotivo, sensacionalista y protector y por
ello ha tenido un gran éxito, siendo el sector con mayor crecimiento dentro del
protestantismo, que es la segunda fuerza religiosa del país.

La organización eclesiástica
La mayoría de las iglesias locales pentecostales se articulan en torno a la figura de un
líder carismático. El pastor, sin duda, es la persona más importante dentro de la
comunidad. El pastor, generalmente, tiene la misma escolaridad que el promedio de la
comunidad a la que dirige, y es común que reciba alguna preparación religiosa en los
seminarios o institutos propios de su organización o en independientes instituciones
pentecostales. Las iglesias pentecostales más institucionalizadas suelen tener una
organización altamente jerarquizada, y muchas de ellas tienen presencia nacional e
incluso internacional. Generalmente tienen una estructura piramidal y el nivel de
autonomía depende de la organización, existen las que son muy autoritarias y por el otro
lado están otras más relajadas. En esta estructura eclesiástica las diferentes clases de
líderes reciben nombres diferentes en cada organización, pero generalmente el Pastor es
el rango más bajo de los líderes principales de iglesias locales, y el Apóstol es el más
alto. Así, un líder está sobre un grupo de líderes, de los cuáles cada uno está sobre otro
número de líderes. Aunque no en todas las organizaciones es así, es una estructura
común.
Existen también otro tipo de instituciones pentecostales que se dedican a todo
tipo de industrias. Están las grandes casas editoriales que publican literatura cristiana y
que se pone al alcance de la comunidad a través de las librerías presentes en casi todas
las ciudades importantes del país. También hay disqueras que producen música,
empresas de ropa con imágenes cristianas y todo tipo accesorios con leyendas o
representaciones cristianas. Otras iglesias son autónomas y no pertenecen a una gran
organización de presencia nacional, sin embargo es común que los pastores de estas
iglesias se pongan bajo la “cobertura” de algún otro líder más reconocido. Por otro lado
existen eventos que agrupan a líderes y miembros en general de todas las iglesias
pentecostales y en ocasiones de todas las protestantes, como la llamada “Expo
Cristiana”, que se celebra cada año en el World Trade Center de la Ciudad de México

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en el mes de Octubre. También hay todo tipo de congresos, conciertos, conferencias,
etc. a los que asisten los miembros de las iglesias pentecostales.
El pastor dentro de la iglesia cumple diferentes funciones. Para empezar es el
encargado de llevar la palabra cada semana o dos veces por semana a los miembros de
su iglesia por medio del mensaje hablado. También es una especie de administrador de
los favores divinos, generalmente se asume poseedor de alguno o varios de los dones
del espíritu, aunque también es posible que otros miembros de la congregación los
posean. Algunos pastores también atienden a las personas con todo tipo de problemas,
les dan ayuda espiritual y consejos que se asume vienen de Dios. El pastor generalmente
recibe un salario acordado por los principales líderes de la iglesia.
Es común que dentro de la iglesia exista una mesa directiva que se encarga de
todos los asuntos administrativos. En ella suele encontrarse un tesorero que es el que
administra el dinero, el cual se recauda durante los cultos. Para ello existe el diezmo,
que significa que cada miembro de la iglesia debe dar al menos el diez por ciento de su
salario a la iglesia, y también están las ofrendes y donaciones voluntarias. De todo lo
que se recauda se paga al pastor y a otros empelados de la iglesia (como secretaria o
conserje) o se utiliza para la labor pública, ya que las iglesias pentecostales practican
mucho el servicio social. Es común que otra parte de los fondos vaya dedicada a las
misiones, o sea, a la predicación del evangelio en otras partes de la ciudad e incluso del
país, por medio de misioneros que son enviados por la iglesia. Lo demás se ocupa en los
diferentes gastos de la iglesia. Claro que no falta la iglesia donde el pastor o un grupo de
líderes abusen del poder y utilicen el dinero recaudado para su beneficio personal, pero
no es la regla.
