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ÍNDICE

Pág.

LECCIÓN l. LA TAREA MINISTERIAL .4

LECCIÓN 2. LLAMADO, VOCACIÓN, MISIÓN Y RESPUESTA 10

LECCIÓN 3. LA VOCACIÓN DENTRO DEL PLAN DIVINO 16

LECCIÓN 4. CÓMO LLAMA DIOS 21

LECCIÓN 5. LA ÉTICA MINISTERIAL 27

LECCIÓN 6. LA DIGNIDAD MINISTERIAL 34

LECCIÓN 7� LA MORAL DE JESÚS .40

LECCIÓN 8. ESCENARIOS CONTROVERSIALES .46

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LECCIÓN 1:

LA TAREA MINISTERIAL

INTRODUCCIÓN:
La Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús declara en el punto doctrinal Cuerpo Ministerial
que: "Para el desempeño del ministerio oficial de la Iglesia, Dios llama a cada persona, y que el Espíritu
Santo confiere a cada ministro la facultad de servir a la Iglesia en distintas capacidades y con distintos
dones, cuyas manifestaciones son todas para edificación del cuerpo de Cristo" (Ro. 12:6-8; 1 Co. 12:5-11;
Ef. 4:11,12).

De igual forma, expresa: "Que aunque el llamamiento al ministerio es de origen divino, la Pala
bra de Dios contiene suficientes enseñanzas sobre los requisitos que debe llenar la persona que vaya a
servir en el ministerio, y que corresponde a los gobiernos eclesiásticos organizados examinar a los can
didatos al ministerio y determinar cuándo son dignos de aprobación, y la tarea a que se deban dedicar"
(Hch. 1:23-26; 6:1-3; 1 Tim. 3:1-10; 4:14; 5:22; Tito 1:5-9).

Con estas declaraciones, se puede concluir que el candidato a ministro es llamado por Dios, equi-
pado por el Espíritu Santo y acreditado por la Iglesia a fin de que ejerza su ministerio en las áreas asigna-
das y para la edificación del cuerpo de Cristo.

MEDITEMOS:
No estaba llamado.

En cierta ocasión colaboré en un servicio de ordenación. Al candidato se le


hizo la siguiente pregunta: "¿Ha sido usted llamado por Dios?", el interro-
gado se ruborizó, tartamudeó, miró como si un oficial de tránsito le hubiera
entregado una boleta por haber cometido una infracción, tragó saliva, y dijo:
"Dispense usted: ¿qué me decía?". El interrogador escogido por la asamblea
procuró ser bondadoso, y le preguntó. "¿Por qué desea usted entrar en el mi-
nisterio?", a esto respondió el candidato al ministerio: "Bien ... pues ... este ...
es una posición respetable; y yo creo que puedo hacer algo bueno". El inte-
rrogador le dirigió una sonrisa para animarlo a que continuara, y prosiguió el
candidato: "Mi pastor me asegura que uno tiene una vida protegida por Dios,
muy agradable, de cultura, de asociación con la mejor clase de gente y con los
mejores libros. Yo siempre he deseado una vida de incesantes variedades ...
con un sueldo asegurado".

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-
PASOI
MINISTRO Y MINISTERIO.
Las palabras ministro y ministerio se derivan del latín minister, del griego diakonos y diakonía
que significa sirviente o criado, incluso ayudante. En el Antiguo Testamento en el libro de Éxodo (24:13)
se dice que Josué era "servidor -mesaret en Hebreo- de Moisés". El título de servidor comúnmente se de-
signaba a los sacerdotes, quienes eran ministros de culto, mediadores entre Dios y el pueblo, mediadores
como en su tiempo lo fueron los reyes y los profetas.

En el Nuevo Testamento, el evangelio de Marcos (10:42) presenta a Jesús como el Hijo del Hombre
que "No vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida por rescate por muchos". Este es el
principio por el cual Jesús enseña e invita a sus discípulos a considerar las funciones de su ministerio,
no como un grado jerárquico o un beneficio personal, sino como un digno servicio en favor de todos los
demás.

En los tiempos de la naciente Iglesia, la expresión diakonia se aplicó generalmente a cuestiones


materiales: como el servir a las mesas y recabar ofrendas para los pobres. Posteriormente se emplea la
palabra diakonos como un título para distinguir a quienes sirven o ejercen algún ministerio específico;
obviamente constituido y guiado con el propósito y la acción misma del Espíritu Santo.

Posteriormente, y no siendo la intención de crear y alentar una función meramente administrativa


y jerárquica, aparecen los ancianos -presbiteroi- (Stg. 5:14) quienes estaban al frente de las comunidades
judías; y los obispos -episkopoi- quienes eran elegidos cuidadosamente entre los presbíteros (Tito 1:5-9)
para ser los vigilantes de enseñar y preservar las responsabilidades del ministerio apostólico.

La delegación de funciones asignadas entre los miembros del pueblo de Dios, son el claro ejemplo
de la evolución y el perfeccionamiento de sus ministros y de los diversos ministerios que desempeñan. De
igual manera, con ello se asegura la estabilidad del gobierno y servicio que se presta en representación del
gran sumo sacerdote Jesucristo.

ACTIVIDAD 1
Lee con atención Efesios 4:11-16 y contesta las siguientes preguntas.

¿Quién constituyó los ministerios en la iglesia?

Menciona los 3 principales propósitos del ministerio quíntuple.

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11¡.-.- ...-- I
¿Cómo contribuyes con tu ministerio en la iglesia para conseguir la unidad
en la fe y el conocimiento de Cristo?

¿Cuál es tu propuesta para que los miembros de tu iglesia afirmen su carácter?

PASO 11
PRINCIPALES TAREAS DEL MINISTRO.
En los tiempos bíblicos el trabajo ministerial se interrelacionaba con una serie de prioridades, éstas
mismas deben de ser consideradas minuciosamente por los actuales ministros de la iglesia. La disciplina
se convierte entonces en el elemento esencial para todas las tareas que el ministro realiza con Dios, con su
familia, con sus demás compañeros de ministerio, con su iglesia y con la comunidad que le rodea.

La primera prioridad, y la que se constituye en el más grande mandamiento en la tarea ministerial


de todo ministro del cuerpo de Cristo, debe de ser la de relacionarse intensamente con Dios, a fin de que
crezca su alma en amor, su espíritu en intimidad, y su cuerpo en obediencia y sujeción a todo lo estable-
cido para él y su ministerio (Mt. 22 37-38).


La segunda prioridad en la tarea de todo ministro debe de ser la de gobernar bien su familia; con
el propósito de que no caiga en descrédito, y en consecuencia pueda con libertad exhortar y convencer
a todos aquellos que se llegan a oponer a las enseñanzas establecidas en la Palabra de Dios (Tito 1:6,9).

La tercera prioridad en toda tarea ministerial debe de ser la de crear y madurar sanas relaciones
con los demás compañeros en el ministerio, a fin de que se logre pulir el carácter, fortalecer la fe y afirmar
la vocación de él mismo y los demás ministros de la iglesia (1 Tim. 4:6-16).

La cuarta prioridad en la tarea ministerial debe de ser la de otorgar un lugar nuevo a la iglesia en
la comunidad, con el propósito de que aquellos a quienes nunca se les ha hablado de las buenas nuevas de
Cristo, lo entiendan, lo reciban y vean las señales y milagros del nuevo Reino (Ro. 15:20-21).

La quinta prioridad en la tarea ministerial debe de ser la de formar y perfeccionar a todos los
cristianos de su iglesia, a fin de que éstos alcancen la estatura de Cristo y consigan ejercer su ministerio y
demás capacidades espirituales de manera organizada y dinámica (Ef. 4:11-16).

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La sexta prioridad en la tarea ministerial debe de ser la de reconciliar y vincular a las personas de
su comunidad con Dios, para que crean y alcancen el perdón de sus pecados, la salvación de su alma y
finalmente la vida eterna (Jn. 3:15).

ACTIVIDAD2

Lee con atención los siguientes pasajes bíblicos y anota a continuación cuál
era el ministerio y las tareas ministeriales que deberían de realizar los per-
sonajes aquí anotados.

Génesis 12, Abraham.

Génesis 37, Josué.

Isaías 6, Isaías.

Lucas 1, Juan el Bautista.

PASO 111
SIERVO DE JESUCRISTO.
Servir en la iglesia a través de los ministerios no es una contribución propia que realice el ministro,
más bien es la acción que Dios realiza a través de sus siervos. Cuando alguien piensa que ejerciendo su
ministerio le hace un favor a la iglesia ha perdido la orientación de su carrera ministerial. La humildad es
el principal elemento de un ministerio próspero y de éxito. Así lo creyó y expresó el apóstol Pablo en su

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segunda carta a los Corintios (3:5): "No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo
como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios"; y además agregó que fue
Dios mismo quien los "hizo ministros competentes" (3:6). Por tal motivo, todos lo que sirven en la iglesia
se constituyen en siervos de Jesucristo.

El apóstol Pablo, regularmente daba testimonio de que él fue apartado para predicar el evangelio,
que fue constituido apóstol, y que dichas distinciones confirmaban que él era siervo de Jesucristo (Ro.
1:1); ser siervo de Jesucristo implicaba no subestimarse y no querer ocupar los primeros lugares. En la
actualidad hay quienes sueñan con entrar al ministerio oficial, e incluso al de todos los santos para ser
admirados, reconocidos, o tal vez recompensados económicamente. Quienes piensan de esa manera caen
en la tentación y son fuertemente atados por los lazos de la ambición, de la codicia que llega a hundirlos
en la desgracia (1 Co. 6:19).

El mismo Señor Jesucristo es el mejor ejemplo de lo que es ser siervo; desde los inicios hasta el
final de su ministerio su sentir no fue el sentir de aquellos que se aferran a su zona de confort, Él no en-
contró razón justificada para no involucrarse en la misión salvífica de la humanidad. Él voluntariamente
se despojó de su gloria, tornó la forma de un "hombre siervo", de un hombre sumiso a la voluntad de Dios,
de un hombre dispuesto a llevar su vida hasta las últimas consecuencias. Por tal motivo, el apóstol Pablo
invita a todos los servidores de la iglesia a que imiten el sentir que hubo en Cristo Jesús (Fil. 2:5).

ACTIVIDAD3
Lee las siguientes oraciones expuestas por Jesús y escribe en tus propias
palabras los principios espirituales que encuentras en ellas (Jn. 13).

V. 13 "Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy".

V. 14 "Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros


también debéis lavaros los pies los unos a los otros".

V. 15 "Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho,


vosotros también hagáis".

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V. 16 "De cierto, de cierto os digo: el siervo no es mayor que su Señor, ni
el enviado es mayor que el que le envió".

V. 17 "Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis".

CONCLUSIÓN:
Las principales tareas del ministro y de su ministerio, se enmarcan en los dos más grandes y
principales mandamientos de Dios: ''Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente", y ''Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Jesús precisamente dijo que de estos dos
mandamientos dependía todo el propósito de las enseñanzas de la ley y los profetas (Mt. 22:36-40); por
tal motivo, todas las acciones de tu vida y de tu tarea ministerial deben de ser realizadas bajo el principio
del amor. Ten siempre presente que todo lo que hagas en la iglesia debe de ser hecho con humildad, en el
Nombre y en la fortaleza que concede a sus siervos el Señor Jesucristo.

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LECCIÓN 2:
.,
LLAMADO, VOCACION,
MISIÓN Y RESPUESTA
INTRODUCCIÓN:
El profeta Jeremías (1:5) dice que antes de que él fuera formado en el seno de su madre, Dios ya lo
conocía, ya lo había santificado y ya lo había designado como un profeta para las naciones. Por su parte,
el apóstol Pablo, (2 Tim. 1:9), expone que el Señor es quien salva y llama con un llamamiento santo a todo
hombre, y lo hace con un propósito establecido antes de los tiempos de los siglos.

Estas declaraciones demuestran que Dios tiene anticipadamente un llamado, un plan y un tiempo
específico para cada individuo. Por tal motivo, el ministro llamado por Dios debe de replantear en todo
momento y circunstancia la orientación, la intención de sus acciones durante toda su vida. Todo llamado
requiere de madurez espiritual, sin ella, no se puede responder eficazmente a la misión de transformar la
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desdichada condición humana a la imagen de Cristo.

El llamado y la vocación se necesitan vivir sin ambigüedades. El ministro requiere de una fuerte
convicción para enfrentar todo tipo de angustias, aflicciones, prisiones, de injusticias y de quebrantos que
Dios mismo va acomodando en su vida y ministerio, a fin de cumplir el propósito de salvar al hombre del
pecado.

MEDITEMOS:
Lo que soñó un predicador, por lo cual ya no quiso morir.
Un hombre soñó que repentinamente había muerto y había sido transportado
al cielo. Estando en aquel mundo glorioso pensaba que estaba ahí porque lo
merecía. De pronto alguien vino a verlo, lo llevó a las almenas, y comenzó el
diálogo siguiente:
-Ven. Voy a mostrarte una cosa: mira allá abajo. ¿Qué ves?
-Veo un mundo muy obscuro.
-Fíjate: a ver si lo conoces.
-Por supuesto; es el mundo de donde vine.
-¿Qué ves?
-Que los hombres allá están vendados, y muchos se dirigen a un precipicio.
-Bien, ¿te quedarías aquí, a gozar del cielo, o volverás a la tierra con el objeto
de dedicar un poco más de tiempo para hablarles a esos hombres acerca de

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i

este mundo?
El hombre que tuvo este sueño era un predicador que había estado desalenta-
do, y al despertar, dijo: "Ya no quiero morir, sino trabajar".

PASOI
LLAMADO Y VOCACIÓN.
Lo que se conoce como vocación ministerial proviene de la palabra "vocare", que significa "lla-
mar para hacer venir". En el caso de vocación ministerial, se entiende como la gracia a la iniciativa, al
llamado que Dios realiza a todo creyente para que realice una tarea específica durante su vida. El apóstol
Pablo declara (Ef. 4:4) que la vocación ministerial surge como respuesta a la esperanza de ser constituidos
un sólo cuerpo en Cristo. Además agrega (Ef. 4:11) que el Señor mismo fue quien designó a unos con la
vocación de apóstoles, a otros con la vocación de profetas, a otros con la vocación de evangelistas, a otros
con la vocación de pastores y maestros.

Lo que se conoce como llamado proviene de la palabra "Kaleo", que generalmente se usa para
"convocar o invitar" incluso para "destino". Se puede entonces decir que el llamado o llamamiento es la
invitación que recibe el cristiano a vivir según el propósito de Dios. El evangelista Marcos explica concre-
tamente (3:13-15) cómo Jesús llamó a sus discípulos. Él dice que Jesús "subió al monte, y llamó a sí a los
que Él quiso; y vinieron a Él". A los doce que convocó, no sólo los llamó, sino que les aclaró su destino;
ahora ellos se concretarían a pasar su tiempo con Jesús, a ir a todo lugar a predicar, a hacer uso de la au-
toridad delegada sanando enfermos y echando fuera demonios.

Jesús eligió a sus discípulos para que estuvieran con Él, y para que recibieran la autoridad de ejer-
cer los misterios de la predicación, de la sanidad y la liberación. Los discípulos con la autoridad delegada
no actuarían de manera robotizada; ellos tendrían que aprender a utilizar al mismo tiempo su capacidad
intelectual para aprender a cómo tratar a los no creyentes, para saber hablar edificantemente, para respon-
der correctamente y para aprender a ser oportunos al compartir el evangelio. La vocación y el llamado de
Dios no pervierten la identidad y las capacidades del individuo, más bien las perfeccionan.

ACTIVIDAD 1
Lee, reflexiona, escribe y comparte con tus compañeros las respuestas de las
siguientes claves que ayudan a descubrir la Vocación Ministerial.

l. ¿Qué te gusta hacer?


La respuesta tiene que ver con lo que produce satisfacción y realización per-
sonal, pero no siempre lo que gusta hacer es lo que Dios tiene preparado para
sus ministros.

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1
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2. ¿Qué sabes hacer?


La respuesta demostrará la potencialidad de las habilidades naturales, men-
tales, sociales y espirituales que se poseen como persona. Pero, no significa
que no se pueda aprender o adquirir otras capacidades o habilidades.

3. ¿Qué de lo que te gusta y sabes hacer produce bendición para los demás?
La respuesta busca resaltar el sentido y destino de la vocación ministerial de
Dios, en el cual se encuentra en el enriquecimiento espiritual y moral de los
demás, aun sobre tu propio beneficio personal.

PASOII
TODO LLAMADO Y VOCACIÓN CONLLEVA
UNA MISMA MISIÓN.
Toda vocación ministerial se distingue entre todas ellas; cada una representa un ministerio, una
historia, un propósito particular de parte de Dios. Sin embargo, el llamamiento y vocación ministerial
cualquiera que sea, conlleva la misma misión, y ésta es la de reconciliar junto con Cristo al mundo para
con Dios. Así lo presenta el apóstol Pablo, cuando explica (2 Co. 15:18-20) que Dios reconcilió en primer
lugar a sus ministros consigo mismo a través del ministerio de Cristo, y posteriormente les delega el mi-
nisterio de la reconciliación. Por tal motivo, el ministro por voluntad divina se constituye en un represen-
tante de Cristo, en un embajador que no debe de tomar en cuenta los pecados de los hombres cualesquiera
que éstos sean, sino que debe de rogarles en nombre de Cristo que procuren reconciliarse con Dios.

Todas las actividades profesiones humanas se escogen, pero la vocación ministerial no. Es muy in-
teresante saber que el Señor es quien llama, y llama a quien Él quiere, cuando Él quiere, donde Él quiere,
como Él quiere y para cumplir con todo lo que Él quiere. Así lo expresa el mismo Señor en el evangelio
de Juan (15:16): "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que
vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca ... ". Estas palabras sin duda inquietaron en gran
medida el corazón y la mente de los discípulos, pero al mismo tiempo ponían fin a aquellas preguntas
que pro- bablemente en ellos surgieron: ¿Por qué a mí? ¿Para qué me eligió? Las respuestas eran
obvias: "Yo os elegí", para que "llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca". De seguro había otras
personas que pudieron ser llamados por Jesús, pero Él sólo quiso escoger a esos doce. Él sencillamente
creyó que ellos podrían producir los resultados esperados.

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Mucho se ha hablado de que Dios creó a todo ser humano y que lo constituyó con una vocación
específica en el mundo; que le concedió dones y talentos naturales que le facilitarían su existencia, aún
más cuando el hombre se convierte a Dios; es decir, que si cree y acepta voluntariamente el llamado,
Dios le reviste con una nueva naturaleza espiritual a fin de que pueda cumplir la misión. Así lo registra
el evangelio de Lucas (4:18-19): "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los
cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor".

ACTIVIDAD2

Tomando como base lo que dice el evangelio de Mateo 28:19-20, se elabora-


ron las siguientes preguntas. Por favor lee, responde y comenta.

¡}\. qué lugares tienes que ir a predicar el evangelio?

¿Cómo harás discípulos?

¿Cuáles son las principales enseñanzas que Jesús dijo que se tenían que com-
partir?

PASO 111
LA RESPUESTA A LA VOCACIÓN Y AL
LLAMADO DE DIOS ES EL COMPROMISO.
La respuesta que se espera de todo ministro cristiano, es que éste se defina y comprometa firme-
mente ante Dios, quien es el que le llama. Él espera que sus ministros demuestren en todo tiempo disponi-
bilidad, y dicha disponibilidad debe de ser consciente, muy personal, en completa libertad y sobre todo, de
manera responsable. Un compromiso es un acuerdo entre dos o más involucrados en un asunto, éste puede
establecerse de manera voluntaria, obligada, o de palabra. Cualquiera que sea la forma en la que se con-
venga, las partes involucradas siempre tendrán que definirse con quién o quiénes se han comprometido.

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Cuando los judíos cuestionaron a un enfermo sobre quién le había sanado, Jesús dijo: "Mi Padre
hasta ahora trabaja, y yo trabajo" (Jn. 5:17). Con dicha afirmación se pone en manifiesto el compromiso
que existe entre Dios y su ministro. Un compromiso bien definido como el de Jesús se enfoca en acciones
como en propósitos específicos, y sobre todo, en la disposición de enfrentar cualquier dificultad que se
presente, sin llegar a desprenderse del compromiso contraído. Parafraseando las palabras de Jesús, bien se
podría decir que todo creyente en Jesucristo tiene el compromiso con Dios, de que bajo cualquier circuns-
tancia no hará su propia voluntad, sino que hará siempre la del Señor.

La respuesta al llamado de Jesús que marcó radicalmente la vida Pablo fue realmente una pregun-
ta: "Señor, ¿qué quieres que yo haga?" (Hch. 9:6). Es la pregunta que se hace todo hombre que quiere
comprometerse en el plan de Dios. En la actualidad hay muchos que le hacen esa misma pregunta a
Dios; pero al mismo tiempo les surge internamente otra más complicada de responderse: ¿cómo se llega
a conocer la voluntad de Dios? En el caso del apóstol Pablo se observa cómo inmediatamente recibe las
indicaciones precisas para conocer la respuesta a ambas preguntas: "Y el Señor le dijo: Levántate y entra
en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer" (Hch. 9:6). Con el simple hecho de levantarse, de entrar a la
ciudad y de escuchar atentamente lo que se le dijera, Pablo ya estaba dando respuesta y a la vez conocien-
do la voluntad de Dios para su vida.

ACTIVIDAD3
Lee con atención Éxodo 3-4:17, considera los detalles y responde a las pre-
guntas.

¿Cómo consideras que fue la respuesta de Moisés al llamado de Dios?

¿Qué piensas cuando lees cada uno de los argumentos que presentó Moisés
al llamado de Dios?

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CONCLUSIÓN:
Dios espera que sus ministros asimilen el llamado, la vocación, la misión como la respuesta que
demanda el Reino de Dios; que no se conduzcan como viven los demás hombres; que estén siempre dis-
puestos a cambiar su manera de ser y de pensar; que ellos no se dejen impresionar por la negatividad y
rebeldía de los ociosos; que sepan cuál es la agradable y perfecta voluntad de Dios para el mundo, para
su prójimo y para él mismo. Si un hombre elige a una mujer para unirse con ella en matrimonio, pero ella
no corresponde a esa amorosa elección, de seguro que no habrá boda. De igual manera pasa con Dios y
los hombres, si Dios los elige para que cumplan con la misión pero ellos sencillamente deciden no corres-
ponder al llamado que se les hace, seguro que se perderán la inigualable oportunidad de recibir en su vida
presente cien veces más, y después la vida eterna.

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LECCIÓN 3:
,,
1
LA VOCACION DENTRO
1

DEL PLAN DIVINO


1
INTRODUCCIÓN:
Desde la perspectiva de Dios, la vocación ministerial es el proyecto de vida; por tal motivo, Dios
toma la iniciativa de ejercer la vocación. En primer lugar, porque Él es quien llama; en segundo lugar,
porque Él es quien concede las capacidades y habilidades necesarias para vivir; en tercer lugar, porque
Él es el que concede la razón y la dirección del ministerio. El hombre por su parte, escucha el llamado y
acepta la invitación, y él responde incondicional y comprometidamente a Dios quien le llama.

El libro de Génesis (1:26-29) registra que el hombre desde el principio de la creación estuvo dentro
del plan de Dios. Las capacidades con las que fue creado, el lugar donde fue establecido y los deberes
determinados para su vida, son muestra de la importancia y la trascendencia que tendrían todas las deci-
siones y acciones que ejecutara en obediencia a Dios y en favor de la creación. Por otro lado, al recibir en
su ser de la misma esencia divina, se declara que el hombre recibe en primer lugar la vocación de ser hijo
de Dios, y posteriormente ser administrador representante de Dios en la creación.