Existen otros líderes dentro de la iglesia, que en algunas congregaciones se
llaman diáconos o siervos. Se dedican a todo tipo de labores dentro de la iglesia y
generalmente lo hacen de manera voluntaria. Es común que las mujeres también
participen en el poder, e incluso existen casos de mujeres que han llegado a ser pastoras
o apóstoles, y es bastante común que manifiesten los dones del espíritu. Para convertirse
en líder dentro de la congregación la persona debe estar comprometida con el trabajo de
la iglesia y debe ser reconocida por la comunidad como una persona con el Espíritu de
Dios, lo cual se evidencia por medio de los dones del Espíritu. Y en algunas iglesias es
necesaria la preparación por algunos años en diferentes cursos.
El pentecostalismo es un cristianismo muy desinteresado de la doctrina y el
dogma, y pone por delante la experiencia y las emociones. Los servicios pentecostales
están llenos de experiencias sobrenaturales y los asistentes van a las reuniones buscando
emociones fuertes. La mayoría de las reuniones y todos los servicios principales llevan
un largo periodo de música en el cual toda la congregación participa, cantando,
danzando, aplaudiendo y gritando, este llamado período de “alabanza” sensacionalista
es dirigido por un líder carismático cuya figura es de gran importancia dentro de la
comunidad pentecostal. La música dentro de las iglesias pentecostales se ha vuelto un
factor central, y el estilo de la música depende del gusto de la congregación,
generalmente se toca música moderna y se utilizan los instrumentos comunes de las
bandas musicales. Además, existen dentro del mundo cristiano protestante un gran
número de artistas, cantantes y grupos musicales que son representativos y que
organizan conciertos y eventos especiales a los que no sólo asisten cristianos
pentecostales sino de todas las denominaciones. Pero es característicos de las iglesias
pentecostales la danza y las emociones fuertes dentro del periodo de cantos. La música
se ha vuelto un factor de atracción del sector juvenil muy importante.
En los servicios pentecostales hay además largos períodos de oración, que
también van acompañados de música de fondo, y aunque la manera de llevar a cabo este
tiempo es diferente en cada congregación es usual que algunos líderes de la
congregación oren por las personas necesitadas imponiéndoles las manos. La mayoría
de ellos llora y algunos hasta se desmayan. Lo que tampoco puede faltar es el mensaje
hablado de “la Palabra de Dios”, que generalmente lo dirige el pastor principal de la
iglesia o algún predicador invitado. La manera de predicar depende de cada predicar,
algunos lo hacen de manera muy seria o otros con gran emoción, no faltan los que lo
hacen de manera graciosa, pero todos se remiten a la Biblia para exponer un
determinado tema. A menudo, durante el “sermón”, la congregación se emociona junto
con el predicador aplaudiendo o con expresiones en voz alta.
Hay además servicios especiales en los que se realizan bautismos por inmersión,
que son el rito de iniciación más importante, otros donde se celebra la “Comunión” o
“Santa Cena”, en los que la congregación come pequeños trozos de pan y jugo de uva, a
esta celebración sólo están invitados los miembros comprometidos que, dependiendo de
la congregación, deben cumplir ciertos requisitos. Otros servicios especiales se celebran
en torno a la figura de algún que se supone tiene algún poder especial, un “don del
Espíritu”, y se hacen grandes eventos en los que, por ejemplo, la gente va a ser sanada
de sus enfermedades por el profeta, pastor o apóstol que tiene el “don sanidad”. No en
todas las iglesias pentecostales, pero en algunas durante el servicio se manifiesta el “don
de lenguas”, y se puede llevar a cabo de diferentes maneras. Puede ser que una persona
pase al frente y hable en lenguas en un momento de emociones fuertes, mientras un
profeta con el don de interpretar traduzca los que Dios está diciendo por medio de
aquella persona, o también sucede que en un momento de éxtasis toda la congregación
hable en lenguas. Otros dones del Espíritu se pueden manifestar durante los servicio,
pero el de lenguas y profecía son los más comunes. En fin, no hay un protocolo a seguir
a la hora de llevar a cabo las reuniones religiosas, cada congregación lo hace a su
manera pero lo anterior dicho son las principales características de los servicios
pentecostales.