MEDITEMOS:
De pintor a misionero.
Un joven artista pintor, cierto día hizo un precioso cuadro en el que repre-
sentaba a una mujer y a un niño perdidos en la noche, batallando con la
tempestad.

Cuando se hallaba dándoles los últimos toques, su inspiración se había cam-


biado en una profunda emoción, porque siendo cristiano, sus pensamientos
eran: "Yo estoy pintando unas personas aquí perdidas, para alcanzar yo la
gloria terrenal. .. mejor sería que fuese en pos de ellos para conducirlos a su
único Salvador, al cual desconocen".

Dejando su estudio se ofreció como misionero para ir a África, pensando


en el espantoso estado de los pobres hijos del continente atormentado por
cien enemigos. Y aquel joven pintor se convirtió en el abnegado misionero
obispo Tucker, de Uganda, cuya historia es fuente de inspiración de amor a
los perdidos.

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¡,
PASOI
VOCACIÓN DECIDIDA AL CAMBIO.
El plan de Dios necesita de una vocación decidida a renunciar a lo conocido por lo desconocido.
Abraham era un hombre de edad avanzada cuando recibió el llamado de parte de Dios (Gn. 12:1-3); él
recibe la invitación de demostrar que cuenta con la vocación de desligarse y apartarse de todo lo que le
era conocido. Las palabras que escuchó en su llamado no eran otras que aquellas que le impulsaban a
irse de su tierra, es más, incluso a irse de él mismo. Él tenía que alejarse por completo de su tierra, de sus
parientes, de la casa de su padre, e incluso de sus planes personales. En otras palabras ... Abraham tenía
que salir de su zona de confort, tenía que dejar de hacer lo que hasta ese momento le era conocido para
hacer y poseer lo desconocido

La respuesta de Abraham al llamado de Dios no podía estar motivada por un espíritu errante y
aventurero. Más bien, ésta tenía que estar causada por una terminante vocación al cambio total, por una
fuerte pasión a iniciar una nueva forma de vida. La costumbre y modelo de vida de Abraham era idólatra;
esta forma de vivir la había acogido por tradición de su padre Taré y su abuelo Nacor (Jos. 24:2). Dios
llama a Abraham y le invita a dejar atrás sus raíces y falsas tradiciones. Al parecer eso le quedaba muy
claro, pero la duda que en ese preciso momento necesitaba una respuesta era: ¿a dónde tenía que ir? Él no
lo sabía, pero lo que sí sabía, es que era una heredad, un lugar muy diferente al que él estaba acostumbra-
do, una nueva tierra a la cual Dios le conduciría.

ACTIVIDAD 1
Por favor lee, reflexiona brevemente y responde las siguientes preguntas.

¿Por qué tendrás tú que obedecer el llamado de Dios?

¿Cuáles son las cosas que tú crees que te impiden obedecer a Dios?

¿Cuáles serán los beneficios que recibirás si obedeces a Dios?

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i

i.

PASO 11
VOCACIÓN DE ATRAER PROMESAS DE BENDICIÓN.
El plan de Dios requiere de una vocación definida que atraiga promesas de bendición y que éstas
1 trasciendan a futuras generaciones. Abraham dejó todo lo que poseía para dar paso a una nueva voca-
¡; ción de grandes bendiciones. Dios le prometió a Abraham varías y significativas promesas (Gn. 12:1-3).
Aunque él ya no era un joven, creyó que aún tenía el tiempo y las fuerzas para comenzar una nueva y
próspera vida.

La promesa de una gran nación a partir de Abraham. Abraham y su esposa Sara eran ya ancianos
y no tenían hijos; sin embargo, ellos por su obediencia al llamado de Dios se constituyeron en portadores
de la visión y misión de establecer y constituir un gran pueblo para Dios. Abram tenía 99 años cuando
Dios le cambió su nombre por el de Abraham. Con el cambio de nombre y con el nacimiento de su hijo
Isaac se inauguraba el pueblo "hebreo" de Dios (Jos. 24:3). Hebreo por cuanto a que a Abraham se le co-
nocía en Canaán como uno que había llegado de más allá del río.

La promesa de gozar bendición tras bendición. Abraham durante su recorrido a la tierra de Ca-
naán demostró poseer una vocación definida. Él se entregó completamente a la misión de Dios, no dio
lugar a la duda ni alternó su tiempo y esfuerzo con otras ocupaciones. Cambió su vocación personal por
la vocación de Dios. Por tal razón, Dios no dudó en cumplir la promesa de bendecirle, engrandecerle, de
hacerlo bendición, de bendecir a todos aquellos que le bendijeran, e incluso maldecir a los que llegaran a
maldecirlo. El llamado de Abraham era específico pero no limitado, pues gracias a la obediencia su voca-
ción atraería bendiciones a él, a su familia y a las futuras generaciones de la humanidad.

La promesa de bendecir a todas las familias de la tierra. Abraham murió sin llegar a recibir plena-
mente la herencia prometida, pero no porque él o Dios no cumplieran con su parte del compromiso, sino
porque la promesa hecha a Abraham era extensiva a todas las familias de la tierra. Dios le hace un llamado
en lo particular a Abraham, pero este llamado estaba ligado a un plan universal. El apóstol Pedro bien lo
explicó a los israelitas cuando dijo que la promesa hecha a Abraham, de que en su simiente serían benditas
todas las familias de la tierra, ésta tenía su cumplimiento en Jesús, el Hijo de Dios, quien con su muerte y
resurrección bendeciría a todos los hombres que llegaran a convertirse de su maldad (Hch. 3:13-15).

ACTIVIDAD2
Lee los siguientes pasajes y explica la aportación que hace cada uno de los
personajes citados al plan de Dios.

Jueces 6, Gedeón.

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18 1 CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial


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-¡J.
Lucas 1-2, María.

Hechos 1:15-26, Matías.

PASO 111
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VOCACION DE SUMISION.
La sujeción incondicional a Dios es el asunto principal del judaísmo. El libro de
Génesis (22:1-14) describe cómo Dios puso a prueba a Abraham. La prueba consistía en
descubrir si Abraham temía a Dios, y si estaba dispuesto a entregar lo más valioso que poseía.
Dios le dio la precisa indicación de tomar a su hijo e ir a la región de Moría, en donde se le
indicaría el lugar del sacrificio. Al día siguiente, Abraham se levantó muy temprano, preparó un
burro, cortó leña, tomó dos siervos y emprendió el camino al encuentro con el Dios que
demanda sacrificio vivo. Al tercer día de camino concluye la primera etapa de la prueba;
Abraham a lo lejos descubre el lugar del sacrificio.

Durante el camino, Abraham iba un tanto a la expectativa sujeto a la voz de Dios. En


la segunda etapa de la prueba, Abraham tenía que continuarla sólo con su hijo Isaac, por tal
motivo, les dio la indica- ción a sus siervos de que se quedaran en ese lugar y cuidaran del asno.
Él puso la leña sobre su hijo Isaac, tomó el fuego, el cuchillo y continuaron solos el camino.
Pero Isaac notó que faltaba el cordero para el holocausto e inmediatamente cuestionó a su
padre sobre el asunto. Abraham en medio de la prueba da muestra de su verdadera vocación,
y antes de dar el siguiente paso con su hijo les declara a sus siervos lo que a continuación
habría de suceder: "Yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a
vosotros".

Abraham en la última etapa de la prueba demuestra una vez más su determinante


vocación de cumplir la voluntad de Dios; él erige un altar para celebrar el sacrificio, pone .la
leña sobre el altar, ata a su hijo Isaac y lo coloca sobre la leña para sacrificarlo. Sin duda, que
en esos precisos momentos los pen- samientos de Abraham estaban envueltos en un fuerte
deseo: "complacer a Dios". Así fue como tomó el cuchillo, levantó su brazo para sacrificar a
Isaac, quien era el hijo de la promesa. Inmediatamente el Ángel del Señor interviene y le dice:
"No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que temes a Dios,
porque no me has negado ni siquiera a tu único hijo".

Abraham había pasado la prueba, había demostrado ser el hombre indicado no sólo para
impactar la vida de Isaac con su temor a Dios, sino la vida de un pueblo, y posteriormente la de
toda la humanidad. La vida de Abraham estaba lista para servir de inspiración a Isaac, quien
había sido testigo presencial de la vocación de su padre y de cómo Dios le había concedido
el deseo de su corazón cuando le dijo:
CREA

M
T

"Dios te proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío". Abraham descubrió que: "a sus espaldas
estaba un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció
en holocausto en lugar de su hijo".

ACTIVIDAD3
De acuerdo a Génesis 22:3 describe algunos de los pasos que dio Abraham
a fin de obedecer la voluntad de Dios, y que te pueden ayudar a orientar tu
propia vocación ministerial.

Reflexiona a continuación en los siguientes pasajes y escribe la importancia


que tuvieron esos eventos particulares de la prueba de Abraham para el pue-
blo de Israel.

Génesis 22:2; 2 Crónicas 3:1.

Génesis 22:13; Éxodo 12:21-28.

Génesis 22:17-18.

CONCLUSIÓN:
Dios ha establecido desde el inicio un plan para su creación. En dicho plan se encuentra indudable-
mente el hombre, quien debe de poseer una verdadera vocación, la cual debe de ser una vocación decidida
al cambio, de atraer promesas de bendición y sujetarse incondicionalmente a Dios. En la actualidad todo
creyente ... de la misma manera que Abraham, debe de tener la propia experiencia de descubrir la vocación
de cambiar lo conocido por lo desconocido; que Dios trabaja en base a la confianza, que Dios sólo pide
obediencia y que durante el camino que sea necesario recorrer, Él se encargará de irle revelando las tareas
y bendiciones correspondientes a su vocación decidida al cambio. Abraham fue reconocido por su fe, él
aceptó la misión de acercar el Reino de Dios a toda la humanidad.

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20 I CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial


LEC IÓN 4:
,
C
, COMO LLAMA DIOS
INTRODUCCIÓN:
Dios no sólo llama a las personas para acercarlas y para levantarlas hacia Él,
sino que las llama para que descubran realmente quienes son. Eso fue precisamente
lo que Jesús hizo con sus discípulos, Él los levantó de sus diferentes ocupaciones
para que descubrieran por qué fueron creados. Su verdadera vocación consistía en ser
discípulos de Jesús, lo dice el apóstol Pablo: "Ministros competentes de un nuevo
pacto" (2 Co. 3:6).

Los profetas de la antigüedad nada sabían acerca de un llamado u


ordenación ministerial. Ellos frecuentemente se mostraban un tanto indiferentes y
lentos ante el llamado a la obra de Dios. Por ejemplo: Moisés dijo: "Soy tardo en el
habla". Isaías dijo: "Soy hombre inmundo de labios". Jonás simplemen- te huyó
atemorizado. Jeremías exclamó: "¡Ah!, ¡Ah! ¡Señor Jehová! He aquí, no sé hablar,
porque soy niño". Cuando Dios llamó a estos hombres, Él no estaba esperando que
ellos fueran elocuentes oradores, sino que más bien, fueran obedientes y entregados a
la misión delegada.

Estos casos descritos en la Palabra de Dios, son claro ejemplo de cómo el


hombre ante el llamado divino se describe como falto e insuficiente ante tal
invitación. Esta actitud humana, es un tanto normal y entendible, por la sencilla
razón de que no es un hombre, un grupo o una organización quien llama a
ejecutar el plan de Dios; incluso, nadie puede llamarse a sí mismo ministro del
Señor. El mismo apóstol
Pablo escribió a los Gálatas acerca del cómo, del cuándo y del medio que Dios
mismo usó para llamarlo a él al ministerio. "Pero cuando agradó a Dios, que me
apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia" (Gal. 1:15).

MEDITEMOS:
Las dos preguntas de Juan Wesley.

Cuando Wesley recibía en su casa a los jóvenes que


habían sido enviados a prueba a predicar, les hacía dos
preguntas: ¿Se ha convertido alguien?

¿Se ha enojado alguien?

Si la respuesta era negativa, les decía que no creía que


el Señor les hubiese llamado a predicar el evangelio, y
les enviaba a hacer otras cosas.
C redarguye de pecado, la gente se convierte, o se
u enoja.
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PASOI
FORMAS EN LAS QUE DIOS LLAMA.
A lo largo de la historia de la humanidad, se ha podido apreciar que la forma que Dios elige para
llamar a sus siervos, mucho tiene que ver con la misión en particular que se realiza en favor del propósito
establecido por Él. Por tal motivo, se debe de tornar muy en cuenta las palabras dichas por el apóstol Pablo
a los creyentes de Éfeso, a fin de llegar a descubrir en el mismo instante el llamado y la voluntad perfecta
de Dios: "Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor" (Ef. 5:17).

Dios es quien torna la iniciativa y llama a todo hombre natural, con todas sus propias y particulares
debilidades a fin de que se realice corno persona creada, de hacerse discípulo de Jesús, de que viva en
comunión con su Iglesia y que ejerza su ministerio dentro y fuera del cuerpo de Cristo. Dicho llamado se
realiza a través de diversas experiencias reveladas a la humanidad.

Dios llama por medio de teofanías. La palabra teofanía proviene del griego antiguo 8EocpávE1a1 ,

theos: Dios; y faino: aparecer; es decir que una teofanía es una aparición de Dios a los hombres. Algunos
casos que se pueden poner de ejemplo son: el de María, cuando Dios la llama por medio de un ángel (Le.
1:26-33); o el del profeta Isaías que es llamado por medio de una visión del trono alto y sublime de Dios
(Is. 6); de igual manera el de Moisés, cuando recibe su llamado por medio de la aparición de un ángel en
una llama de fuego en medio de una zarza (Éxodo 3:1-10). Estos personajes y otros más fueron llamados
por algún tipo de teofanía, es decir, manifestación divina.

Dios llama de forma audible. Sarnuel era muy joven cuando escuchó por primera vez la voz audi-
ble de Dios (1 S. 3:1-4). Él sabía que no había escuchado una voz interna, ni creyó que fuera su conciencia
la que oía dentro de él. Por tal motivo, -y por su inexperiencia con Dios- fue corriendo con Elí para pregun-
tarle qué se le ofrecía, pensando que él le había llamado; pero Elí dijo no haberle llamado, y lo mandó a
que se acostara de nuevo. Al escuchar Sarnuel mientras dormía la segunda y tercera vez a aquella voz que
le llamaba, Elí entendió que era Dios quien le llamaba, por tal motivo aconsejó a Sarnuel con el propósito
de que consiguiera entrar en un diálogo personal con Dios.

Dios llama por medio de las circunstancias. En el tiempo en el que el pueblo de Israel era dirigido
por jueces (4:1-9), hubo una mujer llamada Débora quien fue llamada a consecuencia de las adversidades
que enfrentaban los hijos de Israel. A causa de su propio pecado, los israelitas enfrentaron grandes adver-
sidades en manos de Jabin, rey de Canaán, por un periodo de 20 años. En medio de esas circunstancias los
hijos de Israel clamaron a Dios solicitando su ayuda y liberación; la respuesta por parte de Dios fue levan-
tar a Débora corno gobernadora y libertadora de la nación. Las circunstancias que rodearon por muchos
años la vida de Débora -crecer bajo la opresión, corno el sentir la aflicción de los adversarios- despertaron
su vocación de lideresa al servicio de Dios.

Dios llama por medio del Espíritu Santo. Mientras los apóstoles ministraban al Señor, ellos reci-
bieron las indicaciones precisas por medio del Espíritu Santo de apartar a Bernabé y a Saulo para la obra
a la que Dios los había llamado (Hch. 13:2-5). Por tal motivo, todos oraron, ayunaron y les impusieron las
manos, a fin de enviarlos corno misioneros. Por su parte, Bernabé y Saulo descubriéndose enviados y res-
paldados por el Espíritu Santo, salieron a predicar en Chipre, en Antioquia de Pisida, en Iconio, en Listra

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22 1 CREA SEGUNDO NIVEL Vocación y Ética Ministerial


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y regresaron a Antioquia de Siria. La misión: ser luz a los gentiles, ser instrumento de salvación hasta lo
1 último de la tierra (Hch. 13:47).

ACTIVIDADl
A modo de reflexión, por favor responde las siguientes preguntas.

¿Estás seguro que Dios te ha llamado a algún ministerio?

¿Por qué lo aseguras?

¿Cuál fue la forma que Dios usó para llamarte al ministerio?

¿En lo particular, a qué sientes que te llamó Dios?

¿Cómo consideras que sea tu respuesta al llamado que Dios te hace?

PASOII
DIOS LLAMA POR MEDIO DEL PROCESO
TRANSFORMADOR.
El apóstol Pablo (Ro. 8:29-30) describe puntualmente cómo es que Dios va llevando el proceso
del llamado que hace a sus siervos. En primer lugar explica que Dios conoce a sus siervos mucho antes
de ocuparlos en la obra del ministerio. El apóstol explica que el llamado de Dios es un proceso de trans-
formación a la imagen de Cristo, el cual empieza con la predestinación del hombre; luego el llamado al
arrepentimiento del pecador, posteriormente la justificación del creyente y finalmente la glorificación del
siervo. El llamado de Dios no sólo es servicio, sino la transformación de la vida para servirle.

Un excelente ejemplo de cómo Dios llama y trasforma radicalmente la vida del hombre, es el caso
del profeta Isaías (6), a quien en primer lugar Dios llama a través de revelarle su gloria. Isaías fue testigo
ocular del resplandor y majestad de la gloria de Dios. Posteriormente recibe el llamado a su conciencia,

CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Minísteríal 1 23 >>


a fin de ser confrontado con su cruda realidad humana y pecadora; luego es llamado por medio de la
ministración de la justificación. El naciente profeta recibe la justificación de sus acciones y relaciones
por la ministración del Ángel del Señor, lo que inmediatamente permite que se despierte la pasión por su
vocación. Isaías comprende la urgente necesidad de constituirse en el portavoz de Dios para el pueblo de
Israel, así que pronto asimila y recoge el mensaje de Dios con toda disposición a ejecutarlo.

Dios no sólo hace un llamado al inicio del ministerio, Él sigue haciendo todo tipo de llamados a las
diferentes áreas que conforman la vida, y a los diversos aspectos que dan razón del ministerio del hombre.
Estos diferentes tipos de llamados cumplen con el propósito de que el siervo de Dios esté completamente
capacitado para realizar eficazmente la misión que se le ha encomendado.

ACTIVIDAD2
Lee con atención los capítulos 7 y 8 del libro de Jueces y menciona el proceso
por el que pasó Gedeón a fin de cumplir la misión que le fue encomendada
por Dios.

PASO 111
DIOS LLAMA ESTABLECIENDO PRINCIPIOS.
Dios llama a sus siervos de diferentes maneras, y estos llamados han establecido principios para
la vida de todo siervo de Dios. Por ejemplo, a Abraham comúnmente se le conoce como el padre de la fe.
Con él se establece el principio de la fe que debe de tener todo siervo de Dios, pues habiendo escuchado
"Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia" (Ro. 4:3). A pesar de su avanzada edad, Abraham
creyó que llegaría a ser padre de multitudes; él supo mantenerse firme en su vocación conforme a las pala-

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bras que se le habían dicho, por tal motivo supo enfrentar las diversas incidencias en su vida en esperanza
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contra esperanza.

Con el llamado que Dios le hace a Moisés se establece el principio del liderazgo. El liderazgo de
Moisés es el claro ejemplo del hombre que se siente insuficiente ante el gran reto, pero que a la vez puede
ser moldeado hasta que acepte comprometerse en el trabajo de Dios. Moisés finalmente se convenció de
que él era el hombre escogido para ir y liberar a los Israelitas de la opresión de los egipcios. Así se lo hace
saber a su suegro Jetro: "Le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si
aún viven" (Ex. 4:18). Estando en Egipto, Moisés y Aarón se presentaron delante de Faraón, y con firme
determinación comenzaron a ejercer su liderazgo libertador diciendo: "Jehová el Dios de Israel dice así:
Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto" (Ex. 5:1).

Con el llamado que Dios le hace a Eliseo a través del profeta Elías se establece el principio del
discipulado. Elías fue a llamar a Eliseo para constituirse su mentor. Cuando Elías llega a su encuentro le
halló ocupado en sus tareas diarias, las cuales consistían en arar la tierra con bueyes; "Y pasando Elias
por delante de él, echó sobre él su manto" (l R. 19:19). Elíseo inmediatamente entendió el gesto simbó-
lico: la invitación a ser su sucesor. Ésta es la razón por la cual Eliseo le solicita a Elías que le permita ir a
despedirse de su padre, a sacrificar su medio de sustento, a compartir alimento con el pueblo y a demos-
trarle que estaba dispuesto a servirle sin tener a que volver atrás.

Con el llamado que Dios le hace a Pablo se establece el principio del pionero plantador de iglesias.
Pablo fue alcanzado por Jesús cuando iba camino a Damasco; su experiencia fue interesante pues fue
capturado por el mismo Señor, fue sometido con su resplandor y recibió la revelación de su llamado. En
el mismo momento de su conversión recibió su comisión. Jesús le dijo: "Pero levántate, y ponte sobre tus
pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y
de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío"
(Hch. 26:16). Pablo fue enviado a los hijos de Israel y a los gentiles para establecer en sus comunidades
congregaciones que liberen del error religioso, del poder de las tinieblas, del pecado del mundo, y para que
reciban por la fe en Jesucristo el perdón de pecados y la vida eterna (Hch. 26:17-18).

ACTIVIDAD3
Lee con atención los siguientes pasajes bíblicos y describe a continuación el
principio al que fue llamado cada personaje.

Jueces 6:16, Gedeón, el principio de la dirección.

Isaías 6, Isaías, el principio de la santidad.

Jeremías 1, Jeremías, el principio del quebrantamiento.

CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y lotic, Ministerial 1 25 )>


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Marcos 1:17, Simón Pedro, el principio de pescador de hombres.

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CONCLUSION:
Desde los inicios de la creación Dios siempre ha buscado la mejor forma de invitar al hombre a
servirle. Él siempre ha considerado que las limitaciones naturales que posee el hombre no son una razón
justificada para no llamarles. Dios bien puede llamar a una persona en lo particular, como a un grupo
en general. En esta lección se ha pretendido explicar algunas de las formas que Dios usa para llamar al
hombre, el proceso que ha establecido en cada llamado, y cómo en el mismo proceso va descubriendo el
propósito y principio que rige su llamado. Por otro lado, se concluye que Dios no está limitado, es el hom-
bre quien ha pretendido limitar a Dios en algún modelo o forma de llamar a sus siervos. Dios tiene muchas
formas de llamar a los hombres, como son: la Biblia, la oración, la visión, los sueños, los consejeros, las
oportunidades, los milagros y las señales. Dios no está encuadrado o limitado a una forma en particular
de llamar a sus siervos.

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26 1 CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial


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LECCIÓN 5:

LA ÉTICA MINISTERIAL
INTRODUCCIÓN:
En muchos círculos sociales se ha puesto de moda una nueva moralidad. Dicha propuesta no acepta
por ninguna razón las normas bíblicas como la fuente de autoridad moral. Por tal motivo, el comporta-
miento general de los personas está basado en los sentimientos, las ideas y los pensamientos que preten-
den a como dé lugar satisfacer los más naturales deseos. La sociedad está ante el gran peligro de sucumbir
en el sentido moral si no se retoman y enseñan las normas que Dios ha dado para el buen comportamiento
de las personas.

El apóstol Pablo escribe a los efesios (5:3-5) que el comportamiento moral de ellos debe de ase-
mejarse al de Cristo. Les recuerda que ellos son un pueblo santo, y por tal motivo, sus conversaciones no
deben de rayar en la inmoralidad. Ningún tipo de impureza sexual, ni de avaricia debe de ser tema de con-
versación entre ellos, y además agrega que por ningún motivo deben de hablar indecencias, ni tonterías,
ni vulgaridades, porque ese tipo de pláticas no son propias de un hijo de Dios que pretende tener parte en
su Reino.