Además de las reuniones masivas donde asiste toda la congregación, y en la que
generalmente se recibe a cualquier persona, sea o no cristiana, hay otro tipo de
reuniones que son más íntimas y a las que va un grupo más reducido de personas. A
veces se imparte clases bíblicas en las iglesias los mismos días de culto, el domingo, en
las que un maestro, que no necesariamente es el pastor, imparte la lección basándose en
diferentes materiales, que muchas veces son preparados por las grandes organizaciones
eclesiásticas.

Conclusiones
El pentecostalismo es un conjunto de creencias y prácticas religiosas, las creencias
surgen a partir de una interpretación poco tradicional de la Biblia, cuyo fundamento es
la creencia en el Bautismo del Espíritu Santo como una segunda experiencia en la vida
del cristiano que se hace evidente por la presencia de signos espirituales, sucesos
sobrenaturales, tangibles llamados dones del Espíritu, y las prácticas combinan
elementos de chamanismo y de tradiciones religiosas llenas de sensacionalismo y
emoción. Podemos decir que el pentecostalismo no es totalmente un fenómeno religioso
cristiano, y sin embargo se manifiesta en mayor o menor medida en comunidades que
tienen una base esencialmente cristiana. De esta manera se encierra bajo el título de
iglesias pentecostales a un enorme número de congregaciones, iglesias y organizaciones
eclesiásticas que presentan elementos de pentecostalismo en diferentes grado, unas que
lo hacen el centro y esencia de su religiosidad y otras que sólo adoptan elementos
pentecostales, revistiendo, así, de pentecostalismo a una base cristiana.
Las características esenciales de lo pentecostal son: la creencia de que Dios da
poderes especiales a los que tienen fe en él a través del Espíritu Santo, son poderes
sobrenaturales como la glosolalia, el poder de sanidad y la profecía, un énfasis en las
emociones y las experiencias sobrenaturales como resultado de la presencia del Espíritu
Santo, y un desinterés por la doctrina y la intelectualización de la religión. Estas
características del pentecostalismo tienen que ver con su origen en comunidades
marginadas y ello le ha dado gran aceptación en los sectores pobres de la población. Es
una religiosidad popular y espontánea y gracias a ello tenemos un sinnúmero de
congragaciones que presentan rasgos pentecostales pero que también tienen diferencias
entre sí. Pero ello no quita que sean pentecostales pues, como ya dijimos, la doctrina no
es tan importante en el pentecostalismo como la experiencia.
De esta manera hemos definido al pentecostalismo, considerando siempre que
hay diferentes tendencias dentro de él. Como un fenómeno religioso particular que ha
tenido gran aceptación dentro de la población de México gracias a lo atractivo de su
forma y de las ofertas que da al creyente: sanidad, participación pública, expresión
artística, protección comunitaria, etc. Sacia esas necesidades del hombre religioso que ni
las denominaciones protestantes con su intelectualismo, ni el catolicismo con su
tradicionalismo, han podido saciar. El pentecostalismo es, pues, un nuevo movimiento
religioso en crecimiento y en constante construcción que ha echado raíz, ya, en nuestro
país, y por ello es preciso estudiarlo y entenderlo. Creo que, con el presente trabajo,
hemos puesto una buena base para una futura investigación en la que pueda comparar
algunas congregaciones específicas, estudiando así fenómenos concretos de manera que
pueda comprobar mis conclusiones aquí señaladas, y con ello poder comprender más a
fondo a este complejo fenómeno religioso.

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