La necesidad de que los diferentes grupos sociales se dirijan por normas que contribuyan a la ver-
dadera satisfacción y progreso de sus integrantes, hace pertinente reconocer que la iglesia debe de retomar
su vocación en el mundo. Por consiguiente, los ministros que dirigen las actividades, como el destino de
la iglesia, deben de cumplir con entera responsabilidad su ministerio en base a los principios y valores
establecidos por Dios.

MEDITEMOS:
Un padre va a la cárcel para dar buen ejemplo a su hijo.
Uno de los periódicos de Louisvalle, Kentucky, en 1956 publicó la noticia de
que un padre de familia había violado las leyes de tránsito y, reconociendo
su culpa, la confesó, y no procuró desconocer sus responsabilidades; además,
en lugar de pagar una multa prefirió la pena máxima: la de ser encarcelado.
Ese padre de familia explicó su determinación, diciendo: "Creo que de esta
manera le enseño a mi hijo que no debemos menospreciar las leyes".

CREA SEGUNDO NIVEL. 1 Vocación y Ética Ministerial 1 27 >>


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PASOI
¿QUÉ ES LA ÉTICA MINISTERIAL?
El concepto de lo que comúnmente se conoce como ética, viene del griego "éthikos", que significa
"carácter". O "ethos" que significa "costumbres o prácticas". Es decir, que la ética procura elaborar de-
claraciones morales que llegan a determinar lo que es bueno o malo, permitido o prohibido, voluntario u
obligado con relación a una acción o decisión que tomen los individuos. Dicho de una manera más sen-
cilla, la ética realiza una reflexión moral. Cabe aclarar que la ética en sí misma no condena las acciones
o decisiones de las personas, sólo ayuda a la aplicación de las normas con las que habrán de conducirse.

Como definición de lo que es la ética ministerial, se puede decir que es un código de costumbres
o prácticas religiosas que se basan en la verdad bíblica. El rey David, responsable de cuidar la vida moral
del pueblo de Dios, expresó de forma sencilla tres aspectos que conformaban la ética de los israelitas. Él
expuso que la persona más correcta es aquella que "anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en
su corazón" (Sal. 15:2).

Los códigos éticos de los diferentes grupos de creyentes que conforman la sociedad, llegan en
muchos casos a ser diferentes para cada comunidad de fe, esto se debe a los aspectos culturales que los
rodean.

Las acciones que dignifican la moral de una comunidad, y en particular a la de la iglesia, gene-
ralmente tienen que ver con el valor que ellos le dan a sus semejantes. Es decir que por ningún motivo
permitirán que se hable mal de nadie, que se dañe la imagen del amigo, que se ofenda al vecino, que se
tolere a los que ofenden al prójimo, que no cumplan con la palabra empeñada aunque vaya en perjuicio de
ellos, que presten dinero cobrando intereses o que ofrezcan soborno en contra de algún inocente. Lo que
bien se podría decir en otras palabras, es que conduciéndose de tal manera, nunca una persona caería en
desprestigio, ni dañaría la vida moral de otras personas.

ACTIVIDAD 1
Lee con atención las siguientes citas bíblicas y enumera a continuación los
requisitos éticos que se requieren para llegar a ser considerado candidato al
ministerio de la iglesia.

1 Timoteo 3:1-7.

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Tito 1:5-9.

PASOII
SISTEMAS ÉTICOS PARA ENTENDER LA ÉTICA
MINISTERIAL.
Comúnmente se conoce como sistemas éticos al conjunto de valores, normas o criterios que con-
ducen el proceder de un grupo de personas. Con el propósito de entender mejor lo referente a la ética
cristiana, se hace necesario estudiar la sistematización tradicional que se hace de la ética. Esta forma de
división fragmenta en dos sistemas generales a la ética: la primera se conoce como Ética Teleológica, esta
división ve lo relacionado con los fines o metas de la vida. La segunda se conoce como Ética Deonto-
lógica, la cual hace énfasis sobre el deber y el medio que uno sigue para lograr los fines que tiene en su
comportamiento. La ética ministerial tiene obligaciones que se deben de cumplir con la persona misma,
con el prójimo y con Dios.

Sistemas teleológicos: fin o meta. Con los ejemplos que se usan para explicar los sistemas teleoló-
gicos, se pretende revelar cómo es que se llegan a establecer los principios éticos que determinan el fin,
como la meta de la conducta del hombre.

En primer lugar se puede ver lo referente a la obtención de la felicidad. El filósofo Aristóteles


declaró que "el fin de los fines es la felicidad". Con tal afirmación, propone que el hombre tendrá que
comportarse de tal manera que de sus acciones o decisiones alcance la felicidad para él mismo, como para
todos los demás.

Otro ejemplo es el Epicureísmo, el cual propone un sistema que pretende obtener el placer sin
sufrir el dolor. Epicuro de Samos, filósofo ateniense del siglo IV A.C., estableció un sistema que procura
el placer de largo alcance -sin agonía ni culpabilidad- por medio de la razón. Procuraba un equilibrio per-
fecto entre la mente y el cuerpo; hacía hincapié en el dominio de sí mismo y la prudencia.

Un ejemplo más que pone su atención en el fin es el Hedonismo. Es la corriente filosófica basada .
en la pretensión del placer y la eliminación del dolor como único objeto o motivo de la vida. De ahí que
todo lo que el hombre hace es un medio para conseguir no otra cosa, sino el placer.

CREA SEGUNDO NIVEL I Vocacíón y Ética Ministerial 1 29 )>


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Otros ejemplos que se pueden citar de Sistemas Teleológicos, son el utilitarismo, que de igual
manera pretende alcanzar el placer, pero al conseguirlo es para un mayor número de personas. La auto-
rrealización es el proceso que concede la satisfacción propia, cuando se han suplido las necesidades prin-
cipales. La autorrealización se logra en base al entendimiento de lo que se es, de las propias capacidades y
del propósito de la existencia. El Reino de Dios pretende alcanzar la felicidad por medio del servicio, del
engrandecimiento y esparcimiento del mensaje del evangelio. Por último, la inmortalidad, que consiste en
hacer buenas obras para asegurar el acceso al cielo, a la inmortalidad. La Palabra de Dios enseña que la
inmortalidad solamente se consigue por medio de la fe en Cristo.

Ética deontológica: deber y medio. Con los ejemplos que se mencionarán a continuación, se pre-
tende entender un poco mejor sobre cómo es que se enmarcan los deberes, como los medios de la ética
ministerial.

La ética de Kant. Emanuel Kant fue un alemán que fundó sus conceptos éticos considerando la ra-
zón humana, y la capacidad del individuo para tomar las decisiones más acertadas después de considerar
todas las alternativas posibles. En dichos conceptos el énfasis recae en los medios para hacer lo correcto
en base al razonamiento moral. Kant presentó tres pruebas determinantes para un imperativo categórico
-mandamiento autónomo- y autosuficiente, el cual fuera capaz de determinar el comportamiento de las
personas en todas sus manifestaciones, la prueba universal: si conviene, que se siga esa regla. La prueba
de la necesidad: si es imprescindible. La prueba de la validez: si el fin es justo.

Dentro de la ética deontológica se encuentra la ética de los valores morales. Este concepto secular
declara que nadie tiene el derecho de imponer una convicción, ni prohibir cualquier comportamiento. Sus
normas éticas permiten a los individuos tomar decisiones sin que éstos lleguen a considerar en lo más
mínimo los principios y valores que Dios ha dado por medio de su Palabra. Los resultados alcanzados en
la sociedad por medio de la ética de valores morales, sólo han contribuido a la deshonestidad, la irrespon-
sabilidad, la violencia y la inmoralidad sexual.

Finalmente la ética deontológica es enmarcada por los deberes en la ética cristiana. Muchas de
las enseñanzas de la ética cristiana son enfocadas a los deberes que tiene el hombre hacia Dios, hacia su
prójimo, así como consigo mismo. La sujeción a las normas establecidas contribuye al bienestar de toda
la comunidad cristiana. Dentro de la ética cristiana existen elementos de la ética teleológica (fin) y deon-
tológica (deber). Es decir, que todo comportamiento que tenga el hombre, alcanzará un fin inmediato o
remoto.

ACTIVIDAD2
De acuerdo a Éxodo 20: 1-17 describe en tus propias palabras cuál consideras
que sea el fin y deber de cada uno de los mandamientos de Dios.

l. Yo soy el Señor tu Dios. No tendrás dioses ajenos delante de mí.

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<( 30 1 CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministeria
7. No cometerás adulterio.

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1 8. No robarás.
1
i 9. No darás falso testimonio contra tu prójimo.

10. No codiciarás nada que sea de tu prójimo.

2. No
harás
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tallada
ninguna PASO 111
seme ,
de cosa ,
qué
BASES TEOLOGICAS DE LA ETICA MINISTERIAL.
narse
Con el tiempo la ética llegó a considerar dos aspectos claves para su ejercicio: la
ellas,
jurisprudencia, o sea, los deberes demandados por la ley, así como la ética, o sea, los
les darás
deberes no demandados por la ley. Por tal motivo, cada profesión establece sus propias
culto
reglas para enmarcar el comportamiento de aquellos
CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial 1 31

3. No
tomarás
nombre
del Señor
) >
tu Dios
vano

4. Acuérdate
sábado
Seis
hará
pero
sábado

5. Honra
mad

6. No
1
r !
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que practican tal profesión. Las reglas son el resultado del razonamiento humano y representan la mejor
opción con respecto a las circunstancias o al problema con el que tratan. La ética cristiana, de igual forma
establece sus reglas de conducta, pero ésta lo hace en base a la autoridad que se deriva de la revelación
divina, la que indudablemente es ajena y superior al mismo hombre.

Dentro de las bases teológicas de la ética cristiana se encuentra la revelación, la cual demuestra que
Dios ha estado presente y activo en todos los asuntos de la humanidad. Por lo tanto, las palabras como las
acciones realizadas por Dios, deben de conceder al hombre el conocimiento necesario para descubrir lo
que Él espera de la humanidad.

Otro fundamento teológico de la ética cristiana es la naturaleza de Dios. Con la revelación de la


naturaleza de Dios, la ética cristiana pretende que el hombre imite lo que otros ya han pretendido apren-
der de Dios. Por ejemplo, Dios es eterno, es un ser supremo, es creador del universo y Señor de todo lo
que ha creado. Con tales descripciones de la naturaleza de Dios, el hombre debe de tomar como ideal de
comportamiento a Dios mismo, es decir, que el hombre debe de ser absolutamente santo.

La base teológica vé cómo la humanidad pretende demostrar que a pesar de que el hombre fue
creado a imagen de Dios, también tiene su propia naturaleza. Dicha naturaleza le permite al hombre la
libertad para ejercer su propia voluntad, es decir, rebelarse en contra de Dios o someterse en obediencia a
todos sus mandamientos. El pecado es sin duda la señal más evidente de la rebeldía del hombre en contra
de los ideales establecidos por Dios.

Finalmente, la escatología es otra base teológica de la ética cristiana; la escatología se refiere a lo


que vendrá. Por la misma Palabra de Dios se conoce que al hombre le espera una existencia eterna después
de esta vida, y ésta puede ser en el cielo o en el infierno. La ética cristiana siempre pondrá el énfasis en el
elemento escatológico de la fe en Jesucristo.

ACTIVIDAD3
Lee los siguientes versículos de la Palabra de Dios, comenta brevemente con
tus compañeros y escribe las conclusiones a las que juntos llegaron.

1 Corintios 11:1.

1 Tesalonicenses 2:10-12.

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32 I CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial
2 Tesalonicenses 3:6-9.

CONCLUSIÓN:
La vida moral de la sociedad necesita desesperadamente encontrar en el seno de la iglesia la po-
sibilidad de alcanzar un cambio radical de su vida. Si la actividad ética de la iglesia no es conforme a lo
establecido por la Palabra de Dios, los efectos que recibirá la sociedad serán desastrosos. De ahí la impor-
tancia de retomar los principios y valores que rigen la ética cristiana ministerial. Dicho de otra manera, es
fundamental que los líderes de la iglesia se constituyan en modelos a seguir, esta responsabilidad conlleva
la de ser ejemplo a la misma iglesia y a los diferentes grupos sociales con los que converge; ejemplo como
lo fue Jesús a sus discípulos; como lo fueron los discípulos a los nuevos creyentes de Cristo; como lo fue
el apóstol Pablo a las iglesias y a los líderes.

CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial i 33


,,
LECCION 6:

LA
DIGNIDAD
MINISTERIAL
INTRODUCCIÓN:
Cuando se lee en el libro de Génesis (1:27) que el creador del hombre lo hizo a su imagen y se-
mejanza, no se puede entender de otra manera distinta la vocación del hombre a la perspectiva concebida
por Dios desde sus inicios. Es decir, que si el hombre es semejante a Dios, su capacidad y responsabilidad
debe de ser igual a la de Él; que la dignidad del hombre raya en la misma dignidad de Dios; que las capaci-
dades dadas al hombre determinan sus principales valores éticos; que el hombre es reflejo moral de Dios.

El amor al prójimo, como a sí mismo, es el gran principio establecido por Dios y que le permite al
hombre dignificar sus relaciones con Él mismo, como con otras personas. El apóstol Pablo, en la primera
carta que escribió a Timoteo (3:1-7), y la única que escribió a Tito (1:5-9), presenta una serie de requisitos
que deben de ser considerados por todos aquellos que aspiren a ser ministros del Señor. Dichos requisitos
pretenden cuidar la virtud del ministerio como el testimonio de la misma iglesia. El ministro de la iglesia
pierde su dignidad cuando él mismo permite que lo humillen, o cuando se conduce de una manera arbi-
traria a lo establecido por Dios en su Palabra.

La dignidad de la ética cristiana conlleva el haber entendido desde el mismo momento de la con-
versión el propósito del sacrificio de Jesús. El apóstol Pablo así se los recuerda a los hermanos de Éfeso
(4:22-24), cuando les exhorta a que abandonen su vieja manera de vivir, la cual está corrompida por deseos
engañosos; que cambien su manera de pensar; que sus acciones sean las mismas que practica el hombre
justo y santo creado por Dios.

MEDITEMOS:
La zorra y la leona.

Reprochaba una zorra a una leona el hecho de que siempre sólo pariese a
un pequeñuelo. Y le contestó la leona: - Sí, uno solo, tienes razón, [pero un
señor león!

No midas el valor de las cosas por su cantidad, sino por su virtud.


Fábula de Esopo.
< 4 1 CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial
1
PASOI
LA DIGNIDAD FAMILIAR.
La dignidad del ministerio involucra sin lugar a dudas a la esposa del ministro. La familia comien-
za con el matrimonio de un hombre y una mujer, así lo dice apóstol Pablo en la primera carta que escribe
a Timoteo (3:2): "Es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer". Con tal afir-
mación, se exhorta a que todo ministro se conduzca de manera intachable, y que sobre todo esté casado.
La expresión de "una sola mujer" no sólo se refiere a la cantidad de mujeres que puede poseer, sino que de
igual forma se refiere al género, es decir, que debe de estar casado con una mujer.

Desafortunadamente en el mundo el concepto de matrimonio y familia está totalmente distorsio-


nado, al grado que hoy se llama matrimonio o familia a un grupo de personas que viven en una casa, sin
que éstos hayan procurado y conseguido alcanzar los propósitos establecidos por Dios para el hombre y la
mujer desde que éstos fueron creados.

La dignidad ministerial de igual manera involucra a los diferentes miembros del hogar del mi-
nistro. El apóstol Pablo dice que el ministro: "Debe de gobernar bien su casa, que tenga a sus hijos en
sujeción con toda honestidad. Pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia
de Dios?" (1 Tim. 3:4-5). Por lo tanto, los ministros deben de saber mantener a los hijos y a la esposa en
sujeción. La sujeción jamás deber de ser considerada como una toma del control absoluto, o como la pér-
dida de los derechos y responsabilidades de los demás. Al contrario, la sujeción es saber dirigir el destino
o la vocación de cada uno de los demás miembros de la familia.

Todo ministro que gobierna bien su casa tiene la seguridad de poseer la autoridad moral suficiente
para dirigir el futuro de los miembros de la iglesia en la que ejerce su ministerio. La regla que permite
medir el respeto que un ministro merece de los demás miembros de su congregación, está determinado
por el respeto que su propia esposa le exprese. Asimismo pasa con la obediencia, en este caso, la medida
en la que los miembros de la iglesia obedecerán al ministro está determinada por la propia obediencia que
sus propios hijos le tengan a él.

ACTIVIDAD 1
Lee con atención las siguientes preguntas, escribe tu aporte y comenta con el
facilitador y tus demás compañeros de grupo tus anotaciones.

¿Cómo consideras que sea la relación matrimonial de la familia pastoral?

1 ¿Qué crees que sucede detrás de las puertas cerradas del hogar pastoral?

CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial 1 35


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A menudo, ¿qué tiene que hacer el pastor para proteger los aspectos privados
de su familia y no verse afectado en su ministerio?

PASOII
LA DIGNIDAD ECONÓMICA.
La tarea ministerial es honrada cuando ésta se ejecuta con el entendimiento del verdadero con-
cepto de trabajo. En el libro de Proverbios (6:6-8), Salomón encuentra una apropiada observación para
aquéllos que no entienden la importancia del trabajo. Salomón pone sencillamente a las personas inútiles
el ejemplo de una hormiga. Él expone que la hormiga, sin tener un capitán, un gobernador, e incluso sin
recibir indicaciones de un señor, ella simplemente trabaja preparando en el verano su comida y su man-
tenimiento en el tiempo de la siega. Caso contrario es el de algunos ministros que sólo ven los beneficios
que se obtienen del trabajo ministerial y la solución de sus necesidades económicas.

El ministro por ningún motivo debe de ser una persona dada a ganancias deshonestas. La obra de
Dios demanda que todo aquél que desempeñe el ministerio lo haga dignamente; por tal motivo, el ministro
no debe de poner su mirada en las riquezas, sino más bien, en que se cumplan todos los encargos que Dios
dispuso para el hombre cuando lo colocó en el mundo. Hay quienes interpretan que el trabajo es un castigo
a causa del pecado, por eso consideran la prosperidad económica como el resultado de su fe en el Señor.
Pero no es así, la prosperidad es el resultado de trabajar con el propósito de llegar a ser fecundos, de multi-
plicarse, de llenar la tierra, de sojuzgarla y de tener dominio sobre la creación, y de llegar a obtener algún
beneficio económico de todo eso, éste también será para compartir con aquellos que tienen necesidad.

Es tan errado el concepto que se tiene del trabajo, que el apóstol Pablo tuvo que llegar a declarar
a los tesalonicenses un principio que determina y dignifica el trabajo en el ejercicio del ministerio: "Si
alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordena
damente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos
por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan" (2 Ts. 3:10-12). El
trabajo es una bendición que le permite al ministro llevar alimento y sustento dignamente a su mesa.

Las posesiones materiales son un derecho que Dios le ha concedido a sus siervos. Tal es el caso de
Caín y Abel, quienes se dedicaban a la ganadería y la agricultura a fin de alimentarse, pero de igual ma-
nera, para alcanzar más posesiones (Gn. 4). Otro es el caso de Abraham, a quien Dios invitó a salir de su
tierra, de su casa y de su parentela con la cual él habitaba, el fin obviamente, era el de concederle nuevas
y grandes posesiones (Gn. 12:1-2). El mandamiento "No robarás" (Ex. 20:15), es una condena para todos
aquellos que intenten despojar a alguien de sus posesiones. Pero al mismo tiempo es la afirmación del de-
recho que tiene todo hombre de adquirir bienes, y que éstos se le respeten. Es decir, que el ministro tiene
todo el derecho de adquirir bienes, pero para ello será necesario que demuestre ser un buen mayordomo.

36 1 CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial


Jesús advirtió que el deseo de querer adquirir bienes materiales puede llegar a representar un
peligro en la vida de sus discípulos. Él explicó que son engañosos los deseos que llevan a las personas a
ocuparse en obtener más riquezas; esto se debe a que el amor a las riquezas llegan a ahogar los principios
y valores establecidos por Dios en su Palabra (Mt. 13:22). De igual manera, Jesús condenó enérgicamen-
te todo tipo de avaricia: "Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no
consiste en la abundancia de los bienes que posee". Un grupo de discípulos creyeron entender en qué
consistía el propósito de la vida cristiana, al grado que ... viendo la desigualdad económica que había entre
ellos, decidieron vender sus propiedades así como sus demás bienes, y traer el valor de lo obtenido a los
apóstoles con el propósito de que ellos repartieran según las necesidades de los miembros más necesitados
(Hch. 2:45).

ACTIVIDAD2
Lee con atención las siguientes preguntas, escribe tu aporte y comenta con el
facilitador y tus demás compañeros de grupo tus anotaciones.

¿Cómo consideras que enfrenta la familia pastoral las presiones económicas?

¿Consideras que es congruente el nivel económico de la familia pastoral con


respecto a los demás miembros de la iglesia que pastorea?

A continuación lee 1 Corintios 9:7-14, escribe tu aporte y comenta con el


facilitador y tus demás compañeros de grupo tus anotaciones.

CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial I 37


PASO 111
LA DIGNIDAD CÍVICA.
El ministro tiene la obligación de cumplir con sus deberes cívicos. Hay quienes insisten en separar
la política y gobierno de las cuestiones espirituales. Cuando Dios creó el mundo, Él no estableció una
separación de gobierno natural y divino, fue el mismo hombre, quien al ir "evolucionando" fue separando
el Reino de Dios del gobierno del hombre. La idea de evolución es sólo concebida por aquellas personas
que se han empeñado en romper el lazo que los une a Dios y pretenden así justificar su perverso deseo de
llegar a controlar la creación.

Desde el comienzo de la humanidad Dios le delegó de su autoridad al hombre, sin que esto tuviera
el propósito de que el hombre fuera autónomo; al contrario, Dios siempre ha intervenido en las decisiones
del hombre. La Palabra de Dios registra que con el surgimiento de los pueblos la autoridad pasó a cargo
de la figura del patriarca. Al incrementarse el número de los pobladores se tuvo que organizar un gobier-
no basado en ayudas escalonadas. Posteriormente los jueces surgieron por la necesidad de administrar
la justicia en las diferentes comunidades que conformaban la nación de Israel. . La figura del rey como
gobernante surge por el rechazo del pueblo a la propia autoridad de Dios.

De la misma manera se han establecido diferentes tipos de gobierno en el mundo, pero ninguno
de ellos ha podido escapar de la soberanía de Dios. Dice Daniel (2:21) que: "Él muda los tiempos y las
edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos". En dicha
declaración se encuentra la principal razón por la que el ministro debe de someterse a las autoridades
civiles, y es porque Dios es quien las ha establecido.

El apóstol Pablo expone (Ro. 13:1-7) cuáles son algunas de las responsabilidades que los cristianos
tienen con las autoridades civiles. Por ejemplo, se puede decir que el ministro tiene la obligación de cuidar
que todos los miembros se sometan a la autoridad a fin de no acarrear condenación; de igual forma tiene
que enseñar a los demás miembros de la iglesia a vivir sin sentir intimidación por los magistrados, pues
ellos son siervos de Dios, y están para el bien de los creyentes y como castigo de los que hacen mal; y de
igual forma debe de cuidar que todos los fieles paguen puntualmente sus impuestos correspondientes.

Otra razón que Pablo presenta a fin de sujetarse a las autoridades civiles no sólo debe de ser por
motivo de las sanciones que se pueden recibir, sino más bien por razón de la conciencia.

ACTIVIDAD3
Lee, analiza los siguientes pasajes bíblicos y anota a continuación la justi-
ficación bíblica que se hace con respecto al deber de todo creyente con las
autoridades civiles.

Mateo 6:33.

,.-',·'
38 I CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial
Daniel 4:34-35.

Daniel 2:21.

Daniel 4:17.

Romanos 8:28.

Romanos 13:1-2.

Romanos 13:3-8.

1 Pedro 2:13-15.

CONCLUSIÓN:
La ética cristiana determina la conducta de todos los creyentes, tal y como lo determina la conduc-
ta de Dios, y la ética cristiana propone de igual manera la conducta de toda la humanidad. La humanidad
debe recibir el desafío a mejorar sustancialmente su manera de vivir; debe en todo momento ser confron-
tada con las normas de santidad que Cristo mostró. Por su parte el cristiano debe de permanecer en todo
momento y circunstancia bajo el ejemplo de su Señor. El apóstol Pedro considera la actitud del cristiano
aún más radical cuando dice: "Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais
estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en
toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo" (1 P. 1:14-16).

CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial 1 39 )>


LECCIÓN 7:
,,
LA MORAL DE JESUS
INTRODUCCIÓN:
A lo largo de la historia se ha pretendido separar la vida moral de Jesús de sus enseñanzas, con el
propósito de presentar a un simple maestro judío. Jesús vino a los judíos con un mensaje que superaba las
instrucciones que recibieron a través de la ley y de sus profetas. Los principios contenidos en sus enseñan-
zas priorizaban la relación entre Dios y la humanidad. En los tiempos en que Jesús ejerció su ministerio,
el mundo estaba impregnado por sistemas éticos y filosóficos que surgieron y florecieron en la mente de
muchos grupos sociales. Es muy probable que los discípulos de Jesús, al intentar extender el Reino de Dios
con la predicación del evangelio, recibieran el rechazo de las personas influenciadas por las teorías de los
grandes filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles.

Jesús no fue sólo un maestro de la ética, sino que de igual forma fue el mejor líder religioso. Las
enseñanzas d e Jesús por lo general demostraban l a importancia d e las experiencias religiosas como la
principal base para alcanzar una vida placentera. Los criterios exhibidos en sus palabras demostraban
que los conceptos del fin de los fines, y el deber o los medios podían perfectamente converger. Jesús no
violentó por ningún motivo las normas morales contenidas en la ley, y Él siempre les demostró respeto;
más bien, se pudo decir que la misma ley le sirvió para basar sus más profundas reflexiones morales, las
cuales siempre fueron contrarias al legalismo religioso.

MEDITEMOS:
Jesucristo y Jesús Barrabás.

El nombre de Barrabás significa "Hijo del Padre". Según algunos de los me-
jores manuscritos y de las más antiguas traducciones, la lectura del pasaje
: debe ser: "¿Cuál queréis que os suelte? ¿A Jesús Barrabás, o a Jesús que se
:¡ dice el Cristo?". Los dos presentados por Pilatos ante el pueblo para que
escogieran a quien soltar, llevaban el nombre de Jesús. El uno era Jesús que
¡ se hacía llamar Bar-Abbas -el Hijo del Padre, reclamando así expresamente
a

autoridad divina-, y el otro Jesús, que era llamado el Cristo. Por medio de
Lucas 23:19 sabemos que Jesús Barrabás era uno de aquellos pretendientes
l a la dignidad mesiánica que procuraron realizar el ideal judío por un levan-
tamiento armado contra el poder romano. Según la acusación de los sacer-
dotes, Jesús el Cristo era culpable de la misma oposición a César, aunque no
l
1 de la misma manera que Jesús Barrabás. Por el examen personal de Cristo,
Pilatos supo que esta acusación era falsa; de modo que puso a los dos despre-
!
! ¡

40 1 CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y foca Ministeria


ciablemente ante el pueblo, al Mesías de un Reino invisible, por el cual sus
siervos no pelearían, y al Mesías de un reino terrenal que había sido tomado
con sus manos ensangrentadas en sedición y asesinato. Por una de esas cu-
riosas coincidencias tan frecuentes y notables, estaban ahora lado a lado lle-
vando el mismo nombre y la misma demanda; la caricatura por el lado de la
realidad, Jesús el pretendido, y Jesús el Bar-abbas real. El Mesías de las ideas
. y esperanzas judías, y el Mesías de la designación de Dios; el uno intentando
llenar la descripción del Mesías pintada por el tentador en el desierto, pero
rechazada por el mundo; el otro llenando las Escrituras proféticas.

PASOI
JESÚS Y EL REINO DE DIOS.
Cuando la biblia hace mención del Reino de Dios (�aoLAELa roü 8Eoíí basileia tou theou) se está
refiriendo al dominio o soberanía de Dios. Dicho imperio está por sobre todas las cosas, y es contrario a
los gobiernos terrenales; el Reino de Dios para Jesús era el tema central de su predicación. En los inicios
de su ministerio Jesús pronto se dio a la tarea de anunciar que el Reino de los cielos se había acercado
(Mt. 3:2); con tal declaración, Jesús mismo toma la figura de representante del Reino. Una vez que hubo
llamado a sus discípulos, les dio indicaciones precisas para que inmediatamente salieran a predicar el
mensaje del Reino y a que sanaran a los enfermos. Un gran porcentaje de las enseñanzas de Jesús son
parábolas y por lo general son ilustrativas del Reino de Dios.

El Reino de Dios es espiritual. Muchos de los seguidores de Jesús intentaron presionarle para es-
tablecer un gobierno terrenal que se opusiera al régimen romano. Jesús ante Pilatos dejó muy claro que
su Reino era espiritual cuando dijo: "Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis
servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí" (Jn.
18:36). Las palabras expuestas por Jesús fueron ejemplo incuestionable de que si su Reino fuera natural o
terrenal, sus propios discípulos andarían armados, hubieran luchado para impedir su arresto y en
consecuencia el propósito final del Reino sería temporal.

El Reino de Dios es invisible. Si el Reino de Dios es invisible, de igual forma sugiere que no es
visible a los ojos del hombre natural. El Reino de Dios no tiene las características físicas o naturales que
distinguen a un gobierno político o religioso del mundo. Los fariseos preguntaron a Jesús sobre cuándo
habría de manifestarse el Reino de Dios en el mundo; la respuesta de Jesús les demostró que su Reino era
invisible, al grado de que ellos no podían advertir que ya estaba presente y activo entre ellos (Le. 17:20-21).

El Reino de Dios se vive en el presente como en el futuro. Dios siempre ha estado trabajando -en
el debido presente de la historia- en establecer una familia, un pueblo, una nación, una Iglesia completada
por hombres fieles que se condujeran de acuerdo a las normas d�l Reino de Dios. Jesús de igual manera
demostró haber estado ocupado en el Reino de Dios del futuro. El lo hizo saber a sus discípulos cuando
les dijo: "En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues,

CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial 1 41


I
1'

a preparar lugar para vosotros" (Jn. 14:2). Una de las encomiendas de Jesús cuando ascendió al cielo era
la de ir a preparar viviendas para sus discípulos, dichas moradas sólo podrán poseerlas en la posteridad.

El Reino de Dios es individual y social. La entrada al Reino de Dios depende de una decisión per-
sonal, de la disposición de aceptar a Cristo como Señor y Salvador. Una vez que la persona ha dado ese
paso, y entra al Reino de Dios, se constituye en miembro activo del cuerpo de Cristo. El creyente habrá
de procurar la santidad en lo personal y en lo general ejercerá su ministerio para la edificación del cuerpo
de Cristo.

ACTIVIDAD 1
Lee con atención los siguientes pasajes y explica en tus propias palabras las
actitudes que deben tener los miembros del Reino de Dios.

Lucas 12:22-34.

1 Lucas 12:35-48.
1
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ti Mateo 13:44-46.

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1)
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fl: PASO 11
il
,,
ASPECTOS EN LA VIDA MORAL DE JESUS.

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' l. Jesús promovió una ética no sistemática. En los evangelios no se encuentran principios sistemática-
rm
!ri cos que se hayan establecido para regular los deberes morales del hombre. Cuando a Jesús le preguntaban
m
IM sobre algún aspecto en particular de la fe o la vida, Él por lo general respondía con amplitud; Él no era
il estrecho, pues le interesaba que la gente se sintiera con la libertad suficiente para decidir o actuar. Él
1, condenó la actitud estrecha cuando habló del proceder de los fariseos: "Porque atan cargas pesadas y
difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren mo
1j.¡ verlas” (Mt. 23:4).
1

Jesús practicó una ética con enfoque interno. Jesús tomó la ley, y en base a ella elaboró una exége-
sis considerando las actitudes internas del hombre; siendo esas las mismas que lo llevan a cometer pecado.
Jesús sabía que si se llegaban a controlar las raíces internas que producían el mal comportamiento, enton-
1� ces no existirían personas que quebrantaran los mandamientos de Dios. Los fariseos eran extremadamen-
1
1il te legalistas en cuanto a la letra de la ley, pero no eran buenos en entender
I¡¡
'�

42 1 CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial


los hizo saber Jesús: ''¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta, el eneldo y el
comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario
hacer, sin dejar de hacer aquello" (Mt. 23:23).

Jesús procuró una ética positiva. La ley no fue dada al hombre para vivir bajo la sombra de man-
damientos prohibitivos. La ley fue dada al hombre para que éste aprendiera a delimitar su vida del mal y
para conocer lo que es pecado. Pablo así lo explica a los romanos (Ro. 7:7): "Pero yo no conocí el pecado
sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: no codiciarás". Dentro de la éti-
ca positiva de Jesús, se establece el principio que procura sobre toda adversidad o circunstancia procurar
la ayuda necesaria que se requiera. "Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal;
salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban" (Me. 3:4).

Jesús enseñó una ética de recompensa presente y futura. Jesús siempre les enseñó a quienes le es-
cuchaban que las actitudes que ellos realizaban, así como las decisiones que tomaban afectarían su vida
presente, como su vida eterna. El evangelio de Mateo (7:12) contiene la regla de oro, la cual bien podría
ser la nueva versión de la ley del Talión: ''Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con
vosotros, así también haced vosotros con ellos". Esta regla sirve para revelar cómo las actitudes que se
toman hacia los demás afectan la vida en el presente. En el mismo evangelio de Mateo (7:34-46) Jesús des-
cribe cómo se realizará el juicio de la naciones; todas las acciones que hayan realizado los hombres en su
vida presente, Dios las tomará muy en cuenta para conceder en el futuro el castigo eterno o la vida eterna.

ACTIVIDAD2
Reflexiona brevemente y responde las siguientes preguntas en base a los pa-
sajes bíblicos que se sugieren.

1 Corintios 2:1-5. ¿Consideras que en la actualidad se debe de ilustrar el


evangelio con parábolas?

¿Por qué?

Lucas 9:23-26. ¿Consideras que los miembros de tu iglesia ponen el Reino de


Dios en primer lugar sobre todas las demás cosas?

¿Por qué?

CREA SEGUNDO NlVEL I Vocación y Ética Ministerial 1 43


Mateo 13:4. ¿Crees que en tu iglesia la Palabra de Dios se predica sin hacer
excepción de personas?

¿Por qué?

PASO 111
JESÚS Y LA BUENA VIDA.
En Jesús se conjuntaron dos naturalezas, la divina y la humana. Así el hombre que cree y acepta a
Jesucristo como su Señor y Salvador, tiene una vida que se desenvuelve en dos naturalezas diferentes, el
reino terrenal y el Reino espiritual. Para Jesús, la buena vida radicaba en que el creyente podía tomar deci-
siones en el reino terrenal pero con una perspectiva diferente a la de los incrédulos. Dicho de otra manera,
las acciones del creyente en Cristo podían cambiar radicalmente la condición del mundo.

La buena vida para Jesús incluía el amor. El amor hacia Dios, hacia el prójimo y hacia el mismo
individuo. El amor representaba la esencia de la ética del cristianismo. La buena vida para Jesús contem-
plaba una vida libre del rechazo, del odio, de la amargura, del resentimiento, pues quien había recibido
el amor de Dios en su vida era el candidato idóneo para compartir ese amor con otros. Mientras otros
aconsejaban y procuraban vengarse de sus enemigos, Jesús dijo: ''Amad a vuestros enemigos, bendecid a
los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y ospersiguen"
(Mt. 5:44). La buena vida es sencillamente amar.

La buena vida para Jesús consistía en aceptar todos los días el desafío de alcanzar la perfección.
Jesús mismo fue quien lanzó el desafío a todos lo que creyeren cuando les dijo: "Sed, pues, vosotros
perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" (Mt. 5:48). De igual manera, para Jesús
la buena vida consistía en demostrar todos los días el carácter correcto. Se debe de recordar que el árbol

se conoce por sus frutos (Mt. 7:15-20); la buena vida consistía en aceptar libremente la voluntad de Dios.
ACTIVIDAD3
Lee los capítulos 5, 6 y 7 del evangelio de Mateo y a continuación enumera
y puntualiza en pocas palabras algunos. aspectos de la vida moral para los
miembros del Reino de Dios.

44 1 CREA SEGUNOO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial


1

CONCLUSIÓN:
La vida moral de Jesús se entiende más fácilmente cuando se conoce el propósito presente y final
que Él compartía en sus enseñanzas. Un claro ejemplo del doble propósito de Jesús es el sermón de las
bienaventuranzas. En dicho sermón el cristiano moderno encuentra en las palabras de Jesús las más bellas
razones del porqué debe de mantener el más alto nivel de conducta. El cristiano debe de vivir convencido
de que ni la ofensa, ni el dolor, ni la provocación, ni la injusticia, ni las necesidades, ni el pecado, ni los
insultos, ni las persecuciones y ni las calumnias deben de apartar su mirada del Reino presente y futuro de
Dios. La vida moral de Jesús motiva a todo creyente a gozarse y alegrarse en medio de las adversidades,
porque al final y a su debido tiempo recibirá su galardón en el Reino de los cielos.

CREASEGUNDO NIVEL Vocación y !'tic, Mínísteríal 1 45 ))


ESCENARIOS
LECCIÓN 8:

CONTROVERSIALES
INTRODUCCIÓN:
Jesús constantemente estuvo enfrentando en escenarios controversiales a diferentes grupos opo-
sitores por el mensaje del Reino de Dios; las enseñanzas y hábitos de Jesús provocaron el celo de los
fariseos. Jesús privilegiaba la vida en lugar de la ley del día de reposo, y no aceptaba las tradiciones con
las que hacían la clasificación de personas puras e impuras. Otro grupo religioso con el que Jesús tuvo
varios encuentros hostiles, era el de los escribas o intérpretes de la ley, quienes no estaban de acuerdo con
la forma libre e independiente de enseñar de Jesús. Su enseñanza era considerada nueva, con contenido
profético y sobre todo acompañada de señales. En otras palabras, Jesús: "Les enseñaba como quien tiene

autoridad, y no como los escribas" (Mt. 7:29).


Otro grupo opositor de las enseñanzas de Jesús eran los saduceos, este grupo se encontraba en la
élite del poder; ellos por lo general tenían injerencias en el templo y eran los que controlaban el Sanedrín.
Las controversias con Jesús eran porque ellos no aceptaban la existencia de los ángeles, ni de los espíri-
tus y mucho menos creían en la resurrección de muertos. Por su parte, los herodianos -considerado otro
grupo de poder- observan el cumplimiento estricto de la ley y el pago de los impuestos. Los herodianos se
aliaron con los fariseos a fin de colocar a Jesús en una situación muy peligrosa. Ellos le preguntaron: "¿Es
lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?" (Me. 12:14). El peligro para Jesús estaba en
que si decía que sí era licito pagar los impuestos, perdería la confianza del pueblo; pero si decía que no,
entonces se le tomaría como incitador contra el poder político.

MEDITEMOS:
La sinceridad no basta.
Actualmente hay mucha gente que cree que no importa cuáles sean las creen-
cias de una persona, con tal de que ésta sea sincera. Esta es una de las mayo-
res mentiras del infierno.

Supongamos que yo me dirija a un banco y presente un cheque por diez mil


dólares; que el cajero me pregunte si tengo fondos, y que yo le responda que
no los tengo ni en ese banco ni en ningún otro; y que cuando me pregunte
sobre qué base quiero cobrar el cheque, yo le conteste que debido a mi since-
ridad, y que le agregue: - No hay en toda la provincia un hombre más sincero
que D. L. Moody.

46 I CREA SEGUNDO NIVEL I Vocación y Ética Ministerial


¿No opinarías que esto es cosa de locos? ¡Y sin embargo dices que no im-
porta cuáles son las creencias y que basta la sinceridad!

PASOI
EL MATRIMONIO.
La unión matrimonial en la humanidad es iniciativa de Dios. El hombre al principio fue creado
solo; después de un tiempo y a causa de su soledad, Dios le hizo una compañera a la que calificó de idó-
nea. De esta manera, Dios estableció el matrimonio, "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su ma
dre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" (Gn. 2:24). Con el propósito de preservar la raza huma-
na sobre la tierra, Dios les dio órdenes precisas a los matrimonios: "Les dijo: Fructificad y multiplicaos;
llenad la tierra" (Gn. 1:28). Con estas declaraciones bíblicas -y otras más- se asienta que el matrimonio
fue la primera institución humana establecida por Dios con el fin de suplir las necesidades de la familia.

Procurando el bienestar de la humanidad, Dios estableció el matrimonio con sus respectivos pro-
pósitos. Uno de ellos fue el de vivir en compañía; Dios vio que no era bueno que el hombre estuviera solo
(Gn. 2:18). A fin de alcanzar este propósito, se le concedió al hombre la capacidad de comunicarse a través
de la boca, los ojos, las manos, los oídos, de todas las partes de su cuerpo. Dios también estableció que el
hombre procreara hijos y los criara en un ambiente de amor y aceptación. Todo hombre siente el impulso
de ser padre, este propósito garantizaría la propagación de la humanidad. El propósito de multiplicación
concede otro propósito al hombre, el de satisfacer el correcto impulso sexual.

Para muchas personas el matrimonio no es algo que merezca respeto o se tenga en alta estima, por
tal motivo han determinado vivir en unión libre. La misma sociedad con el paso de los años ha sido con-
descendiente y se ha ido acoplando a las negligencias morales de algunos. Las personas deciden vivir en
concubinato porque este tipo de relación no exige responsabilidades. "El concubinato" o "la unión libre"
son sinónimo de fornicación. Fornicar es mantener relaciones sexuales fuera del lazo matrimonial; forni-
car es pecado. Dios rechaza categóricamente el pecado de fornicación, tanto que advierte que: " ... los co
bardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos
los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Ap.
21:8).

ACTIVIDAD 1
Expón a continuación tu postura ante los siguientes temas que han causado
controversia entre algunos miembros de la iglesia y la sociedad en general.

Relación de pareja en unión libre.


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Matrimonio entre parejas del mismo sexo.

Adopción por parejas del mismo sexo.

PASOII
EL DIVORCIO.
Dios decretó que la pareja que se uniera en matrimonio ya no serían dos, sino que serían una sola
carne, es decir, que hay una fusión de dos seres en uno, y esta fusión sólo puede ser hecha por Dios, por
tal motivo ningún hombre tiene el poder de disolver la unión matrimonial. Los fariseos, con la intención
de tentar y contradecir a Jesús le preguntaron: "¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y
repudiarla?" (Mt. 19:7). Jesús respondió que Moisés lo permitió porque fue presionado por la dureza del
pueblo, y agregó: "Más al principio no fue así". Moisés decretó que la principal causa -y suficiente para
el divorcio era que el marido encontrara en su esposa "alguna cosa indecente" (Dt. 24:1), -se considera
un texto obscuro- y muy probablemente tendría que ver con "impurezas del cuerpo" o "conductas des-
agradables". Pero para Jesús la única causa justificada para disolver el matrimonio era la fornicación, es
decir "relaciones sexuales ilícitas" (Mt. 19:9).
Es pertinente recordar que los hábitos y las costumbres con respecto al matrimonio de los judíos
en los tiempos de Moisés, estaban encuadradas por la poligamia y el concubinato, por tal motivo, se hizo
necesaria una legislación que consintiera la disolución del matrimonio. Moisés decretó una legislación un
tanto permisiva (Dt. 24:14); por un lado, se consentía que el hombre se divorciara de su esposa; y por el
otro lado, se consentía que la divorciada se volviera a casar. Pero para Jesús el asunto del divorcio no era
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así de sencillo. Él les explicó que: "... cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, adultera; y
el que se casa con la repudiada, adultera" (Mt, 19:9). Los discípulos al escuchar estas palabras, rápida-
mente justificaron las razones por las que muy probablemente Moisés legisló sobre el divorcio: "Si así es
la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse" (Mt. 19:10). Sin embargo, Jesús manteniendo
1 su postura, dijo que el matrimonio tal y como lo instituyó Dios no era para todos, pero sí para aquéllos a
quienes les era dado (Mt. 19:11).
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ACTIVIDAD2
Expón a continuación tu postura ante los siguientes temas que han causado controversia entre
algunos miembros de la iglesia y la sociedad en general.

Divorcio.

estad de los hijos.

Guarda y custodia de un niño o niña.

PASO 111
EL ABORTO PROVOCADO.
En el mundo desde los tiempos antiguos hasta los presentes se ha practicado el infanticidio, tal
práctica ha ido tomando muchas caras. En la Biblia por ejemplo, se cuentan las historias de los sacrificios
que se hacían con niños a diferentes deidades de los pueblos paganos. En el libro de Éxodo (21:22-23) es-
crito por Moisés, se encuentra la legislación para el pueblo judío sobre el aborto provocado. Moisés expone
el caso de un aborto provocado por la pelea de terceras personas. Si la esposa no moría, la sanción para
los culpables era impuesta por el propio marido y avalada por los jueces. Pero si la esposa moría, entonces
se aplicaría la ley del Talión, la cual consistía en "vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por
mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe" (Ex. 21:23-25). El
aborto provocado debía de ser castigado, porque violaba el derecho de vida.

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La controversia principal del aborto provocado tiene que ver con el comienzo de la vida. En el libro
de los Salmos (139:16) se habla del embrión, el cual es el óvulo fecundado en las primeras etapas de su
desarrollo. El salmista resalta la idea de que Dios está atento a todo lo que pasa desde esa primera etapa
de la vida del hombre; incluso descubre que existe una bitácora por cada niño que habrá de nacer; en ella
están registrados los detalles y los días que están destinados para cada niño. En la segunda y tercera etapa
del embarazo Dios sigue al pendiente del desarrollo del niño (Salmos 139:13,15). La vida del hombre sólo
le pertenece a Dios, quien es quien la da. Por tal motivo, el mandamiento es claro y preciso: "No matarás".
Quien permite que le realicen un aborto inducido, está matando a una persona voluntariamente, no sólo
ella, sino también los que lo planean y ayudan.

ACTIVIDAD3
Expón a continuación tu postura ante los siguientes temas que han causado
controversia entre algunos miembros de la iglesia y la sociedad en general.

Aborto inducido.

Eutanasia.

Clonación.

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CONCLUSION:
En la actualidad se han tenido avances políticos, sociales, médicos, religiosos, etc. Dichos avances
por lo general son aprobaciones que van en contra de la ética del Reino de Dios. Sin embargo, no todos
los líderes, ministros, o miembros de la iglesia han sabido manifestar y mantener la postura del Reino. Por
tal motivo, se hace necesario que surja un liderazgo que sepa y quiera responder a la sociedad conforme
al propósito de Dios para la humanidad. Un liderazgo que entienda que no puede existir una verdadera
ética si se niegan los principios y valores establecidos por Dios. No habrá salud moral en el mundo si se
rechaza a Jesús, quien es el modelo del camino que debemos andar, la verdad que debemos conocer y la
vida que t---

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